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La magia, el arte de hacer posible lo imposible

El poder cautivador de lo oculto y secreto, ha llamado la atención de la humanidad


desde tiempos remotos. Tener conocimiento y control sobre lo desconocido y
prohibido, ha sido uno de los motores por los cuales la magia logró perdurar en la
historia. Esta camaleónica palabra, tiene diversos orígenes derivados del griego
mageia es decir una “cualidad de sobrenatural”, del antiguo persa magus que
significa “ser capaz” y del sanscrito maga equivalente a “ilusión”.En el mundo de la
magia confluyen conceptos, percepciones y significados, que han modificado a
través del tiempo los fundamentos de esta práctica, la cual tuvo sus inicios como
un proceso de relación y adaptación entre el hombre primitivo y la naturaleza, con
el fin de dominar las diversas propiedades de la misma, por medio de un conjunto
de rituales. Así, poco a poco, entre ensayo y error, se forjaron unas creencias
basadas en la existencia de seres espirituales, de los cuales podían obtener
fuerza y dominio sobre los elementos para sobrevivir. Por consiguiente, los
practicantes de esta antigua sabiduría, eran conocidos como magos sin distinción
de género, pues se encargaban de guardar y enseñar muy sigilosamente este
conocimiento sagrado.De esta manera, la magia se fue ramificando en prácticas,
cultos y ceremonias, según la necesidad. Por ejemplo, el canibalismo mágico era
utilizado por los guerreros, quienes pensaban que al comer un órgano del cuerpo
de su rival como el cerebro o el corazón, podían adueñarse de las cualidades que
el muerto poseía, como la fuerza y el valor. También descubrieron que la danza y
la pintura, eran instrumentos propicios para exaltar y hacer un llamado a las
deidades de otorgar a los mortales atributos de la naturaleza, como la potencia del
rayo, la resistencia del agua, la energía del fuego y la firmeza de la tierra, entre
otras aptitudes.Más adelante, empezó a surgir la magia blanca como un acto de
gratitud para seguir consiguiendo cosas buenas, contrario a la magia negra que se
creó con fines egoístas y destructivos. Igualmente, apareció la magia roja con el
propósito de influenciar en los aspectos amorosos y sexuales de las personas,
junto con la magia verde destinada a los hechizos.Es importante resaltar que tanto
la voluntad como la intencionalidad, son dos componentes esenciales para
consumar la magia. La intención dirigida con claridad, es la que le da vida al acto
mágico, ya sea enfocado en el manejo de fuerzas naturales, en la orientación
energética/espiritual o en la anticipación de hechos próximos, y la voluntad se
convierte en el vehículo para catalizar y materializar los deseos del
inconsciente.Como decía el poeta y científico alemán Johann Wolfgang von
Goethe: – “la magia consiste en creer en ti mismo, si lo logras, conseguirás que
cualquier cosa suceda”. Por eso, dentro de cada uno de nosotros yace un mago,
que al ser nutrido de autoconfianza y seguridad, hace que lo imposible se vuelva
posible, pues contamos con la capacidad innata de la palabra y el lenguaje, para
convertirnos en arquitectos de realidades con diversas posibilidades,
reafirmándonos como seres originalmente mágicos.Por: Armando Martí

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