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Neurobiología de la Motivación

por María Luisa | Feb 7, 2017 | Inteligencia emocional | 6 Comentarios


http://alquimiacoach.com/neurobiologia-la-motivacion/

Qué tendrá la motivación que tanto nos ocupa y preocupa. Múltiples son las teorías que
surgen alrededor de ella, múltiples las personas que acuden al coaching en busca de la
motivación perdida, y muchas las empresas que anhelan encontrar la pócima mágica para
lograr que sus empleados se sientan motivados.
Y no es de extrañar, si tenemos en cuenta que estamos hablando de conocer lo que nos
mueve a realizar una determinada acción o conducta para conseguir el logro de nuestras metas.
Etimológicamente la motivación significa “motivo para la acción”. Por tanto, la clave está en descubrir cuales
son esos motivos para despertarla y ponernos en marcha, pues solo desde la acción se produce el cambio, y por
tanto, el logro de las metas y la realización personal y profesional.
La motivación es el concepto que encierra un conjunto de variables responsables del inicio de un comportamiento
o acción, la intensidad con la que lo realizamos, la dirección de dicho comportamiento, y el mantenimiento del
mismo en el tiempo. La mayor parte de los investigadores coinciden en que hay 3 factores clave en el proceso
motivacional, que conforman lo que se conoce como Circuito Neurobiológico de la motivación:
–ACTIVACIÓN, relacionado con la liberación del neurotransmisor de la dopamina.
Percibimos un estímulo externo que pasa un primer filtro si resulta importante para nuestra supervivencia, y pasa
a la amígdala (nuestro radar emocional), quien evalúa si el estímulo nos genera placer o dolor. Si es dolor el
estímulo se almacena en la memoria emocional. Si el estímulo es percibido como una posible recompensa o
fuente de placer, la información seguirá su camino hasta llegar al núcleo accumbens (donde reside la función del
circuito del placer o premio-recompensa). Al llegar aquí se produce la liberación de Dopamina, que puede ser
algo así como la chispa que nos pone en marcha, nos activa, nos empuja a la acción. La Dopamina despierta el
deseo de conseguir algo que hemos percibido en el entorno como placentero para nosotros.

Motivación
Para ponernos en marcha hay que encender el motor, y el motor humano
es el deseo y el interés. Activar el deseo y el interés es el primer paso
para la motivación, y ese paso solo se impulsa desde lo emocional.
Nuestro cerebro consciente se activa cuando la amígdala se pone en
funcionamiento, y eso solo ocurre cuando los estímulos, información del
entorno nos generan una emoción.
¿Qué despierta nuestra emoción, nuestro deseo? La respuesta son los
motivos que nos mueven: el poder, el reto, los logros, las relaciones con
las personas, trabajar en equipo y cooperar, el disfrute y el placer, aprender,
la autonomía, la seguridad, la comodidad, contribuir a algo más grande que
nosotros, etc. Son diferentes en cada uno, por eso, una pieza fundamental
en la activación es conocer los que nos motiva a cada persona.
Cuando conectamos con nuestras motivaciones personales el cerebro límbico se pone en marcha, y empieza a
trabajar liberando dopamina (experimentamos placer), y conectando las distintas regiones o áreas cerebrales.
Estamos en situación activa, queremos más, queremos buscar, queremos obtener, este es el impulso que mueve
la acción.
– DIRECCIÓN, relacionado con la liberación del neurotransmisor de la adrenalina
En milesimas de segundo el cerebro límbico envía un mensaje al cerebro racional a través de la generación de
adrenalina, a la parte prefrontal donde están las funciones ejecutivas encargadas de la acción. Primero sopesa,
luego se marca objetivos y planifica acciones, y luego ejecuta esas acciones.
Si una vez activado el deseo no se pasa a la acción se frustra el proceso de la motivación, porque se corta
el circuito motivacional y se le impide a la persona experimentar el placer de lograr lo que desea. En esta fase es
también fundamental que los objetivos sean acordes a las capacidades y condiciones, es decir, alcanzables
porque si no la frustración también aparecerá.
Así mismo en esta fase es importante hacer ver los beneficios de las acciones a emprender, y que estos
compensan a las posibles pérdidas. El balance placer-dolor tiene que ser positivo en favor del primero, de lo
contrario no se activará nuestra energía. Si no somos conscientes de la satisfacción que las acciones a llevar a
cabo nos van a proporcionar, nuestro sistema de recompensa bloqueará las funciones ejecutivas y no pasaremos
a la acción.
Si no pasamos a la acción, o las acciones exceden de nuestros recursos la motivación decae. En el tránsito entre
activación y dirección es clave trabajar las resistencias a la acción (miedos, creencias limitantes...),
la procrastinación, las fuerzas impulsoras y frenadoras, reforzar la autoeficacia, la buena fijación de objetivos, y
otras estrategias que utilizamos en mentoring y coaching para favorecer la proactividad.
Un ejemplo claro de cómo funcionan óptimamente en equipo la activación y la dirección la tenemos en la fijación
de objetivos. Para activar el deseo tenemos que conectar con la parte emocional, por eso hablamos de sueños,
de grandeza, de posibilidad, de imaginar. Ahora bien, cuando queremos darle dirección a ese deseo tenemos
que trabajar más la parte racional, y por eso, empezamos a hablar de objetivos, de pérdidas y beneficios, de
explorar la realidad, etc. Esto es inteligencia Emocional. La dopamina genera optimismo, ilusión, entusiasmo y
otras emociones que dificultan la percepción de la realidad de forma objetiva. La adrenalina baja los niveles de
dopamina y nos permite ser más objetivos y realistas.
La adrenalina también nos permite mantener la acción durante el tiempo hasta lograr la recompensa deseada, la
meta. En esta fase del proceso hay un esfuerzo consciente y querido, intervienen las funciones ejecutivas de
nuestro cerebro racional. Sin embargo ese esfuerzo nos produce placer, por eso lo mantenemos, si no es así, y
deja de haber placer no persistimos, abandonamos y nos desactivamos. En la fase de dirección es donde se
produce el estado de flujodel que habla Mihaly Csikszentmihalyi, y donde interviene la fuerza de voluntad que
también describe Jose Antonio Marina, para hacernos llegar a la ultima fase y experimentar la satisfacción.
– PERSISTENCIA-SATISFACCION, relacionado con la liberación del neurotransmisor de la serotonina.
El placer, la satisfacción es la recompensa por el esfuerzo invertido en pasar a la acción y mantenerla y haber
logrado lo que queríamos. Si no hay acción el deseo queda frustrado y no obtenemos satisfacción y recompensa
(placer). Si el objetivo es inalcanzable, por eso es tan importante la actuación de nuestra mente racional en la
fase de dirección y acción, tampoco logramos la satisfacción de nuestro deseo.
La persistencia, entendida como perseverancia, es la que nos mantienen
en la acción y dirección adecuadas hacia el logro de la meta deseada. Si
no hay persistencia no hay recompensa, no se experimenta el placer y la
motivación se pierde. Nuestra energía se debilita para emprender
próximas acciones o alcanzar nuevos objetivos.
Sin embargo, cuando perseveramos en nuestras acciones logramos
nuestras metas, obtenemos nuestra recompensa, y tiene lugar la
liberación de serotonina, que nos introduce en un estado mental de calma,
serenidad, sensación de control de uno mismo, buen humor. En definitiva
experimentamos une estado de bienestar y satisfacción personal que
genera dosis de energía extra.
A veces incluso aun no habiendo alcanzado el objetivo, si se es consciente
del aprendizaje, de la mejora o de habernos superado, la satisfacción
también se produce, se libera serotonina, se experimentan estados
positivos relacionados con el logro u orgullo, y se vuelve a retroalimentar
el proceso motivacional.
La serotonina es la responsable de que nos sintamos relajados y no
ansiosos, con sensación de bienestar y no deprimidos, tranquilos y no
irascibles. La generación de serotonina tiene mucho que ver con la Felicidad, es la hormona que influye en el
humor, regula el sueño, y el apetito.
Te suenan esas personas con un gran entusiasmo e impulso que tras los primeros pasos pierden el fuelle. Todos
esos que están llenos de ideas, planes, proyectos y objetivos que te cuentan van a poner en marcha de una
manera enérgica, apasionada, y hasta convincente, y pasan los meses, los años, y siguen igual, o ya han
cambiado de proyectos u objetivos, pero ninguno se lleva a la práctica. Otras personas ponen en marcha muchos
proyectos o planes de acción para conseguir sus objetivos, pero no terminan nada, empiezan mucho pero no
acaban nada. Tanto unas como otras no completan el circuito de la motivación, se activan con facilidad, pero no
pasan a la acción, o actúan y se mueven en la dirección de lo que desean, pero no son capaces de mantenerse
en ella, no persisten. Vamos mucha dopamina y adrenalina, pero poca serotonina. Seguro que ahora entiendes
muchas reacciones, muchas frustraciones, muchas vidas.
El circuito neurobiológico de la motivación explica también porque nos desmotivamos:
– no generamos dopamina porque no nos permitimos soñar, marcarnos metas ilusionantes y atractivas,
no nos permitimos pensar en lo que verdaderamente queremos y nos importan, vivimos desde el “tengo
que” y no desde el “quiero”. No experimentamos place en esta fase.
– no generamos adrenalina porque, cuando logramos establecer metas que realmente son significativas
y relevantes para nosotros, nos cuesta pasar a la acción debido a la intervención de resistencias
inconscientes que no controlamos. O no hemos filtrado las metas por el ojo del neocortex lo que ocasiona
que excedan de nuestras capacidades y no están bien definidas, y cuando pasamos a la acción, ésta no
es acorde con ellas. Actuamos sin dirección, nuestros esfuerzos no logran los resultados esperados, nos
distraemos, o nos bloqueamos al actuar. De nuevo hay una ausencia de placer en esta fase.
– no generamos serotonina porque no perseveramos en nuestras acciones para el logro de la meta,
porque no hemos calculado bien el esfuerzo, no somos conscientes anticipadamente de los beneficios de
su logro, no hemos generado la energía suficiente para mantenernos en el camino. Nos hemos privado
del placer y la satisfacción.
Nuestra motivación, y nuestra felicidad requiere saber mantener la sensación de placer y bienestar en
cada una de las fases del proceso motivacional. En eso precisamente consiste la autorregulación emocional.
Necesitamos saber que nos activa, que despierta nuestra emoción, nuestro deseo, nuestra motivación, y generar
los estados emocionales o motivacionales que nos facilitan pasar a la acción y ejecutar las acciones planificadas.
También necesitamos mantener la energía necesaria para perseverar en el esfuerzo hacia la meta. Tenemos
que aprender a gestionar nuestra energía, a proveernos de los estados emocionales idóneos para cada fase del
proceso, a parar para recuperar fuerzas, a darnos lo que necesitamos y queremos. Tenemos que aprender a
gestionar el placer.

7 pasos para trabajar la motivación


por María Luisa | Abr 27, 2017 | Inteligencia emocional | 0 Comentarios
http://alquimiacoach.com/7-pasos-trabajar-la-motivacion/
Como te contaba hace ya semanas en otro de mis post, la motivación es un disparador del talento. De alguna
forma u otra, todos trabajamos con personas: todos necesitamos colaborar con otros, dependemos en alguna
medida de otros para lograr nuestras metas, estamos involucrados en facilitar el aprendizaje o desarrollo de otras
personas. Por tanto, todos necesitamos saber trabajar la motivación, de ello depende una gran parte de
nuestros resultados.
Aunque la motivación es algo muy personal, y cada persona tiene estilos motivacionales diferentes, existen
7 pasos que no debes saltarte nunca a la hora de trabajar con personas, si quieres que estén en un estado
motivacional óptimo.
Primero, quiero que veas este video de la película School os Rock, y que te fijes en las distintas estrategias que
su protagonista, el profesor de música, pone en juego para despertar la motivación de sus alumnos por la clase
de música.
Luego, te invito a continuar leyendo este post, y qué compruebes cuantas has identificado de las que hoy quiero
compartir contigo.
7 pasos para trabajar la motivación
1.- Despertar emociones
Activar la amígdala, que es el radar emocional. Un sensor emocional, que cuando capta en el entorno señales,
estímulos que tienen un componente emocional, se activa, se enciende.
Las estrategias que podemos utilizar para activar las emociones e iniciar el proceso motivacional pueden ser
despertar la curiosidad, utilizar el efecto sorpresa, generar entusiasmo, alegría. Por ejemplo, visionando un video
que mueva emocionalmente, comenzando con una pregunta provocadora que genere debate o reflexión,
planteado un acertijo, un juego. Incluso comenzando con una canción.
La clave en este punto del camino es seducir, lograr una conexión emocional con las personas con las que tienes
que trabajar.
¿Qué hace el profesor para despertar las emociones de sus alumnos?
2.- Despertar y mantener el interés
Aquí ya nos adentramos en el cerebro más racional, porque para despertar el interés la activación emocional es
importante, pero para mantenerlo hace falta que entren en juego otras variables. Las dos más importantes son
comprensión/entendimiento y creación de sentido/significado.
Mantener el interés requiere un esfuerzo adicional, y para comprometer nuestro esfuerzo tenemos que ver un
beneficio. El primer paso, por tanto, es hacernos entender y comprender, de tal forma que los demás sepan
claramente que les estamos pidiendo, qué les estamos contando, que queremos transmitirles, de qué estamos
hablando. Si no nos entienden se desconectan. Si logramos pasar este primer filtro del entendimiento, todavía
nos queda otro más, el del significado. Las personas tienen que percibir la conexión de lo que nosotros les
estamos planteando o transmitiendo con su vida, con sus deseos, intereses, motivos, objetivos, etc. Si lo que le
pedimos hacer a alguien, o lo que le proponemos, o le transmitimos, no toca algo suyo, personal, significativo
para él, perderemos su atención y su interés.
Salvo que tengas el poder de la adivinación, la única fórmula que te pueda garantizar cierto éxito en este paso es
preguntar, para conocer lo que saben, lo que quieren del tema o tarea los otros (conocimiento previo) y como
impacta en su vida, para que lo que transmitimos, diseñemos o ejecutemos sea comprensible y significativo para
ellos. Para mi la mejor herramienta es una buena conversación, donde el objetivo es conocer a la otra persona
y saber que es importante para él y de donde parte, y a partir de aquí puedo trabajar con él desde cualquier rol
(coach, mentora, formadora, consultora, líder, etc.). Hay otras fórmulas, como los test, las entrevistas, las
tormenta de ideas, que también utilizo, pero la que más me gusta sin duda es lo que yo llamo una conversación
inteligente, dirigida a:
-Diagnosticar en qué estado están, la situación de partida.
-Conocer que objetivos tienen o que necesidades quieren satisfacer.
-Descubrir sus disparadores emocionales, sus drivers
¿Cómo despierta y mantiene el protagonista el interés de los chicos?
3.- Plantear un reto
La información que me proporciona conocer bien a las personas con las que trabajo es esencial para poder
plantear propuestas, acciones, retos que sean acordes con sus capacidades, conocimientos previos, intereses y
objetivos. Si el reto no encaja con las capacidades e intereses de las personas, o no logramos que se muevan, o
si lo hacen perderán pronto la energía para continuar en el camino, especialmente cuando surjan las dificultades.
A nuestro cerebro le gusta buscar, le gusta solucionar, le gusta crear, está diseñado para ello, siempre que eso
esté conectado con lo que nos motiva. Por esta razón a nuestra cerebro le gustan tanto las preguntas abiertas
porque le permiten buscar y conectar, le permiten idear hipótesis, buscar causas, formular y reformular, crear
soluciones.
A la hora de plantear retos, es importante que los mismos contengan microobjetivos para que la necesidad de
satisfacción y recompensa se pueda ir experimentando con frecuencia y así mantener activo el circuito de la
motivación.
¿Qué reto les plantea el profesor, cómo y cuando lo hace?
4.- Pasar a la acción y facilitarla
Como te conte en mi post sobre Neurobiología de la Motivación, si acción la motivación decae. Por tanto, es
imprescindible facilitar que las personas pasen a la acción, puedan ejecutar sus ideas, ponerlas en prácticas. En
la acción se pone en juego una necesidad básica del ser humano, la autonomía. Por eso, a la hora de facilitar la
acción hay que dejar hacer, experimentar, explorar, con libertad y autonomía. Esto supone dejar aflorar
la creatividad de las personas que es la expresión máxima de su yo esencial o auténtico como decía Maslow.
Solo hay autonomía y libertad en la acción si la persona aporta a ella algo de su propiedad, de su cosecha y eso
es la creatividad, aquello que nace de dentro de nosotros. Fruto de conocimientos previos, por supuesto, de
aportaciones de otros, también, pero en el acto creativo hay un alumbramiento de la verdad interior como diría
Sócrates. Y esto es un elemento motivador muy importante.
5.- Hacer consciente el progreso
En mi post sobre Neurobiología de la Motivación, también te contaba que sin satisfaccion, placer y recompensa
la motivación decae. Por eso esta tan importante que la persona se haga consciente de los logros, avances,
progresos, conquistas, mejoras, aprendizajes que va obteniendo en el camino. Es necesario que vea que avanza
gracias a su esfuerzo, a su trabajo, a sus acciones. Que los reconozca, y se deleito por un momento en ellos.
Además este proceso permite consolidar el aprendizaje y traspasar la información adquirida en el corto plazo
(experiencias de la acción) a la memoria del largo plazo. Este puente solo es posible si hay un aprendizaje
significativo en el que está implicada la emoción, el orgullo, la satisfacción por el logro y el progreso.
Una de las herramientas que utilizo con bastante frecuencia para hacer consciente el progreso es el Diario de
Logros. Déjame un comentario en el post y te la envío.
6.-Hacer conscientes los aprendizajes
Además de hacer consciente los logros, es importante que la persona conecte sus logros con sus habilidades,
capacidades, acciones, esfuerzo etc. Que vea su aportación al logro para que se adueñe de él y para que extraiga
aprendizajes.
En este punto el feedback y el feedforward son cruciales, siempre que vayan dirigidos a conectar comportamiento
y resultado, puesta en valor de capacidades y su contribución al logro, nivel de desarrollo de habilidades
alcanzado, cambios de actitud experimentados y sus resultados, y sobre todo estrategias que han dado
resultados, otras que hay que mejorar, modificar o desechar.
Esta es una de las claves de la autoeficacia, uno de los factores motivacionales según Albert Bandura. Cuando
me hago consciente de mis logros y los conecto con lo que he hecho, con mis acciones, esto genera la creencia
de que si puedo, y me da la confianza y motivación para emprender nuevos retos, para ir a por el siguiente
microobjetivo, o siguiente escalón del reto.
La perseverancia en la consecución de metas tiene mucho que ver con estos dos pasos de consciencia de logros
y aprendizajes y su conexión. Si creo que puedo, invertiré más esfuerzo, tiempo y energía en llevar a cabo las
acciones para lograrlo, si creo que no puedo, no lo invertiré.
Este paso junto con el anterior satisface la necesidad de competencia, que es otra de las necesidades
psicológicas básicas que influyen en la motivación, y en la felicidad.
7.- Aprovechar la dimensión social del aprendizaje
Las personas además de sensación de autonomía y competencia, necesitamos experimentar nuestra dimensión
social, tener relaciones significativas. Aprender con otros y de otros es ampliar el aprendizaje, darle una dimensión
social, enriquecernos.
¿Quién no ha tomado la decisión de apuntarse a un curso porque va con un amigo? ¿Quién no valora a la hora
de realizar un curso la posibilidad de conocer a otras personas?
La vida es una academia de aprendizaje, solo tenemos que mirar a nuestro alrededor para encontrar modelos de
los que aprender, y oportunidades de práctica para aprender.
Si trabajas con personas, no olvides esta dimensión y facilitasela, a través de grupos de trabajo, dinámicas en
grupo, mentoring, intercambios de experiencias, prácticas en común. Las posibilidades son muchas, solo tienes
que estar atento para descubrirlas y aprovecharlas.
¿Quieres descubrir lo que pasa cuando trabajamos estos 7 pasos? Pues que ocurren cosas como esta. Así
termina la historia de School of Rock

Si conoces, practicas o se te ocurre alguna estrategia más para despertar la motivación, me encantaría que la
compartieras conmigo a través de un comentario en mi post.

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