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FACULTAD DE…

ESCUELA DE PSICOLOGÍA

ÁREAS Y FUNCIONES DEL CEREBRO

Autores:

Curso: Neurociencia I

Profesor:

Ciclo:

Chiclayo, Noviembre de 2017


ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ........................................................................................... 3
1. El Cerebro Humano......................................................................... 4
1.1. Definición................................................................................................ 4
1.2. Características........................................................................................ 4
1.3. Estructura ............................................................................................... 5
1.3.1. Los hemisferios cerebrales .............................................................. 5
a. Morfología externa .............................................................................. 5
b. Morfología interna ............................................................................... 5
1.3.2. Diencéfalo ....................................................................................... 6
a. El tálamo ............................................................................................. 6
b. El hipotálamo ...................................................................................... 7
1.4. Funciones ............................................................................................... 8
1.4.1. Áreas motoras ................................................................................. 8
1.4.2. Áreas sensoriales ............................................................................ 8
1.4.3. Áreas de asociación ........................................................................ 9
1.5. Función de integración del cerebro ......................................................... 9
1.5.1. Memoria .......................................................................................... 9
1.5.2. Sueño y vigilia ............................................................................... 10
2. Alteraciones en el cerebro humano ............................................ 12
2.1. Principales alteraciones, déficits o enfermedades ................................ 12
2.1.1. Epilepsia ........................................................................................ 12
2.1.2. Parálisis cerebral ........................................................................... 13
2.1.3. Alzheimer ...................................................................................... 13
2.1.4. Parkinson ...................................................................................... 14
2.1.5. Tumores Cerebrales ...................................................................... 15
2.1.6. Enfermedades y alteraciones genéticas ........................................ 15
2.1.7. Enfermedades y accidentes cerebrovasculares ............................. 15
2.1.8. Enfermedades cerebrales producidas por una infección................ 16
2.1.9. Traumatismos ................................................................................ 16
2.1.10. Malformaciones ............................................................................. 16
2.1.11. Enfermedades producidas por el consumo de sustancias ............. 17
2.2. Caso clínico sobre alteraciones en el cerebro....................................... 17
CONCLUSIONES ........................................................................................ 19
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ............................................................ 20
INTRODUCCIÓN

La medicina ha ido evolucionado a lo largo de los últimos años, lo cual ha sido


beneficioso para los pacientes con enfermedades de todo tipo, pero sobre todo estos
avances han sido de fundamental importancia para el estudio y para el entendimiento
del sistema nervioso. Ante ello, se elaboró el presente informe de investigación
tomando en cuenta el tema de las áreas y funciones del cerebro, recopilando
información entendible sobre este importante y vital órgano del cuerpo humano.

Los objetivos que orientaron el presente trabajo son: Describir los aspectos
generales del cerebro humano, identificar las principales funciones del cerebro
humano, identificar las principales alteraciones, déficits o enfermedades del cerebro
humano, y finalmente dar a conocer un caso clínico relacionado con las alteraciones
en el cerebro humano.

El informe de investigación está estructurado en dos capítulos, el primero de


ellos considera el tema del cerebro humano, abarcando puntos tales como su
definición, morfología, características y funciones; el segundo capítulo hace mención
a las alteraciones en el cerebro humano, abarcando puntos tales como a las
principales alteraciones, déficits o enfermedades del cerebro humano.

Metodológicamente la investigación es de tipo descriptivo – informativo.


Asimismo se hizo uso de fuentes bibliográficas físicas y virtuales confiables que tratan
sobre el tema objeto de investigación.

En el informe de investigación se concluye que: El cerebro es considerado


como el órgano motor del cuerpo, porque lo rige en todas sus acciones tanto
voluntarias como involuntarias. Asimismo, está conformado por dos hemisferios
(derecho e izquierdo) y el diencéfalo. Este último conformado por el tálamo y el
hipotálamo.

Asimismo, el cerebro comprende un sistema donde intervienen diversos


elementos dando origen a una gran variedad de funciones, dichas funciones están
relacionadas con las áreas motoras, áreas sensoriales y áreas de asociación.
Asimismo, el cerebro tiene una función de integración que incluye actividades
cerebrales como la memoria, el sueño y la vigilia, así como las respuestas
emocionales.

Sin embargo, cuando ocurre un desbalance a nivel cerebral se pueden


presentar alteraciones, déficits o enfermedades que ocasionan deterioro o pérdida
de alguna función básica, interfiriendo en la vida normal del individuo. Asimismo, cabe
mencionar que un daño en el cerebro es en la mayoría de los casos irreversible ya
que este dificulta la motricidad fina y la debilidad muscular.
1. El Cerebro Humano

1.1. Definición

Según el Instituto de Ciencias y Humanidades (2002), el cerebro es la parte


más voluminosa del sistema nervioso, que se encuentra localizado en la cavidad
craneal ocupando tanto la base, como la bóveda craneal.

Visto desde arriba tiene forma ovoide. Mide 17x14x13 cm y pesa entre 1,000 y
1,200 gr. Se divide en dos partes: hemisferios cerebrales y diencéfalo.

Según Pimienta (2004), el cerebro es el órgano considerado por algunos como


el motor del cuerpo, porque lo rige en todas sus acciones, tanto voluntarias como
involuntarias, de orden fisiológico y emocional, enviando diversas señales que
indican acciones o emociones de acuerdo con los requerimientos del cuerpo.

1.2. Características

Según Suárez (2008), entre las características del cerebro se mencionan:

- El cerebro se compone aproximadamente de un 75% de agua.

- El 60% del peso seco del cerebro está constituido por lípidos.

- Controla el comportamiento y el movimiento

- Procesa información sensorial

- Puede llegar a controlar funciones homeostáticas como la presión


arterial, los latidos del corazón y la temperatura del cuerpo.

- El cerebro posee alrededor de 100 mil millones de neuronas.

- El cerebro se encarga de múltiples tareas y quienes hacen posible esto


son los neurotransmisores que contiene. Estos neurotransmisores son
sustancias químicas que liberan las neuronas.

- El cerebro de un ser adulto genera células nuevas (neuronas). Estas


células se forman en el hipocampo. Este proceso se lleva a cabo con
normalidad siempre y cuando el cerebro no haya sufrido alguna lesión
o enfermedad que lo afecte.

- Frente a la experiencia del sujeto, las neuronas modifican su


organización de tal modo que se adatan a la experiencia vivida y forman
así nuevas redes. La Neuroplasticidad hace referencia a la capacidad
de cambio o adaptación que posee las neuronas del cerebro.

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1.3. Estructura

Según el Instituto de Ciencias y Humanidades (2002), el cerebro se divide en:


Hemisferios cerebrales y el diencéfalo.

1.3.1. Los hemisferios cerebrales

Son dos masas simétricas separadas entre sí por la cisura interhemisférica.


Ambos hemisferios están unidos por un puente de sustancia blanca denominado
cuerpo calloso.

Entre los hemisferios se encuentra un repliegue de la duramadre craneal


llamada hoz del cerebro, en cuyo interior se localizan los senos sagitales superior e
inferior.

a. Morfología externa

Cada hemisferio cerebral posee un polo anterior o frontal y un polo posterior u


occipital. La superficie de cada hemisferio presenta depresiones profundas llamadas
cisuras; la cual divide cada hemisferio en lóbulos. Cada lóbulo a su vez, presenta
unos surcos superficiales, los cuales lo dividen a cada lóbulo en circunvoluciones o
giros.

Cada hemisferio posee tres caras: la cara externa es convexa y presenta la


cisura central o de Rolando, la cisura lateral o se Silvio y la cisura perpendicular
externa; las cuales determinan la presencia de cuatro lóbulos (frontal, parietal,
temporal y occipital).

Al fondo de la cisura de Silvio se localiza un quinto lóbulo denominado lóbulo


de la ínsula. La cara interna es de forma plana y se localiza alrededor del cuerpo
calloso. Se relaciona con la hoz del cerebro. Presenta las cisuras calloso-marginal,
perpendicular interna y calcarina, los cuales dividen a esta cara en lóbulos y
circunvoluciones. La cara inferior es irregular y se relaciona con la base del cráneo.
Presenta a la porción inicial de la cisura de Silvio, la cual lo divide en dos lóbulos:
anterior (orbitario) y posterior (temporo-occipital).

b. Morfología interna

Sustancia gris. Está formada por la corteza cerebral y los núcleos basales. La
corteza cerebral es una capa de 1,5 a 4 mm de espesor, sumamente plegada con el
fin de aumentar su superficie. Se encuentra recubriendo la superficie de ambos
hemisferios cerebrales. Consta de seis capas histológicas, las cuales se distinguen
entre sí por la forma de sus células nerviosas que, de afuera hacia adentro, son las
siguientes: capa molecular o plexiforme, granulosa externa, piramidal externa,
granulosa interna, piramidal interna y la capa fusiforme.

En la zona motora de la corteza, la capa piramidal interna presenta células


piramidales gigantes o células de Betz, cuyos axones forman parte de los fascículos
cortico-espinales. En la corteza, los somas neuronales predominan y proporcionan a
esta capa externa del cerebro una apariencia gris. Estas neuronas reciben
información sensorial, la procesan, almacenan parte de ella en la memoria para su
uso posterior y dirigen los movimientos voluntarios.

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Los núcleos basales son núcleos son núcleos grises que se localizan en la
parte central de cada hemisferio cerebral. Está constituido por el núcleo caudado,
núcleo lenticular (formado por el putamen y el globo pálido), antemuro o claustrum y
núcleos amigdalinos. El núcleo lenticular y el núcleo caudado forman el cuerpo
estriado. Existen otras estructuras que suelen considerarse parte de los núcleos
basales, tales como, la sustancia negra, los núcleos subtalámicos y los núcleos rojos.

El núcleo caudado y el putamen controlan los movimientos subconscientes más


importantes de los músculos esqueléticos, como el balanceo de los brazos al
caminar. Dichos movimientos gruesos también se controlan conscientemente por la
corteza cerebral. El globo pálido se encarga de regular el tono muscular que se
requiere para los movimientos corporales específicos.

La sustancia negra está conformada por un par de grandes núcleos localizados


en el mesencéfalo y cuyos axones terminan en el núcleo caudado y en el putamen.
Los núcleos subtalámicos se ubican junto a la cápsula interna y sus principales
conexiones lo hacen con el globo pálido.

Sustancia blanca. Está constituida por tres tipos de fibras nerviosas: las fibras
de asociación, conecta dos zonas de la corteza cerebral de un mismo hemisferio
cerebral. Las fibras comisurales conectan la corteza cerebral de un hemisferio
cerebral con el otro hemisferio; los más importantes son el cuerpo calloso, la
comisura anterior y la comisura posterior. Las fibras de proyección conectan el
encéfalo con otras regiones del sistema nervioso central, constituyendo las vías
ascendentes o descendentes. El tracto más importante es el haz piramidal, que pasa
por la cápsula interna y que contiene fibras motoras que van de la corteza cerebral a
niveles inferiores del sistema nervioso central.

Ventrículos laterales. Son dos cavidades localizadas en el interior de cada


hemisferio cerebral, cuyas paredes internas están tapizadas por epitelio ependimario,
el cual forma parte de los plexos coroideos, que a su vez elaboran el líquido céfalo
raquídeo. Los ventrículos laterales se comunican con el III ventrículo a través del
agujero de Monro.

1.3.2. Diencéfalo

Está localizado en la parte inferior y central del cerebro y está formado


principalmente por el tálamo e hipotálamo.

a. El tálamo

Se localiza arriba del mesencéfalo y mide aproximadamente 3 cm de longitud.


Está constituido por dos masas ovales que, en su mayor parte, son de materia gris
organizada dentro de núcleos que forman las paredes laterales del III ventrículo. Con
frecuencia, las porciones derecha e izquierda del tálamo están unidas por un puente
de sustancias gris, llamado comisura gris.

Función. El tálamo es la principal estación de relevo para todos los impulsos


sensitivos que llegan a la corteza cerebral, desde la médula espinal, el tronco
encefálico, el cerebelo y otras partes del cerebro. El tálamo también funciona como
un centro de interpretación para algunos impulsos sensitivos, como dolor,
temperatura, tacto ligero y presión. También se encarga de ciertas emociones y de
la memoria.

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b. El hipotálamo

Se localiza debajo del tálamo y forma el piso y las paredes inferiores del III
ventrículo. Pesa aproximadamente 4 gr y está formado por varios núcleos, los cuales
se distribuyen en cuatro regiones principales:

Región mamilar. Zona adyacente al mesencéfalo, que constituye la porción


más posterior del hipotálamo. Contiene a los cuerpos mamilares y al núcleo
hipotalámico posterior. Los cuerpos mamilares sirven de estaciones de transmisión
para los reflejos relacionados con el sentido del olfato.

Región tubérica. Ubicada en la zona media, es la porción más amplia del


hipotálamo y contiene a los núcleos dorsomedial, ventromedial y arqueado. En su
parte anterior se encuentra la eminencia media, donde se localizan las neuronas que
sintetizan las hormonas reguladoras hipotalámicas, las que son liberadas hacia las
redes capilares de la eminencia media para regular las secreciones hormonales de
la adenohipófisis.

Región supraóptica. Se localiza por encima del quiasma óptico. Contiene a


los núcleos paraventricular, supraóptico, hipotalámico anterior supraquiasmático.

Las fibras nerviosas de los núcleos supraóptico y paraventricular transportan


las hormonas antidiurética y oxitocina sintetizadas en estos núcleos, hacia la
neurohipófisis, en donde son almacenadas para su posterior liberación.

Región preóptica. Es anterior a la región supraóptica y contiene a los núcleos


preóptico, periventricular, preóptico interno y preóptico externo. Se encarga de
regular actividades autónomas.

Funciones del hipotálamo

Controla e integra al sistema nervioso autónomo o vegetativo, el cual regula la


contracción del músculo liso, del músculo cardíaco y la secreción de muchas
glándulas. Es así, que a través del sistema nervioso vegetativo, el hipotálamo es el
principal regulador de actividades viscerales tales como, la frecuencia cardíaca,
frecuencia respiratoria, movimiento de los alimentos a lo largo del tubo digestivo, etc.

Regulación de la función de la adenohipófisis. El hipotálamo ejerce una


influencia directa en las secreciones de la adenohipófisis, liberando o inhibiendo la
secreción hormonal.

Regula la ingesta de alimentos. La región hipotalámica, encargada de la


regulación del apetito, depende principalmente de la interacción de dos áreas: una
localizada en el núcleo lateral, llamada centro de hambre y otra centro de la saciedad,
medial, ubicada en el núcleo ventromedial.

Contiene al centro de la sed. Si estas células del hipotálamo se estimulan


cuando el volumen de líquido extracelular se reduce, las células estimuladas
provocan la sensación de sed.

Regulación de la temperatura corporal. El hipotálamo actúa como un


termostato. La regulación de la temperatura corporal depende del equilibrio entre la
producción y la pérdida de calor. Así, la producción del calor depende de la actividad

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metabólica y el ejercicio, por ello, el aumento o la disminución de los mismos,
implicará un aumento o disminución de la producción de calor.

El hipotálamo también está implicado en las reacciones emocionales. Tales


como las manifestaciones de furia, temor, conducta sexual, aversión y placer.

1.4. Funciones

Según el Instituto de Ciencias y Humanidades (2002), la corteza cerebral, de


acuerdo al tipo de señal que procese, se divide en áreas motoras, sensitivas y de
asociación.

1.4.1. Áreas motoras

Área motora primaria.

Se localiza en la circunvolución pre-rolándica del lóbulo frontal. Está formada


por regiones que controlan músculos o grupos de músculos específicos.

Si se estimula eléctricamente cualquier punto del área motora primaria, se


desencadenará la contracción de determinadas fibras musculares esqueléticas en el
lado opuesto del cuerpo. Todos los músculos están representados por una superficie
que es proporcional a la precisión o exactitud de los movimientos que pueden realizar
cada uno.

Área pre-motora.

Es anterior al área motora primaria. Genera impulsos nerviosos los cuales


provocan que un grupo específico de músculos se contraigan con una secuencia
específica. Se acepta que en esta área se almacenan patrones aprendidos de
comportamiento motor, que pueden ser activados según sea necesario.

1.4.2. Áreas sensoriales

Área somatosensorial.

Es el área sensitiva general que se localiza en la circunvolución posrolándica


del lóbulo parietal. Recibe los impulsos nerviosos de los receptores sensoriales
somáticos del tacto, la propiocepción, el dolor y la temperatura. Su principal función
es localizar con exactitud los puntos del cuerpo donde se originan las sensaciones.

Área visual primaria.

Se localiza en la superficie interna del lóbulo occipital. Se encarga de recibir


impulsos sensitivos desde los ojos e interpreta forma, color y movimiento.

Área auditiva primaria.

Se localiza en la parte superior del lóbulo temporal, cerca de la cisura de Silvio.


Interpreta las características básicas del sonido, como tono y ritmo.

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Área gustativa primaria.

Se localiza en la base de la circunvolución posrolándica. Interpreta sensaciones


relacionadas con el gusto.

Área olfatoria primaria.

Se ubica en el lóbulo temporal. Se encarga de interpretar sensaciones


relacionadas con el olfato.

1.4.3. Áreas de asociación

Están formadas por vías de asociación que conectan áreas sensitivas con
áreas motoras. Se encuentran relacionadas con los procesos psíquicos superiores,
las capacidades, la conciencia y la personalidad. Las siguientes áreas son las más
importantes:

Área de Broca.

Se localiza en el lóbulo frontal justo por arriba de la cisura de Silvio. Es el área


motora del lenguaje. Se relaciona con la capacidad para expresarse ya sea hablando
o escribiendo. Su destrucción provoca afasia motora, que viene a ser la pérdida de
la capacidad para articular las palabras; los músculos se pueden contraer, pero no
se articulan palabras. Esta área trabaja en estrecha asociación con el área de
Wernicke de la corteza de asociación temporal.

Área de Wernicke.

Está situada por detrás de la corteza auditiva primaria, en la parte posterior de


la circunvolución superior del lóbulo temporal. Es el área sensitiva del lenguaje
hablado. Se relaciona con la capacidad para entender el lenguaje hablado y escrito.
Su destrucción provoca afasia sensorial, que es la incapacidad de comprender el
lenguaje.

Área prefrontal.

Es anterior a las áreas motoras, se relaciona con funciones intelectuales,


emocionales y sociales. Es importante en la concentración y formulación de juicios,
en la planificación e intencionalidad. Se relaciona también con la memoria remota.
En esta zona el dolor adquiere importancia emocional, permite a la persona
permanecer pendiente y alerta ante las noxas que le aquejen.

1.5. Función de integración del cerebro

Según Brailovsky (2009), las funciones de integración incluyen actividades


cerebrales como la memoria, el sueño y la vigilia, así como las respuestas
emocionales.

1.5.1. Memoria

Es la capacidad de almacenar, evocar, reconocer y localizar hechos y


procedimientos. Para que una experiencia entre a formar parte de la memoria se
producirá un cambio en el encéfalo, que representa la experiencia. Las zonas del
encéfalo que están asociadas con la memoria son la corteza de asociación de los

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lóbulos frontal, occipital y temporal; además de algunas zonas del sistema límbico
(hipocampo y núcleo amigdalino) y del diencéfalo.

Una de las características fundamentales del ser humano es la capacidad de


incorporar, de forma continua en la memoria los hechos aprendidos; pero el cerebro
hace una selección de aquello que es conveniente almacenar y lo que se debe
eliminar, mediante estructuras nerviosas que actúan facilitando la transmisión en la
sinapsis (sensibilización) o deprimiéndola (habituación) mediante cambios en la
liberación de neurotransmisores.

Tipos de memoria

Memoria sensorial. Es aquella información sin procesamiento y que proviene


de los sentidos. Se almacena por un lapso brevísimo, incluso menor a un segundo.

Memoria a corto plazo. Se caracteriza por que la información que se retiene,


generalmente no sobrepasa el minuto y el dato almacenado sirve para utilizarlo solo
en un determinado momento. Además, decae rápidamente y es de capacidad
reducida.

Memoria a largo plazo. Es aquella en donde la información obtenida dura más


tiempo, por lo que puede perdurar minutos, horas, días, meses, años o toda la vida;
ello sucede porque el material almacenado en la memoria a corto plazo es
significativo o la información ha sido procesada y repasada.

1.5.2. Sueño y vigilia

El ser humano duerme y vela a través de un ciclo constante de 24 horas,


llamado ritmo circadiano. El sueño es una función periódica con reducción normal de
la actividad del organismo y pérdida de la conciencia.

La causa del sueño es aparentemente la fatiga. Cuando el sistema reticular


activador ascendente (SARA) se estimula, son muchos los impulsos nerviosos que
ascienden hacia el tálamo y que se dispersan hacia amplias zonas de la corteza
cerebral. El efecto es un aumento generalizado de la actividad cortical.

El despertar de un sueño profundo también implica un aumento de la actividad


del SARA. Casi cualquier tipo de impulso sensitivo aferente puede activar el SARA.
Cuando el SARA se activa, la corteza cerebral también se activa y la persona se
despierta.

El electroencefalograma (EEG) es el registro gráfico de la actividad eléctrica


cerebral obtenido en la superficie del cuero cabelludo. Presenta las siguientes
características:

Ritmo Alfa. Aparece una actividad eléctrica con una frecuencia de 8-13
Herzios. Se da en un individuo normal en estado de vigilia y con los ojos cerrados.

Ritmo Beta. > 13 Hz, con ojos abiertos y cuando el sistema nervioso está
activo.

Ritmo Teta. 4 – 7 Hz. Normalmente en niños o en adultos durante el sueño.


También aparece en muchos trastornos del encéfalo.

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Ritmo Delta. < 4 Hz. Ritmo lento generado sobre una lesión encefálica en un
adulto despierto, o durante el sueño profundo.

Fases del sueño

Fase I: adormecimiento o transición de vigilia a sueño. Se caracteriza por la


aparición de ondas teta.

Fase II: Sueño ligero.

Fase III: Sueño de profundidad media.

Fase IV: Sueño profundo.

Fase REM (Rapid eye movements)

Sueño de ondas lentas o no REM (Fase I, II, III, IV). La mayor parte del sueño
de cada noche es de esta variedad; este es el tipo de sueño profundo, de descanso,
que experimenta la persona durante la primera hora de sueño después de haberse
mantenido despierto durante muchas horas.

Este tipo de sueño es sumamente reparador y está asociado con un descenso


de la frecuencia cardíaca, presión arterial, frecuencia respiratoria, tono muscular y el
metabolismo basal.

Sueño REM (Rapid eye movements). En una noche de sueño normal suelen
aparecer períodos de sueño REM que duran entre 5 y 30 minutos. Se suelen asociar
con el soñar. Asimismo, es más difícil que la persona despierte mediante estímulos
sensoriales y, a pesar de ello, las personas normalmente se despiertan por las
mañanas durante un episodio de sueño REM y no de sueño de ondas lentas.

En esta fase del sueño también se observa que el tono muscular está
sumamente deprimido, el ritmo cardíaco y respiratorio son irregulares, hay aparición
a veces de contracciones de la musculatura facial y movimientos rápidos de los
globos oculares.

El cerebro está muy activo durante el sueño REM, y el metabolismo cerebral


global puede estar aumentado hasta en un 20%. Asimismo, el electroencefalograma
muestra ondas cerebrales semejantes al que aparece durante la vigilia, por lo que se
denomina sueño paradójico.

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2. Alteraciones en el cerebro humano

2.1. Principales alteraciones, déficits o enfermedades

Cuando el cerebro está sano, funciona de forma rápida y automática. Sin


embargo, cuando ocurren problemas, los resultados pueden ser devastadores. A
continuación se describirán algunas alteraciones que se producen en el cerebro.

2.1.1. Epilepsia

Según la Organización Mundial de la Salud (2017). La epilepsia es una


enfermedad cerebral crónica que afecta a personas de todo el mundo y se caracteriza
por convulsiones recurrentes. Estas convulsiones son episodios breves de
movimientos involuntarios que pueden afectar a una parte del cuerpo (convulsiones
parciales) o a su totalidad (convulsiones generalizadas) y a veces se acompañan de
pérdida de la consciencia y del control de los esfínteres.

Los episodios de convulsiones se deben a descargas eléctricas excesivas de


grupos de células cerebrales. Las descargas pueden producirse en diferentes partes
del cerebro.

Las convulsiones pueden ir desde episodios muy breves de ausencia o de


contracciones musculares hasta convulsiones prolongadas y graves. Su frecuencia
también puede variar desde menos de una al año hasta varias al día.

Una sola convulsión no significa epilepsia (hasta un 10% de la población


mundial sufre una convulsión a lo largo de su vida). La epilepsia se define por dos o
más convulsiones no provocadas.

Es uno de los trastornos reconocidos más antiguos del mundo, sobre el cual
existen registros escritos que se remontan al 4000 a. C. Durante siglos, el temor, la
incomprensión, la discriminación y estigmatización social han rodeado a esta
enfermedad. Esta estigmatización persiste hoy en día en muchos países del mundo
y puede influir en la calidad de vida de las personas con epilepsia y sus familias.

Las características de los ataques son variables y dependen de la zona del


cerebro en la que empieza el trastorno, así como de su propagación. Pueden
producirse síntomas transitorios, como ausencias o pérdidas de conocimiento, y
trastornos del movimiento, de los sentidos (en particular la visión, la audición y el
gusto), del humor o de otras funciones cognitivas.

Las personas con convulsiones tienden a padecer más problemas físicos (tales
como fracturas y hematomas derivados de traumatismos relacionados con las
convulsiones) y mayores tasas de trastornos psicosociales, incluidas la ansiedad y la
depresión.

Del mismo modo, el riesgo de muerte prematura en las personas epilépticas en


tres veces mayor que el de la población general, y las tasas más altas se registran
en los países de ingresos bajos y medianos y en las zonas rurales más que en las
urbanas.

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2.1.2. Parálisis cerebral

Según Nelson (2012). La parálisis cerebral es un trastorno del movimiento y la


coordinación musculares. Afecta la parte del cerebro que controla el movimiento
corporal. Las personas con parálisis cerebral pueden tener otros problemas, como
convulsiones, capacidad limitada para aprender y problemas de audición, vista y
cognición.

Si bien no existe una cura para la parálisis cerebral, el diagnóstico y el


tratamiento precoces pueden mejorar ampliamente la calidad de vida. Los tipos de
parálisis cerebral son los siguientes:

Espástica: Es el tipo de parálisis cerebral más común; se exageran los reflejos


y el movimiento muscular es rígido.

Discinética: La parálisis cerebral discinética se divide en dos categorías. La


parálisis cerebral atetoide, que se caracteriza por movimientos de contorsión lentos
e involuntarios; y la parálisis cerebral distónica, en la que se ven más afectados los
músculos del tronco que los de las extremidades, lo que ocasiona una postura
torcida.

Atáxica: los movimientos musculares voluntarios no se pueden coordinar


correctamente.

Hipotónica: la tonicidad muscular disminuye o los músculos se tornan flácidos.

Mixta: combinaciones de los síntomas que se describen arriba.

2.1.3. Alzheimer

La OMS (2012) define la enfermedad de Alzheimer como una dolencia


degenerativa cerebral primaria, de etiología desconocida, que presenta síntomas
neuropatológicos y neuroquímicos característicos. El trastorno se inicia,
generalmente, de forma insidiosa y lenta y evoluciona progresivamente durante un
período de años. La evolución acostumbra a ser larga (entre ocho y diez años),
aunque a veces es de dos o tres años.

La enfermedad de Alzheimer o demencia tipo Alzheimer, es un trastorno


encefálico de deterioro crónico y progresivo que se acompaña de efectos profundos
en la capacidad de recordar, aprender y razonar. Podemos decir que en uno de los
trastornos más temidos de nuestra época debido a las consecuencias de gran
deterioro que produce en la persona afectada.

Los principales síntomas que aparecen son la pérdida progresiva de


habilidades y funcionamiento mental, la pérdida de memoria, confusión y
alucinaciones. El comienzo del mal puede ser lento, los familiares más allegados
suelen advertir que el individuo tiene algún olvido en sus quehaceres diarios.

Posteriormente y de forma gradual, se deterioran las funciones cognoscitivas


superiores, con pérdida de capacidad de leer, escribir, calcular e incluso comunicarse
normalmente. Los cambios de personalidad también pueden ser notables.

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En las fases terminales surgen trastornos de las funciones motoras, como la
marcha y acaban no pudiendo moverse. Son enfermos que físicamente no tienen por
qué estar enfermos, por lo que su esperanza de vida puede ser larga.

2.1.4. Parkinson

Según la Organización Mundial de la Salud (2016), es una enfermedad


degenerativa producida por la muerte de neuronas de la sustancia negra, que
producen dopamina. La dopamina es un neurotransmisor importante en el circuito de
los ganglios basales, cuya función primordial es el correcto control de los
movimientos.

Cuando hay una marcada reducción del nivel de dopamina, se altera la


información en el circuito de los ganglios basales y esto se traduce en temblor,
rigidez, lentitud de movimientos e inestabilidad postural, entre otros síntomas.

El párkinson es una enfermedad crónica y afecta de diferente manera a cada


persona que la padece. La evolución puede ser muy lenta en algunos pacientes y en
otros puede evolucionar más rápidamente. No es una enfermedad fatal, lo que
significa que el afectado no va a fallecer a causa del párkinson.

A pesar de todos los avances de la neurología, hoy en día se desconoce la


etiología o causa de la enfermedad de Parkinson, por lo que también se desconoce
cómo prevenirla. Afecta tanto a hombres como a mujeres, y más del 70 por ciento de
las personas diagnosticadas de párkinson supera los 65 años de edad. Sin embargo,
no es una enfermedad exclusivamente de personas de edad avanzada ya que el 30
por ciento de los diagnosticados es menor de 65 años.

Síntomas.

Temblores: Lentos y rítmicos. Predominan estando en reposo y disminuyen al


hacer un movimiento voluntario. No necesariamente los presentan todos los
pacientes.

Rigidez muscular: Resistencia a mover las extremidades, hipertonía muscular.

Bradicinesia: Lentitud de movimientos voluntarios y automáticos. Falta de


expresión de la cara. Escritura lenta y pequeña (micrografía). Torpeza manipulativa.

Anomalías posturales: Inclinación del tronco y la cabeza hacia delante. Codos


y rodillas están como encogidos.

Anomalías al andar: Marcha lenta, arrastrando los pies. A veces se dan pasos
rápidos y cortos (festinación), con dificultad para pararse. Episodios de bloqueo (los
pies parecen que están pegados al suelo).

Trastorno del equilibrio: Reflejos alterados, fáciles caídas.

Trastornos del sueño: insomnio para coger el primer sueño, sueño muy
fragmentado en la noche, despertarse muy temprano y no volver a dormirse,
pesadillas vívidas, gritos nocturnos, somnolencia diurna.

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2.1.5. Tumores Cerebrales

Según American Brain Tumor Association (2012), un tumor cerebral es una


masa de células innecesarias que crecen en el cerebro o en el conducto vertebral.
Hay dos tipos básicos de tumores cerebrales: tumores cerebrales primarios y tumores
cerebrales metastásicos. Los tumores cerebrales primarios comienzan en el cerebro
y tienden a permanecer en el mismo. Los tumores cerebrales metastásicos
comienzan como un cáncer en otra parte del organismo y se propagan hacia el
cerebro.

Los astrocitomas son tumores que se cree que surgen de los astrocitos, las
células que conforman el tejido “pegajoso” o conectivo del cerebro. El sistema de la
OMS gradúa a los astrocitomas en una escala de I a IV. Los tumores de grado I
incluyen astrocitomas pilocíticos, que generalmente son tumores localizados (de
crecimiento limitado) y que a menudo se curan mediante extirpación quirúrgica. Los
tumores de grado II a IV tienen crecientes grados de malignidad y si bien la cirugía
es beneficiosa, no es curativa para estos tumores.

Los astrocitomas de grado II tienen células de aspecto levemente inusual. Las


células de un astrocitoma de grado III y IV tienen un aspecto muy anormal. En esta
sección describiremos únicamente los más comunes de estos tumores, el
astrocitoma pilocítico y el astrocitoma anaplásico.

2.1.6. Enfermedades y alteraciones genéticas

Según la Organización Mundial de la Salud (2012), algunos trastornos y


enfermedades cerebrales son causados por factores genéticos que alteran el
funcionamiento y morfología de este órgano. Determinadas mutaciones en algún gen
generan un funcionamiento anómalo del organismo, afectando en este caso al
cerebro de determinadas maneras. Este tipo de enfermedades del cerebro suelen
manifestarse en etapas tempranas del desarrollo sea durante el desarrollo fetal o
durante la infancia del individuo, si bien en algunos casos los síntomas pueden
aparecer en la edad adulta.

En este sentido podemos encontrar alteraciones como el síndrome de X frágil,


el síndrome de Down o alteraciones de la migración neuronal que pueden terminar
generando trastornos mentales importantes.

Otro trastorno genético lo encontramos en la corea de Huntington, enfermedad


genética y neurodegenerativa caracterizada por la presencia de movimientos no
voluntarios en forma de giros y torsiones y por cambios de personalidad y la
progresiva pérdida de funciones ejecutivas.

2.1.7. Enfermedades y accidentes cerebrovasculares

Según la Organización Mundial de la Salud (2016), la red de vasos sanguíneos


que irriga el cerebro y le aporta el oxígeno y los nutrientes necesarios para su
supervivencia es otro de los elementos que puede ser alterado por diferentes
enfermedades. Su mal funcionamiento puede provocar la muerte de áreas cerebrales
más o menos grandes según el tipo de vasos afectados y su localización, sea por
anoxia o por asfixia producida por derrames.

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Si bien no son propiamente enfermedades sino más bien el resultado de éstas,
los accidentes cerebrovasculares son de hecho una de las causas de muerte más
comunes, estemos hablando de un ictus o un derrame cerebral.

Trastornos como las angiopatías, la presencia de aneurismas o incluso


alteraciones metabólicas como la diabetes pueden provocar el debilitamiento o la
excesiva rigidez de los vasos, que pueden romperse o taponarse.

2.1.8. Enfermedades cerebrales producidas por una infección

Según American Brain Tumor Association (2012), la presencia de infecciones


en el cerebro pueden causar que este deje de funcionar correctamente debido a que
se inflame y se vea comprimido contra el cráneo, deje de recibir las sustancias que
precisa para sobrevivir, que aumente la presión intracraneal o bien que se vea
afectado por sustancias nocivas que alteren su funcionamiento o produzcan muerte
neuronal.

Uno de los trastornos más conocidos es la encefalitis o inflamación del


encéfalo, en la que éste se inflama y se producen síntomas como fiebre, irritabilidad,
malestar, cansancio, debilidad, convulsiones o incluso la muerte. Otro problema
semejante es la meningitis o inflamación de las meninges que rodean al encéfalo.

Al margen de ello, algunos virus, como el de la rabia, o la invasión de algunos


parásitos también pueden generar enfermedades severas. Otras infecciones que
pueden alterar el funcionamiento del cerebro son la infección por sífilis o por VIH.

Existen también enfermedades como la de Creutzfeldt-Jakob o enfermedad por


priones, que surge por una infección causada por priones o proteínas sin ácido
nucleico y que provocan demencia.

2.1.9. Traumatismos

Según la Organización Mundial de la Salud (2016), si bien los traumatismos


craneoencefálicos no son una enfermedad cerebral en sí, pueden causarla con
extrema facilidad tanto por las consecuencias del golpe en cuestión como por el
contragolpe de la parte opuesta del cerebro al rebotar contra el cráneo.

Se pueden generar derrames cerebrales con gran facilidad, así como


infecciones y otros tipos de daños. Por ejemplo, pueden romperse las conexiones
nerviosas del cuerpo calloso entre los dos hemisferios cerebrales, o producirse daños
cerebrales difusos. También se puede generar la hipersensibilización de algunos
grupos de neuronas y generar epilepsia.

2.1.10. Malformaciones

Según Suárez (2008), la presencia de malformaciones congénitas o adquiridas


en el cerebro o en el cráneo puede suponer alteraciones severas del funcionamiento
cerebral, especialmente cuando se dan durante la etapa de crecimiento al dificultar
el desarrollo normativo del encéfalo.

Algunos ejemplos que destacan dentro de este tipo de enfermedades del


cerebro son la hidrocefalia, la anencefalia, la microcefalia o la enfermedad de
Crouzon.

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2.1.11. Enfermedades producidas por el consumo de sustancias

Según American Brain Tumor Association (2012), otras enfermedades del


cerebro pueden provenir del consumo abusivo o de la abstinencia de ciertas
sustancias, las cuales alteran el funcionamiento habitual del cerebro o destruyen
neuronas de determinadas partes del organismo. Es lo que ocurre por ejemplo con
el alcohol o determinadas drogas como la cocaína o la heroína.

Por ejemplo. Podemos observar trastornos como el delirium tremens o el


síndrome de Wernicke-Korsakoff (la cual empieza en primer lugar por una
encefalopatía en la que el sujeto tiene alteraciones de conciencia, alucinaciones,
temblores para a continuación pasar al síndrome de Korsakoff en la que el paciente
presenta amnesia retrógrada y anterógrada entre otras alteraciones cognitivas).

Al margen del consumo y la adicción a estas sustancias, también podemos


encontrar otros tipos de trastornos como los producidos por intoxicaciones
alimentarias o el envenenamiento por plomo.

2.2. Caso clínico sobre alteraciones en el cerebro

Según Lira, Custodio, Montesinos y Torres (2009), hacen mención al siguiente


caso clínico:

Calcificaciones cerebrales extensas y corea, en hipoparatiroidismo


probablemente posquirúrgico

Alrededor de 20 a 30% de pacientes con calcificaciones de ganglios basales


presentan síntomas extrapiramidales, siendo los más frecuentes el parkinsonismo y
la coreoatetosis, como en el caso que a continuación se describirá, que presentó
movimientos coreicos progresivos.

Las calcificaciones intracerebrales pueden desencadenar, además de


síntomas extrapiramidales, crisis convulsivas y trastornos neuropsiquiátricos, que
muchas veces no son informados por los familiares, así como otras manifestaciones
neurológicas menores, como deterioro cognitivo, trastornos en el control de
esfínteres, alteraciones sensoriales, dolor y signos tiroides; así como realizar una
tomografía cerebral (TC) para descartar calcificaciones intracerebrales secundarias.

Caso Clínico

Presentamos el caso de una paciente mujer de 48 años de edad, con grado de


instrucción superior, secretaria, antecedente de tiroidectomía radical por bocio hacía
27 años, en tratamiento con levotiroxina 175 mcg/día; acudió a la consulta externa
de neurología refiriendo un tiempo de enfermedad de 2 años, caracterizado por
movimientos involuntarios tipo coreicos y en algunas oportunidades balísticos, que
se incrementaban de manera progresiva.

Se iniciaron en miembro superior derecho y posteriormente comprometieron


miembro inferior derecho, produciendo trastorno de la marcha; de manera ocasional,
se asociaban a movimientos coreicos de la cabeza; dichos movimientos involuntarios
cesaban durante el sueño.

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Al examen clínico la paciente estaba despierta, lúcida, orientada; el examen de
pares craneales fue normal. Había hipotonía de hemicuerpo derecho, movimientos
serpenteantes de miembro superior derecho, fuerza muscular normal, reflejos
osteotendinosos simétricos y normales, Babinski ausente bilateral, signos de
Trousseau y Chvostek.

Fue catalogada como un síndrome coreico y se le realizó exámenes de


hemoglobina, ferritina, transferrina, electrolitos, glucosa, urea, creatinina, dosaje de
vitamina B12 y ácido fólico, con resultados normales. Presentaba niveles séricos de
calcio de 4,5 mg/dL (8,0 a 10,5 mg/dL), fósforo 7,7 mg/dL (2,4 a 4,1 mg/dL), T3 135
ng/dL (80 a 200 ng/dL), T4 12,15 ug/dL (4,2 a 12,0 ug/dL), TSH 2,18 mU/L (0,4 a 4,0
mU/L), PTH intacta 2,2 pg/mL (10 a 65 pg/mL), calcio en orina 24 h 219 ug/24 h (0,1
a 0,7g/24 h); la concentración en sangre de paratohormona fue baja en relación al
nivel de calcio.

La tomografía cerebral mostraba calcificaciones de ganglios basales y


hemisferios cerebelosos, en forma bilateral, sin captación de contraste; en la
resonancia magnética nuclear (RMN) cerebral se veía calcificaciones en ganglios
basales y cerebelo en forma bilateral.

El diagnóstico fue calcificaciones intracerebrales bilaterales secundarias a


hipoparatiroidismo, probablemente posquirúrgico. Recibió tratamiento con citrato de
calcio, en tabletas de 1 500 mg (equivalente a 315 mg de Ca elemental), 2 tabletas
cada 12 horas; calcitriol en tabletas de 0,25 mcg/ día, 1 tableta por día como dosis
inicial, llegando a 0,75 mcg/día; y risperidona 2 mg en la mañana y 1 mg en la noche
vía oral, con desaparición progresiva de los movimientos coreicos; la risperidona fue
disminuida a 1 mg cada 12 horas a los 3 meses, 1 mg por la noche a los 6 meses y
0,5 mg por la noche hasta el año de tratamiento, en que fue suspendida en forma
definitiva, no llegando a presentar recurrencia de los síntomas.

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CONCLUSIONES

 El cerebro es considerado como el órgano motor del cuerpo, porque lo rige


en todas sus acciones tanto voluntarias como involuntarias. Asimismo, está
conformado por dos hemisferios (derecho e izquierdo) y el diencéfalo. Este
último conformado por el tálamo y el hipotálamo.

 El cerebro comprende un sistema donde intervienen diversos elementos


dando origen a una gran variedad de funciones, dichas funciones están
relacionadas con las áreas motoras, áreas sensoriales y áreas de asociación.
Asimismo, el cerebro tiene una función de integración que incluye actividades
cerebrales como la memoria, el sueño y la vigilia, así como las respuestas
emocionales.

 Cuando ocurre un desbalance a nivel cerebral se pueden presentar


alteraciones, déficits o enfermedades que ocasionan deterioro o pérdida de
alguna función básica, interfiriendo en la vida normal del individuo. Asimismo,
cabe mencionar que un daño en el cerebro es en la mayoría de los casos
irreversible ya que este dificulta la motricidad fina y la debilidad muscular.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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de http://www.abta.org/resources/spanish-language-publications/sobre-
tumores-cerebrales.pdf

Brailovsky, S. (2009). Las sustancias de los sueños. Fondo de Cultura Económica.


México.

Instituto de Ciencias y Humanidades (2002). Anatomía y fisiología humanas. Perú-


Lima: Lumbreras Editores.

Lira, D., Custodio, N., Montesinos, R. y Torres, H. (2009). Caso clínico.


Calcificaciones cerebrales extensas y corea, en hipoparatiroidismo
probablemente posquirúrgico. Recuperado de
http://www.scielo.org.pe/pdf/afm/v70n2/a07v70n2

Nelson, J. (2012). Parálisis cerebral. Recuperado de


https://es.healthline.com/health/paralisis-cerebral#Overview1

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Recuperado de http://www.who.int/features/galleries/dementia/es/

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Suárez, G. (2008). Procesador central: El cerebro. Recuperado de


http://viref.udea.edu.co/contenido/menu_alterno/apuntes/ac20-cerebro.pdf

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