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Minino y Micifuz son grandes amigos.

No parece muy prometedor el título, ¿cierto?, pero eso es solo apariencia.

Minino es un gato negro como la noche que no tiene luna ni estrellas. Micifuz es un gato color
del sol, es dorado. Ellos son amigos, y siempre están juntos. Comparten la comida que
encuentran y por la noche se suben a los techos de las casas para ver las estrellas.

Un día ellos se quedan dormidos sobre una montaña de paja. Los despierta el movimiento de
la montaña. Sucede que la paja estaba sobre un carretón y este viajaba por una carretera y
hacía rato que salió de la ciudad. Los gatos, saltaron al suelo y se adentraron a un bosque. Era
eso algo muy nuevo para ellos.

Se pasearon durante semanas por el bosque. Se subían a los árboles y saltaban por entre las
piedras para cruzar canales de agua. De pronto, encuentran una montaña gigantesca, muy alta
y muy escarpada. Tan alta, que no se lograba ver la cima.

Micifuz le dice a Minino: "Voy a escalar la montaña, ¿me acompañas?. Minino dice: "No"... por
primera vez no estaban de acuerdo.

-Voy a trepar la montaña.

-Yo no. Para mi no están hechos ese tipo de retos y dificultades.

Parte Micifuz. Va trepando, se resbala, las piedras se desprenden, es peligroso el ascender.


Poco a poco sube y va haciéndose pequeñito. Minino le mira con pena y se pregunta si volverá
a ver al compañero.

Pasan los años. Minino ha conocido a una hermosa gata que tiene el color de la plata y de ojos
verdes.Tienen hijos, nietos, bisnietos y también tataranietos.Aumenta la población de gatos en
esa zona del bosque. Minino a cada gatito le cuenta sobre su amigo Micifuz, quien entonces se
convierte en un personaje de leyenda. Por las tardes, sin saber por qué, todos los gatos hijos,
nietos, bisnietos y demás, iban al pie de la montaña y entonaban una canción.

Un día, mientras los gatos jóvenes y niños alimentaban al viejo Minino, de la montaña
comenzaba a bajar un rayo de dorada luz. No se sabía bien que era. Todos los gatos ponen
atención. Minino lo vio: era el amigo Micifuz que regresaba después de mucho tiempo. El
cuerpo del amigo brillaba. Se pararon frente a frente. Se olieron detrás de las orejas y se
abrazaron.

-¿Para que subiste a la montaña?

-Para llegar a la cima.

-¿y que conseguiste?

-Superar mis miedos, mirar al sol y tocar las estrellas.

Al día siguiente ambos amigos yacían sobre el suelo. Estaban ahora en el mundo adonde llegan
los gatos después de vivir sobre la tierra. Los gatos jóvenes y niños comenzaron a subir por la
montaña. A medida que avanzaban se iban llenado de dorada luz... hacían el sueño de Micifuz.

FIN

Autor del cuento: Enrique Pérez Díaz.

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