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Agente financiero: ¿Qué es y qué ventajas

aporta al inversor?
ximoperalta
(12/01/2016)13 comentarios
El agente financiero es una figura emergente, más hoy en dia, que se encuentra
entre los intermediarios financieros independientes y las sucursales bancarias
tradicionales. Regulados y supervisados por el Banco de españa. Son como una
sucursal bancaria sin movimientos de caja. Amparados y delimitados. Artículo 22
del RD 1245/1995:

Son personas físicas o jurídicas a las que una entidad de crédito ha otorgado
poderes para actuar habitualmente frente a la clientela, en nombre y por cuenta de
la entidad mandante, en la negociación o formalización de operaciones típicas de
la actividad de una entidad de crédito.

En resumen, es una empresa o persona de fuera del banco que firma un contrato
de agente con una entidad y comercializa productos, propios y ajenos, de la
entidad financiera.

La figura del agente ha aumentando durante esta crisi, por lo que se ha


especializado y ha crecido su demanda, sobretodo el agente dedicado a captar
operaciones de pasivo. Tienen clientes con buenas cifras de depositos, en cuentas
corrientes, fondos de inversión, acciones y además asesoran personalmente.

Como conclusión se tarta de que su asesoramiento no les haga perder


dinero, Y ahi esta su valor añadido.

Son una valiosa arma de asesoramiento de calidad y muy vinculados para sus
clientes. Más en estos convulsos momentos. Estos profesionales no apagan el
teléfono y están más disponibles que un ocupado director de sucursal típico.

Bajo un canal de atención personalizada, a caballo entre la banca comercial y


la banca privada, nace una banca personal sin alto coste y que ahora se acerca a
todo el público con esta figura, aprovechando su ventaja competitiva y
tremendamente valioso al crearse con verdaderos profesionales motivados.

Es evidente que esta figura toma una relevancia de enorme importancia, y más
después de las crisis vividas en los últimos años, y de los desagradables
incidentes y perjuicios que muchos inversores han sufrido como consecuencia de
un asesoramiento inadecuado. No hay que olvidar que en nuestro país la
colocación y distribución de productos financieros se hace mayoritariamente a
través del sector bancario, y apenas un 5% está asesorado de forma
independiente. No hay más que mirar a países de nuestro entorno para confirmar
el elevado grado de desarrollo de esta figura, como por ejemplo en Inglaterra,
donde es larga su tradición así como su penetración (casi un 70% del mercado).

Los bancos practican un asesoramiento dirigido al producto y no al cliente.

Es más eficaz conocer y asesorar de forma personal y global al cliente. Un


mejor conocimiento desde el punto de vista personal, familiar, patrimonial, fiscal,
etc., facilita indudablemente el asesoramiento financiero y la toma de decisiones.
Además, el cliente desea en muchas ocasiones que el asesoramiento sea
multidisciplinar, y que desde un mismo asesor pueda recibir aquellas
recomendaciones y asesoramiento que más le convengan.

Por otro lado, el inversor, además de las recomendaciones de inversión, busca


que su asesor le dirija hacia los mejores productos, en las mejores condiciones, y
que le acompañe en la tramitación de las correspondientes órdenes, supervisando
la tramitación y su posterior desarrollo. Por lo que el asesor financiero debe
involucrarse en todo el proceso.

En resumen, la figura del asesor financiero es absolutamente imprescindible,


por la experiencia práctica de muchos años asesorando y ayudando a clientes, en
una relación personal de compromiso y confianza que excede con mucho las
exigencias de un asesoramiento puramente financiero.

Los agentes financieros (o agentes de entidades de crédito) son


personas físicas (autónomos) o jurídicas que se dedican a
comercializar productos financieros por cuenta de una entidad de
crédito sin ser parte de la misma. Es decir, no son empleados
dependientes con relación laboral aunque si se encuentran
vinculados en buena medida, tal y como veremos a lo largo de este
escrito.
Las entidades de crédito tienen la obligación de tener todos sus
agentes financieros identificados y una vez al año, deben comunicar
al Banco de España la relación de sus agentes, indicando el alcance
de la representación concedida. Junto con la normativa referente al
Banco de España, también hay que cumplir con la normativa
referente a la CNMV cuando las operaciones realizadas afectan a los
servicios contemplados en la Ley del Mercado de Valores (LMV).
Además, aunque los agentes sean independientes, la entidad tiene
ciertos deberes de control y supervisión para garantizar el
cumplimiento normativo de los mismos. En este sentido, la
normativa establece que: “La entidad de crédito será responsable
del cumplimiento de las normas de ordenación y disciplina en
los actos que lleve a cabo el agente. A esos efectos, deberá
desarrollar procedimientos de control adecuados”.

En relación con la formalización del contrato de agencia entre


agente y entidad, la forma escrita es preceptiva. Otra particularidad
de este tipo de agente es que no pueden nombrar subagentes.

En cierto modo los agentes financieros son la alternativa para los


bancos a la creación de sucursales físicas. De hecho, si miramos en
nuevo RD 84/2015 de 13 de febrero, por el que se desarrolla la Ley
10/2014 de ordenación, supervisión y solvencia de entidades de
crédito, vemos que justo después de las oficinas de las entidades de
crédito (art. 20), se regulan los agentes de las entidades de crédito
(art. 21).
Según el mencionado art. 21 RD 84/2015, los agentes de entidades
de crédito (agentes financieros) son: “Las personas físicas o
jurídicas a las que una entidad de crédito haya otorgado
poderes para actuar habitualmente frente a la clientela, en
nombre y por cuenta de la entidad mandante, en la
negociación o formalización de operaciones típicas de la
actividad de una entidad de crédito. Quedan excluidos los
mandatarios con poderes para una sola operación específica, y
las personas que se encuentren ligadas a la entidad, o a otras
entidades de su mismo grupo, por una relación laboral”.

Como ya se mencionó en en la entrada “Sociedades de inversión


financiera, parte II sobre el tipo de servicios” del blog Entre Leyes y
Jurisprudencia, es importante no confundir el servicio de
comercialización de instrumentos financieros con el de
asesoramiento financiero. En este sentido es importante diferenciar
una Empresa de Asesoramiento Financiero (EAFI), de un agente
financiero. Por ejemplo, mientras que el agente financiero sólo
promueve la comercialización de productos de una entidad, las EAFI
pueden comercializar productos de distintas entidades.

A nivel de cumplimiento normativo una EAFI deviene más


complicada que un agente financiero, puesto que las EAFI pueden
realizar más actividades. Por ejemplo, las EAFI pueden realizar una
actividad principal de inversión, que es el asesoramiento financiero,
mientras que los agentes financieros sólo realizan actividades
auxiliares. Para ver la diferencia entre actividades principales y
auxiliares se puede ver la entrada antes mencionada.

Otra diferencia a destacar entre una EAFI y un agente financiero es


que el primero comercializa más variedad de productos, al no estar
limitado solamente a los de la entidad con que trabaja. Y, para poner
una última diferencia más, mientras que una EAFI ha de garantizar
su independencia respecto a otras partes interesadas, el agente no
por cuanto comercializa productos de una entidad. Esto no supone
conflicto por cuanto el agente se presenta como representante de esa
entidad y, por lo tanto, el cliente puede valorar la pertinencia de la
contratación en base a ello.

Como se puede apreciar, las diferencias entre EAFI y agente


financiero no deben interpretarse como que una forma es mejor o
peor para quien decide trabajar en el sector, como tampoco como
mejor o peor para el cliente, sino como dos formas distintas de
prestar servicios financieros aunque, a su vez, y en cierto modo,
parecidas.

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