Activación de la corteza prefrontal en el trastorno limite de personalidad

La autolesión no suicida (NSSI), el comportamiento deliberado que resulta en

autoinfligirse daño a uno mismo, es común, particularmente entre las adolescentes, y
puede ser una forma de regulación de la emoción inadaptada.

La interferencia cognitiva, un tipo específico de procesamiento asociado con la

inhibición de las respuestas prepotentes a favor de las menos automáticas, se utiliza en
las estrategias de tratamiento para alejar los pensamientos y conductas de los pacientes
de las respuestas inadaptadas y reemplazarlas por otras más adaptativas.

Examinaron el procesamiento de la interferencia cognitiva utilizando la Tarea de

interferencia de múltiples fuentes (MSIT) en mujeres con comportamiento NSSI (n =
15) y mujeres control sanas (n = 15).

Los datos de resonancia magnética funcional (fMRI) se recolectaron al mismo tiempo.

Los resultados revelaron un rendimiento similar entre los grupos en el MSIT; sin
embargo, las mujeres con comportamiento NSSI exhibieron patrones alterados de
activación neuronal durante el MSIT.

Específicamente, el grupo NSSI demostró un aumento de la corteza cingulada (CC) y

una disminución de la activación de la corteza prefrontal dorsolateral (DLPFC) en
comparación con el grupo de control.

Además, dentro del grupo NSSI, la activación de DLPFC se correlacionó inversamente

con la reactividad emocional y la impulsividad autoinformada, lo que sugiere que la
activación disminuida de DLPFC se asocia con un control emocional más pobre y un
aumento de la impulsividad.

Tomados en conjunto, estos resultados indican que las mujeres con comportamiento
NSSI utilizan diferentes áreas corticales durante el procesamiento de la interferencia
cognitiva, lo que puede tener implicaciones más amplias con respecto a la eficacia del
tratamiento de las terapias cognitivas.