Actualmente las clasificaciones geomecánicas se han utilizado mucho en los

estudios geotécnicos de túneles, pero es conveniente aplicarlas no perdiendo de

vista los datos sobre los que se fundamentan.

En lo que se refiere a los taludes, la principal ventaja de las clasificaciones

geomecánicas consiste en que permite obtener, mediante unas correlaciones
establecidas, los principales parámetros mecánicos del macizo rocoso: Modulo
de elasticidad, Coeficientes de criterio de rotura Hoek-Brown, etc. La utilización
directa de las clasificaciones para determinar la estabilidad de los taludes puede
tener ventajas en fases iniciales del estudio, pero su empleo como única
herramienta de decisión a nivel proyecto es cuestionable.

Los sistemas de clasificación de los macizos rocosos tienen por objeto evaluar
sus características para determinar de forma cuantitativa su calidad. El término
MACIZO ROCOSO se refiere al conjunto de uno o varios tipos de rocas
atravesados por un plano de discontinuidad en el que se inserta la obra de
ingeniería o a la mina. Su caracterización requiere el conocimiento de los
siguientes parámetros:

 Resistencia y comportamiento de la roca.

 Familias de discontinuidades existentes.
 Espaciado de los planos de discontinuidad y fracturación del macizo.
 Caracteres geo mecánicos de las discontinuidades: continuidad,
rugosidad, separación y resistencia de los labios, meteorización y relleno.
 Condiciones del agua de las juntas.
 Tensiones in situ, naturales o incluidas.
 Alteraciones producidas en el macizo rocoso por las excavaciones.
Los criterios de clasificación tienen que ser claros y consistentes para que no
haya ninguna duda a la hora de aplicarlos y las categorías que se establezcan
deben ser mutuamente excluyentes, de modo que no sea posible asignarle a un
macizo rocoso dos categorías distintas. Por otra parte, se gana objetividad a la
hora de definir la calidad de un macizo rocoso si se obtienen índices mediante
dos o más clasificaciones que se puedan correlacionar entre sí.

UTILIDAD, LIMITACIONES Y CONDICIONES DE APLICACIÓN

DE LAS CLASIFICACIONES GEOMECÁNICAS

En la actualidad, las clasificaciones geomecánicas se emplean de forma

generalizada en ingeniería para hacer una primera predicción del
comportamiento de los macizos rocosos frente excavaciones, principalmente
subterráneas, aunque también a cielo abierto. Su utilidad radica en la facilidad
de su aplicación y en los buenos resultados conseguidos en muchos casos.

Figura 1Tipos de terrenos.

Las clasificaciones geomecánicas han producido notables beneficios a la

ingeniería entre los que cabe destacar:

 Han mejorado la calidad de los estudios de los macizos rocosos por el

simple hecho de requerir un mínimo de datos para llevar a cabo la
clasificación y han puesto un cierto orden en los trabajos de campo en los
que se basan los estudios geotécnicos.
 Han permitido dividir los macizos rocosos en grupos de características y
comportamiento similar, facilitando el diseño de excavaciones al permitir
relacionar las experiencias obtenidas en diversos lugares.
  Han suministrado datos básicos sobre las características de los macizos
rocosos para la estimación de sus propiedades mecánicas, criterios de
rotura y flujo plástico.
 Han proporcionado una base y un lenguaje común de comunicación entre
geólogos e ingenieros.

Las clasificaciones geomecánicas se utilizan preferentemente en las fases de

viabilidad y anteproyecto, en zonas donde existen afloramientos rocosos que
permitan una buena toma de datos geológicos y geomecánicos, y alcanzan en
muchas ocasiones resultados satisfactorios a bajo coste, lo cual es muy
importante en los inicios de un proyecto. Concretamente, las clasificaciones
geomecánicas son de especial interés en la selección de trazados de túneles y
en la evaluación de sus condiciones generales de estabilidad.

Por último, hay que advertir que cuando se plantea un problema de diseño en un
macizo rocoso, antes de decidir utilizar una clasificación geomecánica como
única herramienta para resolverlo, hay que plantearse si hay otro procedimiento
más preciso que éste.

PRESENTE Y FUTURO DE LAS CLASIFICACIONES

GEOMECÁNICAS

En la actualidad las dos clasificaciones geomecánicas más utilizadas son: la

Clasificación Geomecánica o RMR de Bieniawski (1973), y el sistema Q de
Barton, Lien y Lunde (1974). Estas clasificaciones fueron creadas originalmente
para excavaciones subterráneas, particularmente túneles, aunque el RMR se ha
extendido después a otras aplicaciones, como minería subterránea metálica y de
carbón (Laubscher 1977 y 1984; Cummings et al. 1982; Kendorski et al. 1983 y
Unal 1983 y 1986), estabilidad de taludes (Romana 1985) y arranque de rocas
(Weaver 1975, Smith 1987 y Singh et al. 1986).
La principal aplicación de las mencionadas clasificaciones geomecánicas es la
selección del sostenimiento de túneles, ya que su diseño por métodos analíticos
no ha alcanzado todavía el grado de desarrollo necesario para resolver algunos
de los problemas que plantean este tipo de obras.

Otro campo en el que han comenzado a ser utilizadas las clasificaciones

geomecánicas, pero en el que hay todavía mucho trabajo por hacer, es el de la
estimación de la resistencia y comportamiento mecánico de los macizos rocosos.
La obtención de esta información a partir de ensayos realizados en el laboratorio
sobre probetas de roca o sobre discontinuidades de reducidas dimensiones, es
uno de los principales problemas que tiene planteados la Mecánica de Rocas. El
método analítico no está todavía suficientemente desarrollado para efectuar esta
estimación por lo que hace falta una ayuda de las clasificaciones, como han
propuesto Hoeck y Brown (1988).

CLASIFICACIÓN BIENIAWSK

La clasificación RMR por sus siglas en inglés fue desarrollad a por Z.T.
Bieniawski (1976), en donde se propuso una clasificación en la que se toma en
cuenta el comportamiento del macizo al combinar el RQD de Deere (1964) con
otras observaciones que se realicen en el lugar de estudio como la presencia de
agua y la alteración de las fracturas. Actualmente se usa la edición de 1989.

Para realizar la clasificación se toman en cuenta principalmente los siguientes

parámetros:

 Resistencia a compresión simple.

 Índice de calidad de la roca (RQD) de acuerdo a Deere (1964).
 Espaciamiento entre discontinuidades.
 Estado de las discontinuidades.
 Presencia de agua.
 Orientación de las discontinuidades.
Para la estimación del RQD, Deere (1964) se utilizan núcleos de la roca extraídos
por un barreno.

Σ𝑙𝑜𝑛𝑔𝑖𝑡𝑢𝑑 𝑑𝑒 𝑛ú𝑐𝑙𝑒𝑜𝑠 𝑟𝑒𝑐𝑢𝑝𝑒𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠 ≥ 100𝑚𝑚

𝑅𝑄𝐷 = × 100
𝐿𝑜𝑛𝑔𝑖𝑡𝑢𝑑 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 𝑏𝑎𝑟𝑟𝑒𝑛𝑎𝑑𝑎
Figura 2 Núcleos de roca extraídos.

Cuando no se tiene acceso a los núcleos de barrenación y se necesita

determinar el RQD se puede recurrir al procedimiento de Palmstrom (1982), en
donde sugiere que en caso de que las discontinuidades sean visibles, se puede
realizar calculando el número de discontinuidades por unidad de volumen de
acuerdo a la siguiente relación:

𝑅𝑄𝐷 = 115 − 3.3𝐽𝑉

Donde:

Jv: Es la suma del número de juntas por unidad de longitud de todas las familias
de discontinuidades conocido como conteo volumétrico de juntas.

EL RMR se obtiene mediante la suma de unas puntuaciones correspondientes a

los valores de cada uno de los parámetros antes mencionados. El valor oscila
entre 0 y 100, entre más grande sea el valor mejor será la calidad de la roca.
De acuerdo a la valoración del macizo se puede clasificar en:

 Clase I: Muy buena (81-100)

 Clase II: Buena (61-80)
 Clase III: Regular (41-60)
 Clase IV: Mala (21-40)
 Clase V: Muy mala (<21)

Tabla 1 Parámetros de clasificación y sus valores.

PARÁMETRO ESCALA DE VALORES

Resistencia a
la compresión
Mayor a 80 40 a 80 20 a 40 10 a 20
diametral
Resistencia de (kg/cm2)
la roca Resistencia a
10
inalterada la compresión 100 a 30 a
Mayor a 2000 1000 a 2000 500 a 1000 250 a 500 a
uniaxial 250 100
30
(kg/cm2)
Valoración 15 12 7 4 2 1 0
Recuperación
90 a 100 75 a 90 50 a 75 25 a 50 Menor a 25
RQD (%)
Valoración 20 17 13 8 3
Espaciamiento (m) Mayor a 3 1a3 0.3 a 1 0.05 a 0.3 Menor a 0.05
entre las juntas Valoración 30 25 20 10 5
Superficies
Superficies
muy rugosas, Superficies Superficies
algo rugosas
sin algo rugosas pulidas, relleno Relleno con espesor
separación
continuidad separación menor a 5mm, mayor a 5mm,
menor a
Estado de las sin menor a fisuras abiertas fisuras abiertas
1mm, roca
fracturas separación, 1mm, roca de 1 a 5mm, mayores a 5mm,
adyacente
roca muy fracturas fisuras continuas.
ligeramente
adyacente meteorizada continuas
meteorizada.
sana.
Valoración 25 20 12 6 0
Flujo en 10m
Nada Menor a 10 10 a 25 25 a 125 Mayor a 125
de túnel (l/min)
Relación entre
la presión de
agua en la
Aguas 0 0 a 0.1 0.1 a 0.2 0.2 a 0.5 Mayor a 0.5
fractura y la
subterráneas
tensión
principal mayor
Totalmente
Descripción Húmeda Mojada Goteos Flujo
seca
Valoración 10 10 7 4 0
Tabla 2 Factor de ajuste por orientación de las discontinuidades.

Orientación de las Muy Muy

Favorable Regular Desfavorable
discontinuidades: favorable desfavorable
Túneles y
0 -2 -5 -10 -12
minas
Valoración:
Cimentaciones 0 -2 -7 -15 -25
Taludes 0 -6 -25 -50

BARTON (Q)

Esta clasificación fue definida por Barton et al. (1974) como el índice de calidad
de rocas para túneles. También es conocida como la clasificación NGI, pues fue
propuesta por el Instituto Geotécnico de Noruega. Determina la calidad del
macizo y se aplica en definición de los requerimientos de sostenimiento en
excavaciones subterráneas. Para obtener el valor de Q se plantea la siguiente
ecuación:

𝑅𝑄𝐷 𝐽𝑟 𝐽𝑤
𝑄= × ×
𝐽𝑛 𝐽𝑎 𝑆𝑅𝐹

Donde:

RQD: Es la designación de la calidad de la roca definid por Deer et al. (1967),

que puede variar de 0 a 100 (macizos rocosos de muy mala calidad a excelente
calidad).

Jn: Es un coeficiente asociado al número de sets de estructuras presentes en el

macizo rocoso (Joint Set Number), que puede variar de 0.5 a 20 (macizo masivo
o roca totalmente disgregada).

Jr: Es un coeficiente asociado a la rugosidad de las estructuras presentes en el

macizo rocoso (Joint Roughness Number), que puede variar de 0.5 a 5
(estructuras planas y pulidas a estructuras poco persistentes espaciadas a más
de 3m).

Ja: Es un coeficiente asociado a la condición o grado de alteración de las

estructuras presentes en el macizo rocoso (Joint Alteration Number), que puede
variar de 0.75 (vetillas selladas en roca dura con rellenos resistentes y no
degradables) a 20 (estructuras con potentes de arcilla).

Jw: Es un coeficiente asociado a la condición de aguas en la estructuras

presentes en el macizo rocoso (Joint Water Reduction Factor), que puede variar
de 0.05 (flujo notorio de aguas permanente) a 1 (estructuras secas o con flujos
mínimos).

SRF: Es un coeficiente asociado al posible efecto de la condición de esfuerzos

del macizo rocoso (Stress Reduction Factor), que puede variar de 0.05
(concentraciones importantes de esfuerzos en roca competente) a 400 (potencial
ocurrencia de estallidos en roca).

El sistema Q es correlacionable con la clasificación RMR mediante la siguiente

ecuación:

𝑅𝑀𝑅 = 9𝑙𝑛𝑄 + 44, 𝑠𝑒𝑔ú𝑛 𝐵𝑖𝑒𝑛𝑖𝑎𝑤𝑠𝑘𝑖 (1976)

GSI

El Índice de Resistencia Geológica GSI de Hoek y Marinos (2000) considera 6

categorías de masas rocosas, pero en este caso sólo se han tomado 4
categorías para que sea similar con la clasificación RMR. Dicho índice considera
dos parámetros principales: la condición de la estructura de la masa rocosa y la
condición superficial de la misma.

Es un buen descriptor de la calidad del macizo rocoso, más rápido de estimar

que RMR y en especial Q.

Este índice provee un sistema, para estimar la reducción de la resistencia del

macizo rocoso para diferentes condiciones geológicas.

Se relaciona con la clasificación RMR mediante la siguiente expresión:

𝐺𝑆𝐼 = 𝑅𝑀𝑅 − 5, 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑣𝑎𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑅𝑀𝑅 > 30

Tabla 3 Estimación del Índice Geológico de Resistencia, GSI, en base a una descripción geológica del macizo rocoso.
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