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Guy Rocher (1985)

INTRODUCCIÓN A LA SOCIOLOGÍA GENERAL

[…]

La sociología de los conflictos: R. Dahrendorf

No es difícil buscar el origen de esa sociología de los conflictos en Marx y en Engels, aunque posteriormente haya hecho
importantes progresos. La intención de Ralph Dahrendorf no es otra que la de elaborar un modelo teórico con doble finalidad:
explicar la formación de los grupos de conflicto y dar cuenta de la acción con la que consiguen cambios de estructura en el
sistema social.

Cuatro contribuciones fundamentales de Marx

Según Dahredorf, cabe encontrar en la obra de Marx cuatro contribuciones fundamentales a la sociología de los conflictos. 1-
Marx ha puesto de relieve la permanencia de los conflictos en toda la sociedad. El conflicto, observa Dahrendorf, es siempre
inherente a la vida. 2- Marx ha comprendido que los conflictos sociales, por tratarse de conflictos de intereses, oponen
necesariamente a dos grupos, y sólo a dos grupos. Cualquiera sea el objeto inmediato de un conflicto social, las oposiciones entre
los dos grupos rivales se definen siempre con respecto al statu quo, entre la conservación y el cambio. 3- Marx ha comprendido
que el conflicto es el principal motor de la historia. El conflicto acarrea unos cambios, a corto o a largo plazo. En y por la
oposición entre grupos de intereses divergentes, se transforman las estructuras sociales. 4- Marx ha abierto el camino a la
investigación de los factores estructurales del cambio social. Cabe distinguir dos clases principales de factores de cambio: las
fuerzas exógenas, que operan desde fuera sobre el sistema social, y las fuerzas endógenas de cambio nacidas del propio sistema
social, fuerzas resultantes del funcionamiento y de la estructura misma del sistema.

Tres errores de Marx

Dahrendorf estima que Marx ha incurrido en ciertos errores de análisis. Tres errores fundamentales sobre todo reprocha al análisis
marxista.

Conflictos sociales y conflictos de clases

Marx ha reducido todos los conflictos sociales o al menos los conflictos sociales históricamente importantes, a conflictos de
clases. La lucha de clases no es más que uno de los conflictos de intereses que dividen a la sociedad. Todos los demás conflictos
que agitan a la sociedad no se reducen necesariamente a la lucha de clases.

Conflictos de clases y revoluciones

Marx ha creído que el conflicto de clases desemboca inexorablemente en la revolución. En realidad, es posible demostrar
empíricamente que la lucha de clases puede conocer otras salidas. Semejante interpretación de la historia omite todas las formas
de evolución sin revolución. Cierra los ojos a todos los cambios de estructura que pueden resultar del hecho mismo de la lucha de
clases.

Clases, conflictos de clases y propiedad

Reprocha a Marx haber situado el origen de las clases sociales y de los conflictos de clases en la propiedad de los medios de
producción. Sin duda, en la sociedad capitalista de comienzos del siglo XIX que Marx conoció, la propiedad y el control de los
medios de producción aparecían indisolublemente vinculados. La evolución ulterior del capitalismo ha demostrado, sin embargo,
su posibilidad de disociación. Así, pues, el control de los medios de producción, más que la propiedad de los mismos, es el factor
esencial y primordial del conflicto de clases.

Intención del modelo de Dahrendorf

Esta comprobación entraña, en opinión de Dahrendorf, importantes cambios de perspectiva. Impone la tarea de encontrar un
origen, que no sea la sola propiedad de los medios de producción, a los conflictos sociales y a la lucha de clases. Exige asimismo
una redefinición de la noción de clase social, que no es una realidad básica y esencialmente económica, puesto que está más
vinculada al poder que a la propiedad. Inspirándose en la doctrina marxista, Dahrendorf insiste en la necesidad de indagar las

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fuentes estructurales de los conflictos. En la estructura de la organización social, en su modo de funcionar, hay que buscar la
fuente permanente que provoca y nutre los conflictos.

La desigual distribución de la autoridad

En opinión de Dahrendorf, la principal fuente estructural de conflictos sociales no es la desigual distribución de la propiedad de
los medios de producción, sino más bien la desigual distribución de la autoridad entre las personas y entre los grupos. La
autoridad es “la probabilidad de que un orden poseedor de un cierto contenido específico obtenga la obediencia de un grupo dado
de personas”. Así definida, la autoridad se distingue del poder, denifido por Weber como “la probabilidad de que un actor
implicado en una relación social esté capacitado para conseguir lo que quiere contra toda resistencia que se le oponga”. El poder
se halla en relación con la persona. La autoridad, por el contrario, está vinculada al puesto ocupado o al rol desempeñado en una
organización social. La autoridad existe en toda colectividad humana. La organización social es teórica y prácticamente
inconcebible sin la autoridad y sin una distribución de la misma.

La distribución dicotómica de la autoridad

La autoridad, como la riqueza, está desigualmente distribuida. En la desigual distribución de los bienes, unos poseen más que
otros, pero incluso estos últimos poseen algo. En cambio, la distribución de la autoridad es tal que algunos la detentan, en tanto
que los demás se ven absolutamente privados de ella. El autor llama a esto distribución dicotómica de la autoridad.

Dicotomía de la autoridad y conflicto de intereses

La distribución dicotómica de la autoridad entraña una importante consecuencia: se produce un conflicto de intereses entre
quienes detentan la autoridad y quienes están sujetos a la misma. El conflicto de intereses es pues siempre una oposición de
intereses. La dicotomía de la autoridad entraña lógicamente la dualidad de oponentes. La persistencia del conflicto en la vida
social se explica pues por el origen estructural del mismo. La autoridad y la división de la autoridad son necesidades inherentes a
la estructura y al funcionamiento social, pero provocan incesantemente conflictos que afectan y modifican al sistema.

Cuasigrupo y grupo de interés

Los cuasigrupos son, en realidad, categorías sociales más que auténticos grupos: por ejemplo, los consumidores, los estudiantes,
etc. Dahrendorf denomina grupo de interés, al conjunto de personas que posee una cierta organización, un programa explícito de
acción, unos objetivos suficientemente definidos: tal es el caso de un sindicato, de un partido político, de un movimiento social. El
grupo de interés y no el cuasigrupo, es el auténtico agente activo en los conflictos de intereses.

Intereses latentes e intereses manifiestos

Pero, para que así sea, debe darse una condición: que los llamados por Dahrendorf intereses latentes se hagan intereses
manifiestos. Lo que distingue a ambas categorías de intereses es el hecho de que los intereses latentes orientan la conducta de los
actores sin que sean conscientes de ello, en tanto que los intereses manifiestos constituyen motivos conscientes en los que se
inspira la acción de los actores.

Pluralidad y superposición de los grupos y de los conflictos

Los actores sociales y los grupos pueden pertenecer a un grupo o a un cuasigrupo de dominación en un determinado contexto, y a
un grupo o cuasigrupo de dominación en otro contexto diferente. A esto llama Dahrendorf una situación de pluralismo de
oposiciones y de conflictos. A su vez, las mismas personas y los mismos grupos que ejercen una autoridad en una organización o
sector suelen gozar también de autoridad en otros sectores u organizaciones. Se produce entonces una superposición de los grupos
de interés.

Dos escalas

Para Dahrendorf el conflicto es el principal factor estructural de la historicidad de las sociedades. Las auténticas revoluciones son
raras en la historia. Ésta se inscribe más bien a base de cambios progresivos de estructura que no entrañan necesaria o
bruscamente la sustitución de las personas o grupos dominantes. Tales cambios deben ser explicados tanto como las revoluciones.
A este fin, Dahrendorf preconiza el análisis de los conflictos sociales de acuerdo con dos escalas: una escala de intensidad y una
escala de violencia. Ambas escalas son independientes la una de la otra.

La intensidad de los conflictos

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La intensidad de los conflictos decrece:
* En la medida en que los grupos de interés pueden organizarse.
* En la medida en que los conflictos existentes en el seno de diferentes asociaciones reducidas de la sociedad permanecen
disociados entre sí.
* En la medida en que los grupos de intereses enmarcados en las diferentes asociaciones reducidas de la sociedad no se
superponen los unos a los otros.
* En la medida en que la distribución de la autoridad no coincide con la distribución de las restantes ventajas económicas y
sociales.
* En la medida en que la estructura de las clases sociales es suficientemente abierta para permitir una cierta movilidad social
ascendente y descendente.

La violencia de los conflictos

La violencia de los conflictos decrece:


* En la medida en que los grupos de intereses puedan organizarse
* En la medida en que la privación total de las ventajas económicas y sociales evoluciona hacia una privación relativa.
* En la medida en que los conflictos son “efectivamente regularizados”, lo que supone que las partes reconocen lo que las separa,
aceptando por ambos lados la “seriedad” de la otra parte.

Cambio radical y cambio súbito

Dahrendorf añade otras dos proposiciones generales:


* Un cambio de estructura es tanto más radical cuanto mayor es la intensidad del conflicto;
* Un cambio de estructura es tanto más súbito cuanto mayor es la violencia del conflicto.

La contribución de Dahrendorf

La contribución de Dahrendorf al análisis del cambio social resultante de los conflictos es importante para la sociológica
contemporánea. Lo es por los elementos positivos. Pero las insuficiencias que contiene son asimismo aleccionadoras.

Una investigación teórica

Dahrendorf ha contribuido como nadie a la elaboración de una sociología de los conflictos sobre bases teóricas serias. Se ha
consagrado a la elaboración de un modelo teórico, lógico y empíricamente verificable, destinado a explicar, a la vez, el origen de
los conflictos sociales y su influencia histórica.

Complementariedad de las aproximaciones

Dahrendorf no ha propuesto su teoría de los conflictos como incompatible con cualquier otra. La sociedad es a un tiempo un
sistema integrado y un sistema en conflicto. Ambos aspectos de la realidad social pueden tener una fuente común. La autoridad
analizada por Dahrendorf es simultáneamente un factor de integración social y un factor de conflicto. Más aún: precisamente por
ser un factor de integración, la autoridad es un factor de conflicto. La teoría del conflicto no puede pues prescindir de una teoría
de la integración, y viceversa.

Análisis crítico de Marx

Dahrendorf ha formulado un análisis crítico muy consistente de la sociología de los conflictos de Marx. Su distinción entre la
propiedad de los medios de producción y su control es válida y útil. Su crítica a la manera demasiado “estática” con que Marx
concibió la oposición de las clases no adolece de fundamento. Su reproche a Marx por haber otorgado una importancia a las
revoluciones en el cambio social es fundado.

Algunas distinciones útiles

Sus proposiciones generales tocante a los factores que afectan a la intensidad y a la violencia de los conflictos deben ser
verificadas empíricamente. Otro tanto cabe decir de las proposiciones que vinculan el radicalismo del cambio a la intensidad de
los conflictos, y la subitaneidad del cambio a la violencia de los mismos.
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Una crítica: la dualidad de oponentes

¿Es exacto que la dicotomía de autoridad da necesariamente lugar a la dualidad de oponentes descrita por Dahrendorf? Se dan
situaciones en las que las personas y los grupos constituidos en autoridad preconizan e inician cambios rechazados por lo otros.
Tales fenómenos no encuentran explicación en el modelo de Dahrendorf. Las relaciones dominación-sujeción son más complejas
y más dialécticas de lo que supone Dahrendorf. Éste ha descrito tales relaciones en términos excesivamente estáticos.

Una discusión: conflicto de intereses y conflicto social

Dahrendorf reprocha a Marx haber considerado solamente un caso de conflicto social: la lucha de clases. Se puede formular esa
misma crítica a Dahrendorf y reprocharle el haber reducido todos los conflictos sociales a conflictos de autoridad. Su análisis de la
dicotomía de la autoridad como fuente estructural de conflictos es enteramente valido. El peligro estriba en interpretar todos los
conflictos en términos de conflictos de autoridad.

La noción de contradicciones estructurales

A este respecto, es necesario volver a la noción de contradicciones estructurales utilizada por Marx, pero sin ver en ellas el
resultado de las relaciones de producción tan sólo. Toda organización social incluye en efecto diversas contradicciones
estructurales, fuentes constantes de fricciones y conflictos.

La edad de los elementos del sistema social

En el sistema social, cada elemento tiene una edad. Hasta cabría decir que hay “generaciones” de instituciones, de costumbres, de
prácticas sociales. Lo antiguo y lo nuevo no pueden coexistir sin una contradicción mayor o menor, sin que se produzcan unas
fricciones, unas tensiones y unos conflictos.

La sociedad vivida en perspectiva

Cada subgrupo de una sociedad (profesión, estrato social, región geográfica) ve a la sociedad y vive en ella en perspectiva, es
decir, conforme a la perspectiva particular en que se halla situado como consecuencia del lugar que ocupa en la sociedad, de las
funciones que desempeña en ella, de las ventajas de que se beneficia, etc. He aquí una importante fuente de contradicciones y de
conflictos.

El ritmo desigual del cambio

Por lo demás, todo cambio social provoca a su vez nuevos conflictos. Una colectividad, pequeña o grande, conoce siempre un
ritmo desigual de cambio. Cada parte de la sociedad evoluciona de acuerdo con un ritmo particular y conforme a un proceso
propio. El avance del cambio origina una serie de fricciones que sirven para alimentar el cambio e influyen sobre su ritmo y
orientación. Todo cambio se opera así en y por una sucesión de conflictos.

Algunos agentes de contradicciones

Algunos grupos son, por su misma naturaleza, agentes más activos que otros de contradicciones y conflictos. Tal el papel, por
ejemplo, de ciertas elites.

Contradicciones y complejidad social

Cuanto más compleja es una sociedad y más rápidamente evoluciona, tanto más contiene contradicciones que el sistema no puede
integrar. Puede afirmarse también que cuanto más instruida es la población de una sociedad, tanto más sensible es a las
contradicciones estructurales y a las tensiones que de las mismas se derivan.

Conclusión

Los conflictos y las contradicciones constituyen un factor de cambio social, pero de un orden diferente al de los restantes factores
discutidos. Los conflictos nacen directamente de la acción social, forman parte de la acción social. Son el resultado del
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fundamento normal de todo sistema social. El conflicto constituye una de las vías necesarias por las que atraviesa la sociedad para
adaptarse incesantemente a nuevas situaciones y sobrevivir en el curso mismo de su propia evolución.

[Guy Rocher, Introducción a la sociología general, Herder, Barcelona, 1985, pp. 491-513.]

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