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La falta de lectura se está volviendo en una tragedia nacional ya que no se le dan muchos
recursos, estrategias ni de genios que resuelvan este problema pues supuestamente es un asunto
menor. Luego de una Encuesta Nacional de Lectura en el 2012, al parecer que en el olvido pues
no tuvo importancia, pero después de un tiempo se dio a conocer que los resultados eran un
desastre. Luego abordamos la frase de “De mal en peor” en 2005 se hizo una pregunta “¿Usted
lee libros?” en 56.4% dijo si y el 43,6% no lo hacía, pero lo frustrante es que de los que
afirmaban que leían libros el 34.4% de ellos dijeron haberlo hecho en algún momento de su vida.
¿Y las tecnologías?
diversas dudas será de utilidad o no, pues al parecer no ya que solo el 13% se dedica a leer libros
y se dice lo siguiente “Aquel que no lee libros en papel, es probable que no los leerá en línea, en
una pantalla”.
Revista Educación y cultura No 70. 2013. Hábitos de lectura: Lectores, ¿en peligro de extinción? pág. Del 10 al 17
LECTURA CON EL USO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LOS JÓVENES
En el 2006 en argentina se hizo una encuesta a adolescente entre 11 a 17 años y como que ellos
estrechan una relación de los libros con las películas, además en ambos casos prefieren las de
terror y las de ciencia y ficción. Los jóvenes señalaron a Harry Potter y Narnia como los mejores
libros y películas. Entonces se llega a concluir que los adolescentes eligen libros cuyas historias
Se hizo una segunda encuesta acerca de la relación que hay entre la lectura y el internet más que
todo lo usan para chatear, entrar otros sitios web o buscar información para estudiar pero estos
usos requieren en si una lectura La pregunta, quizás, debería ser diferente: ¿los jóvenes leen
menos o están leyendo otros textos, de otra manera y con objetivos distintos?
TV pero ¿y los jóvenes? Hoy en día los jóvenes son la “generación multimedia” el 80%de
jóvenes mientras hacen sus tareas ven tele escuchan música y están en internet en cambio el otro
Una de las controversias más fuertes en la sociedad acerca de los libros y la televisión muchos
adolescentes que no leen o leen muy pocos libros (que no sean aquellos que pide la escuela)
leyeron obras que vieron previamente en el cine o en la televisión. Tal es el caso de Romeo y
Julieta y El Señor de los Anillos. Esto explica también por qué los libros elegidos por los chicos
argentinos (Narnia y Harry Potter) coinciden con las películas que más disfrutaron.
Algo similar sucede entre la computadora y los libros. Los mayores usuarios de computadora
leen la misma cantidad de libros que quienes la utilizan con una frecuencia e intensidad menor.
Usar menos horas por día la computadora no significa leer más libros.
Elsa M. Ramírez Leyva. 2010. La Lectura en el mundo de los jóvenes ¿una actividad en riesgo? pág. Del 67 al 73
LA LECTURA EN GENERAL
La lectura es una práctica activa. Muy diferente al criterio común, particularmente ya familiar
cuando se trata de tareas domésticas, se sostiene: que lo haga tal persona, aunque parezca que no
está haciendo nada, solo está leyendo. Si fuera una simple forma de ocupar el tiempo, sin
igual que las habilidades o las destrezas también se educa y se refina. Hay quien nace y crece con
una sensibilidad de tortuga, que no aspira a refinarse y nunca puede alcanzar el disfrute de las
altas expresiones de la cultura universal, gente que nace tosco y muere palurdo. Asegura
Guglielmo Cavallo “El abismo, esencial pero tosco, entre lectores cultos y analfabetos, no agota
las diferencias en la relación con lo escrito. Todos quienes pueden leer los textos no los leen de
la misma manera y, en cada época, grande es la diferencia entre los doctos bien dotados y los
más torpes de los lectores. Contrastes, finalmente, entre unas normas y unas convenciones de
lectura que, en cada comunidad de lectores, definen unos usos legítimos del libro, unos modos de
leer, unos instrumentos y unos procedimientos de interpretación. Y contrastes, por último, entre
las esperanzas y los intereses tan diversos que los diversos grupos de lectores ponen en la
práctica de leer.
Guglielmo Cavallo y Roger Chartier. 1998. Historia de la lectura en el mundo occidental. Pág. 13