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1.

El ser humano ha de ser considerado desde lo bío-fisiológico, es decir, en su


dimensión corpórea.

El ser humano existe como parte del cosmos. El ser humano puede ser considerado una síntesis
del universo en que habita: nace, vive y muere igual que cualquier otro viviente; tiene sus raíces
en la materia, y de ella se nutre; mediante su trabajo se la apropia, la adapta a sus necesidades y
la transforma; en su actuar, a veces también la destruye, pero siempre la marca con su propio
sello humano

2. El ser humano considerado desde lo psicológico: dimensión psíquica o anímica del ser
humano.

Como hemos dicho, la persona humana se halla enraizada en lo sensible, en lo visible, en lo


terrenal, en lo temporal. Esto nos permite señalar que su ser es radicalmente bueno, con la
bondad de que participa cuanto existe. La persona humana, con todo, emerge en medio del
cosmos del que hace parte gracias a otra serie de elementos constitutivos entre los que podemos
mencionar, en primer lugar, su racionalidad.

3. El ser humano considerado desde lo socio—cultural: la


dimensión social.

Como se habrá podido apreciar, cuanto más se examinan las


diversas dimensiones del ser humano, y las relaciones recíprocas
que se establecen entre ellas, más se puede apreciar su enorme
complejidad. Así, al llegar a la dimensión social –y a su
realización histórica- nos encontramos con un objeto de estudio
cuya vastedad, implicaciones y dinamismo son tales que se hace
imperioso acudir a una especie de especialización que permita
conocer a fondo la naturaleza y el funcionamiento de los
fenómenos que en ese territorio se suceden. Pero, al mismo
tiempo y teniendo presente la desafiante y delicada unidad del
hombre, no pueden dejarse de captar las tendencias a la armonía
y a la síntesis de tan grande diversidad.
PARALISIS DE ERBS

CONCEPTO

La parálisis de Erb Duchenne consiste en una parálisis de los nervios


periféricos cervicales V y VI (C5 y C6), que forman parte del plexo
braquial superior (monoparesia braquial).

Su manifestación principal es una pérdida de la movilidad del brazo con o sin


afectación del antebrazo y de la mano, aunque lo habitual es la afectación de la
totalidad del miembro. Su origen se encuentra en la distensión o rotura de los
nervios del plexo braquial en partos difíciles.

La posición característica del brazo es aducción (acerca un miembro o un


órgano al plano medio del cuerpo) con pronación (rotación interna) de brazo y
antebrazo; se conserva el poder de extensión del antebrazo, pero no del brazo.

El tratamiento consiste en rehabilitación física, la cual tiene como finalidad


estimular la regeneración y reparación de los nervios dañados. El nivel de
recuperación que se alcanza depende de la gravedad de la lesión, sin embargo
la mayoría de los casos quedan con secuelas.

CAUSAS

Los nervios del plexo braquial se pueden afectar durante un parto difícil. La
lesión puede ser causada por:

 Tracción de la cabeza y el cuello del bebé hacia el lado a medida que los
hombros están atravesando la vía del parto.

 Estiramiento de los hombros durante un parto cefálico.

 Presión sobre los brazos levantados del bebé durante un parto de nalgas
(primero los pies).

Existen diferentes formas de PBB en un bebé y su tipo depende del grado de la


parálisis del brazo:
 La parálisis del plexo braquial que afecta frecuentemente sólo la parte superior
del brazo. También se conoce como parálisis de Duchenne-Erb o Erb-
Duchenne.

 Parálisis de Klumpke que afecta la parte inferior del brazo y la mano, y es


mucho menos común.

Los siguientes factores incrementan el riesgo de una PBB en recién nacidos:

 Parto de nalgas.

 Recién nacido de mayor tamaño al promedio (como el bebé de una madre


diabética).
 Dificultad para pasar el hombro del bebé después de que la cabeza ya ha
salido (denominada distocia del hombro).

La PBB en recién nacidos es menos común ahora que las técnicas obstétricas
han mejorado. La cesárea se utiliza con mayor frecuencia cuando hay
preocupación acerca de un parto difícil. Aunque una cesárea reduce el riesgo
de lesión, no lo previene. Una cesárea también tiene otros riesgos.

La PBB en recién nacidos se puede confundir con una afección


llamada seudoparálisis, en la cual el bebé tiene una fractura y no está
moviendo el brazo debido al dolor, pero no hay daño a los nervios.

SINTOMAS

Los signos y síntomas de la lesión del plexo braquial pueden variar en gran
medida, según la gravedad y la ubicación de la lesión. Por lo general, afecta un
solo brazo.

Lesiones menos graves

Durante los deportes de contacto, como el fútbol americano o la lucha libre, a


menudo se producen daños leves cuando los nervios del plexo braquial se
estiran o se comprimen. Esos daños se denominan «puntadas» o «ardores» y
pueden producir los siguientes síntomas:

 Una sensación como un choque eléctrico y de ardor a lo largo del brazo

 Entumecimiento y debilidad en el brazo

Por lo general, estos síntomas duran solo unos segundos o minutos, pero
algunas personas pueden sentirlos durante algunos días o más.

Lesiones más graves

Los síntomas más graves se producen por lesiones que dañan gravemente o
incluso desgarran los nervios. La lesión del plexo braquial más grave (avulsión)
se produce cuando la raíz del nervio se desgarra de la médula espinal.

Los signos y síntomas de las lesiones más graves comprenden:

 Debilidad o incapacidad de usar ciertos músculos de la mano, el brazo o el


hombro

 Inmovilidad e insensibilidad completas del brazo, el hombro y la mano

 Dolor intenso

Cuándo consultar al médico

Las lesiones del plexo braquial pueden causar debilidad o discapacidad


permanentes. Incluso aunque tu lesión parezca poco grave, es posible que
necesites atención médica. Consulta con el médico si tienes:

 Puntadas y ardores recurrentes

 Debilidad en la mano o el brazo

 Debilidad en cualquier parte del brazo después de un traumatismo

 Parálisis completa de la extremidad superior después de un traumatismo

 Dolor de cuello
 Síntomas en ambos brazos

 Síntomas en las extremidades superiores e inferiores

Es importante que te evalúen y te traten antes de que transcurran seis o siete


meses después de la lesión. Si se pospone el tratamiento, se pueden complicar
los resultados de las cirugías de los nervios.

TRATAMIENTO

Algunas lesiones del plexo braquial pueden curarse sin tratamiento. Muchos de
los niños que se lesionan durante el parto mejoran o se recuperan hacia los 3 ó
4 meses de edad. El tratamiento de las lesiones del plexo braquial incluye
fisioterapia y, en algunos casos, cirugía.

El tratamiento consiste en rehabilitación física, la cual tiene como finalidad


estimular la regeneración y reparación de los nervios dañados. El nivel de
recuperación que se alcanza depende de la gravedad de la lesión, sin embargo
la mayoría de los casos quedan con secuelas.

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