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CONSTITUCIONAL
Elard Ricardo Bolaños Salazar1ELARD RICARDO BOLAÑOS SALAZAR* Formatted: Left, Line spacing: Double, Tab stops: 1.17",
Left + 6.5", Right
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Miembro del Centro de Estudios de Derechos Humanos (CEDH)Egresado de la Facultad de Derecho de la Formatted: Indent: First line: 0.5", Line spacing: Double
Universidad de San Martín de Porres. Becario del II Curso Internacional Especializado en Derechos Humanos del
Instituto Colombiano de Derechos Humanos. Especialización en Derecho Procesal Constitucional por el Centro de
Estudios Constitucionales del Tribunal Constitucional del Perú.Primer puesto y mejor orador de la XVII
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se analiza el estado actual de la doctrina de las political questions, para luego arribar a una
evaluación de las políticas públicas, evitando siempre convertirse en un suplente de los primeros
Palabras clave:
Justicia constitucional, políticas públicas, Tribunal Constitucional, political questions, Formatted: Font: 12 pt, Italic
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supremacía constitucional.
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El Estado manifiesta su poder de diversas maneras que se develan según el propósito estatal
propuesto. Una de estas manifestaciones del poder estatal son las políticas públicas, constituidas
medidas que se ocupan de estudiar y dilucidar las mejores estrategias para resolver problemas
públicos (Valenti y Flores Llanos, 2009, p. 3 ). Por su propia naturaleza, estas han sido Formatted: Highlight
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históricamente reservadas a la labor tanto del Poder Ejecutivo como del Poder Legislativo. En
síntesis, las políticas públicas como estrategias estatales, son el resultado de la movilización de
ciertos actores, públicos y privados, colectivos e individuales, con ideas e intereses (muchas
veces contradictorios). Las políticas públicas representan, de manera siempre provisoria –la
Partiendo de esa idea, el presente artículo plantea un marco general para la discusión Formatted: Font: 12 pt
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respecto del rol de la justicia constitucional –con especial énfasis e incidencia en el Tribunal
Constitucional– en las políticas públicas. Verificando, para tal fin, si es que esta clase de
tribunales de cierre pueden con sus decisiones desviar o reconducir el diseño, implementación y
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Por ello, en primer lugar, se planteará una visión general de la naturaleza de las políticas
públicas en la gestión estatal moderna y de cómo estas sirven al Estado para concretizar la
garantía y respeto de derechos y libertades que son, en últimas, obligaciones que debe asumir por
mandato no solo constitucional sino también internacional en virtud de los tratados en materia de
Derechos Humanos que haya ratificado. En segundo término, se hará referencia a la naturaleza
del Tribunal Constitucional peruano destacando sus funciones, competencias, naturaleza de sus
fallos e implicancias de los mismos. Luego, un acápite estará dedicado brevemente a las
llamadas political questions (cuestiones políticas no justiciables) para, enseguida, plasmar los
alcances de lo que debe ser la actuación del juez constitucional en las políticas públicas
2.1.Las políticas públicas como expresiones de garantía de derechos y libertades Formatted: Left, Indent: Left: 0.05", Line spacing: Double,
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Como afirma acertadamente el profesor Röth Deubel (2003), “hoy en día, en casi la totalidad de
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los aspectos de la vida humana, desde el nacimiento hasta el entierro, el Estado juega un rol Formatted: Font: 12 pt
alguna de sus múltiples actividades” (p. 11) (Röth, 2003). Y en efecto es así; cualquier sociedad Formatted: Highlight
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actual no está –ni puede estar–, exenta de un orden que es monitoreado por un ente creado para Formatted: Font: 12 pt
fines concretos como lo es el Estado. Así las cosas, se tiene que la presencia de ese Estado en la
vida de los individuos tiene diversas manifestaciones que van desde el mantenimiento de una
fuerza pública representada principalmente en la Policía y Fuerzas Armadas para el control del
orden interno y externoior, respectivamente, hasta el diseño de procedimientos administrativos Formatted: Font: 12 pt, Not Highlight
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que van a reglar la interacción entre las múltiples entidades estatales y los ciudadanos Formatted: Font: 12 pt, Not Highlight
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(administrados). Todo ello cobijado, hasta cierto punto, por la clásica idea del contrato social que
individuos de una sociedad deciden convivir, resulta claro que, al menos desde la lógica del
Estado Social y Democrático de Derecho, una de las principales herramientas de las cuales ese
Estado se valdrá para cumplir con sus propósitos serán las políticas públicas. Sin embargo
conviene hacer una precisión al respecto, . Ccircunscribir la idea de las políticas públicas al mero
“accionar” del Estado sería tanto como asumir –bajo la lógica de derechos fundamentales que
desarrollaré luego–, que los derechos y libertades solo pueden suprimirse o violentarse por
Por ello, es más adecuado asumir, en primer término, que cuando hablamos de políticas
públicas estamos haciendo referencia a decisiones políticas que son tomadas luego de un proceso
técnico mediante el cual se identifica un problema de urgente resolución, lo que implica incluir
no soólo las acciones sino también las omisiones del Estado; por consiguiente, el concepto
contempla tanto lo que el Estado hace como lo que deja de hacer (Giménez, 2010, p. 54). De ahí Formatted: Highlight
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que en la gestión pública moderna se requiera entender a la política pública “como un conjunto
mantenimiento o la modificación de algún aspecto del orden social”. (Röth, 2015, p. 89 ). Commented [k2]: no figura en las referencias bibliográficas,
detallar
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De esta manera podremos decir que, en la medida en que las políticas públicas sirven al
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políticas públicas tienen tres fases que componen su ciclo, a saber: a) diseño,; b) implementación
o ejecución,, y c) evaluación.
Así las cosas, tenemos por ejemplo, políticas públicas que están destinadas a erradicar el
espacios públicos y privados, estarán al mismo tiempo garantizando los derechos a la educación,
importancia de estas herramientas estatales, dado que, si bien se les suele comprender como una
labor técnica, en el fondo entrañan también un fin constitucional, que es, precisamente, el de
3.2. Naturaleza de las Cortes Constitucionales: una especial referencia al Tribunal Formatted: Left, Indent: Left: 0.05", Line spacing: Double,
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Constitucional del Perú
Dado que me tomaría muchas páginas explicar detalladamente la razón de ser de un Tribunal o
Corte Constitucional, optaré por señalar algunos aspectos relevantes de su naturaleza y funciones
Pues bien, la doctrina –independientemente de si se trata de comprender al Tribunal Formatted: Left, Indent: First line: 0.5", Line spacing:
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Constitucional como órgano político o jurídico–, ha tenido a bien señalar que existen
características comunes a todos los tribunales o cortes de esta especie que los hace únicos. Así,
tenemos que se tratan de a) órganos únicos (únicos en la misma jurisdicción), en los que se
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integrados en el Poder Judicial (por fuera quedan, claro está, las Cortes Supremas que, aun
insertadas en el organigrama del Poder Judicial, ejercen funciones similares a las de un Tribunal
d) con competencias adicionales que van en la misma dirección: protección de los derechos
poderes –o división de funciones de un mismo poder por mejor decirlo– (Pérez, 1998, p. 925 ). Formatted: Highlight
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Se trata, pues, de tribunales de cierre cuya labor primigenia es la salvaguarda de la supremacía
constitucional.
Ahora bien, es inevitable hablar de Cortes o Tribunales Constitucionales sin entrar Formatted: Left, Indent: First line: 0.5", Line spacing:
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también al tema de la jurisdicción constitucional. Los clásicos modelos que se han seguido en
difuso). En cambio, en el modelo europeo (kelseniano por excelencia), la ley puede ser juzgada
en abstracto (control concentrado) y ese juicio es atribuible a un órgano ad hoc que no forma
parte del Poder Judicial, es decir, y como lo veníamos indicando previamente, al Tribunal
Constitucional (Tajadura, 2007, p. 109). Ahora bien, como bien advierte el profesor Javier Formatted: Highlight
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Tajadura, la convergencia entre ambos modelos es cada vez mayor. La Corte Suprema de los
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auténtico Tribunal Constitucional. Por otro lado, los Tribunales Constitucionales europeos (y
gran parte de los latinoamericanos), cada vez con mayor frecuencia, sustituyen en el
Pero bueno, más allá de las cuestiones antes anotadas –que nos llevarían a un análisis Formatted: Left, Indent: First line: 0.5", Line spacing:
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inacabable y, por ende, superan los modestos objetivos de este breve artículotrabajo– y , lo cierto
es que para efectos de la finalidad concreta de estas notas, interesa la naturaleza que, en nuestro
propio Tribunal Constitucional ha señalado su naturaleza y fin señalando que, en cuanto “poder
constituyente constituido, se encarga de resguardar la sujeción del ejercicio del poder estatal al
plexo del sistema constitucional, la supremacía del texto constitucional y la vigencia plena e
irrestricta de los derechos esenciales de la persona. De ahí que formen parte de su accionar, la
defensa in toto de la Constitución y de los Derechos Humanos ante cualquier forma de abuso y
Y, para diferenciar su actividad de la realizada por el Poder Judicial, ha señalado que “a Formatted: Left, Indent: First line: 0.5", Line spacing:
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diferencia de esta, el Tribunal Constitucional tiene como tareas la racionalización del ejercicio
del poder, el cual se expresa en los actos de los operadores del Estado, el mismo que debe
asimismo, vela por la preeminencia del texto fundamental de la República sobre el resto de las
normas del ordenamiento jurídico del Estado; igualmente se encarga de velar por el respeto y la
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protección de los derechos fundamentales de la persona, así como de ejercer la tarea de intérprete
órgano que actúa bajo un mandato constitucional, tiene límites que se van acotando según el
proceso específico mediante el cual ha sido llamada su competencia. Por ejemplo, en el marco
del proceso constitucional de habeas corpus, el supremo intérprete ha señalado que “no es Formatted: Font: 12 pt, Italic
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instancia en la que pueda dictarse pronunciamiento tendiente a determinar si existe, o no,
responsabilidad penal de los inculpados, ni tampoco la calificación del tipo penal en que estos
hubieran incurrido, toda vez que tales cometidos son exclusivos de la jurisdicción penal
ordinaria. Sin embargo, debe quedar plenamente establecido que si bien el juzgador
constitucional no puede invadir el ámbito de lo que es propio y exclusivo del juez ordinario, en
los términos que aquí se exponen, dicha premisa tiene como única y obligada excepción la tutela
de los derechos fundamentales, pues es evidente que allí donde el ejercicio de una atribución
propósito por el que se legitima el proceso constitucional dentro del Estado constitucional de
De ello (aun cuando se trate de un ejemplo concreto para el caso del habeas corpus) Formatted: Left, Indent: First line: 0.5", Line spacing:
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podemos colegir que las atribuciones del Tribunal Constitucional nacional tienen límites, los Formatted: Font: 12 pt, Italic
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mismos que, deben ser escrupulosamente observados dadas las amplias implicancias que pueden
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llegar a tener –y así la historia constitucional peruana nos lo demuestra–, las sentencias que dicho
órgano autónomo emite en ejercicio de sus funciones. Por ende, en todos los procesos
constitucionales: habeas corpus, proceso de amparo, habeas data, acción de cumplimiento, Formatted: Font: 12 pt, Italic
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acción de inconstitucionalidad y acción popular, el Tribunal Constitucional debe actuar de Formatted: Font: 12 pt, Italic
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conformidad con lo que la propia Constitución le exige y limita.
4.3. Tribunal Constitucional y las political questions Formatted: Left, Indent: Left: 0.05", Line spacing: Double,
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Quizás unoa de los principales debates de finales del siglo pasado y principios del actual en el
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constitucionalismo (aun cuando es un tema de larga data) sea el de las cuestiones políticas no Formatted: Left, Line spacing: Double
clásica tensión entre derecho y política. Esta idea, de las cuestiones políticas no justiciables, se
basa en la premisa de que existen facultades del gobierno exentas de control judicial. “De
acuerdo con esa doctrina, la labor jurisdiccional se abstendrá de conocer y decidir ciertos actos
poder del Estado, sea el ejecutivo o el legislativo. Sin embargo, dicha doctrina igualmente
reconoce que dichos actos soólo pueden ser controlados judicialmente en cuanto a su conformidad
extrínseca con la Constitución, ello es, si al dictarlos lo hizo el órgano competente, siguiendo el
(CIDH, Informe N° 30/97). Los ejemplos más frecuentes de estas cuestiones políticas no
justiciables suelen ser los actos relativos a la política exterior del Estado, las decisiones
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La idea de que existen cuestiones políticas que no pueden ser revisadas a nivel judicial, Formatted: Left, Indent: First line: 0.5", Line spacing:
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fue originada en la edad temprana del constitucionalismo estadounidense por influencia de la
corriente judicial autorestrictiva o “prudente” que impuso esta idea en los tribunales de dicho
país. De esa manera, como bien señala el profesor César Landa, al asumir que habían cuestiones
que no eran justiciables,; también se puede señalar la existencia de la corriente contraria o del
activismo judicial clásico, para el cual partiendo del caso Marbury vs. Madison, no había
disposiciones de la Constitución que pudieran exceptuarse del control constitucional; pero, como
no podía ser de otra manera, pronto apareció una tercera corriente judicial denominada funcional
que trataba de balancear ambos extremos, estableciendo razones prácticas para la intervención
menos en los mismos extremos en los cuales era comprendido el término a finales de los años
cincuenta) no toma en cuenta que la constitución, como norma de normas, se cierne sobre todo
aparato estatal y los individuos que componen la sociedad misma. A decir de Pedro Sagüés
(2011), defender dicha idea sería consagrar la impunidad constitucional de los actores políticos y
negar el derecho a la jurisdicción y el acceso a la justicia a quienes son víctimas de los actos
calificados como políticos eximidos del control de constitucionalidad (p. 531) (Sagües, 2011). Formatted: Highlight
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En efecto, si bien es posible reconocerles a los poderes Legislativo y Ejecutivo cierto Formatted: Left, Indent: First line: 0.5", Line spacing:
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margen de libertad en el ejercicio de algunas de sus atribuciones frente al marco constitucional
previsto, lo cierto es que incluso esos actos tienen algunas pautas constitucionalmente
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establecidas que los regulan, y que por ello mismo no pueden ser dejadas de lado (Donayre,
2006, p. 146), es decir, apartadas a la categoría de “no justiciables”. No obstante, sigue quedando Formatted: Font: 12 pt
la incógnita que el ilustre Pedro Planas (1997) ponía sobre la mesa: “al realizar esta firme
competencia legislativa o la decisión política, que son atribuciones de otros órganos?” (Planas,
1997), y, como el mismo respondiera, “claro que no. Descartada, como está, la soberanía del
legislador, se eleva en su lugar, el principio rector –para todos los órganos–- de la supremacía de
correspondientes” (Planas, 1997p. 60). Commented [k3]: indicar la página de la cita textual
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Ciertamente esta posición se condice con los propósitos constitucionales y, además, Formatted: Left, Line spacing: Double
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guarda relación con la idea que el poder, en tanto tiende a tiranizarse, debe encontrar contornos Double, Adjust space between Latin and Asian text, Adjust
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que lo limiten no solo de manera formal sino también materialmente. Es decir que, constatar la
constitucionalidad de un “acto político” no pasa por verificar simplemente si los pasos dados
para su adopción están acordes con las disposiciones constitucionales pertinentes, sino que,
supone además un control según en el cual se llegue a la certeza de que ese acto en cuestión no
Así lo ha entendido, desde mi punto de vista, el Tribunal Constitucional peruano al Formatted: Left, Indent: First line: 0.5", Line spacing:
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asumir la tesis de la supremacía constitucional:
entre otras cosas, abandonar la tesis según la cual la Constitución no era más que una
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mera norma política, esto es, una norma carente de contenido jurídico vinculante y
también una Norma Jurídica, es decir, una norma con contenido dispositivo capaz de
consideraba a la ley como la máxima norma jurídica del ordenamiento, para dar paso –-de Formatted: Font: 12 pt
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la mano del principio político de soberanía popular–- al principio jurídico de supremacía Formatted: Font: 12 pt
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constitucional, conforme al cual, una vez expresada la voluntad del Poder Constituyente
por ella no existen soberanos, poderes absolutos o autarquías. Todo poder devino
informado, siempre y en todos los casos, por su contenido jurídico-normativo.”. (STC N° Formatted: Font: 12 pt
5854-PA/TC)
Entonces, desde un punto de vista axiológico, la Constitución es la norma jurídica que Formatted: Font: 12 pt
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contiene aquellos valores trascendentes y estables de un orden político establecido, lo que John Double
Rawls (2002) caracteriza como un consenso traslapado (p. 137 ) (Rawls, 2002), que muta desde Formatted: Highlight
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una verdad factual, hacia una verdad normativa, (Ferrajoli, 2008, p. 36) que establece los límites Formatted: Highlight
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y vínculos para el desarrollo normativo secundario, en tanto eéste debe guardar armonía formal y
a la vez, que deben tener la flexibilidad necesaria para permitir la coexistencia pacífica de
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normativa de la Cconstitución solamente puede ser entendida en cuanto sea la persona el centro e
inspiración de toda actuación del poder público, como justificación de la existencia del Estado, y
Todo ello tiene una significancia enorme para el caso que he planteado pues, en la Formatted: Left, Indent: First line: 0.5", Line spacing:
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medida que los actos políticos van “despolitizándose”, las políticas públicas –que son en el
sentido técnico, cuestiones políticas de gobierno– podrán ser controladas, para verificar su
conformidad constitucional, por el supremo intérprete. Formatted: Font: (Default) Times New Roman, 12 pt
5.4. El rol del juez constitucional (del Tribunal Constitucional) en las políticas públicas Formatted: Font: 12 pt
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Llegados a este punto lo que queda es dilucidar, en primer término, si es que el juez
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constitucional (específicamente del Tribunal Constitucional) está facultado para controlar el Formatted: Left, Line spacing: Double
curso de acción de las políticas públicas, y de ser así;, luego identificar hasta qué grado puede
llegar a controlarlas. Finalmente, daré algunos ejemplos de casos emblemáticos en los que
política pública.
a) ¿Puede el Tribunal Constitucional ser un actor en las políticas públicas? Formatted: Left, Indent: Left: 0", First line: 0.5", Line
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a, b, c, … + Start at: 1 + Alignment: Left + Aligned at: 0.25"
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a. Como bien se advirtiera en el anterior acápite, existe una tendencia –al menos en Formatted: Font: 12 pt, Not Bold
el constitucionalismo de las últimas décadas– de no dar más espacio a aquellas cuestiones otrora
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esa idea, es que bien podemos afirmar que, comprendiendo que las políticas públicas son
consecuencia, de los fines constitucionales, es que se hace necesaria la comunicación entre todos
los poderes del Estado y aquel órgano autónomo que vigila la supremacía constitucional, ya que
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Ahora, si bien es cierto que las políticas públicas clásicamente son entendidas como un Formatted: Left, Indent: First line: 0.5", Line spacing:
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“hacer” estatal, lo cierto es que también el no llevar a cabo determinada política pública que es
necesaria, puede ser (como lo señalé al principio) una cuestión judiciable desde la óptica
constitucional. Ello entendiendo que de una omisión legislativa (o ejecutiva) puede bien
derivarse una situación de inconstitucionalidad. Ello es así dado que ante la existencia de
mandatos constitucionales que obliguen exigen al legislador a llevar a cabo acciones, dentro de
sus competencias, para hacer factibles, mediante el diseño de políticas públicas, los derechos que
mandato de intervención que pesa sobre el legislador afecta a la propia vigencia constitucional,
generando situaciones en la vida social alejadas, cuando no lisa y llanamente contrapuestas, a los
implícitas en franca contradicción con la Constitución” (Fernández, 2013, p. 1024). Formatted: Highlight
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De esta manera, resulta claro que es admisible –incluso hasta imperativo– que el Tribunal Formatted: Left, Indent: First line: 0.5", Line spacing:
Double, Adjust space between Latin and Asian text, Adjust
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Constitucional acuda a aquellas circunstancias en las cuales, ya sea por acción u omisión, esté de
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por medio el diseño, ejecución o implementación de una política pública. En el diseño, debe
verificar, en primer lugar, que los actores involucrados en una determinada política pública sean
los competentes para cumplir la función que se les ha sido asignada en el plan de dicha política,
así también, debe corroborar que en esta fase se haya elaborado un análisis en el sentido del
enfoque de derechos. Por otro lado, en la fase de ejecución, el Tribunal Constitucional podrá
cerciorarse de que, por ejemplo, el diseño no se corresponda con lo que en la práctica se está
llevando a cabo y, finalmente en la fase de evaluación, podrá advertir si es que el plan seguido
por los entes gubernamentales comprometidos en la política pública en realidad ha servido a sus
fines (que deben ser siempre fines constitucionales) o si, como suele suceder, el objetivo ha sido
mediante los distintos procesos que recaen en su sede. Lo importante aquí es, en todo caso,
señalar que la judicialización no se limita simplemente a los cada vez más importantes y
quiere decir que otros actores políticos, y grupos en busca de actividad política, tienen razones
para tomar en consideración la posibilidad de una reacción judicial. Las propuestas tienen que
ser enmarcadas de tal forma que la legislación no sea echada para abajo o interpretada de modo
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b) ¿Cuál debe ser el grado de intervención del Tribunal Constitucional en las políticas Formatted: Font: 12 pt
Formatted: Space After: 10 pt, Line spacing: Double,
públicas? Numbered + Level: 1 + Numbering Style: a, b, c, … + Start
at: 1 + Alignment: Left + Aligned at: 0.25" + Indent at:
Formatted: Font: Bold
Formatted: Font: 12 pt, Not Bold
b. Esta es tal vez la pregunta que más debate suscita en la doctrina constitucional Formatted: List Paragraph, Line spacing: Double,
Numbered + Level: 1 + Numbering Style: a, b, c, … + Start
at: 1 + Alignment: Left + Aligned at: 0.25" + Indent at:
actual. Se trata de una cuestión problemática en donde concurren temas como la independencia y 0.5"
Formatted: List Paragraph, Indent: Left: 0", First line: 0.5",
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Style: a, b, c, … + Start at: 1 + Alignment: Left + Aligned at:
separación de los poderes y el hiperactivismo judicial. Empero, antes de entrar de lleno al debate 0.25" + Indent at: 0.5", Adjust space between Latin and
Asian text, Adjust space between Asian text and numbers
que aquí ocupa, debe recordarse que “los jueces constitucionales y, principalmente, los
magistrados del Tribunal Constitucional ejercen (también) una función política en la medida que
forman parte del sistema de frenos y contrapesos del Estado y que sus decisiones surten efectos
intervención del Tribunal Constitucional en las políticas públicas no será de suplencia ante la Formatted: Font: 12 pt
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deficiencia de los órganos encargados del diseño, ejecución y evaluación de las políticas Formatted: Font: 12 pt
públicas, sino que, ante la verificación del defecto constitucional en dicho ciclo de la política,
jerárquico de aquellos– a actuar lo más pronto posible para corregir la situación encontrada como
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Lo anterior, ciertamente, impone un límite a la intervención del juez constitucional en las Formatted: Left, Indent: First line: 0.5", Line spacing:
Double, Adjust space between Latin and Asian text, Adjust
space between Asian text and numbers
políticas públicas, pues este solo actuará ante las fallas de esas otras instancias (Legislativo y
Ejecutivo) contra las que se interponen las acciones judiciales pertinentes (Henao, 2013, p. 73), Formatted: Highlight
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pero en todo caso, de ninguna manera debe perderse de vista que “en modo alguno un Tribunal
Constitucional es impotente ante un legislador inoperante”. (Alexy, 2002, p. 496). Formatted: Highlight
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Es así que, siguiendo esta línea de pensamiento, el Tribunal Constitucional ha señalado
políticas públicas, no decide qué opción es mejor que otra, ni prioriza las metas; pero, en todo
caso, si verifica que de la aplicación de las mismas no surjan vulneraciones de derechos o que
estos se afecten por su omisión” (STC N° 0014-2014-PI/TC y otros). En todo caso, la suprema
magistratura constitucional, debe tener en cuenta que está básicamente para controlar y no para
aprobar las gestiones de los otros poderes (Sagües, 1996, p. 57), sin que ello signifique abogar Formatted: Highlight
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por una labor empecinadamente obstruccionista. Por ello, “el Tribunal Constitucional puede
cometer muchos tipos de pecados, pero no debe cometer especialmente dos. Uno es que ceda y
se transforme en órgano subordinado del Ejecutivo y del Legislativo. El otro pecado es que el
Tribunal Constitucional se quiera convertir en constituyente suplente”. (Sagües, 1996. p. 57). Formatted: Highlight
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Formatted: Left, Line spacing: Double
c) El Tribunal Constitucional peruano como un actor en las políticas públicas: dos Formatted: Font: 12 pt
los que nuestro Tribunal Constitucional de una manera u otra tuvo incidencia en el desarrollo de
una política pública. El primer caso es el conocido como el de la píldora del día siguiente,
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acumulados de fecha 10 de noviembre de 2015. Ambos son importantes dado que el primero
3.2. El (hasta ahora) polémico caso de la píldora del día siguiente: una política Formatted: Font: 12 pt, Bold
Formatted: Left, Indent: First line: 0.5", Line spacing:
pública en materia de salud reproductiva. Double, No bullets or numbering, Adjust space between Latin
and Asian text, Adjust space between Asian text and numbers
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Formatted: Font: 12 pt, Bold
A grandes rasgos, los hechos que envuelven este conocido caso se sustentan en que el Formatted: Font: 12 pt
Formatted: List Paragraph, Indent: First line: 0.5", Line
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Ministerio de Salud durante la gestión de la entonces mMinistra Pilar Mazzeti adoptó, como
Formatted: Left, Indent: First line: 0.5", Line spacing:
Double
política pública (que además había sido previamente instada por el mismo Tribunal
“píldora del día siguiente” en todas las entidades públicas, asistenciales, policlínicos y demás
centros hospitalarios de manera gratuita. Ante esta situación, en octubre del año 2004, la
ONG “Acción de Lucha Anticorrupción” interpuso una demanda de amparo contra el Ministerio
de Salud alegando, entre otras cosas, que dicha política estatal vulneraba en forma flagrante el
derecho a la vida del concebido, dado que consideraba a la píldora como abortiva y que, además,
era necesaria la intervención previa, a modo de consulta, del Congreso de la República para la
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El Tribunal Constitucional resolvió el caso bajo la teoría de que los efectos de los AOE
podrían ser abortivos si se tomaba en cuenta que el inicio de la vida humana se da con la
fecundación (lo que de suyo ya era muy discutible a nivel científico por dichos años). En
consecuencia, declaró fundada la demanda de amparo ordenando al Ministerio de Salud Formatted: Font: 12 pt, Not Bold
abstenerse de desarrollar como política pública la distribución gratuita a nivel nacional de la Formatted: Font: 12 pt
retrotraer una sentencia que años anteriores había conminado al mismo Ministerio de Salud a
El efecto de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la política pública en este caso Formatted: Font: 12 pt
se puede notar a simple vista y es la siguiente: se paraliza una política pública que pretendía
repartir de manera gratuita una píldora anticonceptiva por considerarla abortiva pero no se
prohíbe su comercialización. Como consecuencia, solo podrán acceder a ella quienes tengan
cierto nivel adquisitivo que les permita comprarla en cualquier laboratorio o farmacia.
Es pues, desde mi punto de vista, un efecto nocivo en la política pública dado que genera
un efecto de discriminación indirecta dado que, si bien la sentencia no ha querido provocar ello
inconstitucionales como lo es, precisamente, que personas de escasos recursos económicos vean
3.3. La nueva Ley Universitaria en el paredón: la educación superior de calidad Formatted: Font: Bold, Italic, Font color: Text 1
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como política pública. Double, No bullets or numbering
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Constitucional influyó en el desarrollo de una política pública emprendida por el gobierno del ex
mandatario Ollanta Humala para propiciar una mejora en la educación superior técnica y
Este caso resulta paradigmático dado que era alta la polarización de opiniones –incluso
en el propio gobierno– sobre la real eficacia de esta nueva ley. Pues bien, concretamente la
referida norma legal alegando que se estaba vulnerando la autonomía universitaria, el derecho a
otros. Asimismo, se alegaba que la nueva ley lo que hacía era desnaturalizar la función que
líneas arriba–, que no le corresponde el diseño de las políticas públicas, sino solo comprobar su
interpuestas contra lae referida ley. En consecuencia, dio el visto bueno al Estado para seguir
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En este caso, vemos como a través de una acción concreta, el Tribunal Constitucional ya Formatted: Left, Indent: First line: 0.5", Line spacing:
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no actúa como freno, sino más bien como una suerte de sensor de la constitucionalidad de la
política pública para que, con su conformidad, tanto el Ejecutivo como el Legislativo puedan
seguir con la marcha del plan propuesto mediante la ley sometida a control constitucional. Formatted: Font: (Default) Times New Roman, 12 pt
dada la importancia que de hecho tiene para una justicia constitucional tan joven como la
peruana. Es importante entender que la fuerza de las sentencias del máximo intérprete de la
Constitución van a imprimirle a las políticas públicas un nuevo norte o, incluso, van a frenarlas,
obligando así al Ejecutivo o al Legislativo según sea el caso, rediseñar sus planes de acción para
No cabe aquí pues, argumento que pretenda sustraer del control constitucional aquellos Formatted: Left, Indent: First line: 0.5", Line spacing:
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actos políticos dentro de los cuales se inscriben las llamadas y aquí estudiadas políticas públicas,
pues, el espacio que todavía ocupan en la práctica política y en la doctrina jurídica las referencias
al principio de la razón de Estado, o la doctrina de los actos políticos como actos no sometidos a
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Derecho o, también, el principio del secreto de Estado como prerrogativa insuprimible del Poder
Ejecutivo son auténticos residuos de absolutismo (Ferrajoli, 1999, p. 65). Formatted: Highlight
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Más aun, “la intervención del Tribunal Constitucional en las políticas públicas a través de
sus fallos debe provocar efectos en la política pública original establecida por el Poder
Legislativo o por el Poder Ejecutivo. Estos efectos se verifican en las etapas del ciclo de la
política pública, ya sea en la definición del problema o en el diseño, a través de los mecanismos
política y actores de la política” (Sumarriva, 2013, p. 127). De ahí la importancia de entender la Formatted: Highlight
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dimensión de lo que puede llegar a provocar en el ciclo de la política pública una sentencia
constitucional expedida por el máximo intérprete. Con todo ello, queda claro que lo único que no
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