Sei sulla pagina 1di 10

El Dragón Dormido

China, una nación antigua, dentro de sus fronteras esconde un cúmulo de


riquezas, maravillas naturales y humanas que se han ido trasformando a lo largo
de 6000 años de historia. Al norte, es abrasada por las estepas y los desiertos de
Gobi y Taklamakán, al sur, se extienden ricos bosques tropicales que en otros
tiempos parecían interminables. Una cicatriz la divide a la mitad, antiguos
movimientos tectónicos la han marcado con inmensas cordilleras; El Himalaya, el
Karakórum, Pamir y Tian Shan.

Sus tierras son empapadas por los ríos Yangtsé y Amarillo, corriendo
vivaces a través del Tíbet. Sus costas han sido moldeas con cientos de años de
erosión y colisiones volcánicas. Su territorio se baña con las aguas del Océano
Pacífico, los mares Amarillo, de Bohai, de China Oriental y de China Meridional.

Es difícil encontrar sitio donde no se note impacto de ocupación humana, la


China que vemos hoy es el producto de una larga y compleja historia. Cientos de
revoluciones, invasiones, guerras, invenciones, hallazgos y pensamiento le han
permitido reorganizar el orden de lo establecido y de la naturaleza misma para
satisfacer sus necesidades.

En una escala de tiempo humana, la cambiante cara de China parece


inmensa. Con una superficie de 9,6 millones de kilómetros cuadrados la convierten
en el segundo país más grande del mundo y así 1 350 695 000 personas llaman
hogar a China. Una historia extraordinaria que contar, acontecimientos que han
fundado los cimientos de la extraordinaria nación a la que hoy llamamos China.

Un ensayo que tiene como objetivo vislumbrar y dar a conocer los


maravillosos procesos que le han dado a China un estatus importante en el mundo
contemporáneo.
Para hablar de una nación debemos hablar primero de su pasado, de su génesis y
sus orígenes, de los hechos que le han dado las características necesarias para
sobresalir. La civilización China es considerada una de las más importantes
civilizaciones de la humanidad gracias a sus grandes e importantes aportes a las
ciencias, la astronomía y las artes.

Como la mayor parte de las grandes civilizaciones de la humanidad, China


comenzó con humildes orígenes agrícolas que poco a poco comenzaron a
refinarse, pero a diferencia de otras culturas, china prefirió aislarse del mundo, a
estar sola, guardando celosamente los secretos de sus hallazgos científicos y
artísticos. A pesar de tal egoísmo, su cultura se expandirá en los siglos venideros
y asombrará al mundo entero con su determinación, su sed de progreso y
creatividad.

Los registros históricos fidedignos nos esbozan una civilización que surgió
en el primer milenio antes de Cristo. Se ubicó originalmente en las cuencas de los
ríos Amarillo y Azul. Sobre estos suelos fértiles lograron desarrollar la agricultura
como el arroz, la caña de azúcar, las hojas de té y el trigo. Así también como la
ganadería. Al estar rodeados de ricos recursos naturales, los antiguos pobladores
pudieron explotar yacimientos de cobre, oro, plomo y hierro.

Su antigua economía se basaba en la metalurgia, la porcelana y la seda,


elementos que enamorarían a occidente y la convertirían en el enclave de la
avaricia europea. Así como la creación de rutas comerciales de seda, especias y
metales. Sus sociedades estaban claramente jerarquizadas, durante sus años de
gloria quienes encabezaban la élite social eran llamados “Dinastías”, grupos de
familias que poseían el poder y los hilos de la nación. El representante de los
Dioses en la tierra era llamado “Emperador” y así podemos enumerar a jueces,
gobernadores, funcionarios, recaudadores de impuestos, los campesinos y los
esclavos.
Algunas de las dinastías más sobresalientes de la historia china son las
siguientes:
-Dinastía Xia -Dinastía Zhou -Dinastía Han
-Dinastía Shang -Dinastía Qin -Dinastía Jin
-Dinastía Song -Dinastía Ming
-Dinastía Yuan -Dinastía Qing

Sería imposible tratar aspectos más precisos con cada una de ellas debido
al careciente tiempo y espacio en este ensayo, pero para el nivel de análisis
requerido con esto basta para esbozarlas, ya que todas las dinastías hablan de
gloria, riqueza, traición y muerte.

Otro gran aspecto que forja la unión y la estabilidad de todo pueblo es la


religión y los chinos crearon la suya, pero a diferencia de otras religiones del
mundo, los chinos no se apegaron a alguna divinidad en especial, sino a la
naturaleza. Creyendo que cada ser tiene un propósito en este mundo, su lugar en
el cielo lo tenía asegurado siempre y cuando lo llevará a cabo.

A pesar de no ser una nación religiosa, ha dejado para la posteridad


hermosas muestras arquitectónicas dedicadas a dioses y seres de la naturaleza.
Esta cultura siempre fue tolerante en este aspecto, dentro de las más importantes
religiones practicadas en tierra china encontramos: el Confusionismo, el Taoísmo
y el Budismo. Todas ellas consideradas una misma vía para purificar el alma.

El arte es lo único que nos hace humanos, es el reflejo del alma, de los sueños y
las aspiraciones de la humanidad, el arte no nos aleja de las deidades, ni tampoco
nos acerca a ellas, el arte nos vuelve iguales a los dioses por el simple hecho de
crear con mano propia el reflejo del mundo.

China no se quedo atrás en el desarrollo artístico, ha heredado al


patrimonio de la humanidad grandes muestras de arte en todo su esplendor:
pintura, escultura, arquitectura, literatura y moda. Su belleza y su funcionalidad las
hacen una muestra del ingenio humano. Desde simples jardines, porcelanas y
papel hasta templos majestuosos que se yerguen entre la maleza y las montañas,
inmensas construcciones que yacen circundando la orografía de su nación, un
dragón que se posa sobre las montañas para proteger a China de la invasión
mongola, el mundo la llamará “La gran Muralla China”.

Un gran aporte al mundo de la moda será la seda, una tela cara, hermosa,
suave y elegante. Esta tela abrió el interés del mundo Occidental a China,
abriendo extensas rutas comerciales para comprar y distribuir tan ostentosa tela.
Muchos serán los viajeros que se han de maravillar con China, Marco Polo por
ejemplo, quien llevo a Europa cambios tecnológicos, artísticos y gastronómicos.

Un idioma es un dialecto que ha triunfado, esto está claro para cualquiera que se
dedica de forma superficial al estudio del patrimonio lingüístico humano. El idioma
no sólo se requiere para comunicarse entre sí, sino, para establecer la ideología,
el comercio, la política, la idiosincrasia y la cosmogonía que cada etnia tiene sobre
sí mismo, sobre el hombre, la vida, la creación y lo que le rodea. Esto es a lo que
llamamos cultura.

El idioma dominante en China es el “chino mandarín”, usado por su peso


demográfico, político, económico y social. El chino mandarín es una idioma de la
rama de lenguas asiáticas, de la familia Han-Tibetano. Pero ha evolucionado a lo
largo de los siglos, teniendo influencia clara de otras lenguas de la región. Por lo
que podemos encontrar similitudes lingüísticas con otras lenguas y dialectos
menos usados en el país.

El chino mandarín es una lengua ideográfica, es decir que la concepción de


su pensamiento se basa en elegantes y refinadas curvas que en su conjunto
forman signos muy complejos por lo que carece de alfabeto como las lenguas
indoeuropeas, su fonología es bastante complicada, una sola grafía puede tener
hasta cinco o seis fonemas, generalmente es un idioma silábico y nasal. Como
característica curiosa encontramos que sus textos se leen de abajo hacia arriba y
de derecha a izquierda, lo que la convierte en una de las lenguas más difíciles del
mundo a pesar de que tiene aspectos morfológicos y gramaticales más fáciles que
el español.

China al igual que México es un país multilingüe, en un principio no se le


tomo consideración a los dialectos de la región, más bien se les devaluaba y se
obligaba a todo aquel que quería desarrollarse en la sociedad china a aprender el
chino mandarín estándar. En nuestros días, sabemos que la pérdida de una
lengua o dialecto es una pena para toda la humanidad, puesto que se pierde una
visión del mundo y del ser humano.

Los antiguos pobladores chinos se dieron cuenta que los hechos a su


alrededor merecían ser contados y recordados por generaciones enteras, y que
mejor que el lenguaje para perpetuarlos y conservarlos para la posteridad a través
de muestras filológicas. De esta forma, la sociedad china comenzó a producir
literatura y escritos de diversas índoles. Esto a nivel histórico es de suma
importancia para el nacimiento de una lengua, que se pulirá y se adaptará a lo
largo de los siglos para moverse al ritmo de las sociedades y la cultura.

China nos legó hermosos proverbios, poemas, épicas, leyendas, mitos y


oraciones que reflejan claramente la idiosincrasia de todo un pueblo. Es entonces
que vemos nacer a una lengua: tenemos número de hablantes, historicidad,
gramática y lo más importante: literatura.

China ha dejado un legado cultural indiscutible, su creatividad, su suspicacia y su


inteligencia han sido la clave para la ingeniería que se desarrolló a lo largo de los
siglos. China siempre ha inspirado al mundo desde que este se estero de su
existencia, ha sido la musa para grandes obras de la literatura, ha sido el ejemplo
de la ingeniería, ha sido el ángelus de los descubrimientos científicos útiles así
como la guerra.

China es un estuche de monerías, ha llevado su cultura y su pensamiento a


límites que jamás se hubiese imaginado. Sus aportes a la cultura humana van
desde los filosóficos, tecnológicos, gastronómicos y artísticos. Por ello es
menester que mencionemos algunos de los adelantos que realmente dejaron
boquiabierto al mundo:

 A nivel gastronómico encontramos la pasta que enamoró a Italia.


 La seda.
 Los sellos y el papel para la escritura así como el papel moneda.
 Las cometas, el ábaco, la primera imprenta a la que se le llamo
“xilografía”. La tinta y la pólvora.

Cada nación u etnia se distingue de las demás por sus costumbres y hábitos.
China tiene una diversidad de ellos que tal vez podrían inquietar a más de una
persona occidental, pero que de todas formas se deben respetar puesto que es la
forma particular en la que ellos ven el mundo. Aquí enlistamos algunas
costumbres que seguro despertarán el interés para aprender más sobre ellas:

 Los chinos no demuestran su afecto de la misma forma que lo hacemos


los latinos, jamás tendrán contacto piel a piel con un extraño u
extranjero, por eso siempre han de inclinar la cabeza en señal de
respeto.
 No les gusta decir que no, harán lo posible por ayudarte a encontrar
solución a tu problema.
 Cuando un chino ofrece un presente lo da con ambas manos, quien lo
reciba debe hacerlo usando las dos manos también, de no hacerlo será
una grave falta de respeto hacia la otra persona.
 En la comida, es bien visto hacer ruidos al momento de consumir los
alimentos, algo que nos causa repulsión en el mundo occidental, pero
para ellos es una muestra de agrado hacia lo que se preparo. No se
llevan los alimentos a la boca, al contrario, deben inclinarse para
comerlos.
 En el menú chino se incluye de todo, desde ratas, perros, vacas, pollos,
pescado, mariscos, pulpo, algas, insectos, es decir todo lo que nade,
camine, corra o se arrastre es llevado al plato.
 Las leyes chinas prohíben tener más de un hijo, por lo que los padres
prefieren un varón que aporte dinero a casa antes que una mujer. Ser
una mujer es China es equivalente a ser un estorbo. Por lo que muchas
de ellas con dadas en adopción a extranjeros.

China, como potencia económica no había tenido presencia en el mundo


moderno, desde los orígenes de su historia, siempre fue invadida, asediada y
destruida en constantes ocasiones. Desde los ataques mongoles hasta las
invasiones de los imperios coloniales europeos. Durante la primera mitad del siglo
XIX, China se comenzó a asilar del mundo nuevamente, con afán de protegerse y
salvaguardar su cultura, pero el Imperio Británico se lo impidió, con la famosa
“Guerra de los Boxers” y con la guerra del “Opio” China cayó a los pies de Europa.

Más tarde, durante la Primera Guerra Mundial, la isla nipona la invade,


anexiona varias regiones y puertos chinos a su imperio del sol. Y fue hasta el
término de la Segunda Guerra Mundial cuando la deja en libertad, toda roída,
miserable, pobre y con hambre. Además, los movimientos sociales por la
unificación de China en una nación nueva la llevaron a sumirse en una revolución
social por más de once años (1911-1921). En suma, doscientos años de miseria
asolaron la nación que se consumía a sí misma, sin ningún por venir aparente.

Poco después Mao Tse-Tung lideraría a la nación, convirtiéndola en un país


comunista, cerrado y poco tolerante al ámbito internacional. Nadie hubiese si
quiera apostado por china, nadie imaginaría que ese gigante, que ese dragón
dormido algún día despertaría de su letargo. Pero lo hizo y sorprendió al mundo.

Increíblemente en menos de tres décadas China ha logrado un progreso


gigantesco después de las modificaciones a su política y apertura al ámbito
internacional. Desde el 2010 su PIB ha escalado a la segunda posición del mundo
y se estima que en menos de tres años será la primera potencia económica.

Los logros de China se deben principalmente a su política reformadora, puesto


que un sistema tan restringido jamás le hubiese permitido tal hazaña. Después de
1980 la fortuna le sonríe a la nación del fuego. Aunque debemos recalcar que sus
efectos son tan notables no sólo en su riqueza, sino en su desigualdad, su medio
ambiente y la mano de obra barata, pero es un precio que se debe pagar y China
está dispuesta a todo. Además, lo que sobran son seres humanos, qué más da
que sean utilizados algunos cuantos.

Su alto desarrollo industrial así como la inversión extranjera a causa de los


bajos costos y la mano de obra barata le han dado una ventaja considerable
frente a otras naciones. Ella produce desde los artículos en serie de dudosa
calidad hasta la tecnología de punta que se valora y se comercia en el mundo
entero.

Actualmente residen más de 20 millones de emigrantes chinos en todo el


mundo, las reformas y aperturas de empresas le han llevado a acumular una gran
riqueza y crecimiento en tan poco tiempo. Disciplina y organización son su lema,
ciertamente una nación habida de expandirse, lo hace y lo hace muy bien, cada
rincón del mundo tiene de vecino a un chino.

Es impresionante el nivel de desarrollo alcanzado y pensar que treinta años


atrás China no era nada a comparación de sus logros actuales. Existe mucho
debate entre las organizaciones internacionales que miden el progreso de las
naciones, según ellos, China juega a la mala con el mundo entero, su acumulación
de capital no es ético, por decirlo de una manera, posee ventajas y atajos que
otras naciones jamás tendrán.

A pesar de todo, debemos reconocer que China ha llegado a la escena


internacional y planea quedarse por mucho tiempo. Pertenece a las grandes
potencias del mundo, a los 20 G y al BRIC. Mueve grandes sumas de dinero a
diario. Además su lengua es utilizada en la Asamblea de las Naciones Unidas con
derecho a veto. La UNESCO protege un número considerable de arte del país e
incluso se le consideró para la sede de los juegos Olímpicos de 2008.

Esperemos que China sea capaz de seguir el ritmo de su acelerado


crecimiento y no se detenga abruptamente. No sabemos si podrá encarar los
desafíos del futuro, si podrá lidiar con el desequilibrio que ha generado en su tierra
y con su gente o si podrá mantener la velocidad a la que va sin generar grandes
repercusiones. Pero eso el tiempo lo dirá. Tiempo al tiempo reza un antiguo
proverbio.

“Cuando China despierte, el mundo temblará”. Napoléon Bonaparte premier de


France.

Potrebbero piacerti anche