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DERECHO

Espacio para el pensamiento crítico, la


información, esquemas, opiniones,contenidos,
relacionados con lo jurídico

domingo, 25 de febrero de 2018


INFORMACIONES
El estudiante piensa que un año
académico es un período de tiempo
muy largo. No es así. El primer lapso
abarca 12 semanas/clases, de las
cuales solo 8 son efectivas para ver
contenido de la materia, 2 se invierten
realizando las evaluaciones y 2 no son
aprovechadas al 100% (de hecho, se
pierden)...
Ah... Quedan solo 7 semanas/clases.

INFORMACIONES

1) EVALUACIONES 1ER
CORTE.- Vamos a realizar 2 exámenes
escritos, cada uno de ellos con un
ponderación de 50% de la nota
definitiva del lapso. Fechas estimadas
para su realización:
- 23 de marzo de 2018 (viernes antes
de Semana Santa)
- 04 de mayo de 2018

2) MATERIAL DE ESTUDIO.- Toda


información relacionada con ello la van
a tener a su alcance a través de su
presencia en clase y el siguiente blog:
www.manualfilosofiadelderecho.blogspo
t.com
3) BACHILLER QUE REPITE O
ARRASTRA LA MATERIA.- El alumno
de 3er año o 4to año que se encuentre
en esta condición debe participarlo al
profesor, más aún si no va a asistir con
regularidad a clase. (ver punto Nº5)

4) BACHILLER DE 5to AÑO.- El alumno


que este cursando la materia, DEBE
REPORTARLO AL PROFESOR, por
cuanto su registro de notas es
totalmente aparte y anticipado a los
lapsos académicos normales.

5) DIFICULTAD PARA ASISTIR A


CLASE DE MANERA
REGULAR.- Aquel alumno o alumna
que por razones médicas que le
hagan difícil el trasladarse, o por
motivos laborales que le impidan asistir
a clases, no puede asistir de manera
regular, debe participarlo al profesor,
presentando informe o constancia de su
situación, para que el docente lo tenga
en cuenta.

6) SALIDA ANTICIPADA DE
CLASE.- Aquel alumno o alumna que
dependa del servicio de rutas de UC
para su traslado (fuera de la Gran
Valencia o del Estado Carabobo) a su
domicilio o residencia, debe participar al
profesor, presentando constancia de lo
dicho, para que éste lleve el registro
correspondiente y esté al tanto de su
situación.
Publicado por Juancarlos
Flores en 11:34 No hay comentarios:

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domingo, 4 de febrero de 2018
LA DEMOCRACIA ESTA EN LA
CARCEL
Siempre debemos estar dispuestos a la
lectura, vía por donde podemos
encontrar visiones claras de nuestra
realidad en las letras de otras personas
como el señor Asdrubal Aguiar.
Donde veamos palabras como Justicia,
Constitución, Democracia, debemos
parar y sentarnos a leer.

LA DEMOCRACIA ESTA EN LA
CARCEL
(Por: Asdrubal Aguiar. 25/11/2014)
http://runrun.es/opinion/impacto/171462
/la-democracia-esta-en-la-carcel-por-as
drubal-aguiar.html

La idea de la justicia, en mayúsculas o


minúsculas, alude, por ser un valor y no
mera forma legal, a todo aquello que
promueve la idea de la dignidad de la
persona humana, en pocas palabras, la
que le permite a todo hombre, varón o
mujer, definir un proyecto legítimo de
vida y de desarrollo personal.

Si la ley del mundo fuese sólo lo que


ocurre cotidianamente, obra del
voluntarismo humano, en medio de una
realidad en la que cada quién y cada
cual se mira su ombligo sin trascender,
sin esperanza, la vida carecería de
sentido y sería, no cabe duda,
objetivamente, la casa de la maldad.
Algo así como la Venezuela de la
circunstancia.

Pero si la ley del mundo fuese un mero


catecismo escrito, técnico, frío, que se
redujese a lo que dicen las
Constituciones, sin más alma que las
palabras hechas por los entendidos en
leyes, la justicia mudaría en un acto de
violencia institucional, que impone lo
legalmente escrito – probablemente
injusto – sobre las realidades huidizas y
arbitrarias que dominen.

En el primer caso, regiría la ley de la


selva, la del manotazo. En el segundo
caso, las Constituciones “servirían para
todo” por inefectivas y extrañas al
comportamiento general de la gente.

La ley del mundo tampoco puede


reducirse a lo sobrenatural, al deber ser,
a lo que pueda dictar una apuesta por la
perfección humana divorciada de las
certezas, es decir, de la imperfección
inequívoca de lo humano; y si ello se
tradujese o fuese trasplantado como
aspiración a un texto constitucional, este
marcharía por un lado mientras la
cotidianidad lo haría por el otro.
Tendríamos muchas normas justas y
buenas, pero inefectivas e ineficaces.

De modo que, mirándonos en la


realidad y describiéndola en leyes para
la vida diaria, cabe que éstas, sin
despegar hacia el espacio sideral,
corrijan sobre lo humano todo aquello
que humanamente puede pedirse del
ser humano como ser racional y
perfectible, que no perfecto. Y esa
aspiración, susceptible de ser efectiva y
eficaz, es, justamente, la medida
humana de la justicia humana.

La cuestión anterior puede resultar


rebuscada o acaso abstracta, pero vale
como un esfuerzo conceptual necesario
para entender que la hora agonal que
vivimos los venezolanos tiene su origen
no en un defecto – que si lo tiene – de
quien tiene entre sus manos la fuerza
bruta del poder, Nicolás Maduro, y
tampoco en las falencias de una
asamblea cuartelera que no legisla o
mal legisla o prefiere que Maduro legisle,
cargándose ella y éste a la misma
Constitución. Padecemos los
venezolanos, antes bien, por ausencia
total de una idea cabal de la justicia.
Rige entre nosotros la ley de la
arbitrariedad y la arbitrariedad se hace
ley – el propio Maduro fabrica leyes
como salchichas – por falta de jueces,
incapaces de tener una narrativa
cultural acerca del valor justicia, que
haga posible la Justicia en mayúsculas
y les permita, además, reivindicar sus
propias dignidades como seres
humanos.

Si el gobierno se comporta
criminalmente, reina la impunidad y la
justicia oculta su rostro. Y si los
legisladores no legislan o lo hacen mal e
injustamente – sin mirarse en los
derechos de las personas y ejecutando
los dictados del gendarme a quien mal
controlan, ello pasa por carencia de
juzgadores. Los que SE dicen tales ni
sancionan a la corrupción ni anulan las
leyes que contrarían a la Constitución y
al principio ordenador de todo régimen
constitucional y democrático: el respeto
de la dignidad humana.

La reinvención de la democracia, en
consecuencia, ha de cerrarle el paso a
la idea actual de la “posdemocracia”,
que es la síntesis cabal de la política
deshumanizadora del espectáculo, que
humilla a la razón y desprecia la libertad
de pensamiento; por ser la mera suma
de medios radioeléctricos y prensa
controlados, finanzas sin control, y
populismo a la orden y para la búsqueda
del poder por el poder sin controles
judiciales.

Reinventar la democracia demanda una


clara idea de la justicia, de la dimensión
de los valores, de la moral como
frontera que separa y en la que resuelve
el antagonismo entre nuestra
animalidad como especie sin destino y
nuestra trascendencia, como hijos de la
razón y objetos de la esperanza.

No por azar, al mirar el conjunto de


nuestra gente y preguntarme por la
democracia, estimo que ella medra tras
las rejas. Está allí en el testimonio de
nuestros presos políticos, como
Leopoldo López, Enzo Scarano, Daniel
Ceballos o Salvatore Lucchesse,
emblemas de quienes han sido
encarcelados o maniatados con
medidas cautelares, como los
estudiantes de febrero, por “jueces del
terror” y por disentir. Vale, pues, lo dicho
por Leopoldo, quien ahora sabe de
derechos por haberlos perdido:
“Tenemos sicarios, sí, sicarios de la
justicia”, enterradores de la democracia,
nuestros jueces provisorios.

@asdrubalaguiar
correoaustral@gmail.com
Publicado por Juancarlos
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viernes, 2 de febrero de 2018
1ER LAPSO
Publicado por Juancarlos
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jueves, 18 de enero de 2018
VIOLENCIA DE ESTADO
Traigo a este espacio lo escrito por
Ramón Escovar León por el análisis del
concepto "Violencia de Estado".

VIOLENCIA DE ESTADO Y DERECHO


A LA VIDA (Fuente: El-Nacional.com)
Ramón Escovar Leon
http://www.el-nacional.com/noticias/colu
mnista/violencia-estado-derecho-vida_2
19154
18 DE ENERO DE 2018 12:10 AM
Arrebatarle la vida a quien está
negociando su rendición plantea los
límites del uso de la violencia por parte
de las fuerzas policiales y militares, al
momento de someter a un ciudadano
acusado de delincuente. Ello nos sitúa
ante una importante interrogante:
¿hasta dónde puede el Estado ejercer el
monopolio de la violencia y cuáles son
los derechos que no puede transgredir?
La respuesta a la pregunta planteada
tiene que ver con los límites de la
violencia en los actos del Estado al
defender su seguridad. Para entender
esta situación resulta útil leer el ensayo
de Walter Benjamin titulado “Para la
crítica de la violencia” publicado en
Ensayos escogidos (Madrid, Editorial El
Cuenco de Plata, tr. H. A. Murena, 2010,
pp. 153-180). Para el pensador alemán,
la violencia debe ubicarse en el campo
de los medios y no de los fines. Por lo
tanto, esta puede ser usada
estrictamente como medio para lograr
fines legítimos (la legítima defensa o
para evitar que se comenta un crimen,
por ejemplo); y no puede ser ejercida
para fines injustos (la violación de
derechos humanos o violar el derecho a
la vida). Las actuaciones del Estado no
pueden tener como finalidad la violencia
en sí misma.
La utilización sistemática de la violencia
con fines políticos persigue perturbar e
impedir el libre ejercicio de los derechos
ciudadanos. Así ocurre cuando se
obstaculiza el ejercicio del voto o,
cuando apelando a las denominadas
“inhabilitaciones”, se viola el derecho al
libre ejercicio de la participación política.
Benjamin distingue, por otra parte, entre
la violencia legal e ilegal. Solo la primera,
siempre sujeta a normas legítimas, es
admisible. El Estado está autorizado
para ejercer la violencia, pero el
particular no puede hacerlo, salvo que
sea en legítima defensa. Por eso queda
proscrita la violencia que ejercen los
paramilitares. Mucho menos está
permitido que estos actúen
mancomunadamente con las fuerzas de
seguridad del Estado. Desde luego, hay
que subrayar que el uso de la violencia
por parte del Estado está limitado por la
Constitución, las leyes, los tratados
internacionales y los derechos
humanos.
La violencia en manos del Estado no es,
en principio, peligrosa, ni ilegal y puede
estar justificada cuando se ejerce, por
ejemplo, contra los supuestos
delincuentes. Sin embargo, cuando
estos son sometidos, no se les puede
causar la muerte. Mucho menos puede
aceptarse el denominado
“ajusticiamiento” puesto que al acusado
de “criminal” merece un proceso
imparcial, porque el debido proceso es
un derecho fundamental. En Venezuela,
ni siquiera se admite la pena de muerte,
la cual requiere de una norma y de un
procedimiento jurídico para declararla.
Así lo proclama el artículo 43 de la
Constitución: “El derecho a la vida es
inviolable. Ninguna ley podrá establecer
la pena de muerte, ni autoridad alguna
aplicarla”.

Lo que hemos vivido esta semana con


al caso del ex inspector del Cicpc Oscar
Pérez impone una detenida discusión
sobre los límites de la violencia del
Estado y la violación de los derechos
humanos de los ciudadanos. No es
posible admitir su uso para causarle la
muerte a nadie, y menos a quien está
en proceso de negociar su rendición,
como pudimos verlo en los videos que
circularon y retumbaron el pasado lunes
15 de enero en las redes y prensa
nacional e internacional. Estas
imágenes muestran un despliegue de
fuerzas desproporcionadas y una
amalgama preocupante de fuerzas
militares con paramilitares que
contribuyen, más bien, con la anarquía y
descontrol en el uso de la violencia del
Estado.
Publicado por Juancarlos
Flores en 3:10 No hay comentarios:

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domingo, 31 de diciembre de 2017
Tristeza en Navidad
A primera hora de la mañana, recibo
una llamada donde mi esposa (yo estoy
en otra parte) me avisa que nuestra
mascota está mal, que se ahoga.
A las 7:27 de la mañana del día 29 de
diciembre de 2017, recibo un SMS que
dice "se murió ..."

Mucho tiempo pasó desde el día que


llegó a nuestras vidas hasta este
momento: 15 ó 16 años, que en tiempo
perruno, se aproxima a casi 100 años
caninos.

Aquellas personas que saben lo que es


el compartir de una mascota, conocen
nuestro sentimiento y nuestra tristeza.
Pensaba escribir un poco más al
respecto, pero no puedo.

"Sabes que estaba viejita... Y estaremos


tristes un tiempo, son bastantes
recuerdos. Vamos a extrañar su
escándalo, su alegría y su compañía... y
sus desastres"

"Los buenos recuerdos. Es lo que no


debemos olvidar"

"Pero llegó el momento de despedirse


de ella. No estés triste. Se fue al cielo de
los perritos. Su tiempo se cumplió

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