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SEGUNDO PARCIAL
b) EL CIMIENTO ROMANO
A pesar del desprecio de los romanos por los extranjeros, y de los griegos por los asiáticos
que obstaculizaban la fusión cultural, ésta se dio pues de un extremo a otro del imperio era
más evidente la homogeneidad cultural, aunque étnicamente heterogénea, en consecuencia
una moral y una razón aproximadamente idénticas nos hablan de la Universalidad del
Imperio.
El Poder de Roma hace reinar en todas partes su justicia, su orden y su paz y una cultura
universal ha unificado el mundo en la alegría de la extinción de las viejas rivalidades de las
ciudades que componen el Imperio Romano.
c) ROMA Y EL MUNDO
Cicerón divide el Mundo en tres grupos, Italia, Grecia y los Bárbaros.
Con la exaltación que hace el poeta Virgilio de Eneas un helénico troyano que era
antepasado de los romanos se confirma el condominio latino-helénico. Existe también un
intento de probar que el latín es un dialecto griego. Finalmente y como producto de la cultura
común, El edicto de Caracalla hace de todos los habitantes libres del Imperio un ciudadano
Romano. Con este hecho nace una nueva noción de para conciencia política, que es
enteramente diferente de la ciudadanía municipal de los griegos. A partir de entonces el
término bárbaro es un término que se aplica a quien no tiene vinculación con el Imperio.
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B) LA DOCTRINA DEL PRINCIPE
En el Siglo II las construcciones doctrinales de los notables intentan limitar la autoridad del
Príncipe. Este esfuerzo es encabezado por notables de cultura griega, pues los romanos
estaban desconcertados por este fenómeno político nuevo.
a) EL PANEGIRICO DE TRAJANO
Compuesto por Plinio el Joven marca algo importante en la medida que aporta al imperio el
acuerdo de los notables romanos. Tiene escaso valor doctrinal, pero aclara al menos un
punto de los fundamentos ideológicos del principado: El Imperio es de quien lo merece. El
Imperio trató de evitar la sucesión hereditaria del reino helenístico, por su muy evidente
signo de monarquía, pero tampoco podía adoptar la elección. Se utilizo el sistema de la
adopción. El futuro príncipe era adoptado por el príncipe y era asociado a los asuntos
públicos y nadie dejaba de reconocerle como sucesor. En cierta forma era una competición
de méritos, fuera de la filiación natura. El mejor gana. La monarquía imperial es una
aristocracia sin pluralismo. De todas formas esta era una ficción ya que la elección era una
decisión discrecional el Soberano reinante, sin embargo la doctrina del merito legitimaba la
al soberano elegido y justificaba la obediencia que le era debida. Existen pocas dudas sobre
la relación entre la práctica de la adopción y la teoría del mérito. LA UNA ES GARANTIA DE
LA OTRA.
a) DION CRISOSTOMO
Fue el filosofo de la monarquía, 1°) La monarquía es sin duda alguna y por entero el sistema
político ideal. El Rey es elegido de Dios. El origen divino que tiene la monarquía es por su
ejercicio dentro de las ciencias reales que Zeus le ha dado a conocer, por ello claramente
afirma que aunque la monarquía es de origen divino, no todo poder real es divino.2°) El
poder del Rey es absoluto, pero no arbitrario. La voluntad del Rey se debe orientar siempre
por la ley suprema de la recta razón.
EL REY DEBE POSEER LA CIENCIA POLÍTICA POARA GOBERNAR Y LAS
CUALIDADEWS MORALES PARA SER UN EJEMPLO A LOS OJOS DEL PUEBLO. 3°) La
idealización de la función monárquica lleva consigo un reverso, como un contrato que los
notables por medio del estoicismo, imponen al poder imperial obediencia absoluta a
condición que éste cumpla con sus deberes. 4°) Aparentemente el Rey no esta por encima
de la Ley, sino que es él quien concede fuerza a la ley, reina por las leyes y en el marco de
las leyes, aunque no existe ninguna instancia superior al Rey plantea un consejo que lo
asesore.
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EL PENSAMIENTO POLÍTICO DEL CRISTIANISMO HASTA SAN AGUSTIN
El cristianismo estaba influenciado por el pensamiento judío de que era un pueblo
gobernado directamente por Dios, con un destino privilegiado y cada país tiene su propio
ángel que lo dirige y lo representa en el cielo, sumado a esto, la idea del mesianismo del
cristianismo cambiaran el estatuto de una nación.
SAN PABLO
San pablo es el filosofo del Cristianismo y conciente de la situación de agitación social, sus
epístolas son llamados a la calma social, invita a cada uno a cumplir con la justicia y los
deberes que derivan de su estado, de amo, padre, marido, esposa e hijo. La sociedad civil
no pierde ninguno de sus derechos. A los cristianos corresponde únicamente cumplir con
equidad y caridad cada uno de los deberes que provienen de la sociedad. San pablo
desarrollando los evangelios da a entender que no existe una sociedad específicamente
cristiana sino una forma cristiana de cumplir con los deberes sociales, dentro de la
organización existente.
CELSO
Un polemista pagano, griego intenta desenmascarar la actividad política del cristianismo,
aunque estos lo negasen. Los escritos de refutación de Orígenes prueban la veracidad de la
posición de Celso sobre la opción política de los cristianos. Lo que mas molesta a Celso es
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la deserción de los cristianos de la actividad política formal. Increpa a los cristianos su falta
de solidaridad con la civilización que los acogió. Al asumir la teoría de que no pueden servir
a dos señores en la tierra, los cristianos al obedecer solo a sus leyes morales, constituyen
un Estado dentro de otro Estado, lo cual les convierte en blanco de críticas.
TERTULIANO
Considera que el fin del mundo es inminente y que las cosas terrenas carecen de validez es
su doctrina. Su punto de vista es siempre exclusivamente religioso. Sigue la doctrina paulina
de Respeto a la autoridad por que su poder viene de Dios. Subraya que los cristianos son
ciudadanos selectos por su moral. Al rechazar la política su posición solo tienen como salida
la exclusión voluntaria de la sociedad, (El anacoretismo)
ORIGENES
El menos político de los padres. Se opone a la doctrina del fin del mundo defendida por
tertuliano, e intenta integrar al cristianismo una parte de la herencia pagan y en especial la
filosofía griega, Orígenes la considera como una preparación a la enseñanza de Cristo.
Orígenes se opone violentamente a la doctrina del milenarismo, es contrario a cualquier
preocupación apocalíptica. Orígenes tiene en cuenta a la sociedad civil pues al ser el
hombre doble, el alma lo une al mundo terrenal y el espíritu a Dios. Para este padre, en
todas partes existen las dos ciudades, la de Dios y la del Mundo, por lo tanto en cada
comunidad existe la ecclesia política y la Iglesia Cristiana, por lo tanto existen dos leyes, la
ley civil y la ley natural que es de Dios. El trata de demostrar que estos dos órdenes apenas
tienen motivos para entrar en conflicto, salvo que se pretenda hacer jurar a los cristianos la
Divinidad del Imperio. Para Orígenes la ciudad del mundo ha preparado los caminos a la
ciudad de Dios.
EUSEBIO
Primer verdadero historiador de la Iglesia. En sus escritos concede a Constantino un apoyo
sin reservas. Para lavar el pasado de persecuciones y ofensas entre el Cristianismo y el
Imperio Eusebio precisa que Dios promovió voluntariamente las persecuciones para
probarlos y por otra parte recuerda el lamentable fin de los soberanos que la emprendieron.
De esta forma pone a salvo la Institución y protege el prestigio de los soberanos pasados,
presentes y futuros. En la nueva teoría del poder se encuentran combinadas, prácticamente
las ventajas del estoicismo y del neoplatonismo. La corte terrestre del Emperador es el
reflejo de la corte celestial, de la misma forma que el Imperio es el reflejo del universo. La
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legislación de Constantino fuertemente influenciada por el cristianismo, es la mejor
demostración de esta teoría.
INCERTIDUMBRES
Los beneficios obtenidos por la iglesia no carecieron de contrapartida “El Obispo del
Exterior” no vacilaba en inmiscuirse en los asuntos interiores, interviniendo en las
designaciones episcopales y hasta en las cuestiones de Dogma. El desarrollo del
monacalismo aparece como una contrapartida de la adhesión de la Iglesia a la política. Se
establecerá una división entre quienes pretenden continuar siendo la sal de la humanidad
enteramente orientada hacia la vida eterna y quienes aceptan actuar en el siglo para hacer
de la ciudad terrena una ciudad cristiana. El siglo IV será, al tiempo que el siglo del
monacalismo, el de la dirección moral. Será el siglo de los grandes directores: Basilio de
Cesarea, Gregorio de Nisa y Juan Crisóstomo. Por ultimo iba a plantearse el problema de la
libertad de conciencia.
SAN AGUSTIN
No es en absoluto un político, su doctrina conserva señales del maniqueísmo o del
platonismo de su juventud, no tiene casi nunca carácter político Su obra la Ciudad de Dios
rebasa rápidamente los límites de un escrito polémico para convertirlos en una sobre la
Historia y sobre la ciudad. La obra constituye la apasionada reflexión de un cristiano romano
de las fronteras ante el desmoronamiento de un Imperio del que se aleja la vida. Esta
meditación sobre la Historia Universal encontrará un eco prolongado. La teología política de
San Agustín descansa fundamentalmente en la distinción entre las dos ciudades en las que
se divide la humanidad .Dos amores fundaron las dos ciudades a saber: la terrena el amor
propio hasta llegar a menospreciar a Dios y la celestial el amor por Dios. La idea no es
nueva y se la encuentra en la tradición paulina y en Orígenes. Las dos ciudades han existido
siempre, una es la ciudad terrena con su poder político, su moral, su historia y sus
exigencias; la otra la ciudad celestial, que antes del advenimiento de Cristo estaba
simbolizada por Jerusalén.
LA SOCIEDAD CIVIL
San Agustín la define así: El pueblo es una multitud a quienes reúne la aceptación del mismo
Derecho y los mismos intereses comunitarios. El gran objetivo de San Agustín es demostrar
que las comunidades civiles no son eternas, por lo tanto Roma no es eterna y solo Dios es
eterno.
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CAPITULO III
LA ALTA EDAD MEDIA: UN EMPIRISMO HIEROCRATICO (siglos V, VI, VII, VIII, IX y X)
La redacción de tratados específicamente políticos no comienza hasta el siglo IX, con la Vía regia
de Smaragdo (813), cuyo contenido todavía es más moral que político. Para extraer las ideas
políticas de la alta edad media hay que recurrir sobre todo a los actos oficiales que han dejado
huela escrita.
Todos estos acontecimientos se desarrollan en una atmósfera impregnada de cristianismo, a la
que cabe calificar de Hierocratica, sino de teocratita. El Imperium no existe ya, la iglesia impone
su auctoritas (El Bautismo del Rey bárbaro Clodoveo para que pueda ser Rey, es un ejemplo.
Para extraer el sentido político de esta época, es necesario distribuirla en cinco periodos:
El estado pontificio brinda protección externa al Papa, pero la protección contra la revuelta
de los súbditos es complicada para él. Cuando León III es acusado de perjurio y adulterio
por sus súbditos, pide protección a Carlomagno. En esta posición, Carlomagno destaca el
deseo de un pacto. En la carta en la que acepta intervenir en su ayuda, también le
recomienda una prudente y cristiana conducta. Esta situación coloca a Carlomagno al frente
del Imperio, no ya Romano, sino cristiano. Días después Carlomagno es coronado
Emperador puesto a la cabeza de este imperio no como ministro de del Papa, sino como el
Profeta de Dios. La concepción de Carlomagno es una visión religiosa del orden del Mundo.
La grandeza del Imperio Carolingio dependía de su personalidad, desaparecido él, el imperio
se derrumbará y la Iglesia se hará cargo de su suerte.
Va del 814, advenimiento de Luis el Piadoso hasta el 887, reconstrucción del antiguo Imperio
Carolingio.
Este periodo esta marcado por la incapacidad de Luis el Piadoso. Los desordenes
producidos por los acontecimientos políticos que involucran a sus hermanos, más su
inclinación a no usar la represión contra sus súbditos, obliga a los obispos a intervenir, pero
sus facultades de intervención son solo sacramentales. Obligan a Luis el Piadoso a Hacer
penitencia para reaccionar y este se somete, creyendo que sus errores políticos son
pecados. El emperador se descalifica como emperador creyendo rehabilitarse como
cristiano.
La segunda penitencia pública lo aparta del poder, lo cual coloca el gobierno en manos de
los Obispos.
El gobierno de los obispos iba a ser de breve duración, los Papas intentarán hacer valer la
supremacía de su pontificado.
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En esta época fueron redactadas, a base de falsificaciones, las grandes colecciones
canónicas que deberían asegurar la independencia de la Iglesia frente a las usurpaciones
del Estado. Los falsificadores se proponían como objetivo librar a los obispos de la sujeción
del poder laico, asegurando la inviolabilidad de la propiedad eclesiástica.
Nicolás I (Papa del 858 al 867) coloca resueltamente, su autoridad por encima de todas las
que existen y reivindica el derecho a imponer orden en todas partes. Para su labor
Gobernante, prefiere, de manera general, la argumentación teológica a la argumentación
jurídica. Así el Poder que consolido Carlomagno, por culpa de la debilidad de sus hijos, pasó
a los obispos, luego al Papa, quien es el único beneficiario a largo plazo de la obra de
Carlomagno.
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