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Toda persona que por su actuar ocasiona un daño a otro es, en principio, responsable de
dicha conducta y deberá reparar el daño. El Estado como sujeto de derecho también resulta
responsable, con ciertas particularidades. La responsabilidad del Estado por violación a los
derechos humanos se vincula con su doble rol protector, ya que no debe promulgar normas
que puedan llegar a restringir o destruir derechos fundamentales, como tampoco debe
actuar en clara violación a los parámetros constitucionales.
El Estado como sujeto de derecho también resulta responsable, con ciertas particularidades.
La reparación por la responsabilidad extracontractual de aquel, fundada en jurisprudencia y
normas de derecho público, es una de las temáticas más relevantes.
Sin embargo, la protección de los derechos humanos a través de los tratados internacionales
ha llevado a que los países internamente adapten los criterios allí enunciados, cuya
actualidad resulta de suma importancia puntualizar.
1. LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL EN GENERAL
En la misma línea del razonamiento expuesto, decimos que, para que haya
responsabilidad, debe darse previamente una obligación legal (Constitución, tratado
internacional, etc.) o convencional del Estado, sea esta de hacer o de no hacer.
4. CLASES O TIPOS
En este último aspecto, cuando el Estado actúe en forma ilícita o irregular, tendrá
una responsabilidad extracontractual. Por lo tanto, no resulta necesario que proceda
en contra de la ley, sino que también tendrá responsabilidad en su obrar lícito,
siempre que produzca un daño al sujeto.
Otra de las grandes diferencias entre ambas responsabilidades es que la
extracontractual origina una nueva obligación pagar daños y perjuicios que nace con
el hecho ilícito, pero no como una cuestión sancionatoria (penal), sino netamente
resarcitoria (civil)
Dentro de los conceptos que nos parece significativo está el de Charles Rousseau,
para quién la Responsabilidad Internacional es una institución de origen
consuetudinario en virtud del cual todo Estado y/o sujeto del Derecho
Internacional Público al que sea imputable un acto al que el Derecho
Internacional refute ilícito debe una reparación al Estado en cuyo perjuicio se
haya realizado dicho acto. Asimismo, Remiro Brotons, define como el conjunto
de reglas que regulan los efectos de conductas lesivas de derechos subjetivos.
Para Daniel Guerra Iñiguez, es toda imputación que se le haga a un Estado de
haber violado una norma de Derecho Internacional, sea contractual (tratado) o no,
y cuyo acto ocasiona un daño a otro y lo obliga por lo tanto a repararlo.
“Es ilícita toda forma de ejercicio del poder público que viole los derechos
reconocidos por la Convención Americana”, reitera como importante el tribunal
que “determinar si la violación a los derechos humanos resulta de la
inobservancia por parte de un Estado de sus deberes de respetar y de garantizar
dichos derechos”.
La obligación de respetar es entendida como el deber de los agentes del Estado de
no violar […] los derechos humanos. Mientras, la [obligación] de garantizar,
[permite] el libre y pleno ejercicio de los derechos, y para ello es imprescindible
que el Estado emprenda acciones que hagan posible este ejercicio.
Esta norma aparece como válida universalmente y ha sido calificada por la jurisprudencia
como un principio evidente”.
Este deber abarca todas aquellas medidas de carácter jurídico, político, administrativo y
cultural que promuevan la salvaguarda de tales derechos contenidos en la CADH, así como
la obligación de indemnizar a las víctimas por las consecuencias perjudiciales. Así mismo,
están en el deber los Estados de investigar toda situación en la que se hayan violado los
derechos humanos protegidos por la Convención se incumple, [este deber] según la Corte,
cuando el aparato del Estado actúa de modo que tal violación quede impune y no se
restablezca, en cuanto sea posible, a la víctima en la plenitud de sus derechos. Lo mismo es
válido cuando se tolere que los particulares o grupos de ellos actúen libre o impunemente
en menoscabo de los derechos humanos.
El cumplimiento voluntario por parte de los Estados de las normas del derecho
internacional ha sido un fenómeno complejo y difícil de explicar. En términos
generales, las normas internacionales son obedecidas voluntariamente y de
manera constante que esto obedece a la posibilidad de incurrir en sanciones y a la
implementación de mecanismos judiciales, arbitrales y de control cuyo objetivo
es garantizar la eficacia de las normas. Un aspecto usual en el derecho
internacional es que no existen mecanismos coercitivos que exijan el
cumplimiento a los Estados, en gran parte del derecho internacional se
fundamenta en el cumplimiento voluntario.
FALTA IMFOOOOOOOOOOOO
Los hechos probados por la Corte, ocurrieron el 21 de junio de 1991, cuando los
hermanos Emilio Moisés y Rafael Samuel Gómez Paquiyauri, de 14 y 17 años,
respectivamente, fueron detenidos por agentes de la Policía Nacional e
introducidos en la maletera de una patrulla policial, siendo ejecutados. El 5 de
febrero de 2002, sometió a la Corte una demanda contra el Estado de Perú, con
motivo de la violación de diversos derechos en agravio de los hermanos Emilio
Moisés y Rafael Samuel Gómez Paquiyauri. Los Derechos invocados por la
Comisión fueron los siguientes: “[…], el Estado violó los artículos 4 (Derecho a
la Vida), 5 (Derecho a la Integridad Personal), 7 (Derecho a la Libertad Personal)
y 19 (Derechos del Niño) por las presuntas detención, tortura y ejecución
extrajudicial de los hermanos Emilio Moisés y Rafael Samuel Gómez Paquiyauri,
así como los artículos 8 (Garantías Judiciales) y 25 (Protección Judicial) de la
CADH, en perjuicio de sus familiares, todos en relación con la obligación
establecida en el artículo 1.1 (Obligación de Respetar los Derechos). De igual
manera, la Comisión solicitó a la Corte que declarara la violación de los artículos
1, 6 y 8 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura
[…] en perjuicio de los hermanos Gómez Paquiyauri. Finalmente, la Comisión
solicitó a la Corte que ordenara al Estado que adoptara una serie de reparaciones
pecuniarias y no pecuniarias, así como el pago de las costas generadas en la
tramitación del caso en la jurisdicción interna y ante el Sistema
Interamericano”303 . Los derechos contemplados en la CADH que fueron
declarados violados, son los siguientes: El derecho a la vida, derecho a la libertad
personal, integridad personal, garantías judiciales y a la protección judicial, el
Estado violó las obligaciones previstas en el artículo 8 de la Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, derechos el niño y el Estado
violó el artículo 11 de la CADH, en relación con el artículo 1.1. Se adjunta el
siguiente cuadro donde podemos apreciar fechas determinantes en el proceso
internacional.
La Restitución.
La Compensación.
La Rehabilitación.
La Satisfacción y garantías de no repetición.