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“La misión: Formar a los Santos

para transformar al mundo”


“Gracia y Paz sean a vosotros,
de Dios el Padre y de nuestro
Señor Jesucristo”. Gálatas 1:3

COMO OBTENER LA VIDA ETERNA


Mateo 19:16-22…
“Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida
eterna? 17 El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios.
Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 18 Le dijo: ¿Cuáles? Y
Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso
testimonio. 19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti
mismo.20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me
falta? 21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los
pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. 22 Oyendo el joven esta palabra,
se fue triste, porque tenía muchas posesiones.”

La frase “vida eterna” se usa más de cincuenta veces en las Escrituras. El centro de toda
predicación evangelística es hacer con que las personas entiendan que deben querer la
vida eterna. El joven del pasaje bíblico era un fuerte candidato para recibir la vida eterna,
entonces ¿Por qué no la recibió? Porque no estaba dispuesto a renunciar a todo.

El pasaje ilustra siete claves para alcanzar la vida eterna:


1) Hay que saber lo que se quiere.
Los vv. 20 y 22 nos dicen que era joven y rico. Lucas 18:18 nos informa que era un
hombre principal (gr.arche), un jefe de una sinagoga. Era influente, religioso y
destacado. Tenía todo lo que un hombre judío podía querer, sin embargo, no tenía paz ni
descanso para su alma. Había intranquilidad y ansiedad en su corazón. Reconocía que
había un vacío que solo Cristo podía satisfacer. Quería la vida eterna.

2) Hay que tener una necesidad profunda.


Hay urgencia en la pregunta del joven: el v. 16 dice “Maestro bueno, ¿Qué bien haré
para tener la vida eterna?.” Después de asegurarse de que había cumplido todos los
mandamientos que Jesús le dijo que debía de cumplir, el hombre dijo. “¿Qué más me
falta?” Hay ansiedad en la pregunta. Toda su vida había sido religiosa, evitaba pecar,
era una persona moral, vivía conforme las normas de su religión, era un líder ante los
ojos del pueblo, pero algo faltaba. Sabía que faltaba la vida eterna.

3) Hay que buscar diligentemente. (prontitud)


El v.16 dice que el joven vino a Jesús. Pero Marcos 10:17 dice que “vino uno corriendo”
lo que demuestra la urgencia de su necesidad. Él conocía la historia de Dios, pero no
conocía al Dios de la historia. Era un oidor pero no un hacedor de la verdad. Quería la
paz y el gozo que solo Cristo puede dar. Marcos 10:17 menciona que se arrodilló a los
pies del Señor. Hay algo más: el joven era egocéntrico. Vino hasta Jesús para satisfacer
la necesidad de su corazón, y eso no es malo, pero impuso sus propias condiciones para
hacerlo.

Pastores: Angelo y Nayma de Freitas


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“La misión: Formar a los Santos
para transformar al mundo”
“Gracia y Paz sean a vosotros,
de Dios el Padre y de nuestro
Señor Jesucristo”. Gálatas 1:3

4) Hay que ir a la fuente correcta.


Hay muchas personas que buscan la vida eterna, pero la buscan en el lugar equivocado.
Este hombre fue a la fuente correcta. Sin duda el hombre había oído hablar de las
enseñanzas de Jesús, porque le dijo “Maestro” (gr. didaskale). Él reconoce a Jesús
como un maestro de la verdad divina. También le dijo “bueno” (v.16) y hay dos
palabras en griego para “bueno”: kalos que significa una expresión externa, y agathos,
que hace referencia a una bondad interna, de cuño moral. Él reconoció a Jesús como una
persona moralmente buena, que podía enseñarle donde encontrar la vida eterna. Jamás
se imaginó que Jesús es la vida eterna.

5) Hay que hacer la pregunta correcta.


En el v.16 el hombre pregunta “¿qué bien haré para tener la vida eterna?”. Aquí la
pregunta no es en relación a obras para ganar la vida eterna, se refiere al hecho de que el
hombre quería saber que parte le tocaba a él hacer para ganar la vida eterna y lo quería
hacer bien. La verdad es sí hay algo que tenemos que hacer para tener acceso al regalo
de Dios: hay que creer en Cristo y entregarnos a Él. El hombre sabía que tenía que hacer
algo auténticamente bueno.

6) Hay que confesar su pecaminosidad.


La respuesta de Jesús es sorprendente: (v.17) “El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno?
Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los
mandamientos.” Lo que Jesús era “enseñas en la sinagoga ¿y no sabes lo que enseñas?”
El hombre enseñaba las leyes de Dios, pero no las vivía. Pensaba que ser bueno era
conocer lo que se dice de Dios, y no conocer a Dios. Jesús le menciona los cinco
últimos Mandamientos que se refieren a la relación hombre-hombre. Son los menos
imposibles de cumplir. Y añade “amarás a tu prójimo como a ti mismo” que está en
Levítico. La respuesta del joven fue “Todo esto lo he guardado desde mi juventud.”
Siendo fariseo, el joven fue enseñado a “amar a los que te aman y a odia a los que te
odian” y a veces nuestro prójimo es nuestro enemigo y hay que amarlo. El joven se
engañaba a sí mismo, pero no podía engañar a Jesús. El joven no entendía el carácter
interno de la ley de Dios, solo entendía las exigencias externas.

7) Hay que someterse al Señor.


En el v. 21 Jesús por fin lo confronta con su mentira: “Si quieres ser perfecto, anda,
vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.”
Nadie es perfecto estando aquí en la Tierra, pero este hombre pensaba que sí era
perfecto al cumplir la ley. Lo que Jesús le estaba preguntando era: “¿vas a obedecer a ti
o a mí?” Él sabía lo que era más importante para el hombre: su dinero, su posición y sus
posesiones. La salvación es cuando Cristo pasa a ser TODO para alguien.

¿Cuál fue la reacción del hombre? (v.22) “Oyendo el joven esta palabra, se fue triste,
porque tenía muchas posesiones.” ¿Por qué se fue triste? Había honestidad en su

Pastores: Angelo y Nayma de Freitas


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para transformar al mundo”
“Gracia y Paz sean a vosotros,
de Dios el Padre y de nuestro
Señor Jesucristo”. Gálatas 1:3

corazón. Realmente quería la vida eterna, sólo que no estaba dispuesto a pagar el precio.
No la quería bajo esas condiciones, la quería bajo sus condiciones. En Lucas 19:1-6 hay
una historia parecida, pero con un final distinto: la historia de Zaqueo el jefe de los
publicanos que obedeció a Jesús y hasta fue un poco más allá: devolvió el 400% de todo
lo que había extorsionado a la gente.
El joven rico vino a buscar la vida eterna y se fue sin ella.

Pastores: Angelo y Nayma de Freitas


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