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George Tsebelis
El texto trata acerca del funcionamiento del sistema político en términos de sus
instituciones, trata de estudiar como las instituciones y sus interacciones tienen efectos en la toma
de decisiones. Si bien se han desarrollado las ideas de “sistema de partidos”, “sistema de gobierno”,
“sistema electoral”, no existe una teoría que unifique esos distintos aspectos del sistema político.
Surge el problema acerca de cómo analizar organismos como la Unión Europea, con varios poderes
legislativos, muchos partidos y distintos sistemas electorales dependiendo del organismo. ¿Por qué
países con sistemas políticos distintos llegan a políticas públicas similares? ¿Por qué países con
sistemas políticos similares llegan a políticas públicas distintas? La importancia de esta teoría radica
en que es posible que dos países contemplen distintas variables tradicionales (distintos sis. de
gobierno, de partidos) pero aun así contemplen la misma cantidad de jugadores de veto.
La tesis del autor es que para lograr modificar el statu quo una cierta cantidad de actores
tienen que estar de acuerdo. Estos actores se llaman jugadores de veto, y pueden ser especificados
por la constitución o las leyes (presidente, parlamento, etc.) o por el sistema político (partidos, etc.).
Los primeros son llamados institucionales y los segundos partidarios. Todo sistema político tiene
una cierta cantidad de jugadores de veto, con una distancia ideológica entre ellos y una cierta
cohesión. Dependiendo de éstas características varía el conjunto de resultados que permiten
cambiar el statu quo (conjunto ganador del statu quo).
Comienza el análisis con las políticas públicas porque son el verdadero fruto del sistema
político y son muy importantes para los jugadores de veto. Los actores políticos propones políticas
públicas y son elegidos sobre la base de las políticas que acepte la población. El sistema político será
el encargado de tener en cuenta esas propuestas de políticas públicas y elegir las que mejor se
adecuen al país. Es razonable suponer que quienes estén en contra del statu quo prefiera un sistema
inestable políticamente, mientras que los que favorezcan el statu quo sean más proclives a favorecer
un sistema político estable. La capacidad de modificar este statu quo va a ser determinada por su
conjunto ganador, el cual consiste en la intersección de las restricciones que cada participante
impone al conjunto de resultados. Ningún jugador racional aceptará un cambio que no prefiera por
sobre el statu quo.
Conjunto Conjunto Conjunto Conjunto
Ganador X Conjunto
ganador del
statu quo
Conjunto ganador Z
Más jugadores de veto llevan a una mayor estabilidad política, pero este efecto no ocurre
cuando un jugador se encuentra “entre” los otros. Por ejemplo, una coalición de gobierno que
agregue un nuevo partido no estará incluyendo otro jugador de veto si éste se encuentra en el
centro ideológico de dicha coalición, ya que comparte las políticas públicas consensuadas en la
coalición. Ésta es la llamada regla de absorción, y se debe tener en cuenta al considerar los jugadores
de veto, puesto que más importante a la hora de determinar si cierta configuración de jugadores de
veto provocará estabilidad política es considerar la posición relativa de estos, más que su mero
número. El autor considera que a los jugadores de veto colectivos es mejor tratarlos como unitarios
(siguiendo una teoría realista), para así concentrarse más en el funcionamiento del sistema en vez
del funcionamiento de tal jugador de veto. Se señala que ésta teoría puede hacer pronósticos acerca
de los resultados políticos si se tienen en cuenta quién controla la agenda, cuales son los jugadores
de veto y las reglas según las cuales deciden.