CAPITULO PRIMERO

MUERTE

ARTICULO 61. –“La muerte pone fin a la personas”

Este articulo 61 declara, en términos generales que la muerte pone fin a la persona. De
este modo, sistemáticamente se trata tanto de la muerte natural como de la presunta.
Con la muerte concluye la capacidad jurídica inherente a la persona en tanto ser
humano viviente. Esto tiene como repercusiones efectos jurídicos tales como la
disolución del matrimonio hasta la apertura de la sucesión.

A su vez los familiares tienen el derecho de exigir respeto a la memoria del difunto o la
confidencialidad de los papeles privados. La voluntad se debe respetar siempre y
cuando se encuentre dentro del ordenamiento jurídico.

¿Cuándo se da noción de muerte? Este es un tema de mucha importancia, ya que se

consideraba que era cuando se deba la “última exhalación”, esto se asociaba con la
paralización del sistema respiratorio de la persona, posteriormente se consideró al
“último latido del corazón”, que se vinculaba a la parálisis cardiovascular, pero en la
actualidad la muerte se asocia a la parálisis de las funciones cerebrales.

Los avances científicos conducen a presentar la muerte como un proceso que permite
a la doctrina referirse a la muerte relativa (cesación de las funciones del sujeto por un
breve tiempo), intermedia (la paralización de las funciones antes mencionadas es
irreversible) y absoluta (desaparición de toda actividad biológica).

La gradualidad del proceso de la muerte ha dado lugar a diversas definiciones de la

misma, encontramos la muerte clínica es la hora cera de la muerte y la muerte
biológica es el proceso que comienza con la suspensión de las funciones superiores
del organismo y concluye con la extinción de todo síntoma o vestigio de vida celular. La
muerte clínica no se debe confundir ni con la muerte relativa, a la que hemos hecho
mención, ni con la muerte absoluta. La muerte clínica, es la cesación total e
irreversible de cualquier actividad del sistema nervioso central, es también el
momento en el cual es posible practicar el trasplante de órganos.

Gracias a la tecnología en estos días se añade al método tradicional, los métodos

electrocardiográficos y electroencefalográfico (ofrece la certeza de una muerte clínica).
Un caso que genera gran polémica es la desconexión del instrumento de reanimación
de una persona con muerte clínica, pues es un aspecto que suscita mayor discusión y
polémica a la hora de la sustentación ética. El Problema que se ofrece dificultades de
solución es el determinar quién posee autoridad o derecho para ordenar tal
desconexión en caso de ser admitida, algunos autores dicen que es la persona quien
haya dado indicios en vida de tal actividad, otros los médicos y por último los
familiares.

ARTÍCULO 62.- “Si no se puede aprobar cuál de dos o más personas murieron
primero, se las reputa muerte al mismo tiempo y entre ellas no hay transmisión
de derechos hereditarios”

La solución propuesta elimina, en la eventualidad a que se refiere el artículo 62, todo

tipo de innecesarias presunciones y facilita la solución de la problemática inherente del
caso.

CAPITULO SEGUNDO

Declaración de muerte presunta

ARTÍCULO 63.- - Procede la declaración de muerte presunta, sin que sea

indispensable la de ausencia, a solicitud de cualquier interesado o del
Ministerio Público en los siguientes casos:

1.- Cuando hayan transcurrido diez años desde las últimas noticias del
desaparecido o cinco si éste tuviere más de ochenta años de edad.

2.- Cuando hayan transcurrido dos años si la desaparición se produjo en

circunstancias constitutivas de peligro de muerte. El plazo corre a partir
de la cesación del evento peligroso.

3.- Cuando exista certeza de la muerte, sin que el cadáver sea

encontrado o reconocido.

La muerte presunta supone necesariamente la falta de cadáver, en el caso existir, no

pueda ser reconocido, no obstante lo cual hay certeza de la muerte.

El inciso primero señala la posibilidad de aclarar la muerte de una persona en el

transcurso de diez años desde su desaparición.

Inciso segundo posibilita la declaración de la personas desaparecido por el lapso de

dos años ya que antes era por tres años , pues en el momento que desapareció se
hallaba en circunstancias de peligro ( guerra, la caída de un avión, otros). La innovación
se fundamenta en que siempre el evento peligros en cuestión se produce en un solo
acto sino, más bien, suele tener una secuencia prolongada. Por ello es necesario
establecer que el plazo ha de correr desde la cesación de tal hecho peligroso.

Inciso tercero se alude a la posibilidad de proceder a la declaración de muerte

presunta en el caso que exista una certeza de que la persona ha fallecido, no obstante
el cadáver no haya sido encontrado, pero se encuentre testimonios indubitables sobre
la muerte de esa persona, durante el transcurso del acontecimiento.

La declaración de muerte puede legalmente viabilizarse pese a que previamente, no se

haya producido la declaración de ausencia. La declaración de muerte presunta procede
todos los efectos jurídicos de la muerte natural.

ARTÍCULO 64.- La declaración de muerte presunta disuelve el matrimonio del

desaparecido. Dicha resolución se inscribe en el registro de defunciones.

Al generar todos los efectos jurídicos de la extinción de la persona en cuanto sujeto de

derecho, disuelve el matrimonio del muerto, encontrándose el cónyuge sobreviviente
para contraer nuevo matrimonio. La declaración de muerte presunta da lugar a la
apertura de la sucesión.

Al igual que lo que acontece con la muerte natural, la declaración de muerte presunta
debe inscribirse en el registro civil para los efectos de la ley.

ARTÍCULO 65.- En la resolución que declara la muerte presunta se indica la

fecha probable y, de ser posible, el lugar de la muerte del desaparecido.

Se consideró conveniente introducir una norma esencial que el juez , que determine la
resolución que declare la muerte presunta la fecha probable y de ser posible, el lugar
del fallecimiento del desaparecido.

La fecha debe constatar en la partida de defunción correspondiente. Además debe

indicarse, de ser posible, el lugar de fallecimiento del declarado muerto presunto, pero
es evidente que en ciertos casos es muy difícil precisar el lugar del suceso. (guerra o
accidentes similares)

ARTÍCULO 66.- El juez que considere improcedente la declaración de muerte

presunta puede declarar la ausencia.

El artículo en referencia faculta al juez, cuando considere improcedente dictar

resoluciones de muerte presunta, a declarar de oficio la ausencia. La norma pretende
evitar, el retraso procesal, contrarias al interés social. Consiste en la protección de los
bienes del desaparecido.

CAPITULO TERECERO

Reconocimiento de existencia

ARTÍCULO 67.- La existencia de la persona cuya muerte hubiera sido

judicialmente declarada, puede ser reconocida a solicitud de ella, de cualquier
 interesado, o del Ministerio Público. La pretensión se tramita como proceso no
contencioso, con citación de quienes solicitaron la declaración de muerte
presunta".

La persona que reaparece en aptitud de solicitar la declaración de existencia. El

articulo demanda que se debe declarar la supervivencia del desaparecid. La
declaración de existencia debe ser requerida ante el juez que declaró la muerte
presunta y tramitada dentro del mismo proceso. En el proceso debe ser citadas las
personas que solicitaron tal declaración o sus herederos , según el caso.

ARTÍCULO 68.- El reconocimiento de existencia no invalida el nuevo

matrimonio que hubiere contraído el cónyuge.

El numeral establece que la declaración de existencia no invalida el nuevo matrimonio

que hubiera contraído el conyugue, de ser casados.

La Universidad Católica del Perú determina que la existencia del conyugue ausente
determina la nulidad del matrimonio. Esta matrimonio surtirá los efectos de uno
contraído de buena fe.

La Comisión Revisadora consideró oportuno agregar que, en caso de nulidad, que el

conyugue de la persona cuya declaración de existencia se efectuó, debe decidir entre
el primero y el segundo cónyuge a fin de contraer un nuevo matrimonio.

El tema ha sido discutido por distintos juristas quien decían en Italia, un Real decreto
de 1919 permitía a cualquier de los tres interesado impugnar el nuevo matrimonio,
mientras que el actual código civil de 1094 opto en su art. 68 por la nulidad del nuevo
matrimonio. En el Código Civil Alemán de 1900 permite a cualquier de los conyugues
del segundo o nuevo matrimonio proceder a su impugnación. Posteriormente, por
disposición del año 1938, se atribuye sólo al conyugue del reaparecido el derecho de
impugnar dicho matrimonio.

La Comisión Restauradora decidió declarar disuelto el primer matrimonio y ,

coherentemente, no invalidar el nuevo o segundo matrimonio contraído por el
cónyuge del reconocido como existente.

ARTICULO 69.- El reconocimiento de existencia faculta a la persona para

reivindicar sus bienes, conforme a ley.

Dicha declaración de existencia la faculta para reivindicar sus bienes en el estado en

que se encuentren en el momento en que se produce tal declaración. El juez deberá
apreciar la buena y mala conducta con que se ha actuado las personas que poseían
tales bienes.
El declarado existente esta en la facultada de reclamar el precio pendiente de pagos de
bienes que se hubiesen sido vendidos y a reivindicar aquellos con el producto de la
venta de los que le pertenecían.