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UNIVERSIDAD NACIONAL

MICAELA BASTIDAS DE APURÍMAC

Programa Nacional de Formación y Capacitación Permanente


Dirigido a Docentes de Educación Básica Regular – 2007

SECUNDARIA

SEPARATA
CIENCIAS
SOCIALES
COMPONENTE ESPECIALIDAD ACADÈMICA

COORDINADORES: ERWIN TORRES SOBRINO.


MARILÚ CASTILLO CÁCERES

EQUIPO DE CAPACITADORES:

1. CHACCARA ARANIBAR, Donato


2. CONDORI GÓMEZ, Juan
3. FÉLIX GUERRERO, Zacarías
4. HURTADO TRUJILLO, Hernán
5. OROS LIZARASO, Lucho Clever
6. PANIURA RAMIREZ, Amparo
7. RODAS ANTAY, Juan Gualberto
8. SARMIENTO CÓRDOVA, Felipe
9. TRUYENQUE CÁCERES, Carlos Fernando
10. VALENZA JURO, Selmy
11. VILLEGAS GORDILLO, Alejandro
12. VIVANCO HERMOZA, José Porfirio
INTRODUCCIÒN

Con la finalidad de contribuir en su formación profesional ofrecemos a los docentes de


Educación Secundaria del Área de Ciencias Sociales, el presente material educativo que le
ayudará a fortalecer y afianzar sus conocimientos sobre la historia y para mejorar su quehacer
pedagógico en beneficio de los educandos; en el Programa Nacional de Formación y
Capacitación Permanente ha elaborado el presente módulo denominado Introducción a la
Historia.
Este primer módulo busca formar y orientar la conciencia histórica del docente dándole un
fundamento científico; de lo contrario se seguirá pensando que la historia de la sociedad
humana es la expresión de la voluntad de seres sobre naturales, obra de héroes y personajes o
producto de los hechos casuales y accidentales. Hay que recordar el criterio de aquellos
filósofos o historiadores que afirmaban adoptando un aire de seriedad ,que si la nariz de
Cleopatra hubiese tenido diferentes formas la historia también hubiera sido diferente; y si
algunos monarcas no hubiesen sufrido una indigestión, se hubiera evitado muchas guerras. La
verdad es que el paso de una a otra formación económica social no se produce al ocaso, ni de
acuerdo con los deseos de los ideólogos de las clases dominantes, ni a las órdenes de los
gobernantes, sino conforme a leyes históricas.
La concepción historiográfica tradicional de batallas, fechas, nombres de los gobernantes
que constituían eje de una historia esencialmente narrativa, que se refería casi a una totalidad
de las acciones del grupo dominante acomodándolo a sus intereses y adornándolas con hechos
anecdóticos o con noticias pintorescas ahora nadie podrá discutir que la historia del Perú no es
únicamente de los grupos de poder, sino; de todo el pueblo peruano, que para comprender en
forma cabal el proceso histórico es indispensable la investigación de las relaciones económicas
y sociales; es decir, la necesidad de tener en cuenta la base material sobre lo que se sustentan
las actividades humanas.
En consecuencia, la historia ya no es el simple relato cronológico. Ad-narrandum de los
hechos. La historia no son los gobernantes y sus colaboradores, ministros, militares y jefes
solamente. Es el pueblo en acción. Así el panorama de la concepción histórica ha cambiado en
las últimas décadas entre los investigadores peruanos y extranjeros. Los que también más
tarde serán superados porque la historia también se envejece y se acomoda a los intereses y
planteamientos de la época en la que fue escrita y cada generación debe replantear la historia.
MAPA DE CONTENIDOS

INTRODUCCION A LA HISTORIA.

1.- LA HISTORIA COMO CIENCIA


.
2.-EVOLUCION DE LA HISTORIA DESDE EL CONOCIMIENTO EUROPEO ACCIDENTAL.
2.1.-LA HISTORIA EN LA AANTIGUEDAD.
2.2.-LA HISTORIA EN EL MEDIOEVO.
2.3.-LA HISTORIA DE LA MODERNIDAD.

3.- CORRIENTES SOBRE LA HISTORIA.


3.1.-EN GRECIA Y ROMA.
3.2.-EL PROVIDENCIALISMO.
3.3.-EL RACIONALISMO.
3.4.-EL POSITIVISMO.
3.5.-MARXISMO.
-ESENCIA DE LA CONCEPCIÓN METAFÍSICA DE LA HISTORIA.

4.-¿PARA QUÉ Y POR QUÉ APRENDER HISTORIA?

5.-ENFOQUE SOBRE LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA.


5.1.-¿CÓMO ENSEÑAR Y APRENDER HISTORIA?.

EVALUACIÓN FINAL

GLOSARIO.

BIBLIOGARAFÍA.

ANEXO.

OBJETIVO GENERAL.
Analizar y argumentar conceptos básicos sobre la historia como ciencia social y su importancia,
para aplicarla en su que hacer cotidiana y trabajo pedagógico.

OBETIVOS ESPECÍFICOS.
Al concluir la lectura del presente módulo, el docente estará en condiciones de:
*Identificar y aplicar la utilidad de la historia en beneficio de sus alumnos.
*Analizar científicamente los hechos históricos desde el punto de vista de sus causas, hechos y
consecuencias.
. Plantear y fundamentar su punto de vista sobre los hechos históricos en forma coherente.
PRIEMTA PARTE

MARCO TEÒRICO
INTRODUCION A LA HISTORIA

1.-LA HISTORIA COMO CIENCIA.

-ORIGEN DEL TÉRMINO, CONCEPTOS Y DEFINICIONES

Toda ciencia tiene su terminología propia e inconfundible, la propiedad en el uso de los


términos científicos significa madurez y perfección de la respectiva disciplina. En el caso de esta
materia, la palabra historia, proviene del latin “histor” que a su vez deriva del griego "historia".
Ambos han dado origen al francés "histoire", al italiano "storla" y al inglés "history". Ya Hornero
utilizaba la voz "istor" para designar al Investigador o al informador, de tal manera que todos
los términos derivados se refieren a personas que investigan el pasado y que, luego, expresan
el objeto y resultado de su investigación. Algo así como ir de lo subjetivo a lo objetivo y que no
refleja lo que, en realidad, necesitamos acreditar para la Historia.

Dar una definición o un concepto exacto sobre la historia es tarea difícil, porque cada
tratadista cada pensador conceptúa según su sistema filosófico es decir, según su concepción
del mundo, desde el punto de vista de su generación, de sus circunstancia socio- histórica y del
espíritu de su vida nacional. .Es por ello que se han dado distintas y múltiples
conceptualizaciones, el caso específico del término de la historia. Así tenemos los siguientes
conceptos:
- Lombardo Radice presenta un concepto pedagógico. “ Es la construcción del pasado
en lo que subsiste la conciencia viva de la continuidad del pasado en el presente”.
Considera la historia sólo en dos dimensiones, pasado y presente.
- José Ortega y Gasset considera la historia,”como un sistema de experiencias humanas”
- La Conferencia Internacional de la Historia conceptúa “como el conocimiento integral
científico de la vida a través de las edades”
- Henri Berr nos dice: "La Historia es el estudio de los hechos humanos del pasado".
- Henri Pirenne afirma que: "El objeto del estudio de la Historia es el desarrollo de las
sociedades humanas en el espacio y en el tiempo".
- Raymond Aron sostiene que: "La Historia es la ciencia del pasado humano".
- Lesley Bird Simpson anota: "Historia es un resumen de la experiencia humana y su función es
enseñar".
-Johan Huizinga, concretamente, establece: "La Historia.es la forma espiritual en que una
cultura rinde cuentas de su pasado".
- Ernst Bernheim indica que: "La Historia es la ciencia que investiga y expone los hechos de la
evolución humana, determinados en el tiempo y en el espacio".
- Wilhelm Bauer, a su turno, nos dice: "Historia es la ciencia que trata de describir, explicar y de
comprender los fenómenos de la vida... dirigiendo su atención principal sobre los cambios que
no se repiten en el espacio y en el tiempo".

-
- El Doctor Luís E. Valcárcel conceptúa en tres dimensiones: “la Historia no sólo es el
pasado, sino también el futuro que tiene virtual existencia en el presente en el que el
historiador no es un pasadista sino contempla el presente y el futuro, con ello supera el
concepto tradicional y obsoleta definición, en el que cada una de ellas es producto y
consecuencia del anterior.
- Pablo Macera, establece una diferencia entre la historia como ciencia y la historia
como proceso social.
Por consiguiente, es un aporte valioso tanto de Valcárcel como de Macera, quienes analizan
desde el punto de vista de sus causas y consecuencias de los hechos históricos de la
humanidad, desde la sociedad primitiva hasta los tiempos actuales realizados en el espacio
geográfico y momento histórico que responde a las siguientes interrogantes: dónde- espacio
geográfico, cuándo- tiempo histórico, cómo- características de los hechos, por qué- explica las
causas que originan, para qué- objetivos y consecuencia.

En verdad, ello implica toda una problemática.


Si definir es 'lijar con exactitud y claridad el significado de una palabra o la naturaleza de una
cosa", entonces tendríamos que ir como es natural que lo intentemos-, a la esencia misma del
ser de la Historia. Esto, por supuesto reiteramos, no es nada fácil, ya que la claridad de una
palabra o la interpretación de la naturaleza de una cosa dependen, en mucho, de la orientación
e inclinación interpretativa de las personas. La Historia no podía ser o estar exenta de esta
situación. Los ángulos desde donde se le mira son muchos, los cristales con los que se le
observa asumen tonalidades diversas.

La historia como la comprensión retrospectiva del devenir humano, es un medio de discernir y,


por ello mismo también de obrar sobre los el curso de los acontecimientos.

La historia se reconstruye intelectualmente sobre las evidencias de los hechos acaecidos; sin
embargo, en el proceso de reconstrucción, después de recoger los datos, el historiador los
evalúa e interpreta de acuerdo con las premisas lógicas y los conceptos de que dispone, a fin
de organizarlos en una estructura de inteligibilidad, sin la cual la historia sólo sería un conjunto
de innumerables hechos aislados. De tal manera, la historia nunca es del todo objetiva aún
cuando el historiador sea imparcial y se proponga la mayor objetividad posible. Su manera de
entender el mundo, su apreciación de los valores, su forma comprender a la sociedad o sus
ideas políticas estarán condicionando su propia capacidad para juzgar y explicar los hechos del
pasado. La objetividad absoluta e intemporal de la historia es una abstracción irreal. No
obstante, el historiador es consciente de estos problemas frente a los cuales, la única salida
consiste en atenerse a las exigencias de un esclarecimiento en el que se especifique la
interpretación de los hechos así como los razonamientos que los enlazan, para de esta manera
poder distinguir con claridad las afirmaciones y someterlas a cualquier tipo de enjuiciamiento
racional.
Tampoco se puede pensar en una versión permanentemente válida de la historia, porque la
historia también envejece y, se acomoda a los intereses y planteamientos de la época, en la
que es escrita. Con el transcurso del tiempo se convertiría en una versión esclerosada de
hechos convencionales. Cada generación debe replantear la historia, puesto que como
experiencia vital se ocupa de los hombres y de las sociedades, de sus luchas y de su progreso.
Su objetivo fundamental es ayudarnos a comprender el mundo en que vivimos y proveernos
de las herramientas que nos ayuden en la construcción del futuro. La historia que no es
repensada de tiempo en tiempo pierde su razón de ser, poco a poco, de visión inquietante del
devenir social se va transformando en un desvanecido panorama de antigüedades.
Hoy ya nadie discute el carácter científico de la Historia. Su sistematización y metodología
aplicadas en el proceso de investigación, interpretación y explicación de los hechos y
acontecimientos del pasado así lo determinan.
• En este sentido el desarrollo y evolución de la Historia ha sido evidente. Del relato, más o
menos interesante, de sus comienzos, a la exposición académica, erudita y literaria posterior,
ha sucedido, ahora, la rigurosidad científica de nuestra disciplina, puesto que "la Historia como
toda ciencia en formación, se encontró con un montón de materia prima con la que tenía que
trabajar documentos -de archivos o no-, testimonios, prensa, objetos de arte, utensilios, etc.
que debía analizarlos para lograr la
recomposición del pasado. De este modo el historiador buscó saber no sólo cómo ocurrió
aquello, sino por qué ocurrió". Partiendo, pues, de esa realidad (la materia prima), se ha ido
creando el objeto teórico de la Historia, que, a su vez, comprende el aparato conceptual, las
categorías del pensar histórico y las relaciones que surgen entre ellos, de tal modo que cuando
así se opera ya se está incursionando en el verdadero terreno de la ciencia.
Sistematizar es ordenar, actuar en base a leyes y normas. La Historia es un sistema y como tal
encuadra su accionar dentro de este contexto. Sistema, orden y ley se necesitan para
investigar, llegar a conclusiones y emitir juicios críticos. En la actualidad ese es el camino que si-
gue la Historia. Esto es fundamental por cuanto se opera en base a lo concreto, real y efectivo
en busca o clarificación de una verdad que va a servir para la mejor estructuración del destino
de la humanidad.
La metodología, por su parte, en el proceso investigatorio, acentúa aún más el carácter
científico de la Historia. Método para observar, describir, explicar y comparar el hecho y el
acontecimiento, para arribar a conclusiones valederas, sobre todo para efectuar las
exposiciones del tema histórico. No podemos avanzar en la búsqueda de la luminosidad del
pasado si actuamos en medio de la imprevisión y de la improvisación. Todo debe obedecer -y
de hecho obedece-, a un conjunto armonioso, sistemático y metodológicamente trazado para
lograr la cabal interpretación del conjunto de elementos que constituyen metodología, unos
principios rigurosos que hay que aplicar para comprobar la veracidad o la inexactitud de las
hipótesis que se hacen. De la metodología surgen las reglas concretas de las técnicas de trabajo
del historiador, que se aplican al manejo de aquella materia prima a que hemos hecho
referencia.
Existen, sin embargo, algunos escépticos que cuestionan el carácter científico de la Historia
aduciendo que:
1. La Historia se ocupa solamente de lo particular, en tanto que la ciencia estudia lo general.
2. La Historia no puede pronosticar.
3. La Historia es subjetiva porque el hombre se está observando a sí mismo.
4. En la Historia juegan papel importante la política y religión.

2.- EVOLUCION DE LA HISTORIA DESDE EL CONOCIMIENTO EUROPEO OCCIDENTAL

2.1.-LA HISTORIA EN LA ANTIGÜEDAD.

La Historia en la Edad Antigua servía para guardar, a través de mitos y leyendas, el pasado de
una nación o imperio. No se veía muy necesario anotar sistemáticamente todos los
acontecimientos, sino que se privilegiaban aquellos que interesaban en una determinada
época. Es decir, que el pasado era maleable, podía ser cambiado de acuerdo a las necesidades
políticas de un invasor. Recordemos que las tradiciones se pasan de una genera ción a otra
oralmente. Había acontecimientos o ceremonias especiales en los que ciertos personajes, a
través de cantos e himnos, repasaban la memoria colectiva de un grupo. Evidentemente, la
información que se transmite de esa manera cambia de contenido con el transcurrir del
tiempo.
Tomemos un ejemplo
La civilización cretense, ubicada en el centro del mar Mediterráneo, sintetizaba toda su historia
en el mito del Minotauro. Se decía que los dioses habían castigado al gran rey Minos y habían
hecho que su esposa concibiera un hijo con un toro, de modo que el resultado de tal unión fue
un ser espantoso, con el cuerpo de un hombre pero la cabeza de un toro, que además pedía
todo el tiempo víctimas para satisfacer su hambre. Para que no hiciera daño, el rey encerró al
Minotauro en un laberinto diseñado por un sabio llamado Dedalus. Héroes de todas partes del
mundo helénico llegaban a Creta para desafiar a este ser, pero morían en el intento. Hasta que
llegó a la isla un extranjero, un guerrero aqueo llamado Teseo, que sedujo a la hija del rey,
Ariadna, quien le mostró la forma de no perderse en el laberinto atando un hilo a la entrada.
Teseo logró vencer al Minotauro y luego de su victoria se llevó a Ariadna a la isla de Naxos, en
donde un tiempo después la abandonó.
Este mito, que era relatado por los encargados de conservar la memoria minoica, sintetiza de
manera genial toda la historia de esta civilización. La primera parte que exalta la fuerza del
Minotauro que no podía ser vencido se interpretaría como la época del auge comercial de
Creta en el Mediterráneo.
La segunda parte, la llegada de un extranjero que no sólo derrota al Minotauro sino que se
burla de la hija del rey, puede interpretarse como la invasión de los guerreros aqueos a Creta.
Este hecho causó la destrucción y extinción de la cultura minoica. Así lo descubrieron los
arqueólogos.
En este caso observamos que un mito puede sintetizar de forma breve y fácil de recordar toda
la historia de un pueblo. Notemos además que cuando se habla del mundo, no significa todo el
globo terrestre, sino únicamente el área en el que ellos se desenvolvían y que constituía «su
mundo».

2.2.-LA HISTORIA EN EL MEDIOEVO.

-La historia de los hombres hacia Dios.


En esta época busca establecer un nexo o una relación entre el suceder histórico y la
realización de la voluntad divina, su rol era explicar y avalar lo ya escrito y anunciado por Dios.
Los hombres encargados de transmitir la historia se limitaban a leer e interpretar la palabra
sagrada que había sido anunciada en los evangelios.
El mundo, el cosmos y la vida se explicaban en base a que Dios es el centro de la creación y que
todo era parte de él. El mudo era pálido reflejo de la gloria de Dios, y los hombres estábamos
condenados fatalmente a vivir un destino ya trazado, pensado e inalterable.
Para muchos la vida verdadera empezaba después de la muerte, entonces esta vida terrenal
era insignificante, la historia terrenal era una simple puerta de entrada hacia la auténtica
existencia, en el más allá. La criaturas u objetos terrestres eran iguales entre sí, sin jerarquías.
Por eso podemos entender a San Francisco de Asís cuando se refiere al sol, la luna y el lobo,
como sus hermanos.
-Una historia fatalista.
En esos tiempos la historia era casi inútil, pues para qué contar lo que ya estaba escrito, para
qué explicar el presente si todo ya estaba explicado, para qué intentar cambiar el futuro si los
destinos estaban ya escritos. Había un sentimiento fatalista de la vida y la historia.
Aquellas personas que escribían la historia de un pueblo se limitaban a exaltar las hazañas de
algunos guerreros o reyes y la importancia de la fidelidad y el honor en sus acciones. Casi no
había diferencia con las novelas de caballería. Era muy común la escritura de la vida santos en
las que lo esencial era destacar las cualidades espirituales y milagreras de sus personajes.

2.3.- LA HISTORIA DE LA MODERNIDAD.


El pensamiento medieval no cambió en unas pocas decenas de años. El tránsito hacia la
modernidad fue lento, complicado y a veces hubo retrocesos. Los primeros hombres modernos
fueron considerados raros, excéntricos, locos o herejes, y muchos de ellos fueron condenados
a la cárcel o a la hoguera por el delito de pensar de manera diferente.
La modernidad empezó en los siglos XV y XVI cuando algunas personas llamadas después
humanistas, replantearon la visión de la vida medieval. Anunciaron que Dios era espíritu y que
en consecuencia su reino era de los espíritus o almas. La tierra y el universo, efectivamente
habían sido creados por Dios pero ya no eran parte de Él. Esto era importante, porque
significaba que existía distancia y autonomía de lo creado (hombre y mundo) respecto al
creador (Dios).

En este sentido, la visión que la gente tenía de todas las cosas cambió radicalmente, pues la
tierra y el universo eran materia y no espíritu, nuestro cuerpo era materia y no extensión
sagrada de la divinidad. Los humanistas decían que cuando un hombre se moría su alma o
espíritu se iría al cielo o al infierno, pero su cuerpo, que era material, no. De esta manera,
empezó a verse lo material con otros ojos, pues al quitarles a las cosas su ánima, su alma, su
carácter sagrado, entonces se les podía manipular, romper, clasificar, observar, etc.
En consecuencia, la curiosidad, que antes estaba explicado, quedó libre para ayudar a observar
el mundo con los ojos de un científico.

El hombre fue considerado a partir de entonces como la máxima creación


de Dios en el universo, por eso los escritores, poetas, músicos y pintores
empezaron a cantar y exaltar las virtudes del hombre y su entorno. Esta vida
terrena fue exaltada, por eso se dice que la humanidad pasó del teocentrismo
al antropocentrismo.
-La historia se separa de la Teología.
La historia se benefició con el cambio pues ahora sí fueron necesarias las historias de los
países, imperios y grandes hombres. El humanismo liberó a la curiosidad, no sólo para observar
el entorno y transformarlo, sino también para analizar el pasado que explicaba el presente.
Con el paso del tiempo cambiaron los sentimientos de los hombres. Por ejm., al contemplar un
resto arqueológico un hombre medieval sentiría tristeza o un sentimiento de fatalidad, pues
para él aquella ruina era la prueba irrefutable de lo pequeño e insignificante de la obra humana
frente a la eternidad indestructible de Dios. En cambio, el hombre moderno, ante el mismo
arqueológico, queda maravillado y extasiado por lo grandioso de la obra humana, frente al
ingenio de los hombres que desafía a los siglos para permanecer. De hecho, es lo que sentimos
cuando visitamos
Machupichu a Sacsayhuamán y podríamos incluso explicarnos el turismo de nuestros tiempos
como inspirado en esta idea
Gracias a esta nueva manera de ver el mundo y la vida, la ciencia moderna empezó a ofrecer
nuevas explicaciones. La crítica empezó a cuestionar lo establecido y los parámetros anteriores.
- El siglo de las luces.
En el siglo XVIII, la modernidad adquiere más autoridad gracias a la ilustración. Se exalta el uso
de la razón como el gran medio para entender la realidad. Todo tiene que ser explicado por sus
causas. Los ilustrados rechazaron las nociones de verdades reveladas o innatas y predicaron
que el único conocimiento válido es aquel que obtenemos a través de nuestros sentidos y que
procesamos usando la razón.
En política la crítica de la ilustración fue demoledora pues cuestionó el Absolutismo político
que preconizaba el poder total para el rey y el Estado. Los ilustrados fueron en parte los
ideólogos del establecimiento de las repúblicas modernas con una división de poderes
planteada en las nuevas constituciones y con procesos electorales para nombrar a las
autoridades que representaban a las mayorías.
En el siglo XIX surge una corriente llamada el positivismo que exalta la descripción objetiva de
los acontecimientos históricos. Sus representantes señalaron que todo dato consignado en un
libro de historia debía ser respaldado por algún documento, y así se garantizaría la seriedad y el
método científico. Cabe señalar que los historiadores positivistas sólo debían mostrar, describir
en sus más mínimos detalles la realidad política, casi ninguno de ellos se preocupó por
averiguar cuáles fueron las causas que producían los hechos o fenómenos.
Entonces los libros de historia que circulaban entre los habitantes del siglo XIX eran sesudos
textos atiborrados de datos, fechas, acontecimientos, obras, batallas, lugares que las personas
debían memorizar para de mostrar su erudición. Se suponía que una persona era culta si podía
recitar de memoria una infinidad de datos científicamente comprobados.

3.- CORRIENTES SOBRE LA HISTORIA.

La historia como acaecer y suceder, y aún como disciplina científico-cultural, ha sido objeto de
interpretaciones en un afán de deslindar su contenido, fijar con claridad sus límites y plantear
los "modos de ver la historia". Así:

3.1.- EN GRECIA Y ROMA:

Tanto Herodoto como Tucídides conciben la Historia como la sucesión y repetición cíclica de los
hechos. El primero va más al relato, en tanto que el segundo aporta ya un contenido
explicativo. Aristóteles, a su vez, sostiene que en la investigación histórica se hace necesario
poner cierto caudal de emoción artística.
Los filósofos latinos Cicerón y Tácito "consideran a la Historia como un encadenamiento de los
actos sociales y su mayor preocupación consistió en buscar el nexo que una dichos actos.
Fueron los primeros historiadores que consignaron en sus obras verdaderas deducciones
lógicas extraídas de los acontecimientos.

3.2.- EL PROVIDENCIALISMO:

La concepción providencialista de la Historia busca establecer un nexo, una relación entre el


suceder histórico y la realización de la voluntad divina. Si bien es cierto que sus planteamientos
se inician con San Agustín en "La Ciudad de Dios", encuentran, sin embargo, su mayor ex -
presión con Santo Tomás en "Suma Teológica" y un posterior continuador en Juan Bautista Vico
con su teoría del "corsi y ricorsi".
Concepción providencialista que subsiste a lo largo de la Edad Media. Fundamenta la
necesidad de que el poder político sirva a los fines de la Iglesia e inspiró, además, la política del
poder temporal de los papas que se prolongó hasta muy avanzada la Edad Moderna.
San Agustín (354-430), Teólogo romano, interprete el destino histórico de la humanidad como
el cumplimiento inexorable de los designios providenciales. Iniciado con el pecado original y la
fundación de la ciudad terrena, el acontecer histórico se desenvuelve a través de una lucha
incesante entre la libertad, que lleva a! pecado, y la gracia divina que nos aparta de él,
conduciéndonos al campo divino (ciudad de Dios), cuya expresión en la tierra está dada por la
Iglesia.
Santo Tomás (1225-1274). Sacerdote dominico italiano, es considerado como el mayor
sistematizador de la Edad Media y un pensador de extraordinaria importancia en la evolución
de la escolástica. La teología y de la filosofía determinó nuevas relaciones entre razón y fe.
Propuso, asimismo, la analogía del ser | expresar las relaciones de orden y causalidad entre los
seres crea al ser divino. Estas relaciones de causalidad determinan e quehacer histórico regido
por un destino providencial.
Dentro de la interpretación providencialista, no se puede dejar de mencionar al francés
Jacques Bossuet (1627-1704), quien en su "Discurso sobre la Historia Universal", publicado en
1681, sostiene el derecho divino de los reyes, explicando el acontecer histórico como una rea-
lización de la voluntad de Dios.
Juan Bautista Vico (1668-1744). Jurista y filósofo italiano; filósofo de la modernidad, aún se
sitúa en el campo providencialista, fue quién intentó en fijar lo que podría ser el primer
sistema de Filosofía de la Historia, en su obra publicada en 1730 "Principios de una ciencia
nueva" en torno a la naturaleza común de las naciones". Según él todos los pueblos atraviesan
por tres edades: Infancia o salvajismo, juventud edad heroica y madurez. En esta última realiza
la humanidad sus anhelos, pero sobrevienen la corrupción y la disolución y se vuelve entonces!
a la primera edad para seguir, otra vez, el mismo curso,planteado, de esta manera, el quehacer
histórico se concibe como una ininterrumpida serie de "corsi y ricorsi", de un darse y volverse a
dar de los hechos y acontecimientos determinados por la corriente de las circunstancias y del
destino mismo.

3.3.- EL RACIONALISMO:

Corriente interpretativa, que habiendo surgido en el siglo XVI, tiene su mayor expresión en el
siglo XVII con Voltaire, Descartes y, posteriormente, Condorcet.
Según la actitud racionalista el acontecer histórico debe ser explicado bajo el libre ejercicio de
la razón, y debe verse como una consecuencia racional del hombre en su lucha por su progreso
y desarrollo dentro de la colectividad. El hombre se mueve bajo el impulso de la razón y no
bajo un designio providencial. Así, la Historia se desvincula de la religión e inicia su
estructuración como una ciencia.
Francisco María Arouet, Voltaire (1694-1778), en su obra "Ensayo sobre las costumbres y el
espíritu de las naciones", toma como objeto de la Historia los progresos del espíritu humano, a
los que atribuye más hondo contenido y mayor eficacia ilustrativa que a los hechos políticos,
pero al mismo tiempo, no concibe que la razón haya sufrido cambios en su naturaleza. Hizo
gala de un notable sentido crítico para estudiar el pasado de los pueblos a luz de un
racionalismo mesurado sin caer en los extremismos de la ilustración, periodo en el que le tocó
vivir.

3.4.- EL POSITIVISMO.

Corriente interpretativa de los siglos XIII y XIX, cuyo iniciador Augusto Comte, sostiene que
el núcleo de su filosofía de la historia lo constituye la ley de los tres estadíos en el desarrollo de
la humanidad: El teológico, el metafísico y el positivo. Sus obras son: Curso de Filosofía Positiva
y Sistema de Política Positiva. A través de ellas afirma que la historia debe ser esencialmente
científica y basarse sólo en el estudio de los hechos, por tanto, la imaginación del investigador
queda fuera de toda actitud explicativa e interpretativa. Convierte así, a la historia en una fría y
fiel averiguación del pasado, exenta de cualquier factor subjetivo

3.5. MARXISMO.

- ESENCIA DE LA CONCEPCIÓN METAFÍSICA DE LA HISTORIA

La concepción materialista de la historia parte de la tesis de que la producción y con ella el


intercambio de la producción es la base de todo orden social; de que en todas las sociedades
que han desfilado por la historia la distribución de los productos y la agrupación social de los
hombres en clases o estamentos que lleva aparejada,, se halla presidida por lo que esa
sociedad produce y por el modo como cambia sus productos. Según eso, las últimas causas de
todos los cambios sociales y de todas las revoluciones políticas no deben ir a buscarse a las
cabezas de los hombres ni a las ideas que ellos se forjen de la verdad eterna ni de la eterna
justicia, sino a las transformaciones operadas en el régimen de producción e intercambio;
dicho en otros términos, han de ir a buscarse, no a la filosofía, sino a la economía de la época
de que se trata.
Cuando arraiga en los hombres la conciencia de que las instituciones sociales vigentes son
irracionales e injustas, de que la razón se ha tornado en la sinrazón y la bendición en plaga, ello
no es más que un indicio de que en los métodos de producción y formas de intercambio se han
operado calladamente transformaciones con las que ya no concuerda el orden social cortado
por el patrón de condiciones económicas diferentes. Con lo que se está afirmando que en las
nuevas condiciones de la producción tienen que contenerse ya – más o menos desarrollados –
los medios o elementos necesarios para poner término a los males descubiertos. Y esos medios
no han de inventarse en la cabeza de nadie, sino que es la cabeza la que tiene que descubrirlos
en los hechos materiales de la producción, tal como los ofrece la realidad.
Qué ideas profesa, según eso, el socialismo moderno?
El orden social vigente en verdad que hoy casi todo el mundo reconoce es obra de la clase
gobernante de los tiempos modernos, de la burguesía, al que desde Marx se da el nombre de
capitalismo o régimen capitalista de producción, era incompatible con los privilegios locales y
gremiales, como lo era con los vínculos interpersonales del orden feudal; la burguesía echó por
tierra el orden feudal y levantó sobre sus ruinas la constitución de la sociedad burguesa, el
reino de la libre competencia, de la libertad de movimientos, de la equiparación e igualdad de
derechos de los poseedores de mercancías, en una palabra, de todas esas maravillas
burguesas. Ahora, el régimen capitalista de producción podía desarrollarse sin que nada
entorpeciese su marcha. Y al venir el vapor y la nueva maquinaria a transformar la antigua
manufactura en la gran industria, las fuerzas productivas creadas y puestas en movimiento ajo
el mando de la burguesía se desarrollaron con una rapidez hasta entonces inaudita y en
proporciones desconocidas por esa época.
Pero, del mismo modo que en su tiempo la manufactura y el trabajo manual que se
desarrolló bajo ella chocaban con las trabas feudales de los gremios. Hoy la gran industria al
desenvolverse en su plenitud, no puede ya contenerse dentro de los límites en que la tiene
constreñida el régimen capitalista de producción. Las nuevas fuerzas de producción se
desbordan ya de la forma burguesa en que se explotan y este conflicto entre las fuerzas
productivas y el régimen de producción no es precisamente un conflicto planteado en las
cabezas de los hombres, algo así como el conflicto entre el pecado original humano y la justicia
divina, sino que radica en los hechos objetivamente fuera de nosotros, independientemente de
la voluntad o de la existencia de los mismos hombres que la han provocado. El socialismo
moderno no es más que el reflejo ideológico de este conflicto material, su proyección ideal en
las cabezas, empezando por las de la clase que lo sufre directamente: la clase obrera. (F.
Engels).
Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la
ley del desarrollo de la historia humana: El hecho, tan sencillo, pero oculto hasta el bajo la
maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y
vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.: que, por tanto, la producción
de los medios de vida inmediatos, materiales y, por consiguiente, la correspondiente fase
económica de desarrollo de un pueblo o de una época es la base a partir de la cual se han
desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso
las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, en consecuencia, explicarse, y
no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo. (F. Engels: “Discurso ante la tumba
de Carlos Marx”).
El resultado general a que llegué y que, una vez obtenido, sirvió de hilo conductor a mis
estudios, puede resumirse así: en la producción social de su vida, los hombres contraen
determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción
que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales.
El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la
base real sobre la que se erige la superestructura jurídica y política y a la que corresponden
determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material
condiciona el proceso el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la
conciencia del hombre la que determina sus ser sino, por el contrario, el ser social es el que
determina su conciencia.
Al llegar a una determinada fase de su desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la
sociedad chocan con las relaciones de producción existentes, o, lo que no es más que la
expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han
desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones, se
convierten en trabas suyas. Y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la fase
económica, se revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura
construida sobre ella.
Cuando se estudian esas revoluciones, hay que distinguir siempre entre los cambios
materiales ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse
con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas,
artísticas o filosóficas, en una palabra, las formas ideológicas en que los hombres adquieren
conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que no podemos juzgar
a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de
revolución por su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por
las contradicciones de la vida material y por el conflicto existente entre las fuerzas productivas
sociales y las relaciones de producción.
Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas
productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más altas relaciones de
producción antes de que las condiciones para su existencia hayan madurado en el seno de la
propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos
que puede alcanzar, pues, bien miradas las cosas, vemos siempre que estos objetivos sólo
brotan cuando ya se dan o, por lo menos, se están gestando, las condiciones materiales para su
realización. (C. Marx.)

En mi exposición, en la que me limito a describir a grandes rasgos del curso histórico de la


lucha, trato de explicar el origen de la guerra campesina, la posición ocupada por los diferentes
partidos que intervienen en ella, las teorías políticas y religiosas con que estos partidos
procuraban explicarse ellos mismos su posición y, por último, el propio desenlace de la lucha
como una consecuencia necesaria de las condiciones históricas de la vida social de estas clases
en aquella época.
En otros términos, trato de demostrar que el régimen político de la Alemania de entonces,
las sublevaciones contra este régimen y las teorías políticas y religiosas de la época no eran la
causa, sino la consecuencia del grado de desarrollo en que se encontraban entonces en
Alemania, la agricultura, la industria, las vías de comunicación terrestres, fluviales y marítimas,
el comercio y la circulación del dinero. Esta concepción de la historia- la única concepción
materialista- no ha sido creada por mí, sino que pertenece a Marx… (F. Engels).
… la tesis, en apariencia tan sencilla, de que la conciencia del hombre depende de su
existencia, y no al revés, rechaza de plano, ya en sus primeras consecuencias, todo idealismo,
aun el más disimulado con ella, quedan negadas todas las ideas tradicionales y acostumbradas
acerca de cuanto es objeto de la historia. Toda la manera tradicional de la argumentación
política se viene a tierra… (F. Engels).
La concepción de la historia que propugnamos se cifra, pues, en describir el proceso real de
la producción, empezando por la producción material, destinada a proveer las necesidades más
perentorias de la vida. Se caracteriza también por ver en la forma social ajena a este modo de
producción y por él engendrado- la sociedad burguesa- el eje de la historia toda. La estudia a
través de todas sus etapas. Luego representa la actividad de la sociedad civil en la esfera del
Estado. Explica la génesis de los diversos productos de orden espiritual –religiosos, filosóficos,
morales-, que han ido originándose en su seno. Claro que sin perder de vista el conjunto y el
muto influjo que todos estos diferentes aspectos ejercen los unos sobre los otros. Esta
concepción de la historia no busca, como sí lo hace el idealismo, en cada período histórico una
categoría, sino que permanece siempre en el suelo de la historia real. No explica la realidad por
la idea, sino las formaciones ideales por la realidad material.
Y de acuerdo con eso, sostiene que no es por vía espiritual -sometiéndolo a una crítica,
resolviéndolos en función de la autoconciencia, mostrando que no son más que “fantasmas”,
“espectros”, “chifladuras” – como podrá resolverse ninguno de los prejuicios idealistas que
tienen esclavizado al hombre. No es la crítica sino la revolución la fuerza impulsora de la
historia, como también de la religión, la filosofía y demás disciplinas teóricas.
Esta concepción muestra que la historia no se disuelve en la “autoconciencia”, como
“espíritu”: que cada una de las fases históricas obtiene un determinado resultado material, una
cierta suma de fuerzas productivas, una actitud históricamente conformada de las gentes ante
la naturaleza y ante sí mismas; una determinada masa de fuerzas productivas, de capitales y de
circunstancias que la generación de ese período ha heredado de la inmediatamente
precedente.
La nueva generación modifica sin duda el patrimonio legado por la generación anterior. Pero
eso no quita que aquél influya poderosamente en ella, prescribiéndole el camino por donde ha
de desenvolverse y confiriéndole carácter especial. Esta concepción demuestra, en fin, que las
circunstancias hacen a los hombres no menos que los hombres a las circunstancias. (C. Marx y
F. Engels).
Todo productor aislado en la economía mundial tiene conciencia de introducir alguna
modificación en la técnica de la producción; todo propietario tiene conciencia de que cambia
ciertos productos por otros, pero esos productores y esos propietarios no tienen conciencia de
que con ello modifican el ser social. Setenta Marx no bastarían para abarcar la totalidad de
estos cambios con todas sus ramificaciones en la economía capitalista mundial. Todo lo más, se
han descubierto las leyes de estos cambios, se ha demostrado en lo principal y en lo
fundamental la lógica objetiva de estos cambios y de su desarrollo histórico, objetiva no en el
sentido de que una sociedad de seres concientes, de seres humanos, pueda existir y
desarrollarse independientemente de la existencia de los seres concientes (y Bogdánov con su
“teoría” no hace más que subrayar estas bagatelas), sino en el sentido de que el ser social es
independiente de la conciencia social de los hombres. Del hecho de que vivís, que tenéis una
actividad económica, que procreáis productos, que los cambiáis, se forma una cadena de
sucesos objetivamente necesaria, una cadena de desarrollos independiente de vuestra
conciencia social, que no la abarca jamás en su totalidad. La tarea más alta de la humanidad es
abarcar esta lógica objetiva, de la evolución económica ( de la evolución del ser social), en sus
líneas generales y fundamentales, a fin de adaptar a ella, tan clara y netamente como le sea
posible y con el mayor espíritu crítico, su conciencia social y la conciencia de las clases
avanzadas de todos los países capitalistas. (V. I. Lenin)

La concepción materialista de la historia y su aplicación especial a la actual lucha de clases


entre el proletariado y la burguesía, sólo ha sido posible mediante la dialéctica. (F. Engels.)
La dialéctica exige una investigación multifacética del fenómenos social dado en su
desarrollo, la reducción de lo externo y aparente a las fuerza motrices radicales, al desarrollo
de las fuerzas productivas y a la lucha de clases. (V .I. Lenin)
El método de Marx consiste, ante todo, en tomar en cuenta el contenido objetivo del
proceso histórico en un momento dado y en una situación dada, a fin de comprender, en
primer lugar, cuál es la clase cuyo movimiento es la principal fuerza motriz del progreso posible
en esa situación concreta. (V. I. Lenin)

Para Marx… es de importancia una sola cosa, a saber: encontrar la ley de los fenómenos que
investiga, siendo para él de enorme importancia la ley del cambio, del desarrollo de estos
fenómenos, de su tránsito de una forma a otra, de un régimen de relaciones sociales a otro.
Por eso Marx se preocupa de una circunstancia: demostrar por medio de investigaciones
científicas exactas la necesidad de determinados regímenes de relaciones sociales, dejando
constancia, con la mayor exactitud posible, de los hechos que le sirven de puntos de partida y
de apoyo: para esta finalidad basta y sobra si, al demostrar la necesidad de otro régimen
actual, demuestra a la vez la necesidad de otro régimen, que inevitablemente debe brotar del
precedente, lo mismo da que los hombres, crean o no en esto, que tengan o no conciencia de
ello.
Marx considera el movimiento social como un pro0ceso histórico natural, sujeto a leyes que
no sólo dependen de la voluntad, de la conciencia y de los propósitos de los hombres, sino
que, por el contrario, determinan la voluntad, la conciencia y las aspiraciones de éstos: (Tomen
nota los señores subjetivistas que separan la evolución social de la evolución histórico-natural,
precisamente porque el hombre se plantea “objetivos” concientes y se orienta por ideales
determinados). Si el elemento conciente desempeña un papel tan subordinado en la historia
de la cultura, se sobrentiende que la crítica de esta misma cultura, menos que ninguna otra,
puede basarse en cualquier forma o cualquier resultado de la conciencia. Dicho de otro modo,
en manera alguna le puede servir de punto de partida una idea, sino solamente un fenómeno
exterior y objetivo.
La crítica debe consistir en comparar y confrontar un hecho determinado, no con una idea
sino con otro hecho, lo único importante para la crítica es que los dos hechos sean en lo
posible investigados con exactitud y que representen, uno con respecto a otro, distintos
momentos del desarrollo, siendo especialmente necesario que sea investigada con la misma
exactitud toda la serie de situaciones determinadas, su continuidad y el vínculo entre los
diversos grados de desarrollo. Marx niega precisamente la idea de que las leyes de la vida
económica sean las mismas para el pasado que para el presente. Por el contrario, cada período
histórico tiene sus propias leyes. La vida económica es un fenómeno similar a la historia del
desarrollo en otros campos de la biología. Los economistas anteriores no comprendían la
naturaleza de las leyes económicas, cuando las comparaban con las leyes químicas y físicas.
Un análisis más profundo demuestra que los organismos sociales se diferencian en forma
tan radical uno del otro como los organismos animales organización económica capitalista,
Marx formula con ello de un modo rigurosamente científico el objetivo que debe plantearse
todo estudio exacto de la vida económica. La significación científica de semejante investigación
consiste en aclarar las leyes especiales (históricas) que rigen el surgimiento, la existencia, el
desarrollo y la muerte de un organismo social determinado y su reemplazo por otro, por un
organismo superior.
He aquí una descripción del método dialéctico que Marx ha recogido de entre una infinidad
de notas de revistas y periódicos sobre “El Capital” y que ha traducido al alemán, porque esta
característica de su método, según el mismo afirma, es completamente exacta… y Marx,
después de esa descripción, dice con toda claridad que su método es “directamente opuesto”
al método de Hegel. Según Hegel de la tríada determina la realidad. Sólo en este caso, desde
luego, puede hablarse de la importancia de las tríadas, de la ineluctabilidad del proceso
dialéctico. Por el contrario, a mi modo de ver – dice Marx-. “lo ideal no es más que el reflejo de
lo material”. Y todo esto se reduce entonces a una “concepción positiva del presente y de su
desarrollo necesario”: Las tríadas quedan así reducidas al papel de la tapa y de la piel (“yo he
coqueteado con el lenguaje de Hegel”, dice Marx en el mismo prólogo), papel por el que sólo
son capaces de interesarse los filisteos. (V. I. Lenin)
Quien pretenda obligarnos a renunciar al método de Marx, que tan brillantemente se ha
justificado y se justifica en la práctica, debe elegir entre dos caminos: o renuncia por completo
a la idea de la ley, de la necesidad del proceso histórico – y entonces arroja por la borda todas
las tentativas de dar a la sociología una base científica- o bien debe demostrar cómo, partiendo
de otros factores ( por ejemplo de concepciones éticas), se puede llegar a la conclusión de que
el proceso histórico es necesario, debe demostrarlo por un análisis que sea capaz de resistir la
más lejana confrontación con el análisis que hace Marx en “El Capital”. (V. I. Lenin)
…la historia se hace de tal modo que el resultado final siempre deriva de los conflictos entre
muchas voluntades individuales, cada una de las cuales, a su vez, es lo que es, por efecto de
una multitud de condiciones especiales de vida; son, pues, innumerables fuerzas que se
entrecruzan las unas con las otras, un grupo infinito de paralelogramos de fuerzas, de las que
surge una resultante –el acontecimiento histórico- que, a su turno, puede considerarse
producto de una potencia única, que, como quiere tropieza con la resistencia que le opone
otro y lo que resulta de todo ello es algo que nadie ha querido. De este modo, hasta aquí toda
la historia ha discurrido a manera de un proceso natural y sometida también, sustancialmente,
a las mismas leyes dinámicas. Pero del hecho de que loas distintas voluntades individuales –
cada una de las cuales apetece aquello a que le impulsa su constitución física y una serie de
circunstancias económicas (o las suyas propias personales o las generales de la sociedad) –no
alcancen lo que desean, sino que se fundan todas en una media total, en una resultante
común, no debe inferirse que estas voluntades sean iguales a cero. Por el contrario, todas
contribuyen a la resultante y se hallan, en consecuencia, incluidas en ella. (F.Engels).
Cuando se aprecian sucesos y series de sucesos de la historia diaria, jamás podemos
remontarnos hasta las últimas causas económicas. Ni siquiera hoy, cuando la prensa
especializada suministra materiales tan abundantes, se podría, ni aún en Inglaterra, seguir día a
día la marcha de la industria y del comercio en el mercado mundial y los cambios operados en
los métodos de producción, hasta el punto de poder, en cualquier momento, hacer el balance
general de estos factores, complejos en grado sumo y constantemente cambiantes; máxime
cuando los más importantes de ellos actúan, en la mayoría de los casos, escondidos durante
largo tiempo antes de salir repentinamente y de un modo violento a la superficie.
Una visión clara de conjunto sobre la historia económica de un período dado no puede
conseguirse nunca en el momento mismo, sino sólo con prosperidad, después de haber
reunido y verificado los materiales. La estadística es un medio auxiliar necesario para esto y la
estadística va siempre a la zaga. Por eso, cuando se trata de la historia contemporánea
corriente, se verá uno forzado con harta frecuencia a considerar este factor, el decisivo, como
un factor constante, a considerar como dada para todo período y como invariable la situación
económica con que nos encontramos al comenzar el período en cuestión, o a no tener en
cuenta sino aquellos cambios operados en esta situación, que por derivar de acontecimientos
patentes sean también patentes y claros. Por esta razón, aquí el método materialista tendrá
que limitarse, muy a menudo, a reducir los conflictos políticos a las luchas de intereses de las
clases sociales y fracciones de clases existentes, determinadas por el desarrollo económico, y a
poner de manifiesto que los partidos políticos son la expresión política más o menos adecuada
de estas mismas clases y fracciones de clases.
Huelga decir que esta desestimación inevitable de los cambios que se operan al mismo en la
situación económica –verdadera base de todos los acontecimientos que se investigan- tiene
que ser necesariamente una fuente de errores. (F. Engels)

4.- ¿PARA QUÉ Y POR QUÉ APRENDER HISTORIA?

La historia es una ciencia social que estudia el pasado para tratar de comprender el presente y,
en consecuencia, proyectarse al futuro. Es decir, el objeto de estudio de un historiador es el
pasado de una sociedad y uno podría preguntarse cuál es el sentido de aquello, ¿Acaso sólo **
por la mera observación o contemplación de lo que hicieron nuestros antepasados?, ¿Acaso
para refugiarnos en museos o en bibliotecas y archivos aislados del presente?, ¿Sólo por el
placer de estar de excavación en excavación desenterrando cadáveres y cerámica rota?, o ¿Sólo
para exhibir una erudición desmedida y una gran memoria?

Pensamos que no. La Historia, muy por el contrario, es una ciencia que está absolutamente
vinculada al presente, a los problemas de la actualidad. Los hombres y las sociedades tenemos
asuntos por resolver, preguntas, dudas que requieren respuestas y que generalmente afloran
en momentos de crisis. En estos casos, es sintomática la necesidad de saber las causas que han
producido o han conducido a determinadas situaciones, y es cuando la historia demuestra su
utilidad al " brindar explicaciones del por qué de las cosas. La historia suele dar respuestas a las
interrogantes del presente. En consecuencia, podemos concluir que cada generación de
historiadores ofrece respuestas diferentes a las inquietudes propias de una época.
Los hombres y las sociedades solemos ser conformes y constantemente estamos soñando con
un futuro mejor en el que los problemas estén resueltos. En este sentido, la historia al ofrecer
explicaciones del por qué de las cosas, indirectamente está ofreciendo soluciones para mejorar
o intentar una mejor construcción de las sociedades. Por ello, si bien es cierto, la historia
estudia el pasado, está comprometida con las vicisitudes del presente y con los sueños del
futuro.
¿Qué es entonces la Historia y para qué sirve?; hagamos una pequeña encuesta entre nuestros
amigos, profesores y parientes, y preguntémosles: ¿Qué es la Historia? Nuestros abuelos,
incluso nuestros padres y maestros tal vez nos digan que la historia es la narración de los
grandes sucesos como batallas, .descubrimientos geográficos, fundaciones de ciudades.
También dirían que trata acerca de los grandes hombres que fueron presidentes, reyes, explo-
radores, generales. Y podrían afirmar que estudiar historia es aprender de memoria,, una serie
de fechas y nombres.

5.-ENFOQUES SOBRE LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

5.1.-COMO ENSEÑAR Y APRENDER HISTORIA.


Creemos pues que la Historia nos habla de la manera cómo los
seres humanos hemos formado el mundo en que vivimos. La historia es por tanto, además de
un proceso real en el que todos estamos
inmersos, un conjunto de conocimientos e instrumentos para
examinar ese proceso y ello da lugar a la existencia de la historia como
ciencia (historia = conocimiento). ,
Pero no siempre los hombres hemos marchado hacia delante, no siempre hemos progresado.
Los hombres hacemos nuestro mundo siguiendo distintos caminos, a veces de manera
consciente, otras sin darnos cuenta. Hemos formado el mundo tal como es interactuando con
otros seres humanos, con la naturaleza, con las instituciones que contribuimos a crear y
mantener (historia = proceso).
La historia sirve para comprender el mundo en que vivimos y cómo el mundo que nos rodea ha
llegado a ser lo que es. La historia nos concierne e involucra a todos. Y todos tenemos nuestra
historia, todos hacemos historia.
Pregunta a tus alumnos por qué el Perú no es un país próspero ni desarrollado. Que traten de
encontrar las causas o raíces que expliquen nuestra situación. De esta forma se darán cuenta
que están acudiendo a la historia para entender el presente.
Pregúntales cómo desearían que fuera el Perú y cuáles serían los caminos para llegar a tal
meta. Encárgales realizar una encuesta a sus padres acerca de
qué es y para qué sirve la Historia.
EVALUACION FINAL.

Se recomienda antes de desarrollar el cuestionario debe haber hecho una lectura reflexiva y
minuciosa de la separata.
1.- Previa a la lectura del módulo,¿Qué concepto tenía Ud. sobre la historia? Y ahora que has
analizado diversos conceptos ¿Cómo definiría Ud. a la historia?
2.- Argumente Ud “El objeto legítimo del conocimiento histórico es ayudar a la gente a
comprender su situación, haciéndole inteligible el pasado”.
3.-En un cuadro comparativo, explica las visiones del mundo y las maneras de hacer historia en
la antigüedad, medioevo y en la modernidad.
4.-Identifica los momentos de coyuntura y explica la manera en que se produce los cambios en
ellos.
5.-Evalúe la importancia de la enseñanza de la historia en la formación de un espíritu analítico
y crítico en los educandos.

GLOSARIO:

- Aborigen.- originario del suelo en que vive. Primitivo morador de un país.


- Abstracción.- Acción o efecto de abstraer. Cosa irreal, operación mental por la que
se considera aisladamente y en su esencia una parte de la realidad.
-Absoluta.- Que incluye toda relación. Sin restricción, limitación, genio dominante.
- Convencional.- Perteneciente a la convención, convenio o pacto. Que se establece
en virtud de precedentes o costumbres.
-Esclerosada.- Rigidez o embotamiento (aumento) de una facultad mental.
- Entreteger.- Trazar o enlazar.
-Estructura.- Distribución y orden de las partes de un todo. Manera en que se organizan las
funciones de los elementos lingüísticos de un sistema.
-Fuerzas Productivas.- Medios de producción y hombres de experiencia y hábitos de
Trabajo.
-Ineluctable.- Dícese de aquello contra lo cual no se puede luchar.
-Inteligible.- Que puede ser entendido..Que es de puro conocimiento, sin intervención de los
sentidos. Que se oye y percibe con claridad.
-Premisa.- Prevenido o mandado con anticipación. Que precede. Cada una de las Proposiciones
de la que se saca conclusión, en un silogismo.
-Retrospección.- Referido al tiempo pasado.
-

BIBLIOGRAFÍA:
1. GUARDIA MAYORGA César A. “Cultura Humana” Edit. Lima-Perú 1980
2. SILVA SANTISTEBAN Fernando. “Historia del Perú Antiguo”, Edic. Buho T-1 -1995
3. CASTILLO MORALES Juan. “La Historia Teoría y Técnica de su enseñanza” Edit. Bruño-
1995
4. MEJIA BACA Juan. “Historia del Perú Antiguo” Edic.1995
5. ROSENTAL E IUDIN. “Diccionario Filosófico” Edic. Universo Lima-Perú.
6. LEXUS “Diccionario Enciclopédico” Edic. Trébol 1996
7. V. AFANASIEV. “Manual de Filosofía” Edit. Latinoamericana 1998

ANEXO:
- Esperamos cualquier tipo de sugerencia de parte de Ud., respecto al presente
módulo.

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