Sei sulla pagina 1di 5

Diplomado en Teología

Asignatura: Introducción a la Biblia.


Profesor : David Villalón Martinez
Alumno : Oscar Mardones Ríos.

LIBRO: ECLESIASTICO O (SIRAC)

AUTOR.

El más largo de los libros sapienciales es el libro llamado Eclesiástico (=Eclo) en la tradición
latina. La versión griega le da el título de “Sabiduría de Jesús hijo de Sira”, lo que explica que
a veces también se dé a este libro el nombre de “Sirácida”. En su origen, el título “Eclesiástico”
probablemente se refería al hecho de que, aunque no pertenecía al grupo de los libros de
canonicidad indiscutida (libros protocanónicos o del canon hebreo), se usaba en la iglesia para
instrucción de los fieles. Posteriormente se convirtió en el texto por excelencia de instrucción
para los nuevos creyentes y, así, en libro de especial uso en la iglesia.

· El autor, Sirac, nacido y criado en Jerusalén, fue escriba y maestro muy estimado, hombre
culto y acomodado, que viajó mucho durante su vida quizás por ser diplomático ante las cortes
extranjeras.
· En sus últimos años dirigió una escuela en Jerusalén, impartiendo a los jóvenes sus
conocimientos y comunicándoles su amor a las escrituras, así como la sabiduría práctica que
había adquirido con su experiencia.

Aunque el nombre del autor del libro no se da de manera uniforme en los manuscritos
antiguos, el que aparece como más probable es el de Jesús, quien, según el texto hebreo, era
hijo de Eleazar y nieto de Sira, o, según el texto griego, hijo de Sirac (Eclo 50.27). De todas
maneras, se ha hecho común el nombre de Ben Sira o Sirácida para designar al autor.

Acerca de este tenemos algunos datos que da el mismo libro (33.16-18; 34.11-12; 39.32;
50.27; 51.13-22) y, sobre todo, los que nos ofrece el prólogo escrito por el traductor griego.
El autor era un judío (de Jerusalén, según el texto griego de 50.27), que había viajado y
aprendido mucho, tanto en la escuela de la vida como en el estudio de la sabiduría. Tenía un
amor profundo por la ley y el templo, por la historia de su pueblo y por las enseñanzas de sus
antepasados. Quiso comunicar a otros el fruto de sus experiencias, estudios y reflexiones, y
escribió este libro en hebreo.
Desafortunadamente, el texto hebreo no se ha conservado en su totalidad, aunque se han
encontrado importantes fragmentos en El Cairo, en Qumrán y en Masada; pero se observa
que el texto no fue transmitido con la fidelidad y exactitud con que lo fueron los libros hebreos
protocanónicos. Los fragmentos hebreos conocidos actualmente corresponden a las
siguientes partes del texto: 3.6–16.26; 25.8–26.17; 30.11–34.1; 35.9–38.27; 39.15–51.30. De
las partes restantes, solo se conservan en hebreo pasajes aislados.
Un nieto del autor hizo en Egipto la traducción griega. De esta traducción sí se conserva el
texto completo. Existe también una antigua versión siríaca hecha a partir del hebreo, aunque
con influencia del griego en algunos casos. También existen otras traducciones antiguas, de
las que la más utilizada fue la latina, hecha a partir del texto griego.
FECHA

· Parece que se escribió entre 195-168 a. C. muy probablemente. En el elogio que hace de
Simón, sumo sacerdote (50,1-21) que seguramente es Simón II, da la impresión de que la
muerte está aún reciente. Aún no ha sucedido la sublevación de los Macabeos.
· Hasta finales del siglo pasado solo era conocida la versión griega; el Prefacio antepuesto por
alguien que se proclamaba nieto del autor hablaba de un original hebreo, y en 1896 en El Cairo
salía a la luz unos fragmentos de un texto hebreo del Sirácida en una copia de los siglos X-XI.
Se reconstruían así dos tercios del original hebreo (1108 vv. de 1616 del texto griego).
· En 1955 Qumrán revelaba dos fragmentos muy preciosos del siglo I a.C. que contenían 6,20-
31 y parte del c.51 del libro.
· En 1964, en Masada se descubría un rollo hebreo del 100-70 a.C. que contenía otros
fragmentos.
· De esta manera el Prefacio resultaba veraz, si bien la coincidencia de los dos textos (griego y
hebreo) está muy lejos de ser perfecta. Efectivamente, la obra fue escrita originariamente en
hebreo y años después traducida al griego.
· De todo lo expuesto resulta una situación que exige particular esfuerzo por parte del crítico
textual y que en cada versión sea necesario especificar a qué texto nos atenemos. No hay que
olvidar que del Eclesiástico además de la versión latina de la Vulgata existe una importante
versión Siríaca que depende de un texto a veces diverso tanto del hebreo conocido como
del griego.
OCASIÓN, PROPOSITO Y CONTEXTO HISTORICO.

El contexto histórico ilumina la intención o propósito del autor. Desde finales del siglo III y
comienzos del siglo II a.C., Palestina estuvo bajo el poder de Antíoco III. Este procuró por
diversos modos que la ciudad santa, Jerusalén, fuera adquiriendo una fisonomía cada vez
más parecida a la de las ciudades griegas. En esta situación las escuelas tradicionales de
Judá fueron acusando el impacto cultural helénico. No obstante el acercamiento al mundo
helenista no implicó una disminución en la observancia de la Ley; al contrario, ésta cobraba
una mayor importancia, como muestra de fidelidad al Dios de los padres y como
característica distintiva de la propia identidad del pueblo judío. Por su parte los sacerdotes en
el Templo tuvieron muchas dificultades para desempeñar sus funciones. Entre ellos destacó
Simón II (219-196 a.C.) a quien se alaba al final del libro (Cfr. Si 50,5-23).
En este contexto, en los años anteriores a la persecución de Antíoco IV Epifanes, se escribe
la obra como llamamiento a la fidelidad a las tradiciones de Israel y se muestra la veneración
por el culto del Templo de Jerusalén, por la historia de Israel y por el sacerdocio.

· Podemos resumir diciendo que, el libro de Sirac es esencialmente una apología del
judaísmo; está escrito como una defensa de la cultura y herencia religiosa de su pueblo
frente al desafío del helenismo (Período de la historia y la cultura griegas que abarca
desde la muerte de Alejandro Magno en el siglo IV a. C. hasta el suicidio de la última
soberana Helenística, Cleopatra VII y su amante Marco Antonio, seguida de la dominación
romana en el siglo I a. C.), intentando demostrar a los judíos de Palestina y de la
Diáspora, así como a los paganos de buena voluntad, que la auténtica Sabiduría reside
en Israel.

· Monedas de Antíoco IV. En otro lado se puede ver a Apolo. La inscripción dice
ΑΝΤΙΟΧΟΥ ΘΕΟΥ ΕΠΙΦΑΝΟΥ ΝΙΚΗΦΟΡΟΥ (Antíoco, imagen de Dios, portador de
la victoria).
GENERO O CONTEXTO LITERARIO Y TECNICAS
EMPLEADAS.

§ El género literario es sapiencial.

§ Emplea técnicas que abarcan tanto la máxima como el proverbio o la parábola.

§ Es formalmente, poesía en el sentido más amplio, por su ritmo y su número silábico.

§ En el original hebreo y en parte en la versión griega, las frases son breves y enfáticas.

Unidad y estructura literaria

§ Se admite que fallan los esquemas con Eclesiástico, aunque tiene un orden. Pueden aislarse
numerosos temas, clasificándolos como hacen las versiones modernas; sin embargo el plan
general de la obra se nos escapa.

o Si queremos una explicación, basta decir que Sirac era un semita y un maestro, lo cual quiere
decir que no debe extrañarnos las abundantes digresiones que hace.

§ Podemos sin embargo descubrir tras una observación atenta cierta estructura aunque no
explícita. En esta estructura se pretende hacer pedagógica la obra.
o De hecho la estructura de la obra presenta cinco partes al modo de la Ley (Pentateuco).
o Cada una de las partes comienza con una introducción doctrinal, de carácter sapiencial (de
la sabiduría o relacionado con ello) teológico, con reflexiones sobre la Sabiduría.
Inmediatamente después se añade una colección de consejos en forma de máximas,
proverbios, etc, que sería la aplicación práctica de la parte anterior más teórica.
o Estas cinco partes van precedidas por el Prólogo del traductor al griego y seguidas
de dos Epílogos.
SINTESIS DEL LIBRO.
Este libro es el único de la Biblia en el que forma parte de su propio texto un prólogo del
traductor —escrito por el nieto de su autor para la versión griega que él mismo había hecho—
en el que da noticia de las intenciones de su abuelo al componer esta obra. Merece la pena
leer el inicio del prólogo (cfr. Si Prólogo, 1-20)

Se trata de un libro muy extenso que contiene multitud de máximas sapienciales, de origen
variado. Sin embargo, no es una mera recopilación de sentencias, sino una obra bien articulada
que presenta con sorprendente claridad el vínculo tan profundo que hay entre el
conocimiento de la fe y el de la razón y que el libro ha sido escrito para los que «desean
instruirse y conformar sus costumbres para vivir con arreglo a la Ley» (Si Prólogo 34-
35). De ahí que la propia estructura del libro refleje el esquema de la Ley, ya que
comprende cinco partes a semejanza de los cinco libros del Pentateuco, estructuradas
así:
Se comienza con una introducción doctrinal, de carácter sapiencial-teológico y
a continuación, se añade una colección de consejos en forma de máximas sapienciales,
proverbios, etc., que vienen a constituir las enseñanzas y aplicaciones prácticas a la
conducta de quien desea vivir con arreglo a la Sabiduría divina comunicada a los hombres.
Esas cinco partes son las siguientes:

1. Dios tiene la plenitud de la sabiduría (1,1-16,23):


· Introducción: Origen divino de la Sabiduría (1,1-2,23).
· Enseñanzas prácticas (3,1-16,23).
2. Dios infundió la sabiduría en sus obras (16,24-23,38).
· Introducción: La sabiduría en la creación (16,24-18,14).
· Enseñanzas prácticas (18,15-23,38).
3. Dios concede la sabiduría a quien guarda los mandamientos (24,1-32,17).
· Introducción: Sabiduría y fidelidad a la Alianza (24,1-47).
· Enseñanzas prácticas (25,1-32,17).
4. La plenitud de la sabiduría es temer al Señor (32,18-42,14).
· Introducción: El temor del Señor (32,18-33,18).
· Enseñanzas prácticas (33,19-42,14).
5. La lección de las generaciones pasadas (42,15-50,31).
· Introducción: Dios, Señor del mundo y de la historia (42,15-43,37).
· Elogio de los hombres ilustres (44,1-50,31).

Esas cinco partes van precedidas por el Prólogo del traductor al griego –como ya se ha
dicho–, y seguidas por dos epílogos:
· Un himno de acción de gracias (51,1-17) y
· un poema sobre la búsqueda de la sabiduría (51,18-32).

TEOLOGIA DEL LIBRO: Se puede decir que la idea central o Teología principal
del libro es la que se recoge en 15,1: «Quien se aferra a la Ley alcanzará la sabiduría».

Potrebbero piacerti anche