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Los secretos de la estrategia

moderna en ajedrez

Avances desde Nimzowitsch

John Watson

Traducido al español por Juan Sebastián Margado y


Roberto Gabriel Alvarez

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Publicado por primera vez en inglés en el Reino Unido por Gambit Publications Ltd 1 998
Publicado en español por Gambit Publications Ltd 2002

© John Watson 1 998, 2002


Traducción al español © Juan Sebastián Morgado y Roberto Gabriel Alvarez 2002

El derecho de John Watson a ser reconocido como autor de este trabajo ha sido impuesto en confor­
midad con el Copyright, Designs and Patents Act (Acta de Propiedad Intelectual, Diseño y Patentes
de Gran Bretaña) 1 98 8 .

Todos l o s derechos reservados. Este libro le e s vendido sujeto a l a condición q u e no debe ser,
mediante comercio u otro medio, prestado, revendido, alquilado o circulado en cualquier medio de
soporte distinto de aquel en el cual está publicado y sin una condición similar incluyendo que esta
condición sea aceptada por el subsiguiente comprador.

Una copia del Catálogo de la Biblioteca Británica en datos de Publicaciones está disponible desde
la Biblioteca Británica.

ISBN 1 90 1 983 60 9
(Edición en inglés ISBN 1 90 1 983 07 2).

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Edición en inglés editada por Graham Burgess y Chris Baker


Supervisión de la versión española: Antonio Gude
Composición a cargo de John Nunn
Impreso en Gran Bretaña por Cromwell Press, Trowbridge, Wiltshire, Inglaterra.

10 9 8 7 6 5 4 3 2 1

Gambit Publications Ltd


Director Gerente: GM Murray Chandler
Director Ajedrecístico: GM John Nunn
Director Editorial: MF Graham Burgess
Editor en A lemán: MFF Petra Nunn
Su m a rio

Símbolos y abreviaturas 6
Dedicatoria 6
Agradecimientos 6

Introducción 7

Pa rte 1: El perfecciona m iento de la teoría trad icional 10

1: Perspectiva 10
La naturaleza de la teoría del medio juego 10
Metodología 12

2: El Centro y el desarrollo 14
El centro y los tiempos 14
Cazando peones en la apertura 17
El verdadero gran centro 23
La masa de peones centrales móviles 23
El abandono del centro 28

3: Minorías, mayorías, y peones pasados 31


Los ataques de minorías 31
Sobre mayorías y candidatos 34
Los peones pasados y el bloqueo 36
El lujurioso peón pasado contemporáneo 39

4: Cadenas de peones y peones doblados 43


Las nuevas ideas de Nimzowitsch 43
Nirnzowitsch y los peones doblados 46
Una vieja disputa 48
El desarrollo de la teoría sobre los peones doblados 51
Triplicados 58

5: La evolución del peón dama aislado 63


Encuadrando el tema 63
El entorno moderno del PDA 66

6: Cuestiones relativas a las piezas menores 70


La opinión ortodoxa 70
¿Los colores opuestos se atraen? 74
¿Folklore o realidad? Damas y caballos 76

7: Aquellas torres radicales 80


La séptima y octava filas 80
Las torres que vagabundean por las filas 80
¿Los finales tablas? 88
4 Los SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

8: La realeza en la actualidad 89
La defensa "Nimzoindia del rey" 89
Las aventuras del rey después de Nimzowitsch 90

9: Temas diversos 95
Maniobras y debilidades 95
Lo antiguo y nuevo sobre el cambio de piezas 96
La superprotección: unas pocas observaciones 97

Pa rte 2: Las n uevas ideas y la revolución moderna 100

1: Perspectiva 100
El retomo de la muerte del ajedrez lOO

2: La independencia a las reglas 105


La muerte de la regla general; ejemplos de la práctica 1 07
Descripción contra realidad 1 12
La guardia real y cómo desviarla 1 12
Siendo corteses con el caballo 1 16

3: El juego moderno de peones 120


Nuevas consideraciones sobre la cadena de peones 1 20
El sacrificio posicional de peón 1 26
¿Están sus peones verdaderamente retrasados? 1 36
La nueva relación del flanco hacia el centro 1 44
Otros temas de peones 1 49

4: El alfil moderno 152


Todo ese fianchettar 1 52
La nueva moral de los alfiles malos 1 54
Reconsideración de la pareja de alfiles 1 60

5: El caballo contemporáneo 164


Ellos viven en el borde 1 64
Ilusiones ópticas 1 70
¿Se está sintiendo superfluo? 1 74

6: Alfiles contra caballos 1: uno contra uno 176


Las piezas menores se enfrentan 1 76

7: Alfiles contra caballos 2: pares de piezas menores 182


Contra toda probabilidad: apostando por los corceles 1 82
a) El caso clásico: las debilidades permanentes 1 82
b) Espacio/centro por alfiles: una obscura compensación 1 89
e) Invirtiendo el sentido común 1 93
La venganza de los alfiles 208
Una digresión práctica 212

8: El sacrificio de calidad 214


Orígenes 214
SUMARIO 5

Un salto conceptual 216


Patente Petrosián 220
El producto sin tenninar 223

9: Profilaxis 230
La noción de Nimzowitsch 230
La profilaxis moderna: prevención extendida 233

10: El dinamismo: la diferencia moderna 242


¿Qué es el dinamismo? 242
¿Acumulación o saqueo? 244
Equilibrio dinámico y planeamiento 248
Ventaj as visuales contra elasticidad 250

11: Tiempo e información 253


La teoría de la información y el ajedrez 253
¿Tablas? 254
El tiempo y las aperturas con colores invertidos 255
La simetría de hoy es la oportunidad del mañana 259

12: La danza de la iniciativa: algunas divagaciones 261


Los misterios del dinamismo: ¿qué es una ventaja? 26 1
Dinamismo y provocación 263

13: Reconsideración de la apertura moderna 268


La paradoja de Alekhine 268
La revolución analítica 27 1
Una perspectiva de la teoría contemporánea 272
La vanguardia 289

14: Jugando ajedrez moderno 1 conclusión 293


Conclusión 295

Bibliografía 297

Índice de jugadores 300


Índice de aperturas 303
Sím bolos y a b revi atu ras

+ jaque
++ jaque doble
# jaque mate
x captura
!! jugada brillante
! buena jugada
!? jugada interesante
?! jugada dudosa
? jugada mala
?? jugada muy mala
Cto. campeonato
1 -0 la partida termina en victoria de las blancas
lf2-lb. la partida termina en tablas
0- 1 la partida termina en victoria de las negras
(D) ver el diagrama siguiente

Ded icatoria

A Tal Shaked y Patrick Hummel, mis alumnos, quienes están enseñándome poco a
poco sobre el ajedrez

Agradec i m ientos
Gracias a Graham Burgess y John Nunn, por su paciencia y sugerencias, y a la gente de ChessBase,
quienes me proveyeron infinidad de datos. También estoy agradecido al MI Larry D. Evans, por su
amistad y el uso de su excelente biblioteca.
Introd ucción

1
En Chessman Comics #2 , Chessman y Zug­ recientemente en la conciencia general. Pero
zwang fueron vistos mirando el western aje­ cuando el lector se confunda sobre por qué es­
drecístico "Fuerte Blunder", con la actuación toy designando una idea como 'moderna' o
estelar del General Principio y del Capitán 'clásica' , le advierto que debe tomar este límite
Alternativa, en el cual tiene lugar el siguiente algo arbitrario sólo como una guía.
diálogo entre el General y su asistente : "Gene­ Desafortunadamente, la estructura de este li­
ral Principio, señor, ¡usted casi ha exterminado bro es algo artificiosa, y espero que el lector me
a los antiguos indios!"; "Si, pero temo que hay perdone si realizo repetidas explicaciones so­
nuevas promociones indias por venir !". En tiem­ bre esto. La parte 1 está planeada para hacer
pos de Nimzowitsch, el mundo del ajedrez esta­ que el estudiante se sienta cómodo con la teoría
ba padeciendo grandes transformaciones, las clásica y con las revisiones de Nimzowitsch a
cuales desafiarían sin duda los principios gene­ dicha teoría. Me pareció justo para el aficiona­
rales que por aquel entonces dominaban la teo­ do medio, explicarle un poco sobre la teoría
ría ajedrecística. En efecto, estos cambios, antigua y establecer algunas bases para las pos­
mayormente aparentes en las nuevas formacio­ teriores demandas de su cambio radical. Pero la
nes indias abogadas por el mismo Nimzowitsch, parte 1 también abre el tema de la 'evolución'
a fin de cuentas ponen absolutamente en duda moderna de la teoría antigua. Aunque la distin­
la validez misma de tener cosas tales como ción es algo arbitraria, introduje en la parte 1 lo
'principios generales ' . Nimzowitsch puso en que podría denominarse como desarrollo 'natu­
duda la teoría antigua, y sus sucesores fueron ral ' de la teoría antigua, mientras que la parte 2
guiados a una era de pragmatismo, rechazo del está dedicada a los cambios 'revolucionarios ' ,
dogmatismo, e investigación analítica, que aún por ejemplo, uno que refuta antiguos principios
caracteriza el ajedrez moderno. Mi cometido en o involucra cambios filosóficos fundamentales.
este libro ha sido identificar los cambios más De ese modo, ambas partes cumplen el mandato
importantes en la teoría ajedrecística que dis­ del subtítulo del libro ( 'Avances Desde Nimzo­
tinguen el pensamiento ajedrecístico moderno witsch') ; pero la parte 2 cubre, con una mínima
del clásico. revisión del pensamiento pasado, las nuevas
Ahora mismo, puesto que estoy advertido de ideas que distinguen radicalmente el j uego mo­
cuán desalentador puede parecer este libro al derno. Con optimismo, espero que el capítulo y
lector, quisiera hacer algunas observaciones fi­ las secciones introductorias ayuden al lector a
losóficas y organizacionales. En primer lugar, notar estas diferencias. A riesgo de ponerme te­
definir qué es ' moderno' en el ajedrez ha sido dioso, repetiré y ampliaré lo que acabo de decir
una labor difícil ; como línea directiva general, sobre la organización de este libro en el primer
elegí 1 935, el año de la muerte de Nimzowitsch, capítulo de la parte 1 , y luego de nuevo, en me­
como punto divisorio entre el juego moderno y nor magnitud, en el primer capítulo de la parte
premoderno. Por supuesto, no hubo una revolu­ 2.
ción ajedrecística durante ese año particular; Seguidamente, deseo abordar mi aproxima­
así que las ideas que caracterizo como 'moder­ ción estilística a este libro, incluyendo el uso de
nas' no estaban necesariamente desatendidas las estadísticas y mi elección de material de
antes de 1 935, y naturalmente, algunos de los ejemplo. La primera observación a realizar es
conceptos que enfatizaré han ingresado sólo que este no es un libro de enseñanza. Mientras,

¡ El autor se está refiriendo a su propia obra ! Chessman Comics #2; Watson &
Myreng; Chess Enterprises Inc., 1 982.
8 LOS SECRETOS DE lA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

aunque esperaría y asumiré que su estudio pue­ la dama y el alfil. Si Íos j ugadores ya conside­
de ayudarnos como jugadores, ese no es su pro­ ran que la dama y el caballo son superiores,
pósito primario. Tampoco estoy escribiendo una pueden tender a convertir posiciones superiores
guía completa referente a la teoría ajedrecística en esa forma presumiblemente más segura de
del medio juego, en la forma que lo han hecho finales ventajosos. Los porcentuales resultantes
Pachman o Euwe y Kramer en sus bien conoci­ de victoria-derrota estarán entonces sesgados
dos libros. Ante sus ojos, el libro es una especie en favor de la dama y el caballo, dado que refle­
de libro de medio j uego, con numerosos ejem­ j arán la percepción tanto como la realidad. Ya
plos de la teoría de aperturas, dado que la aper­ que no puedo hacer nada sobre dichos efectos,
tura y el medio j uego ya no son funcionalmente toda vez que realicé una afirmación estadística
separables. Dentro de ese contexto, no obstan­ tuve cuidado no sólo de examinar las estadísti­
te, me intereso en un grande pero limitado con­ cas, sino ejemplos concretos. Para terminar con
j unto de temas, que hallé relevantes para mi este tema, creo que mis conclusiones tentativas
tesis acerca de los avances en el ajedrez moder­ son ampliamente correctas a pesar de este pro­
no. Así, por ejemplo, si el lector observa la sec­ blema; y en los casos más controvertidos (tal
ción sobre "Las columnas abiertas como un como 'ii'+lü contra 'ii'+Si.), cualquier bifurcación
factor en el ataque contra el rey" (Pachman), tenderá a favorecer al bando contra el cual es­
puedo no haber dicho absolutamente nada so­ toy argumentando (en este caso, el bando con la
bre el tema. Hay también poco aquí del tipo de dama y el caballo), y así su corrección solamen­
libros 'cómo jugar'. Mi meta ha sido investigar te podrá fortalecer mi argumento. Si esta última
temas teóricos, y no, por ejemplo, cómo mane­ definición es confusa, ¡sólo tenga en cuenta el
j ar la presión del reloj o prepararse para el si­ sentido de esta discusión cuando se encuentre
guiente torneo. La emocionante realidad es que frente a las argumentaciones estadísticas !
hay suficiente material y materia prima como La parte más difícil de escribir este libro ha
para pensar en escribir un libro dos veces más sido la elección de los ejemplos a utilizar. En
grande que este sin desviarse de las ideas aje­ principio, quise evitar volver a usar los mismos
drecísticas en sí mismas. ejemplos clásicos que los libros de enseñanza y
De tanto en tanto, durante ambas partes, me medio j uego han tendido a usar hasta el hartaz­
he referido a los análisis estadísticos que he go. Los lectores experimentados sabrán a cua­
realizado sobre algún tema (la frecuencia en la les me refiero. Por otra parte, habría sido pura
aparición de una cierta estructura de peones, arrogancia ignorar lo que han dicho muchos
por ejemplo, o los porcentuales de victoria de las maravillosos escritores en temas del medio jue­
negras en la Defensa Siciliana). En cada caso, go sobre los asuntos a los que me estoy refirien­
esto fue hecho usando el programa de base de do. A fin de cuentas, he revisado y tomado
datos de ChessBase. Aunque no he indicado notas de una amplia colección de libros, en la
siempre el tamaño o alcance de las búsquedas mayoría de los casos trabajos teóricos, libros de
realizadas, he intentado hacer cada búsqueda enseñanza, y colecciones de partidas. Muchos
tan inequívoca y estadísticamente significativa de ellos están indicados en la bibliografía. Uti­
como fue posible. Pero las interpretaciones de licé más ejemplos de estos que lo proyectado
dichos datos pueden ciertamente cambiar, y al originalmente, en parte por la sabiduría de sus
lector le divertirá realizar su propia investiga­ autores, pero también porque descubrí un nú­
ción sobre tales temas, especialmente porque se mero de aspectos nuevos en estos ejemplos (in­
pueden cosechar diferencias más sutiles. cluyendo errores y evaluaciones equivocadas),
Empleando este tipo de análisis por primera que creo aclararon mis argumentos sobre las di­
vez, pienso, ciertos temas centenarios están su­ ferencias que vemos en el ajedrez moderno.
jetos a una solución menos parcial. Como apunta Entonces, como será particularmente evidente
mi siempre astuto editor Graham Burgess, así y en la parte 2, utilicé las búsquedas en bases de
todo, el empleo de tales estadísticas lleva a ine­ datos para encontrar ejemplos frescos de parti­
vitables ambigüedades. Suponga, por ejemplo, das con ideas modernas, las cuales van desde lo
que examina un largo conjunto de finales para rutinario a lo innovador. Debido a que muchos
decidir si la dama y el caballo son superiores a de estos ejemplos modernos pueden parecer un
INTRODUCCIÓN 9

poco extravagantes para el lector menos experi­ afirmar que Andre Agassi lo dominaría en un
mentado, su yuxtaposición con los ejemplos encuentro individual, o el trabajo de Newton en
bien conocidos y con posiciones aleccionadoras física, para decir que no consiguiera inventar la
claramente difíciles de describir, espero hagan teoría de la relatividad. Pero hay tanta emoción
más fácil la incursión en los nuevos conceptos. colocada en la veneración de los antiguos cam­
Otro tema general que estoy seguro suscitará peones, que quiero enfatizar mi respeto por su
comentarios atañe a la comprensión ajedrecísti­ juego, y también cuán irrelevante considero la
ca comparativa de los jugadores clásicos y mo­ comparación directa de épocas inmensamente
dernos. El lector debe comprender que mi propia diferentes. El propósito del libro es mostrar lo
y temprana educación ajedrecística fue casi que ha cambiado en el ajedrez moderno, no el
completamente cumplida por el estudio de las hacer juicios negativos sobre los jugadores par­
partidas de los jugadores anteriores a 1 930; y la ticulares.
primera cosa que hice cuando preparé este libro Finalmente, necesito recordar al lector que
fue reproducir y examinar críticamente cientos no hay forma de 'demostrar' las diversas afir­
de partidas de los antiguos maestros, tanto como maciones que hago sobre el juego moderno.
leer los textos clásicos y los libros de torneo. Puedo mostrar ejemplos, por supuesto, pero al
Aunque rara vez toque el tema expresamente, final, indudablemente sobre o subestimaré la
se hará obvia mi consideración sobre que los importancia de diversas ideas . Este libro será
jugadores modernos tienen una más amplia y más significativo si uno pone un ojo crítico para
sutil comprensión del juego que sus predeceso­ evaluar si la teoría presentada aquí tiene una só­
res. Normalmente, esto se dirá de modo tácito, y lida base empírica en el estudio y juego pro­
de ninguna manera denigra a los grandes maes­ pios. Espero que mi libro los inducirá a hacerlo,
tros antiguos, tanto como difícilmente menos­ y a pensar de manera refrescante sobre el aje­
caban los logros de Bill Tilden en el tenis, drez moderno.

John Watson
Carlsbad, CA; 1998
Pa rte 1: El perfecc ion a m iento de l a
teoría tra d iciona l

1 Perspectiva

La natu ra leza de la teoría del digamos, de Lasker y Nimzowitsch, o de los


más nuevos, pero difícilmente contemporá­
medio juego neos, trabajos de Euwe y Kramer, Romanovski,
o Pachman? En los Estados Unidos, actualmen­
El ajedrez se divide tradicionalmente en tres fa­ te, el más popular de estas fuentes tradicionales
ses : apertura, medio juego, y final . A lo largo y es Mi sistema, de Nimzowitsch, ¡un libro escri­
a lo ancho de la historia del ajedrez, pero espe­ to en 1 925! No obstante lo brillante, que vale la
cialmente en las últimas cuatro décadas, la pena leer, y adelantado a su época, que este li­
teoría de las aperturas se ha expandido firme­ bro es (y es todas esas cosas), uno se asombra
mente . Últimamente, esta expansión se ha que no tengamos una cantidad de trabajos de su
transformado en una suerte de explosión, y es­ tipo más avanzados y actualizados. La teoría
tamos inundados con un material casi ilimitado del medio j uego, ¿no ha ido a ninguna parte en
sobre esta fase de la partida, desde libros a re­ los últimos 77 años?
vistas y bases de datos. La teoría de los finales, A pesar de su aspecto, esta no es sólo una
a pesar de que nunca ha sido un área de intenso cuestión retórica, y requiere un poco de refle­
interés popular, ha inspirado siempre un flujo xión para ser respondida. Por otra parte, este libro
de libros y artículos de alta calidad, aunque sólo intentará mostrar que el estado de la teoría mo­
sea porque el final es ideal para conclusiones derna de ajedrez, es sin duda dramáticamente
definitivas y análisis estrictos. diferente del estado de la teoría en tiempos de
¿Pero qué hay sobre la teoría del medio jue­ Nimzowitsch. Es extremadamente difícil codi­
go? Los jugadores que deseen estudiar esta área ficar esta diferencia en la forma en que la teoría
de la partida tienen una limitada y bastante in­ ajedrecística ha sido presentada tradicional­
satisfactoria gama de recursos entre los cuales mente, esto es, con reglas generales, principios,
elegir. Antes que focalizar esta fase del juego en o afirmaciones filosóficas. Todos estamos fa­
el sentido teórico, los libros suelen enfocar los miliarizados con el tipo de reglas a las cuales
temas más populares y manejables tales como me estoy refiriendo, las cuales son supuesta­
combinaciones, ataque y defensa, como mejo­ mente útiles si no estrictamente adecuadas, por
rar el propio pensamiento, y los consejos gene­ ejemplo, mover cada pieza una vez en la apertu­
rales para el competidor. En contraste con la ra, desarrollar los caballos antes que los alfiles,
apertura y el final, áreas en las cuales los juga­ los peones son más fuertes uno aliado del otro,
dores usualmente se inclinan por un trabajo las torres deben estar situadas detrás de los peo­
moderno para su ilustración, muchos o tal vez nes pasados, no situar los caballos en el borde
la mayoría de los estudiantes, leen todavía los del tablero, dos alfiles constituyen una ventaja,
clásicos cuando se refiere a la teoría del medio no mover los peones en frente del rey propio,
juego. ¿Cuántos de nosotros aprendimos nues­ abstenerse de cazar peones cuando estamos fal­
tros principios generales del medio j uego, tos de desarrollo, y tantas otras. Entonces, hay
PERSPECTNA 11

'principios' del juego posicional, sobre los cua­ de las reglas ' . El ajedrez moderno, ¿es por lo
les volveremos en el curso de este libro, que son tanto algo menos 'principista' que en los viejos
a menudo descripciones de las ventajas o des­ tiempos? Existen varias maneras de responder
ventajas de varios elementos del juego, por a esta pregunta. La primera respuesta, menos
ejemplo, alfiles malos, peones retrasados, ca­ incómoda, fue expresada por Richard Réti en
ballos centinelas, piezas centralizadas, comple­ su espléndido clásico Modern Ideas in Chess
jos de peones doblados, cadenas de peones, e (Las ideas modernas en ajedrez), cuando des­
incontables otras consideraciones. cribió el estilo moderno:
Me atreveré a afirmar que esto es verdadero "¿Qué es realmente una regla en ajedrez? Se­
al menos en espíritu, si no literalmente : este guramente, no una regla a la cual se llega con
tipo de teoría 'orientada a reglas' y 'orientada precisión matemática, sino más bien un intento
a principios'funcionó o era al menos sobreen­ de formular un método ganador en una posición
tendida en la época de la muerte de Nimzo­ dada o de alcanzar un propósito final, y aplicar
witsch en 1 935. Para poner esto de manera un el método a posiciones parecidas. Como, sin
poco diferente, las reglas y principios que po­ embargo, dos posiciones no son lo bastante pa­
dían ser claramente establecidos y todavía tie­ recidas, la así llamada regla, si es aplicada a una
nen posibilidades de ser útiles en el j uego posición aparentemente similar, puede estar
práctico, ya habían sido enunciadas e interiori­ posiblemente equivocada, o al menos en lo que
zadas por los mejores jugadores del mundo allá respecta a esa posición particular, puede existir
por 1 935. Asumamos que esta propuesta es de un método de juego más adecuado o eficaz. Es
momento verdadera. ¿Explicaría esto la falta de la aspiración de la escuela moderna no consi­
trabajos posteriores que postularan un conjunto derar cada posición de acuerdo a una ley gene­
completamente nuevo de principios y reglas, ral, sino de acuerdo al principio inherente en la
reflejando los descubrimi entos de las ulteriores posición. El conocimiento de otras posiciones y
generaciones? Pero es aquí donde el asunto se. las reglas aplicables a su tratamiento, son de
vuelve espinoso. Cualquiera que lea una gran gran utilidad para el propósito de analizar y ob­
cantidad de literatura ajedrecística está familia­ tener un dominio de la posición particular que
rizado con un punto de vista similar a éste : ' ¡ Oh tenemos bajo consideración; ... el origen de los
sí! Todos los principios fundamentales eran co­ más grandes errores será hallado en aquellas ju­
nocidos por los antiguos Grandes Maestros. El gadas que son realizadas meramente de acuer­
ajedrez moderno consiste en la aplicación de do a la regla, y no basadas en el plan particular o
ellos a un número creciente de posiciones espe­ el pensamiento del jugador." [el texto en itálica
cíficas, junto con u 9 masivo incremento en la es mío]
teoría de aperturas.' Uno podría agregar: de Esta elocuente exposición contiene una no­
' mera' teoría de las aperturas, dado que muchos ción relativamente saludable, que en ajedrez las
que opinan así afirman habitualmente que si reglas generales nunca tendrán aplicación uni­
diéramos simplemente, digamos, a Lasker o versal, y otra bastante más atrevida, que cada
Capablanca algún tiempo para 'ponerse al día' posición tiene un principio inherente a ella. Esta
con la moderna teoría de aperturas, ellos inme­ idea profunda está estrechamente relacionada
diatamente serían candidatos al título mundial. con otra tendencia fundamental del ajedrez mo­
Discrepo completamente con este punto de derno: la creciente confianza en el análisis con­
vista, y no creo en modo alguno que se derive de creto. Esta frase ( ' análisis concreto ' ) ha sido la
mi afirmación anterior en letra itálica. Además, favorita de una serie completa de jugadores y
no comprende el sentido principal . Aunque la teóricos líderes de lo que a menudo se conoció
teoría ajedrecística moderna ha avanzado tre­ como 'La escuela Soviética de ajedrez ' . Puede
mendamente desde el tiempo de los tempranos discutirse hasta dónde ellos formaron o no una
maestros, no lo ha hecho de una forma simplis­ 'escuela' , y por supuesto, ellos reivindicaron
ta, basada en reglas. De hecho, para enfatizar diversas doctrinas filosóficas. Pero la afirma­
esto, la parte 2 de este libro comenzará su exa­ ción unificadora que más claramente distingue
men del ajedrez moderno con un capítulo ente­ la generación postguerra de los jugadores líde­
ro que destaca su naturaleza de 'independiente res fue el rechazo del dogma y la primacía del
12 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

análisis concreto, por sobre la evaluación abs­ completo antes que perderse en el pantano de
tracta. O, dicho de una forma ligeramente dife­ variantes, la realidad es que el j ugador moder­
rente,el reemplazo de las reglas generales, por no obtiene su perspectiva e intuición del aná­
un énfasis en las características y consecuen­ lisis detallado de un gran número de posicio­
cias de la posición examinada. Al respecto, es nes. Cuando usted combina este hecho con la
interesante considerar los recientes libros del creciente irrelevancia de tantas de las reglas
gran entrenador MI Mark Dvoretski, los cuales clásicas, difícilmente puede sorprender que los
están dejando una enorme impronta en los mun­ escritores sean aún reacios a definir el tema de
dos ajedrecísticos de Europa y América. Entre los principios modernos, prefiriendo dar ejem­
las muchas ideas y técnicas prácticas que pre­ plos del juego moderno que ellos estiman típi­
senta en sus libros, un tema poderoso y consis­ cos.
tente (y es interesante mencionar,escogido por
Kaspárov para elogiarlo) es el valor de la ' apro­ Metodología
ximación analítica' , el cual asigna un valor su­
premo al análisis real. Sería difícil pensar en un A la luz de lo explicado anteriormente, el mero
jugador moderno de clase mundial que no siga intento de explicar el ajedrez moderno en tér­
este enfoque. minos generales puede parecer pasado de moda
Existe otra manera de responder a la pregun­ y mal encaminado. Todavía, nuestra moderna
ta ' ¿es menos propenso a principios el ajedrez literatura de colecciones de partidas, partidas
moderno? ' . Una contestación más radical sería comentadas, y artículos de revistas, muestra
decir que existen en el juego moderno, sin una gran cantidad de comentarios profundos y
duda,una gran cantidad de nuevos principios y esclarecedores de los más fuertes jugadores,
hasta 'reglas' implícitas. Pero estos principios y acerca de nuevas y sutiles maneras de pensar el
reglas no han sido explicitados ; o en unos muy juego. Incluso más evidentemente, sus propias
pocos casos, sí lo han sido, aunque no de una partidas nos hablan de ello. A pesar de todo es
forma que haya infiltrado el pensamiento cons­ posible descubrir una sabiduría general en el
ciente de los jugadores contemporáneos. Las grueso de la práctica moderna; simplemente te­
razones para esta falta de explicación son bas­ nemos que comprender que las nuevas ideas
tante simples: la sutileza y complejidad de tales serán más restringidas y específicas, que las
nuevos principios requerirían páginas y páginas atrevidas y a menudo desacreditadas generali­
de prosa altamente calificada para que ellos dades de tiempos pasados. Además, existe una
fueran adecuadamente descritos, y resulta más interconexión dinámica en el ajedrez que nece­
natural y eficiente para los jugadores, simple­ sita ser tomada en cuenta; así,las pautas moder­
mente interiorizar este tipo de 'regla' durante la nas tendrán a menudo más que ver con las
solución sobre el tablero de cientos de posicio­ técnicas, secuencias y procedimientos, que con
nes relevantes. En efecto, podría decirse de las reglas estáticas.
cualquier regla ajedrecística que la experiencia Para encarar tal complejo tema,elegí dividir
concreta de cada individuo le da una compren­ mi debate en dos partes algo arbitrarias. La par­
sión más adecuada y sutil de su aplicación, que te 1 de este libro revisará la teoría clásica, y
la que podría darle cualquier enunciación ver­ examinará cómo se han resuelto o transforma­
bal concebible. do en el ajedrez moderno ciertos temas teóricos
Independientemente de cuál de estos dos mo­ tradicionales. Los avances debatidos serán
delos aparentemente opuestos preferimos, los 'evolutivos' en el sentido más amplio; desea­
días de las pautas fácilmente expresables han mos ver qué revi siones y ampliaciones de la
terminado. Así,hay pocas posibilidades que los teoría antigua pueden ser descritas sin tener que
jugadores o investigadores se embarquen en la desechar los viejos modelos o tener que hacer
extensión del proyecto comenzado por Steinitz, uso de un nuevo y potencialmente fatigoso vo­
Tarrasch, y Nirnzowitsch, esto es, la codifica­ cabulario. La parte 2 intenta enfocar las ideas
ción de principios ajedrecísticos en gran escala. más 'revolucionarias ' de la época moderna.
Irónicamente,aunque los estudiantes de ajedrez Muchas de estas ideas implican el completo re­
son siempre advertidos que deben ver el cuadro chazo a las reglas antiguas, antes que su mera
PERSPECTIVA 13

revisión. Naturalmente, esta distinción es bas­ consciente (y común) de los mejores jugadores
tante arbitraria, y la superposición de temas re­ del mundo. Para dar un ejemplo sencillo (sólo
sulta inevitable; a modo de ejemplo, el porque es más fácil definirlo en unas pocas
tratamiento de los peones doblados y triplica­ palabras que la mayoría de las ideas que estare­
dos en el capítulo 4 de la parte 1 , probablemen­ mos tratando),el sacrificio de calidad obviamente
te podría haber entrado también en la parte 2 . sucedía antes que los maestros soviéticos le to­
Respecto a l tema d e cuán 'revolucionaria' re­ maran particular afición en los años cuarenta y
sulta una idea ajedrecística, podría ser útil con­ cincuenta; pero nunca fue una ocurrencia fre­
siderar el papel histórico del trabajo de cuente ni tampoco parte de la conciencia aje­
Nimzowitsch. Si uno examina Jos escritos de drecística de aquellos tiempos . De manera
Steinitz y Tarrasch, y las partidas de aquellos similar, el concepto de atacar las cadenas de
maestros del siglo XIX hasta Jos contemporá­ peones por el frente (y no en la base), cierta­
neos de Nimzowitsch, puede darse el caso de mente sucedió con anterioridad a los tiempos
que casi todo Jo explicado y clasificado en Mi modernos ; pero esto ahora es parte consciente
sistema se halle en las partidas y la literatura del arsenal del ajedrecista, y es empleado en
anteriores. Más allá de esto, las propias partidas ciertos contextos familiares y bien definidos.
de Nimzowitsch resultan a menudo una eviden­ Otros cambios son más generales ; por ejemplo,
cia poco creíble de sus propios principios ; uno las nuevas ideas sobre el tiempo y el desarrollo,
podría argumentar (y esto ha sido dicho antes) el dinamismo, la moderna profilaxis, y así su­
que Nimzowitsch ganaba frecuentemente sus cesivamente. Yo afirmaría que estos avances
partidas gracias a su mejor cálculo y hasta me­ son reales y significativos, a pesar de las difi­
diante argucias, antes que por la aplicación de cultades en describirlos.
sus principios. Pero la grandeza de sus logros Comenzando entonces con el capítulo si­
reside en algo completamente distinto; esto es, guiente,nuestra labor en la parte 1 será presen­
en convertir lo fundamental, Jos principios im­ tar los bosquejos de la teoría antigua y mostrar
plícitos del ajedrez jugado hasta su época, en en qué se ha modificado, aunque permanecien­
algo explícito, parte consciente del pensamien­ do en el contexto de las antiguas formulacio­
to de Jos jugadores modernos de ajedrez. Stei­ nes. Intentaré hacer esto siguiendo, en alguna
nitz hizo esto con ciertos conceptos tales como medida, el orden expuesto por Nimzowitsch en
la parej a de alfiles, las debilidades de peones, la Mi sistema. Aún más, intentaré considerar pri­
mayoría de peones en el flanco dama, y otras mero lo dicho por el propio Nimzowitsch sobre
técnicas y principios del j uego de posición. un tema particular, antes de abordar Jo que pen­
Nimzowitsch inventó, o bien trajo a la práctica saron otros antes y después de él. Esto es ante
general, conceptos tales como el bloqueo, la todo, una cuestión de estilo, y dada la limitada
séptima fila, el centinela, la profilaxis, el trata­ relevancia de varios temas en Mi sistema, serán
miento de las cadenas de peones y los peones solamente una guía general. Es importante re­
doblados, y muchos otros. El hecho de que cordar que,dado que los temas abordados están
otros jugadores hayan empleado estos concep­ relacionados con determinadas nuevas ideas del
tos en sus partidas (o hayan jugado aperturas ajedrez moderno, este libro no es de ninguna
hipermodernas), difícilmente puede conside­ manera integral o abarcador. El lector no debe
rarse relevante, dado que en su mayoría, lo hi­ esperar una cartilla o trabajo general sobre el
cieron de manera aleatoria y no sistemática. ajedrez de posición; sino más bien, una exposi­
Asimismo, casi cualquier idea ajedrecística ción de ciertos temas que ilustran los avances
' moderna' explicada en este libro puede hallar­ de la teoría moderna.
se en alguna que otra partida anterior a 1 93 5 ; Sin más que agregar, ¡ ahora le toca el tumo
pero estas ideas n o llegaron a ser l a característica al ajedrez !
2 El centro y e l d esa rro l l o

Cualquier debate sobre la estrategia del juego


de posición debe tener en cuenta el tema del
centro. En consecuencia, este libro, en su totali­
dad, se ocupará de la concepción del centro y su
tratamiento. Pero los libros de medio juego
gustan enfatizar aisladamente ciertos aspectos
básicos del centro. Un ejemplo es la ocupación
del centro mediante peones y la potencialidad
para el avance central de ellos. Otro, es el valor
del rápido desarrollo y la centralización de pie­
zas. Permitámonos primero dar un vistazo a lo
dicho por Nimzowitsch sobre estas cuestiones,
y luego asociemos aquellas con ciertos temas
modernos.

El centro y los tiem pos lüxd3+ 7 'ji'xd3 produciría una ventaja de cua­
tro tiempos para las blancas" .
En Mi Sistema, Nimzowitsch comienza con un Esta última variante es peculiar. Cuatro
capítulo denominado 'Sobre el centro y el desa­ tiempos o no, 7 . . . dS ! deja a las negras con la
rrollo' . Es importante darse cuenta de que el pareja de alfiles y una saludable porción del
inicio de su libro es, en alguna medida, una in­ centro (y es el alfil blanco "bueno" quien aca­
troducción al ajedrez. Por lo tanto incluye un ba de ser devorado). La mayoría de los jugado­
número de "reglas" básicas para el estudiante, a res estarían bastante contentos aquí con las
las cuales, en algún caso, el propio Nimzowitsch piezas negras. (De hecho, 5 'ji'e2 ! es recomen­
no adhiere. Estas reglas, sin embargo, reflejan dada en vez de S i.d3, pero esto es sólo un deta­
la teoría ajedrecística de su tiempo, y por ello lle).
resultan de interés para nosotros. En la parte 2 Nimzowitsch continúa: "Por otra parte, tras
de Mi sistema, en la introducción ( ' La concep­ 1 e4 eS 2 d4 exd4 3 c3 iüf6 ! 4 eS, no sería venta­
ción del juego de posición y el problema del joso mover el caballo a d5, pues el pobre animal
centro ' ) Nimzowitsch vuelve a tocar los temas no hallaría descanso: 4 . . . iüdS ? S 'it'xd4 c6 6
del centro y el desarrollo de manera más com­ i.c4 lüb6 7 iüf3 (D).
pleja. Para comenzar, Nimzowitsch enfoca el
tema tradicional del uso del centro para ganar
tiempo en el desarrollo. Es quizás característico
que este gran hipermodemo, sin tener un espe­ N
cial afecto por el espacio o las masas agresivas
de peones centrales, parece graciosamente in­
cómodo con las virtudes clásicas del centro. En
el capítulo 1 , imparte una curiosa lección, ini­
ciando con las jugadas 1 e4 eS 2 d4 exd4 3 c3
iüf6 ! 4 eS lüe4 (D).
Del caballo en e4, dice, "puede mantenerse
por sí mismo, pues S i.d3 sería respondida con
S . . . d5 . No, por supuesto, el vagabundeo me­
diante S . . . lücS ?, pues tras esta jugada, 6 cxd4
EL CENTRO Y EL DESARROLLO 15

"Las blancas tienen seis tiempos contra dos no son favorables a los caballos), por ejemplo,
o uno y medio, pues el caballo no está mejor si­ 4 . . . lüh5 5 d4 d5 (o 5 . . . d6) . . . y las negras no es­
tuado en b6 que en f6, y la jugada . . . c6 no es tán mal".
realmente un tiempo entero, puesto que ningu­ Lo que dice es bastante cierto; ¡ pero es un
na jugada de peón central está aquí en cues­ ejemplo curioso para alguien que intenta ense­
tión". ñar sobre el centro clásico ! Mas bien, tenemos
Esta valoración es realmente chocante. ¿A los inicios de una visión moderna del juego. Por
dónde se han ido aquellos valiosos tiempos des­ sobre todo, el típico maestro moderno tiene una
pués de 7 . . .!üxc4
. 8 'ii'xc4 d5, nuevamente con visión pragmática de las cosas: en vez de contar
la parej a de alfiles, y con las negras próximas los tiempos o inquietarse en abstracto sobre si
a igualar al rival en el número de piezas meno­ los caballos tienen buena ubicación en el borde
res desarrolladas? Ciertamente, para no quedar del tablero, se concentra en lo que funciona
peor, las blancas harían mejor en intentar 9 bien. Este será un tema importante a lo largo de
exd6 .ixd6 1 0 .i.g5, donde las negras pueden toda nuestra investigación, y está particular­
igualar mediante 1 0 . . . .ie7 o 1 0 . . . 'ii'c 7 1 1 'ii'e4+ mente ampliado en la parte 2. Siguiendo los
.ie6 1 2 lüd4 0-0 ! 1 3 lüxe6 l:te8, etc. lineamientos de 4 . . . lüh5, las jugadas pragmáti­
Este desafortunado arranque de uno de los li­ cas de caballo al borde del tablero resultan
bros de ajedrez más brillantes jamás escritos, abundantes en el ajedrez moderno; un ejemplo
encaja bastante bien con uno de los temas prin­ bastante entretenido que se encuentra bajo el
cipales del presente trabajo. En el ajedrez, sos­ análisis de los grandes maestros es la jugada 5
tendré, nuestro juicio está entorpecido por el .!üa4 ! ? luego de 1 d4 .!üf6 2 c4 g6 3 lüc3 d5 4
uso de reglas artificiales. La independencia a cxd5 .!üxd5 . Podría parecer un tanto extraño,
tales reglas, además, es una característica cru­ pero encontraremos ejemplos más confiables
cial del pensamiento ajedrecístico moderno. En en el capítulo 5 de la parte 2 ( ' El caballo con­
el caso anterior, Nimzowitsch es atrapado con­ temporáneo' ).
tando tiempos, empleando el tipo de concepción ¿Cómo consideró Nimzowitsch la relación
' aritmética' del juego que él mismo denostara. entre las jugadas de peones y el desarrollo?
En efecto, una opinión altamente cualitativa del Aquí están dos de sus pronunciamientos (aún
desarrollo, dejando de lado principios compla­ de la parte más básica de su libro):
cientes, impregna su juego real. En este contexto, "En la partida abierta, la rapidez en el desa­
el siguiente ejemplo de Mi sistema es sobresa­ rrollo es la ley primera. Cada pieza debe ser de­
liente. Comienza con un Gambito de Rey : 1 e4 sarrollada en una jugada. Cada jugada de peón
e5 2 f4 exf4 3 lüf3.!üf6 4 e5 (D). será considerada una pérdida de tiempo, a me­
nos que ayude a construir el centro, apoyarlo o
bien atacar el centro enemigo. Por lo tanto, como
correctamente advierte Lasker: en la apertura,
N una o dos jugadas de peón, no más.
" . . . continúa con que las jugadas de peones
laterales deben ser consideradas como una pér­
dida de tiempo - con el requisito, que en la
partida cerrada, esta regla tiene un alcance limi­
tado, dado que el contacto con el enemigo no es
completo . . ."
La perspectiva moderna acerca de estas
cuestiones es bastante diferente, por supuesto.
Tanto en posiciones cerradas, semiabiertas o
abiertas, las jugadas de peones laterales o de
flanco son empleadas a menudo por una multi­
Nimzowitsch explica: "aquí tenemos un caso plicidad de razones, por ejemplo, la instaura­
excepcional donde la casilla-h5 es satisfactoria ción del espacio, la disuasión del enroque del
(como regla, las casíllas del borde del tablero adversario, o el lanzamiento de un ataque de las
16 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

minorías. Las piezas son jugadas cualquier can­ en las primeras diez, al cabo de las cuales la
tidad de veces, si es necesario, para conseguir única pieza desarrollada de las blancas era su
metas estratégicas. Y la cantidad de jugadas de dama !
peón en la apertura puede variar de uno a ocho No es sorprendente, que las aperturas más
o más, dependiendo de los requerimientos de la modernas desafíen rutinariamente las reglas de
posición. Nirnzowitsch citadas anteriormente. No se me
Incluso en las tradicionales 'aperturas abiertas' ocurre nadie que pudiera considerar a la Sicilia­
(denominación para las partidas que se inician na Najdorf como una 'partida cerrada' (consi­
con 1 e4 e5), cumplir con el propio desarrollo dérese el número de violentos ataques de mate
puede ser reemplazado por varias jugadas pro­ de las blancas que han acontecido dentro de las
filácticas de peones, tanto como por jugadas de primeras 20 jugadas) ; y aun así, las negras pue­
peones que son necesarias para establecer ven­ den hacer un considerable número de jugadas
tajas estructurales. En la revitalizada Apertura de peón con tan solo una o dos piezas desarro­
Escocesa, por ejemplo, las blancas aparente­ lladas, luego de 1 e4 c5 2 tLlf3 d6 3 d4 cxd4 4
mente descuidan el desarrollo en numerosas tt:Jxd4 tt:Jf6 5 tt:Jc3 a6, por ejemplo, . . . e5, . . . h6
variantes, tal como l e4 e5 2 tt:Jf3 tt:Jc6 3 d4 (para evitar S..g 5 y así proteger d5), . . . b5 (pre-
exd4 4 tt:Jxd4 tt:Jf6 5 tt:Jxc6 bxc6 6 e5 (para ga­ para . . . ..tb7, previene S..c 4, y en algunos casos,
nar espacio) 6 .. ."iie7 7 'iie 2 tt:Jd5 8 c4 (para de­ avanza mediante . . . b4) podrían todas seguir en
salojar al caballo o atraer al alfil-c8 a una casilla breve, haciendo siete jugadas de peón antes que
potencialmente mala) 8 . . . S..a6 9 b3 (aseguran­ el desarrollo de las otras piezas sea efectivo (y a
do c4, y contemplando ..ta3) 9 . . . g6 10 f4 (a pe­ menudo, una de las primeras piezas en mover
sar de todo, ¡ sin tocar ninguna de aquellas cinco es la dama a c7, violando el principio frecuente­
piezas no desarro lladas ! ) con esta posición (D ) : mente indicado acerca de que las tempranas ju­
gadas de dama son indeseables) .
L a estructura toma prioridad sobre e l desa­
rrollo en una cantidad de modernos contextos.
N Vayamos a un ejemplo que ilustra un desprecio
general por las reglas clásicas; una variante per­
fectamente respetable de la Defensa Moderna
sigue:
1 e4 g6 2 d4 d6 3 tt:Jc3 c6!? 4 f4 d5 5 eS h5 6
tt:Jf3 S..g4 7 ..te3
Por supuesto, estamos ahora en la jurisdic­
ción de las aperturas cerradas. Adviertan que 7
h3 ..txf3 8 'iixf3 e6 9 S..d 3 c5 sería el contra­
ejemplo ideal a la regla de Lasker 'una o dos ju­
gadas de peón' . Entonces las negras habrían
hecho siete jugadas de peón, con cada una de
La última jugada de peón de las blancas ( 1 O sus piezas en su casilla original, ¡ y a pesar de
f4) no se apresta a poner en juego otra pieza, eso probablemente estarían mejor ! ¿Por qué?
¡ sino a mover nuevamente la dama ! Por ejem­ Porque d4 de las blancas es insostenible, y las
plo, 1 O . . . S..g 7 l l 'iif2 , y ahora todas las piezas piezas de las negras dispondrían todas de bue­
negras están desarrolladas, pero su caballo es­ nas casillas donde finalmente desarrollarse: ca­
tará enormemente restringido tras 1 l . . .tLlb6, ballos en c6 y f5, dama en b6, etc. 7 ..te3 es más
mientras que si 1 l . . .tt:Jf6, la estructura de las adecuada, dado que protege el centro y prepara
blancas le permite nivelar el desarrollo rápida­ el 0-0-0.
mente mediante, entre otras variantes, 1 2 ..te2 7...e6
d6 1 3 ..tf3 0-0 14 0-0 ..tb7 15 ..ta3 tt:Jd7 16 tt:Jd2 Al no jugar . . . ..tg7 en la jugada dos o tres, las
y de pronto los problemas de las negras son negras tienen ahora el alfil donde corresponde,
enormes. Independientemente del juego poste­ por ejemplo, en f8 apoyando . . . c5. Han gastado
rior, ¡esta variante presenta seis jugadas de peón una jugada haciendo . . . d6 primero y luego . . . d5 ,
EL CENTRO Y EL DESARROLLO 17

pero han ganado dos (porque ....i. g7-f8 habría apropiado, ...�g3-e4, rodeando el peón-e y
sido necesaria abriendo las negras con, por creando demasiadas amenazas. La lección: ha­
ejemplo, 1 e4 g6 2 d4 i. g7 3 �c3 c6 4 f4 dS S brá partidas en las cuales deben hacerse sola­
eS hS 6 �f3 .i. g4 7 .i.e3 e6). Una típica sutileza mente una o dos jugadas de peón y desarrollar
moderna. una nueva pieza con cada j ugada, pero hay tan­
8 h3 .i.xf3 9 'ii'xf3 (D) tas 'excepciones' que tomar tal pauta al pie de
la letra sólo limitará nuestra fuerza ajedrecís­
tica. Para cerrar esta sección, veamos un entre­
tenido ejemplo mostrando cómo las blancas
N pueden también hacer alarde de violar las re­
glas: Kosten-Lucas, Tours 1996: 1 d4 �f6 2 c4
d6 3 �c3 eS 4 �f3 e4 S �gS .i. fS 6 g3 ! ? h6 7
�h3 c6 8 �f4 �bd7 9 �g2 ! ? d5 10 �e3 (D).

9 'ilkb6
•••

Las negras finalmente desarrollan una pieza,


¡y esta es ... la dama !
10 0-0-0�d7 11 �b1 h4
De vuelta a las j ugadas de peones. Ahora los
peones de las blancas en el flanco rey están in­
movilizados.
12�e2 Hasta este punto, las blancas han movido su
Posteriormente, las blancas descubrieron caballo rey seis veces en las primeras diez juga­
ideas tales como 12 g4 ! ? hxg3 13 h4, intentan­ das, pero como dice Kosten, ¡ las blancas, de to­
do hS, para abrir líneas para sus alfiles, con jue­ das formas, parecen tener una pequeña ventaj a !
go incierto. Poseen buena presión e n el centro, y pueden ju­
1 2 �e7 13lDc1ltlfS 14 .i. f2 aS 15 c3 eS
••• gar para .i. g2, 0-0, y f3 con ventaj a posicional.
La novena jugada de peón sobre un total de Aunque este es, admitámoslo, un caso extremo,
1S ! No sólo presiona d4, sino que en algunos los jugadores modernos, cada vez con mayor
casos, dispone ... a4-a3 y ...c4, o una tradicional frecuencia, descubren posiciones en las cuales
avalancha de peones mediante ...c4 y ...bS-b4. la estructura tiene preferencia sobre el desarro­
Estas ideas nos podrían haber dado algo así llo, especialmente cuando el significado de éste
como 13 jugadas de peón sobre 19 ; pero las queda limitado por reglas tales como ' mover
blancas echan a perder nuestra diversión con su cada pieza solamente una vez en la apertura'.
jugada siguiente:
16 dxcS i.xcS 17llJd3 .ixf218 'ii'xf2 'ii'xf2 Caza ndo peones en la a pertu ra
19�xf2 gS!
Con el colapso de la cadena de peones de las Sobre este tema, Nimzowitsch dice: "Que, por
blancas, las negras obtienen una clara ventaja. lo tanto, el jugador inexperto, joven o mayor,
20 .i. bS gxf4 21 �d3 0-0-0 22 .i.xd7+ �d7 debe tomarse a pecho el mandamiento: ¡Nunca
23�xf41;e7 jugar a ganar un peón mientras su desarrollo
De una partida de 1992 Manion-Norwood. Las aún no ha terminado! Luego viene a dar esta
blancas tienen que resistir mientras las negras excepción: "Un peón central siempre debe ser
juegan ...l:. hg8-gS, ...l:.c8, ...bS, y en el momento capturado si esto puede hacerse sin un peligro
18 LOS SECREI'OS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

demasiado grande... con esto se logran posibili­


dades de expansión en aquella parte donde se
desarro lla con preferencia la lucha, es decir, el N
centro".
· Una vez más, este consejo está dirigido ex­
plícitamente al aficionado. Y a pesar de eso, los
maestros de ajedrez líderes durante la época de
Nimzowitsch (digamos, desde 19 1O hasta 193S)
estaban poco dispuestos a ir a la caza de peones
en la apertura. Aquí, también, la perspectiva
moderna es claramente más liberal. Los peones
centrales todavía son capturados cuando ello es
posible, pero, las cacerías de peones de flanco
también son comunes desde el principio de la
partida. Veamos si podemos comprender el por peón, y por una posición restringida en la cual
qué. En primer lugar, la captura de un peón de el jaque mate puede venir desde casi cualquier
flanco involucra más que el mero canje de ma­ dirección (tal como demuestra 12 ...tt:)xeS? 13
terial por tiempo y desarrollo. Frecuentemente, tt:)xe6 ! , conduciendo a un rápido desenlace).
la desaparición de un peón lateral mina las Aludiendo a esta Variante del Peón Envene­
defensas interiores de quien ofrece el peón, o nado (después de 8 ...'ii'xb2), el brillante, y orien­
puede permitir, a quien captura, obtener una so­ tado clásicamente Gran Maestro Salo Flohr
focante ventaja espacial, dado que sus peones comentó, aún tan tarde como en 1972: "En aje­
pueden avanzar con menor resistencia en el drez, hay una vieja regla: en la apertura, uno
mismo lado del tablero. debe apresurarse a desarrollar las piezas, y no
Esto queda mejor explicado mediante algu­ debe mover la misma pieza varias veces, parti­
nos ejemplos. Comenzando con uno muy fa­ cularmente la dama. Esta centenaria ley se
moso y complicado, permitámonos considerar mantiene buena aún para Bobby Fischer." Note
la llamada 'variante del Peón Envenenado' de la que Flohr habla de 'reglas' y ' leyes ' , lo cual es
Defensa S iciliana Najdorf: 1 e4 eS 2 tt:)f3 d6 3 precisamente la construcción que el jugador
d4 cxd4 4 tt:)xd4 tt:)f6 S tt:)c3 a6 6 i..gS e6 7 f4 moderno desaprueba con mayor frecuencia. Esta
'ii'b6 8 'ifd2 'ii'xb2 9 l:.bl 'ifa3 . variante es un ejemplo perfecto, especialmente
Esta variante está hoy tan bien consolidada, porque la variante Najdorf del Peón Envenena­
que olvidamos cuán del todo bizarra y suicida do fue precursora de muchos esfuerzos simila­
era considerada la idea de capturar el peón-b de res, tanto de las negras como de las blancas, y
las blancas. Las negras sólo han desarrollado el emblemática de una nueva actitud para con el
caballo-f6, y hasta éste puede ser atacado me­ ajedrez. Los Maestros (entre quienes se destaca
diante eS. Lo que es más, la dama en a3 perderá Fischer, pero también un número de innovado­
seguramente más tiempo al retirarse del ataque res jugadores soviéticos antes que él) adoptaron
de las piezas blancas. Consideremos la ahora gradualmente una actitud: estas posiciones no
casi olvidada variante 1O eS dxeS 11 fxeS tt:)fd7 tienen nada que ver con reglas o principios ge­
12 .tc4 (D). nerales, sino con el análisis concreto. Si las ne­
En los años cincuenta y en los tempranos se­ gras pueden tomar un peón y ganar puntos,
senta, las blancas ganaron una serie de brillan­ concluyeron ellos, cualquier cosa puede suce­
tes miniaturas a partir de esta posición . der. En el caso anterior, muchas de las cuestio­
Después de todo, tienen seis piezas muy activas nes pueden resolverse con el trabajo casero, y
contra los solitarios caballo y dama de las ne­ por ejemplo, recuerdo que se dijo que Fischer,
gras, y ésta última está próxima a perder más tomó solo unos pocos minutos para jugar esta
tiempo tras :b3 o hasta incluso con el golpe partida con piezas negras contra Tríngov en La
tt:)bS. Peor aún, tras 0-0, tomando la columna­ Habana 196S (ver diagrama): 12 . . ..tb4 13 :b3
f. los sacrificios en e6 y f7 parecen demasiado 'ifa5 14 0-0 0-0 lS tt:)xe6 fxe6 16 .txe6+ 'it>h8
peligrosos como para permitirlos. Todo por un 17 lhf8+ .txf8 18 'ii'f4 (D).
EL CENTRO Y EL DESARROLLO 19

Veamos algunos otros ejemplos de cacerías


sobre los peones de flanco:
N

¿Acaso no se parece esta partida a Alekhine


contra Amateur, de una simultánea ocasional ?
¿Habría permitido alguno de los Antiguos Maes­
tros anteriores a 1 900, tal cosa con las piezas Esta posición proviene de una Defensa Griin ­
negras? Y aún más: 1 8 ... lLl c6 ! 1 9 'ilf7 'ilcS+ 20 feld siguiendo las jugadas 1 d4 lLl f6 2 c4 g6 3
�h 1 lL!f6 ! ( ¡ y las negras ganan ! ) 2 1 .i. xc8 lLl xeS lLl c3 dS 4 cxdS lLl xdS S e4 lLl xc3 6 bxc3 .i. g7 7
22 'ile6 lLleg4 0- 1 . lLl f3 eS 8 l:.bl 0-0 9 .i.e2 cxd4 10 cxd4 'ila5+ 1 1
Hoy e n día, l a Variante del Peón Envenenado .id2 'ilxa2. Es otro ejemplo de una temprana
es el principal elemento disuasivo al plan de las correría de la dama (con sólo una pieza desarro­
blancas 6 .i. gS y 7 f4. Cuando las blancas per­ llada), con el objeto de cazar un peón de flanco.
miten 7 ... 'ilb6, se inclinan por adoptar un tra­ Tras cerca de décadas de intensa práctica y la­
tamiento más posicional (8 lLlb3, evitando el bor teórica, ésta todavía es una de las variantes
gambito, se juega a menudo, y si se acepta el principales de la Defensa Grünfeld. Teórica­
gambito con 8 'ii'd2, se elige usualmente la ju­ mente las negras parecen sostenerse, pero las
gada 10 fS, con fines estratégicos antes que los blancas de ningún modo rechazan el reto (¿o la
intentos inmediatos de dar jaque mate). Kas­ diversión?) de tratar de castigar la imprudencia
párov, entre otros, continua abogando por la po­ de su rival.
sición de las negras, y la popularidad de 6 .i.gS
ha declinado seriamente.
Supongamos que usted quiere justificar teó­
ricamente esta correría (7 ... 'ilb6 y 8 ... 'ilxb2). N
Uno podría apuntar a la primera parte de la ex­
plicación dada anteriormente, por ejemplo, que
la defensa interior de las blancas queda com­
prometida por la captura en b2, entonces las
blancas están obligadas a defender c3, y las pie­
zas indefensas como el alfil en c4 y el caballo
en d4, se encuentran sujetas a presión desde ca­
sillas centrales clave como eS y eS. Debo agre­
gar que tales cacerías de peones no siempre son
fruto del trabajo casero ; la intuición y el deta­
llado análisis sobre el tablero a menudo bastan
para convencer al caza-peones de aprovechar la Aquí, nuevamente, las negras han ido a por
oportunidad. Pero en general, el intento de co­ el peón-b2. Esto proviene de un Ataque Trom­
dificar en palabras el cómo y cuándo uno debe powsky, una variante que en sí misma contiene
cometer dichas correrías, está destinado al fra­ algunas ideas modernas dignas de considera­
caso. El análisis y la práctica resultan decisivos. ción: 1 d4 lLl f6 2 .i. gS ( ¡ los alfiles antes que los
20 LoS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

caballos ! ) 2 ....!Ll e4 3 � f4 c5 4 d5 'ii'b6 5 .!Lld2 ! ? deben sufrir a causa de esta correría, pero que si
'ii'xb2 6 .!Ll xe4 'ii'b4+ 7 'ii'd2 'ii'xe4 (otra vez, las el ataque de las negras falla, el segundo jugador
negras no ha desarrollado sus piezas y más aún, sucumbirá en un final ante la pareja de alfiles.
no han movido un peón central ...) 8 e3. ¿Cómo Esta variante aún está evolucionando, y su ve­
evaluar esta posición? Las blancas tienen ven­ redicto teórico es todavía "con juego complica­
taja de espacio, mejor desarrollo, y la perspecti­ do", dando a entender que al menos las blancas
va de corretear a la dama un poco más. No no han violado ningún principio general válido
obstante, la posición de las negras, libre de de­ mediante su cacería de peones.
bilidades, está considerada por la teoría como
jugable.

Apartándonos por un momento de las corre­


rías pirata de la dama, existen varias aperturas
Esto proviene de 7 'ii'g4 contra la Defensa en las cuales un bando caza un peón de flanco y
Francesa Variante Winawer tras 1 e4 e6 2 d4 d5 luego lo defiende. El siguiente ejemplo viene
3 .!Llc3 �b4 4 e5 c5 5 a3 � xc3+ 6 bxc3 .!Lle7 7 de la Defensa Eslava: 1 d4 d5 2 c4 c6 3 .!Llf3
'ii'g4 'ii'c7 8 'ii'xg7 l:tg8 9 'ii'xh7 cxd4 10 .!Ll e2 .!Ll f6 4 .!Llc3 dxc4 5 e4 ! ? b5 6 e5 .!Lld5 7 a4 e6. En
.!Llbc6 11 f4 �d7 12 'ii'd3. Tal como en la Varian­ realidad, hay un sinnúmero de variantes simila­
te del Peón Envenenado de la Siciliana Najdorf, res en la Apertura Réti, otras Eslavas, y en el
esta es una posición antigua y concienzuda­ Gambito Dama Aceptado (por ejemplo 1 d4 d5
mente analizada. Las blancas determinan que 2 c4 c6 3 .!Ll c3 dxc4 4 .!Ll f3 b5 5 g3 e6, 1 d4 d5 2
cambiar completamente de política es algo c4 dxc4 3 .!Ll f3 .!Ll f6 4 .!Llc3 a6 5 e4 b5 6 e5 .!Lld5 ,
lícito en el negocio de la cacería de peones de y 1 d4 d5 2 c4 c6 3 .!Llf3 .!Llf6 4 .!Llc3 e6 5 ..i g5
flanco. Al capturar los peones g y h con un con­ dxc4 6 e4 b5). No queremos entrar en detalles
siderable desembolso de tiempos (no poseen aquí, pero vale la pena apuntar que las negras
ninguna pieza desarrollada, como es usual), no no están cediendo el centro y su desarro llo
sólo ganan material (asumiendo, por ejemplo, (¿pueden ver al alfil-c8?) por un único peón.
que las negras en algún momento tomarán en c3 También esperan que su masa de peones en el
y las blancas recapturarán), sino también des­ flanco dama ejerza una asfixiante influencia so­
trozan las defensas interiores de las negras en el bre el desarrollo de las blancas, y eventualmen­
flanco rey (f6 es un claro agujero, y el peón-h te, se transforme en un decisivo peón pasado, o
de las blancas queda pasado). Las negras, por bien dos. El precio que deben pagar es ser obje­
su parte, tienen ventaja de desarrollo, con co­ to de ataque, lo cual tiene relación con la buena
lumnas abiertas en aquel mismo flanco rey. disposición de las blancas para entrar en tales
También poseen un peón de ventaja en el centro variantes. Las evaluaciones de ambos bandos
y juego sobre la columna-e, una vez que las son pragmáticas, basadas como siempre en el
blancas capturen en c3. Años de experiencia y análisis concreto. ¡ Muy pocos maestros juga­
miles de partidas han enseñado que las blancas rán estas variantes sin estar preparados ! Pero a
EL CENTRO Y EL DESARROLLO 21

diferencia de las correrías de la dama mencio­ dxe5 1 3 'it'f3 ganando) 1 1 i. h4 0-0 1 2 f4, don­
nadas anteriormente, este tipo de cacería de de 1 2 . . . l:le8 pierde por 1 3 ll'l xc6 bxc6 1 4 e5, etc .
peón tiene un honorable antecedente del siglo En vez de esto, Nimzowitsch va por un peón.
XIX, llamado Gambito de Rey ( 1 e4 e5 2 f4 9 bxc6 10 'ii'a6 'it'd7
•••

exf4 3 ll'lf3 d6 4 d4 g5 , para dar un ejemplo). ¿Qué más? I O . . . c5? 1 1 'ii'c6+ ll'l d7 1 2 .i. g5 !
Para finalizar con esta sección, demos un es tremendo para las negras.
vistazo al interminable debate sobre la siguien­ 11 'it'b7 l:l c8 12 'it'xa7
te cacería de un peón de flanco: Así, las blancas tienen un peón de ventaja.
¿Fue este un sacrificio intencional ? McDonald,
N imzowitsch - Capablanca en su libro Positional Sacrifices (Sacrificios po­
San Petersburgo 1914 sicionales), aborda este tema de manera agra­
dable mediante el repaso de la opinión histórica
1 e4 e5 2 ll'lf3 ll'lc6 3 ll'lc3 ll'lf6 4 .i.b5 d6 5 d4 y agregando la suya propia:
i.d7 6 i.xc6 i.xc6 7 'it'd3 exd4 8 ll'lxd4 g6 ( D) " . . . Euwe comenta en la j ugada 8 que 'no era
tan difícil ver la pérdida forzada de un peón en
dos o tres j ugadas, pero Capablanca aparente­
mente no imaginó que tal cosa pudiera suceder
B en la sólida Defensa Steinitz del Ruy Lopez.
Los errores de Capablanca son tan claros como
sus buenas jugadas.'
"Ni Nimzowitsch ni Euwe podrían compren­
der que Capablanca hubiera sacrificado el peón
deliberadamente. Euwe llama a esto 'un acci­
dente con final feliz' . El propio Capablanca ob­
servó las cosas de manera diferente : 'Creo que
él [Nimzowitsch] ha sido injustamente critica­
do por perder la partida. . . [los críticos] todos
han sugerido jugadas aquí y allá; pero las parti­
das de los grandes maestros no consisten en ju­
Este es un ejemplo entretenido por más de gadas aisladas, sino que éstas deben jugarse
una razón. Capablanca no era ciertamente un relacionadas con un plan de ataque y defensa, y
gran adicto al fianchetto (sólo un poco más que éste no fue indicado."' [los comentarios e itáli­
el resto de los grandes jugadores de su tiempo), cas son de McDonald ' ; la cita a Capablanca
pero él indica en sus artículos que tenía predi­ está tomada de Mi carrera ajedrecística].
lección por el fianchetto en las posiciones de la McDonald viene a explicar que, en oposi­
apertura Ruy Lopez donde se hubiera jugado ción a Nimzowitsch y Euwe, "cualquier juga­
. . . exd4. Que Capablanca estuviera dispuesto a dor moderno apreciaría el valor del concepto de
gastar tiempos de esta manera es algo sorpren­ Capablanca", lo cual resulta una afirmación in­
dente, dado que Steinitz y hasta Nimzowitsch, teresante. Podría decir con otras palabras que,
en posiciones similares, propendían con urgen­ además, cualquier jugador moderno reconoce­
cia a frenar el peón-e4 mediante . . . .i.e7, . . . 0-0, ría las principales amenazas de las negras en la
. . . :te8 y . . . i. f8 . Y en este caso particular, la ju­ posición, ¡y probablemente se defendería bas­
gada pierde un peón de manera forzada. tante mejor que como lo hace Nirnzowitsch
9 ll'lxc6 posteriormente !
Fortuitamente llegó a mis manos un artículo 12 .i. g7 13 0-0 0-0
•••

de Kaspárov en ChessBase Magazine precisa­ McDonald traza un curso posterior de la lu­


mente sobre esta partida (como vemos, esta cha para las negras (situar las torres en las co­
partida atrajo la atención por muchos años) . lumnas abiertas del flanco dama y maniobrar
Afirma que 8 . . .g 6 e s dudosa pues las blancas para colocar un caballo en c4 ), y él cree que las
pueden continuar con 9 i. g5 i.g7 1 O 0-0-0, por blancas carecen de un buen plan, lo que deno­
ejemplo, 1 0 . . . h6 ( 1 0 . . . 0-0? 1 I ll'lxc6 bxc6 1 2 e5 ! mina (correctamente) como 'la característica
22 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

clave de un sacrificio posicional' , por ejemplo, las blancas pueden jugar 'ii'c 4. La raíz del asun­
que mientras quien sacrifica puede mejorar su to reside en no quitar la dama de una posición
posición, su rival tiene dificultades para hacer donde ésta ataque la casilla-c6."
lo mismo. Luego compara esta posición con la Variante
¿Resulta esto cierto en este caso? Mientras del Peón Envenenado de la Najdorf, 'en la cual
leía el libro marqué la posición para un estudio la dama negra en b2 o a3 es objeto de ataque,
posterior, porque no parece verosímil que las pero también 'evita que las blancas puedan ma­
negras tengan suficiente compensación por el niobrar con libertad' .
peón. Posteriormente examiné el libro de Dvor­ ¿Qué conclusión se obtiene de todo esto?
etski y Yusúpov Entrenamiento de elite, y hallé En primer lugar, no creo que Capablanca haya
un breve pero excelente comentario de Sheres­ sacrificado el peón intencionalmente. Difícil­
hevski sobre este tema. mente esto se ajuste a su estilo de juego, y per­
14 'ii'a6 Me8 (D) sonalmente no creo que el sacrificio sea lo
bastante sólido. Capablanca, un hombre muy
orgulloso cuando se trata de admitir errores, no
afirma haber sacrificado el peón, y de hecho,
B en sus comentarios de Mi carrera ajedrecística,
da a entender firmemente que jugó demasiado
rápido y perdió un peón. Califica a S . . . g6 "una
idea original, puesta de manifiesto en un arran­
que de improvisación". Es interesante que Kas­
párov, siguiendo quizás la línea de otros
comentaristas, sencillamente da por hecho que
Capablanca sacrificó el peón intencionalm�nte,
llamando a esto 'un concepto profundo' . Es
algo extraño, puesto que también piensa que
S . . . g6 debería haber llevado a una gran desven­
taja contra las jugadas más naturales de las
Aquí Nimzowitsch jugó 1 5 'ii'd 3 'ii'e6 1 6 f3 , blancas (ver su comentario a la jugada 9 de las
y después de 1 6 . . . iüd7 1 7 .i.d2 ( ' ?' Kaspárov, blancas).
quien da 1 7 .i.f4 lüe5 l S .i.xe5 .i.xe5 1 9 l:.ab l ) En cualquier caso, esta discrepancia de opinio­
1 7 . . . lüe5 l S 1i'e2 lüc4, las negras tienen una nes es fascinante, aunque no muy importante.
enorme presión ( . . . l:.aS seguido de . . . l:tebS), y Volviendo a la posición en sí misma, examiné
finalmente se impusieron. Cualquier defensor con alguna dedicación la sugerencia de Shere­
del Gambito Benko estaría aquí particularmen­ shevski 15 f3 ! y personalmente creo que, aunque
te feliz con las piezas negras. las negras tienen alguna compensación por el
Pero Shereshevski escribe: "Hallé la expli­ peón, la misma no es suficiente. En algún mo­
cación correcta sobre lo que había sucedido en mento, imposibilitadas de realizar con éxito la
el libro de Znosko-Borovski [El medio juego] . maniobra . . . iüd7-e5-c4, las negras deben qui-
Menciona, que si su rival posee una ventaja de zás jugar . . . d5, y esto puede fácilmente dar
tiempo (en desarro llo) pero Ud. posee material como resultado un final en el que sólo las blan­
de ventaja, bajo ninguna circunstancia debe cas pueden esperar la victoria.
distraer de los deberes defensivos ninguna pieza Más interesante resulta todavía el 'principio'
que ejerza presión sobre la posición enemiga. defensivo de Znosko-Borovski. Este concepto
Dichas piezas pueden situarse peligrosamente, bastante sutil es un ejemplo del tipo de regla
implicando cierto riesgo; pero impiden la liber­ ' sensible al contexto' que aún hoy podría ser
tad de maniobras del rival . Desde la casilla-a6 aplicable al ajedrez moderno, como opuesto a
la dama ataca el peón de c6 y evita que las negras las arrolladoras generalizaciones de antaño.
se reagrupen con . . . 1i'e6, . . . iüd7, . . . lüb6(e5), y Algunas veces, por supuesto, la retirada presu­
. . . lüc4. La jugada correcta era 1 5 f3 ! . Es nece­ rosa de la expuesta dama es, en realidad, la ac­
sario contar con la respuesta ... l:.aS, pero entonces ción correcta, y el primer paso para una exitosa
EL CENTRO Y EL DESARROLLO 23

consolidación. En la Apertura Trompowsky su primera aceptación (digamos, allá por 1 960),


mencionada anteriormente, por ejemplo, la idea las blancas jugaban a menudo y con placer el
. . . 'iib4 , y después de c3, . . . 'i!Va5, seguida a me­ Ataque Austríaco ( 1 e4 d6 2 d4 tt:'lf6 3 tt:'lc3 g6 4
nudo de . . . 'i!Vc7 o . . . 'i!Vd8, es una buena estrate­ f4); en aquellos días, la tendencia era seguir rá­
gia defensiva. Así y todo, la profilaxis ejercida pidamente con el avance e5, mientras que en la
por la dama en los dos ejemplos dados por She­ actualidad, las blancas son más mesuradas.
reshevski , me da la impresión de ser efectiva y Análogamente, cuando entró en escena la De­
típica de dichas posiciones. fensa Moderna (a finales de los años ' 60 y prin­
cipios de los ' 70), la variante 1 e4 g6 2 d4 i.. g7
El verdadero gra n centro 3 tt:'lc3 d6 4 f4 fue analizada exhaustivamente,
mientras que ahora las blancas suelen jugar
Uno de los aspectos más confusos del ajedrez más modestamente. Apartándonos de los ejem­
posicional compete al valor y desventajas de un plos que involucran la jugada . . . g6, el Ataque
gran centro de peones móviles. Los textos clá­ de los Cuatro Peones contra la Defensa Alekhi­
sicos tienden a resaltar que, si las negras no dis­ ne ( 1 e4 tt:'lf6 2 e5 tt:'ld5 3 d4 d6 4 c4 tt:'lb6 5 f4)
putan el centro, las blancas jugarán de todas supo ser por lejos más popular que ahora. Y en
maneras e4 y d4 y avanzarán prudentemente la Defensa Grünfeld, la época romántica de los
esos peones para restringir el juego del rival. f4 con g4 y/o f5 (como en Spasski-Fischer,
Que conste, por cierto, que la teoría clásica pa­ Olimpíada, Siegen 1 970: 1 d4 tt:'lf6 2 c4 g6 3
rece dar a entender que si Dios jugara con las tt:'lc3 d5 4 cxd5 tt:'lxd5 5 e4 tt:'lxc3 6 bxc3 i.. g 7 7
piezas blancas, su meta sería llegar a la siguien­ i..c4 c5 8 tt:'le2 tt:'lc6 9 i.. e 3 0-0 1 O 0-0 'i!Vc7 1 1
te posición: l:tc l l:.d8 1 2 h3 b6 1 3 f4 e6 1 4 'ii'e l tt:'la5 1 5
i..d 3 f5 1 6 g4, etc . ) h a dado lugar a formaciones
centrales más manejables para las blancas, tal
como c3/d4/e4/f2.
Pero hay excepciones. Al hacer frente a las
aperturas irregulares actuales, puede a veces ser
mejor el abandonar la cohibición y arremeter
con las tropas, tal como hizo Kárpov contra la
apertura 'Canguro' :

Kárpov - Miles
Biel l 992

1 d4 e6 2 c4 i.. b4+ 3 i..d2 i.. xd2+ 4 'i!Vxd2 b6 5


tt:Jc3 i.. b7 6 e4 tt:'lh6 7 f4!
A por él; las partidas anteriores habían mos­
No ha sido considerada muy a menudo la trado sencillas jugadas de desarrollo.
cuestión acerca de si las blancas deberían tam­ 7...f5 8 e5 tt:'lf7 9 0-0-0 g5 (D)
bién agregar el avance f4 y/o c4, cuando tienen 10 tt:'lf3! l:tg8 11 i.. e2 tt:Ja6 12 h3 gxf4 13
las manos libres para jugar e4 y d4. Es intere­ 'ii'xf4 'i!Ve7 14 g4 fxg4 15 hxg4 tt:'lg5 16 d5
sante resaltar que, históricamente, la primera Los peones están paralizando las fuerzas ne­
reacción a las más modernas defensas emplea­ gras, que se rindieron bastante rápidamente.
das por las negras, en las cuales no se avanza un
peón a la cuarta fila, haya sido avanzar tres o
más peones centrales para invadir la posición
La masa de peones centra les
rival. En los comienzos de la Defensa India del móvi les
Rey (allá por 1 920), por ejemplo, era muy po­
pular el Ataque de los Cuatro Peones: 1 d4 tt:'lf6 En su mayoría, entonces, los ajedrecistas se han
2 c4 g6 3 tt:'lc3 i.. g7 4 e4 d6 5 f4. No lo ha sido dejado llevar por la corriente de estos 'mega­
desde entonces. Y cuando la Defensa Pire obtuvo centros' . Queda abierta la cuestión de cómo ha
24 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

B B

evolucionado el tratamiento de una masa nor­ 24 cxdS 2S lL!xdS 'ifaS 26 lL!c7+ 'Íi'd8 27
••.

mal de peones centrales (digamos, dos peones lL!xa8 'ifxa8 28 dS


alineados). Permitámonos comenzar con lo di­ ¡ Qué peones ! La partida terminó graciosa­
cho por Nimzowitsch. Hablando del avance del mente tras 28 . . . 'ifc8 29 'ife4 l:e8 30 l:c 1 'ii' b 8
peón central en una partida, dice: "el avance de 3 1 e6 i.bS 32 'ii'd4 b6 33 d6 ! i.f6 34 e7+ 'Íi'd7
los peones centrales no ha sido un proceso ais­ 35 'ifd5 i.xfl 36 'ii'c 6#. Este habría sido un
lado, independiente. Por el contrario, su forta­ buen ejemplo para el capítulo de Nimzowitsch
leza depende de la prontitud con que las piezas sobre el centro de peones.
ubicadas tras ellos puedan ocupar las casillas En Zurich 1 934 (un año antes a nuestro arbi­
centrales." Esto suena tan verdadero ahora trario inicio del 'ajedrez moderno' ), Euwe jugó
como entonces. Si las piezas propias no pueden de modo similar con las piezas blancas contra
seguir y apoyar el ataque, el avance de los peo­ la Defensa Nimzoindia planteada por Bogolju­
nes centrales (con excepciones, por supuesto) bow: 1 d4 lL!f6 2 c4 e6 3 lL!c3 i.b4 4 a3 i.xc3+
tiende a ser prematuro. 5 bxc3 eS 6 f3 d5 7 e3 lL!c6 8 cxd5 exd5 9 i.d3
La Variante del Cambio en el Gambito Dama lL!e7 10 lL!e2 i.f5 1 1 0-0 0-0 12 i.xf5 lLlxf5 1 3
Rehusado ha sido durante mucho tiempo una e4 dxe4 1 4 fxe4 lL!e7 1 5 1i'd3 lL!d7 1 6 i.f4 y las
apertura en la cual resulta común el avance de los blancas poseen una clara ventaja basada en sus
peones centrales. Nimzowitsch, en su partida peones centrales móviles.
con blancas contra Romih, Londres 1 927, jugó El concepto básico expresado en estas par­
esta variante con un talento bastante moderno: tidas aparece frecuentemente en todo el aje­
1 d4 dS 2 c4 e6 3 lL!c3 lLlf6 4 i.gS drez moderno. Aunque el tratamiento de tales
El orden de jugadas moderno es 4 cxd5 exd5 peones centrales ha llegado a ser más sofistica­
5 i.g5 . do, no ha cambiado fundamentalmente desde
4 lL!bd7 S e3 c6 6 cxdS exdS 7 i.d3 i.d6 8
..• los tiempos de Nimzowitsch. Veamos un ejem­
'ifc2 h6 9 i.h4 'ifaS 10 0-0-0 i.b4 11 lL!ge2 plo más reciente, nuevamente de un Gambito
i.e7 12 �b1 lL!f8 13 h3 i.e6 (D) Dama:
14 f3!
El primer paso hacia el establecimiento de Sadler - M u ruga n
una masa de peones centrales. Londres 1 993
1 4 a 6 1 S a3 i.d7 1 6 i.xf6! i.xf6 1 7 e4
..•

lL!e6 18 eS i.e7 19 f4 1 d4 dS 2 c4 e6 3 lLlc3 lLlf6 4 cxdS exdS S i.gS


Los peones amenazan con invadir la posi­ c6 6 e3 i.e7 7 i.d3 0-0 8 'ifc2 lL!bd7 9 lL!ge2
ción de las negras. l:te8 10 0-0 lL!f8 11 f3 ..te6 12 i.h4 lL!6d7 13
19 lL!c7 20 fS lL!bS 21 l:thfl 'ifb6 22 i.xbS
••• i.f2 i.h4 14 g3 i.e7 1S lLlf4
axbS 23 lL!f4 b4 24 lL!cxdS! Sin apuro por jugar e4.
Bien planeado con anticipación; esto asegu­ 1S lLlf6 16 l:tad1 i.d7 17 e4 dxe4 18 fxe4
•••

ra una masa de peones todavía más móvil. (D)


EL CENTRO Y EL DESARROLLO 25

h3 'it>h8 1 7 g4 ! (usando su ventaja central y es­


pacial para lanzar un ataque) 1 7 . . . lt::le 7 1 8 'ili>h 1
N d5 1 9 e5 lt::l h 7 20 f5 f6 2 1 e6, y el peón en e6
"deja inválida a la totalidad de las fuerzas ne­
gras", en palabras de Euwe. Las blancas gana­
ron con bastante facilidad.
¿Estamos hoy realmente más 'avanzados' en
estas posiciones? Quizás no tengamos una ma­
yor comprensión, pero debe decirse que los ju­
gadores modernos simplemente no permiten
llegar a muchas de estas posiciones, y cuando
lo hacen, buscan oportunidades de contrajuego
en vez de asfixiarse hasta la muerte. Aquí viene
un ejemplo análogo tomado de tiempos moder-
El centro de peones móviles. nos:
18...lt::l g4 19 i.c4 lt::le6 20 lt::lxe6 i.xe6 21 dS
cxdS 22 exdS i.d7 23 d6 i.f6 24 lt::ld5 Babula - M iladinovié
El peón pasado de las blancas y su ventaja de Calcuta 1 993
espacio le brindan gran ventaja, aunque el jue­
go que sigue de ambos bandos no es perfecto. 1 d4 dS 2 c4 lt::lc6 3 lt::lf3 i.g4 4 cxdS i.xf3 5
24 ltc8 25 lt::lc7! ? lt::lxf2 26 :xn :rs 27
••• dxc6 i.xc6 6 lt::lc3 e6 7 e4
'ii'd3?! i.g4 28 ltel l:.xc7! 29 dxc7 'iVxc7 Tenemos la misma situación central que en
Peor es 29 . . . 'ii'x d3 30 i.xd3 i.d4 3 1 :te4 la partida Leonhardt-Burn citada anteriormen­
i.xf2+ 32 ..t>xf2 i.e6 33 l:.d4. te, pero con un peón-e de las negras en vez de
30 'ii'e4 i.hS 31 i.d3 i.g6 32 'ii'e3 'ii'd6? 33 un peón-d. Obsérvese cómo, de ahora en más,
i.xg6 i.d4 34 i.xf7+ 1-0 las negras intentan incesantemente debilitar y
34 ... l:lxf7 35 'iVxd4 ! . molestar la estructura de las blancas, para no
caer bajo el mismo tema que sucedió con Burn.
Euwe y Kramer realizaron u n excelente 7 i.b4 8 f3 'iVh4+ 9 g3 'ii'f6 10 i.e3 0-0-0
.••

trabajo al clasificar los centros de peones de 11 i.d3 i.aS!


acuerdo al tipo, y podría resultar interesante Una jugada sugerida originalmente por su
comparar las formas de tratamiento antiguas y autor; compárese con el comentario de Euwe
modernas de algunos tipos de su clasificación. sobre . . . i.h5 ! en la partida anterior.
En un capítulo titulado 'La preponderancia del 12 0-0 i.b6 13 lt::le2 eS 14 'ii'd2 lt::le7 15 d5
Peón en el Centro' , ellos discuten dos forma­ Así, el centro está todavía intacto y peligro­
ciones de interés. La primera es el 'Centro Clá­ so, pero las negras se han anticipado a esto:
sico' (e4/d4 contra un peón en d6 sin peón-e de 15 'iVh6! 16 f4 i.d7 17 lt::lc3 exf4 18 gxf4
•.•

las negras). Su ejemplo es una antigua partida i.h3 19 l:tf3 fS (D)


del Giuoco Piano entre Leonhardt-Burn, Carls­ A fin de cuentas, ¡ el final del orgulloso cen­
bad 1 9 1 1 : 1 e4 e5 2 lt::l f3 lt::lc 6 3 i.c4 i.c5 4 c3 tro de las blancas !
d6 5 d4 exd4 6 cxd4 i.b6 7 lt::lc 3 lt::l f6 8 0-0 0-0 20 i.xb6 'iVxb6+ 21 'iVf2 'ii'xf2+ 22 'ili>xf2
9 i.b3 (de otra manera sigue . . . lt::l xe4 ! ) 9 . . . i.g4 fxe4 23 ltxh3 exd3 24 l:lxd3 l:thf8
(la única jugada seria; si no sigue h3 y ¿dónde Los tres peones aislados de las blancas las
irá este alfil?) 1 0 i.e3 h6 ( 1 0 . . . i.xf3 1 1 gxf3 condenan. La partida continuó 25 'it>g3 l:.d6 26
abre la colurnn a-g y permite un posterior f4; l:.e 1 l:.g6+ 27 �f3 lt::l f5 28 l:.e6 lt::lh4+ 29 �e4
mejor era I O . . . :te8 ! 1 1 'ii'd 3 i.h5 ! , de acuerdo a l:tg4 30 lt::le 2 l:.g2 3 1 lt::ld4 l:.f2 32 f5 lt::lxf5 33
Euwe, quien no obstante indica 1 2 lt::ld 2 i.g6 lt::l xf5 l:t8xf5 34 l:th3 :tf7 35 l:.xh7 l:.xb2 36 h4
1 3 d5 ! lt::le 5 14 'ii'e 2 con ventaja; veremos una :txa2, y las negras ganaron con facilidad.
idea comparable en el próximo ejemplo) 1 1 En relación con la idea de Nimzowitsch so­
'iVd3 l:te8 1 2 lt::ld2 'ii'e7 1 3 l:.ae 1 l:tad8 1 4 a3 bre que la fuerza de las masas de peones reside
'iVf8 1 5 f4 ! (amenazando f5 y h3) 1 5 . . . i.c8 1 6 en la "prontitud con que las piezas ubicadas
26 LoS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

una con A1ekhine llevando las piezas blancas) !


El tema es que las blancas casi siempre prefe­
B rían la variante con e3, es decir, la posición más
pasiva después de 5 e3 �c6, que ocurrió, por
ejemplo, 264 veces en el mismo período de
tiempo. En la actualidad, por supuesto, la idea
de cxd5 seguida por e4 se transfonnó en la va­
riante principal. Pienso que debemos dar crédi­
to por este cambio al espíritu de juego más
dinámico, posterior a la era 'Nimzoviana' y al
incremento del análisis casero, que pennitieron
a las blancas realizar una mejor evaluación de
los riesgos que involucraba exponer de este
modo el flanco dama (el peón-a y las casillas
detrás de ellos puedan ocupar las casillas cen­ blancas, tales como c4, pueden ser bastante vul­
trales", las ideas básicas no han cambiado, sino nerables, especialmente debido a que la colum­
que el jugador moderno está más dispuesto a na-e está abierta, y a ideas como . . . 'ii'd 6-a3).
realizar concesiones para alcanzar este tipo de De todos modos, veamos un antiguo ejemplo
ventaja, como examinaremos seguidamente. de esta posición, en que el tratamiento dado por
Euwe y Kramer llaman a d4/e4 contra e6 o las blancas no es perfecto, pero aun así muy ad­
e7 un centro neoclásico, el cual es por lejos más mirable:
frecuente en el ajedrez moderno que el de tipo
'clásico' . En la Defensa Semi-Tarrasch, espe­ Keres - Fine
cialidad de los antiguos maestros, esta fonna­ Ostende 1 937
ción puede aparecer, por ejemplo, después de 1
c4 �f6 2 �c3 e6 3 �f3 d5 4 d4 c5 5 cxd5 l l �d7 12 0-0 b6 13 l:lad1 .ib7 14 l:lfe1
•.•

�xd5 6 e4 �xc3 7 bxc3 cxd4 8 cxd4 .ib4+ 9 l:lc8 15 .tb3 �f6 16 'ii'f4 'ii'c7 17 'ii' h4 l:lfd8 18
.id2 .txd2+ 10 'ii'xd2 0-0 l l .ic4 (D). l:le3
Keres prefirió posterionnente 1 8 e5, pero
mantener la tensión es más sutil.
18 b5 19 l:lde1 aS 20 a4 b4! ?
•••

N Euwe indica 2 0. . . bxa4 2 1 .ixa4 h6.


21 d5! exdS 22 eS !
¡ Una excelente concepción ! Al costo de un
peón, las blancas transfonnan en 'malo' al al­
fil-b7 y activan las torres.
22 �d7?
•••

Las negras aún disponían de 22 . . . �e4, en


vista de 23 e6 fxe6 24 l:lxe4 dxe4 25 �g5 'ii'c 3,
de acuerdo con Keres. Esto pone en duda el sa­
crificio de peón; compárenlo con el siguiente
ejemplo.
23 �g5 �f8 24 �xh7! �xh7 25 l:.h3 'ii'c l
La primera observación relevante en la evo­ 26 'ii'xh7+ �f8 27 :the3 d4 28 'ii'h8+ �e7 29
lución del ajedrez moderno es que dichos siste­ 'ii'xg7 :rs 30 'ii'f6+ �e8 31 e6 1-0
mas abiertos y de doble filo, no llegaron de
fonna natural al jugador clásico. Pude encon­ El ejemplo siguiente, muy famoso, tiene pa­
trar solamente 24 ejemplos de la idea 6 e4 recidos y diferencias con el que acabamos de
�xc3 en una gran base de datos de los años ver. Por un lado, las blancas juegan el mismo
1 900- 1 935. De aquellas partidas, ¡ sólo 4 fueron tipo de sacrificio de peón (d5/e5), y apuntan al
jugadas antes de 1 930 (como podría esperarse, rey de las negras. Y por otro, su compensación
EL CENTRO Y EL DESARROLLO 27

es mucho más posicional, y más de acuerdo con peón para cortar la acción del alfil y obtener la
la observación de Nimzowitsch acerca de que casilla-d4 para el caballo tiene un sabor moder­
las piezas deben ocupar las casillas centrales. no (véase la sección sobre los sacrificios posi­
Se trata también de un sacrificio más correcto. cionales de peón en el capítulo 3 de la parte 2).
En efecto, la idea completa fue concebida por La poderosa influencia del análisis casero con­
Polugaievski y Spasski en sus análisis caseros, creto es otro (tal vez menos afortunado) signo
lo cual reduce algo su valor creativo si lo com­ de la época.
paramos con el atrevido golpe hallado sobre el Una situación similar a aquella descrita en la
tablero. Sin embargo, esto de alguna manera Defensa Semi-Tarrasch se ha originado en la
permitió a Polugaievski ser más creativo, dada Defensa Grünfeld. Si se observan las bases de
la tan abstracta compensación obtenida, y acep­ datos de partidas antiguas ( 1 900- 1 935), se verá
tar los riesgos del intuitivo ataque que sigue, ya que las blancas tendían a elegir una u otra va­
que probablemente éstos no hubieran sido to­ riante pasiva contra esta defensa. Por ejemplo,
mados por un exitoso jugador práctico sin tener 1 d4 lDf6 2 c4 g6 3 lDc3 d5 4 lDf3 .i.g7 5 e3 fue
la preparación casera adecuada. extremadamente popular, intentando la podero­
sa 6 .i.d2. No es ninguna maravilla que la gente
Polugaievski - Tal diera a 3 . . . d5 un ' ! ' .
Cto. de la URSS, Moscú 1 969 En la era moderna, e l método principal pasó
(ver el diagrama anterior) a ser 5 'ii'b 3 dxc4 6 'ii'x c4 0-0 7 e4 y 4 cxd5
lDxd5 5 e4 lDxc3 6 bxc3, aceptando el reto de
ll ... lDc6 12 0-0 b6 13 l:ad1 .i.b7 14 l:fel defender un amplio centro a cambio de su poten­
lDa5 1S i.d3 l:.c8 16 dS! exdS 17 eS! cial dinámico. En efecto, el dinamismo exhibi­
¡ Activando el alfil-d3, el caballo-f3, y las to­ do en una de las variantes principales actuales
rres, todo en un solo golpe ! es típico del tratamiento moderno de muchas
17 ... lDc4 posiciones:
1 7 .. :ii'e7 1 8 'ii'f4 ! condujo a gran ventaja de 1 d4 lDf6 2 c4 g6 3 lDc3 dS 4 cxdS lDxdS S
las blancas en Bagírov-Zhurávliov, URSS 1 974, e4 lDxc3 6 bxc3 .i.g7 7 lDf3 eS 8 l:.b1 0-0 9
mientras que una partida posterior N.Pópov­ .i.e2 (D)
Rumiántsev, URSS 1 978 siguió con 1 7 . . . h6 1 8
'ii'f4 lDc6 1 9 'ii'f5 g6 20 'ii'g4 con ventaja decisi­
va.
18 'ii'f4 lDb2 19 .i.xh7+! 'it>xh7 20 lDgS+ N
�g6 21 h4! !
Esta e s l a clave. Las blancas amenazan mate
mediante 22 h5+ cj¡¡x h5 23 g4+ 'iit g 6 24 'ii'f5+
'it.>h6 25 'ii' h 7+ 'it>xg5 26 'ii' h 5+ 'iiff4 27 'ii'f5# !
21. l:c4
••

La única posibilidad.
22 hS+ 'it>h6 23 lDxf7++ 'it>h7 24 'ii'fS+ 'it.>g8
2S e6!
Y las negras están indefensas contra las ame-
nazas blancas, tal como h6.
La partida concluyó de manera bonita:
2S 'ii'f6
••• Ahora 9 . . . 'ii'a5 1 0 0-0 ! es una de esas oca­
25 . . .'ii'e 7 26 h6 ! . siones en que cazar peones, sea mediante
26 'ii'xf6 gxf6 27 l:d2 l:c6! 28 l:xb2 :es 29 1 0 . . . 'ii'x a2 o 10 . . . 'ii'x c3, simplemente no brin­
lDh6+ 'it>h7 30 lDfS l:exe6 31 l:xe6 l:xe6 32 da buenos dividendos, tal como demuestra la
l:c2 l:c6 33 l:e2 i.c8 34 l:.e7+ 'iiih8 3S lDh4 fS teoría.
36 lDg6+ 'iitg8 37 :Xa7 1-0 Continuando desde la posición del diagra­
Muy hermoso. Por supuesto, no hay nada re­ ma, presentamos nuestros dos últimos ejem­
volucionario en todo esto, pero el sacrificio de plos sobre peones centrales móviles:
28 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

McCambridge - Hjartarson peones blancos, por ejemplo, 1 6 . . . lüa6 1 7 �a3


Grindavik 1984 b6 1 8 'ii'e 3 ! lüc5 1 9 l:.fd l �g4 20 eS :es 2 1 h3
�xf3 22 �xf3 con ventaja, Gélfand-Kamsky,
9 lüc6 10 d5 lüe5 1 1 lüxe5 �xe5 12 'ifd2 e6
••• Belgrado 1 99 1 .
13 f4 �hS 14 c4 :es 15 e5 f6 No hay nada en esta sección que sea comple­
¿Minando el centro, o . . . ? tamente ofensivo a los dogmas de la teoría clá­
16 f5! ! (D) sica. A pesar de todo, la práctica moderna es
claramente más confrontativa, y lleva también
al extremo algunas de estas posiciones hipercrí­
ticas, en contraste con la práctica sosegada y
N cuidadosa de 'mover uno o dos peones sola­
mente' , característica del ajedrez premoderno.
Exploraremos conceptos verdaderamente revo­
lucionarios sobre el centro y el juego con peo­
nes en la parte 2.

El a ba ndono del centro

Para nuestro último mini-tema introductorio,


examinaremos uno cercano al corazón de Nim­
zowitsch: el 'abandono del centro'. Nimzowitsch
¡ Algunas veces los peones son precisamente nos brinda una de sus metáforas caseras sobre
muy fuertes ! Ahora 16 . . . exf5 1 7 e6 restringirá la posición después de 1 e4 e6 2 d4 d5 3 lüc3
permanentemente a las negras, entonces la par­ dxe4 4 lüxe4 (D) :
tida siguió:
16 gxf5 17 :b3 l:le7 1S d6
•••

Ambas, 1 8 �b2 y 1 8 'ii'h 6 ganaron convin­


centemente partidas posteriores, aunque los de­ N
talles no son aquí realmente importantes.
1S Jig7 19 exf6 'ii'xf6 20 �b2 eS? 21 �xeS!
••

'ii'xe5 22 :e3 'ii'e6 23 l:lxe6 �xe6 24 'ii'e3 :es


25 'ifxcS y las blancas ganaron.
Este ha sido un ejemplo algo grosero. Si­
guiendo la posición del penúltimo diagrama, la
variante de gambito mencionada, 9 . . . cxd4 1 0
cxd4 'ii'a5+ 1 1 �d2 'ii'x a2, ilustra cómo e l cen­
tro de peones puede a veces merecer la inver­
sión de material, aunque no existan amenazas
inmediatas, por ejemplo, 1 2 0-0 'ii'e6 1 3 'ii'c 2
'ifc6 14 'ifd3 y ahora: "Si, en una batalla, me apodero de una parte
a) 14 . . . �g4 ! ? 1 5 d5 'ii'd 7 1 6 'ifb3 �xf3 1 7 del territorio en disputa con un puñado de sol­
�xf3 e s un ejemplo de una de mis propias par­ dados, sin haber hecho nada para evitar el
tidas. Los alfiles de las blancas son ' las piezas bombardeo enemigo de la posición, ¿podría
detrás del centro ' , ejerciendo una fantástica ocurrírseme aún hablar de la conquista del te­
presión: 1 7 . . . b6 1 8 'ii'a3 'ii'd 8 1 9 �b4 l:le8 20 e5 rritorio en disputa? Claramente no. Entonces,
lüd7 21 d6, y las negras deben entregar material ¿por qué debería hacer esto en el ajedrez? . . . la
mediante 2 l . . .exd6 22 �xa8 'ifxa8 23 exd6 en presión ejercida sobre el centro enemigo por la
J.Watson-Rarnirez, Los Angeles 1 997 . acción de largo alcance de las torres, o la acción
b) 1 4 . . . 'ii'd6 1 5 �b4 'ii'd 8 1 6 d5 y las negras dirigida de los alfiles, bien puede resultar de si­
tienen serias dificultades contra el avance de los milar importancia.
EL CENTRO Y EL DESARROLLO 29

"Nos hallamos ante este último caso en la mediante un rápido . . . c5, algo con lo que Nim­
variante 3 . . . dxe4. Esta jugada, tan erróneamen­ zowitsch difíci lmente fantaseara). Aún más, las
te descrita como un abandono del centro, de he­ variantes similares de la Ruy Lopez con . . . exd4
cho incrementa muy considerablemente la han sido consideradas siempre como favora­
influencia efectiva de las negras en el centro; bles a las blancas.
al quitarse el peón de la casilla-d5 mediante Hoy en día, los jugadores no se inclinan a
. . . dxe4, que significaba una obstrucción, las ne­ restringirse a sí mismos sin alguna recompensa.
gras obtienen manos libres sobre la columna-d, Sin embargo, hay una cantidad de aperturas en
y la gran diagonal b7-h 1 , que se abrirá median­ las cuales está justificado un abandono similar
te . . . b6. ¡ Obstrucción ! Ese es el lado oscuro de del centro. En la mayoría de los casos, esto es
la ocupación del centro con los peones." porque el alfil de casillas negras, en vez de si­
Bien, ¡ uno podría imaginar que 3 exd5 o 3 e5 tuarse lentamente en e7 o f8, asume una posición
eran las únicas chances de las blancas para dinámica en g7. Por ejemplo, en la Defensa
igualar ! Por supuesto, esto fue una parte de la India del Rey hay numerosas variantes con
gran polémica con Tarrasch, quien consideraba . . . exd4/lt:lxd4 y la consecuente presión sobre la
inferior a 3 . . . dxe4. La otra apertura favorita de columna-e y a lo largo de la diagonal hS-a 1 . Un
Nimzowitsch al respecto, era la Defensa Philidor, ejemplo reciente resulta el bastante 'Nimzovia­
por ejemplo, Leonhardt-Nimzowitsch, San Se­ no' 1 d4 lt:lf6 2 c4 g6 3 lt:lc3 i.g7 4 e4 d6 5 lt:lf3
bastián 1 9 1 2: 1 e4 e5 2 lt:lf3 d6 3 d4 lt:lf6 4 lt:lc3 0-0 6 i..e 2 e5 7 0-0 exd4 S lt:lxd4 :es 9 f3
exd4 (algunas veces Nimzowitsch demoraba lt:lc6 ! ?, en el cual una de las ideas dominantes
esta captura, y el año anterior contra Teich­ de las negras es jugar . . . lt:lh5 y .. .f5, para estro­
mann, también intentó la estrategia de apunta­ pear la firmeza de las blancas sobre el centro.
lar fuertemente e5) 5 lt:lxd4 i..e7 6 i.e2 0-0 7 Un ejemplo extremo es la variante de Adorjan 1
0-0 lüc6 (D) seguido por . . . :es y . . . i..fS. c4 g6 2 e4 e5 3 lt:lf3 i.. g 7 4 d4 exd4 5 lt:lxd4
lt:lf6 6 lbc3 0-0 7 i..e 2 .l:.eS S f3 ( D), y ahora ve­
mos que el intento de Adorjan no tendrá nada
que ver con el mero 'freno' del centro blanco.
B

Su idea era impedir primero el avance e5 de


las blancas (el frenado), y luego preparar sus
fuerzas contra el objetivo en e4, obligando final­
mente a una concesión o liquidación mediante Más bien, su idea es activa y táctica: S . . . c6 ! 9
. . . d5 . Qué pena, pues el razonamiento de Nim­ i..g 5 h6 1 O i.. h4 d5 ! 1 1 exd5 cxd5 1 2 0-0 lbc6
zowitsch ignora la maniobrabilidad y la ventaja 1 3 lbxc6 bxc6 1 4 i.. f2 i..e6 1 5 lba4 lbh5 ! 1 6
de espacio de las blancas, y efectivamente, am­ cxd5 i..xd5 1 7 :e 1 'i!kg 5 l S 'it> h 1 lbf4 1 9 ..ltfl
bas aperturas cayeron en la oscuridad con el i.. c4 con excelente actividad, Bobótsov-Ador­
transcurso del tiempo (recientemente, la De­ jan, Vmjacka Banja 1 972. Este abandono del
fensa Francesa con 3 . . . dxe4 ha experimentado centro en favor de la actividad dinámica, en
un ligero resurgimiento; pero está siendo em­ oposición al mero frenado, es más característi­
pleada como un arma para empatar con negras co de la teoría moderna.
30 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

¿Y qué sobre la Defensa Caro-Kann después blancas en caso contrario no tendrían su caba­
de 1 e4 c6 2 d4 d5 3 lüc3 dxe4 4 lüxe4 ? Bien, llo en c3, bloqueando el peón-c. Esto tiene
en cierta medida, Nimzowitsch estaría en lo co­ consecuencias interesantes: en lo que sigue, las
rrecto al decir que el juego sobre la columna-d negras no plantean seria presión sobre d4, ni
es lo que ofrece mejores posibilidades a las ne­ juegan para la liquidación . . . c5 o . . . e5 . Más
gras, pero el resto de su formulación es algo de­ bien, su compensación por el abandono del
ficiente (no es normalmente útil jugar . . . b6 o centro consiste en un activo juego de piezas.
. . . g6, por ejemplo). Como en otros ejemplos Esto es una ilustración acerca de que la evalua­
modernos de 'abandono del centro ' , el plan ción de tales posiciones debe hacerse variante
más realista de las negras no es frenar y atacar por variante, y no de acuerdo a un principio ge­
el peón enemigo, sino más bien, su temprana li­ neral.
quidación. En el caso de la Caro-Kann (y la 6 lüe5 i.e6! 7 i.d3 lübd7 8 f4 g6 9 0-0 i.g7
Francesa 3 ... dxe4, a propósito), esto general­ 10 �h1 i.f5! 1 1 i.c4?! e6 12 i.e2
mente implica la jugada . . . c5 . Kaspárov menciona 1 2 lüxd7 �xd7 1 3 i.e3
La misma estructura de peones puede surgir .l:.hd8 con una ligera ventaja de las negras. La
mediante la nuevamente popular Defensa Escan­ moderna teoría de aperturas incluye muchas
dinava, por ejemplo: variantes en las cuales el rey se mantiene tem­
poral o permanentemente en el centro para con­
Kaspárov - Anand seguir otros objetivos posicionales.
Match por el Cto. Mundial de la PCA 12 h5 13 i.e3 l:td8 14 i.g1 0-0 15 i.f3
•••

(partida 14), Nueva York 1 995 lüd5! 16 lüxd5 exd5


Aquí Kaspárov indica 1 6 . . . cxd5 , con alguna
1 e4 dS 2 exd5 'ii'xd5 3 lüc3 'ii'a5 4 d4 lüf6 5 ventaja.
lüf3 c6 (D) 17 i.f2 'ii'c7 18 .l:.cl f6 19 lüd3 J:.fe8
Las negras tienen una pequeña ventaja dado
que sus piezas están algo mejor situadas. Así
(aunque este es un ejemplo excepcional), el
B abandono del centro a veces no incurre en pena­
lización alguna. Realmente esto sucede debido
a un análisis concreto.
Esto podría llevamos a una discusión gene­
ral de los pequeños centros y su frenado. Los
centros de la Defensa Siciliana y de la forma­
ción Erizo ( . . . d6/ . . . e6 contra peones en e4 y c4,
o sólo e4, con la columna-d abierta para las
blancas) tienen algunos parecidos al abandono
del centro de Nimzowitsch, a pesar de la falta
de una columna central abierta para las negras.
Aquellas estructuras han conseguido una cre­
Aunque las negras no hayan jugado . . . dxe4, ciente popularidad y tienen las características
es como si lo hubieran hecho. Uno podría pen­ dinámicas que Nimzowitsch pretendió para sus
sar que las negras debieran sufrir las pérdidas defensas Francesa y Philidor. Lo veremos en
de tiempo de su dama ( . . . 'it'xd5-a5), aunque las cierto detalle en la parte 2.
3 M i noría s , m ayoría s , y peon es
pasados

El peón pasado, y las mayorías de peones ll:ld6 ll:ld5 24 'ii'a3 f6 25 ll:lxe8 'it'xe8 26 exf6
empleadas para crear peones pasados, han reci­ gxf6 (D)
bido tradicionalmente muchísima atención en
los libros teóricos y de enseñanza. Análoga­
mente, estos trabajos suelen dedicar al menos
una sección al tema del ataque de minorías, B
ejemp�ificado en la Variante del Cambio del
Gambito Dama. En este capítulo, revisaremos
concisamente la teoría antigua, y luego veremos
la concepción moderna de estos temas. Proba­
blemente los cambios más importantes concier­
nen al valor relativo y a la importancia que
conferimos ahora a estos elementos del juego.

Los ataq ues de m i norías


El ataque de minorías es un área extraña de la
teoría. Hasta dónde yo sé, Nimzowitsch, quien Esta partida tiene características interesan­
estaba muy preocupado con el frenado de las tes, además de su ataque de las minorías. Por un
mayorías de peones, nunca se ocupó en atacar­ lado, obsérvese cómo Lasker acepta una posi­
las desde una posición de inferioridad numéri­ ción muy restringida con jugadas tales como
ca. Pachman afirma que este concepto ingresó 1 2 . ll:lf8 y 1 6 . . . ..te8, y se anticipa a Nimzo­
. .

primero a la conciencia ajedrecística en los witsch o Petrosián con la profiláctica . . . '!:.e7-c7.


años ' 20, y de esa manera atribuye un gran va­ Hasta incluso permite un caballo de las blancas
lor histórico a la siguiente partida: en d6. Todo esto es consistente con la tendencia
de Lasker a jugar posiciones inferiores con po­
Capablanca - Lasker tencial defensivo, contando con sus brillantes
Match por el Cto. Mundial (partida 1 1 ) , recursos para más tarde jugar mejor que su ri­
La Habana 1 92 1 val. Desde este punto de vista, la concesión fi­
nalmente obligada por el caballo-d6 - digamos,
1 d4 d 5 2 ll:lf3 e 6 3 c4 ll:lf6 4 ..tg5 ll:lbd7 5 e3 el conceder al blanco una ventaja de alfil contra
..te7 6 ll:lc3 0-0 7 l:tcl l:te8 8 'ii'c2 c6 9 ..td3 caballo - puede haber parecido un tanto peque­
dxc4 10 ..txc4 ll:ld5 1 1 ..txe7 l:txe7 12 0-0 ll:lf8 ña. Pero Capablanca procede a mostrar que ta­
13 :Cd1 ..td7 14 e4 ll:lb6 15 ..tn :es 16 b4 les ventajas son generalmente decisivas, como
El comienzo de un tipo de ataque 'de mino­ sabemos en la actualidad. Primero, él continúa
rías' , con el peón-a y el peón-b empleados con­ su ataque de minorías:
tra los peones negros -a, -b y -c. Estrictamente 27 b5! l:tbc8 28 bxc6 l:txc6 29 l:txc6 :Xc6
hablando, debería haber un peón de las negras 30 axb6 axb6
en d5 para lograr lo que nosotros clásicamente Pachman señala que "Las blancas han ayu­
entendemos como un verdadero ataque de mi­ dado aparentemente a las negras a lograr el ob­
norías. jetivo estratégico de conseguir un peón pasado
16 .i.e8 17 'ir'b3 l:tec7 18 a4 ll:lg6 19 aS!
•.• de su mayoría en el flanco dama." Pero por su­
ll:ld7 20 eS ! b6 21 ll:le4 l:tb8 22 'ji'cJ ll:lf4 23 puesto, los peones pasados aislados pueden ser
32 LOS SECRETOS DE lA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

débiles o fuertes, y los peones -b y -e de las ne­ flamantemente abierta columna-b, entonces las
gras resultan aquí claramente débiles. Obligan­ blancas pueden jugar a4-a5 ( ¡ otro ataque de mi­
do a las negras a defender ambos puntos (ver norías ! ) y poner al descubierto nuevas debilida­
nuestra posterior discusión de la teoría de las des. Finalmente, si las negras permiten
'dos debilidades' ), Capablanca logra infiltrarse bxc6/. .. bxc6, el peón-e queda retrasado y débil
en la posición de Lasker y vencerlo: en una columna semiabierta. La última opción
31 l:.e1 'ii'c8 32 li:)d2 li:)f8 33 l00t 'ii'd 8 34 es la más común, toda vez que las blancas con­
h4 l:tc7 35 'ii'b3 :g7 36 g3 l:.a7 37 .i.c4 l:.a5 38 siguen realizar b5 . Como dice Pachman acerca
li:)cJ li:)xcJ 39 'S'xc3 W 40 'ii'e3 'ii'd6 41 'ii'e4 de una partida en la cual Keres jugó . . . .i.d7 y
l:.a4 42 'ifb7+ �g6 43 'ifc8 'ifb4 44 .l:.cl 'ii'e7 tras bxc6, . . . .txc6: "En casi todas las posicio­
45 .i.d3+ ..th6 46 :c7 :a1 + 47 Citg2 'ii'd6 48 nes de este tipo, es un error retomar en c6 con
'ii'xf8+ 1-0 una pieza: un peón en c6 puede en general de­
fenderse más fácilmente que los peones débiles
En un sentido más amplio, toda vez que dos en b7 y d5 ." Esta es una observación que aún
peones avanzan contra tres, o uno contra dos, hoy permanece válida. En la Defensa Tarrasch
tenemos un ataque de minorías. En los libros, del Gambito Dama, por ejemplo, la línea prin­
este concepto se hizo en algún punto más estre­ cipal de la Variante Rubinstein sigue 1 d4 d5 2
cho. Pachman reconoció en 1 960 que "moder­ c4 e6 3 li:)c3 c5 4 cxd5 exd5 5 li:)f3 li:)c6 6 g3
namente usamos el término [ataque de minorías] li:)f6 7 .i.g2 .i.e7 8 0-0 0-0 9 .tg5 cxd4 1 0
para referirnos principalmente al ataque estra­ li:)xd4. Ahora, tras unas pocas movidas, las ne­
tégico utilizado en diversas variantes del Gam­ gras juegan a menudo . . . .td7 ; pero cuando las
bito Dama". Para los lectores que no están blancas juegan li:)xc6, es todavía correcto re­
familiarizados con la estructura a que se refiere, capturar con . . . bxc6 y no con . . . .txc6. Cientos
esta surge, por ejemplo, después de 1 d4 d5 2 c4 de partidas han mostrado que la posición des­
e6 3 li:)c3 li:)f6 4 cxd5 exd5 5 .i.g5 .i.e7 6 e3 pués de la recaptura anterior tiene mayor fuerza
li:)bd7 7 .i.d3 c6 (D) : medular y potencial dinámico. Finalmente, el
lector debe ir a la sección sobre peones retrasa­
dos en el capítulo 3 de la parte 2, para ver algu­
nas estadísticas bastante sorprendentes sobre
B hasta dónde las negras están bien con esta es­
tructura de peones retrasados . . . c6/ . . . d5 .
¿Cómo ha evolucionado el ataque de mino­
rías en el ajedrez moderno? Diría que en dos di­
recciones opuestas:
a) En gran medida, esta Variante del Cambio
del Gambito Dama fue formulada entre 1 930 y
1 970. Diversas defensas interesantes de las
negras frente a este ataque de minorías, y pla­
nes de las blancas para contrarrestarlos, fueron
desarrollados y jugados extensamente. Como
consecuencia, las mejores formas de jugar para
Como se describe en gran detalle en los tex­ las blancas y las negras llegaron a ser bien co­
tos corrientes, el ataque de minorías de las blan­ nocidas. De hecho, en mayor medida, han sido
cas consiste en b4-b5 . Entonces, si las negras las blancas quienes han alternado entre diver­
juegan . . . c5, dxc5 las dejará con el peón-d aisla­ sas otras formas de tratar estas posiciones (por
do. La jugada . . . cxb5 también deja a las negras ejemplo, discutiremos la expansión mediante
con un peón-d aislado, y resulta en una posi­ f3 y e4 en alguna otra parte de este libro). En mi
ción en la cual los peones-a y -b de las negras opinión, dado que la frecuencia de esta particu­
están bastante expuestos. Por ejemplo, si des­ lar forma de apertura con doble peón-d conti­
pués de . . . cxb5/.txb5 , las negras juegan . . . b6 núa disminuyendo, la extrema atención que le
para defender su peón-b contra el ataque en la dedican los libros se ha convertido en obsoleta;
MINORiAS, MA YORiAS, Y PEONES PASADOS 33

b) En la teoría de los ataques de minorías, el


único progreso notorio que se me ocurre ha es­
tado asociado con el avance de minorías de las B
negras en la Defensa Siciliana y estructuras si­
milares. Sin duda, el ataque de minorías en la
Defensa Siciliana era conocido en los años ' 20,
pero no lo suficiente para que los libros lo men­
cionaran. Posteriormente, con la explosión de
la Defensa Siciliana, ese ataque de minorías lle­
gó a ser una de las principales razones por las
cuales las blancas se vieron obligadas a lanzar
tempranas ofensivas (por supuesto, estoy hablan­
do de las Sicilianas Abiertas, caracterizadas por
2 lt:'lf3 y 3 d4 ). Dado que existen literalmente
miles de ejemplos de la estrategia del ataque de desesperado avance en el flanco rey. Este true­
minorías con las negras, pensé en utilizar unos que -ser objeto de un ataque a cambio de ganar
pocos del GM Pal Benko, a quien he visto por en el flanco dama- es característico también
muchos años jugándolos exitosamente, casi de del ataque de minorías en la Variante del Cam­
manera rutinaria: bio del Gambito Dama.
16 lt:'lxa5 'ii'xa5 17 g4 l:tfcS! 1S g5 liJeS 19
Shipman - Benko .l:!.d2 'ii'xa2 20 lt:'lg3 i.f8 21 ll'lh5 'ii'xb2 22 'ii'g3
EEUU 1 958 l:tc3 23 i.g4 'ii'a3 24 .l:.e1 b3 25 g6 fxg6 26
fxg6 l:.xe3! 27 gxh7+ 'ihh7 28 .l:!.xe3 i.xg4 29
1 e4 c5 2 ll'lf3 d6 3 d4 cxd4 4 lt:'lxd4 ll'lf6 5 lt:'lc3 'ii'xg4 'ii'c l+ 30 'ii'd 1 b2 31 l:te1 'ii'x d1 32
e6 6 i.e2 ll'lc6 7 i.e3 .l:tdxd1 a5
Una versión parecida del ataque de las ne­ El final de la excelente combinación de las
gras se vio en Reyes-Benko, Olimpíada, Luga­ negras; ellas recuperarán el material y luego
no 1 968: 7 0-0 a6 8 a4 i.e7 9 'ito'h 1 0-0 l O f4 algo más mediante la corrida del peón-a. El res­
"ikc7 1 1 i.f3 .l:!.d8 1 2 ll'lb3 b6 1 3 'ii'e 1 .l:!.b8 1 4 to es fácil :
i.e3 ll'la5 1 5 .l:!. d 1 ll'lc4 1 6 i.c l b 5 1 7 axb5 axb5 33 ll'lg3 a4 34 ll'le2 .l:!.cS 35 c3 a3 36 .l:!.b1
1 8 ll'le2 e5 1 9 "ikg3 i.b7 20 ll'lc3 b4 2 1 lt:'ld5 .l:!.bS 37 lt:'lc1 bxcl "it' 3S .l:!.excl .nas 39 .l:!.a1 lbr6
i.xd5 22 exd5 e4 (aislando y ganando el peón­ 40 l:.a2 ll'lxe4 41 .l:.ca1 d5 42 .l:.cl l:tcS 43 .l:!.ac2
d) 23 i.e2 lt:'lb6 24 lt:'ld4 ll'lfxd5 25 f5 i.f6 26 .l:!.xc3 44 l:.xc3 ll'lxc3 45 l:txc3 a2 46 .l:!.cl i.cS+
i.g5 'ii'c 5 27 i.xf6 ll'lxf6 28 .l:!.f4 lt:'lbd5 29 .l:!.h4 47 �g2 i.d4 4S �f3 a1'ii' 49 .l:!.xa1 i.xa1 50
lt:'le7 30 'ii' h 3 lt:'lc6 3 1 ll'lxc6 'ii'x c6 32 l:.c 1 "it'd5 'Oti>g4 'Oti>g6 0-1
33 l:.d 1 'ii'c 5 34 g4 'ii'x c2 35 "it'e3 h6 36 l:tg 1 Aquí va otra partida de Benko, ilustrando
ll'ld5 37 'ii'f2 'ii'd2 38 g5 hxg5 39 l:.h5 f6 40 esta vez una forma pura del ataque de mino­
"it'g2 ll'le3 4 1 "it'xe4 .l:!.e8 42 'ii'f3 g4 43 .l:!.xg4 rías :
lt:'lxg4 44 i.c4+ d5 0- 1 . Las blancas difícilmen­
te alguna vez tuvieron juego durante la partida. Conrady - Benko
7 ... i.e7 S 0-0 0-0 9 f4 i.d7 10 ll'lb3 a6 1 1 Dublin 1 957
i.f3 .l:!.bS 12 "it'e1 b5
El comienzo del ataque de minorías. Esto ex­ 1 e4 c5 2 lt:'lf3 e6 3 d4 cxd4 4 lt:'lxd4 a6 5 ll'lc3
pulsará enseguida las defensas blancas en el 'ii'c7 6 i.e2 lt:'lf6 7 0-0 i.e7 S ll'lb3 b5 9 i.f3
flanco dama. ll'lc6 10 g3 0-0 1 1 i.f4 d6 12 i.g2 i.b7 13 g4
13 l:.d1 b4 14 ll'le2 eS 15 f5 ll'la5 ! (D) b4 14 gS lt:'leS 15 ll'le2 a5 (D)
También podría emplearse la idea de . a5- . . Las negras simplemente ahuyentan a las pie­
a4, pero las negras desean maniatar a las blan­ zas rivales y luego utilizan su presión en la co­
cas con jugadas como . . . i.b5 y . . . lt:'lc4, seguido lumna-c.
de . . . a5-a4. Las blancas quieren atacar, de modo 16 lt:'lg3 a4 17 ll'ld2 ll'ld4 1S .l:.cl a3 19 b3
que abandonan su flanco dama en favor de un l:tcS 20 lt:'lc4 lt:'lb5 21 'it'g4 lt:'lc3 22 l:.fe1 ll'lxa2
34 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

términos de los peones pasados que potencial­


mente pueden crear. Esta es la razón tradicional
B por la preferencia por las mayorías de peones
en el flanco dama; por ejemplo, que un peón pa­
sado creado por esa mayoría, sea en el final un
peón pasado alejado, bien distante de los reyes
(los cuales presumiblemente están situados en
el flanco rey). Pachman indica una razón asocia­
da: "En el medio juego, [los peones del flanco
dama] son más fáciles de avanzar sin debilitar
la posición del rey propio." En otras palabras,
ambos bandos pueden crear peones pasados,
pero el jugador con la mayoría en el flanco
dama podrá hacerlo antes y con menos riesgo.
23 :Z.al �c3 24 l:te3 eS 25 �hS exf4 26 l:h3 Agrega: "Una mayoría en el flanco dama de­
�xe4 0-1 muestra ser una mejor y duradera ventaja en las
posiciones donde . . . el material reducido ha eli­
¿Qué otros ataques de minorías son comunes minado el peligro de un ataque sobre el rey
en el ajedrez moderno? Uno familiar ocurre propio. Este es normalmente el caso en la tran­
contra la Defensa Siciliana, formación Ma­ sición entre el medio juego y el final."
roczy (c4 y e4, sin un peón-d), el cual también Esta es la opinión tradicional . Una de las
surge de las formaciones Erizo. Las negras tra­ contribuciones de Nimzowitsch fue poner su
tan de conseguir . . . a6 y . . . b5 , un ataque de mi­ atención en la movilidad de las mayorías de
norías para desembarazarse de la presión de las peones; por ejemplo, señalando que las mayo­
blancas. Si las blancas tienen que acceder al rías son sólo útiles en tanto y en cuanto sean
cambio cxb5/ . . . axb5 , las negras pueden enton­ móviles. Sistemáticamente, él trabajó en sus
ces continuar con . . . b4, para inmovilizar y lue­ propias partidas para restringir la movilidad de
go apuntar al peón-a de las blancas. Una de las las mayorías. En el ejemplo siguiente, Colle pa­
mejores respuestas de las blancas a este plan rece pensar del mismo modo:
puede ser emplear su propia mayoría, un tema
que veremos ahora.

Sobre mayorías y ca n d idatos B

Steinitz llamó primero la atención sobre el


tema de las mayorías de peones como un ele­
mento aparte del juego. Por años, los maestros
y teóricos le dieron mucho valor a las mayo­
rías, y en particular, a la mayoría del flanco
dama, lo cual se suponía una ventaja significati­
va. ¿Cuán a menudo leemos a un comentarista
decir que un bando u otro tiene ventaja debido a
su mayoría en el flanco dama? Pero como el
ajedrez ha evolucionado, el valor de la mayoría
de peones en el flanco dama se ha vuelto discu­ Spielmann - Colle
tible. Por un lado, acabamos de ver posiciones Dortmund 1 928
en las cuales una minoría es más efectiva que
una mayoría. Además, el avance de una mayo­ Las negras amenazan . . . i.. c 5. La siguiente
ría expondrá a menudo debilidades detrás de jugada de las blancas no solamente evita esto,
los peones que han avanzado. sino que prepara el posterior avance de su ma­
Es interesante mirar a las mayorías en yoría mediante c5 .
MINORÍAS, MA YORÍAS, Y PEONES PASADOS 35

17 lLla4 b5! e4 e6 2 d4 d5 3 lLld2 c5 4 exd5 'it'xd5 5 llJgf3


Al costo de un peón, las negras mutilan ahora cxd4 6 .i.c4 'it'd6 7 0-0 lLlc6 8 lLlb3 lLlf6 9
aquella mayoría. Uno siente que Nimzowitsch lLlbxd4, y la variante de la Caro-Kann que se
lo habría aprobado. Como indica Pachman, los produce con 1 e4 c6 2 d4 d5 3 lLlc3 dxe4 4
dos peones que las blancas tienen de ventaja en lLlxe4 lLld7 5 .i.c4 lLlgf6 6 lLlg5 e6 7 'ii'e 2 lLlb6 8
el flanco dama son muy difíciles de transformar .i.d3 h6 9 llJ5f3 c5 1 0 dxc5 .i.xc5.
en un peón pasado, y el alfil de las negras obtie­ No obstante, uno puede hallar todavía más
ne un hermoso apostadero en d6, teniendo como ejemplos de mayorías efectivas en el flanco
blanco el flanco rey. De repente, asimismo, el dama. En la Benoni Moderna, por ejemplo, el
caballo del borde (a4) está fuera de juego, y el avance de los peones negros -a, -b y -e (su ma­
alfil de distinto color de las negras no tiene con­ yoría) es esencial para el éxito en casi todas las
trapartida en ese flanco con su mayoría. En sín­ variantes. O bien, en el Erizo; consideren esta
tesis, las negras tienen completa compensación posición típica:
por el peón sacrificado.
18 cxb5 .i.d6 19 l:tae1 'it'e7! 20 .i.d3 llJeS 21
'it>h1 f4
Este peón sin oposición, amenaza causar B
daño mediante . . . f3 . El juego de las blancas
ahora se deteriora, pero su defensa era difícil en
cualquier caso.
22 :e2?! l:ae8
Con la idea táctica de 23 .l:.xf4? .l:.xf4 24
'it'xf4 lLlxd3 25 :xe7 l:xe7, etc.
23 lLlc3 'it'h4 24 lLle4?
Probablemente no sea la mejor jugada, aun­
que podría ser demasiado tarde, dado que 24
.i.e4 lLlg4 25 h3 f3 26 .i.xf3 falla por 26 .. .'ii' g3
27 'it'g 1 .i.c5 . Este es un caso típico de alfiles
de distinto color que favorecen al bando atacan­ Polugaievski - Ljubojevié
te. Bugojno 1 980
24 lLlg4 25 h3 f3 26 l:xf3 lhf3 27 lLlf6+
•••

�7 0-1 En alguna otra parte de este libro, veremos


cómo las blancas juegan posiciones parecidas
Hoy, la teoría de la mayoría en el flanco con b3, c4, y e4 contra la estructura Erizo, pero
dama ha cambiado muy poco, aunque su im­ tienen problemas a causa del dinamismo latente
portancia relativa ha disminuido. Abundan las de las negras (ver especialmente la parte 2).
aperturas modernas en las cuales uno u otro Aquí, sin embargo, las piezas blancas están
bando aceptan voluntariamente una minoría en bien dispuestas para realizar un plan más ambi­
el flanco dama; dichas minorías pueden todavía cioso, la activación de su mayoría:
constituir una ventaj a como máximo hasta los 15 b4! .l:.ac8 16 a3 'ii'b8 17 lLlb3 h6 18 'ii'f2
albores del final . Otra consideración importan­ Nótese que la idea de las blancas no es tanto
te es que adquirir una mayoría en el flanco la creación de un peón pasado, como presionar
dama, implica ceder una mayoría central. Un sobre el flanco dama de las negras, y eventual­
caso obvio de esto aparece del lado de las blan­ mente abrir líneas allí.
cas en la Defensa Siciliana (lo cual ya he men­ 18 .i.c6 19 h3 .i.e7 20 :b1 "fic7 21 :del
•••

cionado), y también en muchas variantes de la 'fia7 22 a4!


apertura Inglesa 1 c4 e5 donde, después de Comienza un verdadero ataque de mayorías.
. . . d5, las blancas juegan cxd5 y operan con sus Ahora a5 es la amenaza principal, aunque
peones -a y -b contra la mayoría de las negras. 22 . . . 'it'b8 23 a5 bxa5 24 lLlxa5 .i.a8 25 c5 ! es a
Para dar algunos ejemplos concretos en otras fin de cuentas desesperado para las negras, de
aperturas, tomemos la Defensa Francesa tras 1 modo que ellas reaccionan en el centro:
36 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

22 dS 23 exdS exdS 24 aS .i.xb4 2S axb6


•••

'iVb8 26 eS
Así las negras han logrado mantener el equi­
librio material, pero su débil peón-a y los dos
peones pasados y conectados de las blancas le
brindan al primer jugador una clara ventaja.
26 .i.b7 27 .i.d4 l:te6??
.••

Las negras desatienden su alfil encerrado,


pero 27 . . . .i.xc3 28 l:.xc3 habría resultado en
una defensa penosísima. El resto es sencillo:
28 c!ba2 .i.a3 29 l:tc3 l:tdS 30 c!DaS .i.xcS 31
.i.xcS c!DxcS 32 'ii'xcS d4 33 c!Dxb7 'ii'xb7 34
'ii'c7 l:tbS 3S 'ii'xb7 l:.xb7 36 l:lcS+ �h7 37
.i.d3+ g6 3S l:tc7 l:tbxb6 39 l:txf7+ �gS 40
::r.b7 :xb1+ 41 :Xb1 1-0 27 c!DxdS? 28 exdS 'ii'g6 29 eS
•••

Con dos alfiles y tan poderosos peones mó­


A fin de cuentas, la paciencia tiene límites viles, las blancas tienen todas las posibilidades.
incluso a veces en la Siciliana: En lo que sigue, las negras tratan de contraata­
car en el flanco rey, pero pronto se rinden:
Anand - Kaspárov 29 e4 30 .i.e2 l:.eS 31 'iid 7! :gs 32 :g1 e3
..•

Cto. Mundial de la PCA (panida 9), 33 d6 l:tg3 34 'iixb7 'ii'e6 3S 'it>h2! 1-0
Nueva York 1 995
Los Grandes Maestros ponen atención a es­
1 e4 eS 2 c!bf3 d6 3 d4 cxd4 4 c!bxd4 c!bf6 S c!bc3 tas ideas; un ejemplo reciente fue de Firmian­
a6 6 .i.e2 e6 7 0-0 .i.e7 S a4 c!bc6 9 .i.e3 0-0 10 Ákesson, Reykjavik 1 998: 1 e4 eS 2 c!bf3 e6 3
f4 'ilc7 1 1 'it>h1 :teS 12 .tf3 .i.d7 13 c!bb3 c!bas d4 cxd4 4 c!Dxd4 a6 S c!bc3 d6 6 a4 c!bc6 7 .i.e3
14 c!bxa5 'ilxaS 1S 'iid3 l:tadS 16 l:.fd1 .i.c6 c!bf6 8 .i.e2 c!Dxd4 9 'iixd4 .i.d7 1 O 0-0 J.c6 1 1
Una posición bastante típica de la Defensa b4 ! ? .i.e7 1 2 bS ! .i.d7 1 3 f4 'iic 7?! 1 4 eS l:.c8
Siciliana. Las blancas todavía no han comenzado 1S bxa6 ! bxa6 16 .i.xa6 'iix c3 17 J.xc8 'iix c8
a indagar en el flanco rey mediante fS o g4-gS, 1 8 exf6 .i.xf6 19 'iixd6 .i.xa1 20 .i.cS ! y las
así que uno podría pensar que las negras están blancas ganan (20 . . ..i.f6 21 l:.b 1 ! es demasiado
bien. Pero Anand pone el ojo en el otro flanco: fuerte). ¿El comienzo de una tendencia? Qui­
17 b4! 'iic7 1S bS .i.d7 19 l:tab1 ! zás; pero tendrán que jugarse miles de partidas
Esta es una utilización verdaderamente inu­ para poder contrarrestar los años de exitosos
sual de la mayoría. La idea de las blancas es ataques de minorías que poseen las negras en
abrir líneas aquí para sus piezas y dejar expues­ esta apertura.
tas las debilidades de las negras en el flanco
dama. Los peones pasados y el bloqueo
19 axbS 20 c!DxbS .i.xbS
..•

Las negras ceden la pareja de alfiles. Anand Una de las contribuciones más importantes de
prefería 20 . . . 'iia5 ! 2 l c!bxd6 .i.xa4, que lleva a Nimzowitsch a la teoría ajedrecística tiene que
una pequeña ventaja de las blancas. ver con los peones pasados y el principio del
21 'iixbS :as 22 c4 bloqueo. Relacionó las mayorías de peones con la
Utilizando el contingente de peones del flan­ creación de peones pasados de forma más con­
co dama en su totalidad. Ahora se amenaza eS . creta que los escritores anteriores, e investigó el
22 ... eS 23 .i.b6 'ii'cS 24 fxeS dxeS 2S aS .i.f8 bloqueo de los peones pasados así creados. Lo
26 h3 'ii'e6 27 ::r.dS ! (D) que él enfatizó, y aún hoy en día continúa sien­
Una hermosa jugada, del tipo que examina­ do verdadero, es que los peones pasados serán
remos en la parte 2 ( 'El sacrificio de calidad ' ) . débiles o fuertes en la medida que puedan ser
Las blancas aumentan s u presión sobre e S y en frenados y bloqueados. Su alegre caracteriza­
la columna-d. y provocan el siguiente error: ción de los "deseos de expansión" de los peones
MINORÍAS, MA YORÍAS, Y PEONES PASADOS 37

pasados continúa siendo una de las imágenes la Defensa India del Rey (y otras aperturas
más potentes y relevantes en la teoría ajedrecís­ con 1 d4), cuando las negras juegan . . . f5, y las
tica. Y refleja el enorme daño que tales peones blancas responden exf5/. . . gxf5/f4. Si las negras
pueden hacer cuando dan rienda suelta a estos entonces juegan . . . e4 (con un peón pasado pro­
deseos, aun siendo sacrificados; en la siguiente tegido), las blancas idealmente tratarán de si­
sección veremos más sobre este tema. Pero la tuar un caballo en e3, para controlar f5 y d5,
verdadera contribución de Nimzowitsch impli­ bloquear el peón pasado, y apoyar la ruptura
ca el concepto del bloqueo. Gracias a él, los ju­ g4. Veamos un esquema típico:
gadores actuales, cuando deben enfrentar un
peón pasado en e5 o d5, instintivamente pien­
san en términos de un bloqueo con un caballo
en e6 o d6. Nimzowitsch señaló primero cuán
excelente bloqueador era el caballo, dado que
podría realizar esta función y a la vez golpear
casillas claves en el campo enemigo. Esta for­
mación clásica puede surgir de un sinnúmero
de aperturas:

Nimzowitsch explicó en gran detalle qué


piezas eran las mejores y peores bloqueadoras, y
en qué contextos existen excepciones. Amplió
este concepto del bloqueo a la restricción gene­
ral de la movilidad de los peones rivales, sean
estos pasados, parte de una mayoría, o simple­
mente amenacen avanzar. Aunque los jugado­
res actuales están mucho más advertidos de
esto y poseen más destreza en implementar el
He hecho caso omiso de la ubicación de las bloqueo que los jugadores en tiempos de Nim­
damas, torres, y otras piezas menores. Las blan­ zowitsch, en mi opinión, su concepto no ha sido
cas tienen un peón pasado protegido y ninguna mejorado. Veamos aquí un ejemplo bien cono­
debilidad. Tradicionalmente, esto en sí mismo cido del juego de Pachman que también trae a
se consideraba una ventaja. Pero la ubicación colación algunos temas secundarios:
ideal del caballo negro puede equilibrar, o en
algún caso hasta valer más que el peón pasado Vesely - Pachman
de las blancas. Esto es así porque el caballo blo­ Praga 1 951
quea firmemente el peón, ataca e4 y c4, y tam-
bién apoya la j ugada de ruptura . . . f5 y la 1 e4 eS 2 tl'!f3 tl'!c6 3 .i.bS a6 4 .i.a4 tl'!f6 S d4
expansión de la mayoría mediante . . . b5. Exis- exd4 6 0-0 .i.e7 7 eS tl'Je4 8 tl'!xd4 0-0 9 .l:.el
ten algunas variantes de este tema; por ejemplo, tl'JcS 1 O .i.xc6 dxc6 11 tl'!c3 (D)
en algunos casos, cuando las blancas tienen un Esta es una estructura bastante convencional
peón en c4, y donde la jugada de ruptura es (que puede surgir de la Variante del Cambio de
. . . b5 . O bien ambos bandos pueden estar sin el la Ruy Lopez, por ejemplo) en que la pareja de
peón-e, en cuyo caso el caballo de las negras es alfiles negros no resulta suficiente contra la me­
aún difícil de desaloj ar. jor estructura de peones blancos. Las negras
Otro ejemplo convencional de esta idea, pero tienen lo que se llama una 'mayoría incapacita­
desde el punto de vista de las blancas, surge de da' sobre el flanco dama, dado que su avance no
38 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

llevará a la creación de un peón pasado, mien­ superioridad de los alfiles negros en tales posi­
tras la mayoría de las blancas tiene un 'candi­ ciones. Este fragmento de partida es un buen
dato' a peón pasado (en la terminología de ejemplo sobre cómo ha desaparecido la idea de
Nimzowitsch) en el peón-eS, puesto que puede que los peones pasados y protegidos son una
seguir f4-f5 y e6. Pero hay una faceta mucho ventaja en y por sí mismos. A menudo, una idea
más importante en la mayoría de las blancas: que es contundente en un final (los peones pa­
después de f4-f5, las piezas negras estarán terri­ sados y protegidos suelen ser decisivos en fina­
blemente restringidas, y las blancas tendrán ex­ les de reyes y peones, por ejemplo) tiende a no
celentes posibilidades de . ataque, mediante el ser aplicable en el medio juego (donde los mis­
juego de piezas (.tf4, 'ii'g4, l:.ad l , l:.f3, etc.), o mos peones son a menudo sólo una obstrucción
mediante la utilización de sus peones como estática). La jugada del texto, 1 2 tLlce2, tiene
ariete (f5-f6, h4-h5-h6). Estas amenazas, y no sentido para desafiar el bloqueo de las negras
la de crear un peón pasado, llevan a Pachman a mediante tLlf4. Como indica Pachman, 1 2 exf6
realizar su siguiente jugada. (a.p.) también era posible, pero liberaría a los
l l f5!
... alfiles negros. Por último, 1 2 e6? .tf6 obliga
¡ De hecho, las negras acaban de dar a las virtualmente a 1 3 tLlxf5, pero nuevamente, los
blancas un peón pasado gratis ! Pero este peón alfiles negros serían muy activos en la posición
puede bloquearse desde la casilla-e6 (sea con abierta que surge tras 1 3 . . . i.. x e6.
un caballo o bien con un alfil), y además, ahora 12 tLle6 13 tLlxe6 'ifxd1 14 l:.xd1 .txe6 15
•••

las negras demarcan el territorio y se disponen a tLlf4? !


jugar en ambos flancos. Pachman prefiere aquí 1 5 tLld4, al tiempo
12 tL!ce2 que señala dos variantes interesantes: 1 5 . . . 'iti>f7
Pachman tenía una partida anterior (Foltys­ 1 6 tLlxe6 'ili>xe6, donde el rey es un bloqueador
Pachman, Checoslovaquia 1 946) en la cual su idealmente centralizado; y " 1 5 . . . .tc8 ! 16 b3
rival se apresuró a obtener un 'peón pasado pro­ ( 1 6 i..e 3 f4) 1 6 . . . g5 ! seguido de . . . c5 y . . . i..e 6".
tegido' con 1 2 f4? ! . Hoy, muy pocos jugadores Esta última variante debe favorecer al segundo
considerarían esta jugada, la cual transforma en jugador.
malo su alfil de casillas negras y aún más, esta­ 15 l:.ad8 16 .teJ .tc8 17 tL!d3 b6
.•.

blece un blanco para una posterior ruptura de Ahora las negras están listas para . . . .te6,
las negras mediante . . . g5. La partida siguió . . . c5, . . . g5 y una expansión general apoyada por
1 2 . . . tLle6 1 3 .te3 tLlxd4 14 'ii'xd4 'ii'xd4 1 5 los alfiles. Esto sería absolutamente deprimente
.txd4 .te6 (D). para las blancas, así que estas tratan de evitar
Pachman dice sobre la partida de las blancas . . . c5 :
que está "estratégicamente perdida, pues no tie­ 18 b4! ? f4!
nen contrajuego efectivo contra el avance de los Activando los alfiles, y de paso forzando de­
peones negros en el flanco dama". Está implíci­ bilidades en la posición de las blancas.
to en esta valoración el conocimiento de la gran 19 tLlxr4 .txb4 20 tLle2 .trs (D)
MINORÍAS, MA YORÍAS, Y PEONES PASADOS 39

si se encuentra aislado) constituye con fre­


cuencia una seria debilidad. Suba, como men­
cionaremos en la parte 2, cree que los peones
pasados alejados suelen ser debilidades en el
medio juego, y citaremos evidencia que respal­
da esta afirmación.
En este momento, deseo mostrar un ejemplo
de la lucha de dos peones pasados alejados con­
tra una mayoría central :

Sálov - M . Gúrevich
Leningrado 1987

1 d4 lDf6 2 e4 e6 3 4Jc3 .ib4 4 e3 c5 5 4Je2


Ahora los alfiles limpian el camino: exd4 6 exd4 dS 7 a3 i.e7 S c5 0-0 9 g3 b6 10
21 c3 i.aS 22 :ae1 eS 23 f3 i.e6 24 � b4 bxc5 1 1 dxc5 a5 12 l:.b1 tDe6! 13 .ig2 (D)
.ie4 2S 4Jf4 :res 26 :xdS l:txdS 27 a3 :es 2S Noten que 1 3 b5 ? pierde el peón-e tras
e6 i.xe6 29 tDxe6 l:txe6 30 e4 �f7 31 .if4 bS 1 3 . . . 4Je5, amenazando mate en f3 .
32 i.e3 i.b6 33 exbS axbS 34 l:.b1 e4 3S i.xb6
l:.xb6 36 �e3 eS 37 �e4 �e6 0-1

N
El luju rioso peón pasado
conte m poráneo

Naturalmente, los peones pasados creados en


los albores del final pueden ser una ventaja ga­
nadora. Los finales de piezas pesadas, por ejem­
plo (aquellos con damas y torres) se definen no­
toriamente en favor del bando que posee un
peón pasado más efectivo y/o más avanzado.
Desde un punto de vista de la moderna teoría
del medio juego, el tema más interesante lo
constituye el rol de los peones pasados obteni­ A primera vista, los dos peones blancos,
dos tempranamente. Cuando era niño, los co­ avanzados y conectados, parecen temibles, pero
mentaristas a menudo apuntaban a la creación como es usual, quien posee los peones centrales
de un peón pasado desde la apertura y afirma­ móviles (y además está algo mejor desarrolla­
ban que el bando que lo poseía tenía una venta­ do) tiene suficiente juego para compensarlos.
ja, cuanto más si se trataba de un peón pasado 13...:bS!
protegido. Los años pasaron, los jugadores co­ Ahora las negras jugarán tácticamente para
menzaron a comprender que la 'ventaja' de un evitar el posterior avance de los peones pasa­
peón pasado era mayormente un fenómeno de dos. Siempre está en segundo plano, su propia
las postrimerías del medio juego y el final; y amenaza de expansión en el centro. Veremos
que muy a menudo, la creación de un temprano unos pocos fragmentos de partida que resul­
peón pasado traería consigo otros problemas. tan también muy instructivos para demostrar
Existen pocas aperturas modernas, por ejemplo, cómo los peones blancos son más imponentes a
que apunten hacia la creación de un peón pasa­ simple vista de lo que resultan en la realidad.
do. Normalmente dicho peón, especialmente en 1 3 . . . axb4 14 axb4 l:tb8 1 5 .ia3 y ahora:
el flanco, es bloqueado bastante fácilmente en­ a) 1 5 . . . .id7 ! ? 1 6 0-0 ( 1 6 b5 tiJaS 1 7 0-0
tre las fases temprana y media de la partida, y lDc4 ! ) 1 6 . . . 4Ja7 1 7 .l:te 1 liJeS ! y aunque la posi-
un peón pasado bien bloqueado (especialmente ción es poco clara, los peones de las blancas
40 LoS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

están bloqueados, y el caballo-eS puede ir a c7 Esta apertura introduce salvajemente el con­


y cubrir b5, Gligorié-Szabo, Olimpíada, Hel­ flicto entre el megacentro de las blancas y los
sinki 1 952. intentos de las negras por socavarlo. Dado que
b) 15 ... .i.a6 ! 16 0-0 ( 1 6 b5? 'ii'a5) 16 ... .i.c4 todo esto es teoría, no haré comentarios en esta
(el alfil sale frente a la arremetida de los peo­ etapa.
nes) 1 7 l:te l 'ii'c 7 con juego incierto, M .Guré­ 14 l:.e8 1S eS f6 16 d6!
•••

vich-Lérner, Tallinn 1 987. Los peones pasados aparecen, a costa de un


14 .i.f4!? peón.
Esto no funciona bien, pero las formas alter­ 16 ...fxeS 17 i.. b2 exf4 18 .i.xg7 'l;xg7 19
nativas de defender el peón-b tampoco son pro­ 0-0 (D)
misorias, por ejemplo 14 b5 .i.xc5 ! 1 5 bxc6
l:.xb1 1 6 li:!xb1 'ii'b 6 con un fuerte ataque, o
bien, 1 7 li:!bc3 .i.xf2+ 1 8 <t>fl li:!g4. Y si 1 4
li:!d4 li:!xd4 1 5 'ii'xd4 li:!d7 1 6 0-0 .i.a6 1 7 l:.d 1 N
.i.f6 1 8 'ii'd 2 axb4 1 9 axb4 li:!e5, las negras tu­
vieron la iniciativa en Marin-Portisch, Torneo
Interzonal, Szirak 1 987.
14 axb4! 1S .i.xb8 bxc3 16 1i'a4?
.••

El sacrificio de calidad de las negras ha des­


truido el único baluarte de las blancas -sus
peones del flanco dama- y entonces éstas reac­
cionan deficientemente. Aparentemente era me­
jor 1 6 .i.d6 .i.xd6 1 7 cxd6 'ika5 ! 1 8 0-0 'ii'x a3
1 9 'ii'c 2 'ii'xd6, y las negras están sólo algo me­
jor.
16 li:!xb8 17 :Xb8 li:!d7! 18 l:.a8 li:!xcS 19
••• 19 l:.f8
•••

'ii'b s De acuerdo con la teoría, 1 9 . . . e5 20 d7 ! 'i!kxd7


Una bonita variante es 19 1i'd4 1i'b6 ! 20 2 1 1i'xd7+ .i.xd7 22 l:.xb7 l:.e7 23 l:.d 1 l:.d8 24
li:!xc3 'ii'b 7 ! 2 1 l:.a5 li:!b3 , como indicó Guré­ .i.g4 lleva a una posición ganadora. En cualquier
vich. El resto es fácil: caso, 20 d7 ! es por cierto un ejemplo excelente
19 'ii'd 6! 20 .i.f3 .i.a6 21 l:lxf8+ .i.xf8 22
••• del 'deseo de expansión' del peón pasado, y tí­
'iVaS li:!d3+ 23 � li:!eS 24 'ifxc3 d4 2S 'ikb3 pico, en que el peón es finalmente sacrificado
.i.c4 0-1 en pos de ganar material u obtener un ataque.
En vista de 26 'ii' b7 li:!xf3 27 'ilkxf3 .i.d5 . Tras 1 9 . . . l:.f8, las blancas consiguen simplificar
la posición con piezas pesadas aún sobre el ta­
En el ajedrez contemporáneo, los peones pa­ blero, lo que tiende a favorecer al peón pasado.
sados más efectivos suelen producirse del avance Pero aún tienen un peón menos:
de una mayoría central, y su destino depende de 20 lhf4 lhf4 21 'ii'xf4 'ii'f6 22 'ii'e4! l:b8 (D)
la actividad alcanzada por las piezas a su alre­ 23 l:.fi ! 'i!kd4+ 24 'ilkxd4+ cxd4 2S l:.b1 .i.d7
dedor. Una de las pocas aperturas modernas ¡ No intentaré extraer ninguna 'regla' de esta
que da origen constantemente a luchas con peo­ partida ! Si un peón pasado como el d6 es fuerte
nes pasados es la Defensa Grünfeld. Los temas o débil, depende de los detalles específicos de
que conlleva resultan característicos. la posición. Por ejemplo, es bonito que las blan­
cas tengan el recurso 25 . . . e5 26 .i.f3 b6 27 eS
Novíkov - Tukmákov .i.f5 28 c6 ! .i.xb l 29 c7, ganando.
Cto. de la URSS, Lvov 1 984 26 .i.f3 b6 27 eS l:.c8 28 c6!
Después de este truco final, se obtiene una
1 d4 li:!f6 2 li:!f3 g6 3 c4 .i.g7 4 li:!c3 dS S cxdS pieza por tres peones.
li:!xdS 6 e4 li:!xc3 7 bxc3 eS 8 l:.b1 0-0 9 .i.e2 28 .i.xc6 29 l:.cl .i.d7 30 l:.xc8 .i.xc8 31
••.

li:!c6 10 dS li:!eS U li:!xeS .i.xeS 12 'ilkd2 e6 13 .i.c6 <t>f6 32 d7 i.. xd7 33 i..xd7 eS 34 rli1'2 e4
f4 .i.g7 14 c4 3S J.c6 <t>es 36 h4!
MINORÍAS, MA YORÍAS, Y PEONES PASADOS 41

como mínimo permiten 1 4 . . . i.xc3 1 5 bxc3 b5 !


1 6 1i'xb5 lDxc3 1 7 'ifxa6 i.xd3 1 8 'ifxd3 lDe2+,
B etc. Entonces, las blancas sacrifican un peón:
14 lDb5!
¡ Todo gira en tomo al deseo de este peón !
Así d6 debe ser cubierto a toda costa. Ahora las
negras rechazan la ofrenda, imaginando que
perderán mucho tiempo después de 1 4 . . . i.xb2
1 5 d6 i.f6 1 6 i.d3 ! seguida de l:fe l .
1 4 'iff6 1 5 i.d3 lDb4?!
•.•

Una solución de Kaspárov típicamente diná­


mica, pero en este caso le resultó insuficiente.
En partidas posteriores las negras consiguieron
la igualdad con 1 5 . . . i.d7 y 1 5 . . . l:ad8, indican­
También es agradable que este final se re­ do que el peón pasado, al menos en este mo­
vuelva con victoria de las blancas. Por supues­ mento, no otorga necesariamente una ventaja.
to, la secuencia completa hasta 36 h4 había sido 16 lDc7 lDxd3 17 lDxe8 l:xe8 18 'ii'xd3
jugada antes ( !), ¡y su segunda parte desarro lla­ 1Wxb2 (D)
da fuera del tablero ! Pero como ilustración del Desafortunadamente para las negras, los des­
peón pasado, esta partida es majestuosa. Vere­ cubiertos son inútiles, por ejemplo, 1 8 . . . lDxf2?
mos cuán poderoso puede ser un peón central 19 'ifb5 .
pasado y desbloqueado, ¡y por qué Nimzowitsch
quería ponerlo bajo llave !

Kárpov - Kaspárov
Match por el Cto. Mundial (partida 1 9) Lon­ ,

dres/Leningrado 1 986

1 d4 lDf6 2 c4 g6 3 lDc3 dS 4 lDf3 i.g7 S 'ili'b3


dxc4 6 'ii'xc4 0-0 7 e4 lDa6 8 i.e2 eS 9 dS e6 10
0-0 exdS 1 1 exdS i.fS 12 i.f4 l:e8 13 l:ad1
lDe4 (D)

B
19 l:de l ! ?
E l peón pasado debe ser avanzado . . . ¡ S iem­
pre y cuando la táctica lo permita ! La jugada
correcta era 1 9 d6 ! l:d8 ! 20 'ife3 h5 2 1 l:bl
'ili'xa2 22 l:xb7 'ili'd5 23 l:xa7 lDxd6 24 i.xd6
1i'xd6 25 lDg5, y las blancas tienen ventaja,
aunque la pareja de alfiles negros brinda algún
contrajuego. En esta variante, una vez más, el
orgulloso peón fue finalmente entregado a cam­
bio de actividad de piezas.
19 'ifb4?
•••

De nuevo, el asunto gira en tomo al peón-d El último error, como si alguien pudiera
blanco. Las negras amenazan . . . lDxc3 y . . . l:e4, realmente entender lo que estaba sucediendo
y la idea de bloquearlo mediante . . . lDd6 tam­ ahí sobre el tablero. La jugada correcta era
bién está en el aire. Lás jugadas como 1 4 i.d3 1 9 . . . 'ifxa2 ! 20 1i'b5 l:d8 2 1 1Wxb7 'ii'xd5 22
42 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

'it'xd5 .:txd5 con igualdad, en vista del truco 23


g4 ltlf6 ! .
20 ltld2! 'it'a4 21 'il'c4 'il'xc4 22 ltlxc4 �c3 B
23 ltld2 �xd2 24 �xd2 �d7 25 �f4! �b5 26
f3! g5
El poder del peón pasado en posiciones simpli­
ficadas se observa una vez más tras 26 . . . �xfl
27 �xfl ltlf6 28 .:txe8+ ltlxe8 29 �e5 ! f6 30
d6 ! y las blancas ganan.
27 �xg5 �xfl (D)
También sin esperanzas era 27 . . . ltlxg5 28
.:txe8+ �xe8 29 h4. A medida que transcurre la
partida, vemos el poder de un alfil apoyando el
monstruo en d5 :
28 �xfl ltld6 29 �e7 ltlc8 30 �xcS .:tdS 31 del peón pasado, creo que la gradual compren­
:teS f6 32 :C5 b6 33 �d4 ltle7 34 �xf6 :XdS sión del poder del bloqueo condujo a una de­
35 .:tg5+ :Xg5 36 �xg5 ltlc6 37 �e2 �7 38 gradación del nivel del peón pasado como
�d3 <li>e6 39 <li>c4 lLle5+ 40 �d4 ltlc6+ 41 <li>c4 ventaja independiente en la apertura o el tem­
1-0 prano medio juego. Si constituye una ventaja o
Como podrá imaginarse, en la Defensa Griin­ no, depende completamente de cuán fmnemen­
feld existen muchos ejemplos de peones-d te frenado lo mantenga el bando defensor, y de
pasados y aislados que son bloqueados, y even­ una multiplicidad de otros factores más impor­
tualmente se vuelven débiles. Aunque nada re­ tantes, tal como la situación de las piezas, acti­
volucionario ha sucedido en el área de la teoría vidad, etc.
4 Cadenas de peones y peones
doblados

Las n uevas ideas de N imzowitsch mini-resurgimiento; éste, por supuesto, no se


produjo con las mismas características que te­
Este capítulo continúa nuestra semblanza sobre nía el de Nimzowitsch. No obstante, su tesis (y
los peones. Veremos entonces dos áreas en las sus ejemplos) dominan hasta hoy los libros de
que Nimzowitsch estaba particularmente inte­ enseñanza y medio juego.
resado : las cadenas de peones y los peones do­ Permitámonos ver su más famosa partida
blados. El lector debe tener en mente que estos con la cadena de peones de la Francesa:
son temas sobre los que nos ocuparemos en un
contexto moderno en la parte 2; la discusión so­ N imzowitsch - Salwe
bre las cadenas de peones resulta de particular Carlsbad 191 1
importancia. Aquí sólo quiero disponer la esce­
na y dar un vistazo a algunas cuestiones tradi­ 1 e4 e6 2 d4 dS 3 e5 eS
cionales. Atacando la base de la cadena de peones
El primer asunto que debemos apuntar sobre (d4); Nimzowitsch fue el primero en enunciar
la tesis de Nimzowitsch respecto a las cadenas esto como una ' ley fundamental ' de las cadenas
de peones, es que él estaba preocupado princi­ de peones. Enunció el ataque sobre la base de la
palmente con la estructura que surge de la Va­ cadena (en oposición al frente, en este caso e5)
riante del Avance de la Defensa Francesa: 1 e4 como 'una necesidad estratégica' . En efecto, en
e6 2 d4 d5 3 e5. Existe una buena razón para esta posición, 3 . . . c5 tiene sin duda más sentido
ello: su 'enemigo natural ' Tarrasch había califi­ que 3 . . . f6; pero veremos en la parte 2 que atacar
cado a 3 e5 con un ' ?' . En las propias palabras la base de una cadena de peones no es de forma
de Nimzowitsch, su "intento de resucitar" 3 e5 alguna un paso necesario, y que el fracaso en
se hallaba motivado en el propósito de "socavar destruir la base, no condena de antemano un
la posición de Tarrasch" y "lentamente pero en ataque sobre el frente.
forma segura, debilitar la posición del campeón 4 c3 lüc6 5 lüf3 1Wb6 6 .td3 (D)
de Nuremberg". No existía para él ninguna ra­
zón adicional ; también se jactaba sobre cómo
sus descubrimientos de la Defensa Nimzoindia
e India de Dama ' "destruyeron contundente- N
mente . . . la posición de Tarrasch como maestro
mayoritariamente reconocido en la compren­
sión del ajedrez". Aún más, ¡ recomienda a to­
dos buscar un enemigo natural para mejorar el
juego propio !
Bien, por supuesto, l a Nimzoindia e India de
Dama son todavía dos de las aperturas más mo­
lestas que el hombre j amás haya inventado.
Hoy, en efecto, estos dos inventos de Nimzo­
witsch decepcionan a los jugadores de 1 d4 pro­
bablemente más que cualquier otra defensa.
Pero la Variante del Avance de la Francesa 6 .td7?!
•••

realmente nunca captó las preferencias de los Después de esta partida se consideró mejor
máximos jugadores, a pesar de ese ocasional 6 . . . cxd4. Otra partida famosa con esa jugada,
44 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Nimzowitsch-Tarrasch, San Sebastián 1 9 1 2,


ilustra lo que ahora consideraríamos un juego
más convencional contra la cadena de peones: B
7 cxd4 .i.d7 8 .i.e2 (una pérdida de tiempo, que
muestra porqué hoy en día se juega 6 .i.e2 - o 6
a3 ! ? - en vez de 6 i.d3 ; irónicamente, Tarrasch
había comentado muchos años antes que esta
pérdida de tiempo 'refutaba' la apertura, y que
si el alfil no podía situarse en su posición 'natu­
ral' en d3, ¡ el sistema de las blancas quedaba
completamente refutado ! ) 8 . . . �ge7 9 b3 �f5
1 O .i.b2 .i.b4+ 1 1 'it>fl , y aquí el mismo Nimzo­
witsch indica una promisoria continuación para
las negras : 1 1 . . .0-0 ! ? 1 2 g4 �h6 1 3 l:.g l f6 1 4
exf6 l:.xf6 1 5 g 5 l:.xf3 1 6 .i.xf3 �f5 1 7 l:.g4, y controlarse con las piezas. Esto suena tan ridí­
ahora mediante 1 7 . . . .i.e8 o bien 1 7 . . . l:.f8, las culamente obvio ahora que es difícil creer que
negras tienen más que suficiente compensación necesite afirmarse. Y por supuesto, confronta­
por la calidad, dado que el rey de las blancas da con la postura anterior a la nuestra. ¡ Es como
está expuesto, su peón-d es difícil de proteger, si los máximos jugadores, tales como Tarrasch,
y existen debilidades en todo el flanco rey. En Lasker o Capablanca, se hubieran rasgado las
cambio, Tarrasch continuó con l l . . . .i.e7 1 2 g3 vestiduras o bien hubieran preferido las piezas
a5 ? 1 3 a4 l:.c8 1 4 .i.b5 �b4 1 5 �c3 ! , y las negras ! Pero Nimzowitsch y los hipermoder­
blancas se han asegurado el control sobre b5 nos trajeron al conocimiento general nuevos
(ayudando al sostenimiento de d4) y probable­ conceptos sobre el centro: uno podía 'abando­
mente ya están ligeramente mejor. Irónicamen­ nar' el centro mediante jugadas tales como
te, a pesar de la crítica de Nimzowitsch hacia dxc5 y exf6 (o en el caso anterior, permitir
l l . . . .i.e7, las negras podrían haber quedado . . . fxe5, que es estructuralmente el equivalente
muy bien con 1 2 . . . 0-0 ! , intentando . . . f6, pues de exf6/. ..�xf6) y aun así tener la mejor posi­
en caso de 1 3 h4 ( 1 3 g4 �h4) 1 3 . . . f6 1 4 g4 �h6 ción central ; y que, de manera similar, uno po­
15 exf6 l:.xf6 ! 1 6 g5 l:.xf3 1 7 i.xf3 �f5 gana día controlar el centro desde lejos (por ejemplo,
seguidamente el peón-d con mejor partida. Ta­ con alfiles fianchettados). Debemos tener en
les variantes indican porqué Nimzowitsch no cuenta que los arquetipos para varias genera­
tuvo éxito en hacer de 3 e5 una jugada popular ciones de jugadores eran el Gambito Evans, el
para las blancas. Gambito de Rey, el Giuoco Piano (variantes
7 dxcS! .i.xcS 8 0-0 f6 con 4 c3 y 5 d4) y demás aperturas en que las
"Las negras atacan con avidez el último inte­ blancas alcanzaban o al menos luchaban por el
grante que queda de la otrora orgullosa cadena centro 'ideal ' con e4 y d4. Nadie hablaba sobre
de peones blancos." (Nimzowitsch). En reali­ controlar las casillas e4 y d4; el objetivo era
dad, 8 . . . a5 ! (evitando la siguiente jugada de las ocuparlas. ¡ Miles de partidas ejemplares o in­
blancas y considerando . . . a4 en diversas varian­ formales con el mismo tema pueden hacer mu­
tes) era una jugada mucho mejor, y poco explo­ cho para nublar nuestras mentes !
rada debido a la rareza de la variante 6 .i.d3 13 �d2!
.i.d7. Pero esta es otra historia. Lanzando toda fuerza disponible al control
9 b4! .i.e7 10 .i.f4 fxeS 11 �xeS �xeS 12 de d4 y e5 .
.i.xeS �f6 (D) 13 ... 0-0 14 �f3 .i.d6
Toda la concepción de las blancas era bas­ Nimzowitsch indica que 1 4 . . . .i.b5 1 5 .i.d4
tante nueva para aquella época. Al respecto, 'iia6 1 6 .i.xb5 'iix b5, no solucionaría los pro­
Nimzowitsch compartía una convicción fun­ blemas de las negras en ningún caso, pues pier­
damental con los demás hipermodemos : que de el peón-e tras 1 7 �g5 (seguida de l:.e l ).
el centro no tiene que ser ocupado por peones ; 15 'iie2 l:.ac8 16 .i.d4 'iic7 17 �eS .i.e8 18
o mejor dicho, las casillas centrales podrían l:.ae1
CADENAS DE PEONES Y PEONES DOBLADOS 45

Con total dominio de las casillas negras, y Por supuesto.


también una importante presión sobre la co­ 18 gS 0-0 19 lLld4 'ii'b6 20 l:.f2 :t'c8 21 a3?
lumna-e. Las blancas tienen ventaja ganadora. También resulta debilitadora; Nimzowitsch
18 --txeS 19 ..txeS 'ili'c6 20 ..td4 ..td7 21
••• a menudo no era el mismo contra Capablanca.
'it'c2 :t'7 22 l:.e3 21 ....l:.c7 22 .l:.d3 tLla5
Pasando a un ataque directo; este es el ejem­ . . . y las negras quedaron mejor debido a su
plo clásico del jugador que, cuando controla el control sobre las casillas blancas y la habilidad
centro, puede pasar sus fuerzas al ataque más de presionar a las blancas mediante . . . l:.c4. Pero
rápidamente de lo que el rival puede hacerlo debieron producirse todavía más errores para
para defender. que las blancas pierdan la partida.
22 b6 23 l:.g3 'óf¡¡b8 24 ..txh7! eS
••• La descripción de Nimzowitsch sobre la es­
En caso de 24 . . . tL!xh7, 25 'ii'g 6 11eva a un rá­ trategia de las cadenas de peones todavía impe­
pido mate, así las blancas ganan material y la ra en los libros de texto. ¿Pero cómo se tratan
partida. hoy en día las cadenas de peones? Por un lado,
2S i.g6 l:.e7 26 l:.e1 'ii'd6 27 ..te3 d4 28 ..tgs el modelo sencillo de atacar la base de la cade­
.l:.xc3 29 .:.Xc3 dxc3 30 'ili'xc3 'iPg8 31 a3 <t>f8 na aún se aplica en algunos casos. Por ejemplo,
32 ..th4 .tes 33 ..trs 'ili'd4 34 'it'xd4 exd4 3S en la antigua variante principal de la Defensa
l:.xe7 'iPxe7 36 ..td3 �d6 37 ..txf6 gxf6 38 h4 India del Rey (Variante Clásica), esta posición
1-0 se presentó cientos (si no miles) de veces :

Es interesante comparar esta partida con otra


en la cual Nimzowitsch además ' abandonó' la
base de la cadena de peones para ganar una ca- B
silla central, pero las cosas no le salieron tan
bien:

N imzowitsch - Capablanca
Nueva York 1 92 7

1 e4 c 6 2 d 4 d 5 3 eS ..trs 4 ..td3 ..txd3 S 'it'xd3


e6 6 lL!c3!?
A l evitar la posibilidad de apoyo sobre d4
mediante c3, las blancas hacen inevitable su ga
jugada.
6 'ifb6 7 lL!ge2 c5 8 dxc5
•.• La idea de las blancas es atacar la 'base' d6
El abandono del centro; pero esta vez sólo mediante c5 (en la actualidad, hasta existen ca­
obtiene una debatible casilla-d4, no la domi­ sos donde las blancas intentan minar la base
nación sobre d4 y e5 como en la partida ante­ 'real ' en c7 mediante b4-b5-b6), mientras las
rior. negras se encuentran atacando la 'base' en f3
8 ... --txcS 9 0-0 lL!e7 mediante . . . g4 (no se me ocurre ningún caso
9 . . . lL!d7 ! ?. particular en que las negras tuvieran tiempo de
10 lL!a4 'ili'c6 1 1 lL!xcS 'ili'xc5 12 i.e3 'ili'c7 13 jugar . . . h5-h4-h3 para minar g2). Muy al estilo
f4 tL!fS 14 c3 tLlc6 1S l:Ltd1 g6! ? de Nimzowitsch. Lo que veremos en la parte 2,
Una jugada extraña; n o m e gusta, pero pro­ sin embargo, es que existen otras formas de
voca el siguiente error: confrontar a las cadenas de peones. El ataque
16 g4? por el frente de la cadena de peones, que Nim­
Increíble para un sofisticado jugador de zowitsch condenara, se está volviendo crecien­
peones como Nimzowitsch; esto lleva a una temente popular en muchas aperturas. También
enorme debilidad creada en la jugada 1 8. Sim­ examinaremos cuán completamente distintas re­
plemente era adecuada 16 ..tf2, con igualdad. sultan varias cadenas de peones (como la Fran­
16...lL!xe3 17 'ili'xe3 hS cesa e India del Rey), una vez que usted evalúa
46 LoS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

cuáles estructuras son jugables y, por ejemplo, Ahora la posición ha tomado las característi­
qué función juegan las piezas menores en cada cas típicas de una Defensa Nimzoindia. Obsér­
apertura. vese por favor la función del peón-e de las
negras. Si las negras tienen que jugar . . . c5 para
obligar a las blancas a jugar d5, entonces los
N i mzowitsch y los peones peones blancos en el flanco dama serán difíci­
doblados les de atacar; por ejemplo, las negras no podrán
jugar . . . itJc6-a5 , . . . i.a6, y . . . 'ii'd 7-c6 para atacar
Habrá discusiones acerca de los peones dobla­ el adelantado peón-c. Por otra parte, si las blan­
dos dispersas de principio a fin en este libro; en cas juegan d5 sin ser provocadas mediante . . . c5,
esta sección, me gustaría resumir brevemente las negras ganan dos ventajas importantes: una
los aportes de Nimzowitsch a este tema, antes excelente casilla c5 para sus caballos, y aún
de examinar cómo ha evolucionado el trata­ más importante, la posibilidad de abrir la posi­
miento de los peones doblados. Tanto en su jue­ ción contra el flanco dama rival mediante . . . c6.
go como en sus escritos, Nimzowitsch hizo Ver el comentario a la jugada 1 3 de las negras.
mucho para modernizar el tratamiento de los 10 O-O O-O 11 i.gS h6 12 i.d2 lle8 13 llael
peones doblados. Por un lado, desarrolló dos (D)
aperturas, la Nimzoindia ( 1 d4 itJf6 2 c4 e6 3
ltJc3 i.b4) y la Francesa Winawer ( 1 e4 e6 2 d4
d5 3 ltJc3 i.b4), en las cuales la jugada . . . i.xc3
tiende a crear peones doblados en muchísimas N
variantes. Nimzowitsch desarrolló una teoría
sobre el frenado de los peones doblados, consi­
derándolos en forma muy similar a los peones
pasados; por ejemplo, llenos de potencial diná­
mico si les fuera permitido permanecer móvi­
les. Estas teorías han sobrevivido mayormente
intactas hasta hoy. Un par de sus partidas pon­
drán en claro las cuestiones más importantes:

Janowski - Nimzowitsch
San Petersburgo 1914
13 itJh7
•••

1 d4 itJf6 2 c4 e6 3 itJc3 i.b4 4 e3 b6 5 i.d3 Comenzando una sutil reorganización ; las


i.b7 6 itJf3 i.xc3+ negras planean . . . itJhf8-e6 para centralizar el
Nimzowitsch tuvo un gran placer en realizar caballo. Nimzowitsch invierte acertadamente
este cambio sin la ganancia de tiempo que tiene una buena cantidad de tiempo en las alternati­
lugar normalmente cuando las blancas juegan vas, comentándolas tanto en Mi sistema como
a3 . Aunque él en su época manifestó desprecio en La práctica de mi sistema. La idea es que a
por ese tiempo, los jugadores modernos lo valo­ las negras aún les gustaría que las blancas
ran mucho más, y en unas pocas variantes las jugasen d5 sin . . . c5, dado que 1 3 . . . c5 ? ! 14 d5
negras juegan voluntariamente . . . i.xc3 como otorga a las blancas manos libres para preparar
en esta partida. La única excepción contunden­ g3 y f4 con ataque. Una jugada que sugiere es
te es la Variante Hübner de la Nimzoindia, la l 3 . . . l:.e6 ! ?, donde 14 d5 lle8 ya amenaza . . . ltJc5
cual será discutida en el capítulo 7 de la parte 2 ; y . . . c6, por ejemplo 1 5 lle2 ltJc5 1 6 ltJe 1 c6 1 7
e l orden de jugadas es allí 4 e 3 c5 5 .id3 ltJc6 6 g 3 cxd5 1 8 cxd5 ltJxd3 1 9 ltJxd3 .l:.c8. El objeto
itJf3 .ixc3+ 7 bxc3, posición desde la cual de esta variante es que las blancas pueden li­
Nimzowitsch ganó una de sus más famosas par­ quidar sus peones-e doblados y aún así quedar
tidas de bloqueo de todos los tiempos (contra con un peón seriamente retrasado sobre una co­
P.Johner en Dresden 1 926). lumna abierta, idea que se aplica a muchas po­
7 bxc3 d6 8 'ii'c2 itJbd7 9 e4 e5 siciones y fue enunciada por primera vez por
CADENAS DE PEONES Y PEONES DOBLADOS 47

Nimzowitsch. Por supuesto, las blancas podrían menudo inútiles resultan estas etiquetas. El res­
no ser tan complacientes, y elegir algo como 1 4 to de la partida muestra todo tipo de nuevas
l:.e2 'ii'e 8 1 5 l:.fe 1 , tal como indica Nimzowitsch. ideas, que serán debatidas en otra parte de este
Aquí supongo que 14 . . . 'ii'f8 ! ? 1 5 llfe l l:r.ae8 1 6 libro (profilaxis, dos caballos contra dos alfiles,
iüh4 g6 1 7 g 3 'fig7 podría ser un poco más fle­ alfiles buenos y malos, etc.), pero no son útiles
xible para las negras, aunque uno siente que las ahora a nuestra exposición: 20 'ii'd 2 �a6 2 1 g3
blancas están algo mejor después de 1 8 lüg2. llJ4g6 22 i.e2 lLlh7 23 h4 liJf6 24 �d3 l:r.b8 25
Para terminar, Nimzowitsch dijo que 13 ... lüf8 'ii'e 2 l:tb7 26 �e l l:r.be7 27 �h l �c8 28 l:tgl
también era posible en la posición del diagra­ �f8 29 h5 lLlh8 30 g4 lüh7 3 1 i.c2 l:b7 32 f4
ma, dando 1 4 h3 lüg6 1 5 iüh2 l:te7, donde 1 6 f4 f6 33 fxe5 dxe5 34 liJf3 llJf7 35 :en 'itg8 36
exf4 1 7 �xf4 'fle8 1 8 �xh6 lüxe4 parece muy lLlh4 iüd6 37 iüf5 �xf5 38 gxf5 lLlg5, y los ca­
bueno para las negras, de modo que sería prefe­ ballos negros resultaron superiores a los alfiles
rible algo así como 1 6 lüg4 lüxg4 1 7 hxg4 'fld7 blancos, otorgándoles una pequeña pero persis­
1 8 f3 . tente ventaja.
14 h3
Me pregunto aquí por 14 g3, cubriendo f4 de Marshall - N imzowitsch
la incursión de un caballo y preparándose para Nueva York 1 92 7
lüh4-f5 seguido de f4. Así 14 . . . lüg5 1 5 lüh4
iüf6 ( 1 5 . . . lüe6 1 6 iüf5) 1 6 f3 bien puede favo­ 1 e4 e6 2 d4 dS 3 lüc3 �b4
recer a las blancas. En el mundo de habla inglesa, llamamos a
14 iühf8 15 iüh2 lüe6 16 �e3 (D)
••• ésta la Variante Winawer, pero en algunos otros
lugares se la denomina 'Variante Nimzowitsch' ,
reconociendo e l alcance de s u aporte. Tarrasch
dijo de 3 . . . �b4: "Es bien conocido que esto no
N es bueno, porque llevará a un cambio o a una
retirada desfavorables." Podemos asumir que
Nimzowitsch realizó un meticuloso estudio de
la siguiente jugada de las blancas (la cual no es
considerada peligrosa hoy en día), pues el Dia­
blo la indicó como respuesta correcta.
4 exdS exdS S liJf3 llJe7
La jugada moderna, flexible. Los rivales de
Tarrasch habían jugado . . . liJf6 en tales posicio­
nes.
6 �d3 iübc6 7 h3 �e6!
Una elección interesante. Nimzowitsch, el
16 c5 ! ?
••• primer gran especialista en posiciones con peo­
Nimzowitsch muestra una flexibilidad típi­ nes doblados, anticipa el cambio en c3, tras lo
camente moderna; si no puede obligar a d5 sin cual . . .i.f5 habría sólo ' amenazado' con volver
tener que jugar . . . c5, jugará de todos modos a enderezar los peones de las blancas mediante
. . . c5, ¡ pero en un momento en que posea pers­ . . . �xd3 . La jugada . . . �e6, por otra parte, re­
pectivas en el flanco rey ! Todavía, 1 6 . . . 'flf6 ! fuerza el control sobre la casilla crítica c4.
habría sido una alternativa sólida, intentando 8 0-0 'ii'd7 9 1i.f4 1i.xc3 10 bxc3 f6! (D)
1 7 lüg4 'ii' h 4. Esto restringe a las piezas blancas (especial­
17 dS liJf4 18 �e2?! mente al caballo en f3, que no tiene adonde ir) y
Esta es una pobre reorganización, pero las prepara el más rudimentario de los avances de
negras han igualado en cualquier caso. peones en el flanco rey mediante . . . g5 y . . . h5. El
18 llJf8 19 .i.g4 �eS
••• desarrollo de las negras es superior, aunque to­
Irónicamente, las negras ofrecen cambiar su davía no hayan enrocado, en el sentido moderno
'buen' alfil por el 'malo' de las blancas; habla­ que sus piezas coordinan con sus peones, mien­
remos en la parte 2 sobre cuán engañosas y a tras las aparentemente activas piezas menores
48 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

U na vieja d isputa

B Uno de los más antiguos puntos de controversia


en la teoría sobre los peones doblados fue la Va­
riante del Cambio de la Ruy Lopez, 1 e4 e5 2
tt:lf3 tt:lc6 3 .i.b5 a6 4 .i.xc6 dxc6. Esta apertura
lleva a menudo a medio juegos sin damas, con­
frontando la ventaja estática de las blancas (los
peones doblados del rival) con el predominio
dinámico de las negras (la pareja de alfiles y
una columna central abierta). La ' Ruy Lopez
del Cambio' tiene aún una cantidad de caracte­
rísticas interesantes que la hacen aplicable al
ajedrez moderno. Por un lado, las blancas, po­
blancas no tienen perspectivas sin la jugada li­ seedoras de la pareja de caballos, se enfrentan a
beradora c4. un dilema: si deben o no abrir el juego. Esta
11 .l:.b1 gS 12 �g3 0-0-0 13 'iie2 .l:.de8 14 cuestión, que es absolutamente crítica en el jue­
lUet lDrS go de piezas menores, será vista detalladamen­
Optando por la simplificación. 1 4 . . . tt:lg6 ha­ te en la parte 2. Pero también resulta de interés
bría ofrecido excelentes perspectivas de ataque, la eterna discusión sobre si la pareja de alfiles
pero Nimzowitsch está probablemente tenien­ constituye de por sí una ventaja; esto también
do en cuenta el afecto de su rival por las posi­ se discute extensamente en la parte 2. Permí­
ciones complicadas. tanme saltar estos temas viendo una de las par­
15 .i.xfS .i.xfS 16 ftS tt:ld8 17 'iicS b6 18 tidas más famosas en la historia del ajedrez:
'iia3 �b7 19 1i'b3 tt:lc6!
Al obligar a las blancas a defender su peón­ Lasker - Capablanca
e, las negras ganaron tiempo para cubrir las San Petersburgo 1 914
casillas del flanco dama, y ahora amenazan
. . . tt:la5-c4 con efecto decisivo. Nótese cómo no 1 e4 eS 2 tt:lf3 tt:lc6 3 .i.bS a6 4 .i.xc6 dxc6 S d4
le ha dado nunca a las blancas la oportunidad de Bien, esta es una cuestión aparte: Lasker,
jugar la liberadora c4. La actual ocupación del con la pareja de caballos ¡ desea abrir la posi­
punto fuerte, mostrada en la mayoría de los li­ ción sin demoras !
bros de enseñanza, es secundaria a esta consi­ S exd4 6 'ili'xd4 'ili'xd4 7 tt:lxd4 (D)
•••

deración.
20 tt:ld2 tt:laS 21 1i'b2 .lbe1+ 22 .:Xe1 l:.e8
23 l:.xe8 'ii'xe8 24 'iVb1 'iitc8? !
Omitiendo 24 . . . 'iie 2 ! . Pero las negras con­
servan su gran ventaja posicional.
25 'iVd1 'ili'e6 26 tt:lb3 tt:lc4 27 tt:ld2 tt:la3 28
tt:ln tt:lxc2 29 'iihs �d3
. . . y las negras ganaron un largo final de alfi­
les de distinto color.
Estas partidas han influido hasta hoy en los
libros sobre el medio juego. Los ejemplos con­
vencionales de peones doblados en esos libros
suelen ser meras cuestiones donde el poseedor
de los peones doblados es lentamente restringi­
do y desbordado. Pero la práctica moderna ha
evolucionado de una manera más equilibrada, Capablanca comenta: "Por muchos años, el
como veremos más adelante. Primero, un corto gran Lasker consideró que esta posición era
desvío: teóricamente ganadora para las blancas a causa
CADENAS DE PEONES Y PEONES DOBLADOS 49

de la preponderancia de peones sobre el flanco


rey. Es cierto que si se cambiaran todas las
piezas . . . las blancas ganarían . . . Su famoso an­ B
tecesor, Steinitz, por el contrario, nunca tuvo
ninguna confianza en la eficacia de este siste­
ma. Sostenía que con la pareja de alfiles y juego
libre las negras tenían más que suficiente com­
pensación . . . Soy proclive a estar de acuerdo
con Steinitz." (Lecciones elementales de aje­
drez).
7 ....i.d6
"La idea de las negras es enrocar en el flanco
rey. Su razonamiento es que el rey debe perma­
necer en el flanco más débil para posteriormen­
te oponerse al avance de los peones blancos . . . 10 Jle8 U liJb3 f6 12 fS
••

mientras que e n l a práctica e l mejor sistema se­ Un avance que fue ampliamente elogiado y
ría bastante difícil de comprobar." (Fundamen­ casi siempre mereció un ' ! ' . Controla e6 y li­
tos del ajedrez). bera el alfil-e 1 de las blancas. Por otro lado, la
Detrás de todo esto se encuentra la oposición jugada tienen ciertas desventajas, como ya ve­
entre la estrategia estática y la dinámica. La remos.
opinión moderna es que normalmente, es mejor 12 b6!
•••

quedar con estas debilidades 'permanentes' lo Pachman, Suetin (y otros) criticaron esta ló­
antes posible, de manera que tengamos todas gica jugada. Réti indicó 1 2 . . . g5 , a la cual Suetin
las oportunidades de transformarlas en algo fa­ agrega un ' ! ' , afirmando que 1 3 fxg6 ltJxg6 1 4
vorable mediante un juego dinámico. En otras l:txf6 .i.e5 e s seguido por . . . .i.xc3 e n favor de
palabras: cuánto más tarde se adquiere una de­ las negras. Pero la jugada del texto es excelente.
bilidad, menor es la probabilidad que uno pue­ 13 .i.f4 (D)
da repararla o trabajar en tomo a ella. En esta
posición, las negras posteriormente encontra­
ron maneras de acentuar su pareja de alfiles
mediante el enroque en elflanco dama (contra­
riamente a Capa), y luego abrir líneas. Un ejem­
plo excelente de esto fue Petterson-Alekhine,
órebro 1 93 5 : 7 . . . .i.d7 8 .i.e3 0-0-0 9 lDd2 ltJe7
(o 9 . . . c5 1 0 lbe2 b6 1 1 0-0-0 lbe7 1 2 l:.he 1 lbc6
1 3 h3 .i.e7 1 4 lDf4 l:tde8 1 5 lDd5 .i.d8 = Ljubo­
jevié-Beliavski, Tilburg 1 986) 10 0-0-0 l:te8 1 1
.l:.he 1 ltJg6 1 2 lbe2 ? ! .i.d6 1 3 h3 f5 ! 1 4 exf5
lbh4 ! (D).
1 5 lbc4 (las blancas tienen dificultades para
defenderse en la columna-e, como muestra 1 5
g4 ltJg2 o 1 5 l:tg 1 lDxf5) 1 5 . . . ltJxg2 1 6 l:tg 1
ltJxe3 1 7 lbxe3 J.e5, y la pareja de alfiles ne­ 13 .i.b7?
•••

gros resultó una fuerza sin oposición: 1 8 lbd4 Esto, no obstante, es dudoso, dado que aban­
l:te7 1 9 c3 l:tf8 20 .l:.g4 g6 2 l lDf3 .i.d6 22 lDd4 dona e6. Lasker indicó 1 3 . . . .i.xf4 14 l:txf4 c5
c5 23 ltJdc2 J.xf5 24 lDxf5 .l:.xf5 25 l:tg2 l:te2 15 l:td 1 .i.b7 16 l:tf2 ( 1 6 l:td7 l:tac8 17 l:tf2 ltJc6
26 :n l:.d5 27 ltJe3 .i.f4 O- l . sólo ayuda a las negras) y ahora 16 . . . l:tad8 ! ? 1 7
8 ltJc3 ltJe7 9 0-0 0-0 10 f4 :Xd8 l:txd8 1 8 l:td2 l:txd2 1 9 lbxd2 con venta­
"Por aquel entonces, consideré débil a esta ja, pero Capablanca menciona que tras la simple
jugada", continúa Capa, "y aún lo sostengo. 19 . . . ltJc6, las negras están mejor, amenazando
Deja débil el peón-e . : ." . .. ltJd4 y . . . lbb4. Y lo que es más, la ventaja
50 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

convencional del alfil contra el caballo con una


estructura de peones estable se muestra clara­
mente tras l 6 . . . l:.ac8 ! , y no hay una buena ma­ B
nera de impedir a las negras jugar . . . li)c6 y
. . . li)e5-c4 o . . . li)d4. Además, el peón-e4 de las
blancas sería débil. Con una visión moderna,
todo esto parece cierto casi de manera evidente;
con todo, durante años, los comentaristas afir­
maron que las blancas poseían una gran ventaja
o hasta ventaja decisiva después de 12 f5 .
14 .i.xd6 cxd6 1S li)d4 ltad8 16 li)e6 l:.d7
17 l:.ad1 li)c8?
Capablanca todavía afirma que hay equili­
brio tras 17 . . . c5 1 8 l:.f2 ( 18 li)d5 .i.xd5 19 exd5
b5) 1 8 . . . d5 19 exd5 .i.xd5 20 li)xd5 l:.xd5 2 1 13 a4 aS 14 li)c4!?
l:.xd5 li)xd5 . Es difícil saber qué hacer, dado que 1 4 f4 g6
Después de 1 7 . . . li)c8?, las negras no jugaron no parece permitir a las blancas ninguna ruptu­
bien, pero Lasker obtuvo una posición domi­ ra efectiva para liberar casillas en favor de sus
nante y venció de manera brillante: caballos.
18 :n bS 19 l:.fd2 l:.de7 20 b4 1¡f7 21 a3 14...'ii'c6 1S li)bd2 g6 16 .i.f4 .i.g7 17 li)e3?
.i.a8 22 c;itf2 l:.a7 23 g4 h6 24 l:.d3 aS 2S h4 El gran pecado de los caballos es su pasividad.
axb4 26 axb4 l:.ae7 27 c;itf3 l:.g8 28 c;itf4 g6 29 Timman sugiere 1 7 e5 0-0 1 8 l:.ae 1 con igual­
l:.g3 gS+ 30 c;itf3 li)b6 31 hxgS hxgS 32 l:.h3 dad, aunque simplemente 1 8 . . . li)d5 con idea de
l:.d7 33 c;itg3 c;ite8 34 l:.dh1 .i.b7 3S eS dxeS 36 . . . ltae8 todavía parece favorecer a los alfiles.
tt:)e4 lt)d5 37 � .i.c8 J8 lt)xd7 .i.xd7 39 l:.h7 17...0-0-0 18 l:.ad1 .:the8 19 b3 gS 20 .i.g3
:es 40 l:.a1 c;itd8 41 l:.a8+ .i.c8 42 lt)c5 1-0 .i.g6 21 f4
Aunque los caballos ganaron esta partida, Timman señala 2 1 f3 f5 ! , abriendo más lí­
los comentarios muestran cuán fácilmente los neas. Los alfiles son aquí demasiado podero­
alfiles pueden llegar a ser efectivos en estas po­ sos, y también son útiles las columnas centrales
siciones. Esto es particularmente claro si las abiertas de las negras.
blancas permiten a las negras consolidarse en la 21 ... gxf4 22 .i.xf4 c;itb7 23 'ii'f3 .l:.d4! (D)
apertura, como en la siguiente partida moderna:

Rozentalis - Timman
Olimpíada, Erevan 1 996 B

1 e4 eS 2 li)f3 li)c6 3 .i.bS a6 4 .i.xc6 dxc6 S


0-0 'it'd6 6 d3 f6 7 .i.e3 .i.e6 8 li)bd2 li)e7 9 d4
De nuevo, la decisión de abrir líneas. O esto
es casi absolutamente correcto, o uno sufrirá la
presión de los alfiles durante toda la partida.
9 exd4 10 li)xd4 .i.f7 1 1 'it'e2!?
•••

La siguiente jugada de las negras es tan efec­


tiva, que quizás las blancas debieron evitarla ra­
dicalmente mediante l l b4 ! ? . Luego pueden
considerar un sinnúmero de posiciones agresi­
vas para sus piezas. Esto gana material y la partida.
l l ... c5 12 li)4b3 b6 (D) 24 li)ec4 fS 2S .i.eS fxe4 26 'ii'e2 .i.xeS 27
Esto limita al caballo-b3 - y la actividad de li)xeS 'ii'e6 28 li)llc4 li)dS 29 .l:.del e3 30 g3
las blancas - lo suficiente para permitir a las ne­ l:.e4
gras desarrollarse. . .. y las negras ganaron.
CADENAS DE PEONES Y PEONES DOBLADOS 51

Aunque la Variante del Cambio se juega pe­ que los caballos sean efectivos. Tácticamente,
riódicamente todavía, parece que la discusión el primer punto en favor de las blancas es que
teórica ha quedado más o menos resuelta, con 1 5 . . . fxe5 falla por 1 6 axb6 cxb6 1 7 lLle4 .te7
los alfiles logrando una cómoda igualdad. Cuan­ 1 8 l:txd8 .txd8 1 9 lLlbxc5+.
do las blancas ganan, y esto es interesante, casi 1S .te7 16 l:txdS .txdS 17 lLle4! �c6??
•••

siempre sucede debido a rupturas de peones Spasski es tomado por sorpresa por la última
que modifican la estructura; tales rupturas están jugada de las blancas, con la cual Fischer se
basadas en la táctica, que permite crear casillas topó en un folletín escrito por Soltis. Pero las
para los caballos. Aquí tenemos un ejemplo: blancas estaban algo mejor en cualquier caso.
1S axb6 cxb6 19 lLlbxcS! .teS
Fischer - Spasski No es mejor 19 . . . bxc5 20 l:txa6+ .tb6 2 1
Match (partida 9), Sveti Stefan/Belgrado 1992 .txc5 . La partida está decidida.
20 lLlxa6 fxeS 21 lLlb4+ 1-0
1 e4 eS 2 lLlf3 lLlc6 3 .tbS a6 4 .txc6 dxc6 S Pues 2 I . . ...t;b5 22 lLld6+ 'ifi>xb4 23 l:ta3 ! , y
0-0 f6 6 d4 exd4 7 lLlxd4 eS S lLlb3 mate mediante c3 en la siguiente jugada.
Posteriormente en este mismo match (parti­ Pero éste fue un caso excepcional, producido
da 27), Fischer se desvió con 8 lLle2 'iixd l 9 a causa de una variante mal elegida por las ne­
l:txd l , a lo que Spasski respondió 9 . . . .td7 l O gras. A medida que la teoría ha ido evolucio­
lLlc3 lLle7 hasta conseguir una temprana ventaja nando, en esta venerable variante los alfiles han
con la pareja de alfiles. demostrado poder sostener la posición, o inclu­
S .. .'iix d1 9 l:txd 1 .tg4!? so algo más.
En general, 9 . . . .tg4 no ha funcionado parti­
cularmente bien, y debe ser preferible 9 . . . .td7
lO lLlc3 lLle7, como en el comentario anterior.
El desa rrollo de la teoría sobre
10 f3 .te6 l l lLlc3 .td6 12 .te3 b6 13 a4 los peones doblados
0-0-0 14 aS! 'iti>b7 (D)
El trabajo de Nimzowitsch estableció un están­
dar para la opinión moderna acerca de los peo­
nes doblados, y todavía vemos que sus ideas
están siendo utilizadas en la apertura que reci­
biera su nombre. En el siguiente ejemplo, in­
vestigaremos cómo se desarrollaron estas
ideas.

Yusúpov - Kárpov
Linares 1 993

1 d4 lLlf6 2 c4 e6 3 lLlc3 .tb4 4 e3 eS S .td3


lLlc6 6 a3 .txc3+ 7 bxc3 0-0 S lLle2 b6 9 e4
liJeS!
Pienso que a Nimzowitsch le gustaría este
1S eS! refinado orden de jugadas con 8 . . . b6 (para pre­
¡ El rápido desarrollo y la apertura de líneas ! sionar el peón-e mediante . . . .ta6) y 9 . . . lLle8, la
Como descubriremos en la parte 2, tiende a ser cual (a) evita .tg5, (b) se anticipa a la idea de
un error importante para el poseedor de la pare­ las blancas de f4-f5 mediante la preparación de
ja de caballos construir lentamente la posición, la jugada de bloqueo . . . f5 , y (e) prepara . . . lLld6
confiando en la teoría que uno debe mantener la con un posterior ataque sobre aquel peón-c4 a
posición cerrada para los alfiles rivales. Lo más la vez que brinda apoyo para f5 .
probable es que una vez que el poseedor de los Hoy en día damos tales ideas por sabidas,
alfiles consiga una estructura de peones estable pero ellas costaron una prolongada experiencia
con igual desarrollo, sea demasiado tarde para de 'aprender a fuerza de golpes' . Compárese la
52 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

partida Bronstein-Najdorf, Torneo de Candida­


tos, Budapest 1 950, la cual, después de idénti-
cas 7 primeras jugadas, continuó 8 lüe2 d6 ! ? N
(esto debilita ligeramente el centro) 9 e4 lüe8
10 0-0 b6 1 1 f4 i.. a 6? (D) (la última chance
para jugar . . . f5) .

fija y estable, favorece a los caballos; después


de todo, ¿por qué si no jugaríamos . . . lüe8, . . . f5 ,
y . . . g6?
Pero Kárpov halla otra solución, la cual es
ilustrativa sobre el desarro llo de la teoría posi­
cional moderna:
13 cxd4! 14 cxd4 dS!
•••

1 2 f5 ! eS 1 3 f6 ! . Ahora se abre una brecha ¡ Las negras no sólo desdoblan los peones de
sobre el flanco rey de las negras, pues 1 3 . . . lüxf6 las blancas, sino que realizan una jugada que
1 4 i.. g 5 pone demasiada presión sobre el flanco también abre líneas ! Con el debido respeto ha­
rey, por ejemplo 14 . . . exd4 1 5 lüg3 ! (amenazan­ cia Nimzowitsch, no creo que él (o por cierto,
do tühs) 1 5 . . .'il'c7 1 6 :Xf6 ! gxf6 1 7 i..xf6 y todo ninguno de sus contemporáneos) hubiera con­
termina. Así Najdorf continuó con 1 3 . . .'�h8 1 4 siderado esta idea. Lo que resulta típicamente
d 5 lüa5 1 5 lüg3 gxf6 (esto cede l a casilla-f5 y moderno es el enfoque de las negras sobre las
la partida - por otra parte, un tema tradicional debilidades de color; y de nuevo, en muchas po­
de peones doblados - pero, ¿qué más podía ha­ siciones con peones doblados, el jugador que
cerse contra 1 6 fxg7+ lüxg7 1 7 i.. h 6 ?) 1 6 iüf5 lucha contra ellos permite su liquidación para
i..c 8 1 7 'ifh5 i.. xf5 1 8 exf5 l:.g8 1 9 l:.f3 l:.g7 20 explotar las casillas débiles que han dejado de­
i.. h6 l:.g8 2 1 l:.h3 1 -0. El problema de las ne­ trás.
gras fue el insuficiente frenado de la masa de 15 cxdS
peones del flanco rey, pero tomó años desarro ­ Las casillas blancas también caen tras 1 5
llar los métodos precisos para hacerlo posible. 'il'a4 lüa5 ! o 1 5 exf5 exf5 1 6 cxd5 i..x d3 1 7
El concepto profiláctico de . . . lüe8/ . . . f5/ . . . iüd6, 'il'xd3 'ii'xd5, seguida de . . . iüd6.
así y todo, se desarrolla naturalmente desde las 1S i.. xd3 16 'ii'xd3 fxe4 17 'il'xe4 'il'xdS!
.••

ideas del propio Nimzowitsch. 18 'il'xdS exdS 19 l:.acl l:.c8 20 fS!


10 0-0 i..a6 1 1 f4 fS 12 iüg3 g6 13 i..e3 (D) Esto es a todas luces necesario prontamente,
Una posición muy interesante. En este mo­ o las negras tendrán un caso sencillo de caba­
mento, la mayoría de los jugadores (y especial­ llos fuertes contra el miserable alfil de las blan­
mente los jugadores compenetrados con los cas en e3. Eso ocurriría, por ejemplo, después
ejemplos clásicos sobre cómo frenar y luego de . . . iüd6 y . . . lüe7 .
atacar el complejo de peones doblados) realiza­ 20 iüd6 21 fxg6
••.

rían una jugada tal como 1 3 . . . iüd6 (la cual sin Es instructiva 2 1 i.. h6 .l:.f7 22 f6 l:.d7 ! con
dudas se ha jugado aquí), 1 3 . . . d6 o 1 3 . . . 'il'e7 idea de . . . 'i;f7, como indicó Kárpov. El alfil de
(preparando el ataque convencional mediante las blancas estaría fuera, pero los caballos se­
. . . lüa5 y/o . . . l:tc8). Nuestra educación ajedrecís­ rían aún claramente mejores, y el peón-d de las
tica ha grabado en nuestras mentes que los alfiles blancas requeriría también atención.
no deben ser liberados, y cómo una estructura 21 hxg6 22 :xrs+ ..t>xrs 23 h4!
•••
CADENAS DE PEONES Y PEONES DOBLADOS 53

Las blancas están respondiendo ingeniosa­


mente ante la amenaza de un endurecimiento
del juego por parte de las negras. Esta jugada im­ N
plica el sacrificio de un peón, pero como vere­
mos, da a las blancas el necesario contrajuego.
23 lüc4 24 i.gS lüxd4 25 hS?
..•

Kárpov correctamente sugiere 25 l:fl +! 'it>e8


(aunque quizás 25 .. .'�g8 fuera un mejor intento
para ganar) 26 l:e l + 'iti>d7 27 l:te7+ 'it>c6 28
l:.g7 ! . Aun si las negras obtienen dos peones pa­
sados en el flanco dama después de 28 . . . lüxa3,
el peón-h pasado de las blancas será una fuerza
importante, bastante buena para equilibrar.
2S gxhS 26 :0. + 'it>e8 27 lDxhS lüxa3 28
•••

lDg7+ �d7 29 l:tf7+ �c6 30 l:txa7 lüac2! blancas, pero si cambiaran en e5 o c5, desapa­
Después de una secuencia obligada, los ca­ recería entonces la movilidad central de las
ballos negros están bien desenvueltos para es­ blancas, y sus peones-e no sólo estarían dobla­
coltar al peón-h. El resto es sencillo (al menos dos, sino también aislados. Algo similar a esto
para Kárpov) : habrá pasado por la mente de Kan, pero . . .
3 1 i.f6 b S 3 2 g4 b4 3 3 l:ta2 b 3 34 l:.b2 �eS 1 1 dxeS! dxeS 1 2 i.d3 h6 13 0-0 0-0 (D)
35 lDfS l:tg8! 36 lüxd4 l:txg4+ 37 <li1'2 lDxd4
38 i.xd4+ �xd4 39 l:txb3 l:te4 40 l:.a3 l:.e8 0-1

Tal como hizo con muchos otros temas posi­ B


cionales, Botvínik fue uno de los primeros ju­
gadores en revalorar a los peones doblados,
logrando hallar ventajas en su posesión. Aquí
están dos ejemplos :

Botvfnik - Kan
Cto. de la URSS, Leningrado 1 939

1 d4 lDf6 2 c4 e6 3 lDcJ i.b4 4 lDf3 eS S a3


i.xc3+ 6 bxc3 'ii'aS 7 i.d2 lDe4 8 'ii'c2 lüxd2 9
lüxd2 d6 10 e3 (D)
Botvínik evita 1 O e4 ?, la cual habría permiti­ Notablemente, ¡ la que está peor aquí es la es­
do IO . . . cxd4 ! 1 1 cxd4 lüc6 1 2 'ii'd 3 e5 ! , y las tructura de peones de las negras ! ¿Por qué? Por­
negras quedarían con un caballo centinela, el que las blancas tienen un maravilloso punto
mejor alfil, y grandes posibilidades de ataque. fuerte en d5 tanto para su caballo como para su
10...eS? ! alfil, mientras que los 'débiles' peones dobla­
Pachman e s muy crítico con esta jugada, y dos cubren casillas equivalentes para las piezas
probablemente está en lo cierto. Pero considera negras (especialmente d4). Estas ideas han lle­
su valor en términos de la teoría clásica. Con gado a ser típicas en el ajedrez moderno, pero
esta jugada, las negras demarcan territorio en el en aquel tiempo, el concepto de aceptar tales
centro y liberan su alfil-eS ; con tres peones cen­ peones doblados y aislados (y sin tener la com­
trales en casillas negras, sin duda el alfil debe­ pensación de un ataque) era desconocido.
ría ser excelente. Más allá de esto, las negras 14 f4!
pueden imaginar que obligarán a las blancas a En posiciones parecidas, las blancas emplean
resolver la situación central después de, por en la actualidad otro plan interesante, que im­
ejemplo, . . . lüc6. Entonces, si las blancas jue­ plica el traslado del caballo a d5, por ejemplo,
gan d5 y e4, tendrán un horrible alfil de casillas mediante e4, l:tfd 1 , y lDfl -e3-d5 . Correctamente
54 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

preparada, esta maniobra sería bastante razona­ .l:tbS Wa4 36 �h2 :a3 37 WcS l:ta2 3S :as
ble para esta posición, pero 14 f4 ! es más direc­ WxaS 39 .i.xaS l:txaS 40 WxeS .i.c6 41 Wc7
ta. Tras 14 . . .exf4 1 5 exf4 f5 (para evitar f5), las 1-0
blancas obtienen la columna-e abierta y el pun­
to fuerte en eS, así que las negras se defienden Botvínik - Chéjover
con : Leningrado 1938
14 lbd7 1S fS lbf6
•••

Pachman prefiere 1 5 . . .f6 1 6 .i.e4, pero esto 1 d4 lbf6 2 c4 e6 3 lbc3 .i.b4 4 lbf3 0-0 S .i.gS
parece muy bueno para las blancas, que pueden d6 6 e3 'i!ke7 7 .i.e2 eS S 'i!i'c2 :es 9 0-0 .ixc3
jugar .i.d5 , lbe4, y aún más considerar el ata­ 10 bxc3 h6 1 1 .i.h4 eS 12 :ae1 .i.g4 13 .i.xf6!
que mediante g4, h4, y g5. Wxf6 14 We4 .i.xf3 1S .i.xf3 lbc6 16 dxcS!
16 lbe4 WdS 17 lbxf6+ Wxf6 1S .ie4 l:tbS dxcS 17 l:td1 (D)
19 l:tad1 b6 20 h3 .ia6
Las negras no pueden mover su dama porque
las blancas jugarían f6, y Botvínik tendría el
control final de la columna-d debido al punto
fuerte en d5 ; por ejemplo, 20 . . . .i.b7 21 .i.xb7
(2 1 .i.d5 ! ?) 2 1 . . .l:lxb7 22 We4 ! .l:te7 23 .l:td5 y
24 l:tfd l . Antes que esperar el doblaje de las
blancas sobre la columna-d. las negras juegan
para abrir líneas en el flanco dama.
21 .i.dS bS 22 cxbS l:txbS 23 c4 l:tb6 24
l:tb1 ! (D)

N
¡ Aquí estamos de nuevo ! A primera vista, las
negras tienen una superior estructura de peones
(debido a los peones -a y -e blancos) ; pero en
realidád, esos peones aseguran un punto fuerte
en d5 (que eventualmente será ocupado por su
alfil) y quitan a las negras cualquier punto fuerte
similar para su caballo. En la parte 2, hablare­
mos sobre la falta de dogmatismo que caracteri­
za al ajedrez moderno. En estas dos partidas,
Botvínik demuestra la actitud concreta, prag­
mática, con la cual sustituyó el juego basado en
24 JldS
•• principios de sus antecesores. Evalúa correcta­
La última jugada de las blancas evita 24 ... .i.b7 mente que su mejor juego de piezas forzará una
y además desalienta 24 . . . l:tfb8, donde Pachman transformación favorable de la partida (sea me­
indica 25 l:txb6 .l:txb6 (25 . . . Wxb6 26 f6 ! ) 26 diante el cambio de la estructura o bien ganan­
Wa4 ! ? (o 26 l:lb1 ! ) 26 . . . We7 27 f6 ! gxf6 28 Wc2 do material), antes que las dificultades estáticas
rl;g7 29 l:tf3 "y las blancas tienen un fuerte ata­ de largo plazo de sus peones lleguen a tener in­
que". Pero lo que sigue es sencillamente una fluencia en el juego.
cuestión de técnica; las blancas, con las piezas 17 l:tadS 1S l:tdS b6 19 l:tfd1 lbaS 20 h3
••.

activas, simplemente van a la caza de las debili­ .:XdS 21 l:txdS 'i!i'e7 22 .i.g4! Wb7 23 .i.fS!
dades negras: Amenazando de nuevo .l:td7 (que las negras
2S l:txb6 axb6 26 e4 .i.cS 27 Wa4 .i.d7 2S evitaron con su última jugada), por ejemplo,
'ii'a7 .i.eS 29 l:tb1 l:td6 30 a4! rl;b7 31 aS bxaS 23 . . . 'i!ka8 24 l:td7 'i!i'xe4 25 .ixe4 seguida de
32 WxaS l:ta6 33 WxcS l:ta2 34 'i!ke3 'fi'a6 3S .i.dS . Las negras consiguen cambiar las damas
CADENAS DE PEONES Y PEONES DOBlADOS 55

sin perder material, pero a cambio de otorgar a dama negra, la cual está realizando una tarea
las blancas la máxima actividad de piezas: defensiva superlativa." Así:
23 .'ii' b8 24 .:r.d7 .:r.d8 25 'ii'xeS ll:)xc4 26
•• 20 'ili'e3!
'ii'xb8 .:r.xb8 27 .te4! ll:)a3 28 i.dS .:r.rs 29 e4 Citando a Silman: "¿Cuántos jugadores ha­
Todo terminó. El avance de los peones blan­ bóan rehusado considerar esta jugada a causa
cos en el flanco rey y la centralización de su rey de los peones doblados y aislados?" En tiempos
deciden la partida fácilmente: de Botvínik, presumo que hasta los mejores ju­
29 a5 30 c4 bS 31 cxbS ll:)xbS 32 eS a4 33
••• gadores habóan pasado por alto esta idea. Es
f4 ll:)d4 34 �f2 gS 35 g3 gxf4 36 gxf4 ll:)e6 37 interesante hacer notar que hoy vemos con re­
�e3 c4 38 rs ll:)cS 39 .:r.c7 ll:)d3 40 e6 fxe6 41 gularidad estas jugadas prácticas en los mejores
fxe6 1-0 jugadores actuales, quienes no están muy intere­
sados en consideraciones teóricas cuando pue­
Quiero enfatizar que esta moderna actitud den percibir una ventaja dinámica.
pragmática tradicionalmente ha sido considera­ 20.. .'ii'xe3 21 fxe3 .tg4 22 aS ll:)c8 23 .:r.ct !
da como una debilidad. Hoy en día, los jugado­ Poniendo e l ojo sobre c 7 y amenazando e5 ;
res penniten los peones doblados en todo tipo de ese modo las negras deben ceder su alfil bue­
de posiciones, simplemente porque saben que no.
sus debilidades no pueden ser aprovechadas, o 23 ....txf3 24 gxf3 ll:)e7 25 ll:)d5 (D)
bien porque esos peones son útiles para contro­
lar casillas, o hasta ayudan en el ataque. Vea­
mos un ejemplo más del juego de Botvínik:
N

25 ...ll:)c6
Quizás fuera mejor 25 ... ll)exd5 26 exd5 .:r.acs,
aunque la combinación del alfil y peón pasado
Botvínik - N . Sorokin de las blancas dé, finalmente, una paliza al ca­
Cto. de la URSS, Moscú 1 931 ballo.
26 ll:)xf6+ gxf6 27 lld7 l:lab8 28 � ll:)xaS
La posición de las negras no tiene serias de­ 29 .:r.cc7 .:r.bc8 30 :xr1 :Xc7 31 .:r.xc7+ �h8
bilidades, de modo que si las blancas van a con­ 32 i.d5 b5
seguir algo, deben hacerlo muy rápidamente. El fin. El caballo negro está paralizado en a5 ,
Irónicamente, si a las negras les tocara el tumo de y las blancas sólo juegan con el rival antes de
jugar, podrían considerar la creativa 20 . . . .te6 ! , 'pasar a cobrar en efectivo' :
aceptando los peones doblados, dado que tras 33 b3 .:r.d8 34 'itg3 f5 35 �h4 fxe4 36 fxe4
2 1 .txe6 fxe6, cubren la casilla-d5, abren la co­ l:td6 37 �h5 :C6 38 h3 .:r.d6 39 h4 l:.b6 40 'itg4
lumna-f y compiten por las casillas blancas. :f6 41 l:la7 l:tb6 42 l:te7 l:td6 43 l:r.c7 :C6 44
Pero les toca mover a las blancas, y Jeremy Sil­ l:la7 l:.b6 45 l:r.c7 l:r.f6 46 �hS lld6 47 .tf7 llf6
roan señala de manera perspicaz, que tanto la 48 i.g6 ll:)xb3 49 �xh6 .:r.rs 50 l:r.h7+ �g8 51
agresiva a5 como las amenazas de las blancas l:r.g7+ �h8 52 .tr7 .:r.xr7 53 :xf7 �g8 54 �g6
sobre el peón-e5 "resultan frustradas por la ll:)d2 55 l:r.d7 1-0
56 LoS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

.
A veces las ventajas conseguidas al aceptar única pieza menor mala de las blancas. En mi
los peones doblados sólo son suficientes para opinión, algo como 1 4 . . . 0-0 1 5 tüd5 'ii'd 6 pare­
crear una partida desequilibrada. Veamos aquí ce adecuado, por ejemplo, 1 6 �f4 �a6 1 7 'ii'a4
un ejemplo irresistiblemente divertido: tüa5 1 8 l:.ad 1 l:.ae8 1 9 �e2 �b7 con una posi­
ción prometedora aunque poco clara.
15 �e2 �xe2 16 'ii'xe2 f6 17 tüdS 'ii'f7
Mayer menciona 1 7 ... 'ii'b 7, y si 1 8 'ii'h 5+
B tüg6 19 g4 ! ? 0-0 20 g5 es una continuación in­
teresante.
18 �f4 0-0 19 .i.xeS tüxeS (D)

Lilienthal - Smyslov
Piirnu 1 94 7

Esta posición parece bastante sólida para las


negras. Pensaría que las blancas podrían jugar
�e3 e intentar pasar la dama al flanco rey, o
bien hallar una manera de forzar concesiones 20 a4!
jugando a su debido tiempo tüg3 . Pero Lilien­ ¡ Ahora Lilienthal tiene una estupenda idea
thal halla una deslumbrante forma de proseguir: sobre el flanco dama ! Desea jugar a5 , aunque
12 fxeS dxeS 13 dxeS ! ? ! ? tüdxeS sin embargo parece que las negras pueden evi­
¡ Detengámonos aquí ! Las blancas tienen tarlo fácilmente. Por supuesto, en retrospectiva,
cuatro islotes de peones y cuatro peones ais­ uno podría argumentar que todo esto es proba­
lados, incluyendo los peones doblados, y una blemente forzado, ya que de otro modo seguiría
seria debilidad en e4. En contraposición, las ne­ pronto . . . 1i'b7-a6.
gras, con casi ninguna debilidad, ¡ ya están ocu­ 20 tüc6 21 'ili'g4 ..ti>h8 22 aS! tüxaS 23 eS fS
•••

pando la casilla ideal e5 con su caballo ! ¿Cómo 24 'ili'e2


pueden las blancas justificar su juego? Toda la concepción de las blancas es increí­
14 tüf4 blemente ingeniosa. ¡ Ahora poseen un peón
En principio, creen que el punto fuerte d5 pasado con deseos de avanzar ! Esto parece
vale la pena. Mas allá de esto, los peones-e de ofrecerles bastante compensación por el peón,
las blancas cubren la columna-d. de modo que probablemente más que suficiente.
el caballo negro no puede ir a d4. Y en algunos 24 Jtae8 25 l:lae1 .l:!.e6
••

casos, la columna-f puede resultar útil. Todo A primera vista parece buena, 25 . . . tüc6 26
esto es difícil de creer, pero sólo el hecho de que e6 'ili'g6, pero 27 e7 l:.f7 28 'ii'e6 ! con idea de
alguien de la talla de Lilienthal jugase de esta 'ii'd7 ¡ favorece a las blancas ! De modo que
forma, y que no queda claro qué bando está Smyslov trata de bloquear mediante el sacrifi­
realmente mejor, demuestra cuán complicado cio de calidad, pero las blancas emplean nueva­
puede resultar el tema de los peones doblados. mente el punto fuerte d5 para abrirse paso:
14 �g4!?
.•. 26 tüf4 .l:l.fe8! ? 27 tüxe6 'ili'xe6 28 'ii'd3 g6
Mientras las blancas han sido en extremo no 29 :C4 tüc6 30 'ili'dS! tüxeS 31 ..ti>fl !
dogmáticas, tal vez las negras necesitaran ser Ahora no hay nada que hacer contra l:.f2-e2,
un poco más estereotipadas, y no cambiar la y las blancas ganan:
CADENAS DE PEONES Y PEONES DOBLADOS 57

31 �g7 32 l:tf2 cM6 33 .:Ce2 hS 34 :txeS


••• expensas del costo aparentemente devastador
'ii'xeS 35 l:txeS l:txeS 36 'ii'd6+ l:te6 37 'ii'f8+ de cambiar el mejor alfil negro por el mal alfil
�eS 38 'ifb8+ 'itf6 39 'ii'xa7 �gS 40 'ii'd7 l:te4 blanco. ¡ Observen tan solo esas debilidades en
41 'ii'd8+ �h6 42 h4 �g7 43 'ii'c7+ �h6 44 d5 y f5 ! Anand comenta: "El ' mal' alfil-e? de
'iVxb6 1-0 las negras protegerá sus peones, mientras fuer­
zan cambios de peones que lleven eventual­
Para finalizar esta sección, veamos un bri­ mente a quedarse con peones centrales pasados
llante ejemplo de reciente factura, que ejempli­ y unidos." En la parte 2, escucharemos a Suba
fica acerca de la ausencia de prejuicios de los afirmar ' ¡ los alfiles malos protegen peones
jugadores contemporáneos sobre esta cuestión: buenos ! ' ; éste es un ejemplo genuino.
21 b3 .i.xfl 22 :xfl l:th3 (D)

lvanchuk - Anand
Match (partida 1 ) Linares 1 992
, "Las negras parecen haber cometido una lis­
ta completa de pecados posicionales: han per­
Esta es una típica posición Siciliana. Las mitido peones-f doblados, dando a las blancas
blancas se embarcan en un procedimiento con­ un peón-h pasado y alejado, y han cambiado su
vencional de simplificación : alfil 'bueno' con . . . .i.c4; aún así están mejor.
16 lüd5 'ii'xd2 17 lüxf6+? gxf6 ! ! ¿Contradictorio? Sí, pero esto no significa que
Pero n o tuvieron e n cuenta esta excelente res­ las antiguas reglas posicionales hayan sido sus­
puesta del rival. Lo normal habría sido 1 7 . . . .i.xf6 pendidas para el curso de esta partida." (Anand).
1 8 l:txd2 1ite7 1 9 h4, con las blancas "quizás Continúa explicando que su torre-h3 desorga­
algo mejor" (Anand). niza la posición de las blancas, y que las negras
18 l:.xd2 h5! tienen el plan de largo plazo de cambiar su
Anand comenta: "La primera impresión es peón-d por el peón-e de las blancas mediante
que las blancas están mejor, o al menos no están . . . d5, y su peón-f por el peón-g mediante . . . f5,
peor, en vista de la estructura de peones dañada para quedarse con los peones centrales pasados
de las negras. Sin embargo, las blancas están y unidos.
seriamente peor. Si pudieran consolidar su es­ Bien, creo que existen dos formas de ver
tructura de peones en el flanco rey mediante h3, esto, pero pienso que la mayoría de las personas
entonces sin duda estarían mejor, pero de mo­ dirán que semejantes reglas no sólo han sido
mento esto resulta imposible." ' suspendidas' para esta partida, ¡ sino que tam­
19 l:.g1 bién han demostrado ser pautas poco confia­
Anand da 19 .i.e2 hxg4 20 fxg4 l:th3 con me­ bles ! El punto clave de las reglas es que
jor posición de las negras. permiten al jugador utilizarlas en lugar de hacer
19 hxg4 20 fxg4 i.c4 ! !
.•• cálculos extremadamente largos, para poder en­
Una jugada paradójica realizada dentro de trar con confianza en cierto tipo de posiciones,
un espíritu moderno. Esto impide h3, aunque a como lvanchuk hizo aquí. Por supuesto, si tras
58 LOS SECRETOS DE lA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

conseguir el mejor alfil y una estructura de peo­ Esta reorganización tomó demasiado tiem­
nes clásicamente mejor (agujeros en d5 y f5), po, ya que ahora las negras llegan a . . . d5.
las blancas hubiesen permitido un ataque de 28 d5 29 exd5+ c¡\1xd5 30 l:tf5! c¡\1c6! 31
•••

mate, uno podría argumentar que, después de l:tef2?


todo, no puede esperarse demasiado de las re­ Anand señala que la última posibilidad real
glas. Pero cuando en una posición simplificada, de las blancas era 3 1 l:tf3 ! , obligando a 3 l .. .l:th7
donde el alfil-e7 de las negras no aporta activi­ 32 l:tc3+ �b7, y dice que las negras tienen 'una
dad alguna, la mera presencia de una torre acti­ difícil labor técnica por delante' . El resto de la
va puede transformar toda la posición en favor partida tiene que ver con los preparativos para
de las negras, pienso que correctamente pode­ avanzar los peones pasados:
mos cuestionar si tales reglas están cumpliendo 31. l:th6 32 �b2 c¡\1d7 33 .l:.e2 i.d6 34 .l:.f3
••

con su propósito. Pongamos esto de otro modo: l:tc8! 35 i.el �e6 36 l:td3 l:th7 37 l:tg3 i.cS 38
¿cuántos jugadores en el mundo hubieran ju­ c¡\1a2 .l:.d7 39 l:tc3 l:tcc7 40 h4 l:td1 41 i.f2 i.d6
gado 17 . . . gxf6, previendo al mismo tiempo 42 l:tg3 e4!
20 . . . i.c4 (o llegar a pensar en esta posibilidad, "Después de todo el alboroto sobre los peo­
inclusive estando jugado 20 . . . i.c4, y dándoles nes negros pasados y conectados, ¡ se entrega
la enorme ventaja de tener aquella posición uno de ellos ! Sin embargo, esto gana la cali­
para evaluar)? Mi presunción es: muy, muy po­ dad." (Anand).
cos (después de todo, Anand otorga un ' ! ! ' a 43 l:txe4+ i.e5 44 l:txe5+ fxeS 45 c¡\1b2 .l:.d2
ambas jugadas). ¿Pero por qué? Porque noso­ 0-1
tros rechazaríamos automáticamente por prin­ ¡ Qué partida ! Veremos otros ejemplos de po­
cipio esta combinación de ideas. Depositamos siciones inusuales y creativas con peones do­
nuestra confianza en estas reglas, y asumimos blados en la parte 2; pero antes de cerrar este
dogmáticamente que favorecerán a las blancas capítulo, pongamos atención brevemente en un
el alfil bueno y la muy superior estructura de tema bastante relacionado:
peones. La percepción profunda de los jugado­
res modernos, especialmente de los mejores, es Tripl icados
que la posición debe jugarse por sí misma, y no
en base a cierta idea abstracta que tengamos de En muchas aperturas modernas, los peones do­
ella. En efecto, como veremos, el desarrollo de blados se oponen al juego dinámico de piezas.
este sencillo concepto caracteriza la mayor par­ Pero en unos pocos casos, dichos peones dobla­
te del avance que ha tenido el ajedrez en la era dos surgen de lo que inicialmente eran peones
moderna. triplicados. Que alguien fuese tan desafiante
Volviendo a la partida, lo que sigue es compli­ como para permitir alegremente que sus peones
cado y confuso, pero la esencia de esto es que el sean triplicados puede impresionamos como
entendimiento de Anand sobre los peones pasa­ algo inusual, pero en los dos casos que vere­
dos ( ¡ que recién aparecen 1 2 jugadas después de mos, sólo para hacer las cosas peores, ¡ estos
su decisión original ! ) demuestra ser correcto. peones están también sobre una columna abier­
23 l:te2?! ta enemiga ! Examinemos concisamente estos
Mejor era 23 i.g1 , tras lo cual Anand brin­ casos de estudio sobre el énfasis moderno en la
da un extenso análisis basado en la variante actividad y el oportunismo.
23 . . . �d7 24 l:td3 .l:.h4 ! , con ventaja de las ne­ En la Apertura Catalana, una de las variantes
gras en todos los casos. principales (esencialmente moderna) sigue :
23 cl¡¡d7 24 g5
••• 1 d4 d5 2 c4 e6 3 lLJf3 lLlf6 4 g3 i.e7 5 i.g2
Anand pasa por alto esta jugada aparente­ 0-0 6 0-0 dxc4 7 lLle5 lLlc6!? 8 lLlxc6
mente 'cooperativa' (ayuda a las negras a conse­ Robatsch inventó 7 . . . lLlc6 ! ? en los años se­
guir sus peones pasados) sin hacer comentarios. tenta, y esto fue rápidamente advertido por ju­
Pero mediante . . . :gs. en cualquier caso esto ha­ gadores no estereotipados como Petrosián y
bría sido forzado. Geller. Las negras aceptan deliberadamente
24 We6 25 gxf6 i.xf6 26 i.d2 i.e7! 27
••• peones doblados -y hasta incluso triplicados­
i.el f6 28 i.g3 para contraatacar el centro de las blancas y
CADENAS DE PEONES Y PEONES DOBLADOS 59

conseguir un activo juego de piezas. Conside­ columnas-b y -d, por ejemplo, 1 2 e3 c5 1 3 'ii'f3
remos 8 .i.xc6 bxc6 (D). .C.d7 ! 14 dxc5 'it'c7 1 5 c6 .C.d6 y las negras no
tienen problemas.
9 i.xa3 10 bxa3 .i.a6! (D)
...

Las blancas pueden permitir a las negras


conservar sus peones triplicados por una jugada
más mediante 9 �c3 ! ?, pero entonces su em­ Esta posición es digna de algún debate. A
pleo como ariete queda evidenciado después de pesar de los peones-a doblados, la estructura de
9 . . . c5 ! 1 0 dxc5 .i.xc5 1 1 'it'a4 �d5 ! 1 2 �e4 las blancas es ciertamente más saludable, y po­
�b6 1 3 'ii'c 2 'iid 5, y las blancas todavía tienen seen la pareja de alfiles y un peón extra en el
que justificar su desventaja de peón. centro. Estas son ventajas clásicas que habrían
Entonces es más típico 9 �xc6 'ilt'e8 1 0 probablemente atemorizado a los jugadores de
�xe7+ 'ilxe7 1 1 'it'a4, llegando a una posición piezas negras, incluso durante el reinado de
característica en la cual las negras cuentan con Botvínik (cuando los alfiles resistían), así como
su actividad de piezas, los alfiles de distinto co­ también en épocas premodemas. En realidad,
lor, y las ligeras debilidades de las blancas en 7 . . . �c6 conduce a muchas de estas posiciones,
el flanco rey, para compensar su peón menos completamente dependientes de los desequili­
(y los peones aislados -a y -e}, por ejemplo, brios dinámicos y las líneas abiertas, que no
l l . . .a5 ! ? ( l l . . .e5 también es poco clara) 1 2 fueron tomadas en cuenta seriamente hasta unas
'it'xc4 .i.a6 1 3 'iic 2 .C.fd8 1 4 .C.d l c5 ! 1 5 dxc5 pocas décadas atrás. En la posición del diagra­
.C.xd l + 1 6 'it'xd l 'it'xc5 con suficiente activi­ ma, específicamente, vemos a las negras lo­
dad, Stohl-Polak, Checoslovaquia 1 990. grando una ventaja en desarrollo, mientras las
8 bxc6 9 �a3! ?
••• blancas recuperan su material. Los peones tri­
¡ Ahora las blancas aceptan u n par d e peones plicados procuran a las negras juego sobre las
doblados ! Resulta muy característico del desa­ columnas -b y -d, lo cual es crítico, y ganan
rrollo de la teoría sobre los peones doblados tiempo para construir un tipo de posición de
que, de manera creciente, veamos posiciones bloqueo que justifica su posesión del caballo.
donde se pone énfasis en la actividad sobre un Ahora seguiremos el curso de una partida inte­
debilitamiento serio y permanente de los peo­ resante y temática:
nes. Aquí las blancas obtienen una pareja de al­
files muy activa a cambio del peón-a débil (y lo Vladimírov - Vaganián
que es más importante, a cambio de conceder a Moscú 1990
las negras otro tiempo para mejorar sus propia
posición). l l .i.xc6
La evidente 9 .i.xc6 .C.b8 1 0 �c3 .i.b7 ! 1 1 Kárpov demostró la estrategia activa de las
i.xb7 .C.xb7 produce una posición muy instruc­ negras contra Antunes en Tilburg 1 994 después
tiva en la cual entra en juego la restante ventaja de 1 1 .i.g5 h6 1 2 .i.xf6 'iixf6 1 3 .i.xc6 .C.ab8 1 4
de los peones triplicados: la presión sobre las 'it'a4 .C.b6 1 5 .C.fd 1 .C.d8 1 6 i.f3 ! c6 ! 1 7 �g2
60 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

'fle7 1 8 e3 :teS ! 1 9 h4 i.b5 20 'flb4 c5 2 1 dxc5 recuperan sus peones, y hasta incluso una pa­
.:Xc5 22 .:td8+ �h7 23 .:tad 1 i.c6 ! con gran lanca central con c4, análoga al . . . c5 de las ne­
ventaja para las negras. gras en los ejemplos anteriores. Veamos cómo
l l ....:tb8 12 'ii'a4 llb6 13 i.g2 lL!dS 14 funciona esta idea:
'ii'c2? !
Vaganián sugiere 1 4 'ii'a5 ! ?, con posición Smyslov - Uhlmann
igualada. Mar del Plata 1 966
14 fS!
•••

Kotronias elogia correctamente esta jugada, 1 e4 e6 2 d4 dS 3 lL!c3 .ib4 4 eS lL!e7


la cual evita que las blancas expulsen el caballo Smyslov jugó primero con los peones tripli­
de su poderosa ubicación en d5 . cados contra Botvínik en la 20a partida del
1 S e4 fxe4 16 i.xe4 h6 17 i.g2?! match por el Campeonato del Mundo en 1 957,
Mejor era 17 .ie3 ! ? 'ii'f6 18 .:tfb 1 .:tfb8, pero que continuó 4 ... c5 5 a3 .ixc3+ 6 bxc3 fic7 7
aún esto falla en resolver el problema del alfil 'ii'g4 f6 8 lL!f3 lL!c6 9 'ii'g 3 'ii'f7? ! 1 0 dxc5 !
malo blanco en e3, y las piezas negras más acti­ lL!ge7 1 1 i.d3 fxe5 1 2 lL!xe5 con una sólida
vas. ventaja de las blancas.
17 'ii'f6 18 i.e3 c3! 19 :tb1 i.c4!
••• S a3 i.xc3+ 6 bxc3 eS 7 lL!f3 .id7 8 a4
Amenaza con doblar las torres, así que las Otra variante apasionadamente disputada sur­
blancas son obligadas a enderezar los peones ge tras 8 dxc5 (D), nuevamente con la idea de
negros, y el peón-c3 también cobra fuerza. capturar la iniciativa con jugadas como l:r.b l ,
20 .:txb6 cxb6 21 .:te1 bS! lL!d4-b5 , y/o l:.b4-g4 en ciertos casos.
Ahora se amenaza . . . a5 y . . . b4. La siguiente
jugada de las blancas prepara i.t2 y i.h3 , pero
las negras emplean esta nueva oportunidad para
entrar en una posición con actividad de piezas N
muy superior.
22 f4 lL!xe3 23 :Xe3 'ii'xd4 24 'ii'xc3 .:td8 25
i.f3 aS! 26 'ii'xd4 :Xd4 27 .ie2 �n 28 .ixc4
bxc4 29 .:tc3 eS! 30 fxeS �e6
Las negras tienen ventaja decisiva. Aquí la
verdadera moraleja es que existe una gran dis­
tancia entre el inicio del medio juego y el final.
En esta partida, en el momento en que se al­
canzó dicha etapa, las negras ya habían ende­
rezado sus peones del flanco dama, e irónica­
mente, fueron los peones-a doblados de las
blancas quienes permitieron al peón-c3 pasado Como en nuestra variante principal (después
de las negras convertirse en una fuerza impor­ de 8 a4), este conjunto de peones triplicados
tante. posee características inexistentes en los ejem­
plos anteriores de la Apertura Catalana. El
Otra apertura en la cual rutinariamente apa­ peón-e5 de las blancas, por un lado, puede ser
recen los peones triplicados es la Variante Wi­ un elemento restrictivo, pero también carece
nawer de la Defensa Francesa ( 1 e4 e6 2 d4 d5 3 temporalmente de apoyo. Otra diferencia es
lL!c3 .ib4), en la cual las blancas quedan con que las negras ya han desarrollado una pieza
los triplicados después de, por ejemplo, 4 e5 c5 más que las blancas, así que la pura velocidad
5 a3 .ixc3+ 6 bxc3 lL!e7 donde juegan en breve de desarrollo no es aquí una ventaja, como lo
dxc5 . Existen muchas variantes como ésta, pero fue para el poseedor de los peones triplicados
todas ellas dependen de las mismas ideas que en la Catalana. Para compensar esto, las blan­
vimos en la Catalana: la utilización de las co­ cas tienen idea de lL!d4-b5 y l:.b l -b4, que en co­
lumnas -b y -d, el punto fuerte en d4, ventaja laboración con el peón-e5 puede poner enorme
en desarrollo y actividad mientras las negras presión sobre la posición de las negras.
CADENAS DE PEONES Y PEONES DOBLADOS 61

Una de las partidas originales con 8 dxc5, a) poseen un montón de piezas activas desa­
Spasski-Korchnói, Match de Candidatos (parti­ rrolladas;
da 1 0), Belgrado 1 977, siguió 8 . . . 'ii'c 7 9 ..td3 b) poseen fuerte control sobre las casillas
..ta4 ! ? 1 0 .Z::.b 1 ! (en la partida 8 del match, 1 0 blancas, de modo que la jugada c4 tendería a
0-0 lDd7 1 1 lDd4 ! ? lDxc5 ! 1 2 ..tb5+ ..txb5 1 3 activar las piezas negras al menos tanto como a
lDxb5 'ifxe5 1 4 l:te 1 lDe4 ! 1 5 f3 a6 ! pasó l a ini­ las blancas.
ciativa a las negras; 10 .Z::.b l ! expulsa a las pie­ Estas características dinámicas conducen a
zas negras tan pronto como es posible) 10 . . . lDd7 una lucha equilibrada.
1 1 .Z::.b4 ..tc6 1 2 0-0 lDxc5 1 3 .Z::.g 4 ! lDg6 1 4 l l ...lD g6 (D)
lDd4 0-0-0 1 5 f4 ..td7 1 6 l:.g3 'ili>b8 1 7 'ii'e 1 <¡j¡>a8
1 8 h4 ! lDxd3 19 cxd3 h5 20 ..te3 .Z::.d e8 2 1 a4 !
con una seria iniciativa y presión en ambos
flancos del tablero (aunque las blancas poste­ B
riormente jugaron mal y perdieron).
Resulta sumamente interesante que una res­
puesta a esta cuestión surgiera en la forma de
un sacrificio radical de peón a cambio de activi­

dad e iniciativa, bien en el espíritu moderno.


De la posición del diagrama (después de 8
dxc5), Renman indicó 8 . . . ..ta4 9 .:tb 1 lDd7 ! 1 0
:Xb7 lDxc5, entregando u n peón para contraa­
tacar sobre la columna-e y recuperar la iniciati­
va que poseen las blancas, por ejemplo, 1 1 .Z::.b4
'iVa5 1 2 lDd4 0-0 1 3 'iVg4 ! ? 'ii'c 7 ! 1 4 f4 a5 1 5
:Xa4 ! ? (dado que 1 5 :b2 lDe4 e s claramente 12 0-0 0-0
favorable a las negras) 1 5 . . . lDxa4 1 6 lDb5 'iVc5 Más tarde, se descubrió que las negras podían
1 7 'iVh3 .:tab8 1 8 ..te3 'ii'c 6 19 ..td3 g6 20 lDd4 capturar el peón-e de manera segura mediante
'ii'x c3+ 2 1 'iii> f2 lDc5 22 .:td l .:tb2 ! y las negras 1 2 . . . lDcxe5, también con juego dinámicamente
tuvieron ventaja ganadora en Messa-Renman, equilibrado.
Reggio Emilia 1 980/ 1 . Esta variante ha resisti­ 13 'iVe3! 'iVc7 14 lDd4! 'iVxeS! 15 lDbS 'iixe3
do bien; en ella, como a menudo en el ajedrez 16 ..txe3 (D)
moderno, la iniciativa y la actividad de piezas
tiende a valer más que las debilidades o el mate­
rial.
8 .'ifaS 9 'iVd2 lDbc6 10 ..te2 .Z::.c8 1 1 dxc5!?
••

Así surgen los peones triplicados, ¡ y para col­


mo sobre una columna ya ocupada ( 1 0 . . . .Z::.c 8) !
Lo que es más, el peón-e5 está debilitado irre­
mediablemente y a poco caerá. Resulta un
homenaje a la imaginación de Smyslov y al
pragmatismo moderno que dicha variante fuera
descubierta después de años de práctica de la
Winawer. El propósito de las blancas es, antes
de defender su centro, emplear d4 como pivote
para su caballo y abrir tantas líneas como sea
posible para sus alfiles. Hasta esta jugada, las
negras estaban listas para . . . cxd4 y una simplifi­ 16 a6? !
•••

cación, pero ahora deben reorganizarse. La práctica posterior demostró que era mejor
Habiendo dicho esto, las negras poseen aquí 1 6 . . . .Z::.b 8 ! , por ejemplo, 1 7 a5 (contra . . . a6 y
algunas ventajas de las cuales carecen las blan­ . . . lDa5-c4) 1 7 . . . a6 1 8 lDd6 lDce 7 ! 1 9 .Z::.ab 1 ..tc6
cas en nuestros ejemplas de la Catalana: con idea de . . . lDc8, con igualdad o hasta ligera
62 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

ventaja de las negras en Pope-Davis, Australia .l:.f6 35 .l:.d8+ �g7 36 .l:.d7+ :C7 37 l:.xf7+
1 975. Una vez más, la fundamental solidez es­ �xf7 38 'itt d2 �e6 39 c4 'iti>d7 40 'ii;JeJ 'iti>c6 41
tructural de la posición de las negras las man­ �d4 �d7 42 'ii;le5
tiene en juego. Pero la textual es quizás más . . . y las blancas ganaron con bastante facili­
instructiva; tras ella, las blancas emplean su pa­ dad.
reja de alfiles y hacen pedazos el aparentemente Con estos ejemplos, concluimos nuestra mi­
buen centro negro, hasta obtener una clara ven­ rada a la historia y desarrollo de la teoría sobre
taja que transforman en victoria durante el fi­ los peones doblados. Es innecesario decir que
nal. Es particularmente interesante también que los peones doblados constituyen todavía, en la
Smyslov se abstenga de la obvia ruptura c4 y no mayoría de los casos, una desventaja para quie­
tenga apuro en liquidar sus peones triplicados: nes los poseen. Pero en la actualidad, hemos ido
17 tbd6 .l:.c7 18 a5 e5 19 .l:.tb1 tLld8 20 .l:.d1 más allá del dogma que acostumbraba dominar
i.. c6 21 i.. g4! tLle6 22 l:.ab1 tL.le7 23 g3 f5 24 la teoría, y la decisión de aceptar los peones do­
i.. h3 g6?! 25 f4! d4 26 cxd4 tLld5 27 i..f2 exd4 blados se ha transformado en pragmática, ba­
28 i.. xd4 tL.lxd4 29 .l:.xd4 .l:.e7 30 �f2 tLlc3 31 sándose en los factores que potencialmente
l:.e1 .l:.xe1 32 'iti>xe1 tL.le4 33 tL.lxe4 i.. xe4 34 c3 ofrecen compensación.
5 La evol ución del peón dama a islado

Este capítulo se ocupa de las fortalezas y debili­ "Hay armas de guerra que veinte años atrás
dades del peón dama aislado ( ' PDA' ) y sus eran el terror de los beligerantes, sin embargo,
estructuras asociadas. Es un tema que ha man­ hoy ellas no son más que juguetes inofensivos.
tenido su actualidad a través de los años; y toda­ La técnica defensiva ha progresado, y esta es la
vía existen muchos jugadores que prefieren a razón por la cual hoy el poderío dinámico del
uno u otro bando. Pero este es también un buen peón dama aislado nos resulta solamente un ju­
ejemplo de tema que desde hace tiempo ha en­ guete, y entonces nos resulta difícil compren­
trado en una etapa de evolución lenta, sin nin­ der por qué alguien habría de escaparse ante
gún cambio conceptual importante. En lo que dicha arma." Respecto a los peones colgantes,
sigue, examinaremos la concepción tradicional es interesante señalar que dice "a diferencia del
del PDA, e intentaremos explicar las sutilezas peón aislado, este arma de ningún modo es ob­
de este tema en un contexto moderno. soleta."

Encuadrando el tema
Steinitz, en el siglo pasado, presentó y explicó B
las características clave de las posiciones con
peón dama aislado. No resulta sorprendente
que el jugador que remarcó primero las caracte­
rísticas estáticas de las posiciones de ajedrez,
haya preferido jugar contra el PDA. Steinitz
ganó varias partidas de este tipo contra Zuker­
tort, y una de ellas llegó a ser un clásico con
enorme influencia en las siguientes genera­
ciones. Posteriores campeones mundiales del
'juego posicional ' como Petrosián y Kárpov
también compartieron esta preferencia por de­
fenderse contra el PDA, mientras Spasski, Kas­ Hablemos ·por un momento sobre las carac­
párov, y (quizás sorpresivamente) Botvínik, terísticas generales de la posición del diagrama,
estuvieron dispuestos a aceptar el PDA a cam­ una posición típica que surge de aperturas tales
bio de la libertad en el desarrollo y las chances como el Gambito Dama Aceptado, la Variante
de ataque que otorga. Por supuesto, los jugado­ Semi-Tarrasch del Gambito Dama, la defensa
res modernos están bien al tanto de los pros y Caro-Kann (Ataque Pánov-Botvínik), la Sici­
contras del PDA, y de manera típicamente liana 2 c3 (después de 2 . . d5), y la Defensa
.

pragmática, aceptarán cualquiera de los lados Nirnzoindia. El peón dama aislado de las blan­
en tanto esto les parezca correcto. cas puede ser atacado de manera directa, por
Nimzowitsch realizó un buen trabajo dcw-evi­ supuesto, pero años de experiencia han deri­
sión de los temas conexos con el peón dama vado en el siguiente plan general para las ne­
aislado, y en Mi sistema, brinda una opinión gras :
bastante equilibrada de sus ventajas y desventa­ a) restringir el avance del peón;
jas. Pero posteriormente, en La práctica de mi b) ocupar la casilla delante del peón ;
sistema (y esto demuestra cuánto tenía aún por e) simplificar; y finalmente
desarrollarse la teoría del PDA), se vuelve dog­ d) atacar y destruir la debilidad, o en caso
mático, afirmando que las ventajas dinámicas contrario transformar favorablemente la estruc­
del peón se volvieron 'inocuas' y lo ridiculiza: tura.
64 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Dos disposiciones típicas de las negras son:


a) . . . b6, . . . .tb7, . . . 1Vd6 . . . l:lfd8; y
b) . . . a6, . . . b5, . . . l:tc8, . . . ll:la5, seguido quizás 8
por . . . ll:ld5, . . . ll:lxc3, y . . . .i.d5 con dominio de
las casillas blancas.
En resumidas cuentas, así es cómo la teoría
tradicional consideraba a las negras en dichas
aperturas. Es interesante mencionar que Nim­
zowitsch sugiere que, en general, las blancas
deben disponerse lentamente en estas posicio­
nes mediante .i.e3, 1Ve2, .l:.ac l y l:lfd 1 , y situar
su alfil rey en d3 o b1 (pero, agrega, "no en
b3"). En la opinión moderna, esto es demasiado
pasivo, y no es asombroso que con el tiempo
Nimzowitsch se volviera en contra del PDA, te­ 17 d5!
niendo en cuenta su opinión sobre cómo debían Esta ruptura de peón resume la estrategia de
proceder las blancas. En cambio, los jugadores las blancas, y su factibilidad tiende a determi­
modernos, comenzando con Botvínik, conside­ nar el éxito del primer jugador en este tipo de
ran que las blancas deberían desarrollarse rápi­ posición. Nótese cómo la ruptura d5 derrumba
damente y centralizar sus torres (por ejemplo, los sólidos bastiones de las negras en e6 y f7,
mediante .i.g5, 1i'd3, l:lad 1 , l:lfe 1 ), y luego in­ incrementando de este modo la influencia del
tentar jugar d5 o hacer jugadas de tanteo sobre alfil-a2 de las blancas. Además activa su torre­
el flanco rey. Contra el segundo plan de las ne­ di y la dama-d3, extiende el rango de acción de
gras mencionado anteriormente con . . . a6, . . . b5, la torre-el , y abre numerosas casillas para los
etc., las blancas tienen algunas opciones nuevas caballos blancos (por ejemplo, d5, d4, y f5).
que implican ll:le4-c5 . Por supuesto, la jugada tiene una justificación
Veamos una partida de tiempos en que el táctica, pues si las negras pudieran ganar el
PDA de las blancas estaba recobrando popula­ peón-d y luego simplificar, las blancas estarían
ridad, en base a este tratamiento más activo: perdidas.
17 ll:lxd5
•••

Szabo - Van Seters Desafortunadamente para las negras, 1 7 ... exd5


Hilversum 1 94 7 pierde a causa de 1 8 i.bl g6 1 9 l:.xe7.
(de la posición del diagrama) 18 .i.xd5 1Vd8
Y aquí 1 8 . . . exd5 pierde material después de
1 1 .:r.et b6 12 'ii'd3 .i.b7 13 .tg5 :es 1 9 ll:lxd5 .
Criticada por Pachman, quien no obstante 19 'ii'e4 exd5 20 ll:lxd5 .i.xg5 21 ll:lxg5 g6
presenta esta instructiva variante para demos­ Todo terminó; 2 l . . .'ifxg5 lleva al mate tras
trar que las blancas conservan cierta iniciativa 22 'ife8+. Obsérvese cuán activas se han vuelto
después de 1 3 ... ll:ld5: 14 .i.xd5 exd5 ( 1 4 . . . .txg5 todas las piezas blancas.
1 5 .i.e4 h6 1 6 d5 con iniciativa, por ejemplo, 22 'iih4 h5 23 ll:lf6+ 'ifxf6 24 l:!.xd7 ll:ld8 25
16 . . . exd5 17 ll:lxd5 .i.f6 1 8 l:!.ad l ! ) 15 i.xe7 .l:.e8+ rl;g7 26 l:lxf7+ 1-0
ll:lxe7 16 ll:lg5 ll:lg6 1 7 h4 h6 1 8 ll:le6 fxe6 1 9 Es sorprendente la cantidad de partidas de
'ili'xg6 'ii'xh4 2 0 'ii'xe6+ 'it¡¡h S 2 1 'ii'e 3 .l:.ae8 22 este tipo que han ganado las blancas. Incluso en
'ii'd 2 y las blancas están mejor debido a su buen los tiempos modernos, Kárpov ha permitido la
caballo contra el alfil malo de las negras. devastadora d5 con mayor frecuencia de lo que
14 l:lad1 'ii'c7! ? 15 .ta2 l:lfd8 16 h3 .:td7 parecería posible para tan brillante jugador de­
(D) fensivo. Por otra parte, él y otros defensores
Lógicamente, las negras se han opuesto al han ganado buena parte de las partidas donde la
peón-d y a la dama blancos con su torre en la iniciativa de las blancas desapareció, y sus de­
columna-d. pero ahora caen víctimas del 'deseo bilidades permanentes permitieron a las negras
de expansión ' de este peón : eventualmente dominar la partida y ganarla.
LA E VOL UCIÓN DEL PEÓN DAMA AISLADO 65

Teóricamente, este tipo de posición todavía está 18 'ii'xg6 hxg6 19 l:lad1 l:e4 20 c3 (D)
considerada como equilibrada dinámicamente.
En general, como señalaran Nimzowitsch y
otros, el PDA colabora con el ataque en el me-
dio juego, pues apoya puntos fuertes agresivos N
como eS y cS, y delimita. el territorio, otorgando
a las piezas blancas mayor libertad de movi­
mientos. A la inversa, el PDA es considerado
una debilidad en 'posiciones que posean el ca­
rácter de un final ' (Nimzowitsch). Hasta aquí
llega la teoría tradicional, y en lo fundamental es
correcta; pero es interesante examinar casos del
PDA cuando las damas están ausentes. Pach­
man nos brinda estos dos ejemplos:

20 b6?
•••

B Aquí se recomendó 20 . . . .i.xd4 21 l:xd4 l:xd4


22 .i.xd4 l:e8 23 .i.e3 con sólo ligera ventaja de
las blancas. Esto pone en evidencia un tema so­
bre el PDA: en ausencia de una segunda debili­
dad, resulta con frecuencia imposible para el
bando que juega contra el aislado, transformar
en victoria su ventaja en el final . La presencia
de una posición de reserva todavía defendible
(cuando las cosas van mal) es una de las razo­
nes acerca de por qué las posiciones con PDA
son aún bastante respetables en determinadas
aperturas.
Botvínik - Bronstein 21 ltJc2 .l:.d8 22 .l:.d3 rM8 23 l:fd1 rj;e7 24
Match por el Cto. del Mundo �n �d7 25 .i.gS 'iit c6 26 b4 .i.f8 27 ltJe3 :es
(partida 15), Moscú 1 951 (D)

Las negras poseen piezas relati'üllllente acti­


vas, aunque con pocas perspectivas positivas.
No pueden disputar la casilla-d4 (como debe­
rían hacerlo, por ejemplo, si el caballo-eS estu­
viera en c6, donde . . . i.cS y hasta incluso . . . 'ili'b6
podrían jugarse en el momento oportuno). De
ese modo las blancas están aquí ciertamente
mejor. La siguiente jugada de las blancas no sólo
bloquea el peón-d, sino también amenaza liJfS .
10 ltJd4! 'ii'd7 ll liJ2f3 0-0 12 ltJeS 'ili'c8 13
i.gS l:e8 14 ltJd3 ltJxd3 15 'ili'xd3 'ii'g4 16 .i.e3
.i.cS 17 h3 'ili'g6?!
Pachman dice : "Un error típico en estas po­
siciones. Tras el cambio de damas, las negras
abandonan todas las posibilidades tácticas del Aquí Botvínik echó por tierra los frutos de su
medio juego . . .". Mejor era 1 7 . . . 'ii' h S, pues 1 8 labor con 28 f4? l:te4, donde no pudo encontrar
'ii'fS i.xd4 1 9 'ili'xhS ltJxhS 20 i.xd4 l:e2 brin­ nada mejor que 29 fS l:.eS 30 .i.f4 l:.e4 3 1 .i.gS
da bastante contrajuego. l:teS 32 .i.f4 .l:.e4 33 .i.gS 1h- 1h . En vez de eso,
66 LoS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

28 .txf6 ! gxf6 29 f4 l:.h5 30 c4 .txb4 3 1 lL!xd5 PDA; tenemos que ·emplear nuestro mejor jui­
habría ganado, en vista de 3 1 . . ..td6 32 lL!xf6 cio y tomar en cuenta las características de cada
l:.hh8 33 lL!e4 .te7 34 l:.xd8 l:.xd8 35 l:.xd8 posición .
.txd8 36 �e2, etc.
El entorno moderno del P DA
¿Cómo está considerado el PDA en la actuali­
dad? Para comenzar, han desaparecido todas
B esas peleas sobre si ese peón es fuerte o débil.
Afirmaciones como las de Nimzowitsch citadas
anteriormente (de La práctica de mi sistema)
no sólo son intolerables, sino también irrele­
vantes, en el entorno del ajedrez actual . El PDA
todavía aparece en muchas variantes sólidas que
indudablemente resultan jugables; pero también
ha demostrado ser una propuesta arriesgada en
otras posiciones, antiguamente convencionales.
El hecho es que nadie más tiene cuidado si es
bueno o malo poseer un peón dama aislado;
sólo se tiene cuidado sobre hasta dónde es bue­
O'Kelly - Euwe no o malo un determinado peón, en una posición
Amsterdam 1 950 específica. Esto es parte de la ' independencia a
las reglas' y la aproximación analítica concreta
Una posición que viene del Giuoco Piano. que discutiremos extensamente en la parte 2.
La última jugada de las negras, 13 . . . 'ii' b 6, fue Será útil enumerar unas pocas de las posicio­
realizada en la suposición de que la desapari­ nes más comunes con peón dama aislado en el
ción de las damas favorecería al bando que jue­ ajedrez moderno, y ver en qué forma difieren :
ga contra el peón aislado (como en el ejemplo
anterior). Pero esta posición demuestra que el El Gambito Dama Aceptado
espacio, la actividad, y los puntos fuertes (en En el Gambito Dama Aceptado, muchas va­
este caso para los caballos, en e5 y c5) son ven­ riantes llevan a posiciones de PDA. Una que me
tajas importantes hasta en posiciones algo sim­ resultó muy interesante surge después de 1 d4
plificadas: d5 2 c4 dxc4 3 lLif3 lLif6 4 e3 e6 5 i.xc4 c5 6
14 aS! 'ii'xb3 15 lL!xb3 .tf5 16 lL!e5 lL!b4 17 0-0 a6 7 .td3 ! ?. Esta es una retirada sofisticada
l:tacl que se anticipa a la pérdida de tiempo que sigue
1 7 lL!xf7 lL!ed5 1 8 lL!d6 lL!c2 es poco claro. a . . . b5, que ahora podría ser respondida median­
17 lL!edS 18 a6! bS 19 i.xdS cxdS 20 lL!c6!
••• te a4. Las blancas también quieren jugar dxc5 y
lL!xc6 21 .l:txc6 .l:tfe8 e4 en muchas variantes, así que las negras nor­
En este momento, se acordó el empate, pero· malmente crean un PDA mediante 7 . . . cxd4 8
análisis posteriores (citados por Pachman) de­ exd4. Una variante típica es 8 . . . i.e7 9 lLic3 0-0
mostraron que las blancas tienen gran ventaja. 1 0 .tg5 b5 (D) .
Una variante crítica, por ejemplo, sería 2 1 ... l:tfe8 Ahora, en lugar de los tradicionales intentos
22 l:he8+ l::.Xe 8 23 f3 .l:te 1 + 24 �f2 l:tb 1 25 de atacar mediante l:e 1 , o 'ii'e 2 seguido de
lL!c5 l:.xb2+ 26 �g3 g5 27 l:tc7 rt;g7 28 .l:txa7 l:fd 1 , las blancas apuntan directamente al flan­
amenazando l:.b7 con ventaja decisiva. Para fi­ co dama mediante 1 1 l:.c l i.b7 1 2 .txf6 ! i.xf6
nalizar, las columnas abiertas de las negras y el 1 3 lL!e4 (apuntando a c5) 1 3 . . . i.d5 14 lL!e5 con
punto fuerte c5 resultaron más valiosas que la ventaja; o bien 1 1 a4 b4 1 2 lL!e4 ( 1 2 lL!b l , con
debilidad en d4; y de hecho, 1 3 . . . 'ii'b6 es consi­ idea de lL!bd2-b3-c5 o lL!bd2-c4, también es
derada ahora como inferior. Podríamos concluir muy prometedora) 1 2 . . . i.b7 1 3 lL!xf6+ .txf6
con justicia que no existen reglas absolutas 1 4 i.xf6 'ii'xf6 1 5 lL!e5 'ii'g 5 1 6 g3, con ventaja,
sobre la simplificación en las posiciones con dado que 1 6 . . . lL!c6 se puede responder con 1 7
LA E VOL UCIÓN DEL PEÓN DAMA AISLADO 67

consideraciones modernas en favor de las blan­


cas, ganando en su carrera hermosas batallas
técnicas; aunque más tarde, él prefiriera 3 lL!c3
como arma principal contra la Francesa. En
mi opinión, este es un caso 'de nivel interme­
dio' para el PDA, en el cual un sofisticado juga­
dor de piezas blancas conseguirá neutralizar la
actividad de las negras, pero tendrá grandes di­
ficultades para conseguir el punto entero, o in­
cluso para conservar una ventaja permanente.
Un tema relevante es que la gran mayoría de los
finales estándar son tablas, aún aquellos con un
solo caballo blanco contra el alfil 'malo' de las
negras. Cualesquiera fuesen las razones, esta
lL!xc6 (o 1 7 .i.e4 lL!xe5 1 8 .i.xb7) 1 7 . . . .i.xc6 1 8 variante sin duda conduce a un alto porcentaje
.i.xh7+ (análisis de Eingorn). de empates.
Esta variante ilustra dos tendencias particu­ Veamos unos pocos fragmentos para tener
larmente modernas: la predisposición para re­ noción de los temas: 1 e4 e6 2 d4 d5 3 lL!d2 c5 4
troceder antes que desarrollar (mediante .i.d3, exd5 exd5 5 lL!gf3 lL!c6 6 .i.b5 .i.d6 7 dxc5
que además cobra fuerza jUera de la casilla cla­ .i.xc5 8 lL!b3 .i.d6 9 0-0 lL!ge7 lO l:e l 0-0 (D ).
ve d5); y la predisposición para jugar con PDA
incluso hasta en posiciones simplificadas (ver
las variantes de cambios en f6). También, ve­
mos aquí un ejemplo en el cual la movilidad del B
PDA no resultó un tema importante, pero el es­
pacio, y brindar apoyo a las casillas circundan­
tes sí lo fueron bastante. Globalmente, este es
un ejemplo de PDA ' seguro' , ya que, aunque
las blancas consigan o no ventaja, no debiera
significar la derrota de las negras.

Francesa Variante Tarrasch


Keene señala que Tarrasch tenía tanto afecto
por los peones dama aislados que abandonó
(jugando con las blancas) la variante de la De­
fensa Francesa que aún hoy lleva su nombre, por a) 1 1 .i.d3 h6 1 2 h3 lL!f5 1 3 .i.d2 ! ? i.c7 1 4
ejemplo, 1 e4 e6 2 d4 d5 3 lL!d2. En sus notas al .i.c3 'ii'd6 1 5 .i.b5 ( 1 5 .i.xf5 .i.xf5 1 6 lL!bd4
match Tarrasch-Walbrodt, partida 8, Nurem­ .i.e4 1 7 lL!xc6 bxc6 1 8 .teS =) 1 5 . . . .tb6 ! 1 6
berg 1 894, comenta sobre 3 lL!d2: "el método a4? d4 ! ( ¡ El deseo de expansión ! Cuando las
correcto de juego que aquí Walbrodt elige, refu­ negras consiguen delimitar el territorio de ma­
ta completamente esa jugada: 3 . . . c5 ! 4 exd5 nera segura, debieran estar bien) 17 .i.d2 l:td8
exd5 ! . . .". Su razonamiento es que las blancas 1 8 lL!c l ? (con idea de ir a d3, pero omite un de­
pronto tendrán que conceder a las negras el te­ talle táctico; 1 8 'ii'e 2 .i.d7 sólo favorece ligera­
mido PDA, tanto después de dxc5 como de mente a las negras) 1 8 . . . lL!e3 ! 19 'ii'e 2 ( 1 9 .i.xe3
. . . cxd4. dxe3 20 'ii'xd6 exf2+ 2 1 'ifi>h2 l:xd6 22 l:e8+
Sin duda, en la actualidad las negras practi­ 'iti>h7 es igualmente bueno para las negras)
can regularmente esta variante, pero el tema no 19 . . .lL!xc2 y las negras quedaron claramente
es si 3 lL!d2 está 'refutada' ; mas bien : ¿Es la mejor en Adams-Lputián, Ljubljana 1 995 .
ventaja de las blancas de naturaleza formal, o se b) 1 1 .i.g5 .i.g4 1 2 .th4 l:e8 1 3 .tg3 .txg3
dispersa en una temprana igualdad o en un final 14 hxg3 'ii' b 6 1 5 a4 ! ( 1 5 .i.d3 a5 ! 1 6 a4 lL!f5
tablas? Una vez más, Kárpov brinda algunas 1 7 lhe8+ l:xe8 1 8 .i.xf5 .i.xf5 1 9 'ii'd 2 h6
68 LOS SECRETOS DE lA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

con igualdad, Przewoznik-Lputián, Lvov 1 986) el PDA evidenció uná sostenida recuperación,
1 5 . . . h6? ! ( 1 5 . . . a6 16 .ixc6 .ixf3 17 'iVxf3 bxc6 pero solamente en otras aperturas. Notable­
1 8 'iVe3 ! ? y las blancas tienen ligera ventaja, de mente, no fue sino hasta que Spasski adoptó la
acuerdo con lvanchuk; esto es cierto, pero des­ Defensa Tarrasch en su match por el Campeo­
pués de 1 8 . . .'iVxe3 1 9 lhe3 �f5, la posición de nato del Mundo en 1 969 contra Petrosián, que
las negras es compacta y uno podría esperar un 3 . . . c5 volvió nuevamente a ser respetable en
empate como resultado de un juego correcto) opinión de la mayoría de los jugadores y teóri­
1 6 'ifd2 .txf3 1 7 gxf3 .l:.ad8 1 8 f4 a6 19 .tfl y cos. Hasta entonces, los libros daban las varian­
de nuevo, las blancas están mejor (alfil contra tes principales como conduciendo a una ligera
caballo), pero no tanto, lvanchuk-Yusúpov, pero definitiva ventaja de las blancas, y relati­
Match de Candidatos (partida 1 ), Bruselas 1 99 1 . vamente pocos jugadores siguieron la elección
de Spasski. Tras otra larga interrupción, Garri
Gambito Dama Aceptado, Variante Tarrasch Kaspárov empleó la Defensa Tarrasch para dar
Una de las variantes más conocidas de peón ais­ batalla en los matches de Candidatos de 1 983-4,
lado (y otro motivo de disputa entre Nimzo­ jugándola con éxito contra Beliavski, Korchnói,
witsch y Tarrasch) sucede en la Defensa Tar­ y Smyslov. Naturalmente, los jugadores pronto
rasch del Gambito Dama, variante principal estuvieron jugando 3 . . . c5 en cada oportunidad.
que lleva a un peón dama aislado de las negras : Pero, nuevamente, el carro de los vencedores se
1 d4 dS 2 c4 e6 3 �c3 eS detuvo cuando Kaspárov perdió dos partidas
La Defensa Tarrasch tiene un historia inte­ críticas en los matches del Campeonato del
resante. Tarrasch consideraba inferior 3 . . . �f6 Mundo contra Kárpov, y se pasó a los terrenos
debido a 4 �g5, y dijo que "identificó instinti­ más propicios de la Variante Tartakower del
vamente" a 3 . . . c5 como "el antídoto correcto Gambito Dama, la Grünfeld, y la India del Rey.
para el Gambito Dama". Realmente creía que En la actualidad, la Defensa Tarrasch es consi­
aislando el peón-d negro daría al segundo juga­ derada bastante marginal, y la práctica de elite
dor una ventaja posicional ( ! ), y es así que resulta en favor de las blancas.
3 . . . c5 debía responderse con 4 e3. Dada esta historia, sería arriesgado realizar
4 cxdS exdS S �f3 �c6 6 g3 l'br6 7 �g2 .te7 cualquier predicción sobre el futuro de 3 . . . c5 ;
8 0-0 0-0 9 .tgS cxd4 10 �xd4 h6 1 1 .ie3 (D) pero parece que el peón dama aislado que pro­
duce está más supeditado al ataque que aque­
llos que vimos en los dos últimos ejemplos. En
el diagrama, por ejemplo, el alfil en g2 ejerce
N gran influencia, en comparación con el caso an­
terior del Gambito Dama Aceptado, en el cual
el alfil-e? de las negras no era de modo alguno
tan efectivo contra el peón dama aislado de las
blancas. En esta cuestión puntual, de todas ma­
neras, los resultados de las blancas son bastante
buenos, y existen sólo unos pocos jugadores
fuertes que están dispuestos a defender la Ta­
rrasch. Veamos algunos ejemplos de las parti­
das de Kárpov para sentir cómo las blancas han
estado causando problemas a las negras:

La jugada 6 g3 fue una prestigiosa contri­ Kárpov - lllescas


bución de Rubinstein. Una serie de bonitas vic­ León 1 993
torias con esta jugada llevaron a la Defensa Tar­ (del diagrama anterior)
rasch y al mismo PDA a una caída libre en
opinión de sus contemporáneos, allá por las dé­ l l Jle8 12 :ct
•.

cadas de los años diez y veinte. Con Botvínik y Una jugada que está causando problemas a
otros jugadores dinámicos en los años treinta, las negras. Pero también resultó muy instructiva
LA E VOL UCIÓN DEL PEÓN DAMA AISLADO 69

1 2 'ii'b 3 ltJa5 1 3 'it'c2 .i.g4 1 4 ltJfS l:.c8 1 S .i.d4 19 'ji'a4, o bien 16 . . . ltJe4 17 ltJxe4 dxe4 1 8 .teS
.teS 1 6 .i.xcS l:.xcS 1 7 ltJe3 .i.e6 1 8 llad 1 'it'c8 .i.xcS 19 l:.xcS .i.d5 20 b4 'it'e7 21 e3 l:r.ad8 22
1 9 'it'a4 l:.d8 20 l:.d3 a6 2 1 l:.fd 1 con obvia ven­ 'it'e2, como ocurrió en J.Watson-Crispin, Ha­
taja, Kárpov-Kaspárov, Match por el Cto. Mun­ waí 1 998.
dial (partida 9), Moscú 1 984. 17 'it'd3 ltJh7 18 .i.e3! .i.d6
12 .tf8 13 a3! ?
••• Kárpov menciona 1 8 . . . ltJgS 1 9 .i.xgS 'it'xgS
U n jugada de espera de gran categoría, típica 20 e4 y 1 8 . . .ltJf6 19 l:.fd l , con clara ventaja en
de Kárpov, que impide . . . ltJb4, prepara ltJa4 (de ambos casos. La siguiente jugada de las blancas
modo que . . . 'it'a5 pueda ser respondida median­ amenaza 20 ltJxdS ! .
te b4 ), y amenaza expandir el flanco dama en 1 9 llfd1 .i.e6 20 b4 t'i)f8 2 1 ltJa4 ltJg6
muchas variantes. Otra idea es que después de Ahora los peones negros han sido completa­
11i'b3 , si las negras atacan con . . . ltJa5 , la dama mente inmovilizados, y solamente en relación a
posee una cómoda retirada en a2, desde donde este hecho la estrategia de las blancas debe ser
aún ataca el PDA de las negras. Pero de todos considerada exitosa.
modos 1 3 a3 ! ? es bastante lenta; en efecto, la 22 'ji'cJ! .i.d7 23 ltJcS .i.xc5 24 .i.xcS!
más popular 1 3 ltJxc6 bxc6 14 ltJa4 (o 14 .i.d4) Las blancas tienen pareja de alfiles, un buen
ha tenido últimamente excelentes resultados con bloqueo y presión central, mientras que el alfil­
las blancas, y hasta incluso jugadas como 1 3 d7 de las negras resulta miserable. Las negras
ltJb3 y 1 3 'it'c2 parecen llevar a cierta ventaja. intentaron algún contrajuego con el sacrificio
Tengan en cuenta, no obstante, que los expertos de calidad 24 . . . l:.xe2 ! ? 2S .i.e3 "fke7 26 .i.fl
en la Tarrasch, que saben más que yo, pueden l:.xe3 27 'it'xe3 'ii'xe3 28 fxe3 l:.e8 29 �f2. aun­
conocer la manera de lograr el equilibrio en di­ que las blancas enseguida ganaron.
chas posiciones.
13 ....i.g4 Estas tres aperturas de peón dama aislado di­
No son mejores tanto 1 3 . . . ltJeS ? 1 4 'it'b3 fieren tanto en el grado en el cual el poseedor
como 1 3 . . . .i.e6 14 'ji'a4. del PDA es el agresor, como en su solidez. Se
14 h3 .i.e6 15 ltJxc6!? insta al lector interesado a estudiar ejemplos de
La transición típica de un peón aislado a la pa­ otras aperturas. Por ejemplo, en la Siciliana 1
reja de peones aislados. l S ltJa4 también parece e4 eS 2 c3, surgen dos interesantes posiciones
ventajosa, por ejemplo, 1 S . . . 'it'd7 ( l S . . . ltJe4 ! ?) de PDA después de 2 . . . dS 3 exdS 'ii'xdS 4 d4
1 6 'ith2 l:.ac8 1 7 ltJcS .i.xcS 1 8 l:.xcS , etc. ltJf6 S ltJf3 , y ahora S . . . e6 6 .i.e2 cxd4 7 cxd4
15 bxc6 16 .i.d4! (D)
••• ltJc6 8 0-0 .i.e7 o bien S . . . .i.g4 6 .i.e2 e6 7 0-0
ltJc6 8 .ie3 cxd4 9 cxd4 .i.e7 . En ambos casos,
ltJc3 es bien respondida por . . . 'ii'd 6, permitien­
do a la torre llegar a d8, cubriendo a la vez las
N casillas críticas f4 y b4, y las negras parecen
conseguir la igualdad. En la Nimzoindia, las
negras han estado muy cómodas en la variante
1 d4 ltJf6 2 c4 e6 3 ltJc3 .i.b4 4 e3 eS S .i.d3 dS 6
ltJe2 cxd4 7 exd4 ltJc6 8 cxd5 ltJxd5 9 0-0 0-0,
principalmente porque el caballo blanco en e2
simplemente carece del efecto que tendría en f3
como en los ejemplos previos. Esto significa que,
por ejemplo, . . . eS a menudo resultará posible.
Para concluir: la evolución del PDA en el
ajedrez moderno ha sido consistente con los
principios elaborados mucho tiempo atrás. La
16....i.d7! diferencia actual reside en la comprensión deta­
La naturaleza de la ventaja de las blancas pa­ llada de las posiciones específicas, y la buena
rece clara después de 16 . . . ltJd7 17 b4 (o incluso predisposición de los jugadores para desplegar
17 e4 !), 16 . . . cS 1 7 .i.xf6 'ji'xf6 1 8 ltJxdS 'ji'xb2 sus fuerzas de formas no estereotipadas.
6 Cuestiones rel ativas a las piezas
menores

Como le será recordado al lector a lo largo de


este libro, el valor relativo de las piezas meno­
res (los alfiles y los caballos) se mantiene en el
corazón del ajedrez moderno. Una y otra vez, la
superioridad en el medio juego está decidida en
favor de quien posee las mejores piezas meno­
res. Existen diversas transformaciones materia­
les comunes que dan origen a posibilidades
dinámicas, más perceptiblemente el sacrificio
de calidad (torre por alfil o caballo), y también
las combinaciones de dos o tres piezas menores
contra la dama. Dada esta realidad, es bastante
sorprendente observar la forma poco imaginati­
va en que los textos tradicionales consideran
los temas relacionados con las piezas menores, modos, Nimzowitsch seguidamente habla so­
y cuán tardíamente en la historia del ajedrez bre los finales con pareja de alfiles contra dos
fueron revalorizados sus roles. En este capítulo, caballos (o contra un alfil y un caballo), en los
repasaré la teoría clásica, brindando una visión cuales la pareja de alfiles doblega sistemática­
muy conservadora y postergando la discusión mente a los caballos y eventualmente gana. El
de los principales avances teóricos hasta la más interesante de estos finales es este, porque
parte 2. Para calentar el debate, daré una mirada se relaciona con nuestra discusión de la V arian­
teórica y estadística a la vieja afirmación sobre te del Cambio de la Ruy Lopez del capítulo 4:
que dama y caballo son superiores a dama y al­
fil.

La opin ión ortodoxa


Nimzowitsch, un brillante manipulador de ca­
ballos y alfiles, dijo muy poco sobre ellos. En
un capítulo de Mi sistema sobre la pareja de al­
files (un tema que incluso omitió considerar
como un asunto a parte), discute el tema del al­
fil contra caballo en la forma más elemental po­
sible, mostrando primero un final con un alfil
escoltando a un peón-h pasado contra un caba­
llo bien alejado e indefenso. Luego da este
ejemplo estándar de un caballo bueno contra un
alfil malo en el final (D ): . Harmonist - Tarrasch
Me tomo la molestia de incluir el diagrama Breslau 1889
porque aparece en cada libro sobre enseñanza y
medio juego desde tiempos inmemoriales, y Las negras poseen pareja de alfiles, pero su
con frecuencia, ¡ sobre el alcance de su discu­ mayoría de peones está dañada (proviene de un
sión acerca de las piezas menores ! De todos anterior . . . dxc6 en la Ruy Lopez), y los caballos
CUESTIONES REI.A TNAS A LAS PIEZAS MENORES 71

blancos están razonablemente centralizados. A un panorama libre. Bien, no voy a realizar nin­
pesar de eso, las negras tienen excelentes posi­ gún análisis complejo de esta posición, pero
bilidades de ganar. Comienza mediante la res­ apostaría a que los más modernos Grandes
tricción del caballo blanco en f3 y luego su Maestros se aferrarían ante la más mínima po­
cambio: sibilidad de tener aquí las piezas blancas, que
28 c5! 29 lDg3 lDh4 30 lDxh4 ..txh4 31
.•• ofrecen diversas maneras de progresar, por
lDe4 ..ie7 32 ..tg1 ..tc6 33 ..tf2 ..id7! ejemplo, �h l seguido por l:tg l y luego g4-g5 .
Ahora la idea es infiltrarse con el rey en dS y También parece promisoria la expansión en el
colocar el alfil dinámicamente en fS , para atar a flanco dama para echar al caballo. Tras b4, asu­
las piezas blancas. Luego avanzarán los peones miendo que las negras puedan defender su flan­
del flanco dama. co dama contra un eS o la infiltración de piezas
34 ..tg3 'itdS 35 lDf2 hS 36 'itf3 ..trs 37 �e3 tras b5, las blancas siempre pueden jugar bS y
bS 38 Wf3 aS 39 �e3 b4 40 �f3 �c6 expulsar al caballo, para tener la libertad de ju­
Dirigida hacia a4, de modo que las blancas gar fS (sin permitir ... lDeS ), seguido por g4-g5
tienen que enderezar los peones negros, tras lo para atacar el flanco rey. Una de las razones por
cual un peón pasado escoltado por los alfiles las cuales presento este ejemplo es para remar­
decidirá la lucha de manera convencional : car un tema de la parte 2: cuando se posee el
41 axb4 cxb4 42 cxb4 axb4 43 lDe4 'itdS 44 par de caballos contra la pareja de alfiles, casi
lDd6 ..ixd6 45 exd6 c3 46 bxc3 b3 0-1 siempre resulta desesperado para los caballos
esperar pasivamente en una posición semice­
Finalmente, Nimzowitsch da esta posición, rrada, y sin poseer puntos fuertes. La práctica
que resulta de particular interés porque otros la moderna demuestra que, con mayor frecuencia,
han utilizado (o algo muy parecido) para expli­ es necesario cierto tipo de apertura dinámica de
car cómo los caballos gustan de las posiciones la posición para luchar de modo efectivo contra
cerradas: los alfiles, y obviamente es muy tarde para ha­
cer esto en la posición del diagrama.
Bien, tengo frente a mí una pila de libros con
los ejemplos estándar de caballos inexpugna­
bles en magníficos puntos fuertes contra alfiles
miserablemente inmóviles, como además de­
vastadores alfiles contra caballos carentes de
perspectivas o alfiles malos. Para ejemplificar
la teoría clásica, veremos unos pocos de ellos.
Pero tengo que decir que la objeción de Suba a
los libros de enseñanza y medio juego, sobre
que ellos muestran solamente el arte de jugar
contra una oposición débil, difícilmente podría
ser más acertada con respecto al tratamiento de
las piezas menores. El lector interesado en ejem­
plos más excitantes y en una perspectiva más
Nimzowitsch presenta esta sección del capí­ amplia podría pasar de inmediato a los capítu­
tulo diciendo "Hemos hecho bastante ya por la los 4-8 de la parte 2. También, debo mencionar
glorificación de los alfiles, y podemos agregar que el reciente libro de Steve Mayer Bishop vs
unas pocas palabras sobre las situaciones en Knight: The Verdict (Alfil contra caballo: el ve­
que no hacen gala de tal poderío." Sobre el dia­ redicto), es una maravillosa excepción a esta
grama, apenas dice que 'hasta incluso' en esta tendencia, especialmente en la forma que otor­
situación, "me parece que las negras pueden ga gran atención a los 'caballos sobrevaluados ' ,
sostenerse contra los alfiles de Horwitz." La a los 'alfiles sobrevaluados ' . a los muchos ejem­
idea es que se suponía que . . . f6 ! de las negras plos de alfiles 'malos' que son fuertes, y a la in­
era una gran mejora en una posición donde an­ comprendida relación de las piezas menores
tes se jugaba con . . . fS , que permitía a los alfiles con las posiciones abiertas y cerradas.
72 LOS SECRETOS DE lA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

.
Para volver a este capítulo, veamos algunos de Pachman, incluye al menos, algunos temas
caballos clásicamente buenos. Romanovski de­ sutiles :
dica muchos ejemplos a los 'monstruosos' ca­
ballos que dominan el tablero, por ejemplo:

Ahues - Alekhine
Bad Nauheim 1 936
Levenfish - Dubinin
Leningrado 1 934 Las negras están mejor, pues su peón e4 res­
tringe a las blancas y el alfil blanco en d2 resul­
Como a menudo en aquellos ejemplos de ta particularmente malo. Podría esperarse una
textos, el caballo en d5 no sólo es un criminal, jugada como 15 . . . g6, limitando al caballo-g3 y
sino que el alfil de las negras es clásicamente preparándose a atacar mediante . . . h5-h4. Pero
'malo' y su peón-d está retrasado y situado so­ la solución de Alekhine es clásicamente ele­
bre una columna abierta. Es así como las blan­ gante:
cas transforman la ventaja: 15 .i.xg3! 16 hxg3 lLle7!
..•

20 :re1 :e6 21 lLlf4 :Xe1+ 22 .l:txe1 i.aS Este caballo va en busca de la inexpugnable
23 lLldS! .i.d8 24 h4 .l:tb7 25 c4 cj¡f7 26 'ikf3 casilla-d5 , mientras que el alfil blanco luce
�g8 27 'ike2 g6 28 hS 'ifi>f8 29 h6 .i.gS (D) peor que nunca en d2. En cierto sentido, éste es
solamente un caso de mejor pieza menor. Pero
1 5 . . . .i.xg3 tienen otras dos funciones :
a) elimina la potencial presión sobre e4 del
B caballo-g3, que tiene importancia si las blancas
juegan f3. Es el peón-e4 quien mantiene apri­
sionado al alfil-d2;
b) La estructura de peones de las blancas
tras hxg3 es particularmente vulnerable a un
ataque, como demuestra el resto de la partida.
17 b4 'ii'd7 18 lLlc2 lLled5 19 lLla3 bS !
Esto evita la idea de las blancas de llevar su
caballo a eS vía c4.
20 axbS axbS 21 'ii'e2 c6 22 lLlc2 'ii'fS 23
:rc1 h6 24 :aS :ac8 25 lLla1 ? lLlg4
De repente . . . 'ii' h5 y . . . .l:le6-f6 ganan. Las
30 'it'b2 �g8 31 f4 .i.d8 32 lLlf6+ .i.xf6 33 blancas tenían que intentar 25 f3 , pero su flan­
'ikxf6 dS 34 cxdS 1-0 co rey y el centro habrían sido muy vulnera­
bles.
Sus otros ejemplos son todavía más unilate­ 26 �n :e6 27 .l:txbS :r6 28 :bc5 lLlxf2 29
rales. En contraposición, el siguiente, tomado �el lLld3+ 30 'it>d1 'ii'fl+ 31 i.e1 :n 0-1
CUESTIONES RELA TNAS A LAS PIEZAS MENORES 73

En la parte 2, dedicaremos unos pocos capí­ existen demasiadas excepciones, y el jugador


tulos al desequilibrio de i. contra ltJ, y 2i. con­ hará mucho mejor en razonar por sí mismo so­
tra 2ltJ (o contra liJ+i.). A efectos de completar bre cuál es la mejor disposición defensiva.
nuestra descripción de la teoría tradicional so­ 30 ltJc7 31 f4 'it>e7 32 :Z.c5 l:d6 33 l:tcl ?
•••

bre las piezas menores, veamos un ejemplo clá­ b6?


sico de cómo el alfil puede derrotar al caballo Nuevamente, las negras tratan de colocar to­
en una posición simplificada abierta: dos sus peones en casillas negras, pero la dispo­
sición más difícil de quebrar hubiera sido la
sugerencia de Pachman 33 . . . f5 ! , sosteniendo
los peones de las blancas y liberando la cómoda
B casilla-f6 para el rey. Para anticiparse a esto las
blancas debieron jugar 33 f5 . Ahora lo hacen.
34 f5! c5 35 f4 l:.c6 36 a4!
Las negras están movilizando su mayoría, y
las blancas necesitarán en algún momento la
abierta columna-a.
36 ... b5 37 i.c2 liJeS 38 i.e4 l:.c7 39 i.d5 c4
40 e4 ltJd6 41 axb5 axb5 (D)

B
Najdorf Stahlberg
-

Torneo de Candidatos, Zurich 1 953

Este es un buen ejemplo, pues las negras no


tienen debilidades y las blancas sí: sus peones-f
doblados y el peón-h aislado. Así, en oposición
a aquellos finales puros de alfil contra caballo
con peones en ambos flancos del tablero (el
bando con el alfil tiende a ganar casi todos ellos),
el presente no es necesariamente ganador para
el primer jugador. Pero la partida ilustra de
modo más realista cuán difícil es la defensa de Las blancas han incrementado al máximo el
las negras, y puede aclarar por qué la posesión potencial de su alfil, que ahora es claramente
de un alfil contra un caballo en el final tiende a superior al caballo. Incluso, ahora pueden len­
ser una ventaja: tamente preparar el avance e5 .
26 l1e4+ 'it>f8 27 l:.a4 a6 28 l:.f4 f6? 29 l:.h4 42 'it>e3 :Z.a7 43 :Z.g1 'it>f8 44 'it>d4 l:c7 45
h6 30 :Z.h5 l:tc1 ! ltJb7!
Ahora las blancas están hechas y por el mo­ Necesario, pues las blancas estaban amena­
mento disminuyen la presión sobre la estructu­ zando 46 b3, que ahora podría responderse con
ra de peones de las negras. Pachman critica la 46 . . . ltJc5 !. Pero esto da tiempo a las blancas
jugada 28 de las negras y realiza un comentario para apoderarse de la columna-a y poner en mo­
muy perspicaz : "Generalmente, los peones de­ vimiento su centro de peones.
ben situarse en casillas de color opuesto al alfil 46 l:.a1 liJeS 47 l:ta8+ 'it>e7 48 e5 ltJb3+ 49
pero . . . la jugada .. .f6 verdaderamente incre­ 'it>c3 ltJcl
menta el alcance y poderío del alfil. . ." En reali­ Pachman cita largos análisis demostrando
dad, aquella 'regla' sobre colocar los peones en que las blancas tienen ventaja decisiva. Las dos
casillas de color opuesto al alfil, repetida en la subvariantes más interesantes son 49 . . . l:.c5 50
mayoría de los libros de enseñanza, en mi opinión l:.a7+ 'it>d8 5 1 i.e4 fxe5 52 :Z.xg7 seguida por
debería ser echada a la basura. Simplemente, f6, y 49 . . .fxe5 50 fxe5 l:lc5 5 1 l:ta7+ 'it>e8 52
74 LoS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

.i.f7+ �f8 53 e6 .:txf5 54 .i.g6 l:.e5 55 .:tf7+, colocaron el medio juego antes del final, sino
donde las blancas ganan. que hemos visto a los Grandes Maestros ganar
so l:tg8 lbe2+ 51 'itd2 ttlxf4 52 lhg7+ 'itó>d8 los finales en apariencia más inocentes, con al­
53 exf6! .l:.d7 files de distinto color.
La clave táctica es 53 . . . o!Llxd5 54 .l:.g8+ <j¡>d7 Tal obtuvo algunas victorias clásicas en fina­
55 f7. les de alfiles de distinto color que provocaron
54 .:txd7+ 'iii>xd7 55 .i.c6+! 1-0 admiración, y dichos finales difieren amplia­
Después de 55 . . . �d6 56 .i.xb5, cae también mente, entre que puedan ser tablas, y en que ese
el otro peón-c. En la actualidad, la creencia clá­ empate pueda lograrse con facilidad. Además,
sica de que el alfil es mejor que el caballo (ha­ ahora somos conscientes que es muy grande la
biendo peones en ambos lados del tablero, que distancia entre una posición temprana con alfi­
es el caso común), es ciertamente exacta. En les de distinto color, y un final que sea tablas
gran parte, esto explica los extremos a los que debido a su presencia. Así, en términos genera­
los jugadores en dificultades se someterán para les, sugeriría que son muy pocos los jugadores
aferrarse a sus alfiles. actuales que, deseando empatar una partida,
confiarán en la posesión de alfiles de distinto
¿Los colores opuestos se atraen? color durante la etapa de apertura o el incipien­
te medio juego.
La teoría de los alfiles de distinto color no ha Las excepciones a esta generalización son,
cambiado mucho a lo largo de los años. Los sin embargo, bastante interesantes; los jugado­
libros de finales nos muestran los mismos em­ res pueden sentirse atraídos por los alfiles de
pates ingeniosos con desventaja de hasta tres distinto color durante su preparación de apertu­
peones, y las mismas victorias dificultosas en ras con el objeto de 'en el peor de los casos'
posiciones que juraríamos eran tablas. El poder conseguir un empate con las piezas negras. Dos
de los alfiles de distinto color en el medio juego de dichas aperturas vienen a mi mente, las cua­
es bien conocido y queda resumido en la frase les producen regularmente alfiles de distinto
' los alfiles de distinto color favorecen al bando color: la Siciliana Sveshníkov y el gambito
atacante' . Los libros sobre instrucción y medio 6 . . . c5 contra la Variante Siimisch de la India del
juego cubren tan bien este tema que me parece Rey. Krámnik es un maestro de la Sveshníkov
injustificado intentar agregar algo. Dvoretski, con las piezas negras, y entra con frecuencia en
por ejemplo, realiza un muy meticuloso trata­ posiciones con alfiles opuestos que a veces son
miento de los alfiles de distinto color durante el inferiores, pero que sabe pueden ser tablas, por
medio juego en su libro Positional Play (El jue­ ejemplo:
go posicional), que recomiendo fervorosamen­
te. Svídler - Krámnik
Lo que sí parece es que existen cambios Tilburg 1 997
históricos de largo plazo hacia la actitud para
con esos alfiles. Con mayor frecuencia, los ju­ 1 e4 eS 2 o!Llf3 o!Llc6 3 d4 cxd4 4 ltJxd4 liJf6 5
gadores actuales parecen más dispuestos a ltJc3 eS 6 liJdb5 d6 7 .i.g5 a6 8 ltJa3 b5 9 .i.xf6
aceptarlos en una etapa temprana de la partida, gxf6 10 liJd5 (D)
como una variedad positiva de desequilibrio. 10 .i.g7
..•

En este libro, veremos muchas partidas moder­ En líneas generales, el mismo modelo se ob­
nas donde las propiedades de los alfiles de dis­ servó en Svídler-Krámnik, Linares 1 998: l O . . . f5
tinto color contribuyen a un ataque exitoso. 1 1 c3 .i.g7 1 2 exf5 .i.xf5 1 3 lüc2 0-0 14 ltJce3
¿Pero qué hay sobre su supuesta tendencia a las .i.e6 1 5 .i.d3 f5 1 6 0-0 l:ta7 17 'ii' h 5 l:taf7 1 8 g4
tablas? En los libros antiguos, solíamos leer co­ e4 19 ..tc2 fxg4 20 .i.xe4 .i.e5 2 1 'ii' h 6 'it>h8 22
mentarios de partidas donde surgían los alfiles Wh 1 .i.xd5 (la captura que provoca los alfiles
de distinto color en la apertura o el temprano de distinto color) 23 ltJxd5 ltJe7 24 'ii' h4 ltJxd5
medio juego, afirmando, por ejemplo, "esta 25 'ii'x d8 .l:.xd8 26 .i.xd5 .:tf5 27 .:tad l .:tdf8 28
variante tiende al empate a causa de los alfiles 'it>g2 .l:.h5 29 .l:.h l .l:.f6 30 .l:d3 .:thf5 lf2_ lh .
de distinto color". Pero no sólo los dioses 1 1 ..td3
CUESTIONES RELA TNAS A LAS PIEZAS MENORES 75

indudablemente conoce cuáles de todas estas


situaciones de finales conducen a empates se­
N guros. Por otra parte, siempre existe el peligro
que el final no sea tablas : irónicamente, Krám­
nik perdió recientemente una de las partidas
más importantes de su joven carrera en un fi ­
nal d e alfiles d e distinto color (contra Shírov
en la partida 4 de su match clasificatorio del
WCC).
La siguiente partida ilustra otra apertura en
que los alfiles de distinto color juegan un papel
importante, con Krámnik llevando esta vez las
piezas blancas :

Y una vez más : 1 1 c3 f5 1 2 exf5 i.xf5 1 3 Krámnik Shírov


-

lbc2 i.e6 1 4 g 3 0-0 1 5 i.g2 .l:.b8 1 6 0-0 'ii'd7 1 7 Bundesliga 1992/3


'ii'h 5 f5 1 8 .l:.ad 1 e4 1 9 f3 i.xd5 2 0 l:.xd5 lbe7
2 1 l:.d2 d5 22 i.h3 .l:.b6 23 c¡f¡¡ g 2 l:.h6 24 'ii'g5 1 d4 lDf6 2 c4 g6 3 lbc3 i.g7 4 e4 d6 5 f3 0-0 6
l:.g6 1h- 1h lvanchuk-Krámnik, Moscú 1 995 . i.e3 eS 7 dxcS dxcS 8 'ii'xd8 l:.xd8 9 i.xc5
ll lbe7 12 lbxe7 'ii'xe7 13 c4 f5 14 0-0 0-0
... lbc6 10 i.a3 aS 11 l:.d1 i.e6 12 lbd5 lbb4! 13
15 'ii'f3 bxc4 16 lbxc4 d5 17 exd5 e4 18 'ii'e3 lbxe7+ 'if¡¡h8 (D)
i.b7 19 .l:.fd1 i.xdS ( D)

14 l:.xd8+
Entrando en el final de alfiles de distinto co­ Todo esto es teórico, y un ejemplo moderno
lor con piezas pesadas, que resulta absoluta­ del dinamismo en las aperturas. Otras posicio­
mente tablas a pesar del peón pasado alejado de nes con alfiles de distinto color surgen después
las blancas. de 1 4 lbd5 lbc2+ 1 5 'it>f2 lbxa3 16 bxa3 b5 ! 1 7
20 lbb6 l:.ad8 21 lbxd5 l:.xd5 22 i.xa6 lDh3 l:.ac8 ! 1 8 i.e2 bxc4 1 9 lDhf4 lbxd5 20
:Xd1 + 23 l:.xd1 i.xb2 24 l:.d5 'ii'f6 25 i.cl& lbxd5 i.xd5 2 1 l:.xd5 l:.xd5 22 exd5 i.d4+ 23
l:.d8 26 :Xd8+ lfz.lh. �g3 c3 24 l:.c 1 i.e3 25 l:.c2 i.d2 26 i.b5 l:.c5
Es notable aquí el grado de preparación que 27 i.c6 l:.c4 como en Bigler - Har-Zvi, Bie1
permite a las negras entrar en estas variantes sin 1 993, y aquí los alfiles de distinto color no bas­
caer víctimas, por ejemplo, de la dominación tan para que las blancas logren el empate, debi­
clásica del punto fuerte d5, u otro ataque basa­ do a que las negras pueden marchar con su rey
do en la debilidad de casillas blancas de las ne­ al flanco dama y usar sus piezas activas para su­
gras. Además esto es característico del sentido jetar a las blancas.
profundo de las aperturas modernas, y Krámnik 14 l:.xd8 15 lbdS
•••
76 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Las blancas no deben engolosinarse con 1 5 Y esto parece ser parte de la conciencia mayori­
i.xb4? axb4 1 6 c!Lld5 l:a8 1 7 c!Llxb4 c!Lld7 ! , ya taria. Varios libros la mencionan, y algunos de
que las negras tienen ligera ventaja (Krámnik). mis alumnos me la han manifestado como si
Tal vez esta posición tendría que estar en mi fuera mero conocimiento ordinario. En lo que
discusión sobre el poder de la pareja de alfiles. respecta a los mejores jugadores, veamos un
Después de todo, ¡ las blancas tienen escasos ejemplo:
tres peones de ventaja y se han cambiado da­
mas !
15 ... c!Llc2+
Ahora la partida continuó 1 6 c;t>d2 c!Llxa3 1 7 N
bxa3 b 5 1 8 c!Llh3 112- 112, en vista de 1 8 . . . bxc4 1 9
i.xc4 c!Llxd5 20 exd5 i.xd5 2 1 i.xd5 l:.xd5+ 22
c;t>e2 = . Pero era más interesante 16 � ! ? c!Llxa3
1 7 bxa3 b5 1 8 c!Llh3 l:r.c8 ! ? 1 9 c!Llhf4 bxc4 con
otro final de alfiles de distinto color tras 20
c!Llxe6 fxe6 2 1 c!Llb6 c!Llxe4+ ! 22 c;t>e3 ! l:.c6 23
�xe4 l:.xb6 24 i.xc4 l:.c6 ! 25 'iÍild3 (25 i.d3
i.b2 26 a4 l:.c l = ) 25 . . . ..tf8 26 a4 'iÍilg7 = (Shí­
rov).
Así, el jugador moderno confiará en ciertas
oportunidades en el poder nivelador de los alfi­
les de distinto color, aunque principalmente en lvanchuk - Shírov
situaciones donde pueda preverse las caracte­ Be/grado 1 997
rísticas exactas del final resultante. De lo con­
trario, las famosas propiedades de ataque de Shírov comenta: "Las piezas negras son un
estos alfiles en el medio juego, así como la apa­ poco mejores que las del rival (caballo contra
riencia poco fiable de muchos de sus finales, no alfil con piezas pesadas sobre el tablero) . . .". Al
nos permitirán confiar en esta naturaleza su­ parecer, él asume que el desequilibrio material
puestamente niveladora. expresado entre paréntesis eonstituye general­
mente una ventaja. Como evidencia posterior
de esta tendencia en los mejores jugadores, el
¿Fol klore o rea l idad? Damas y análisis estadístico que realicé (ver debajo) nos
ca ba l los muestra que el bando con 'il'+c!Ll constantemen­
te lleva la mejor parte que aquel con 'il'+i.. Esto
Existen algunas antiguas afirmaciones sobre es sólo por 20-30 puntos en general, pero por 60
las piezas menores que quisiera discutir en este puntos cuando consideramos los resultados de­
libro desde el punto de vista de la experiencia cisivos. Estas cifras son aplicables sin tener en
moderna. En la parte 2 (capítulo 4), intentaré cuenta el color, y resultan ciertas chequeando
bosquejar algunas conclusiones definitivas so­ varias bases de datos con miles de partidas, de
bre la antigua disputa referida al valor de la pa­ modo que, al menos, indican una significativa
reja de alfiles. Aquí me gustaría examinar lo tendencia estadística de los jugadores más fuer­
que debiera llamarse 'parte de la sabiduría con­ tes, quienes aceptan la combinación 'il'+c!Ll más
vencional heredada' . Mayer la denomina 'El a menudo que 'il'+i., presumiblemente a causa
Teorema de Capablanca' : en el final, dama y de ciertos prejuicios respecto de esta última.
caballo suelen ser superiores a dama y alfil. El asunto interesante es la poca discusión y
Esta es casi una creencia universal ; Jeremy Sil­ los pocos buenos ejemplos que existen para
man incluso extiende su aplicación más allá del ilustrar esta supuesta ventaja de la pareja de
final para pregonar lo que denomina "una regla dama y caballo. En la partida de Shírov, por
pequeña", así "En general, una dama y un ca­ ejemplo, su rey estaba más seguro que el de
ballo resultan una mejor combinación de pie­ lvanchuk y además poseía un peón pasado ale­
zas que una dama y un aljif' (la itálica es suya). jado mientras el rival tenía peones doblados
CUESTIONES RELA TIVAS A LAS PIEZAS MENORES 77

inmóviles. De cualquier modo la partida termi­ partida igualmente parciales). Concluye su aná­
nó en tablas. Y el comentario anterior de Sil­ lisis con este 'Veredicto' : "La comprensión in­
man proviene de la siguiente posición, donde el tuitiva de Capablanca respecto de la ventaja en
bando con 'ii'+.i posee una partida clásicamen­ el final de la dama y el caballo contra la dama y
te perdida: el alfil resulta correcta." Pero sus propios ejem­
plos no parecen apoyar esa conclusión.
Mi propia opinión, tras examinar muchos
ejemplos, es la siguiente:
a) una proporción inusualmente grande de
partidas con 'ii'� contra 'ii'+.i son tablas;
b) la mayoría de las partidas donde un ban­
do gana, como en los ejemplos citados anterior­
mente, se caracterizan por el hecho de que uno
de los bandos posee una o más ventajas bastan­
te manifiestas.
En general, las posiciones con 'ii'+li:) contra
'ii'+.i son muy volátiles, y con frecuencia el
bando ganador simplemente es quien arranca
ganando material o lanzando un ataque sobre el
rey rival. No es sorprendente que el caballo
Aparte de los peones doblados y débiles de tienda a ganar en posiciones cerradas contra un
las blancas, su alfil es tan malo como parece. alfil malo, o por ejemplo, si el rey rival se en­
En efecto, parece difícil traer a colación bue­ cuentra expuesto. Favorece al caballo que to­
nas posiciones ilustrativas para el bando con dos los peones se hallen en un mismo lado del
1i'+li:), al menos una que sea aproximadamente tablero, por supuesto, pero para que esto sea
neutral en su punto de inicio. Steve Mayer, suficiente para ganar el rival debe tener una
para su crédito, dedica un capítulo entero a esta estructura de peones muy pobre. Y como es
discusión, dando ejemplos favorables a ambos presumible, el alfil tiende a ganar cuando hay
bandos. Sin embargo, para demostrar la supe­ peones en ambos lados del tablero, y en particu­
rioridad de la dama y el caballo, cita sólo los si­ lar si el caballo no tiene puntos fuertes natura­
guientes ejemplos: les. Pero aquí también, poseer el alfil no basta
a) una posición cerrada en que el alfil sim­ para ganar sin otras ventajas adicionales. Pach­
plemente es malo; man, por ejemplo, brinda estos dos modelos:
b) una posición donde cuando surge este de­
sequilibrio, el bando con el alfil ya está bajo un
ataque contra su rey;
e) una posición donde el alfil está completa­ B
mente encerrado, y además existen numerosas
debilidades en el flanco rey;
d) una posición con alfil malo, rey expuesto,
y cuatro peones aislados; y finalmente,
e) una posición con cuatro peones por ban­
do en el mismo lado del tablero. Este es el
ejemplo más justo, excepto en que el bando con
el alfil tiene un peón muy débil que inevitable­
mente cae.
En otras palabras, el bando con la dama y el
caballo posee importantes ventajas preexisten­
tes en cada caso. Mayer muestra luego la otra Mohrlock - Gerusel
cara de la moneda, con tres posiciones donde el Cto. de Alemania Occidental,
alfil es dominante (todas ellas con puntos de Bad Pyrmont 1 963
78 LoS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Obsérvese que además de existir peones en 24 h3, y las negras decidieron no intentar de­
ambos lados del tablero, la posición de la dama fender el peón-a en vista de variantes como
de las blancas es mucho mejor, y el caballo de 24 . . . a5 25 1i'c6 'ii'c 8 26 f4 �f8 27 i.h4 lLld8 28
las negras se encuentra ya restringido. Esto es 'ii'h 5 axb4 29 cxb4, y las negras estarían total­
suficiente para una victoria bastante fácil. Vea­ mente atadas y además tendrían que preocupar­
mos la partida, con los análisis Pachman : se del peón-a potencialmente pasado. El juego
1 i.e4 lLlb8 siguió 24 . . . �h7 25 'ii'xa7 'ii'd5 26 c4 'ii'c 6 27 b5
O l . . . c5 2 i.c6 y si 2 . . . lLlf8 3 bxc5 bxc5 4 a4 ! 'ii'e4 28 f3 'ii'd4+ 29 i.f2 ! 'ii'a 1 + 30 �h2 lLla5
c4 5 f4 con idea de 'ii'c 5 y 'it'xc4; si 2 ... lLlb8 3 b5. 3 1 'ii'xc7 'ii'xa2 32 i.xb6 lLlxc4 33 i.d4 'ii'e 2 34
2 c4 a6 3 g3 1;g7 4 �g2 �g8 5 h4 bS 6 cxbS b6 lLld2 35 'ii'c 3 g6 36 b7 lLlfl + 37 �g 1 lLlg3 38
axbS 7 a3 'it'f8 8 'it'c7 'it'e8 9 i.f3 hS b8'ii' 'ii'd 1 + 39 �f2 lLlh 1 + 40 'Í;e3 1 -0.
9 . . . h6 l O h5 g5 1 1 i.e4 y f4. ¿Qué conclusiones, si es que alguna, pode­
10 i.e4 </;g7 1 1 � 'iii> h8 12 �e3 'iii> g7 13 mos sacar? Lo más natural es realizar algunas
1;f4 1;b6 14 'ii'd6 'iii> g7 15 �e3 'iii> g8 16 f3! búsquedas estadísticas. Yo las hice en varias
�g7 17 �f4 1;b7 18 g4 hxg4 19 fxg4 �h6 20 bases de datos. El primer punto interesante es
i.f3 </;g7 21 hS gxhS 22 gxhS �h6 23 'iii> g3 que los porcentajes de victoria son casi los mis­
1;g7 24 1;g4 f5+ 25 exf6+ 'Í;xf6 26 'ii'f4+ �e7 mos independientemente del color, y favorecen
27 'it'gS+ 1;d6 28 'ii'cS+ rj;c7 29 h6 eS 30 a las blancas en sólo cerca del 2%. En otras pa­
'it'a7+ 1;d6 31 'it'g7 'ii'e6+ 32 �g3 'ii'fS 33 h7 labras, cuando surge la posición con 'ii'+lLl con­
'ii'f4+ 34 �g2 'ii'd2+ 35 �h3 11i'e3 36 'ii'f6+ 1-0 tra 'ii'+ i., la ventaja residual de las blancas casi
ha desaparecido. El segundo punto es que hay
muchas tablas : casi exactamente el 50% de las
partidas, en contraposición con la tasa del 30%
que se produce cuando tomamos todas las par­
N tidas. En la mitad de estas posiciones, así pare­
ce, ningún bando tiene una ventaja bastante
significativa que transformar.
Con estos factores en mente, veamos qué di­
cen los números. En los finales lineales con
'iiV+lLl contra 'ii'+ i., el bando con el caballo in­
dudablemente puntea sobre el 50%, pero sólo
con un 53,5% en total, lo cual difícilmente indi­
ca una ventaja importante. Los colores prácti­
camente no influyen en este caso.
Ahora agreguemos una torre para ambos ban­
dos (por ejemplo, 'iiV+lLl+l:. contra 'ii'+ i.+l:.).
Pachman - Fichtl Esto da como resultado un virtual empate; en­
Praga 1 951 tonces ahora consideremos nuevamente los co­
lores. Cuando el bando con el caballo lleva
Este es un poco más interesante, pues des­ piezas blancas, obtiene un resultado global del
pués de 1 8 . . . .l:.xd2 19 'ii'xd2 ! i.e4 20 b4 i.xc2 52%, y cuando el bando con el alfil lleva piezas
21 'ii'x c2, las negras consiguen una situación de blancas, el resultado es del 53%. Agreguemos
caballo contra alfil malo. Pero aún hay dos to­ otra torre a ambos bandos ('�+lLl+2l:. contra
rres sobre el tablero, y el caballo no tienen un 'ii'+ i.+2:), y cuando el bando con el caballo
buen lugar donde ir, por ejemplo, 2 1 . . .lLld7 22 lleva las blancas, logra un 53%, y cuando las
'ii'e4 ! y si 22 . . . :d8 23 'ii'd4 o bien 22 . . . l:.e8 23 blancas tienen el alfil, el resultado es del 55%.
'it'b7 . Lo mejor sería 22 . . . :b8 ! 23 'ii'd4 lLlf8 24 La conclusión obvia que puede esbozarse de
f3, donde Pachman correctamente indica ven­ estos números es que la 'ii'+lLl parece tener una
taja para las blancas, pero aún hay lucha. ventaja bastante pequeña contra la 'ii'+i. en el
En cambio, la partida continuó 2 1 . . .lLlb7 22 final, pero ninguna ventaja (o hasta incluso una
'ii'a4 l:d8 (para impedir :d7) 23 :xd8+ 'it'xd8 pequeña desventaja) cuando se agregan una o
CUESTIONES RElA TIVAS A lAS PIEZAS MENORES 79

dos torres. Pero debo advertir que una observa­ sí mismo esta teoría, pero mi impresión es que
ción puramente estadística puede decir tanto al menos en algunas del 3% de partidas en que
sobre el juego práctico como sobre una supe­ la 'ii'+ll'l superan a la 'ii'+ i., la razón podría ser:
rioridad teórica. Una salvedad que he observa­ ¡ los caballos crean más amenazas tácticas en
do antes, es que el bando con la dama y el apuro de tiempo que los alfiles ! Si esto es cier­
caballo (en el caso puro de 'ii'+ltl contra 'ii'+ i.) to, habría una razón práctica a la (muy ligera)
tiende a ser algo más fuerte, cualquiera sea la preferencia por la 'ii'+ll'l en tales finales, pero
razón. Este hecho aislado sería responsable de en absoluto ninguna ventaja teórica. Cuando se
la pequeña ventaja estadística para la 'ii'+ll'l. toman en cuenta ésta y las demás consideracio­
Aún más, como explicamos en la Introducción nes mencionadas en el último párrafo, la idea
de este libro, la percepción sobre la superiori­ de la ventaja de la dama y el caballo por sobre la
dad de la dama y el caballo bien podría llevar a dama y el alfil parece ser más bien folklórica o
los jugadores que se encuentren en posiciones producto del saber popular, con validez extre­
ya ventajosas aunque complejas, a transformar madamente limitada, y es bastante posible que
su ventaja en otra (en su opinión) más segura de carezca en absoluto de validez.
'ii'+ltl contra 'ii'+ i.. Esto sesgará los porcenta­
jes a favor del bando con 'ii'+ ll'l. Este capítulo ha presentado una visión gene­
También es revelador observar los tipos de rosa de las ideas tradicionales acerca de las pie­
posiciones que conducen a la victoria, sea para zas menores. Su propósito principal ha sido
el bando con el caballo o para aquel con el alfil. proveer un marco para poder establecer los ra­
He descrito esto anteriormente en términos ge­ ros hallazgos de la parte 2. Por supuesto, aun­
nerales, pero existe otro fenómeno importante que probablemente dedico más atención en este
que se observa tras una investigación manual : libro a los asuntos relacionados con las piezas
un significativo porcentaje de estas partidas se menores que a cualquier otro, es imposible aún
deciden a causa de un error grosero de uno u hacer justicia a todos ellos. Mi solución de
otro bando. Esto refleja la naturaleza volátil del compromiso ha sido enfatizar las áreas que han
desequilibrio y la influencia de la presión del cambiado a través de los años. Para una discu­
reloj ( ¡ muchos de estos finales surgen entre las sión profunda de aquellos cambios, refiero al
jugadas 30 y 40 ! ) . El lector puede verificar por lector a la parte 2, capítulos 4-8 .
7 Aq uel las torres rad ica les

A las torres se les dedica bastante poca atención séptima fila ocurren, pero son superados en
en nuestros libros de enseñanza. Usualmente, número por esa utilización de las torres en el fi­
estos trabajos dedican su atención al valor de nal. Nimzowitsch continúa definiendo cinco
tomar columnas abiertas y obtener la séptima 'casos especiales' de la séptima fila, incluyen­
fila, que sin duda son las tareas más efectivas do una torre en séptima escoltando peones pa­
que pueden llevarse a cabo con las torres bajo sados, torres en séptima fila 'merodeando' para
circunstancias normales. En este capítulo, quie­ capturar peones, y el 'juego combinado' sobre
ro ampliar la discusión al juego de las torres so­ la séptima y octava filas (donde las amenazas de
bre. las otras filas. É ste es un tema bastante mate se emplean para ganar más material). Los
descuidado, que ingresa en nuestra noción de ejemplos que él descubrió y construyó todavía
evolución conceptual, como opuesta al cambio son utilizados en nuestros libros. Sabemos por
teórico fundamental. Al final del capítulo, echa­ experiencia que una torre en la séptima fila im­
ré una mirada estadística a la infame 'fama de plica al menos un peón de ventaja en el final,
tablas' de los finales de torre y peón. También mientras que las torres dobladas en la séptima
debo llevar la atención del lector a dos temas fila con frecuencia ganan de manera categórica
significativos sobre las torres, los cuales dejo o, como señaló el mismo Nimzowitsch, fuerzan
para la parte 2. El sacrificio de calidad posee un empate por jaque perpetuo en posiciones de­
allí también su propio capítulo, y la 'misteriosa sesperadas. Dado que este tema es trillado, no
jugada de .torre' mencionada por Nimzowitsch intentaré agregar nada al mismo. ·

queda incorporada a la discusión de la profila­


xis.
Las torres que vagabu ndea n por
La séptima y octava fi las las fi las

Continuando con nuestra intención de consul­ ¿Qué hay sobre las otras filas? Creo que hay só­
tar a Nimzowitsch en la mayoría de los temas, lidos argumentos acerca de que los ajedrecistas
comenzaremos con sus palabras sobre la sépti­ modernos son más capaces que sus antecesores
ma y octava filas. Sorprendentemente, él reci­ de embarcarse en aventuras con las torres, aun­
bió el crédito de ser el primero en identificar que esto todavía no constituye una parte impor­
explícitamente la torre en séptima fila como un tante del juego. El lector ya estará advertido del
elemento de la estrategia, aunque naturalmente frecuente empleo de las torres en la segunda fila
sus contemporáneos eran bien conscientes del por razones defensivas. Por ejemplo, en apertu­
poder de dicha torre. De acuerdo a Nimzowitsch, ras con fianchetto en el flanco rey como la India
"la entrada en territorio enemigo, en otras pala­ de Rey o la Siciliana Dragón, un ataque me­
bras en la séptima y octava filas, constituye la diante h4-h5 y hxg6 puede responderse a me­
consecuencia lógica del juego sobre una co­ nudo mediante . . . fxg6, donde la jugada . . . l:tf7
lumna" . Agrega que "en el curso normal de los neutralizará muchos ataques al defender h7 y
acontecimientos, será sólo posteriormente, g7. No siento la necesidad de ampliar este caso,
cuando pasemos a la etapa del final, que la sép­ dado que de por sí es bastante explicativo. Mas
tima fila será aprovechada . . . y esto a pesar del bien, lo que quiero examinar aquí son las torres
hecho que numerosas partidas se deciden du­ que vagabundean rpás allá de la segunda fila.
rante el medio juego mediante operaciones en Dado que las torres sobre filas avanzadas suelen
aquellas filas." Esto ciertamente se corresponde estar bastante torpemente situadas y expuestas
con nuestra experiencia moderna; sin ninguna a un ataque, este es un tema al que no se le ha
duda, los ataques del medio juego basados en la dado mucha atención, aunque los jugadores
AQUELLAS TORRES RADICALES 81

fuertes, a través de los años, han empleado este intentan defenderse sobre la tercera fila, pero
tipo de torres para inclinar el juego en su favor. no sirve.
Veamos algunos ejemplos. 22 e4! d4!
La tercera fila tiende a ser empleada con pro­ Preferible a 22 . . . 1i'h3? 23 f4 ! , donde las blan­
pósitos de ataque. Esta es una parte del juego cas se están defendiendo.
aceptada y medianamente normal, de modo que 23 ltd3 1i'h3 24 l:xd4 l:g6+
les mostraré unas pocas posiciones las cuales Las negras ganan la dama.
sirven para ilustrar la técnica.
Para comenzar, vemos un ejemplo exclusiva­
mente táctico:

Hort - Panno
Torneo 1nterzonal, Manila 1 976
Marshall - Stoltz
Olimpíada, Varsovia 1 935 17 lb3!
Flesch comenta: " ¡ Una brillante concepción
Euwe y Kramer señalan que las blancas tie­ estratégica ! Una de las torres se ha desarrollado
nen una mayoría en el flanco dama y hasta al­ sin realizar jugada [mediante el temprano h4-
gunas perspectivas sobre la columna-g. Pero les h5 JW] . La otra torre alcanza el campo de ba­
-

toca a las negras: talla en el flanco rey en sólo dos jugadas."


20 e5! 21 1i'xe5 ltc6 (D)
••• 17 lilf6 18 axb6 ltxb6 19 lild1 ! 'iib8 20
•••

fl.g3 ..id7 21 ..ic3 l:b7 22 lile3 1i'd8 23 ..if3


fl.e8 24 lilf5! ..if8
Tras 24 . . . ..ixf5 25 exf5 e4 26 ..ie2 e3 27
B hxg6 exf2+, 28 'i&i>fl ! 'gana' , de acuerdo a lanos
Flesch, aunque las negras podrían recurrir a una
defensa con torre en la segunda fila por medio
28 . . . hxg6 29 fxg6 lile4 30 fl.gh3 fxg6 ! ?, por
ejemplo, 3 1 ..ixg7 'i&i>xg7 ! 32 fl.h7+ 'i&i>f6 33
l:xb7 lilg3+, lo cual no es tan claro.
25 1i'c1 aS 26 lilh6+ ..ixh6 27 1i'xh6 'ile7 28
1i'e3 a4 29 ..id1 l:teb8 30 0-0!
Esto prepara f4. La columna-h ha cumplido
su propósito.
30 :Xb2! ?
•..

Intentando eliminar e l alfil d e casillas ne­


De pronto el rey de las blancas está en peli­ gras, en vista de variantes como 30 . . .'�'f8 3 1 f4
gro mortal. Ahora 22 �h l falla por 22 . . . 1i'h3 exf4 32 'ifxf4 lilxe4 33 hxg6 ! , etc.
23 l:g l 1i'xf3+, de ·modo que las blancas 31 ..ixb2 :Xb2
82 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Ahora, en vez de 32 'ifg5, que fue jugada en 8 d6 9 �d3 eS 10 f4 f5 1 1 exf5 exd4 12


•••

la partida, Flesch indica que 32 hxg6 fxg6 33 cxd4! ?


f4 ! ganaba fácilmente. Más tarde, Speelman resolvió que 1 2 h5 ! era
una buena idea. No añadiré aquí la mayoría de
Aquí va un ejemplo de torre en tercera fila en sus copiosos comentarios a esta partida. ¡ Re­
el contexto de una partida ultra moderna: sulta divertido tan solo pasarla, observando por
supuesto cómo en el final, la torre-h3 demues­
Speelman - M i les tra ser decisiva !
Cto. Británico, Morecambe 1975 12 lübc6 13 'it'c3 d5 ! 14 lüf3 lüxf5 15 g4
•••

'it'e8+ 16 �d1 lüd6 17 cxd5 lüe7 18 'ii'c2


1 c4 b6 2 d4 e6 3 e4 �b7 4 lüc3 �b4 5 'it'c2 �h8? ! (D)
�xc3+! ? Speelman sugiere la dócil 1 8 . . . h6 o bien
Las aperturas modernas suelen contener con­ 18 ... lüxd5 ! 19 �xh7+ 'ith8 con excelentes pers­
ceptos modernos. Obsérvese por ejemplo, cómo pectivas de contrajuego. Resulta ahora que el
las negras desarrollan ambos alfiles antes que rey en h8 será víctima de la gran diagonal de ca­
sus caballos, 'poniendo el dedo en la llaga' a la sillas negras.
vieja regla que sugería 'desarrollar los caba­
llos antes que los alfiles' ; y aquí 5 . . . 1i'h4 ! , desa­
rrollando la dama antes que cualquier otra pieza,
no sólo sería antidogmática sino también co­
rrecta, como ha demostrado la teoría. La jugada
de Miles es menos adecuada, pero también ju­
gable.
6 bxc3 lüe7
Speelman comenta: "Aquí es donde comien­
za la diversión. Me gustaba mi centro y los alfi­
les aunque me ponía nervioso . . . f5 , entonces:"
7 h4! ! ? 0-0 8 :h3!? (D)

N 19 lüe5 lüf7!? 20 h5 lüxe5 21 dxe5 'ifd7 22


e6! 'ifxd5 23 h6 l:U6
Aquí Speelman brinda una página y media
de detallados análisis sobre 23 . . . 'ii'xe6, donde
las blancas finalmente ganan después de her­
mosas y complejas variantes.
24 �b2 l:txf4?
Otra abrumadora página y media está dedi­
cada a 24 . . . .l:.xe6 ! , aunque las blancas parecen
ganar finalmente también en este caso. Mencio­
no estos análisis de Speelman porque son típi­
cos de su desquiciado perfeccionismo y ¡resulta
"En cuanto me libré de las cadenas del jugar maravillosamente divertido reproducirlos so­
'adecuadamente' , ¡ llevé a cabo las jugadas que bre el tablero ! Afortunadamente, por la cordura
quería !" (Speelman). ¡ Es bastante extraño lle­ de Jon y la nuestra, el resto de la partida es ver­
var una torre a la tercera fila antes que desarro­ daderamente comprensible a nivel bastante su­
llar alguna de las piezas menores ! Un punto a perficial.
favor de esta idea es que la torre se quita de la 25 �el ! lüg6 26 'ifc3! 'ifc6 27 'ifxc6 �xc6
diagonal h 1 -a8, donde sería un mejor blanco 28 hxg7+ 'itg8 29 �xg6 :n + 30 'itc2 l:tfl+ 31
después de . . . f5 . 'itb3 l:txb2+ 32 'iti>xb2 hxg6 33 :n �xg7 34
AQUELLAS TORRES RADICALES 83

l:l.f7+ c;i;>g8 35 l:l.hh7 l:l.e8 36 l:l.fg7+ c;i;>f8 37 e7+


1-0
B
A veces la misma tercera fila es empleada
con fines defensivos. Soltis señala este intere­
sante caso del doble empleo de la misma idea
defensiva por parte de Spasski :

La jugada clave, como contra Medina. Aho­


ra Tal se abalanza sobre las negras, pero nueva­
mente, la torre en la tercera fila responde con
igual eficacia:
25 lDxh6 gxh6 26 lDf5 "ii'a8 27 lDxh6 it.xh6
28 'iff5+ c;i;>b8 29 it.xh6 l:lg8 30 it.g5 'ii'e8 31 f4
lDh7 32 it.h4 :Xg3 33 it.xg3 l:l.f6 34 'ii'g4 l:l.g6
35 'ii' h4 exf4 36 'ii'xf4 f6 37 it.f2 cxd3 38 it.xd3
Tal - Spasski lL!e5 39 Jt.n lL!g5 40 'iii>h 1 lL!xe4 41 .l:.cl lDxf2+
Match de Candidatos (partida 11 ) , 0-1
Tbilisi 1 965
Finalmente, veamos un ejemplo de la teoría
Era la segunda vez que Spasski jugaba con moderna. Por años, las blancas tenían una solu­
negras esta posición verdaderamente difícil de ción sencilla a la variante principal del Gambito
describir. Budapest, por ejemplo, 1 d4 lDf6 2 c4 e5 3 dxe5
15 b4? ! lL!g4 4 lDf3 it.c5 5 e3 lL!c6 6 lL!c3 0-0 7 it.e2
E n Medina García-Spasski , Torneo Interzo­ l:.e8 8 0-0 tDcxe5 9 lL!xe5 lL!xe5 1 O b3 (D) con
nal, Gotemburgo 1 955, las blancas jugaron 1 5 una pequeña y en apariencia ultra segura venta­
lDh2? ! d5 1 6 'ii'f3 g6 1 7 it.g5 it.e7 1 8 h4, y allí ja posicional.
Spasski empleó con buen resultado la idea de la
defensa en la tercera fila: 1 8 . . . a5 ! 19 h5 l:l.a6 !
con excelente partida. Las blancas no tienen
más chances de ataque y eventualmente perdie­
ron. La jugada textual también es perdedora;
quizás fuese mejor 1 5 it.g5 .
15 ... lL!cd7 16 it.b3 aS 17 a3 axb4 18 cxb4
h6 19 lDf5
Poniendo en práctica un caso clásico de ata­
que en el flanco rey contra una expansión cen­
tral.
19 d5! 20 lD3h4 eS ! (D)
•••

21 l:l.e3 c4 22 .l:.g3
¡ Esto da miedo, especialmente cuando el ri­
val es Tal ! Pero en tres jugadas más, se hace
evidente que las blancas carecen de poder de Entonces las negras descubrieron la pragmá­
juego para romper la defensa de las negras. tica 1 0 . . . a5 ! 1 1 it.b2 l:l.a6, y la torre pasa al flan­
22 �h7! 23 it.c2 d4 24 'ii'f3 l:.a6!
••• co rey para crear amenazas, por ejemplo, 1 2
84 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

tLla4 .if8 1 3 f4 l:.d6 1 4 'ii'c 2 tLlc6 1 5 l:.f3 l:.h6 1 9 f6 20 .ig6 l:.e7 2 1 l:.h5!
•••

1 6 l:.d 1 d6 1 7 tLlc3 'ii'h4 1 8 h3 l:.g6 con un im­ La última de una serie de finas jugadas de to­
portante ataque, Zsu.Polgar-de la Villa, Nueva rre. Ahora las casillas blancas son fatalmente
York 1 989. débiles, y seguirá tLlh4.
Estos pasajes de torre por la tercera fila no 21. .id6 22 l:.d1 .ie5 23 .ia3 c5 24 tLlh4!
••

resultan extraños, pero en la cuarta fila, una to­ 1-0


rre parece estar verdaderamente comprometida Habría seguido 24 . . . 'ifd8 (24 . . . 'ii'g 8 25 .ih7 !
y con posibilidades de ser blanco de ataques . 'ifxh7 26 tLlg6+) 25 .ie4 'il;>g8 26 .id5+.
Así y todo, las torres en la cuarta fila pueden re­
sultar muy eficaces para sondear la posición
enemiga, y esta idea encuentra una creciente
aplicación en la moderna teoría de las apertu­
ras. Normalmente, cuando las torres se transfie­ B
ren a través de la cuarta fila es con el propósito
de atacar, pero además pueden cumplir funcio­
nes posicionales. Comencemos con un caso de
ataque sostenido:

Polugaievski - Gheorghiu
Palma de Mallorca 1972

Las blancas tienen ventaj a en el desarrollo,


pero una formación de peones centrales algo
sospechosa. Deciden ceder la parej a de alfiles
para incrementarla, y poner en juego una to­
rre :
Petrosián - Taimánov 14 aS! tLlxf4 15 .l:.xf4
Cto. de la URSS, Moscú 1 955 Un caso de ataque directo, pues está amena­
zado b6, y en algunas variantes .l:.e4+. Esto sig­
En esta posición de apariencia inocente, Pe­ nifica que el rey negro estará anclado en el
trosián se decide por un plan muy agresivo: centro. En partidas similares con la misma aper­
14 l:.ad1! exd4 15 .ih7+! c;i;>b8 16 .l:.xd4 tura, las negras lograron el . . . 0-0, pero la torre
La clave; este es uno de aquellos casos en en f4 consiguió efectivamente poner a prueba el
que una torre en la cuarta fila causa un descala­ flanco rey de las negras mediante l:.h4.
bro tanto en el centro como en el flanco rey. 15 Jlb8 16 axb6 axb6 17 tLld5 .id8 18
.•

Obsérvese que 1 5 l:txd4 sería respondida con .l:.e4+! �f7 19 'ifb3 tLld4 (D)
1 5 . . . tLlf6 ! , mientras que ahora 1 6 . . . tLlf6?? 1 7 c5 20 l:txd4!
tLlxh7 1 8 .l:.xd6 seguido de 19 l:.xh6 gana. Ahora la torre se inmola, a cambio de la me­
16 .ic5
••• jor pieza defensiva de las negras.
Las alternativas incluyen 1 6 . . . .ie7? 1 7 tLle5 20 cxd4 21 tLlb4?!
..•

y 1 6 .. .'ife7 17 l:tfd 1 .ic7 1 8 .l:.e4 ! 'ifd8 19 l:r.g4 Mayer señala 21 .ih3 ! con victoria inmedia­
f6 20 .if5 'it'e7 2 1 tLlh4, ganando. ta, aunque la jugada del texto aún deja a las
17 .l:.f4 'ile7 18 .l:.e4! 'ii'f8 19 l:.h4! blancas con suficiente ataque para ganar.
Atacando h6, y 19 . . . tLlf6? tampoco sirve por 21...'il;>g6 22 tLlc6 'ifc7 23 tLlxb8 'ifxb8 24
20 l:.xh6 ! . 'it'b5 'ifc7 25 'it'd5 !
A Q UEllAS TORRES RADICALES 85

el avance del peón hacia h4. Si 22 . . . i.xh2 23


�c2 liJe5, Dvoretski sugiere la hermosa jugada
B profiláctica 24 l:l.g5 ! ! , amenazando l:l.h l o l:l.h5,
y evitando 24 . . . 'ii'f6? por 25 i.g7.
23 h4! 'ii'fS 24 l:l.b4!
Perfecto; las negras han evitado que las blan­
cas jueguen �c2, pero no logran conectar sus
propias torres pues 24 . . . 0-0-0? pierde por 25
i.g4. Y tras 24 . . . l:l.g8, 25 i.d3 'ii'f3+ 26 �c2 se
activa la torre de dama.
24 i.f6 25 hS liJe7
•••

No 25 . . . liJe5 ? por 26 l:l.f4; pero, ¿qué debe­


rían hacer las blancas?
26 l:l.f4! 'ii'eS 27 l:l.fJ!
Las blancas poseen una posición matadora. Increíble. ¡ Esta torre es un fenómeno ! Ahora
Los detalles no son importantes para nuestro se amenaza 28 i.f4, y si 27 . . . 0-0-0 entonces 28
propósito. i.f4 'ii'xd5 29 l:l.d3 'ii' h l + 30 'if¡¡c 2 ! 'ii'x al 3 1
2S Jie8 26 lüd6 :es 27 i.e4+ �hS 28
•• i.g4+ �b8 3 2 l:l.xd6 l:l.xd6 3 3 'ii'xd6+ seguido
'ii'g8! fS 29 liJf7 fxe4 30 'ii'xh7+ �g4 31 :n por 34 'ii'xf6 y las blancas ganan. Entonces las
l:l.fS 32 'ii'g6+ l:l.gS 33 'ii'xe4+ �hS 34 'ii'h7+ negras intentan la otra captura:
�g4 35 'ii'h4# (1-0) 27 liJxdS 28 l:l.d3 l:l.xh6 29 l:l.xdS! 'ii'e4 30
•.•

l:l.d3!
Semejantes pasajes de torre pueden emplear­ ¡ Siete de las últimas nueve jugadas de las
se también con fines defensivos y profilácticos. blancas han sido hechas con esta torre, y las
Veamos dos brillantes ejemplos: otras dos por un peón lateral - todas con el rey
blanco anclado en el centro del tablero ! Y aun
así las blancas amenazan 'ii'x h6 o bien l:l.e3 , y
ahora ganan de manera forzada:
B 30 .'ili'h1+ 31 �c2 'ii'xa1 32 'ii'xh6 i.eS 33
••

'ii'gS 1-0
Las negras perdieron por tiempo, pero no ha­
bía esperanzas. Este es el tipo de partida que
nos deja con la boca abierta.

Kárpov - Hort
Memorial Alekhine, Moscú 1 971

Las negras amenazan . . . 'ii' h4, y Kárpov indi­


ca 22 i.g5 'ii' b 6 23 i.e3 'ii'c 7, donde está ataca­
do h2 y puede seguir . . . 0-0-0. En vez de esto, las
blancas encuentran una forma creativa de utili­
zar su torre:
22 l:l.g4! 'ii'f6
La última jugada de las blancas no sólo prote­ Yusúpov - Gavríkov
ge h4 y contempla l:tb4; sino que también prepara Horgen 1 994
86 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Las negras están amenazando la jugada libe­


radora . . . eS, pero las blancas están listas para
esto y llevan a cabo una idea profiláctica . . . N
22 .l:tg4! .l:taeS
La clave de las blancas queda a la vista tras
22 . . . cS 23 JLc7, amenazando dxcS.
23 ..tg3 'ii'b6
Yusúpov pretendía bailar con la torres des­
pués de 23 . . . hS 24 .l:.e4 ! con idea de 24 . . . cS 2S
dS ! c4 26 .:.xc4 l:.xc4 27 'ifxc4 'ifxc4 2S ..txc4
y las blancas poseen una pequeña ventaja.
24 h4 hS 2s :gs ..tr6
De nuevo, las blancas están listas para 2S . . . cS
26 .:.xcS .:.xcS 27 dxcS 'ifb4 2S 'ii'c 4, por ejem­
plo, 2S . . .'ifxc4 29 .:.xc4 ..txb2 30 c6 bxc6 3 1 Amenazando . . . lLig4 y obligando al pequeño
.:.xc6. debilitamiento con f3, después de lo cual el tra­
26 :es ..te7? 27 :xhS ! ! bajo de la torre puede considerarse cumplido.
L a torre h a actuado hasta aquí de manera 17 i.xb7 'ii'xb7 1S f3 hS 19 lLJg2 :es 20
puramente profiláctica, pero ahora pasa al ata­ JLb2 :ceS 21 JLa3 lLJcS 22 l:.b1 lLie6
que. Lo mejor para las negras era jugar ahora La partida está igualada.
27 . . . eS, pero los análisis de Yusúpov demues­
tran una clara ventaja para las blancas tras 2S ¡ La frecuencia de la idea . . . .l:tcS-cS ha lleva­
.teS ! . El resto del ataque es muy bonito, aun­ do a la graciosa situación donde las blancas se
que no resulte relevante a nuestro tema: ocupan actualmente de su propia profilaxis para
27 gxhS? 28 .:.g1 lLig6 29 JLxe6! 'iit h7 30
••• evitar dicha maniobra ! Consideremos (ver dia­
'ifrs .l:tgs 31 .teS 'oPh6 32 JLr4+ 'ifi>h7 33 'ii'xhS+ grama anterior) la partida Krámnik-Kárpov,
'iit g7 34 ..th6+ 1-0 Torneo Amber, a la ciega, Mónaco 1 994: S . . . d6
9 iLe3 ! ? (pensando ya en . . . :es ) 9 . . . lLibd7 1 0
Cuando investigaba material para esta sección, .l:tac l :teS 1 1 .l:tfd 1 0-0 1 2 'ii' h4 :es 1 3 b 3 a6 1 4
me sorprendió hallar demasiados ejemplos im­ iLh3 .:.c7 1 S JLh6 (D).
portantes. En varias aperturas modernas, los
pasajes de torre se emplean rutinariamente para
conseguir objetivos posicionales y de ataque.
Consideren la idea . . . l:.cS en esta variante:

Kárpov - Kaspárov
Match por el Cto. del Mundo (partida 23 ) ,

Londres/Leningrado 1 986

1 lLif3 lLif6 2 e4 b6 3 g3 eS 4 ..tg2 ..tb7 S 0-0 g6


6 d4 exd4 7 'ifxd4 JLg7 S lLic3 (D)
s ...d6
Otro buen ejemplo de la idea . . . .:teS ocurre
después de S . . . lLic6 9 'ii'f4 :es 1 0 .l:.d 1 0-0 1 1
'ii'h4 lLia5 1 2 b3 .l:.cS ! (esto evita 1 3 ..th6 debido
a 1 3 . . . lthS) 1 3 ..ta3 .l:tfS ! (con idea de 14 g4 ltf4) 1 S . . J:tcS ( ¡ De todas formas ! Aunque no ne­
con equilibrio dinámico, como sucedió en Hel­ cesariamente como se ha señalado aquí) 1 6
mers-Plaskett, Gausdal l 9S2 y en otras partidas. ..txg7 'iit xg7 1 7 'ii'd4 ! 'iti>gS 1 S b4 .l:tc7 1 9 lLJdS
9 .l:td1 lLibd7 10 b3 :es 11 i.b2 O-O 12 'ii'e3 lLixdS 20 cxdS , y las blancas tienen alguna ven­
.l:.eS 13 .l:tacl a6 14 iLa1 :eS! 1S a4 'ii'aS 16 taja. 9 ..te3 es actualmente la elección favorita
lLiet :rs! de las blancas en esta posición.
AQ UELLAS TORRES RADICALES 87

Naturalmente, las torres se transfieren tam­ concretos de cada posición en particular. Por
bién a otras filas, pero resulta difícil realizar un ejemplo, en la línea principal de la variante g3
comentario sistemático sobre dichas situacio­ de la Defensa India de Rey, 1 d4 tLlf6 2 c4 d6 3
nes. La torre en la sexta fila con frecuencia ata­ tLlc3 g6 4 g3 .i.g7 5 tLlf3 0-0 6 �g2 tLlbd7 7 0-0
ca peones débiles de manera similar a la de una e5 8 e4 exd4 9 tLlxd4 .z:te8 lO h3 (D), las negras
torre en séptima fila. han probado numerosas ideas relacionadas
con . . . .Z:.e5-h5, para forzar un debilitamiento del
flanco rey de las blancas.

Botvrnik Euwe -

Match-torneo por el Cto. del Mundo,


Moscú 1 948 Después de algunos años de intentos, sin
embargo, esta idea virtualmente ha desapareci­
Las blancas están claramente mejor, pero su do, porque las jugadas extra que las blancas
técnica merece ser comentada: realizan en el flanco rey terminan siendo útiles,
24 .Z:.d6! y la torre tiende a parecer un tanto estúpida, por
Yendo hacia donde están los peones. ejemplo, I O . . . a6 (o lO . . . tLlc5 1 1 .Z:.e 1 �d7 1 2 b3
24 �a6 25 .z:tf2 �b5 26 e5
•.. 'iic 8?! 1 3 �h2 .Z:.e5 ? ! 1 4 f4 .Z:.h5 15 f5 ! , que re­
Esto intenta 27 e6 fxe6 28 Ad7 ! . sultó claramente en favor de las blancas, Vul­
26 tLle7 27 e4!
••• Dóchev, Rusia 1 993) 1 1 �e3 .Z:.b8 1 2 a4 tLlc5
Restringiendo al caballo; ahora las negras 1 3 'ii'c 2 a5 14 l:tad 1 .i.d7 15 .Z:.fe 1 'ikc8 16 �h2
tienen que parar .z:td7, lo cual explica su jugada .l:te5 ! ? 17 f3 .z:th5 1 8 h4 h6 19 �g 1 ! .Z:.e5 (no tie­
siguiente. ne sentido dejar la torre en h5) 20 tLlde2 b6 2 1
27 c5 28 e6!
••• .i.d4 con una modesta pero bien definida venta­
Mejor que 28 .l:txb6 �c6 29 e6 �xe4 30 ja, ltkis-Borge, Olimpíada, Erevan 1 996. En el
exf7+ �h8 3 1 Ae2 �d5 . ajedrez moderno, la eficacia de tales ideas que­
28 f6
••• da finalmente decidida por el riguroso examen
28 . . . fxe6 29 .Z:.xe6 llxf2 30 �xf2 �f8, pierde de la práctica. Uno podría contraponer a esto la
luego de 3 1 �xg7+ �xg7 32 :Xe7+ �h8 33 .Z:.b7. famosa partida Tarrasch-Lasker, Match por el
29 Axb6 �c6 30 .l:txc6! tLlxc6 31 e7+ :C7 Cto. del Mundo (partida 4), Dusseldorf 1 908,
32 �d5 1-0 donde Lasker jugó . . . .z:te5-c5 en algún momen­
Pues 32 . . . .Z:.c8 33 e8'ii'+ .Z:.xe8 34 �xc6 y 35 to, en apariencia condenando a muerte a esta to­
�d5 gana una pieza. La torre en la sexta fila rre, pero logrando en el curso de la acción un
operó en forma muy parecid� a la de una torre brillante contraataque. Por muchos años, esta
en la séptima, aun en su eveÍltual sacrificio. partida fue reproducida sin cuestionar nada para
ilustrar el gran genio de Lasker (que sin duda
Para finalizar esta sección, debo hacer notar poseía); pero como Dvoretski ha demostrado,
que el valor de estos pasajes de torre no se basa Tarrasch sólo tenía que jugar ligeramente mejor
en principios generales, sino en los factores para conservar una gran ventaja, no tan solo en
88 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

ese momento particular, sino aún después de 1 0 'ply ' . Estas últi mas cifras son probable­
cometer varios errores. No creo que el estilo de mente más interesantes para el análisis teórico,
tomar riesgos de Lasker, al menos en la exacta dado que representan una condición más esta­
manera en que lo aplicó a esta partida, le hubie­ ble, de modo que para los demás resultados uti­
ra llevado muy lejos en la actualidad. Por otro lizaré el criterio de los 10 'ply ' .
lado, los pasajes de torre a la cuarta fila son a ¿ Y qué sobre e l caso 'b', con un peón de ven­
veces perfectamente sólidos, y parecen haberse taja sobre el tablero? Entonces, el peón de ven­
ganado un lugar definitivo en el ajedrez con­ taja se impone en el 50% de los casos, y empata
temporáneo. el 50%, independientemente del color. Este caso
es probablemente al que se estaba refiriendo
¿ Los fi na les son ta blas? Tarrasch.
Finalmente, tenemos el caso 'e ' como con­
Según la leyenda, fue Tarrasch el primero en trol. Se supone que incluye a todos los demás
decir que todos los finales de torre y peón eran finales con peón de ventaja sin torres. Es intere­
tablas. Hasta dudé en comentar este tema, pues­ sante que los resultados son bastante similares
to que la pura verdad es clara para cualquiera a los finales de torre y peón contra torre : el ban­
que haya estudiado los finales de .:!.+l!. contra .:t. do con el peón de ventaja gana el 59% de las ve­
Existen muchas maneras en que el bando defen­ ces, empata el 37%, y pierde el 4% (de nuevo
sor puede neutralizar al bando con el peón de empleé las cifras donde las blancas poseen la
ventaja. No obstante, esa es una de aquellas 're­ ventaja material ; el arrastre residual a favor de
glas ' folklóricas, y el lector encontrará intere­ las blancas es cercano al 3% ). También resultan
sante observar los resultados de una búsqueda reveladoras ciertas anomalías : alfil y peón de
en la base de datos. He examinado tres casos : ventaja gana el 52% de las veces y empata el
a) torre y peón de ventaja contra torre (por 46%; caballo y peón de ventaja contra caballo
ejemplo, con cualquier número total de peones); gana el 67% de las veces y empata el 3 1 %; y
b) torre y peón contra torre; y como control, dama con peón de ventaja contra dama gana el
e) diversas combinaciones de otras piezas y 54% de las veces y empata el 42%. Cuando
un peón de ventaja o bien un peón solo contra la avanzamos hacia el caso de finales de peón úni­
misma combinación de piezas (por ejemplo, fi­ co contra piezas, tenemos que el alfil empata el
nales simples como i.+l!. contra i. o complejos 55% de las veces, el caballo empata el 6 1 %, y la
como 'ii' , i., 2tü + 4l!. contra 'iV, i., 2tü + 3l!.). dama empata el 53%.
Desafortunadamente, no hay manera de ser ¿Qué significa todo esto? Antes que nada,
'imparcial ' sobre la forma en que se eligen estos este tipo de búsquedas son intrínsecamente algo
finales. Pero de inmediato, resulta interesante imprecisas, como uno puede rápidamente con­
examinar el caso 'a' cuando sus condiciones se firmar examinando partidas específicas que pa­
cumplen al menos durante un 'ply' (media ju­ san el filtro. Existen numerosas posiciones
gada) contra el caso donde sus condiciones se ciertamente inusuales y accidentales, de modo
cumplen al menos durante 10 'ply' (5 jugadas que no es claro cuán significativos son los re­
completas). Dado que existe una ligera diferen­ sultados reportados . Pero si pudiésemos brin­
cia (2%) en los resultados, dependiendo del dar alguna conclusión provisoria, esta sería que
color del bando con el peón de ventaja (por poseer un peón de ventaja en un final con torre
ejemplo, las blancas conservan una minúscula y múltiples peones, no resulta aparentemente
ventaja residual), brindaré solamente aquellos más tablas que poseyendo un peón de ventaja
resultados donde las blancas poseen la ventaja en un final aleatorio sin torres. En cuanto al
material. El bando con la torre y el peón de ven­ caso más simple, torre y un peón contra torre,
taja gana el 46% de las veces, empata el 44%, y que empata cerca de la mitad de las veces, ac­
pierde el 1 0% cuando las condiciones dadas se tualmente es menos tablas que otros finales con
mantienen sobre el tablero durante 1 'ply ' , pero pieza sola y peón de ventaja. Así, al menos
estos números pasan al 57% de victorias, 39% comparados con otros finales análogos, los fi­
de empates, y 4% de derrotas cuando la torre y el nales de torre no resultan particularmente ta­
peón de ventaja se mantienen al menos durante blas. ¿Otra perogrullada que muerde el polvo?
8 La rea leza en la actu a l i d a d

¿Qué significa ser rey? No mucho, al menos en poseía el talento para reconocer las posiciones
ajedrez. Uno gasta más de la mitad de la vida en las cuales el mejor plan disponible era dejar
escondiéndose del peligro, lejos del combate, el palacio para realizar un viaje por la comarca.
mientras hasta su dama sale a matar al enemigo, Keene, quien recopiló ejemplos de estos paseos
vanagloriándose. El casi único ejercicio que realizados por Nimzowitsch, clasificó las cau­
realiza es el de caminar arrastrando los pies, sas de la siguiente forma: (a) provocación; (b)
como una tortuga, cuando las fuerzas enemigas defensa preventiva (alejarse de un flanco ame­
se acercan demasiado. El rey de ajedrez durante nazado); (e) "un presagio de acción agresiva
el siglo XIX era más arrojado, sin duda, pero sobre el flanco que se deja libre". Emplearé es­
solamente en un sentido suicida. Después de tas categorías, que a veces se superponen, a los
cierto tiempo, Tarrasch o algún otro consejero ejemplos siguientes. Comencemos con un ejem­
de la corte convencieron a estos imprudentes plo del tipo paseante:
monarcas a dedicarse a una vida más conforta­
ble dentro del castillo, y sólo ingresar al campo
de batalla cuando la dama y los demás oficiales
estuvieran muertos con toda seguridad. En ese N
momento, el rey podría dar un paso adelante
con el noble propósito de cobrar los impuestos,
y. por supuesto, para conseguir una nueva con­
sorte de entre las filas del campesinado.
¿Es diferente el rey moderno? En general,
no; la seguridad del rey resulta todavía la mayor
preocupación en la inmensa mayoría de los me­
dio juegos. Pero las cosas son un poco menos
dogmáticas que a finales del siglo diecinueve y
principios del siglo veinte donde, como dice
Soltis, "Morphy y sus émulos siempre enroca­
ban rápidamente." Por un lado, existen pocas Alekhine - N imzowitsch
aperturas donde el rey permanece en el centro San Petersburgo 1 914
(ver por ejemplo, el reciente tratamiento de la
Defensa Caro-Kann por parte de Kárpov). Por Las cosas no se ven muy promisorias para
otro, hasta incluso desde los tiempos de Nimzo­ las negras; en efecto, las blancas parecen estar
witsch, ha habido ciertos jugadores que pare­ al borde de una dominación absoluta. En este
cían deleitarse encontrando sorprendentes roles momento, Nimzowitsch nota una interesante
para el rey, a veces evitando enrocar para coor­ característica de la posición : no es tan impor­
dinar mejor sus fuerzas, y otras hasta incluso tante la debilidad de su rey, sino más bien, que
marchando hacia adelante para apoyar a las tro­ en ese lugar el rey sea un blanco de ataque. De
pas. Kaidanov dice de tales jugadores que ellos modo que, con las siguientes jugadas, establece
poseen 'un especial sentido por el rey ' . las condiciones para un paseo del rey.
27 .l:�dS! 2S �g2 .:tccS 29 .:thl c;itf8! 30
••

La defensa " N i mzoi ndia del Rey" .:th4 �eS! 31 ¡t'b6 �e7 32 .:tf4
Las blancas no pueden capturar el peón-h
Quizás el primer jugador en poseer ese sentido debido a . . . l:th8. ¿Qué sucede ahora?
especial fuera el mismo Nimzowitsch. Una vez 32 ..... hS! 33 .:tet .:td7 34 l:.ht ¡t'gs 35
dijo "Amo llevar a pasear a mi rey". y sin duda, ¡t'gS+ c;itd6! 36 ¡t'eS+ �c6 37 a4?!
90 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Keene criticó este "presuntuoso ademán de 19 �d7! 20 l:.gt "�c8 21 lL!cl b6 22 b4 aS


•••

ataque", que eventualmente ofrece a las negras 23 c3 axb4 24 cxb4 l:.a8 25 <it>b2 �b7
un objetivo en el flanco dama. Esto amenaza 26 . . . l:lxa3 ! .
37 �b7 (D)
••• 26 lL!a2 g5!
Con el rey fuera del flanco rey, las negras
pueden atacar en aquel lado del tablero y sobre­
cargar a los defensores blancos. El resto no
B hace falta explicarlo:
27 fxg5 J.xg5 28 g4 hxg3 29 .l:.xg3 J.xe3 30
l:.xe3 'ii' h4 31 'iic3 lL!a7 32 l:tcl 'iff2+ 33 'iti>b3
lL!b5 34 'ii'c6+ �b8 35 'iixb5 'ifxe3+ 0- 1

Las aventu ras del rey después


de N i mzowitsch

En los tiempos modernos, una renovada actitud


pragmática abrió sorprendentes posibilidades
para el juego del rey. Comencemos con un
Esto completa el paseo, aunque posterior­ ejemplo bien conocido, pero todavía refrescan­
mente las negras también jugaron . . . a6 y . . . �a7 . te:
Lo extraño es que, una vez que vemos el rey en
el flanco dama, parece estar allí completamente
seguro. Pero como jugadores prácticos, esta­
mos muy poco dispuestos a iniciar tales paseos
con el rey. La partida continuó, y Alekhine ex­
pandió incorrectamente su posición y la expuso
mediante h6 y g4-g5 , tras lo cual Nimzowitsch
logró presionar el flanco dama y eventualmente
realizar la ruptura mediante . . . e5 .
Esta marcha del rey fue un ejemplo del caso
'b' , la defensa preventiva. Ahora veremos a
Nimzowitsch aplicando el caso 'e' , el 'presagio
de una acción agresiva' :

Keres - Richter
Munich 1942

La última jugada de las blancas, 1 1 h4, ame­


naza 1 2 hxg5 . La defensa natural es 1 l . . .g4, que
es debilitadora, u 1 1 . . .l:.g8, que cede la colum­
na-h. En vez de esto, Richter encuentra la im­
pactante . . .
l l ... 'iti>d7!!
Esto protege la torre-h8 y al hacerlo, amena­
za . . . lL!e4. Pero, ¿pueden las negras salir del
paso con su rey en el centro?
12 l:td 1 ? !
N ilsson - Nimzowitsch Probablemente n o sea lo mejor. Pero l a natu­
Partida de Exhibición, Eskilstuna 1 92 1 ral 1 2 .ie5 se topa con 1 2 . . . .ic5 ! 1 3 .ixf6
LA REALEZA EN LA ACTUALIDAD 91

.ixd4 1 4 .ixd8 l:laxd8 con buen juego. Quizás Tras 38 . . . 'ifxb5 sigue una bonita victoria con
era necesaria 1 2 f3 . 39 axb5 a4 40 b6 l:lad7 4 l lLla5 l:la8 42 l:lxd6 !
12 lLle4 13 'ife5 .ixc3+ 14 bxc3 lLlxg3 1 5
••• l:lxd6 43 b7 l:lb8 44 l:lc8 l:ld8 45 l:lxd8 :Xd8 46
fxg3 .ig6 lbc6. Al jugar 'ii'b 5-e2, las blancas ganan un
Cómoda y segura. Es la posición de las blan­ tiempo extra para avanzar sobre el flanco rey
cas la que está empezando a parecer graciosa. antes que las negras puedan trasladar sus fuer­
16 hxg5 'ifxg5 17 'iff4 J:ae8 18 l:ld5 'ifxf4 zas hasta allí.
19 gxf4 b6! 39 f4 'ifi>h7 40 'it'e2 'ifb7 41 g4! hxg4 42
Las negras están claramente mejor (20 f5 ? 'ifxg4 'it'e7 43 h5 'iff6 44 <it>a2 �g7 45 hxg6
c6). ¡Obsérvese qué bien situado se halla el rey 'it'xg6 46 'it'h4 .ie7
ahora ! Después de 46 . . . l:lh8 47 'iff2, la amenaza de
l:lg l es devastadora. Obsérvese cómo las blan­
El siguiente jugador que llegó a ser conocido cas no necesitan mover sus torres al flanco rey,
por sus paseos con el rey fue el enormemente ganando a fin de cuentas con la misma ventaja
imaginativo Petrosián. De hecho, hay tantos de la columna-e que poseían desde el principio.
ejemplos excelentes para elegir, que solamente 47 'iff2 �f8 48 lLld2 l:lb7 49 lLlb3 l:la7 50
presentaré unos pocos para mostrar cuán natu­ 'ifh2! .if6 51 l:lc8! l:lad7 52 lLlcS! b3+ 53
ralmente integraba el rey a su juego: rt;xb3 l:ld6 54 f5! l:lb6+ 55 <it>a2 1-0

Veamos ahora un ejemplo más refinado, aun­


que fundamentalmente similar, del caso 'e' :

Petrosián - U nzicker
Hamburgo 1 960

Las blancas tienen ventaja en el flanco dama, Petrosián - Peters


pero un examen detallado mostrará que no exis­ Lone Pine 1 9 76
te una forma clara de realizar progresos. Me
pregunto cuántos jugadores habrían encontrado Las blancas tienen una pequeñísima ventaja,
esta sencilla solución: basada en el poderoso bloqueo de su caballo en
29 �fi ! �g8 30 h4 h5 31 l:llc2 �h7 32 d3 y el mejor alfil, aunque la ventaja de espacio
�el ! de las negras y la presión sobre e2 también de­
Ahora vemos que las blancas toman la de­ ben ser tenidas en cuenta. La manera en que
lantera. El rey viajará hasta el flanco dama, tras Petrosián realiza progresos es ciertamente pro­
lo cual las blancas pueden avanzar en forma se­ digiosa:
gura sus peones del flanco rey, para abrir un 27 h4!
segundo frente. Así, tenemos un ejemplo ine­ Primero, realiza algún sondeo para provocar
quívoco del caso 'e' . debilidades en el flanco rey. ¿Por qué no debe­
32 'iti>g8 33 'iti>dl <j¡¡ b7 34 �el <itr>g8 35 <it>bl
••• rían las blancas estar expuestas allí tal como es­
�h7 36 'ife2 'ilb7 37 l:lcl rt;g7 38 'ii'b 5! 'ifa8 tán las negras?
92 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

27 h6 28 'iWbs t'i:Ja7 29 'ii'rs t'i:Jc6 30 <MI !


•••

¿Protegiendo el peón-e2? No realmente ;


las blancas quieren pasar su rey al flanco dama N
y luego, ingeniárselas para realizar una ruptu-
ra en el flanco rey mediante, por ejemplo, g4-
g5 .
30 .l:.e6 31 'ifbs t'i:Ja7 32 'ifb3 t'i:Jc6 33 hS!
•••

Gana espacio, pero aún más importante, no


permite a las negras jugar . . . h5.
33 t'i:Je7 (D)
•••

B
Diez del Corral - Petrosián
Palma de Mallorca 1 969

Las negras tienen una importante ventaja


permanente en vista de su caballo bueno contra
alfil malo y peones blancos débiles en la colum­
na-d. Pero mientras tanto, su peón-g necesita
protección, y a las blancas les gustaría atacar en
el flanco rey mediante g3, �g2, .l:.h l , y h5 . Una
vez más, Petrosián encuentra una forma de ma­
ximizar la eficiencia de sus piezas, y al mismo
34 �el ! t'i:JdS 35 'ifbs t'i:Jf6! tiempo quita su rey de la zona de peligro.
El cambio en f4 reduciría la posición a una 19 'ii'e8! 20 g3 .l:.c7 21 �g2 'ikf7 22 .l:.hl
•••

de caballo bueno contra alfil malo, con la co­ �f8!


lumna-e todavía bajo dominio de las blancas. ¡ Es casi demasiado sencillo ! El flanco dama
36 �dl ! t'i:JdS 37 .teS t'i:Je7 38 g4! es obviamente seguro, y las blancas carecen del
Presagiando la ruptura g5 , pero además brin­ poder de juego necesario para irrumpir sobre el
dando al alfil un cómodo escondite en g3. flanco rey (reminiscencias de Alekhine-Nirnzo­
38 t'i:Jc6 39 .i.g3 t'i:Ja7 40 'ifb3 t'i:Jc6 41 �el
••• witsch) .
.l:.e4! 42 f3 .l:.e3 43 �bl t'i:Je7? 23 'ikgS �e8 24 .l:.acl �d7 25 hS gxhS 26
Finalmente, tras una defensa excelente, las lbhS l:tg8 27 l:th7 �c8 28 'ii'h4 'ii'g6 29 .l:.h8
negras vacilan; no debieron permitir el cambio l:txh8 30 'ii'xh8+ 'iPb7
de esta pieza clave. El problema es que se en­ ¡ A salvo ! Las piezas de las blancas todavía
cuentran en una especial posición de zug­ poseen alguna actividad, pero molesta el hecho
zwang, excepto para realizar jugadas con la de que un cambio de damas conduzca siempre a
torre, ya que su dama y alfil no se pueden mo­ un final ganador para las negras.
ver, y el rey está atado a la protección de f7 . 31 'ii'f8 l:tc8 32 'ii'd6 'ili'e8 33 a4 l:td8 34 'ili'a3
Así, una variante posible sería 42 . . . .l:.e8 43 �bl 'ike7 35 'ji'cJ .l:.c8 36 .td2 gS!
.l:.e3 44 'ifb5 t'i:Ja7 45 'ji'f5 t'i:Jc6 46 .tf4 .l:.e6 47 Una vez más, el flanco desocupado demues­
g5 hxg5 48 .i.xg5 'ii'e 8 49 'ii'g4 ! con presión y tra ser útil para la apertura de un segundo fren­
ataque. Después de 43 . . . t'i:Je7, las negras po­ te. Este ejemplo es principalmente del caso 'b' ,
drían haber defendido mejor, pero su posición pero finalmente, ¡ se mezcla también con el
ya era extremadamente difícil y se rindieron rá­ caso 'e' !
pidamente: 37 'ii'c2 f4! 38 gxf4 gxf4 39 .i.:xf4 .l:.g8+ 40
44 .i.h4! 'ii'd6 45 .i.xe7 .:Xe7 46 .l:.c8+ �h7 .i.g3 t'i:Jxd4 41 'ii'c3 t'i:Je2 42 'ii'c6+ �b8 43 .l:.el
47 .:.CS 'ikc7 48 f4 .teS 49 'ikdS l:.eS 50 lbf7 t'i:Jf4+ 44 �n t'i:Jxd3
1 -0 Ganando. El resto es táctica fácil de ver:
LA REALEZA EN lA A CTUALIDAD 93

45 l:bl 'ikf7 46 'iVd6+ �b7 47 �e2 :es 48 Hay sólo un problema, que hallé mientras
aS l:e2+ 49 � .!Dxf2 50 l:xb6+ axb6 51 preparaba este ejemplo: 2 l . . .c!Df6+ ! lleva a una
'ikxb6+ �eS 52 W'a6+ �bS 53 'ikb6+ 'ikb7 54 victoria forzada tras 22 �xd3 c!Dxg4 ! , y 23 fxg4
'ikd6+ 'fie7 0-1 'ikxfl +, golpeando h3, o 23 'iVb6 .!Df2+. De he­
cho, 2 1 'ike3? fue un error. Las blancas proba­
Quizás sea posible ser muy brillante en este blemente habrían escapado del peligro con 2 1
campo. Cuando la marcha del rey representa un 'ii'g 6; ¡uno presiente que ésta hubiera sido la
tipo de provocación (el caso 'a' mencionado an­ elección de Kárpov cuando tuviese unos pocos
teriormente), a menudo sucede eso: años más !

Tal vez sea necesario tener pocas piezas so­


bre el tablero para que la provocación sea ver­
B daderamente exitosa. En su artículo sobre la
marcha del rey, Kaidanov (quién ha jugado al­
gunas bonitas partidas con este tema) destaca
este ejemplo:

Kárpov - A. Záitsev
Kuibyshev 1970

Desde la apertura, las blancas se encuentran


en una posición complicada donde aparente­
mente están peor. Con su siguiente jugada, Kár­
pov concibe una idea increíble: para conservar
el equilibrio material y posicional, su rey mar­ Psajis - Hebden
chará hacia el centro del tablero, a pesar de to­ Chicago 1 983
das las piezas pesadas que lo rodean. Ejecutar
esto requiere nervios de acero: La posición de las blancas tiene ciertamente
15 .!Dxf7!? .ltg3+ 16 �e2 d3+ 17 �e3! 'ikf6! una apariencia dominante; como señala Kaida­
Ciertamente también era posible 1 7 . . . �xf7, nov, ¡ las negras sólo pueden mover su alfil ! Por
donde las blancas podrían continuar su pro­ otro lado, ¿cómo hacer progresos? El peón-b
vocación mediante 1 8 �xe4 ( 1 8 fxe4? c!De5 ! pasado no es de mucha utilidad pues puede ser
amenazando . . . 'ikg5+) 1 8 . . . .!Df6+ 1 9 �e3, y si fácilmente bloqueado por el alfil de casillas ne­
19 . . . c!Dd5+, ¡ quizás 20 �e4 ! ? de nuevo ! gras. La respuesta es: un paseo con el rey, ¡ por
lS 'he4! 'ikxf7 19 l:b3 a6 20 'ikgS h6 21 'ii'e3 supuesto ! ¿Pero dónde se dirige?
Soltis concede a esta aparentemente absurda 42 �g2 .i.b6 43 � .lta7 44 �e2 .i.b6 45
jugada de bloqueo un ' ! ' , y a 20 . . . h6 un ' ? ' . �d3 .lta7 46 �e4 'ike7+ 47 �b3
Increíblemente, las blancas salen sanas y salvas ¿A ninguna parte?
después de . . . 47 'ike7 48 g4 .i.b6 49 �e4! .lta7 SO �bS ! !
•••

21 e5 2 2 �xd3 i.f4 23 'ikgl 0-0-0 24 �e2


••• ¡ Hacia algún lado !
.i.xcl 25 :Xcl 'it'xa2 26 .l:.h2 l:hf8 27 l:d2 so ...'ii'eS+
...a4+ 2S �bl 'ii'e6 29 .i.d3! Notablemente, 50 . . . l:b8+ 5 1 �a6 ! l:b6+ 52
. . . con posibilidades aproximadamente igua­ �a5 gana. ¡ La provocación con un propósito !
les (las blancas incluso ganaron la partida). Sl .i.e6 'ili'dS
94 LOS SECRETOS DE lA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

La posición después de 5 1 . . .'ii' b 8+ 52 �c4 en particular (por ejemplo, una jugada de peón
'ii'c 7 53 'ii'd7 (53 'ii'f6+ ! ? 'itt h 7 54 'ittd 5) es simi­ liberadora o un desarrollo ideal de piezas) y no
lar a la que ocurre en la partida. puede permitirse el tiempo necesario para reali­
52 �c4 'ii'e7 53 'it'd7! zar el enroque. Ciertas estructuras se prestan a
Cuando se cambien las damas, el rey estará esta idea, por ejemplo, peones de las negras en
en posición de acompañar a sus peones. Esta fue f7, e6, y en d5, como en la Francesa, o bien en
la razón fundamental para la marcha del rey. c6, como en la Escandinava, Caro-Kann y De­
53 'ii'e6+ 54 'ii'xe6 fxe6 55 :xt'8 'itt xf8 56
••• fensas Eslavas. En todas estas cuatro aperturas,
�b5 �e7 57 �a6 .txf2 58 c4 �d8 59 �b7 jugadas tales como . . . 'ittf8, . . . 'itt e 7, y . . . 'itt d7 es­
.tel 60 b5 .tf2 61 b6 tán formando parte de la teoría consolidada.
. . . y el final se ganó con facilidad. Por supuesto, uno puede encontrar aperturas
principales en las cuales las blancas pierden el
Es así cómo el rey tiene, después de todo, un derecho a enrocar por razones estratégicas.
poco de diversión. Por supuesto, las exóticas
marchas del rey del tipo mostrado aquí siempre Para resumir: los jugadores modernos pres­
serán excepcionales. Aquellos interesados en el tan atención a la seguridad de su rey tan asidua­
juego con el rey pueden fijarse en el creciente mente como lo hacían sus antecesores, pero
número de variantes de apertura en las cuales hoy en día parece haber un poco más de espacio
permanece en el centro. Típicamente, esto se para el juego creativo del rey, una tendencia que
origina porque uno desea conseguir un objetivo anticipo, continuará.
9 Temas d iversos

Concluiremos la parte 1 examinando unos po­ rígida de estas construcciones. Pero Kosíkov
cos asuntos que fueron abordados por Nimzo­ cita este instructivo ejemplo:
witsch, pero que no tienen cabida en ningún otro
sitio. Es innecesario decir que existen áreas de
la teoría tradicional a las cuales no nos hemos
referido; y hay otras que serán examinadas en la
siguiente parte de este libro, pero solamente
para contraponerlas con un punto de vista mo­
derno considerablemente distinto. Los prime­
ros dos temas que siguen se caracterizan por su
suave transición del juego clásico al moderno, y
el último prácticamente ha desaparecido de la
teoría ajedrecística.

M a n iobras y debi l idades


Nimzowitsch dedica el último capítulo de Mi
sistema a 'las maniobras contra una debilidad Shírov Kinsman
-

enemiga' , un proceso que él distingue más París 1 992


como una cuestión de técnica y paciencia que
como un procedimiento teórico. Pero la parte Shírov comenta: "Una debilidad, el peón-b7,
de su debate que me interesa concierne a la ha sido fijada firmemente . . . Pero cuando niño
idea del "juego combinado sobre ambos flan­ aprendí que para obtener la victoria necesitaría
cos, con debilidades que, aunque de momento al menos una debilidad más. Y en su momento,
no existen, pueden sin embargo estar ocultas". ésta será el peón-g7 ."
Brinda un ejemplo demasiado complicado de 30 h4 gxh4 31 gxh4 i.f7 32 eS!
esto, en el cual, por medio del zugzwang, su ri­ Shírov : "La clave de mi idea. Cuando las
val fue obligado a crear una segunda debili­ blancas comiencen a atacar g7, el peón-b7 no
dad, que pudo ser aprovechada. En sus propias requerirá ser defendido - lo cual significa que
palabras, "el juego sobre dos flancos se basa el peón-e6 debería ser otra debilidad."
habitualmente en la siguiente idea. Compro­ 32 f5? (D)
•••

metemos el flanco en el cual existe la debili­ Kosíkov : "Esto facilita significativamente la


dad visible para quitarle al otro flanco enemigo tarea de las blancas. 32 . . . fxe5 33 dxe5 'iii>f8 ha­
sus defensas de reserva. Cuando se hayan crea­ bría sido más fuerte, pero aquí también después
do nuevas debilidades, entonces llegó el mo­ de 34 l:.g2 la posición de las negras continúa
mento de realizar la maniobra sistemática siendo difícil, por ejemplo, 34 . . . l:.e7 35 l:.d l !
contra ellas ." i.g8 36 l:.gd2 'iii> e 8 37 'iii> f4 y luego 'iii> g 5 y f3-
En nuestra época, la escuela de Dvoretski ha f4-f5 con fácil victoria."
remarcado fuertemente esta idea de la necesi­ 33 l:.g2 g6 34 l:.bg1 l:.c8 35 l:lxg6! f4+ 36
dad de jugar contra dos debilidades para que Wd3 l:lcd8 37 l:.f6 l:.xd4+ 38 'iti>c3 l:.d1 39 l:.g7
sea posible la victoria. He oído bromas de gran­ :tcl+ 40 'ifi>b3 l:r.b1+ 41 'ii¡¡c2 1-0
des maestros, alumnos de Dvoretski sobre la Al fin y al cabo, esto se transformó en un caso
'regla de las cuatro debilidades' y la regla de de 'tres debilidades' (b7, g7 y e6). Pero cierta
'ninguna debilidad' y así sucesivamente, ridi­ forma de la regla de las 'dos debilidades' se en­
culizando un poco la naturaleza ligeramente cuentra casi establecida en el panorama teórico
96 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

debilidad de color. Un ejemplo sencillo de esto


está en la Siciliana Cerrada después de 1 e4 eS 2
B ll'lc3 d6 3 g3 g6 4 �g2 i.g7 S d3 lt'lc6 6 i.e3
:b8 1 'ikd2 bS 8 lt'lf3 h4 9 ll'ld 1 i.g4 ! ? 10 h3
i.xf3 1 1 �xf3 (D) :

actual, y el concepto original de Nimzowitsch


sigue siendo útil. Pachman generaliza la idea
del juego combinado sobre los flancos (el que
denomina 'viraje' , presumiblemente del ale­
mán 'lavieren' , también utilizado por Nimzo­
witsch) incluyendo "toda maniobra posicional
donde la posición enemiga es sometida alterna­ El cambio en f3 ha realzado el control del se­
tivamente a amenazas tácticas de diversos ti­ gundo jugador sobre las casillas negras de la
pos". Sin duda, cada maestro nos ha brindado diagonal a1 -h8. Smyslov-Fischer, Rovinj/Za­
ejemplos de la creación de amenazas en un greb 1 970 continuó 1 l . . .lt'lf6 1 2 i.g2 0-0 1 3
flanco para destruir la coordinación de las 0-0 l:.e8 (dado que la idea e s el control de casi­
fuerzas rivales, y luego pasar inesperadamente llas negras, Fischer conserva su alfil-g7) 1 4
al otro flanco para una ruptura decisiva. Desde i.h6 i.h8 1 S lt'le3 lt'ld7 (despejando l a diago­
un punto de vista teórico, el número exacto de nal) 1 6 ltab1 , y ahora las negras jugaron la muy
debilidades (o blancos de ataque, o temas tácti­ directa 16 . . . :b6 ! ? 1 7 ll'lc4 :a6 1 8 a3 lt'lb6 con
cos aprovechables) no es realmente tan impor­ fuerte presión sobre el flanco dama.
tante. Una idea similar se produce en la Apertura
Inglesa después de 1 c4 eS 2 ll'lc3 lt'lc6 3 g3 g6 4
i.g2 �g7 S lt'lf3 eS 6 d3 ll'lge7 7 a3 0-0 8 l:.b1
Lo a ntiguo y n uevo sobre el a5 9 i.gS ! ? (D).
ca m bio de piezas

Nimzowitsch detalla una cantidad de razones


para cambiar piezas, (para desalentar lo que de­
nomina 'cambio indiscriminado' ) y hasta afir­
ma que "si un cambio no se produce bajo una u
otra de estas razones, es malo". En resumen, su
lista incluye todas las razones clásicas para el
cambio, por ejemplo, para tomar una columna
abierta, para destruir un defensor, para no per­
der tiempo, y para simplificar si uno tiene supe­
rioridad material.
Ninguna de estas razones ha permanecido
menos válida, pero quisiera agregar algunas
ideas modernas sobre este tema. Una de estas
ideas que me parece particularmente importan­ La intención es cambiar el alfil después de
te es el cambio para fijar el control de una 9 . . . h6 (o 9 . . . f6, donde se juega 1 0 i.d2 o bien
TEMAS DIVERSOS 97

l O .i.e3 ! ?) lO .i.xe7 t'Dxe7 1 1 t'Dd2, con firme 14 t'Db4 15 t'De1 ! ! t'Dxd3 16 t'Dxd3! :xc2
•••

presión sobre las casillas centrales de color 17 l:tael ! ! (D)


blanco. Concesiones similares de alfiles por ca­
ballos para ganar el control central se han vuel­
to muy comunes últimamente. A veces, por
supuesto, un bando simplemente gana tiempo y N
espacio, sin el dominio de color mostrado en
los dos ejemplos anteriores. No es que los juga­
dores modernos cambien piezas por razones ra­
dicalmente distintas a las de sus antecesores,
pero ejemplos como estos demuestran la forma
en que se ha expandido la gama de cambios
provechosos.

La superprotección : u nas pocas


observaciones
"Sin hacer mucho ruido, las blancas conti­
Nimzowitsch fue satirizado despiadadamente núan con la superprotección."
por Hans Kmoch en un famoso artículo sobre 17 a5 18 �d1 ! :c6 ! !
•••

una partida 'Nimzowitsch-Sistemsson' (la cual "Al menos las negras s e percatan d e l a idea
fue urdida por Kmoch). Comentada supuesta­ correcta y superprotegen su peón-e6. Pero ya es
mente por las blancas, las notas a la partida demasiado tarde."
parodian el estilo de comentarios de Nimzo­ 19 :e2 rJí;e7
witsch, con numerosas referencias a su propia "Introducida por mí en la práctica de tor­
profundidad y sofisticación, la vulgaridad de neos. Véase el comentario a la 1 43 jugada de las
los demás ajedrecistas, y cosas por el estilo. Es blancas. El rey superprotege e6."
interesante destacar que, para satirizar, Kmoch 20 :he1 :eS 21 t'Df3
elige uno de los conceptos más apreciados de "Completando la superprotección de e5 y
Nimzowitsch, aquel sobre la superprotección. decidiendo de ese modo el destino de la partida.
Veamos aquí la partida, solamente con los co­ Las negras no tienen defensa. Préstese atención
mentarios referidos a la superprotección ; pido al efecto estético creado por la posición de las
disculpas por haber arruinado el divertidísimo blancas."
efecto del artículo completo de Kmoch, aunque 21. .tf8
••

al menos su sentido debiera quedar bien claro: "Ahora las negras amenazan completar la
1 e4 e6 2 h4! ! superprotección de e6 jugando . . . t'Dg7 . Pero las
" . . . Espera un poco y el milagro de la super­ blancas han preparado una combinación bri­
protección se presentará ante ti en toda su terre­ . liante."
nal belleza . . ." 22 g4! ! hxg4 23 'iikh7! !
2 d5 3 eS! eS 4 d4 cxd4 5 hS! 'ilfb6 6 h6!
••• "Recién ahora s e toma claro qué profunda
t'Dxh6 7 'ir'hS ! ! g6- 8 'iikh 2! ! comprensión de la posición demostraron las
" . . . Las blancas completaron brillantemente blancas al realizar su octava jugada ('iik h 2 ! ! )"
su desarrollo, continuando con la superprotec­ 23 gxf3 24 .i.gS#
.••

ción del peón e5 . Las negras están indefensas " . . . ¡ Esta partida se ha hecho famosa en Di­
contra esto . . .
" namarca y se la conoce como 'la partida inmor­
8 t'Df5 9 .i.d3 t'Dc6 10 t'Df3 hS 1 1 b3 .tg7
••• tal de la superprotección' ! "
12 .i.f4! ! .i.d7 13 t'i:Jbd2 l:l.c8 14 �e2! ! Instamos a l lector a leer e l artículo completo,
"Una jugada extraordinariamente profunda. que fue publicado en numerosos libros (por
Se adelanta al plan de las negras, y prepara ade­ ejemplo, Aron Nimzowitsch: A Reappraisal
más una continuación particularmente podero­ (Revaluación), de Raymond Keene -ver la bi­
sa de la estrategia de superprotección." bliografía-) . Lo que encuentro interesante
98 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

mencionar es que Kmoch satiriza muchas de que pensar solamente en proteger ( ¡ más aún
las extravagancias del estilo literario de Nimzo­ superproteger! ) la casilla-d4. Los propios aná­
witsch, pero sólo una de sus teorías ajedrecís­ lisis de Nimzowitsch se concentraban en los
ticas: la superprotección. Más aún, como el có­ ataques y contraataques sobre esta casilla; pero
mico urdiendo una broma, parece creer que como vimos en los comentarios a la partida
cada mención de la ' superprotección' será bue­ Nimzowitsch-Salwe en el capítulo 4, las negras
na para otra carcajada (¿y acaso no lo es?). En tienen más que suficiente actividad si ignoran
1 927, esto demostraba cierta perspicacia. Como d4 y abren líneas sobre el flanco rey.
resultado, la superprotección fue el único ele­ b) 4 'ii'g4 cxd4 5 lüf3 lüc6 6 .i.d3 . Aquí la
mento de la edificación teórica de Nimzowitsch idea de las blancas es un tanto parecida a aque­
que fue realmente ignorado o rechazado por sus lla de la parodia de Kmoch: 'ii'g 3, l:le 1 , y tal vez
sucesores. ¿Cuál era este concepto? Básicamen­ .i.f4, para superproteger e5 . Si las negras jue­
te, que existen puntos clave en una posición que, gan . . . lüge7-g6, las blancas pueden responder
independientemente de cuán fuertemente sean h4-h5 . Hay varios problemas con esta varian­
atacados por el rival, merecen la protección de te, pero uno muy sencillo es 6 . . . 'ii'c 7 7 'ii'g 3 (7
muchas de las piezas propias, incluso si esto 0-0 puede ser respondido mediante 7 . . . lüxe5 8
implica colocar las torres en columnas cerradas lüxe5 'ii'xe5 9 i.f4 lüf6 ! o bien por 7 . . . f6; y 7
o los alfiles en diagonales que no están abiertas. i.f4 permite . . . lüge7-g6 con ganancia de tiem-
En las propias palabras de Nimzowitsch, "Los po o hasta 7 . . . lüb4, igualando) 7 . . . f6 ! (por algu-
puntos débiles, y hasta los puntos fuertes, en na razón, a los rivales de Nimzowitsch no se les
resumen, todo lo que podamos incluir en la ocurrió realizar esta apertura directa de líneas)
concepción global de puntos estratégicamente 8 exf6 (8 i.f4 g5 ! ; 8 .i.xh7 lüxe5 9 .i.g6+ �d8,
importantes, deben ser superprotegidos. Si las y el centro de las negras más que compensa su
piezas están de ese modo ocupadas, tendrán su imposibilidad de enrocar) 8 . . . 'ii'x g3 9 f7+ �xf7
recompensa en el hecho que se encontrarán 1 O hxg3 e5 y ya, las negras están algo mejor ( 1 1
bien dispuestas en todo sentido." .i.xh7 lüge7 ! ) .
Sus propios ejemplos de este nuevo princi­ e) 4 lüf3 lüc6 5 dxc5 .i.xc5 6 .i.d3 (D).
pio a menudo se producen en la Variante del
Avance de la Defensa Francesa (como lo esta­
ban sus ejemplos de cadenas de peones). Nim­
zowitsch jugó tres variantes de esta defensa N
después de 1 e4 e6 2 d4 d5 3 e5 c5 (D); resulta
revelador observar cómo los evalúa la teoría
moderna.

Aquí, aunque 6 . . . lüge7 7 i.f4 'ii'b 6 8 0-0


lüg6 ! 9 .i.g3 'ii'x b2 resulta bastante bueno para
las negras, los rivales de Nimzowitsch nueva­
mente rechazaban 6 . . . f6, donde 7 'ii'e 2 fxe5 8
lüxe5 lüxe5 9 'ii'xe5 'ii'f6 es sabido que iguala,
y la consistente superprotección mediante 7
i.f4?! tiene en realidad un efecto contraprodu­
a) 4 c3 lüc6 5 lüf3 'iib 6 6 .i.d3 . Ahora des­ cente después de 7 . . . fxe5 8 .i.xe5 (8 lüxe5?
pués de 6 . . . cxd4 7 cxd4 .i.d7, las blancas tienen 'ii'f6) 8 . . . lüf6 9 0-0 0-0 (amenazando ... lüg4; en
TEMAS DNERSOS 99

muchas de estas variantes obsesionadas con e5 ; la mayoría de las posiciones, existen otros fac­
sucede que las columnas abiertas y las piezas tores dinámicos que son de mayor importancia
negras activas resultan la perdición de las blan­ (como en los ejemplos anteriores de la Defensa
cas) 10 h3 lt:le4 ! 1 1 �e2 l:.xf3 ! 1 2 gxf3 'ifg5+ Francesa), y la limitada actividad de las piezas
13 'it>h 1 lt:lxf2+, etc . defensoras tiende a ser un serio inconveniente
No voy a entrar en una extensa crítica de la en el juego práctico. Cualquiera que sea la ra­
superprotección, porque esto no tiene mucho zón, es difícil encontrar teóricos o jugadores
que ver con nuestro tema, que son los avances actuales que empleen el concepto de la super­
en el ajedrez moderno. Pero me parece que el protección.
concepto es deficiente por dos motivos:
a) Con respecto al significado más débil de Hemos llegado al final de la parte l . Los
la palabra, proteger los puntos críticos es sim­ avances teóricos y las revaloraciones que he­
plemente una cuestión de sentido común, y di­ mos descrito en estos primeros ocho capítulos
fícilmente un principio separado. En cuanto a su son modestos, y fáciles de asimilar. Al mismo
mejor acepción, la superprotección es, o bien tiempo, hemos exhibido al lector las bases del
una forma de prevenir jugadas liberadoras, o de modelo clásico. A continuación, viajaremos al
transferir piezas mediante un punto fuerte. Uti­ mundo del ajedrez contemporáneo, donde se ha
lizado en este sentido, el término es superfluo. rechazado mucho de aquel modelo. Es un viaje
b) Cuando consideramos la ' superprotec­ audaz, y ocasionalmente desorientador; como
ción' en su sentido más enérgico, la idea de vol­ veremos, ¡ alguien ha estado jugando con las se­
ver pasivas a nuestras propias piezas sólo para ñales de tránsito ! Pero aun si nos perdemos de
concentrarse redundantemente sobre un mismo tanto en tanto, considero que disfrutarán el re­
punto, posee escasas aplicaciones prácticas. En corrido.
Pa rte 2 : Las n uevas ideas y l a
revo l ución moderna

1 Perspectiva

En la parte 1 , pasamos revista a los principios resultar difícil ganar una partida aun contra un
clásicos y discutimos sus alcances y revisiones j ugador más débil. Como remedio, él [Capa­
en los tiempos modernos. Ahora es el momento blanca] propuso una reforma del ajedrez. Sugi­
de caer en la tentación de examinar qué es lo rió un cambio en la posición inicial, y como
verdaderamente nuevo en el ajedrez de nuestra ejemplo el intercambio de posiciones de torres
era. Estas características distintivas serán pues­ y alfiles. Creo que quizás los temores de Capa­
tas en evidencia mediante un corto viaje al pa­ blanca eran exagerados . .. Pero en principio,
sado . . . [él] estaba en lo cierto." Réti está de acuerdo
con la sugerencia de Lasker de que uno debiera
ganar la partida eliminando el material del rival
El retorno de la m uerte Gunto con un cambio en la regla del ahogado).
del ajed rez De acuerdo al relato de Imre Konig, el mis­
mo Lasker, tras su match con Capablanca, "pre­
El lector recordará que nuestro punto de partida dijo que el detallado análisis de las aperturas
(algo arbitrario) hacia la ' modernidad ' es el año que realizaba Capablanca llevaría a la muerte
1 935. Los principales representantes de la 'es­ del ajedrez debido a los empates. Capablanca
cuela hipermoderna' ya habían cumplido su ciclo. expresó opiniones parecidas luego de su derro­
Y de acuerdo a algunos escritores ajedrecísti­ ta con Alekhine ." Quienquiera fuese el primero
cos, estaban considerados como derrotados por que trajo a colación la idea de la muerte del aje­
la escuela clásica. Esto se basó en torneos tales drez, encuentro revelador que estos tres gran­
como Nueva York 1 924 y Nueva York 1 927 y des jugadores presintieran que el ajedrez estaba
más importante, por la persistencia de los juga­ esencialmente terminado, que algo estaba mal
dores clásicos como Lasker y Capablanca en el con el juego, y (lo más asombroso) que la 'deta­
campeonato mundial, seguidos por Alekhine, llada' teoría de las aperturas fuera responsable
quien de todas maneras no era hipermoderno. por el aumento de los empates. ¡ Qué poco sa­
Era también la época de hablar sobre ' la bían !
muerte del ajedrez' . Existen varios relatos, pero Quizás la primera observación a realizar sea
los detalles no son esenciales con respecto al que la teoría de 'la muerte por los empates' es­
concepto en sí mismo. La versión de Réti en taba basada en primer lugar en una evidencia
Modem Ideas in Chess (Las ideas modernas bastante exigua, por ejemplo, dos encuentros
en ajedrez) es que, debido al gran número de en los cuales estaba involucrado Capablanca.
empates al inicio del match de 1 92 1 entre Ca­ Uno podría argumentar que Capablanca jugaba
pablanca y Lasker, Capablanca expresó la si­ en general de manera muy conservadora, y es­
guiente opinión (ahora citamos a Réti ) : "La pecialmente en situaciones de match contra los
técnica ajedrecística y el conocimiento de las jugadores de c lase mundial. Además, los tres
aperturas ha progresado a tal extremo que podría participantes en aquellos encuentros empleaban
PERSPECTNA 101

un repertorio de aperturas extremadamente li­ habían equivocado. Separadamente, hacia el


mitado, que llevaba a la repetición de las mis­ final de la parte 2, discutiré los cambios y la ex­
mas variantes, con pocas posibilidades de que pansión de las aperturas modernas. Y en gene­
uno de los bandos consiguiera una gran ventaja. ral, puedo decir que la parte 2 brindará una
Más aún, uno debiera comentar que el encuen­ respuesta a los argumentos de Lasker y Capa­
tro con Lasker continuó solamente 14 partidas blanca. Un gran número de factores han conflui­
antes del abandono de Lasker. do para la continua contundencia de los resul­
Aparte de estas consideraciones, ¿tenía real­ tados del ajedrez moderno, a pesar del mayor
mente el ajedrez una mayor tendencia al empa­ conocimiento, experiencia, y facilidad técnica
te? Examinando las bases de datos, uno puede del ajedrecista actual. Los capítulos que siguen
notar un aparente incremento en la cantidad de intentarán servir de guía para algunos de aque­
empates en el período entre 1 800- 1 900 (para el llos factores. Sin embargo, la reducción gradual
cual tenemos a las blancas ganando el 46%, las del dogmatismo, que acompaña el juego mo­
negras el 36%, con un 1 8% de tablas) con res­ derno, posiblemente sea el factor supremo.
pecto al período 1 90 1 - 1 935 (44%-32%-24%), Por otro lado, ¿quién puede no tener el ma­
pero aun este incremento del 6% podría ser par­ yor de los respetos por el genio de Lasker, Ca­
cialmente explicado por cierta parcialidad en la pablanca, Tarrasch o Rubinstein? Ellos fueron
selección de partidas de la base de datos; por jugadores magníficos que provocaron un enor­
ejemplo, en una relativamente pequeña selec­ me avance del ajedrez, y continúan cautivando
ción de partidas antiguas, hay una tendencia a a las generaciones modernas. En particular, el
incluir muchas victorias individuales (todas las drama de sus enfrentamientos (siendo tan poco
partidas amistosas de Morphy), en contraposi­ frecuentes, y en una época con tan pocos juga­
ción a los torneos completos que dominan las dores profesionales) tiene un sentido románti­
bases de datos con partidas modernas. También co, que muchos parecen no encontrar ya en el
es interesante comparar el período 1 890- 1 9 1 O juego moderno. A pesar de todo, estos jugadores
(44%-33 %-24%, en números redondos), vir­ (y sus contemporáneos) eran inevitablemente
tualmente indistinguibles de los resultados del poco imaginativos y limitados en diversos as­
período 1 90 1 - 1 935. Continuando con esta veta, pectos. Esencialmente, el rango de posiciones
¿se apoderó del ajedrez la tendencia a las tablas que ellos consideraban jugables (o hasta inclu­
en el período moderno? Sin duda observamos so merecedoras de investigación) era muy es­
un incremento definida en el período 1 935-65 trecho, y, en consideración a los 'principios
con un 4 1 %-28%-3 1 %; aunque esto difícil­ generales ' , descartaban continuamente ideas y
mente constituya un golpe mortal a la combati­ jugadas que ahora consideramos naturales y
vidad. Luego, para épocas más modernas normales.
(posteriores a 1 965 ), es interesante observar Discutiremos el avance de estos profundos
una minúscula baja en la tasa de empates (una conceptos en los capítulos subsiguientes. Por
ligero aumento de la suerte de las negras) con ahora, aunque los capítulos posteriores entra­
40%-30%-30%, una cifra que aparece notable­ rán en mayores detalles, demos un vistazo a las
mente estable. actitudes de los antiguos maestros respecto del
Así, la amenaza de los empates resultó enor­ reino de la teoría de aperturas. Para comenzar,
memente exagerada, y el ajedrez sigue a paso tenemos el tema de qué aperturas se considera­
acelerado. ¿Por qué? Es interesante examinar ban jugables. En el l 800, cualquier cosa que no
primero lo dicho por Alekhine, nuevamente ci­ fuera 1 e4 era un poco excéntrica; l e4 e5 era
tado por Konig: "Alekhine, en cambio, tenía jugado en cerca del 64% de las partidas, y l e4
una opinión contraria, manifestando que la im­ con otra respuesta (casi siempre una Francesa o
perfección de la técnica era la causa del mayor Siciliana) se jugaba cerca del 23% de las veces.
número de empates. Respecto al sobre-análisis l d4 d5 ocurría en cerca del l 0% de las partidas
de las aperturas, consideraba que sabíamos muy (principalmente debido al influjo de finales de
poco acerca de ellas." ¡ Sí! En esta última consi­ siglo, lo que provocaba desprecio de algunos de
deración, Alekhine estaba sencillamente en lo los clasicistas), y las demás respuestas a l d4
cierto, y muchos de sus contemporáneos se estaban debajo del nivel mínimo (menos del
102 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

1 % en conjunto). Las alternativas a 1 e4 y 1 d4 1 e4 eS 2 lLlf3 tLlé6 3 .i.bS a6 4 .i.a4 lLlf6 S


(a pesar de 1 c4 de Staunton) eran tan raras que 0-0 .i.e7
ni siquiera suscitaban controversia. "La variante actualmente preferida por la
Durante el período 1 90 1 - 1 935, 1 d4 se vol­ mayoría de los maestros . . ."
vió tradicional, con 1 d4 d5 en el 28% de las 6 l:te1 bS 7 .li.b3 d6 8 c3 (D)
partidas, y otras respuestas a 1 d4 sucedían un
respetable 1 6% de las veces. 1 e4 e5 se conti­
nuaba jugando en el 3 1 % de las partidas, con
otras respuestas a 1 e4 (todavía la Francesa y la N
Siciliana, con dos tercios del total, y el avance
lento de otras aperturas) en el 20% de las parti­
das. Esto deja un sorprendente 5% (estos núme­
ros están redondeados) para las demás jugadas
iniciales, de modo que los hipermodernos co­
menzaban a dejar su impronta.
Las cifras actuales marcan una drástica baja
al 14% para 1 e4 e5 (y más baja aún para los
j ugadores de clase mundial -véase el siguien­
te párrafo), 35% para otras respuestas a 1 e4
( ¡ algo más de la mitad de ellas son Sicilianas !),
15% para 1 d4 d5 (repito mi comentario para 1 8 tLlas 9 .li.c2 eS 10 d4 'fkc7
..•

e4 e5) , y 23% para las demás respuestas a 1 d4. "Podemos decir que la apertura ha termina­
El 1 2% de las demás aperturas refleja la popu­ do. En esta variante, todos, desde los críticos
laridad de la Apertura Inglesa más que cual­ hasta los grandes maestros, parecen estar de
quier otra, dado que 1 lLlf3 tiende a transponer acuerdo en que las jugadas del texto son las me­
a la Inglesa o a las aperturas de Peón Dama. jores. Bogoljubow, hace algún tiempo, intentó
Volviendo al máximo nivel (mediante la in­ desacreditar la variante, enrocando con las pie­
vestigación de una base de datos con los Infor­ zas negras en la octava jugada en vez de realizar
madores), observamos que 1 e4 e5 es todavía la jugada del texto . . . tLla5 . La innovadón no
menos común, con un 9,5%, y 1 d4 d5 se juega disfrutó de gran éxito y los maestros han vuelto
el 1 3,8% de las veces. Existen varios detalles a la variante antigua.
interesantes cuando nos acercamos más. Las "Es curioso cómo estas cosas suceden a me­
antiguas variantes de la Ortodoxa en el Gambi­ nudo. Los jóvenes maestros quieren mejorar a los
to Dama Rehusado (incluyendo las líneas con antiguos maestros, y prueban todo tipo de inno­
. . . tLlbd7 tal como la Variante Capablanca, y vaciones. A veces el elemento sorpresa produce
agregando la Variante Lasker sólo para una buenos resultados; pero en ciertas variantes clá­
buena medición) se juegan en menos del 2% de sicas, como el presente caso, las novedades son
las partidas con 1 d4 d5, o cerca del 0,25 % del frustradas por la inclaudicable defensa de la
total de partidas. ¡Y con todo ésta era la varian­ vieja guardia."
te que llevaba a la ' muerte del ajedrez' ! La rea­
lidad es que hasta las variantes con 1 d4 d5 , Ahora no estoy criticando a Capablanca, ya
interpretadas e n otros tiempos d e manera limi­ que hay más ejemplos notorios del dogmatismo
tada, han ampliado considerablemente su al­ en las aperturas (ver a continuación) ; pero in­
cance, especialmente por la popularidad de la cluso aquí, en una posición muy conservadora
Defensa Eslava y el Gambito Dama Aceptado, que le era extremadamente familiar (y de nin­
mientras que podemos decir cosas similares gún modo propensa a golpes tácticos, como lo
sobre 1 e4 e5 . En su libro Lecciones elementa­ son muchas aperturas modernas), se equivoca
les de ajedrez, por ejemplo, Capablanca, pre­ al hacer una apreciación de las posibilidades
senta la siguiente presuntuosa opinión sobre la del j uego. Y este es el punto crucial de la cues­
Ruy Lopez, una apertura en la que se especiali­ tión: los antiguos maestros tenían la opinión de
zaba: que el ajedrez estaba estrictamente limitado y
PERSPECTNA 103

regulado por un conjunto de principios, y esta­ moderno. La experimentación ha tenido más


ban ciegos a la flexibilidad puesta de manifiesto que ver con esto, que el mero 'elemento sorpre-
por el juego moderno. Poseían una extraordina­ sa' .
ria rapidez para condenar todo lo que les 'pare­ Por supuesto, podría también citar el enorme
ciera' inusual, o hasta incluso algo que, no incremento en el uso de aperturas tales como
obstante lógico (por ejemplo, ¡ la idea de Bogol­ las defensas Pire, Moderna, Alekhine, Caro­
jubow 8 . . . 0-0 ! ) , no hubiera sido refutado o Kann, India de Rey, Nimzoindia, Benoni, y mu­
hubiera perdido una partida reconocida. La vic­ chas otras. Pero no es sólo la cuestión de que
toria de Nirnzowitsch con las blancas contra la aperturas elegían los antiguos maestros; tam­
Benoni Moderna de Marshall, por ejemplo, bién se trata de hasta dónde ellas eran interpre­
prácticamente eliminó esta apertura durante al­ tadas estrechamente. Sólo tenemos que mirar
gunas décadas, a pesar que el uso posterior de la las actuales Sicilianas o India de Rey (o Grün­
variante demostrara resultar inofensivo para las feld o Caro-Kann - y por otra parte, casi cual­
negras. quier apertura moderna) para ver cómo las
En el caso anterior, por supuesto, 8 . . . 0-0 se estrategias se han diversificado en caminos y
transformó en la variante principal (en realidad, subvariantes completamente únicos, tan distin­
probablemente ya fuera la jugada más impor­ tos en personalidad como para ser casi conside­
tante al final de la carrera de Capablanca). Uno rados aperturas separadas.
podría argumentar que se trata de un asunto téc­ La cuestión principal, que también seguiré
nico y no estratégico (aunque al evitar h3 en el en el capítulo siguiente en referencia a las áreas
orden de jugadas de Capablanca, las blancas más allá de la apertura, es que incluso los más
ganan tiempo para consolidar su centro, un asun­ grandiosos maestros antiguos estaban limita­
to de suma importancia que eliminó 8 . . . tLla5 de dos por un poderoso dogmatismo, basado en
la práctica normal). Pero más allá del orden de principios generales que ellos suponían verda­
jugadas, el hecho es que . . . tLla5 y . . . c5 no son la deros. Una buena referencia, que pone de mani­
única estrategia de las negras (a pesar de que fiesto estas actitudes, es el libro de Raymond
"todos" estuvieran de acuerdo), como ha que­ Keene The Evolution of Chess Opening Theory
dado demostrado por la amplia variedad de pla­ (La evolución de la teoría de aperturas). Cerraré
nes alternativos posteriormente adoptados en este capítulo con unos pocos ejemplos de su li­
esta variante. A modo de ejemplo, una base de bro, y mencionaré algunos casos similares que
datos con los Informadores (desde el 37 al 69) encontré en alguna otra parte.
revela que sobre aproximadamente 800 parti­ La estrecha distribución de las variantes de
das con la posición 8 c3 0-0( ! ) 9 h3, hay sin apertura antes de 1 935 (bosquejada anterior­
duda 1 89 partidas con la tradicional 9 . . . tLla5 1 0 mente) tiene su origen en la tradicional menta­
i.c2 c 5 1 1 d4. N o obstante, también hay 1 23 lidad cerrada hacia las nuevas ideas. Tarrasch,
partidas con la variante Breyer 9 . . . tLlb8, 228 cuyas palabras tuvieron enorme influencia, ha
partidas con . . . i.b7 y . . . l:te8 en la 9a y lOa juga­ sido objeto recientemente de algún revisionis­
das, 60 partidas con 9 . . . h6, 73 partidas con mo negativo respecto del dogmatismo que le
9 . . . tLld7, 39 partidas con 9 . . . i.e6, y hasta inclu­ atribuyó Nirnzowitsch. Pero, a pesar de sus bri­
so algunos experimentos interesantes como las llantes escritos e indudables contribuciones al
1 1 partidas con 9 . . . a5 ! ?. juego, hasta una mirada casual a través del libro
¿Y cuántas partidas hay con la variante de Tarrasch, Trescientas partidas de ajedrez
8 . . . tLla5 indicada como mejor por Capablanca? reivindica a Nirnzowitsch. Tarrasch aseveró, por
Exactamente 1 , a cargo del gran reanimador de ejemplo, que " l . . .e5 es, teórica y prácticamen­
variantes históricas, Bent Larsen. TWIC (una te, la única respuesta completamente satisfac­
base de datos con partidas recientes) también toria a 1 e4". Dijo sobre la Defensa Siciliana :
contenía sólo 1 partida (sobre cerca de 700 en "Contra el mejor juego, está destinada al fraca­
esta variante), ganada por las blancas en estilo so", y afirmó que la Caro-Kann "posiblemente
clásico, evitando h3. El punto principal es que no sea suficiente para conseguir la igualdad".
la flexibilidad estratégica, y estar abierto a las Entre muchas otras aperturas que desaprobó
nuevas ideas, es una característica del ajedrez como inferiores, denominó al Gambito Dama
104 LOS SECRETOS DE lA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Aceptado como "un error estratégico", y a la experimental . Nos referiremos a sus tercas y
Defensa Eslava como "inadecuada" (y "total­ algo bizarras opiniones sobre la Defensa Sici­
mente mala" si las negras juegan . . . e6 y tam­ liana en un capítulo posterior. Aborrecía hasta
bién . . . c6, ¡ hoy favorita de muchos de los las estructuras Erizo más claramente favorables
mejores jugadores del mundo ! ) . Y en la Defen­ a las negras, y en general, parecía disgustarle el
sa Francesa, por supuesto, daba a 3 eS un "?" y fianchetto. Por ejemplo, consideraba inferior a
decía de 3 lLlc3 .i.b4 "?!", "es bien sabido que la Defensa India del Rey debido al Ataque de
esto no es bueno". Estas dos últimas opiniones, los Cuatro Peones( !), y de acuerdo a Keene, ad­
nunca más consideradas seriamente, fueron de­ vertía que l . . .g6 era 'una broma' (no estoy se­
safiadas primero por Nimzowitsch en sus pro­ guro de donde proviene esto; pero encontré que
pios escritos y en su práctica. en su libro Mis mejores panidas, dice de todas
Pero Keene tiene razón en que incluso las maneras que l . . .g6 es 'correctamente conside­
voces relativamente 'progresistas' de tiempos rada inferior' y en el libro sobre el torneo de
de Nimzowitsch tendían hacia el dogmatismo. Nueva York 1 924 la llama 'no válida'). Alekhi­
Nimzowitsch llamó a la Benoni Moderna 'una ne también sostenía que en la Grünfeld, des­
desafortunada extravagancia' . Y Steinitz, el rey pués de 1 d4 lLlf6 2 c4 g6 3 lLlc3 dS , 4 cxdS era
de las jugadas excéntricas en la apertura duran­ una jugada mala, 'especialmente tras' 4 . . . lLlxd5
te el siglo diecinueve (también un brillante in­ S e4, donde el ataque de las negras sobre el cen­
novador), es citado por Tarrasch como diciendo tro de las blancas después de . . . lLlxc3 y . . . eS le
a Charousek, quien había sido derrotado por daban 'cuanto menos la igualdad' .
Tarrasch en una Defensa Pire ( ¡ en 1 896 ! ) que Es interesante que más tarde, en 1 943, en
" ¡ si eliges una apertura tan estrafalaria, no de­ The Ideas Behind the Chess Openings (Las
biera sorprenderte si pierdes la partida ! " . Réti, ideas detrás de las aperturas) (y en posteriores
un enemigo declarado del dogmatismo en aje­ ediciones), Reuben Fine compartía estas dos
drez, refiriéndose a 1 e4, afirmó que en su pro­ últimas opiniones, diciendo que contra 1 e4 g6,
pia opinión "la respuesta 1 . . .eS es errónea y 2 d4 otorga ya a las blancas 'una apreciable
sería refutada por el consistente ataque contra ventaja' , y que después de S e4 en la Grünfeld
eS, como hoy en día queda ejemplarmente ad­ anterior, "Las blancas bien pueden sacar prove­
mitido en la práctica magistral de la Ruy Lo­ cho". Fine continúa luego con una larga discu­
pez." También afirma que "puede establecerse sión llena de verborrea para demostrar que
que existen dos defensas contra 1 e4 que hacen '"ii'b 3 es la jugada clave en todos los ataques de
imposible al primer jugador obtener iniciativa las blancas en la Grünfeld," una afirmación que
alguna, y brindan a las negras una partida equi­ ponía en itálica y denominaba 'una regla útil ' .
librada, sin ninguna dificultad, y que han hecho Lo que resulta más interesante de las afirma­
desaconsejable en el juego práctico el abrir con ciones de Fine es que llega a ellas mediante
1 e4, dado que estas defensas son generalmente explicaciones verborrágicas y principios gene­
conocidas. Son la Defensa Caro Kann y . . . 1 e4 rales, casi sin presentar variantes concretas.
e6 2 d4 dS 3 lLlc3 lLlf6 4 .i.gS dxe4." A pesar del Por aquel tiempo, los nuevos jugadores sovié­
modesto resurgimiento de la última de las de­ ticos ya habían abandonado esa forma de apro­
fensas mencionadas, nadie la considera como ximación a los temas, en favor del análisis con­
un serio impedimento a 1 e4, y la Caro-Kann creto.
todavía es desafiada regularmente y con habi­
tual éxito por los mejores jugadores del mundo, Para terminar, ¿quiénes son los villanos de
quienes en consecuencia, todavía no han aban­ esta introducción? Por un lado, la estrecha vi­
donado 1 e4. sión del juego en la cual parecen excluirse áreas
Ciertamente existen muchos otros ejemplos. enteras. Por otro, aún más que eso, el enfoque
Alekhine, el jugador de aperturas más creativo dogmático. ¿Y en qué consiste el dogma en el
de su época, y probablemente el primero en in­ ajedrez? Es una obediencia ciega hacia alguna
vestigar las aperturas hasta el medio juego de regla estricta o principio general. Por consi­
manera verdaderamente moderna, compartía la guiente, pasemos al capítulo 2 para ver qué su­
tendencia a rechazar las jugadas de naturaleza cedió con estas reglas y principios.
2 La i ndependencia a las reglas

Muchos cambios han tenido lugar en el ajedrez evaluación bastante ridícula sobre ciertas posi­
moderno, por ejemplo, con respecto a nuevas ciones. Estoy convencido de que el hecho de
ideas sobre las debilidades, la fuerza relativa de adherir a las reglas y principios generales jugó
las piezas menores, el valor de la calidad, y con­ un papel muy importante en esas evaluaciones
sideraciones sobre el tiempo y el dinamismo. erróneas. En algún momento allá por los años
Pero el antecesor, y en algún sentido también treinta, este dogmatismo comenzó a cambiar en
precursor de estos cambios, ha sido cierto con­ serio, y el mismo Nimzowitsch fue probable­
cepto filosófico, ahora tan incorporado a noso­ mente líder de esta nueva actitud. La denomi­
tros que casi ni lo notamos. A esto lo llamo nada Escuela Hipermodema fue parcialmente
'concepto de independencia a las reglas ' , a falta responsable del cambio, y me gustaría repetir lo
de una denominación más fácil de entender. que dijo Réti (como la voz de mando de los hi­
Simplemente, es el despojo por parte de los aje­ permodemos):
drecistas de las múltiples generalidades, reglas, "La meta de la escuela moderna no es consi­
y principios abstractos que dirigían el ajedrez derar a cada posición de acuerdo con una ley
clásico, y que aún dominan nuestros libros de general, sino más bien de acuerdo al principio
enseñanza. Además, ha tenido lugar el rechazo inherente a la posición. La relación con otras
al mismo concepto de 'regla' , en favor de una posiciones y las reglas aplicables a su trata­
investigación pragmática de las situaciones par­ miento son de gran utilidad para el propósito de
ticulares. El intenso estudio de un gran número analizar y conseguir la comprensión de la posi­
de posiciones, combinado con un dramático ción particular que está siendo considerada . . . la
crecimiento en la frecuencia de juego por parte fuente de los mayores errores se encontrará en
de la mayoría de jugadores profesionales, ha aquellas jugadas que fueron realizadas mera­
llevado a una nueva manera de ver el conoci­ mente de acuerdo a la regla y no basándose en
miento ajedrecístico. Esta manera podría ser el plan individual o en el raciocinio del juga­
descrita en términos de 'principios inconscien­ dor."
tes ' , o bien pautas sutiles y verbalmente no ex­ La figura de transición en este proceso de
presables, que son continuamente modificadas modernización, al menos entre los campeones
y medidas para afinar la valoración de las diver­ mundiales, fue ciertamente Alekhine. Ya hemos
sas posiciones. Se desarrolló un ' sentido' por el visto, en el último capítulo, un ejemplo de su
ajedrez posicional, tal como en los viejos tiem­ ocasional estrechez de ideas; pero fue también
pos, pero que abandona (del todo o considera­ el primer jugador que profundizó sistemática­
blemente) el dogma. He aquí la 'independencia mente la investigación de una amplia variedad
a las reglas ' . de aperturas, y jugó posiciones con seguridad
Pues bien, estas son sólo palabras hasta que pragmática, confiando en el cálculo, algo que
veamos algunos ejemplos que las apoyan, que resulta típico del estilo moderno. Casi al mismo
serán dados en cantidad en este capítulo y du­ tiempo, Znosko-Borovski, en El medio juego,
rante toda la parte 2. Antes de continuar avan­ realizó un comentario sobre esta faceta de Ale­
zando, sin embargo, permítaseme atreverme a khine :
repetir parte de mi argumentación de la parte 1 , " . . . en el medio juego, cuando un determina­
capítulo 1 , al menos para brindar alguna pers­ do plan está bajo consideración, los principios
pectiva al lector, y permitir a otros pronunciarse generales (ocupación del centro, líneas abier­
sobre este tema. En el último capítulo, comen­ tas, casillas débiles y fuertes) son de menor im­
zamos a recordar cierto número de opiniones portancia que la selección de un objetivo de
dogmáticas, que llevaron incluso a los más bri­ ataque, contra el cual se lanzarán todas las fuer­
llantes jugadores y pensadores a realizar una zas disponibles. Sobre este punto Alekhine va
106 LOS SECRETOS DE lA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

demasiado lejos al decir que 'todas las conside­ decisiva" ( ¡ ay ! , ¿cuántas posiciones de este
raciones generales deben ser completamente tipo existen?), activar la pieza peor situada es
olvidadas' y ' sólo aquellas que contribuyan a la generalmente una buena idea. No dudo de que
ejecución del plan elegido serán de alguna utili­ todos los jugadores fuertes presten atención a
dad."' esta regla, incluso si lo hacen sólo inconscien­
Pachman contribuye a estas opiniones, en su temente, en el sentido que están muy alertas en
Estrategia moderna en ajedrez, Volumen 1, cuanto a las piezas mal ubicadas y siempre es­
en un capítulo denominado "El desarrollo del tán considerando cómo mejorar su posición.
ajedrez moderno". Describe a Alekhine descu­ Pero este no es un principio teórico, por ejem­
briendo aspectos del juego "que van más allá de plo, del tipo "los peones retrasados sobre una
los límites de los principios adquiridos, y que columna abierta son débiles". De paso, Alekhi­
hasta desafían el entendimiento humano . . . la ne tenía una variante interesante de la regla de
victoria de Alekhine [sobre Capablanca] fue Kosíkov. Dijo acerca de una temprana jugada
realmente significativa, pues apuntó hacia las de caballo en la apertura: "el problema del de­
inagotables posibilidades del ajedrez al mismo sarrollo de este caballo, siendo aquí el más
tiempo que refutó los argumentos sobre el es­ complejo, debe solucionarse a la primera opor­
tancamiento del juego." tunidad." [las itálicas son suyas] Esta idea es
Lo que nos interesa es esta asociación entre muy válida, aunque constituye un caso bastante
el ir ' más allá de los principios' y abrir posibili­ pobre de 'regla' , pues en muchas aperturas, a la
dades inagotables. Volviendo a nuestra época, pieza problemática (por ejemplo, el alfil-eS de
valdría la pena escuchar las opiniones de Mark la Defensa Holandesa variante Muro de Piedra)
Dvoretski, ciertamente uno de los mejores, sino sólo se le presta atención después que las de­
el mejor, caracterizadores de las propiedades más piezas han sido desarrolladas. Aun así, si
del juego moderno. Dvoretski habla de reglas uno considera diversas variantes de la Defensa
que se relacionan con cierto tipo de posiciones, Francesa con las blancas jugando e5 (variante
tal como ' los alfiles de distinto color en el medio del A vanee, Winawer, o Tarrasch con 3 ll'ld2
juego favorecen al atacante' . Continúa dicien­ ll'lf6 4 e5), existen algunas líneas (pero de nin­
do: "No obstante, en el arsenal de los maestros gún modo todas) donde las negras gastan varios
y grandes maestros también existen muchas tiempos intentando hacer algo útil con su alfil­
evaluaciones más refinadas y menos formales. eS antes de sacar las otras piezas y enrocar. De
Sabemos que 'en ciertas posiciones uno tiene manera parecida, en la defensa Caro-Kann, las
que actuar de determinada manera' , pero hay negras a menudo juegan . . . i.. f5 (o . . . i.. e 6 o
veces en que es difícil formular cuáles son esas . . . i.. g4) a la primera oportunidad. A veces debe
'determinadas posiciones." Su argumento es que moverse el rey en una etapa temprana, tan sólo
el estudio profundo de muchas posiciones rela­ para solucionar su situación y despejar el cami­
cionadas (y las aperturas de las cuales surgen) no para las demás piezas.
constituye el método concreto por el cual se re­ Por ahora, algunas 'directrices ' resultan pro­
suelve esta dificultad. bablemente tan sospechosas como aquellas más
Es importante distinguir entre las 'reglas ' , en concretas. Mientras el lector puede estar bas­
el sentido dado con anterioridad, y las directri­ tante abierto a rechazar las reglas como ' los
ces o consejos prácticos para el juego. Estas di­ caballos están mal situados sobre el borde del
rectrices pueden formularse según el formato tablero' , puede sentirse menos cómodo con cier­
de reglas, pero en esencia son sólo recordato­ to cuestionamiento al más reiterado de todos
rios útiles, que no necesitan 'refutación ' . pues los principios: 'Lo más importante es tener un
se entiende que tienen aplicación limitada. Un plan ' (o: 'el juego sin tener un plan lleva al de­
buen ejemplo de estas pautas, que tiene muchas sastre ' ) . Diré más sobre este tema con posterio­
excepciones y aun así todavía es útil para refle­ ridad, pero escuchemos lo que dice Dvoretski
xionar sobre el tablero, es la idea de mejorar la en una sección denominada 'El plan ' : "Existe
posición de nuestras peores piezas . Kosíkov una creencia popular acerca de que el más en­
señala que, en posiciones lentas, de manio­ cumbrado arte estratégico consiste en la habili­
bras, donde "el tiempo no tiene significación dad para envolver tempranamente la totalidad
LA INDEPENDENCIA A LAS REGLAS 107

de la partida en un plan profundo, y que es pre­ jugador está lleno de agujeros en casillas negras
cisamente así cómo razonan los grandes maes­ y acaban de bloquear su alfil dama. Podríamos
tros. Esta es una falsa ilusión. Es insensato concluir que está asegurado un rápido ataque
trazar un plan demasiado largo - la siguiente de mate. Y estarían en lo cierto:
jugada podría cambiar totalmente la situación 1 1 g4 tDd7 12 J..g3 J..f8 13 :dfl tDb6 14
sobre el tablero y darle una dirección total­ tDd1 aS 15 tDe1 b4 16 tDd3 tDc4 17 'ii'e l 'ii'b6
mente distinta." Luego habla acerca de esto 18 b3 'iVxd4 19 bxc4 'ii'a 1 + 20 <ittd2 dxc4 21
empleando la frase 'la siguiente operación es­ tDf4 'ii'xa2 22 �e3 J..b7 23 'ii'd2 gS 24 tDhS c3
tratégica' en lugar de la palabra 'plan ' , de modo 25 'ii'd3 l:ld8 26 'ii'e4 J..cS+ 27 <ittf3 :d4 28
de enfatizar la naturaleza pragmática del planea­ 'ii'e3 'iVdS+ y mate
miento actual y su carácter localista y limitado Sí, las negras dieron jaque mate. Y en menos
en el tiempo. Pienso que ésta es una distinción de 20 jugadas a partir del diagrama"
muy astuta que tiene aplicación particularmen­ Una brillante pieza retórica de Andy. Ade­
te a las posiciones pesadas y multifacéticas que más deberíamos señalar otras pocas caracterís­
surgen de tantas aperturas modernas. ticas de este ejemplo las cuales él no menciona.
Por la jugada 1 7. ¡ las negras todavía tienen sólo
una pieza situada fuera de su casilla original ! Y
La muerte de la regla genera l; se trata de una pieza que ha movido tres veces,
ejemplos de la práctica mientras dos de las restantes piezas han movido
dos veces cada una ... ¡ para volver a sus posi­
Y Soltis comienza su excelente libro The An of ciones iniciales ! Habiendo violado cada regla
Defence in Chess (El arte de la defensa en aje­ dada en los libros, ¿qué hace entonces? Saca su
drez) con un ejemplo algo gracioso que espero dama, por supuesto, y conduce un pequeño ata­
no se moleste si le robo: que con una única pieza, que decide la partida.
El ejemplo de Soltis es sobre el arte de defen­
der bien, pero no está claro que aquí la defensa
tuviera mucho que ver. Lo que me parece más
B relevante, es la violación de los preceptos clási­
cos a favor de concretos objetivos estructurales.
Ahora, no afirmaré que en la partida anterior la
provocación de las negras fuese totalmente co­
rrecta (aunque podría haberlo sido); sino que
diré que implica una tendencia típicamente mo­
derna, aunque por cierto, en una forma bastante
extrema. Varias reglas tradicionales son dese­
chadas de manera aparentemente casual, tal
como: desarro llar las propias piezas; no mover
una pieza dos veces en la apertura; no hacer de­
masiadas jugadas de peón en la apertura (7 de
Jliavin - Zhdánov las 1 0 primeras jugadas), y especialmente, no
Cto. de Letonia 1961 mover peones laterales (aquí, ellos avanzaron
sin que hubiera debilidades correspondientes
Esta posición aparece después de 1 e4 c6 2 en la posición del rival) ; y finalmente, no mover
tDc3 dS 3 tDf3 g6 4 d4 J..gT S h3 a6 6 J..f4 tDf6 la dama antes que las demás piezas.
7 eS tDg8 8 'ii'd2 bS 9 i.e2 h6 10 0-0-0 e6. Esta clase de estructura por parte de las ne­
Aquí Soltis comenta: "No lleva mucho tiem­ gras es inusual, pero no demasiado. El ejemplo
po llegar a la conclusión de que las blancas tie­ de Soltis proviene de una Defensa Caro-Kann,
nen una muy buena partida. Han desarrollado aunque sin pensar demasiado, se me ocurren
casi todas sus piezas mientras las negras sólo otras dos aperturas en las cuales estas estrate­
han desarrollado una, su alfil rey, que golpea gias de subdesarrollo se emplean casi con fre­
sobre granito. El flanco dama del segundo cuencia: la Defensa Francesa (algunas variantes
108 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

con . . . b6 y . . . i.b4-f8 o . . . �f6-g8) y la Defensa que merece algo más que las meras considera­
Moderna. Y formas menos extremas surgen en ciones del desarrollo.
todas las partidas, por ejemplo, en las Defensas 9 �e5! ?
Alekhine, Pire, y Escandinava. Esta apertura e s u n ejemplo increíble del jue­
Aquí va un ejemplo de una clase diferente de go moderno. 9 d3, que solidificaría el centro y
independencia a las reglas, que ilustra distintos liberaría el alfil-e 1 , es rara vez jugada (4 veces
conceptos clave modernos : sobre 1 1 0 partidas en la base de datos, y estoy
buscando solamente en ejemplos menos mo­
Suba - Sax dernos). La textual es menos lógica en aparien­
Hastings 1983/4 cia, pues mueve una pieza ya desarrollada, y
además abandona el control de la casilla clave
1 c4 eS 2 �f3 �f6 3 �c3 d5 4 cxd5 �xd5 5 e4 d4; pero en realidad va mucho más al punto que
¡ Nimzowitsch ! Fue el primero en jugar esto la jugada 9 d3 .
contra Rubinstein en 1 926. En general, Nimzo­ Lo realmente revelador es considerar las dos
witsch fue el primer jugador en ignorar los peo­ alternativas principales que tienen las blancas a
nes retrasados y debilidades estructurales en estas jugadas. La primera, realizada en numero­
tantos otros casos. El peón-d de las blancas, en sas partidas de grandes maestros de primer ni­
el presente caso, está retrasado sobre una co­ vel, es 9 b4 ! ? (D).
lumna abierta, y hay un terrible agujero en d3 .
En realidad, la estrategia de las blancas resultó
lenta para entenderla; Botvínik (a quién tampo­
co lo inhibían los peones-d retrasados) fue el si­ N
guiente en adoptarla, y luego el resurgimiento
de esta jugada tuvo lugar en los años setenta.
s ... �b4 6 i.c4
Estas jugadas, por supuesto, han sido reali­
zadas cientos de veces ; pero tienen una maravi­
llosa apariencia de principiante, ¿no creen? Nó­
tese que 6 d4 cxd4 7 �xd4?? falla por 7 . . . 'ii'xd4.
6 ... �d3+ 7 �e2 �f4+ 8 � �e6 (D)

B De acuerdo, entregar un peón lateral a cam­


bio de control central no es realmente nuevo,
¿pero hacerlo cuando las negras no tienen debi­
lidades, y las blancas no pueden enrocar y co­
nectar las torres? Bien, resulta que tras 9 . . . cxb4
1 0 �e2 ! , las blancas están listas para jugar d4,
y luego cosas como i.b2, h4-h5, y .l:th3 o l:th4,
donde su centro móvil y la ventaja en desarrollo
probablemente más que compensan la desven­
taja de peón (ver, por ejemplo, la partida Hüb­
ner-Tukmákov, Wijk aan Zee 1 984 y ejemplos
posteriores). De pronto, el rey no está tan mal
¿Qué bando esta siendo más 'moderno' ? Las situado en f l .
blancas van de aquí para allá con su rey e ignoran Con el tiempo, a alguien se le ocurrió que,
las debilidades, mientras que las negras mue­ rehusando la oferta de las blancas, y entregan­
ven el mismo caballo por sexta vez, ¡ sin tocar do un peón propio, las negras obtendrían el
ninguna otra pieza ! Pero observen que evitan tiempo crítico necesario para cubrir d4, me­
d4, considerando a esto un beneficio estructural diante 9 . . . g6 ! 1 0 bxc5 i.g7 . Sin ir demasiado
LA INDEPENDENCIA A LAS REGLAS 109

lejos con la teoría de aperturas, resulta que des­ concebida que surge netamente de las 'necesi­
pués de 1 1 �xe6 i.xe6 1 2 d4 lDc6 1 3 i.e3 'ii'a5 dades de la posición' ? Por supuesto que no.
con idea de . . . 0-0-0, las negras consiguen gran Como afirma el mismo Suba, la encontró tras
presión a cambio del peón, siendo el empate el desilusionarse con 9 lDe5 g6 ! (ver el comenta­
resultado más probable. Es innecesario decir, rio siguiente). Es como si 9 b4 o incluso
que aunque los libros se detienen aquí, este no 8 . . .lbe6 o 5 e4 (ambas fueron nuevas ideas en
es el final de la historia. Un nuevo desarrollo su momento), fueran una respuesta pragmática
completamente lógico por parte de las blancas a un problema concreto. Es muy importante en­
(tras obtener resultados insatisfactorios con 1 0 tender esto. En el ajedrez moderno, el análisis y
bxc5) fue 1 0 l:.bl i.g7 ll lDe2 ! , como e n Lo­ el trabajo vienen primero, y las palabras que le
sos-Radola, corr. 1 993 y algunas otras partidas, brinden apoyo, después (si es que alguna vez),
poniendo el ojo sobre d4 y contemplando bxc5 a manera de cierre, o con mayor frecuencia, en
y/o �xe6. Efectivamente, la variante entera beneficio del público asistente.
merece mayor atención, y esta también resulta Ahora volvamos a la posición después de 9
la conclusión típica para cientos de posiciones lDe5 (D):
inventadas recientemente en esta época extraor­
dinariamente rica del ajedrez.
Un final incluso más extravagante para esta
discusión, sucedió con el siguiente intento de N
las blancas a partir del penúltimo diagrama, la
jugada de Suba 9 h4 ! ?, que Murey puede haber
sido el primero en emplear. Bien, ¿por qué no?
Si las negras quieren arruinar mi diversión con
. . . g6, dicen las blancas, ¡ estaré listo para res­
ponderles h5 ! Esta jugada 'Larsenesca' (cuan­
do dude, ¡ avance sus peones de torre ! ) no es tan
ridícula como parece. Suba indica 9 . . . h6 1 0
lDe5 ! (en vista que 1 0. . .g6? 1 1 'ii'f3; comparen el
siguiente comentario en la partida); y 9 . . . lDc6
10 lDg5 ! lDxg5 ? ! 1 1 hxg5 , y según él las blan­
cas están mejor, aunque no estoy tan seguro 9 'ii'd 6
.•.

después de ll . . . g6. Suba (un pensador verdade­ Suba señala partidas previas que siguieron
ramente moderno, a quien volveremos en capí­ 9 . . .1i'd4 1 0 'it'a4+ i.d7 1 1 lDxd7 'W'xd7 con
tulos posteriores) dice que "La jugada 9 h4 juego satisfactorio para las negras. Irónica­
corresponde a las necesidades generales de la mente, las dos jugadas que ponen en j uego una
posición e incrementa el potencial de las blan­ nueva pieza menor, 9 . . . lbd7? 10 lDxf7 ! �xf7 1 1
cas. Brinda aire para el rey blanco, espacio para i.xe6+ 'itó>xe6 1 2 1i'b3+ con ataque ganador
la torre y un puesto avanzado en g5 ." (como sucedió en una partida), y 9 . . . lbc6 ? ! 1 0
Lo que sea. Resulta interesante aquí la se­ lbxc6 bxc6 1 1 d 3 (con idea de �e3 , lba4, l:. c 1 ,
cuencia de partidas a través de las cuales se etc . ) favorecen a las blancas. En efecto, es para
arribó a estas ideas. En retrospectiva, por su­ evitar . . . lbc6 o . . . lDd7 que se jugó 9 lDe5 ; y en
puesto, ninguna jugada alocada puede resultar ese sentido, es una jugada profiláctica, con­
justificada 'posicionalmente' , pero tomó mu­ cepto que discutiremos en capítulos posterio­
chos años a los Grandes Maestros de elite en­ res.
contrar incluso 9 b4. En realidad, 9 d3 o 9 g3 Finalmente, las negras (específicamente Tim­
eran las jugadas realizadas en las pocas partidas man) encontraron 9 . . . g6 ! , una jugada a la cual
de los años treinta y cuarenta, y 9 b4 no fue des­ Suba califica como 'sólida como una roca' . Es
cubierta sino hasta los ochenta. Luego, tuvieron típico, pienso, que esta última jugada es la que
que jugarse muchas partidas conocidas para que resultó ser eventualmente la solución a 9 lbe5,
las negras tropezaran con la idea de 9 . . . g6. Y en absteniéndose aún de desarrollar otra pieza,
verdad, ¿es 9 h4 una jugada tan brillantemente pero teniendo como objetivo la casilla crítica
110 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

d4. El hecho de que las jugadas directas de de­ las jugadas parecen casi 'normales' . ¡Habría
sarro llo sean insatisfactorias, puede ser el re­ sido extraordinariamente divertido ver esta par­
sultado de algún principio profundo, pero si así tida comentada por Tarrasch, Capablanca, o in­
fuera, ¡ sería un principio desconocido para los cluso Alekhine ! Sospecho que obtendríamos
grandes maestros ! Más bien, ellos sometieron a innumerables expresiones de espanto, al menos
esta variante a un análisis crecientemente pro­ entre las jugadas 5 y 9, como también una salu­
fundo y creativo, hasta que comenzó a revelar­ dable dosis de ridículo. ¡Y es altamente dudoso
se la verdad de la posición. Una vez más, este es que alguno de ellos hubiera sugerido 9 h4 como
un ejemplo del pragmatismo reemplazando a una mejora !
los principios. El siguiente ejemplo (también se ocupa de
10 f4 lbc6 1 1 'ii'a4 (D) esto el libro de Neil McDonald Positional Sa­
crifices { Sacrificios posicionales } ), es mucho
menos excéntrico, pero ilustra la ostentación de
dos reglas generales en el escenario más tran­
N quilo de un medio juego sin damas:

Yusúpov - Christiansen
Las Palmas 1993

1 d4 d6 2 e4 lbf6 3 f3 eS 4 dxeS dxeS S 'ii'xd8+


c;i;>xd8 6 .i.c4 .i.e6 7 .i.xe6 fxe6 (D)
Ya desde el inicio, observamos la disposi­
ción a quedarse con los temidos peones dobla­
dos. ¡ Lo que es peor, también están aislados !
Pero las negras tienen dos razones para sentirse
seguras. Una es que el par de peones doblados
l l ... lbd8 centrales controla importantes casillas sobre la
Si 1 l . . ..i.d7, 1 2 lbb5 'ii'b 8 1 3 lbxd7 'ii'xf4+? única columna abierta, digamos d4 y d5 , como
1 4 �g1 �xd7 1 5 d4 'ii'xe4 1 6 d5 gana una pie­ también f5 y f4. La otra es simplemente la con­
za. ¿Es la táctica la garantía fundamental dada sideración pragmática que los peones-e de las
la naturaleza de la posición? Lo dudo; en su lu­ negras son difíciles de atacar y relativamente
gar deberíamos decir que la táctica termina fa­ fáciles de defender.
voreciendo a las blancas. Si tal variante tuviese
resultado favorable a las negras, las blancas
simplemente tendrían que abandonar 9 lbe5 (o
10 f4, u 1 1 'ii'a4) por resultar insuficiente para B
conseguir ventaja.
12 d4!
De repente, se abre la posición y la partida
termina en la forma en que habría finalizado una
partida de Morphy o Alekhine. Como 1 2 . . . 'ii'xd4
1 3 lbb5 gana de inmediato, la partida prosi­
guió:
12...cxd4 13 lbb5 'ii'b8 14 lbxd4 f6 1S lbdxc6
bxc6 16 .i.f7+! 1-0
Un comentario final sobre esta partida. A pe­
sar de que ciertamente se trata de una divertida
miniatura, no creo que el jugador profesional 8 lbh3!
promedio la jugaría con sensación de asombro o ¡ No coloque sus caballos en la banda ! Pues
incredulidad. Hemos interiorizado en tal mag­ bien, los caballos viven al límite en estos días,
nitud el tratamiento moderno, pragmático, que como veremos en el capítulo 5. Pero el caso que
lA INDEPENDENCIA A LAS REGLAS 111

tenemos frente a nosotros es realmente senci-


llo. Ninguno de los bandos está próximo a rea­
lizar rupturas de peones importantes, de modo B
que hay mucho tiempo para maniobrar y llevar
las piezas a sus mejores posiciones. En nuestro
caso, esto sería llevar el caballo a la casilla-d3
vía f2; ¿a dónde iría desde e2? Como señala
McDonald, a lLlt2-d3 podría seguir lLld2-c4 y
.i.d2-c3 con triple ataque sobre el avanzado
peón-e.
8 .i.c5
•••

Las negras deciden ceder su alfil (relativa­


mente malo) para evitar la idea de las blancas.
9 lLlf2 i.xf2+ 10 ..t>:xf2 lLlc6 1 1 i.e3 �e7 12
lLlaJ ! 24 b4!
¡ Yusúpov no tiene inhibiciones sobre estos Una decisión muy interesante. Las blancas
caballos situados en la banda ! Esta vez, la idea cederán la aparentemente poderosa casilla-d4
es más sutil: él no desea que un caballo negro se al caballo negro, porque observan que en la po­
entrometa en d4, y pronto necesitará jugar c3. sición resultante, e5 será débil y dispondrán de
Entonces - ¡ observa ! - que se ha abierto un ca­ un devastador peón pasado -a.
mino hacia la casilla ideal d3 : lLlc2-e 1 -d3 . 24 ..l:.d8
••

12...a6? ! Yusúpov indica 24 . . . axb4 25 cxb4 lLld4+ 26


McDonald correctamente critica esta jugada, ..t>e3 c6 27 a5 bxa5 28 bxa5 .l:.a7 29 lLlxe5 lLlxe5
sugiriendo sencillamente 1 2 . . . .l:.ad8 1 3 c3 ( 1 3 30 .i.xe5+ ..t>xe5 3 1 ltc5+, ganando.
lLlb5 a6 1 4 lLlxc7? .l:.d7 1 5 .i.b6 .l:.c8) 1 3 . . ..l:.d7 25 b5 lLle7 26 .i.f2
y . . . l:thd8 "y las negras tendrían una posición Ahora hemos vuelto al tipo de técnica clási­
segura" . Las blancas podrían conservar pro­ ca (la que Mayer denomina 'el Método de Res­
bablemente una molesta presión por muchas tricción de Steinitz ' ), usada por el poseedor del
movidas más; pero una posición de este tipo di­ alfil contra un caballo en el final de partida. Pri­
fícilmente justifica la decisión de las negras de mero se quitan los puntos fuertes al caballo con
aceptar los peones doblados en la jugada 6. ayuda de los peones (aquí, b5 y e4); y luego las
Vean además el comentario a la jugada 16 de las blancas abren líneas para su alfil (aquí, median­
negras. te c4-c5). Yusúpov señala que la inmediata 26
13 c3 l:lhd8 14 �e2 h6 c4 es delicada debido a 26 . . . c5 ! 27 bxc6 lLlxc6,
Una vez más, era preferible 14 . . . .l:.d7 . aunque por cierto, las blancas también en este
15 lLlc2 l:td7 16 .l:.hd1 .l:.ad8 caso parecen estar mucho mejor.
McDonald indica que si las negras se hubie­ 26 .:Z.b8 27 c4 c5
••

ran doblado antes, entonces se habrían cambia­ Aunque las blancas ganan con el sacrificio
do ambos pares de torres (y por esa razón el 28 lLlxc5? ! bxc5 29 i.xc5, esto podría no ser
ulterior avance de peones blancos no abriría fi­ suficiente para una ventaja objetivamente gana­
las para la torre remanente, como sucede en la dora. Mucho mejor, como sucedió, resulta el
partida); o las blancas habrían debido permitir a otro sacrificio 28 .i.xc5 ! bxc5 29 lLlxc5, por
las negras el control total de la columna-d. Creo ejemplo 29 . . . ::ta8 30 lLld7+ �g6 3 1 c5 y los
que en ese caso, probablemente la partida ha­ peones causan estragos.
bría sido tablas. Esta fue una partida sencilla pero instructiva
17 lhd7+ l:lxd7 18 lLle1 lLle8 1 9 lLld3 lLld6 entre dos jugadores creativos. Sus ideas eran
20 .i.f2! ciertamente legítimas, pero las blancas tenían
Con el plan de .i.g3 seguido por b4, a4, l:lb1 las mejores posibilidades prácticas y ese día,
y b5 . Las negras se apresuran a evitar esto. también jugaron mejor. Dudo que alguno de es­
20 b6 21 i.g3 lLlf7 22 a4 aS 23 .l:.cl �f6
•.. tos GM estuviese agobiado por tener que 'rom­
(D) per las reglas' del ajedrez.
112 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Descri pción contra rea l idad asumirá de tales descripciones generales que
"ésta es la manera en que razonan los grandes
Antes de entrar en discusiones sobre reglas y jugadores". En realidad, a la mayoría de los ju­
principios específicos, debería hacer una senci­ gadores les despreocupa dar descripciones exac­
lla distinción, que es aplicable a mis comenta­ tas a su proceso de pensamiento; generalmente
rios y a los de cualquier otro. Siempre debe es más fácil caracterizar una posición, en retros­
tenerse en mente la diferencia entre una des­ pectiva, e ignorar los detalles sangrientos. Para
cripción del juego y el juego en sí mismo. Por quienes deseen algo más manifiesto, aunque di­
todo lo que dijera acerca de rechazar las reglas, fícil, les recomiendo la excelente colección de
aún es cierto que debemos utilizarlas como Jon Speelman (ver la bibliografía), que brinda
herramientas cuando comentamos una partida. una refrescante dosis de realidad para aquellos
Así, por ejemplo, no existe sustituto para decir que piensan poder conseguirla solamente sobre
algo como: "y las negras están mejor porque la base de consideraciones generales.
poseen la pareja de alfiles y las blancas tienen
un peón retrasado sobre la abierta columna-d."
S implemente tenemos que tener presente que
La guardia rea l y cómo
tal afirmación lleva implícito un texto adicio­ desvia rla
nal, por ejemplo: "Las negras están mejor por­
que, aunque existen muchos casos en que la Pasemos ahora a observar algunos ejemplos fo­
pareja de alfiles es inferior, este no es ninguno tográficos de cómo el ajedrez moderno trata (o
de ellos, pues los caballos en esta particular po­ maltrata) las reglas generales y principios de
sición no tienen puntos fuertes útiles y las blan­ épocas pasadas, aclarando que diremos mucho
cas no pueden jugar la ruptura de peones que más de estos principios en los capítulos si­
podría obligar a una transformación de la es­ guientes sobre el juego con peones, el alfil, el
tructura de peones que lleve a la creación de un caballo, etc .
punto fuerte (o bien podrían hacerlo, pero al Ya hemos hablado acerca del precepto con­
costo de permitir un fuerte ataque sobre su rey, tra .'ir a la caza de peones cuando se tiene desa­
como demuestra esta variante . . . , etc.). Además, rrollo insuficiente ' , y especialmente cuando se
aunque los peones retrasados son perfecta­ trata de cazar peones laterales, en el capítulo 2
mente aceptables en muchas posiciones, los de la parte l. Pude haber incluido esta discu­
de esta posición exacta son ciertamente débi­ sión en esta sección ' más revolucionaria' del
les pues carecen de la protección de un alfil en libro, pues los jugadores ahora están más dis­
e2 y las blancas no pueden implementar las puestos, en muchas situaciones, a llegar hasta
rupturas dinámicas mediante b4 o d4 que nor­ límites insospechados para procurar ganarse un
malmente justificarían poseer tal peón retra­ peón. Para ver algunos ejemplos típicos, por fa­
sado. Por ejemplo, 23 b4 falla por . . .", y así su­ vor referirse a dicho capítulo. Un precepto simi­
cesivamente. lar, aunque más antiguo, es aquel que también
Naturalmente, no pretendemos derribar ído­ tiene que ver con los peones (y cuyo origen es
los en beneficio de tales explicaciones, las que Steinitz) y que dice que uno no debe mover los
en realidad son normalmente más complicadas peones situados frente al rey propio. El funda­
y calificadas que las que he dado. En vez de mento de esta idea es bastante honesto. Si, en
esto, utilizamos declaraciones de principios en una posición donde las negras han enrocado so­
forma abreviada para guiar los pensamientos bre el flanco rey tras una apertura de doble
del lector en la dirección del nuestro propio. Es peón-e, por ejemplo, estas juegan su peón a h6,
muy importante que el jugador comprenda que ese peón se toma entonces en objetivo natural
el empleo de estas descripciones en sus comen­ para el avance g4-g5, abriendo la columna-g.
tarios escritos de ninguna manera implica que De forma análoga, si el mismo rey se encontra­
las haya pensado durante la partida. Considero se refugiado sobre el flanco dama, la jugada
que aquí existe un gran peligro para el estudian­ . . . a6 o . . . c6 ruega por un castigo mediante b4-
te. Él (o ella) tomará un libro con partidas co­ b5, dado que . . . b6 tentaría a realizar un avance
mentadas por algún jugador de clase mundial y del tipo a4-a5 .
LA INDEPENDENCIA A LAS REGLAS 113

En la actualidad, con frecuencia, uno obser­ experiencia, ellas no vacilarán en jugar para
va a los jugadores mover los peones que están . . . f5, y más adelante . . . f4, . . . g5-g4, etc. Estamos
frente a sus reyes, particularmente bajo ciertas tan acostumbrados a esto que casi no es necesa­
estructuras de peones. Resulta justo decir que rio mencionarlo. Además, esto difícilmente pa­
este hecho tiende a estar asociado con un par de rezca un cambio radical o moderno, ya que la
factores que lo hacen 'obviamente' correcto: cadena de peones ordena un ataque de las ne­
a) uno de los bandos tiene ventaja de espa­ gras en el flanco rey y uno de las blancas en el
cio sobre aquel lado del tablero, además de un flanco dama.
centro estable, de modo que el contraataque B ien, tenemos aquí varias cosas interesantes
contra el propio rey difícilmente sea peligroso; para discutir. En primer lugar, este es un muy
b) uno o ambos bandos se ha fianchettado, buen ejemplo sobre cuán flexible es la estrate­
entonces por definición, se ha movido un peón gia ajedrecística moderna. Acabo de decir que
en frente del rey (por ejemplo, g3 o . . . g6) ; en la estructura de peones 'ordena' el avance . . . f5-
esta situación, las jugadas adicionales como f4, etc., como si aquí estuviera involucrado un
h3/ . . . h6 y f4/ . . . f5 suelen resultar mucho más se­ principio. Pero resulta que sólo la naturaleza
guras. de la posición es quien comanda las acciones.
Si bien el caso 'b' parece un ejemplo algo Como estudiantes de la Defensa India de Rey
tonto, en alguna otra parte del libro discutire­ sabemos que, cuando las blancas juegan la ve­
mos el enorme prejuicio que persistió contra el nerable y aún popular variante 7 d5 a5 8 ..tgS
fianchetto durante los años veinte y treinta; una h6 9 ..th4 lL!a6 (D) , surge un nuevo 'principio' :
parte de las objeciones que se hacían al fian­
chetto eran, por supuesto, el debilitamiento de
las casillas circundantes al rey propio y que otor­
ga a los peones rivales un objetivo de ataque. B
Existe además una tercera idea detrás del avan­
ce de los peones en frente del rey enrocado:
e) la profilaxis, o sea, la prevención de ideas
concretas que nuestro rival pueda querer imple­
mentar. Todas estas tres razones serán vistas a
continuación.
Por un momento, observemos la variante
principal de la Defensa India del Rey :
1 d4 lL!f6 2 c4 g6 3 lL!c3 i.g7 4 e4 d6 5 lL!f3
0-0 6 ..te2 eS 7 0-0 lL!c6 8 d5 lL!e7 (D)

En realidad, tras 1 O 0-0 o 1 O lL!d2, las negras


juegan con mayor frecuencia . . . h5 ( ¡ otra jugada
B de peón en frente del rey ! ) que .. .f5 . Por ejem­
plo, 10 0-0 'ii'e 8 (o aquí 10 . . . ..td7 1 1 lL!d2
'ii'b 8 ! ? 1 2 a3 lL!h7 1 3 l:tb 1 h5 ! ) 1 1 lL!d2 lL!h7 1 2
a3 ..td7, y ¿acaso no parece que las negras han
estado preparando . . . f5 ? Sucede que después de
1 3 lL!bS, 1 3 <ili>h 1 , o 1 3 b3, la jugada 1 3 . . . h5 es la
más popular, y . . . f5 queda definitivamente pos­
tergada o hasta a veces anulada. Resulta que en
este caso, es prioritario activar el alfil 'malo' de
g7. Este es el resultado de años de experimenta­
ción y análisis, y cualquier regla que quisiéra­
mos alegar para explicarlo sería bastante débil
Las negras, por supuesto, ya han jugado contra el poderoso mensaje emitido por la prác­
. . . g6, pero como ha demostrado una prolongada tica .
114 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Por supuesto hay muchos otros ejemplos de sistema emparentado, desarrollado con poste­
la misma estructura de peones, por ejemplo, rioridad, probablemente resulta más efectivo;
uno en que las negras actualmente juegan sobre en vez de 10 f3 en esta variante, las blancas
eljlanco dama y prescinden de . . . f5 . Esto suce­ juegan 10 .!üd3 f5 1 1 i.d2 .!üf6 1 2 f3 f4 1 3 g4 ! ?,
de en la variante principal 7 0-0 lüc6 después una línea muy molesta para las negras, contra
de 8 d5 .!üe7 9 .!üd2 c6 o 9 . . . i.d7 10 a3 a5 con la cual pueden terminar posicionalmente perdi­
idea de . . .a4; pero también con bastante fre­ das si fallan en responder de la manera adecua­
cuencia tras 7 0-0 lübd7, por ejemplo, 8 l:el c6 da.
9 i.fl a5 1 0 l:bl l:e8 1 1 d5 .!üc5 seguido por Entonces, ¿la estructura de peones 'ordena'
. . . i.d7, . . . cxd5 y . . . b5 o . . . a4, dependiendo del también el avance del peón blanco en frente de
curso de la partida. La razón es que un ligero su rey? Este sería un caso muy difícil como
cambio en la posición de los caballos negros para resolverlo de esa manera, mientras que la
puede modificar completamente el plan más consideración pragmática (si sirve, entonces lo
adecuado. jugaré) parece más persuasiva. Continuemos
A pesar de todo, sospecho que el lector no observando esta apertura desde el punto de vis­
estará demasiado impresionado con este ejem­ ta de las blancas. Una idea moderna en un siste­
plo. Todos sabemos que en semejantes posicio­ ma muy antiguo es:
nes, las negras pueden salir del paso con . . . f5 y 1 d4 .!Df6 2 c4 g6 3 lüc3 i.g7 4 e4 d6 5 .!üf3
demás jugadas de peón en el flanco rey, porque 0-0 6 i.e2 lübd7 7 0-0 e5 8 i.e3 c6 9 d5 c5 10
allí poseen las rupturas naturales, y su rey está .!Del .!DeS 11 g4! (D)
bastante seguro. ¿Cuál es entonces la cuestión? El lado equivocado del tablero, ¿no es así?
Pues bien, veamos este ejemplo desde otro pun­ Previamente, la jugada principal era aquí 1 1
to de vista, el de las blancas. Es obvio que el .!üd3 .
flanco rey es territorio de las negras, ¿correcto?
Sin embargo la siguiente moderna idea en la
misma variante, parece no estar de acuerdo:
1 d4 .!Df6 2 c4 g6 3 lüc3 i.g7 4 e4 d6 5 .!üf3 N
0-0 6 i.e2 e5 7 0-0 .!üc6 8 d5 .!üe7 9 .!Del .!üd7
10 f3 f5 1 1 g4! ? (D)

Veamos cómo continuó el juego a través de


algunos ejemplos típicos a partir del diagrama:
ll. ..f5 1 2 exf5 gxf5 1 3 gxf5 lüb6 14 .!Df3 ! (una
partida anterior entre Gélfand-Romero, Wijk
aan Zee 1 992 ilustra también este pequeño con­
cepto de las blancas: 14 Whl i.xf5 15 l:gl lüf6
Esta es una jugada completamente legítima 1 6 .!üf3 ! lüg4 1 7 lüg5 .!üxe3 1 8 fxe3 e4 1 9 lüe6 ! ,
que ha sido empleada en cientos de partidas de ganando) 1 4 . . . i.xf5 1 5 lüg5 'fke7 1 6 <ifi>h 1 .!Df6
GM. Nuevamente, se trata de una jugada pura­ 1 7 l:g 1 Wh8 1 8 'ii'd2 con clara ventaja (Krám­
mente pragmática: las blancas quieren bloquear nik también indica 1 8 l:.g3 ! ?) Krámnik-Knaak,
el flanco rey, normalmente mediante h4 y g5 . Dortmund 1 992. Podrán observar, por otra par­
Luego tendrían las manos libres sobre el flanco te, que los jugadores de piezas blancas, que
dama para realizar la ruptura estándar c5. Un avanzaron con tanta frialdad ese peón en frente
LA INDEPENDENCIA A LAS REGLAS 115

de su rey sobre el lado 'equivocado' del tablero, Timman - Kaspárov


son jugadores de nivel superior a 2700. Linares 1 992
¿Qué sucede en el otro lado del tablero? Las
blancas muchas veces no enrocan largo en la 12 bS!
•••

India del Rey, pero en la Variante Samisch se Las negras al ataque; veamos que sucede si
produce un ejemplo ostensible de mover los no se actúa rápidamente: 1 2 . . . b6 1 3 'iii>b 1 l:.b8
peones en frente del rey : 14 b4! f4 1 5 i... f2 tiJd7 1 6 liJc 1 l:.f7 1 7 <¡f¡¡a 1 i... f8
1 d4 tiJf6 2 c4 g6 3 tiJc3 i... g7 4 e4 d6 S f3 0-0 1 8 tiJd3 y las blancas pronto rompieron con c5
6 i...e3 eS 7 dS tiJhS 8 'ii'd2 fS 9 0-0-0 tiJd7 10 en Gheorghiu-Yanofsky, Tel-Aviv 1 966. Estas
i... d3 liJeS 11 i... c2 a6 12 tlJge2 (D) posiciones surgen de tanto en tanto y son muy
complicadas para las negras.
13 b4 tiJd7 14 cxbS
1 4 exf5 ! ? gxf5 1 5 tlJg3 sería un intento de
jugar sobre el flanco rey ; pero también es muy
interesante la sugerencia de Kaspárov 14 c5 ! ?
a5 1 5 a3 axb4 1 6 axb4 dxc5 1 7 bxc5 b4 1 8
tiJb5 ! ? .
14 axbS 1S tDxbS! l:.xa2 16 tiJec3 l:.a8 (D)
•••

Bien, tenemos enroques opuestos, y las ne­


gras (hasta aquí) solamente han avanzado los
peones del lado en que se encuentra su rey.
¿Qué deberían hacer las blancas? Cualquiera
que se encuentre familiarizado con este tipo de
posición sabe que las blancas han ganado mu­
chas partidas avanzando agresivamente sus peo­
nes del flanco dama, como si su rey estuviera
escondido de forma segura en otro lugar. La 17 'iii>b 2!
idea usual es b4 y c5, y si las negras realizan la Encaminándose hacia potenciales peligros
lógica . . . a5, las blancas juegan generalmente sobre la gran diagonal; pero otra vez, el espacio
a3, y sencillamente permiten la apertura de la de las blancas les sirve de defensa, y ahora éste
columna-a. Resulta que (una frase clave en este es el flanco dama.
libro, que enfatiza que estas conclusiones han 17 tiJdf6 18 tlJa7! fxe4 19 tlJc6 'ii'd7 20
.••

sido alcanzadas a los golpes y luego de una g4! ?


larga práctica) la ventaja de espacio de las blan­ Kaspárov también otorga a las blancas una
cas y el mayor espacio de maniobras sobre el pequeña ventaja después de 20 i... xe4.
flanco dama, son suficientes para contrarrestar 20 tlJf4 21 gS tD6xdS
•••

las aparentemente peligrosas rupturas que las 2 1 . . . tiJ6h5 ? resulta posicionalmente deses­
negras pueden intentar sobre ese mismo flanco. perada.
El espacio de las blancas las protege de un ata­ 22 tiJxdS tiJd3+!
que. Forzado, como se demostró en el análisis
Esta es la idea. Pasemos a un ejemplo de la posterior realizado por ambos jugadores. Las
práctica, en el cual las negras se oponen a esta negras deben abrir líneas.
idea, como uno podría esperar de un campeón Aquí, Timman equivocó el cálculo con 23
·

del mundo: i.xd3 ? exd3, y el ataque de las negras demostró


116 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

ser demasiado poderoso. Pero como posterior­ Tradicionalmente en estas posiciones, sin la
mente demostró el análisis combinado de varios inclusión de h4-h5, las negras consiguieron ju­
jugadores, las blancas podrían haber jugado gar . . . c4 y luego pugnar en el flanco rey por me­
simplemente 23 �bl ! con gran ventaja; la va­ dio de . . .f6. Luego o bien obtienen un gran
riante principal es 23 . . . I:.xf3 24 l:.hfl l:!.xfl 25 centro respondiendo a exf6 con . . . gxf6 o consi­
l:.xfl i.b7 26 lbf6+ ! i.xf6 27 gxf6 "fif7 28 guen ganar influencia sobre el flanco rey me­
lba5 ! , y Timman demostró que las blancas tie­ diante . . . fxe5, . . . l:.df8, y a menudo, avanzando
nen una clara ventaja. Por supuesto, los detalles sus restantes peones sobre ese lado del tablero.
no son demasiado importantes. Lo que vemos Pero aquí, incluyendo h4-h5 , las blancas deli­
es que en la Defensa India del Rey, ambos ban­ beradamente provocaron el avance . . . c4, pues
dos pueden realizar avances de peones en frente ahora el peón-h5 restringe a las fuerzas negras
de sus reyes, sin tener en cuenta el ' lado' del ta­ (evitando . . . lbg6 o por ejemplo, un efectivo
blero en que se desarrolla la lucha. . . . g5).
Otro ejemplo muy interesante de este fenó­ En realidad, las posibilidades a largo plazo
meno aparece en la Defensa Francesa, Variante sobre este lado del tablero favorecen a las blan­
Winawer. Tras años y años de partidas con las cas, por ejemplo, después de lbh4 y i.g4, con
jugadas 1 e4 e6 2 d4 d5 3 lbc3 i.b4 4 e5 c5 5 a3 un eventual f4, g4, y f5 . La inmediata 1 3 . . . c4
i.xc3+ 6 bxc3, las blancas probaron innumera­ 1 4 i.e2 f6 se responde simplemente con 1 5
bles disposiciones con jugadas tales como lbf3, i.f4 (obsérvese l a falta aquí de . . . lbg6 o . . . g5)
a4, i.a3, i.d3 etc. Pero sólo en los últimos años 15 . . . lbc6 1 6 l:.e 1 , con idea de 1 6 .. .fxe5 1 7 lbxe5
tuvo apoyo la idea de jugar h4-h5 . Para comen­ lüdxe5 1 8 i.g4, donde cae e5 y los peones
zar, digamos que esta idea fue utilizada princi­ negros son débiles. De modo que, h4-h5 es
palmente con el propósito de atacar, mediante esencialmente una jugada profiláctica dirigida
un pasaje de torre a h4, seguido quizás por l:.g4 contra . . . c4 y . . . f6.
(para atacar en el flanco rey), o mediante dxc5 y Ahora existen en la Winawer varias de estas
l:.hb4 (para atacar a un rey negro en el flanco posiciones de h5 contra . . . c4 (no todas favora­
dama). Unos pocos años atrás las blancas com­ bles a las blancas ; la evaluación depende de
prendieron que h4-h5 resulta bueno con el en­ las consideraciones tácticas concretas). Iróni­
roque corto. Parece una paradoja (¿por qué camente, uno de los planes de las negras cuan­
debilitar el peón-h5 y el flanco rey a costa de do se topan frente a esta idea es jugar . . . b5, . . . a5
dos tiempos?), pero en realidad, se trata de un y . . . b4, y tras algunos preparativos, ¡ avanzar sus
avance profiláctico, diseñado para estorbar el peones en frente del propio rey ! Más interesan­
curso normal de acción de las piezas negras . te aún resulta considerar el tiempo que les tomó
Consideremos esta posición : a las blancas aceptar que h4-h5 era un plan legí­
timo, asociado no sólo a un ataque directo; con­
sidero que las críticas en contra de mover los
peones frente al rey propio jugaron un papel
N importante en la resistencia para aceptar la vali­
dez de la idea.

Siendo corteses con el ca ba l lo


Otro de los viejos dichos que infiltraron mi ju­
venil conciencia ajedrecística fue aquel que dice
"desarrollar los caballos antes que los alfiles".
Creo que Lasker era aficionado a esto; por su­
puesto, él bien podría no haber querido que fue­
se más que un consejo general, pero resultó ser
una regla apta para las aperturas clásicas. Por
Svídler - Shaked ejemplo, en las aperturas con doble peón-e,
Tilburg 1 997 probablemente se juega lLlf3, antes que i.c4 o
lA INDEPENDENCIA A LAS REGLAS 11 7

i.b5 , y ciertamente lt:'lc3 tiende a producirse Variante Clásica de la Apertura Inglesa. Des­
antes de cualquier salida en falso del alfil dama. pués de 1 c4 e5, la inocente jugada 2 lt:'lc3 puede
En el Gambito Dama, además, tenemos ambas, ocasionar a las blancas el hostigamiento me­
lt:'lc3 y lt:'lf3 antes que cualquier jugada de alfil diante . . . i.b4 (por ejemplo, tras 2 . . .lt:'lf6 3 g3
en muchas variantes (por ejemplo, en la Semi­ i.b4) o bien permitir la expansión en el centro
Tarrasch, en la mayoría de los Gambitos de (por ejemplo, 2 . . .lt:'lf6 3 g3 c6, con idea de 4
Dama Rehusados variante Tarrasch, y en casi ..ig2 d5, y la ganancia de tiempo mediante . . . d4
todas las Defensas Eslavas); y al menos el alfil justificaría el juego de las negras en diversas
dama es lo suficientemente educado como para variantes). Y el otro desarrollo de caballo, 2
esperar que el caballo-b l vaya a c3, antes de sa­ lt:'lf3, permite 2 . . . e4. Incluso 2 lt:'lc3 lt:'lf6 3 lt:'lf3
lir corriendo a g5 en las posiciones de la Orto­ lt:'lc6 4 g3 i.b4 o 4 e3 ..ib4 obliga a las blancas a
doxa en el Gambito Dama Rehusado. De considerar cuándo y cómo . . . i.xc3 puede resul­
manera parecida, en el Gambito Dama Acepta­ ta una amenaza. Entonces, 2 g3 ha sido una al­
do, las jugadas lt:'lf3 y a veces lt:'lc3, preceden ternativa moderna bastante común, por
generalmente a i.xc4. Finalmente, en la Aper­ ejemplo, 2 . . .lt:'lf6 3 ..ig2 (D).
tura Inglesa, Variante Clásica, 1 c4 e5, la se­
cuencia 2 lt:'lc3 lt:'lf6 3 lt:'lf3 lt:'lc6 fue durante
años la más popular, mientras que la línea prin­
cipal de la Variante Simétrica era 1 c4 c5 2 lt:'lc3 N
lt:'lc6 3 lt:'lf3 (o 3 g3 g6 4 ..ig2 i.g7 5 lt:'lf3 lt:'lf6,
etc.) 3 . . . lt:'lf6 4 g3 g6 5 ..ig2 ..ig7 (D).

He aquí un caso de desarrollo de los alfiles


antes que los caballos, simplemente con el ob­
jeto de que las negras deban definirse, antes de
saber hacia donde irán los caballos blancos. A
menudo se continúa 3 . . . c6 (3 . . . lt:'lc6, siguiendo
la regla 'caballos antes que alfiles ' , se conside­
Esta clase de aperturas brindaron el campo ra inferior en la actualidad, debido a 4 lt:'lc3,
de entrenamiento a generaciones de jugadores, donde 4 ... i.b4 5 lt:'ld5 ! mantiene una pequeña
y de allí surge la creencia generalizada que el pero duradera ventaja; nuevamente, hago refe­
desarrollo de los caballos, por principios, pre­ rencia a la teoría, antes que atribuirlo a cierta
cede al de los alfiles. Después de todo, ya sabe­ característica evidente en la posición) 4 d4 exd4
mos donde van los caballos (f3 y c3, f6 y c6, 5 'it'xd4 d5 6 lt:'lf3, y las blancas preferirán jugar
¿correcto?), pero el alfil tiene diversas opciones ..ig5 o cxd5 seguido de 0-0, antes que definirse
sobre su diagonal natural, entonces, ¿por qué con el otro caballo en c3 y estar sujetas al hosti­
delatarse demasiado pronto? Pero como sucede gamiento mediante . . . c5 y . . . d4.
con tantas otras reglas, a menudo no sirve en si­ Este es un ejemplo corriente, y 2 g3 de nin­
tuaciones concretas. El ajedrez moderno está gún modo es ' superior' a 2 lt:'lc3 ; sólo se trata de
repleto de desarrollos del alfil antes que el ca­ una alternativa válida. Pero junto con las mis­
ballo, donde sencillamente se toma ventaja de mas variantes, las negras recientemente (co­
consideraciones posicionales concretas. Co­ menzando a principios de los años ochenta) han
mencemos con un par de ejemplos en la misma vuelto su atención a 2 lt:'lc3 i.b4 ! ? (D).
118 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Consideremos algunos otros ejemplos. Pro­


bablemente el lector estará familiarizado con
B varias aperturas importantes en las cuales el al­
fil se desarrolla primero, por ejemplo, la Defen­
sa Francesa, Variante Winawer: 1 e4 e6 2 d4 d5
3 lLlc3 i.b4 (D) .

Ahora ( 1 998}, se habrán jugado muchos


cientos de partidas de alto nivel, indicando que
al menos posee cierta credibilidad; ¡ pero hasta
1 970, encontré sólo 4 partidas, y cerca de 1 980,
solamente 19 (y éstas de jugadores desconoci­
dos) ! Es difícil creer que, en alguna medida,
esto no refleje el antiguo prejuicio contra desa­
rrollar los alfiles antes que los caballos. La En esta apertura, las negras muy a menudo
adopción repetida de 2 . . ..tb4 por jugadores
. continúan desatendiendo los caballos; veamos
como K.rámnik y Shírov demuestra que ha teni­ unos pocos ejemplos :
do lugar un cambio conceptual. Para empezar, a ) 4 exd5 exd5 5 lLlf3 .i.g4.
si las blancas realizan una jugada como 3 g3 o 3 b) 4 e5 b6 5 a3 .i.f8 (o 5 . . . i.xc3+ seguido de
e3, las negras pueden capturar en c3 y compro­ un rápido . . . i.a6) 6 ltlf3 i.a6.
meter los peones blancos, obteniendo juego su­ e) 4 e5 c5 5 a3 .i.xc3+ 6 bxc3 "ikc7 y ahora
ficiente. Por supuesto, las blancas pueden, de 7 ltlf3 b6 con idea de . . . .i.a6, o 7 "ikg4 f5 8
momento, ganar un tiempo mediante 3 ltld5 ; "ikh5+ g6 9 "ikd l i.d7, intentando . . . i.a4. En
pero no requiere demasiado esfuerzo ver que el estos dos casos, las negras decidieron que re­
caballo en d5 perderá un tiempo después de solver el asunto de su ' alfil problemático' en
. . . c6, y en todo caso, ésta es la segunda jugada c8 era prioritario al desarrollo de sus caballos,
de la misma pieza en la apertura y difícilmente los cuales tienen buenas perspectivas en dicha
del tipo que inspira temor al segundo jugador. posición y no necesitan apresurarse a elegir su
Efectivamente, tras 3 ltld5 , las negras han destino.
jugado 3 . . . .i.a5, 3 . . . .i.c5, 3 . . . .i.d6, e incluso No es sorprendente que la Defensa Moderna
3 . . . .i.e7 ! ?. Esta última jugada posee desconcer­ nos brinde muchos ejemplos del pensamiento
tantes aspectos modernos. Las negras ceden vo­ típicamente moderno. Aquí también aparece el
luntariamente la pareja de alfiles, porque tema de 'los alfiles antes que los caballos' . Des­
después de lLlxe7 (una jugada que recientemen­ pués de 1 e4 g6 2 d4 i.g7 3 lLlc3 , un ejemplo es
te las blancas han rehusado realizar en varias la variante Gurgenidze 3 . . . c6 4 f4 d5 5 e5 h5 6
partidas}, las negras pueden expandirse en el lLlf3 (contra otras jugadas las negras normal­
centro con facilidad mediante . . .ltlf6 (o primero mente jugarían . . . .i.g4 o . . . .i.f5 ) 6 . . . .i.g4 (D) .
. . . f5}, . . . 0-0, . . . c6, y . . . d5. Debo admitir que aho­ Las negras han conseguido su objetivo prin­
ra, las blancas parecen conservar una pequeña cipal, llevar su alfil-eS fuera de la cadena de
ventaja en esta variante, aunque difícilmente peones. A la siguiente juegan . . . e6, y a menudo,
una mayor que la obtenible en muchas de las lí­ la jugada de alfil . . . i.f8 (para preparar . . . c5) su­
neas principales con 1 c4 e5. En cualquier caso, cederá antes que se decida cual será la mejor
no existe una razón a priori para rechazar ideas posición para los caballos. Otro ejemplo des­
tales como 2 . . . ..tb4. pués de 3 lLlc3 es 3 . . . d6 4 f4 c6 5 lLlf3 .i.g4, y en
LA INDEPENDENCIA A LAS REGLAS 119

atacando al alfil sin permitir los peones dobla­


dos. Como alternativa, se podría jugar también
B . . . .te7. Pero con el exacto orden de Trompow­
sky, jugadas tales como 2 . . . h6, 2 . . . d6, 2 . . . g6, y
2 . . . d5 todas permiten .txf6, doblando los peo­
nes-f de las negras, y 2 . . . e6 permite a las blan­
cas cambiar su alfil a cambio de obtener el
centro mediante 3 e4 h6 4 .txf6, donde tras
4 . . . 'ilxf6 las blancas pueden pretender lograr
una disposición más dinámica que con 5 lbf3 .
Una alternativa natural es 2 . . . lDe4, y después de
3 .th4 o 3 .tf4, el caballo en e4 tendrá que per­
der tiempo tras f3, con consecuencias inciertas.
(Aquí la casi igualmente moderna 3 h4 ! ? cons­
la siguiente jugada, puestos en juego los alfiles, tituye un tema completamente separado, im­
jugarán normalmente . . . 'ili'b6, antes que desa­ plicando temas de pareja de alfiles contra la co­
rrollar alguno de los caballos. lumna-h abierta y la influencia restrictiva del
Hablando de aperturas modernas, ¿qué suce­ peón-g blanco). Nuevamente, lo interesante es
de con la Defensa Inglesa ( 1 c4 e6 2 d4 b6)? En la cantidad de años que tardó en ser aceptada
muchas de las líneas principales, no sólo se de­ esta sencilla jugada de alfil -antes que el caba­
sarrolla el alfil-eS antes que las demás piezas, llo-. De manera similar, se ha despertado un re­
sino también el alfil-f8, por ejemplo 3 e4 .tb7 4 ciente interés en la olvidada apertura 1 d4 d5 2
lbc3 .tb4. Y una apertura verdaderamente mo­ .tg5 . Tal como en la Trompowsky, el desarro­
derna es el Ataque Trompowsky, la última pala­ llo del restante alfil blanco a menudo precederá
bra, y ahora bien considerada como un sistema al de sus caballos, por ejemplo, en las variantes
sólido: 1 d4 lDf6 2 .tg5 (D). 2 . . . g6 3 e3 i.. g 7 4 c3 lbd7 5 .td3 y 2 . . . lDf6 3
.txf6 gxf6 4 c4 dxc4 5 e3 c5 6 .txc4.

En los capítulos siguientes, nos ocuparemos


N de más reglas y principios referidos a piezas y
estructuras específicas. Las críticas tradiciona­
les contra los caballos situados en el borde del
tablero, el ataque por el frente de la cadena de
peones, crearse peones retrasados en columnas
abiertas, ceder puntos fuertes, permitir peones
doblados, y cosas por el estilo, serán examina­
dos allí. Las abstracciones más amplias resul­
tan todavía más vulnerables a las críticas. La
regla que establece 'un jugador con ventaja de
espacio debe evitar los cambios de piezas' , por
ejemplo, está tan repleta de excepciones que ha
¿Por qué definir la ubicación del alfil tan perdido su utilidad. Espero que este capítulo les
pronto, cuando podría estar mejor situado en f4 haya brindado una sensación acerca del proce­
o b2, e incluso en su casilla original? Por un so por el cual el jugador moderno se ha liberado
lado, al mover inmediatamente su alfil a g5, las a sí mismo de las limitaciones de tales reglas,
blancas obligan a las negras a tomar una deci­ reemplazándolas por una evaluación concreta y
sión con respecto a su caballo-f6. Claramente, pragmática de la posición. Esta forma de 'inde­
si las negras ya tuvieran . . . e6 (por ejemplo, 2 pendencia a las reglas ' constituye la base para
lDf3 e6 3 .tg5), la jugada . . . h6 sería posible, el debate en los capítulos subsiguientes.
3 El moderno j uego de peones

La cuestión de los peones en el ajedrez moder­ parece apropiado comenzar con la misma
no fácilmente podría ocupar uno o dos libros. Variante del Avanee y otras líneas asociadas de
La teoría de las estructuras de peones, por ejem­ la Francesa, en las cuales las blancas juegan
plo, ha avanzado probablemente más que cual­ e5 .
quier otra área del juego en los últimos 60 años. Recordemos que uno de los descubrimientos
Dado que resulta imposible abarcar todo, este clave de Nimzowitsch (y al que a menudo se
capítulo se ocupará de lo que considero son los considera como 'principio' en los libros de tex­
cambios más importantes en nuestra concep­ to) es aquel que dice que debe atacarse la base
ción del juego de peones. En el último capítulo, de la cadena de peones. Alega a tal efecto un
tomamos contacto con uno de estos cambios, el extenso y decisivo argumento, condimentado
cual involucra mover los peones frente a nues­ con su habitual madurez metafórica, por ejem­
tro propio rey. Este es un tema de aplicación plo,
limitada, aunque echa alguna luz sobre el pen­ " . . . después de 1 e4 e6 2 d4 d5 3 e5 , los peo­
samiento moderno. En este capítulo, pasaremos nes negros (e6, d5) están trabados. El ataque
a ocupamos de asuntos más básicos que resul­ sobre la cadena blanca debería, de acuerdo a
tan fundamentales para determinar la manera nuestra regla, ser realizado sin demora, me­
en que hoy se juega al ajedrez. El núcleo del ca­ diante 3 . . . c5 antes que por medio de 3 . . . f6, por
pítulo tendrá que ver con las cadenas de peones, cuanto el peón-e de las blancas es el ornamento
los peones retrasados, y el juego de peones en arquitectónico de nuestro edificio (la cadena),
los flancos. Los peones todavía son el alma del mientras que el peón-d es la base misma de toda
ajedrez moderno, de modo que las nuevas con­ la estructura. Si quisiéramos destruir un edi­
sideraciones en éstas y otras áreas reflejan las ficio, no empezaríamos con sus ornamentos ar­
tendencias filosóficas subyacentes. Además, sin quitectónicos, sino que golpearíamos sus ci­
un ' sentido' moderno respecto del juego de mientos, tras lo cual automáticamente, seguiría
peones, muchos de los cambios explicados en la destrucción de los ornamentos."
los capítulos subsiguientes estarían fuera de Todo esto es muy encantador, pero uno de
contexto. los propósitos de este libro es dilucidar cuán
engañosas pueden llegar a ser estas explicacio­
nes. Una alegoría alternativa sería que los peo­
N u evas consideraciones sobre la
nes-d4 y -e5 constituyen una prisión, y los
cadena de peones prisioneros insubordinados (las negras), inten­
tan pero no consiguen eludir a los guardias
La consideración de las cadenas de peones ha que atinadamente custodian la base del edificio
experimentado cambios radicales en los años (d4). Pero los insubordinados han conseguido
recientes. Ya hemos discutido las opiniones de robar suficientes explosivos como para volar la
Nimzowitsch sobre las cadenas de peones (que puerta del frente (e5), tras lo cual consiguen pa­
realmente reemplazan todos los pensamientos sar de la prisión a la libertad (vengándose de los
previos sobre el tema) y la evolución moderna guardias, que ahora se encuentran rodeados,
de su estrategia en el capítulo 4 de la parte l . etc . , etc.).
Sabemos que Nimzowitsch se ocupó mayor­ Unos pocos ejemplos serán de gran ayuda.
mente de la Variante del Avance de la Defensa Después de 3 e5 c5 4 c3 tt::lc6 5 tt::lf3 (D), las ne­
Francesa ( 1 e4 e6 2 d4 d5 3 e5), explicando sus gras sin duda han comenzado atacando la base
principios, aunque también tocó ligeramente la en d4, pero sin 'volar los cimientos' en su totali­
estructura de la Defensa India de Rey (c4, d5 , dad, por lo cual recurrirán a la jugada . . . f6 en la
e4 y f3 contra c7, d6, e5 y f5 ) . De modo que mayoría de las líneas modernas.
EL MODERNO JUEGO DE PEONES 121

8 ltJxf6 9 0-0 c4 10 �c2 �d6 11 l:tel 0-0-0


•.•

(D)
N

Aquí están, por ejemplo, dos de las variantes


principales, con mis comentarios enfocados
sobre los temas relacionados con la cadena de
peones : El resultado habitual del cambio de peones en
a) 5...�d7 f6; en lugar de tener la esperanza de presionar
Una jugada típicamente moderna, populari­ contra el peón-e retrasado y un poderoso centi­
zada por Korchnói . Su esencia es esperar para nela en eS, tal como quisiera Nirnzowitsch, la su­
ver adónde va el alfil rey blanco, antes de defi­ perior actividad de las piezas negras y su mejor
nir la posición del caballo y de la dama. Así, en desarrollo les aseguran una iniciativa duradera.
términos que discutiremos posteriormente, las 12 "iie2 l:.df8 13 liJeS �eS 14 f4 g5 !
negras se abren camino en la era de la informa­ Las blancas no tienen suficientes guardias
ción. activos para hacer frente a todos los prisione­
6 a3 ros.
Las blancas preparan b4. La jugada 6 �e2 15 fxg5 �xe5 16 dxe5 �h5
también es respondida, en la mayoría de las Las negras quedaron claramente mejor en
partidas, mediante 6 . . f6.
. Branford-Martin, Westergate 1 992.
6 f6
•••

¡ Una jugada efectiva ! Los cimientos en d4 b) 5...'ifb6


parecen estar bien seguros después de 7 b4, en­ Tradicionalmente, la variante principal.
tonces, ¡ anulemos esa barrera ! 6 �e2
7 �d3 Nimzowitsch jugó 6 �d3 cxd4 7 cxd4 .i.d7
Intentando mantener a los insubordinados en 8 �e2, desperdiciando una jugada entera. Des­
prisión. Ellos clamarán venganza después de 7 pués de 8 . . . ltJge7 9 b3 ltJfS 10 �b2 .i.b4+ 1 1
�f4 'ifb6 8 b4 cxd4 9 cxd4 g5 ! 1 O �e3 g4 1 1 'it?fl , su rival, Tarrasch, jugó l l . . .�e7 con bue­
ltJfd2 fxe5 como en Gramer-Djurhuus, Gausdal na partida, pero aún más adecuado habría sido
1 99 1 , cuando ya era demasiado tarde para lla­ 1 1 . . .0-0 ! , por ejemplo, 1 2 a3 �e7, con idea de
mar a la Guardia Nacional. . . . f6, donde las negras están mejor - en compa­
7 'ifc7
••• ración con la variante principal .
También son buenas las jugadas 7 . . .fxe5 8 6 cxd4 7 cxd4 ltJh6 8 b3 ttJrs 9 �b2 .i.b4+
.•.

dxe5 "iic7 9 �f4 0-0-0 10 ltJbd2 ltJh6 ! , S.Arkell­ 10 'itfl 0-0


King, Londres 1 989, y 7 . . . cxd4 8 cxd4 ltJh6 ! con Una vez más, d4 resulta impenetrable a un
idea de . . . ltJf7, Jackle-Sakáiev, Dortmund 1 992. ataque posterior, pero el ataque contra el frente
8 exf6?! de la cadena mediante . . . f6 puede incluso, ser
¡ Liberando hasta a los condenados a muerte ! más efectivo, dado que abre líneas contra el rey.
Aunque 8 0-0 0-0-0 9 l:te l c4 1 0 �fl ltJge7 con 1 1 g4 ltJh6 12 :g1
idea de . . . ltJg6 dispuso mucha presión sobre eS Ahora las negras sólo en sueños atacarán la
en Genin-Epishin, Leniilgrado 1 980. base en d4; pero todavía disponen de una
122 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

solución basada en los principios, al menos En realidad, después de la mejor 10 . . . f6 ! , ata­


desde un punto de vista moderno: cando el frente de la cadena de peones, las ne­
12 f6! 13 exf6 l:.xf6!
••• gras han quedado tan bien que las blancas ahora
¡ Doblemente moderno ! Las negras no sólo suelen desviarse antes. Su centro colapsa, y si
valoran la actividad sobre la estructura de peo­ intentan 1 1 c4 'ii'c 7 1 2 cxd5 lüxd5 1 3 c4 lüde7
nes, sino que sacrificarán una calidad para con­ 14 exf6 gxf6 1 5 i.. c 3 0-0-0, el superior desarro­
seguir sus objetivos posicionales - ver el llo de las negras compensa sobradamente la pa­
capítulo 8 . reja de alfiles (en efecto, este es un ejemplo de
14 gS l:. xf3 15 �xf3 cómo los caballos apareados contra los alfiles,
1 5 gxh6 l:.f7. a menudo sacan provecho de una rápida apertu­
1s c!ürs 16 l:.g4
••• ra de la posición - ver el capítulo 7).
¡ Protegiendo los cimientos ! Salgamos ahora de la Defensa Francesa de
16 i.. d7
••• Nimzowitsch y observemos a nuestro alrede­
Aquí las negras intentan cosas como . . . l:.f8 y dor otras cadenas de peones, con los ojos bien
. . . e5 o bien . . . �e8-h5 , con fantástica presión. abiertos. ¿Qué es lo que veremos? El ataque al
Las blancas tienen un flanco rey desarticulado y frente de la cadena de peones forma parte de la
grandes dificultades en desarrollarse, por ejem­ teoría contemporánea. ¿Qué sucede en la vene­
plo, 1 7 �g2 l:.f8 1 8 'ii'd 3 i..e 8 1 9 lüd2 �g6 ! , rable Ruy Lopez? Un ejemplo simple y familiar
etc. comienza con las jugadas 1 e4 e5 2 lüf3 lüc6 3
i..b5 a6 4 i.. a4 lüf6 5 0-0 b5 6 i..b 3 i..e7 7 l:.e l
Antes de dejar la Francesa, mencionaré que 0-0 8 c3 d6 9 d4 i.. g4 1 0 d5 lüa5 1 1 �c2 (D).
en la mayoría de las variantes donde las blancas
juegan e5 (y no solamente en la Variante del
Avance), la jugada . . .f6 constituye una idea im­
portante. Con seguridad, un primer ejemplo de N
esto estaría en la Winawer Posicional. Por años,
las blancas han tenido éxito en la variante 1 e4
e6 2 d4 d5 3 lüc3 �b4 4 e5 c5 5 a3 �xc3+ 6
bxc3 lüe7 7 lüf3 i.. d 7 8 a4 'it'a5 9 �d2 lübc6
1 0 i..e 2 (D).

De acuerdo al principio de 'atacar la base ' ,


las negras deberían proponerse realizar . . . f5,
por ejemplo, después de . . . lüe8 o . . . lüd7. Por el
lado de las blancas, cierto tipo de disposición
que implique b3/c4/c5 podría resultar indicada
por la teoría de cadena de peones, aunque sea
bastante improbable. Es interesante buscar esta
posición en las bases de datos, aunque desafor­
tunadamente no gozó de gran popularidad antes
Tras 1 0 . . . c4 1 1 lüg5 ! el restrictivo peón en de 1 935. Cuando la tuvo, varios jugadores efec­
e5 , sin duda, prueba ser meritorio, dado que tivamente jugaron 1 1 . . . lüd7 u 1 1 . . . lüe8 seguido
1 l . ..f6? 1 2 �h5+! lüg6 1 3 lüxh7 <lm 1 4 lüg5+! de . . . f5, pero un número similar simplemente
gana. La jugada de las negras 1 0 . . .c4 cede la ten­ jugó 1 1 . . . c6. Es innecesario decir que las blan­
sión y cuesta un tiempo, ideas que no están aso­ cas no juegan para c5, sino para transferir pláci­
ciada con la más dinámica Winawer moderna. damente su caballo dama al flanco rey mediante
EL MODERNO JUEGO DE PEONES 123

la estándar lL!bd2-fl -e3/g3. Por supuesto, había


muy pocos dogmas sobre la cadena de peones a
los cuales adherir, dado que Nimzowitsch toda­ B
vía no había influido sobre el tema en genera­
ciones de libros de texto.
Pero en la actualidad, y por al menos 50
años, la preferencia de la abrumadora mayoría
ha sido 1 l . . . c6 (unos pocos jugadores eligieron
1 l . . .'W'd7 u 1 l . . .'ifc8, pero continuaron a la si­
guiente jugada con . . . c6); sobre cientos de par­
tidas, la idea de preparar . . . f5 , simplemente no
se presentó. ¿Por qué es efectiva . . . c6? Porque
siguiendo 1 2 dxc6 (que crea un peón retrasado
sobre una columna abierta, de forma análoga a
exf6 en la Francesa), las piezas negras pueden b) 6 i.e2 0-0 7 0-0 c6 8 d5, y nuevamente, la
actuar eficazmente sobre las casillas blancas y mejor idea para las negras es operar sobre el
compensar así el agujero en d5 . Las blancas no flanco dama: 8 . . . lL!c5 9 'ii'c 2 a5 1 O .i.e3 'ikc7 1 1
están particularmente bien desarrolladas (véase lL!d2 .i.d7 con perspectivas poco claras.
su flanco dama). Tras 1 2 dxc6, una posibilidad Podría decirse, 'por supuesto' , tras observar
es simplemente jugar 1 2 . . . lL!xc6, y el lector po­ estos mini-ejemplos ; en realidad, en las Varian­
drá notar un notable parecido con la Siciliana tes de la India Antigua las negras casi nunca
Sveshru'kov ( ! ), que se toma más severo si las tratan de jugar para . . . f5 contra d5 . Pero es co­
blancas juegan .i.g5 y las negras rompen con rrecto que nos preguntemos por qué esto es así.
. . . b4. Tradicionalmente ha sido más común 1 2 La comparación es relevante con la Defensa
dxc6 'W'c7, después de l o cual las negras juegan India del Rey, donde . . . f5 aún es la principal
. . . 'ifxc6, ponen una torre en d8, y luego median­ idea en esas posiciones. Allí, un alfll en g7 brin­
te . . . .i.e6 o bien . . . .i.c8-b7 y . . . lL!c4-b6 dan una da defensa al rey después de . . . g6 y . . . f5 , parti­
auténtica batalla por la casilla-d5 . Para resumir, cularmente después que exf5 sea respondida
el activo juego de piezas brinda a las negras un con . . . gxf5, la recaptura posicionalmente más
equilibrio dinámico respecto del control de la adecuada. Pero aún más importante, cualquier
casilla-d5 , casilla que en la práctica les resulta a ruptura de la estructura de peones centrales
las blancas difícil de consolidar. blancos liberará el a menudo letal alfil-g7 (de
Por supuesto, la Defensa India del Rey y sus ahí la razón para el gran número de sacrificios
primas, la India Antigua y la Defensa Moderna, de peón mediante . . . e4) . En contraste, en la
son las aperturas prototípicas de la cadena de India Antigua, el enorme esfuerzo necesario
peones moderna con 1 d4. Hablando de la India para romper el centro de las blancas, aún si es
Antigua, echemos un vistazo a un par de va­ exitoso, hace bastante poco para activar el al­
riantes típicas que tienen relación con d5 (y por fll-e7 . Obsérvese que estas razones generales
ende, con una cadena de peones), que siguen que estoy indicando, difícilmente lleguen al ni­
con 1 d4 lL!f6 2 c4 d6 3 lL!c3 e5 4 lL!f3 lL!bd7 5 vel de 'principios' . La estructura de peones es
e4 .i.e7 (D): la misma en cualquier caso (asumiendo que las
a) 6 g3 0-0 7 i.g2 c6 8 0-0 a6 9 d5, por negras juegan . . . g6 en la India Antigua, que a
ejemplo, y ahora las negras renuncian a 9 . c5 . . menudo es un necesario preludio a . . . f5 y diga­
seguido de . . . lL!e8 y . . . f5 (atacando la base) en mos, . . . lL!e8-g7). Pero la estructura en sí misma
favor de 9 . . . cxd5 10 cxd5 b5 1 1 lL!e 1 lL!b6 1 2 no determina, como hemos visto, la correcta es­

lL!d3 .i.d7, donde están listas para jugar . . . a5 y trategia de peones para las negras. Más bien, la
. . . b4, y han decidido enfrentar a las blancas en diferencia reside en la posición de una pieza (el
el mismo flanco donde su enemigo posee ven­ alfil rey negro) .
taja de espacio. Esta es una decisión sólida y Veamos ahora las cadenas d e peones e n l a
pragmática, que ha demostrado ser más realista Defensa India del Rey. Aquí, naturalmente, la
que los planes más débiles basados en . . . f5 . jugada .. .f5 suele ser la principal ruptura contra
124 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

la estructura de peones c4/d5/e4, pero en forma


acelerada, la jugada . . . c6, atacando el frente de
la cadena de peones, demuestra ser más útil en B
ciertas líneas. Permítaseme señalar unos pocos
casos. En los sistemas con el fianchetto g3, la
antigua variante principal es 1 d4 lüf6 2 c4 g6 3
lüf3 J.. g 7 4 g3 0-0 5 .tg2 d6 6 0-0 lübd7 7 lüc3
e5 8 e4 c6 9 h3 'it'b6 10 d5 (D).

e) La Variante Slimisch con 5 f3 0-0 6 J..e 3


e5 7 d5 c6 todavía es fuerte (es la línea principal
según la Enciclopedia de aperturas de ajedrez).
d) En las líneas principales de la Variante
Clásica comenzando con 5 lüf3 0-0 6 .te2 e5 7
0-0, la idea de . . . c6 contra d5 no sólo es común
en las variantes con 7 . . . lübd7, sino que también
está avanzando lentamente en un gran número
de variantes con 7 . . . lüc6 8 d5 lüe7 . Por ejem­
Normalmente esto se responde mediante plo, después de 9 lüd2, la jugada 9 . . . c6 (o 9 . . . a5
10 . . . lüc5 1 1 lüe 1 cxd5 1 2 cxd5 J..d 7, con ideas 10 l:.b1 c6) resulta bastante común. Y en el Ata­
bien definidas de presionar sobre el flanco dama, que a la Bayoneta con 9 b4 lüh5 1 0 g3, . . . c6 es
quizás por medio de . . . l:tfc8, . . . a5, . . . 1i'd8 (o la idea vista con mayor frecuencia, por ejem­
. . .'ifa6}, y . . . b5-b4. La actividad adicional obte­ plo, 1 0 . . . f5 1 1 lüg5 lüf6 1 2 f3 c6. Por supuesto
nida mediante la rápida apertura de una columna también existen muchos otros ejemplos.
constituye una de las características positivas re­ El hecho de que estos ataques contra el fren­
lativas al ataque del frente de la cadena de peo­ te de la cadena de peones no nos causen sorpre­
nes. Una continuación típica es 1 3 lüd3 lüxd3 sa (ni nos parezcan la violación de ningún
14 'ifxd3 l:.fc8 15 'ife2 a5 16 .te3 'ifb4 ! ? (parece principio) resulta la mejor prueba de que el más
buena 16 . . .'ifa6) 1 7 l:tfb1 a4 con juego incierto primordial de todos los principios relativos a
(análisis de la Enciclopedia de aperturas de aje­ las cadenas de peones, que indica atacar la base
drez). La jugada . . .f5 nunca entró en escena, aun­ y no el frente de la cadena, ya no es una buena
que todavía está al acecho en un segundo plano. guía.
Como nos aproximamos al final de esta sec­
Las tradicionales variantes principales con ción sobre las cadenas de peones, quisiera reali­
e4 también muestran cómo los ataques contra zar unas pocas consideraciones generales. Las
el ' ornamento' en d5 compiten con aquellas va­ 'reglas' que son aplicables a una cadena de peo­
riantes que lo hacen contra e4: 1 d4 lüf6 2 c4 g6 nes a menudo resultan irrelevantes para otra. En
3 lüc3 .tg7 4 e4 d6 (D). la Defensa India del Rey, por ejemplo, después
a) Primero, veamos un ejemplo de una de las que las negras juegan .. .f5 y las blancas respon­
variantes con h 3 : 5 lüf3 0-0 6 h3 e5 7 d5 lüa6 8 den exf5 , a veces resulta una buena alternativa
.tg5 c6, tras lo cual las negras se desarrollan de el recapturar en f5 con el alfil, pero principal­
manera flexible con jugadas como . . . .td7 . mente porque el alfil apoya la jugada . . . e4, para
b) Y uno de la Variante Averbaj : 5 J..e 2 0-0 liberar a su camarada de g7. Si las blancas tie­
6 i.g5 lüa6 7 1i'd2 e5 8 d5 c6 9 i.d3 lüc5 1 0 nen éxito en mantener una pieza sobre e4 antes
J.. c 2 a 5 1 1 lüge2 cxd5 1 2 cxd5 ( 1 2 lüxd5? que sea posible . . . e4, las negras desearán haber
lücxe4 ! ) 1 2 . . . .td7 con idea de . . . b5. recapturado con el peón en f5 . En las posiciones
EL MODERNO JUEGO DE PEONES 125

'espejo' de la Francesa con peones blancos en blanca, ya que e6 se transformaría en una debi­
d4, e5 y f4, la jugada dxc5 puede resultar ries­ lidad muy seria. En cambio, dedican sus esfuer­
gosa después de . . . �xc5 , dado que el alfil gol­ zos a movilizar sus peones del flanco dama
pea sobre e3 y f2, en conjunción con jugadas ( . . . b5 y . . . c4, con . . . b4 y . . . c3 si es posible), para
como . . . lbe7-f5 o . . . lbh6-g4 y . . . �6. Aquí, no ganar espacio, activar sus piezas y crear un
es importante la idea de . . . d4. Otro contraste peón pasado en aquel lado del tablero.
muy sencillo: en las variantes principales de la Podemos hacer una observación adicional
India del Rey, las negras juegan un ataque clá­ sobre la estructura anterior (e4 y d5 contra . . . c5
sico 'contra la base' mediante . . . f5-f4 y . . . g5- y . . . d6) : las negras con frecuencia pueden evitar
g4, etc. Pero como señala Nimzowitsch, en la los planes del primer jugador referentes al avan­
Variante del A vanee las blancas rara vez con­ ce e5, dirigiendo sus piezas hacia esa casilla (un
tinúan f4-f5 , sino que prefieren en cambio tipo de 'profilaxis ' , tal como se describe en el
obtener un buen juego de piezas (por ejemplo, capítulo 9); y con todo las blancas consiguen
�d3rii'g4/lbe2-f4 o algo por el estilo), a pesar implementar exitosamente lo que hemos estado
de que f4-f5 todavía es un tema a tener en cuen­ discutiendo: atacan el frente de la cadena de
ta en el final. Estas decisiones son pragmáticas, peones mediante l:tbl y b4. ¿Cómo funciona
basadas en lo que sirve. esto? Idealmente, una vez que se ha jugado b4,
Aún no hemos hablado del tipo de cadena de pueden suceder tres cosas:
peones cuyo frente no puede ser atacado, por a) Las negras juegan . . . c4, cediendo la casi­
ejemplo, una típica estructura de Benoni Mo­ lla-d4 a una pieza menor de las blancas tal
derna con . . . c5/ . . . d6 contra e4/d5 (D) : como un caballo (golpeando sobre b5 y c6) o
bien un alfil (neutralizando el alfil-g7 y estable­
ciendo la idea de f4 y e5);
b) En respuesta a bxc5, las negras respon­
den . . . dxc5 . Esto es raro, porque los peones
centrales blancos se liberan y recuperan su mo­
vilidad;
e) En respuesta a bxc5, las negras respon­
den . . . lbxc5 . Esto cede nuevamente la casilla­
d4 a una pieza menor blanca, pero tal operación
debe realizarse muy a tiempo, ya que el caballo
negro en c5 puede llegar a ser muy efectivo.
En cualquier caso, el ataque mediante b4 so­
bre el frente de la cadena de peones constituye
una parte estándar del arsenal moderno.
Tampoco nos hemos ocupado de otras for­
Se ha cambiado el peón-e de las negras, y por mas de cadena de peones como la estructura
consiguiente no se encuentra disponible para el . . . c5, . . . d6, y . . . e5 contra c4, d5, y e4, caracterís­
ataque frontal mediante . . . e6. Un asunto intere­ tica de la Benoni Antigua y algunas Indias de
sante sobre estas posiciones es el contraste de la Rey (D).
estrategia de ambos bandos: las blancas siguen Desde el punto de vista de las negras, obvia­
a menudo (aunque no siempre; vean el siguien­ mente está indicado el ataque sobre las dos ba­
te párrafo) el tradicional ataque 'Nimzoviano' ses mediante . . . b5 y/o . . . f5 . Pero además de la
sobre la base ; a largo plazo, sería ideal realizar dificultad para llevar a cabo estas rupturas, esta
f4 y e5 . En la práctica, tratan de frenar primero formación tiene serios inconvenientes. Diga­
la mayoría de las negras en el flanco dama me­ mos, si las blancas atacan el frente de ambas
diante a4, y pueden atar a las negras a la defensa cadenas, mediante b4 y f4, entonces, asumien­
de d6 mediante J.. f4 antes de movilizar sus peo­ do que las negras realicen alguna concesión
nes, pero e5 todavía es un objetivo de largo pla­ (por ejemplo . . . exf4 o . . . cxb4 ), la base en d6 ca­
zo. Las negras, por otra parte, sólo en contadas recería de una protección adicional (como brin­
ocasiones juegan para . . . f5 atacando la base da el peón c7 en una India del Rey normal) y
126 LoS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

podríamos dejar de ·hacerles justicia. En este


solo aspecto del juego queda reflejada una au­
téntica revolución en el pensamiento, y con
todo los libros de texto apenas si se ocupan li­
geramente del tema. Veamos si podemos co­
menzar a remediar esto.
Por supuesto, resulta difícil probar que los
maestros de antaño carecieran de imaginación
para los sacrificios posicionales. Después de
todo, el ajedrez del siglo XIX es bien conocido
por su características de lanzar los peones a la
primera oportunidad. Pero estos sacrificios
eran realizados principalmente para conseguir
abrir líneas y obtener un ataque inmediato; aquí
podría caer fácilmente. Comparemos la estruc­ trataremos acerca de la obtención de una com­
tura 'espejo' en la Francesa (d4/e5/f4 contra pensación a largo plazo en la forma de algún
. . . d5/ . . . e6/. . . f5) (D): tipo de ventaja posicional (un gran punto fuer­
te, pareja de alfiles, presión a largo plazo sobre
una columna, etc.). Con respecto a los comien­
zos del siglo XX, este asunto sólo puede resol­
verse mediante el estudio de las partidas de
Tarra sch, Lasker, Capablanca y otros grandes
jugadores de aquel tiempo. Numerosas técnicas
modernas están ausentes de su juego (por ejem­
plo, la escasez de sacrificios posicionales de ca­
lidad); pero una de las diferencias más extremas
surge en el área del sacrificio posicional de
peón. Hasta donde puedo decirles, Alekhine
fue el primero en sacrificar regularmente peo­
nes para obtener una compensación a largo pla­
zo, aunque era propenso a hacerlo a cambio de
ataque e iniciativa, como de algún modo Kas­
En este caso particular, una ruptura mediante párov hace hoy en día.
g4 suele ser más efectiva que aquella mediante En el ajedrez contemporáneo, los jugadores
c4, y el peón-e6 de las negras rara vez se trans­ se han vuelto expertos en cazar peones y luego
forma en un objetivo, incluso si se ha jugado sufrir la presión del rival, hasta que llega el mo­
. . . fxg4. En realidad, la posición de las negras es mento en que 'pasan la factura' y 'a cobrar' .
tan sólida que en la Defensa Francesa las blan­ V éanse, a modo de ejemplo, mis comentarios
cas jugarán exf6 al paso contra . . . f5 . Existen in­ en el capítulo 2 de la parte 1 , que se refiere a ca­
terminables ramificaciones de estos temas; la zar peones en la apertura. Aún más impresio­
cuestión principal, como antes, es que las reglas nante resulta la falta de garantías con que los
generales resultan irrelevantes para determinar mismos jugadores están dispuestos a sacrificar
una estrategia. En cambio, resultan necesarios un peón a cambio de muy poca compensación
el análisis concreto y la comprensión de las par­ inmediata. Un ejemplo sencillo es el Gambito
ticularidades de la posición dada. BenkoNolga (junto con los múltiples sacrifi­
cios relacionados con . . . b5 en diversas apertu­
El sacrificio posicion a l de peón ras del Peón Dama). Hablemos sobre 1 d4 lilf6
2 c4 c5 3 d5 b5 (el Gambito Benko) 4 cxb5 a6 5
Los sacrificios de peones para conseguir metas bxa6 i.xa6 (D).
posicionales (en oposición a un ataque directo) En la jugada tres, las negras (recordemos,
son tan comunes en el ajedrez moderno que no media jugada atrás) pasan un peón a manos de
EL MODERNO JUEGO DE PEONES 12 7

casos, de todas maneras no logra mucho. Por


supuesto, un peón es un peón, y las blancas han
B desarro llado numerosas estrategias para supe­
rar estas dificultades; pero aun así 3 . . b5 conti­
.

núa hoy formando parte del repertorio de mu­


chos jugadores de elite.
Con miles de maravillosos ejemplos de sa­
crificios posicionales de peón a mi disposi­
ción, decidí tomar algunos ejemplos clásicos
(de tiempos en que tales sacrificios no eran ruti­
narios), y también otros que suceden con tanta
frecuencia que el lector puede estar ya familia­
rizado con ellos. Esto resaltará el hecho de que
tales sacrificios no son raros y reducirá a la vez
las blancas. Lo insólito, como sabe cualquier las explicaciones necesarias, de modo que el
estudiante del Benko, ¡es que a menudo las ne­ lector pueda comprenderlas.
gras no comienzan a recuperar su material o Primero, veamos un ejemplo de medio juego
realizar amenazas concretas sino hasta 1 5-20 no temático a través de una partida de un cam­
jugadas más tarde ! Más llamativo aún es que peón mundial :
las blancas no tengan debilidades, sólo una
perspectiva un tanto pasiva sobre el flanco dama
frente a dos columnas semiabiertas y el peligro­
so alfil-g7 de las negras. Podríamos hablar du­ B
rante largo tiempo sobre cómo es posible esto,
pero hay dos factores que me parecen de supe­
rior importancia:
a) Sucede que las negras tienen un desarro­
llo superior, en el sentido más amplio de que
sus piezas menores y torres pueden ser transfe­
ridas todas a posiciones efectivas; no puede
decirse lo mismo de las blancas, que tienen difi­
cultades incluso para desarro llar la torre y el al­
fil dama sin crear debilidades;
b) El peón de ventaja de las blancas consiste
en dos peones (a y b) contra uno (peón-e) sobre Botvínik - Kan
el flanco dama. Si cualquiera de esos peones se Cto. de la URSS, Moscú 1 952
moviera, se crearían debilidades bastante se­
rias, y sería manifiesta la compensación de las Euwe y Kramer comentan: "En esta posi­
negras en ese flanco. Pero si los peones-a y -b ción, nueve de cada diez jugadores habrían ju­
permanecieran donde están, entonces la ' mayo­ gado 19 l:lfd 1 , intensificando la presión sobre el
ría' de las blancas resultaría inútil. peón-d retrasado. Botvínik elige un método ab­
En realidad, las blancas ya tienen un peón solutamente diferente."
pasado, pero este es un caso muy interesante de 19 eS ! !
un principio moderno, tal como señaló Suba: Esta jugada amenaza li:)e4 ( o i.xc6 y li:)e4) ,
un peón pasado alejado suele ser una debilidad pero sacrifica u n peón:
en el medio juego (más en este último caso). Fi­ 19 'ii'c5 20 'ii'd2 'ii'xeS 21 i.xc6 dxc6 22
•••

nalmente, y más importante, está en la naturale­ :e1 'ii'rs 23 g4!


za de la posición que el contrajuego natural, el La dama debe ser llevada a una casilla donde
ataque en el centro y sobre el flanco rey median­ la jugada li:)e4 de las blancas se produzca con
te e4-e5, sea extremadamente difícil de conse­ ganancia de tiempo.
guir, si se lo anticipa con . . . e6, y en ciertos 23 'ii'f3 24 .Z:.e3 'ii'f6 25 l:.d7
•••
128 LOS SECRETOS DE lA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Aquí está la clave. Una torre en séptima no ideas en la Defensa India del Rey, tan solo para
sólo crea amenazas en el medio juego, sino que empezar). En el diagrama, tanto Boleslavski
además ganará numerosos finales. como Shamkovich omitieron que 1 5 tüc7 ! (in­
2S l:fd8 26 :ed3 :Xd7 27 l:xd7 tüe8 28
••• dicada por Graham Burgess) amenaza i.b5 y
tüe4 'it'f3 29 'it'd4+ �g8 30 tügS eS 31 tüxf3 con toda seguridad ganar material. Pero en cier­
cxd4 32 b3 ta forma, hemos tenido suerte, pues Boleslavski
Las blancas poseen una gran ventaja, proba­ nos obsequia en cambio con un bonito sacrifi­
blemente decisiva, a pesar de lo cual las negras cio posicional :
debieron haber intentado 32 . . . tüf6 ! (en vez de 15 c4 ! ? i..xc4 16 tüc3 'it'b3 17 i.. xc4 'ii'xc4
32 . . . :c8?) 33 l:txd4 l:tb7 34 tüe5 g5 35 �g2 18 i.gS 'ii'e6 19 i.xf6 'ii'xf6 20 tüdS
�f8 36 l:r.d8+, donde Euwe dice "y las negras El caballo blanco no sólo está magnífica­
no pueden mover un dedo para ayudarse a sí mente situado en d5, sino que no puede ser con­
mismas", aunque al menos estarían en juego. trarrestado. Observen también el alfil malo de
De los antiguos maestros, quizás solamente las negras. La conclusión de la partida demues­
Alekhine (que fue ampliamente moderno en las tra el poder de una pieza dominante:
situaciones dinámicas) podría, en mi opinión, 20 'it'h4 21 'ii'e2 i..f8 22 'ii'fl J:tac8 23 g3
••.

haber considerado la jugada 19 e5 . En épocas 'ii'gS 24 h4 'ii'h6 25 g4 gS 26 hxgS 'ii'xgS 27


modernas, podemos imaginar muchos jugado­ l:.hS 'ii'g6 28 gS h6 29 l:r.xh6! 'ii'xgS 30 :hs !
res que lo harían, tal como los campeones Tal, 1 -0
Fischer, y Kaspárov; pero también los jugado­ Dado que las columnas -g y -h serán decisi­
res de ataque como Shírov, Topálov, Polgar, y vas tras 'ikh 1 y l:r.g l .
en realidad, casi cualquiera de los grandes juga­ Un ejemplo sencillo, y no exclusivo de los
dores actuales. tiempos modernos. No obstante, un observador
Un típico sacrificio posicional de peón tiene imparcial de la época anterior a 1 935 y la ac­
que ver con la ocupación de una casilla central tual, tendría que admitir que hoy en día estos
clave. Shamkovich los denomina 'sacrificios de sacrificios para obtener el control de una casilla
bloqueo' y brinda este ejemplo antiguo ( ¡ pero son mucho más comunes. Ahora veremos otro
moderno ! ) : ejemplo de Botvínik, un típico sacrificio de
peón para procurarse un juego de piezas supe­
rior:

Boleslavski - Lisitsyn
Cto. de la URSS, Leningrado 1 956
Botvínik - Pomar
Boleslavski, por otra parte, fue de los prime­ Olimpíada, Vama 1 962
ros y más imaginativos entre quienes propusie­
ron el pragmatismo moderno (consideremos su Las blancas ya habían planificado claramen­
jugada . . . e5 en la Siciliana, dejando al peón-d te su siguiente jugada:
retrasado en una columna abierta, y sus muchas 12 eS! fxeS 13 fS i..f7 14 tüe4
EL MODERNO JUEGO DE PEONES 129

A costa de un peón, las blancas han obtenido l l ... e4! 12 fxe4 f4 13 .i.f2 .!Lld7 14 .!Llgl !
un excelente punto fuerte en e4, y un devasta­ 'ii'gS 15 .i.n lLleS 16 .!Llf3 'ii'e7 17 .!Llxe5 'ii'xeS
dor alfil sobre la gran diagonal. Estas dos venta­ 18 0-0-0
jas generalmente compensan al menos un peón, La diferencia entre éste y el ejemplo anterior
pero además, se ha liberado el alfil-e l , y están es clara: las negras no tienen un ataque inme­
en el aire jugadas como f6 y 'ii'g 4. Desde el diato. Pero pueden preparar la ruptura . . . b5,
punto de vista de las negras, su alfil-d6 de pron­ mientras que las blancas no logran hacer nada
to se ha vuelto muy malo, y sus caballos poseen positivo (nótese especialmente su miserable al­
pocas perspectivas. fil de casillas blancas).
14 0-0-0 15 1i'g4
••• 18 .!Llf6 1 9 h 3 .i.d7 2 0 .i.d3 a 6 21 .!Llb1 ! f3 !
•••

Shamkovich se detiene aquí y dice que las Esta es la razón por la cual elegí este ejemplo.
blancas tienen una posición aplastante, lo cual Después de 21 . . . b5 22 lLld2 las blancas estarían
en mi opinión no es exagerado. La partida con­ listas para .!Llf3 y tendrían ventaja. De nuevo,
tinuó: las negras entonces entregan un peón para man­
15 �b8 16 1i'xg7 i.hS
••• tener el control del complejo de casillas negras:
Ahora en vez de 1 7 .l:.f2?, tanto 1 7 .!Llxd6 22 gxf3 .!LlhS 23 .!Lld2 .!Llf4 24 .i.fi bS
'ii'xd6 1 8 f6 como 1 7 f6 prácticamente ganan de Las blancas, completamente atadas, tuvie­
inmediato. ron que defenderse tenazmente por muchas ju­
gadas. Las negras quedaron mejor, a pesar de
A veces la compensación es más a largo pla­ los dos peones menos, y eventualmente se arri­
zo. Veamos aquí un ejemplo algo más antiguo bó a un empate.
del mismo sacrificio:
Esta maniobra (e5, para seguir a . . . fxe5 con
f5 o, desde el punto de vista de las negras, . . . e4,
respondiendo a fxe4 con . . .f4) se ha vuelto tan
N común en los tiempos modernos que, para al­
guien como Kaspárov, ¡debe parecerle tan natu­
ral como recapturar una pieza ! En verdad, él
jugaría estas ideas aún en circunstancias menos
favorables:

Kótov - Gligorié
Torneo de Candidatos, Zurich 1 953

La misma posición, pero esta vez con los co­


lores invertidos y además las negras han sacado
unas pocas piezas menos que las blancas en el
ejemplo anterior. Y en efecto, en todos estos
ejemplos, resulta interesante señalar que ¡ va­
rias de las piezas del jugador que sacrifica ma­ Gheorghiu - Kaspárov
terial aún no están desarrolladas ! Lo que cuenta Olimpíada, Tesalónica 1 988
es la casilla-eS y la respectiva movilidad de las
piezas de ambos bandos. En cualquier caso, en 15 e4! ? 16 .!Llxh5 .!Llxh5 17 fxe4 f4 18 .i.f2
•••

vez de una ventaja ganadora, Gligorié consigue Esta vez, no existe el caballo que va a e5, y
un juego más a largo plazo: las blancas tienen más recursos:
130 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

18 ••• i.g4 19 h3! c4 eS 3 dS e6 4 lbc3 exd5 S cxd5 d6 6 e4 g6 7 f4


Una subvariante temática es 1 9 i.e2 i.xe2 ! i.g7 8 i.bS+) y en las Benonis con i.d3 y
20 'ii'xe2 f3 ! 2 1 gxf3 lLlf4, sacrificando otro lLlge2, que nadie le presta mucha atención. Pero
peón por más control sobre las casillas negras. esta idea era bastante infrecuente en los años
Kaspárov indica entonces 22 'ii'd 2 lLlg2+ 23 veinte o treinta. Es bastante interesante, en ver­
�fl lLlh4 24 i.xh4 'ii'xh4 2S �e2 l:xf3 ! con dad, realizar una búsqueda en la base de datos
ataque. (usando la función 'buscar maniobra' de
19 i.d7 20 0-0-0 .teS
••• ChessBase). El primer ejemplo que pude en­
Tal vez no sea una pieza tan buena para eS contrar (lo bastante sólido) es de 1 9S3( ! ) :
como un caballo, pero todavía resulta efectiva.
21 �b1 'ii'f6 22 i.e2 lLlg3 (D)

Zagorianski - Kasparián
Róstov del Don 1 953
Las negras tienen sujeto al rival y poseen
compensación en la forma de dos poderosas Las negras acaban de jugar 1 7 . . . bS, pero las
diagonales. El curso posterior de la partida de­ blancas van al choque con:
muestra sus chances prácticas, aunque pienso 18 eS! dxeS 19 fS! gxfS 20 lLlxfS i.xfS 21
que en este momento la posición solamente 'ii'xfS b4 22 lLle4 f6 23 d6
está equilibrada: Las blancas tienen una enorme ventaja posi­
23 i.xg3 fxg3 24 i.f3 l:ac8 2S lLle2 'ii'g6? ! cional. La partida concluyó:
2S . . . l:cS habría traspuesto a la partida, sin 23 Jtc8 24 l:fd1 lU7 2S l:acl c4 26 'ii'e6
••

permitir opciones a las blancas en las jugadas 'ii'd7 27 'ii'dS 'ii'xa4 28 d7 l:.d8 29 'ii'xc4 �f8
27 y 28. 30 lbcS 1-0
26 l:cl l:xcl+ 27 'ii'xc l ? ! l:c8 28 'ii'e3? ! Esta forma de sacrificio (por ataque directo,
'ii'f6 2 9 'ii'd2 l:cS! es cierto, pero además con el objetivo de obstruir
Kaspárov indica que las negras están clara­ el alfil rey de las negras y ganar la crítica casi­
mente mejor, pero en realidad 30 l:c 1 i.xh3 3 1 lla-e4) realmente sucedió después de la partida
l:xcS dxcS 3 2 'ii'e 3 ! mantendría el equilibrio. Ojanen-Keres, match Estonia-Finlandia, 1 960,
30 lLlcl ? i.f4 31 'ii'b4 i.bS 32 lLlb3 i.d3+ y tras la siguiente lucha:
33 Wa1 l:c2 34 l:b1 .tes 3S lbcl i.xb2+ 36
'ii'xb2 'ii'xb2+! 0-1 Penrose - Tal
Kaspárov también ha utilizado otra pequeña Olimpiada, Leipzig 1 960
y popular transformación, que es similar en es­
píritu a la del ejemplo anterior. Esta es eS, res­ 1 d4 lLlf6 2 c4 e6 3 lLlc3 eS 4 dS exdS S cxdS d6
pondiendo a . . .dxeS con fS, en posiciones de la 6 e4 g6 7 i.d3 i.g7 8 lLlge2 0-0 9 0-0 a6 10 a4
Benoni e India del Rey (ya mismo veremos un 'ii'c7 1 1 h3 lLlbd7 12 f4 l:e8 13 lLlg3 c4 14 i.c2
ejemplo). Es tan normal ahora, especialmente lLlcS 1S 'ii'f3 lLlfd7 16 i.e3 bS 17 axbS l:b8 18
en la Benoni variante de Taimánov ( 1 d4 lLlf6 2 'ii'f2 axbS (D)
EL MODERNO JUEGO DE PEONES 131

23 g4 'ii'd7 24 l:tad1 l:tc8 2S fxg6! ? hxg6 26


-.a
Las blancas tratan de jugar tLlf6+ a la si­
guiente jugada; más adelante las blancas gana­
ron.

Pasemos a otro sacrificio posicional que


ahora es cosa de todos los días en la práctica
moderna. En la Defensa Grünfeld, existe un sa­
crificio de peón estándar para abrir líneas y
controlar las casillas blancas sobre el flanco
dama. Veamos un ejemplo antiguo:

Garcia Vera Ju. Bolbochán


-

19 eS! dxeS 20 fS! .i.b7 21 :Sd1 .i.a8 22 Mar del Plata 1 952
tüce4 tüa4 23 .i.xa4 bxa4 24 fxg6 fxg6 2S
'fi'f7+ �h8 26 tücS 1 d4 tüf6 2 c4 g6 3 M dS 4 cxdS tüxdS S e4
. . . y el ataque resultó demasiado fuerte. ¡ Has­ tüxc3 6 bxc3 i.. g7 7 .i.c4 0-0 8 i.a3 b6 9 tüe2
ta hoy en día las blancas ganan partidas pareci­ tüc6 10 0-0 tüaS 1 1 .i.d3 eS! 12 dxcS _.c7 13
das en la misma variante ! cxb6 axb6 (D)
Actualmente, el sacrificio e5/ . . . dxe5/f5 apa­
rece en los lugares más extraños, notablemente
en la Siciliana y hasta incluso en la Nimzoindia
e India de Dama. Veamos ahora un ejemplo de B
alto nivel, donde nuevamente la casilla-e4 re­
sulta crítica:

Yusúpov Timman
-

Match de Candidatos (partida 5) ,

1ilburg 1 986

1 d4 tLlf6 2 c4 e6 3 tüf3 b6 4 a3 eS S d5 .i.a6 6


'ifc2 exdS 7 cxdS g6 8 tüc3 .i.g7 9 g3 0-0 10
i.g2 d6 11 0-0 l:te8 12 l:tel tübd7 13 h3 tüeS
14 tüxeS :XeS 1S e4 l:te8 16 i.e3 tüd7 17 f4 c4
18 eS! dxeS 19 d6 l:tc8 20 fS tücS 21 .i.xcS ! Las negras tienen compensación por el peón
:Xcs 22 tüe4 :as (D) debido a su presión sobre las columnas abiertas
-a y -e, y su control sobre c4 ( . . . tüc4 no sólo es
una idea, también . . . i.e6 y . . . l:tfc8 son desarro­
llos comunes).
B
Aún más fácil para las negras resultó la parti­
da S liwa-Pachman, Moscú 1 956, que se apartó
de la partida anterior en la jugada 8 : 8 tLle2 tüc6
9 0-0 b6 1 O l:tbl .i.b7 1 1 .i.a3 tüa5 1 2 .i.b3 _.d7
1 3 f4 c5 ! 14 dxc5 l:tfd8 1 5 .i.c2 _.c7 1 6 _.e l
tüc4 ! 1 7 cxb6 axb6 1 8 i.c 1 tüa3 1 9 i.xa3 :Xa3
20 e5 .z:r.xa2 2 1 .i.b3 .z:r.ad2 22 l:tf2 e6 23 l:td l
:Xd l 24 .i.xd l g5 25 fxg5 _.xe5 26 h4 _.e3 27
-.n l:td2 28 �h l l:txd l 0- 1 . Cabe mencionar
una característica de este tipo de posición: en
132 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

muchas aperturas del flanco dama, .ia3 de las cual éste es un procedimiento estándar, por
blancas no resulta efectiva debido a . . . c5 y . . . b6, ejemplo:
obstruyendo el accionar del alfil. Aquí, no sólo
las negras entregan un peón, sino que también Furman - Timoshchenko
liberan la diagonal del alfil enemigo. Por su­ URSS 1977
puesto, esa pieza queda precariamente coloca­
da en a3 debido a la columna-a abierta y . . . lbc4. 1 lbf3 lbf6 2 c4 c5 3 lbc3 d5 4 cxd5 lbxd5 5 d4
Pasando a épocas más recientes, un ejemplo lbxc3 6 bxc3 g6 7 e3 .ig7 S .id3 0-0 9 0-0 'ii'c7
posicionalmente muy claro ocurrió en Pfibyl­ 10 .ia3 b6 1 1 dxc5 (D)
Uhlmann, Bmo 1 975 con la misma variante : 8
lbe2 lbc6 9 .ie3 b6 1 0 0-0 .ib7 1 1 :tc i e6 1 2
'ii'd 2 lba5 1 3 .id3 c5 1 4 dxc5 'i!i'c7 ! 1 5 cxb6
axb6 (D). N

l l .ib7! 12 cxb6 axb6 13 .ib2


...

¡ Un alfil miserable !
13 lbd7 14 lbd4 e5 15 lbb3 e4 16 .ib5
••.

lbe5 17 lbd4 .l:.fdS 1S 'ii'e2 l:.d5 19 l:.fc1?


1 6 .l:.b 1 lbc4 1 7 .ixc4 'i!i'xc4 1 8 l:tb4 'ii'x a2 Las blancas, de alguna manera, están prote­
1 9 'i!i'xa2 .l:.xa2 20 .l:.e 1 .l:.c8 2 1 .ixb6 .ia6 ! 22 giendo el flanco dama, pero ahora el golpe de­
lbd4 .id3 23 h3 l:.xc3 24 lbf3 llc8 25 e5 .ie2 ! cisivo sucede sobre su flanco rey :
con gran ventaja. 19 lbf3+! 20 gxf3 l:g5+ 21 �n 'ii'xh2
•••

Veamos una idea parecida en otra variante: Las negras tienen clara ventaja - recuperan
su pieza tras la forzada 22 'iii>e l exf3 .
Lautier - lvanchuk
Terrassa 1991 El sacrificio de la siguiente partida es hoy en
día, de práctica estándar en esta apertura:
1 d4 lbf6 2 c4 g6 3 lbc3 d5 4 lbf3 .ig7 5 .ig5
lbe4 6 .ib4 lbxc3 7 bxc3 dxc4 S 'ii'a4+ 'ii'd7 9 L. Spássov - Vadasz
'i!i'xc4 b6 10 e3 .ia6 1 1 'i!i'b3 .ixfl 12 �xfl 0-0 Subotica 1978
13 �e2 c5! 14 dxc5 lba6! 15 llhd1 'i!i'c7 16
cxb6 axb6 17 a4? lbc5 1S 'ii'b4 .l:.a5! 19 .ig3 1 lbf3 lbf6 2 c4 c5 3 lbc3 d5 4 cxd5 lbxd5 5 d4
e5 ! 20 lbd2 :ras lbxc3 6 bxc3 g6 7 e3 .ig7 S .id3 0-0 9 0-0 lbc6
Las negras están mucho mejor. 10 .ia3 b6! 1 1 .ie4 .ib7 12 dxc5 'ii'c7 13 'ii'c2
l:.fcS 14 l:.ab1 lba5 15 cxb6 axb6 16 .txb7
Los sacrificios de peón dxc5/cxb6 no están 'ii'xb7 17 .ib4 lbc4
limitados a la Defensa Grünfeld. Una 'búsqueda Las negras tienen completa compensación.
de maniobras' en ChessBase dio como resultado También tienen el mismo tema varias Nim­
un gran número de estos sacrificios realizados zoindias, Indias de Dama, y Defensas France­
en diversas aperturas. En la Inglesa Simétrica, sas. Sin entrar en mucho detalle, señalaré que el
existe una variante similar a la Grünfeld en la sacrificio de peón dxc5/cxb6 aparece en una
EL MODERNO JUEGO DE PEONES 133

gran variedad de Francesas, por ejemplo, en las En vez de esto, Arnason indica 1 2 dxc5 lt:ld7 ! ,
Winawer posicionales l e4 e6 2 d4 d5 3 lt:lc3 con idea de 1 3 cxb6 axb6 con l a compensación
.ib4 4 e5 c5 5 a3 .ixc3+ 6 bxc3 lt:le7 7 a4 'ikc7 que ahora nos es familiar.
8 lt:lf3 b6 9 .ib5+ .id7 10 .id3 lt:lbc6 1 1 .ia3, 12 ... 4Jbc6 13 dxcS (D)
donde las negras a menudo entregarán los peo­
nes -b y -e a cambio del peón-d blanco; y en va­
riantes similares como 7 . . . lt:lbc6 8 lt:lf3 .id7 9
.ib5 'ikc7 l O 0-0 b6 1 1 .ta3 lt:la5 1 2 .ixd7+
'ikxd7 1 3 dxc5 lt:lc4 14 cxb6 axb6 1 5 .txe7
'ikxe7 con evidente compensación, Tseshkovs­
ki-Gulko, Cto. de la URSS, Moscú 1 976.
Una idea afín sucede después de 1 e4 e6 2 d4
dS 3 lt:\c3 .tb4 4 eS c5 S .td2 (D).

13 'ikc7!
.•.

Dado que 1 4 cxb6 axb6 brinda a las negras


dos columnas abiertas contra peones aislados
del enemigo y además hermosas casillas para
sus caballos ( . . . lt:\a5-c4/b3 requiere inmediata
atención), Shírov rehusó la oferta mediante 1 4
'ikf4 e 5 1 5 'ikg4 0-0 1 6 Wf2, sólo para aceptarla
bajo peores circunstancias tras l 6 . . . lt:la5 ! 1 7
cxb6 'ikxb6+ ! 1 8 ..ie3 'ikc6 ! 1 9 �hd l lt:lc4 con
Por ejemplo, 5 . . . lt:le7 6 lt:lb5 .txd2+ 7 'ikxd2 tremenda presión (si el alfil mueve, . . . 'ikb6+ y
0-0 8 dxc5 lt:lbc6 9 lt:lf3 b6 1 0 cxb6 'ikxb6, con . . . f5 puede resultar sangrienta).
compensación, se vio originalmente en la parti­ Considerando la cantidad de aperturas en
da Spasski-Bronstein, Moscú 1 957; y la idea que puede surgir este sacrificio, ¡ es notable que
surgió sucesivamente en diversas situaciones una búsqueda con ChessBase no lograra descu­
similares. Por ejemplo, tuve recientemente una brir un solo ejemplo en las partidas celebradas
partida en esta variante con 5 . . . lt:lh6 6 a3 i.. a5 7 hasta 1 93 5 ! (Solamente hay una partida en con­
dxc5 i.. c 7 ! ? 8 f4 b6 ! 9 cxb6 ..ixb6 1 0 lt:lf3 lt:lg4 sulta donde Alekhine llevaba piezas negras, en
1 1 ..ib5+ ..id7 1 2 ..ixd7+ lt:lxd7 1 3 'ike2 ..if2+ que se jugó la maniobra dxc5, cxb6 y . . . axb6,
14 Wfl ..ib6 1 5 lt:\d l �c8 y las negras tienen pero el material permaneció equilibrado). Difi­
juego más que suficiente (D.Femandez-Watson, cilmente pueda explicarse esto sin aceptar que,
Chicago 1 997). desde entonces, ha tenido lugar un cambio con­
ceptual fundamental.
La Nimzoindia con 4 f3 (y otras variantes de Siguiendo de momento con los sacrificios
esta apertura) también ilustran este tema. Por 'estándar' , podemos decir que algunos de estos
ejemplo: sacrificios posicionales de peón fueron descu­
biertos en el análisis casero y luego discutidos
Shírov - Kárpov durante años sobre el tablero. Tal es el caso de
Bie/ 1 992 variantes como el descubrimiento de Poluga­
ievski en la India de Dama: 1 d4 lt:lf6 2 c4 e6 3
1 d4 lt:lf6 2 c4 e6 3 lt:lc3 ..ib4 4 f3 dS S a3 lt:lf3 b6 4 g3 ..ib7 5 i..g 2 i..e7 6 0-0 0-0 7 d5 ! ?
..ixc3+ 6 bxc3 eS 7 cxdS lt:lxdS 8 'ikd3 b6 9 e4 exd5 8 lt:lh4 c 6 9 cxd5 lt:lxd5 1 0 lt:lf5, con com­
.ta6 10 'ikd2 ..ixfl l l 'it'xfl lt:le7 12 lt:le2 plicaciones poco claras que aún hoy, casi 20
134 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

años después de su introducción, están siendo rápidamente llevaráit una torre a la columna-c.
discutidas. A pesar de que la creatividad de es­ Obsérvese en especial las casillas blancas con­
tas jugadas podría ser puesta en duda por el troladas por el caballo en f6 y el alfil en b 7. En
hecho de que fueron desarrolladas en el análisis ciertos casos también tiene lugar . . . liJaS ! con
casero, todavía puede verse en ellas un espíritu posteriores objetivos en c4 y b3 .
muy moderno. Después de todo, ¡ las negras no Este intento de controlar un complejo de co­
tienen debilidades y las blancas acaban de en­ lor en particular es bastante típico de los sacri­
tregar un peón central ! Sucede que las piezas ficios de peón modernos. Sin entrar de lleno en
activas y las particularidades de la estructura de la teoría, el intento de disputar las casillas
peones brindan a las blancas muchísimo juego; blancas mediante 8 f3 está considerado dema­
una continuación típica sería IO . . ..!üc7 ( I O . . . ..tc5 siado lento, por ejemplo, 8 . . . liJd5 9 'ii'd 2 f5 1 0
1 1 e4 liJe7 1 2 liJxg7 ! c:J;xg7 1 3 b4 ! ..txb4 1 4 liJh3 cxb5 1 1 e 3 liJc6 1 2 ..txb5 liJaS 1 3 'ii'd 3
'ii'd4+ y 1 5 'ii'xb4 con ventaja para las blancas l:.b8 14 b4 l:.xb5 ! con muchísimo juego, basa­
en la partida Polugaievski-Korchnói, Match de do en la variante 1 5 'ii'x b5 liJb3 16 l:.b1 'ii' h 4+ !
Candidatos (partida 1 2), Buenos Aires 1 980) 1 1 1 7 liJf2 liJxc 1 1 8 l:.xc 1 liJxe3 y el ataque si­
liJc3 d5 1 2 e4 ..tf6 1 3 ..tf4 .teS 1 4 g4 con com­ gue su curso, S .Mohr-Christiansen, Bundesli­
pensación incierta, Kaspárov-Kárpov, Match ga 1 989/90.
por el Cto. del Mundo (partida 2), Moscú Todos los jugadores de alto nivel emplean
1 984/5 . en la actualidad los sacrificios posicionales de
La falta de espacio impide hacer justicia a la peón. Garri Kaspárov, fiel a su reputación, tien­
multiplicidad de sacrificios de peón. A veces se de a realizarlos poniendo particular énfasis en
basan en una combinación de ventajas (por la actividad de piezas. Sus sacrificios, sin em­
ejemplo, mejor desarrollo y control de un com­ bargo, no siempre conducen a ataques de mate
plejo de color) antes que en un ataque directo o o combinaciones forzadas. A menudo, la com­
en las debilidades del rival. Esto queda atesti­ pensación por el peón llegará en la forma de
guado, por ejemplo, en la idea de Admjan en la una iniciativa sostenida fundada en una supe­
Nimzoindia: 1 d4 liJf6 2 c4 e6 3 liJc3 ..tb4 4 rior disposición de piezas. Para terminar esta
'ii'c 2 0-0 5 a3 ..txc3+ 6 'ii'x c3 b5 ! ? (D). sección, veamos dos ejemplos de Kaspárov en
los cuales esta iniciativa prevalece incluso en
posiciones sin damas:

B Timman - Kaspárov
Reykjavik 1 988

1 d4 liJf6 2 c4 g6 3 liJc3 ..tg7 4 e4 d6 S f3 0-0 6


..te3 eS 7 dS c6 8 i..d3 bS 9 cxbS cxdS 10 exdS
e4! (D)

Este es un sacrificio en el que no confían ple­


namente todos los maestros, pero que aún con­
tinúa dando buenos resultados al momento de
escribir este artículo. Nuevamente, las blancas
no tienen debilidades importantes; las negras
sólo quieren desarrollarse tan rápidamente como
sea posible tras 7 cxb5 c6. Si las blancas captu­
ran en c6, las negras capturarán con el caballo y
EL MODERNO JUEGO DE PEONES 135

¡ Todo por la actividad ! Se abre la columna-e 22 li'lb6! 23 li'lcl l:.fd8 24 �gS l:.d7 25
•••

y de este modo se activa el alfil-g7 . En realidad, l:.el cj¡f7 26 �e2 h6! 27 �h4 li'ldS! 28 �dl?
las negras están entregando aquí dos peones. Aunque 28 b6 ! axb6 29 �b5 l:dc7 favorece
l l li'lxe4 claramente a las negras.
El lector ya reconocerá la idea de las negras 28 �d4+! 29 �f2 �xf2+ 30 'iii>xf2 li'lc3 31
•••

después de 1 1 fxe4 li'lg4 1 2 'ii'd2 f5 1 3 li'lf3 �b3 �xb3 32 :Xb3 li'ldl+ 33 l:.xdl l:.xdl
li'lxe3 14 'ii'xe3 f4 1 5 'ii'f2 li'ld7 1 6 0-0 li'le5 1 7 Las negras pronto se impusieron.
li'lxe5 �xe5 'con compensación' (Kaspárov) ;
e l punto fuerte e n e 5 , l a gran diagonal, y los pe­ Una combinación parecida de iniciativa y
ligrosos peones móviles en el flanco rey ( . . . g5- ventajas posicionales podrá observarse en el si­
g4), en combinación con el alfil malo blanco en guiente ejemplo:
d3 , sólo prometen sufrimientos para el primer
jugador. Shírov - Kaspárov
l l li'lxdS 12 �gS 'ii'aS+ 13 'ii'd2 'ii'xd2+
••• Dortmund 1992
14 �xd2 �xb2 1S .l:.bl �g7 16 li'le2 (D)
1 d4 li'lf6 2 c4 g6 3 li'lc3 �g7 4 e4 d6 S f3 0-0 6
.te3 eS 7 li'lge2 c6 8 'ii'd2 li'lbd7 9 0-0-0 a6 10
�bl bS 11 li:'lcl exd4 12 .txd4 l:.e8 13 �xf6
N 'ii'xf6 14 'ii'xd6 'ii'xd6 1 S l:.xd6 li'leS (D)

Ahora estamos en un medio juego sin damas


en que las piezas negras del flanco dama toda­
vía no han movido y el peón-d6 parece muy
vulnerable. Pero los sacrificios posicionales de
peón no están limitados a la apertura: Es bueno detenerse aquí, para considerar la
16 li'ld7! 17 li'lxd6?!
••• naturaleza de la compensación de las negras,
Es difícil resistirse, pero Kaspárov prefería que consiste en gran parte en la poderosa pareja
1 7 'iiff2 li'le5 con juego incierto. de alfiles situados en e6 y g7. El juego conti­
17 li'JcS 18 il.c2 �e6 19 li'le4 l:.ac8
••• nuó . . .
Aunque lentamente, las piezas negras toman 16 f4? ! li'lg4 1 7 eS li'lf2! 18 l:.gl �fS+ 1 9
posiciones más activas que las del rival. Quizás �al b4! 20 li'la4 f6! 2 1 e6 l:.xe6 22 l:.xe6 �xe6
aún no estén claramente mejor, pero las casillas 23 .ie2 fS ! 24 li'lb3 �f7! 25 li'JaS l:.d8!
débiles en el campo de las blancas ( ¡ observen . . . y la pareja de alfiles será suficiente para
su tercera fila ! ) no les auguran nada bueno. ganar cualquier final que pueda presentarse. De
20 0-0 li'lxe4 21 �xe4 rs 22 �d3? esta manera, las negras están ahora claramente
Desafortunadamente, 22 �xd5 �xd5 23 mejor, y consiguieron ganar la partida.
l:.bc 1 �xa2 24 .ie3 llevaría a una larga y triste Es importante señalar que desde la jugada 1 5
defensa contra la pareja de alfiles. Después de e n adelante, l a concepción de las negras estaba
22 �d3?, las piezas negras dominan totalmente relacionada con una notable serie de complejas
el tablero. El resto de la partida es cuestión de variantes tácticas, dado que las blancas poseen
técnica: alternativas críticas en cada jugada; para más
136 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

detalles les sugiero leer los comentarios de Kas­ libros de medio juego. Estos libros suelen ser
párov en el Informador 54. Es muy típico del descaradamente parecidos en cuanto a la elec­
tratamiento analítico concreto que propugna ción del tema en cuestión, y por alguna razón,
Kaspárov. En la mayoría de las partidas con­ dedican considerable atención a las estructuras
temporáneas de elite, no podemos esperar que con peón retrasado . . . d6/ . . . eS (sin un peón-e ne­
la partida se decida por el hecho de que uno de gro, y con la columna-d abierta para las blan­
los bandos consiga una evidente ventaja estáti­ cas, que aparecen en varias Sicilianas como la
ca, y luego la transforme en victoria con buena Najdorf y la Sveshníkov); pero dedican poco
técnica. Más bien, uno debe ser capaz de antici­ espacio (o en algunos casos, ninguno) a las es­
par correctamente cómo, de las posibilidades tructuras . . . d6/ . . . e6 (también sin peón-e negro
contrapuestas de ambos bandos, se desvanece­ y con la columna-d abierta), que tienen lugar
rán las del rival y las nuestras resultarán victo­ en muchos sistemas Sicilianos (formación Ma­
riosas. En cierto modo es una cuestión de roczy, Scheveningen, etc.).
intuición, pero aún más, una cuestión de buena
preparación y una mejor capacidad de análisis
sobre el tablero.
Con esta partida, finalizamos nuestro debate
sobre el sacrificio posicional de peón. Pero los
próximos capítulos incluirán más ejemplos de
esta parte integral del ajedrez moderno.

¿ Está n sus peones verdadera­


mente retrasados?

A continuación nos ocuparemos del tema de los


peones retrasados sobre columnas abiertas y los
agujeros asociados a ellos. Euwe/Kramer y Pach­
man definen al peón retrasado de manera pareci­ Esta muy popular estructura (el peón-e blan­
da, siendo la de este último "un peón que ha sido co puede estar en c2 o c4) también aparece en
olvidado por sus vecinos y nunca más puede re­ las diversas formaciones Erizo, y una parecida,
cibir su apoyo." Euwe y Kramer dicen que este . . . c6/. .. d6 sin peón-e negro, aparece en la De­
peón "resulta casi invariablemente una seria des­ fensa India de Rey y en algunas aperturas de
ventaja. La casilla situada frente al peón es la doble peón-e. Euwe, en situaciones semejantes,
que ocasiona todos los problemas", un comenta­ llama a este peón-d ' semi-retrasado' . Esta con­
rio revelador que sirve para ilustrar las antiguas figuración de peones no cede la casilla frente a
posturas sobre este tema; 'invariablemente' y la debilidad d6, y tiene más posibilidades de
' seria' son términos bastante fuertes, y no creo realizar el avance liberador ( . . . dS). No obstante,
que ningún maestro moderno esté de acuerdo el peón-d6 todavía es un peón situado en una
con esta afirmación. Pachman también asume columna abierta, que carece del apoyo de sus
que estos peones simplemente son malos, dicien­ camaradas de las columnas vecinas, y por ello,
do, por ejemplo, "Aquí tenemos un ejemplo sen­ su empleo rutinario en el ajedrez actual merece
cillo: 1 e4 eS 2 tLlf3 tLlc6 3 d4 cxd4 4 tLlxd4 tLlf6 atención.
S tLlc3 e6 6 tLldbS d6(?) 7 i.f4 ! eS 8 i.gS y las Podría resultar interesante realizar aquí un pe­
negras tienen un peón retrasado." Por supuesto, queño repaso histórico. Utilizando ChessBase,
esta posición es una de las variantes más popula­ realicé intensivas búsquedas sobre las estructu­
res de la Siciliana en el ajedrez actual, empleada ras típicas de peón retrasado. (Estas búsquedas
extensamente por Krámnik cuando lleva las pie­ se limitaron hasta la jugada 20, donde la rele­
zas negras. ¡ Los tiempos han cambiado ! vante estructura de peones debía estar presente
Existe otro aspecto curioso de la presentación al menos durante 8 medias jugadas). El peón
de estos autores y la de los más tradicionales retrasado de las negras . . . d6/ . . . eS (columna-e
EL MODERNO JUEGO DE PEONES 13 7

abierta para las negras, columna-d abierta para entre otras aperturas), ha permanecido aproxi­
las blancas, como en la Siciliana) apareció en madamente constante en cuanto a frecuencia de
sólo el 0,4% de las partidas entre 1 900 y 1 935, aparición desde 1 900- 1 935.
muchos de los cuales eran casos 'no temáticos'
(en una apertura de doble peón-e, por ejemplo,
las blancas capturan una pieza en d6 y las ne­
gras responden . . . cxd6). Al comienzo de la épo­
ca que yo denomino como ' ajedrez moderno' ,
1 936-65, este porcentaje s e incrementa dramá­
ticamente hasta el 2,7%, y en los años siguien­
tes, crece al 3,25 % (la mayoría son Sicilianas).
¡ Es una cantidad de partidas muy grande donde
las negras aceptan quedarse con una desventa­
ja 'casi invariablemente seria' ! Para citar otro
ejemplo, las cifras para la estructura análoga
. . . e6/ . . . d5 (columna-f abierta para las negras,
columna-e abierta para las blancas - por ejem­
plo, una Defensa Francesa con exf6/ . . . ll)xf6)
son del 0,32% para el período 1 900- 1 935 (en su Pero los resultados son bastante reveladores:
mayoría no temáticas), y hoy se eleva al 0,77% 50%-50% para el período 1 900- 1 935 (no obs­
(prácticamente todas ellas son Defensas Fran­ tante, con una muestra pequeña) y 56%-44%
cesas). Entonces, hubo un incremento de casi desde entonces. ¡ Compárese esto con el 55%-
seis veces en cuanto a la predisposición de las 45 % para la totalidad de las partidas en la ac­
negras para aceptar una de esas dos estructu­ tualidad ! Así, incluso con la más maligna de las
ras . estructuras de peones retrasados ( . . . c6/ . . . d5 con
Una búsqueda similar en cuanto a las estruc­ columna-e abierta para las blancas y peón en
turas . . . d6/ . . . c6 (columna-e abierta para las ne­ d4) las negras no parecen tener que pagar un
gras, columna-d abierta para las blancas) indica precio muy alto en cuanto a resultados se refie­
que los jugadores modernos entran en estas po­ re. Si se incluye un peón negro avanzado en b5
siciones casi con el doble de frecuencia que los o b4, y un peón blanco en b2, se incrementa el
jugadores anteriores a 1 935, mientras que la es­ número de casos en las partidas modernas pero
tructura Siciliana . . . d6/. . . e6 (columna-e abierta los porcentajes de victoria continúan siendo los
para las negras, columna-d abierta para las blan­ mismos.
cas) es casi cuatro veces más frecuente que en Los dos indicios que obtenemos de las esta­
1 900- 1 935 (6, 1 % contra 1 ,5 % ). Es interesante dísticas anteriores son :
notar que los resultados de las negras con esta a) que los jugadores modernos están mejor
estructura siempre han sido mejores que los predispuestos a aceptar los peones retrasados,
resultados globales: 5 1 %-49% a favor de las . aunque esto mayormente sucede en aperturas
blancas durante 1 900- 1 935 (con una muestra re­ con características determinadas ;
lativamente pequeña), y 52%-48% en los tiem­ b) los peones retrasados poseen menos des­
pos modernos. De este modo, parece que la ventaj as que las que la teoría clásica habría
debilidad d6 se encuentra más que compensada imaginado, y en algunos casos, no son ninguna
por otros factores, ¡ algo de lo que Kaspárov pa­ desventaja.
rece estar bien consciente ! Hablemos por un momento sobre el por qué
Finalmente, el ejemplo tradicional de un de esto. Euwe y Kramer reconocieron el cam­
peón retrasado verdaderamente problemático, bio de los tiempos:
. . . c6/ . . . d5 sin peón-b, donde las blancas poseen "En los años recientes, se han desarrollado
un peón en d4 y la columna-e abierta (surge de algunas variantes de aperturas (por ejemplo, 1
la Eslava variante del Cambio, Gambito Dama e4 c5 2 ll)f3 ll)c6 3 d4 cxd4 4 ll)xd4 ll)f6 5 ll)c3
variante del Cambio después de b4-b5 y b5xc6, d6 6 .te2 e5 (D)) que parecen reírse de toda la
y ciertos Gambito Dama Variante Tarrasch, teoría. Incluso el peón semi-retrasado en la
138 LoS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

India del Rey ( 1 d4 c!i:)f6 2 c4 g6 3 g3 il.g7 4 En consideración con este último punto 'e' ,
il.g2 0-0 5 c!i:)c3 d6 6 e4 c!i:)bd7 7 c!i:)ge2 e5 8 0-0 debería citar al rebelde ultramodemo Suba:
exd4 9 c!i:)xd4 l:te8 1 0 h3 c!i:)c5 1 1 'ii'c 2 a5 1 2 " ¡ Los alfiles malos protegen peones buenos ! " .
.ie3 c6 ! ) es suficiente como para hacer regre­ Este es un principio bastante chocante (si no
sar a sus sepulturas a ciertos teóricos de anta­ universal); en nuestro ejemplo de la Siciliana,
ño . . . esta revaloración del peón retrasado puede hasta modificaría el principio como " ¡ los alfiles
ser vista como un aspecto de la nueva tendencia malos protegen peones malos, pero por buenas
de pensamiento que se ha estado difundiendo razones ! " Posteriormente veremos más sobre el
desde la Segunda Guerra Mundial . . . ha surgi­ tema de los alfiles malos.
do un nuevo estilo dinámico, con la Escuela Pasemos a ver unos pocos ejemplos. A este
Rusa como principal impulsora. Esta escuela respecto, debería decir que los libros de texto
pone el acento principalmente en el juego de resultan muy decepcionantes. Suelen mostrar
piezas, resultando la actividad de piezas sufi­ posiciones absolutamente inclinadas hacia un
ciente para compensar la debilidad del peón re­ bando, con un caballo blanco en d5 que es ina­
trasado." tacable contra un peón-d6 retrasado; además,
por si fuera poco, ¡ las negras normalmente tie­
nen otras dos debilidades o un rey expuesto, y
ningún juego activo ! Este es un buen ejemplo de
B la queja de Suba cuando dice "la estrategia clá­
sica presupone que uno juega con rivales mucho
más débiles ( ¡ o mucho más fuertes ! ) ." El aje­
drez de la vida real requiere una sutileza mayor.
Veamos un ejemplo reciente de una de las
más antiguas Sicilianas con . . . e5 :

Kaspárov - Gélfand
Linares 1 997

1 e4 eS 2 W d6 3 d4 cxd4 4 c!i:)xd4 c!i:)f6 S c!i:)cJ


a6 6 il.e2 eS 7 c!i:)b3 il.e7 8 0-0 0-0 9 �h1 b6! ?
Pachman, refiriéndose al primer ejemplo (ver Invención de Gélfand, y e l último grito d e la
diagrama), enumera las ideas detrás de 6 . . . e5 : moda en esta variante. La idea de las negras es
a) control sobre d4 y f4, evitando incluso que . . . b5 permite a4, para responder a . . . b4 con
que las blancas ocupen d4; c!i:)d5 en muchas líneas, creando debilidades en
b) evitar la peligrosa e5 ; el flanco dama. Por supuesto, . . . b5 todavía es
e) preparar un "rápido desarrollo ( . . . il.e7, provechosa, pero las negras quieren cubrir pri­
. . . .ie6), donde además se tenga el control de mero d5 .
d5" ; 10 il.gS
d ) "A menudo [las negras] consiguen jugar Véase la lista anterior de Pachman sobre las
. . . d5 . . . Si las blancas buscan evitar esto, deben ideas de las negras en la estructura . . . d6/ . . . e5 .
generalmente ocupar la casilla-d5 con un caba­ Si las blancas juegan lentamente, las negras
llo y, después que las negras cambien esta pieza, pueden cubrir d5 y conservar las ventajas allí
retoman con su peón-e; el resultado entonces es listadas. Por ejemplo, Anand-Gélfand, Dos Her­
una superioridad de las negras sobre el flanco manas 1 997 continuó 1 0 ..te3 ..tb7 1 1 f3 b5
rey . . ." (con un tiempo menos, pero en una posición
e) "Es interesante hacer notar que las opera­ donde si el caballo va a d5 puede ser cambiado
ciones de las negras sobre la columna-e resul­ para obtener una mayoría en el flanco rey, a la
tan a menudo más efectivas que las blancas Pachman) 1 2 a4 b4 1 3 c!i:)d5 c!i:)xd5 1 4 exd5 c!i:)d7
sobre la columna-d. por lo cual el peón d6 pro­ 1 5 c3 bxc3 16 bxc3 ..tg5 1 7 ..tg1 'ii'c 7 1 8 c4 a5
tegido por el alfil resulta una gran barrera para 1 9 c!i:)d2 f5 y las negras alcanzaron una comple­
las blancas." ta igualdad.
EL MODERNO JUEGO DE PEONES 139

Con 1 0 i.g5, Kaspárov persigue una idea Esta lucha siguió los lineamientos generales
distinta. de muchas partidas recientes de la Siciliana
10 i.b7 (D)
••• Sveshník:ov, donde también aparece la estructu­
Obsérvese que 10 . . . .!Dbd7 permite 1 1 .!Dd5 ra . . . d6/ . . . e5 . En aquellas partidas, las blancas
.!Dxd5 1 2 'ii'xd5, aunque esto sólo da ligera ven­ consiguen una ligera ventaja posicional, y las
taja para las blancas tras 1 2 . . . .l:l.b8 1 3 i.xe7 negras sacrifican un peón para conseguir un fi­
'ii'xe7 14 l:lad l .!Df6 1 5 'ifxd6 'it'xd6 1 6 l:lxd6 nal con alfiles de distinto color. A modo de
.!Dxe4 1 7 .l:l.d5, etc. ejemplo, pueden verse las partidas de Krámnik
con la variante Sveshník:ov.
La situación análoga de la Defensa Francesa
tiende a ser más dinámica, por ejemplo, des­
B pués de 1 e4 e6 2 d4 d5 3 lDd2 lDf6 4 eS .!Dfd7 S
i.d3 eS 6 c3 .!Dc6 7 .!De2 'ii'b6 8 .!Df3 cxd4 9
cxd4 f6 10 exf6 .!Dxf6 1 1 0-0 i.d6 (D).

1 1 i.xf6
Kaspárov se adelanta a la estrategia de las
negras. Se establecerá sobre d5 entregando la
pareja de alfiles.
ll ... i.xf6 12 i.c4 .!Dc6 13 i.dS l:lc8 14 .!Dd2
b5
Evitando .!Dc4-e3 . Las blancas apuntan todo Hagamos una comparación con la variante
a d5. Las esperanzas de las negras residen en las Siciliana . . . d6/ . . . e5, empleando la lista de Pach­
observaciones de Pachman sobre la columna-e man :
y las perspectivas en el flanco dama. a) El peón-d5 cubre c4 y e4, de manera pa­
lS a3 'it'c7 16 .!Df3 l:lfd8 17 'it'd2 b4 recida al papel que cumple el peón-eS en la ver­
Las negras adoptan un curso que lleva a su sión Siciliana;
propio debilitamiento del flanco dama, pero b) En contraposición a la prevención de la
fortalece su control sobre d5 . jugada e5 en la Siciliana, la prevención de la ju­
18 axb4 .!Dxb4 19 i.b3 i.c6 20 l:lfdl aS 21 gada d5 ¡ ya ocurrió en la jugada dos !
.!Del :as 22 .!Dd3 'ifb6 23 f3 h6 e) El desarrollo . . . i.d7/ . . . i.d6 refleja aquel
Permitiendo llegar a una situación de alfiles de . . . i.e7/ . . . i.e6 en la Siciliana, y aquí, el con­
de distinto color, lo que no es mala idea tenien­ trol de e5 se asemeja al control de d5 en aquel
do en cuenta la calidad del rival. caso;
24 .!Dxb4 axb4 2S .!Dd5 i.xd5 26 'it'xd5 l:la7 d) Con frecuencia las negras consiguen ju­
27 .l:l.xa7 'it'xa7 28 'it'c4 l:lb8 29 g3 'it>h7 30 �g2 gar . . . e5, liberando su juego (por ejemplo, des­
'ii'e3 31 l:lxd6 .l:l.c8! pués de 1 2 a3 0-0 1 3 b4 e5 !), tal como el caso
Dado que 32 'ii'x c8 'ii'e 2+ es tablas. de la Siciliana donde las negras juegan la libe-
32 'ifn l:ld8 33 l:lxd8 i.xd8 34 i.xf7 'ii'd2+ radora . . . d5 . Si las blancas tratan de evitar el
35 'ii'f2 'ii'xf2+ 36 'itxf2 i.b6+ 37 'i!¡¡e2 i.d4 38 avance . . . e5 con .!DeS , las negras pueden jugar a
c3 bxc3 39 b3 gS menudo . . . i.xe5, respondiendo a dxe5 median-
. . . y la partida rápidamente terminó en empa- te . . . .!Dd7 o . . . .!Dg4 con una transformación fa­
te. vorable en la estructura de peones. En el caso
140 LOS SECRETOS DE lA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

de la Siciliana, la captura en d5 conduce nor­


malmente a un rápido . . . f5 y la movilización de
la mayoría de las negras en el flanco rey ; en la N
Francesa no existe una situación análoga. Pero
también es más difícil para las blancas jugar
il)e5 , porque su peón-d tiende a quedar inde­
fenso;
e) Aquí, el ataque sobre la columna-f (que
por otra parte se logra en una jugada tras . . . 0-0)
suele ser más efectivo que el de las blancas
sobre la columna-e, pero por razones distintas
que en la estructura . . . d6/ . . . e5 . Por una lado, la
jugada l:.e 1 debilitaría peligrosamente f2 (tanto
. . . il)g4 como . . . e5 subrayan este punto), mien­
tras que la defensa de c2 no era un asunto im­ torres han ocupado las únicas columnas abier­
portante en el caso de la Siciliana. Pero la idea tas. La próxima jugada de las negras subraya la
que el alfil-d7 transforma al peón-e6 en una diferencia entre su peón retrasado y el peón-d6
gran barrera para las blancas (como lo hacía el de la Siciliana. En vez de confiar en el dicho de
alfil-e? y el peón-d6 en la Siciliana) no es tan Suba ' ¡ los alfiles malos defienden peones bue­
cierta aquí, porque las blancas pueden jugar nos ! ' , da preferencia a ' ¡ los alfiles malos son
l:.c 1 y il)a4-c5 (con o sin b4) y poner así una malos ! ' como principio directriz, y decide co­
gran presión sobre las defensas interiores de las rregir esta dificultad. En general, el juego de las
negras. Como resultado de esto, la naturaleza negras en esta variante está más orientado hacia
completa de la 'compensación' de las negras el ataque y la actividad.
por su peón retrasado, es bastante diferente, 1S i.e8!
•••

pues depende de la actividad de sus piezas. En Un plan conservador y bastante aceptable es


realidad, el alfil en d7 abandonará a menudo su . . . .:tae8 con la idea de . . . l:te7, y sólo entonces
puesto de fiel guardián del peón-e6 y, a través . . . i.e8-h5 . En la estructura Siciliana, por otra
de e8, irá al flanco rey para situarse en g6 o h5 . parte, este tipo de transferencia del alfil ( . . . i.d8-
Sigamos ahora una partida temática: b6 o algo así) es prácticamente desconocida.
16 il)gS
Lücke - Kindermann Apuntando a e6; . . . i.h5 seguirá a la mayoría
Altensteig / 989 de las demás jugadas.
16 -i.hS 17 f3 .:tae8 18 g4 .i.f7
•••

12 il)c3 ¡ Volviendo al papel de guardián fiel ! Pero el


Para subrayar la cuestión de la jugada l:.e l y flanco rey de las blancas ha sido debilitado, y
la columna-f. veamos un ejemplo con la otra ju­ las negras ya están movilizadas. En caso de 1 9
gada más popular, 1 �i.d2: 1 2 . . . 0-0 1 3 i.c3 il)xf7+ .:txf7, e l único problema de las negras
.i.d7 1 4 il)g3 .i.f4 (para poder responder a il)e5 habría desaparecido, y estarían listas para ata­
con . . . il)xe5 y no esconder este alfil) 15 l:.e l ! ? car sobre la columna-f.
(riesgoso) 1 5 . . .'it'h8 1 6 .i.c2 l:tae8 (aquí e l al­ 19 'it'd2 .i.g8 20 .i.b1 'it'd8
fil-d7 indudablemente juega el papel de fiel de­ Esto prepara . . . e5, y las blancas no pueden
fensor de e6, como en la Siciliana) 17 b4 il)g4 hacer mucho por impedirlo, ya que f4 es no es
1 8 'ii'd 3 g6 1 9 h3? il)xf2 ! 20 'iii> xf2 e5, y el ata­ jugable.
que de las negras resultó arrollador en Sulman­ 21 'iii>g2 a6 22 il)e2 eS 23 dxeS il)xeS 24 b3
J. Watson, Lone Pine 1 98 1 . il)c6
1 2 0-0 1 3 .i.e3 .i.d7 1 4 l:.e1 'itb8 1 5 l:.cl
... Después de 24 . . . h6 ! , a las negras probable­
(D) mente no les gustó la apariencia de 25 h4 hxg5
Un buen momento para evaluar la posición. 26 hxg5 il)xf3 27 gxf6 ! , pero tras 27 . . . il)h4+ !
Es difícil estar en contra de la estrategia de las mantienen una clara ventaja.
blancas. Sus piezas están todas fuera, y sus 25 .i.cS .i.xcS 26 .:txcS d4
EL MODERNO JUEGO DE PEONES 141

Las debilidades de las blancas ( especialmen­ similares del Erizo. Pero antes, observemos una
te e3) comienzan a volverse importantes. Pero posición esquemática:
disponen de un excelente recurso táctico:
27 lLlf4! l:xel 28 'ii'x el lLlxg4?! (D)
Era casi imposible resistirse, pero 28 . . . 'ii'd6 !
habría conservado la ventaja de las negras, por
ejemplo, 29 lLld3 lLld5 30 �h 1 'ii'f6, evitando
cualquier trampa. El resto de la partida se afea
por los errores, pero aun así vale la pena conti­
nuar:

He quitado intencionalmente las damas y


dos caballos, aunque normalmente estarían so­
bre el tablero. Una discusión tradicional sobre
esta posición (a) concluiría que las blancas es­
tán mejor debido a su ventaja de espacio, y (b)
sugeriría que las blancas deben jugar lLld5, para
ejercer una presión incómoda sobre las negras.
Luego, si las negras juegan . . . e6 para expulsar
29 'ili'g3 lLlh6? al caballo, el retomo del caballo a c3 dirá que
Las negras habrían sostenido el equilibrio las blancas tienen ventaja debido a la debilidad
mediante 29 . . . 'ii'e7 30 lLlg6+ ! hxg6 3 1 'ii'xg4 en d6. En ciertas Defensas Sicilianas, este tipo
'ii'e 2+ etc., pero quieren más. de maniobra también sería recomendable dada
30 lLlge6 �xe6 3l lLlxe6 'ile7 32 lLlxf8 'ii'xcS una posición con sólo el peón-e4 de las blan­
33 lLlg6+?? cas, y los demás peones en sus casillas origina­
Por supuesto, 33 'ilxg7+ ! habría dado a las les.
blancas una clara ventaja, pero ¡ quién sabe cuan­ Sin embargo, en el ajedrez moderno, halla­
to tiempo le quedaba a los jugadores ! Después mos que a menudo las negras han situado vo­
de la textual, las negras nuevamente tienen ven­ luntariamente sus peones en e6 y d6 en estas
taja decisiva: posiciones, ¡ sin ninguna provocación de las
33 �g8 34 lLlf4 'ile5 35 �e4 lLlf5 36 �dS+
•.. blancas que implique una ganancia de tiempo !
c;i¡lb8 37 lLlg6+ hxg6 38 'ifh3+ lLlh6 39 'ifc8+ Para hacer aún peor esta comparación, las ne­
'1fi>h7 0- 1 gras a menudo empiezan con su alfil rey en e7,
El lector querrá comparar esta partida con jugando entonces ... 0-0, ... l:e8, . . . ..tf8, ¡y a ve­
las muchas otras variantes de la Defensa Fran­ ces hasta se dan el lujo de . . . g6 y . . . �g7 ! En la
cesa en que las blancas juegan exf6 tras . . . f6. Siciliana, este tipo de construcción surge en la
variantes Kan (1 e4 c5 2 lLlf3 e6 3 d4 cxd4 4
Volviendo a los peones 'semi-retrasados' , lLlxd4 a6) y Taimánov ( 1 e4 c5 2 lLlf3 e6 3 d4
encontramos que el ajedrez moderno se en­ cxd4 4 lLlxd4 lLlc6), o en ciertas variantes de la
cuentra repleto de ellos, principalmente resul­ Scheveningen. Pero es en la Inglesa Simétrica
tantes de la Defensa Siciliana ( . . .d6/. . . e6). Dado donde se originan las formas más puras de las
que incluso los jugadores de club se encuen­ posiciones Erizo, mediante 1 c4 c5 2 lLlf3 lLlf6,
tran bastante sobreexpuestos a los temas que y ahora, por ejemplo, 3 d4 cxd4 4 lLlxd4 b6 5
surgen en la disposición favorita de Kaspárov, lLlc3 �b7 o, más frecuentemente, con 3 g3 b6 4
me gustaría investigar álgunas posiciones muy �g2 �b7 5 0-0 e6 6 lLlc3 ..te7 7 d4 cxd4 8
142 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

'ii'xd4 d6 (o alguna de sus variantes). Veamos piezas. Si por ejemplo, las blancas intentan 1 6
un ejemplo de la anterior: .!Llc2, las negras pueden continuar como en la
partida, o jugar 16 . . . ..tf8 17 b3 b5 con igual­
Taimánov - Yusúpov dad.
Kislovodsk 1 982 16 ..td8!?
•••

Una estrategia creativa, diseñada para hosti­


1 c4 eS 2 .!Llf3 .!i:lf6 3 d4 cxd4 4 .!Llxd4 b6 S .!i:lc3 gar el flanco rey de las blancas mediante . . . ..tc7
..tb7 6 f3 d6 7 e4 e6 8 ..te3 i...e7 9 ..te2 0-0 10 (amenazando . . . d5) y al mismo tiempo prote­
0-0 .!i:lbd7 11 'ii'd2 giendo las dos debilidades en b6 y d6. También
Si las blancas intentan una reorganización si­ era jugable 1 6 . . . ..tf8.
milar a la realizada contra la Siciliana Taimá­ 17 .!Llb3?!
nov, 1 1 .!i:ldb5 'ii'b 8 1 2 l:tc 1 a6 1 3 .!Lla3 l:te8 1 4 ¿Cómo debieran progresar las blancas? Se­
'ii'b 3, reciben una pronta bofetada dado e l po­ ría bueno reorganizar las piezas mediante b4 y
tencial dinámico de la posición de las negras: .!Llb3, pero 1 7 b4? ! .!Lle5 1 8 .!Lla4 d5 ! resulta de­
1 4 . . . d5 ! 1 5 exd5 .i.d6 ! 1 6 h3 exd5 1 7 ..tf2 d4 ! masiado fuerte. Un maravilloso ejemplo mo­
1 8 ..txd4 .!Llh5 1 9 ..tf2 .!i:lf4 20 l:tfel l:te6 2 1 derno del dinamismo de las negras fue la partida
.!Lle4 l:tg6 con un ataque arro llador, K.Grigo­ K.Grigorián-Agzámov, Cheliabinsk 1 98 1 : 1 7
rián-Psajis, Frunze 1 979. b 3 i... c 7 1 8 'ifh4 .!Lle5 1 9 'ii'h 3 .!Llg6 20 .i.g5
ll ...a6 12 l:tfd1 l:tc8 13 l:tacl 'ii'c7 14 ..tn .i.d8 21 l:te l l:tc5 ! 22 .i.d2 l:th5 23 'ii'g 3 ..tc7 24
'ii'b 8 15 'ii'f2 l:tfe8 16 �h1 (D) f4 e5 ! 25 fxe5 d5 ! 26 exd5 l:texe5 27 h3 l:txd5 y
no hay defensa, dado que no sólo d4 está ataca­
do, sino que sería posible . . . l:txh3+ si la dama se
aleja demasiado.
Hay dos cosas de este ejemplo que me agra­
dan:
a) Las blancas no tienen debilidades, y re­
sueltamente se niegan a provocarlas (por ejem­
plo g3 o h3), y aun así su rival, operando desde
muy lejos del otro lado del tablero y sobre las
dos primeras filas( !), creó las suficientes ame­
nazas como para, de cualquier manera, romper
la posición de las blancas;
b) la notable maniobra . . . .:tc8-c5-h5 es un
gran ejemplo de un moderno pasaje de torre,
como hemos discutido en la parte l .
Las blancas han conseguido evitar las ruptu­ Ningún énfasis sería suficiente para expresar
ras . . . b5 y . . . d5, pero no parecen haber mejora­ cuán estrafalaria les habría parecido una partida
do mucho. Suba habla acerca de esto como el como ésta a los mejores jugadores de comien­
problema de tener 'una buena posición que no zos de siglo.
puede mejorarse' en contraposición a 'una mala 17 ..tc7 18 'iig 1 (D)
•••

posición que puede ser mejorada sustancial­ Nuevamente, se niegan a crear debilidades so­
mente ' . Las piezas blancas están situadas casi bre cualquiera de las grandes diagonales, como
de modo ideal, evitando el contrajuego de las resultaría de 1 8 h3 o 1 8 g3.
negras y ' fijando' las debilidades sobre b6 y d6, ¿Cómo deben proceder las negras?
pero cualquier jugada empeñosa que realicen 18 q¡,h8! 19 l:tc2 l:tg8!
.•.

(b4, .!Llc2, .!Llb3) permite a las negras liberar su En la partida de Agzámov, las negras consi­
juego. Por su parte, las negras están encerradas guieron activar su torre mediante . . . l:.c5-h5 .
en las tres primeras filas, pero poseen perma­ Aquí, desean la misma cosa pero por medio de
nentes amenazas de realizar una ruptura venta­ . . . g5-g4 (si fuera necesario, con . . . h5, para opo­
josa mediante . . . b5 o . . . d5, y a falta de ellas, nerse a g4 de las blancas) . En la partida, esto
pueden. proseguir mejorando la posición de sus funciona a la perfección.
EL MODERNO JUEGO DE PEONES 143

ventaja de espacio de las blancas ! Así, debido a


la especial perspicacia de unos pocos jugadores
(por ejemplo, Andersson, Kárpov, Psajis, y los
mejores jugadores húngaros), el Erizo se trans­
formó en parte estándar y legítima de la teoría
moderna de aperturas. En realidad, en la prácti­
ca moderna, las blancas suelen evitar el avance
e4 en estas posiciones, favoreciendo el juego de
piezas.
Para completar nuestra discusión sobre el peón
retrasado, veamos un Erizo 'puro' de los prime­
ros tiempos. Implica un sacrificio posicional de
peón para jugar sobre las casillas negras.

20 l:.cd2 gS 21 i..d4 l:.g6 22 tt:'lcl l:.cg8 23 Uhlmann - Adorjan


tt:'ld3 'ilí'f8 24 .l:te1 g4 Budapest 1 982
Justo a tiempo, dado que si ahora 25 f4 g3 26
h3 e5 gana el peón-e. Entonces las blancas tie­ 1 c4 eS 2 tt:'lf3 tt:'lf6 3 tt:'lc3 e6 4 g3 b6 S i..g2
nen que permitir la apertura de la colurnn a -g. i.. b7 6 d4 cxd4 7 'ii'xd4 d6 8 0-0 i..e7 9 e4 a6
2S fxg4 eS 26 i..e3 tt:'lxg4 27 tt:'ldS i..d8 28 10 'ii'e3 'i!í'c7 1 1 b3 tt:'lbd7 12 i.. b2 0-0 13 tt:'ld4
tt:'lf2 i..b4 29 .:r.ee2 tt:'lxe3 30 tt:'lxe3 i.. xf2 31 .l:Ue8 14 l:!.fe1 i..f8 1S h3 .:r.ad8 16 .l:te2 'ii'b8
'ii'xf2 i..xe4 (D)
Ganando un peón y con ello la partida. El
resto es sólo cuestión de dirigir todas las fuer­
zas de las negras contra el rey rival :
32 tt:'lfS tt:'lc5 33 tt:'lg3 i.. a8 34 l:l.d1 tt:'le6 3S
'i!í'xb6 tt:'lf4 36 l:.f2 'ii'h6 37 �g1 'ii'h4 38 'ii'b3
.:r.h6 39 .:r.xr4 exf4 40 'ilí'c3+ f6 41 tt:'lfS lhg2+
42 i..xg2 'ilí'xh2+ 0- 1
Es fácil olvidar que al menos en los años se­
tenta, estas posiciones 'constrictoras' con peo­
nes en c4 y e4 contra la debilidad en d6 estaban
consideradas claramente favorables a las blan­
cas. Los libros nos brindarán ejemplos de victo­
rias clásicas de los grandes jugadores (Botvínik
y Smyslov en particular) para enseñarnos la
lección. Citando mi propio libro sobre la Aper­
tura Inglesa: "La estrategia de las blancas en es­ 17 l:.ae1 g6
tas circunstancias suponía ser directa: impedir La reorganización más agresiva, como men­
las dos jugadas liberadoras de las negras, . . . b5 y cionamos anteriormente; las negras, en favor de
. . . d5 . Teniendo ventaja de espacio, las blancas la actividad de piezas, quitan el principal defen­
podrían trasladar sus fuerzas más rápidamente sor del peón-d.
de un lado a otro, obligando eventualmente a 18 'ii'd2 tt:'lc5 1 9 'ii'd 1 'ii'a8 20 tt:'lc2 i..g7 21
las negras a conceder más debilidades o bien i.. a 1 hS! ?
ganar material." Pero (como se volvió evidente) E l sacrificio d e peón.
la dificultad de movilizar estas fuerzas sin per­ 22 b4 tt:'lcd7 23 'i!í'xd6
mitir una jugada liberadora de las negras lleva a Si no . . . tt:'le5 y el peón-c4 sería demasiado
la situación descrita debajo del último diagra­ débil.
ma, en que las blancas están lo suficientemente 2 3 h4! 24 g 4 tt:'lc5 2 S 'i!í'xb6 tt:'ld3 2 6 'ii'e3
•••

atadas por la latente actividad de las negras, 26 l:!.d l tt:'lf4 27 lted2 .:r.xd2 28 l:hd2 tt:'lxe4
¡ tanto como las negra·s lo están debido a la 29 tt:'lxe4 i.. xe4 con ataque.
144 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

26 ltlxel 27 ltlxe1?
••• la afirmación de Ni rniowitsch, examinemos al­
27 l:txe l lbd7 28 f4 g5 ! habría sido poco cla- gunos avances de flanco en la apertura, toma­
ro. dos de la práctica reciente. Sobre el flanco rey,
27 ltld7 28 ltlf3
••• las jugadas g4 y h4 (y . . . g5 y . . . h5) son vistas en
28 f4? ltlb6 ! . gran variedad de contextos modernos. Veamos
28 ltle5?
••• un invento de Shabalov, que captó la atención
Adorjan indica 28 . . . a5 ! 29 b5 'it'c8 30 ltld2 de los mejores grandes maestros (y se continúa
ltle5 . jugando después de años de análisis):
29 ltlxe5 .i.xe5 30 :tel .i.d4 31 'iig5 'iib 8! 1 d 4 d 5 2 c 4 c 6 3 ltlc3 ltlf6 4 e3 e6 5 ltlf3
32 ltle2 ltlbd7 6 'ikc2 ..td6 7 g4! ? (D)
32 'iixh4 'iie 5 33 l:tc 1 g5 34 'ikh5 'i;g7 ! y se
amenaza . . . .l:.h8.
32 .i.xa1 33 :Xa1 'ikd6 34 ltlf4 'ii'd2 35
•••

'ilt'f6 t!i'd4 36 'ikxd4 :Xd4 37 .l:.cl :es 38 ..tn N


.i.xe4
. . . y las negras posteriormente ganaron.

La n ueva relación del fla nco


hacia el centro

Este es un tema amplio con el cual tomaremos


contacto solamente aquí, pero que debería estar
implícito en los capítulos siguientes. Tradicio­
nalmente, uno de los principios ajedrecísticos
más inamovibles era que los ataques de flanco ¡ ' Sólo' tomó 70 años descubrir esta jugada !
debían ser contrarrestados mediante ataques en La justificación táctica es que 7 . . . ltlxg4 8 l:tgl
el centro. Aún más, lanzar un ataque de flanco recupera el peón o bien conduce a un terrible
antes de estabilizar la situación central estaba ataque. La posicional consiste en expulsar el
considerado como un pecado capital, permitido caballo-f6, y luego jugar para e4, o para conse­
sólo a los principiantes. Hay otra idea relacio­ guir algún tipo de debilitamiento como . . . h6 por
nada con esto, expresada por Nimzowitsch : parte de las negras. Luego las blancas pueden
" . . . las jugadas de peón sólo son admisibles enrocar largo y atacar las debilidades. Las ne­
en la etapa de desarrollo, bien cuando ayudan a gras disponen de varias respuestas, pero una ló­
ocupar el centro, o se hallan en conexión lógica gica y popular es . . .
con su ocupación; esto es, una jugada de peón 7 h6
..•

que protege el propio o ataca el centro enemigo Ahora en caso de g 5 , las negras obten­
. . . resulta que las jugadas de peones laterales drían la columna-h. Mientras tanto, razonan
deben ser consideradas una pérdida de tiempo; que el peón-g4 resalta como una mosca en la le­
con el requisito de que en las partidas cerradas che.
esta regla es de aplicación limitada . . . Por lo 8 .i.d2
tanto, como hace notar correctamente Lasker Seguiremos ahora una partida en donde las
[en el contexto de las partidas abiertas, de segu­ negras responden de manera clásica a la idea de
ro - JW] : en la apertura, una o dos jugadas de las blancas:
peón, no más."
Estos principios se han relajado considera­ Krivoshei - Feigin
blemente en los tiempos modernos. Sin entrar Cto. de Ucrania 1 995
en gran detalle, me gustaría señalar unos pocos
ejemplos del tipo de juego de flanco que no tie­ 8 e5? !
•••

ne completa relación con el desarrollo o con un Mejor es 8 ... 'ike7 u 8 . . . dxc4, pero deseo obser­
centro excepcionalmente firme. En referencia a var esta jugada. Después de todo, ¿no se supone
EL MODERNO JUEGO DE PEONES 145

que los ataques de flanco sean respondidos me­ 16 ..te6 17 llxh6 llxh6 18 li:!c7+! 'i!i'xc7 1 9
•••

diante un contraataque en el centro? ..tbS+ 1-0


9 cxdS cxdS ¿Qué podemos decir de esto? No había nin­
Quizás fuera mejor 9 . . . li:!xd5, pues tras l O guna objeción profunda a 8 . . . e5 ? ! ; es sólo que
0-0-0, las blancas mantienen vivas sus opciones no funcionó porque el ataque de las blancas re­
para e4, li:!e4 o en algunos casos li:!xd5, con sultó demasiado fuerte. Naturalmente, seme­
buenas perspectivas. j ante contragolpe central habría sido todavía
10 li:!bS ..tb8 1 l ..tb4 li:!xg4 (D) menos efectivo si las blancas ya hubieran juga­
Las negras no pueden cerrar el centro me­ do 0-0-0, entonces, tentativamente, podemos
diante l l . . .e4 debido a 1 2 l:tc l ! , de modo que llegar a la conclusión de que la objeción clásica
intentan capturar material y ganar algo de espa­ a 7 g4 aquí no es válida. Por supuesto, las ne­
·
cio. Pero después de la respuesta de las blancas, gras pueden llegar a descubrir otros métodos
la retirada debe vérselas con 1 3 l:.c l . contra los cuales 7 g4 se volverá inofensiva,
pero ese es otro tema.
Continuando de momento con g4, veremos
ahora una versión de la misma idea, todavía
B más extraña:

Krasenkow - Gild . Garcia


Cto. Mundial de la FIDE KO,
Groninga 1 997

1 li:!f3 li:!f6 2 c4 e6 3 li:!c3 ..tb4 4 g4! ? (D)

12 h3! e4 1 3 hxg4 exf3 14 l:.hS ! ! gS


Las jugadas de caballo llevan al sacrificio de
calidad en e5, por ejemplo, 1 4 . . . li:!b6 1 5 l:te5+
..txe5 16 dxe5 , ganando.
15 .C.cl li:!b6 16 'i!i'cS! (D)

Como dice Krasenkow : "¿Una novedad en


la jugada 4 de una apertura exhaustivamente
desarrollada? ¡ Increíble !" 4 g4 fue descubierta
aparentemente de manera independiente por Kra­
senkow y Zviágintsev. Una vez más, 4 . . . li:!xg4 5
l:tg l seguido de llxg7 resulta muy molesto para
las negras, de modo que ellas continúan . . .
4... d5?!
El signo pertenece a Krasenkow. Si está en lo
cierto, tenemos otro caso en donde el contraata­
Amenazando llxh6, y 1 6 . . . 'ii'f6 falla por 1 7 que directo en el centro no es la respuesta co­
li:!xa7 ! ..txa7 1 8 llxh6 ! llxh6 1 9 ..tb5+ ..td7 20 rrecta a un temprano y salvaje ataque de flanco.
'ii'f8#. En cambio, Pelletier-Huss, Cannes 1 998 siguió
146 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

4 . . . h6 (como anteriormente) 5 l:.g 1 (Zviágint­


sev sugirió 5 h3) 5 . . . b6 6 d3 i.b7 7 e4 d5 8 e5
tiJfd7 con una posición poco clara. N
S gS tiJe4 6 'ii'a4+! tiJc6 7 tiJxe4 dxe4 8 tiJeS
e3!
La única chance - contraatacar antes de que­
dar completamente atado.
9 fxe3 'ii'xgS 10 tiJf3 'ii'e 7?
Krasenkow prefiere 10 . . . 'ii'h 6 o 10 . . . 'ii'f6,
aunque las blancas quedan con ventaja.
11 a3 ..id6 12 d4 ..id7 13 'ii'c2 'ii'f6 14 b4
eS? 1S dS i.fS 16 'ii'a4 i.e4 17 dxc6 bS 18
cxbS ..ixf3 1 9 exf3 e4 20 l:.a2 exf3 21 l:tf2 (D)

Esta es ahora un arma tan aceptada que olvi­


damos cuán extraña podría parecer cuando Ke­
N res y otros comenzaron a jugarla. Las blancas
han sacado solamente dos piezas, pero prefie­
ren renunciar a un posterior desarro llo hasta
que puedan desestabilizar al caballo enemigo
mediante g5 . Si no lo consiguen (en el caso de
6 . . . h6), entonces han conseguido ganar espacio,
desalientan el . . . 0-0, y hasta pueden usar la ju­
gada g4 para hacer ..ig2. Es innecesario decir
que, gracias al dogma estándar referente a estas
jugadas de peón en el flanco, en muchas de las
primeras partidas se jugó el contraataque cen­
tral 6 . . . d5 ? ! , que sin embargo, lleva a una clara
A pesar de los trucos de su rival, las blancas ventaja de las blancas tras 7 exd5 tiJxd5 8 i.b5+
emergieron con una posición ganadora. ..td7 9 tiJxd5 exd5 1 0 'ii'e 2+ ..te7 ( 1 0 . . . 'ii'e7 1 1
La historia de g4 en la Siciliana es cierta­ ..ie3 g6 1 2 ..ixd7 + tiJxd7 1 3 tiJb5 tiJe5 14 O-O-O
mente notable. Cada año, parece que las blan­ resultó prácticamente ganadora en Fischer-Re­
cas encuentran una nueva ( ¡ y más temprana ! ) shevsky, Cto. de EEUU, Nueva York 1 966) 1 1
situación e n donde realizar esta jugada; y sería tiJf5, y las negras están obligadas a la miserable
justo decir que el resurgimiento de las oportuni­ 1 1 . . . c¡t¡f8 12 i.xd7 tiJxd7 1 3 ..tf4, y quedan cla­
dades de las blancas contra la Defensa Siciliana ramente peor. No existe garantía de que una ju­
en los niveles más altos puede atribuirse, en gada como 6 . . . d5 no sirva en semej antes
gran medida, a varias innovaciones que involu­ situaciones; en efecto esta sería la mejor res­
cran el avance g4. En realidad, uno podría es­ puesta si las blancas hubieran jugado otro or­
cribir un entretenido libro titulado "g4 en la den, digamos, 6 ..ie2 (en vez de 6 g4) 6 . . . tiJc6 7
Defensa Siciliana de los años noventa" y verse g4 d5 . La cuestión reside en que estos son pro­
abrumado por la gran cantidad de material. blemas que se resuelven mediante análisis, y
Con respecto a las teorías sobre el juego cen­ las blancas no deberían limitar su arsenal en
tral y de flanco, es interesante señalar que en base a principios abstractos.
muchos casos las blancas juegan g4 mucho an­ En el ataque Keres, finalmente, las negras
tes de completar el desarrollo o que la situación han consolidado 6 . . . h6 y 6 . . . tiJc6 como sus res-
central sea estable. puestas favoritas, siendo 6 . . . a6 una alternativa
Para comenzar con el ejemplo más obvio y ligeramente más riesgosa. Pero en general, los
antiguo, consideremos el Ataque Keres: jugadores fuertes están lo bastante molestos
1 e4 eS 2 tiJf3 d6 3 d4 cxd4 4 tiJxd4 tiJf6 S con 6 g4, y de manera creciente la evitan eli­
tiJc3 e6 6 g4 (D) giendo otros órdenes de jugadas (por ejemplo,
EL MODERNO JUEGO DE PEONES 147

5 . . . a6 seguido por . . . e6 o . . . e5 , como suele ha­ dos partidas recientes. Obsérvese la forma prag­
cerlo Kaspárov). mática en que las negras utilizan jugadas apa­
En la Najdorf, 1 e4 c5 2 �f3 d6 3 d4 cxd4 4 rentemente debilitadoras del flanco rey para
�xd4 �f6 S �c3 a6 (por otra parte, una jugada conseguir un efectivo desarrollo, incluso en
de flanco, ¡ difícilmente justificada por el desa­ una apertura tan notoriamente táctica como la
rrollo de sólo una pieza negra !), las ideas de las Siciliana.
blancas relacionadas con g4 se han vuelto casi En la siguiente partida, casi observamos una
rutinarias. Por ejemplo, tras la popular jugada 6 actitud de jugar 'peones antes que piezas' ; se
i.e3 (D), tenemos: trata de un ejemplo de la estructura f3/g4 del
'Ataque Inglés' que los mejores jugadores (ta­
les como Short y Anand) suelen emplear para
dañar a la Siciliana:
N
Kaspárov - Kamsky
Linares 1 993

1 e4 c5 2 �f3 e6 3 d4 cxd4 4 �xd4 �f6 S �c3


d6 6 ..ie3 a6 7 f3 �bd7 8 g4 h6 9 l:.g1 'it'b6 10
a3! �eS (D)

a) 6 . . . e6 7 g4 ! ?, y ahora, por ejemplo, 7 . . . h6


8 f4 b5 9 i.g2 ..ib7 l O g5 hxg5 1 1 fxg5 �h5 1 2
g6, como en otras, l a partida rápida Shírov­
Van Wely, Mónaco 1 997 continuó 1 2 . . . �f6 1 3
gxf7+ �xf7 1 4 0-0 �d7 1 5 �xe6 ! �xe6 1 6 e5
i.xg2 1 7 exf6 �xf6 1 8 '.t>xg2 con un poderoso
ataque en ciernes. ¡ No hubo ninguna sutileza
posicional en esta partida !
b) La respuesta 6 . . . e5 no desalentará a al­
guien atormentado por la fiebre de g4, por ejem­
plo, Shírov-Kaspárov, Tilburg 1 997 continuó 7 l l ..if2!
�b3 ..ie6 8 f3 i.e7 9 'ii'd2 �bd7 (9 . . . h5 ! ? - una Jugando esta pieza dos veces, las blancas
jugada profiláctica de flanco para prevenir g4 ! consiguen el objetivo de echar a la dama negra
- se ha jugado con cierto éxito) 1 O g4 h6 1 1 0-0-0 de su posición; esto tiene prioridad por sobre el
b5 ( ¡ más acción de flanco-contra-centro ! ) 1 2 normal desarrollo.
h4 �b6 1 3 �bl b4 1 4 ..ixb6 'ii'xb6 1 5 �d5 ll 'ii'c7 12 f4 �c4?! 13 i.xc4 'ifxc4 14
...

..ixd5 1 6 exd5 con un gran desorden. 'iWf3 eS? 1S �fS ..ixfS 16 gxfS dS 17 fxeS
e) Teniendo en cuenta lo anteriormente ex­ �xe4 18 l:.g4!
puesto, las negras a menudo recurren al juego Con clara ventaja para las blancas. En este
de flanco mediante 6 . . . �g4 7 i.g5 h6 8 ..ih4 g5 ejemplo, casi pareció verse como si las blancas
9 ..ig3 ..ig7 l O ..ie2 h5 ! ? ( I O . . . �c6 es más co­ hubieran olvidado que debían desarrollar sus
mún). Entonces 1 1 h4 gxh4 1 2 l:.xh4 �c6 deja piezas ; y con todo, en el final, su desarrollo era
a las negras con un peón-h débil, pero resuelve superior.
la tensión central con ganancia de tiempo: 1 3 Para terminar, las blancas pueden embarcar­
�b3 ..ie6 1 4 'ii'd 2 'ii'b6 1 5 �d5 ..ixd5 1 6 exd5 se en una aventura con g4 incluso cuando no
�ce5 1 7 0-0-0 �g6 ! 1 8 l:.h3 ..ih6 1 9 f4 'ii'e 3 y existe un objetivo en f6, por ejemplo, 1 e4 c5 2
las negras lograron uná completa igualdad en �f3 �c6 3 d4 cxd4 4 �xd4 e6 5 �c3 d6 6
148 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

g4 ! ?, como jugó Kárpov en 1 985 y más recien­ superficiales. Como s·e a, volviendo a 3 e5 i.f5 ,
temente, Shírov. Podríamos considerar a esta ju­ las blancas han creado u n cierto descontrol (y la
gada como profiláctica, desalentando . . . lLlf6, teoría todavía no lo ha resuelto) en la variante 4
pero resulta interesante que hasta 6 . . . lLlge7 pue­ lLlc3 e6 5 g4 ! ? .ig6 6 lLlge2, con idea de res­
de ser contestada mediante más jugadas de peón: ponder a 6 . . . c5 con 7 h4. ¡Tal vez las blancas lo­
7 i.e3 a6 8 g5 b5 9 f4 i.b7 1 0 i.g2 con una po­ gren que el alfil negro desee haberse quedado
sición poco clara, como en Shabalov-Smirin, detrás de la cadena de peones !
Los Angeles 1 997. En numerosas variantes de l a Alekhine con 1
Una interesante observación precisamente e4 lLlf6 2 e5 lLld5 3 d4 d6 4 lLlf3, las blancas en­
sobre estos (aunque no en todos) ejemplos Sici­ contrarán útil realizar el avance a4, para ganar
lianos es que de acuerdo a la teoría actual, la espacio y echar al caballo negro de b6. Una de
respuesta . . . d5 a g4 sería inferior. ¡Qué lejos estas variantes es 4 . . . g6 5 i.c4 lLlb6 6 i.b3 .ig7
estamos de los tiempos clásicos, donde esto es­ 7 a4 ! ?.
taba considerado como el castigo automático Contra ciertos sistemas de fianchetto, h4-h5
para esas bravuconadas ! por supuesto es posible y bastante antes que se
Para completar esta sección, permítaseme haya completado el propio desarrollo. La De­
referir al lector a algunos otros avances de flan­ fensa Holandesa con 1 d4 f5 2 lLlc3 d5 (2 . . . g6? !
co en las aperturas. Existen algunos ejemplos 3 h4 lLlf6 4 h5 ! es peor después de 4 . . . lLlxh5 5
obvios que no hemos pensado, como, por ejem­ l:.xh5 ! gxh5 6 e4 con ataque, o 4 . . . i.g7 5 h6
plo, cuán perfectamente normal nos parece la i.f8 6 i.g5 d5 7 'ii'd2 e6 8 0-0-0 i.b4 9 f3, como
jugada 6 h4 en la Caro-Kann después de 1 e4 c6 indica la Enciclopedia de aperturas de ajedrez)
2 d4 d5 3 lLlc3 dxe4 4 lLlxe4 .if5 5 lLlg3 .ig6. Y 3 i.g5 g6 4 h4 ! ? i.g7 5 e3 es un ejemplo.
con todo Alekhine, refiriéndose a 6 tLlf3, co­ Botvínik reavivó la teoría del Gambito Dama
menta "La jugada de 'ataque' 6 h4, que fuera Rehusado después de 1 d4 d5 2 c4 e6 3 lLlc3 .ie7
tan popular, sólo es adecuada para un ataque de 4 cxd5 exd5 5 i.f4 c6 6 e3 i.f5 7 g4 ! ? (D) , obli­
caballo [presumiblemente quiere decir que des­ gando nuevamente al alfil a tomar una decisión.
pués de . . . h6, lLle5 vendría con ganancia de
tiempo - JW], debilita la posición del rey sin
compensación y ha sido descartada poco a poco
aunque merecidamente." Por supuesto en la ac­ N
tualidad, a través de los golpes de la práctica,
sabemos que el espacio ganado sobre el flanco
rey de las blancas mediante 6 h4 h6 7 lLlf3 lLld7
8 h5 puede ser muy útil. En cuanto al rey, de
cualquier modo deberá ir al flanco dama, para
que las blancas pueden rápidamente disputar
las columnas centrales. La vista en retrospecti­
va, por supuesto, es perfecta, pero esta idea de
que 'las jugadas de flanco son debilitadoras' ha
constituido un poderoso disuasivo para algunas
buenas ideas.
Otro ejemplo de la Caro-Kann ocurre en la Tras 7 . . . i.g6 8 h4 ! o 7 . . . .ie6 8 h3, resulta
Variante del Avance tras 1 e4 c6 2 d4 d5 3 eS , que la ventaja de espacio de las blancas puede
una jugada que, por otra parte, Reuben Fine ca­ ser muy útil, como demostró Botvínik contra
lifica de 'absolutamente inúti l ' , dado que las Petrosián. Décadas más tarde, tanto Korchnói
negras pueden jugar . . . .if5 , . . . e6, y . . . c5 , con como Kaspárov obtuvieron ventaja contra Kár­
una versión mejorada de la Defensa Francesa. pov en Campeonatos del Mundo jugando con
¡ Si sólo los mejores jugadores del mundo de los esta misma variante, una buena indicación que
últimos 15 años lo hubieran hecho tan fácil ! 7 g4 tiene más valor que el de la mera sorpresa.
Nuevamente, la pragmática realidad de las va­ También existen muchos ejemplos con las
riantes concretas contradice estas valoraciones piezas negras. En la Siciliana con 1 e4 c5 2 c3,
EL MODERNO JUEGO DE PEONES 149

una de las variantes populares es 1 e4 c5 2 c3 para entender cuán extraños habrían parecido
lilf6 3 e5 li:ld5 4 li:lf3 li:lc6 5 .ic4 lilb6 6 .ib3 c4 cincuenta años atrás. Por ejemplo, la Grünfeld
7 i.c2 'ilc7 8 'fle2 g5 ! ?, un dispositivo pura­ con 1 d4 lilf6 2 c4 g6 3 lilc3 d5 4 li:lf3 i.. g 7 5
mente práctico para minar el peón-e de las 'ii'b 3 dxc4 6 'ii'xc4 0-0 7 e4, y ahora, en vez de
blancas. Incluso después de 9 e6 dxe6 1 O li:lxg5 desarrollar las piezas del flanco dama, juegan
'ii'e 5, los peones aparentemente débiles de las 7 . . . a6 (D).
negras están compensados por su fuerte centro
y piezas activas.
En la Defensa Francesa, la j ugada . . . g5
aparece tempranamente en algunas variantes.
Una de las más conocidas es 1 e4 e6 2 d4 d5 3
li:ld2 lilf6 4 e5 li:lfd7 5 f4 c5 6 c3 lilc6 7 li:ldf3
'ii'b 6 8 g3 cxd4 9 cxd4 .ib4+ 1 0 �f2 g5 ! ? . Esto
tiene la apariencia de ser un suicidio posicional
en el flanco rey, pero la idea es comprometer la
estructura de las blancas antes que logren com­
pletar el desarrollo y puedan asegurar su venta­
ja de espacio. Después de 1 1 fxg5 li:ldxe5, las
negras eliminan el crucial peón-e; por otra par­
te, pueden abrir la columna-g mediante . . . gxf4
o expulsar la única pieza blanca desarrollada
con . . . g4. En realidad, las negras quieren mover unos
Podríamos llenar un capítulo con ejemplos pocos peones más, antes de dignarse a sacar sus
de . . . b5 . Una variante recientemente popular es piezas, por ejemplo, 8 .ie2 b5 9 'iib 3 c5 ! 1 O
la Noteboom/Abrahams del Gambito Dama: 1 dxc5 .ib7, una línea que ha sido muy útil a las
d4 d5 2 c4 e6 3 lilc3 c6 4 lilf3 dxc4 5 a4 .ib4 6 negras.
e3 b5 7 .id2 a5 8 axb5 .ixc3 9 .ixc3 cxb5 1 0 En conclusión, será suficiente decir que la ri­
b 3 i.b7 1 1 bxc4 b4 1 2 .ib2 lilf6 1 3 i.d3 0-0 1 4 gidez en contra de los avances de flanco en po­
0-0 (D) . siciones sin desarrollar resulta tan limitadora
para la imaginación ajedrecística como las otras
reglas que hemos estado discutiendo.

N Otros temas de peones


Desafortunadamente, hay tantas estructuras de
peones nuevas e ideas acerca del juego de peo­
nes que no podemos referimos a todas ellas en
este libro. El juego de peones está íntimamente
relacionado con otros temas, hasta cierto punto,
y esto quedará claro en nuestras discusiones so­
bre la profilaxis y el dinamismo. Tampoco re­
sulta fácil definir las diferencias en el juego
moderno de peones, aun cuando ellas obvia­
mente existen. El tratamiento de los peones
Las blancas tiene clara ventaja en el centro, doblados, por ejemplo, probablemente no ha
pero las negras cuentan con sus avanzados sufrido el cambio radical que hemos visto en el
peones del flanco dama a manera de compensa­ caso de las cadenas de peones o en los peones
ción. El estado actual de esta línea aún perma­ retrasados. Por esa razón, combiné el enfoque
nece sin resolverse. clásico de los peones doblados y algunas nue­
Hay muchos otros ejemplos, algunos tan acep­ vas ideas sobre ellos en el capítulo 4 de la parte
tados que no estamos lo bastante conscientes l . Vimos allí que los jugadores están tanto
150 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

creando, como permitiendo peones doblados, en extremadamente escéptica hacia el fianchetto


una variedad de situaciones que antes hubieran expresada por Alekhine y otros de su época,
sido consideradas como demasiado arriesgadas, o ¿podemos imaginamos su reacción a semejante
que ocasionarían mucho consumo de tiempo. forma de jugar, o peor aún, la de los grandes
Para un sorprendente ejemplo de rechazo ultra como Lasker y Capablanca? Solamente Nim­
moderno a los principios, les recomiendo vol­ zowitsch podría haber tenido una simpatía ins­
ver y reexaminar la partida lvanchuk-Anand al tintiva para con los ejemplos mencionados, y
final de aquella sección. Naturalmente, aquí han tenido que pasar casi 50 años para reivin­
será posible ampliar esas ideas. En algunas va­ dicar su excentricidad sobre estos temas. Ani­
riantes de la moderna teoría de aperturas, por mo al lector a mantener los ojos abiertos en re­
ejemplo, la aceptación de los peones doblados lación a los usos sorpresivos de los peones
se ha convertido en rutinaria. Por ejemplo, las doblados. Creo que, a la hora de asumirlos, des­
negras contestan i.xf6 con . . . gxf6 en una canti­ cubrirá que los jugadores modernos son mucho
dad de líneas de la Siciliana Abierta (más nota­ menos dogmáticos que sus predecesores.
blemente en la Richter-Ráuzer). También, las He enfatizado continuamente en que el juego
capturas que crean peones doblados alej ándo­ moderno de peones es pragmático e indepen­
se del centro probablemente sean ahora más diente de las reglas. Pero para cerrar este capí­
aceptables que en épocas anteriores (ver, por tulo, permítanme destacar una idea que podría
ejemplo, las capturas fxg3 luego de . . . �xg3 en servir como una útil generalidad moderna. Dis­
la variante híbrida de la Nimzoindia/India de cutiendo las reglas aplicables al medio juego
Dama 1 d4 �f6 2 c4 e6 3 �f3 b6 4 �c3 i.b4 5 (pero no al final), Suba dice: "cuando la lucha
i.g5 h6 6 i.h4 i.b7 7 e3 g5 8 i.g3 �e4). Pero está concentrada en el centro y el flanco rey, los
hasta cierto punto, esas situaciones suelen ser peones pasados exteriores resultan una debili­
pragmáticas, no reflejando ningún conocimien­ dad". Esto es algo sorprendente; estamos tan
to nuevo. acostumbrados a considerar los peones pasados
Probablemente, el más sólido desarrollo te­ como valiosos en el final que no se nos ocurre
mático reciente respecto a los peones doblados, que pueden resultar débiles en otros casos.
ha sido su creación al costo de la pareja de alfi­ La única manera de probar esa hipótesis es
les, y de una considerable pérdida de tiempo. encontrar ejemplos que la corroboren y contra­
Esta inaudita combinación de concesiones se ejemplos. Encuentro fascinante el comentario
demuestra en líneas tales como: de Suba, porque puedo pensar en varios casos
a) 1 d4 g6 2 c4 i.g7 3 �c3 eS 4 d5 i.xc3+ 5 en los cuales es verdad, y ninguno en el que esté
bxc3 f5 ! ; claramente contradicho. Antes, en este capítu­
b) 1 c4 b6 2 �f3 i.b7 3 g3 i.xf3 ! ? 4 exf3 lo, mencioné uno de los ejemplos que lo corro­
eS; y boran: el peón blanco a2 en el Gambito Benko
e) 1 c4 eS 2 �c3 �c6 3 g3 g6 4 ..tg2 i.g7 5 después de 4 cxb5 a6 5 bxa6 i.xa6. Ese peón es
b3 e6 6 i.xc6 ! ?. notoriamente débil y a menudo cae; por cierto,
Piensen que la Variante Hübner de la Nim­ en el medio juego tiene pocas perspectivas se­
zoindia ( l d4 �f6 2 c4 e6 3 �c3 i.b4 4 e3 eS 5 rias de avanzar, aunque por supuesto podría ser
�f3 �c6 6 i.d3 i.xc3+ 7 bxc3 d6) era consi­ decisivo en un final.
derada bastante audaz y moderna sólo unos po­ Luego está el peón-h en la Francesa Wina­
cos años atrás, debido al voluntario sacrificio wer del Peón Envenenado con 'iig4 ( 1 e4 e6 2
del alfil-b4 (sin pérdida de tiempo, es decir, sin d4 d5 3 �c3 i.b4 4 eS c5 5 a3 i.xc3+ 6 bxc3
a3 de las blancas). Pero los intentos menciona­ �e7 7 'iig4 'iic 7 8 'iix g7 :g8 9 'ifxh7 cxd4,
dos son aún más extremos ; en los tres casos etc.). Cualquiera que esté familiarizado con es­
enunciados, lleva tres jugadas desarrollar y tas líneas sabe cuán a menudo este peón es cer­
cambiar e! alfil ( . . . g6, por ejemplo, no es una ju­ cado y capturado, y en cualquier caso, en el
gada útil como era . . . e6 en la Nimzoindia); y los medio juego, es un blanco de ataque. Resulta
agujeros dejados por la jugada del peón caba­ innecesario decir que, en conjunción con el
llo, representan un desafío extra para el bando avance del peón-g, ese peón-h también podría
que realiza el cambio. En vista de la actitud constituir una ventaja decisiva en un final .
EL MODERNO JUEGO DE PEONES 151

Un tercer ejemplo podría ser el peón-a en la i.. x c3 9 i.. x c3 cxb5 1 0 b3 i..b 7 y luego 1 1 bxc4
variante de gambito 8 .l:.b l de la Grünfeld, b4 1 2 i..b 2 o 1 1 d5 ! ? liJf6 1 2 bxc4 b4 1 3 i.. xf6),
Variante del Cambio ( 1 d4 liJf6 2 c4 g6 3 ltJc3 ¡el centro de las blancas funciona bastante bien
d5 4 cxd5 ltJxd5 5 e4 ltJxc3 6 bxc3 i.. g 7 7 liJf3 contra dos peones laterales unidos y ya bastante
c5 8 .l:tb1 0-0 9 i..e 2 cxd4 10 cxd4 'ifa5+ 1 1 avanzados !
i..d 2 'ifxa2) . En efecto, hay circunstancias en De modo que la hipótesis de Suba tiene para
las que es útil avanzar este peón hasta a5 o a4; mí un cierto sentido. Sería interesante estudiar
pero en la mayoría de los casos, la presión de detenidamente la práctica moderna y tratar de
las blancas en las columnas del flanco dama enunciar otros neoprincipios. Mi impresión es
(como en el Benko ), y el superior desarrollo que la mayoría de ellos probarían estar muy li­
permitido por su masa de peones centrales, mitados por la circunstancias, y por ello serían
neutraliza en el medio juego esos peones pasa­ mucho más difíciles de enunciar. Una cosa pa­
dos -a y -b. De hecho, es muy común que ambos rece clara, de todos modos: ¡el juego moderno
peones sean capturados a cambio de uno de los de peones ha transitado un largo camino desde
peones centrales de las blancas. los tiempos de Nirnzowitsch ! El lector atento
Finalmente, ya hemos indicado en otra parte de encontrará muchos ejemplos posteriores de no­
este libro que en la variante Noteboom/Abraharns vedosos tratamientos de los peones en el resto
del Gambito Dama ( 1 d4 d5 2 c4 c6 3 liJf3 e6 4 de la parte 2, incluso en secciones nominalmen­
ltJc3 dxc4 5 a4 i..b4 6 e3 b5 7 i..d 2 a5 8 axb5 te dedicadas a otros temas.
4 El a lfi l moderno

Es tiempo de reabrir el tema del juego de las para entender las nuevas ideas en el ajedrez
piezas menores. En la parte 1 (capítulo 6), vi­ moderno.
mos las ideas convencionales acerca de las pie­
zas menores, que tradicionalmente presentan Todo ese fia nchetta r
los libros de medio juego.
En los siguientes capítulos, quiero echar una En un artículo escrito en 1 928 (citado por Keene
mirada a los progresos que han alterado los en ECOT), Spielmann habla acerca de las
puntos de vista convencionales. Primero exa­ aperturas en su tiempo. Después de revisar una
minaré cada pieza aisladamente, explorando cantidad de ellas, menciona la idea de Nimzo­
los temas que pueden ser tratados razonable­ witsch l liJf3 seguido de b3 y Ji.b2; contra esto,
mente de ese modo. Seguirá luego un capítulo dice, una buena defensa es el contrafianchetto
sobre la interacción y los valores comparativos con . . . g6 y . . . i.g7 . Luego descerraja: " ¡ Este
de alfiles y caballos. Finalmente, el aspecto del constante fianchettar ! Constituye un buen arma
sacrificio de calidad (torre por alfil o torre por en manos del defensor, cuya tarea es igualar la
caballo) tendrá su propio capítulo. partida, pero para el jugador de ataque es de
Como demuestra esta amplia cantidad de poco valor como método de desarrollo." Cuan­
material, siento que el tratamiento de las piezas do busqué partidas de Spielmann en las bases
menores constituye una parte importante de lo de datos, encontré que, haciendo honor a sus
que ha cambiado desde el advenimiento del aje­ palabras, con las blancas, él solamente recurrió
drez moderno. Aunque se podrían escribir vo­ al fianchetto en el 2% de sus partidas, en tanto
lúmenes acerca de las torres y sus cualidades, con las negras jugó tanto . . . b6 y . . . i.b7 o . . . g6 y
uno podría estar fuertemente tentado para hacer . . . Ji.g7 en casi el 9% de ellas . Creo que su irrita­
caso de los numerosos avances que se han ex­ do grito ("¡ Este constante fianchettar !") refleja
perimentado en el juego de torres. (He intenta­ una actitud típica de ese tiempo: que el fian­
do abordar esta materia en la parte 1 , pero sin chetto era una fastidiosa molestia, que se incre­
pretensiones de hacerlo extensamente). mentaba cada vez más, para los practicantes del
Otro tema es el juego de las piezas menores; verdadero ajedrez, por ejemplo, aquellos que
en primer lugar, las cuestiones involucradas son ocupaban el centro adecuadamente, desarro­
mucho más complejas. Creo que si usted le so­ llaban las piezas en una jugada, y en general ad­
licitara a los maestros de ajedrez que mencio­ herían a las reglas de caballerosidad de una ver­
nen los problemas posicionales más dadera competencia ajedrecística.
dificultosos que enfrentan, muchos pondrían el Poco podía imaginarse cómo se expandiría
acento en el manejo y la evaluación de las pie­ el uso del fianchetto. El fianchetto de las blan­
zas menores en el lugar más alto de su lista. cas en el flanco rey (mediante g3) era una rare­
Más aún, innumerables posiciones depen­ za en los días de Spielmann. Pero Botvínik usó
den, en el ajedrez práctico, de quién tenga las el fianchetto g3 en el 9% de todas sus partidas,
mejores piezas menores. Como dice Steve Ma­ y en nuestro tiempo, Kárpov lo utilizó el 1 3 % .
yer en el prefacio de su libro Bishop vs Knight: Y respecto a los fianchettos d e todas clases
The Verdict (Alfil contra caballo: el veredicto): con las piezas negras, Lasker los empleó sólo en
"El de alfil contra caballo es el desequilibrio alrededor del 5 % de sus partidas totales (y fre­
material más común en ajedrez". Con ello, por cuentemente luego del desarrollo normal, des­
supuesto, está diciendo que en cualquier posi­ pués de la jugada 1 0), mientras Alekhine lo hizo
ción dada, una de esas piezas menores es habi­ en cerca del 8,5 % . Pero Nimzowitsch utilizó
tualmente más valiosa que la otra. Esa gustosamente fianchettos con las negras - 1 8%
diferencia de valor es de máxima importancia de sus partidas - ¡y Kaspárov ha establecido
EL ALFIL MODERNO 153

una sorprendente marca del 28% ! (Todas estas


cantidades se refieren al porcentaje total de par­
tidas jugadas con ambos colores; en el caso de B
Kaspárov, ¡ utilizó fianchettos en más de la mi­
tad de sus partidas con negras ! ) La realidad es
aún más extrema, ya que en las mencionadas
cantidades no se incluyen fianchettos con . . . b5
y . . . i.b7, que se han transformado en muy co­
munes en el ajedrez moderno (si éstos fueran
contados, por ejemplo, el porcentaje de los fian­
chettos de Kaspárov con las negras, alcanza el
3 1 % del total de sus partidas).
El doble fianchetto, algo ya aceptado en el
juego actual, fue considerado con particular
desprecio por algunos ajedrecistas de la vieja Hablemos del alfil dama de las blancas. En
escuela. Acerca de las jugadas 1 lbf3 lbf6 2 b3 algunas líneas menos populares, las blancas
d6 3 g3, que Nimzowitsch (blancas) jugó con­ tratan de desarrollarlo a f4 o g5 y luego jugar
tra él en Nueva York 1 927, Alekhine comentó: e3, de manera que ambos alfiles serán 'buenos '
"He aquí el puro hipermodemismo. En esta (no obstruidos por los peones del centro). Pero
partida las blancas no habrían obtenido laureles si el alfil va a g5, puede ser atacado mediante
si su rival no hubiera sobreestimado su posición . . . h6, y luego de ..th4, podría seguir . . . g5, y lue­
e imaginado que esa estructura podría ser refu­ go de i.g3, las negras ganarían el par de alfiles
tada de cualquier modo." ¿Qué leemos detrás mediante . . . lbh5 , que ha mostrado dar compen­
de este tono ofensivo? Alekhine era demasiado sación a cambio del debilitamiento del flanco
arrogante como para creer verdaderamente que rey (esto es cierto también en la Defensa Seno­
b3 y g3 eran refutables ; ¡ estaba simplemente ni). O, si el alfil va a f4, frecuentemente pierde
irritado por el hecho de que cualquiera pudiera un tiempo luego de . . . d6 y . . . e5 (o en algunos
jugar de esas manera y ganarle a él ! En la juga­ casos . . . lbh5). De este modo, la estructura de
da seis, sugiriendo una mejora para las negras las negras juega un rol importante en la limita­
(que estaba acompañada por algunos pobres ción de las posibilidades del alfil blanco que co­
análisis), continuó diciendo: "En ese caso [lue­ rre por casillas negras. Por otro lado, cuando las
go de su jugada sugerida - JW] . . . el 'doble agu­ blancas juegan convencionalmente 4 e4 d6 5
jero' de la apertura sería una vez más reducido lbf3 0-0 6 ..te2, manteniendo libre esa diagonal
ad absurdum." Esta era una referencia a Teich­ del alfil e l -h6, la típica inserción de . . . e5 para
mann, que describió el doble fianchetto de la las negras y d5 para las blancas produce un
Apertura Réti como 'la estúpida variante del efecto interesante. Ahora el alfil negro de g7 es
doble agujero' , reflejando los sentimientos de ' malo' , pero sorprendentemente, el alfil blanco
muchos tradicionalistas. que corre por casillas blancas es igualmente
¿Qué sucedió? Esencialmente, los hipermo­ malo, encerrado por la estructura c4-d5-e4. Ade­
demos estaban en lo cierto acerca del fianchet­ más, la evaluación a simple vista de un alfil
to, que permitía a un jugador ejercer influencia fianchettado como 'bueno' o ' malo' resulta a
sobre el centro sin estar sujeto a un posible hos­ menudo engañosa, como veremos en la próxi­
tigamiento por parte de las piezas y peones. ma sección. El punto es que, enfocar la mirada
Además, las funciones defensivas de un alfil sólo sobre el destino del alfil-g7 (que está ence­
fianchettado han sido subestimadas, en particu­ rrado luego de . . . e5) ignora el efecto simultáneo
lar su papel en la defensa del rey. sobre las piezas rivales .
Una forma de reflexionar acerca de cómo Sería completamente inútil enumerar la gran
afecta el fianchetto a nuestro propio alfil, es to­ cantidad de ejemplos de fianchetto existentes en
mar en cuenta el alfil rival. Considere por un las aperturas actuales. Este es uno de los ejem­
momento la Defensa India de Rey, después de 1 plo más claros y obvios de un cambio radical
d4 lbf6 2 c4 g6 3 lbc3 i.g7 (D). en el ajedrez actual. Ahora tenemos aperturas
154 LoS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

complejas dominadas completamente por fian­


chettos de ambos bandos, como la Apertura
Inglesa. Y las diversas Aperturas Indias tienen
ese dinamismo latente que refuta completa­
mente la noción de Spielmann sobre que el
fianchetto no es útil al jugador de ataque. La
mayor parte de las Defensas Sicilianas depende
de la eficacia de un alfil fianchettado, ya sea en
g7 o b7. Las blancas utilizan g3 para contrarres­
tar habitualmente la India de Dama, e inclusive
fianchettos en el Gambito Dama (Catalana) . Y
así sucesivamente.
Tanto conceptualmente como en la práctica,
el alfil fianchettado ha cambiado la naturaleza
del ajedrez moderno. Y en cuanto a la idea que aunque sólo tres de sus ocho peones están en
el del fianchetto es un poco menos 'dinámico' , casillas de ese color.
sólo necesitamos hacer notar que los alfiles de­ Otra salvedad clara y obvia es la que indica
sarrollados de manera clásica están mucho más que si el alfil está 'fuera' de los peones del mis­
sujetos a los cambios que sus colegas fianchet­ mo color (es decir, no está atrapado detrás de
tados, con la consecuente simplificación. Son ellos), es aún ' malo' , técnicamente hablando,
obvias las implicaciones de esto último para pero puede ser perfectamente efectivo, espe­
que pueda producirse una verdadera lucha con cialmente en el medio j uego. He aquí un cabal
máximas complicaciones. ejemplo de alfiles malos cuyas efectividades
contrastan:

La nueva mora l de los a lfi les ma­


los

La visión tradicional indica que un alfil que está


en casillas del mismo color que los peones pro­
pios es un alfil ' malo ' , ya que la movilidad del
mismo resulta restringida por sus propios peo­
nes, y las casillas frente a esos peones no están
protegidas por el mismo. Para comenzar, debe­
ríamos hacer algunas salvedades. La primera es
que el centro de peones es quien determina en
mayor medida cuándo un alfil es ' malo' o no.
En el medio juego, los peones -d y -e tienen la
máxima importancia, seguidos por los peones
-e y -f, en tanto los demás peones son completa­ En el final, hay pocas situaciones en las que
mente irrelevantes (hasta que eventualmente se un alfil malo es mejor que uno bueno. Las ex­
produzca el final, donde ellos otras vez pueden cepciones tienden a ser los casos en que un alfil,
determinar cuán malo resulta un alfil). Permí­ por defender sus propios peones, puede preve­
tanme ilustrar esto con un ejemplo simple (D): nir el progreso de su rival, y con ello alcanzar el
Este proviene de una Defensa India del Rey. empate. Asumiré que el lector está familiariza­
Las negras tienen seis peones sobre casillas do con los típicos ejemplos de finales en los que
blancas y sólo dos peones sobre casillas negras, un buen alfil (o un caballo) supera a uno malo, y
y no obstante su alfil de casillas blancas de d7 por lo tanto no continúo con este tema.
es 'bueno' mientras su alfil de casillas negras Aun un peón central en el color equivocado
de g7 es 'malo' . De manera semejante, las blan­ puede hacer que un alfil sea malo, o al menos
cas tienen un alfil 'malo' de casillas blancas, una pieza con problemas. La Defensa Siciliana
EL ALFIL MODERNO 155

nos brinda un ejemplo bien conocido. La iróni­ o ambas cosas. Esto requiere la máxima activi­
ca sugerencia de Larsen de que las blancas es­ dad para las piezas, para crear amenazas. Para
tán posicionalmente perdidas tras 1 e4 c5 2 c!Llf3 que eso suceda, sería bueno que este alfil no
d6 (o alternativamente, 2 . . . c!Llc6 o 2 . . . e6) 3 d4 estuviera encerrado. Las negras, por otro lado,
cxd4 tiene su base en que las negras tienen un están cómodas manteniendo el statu quo estruc­
peón extra en el centro. Las blancas tienen ade­ tural, incluso su alfil malo, hasta cierto punto
más, otro problema: su alfil de rey. Considérese del medio juego o del final , cuando puedan
la Variante Najdorf después de 1 e4 c5 2 c!Llf3 efectuar una ruptura ventajosa en el centro o
d6 3 d4 cxd4 4 c!Llxd4 c!Llf6 5 c!Llc3 a6 (D) . avanzar en el flanco dama. Quien trate de idear
esquemas para las blancas en la S iciliana
Abierta entenderá de lo que estoy hablando, y
reconocerá el papel negativo que juega fre­
B cuentemente el alfi l blanco que corre por casi­
llas blancas.
Podríamos proponer, entonces, a modo de
un 'principio' moderno provisorio, que un alfil
malo no lo es tanto si uno puede mantener ven­
tajas estructurales en una posición estable. Na­
turalmente, las blancas no desearían jugar la
Siciliana Abierta si no tuvieran razonables po­
sibilidades de atacar y de transformar favora­
blemente la estructura de peones. Pero como
regla (?), el alfil malo atacante tiende a ser el
problema más permanente. Ejemplos similares
¿Dónde va el alfil de fl ? En g2 o d3, está blo­ abundan en el ajedrez moderno, por ejemplo,
queado por el peón-e, y le falta espacio. En e2, en el caso de las formaciones erizo de las negras
el alfil está ubicado pasivamente, y si viaja lue­ contra el alfil-g2, o en la variante de la Bogoin­
go a f3 (con o sin la jugada f4), las negras pue­ dia 1 d4 c!Llf6 2 c4 e6 3 c!Llf3 ..ib4+ 4 ..id2 'ile7 5
den directa o indirectamente frenar el avance g3 c!Llc6 6 ..ig2 ..ixd2+ 7 c!Llbxd2 d6 8 e4 e5 9 d5
blanco e5, volviéndolo ' malo' . Todo esto suge­ c!Llb8 (D).
riría ..ic4; pero allí el alfil está sujeto a pérdidas
de tiempo mediante . . . b5 o . . . d5, con . . . c!Llbd7-
c5 a considerar, donde el peón-e requiere más
protección. B
Hasta aquí, todo es obvio. Pero di este ejem­
plo para señalar una tercera salvedad que creo
ha sido descuidada en la literatura: un alfil malo
implica una responsabilidad particular para el
jugador obligado a atacar. Podría decirse que
en nuestro ejemplo de la Najdorf, cuando las
negras juegan . . . e5 o . . . e6 y colocan su alfil en
e7, éste es tan malo como el alfil blanco de g2 o
d3. Esto es verdad, pero en la Siciliana (así
como en muchas defensas modernas), las ne­
gras mantienen algunos recursos posicionales a
largo plazo: el centro de peones mencionado En ésta, por supuesto, el alfil blanco es malo
antes y una minoría lista para atacar ayudada y el de las negras bueno, pero si las blancas pue­
por la columna-c. Las blancas, en consecuen­ den realizar rupturas efectivas mediante c5 y/o
cia, no pueden quedarse sentadas; resulta pro­ f4, su ataque derribará la estructura de las negras
cedente entonces, tanto alterar la estructura de y liberará el alfil propio. Cuanto rnás puedan
peones como embarcarse en un ataque directo, las negras prevenir esas rupturas y estabilizar la
156 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

situación, más se hará sentir el problema del al­ . . . .i.h6) ; esto ocurre eri la Benoni Checa y tam­
fil-g2. bién en la Defensa Benoni Moderna. Aunque es
La idea del peón central extra es aquí impor­ imprudente generalizar sobre una apertura tan
tante. Cuando Suba habla de los 'alfiles malos dinámica, ¡es destacable cuán a menudo el cam­
que protegen peones buenos' , tiene en mente el bio del maravilloso alfil-e 1 por el horroroso al­
potencial dinámico de esos peones. Ya mencio­ fil-g7 favorece a las blancas ! Veamos algunos
namos tres ejemplos con respecto a peones re­ ejemplos:
trasados que se producen en la estructura de la
Siciliana Abierta con . . . e6 y . . . d6 contra e4, y Zsu. Polgar - Gheorghiu
. . . e5 y . . . d6 contra e4, tanto como en la estructu­ Baden-Baden 1 985
ra de la Defensa Francesa con . . . e6 y . . . d5 con­
tra d4 (ver capítulo 3). En ambos casos, las 1 d4 lDf6 2 c4 c5 3 dS d6 4 tbc3 g6 S e4 .i.g7 6
blancas tienen una columna abierta contra un f3 eS 7 .i.gS h6 8 .ie3 hS
peón retrasado, pero el peón central débil es ex­ Intentando cambiar ya el alfil ' malo' ; por el
tra, y el alfil malo que lo protege evita que el momento las blancas lo evitan.
primer jugador tenga una ventaja, excepto una 9 'ii'd2 a6 10 .i.d3 'it'e7 1 1 tbge2 lbbd7 12
sólo visual. Entretanto, la constante amenaza a3 (D)
. . . d5 (en la Siciliana) o . . . e5 (en la Francesa),
junto con el juego contra los peones rivales -e o
-d (que, como peón central aislado, puede ser
difícil de defender), en esos casos mejora enor­ N
memente la situación del alfil negro.
La Defensa India del Rey es una fructífera
fuente de instructivos ejemplos posicionales, y
lo es más en cuanto al tema del alfil malo. El
ajedrez moderno abunda en paradojas, y una de
ellas es la idea de crear intencionalmente un al­
fil malo al comienzo de la partida, ¡ solamente
para tratar de liberarlo durante el resto de la
partida ! En la India del Rey esto sucede en una
etapa temprana, en el momento en que las ne­
gras juegan . . . e5, por ejemplo luego de 1 d4
tbf6 2 c4 g6 3 tbc3 i.. g 7 4 e4 d6 5 tbf3 0-0 6 12 ... 'ii'f8 ! ?
i..e 2 e5, o cualquier otra línea en la que . . . e5 se Nuevamente intentando . . . .i.h6; e s tiempo
juega tempranamente. Ya hemos discutido an­ que las blancas den un paso al costado.
tes cómo los alfiles malos de las negras tienden 13 'it'c2! i.. h6 14 i..f2 i..gS
a ser contrabalanceados por el propio alfil blan­ ¡ Concentrado en un sólo propósito ! Las ne­
co que corre por casillas blancas, luego que se gras quieren jugar . . . 'it'h6 y . . . .ie3 . Por supues­
juega d5 (y es difícil evitar esto indefinidamen­ to, con ventaja espacial de las blancas; es difícil
te, ya que en ese caso, las negras pueden abrir concretar otros planes.
líneas tanto para el alfil-g7 como para la torre­ 1S b4 b6 16 .l:.bl ! 'it'h6? 17 h4! .i.e3 18
e8 mediante . . . exd4, mientras el alfil blanco que i..xe3 'ii'xe3 19 f4
corre por casillas blancas permanece pasivo. ¡Ea! Se amenaza tbd 1 .
Esto es, por supuesto, un clásico intercambio 1 9... cxb4 20 axb4 bS 21 eS
de espacio por actividad; pero en la mayoría de Ganando una pieza, en vista, otra vez, de
las líneas de la India del Rey, d5 resulta en al­ tbd l .
gún momento la mejor jugada). 21 ... tDxcS 22 bxcS tbg4 23 tbd1 'ii'xcS 24
Una situación muy interesante se produce .l:.c1 'ii'xc2 2S :Xc2
después de que las negras juegan . . . e5, las blan­ . . . y las blancas fueron hacia la victoria.
cas contestan d5, y las negras tratan de cambiar ¿Nada más que una trampa? Difícilmente,
su alfil de casillas negras (a menudo luego de ya que sin la idea . . . .i.e3 , las negras hubieran
EL ALFIL MODERNO 157

tenido que esperar pasivamente el ataque de las Igualmente inexpresiva es la línea de la De­
blancas. fensa Moderna con 1 e4 g6 2 d4 i.. g7 3 c4 d6 4
Una partida reciente ilustra esto: li)c3 e5 5 d5 i.h6 ? ! , que generalmente favorece
a las blancas, que mantienen espacio y ruptu­
Seirawan - lvanchuk ras de peón fácilmente realizables. En la India
Cto. del Mundo de la FIDE por KO, Antigua, un ejemplo importante es 1 d4 li)f6 2
Groninga 1 997 c4 d6 3 li)c3 e5 4 li)f3 li)bd7 5 e4 i.e7 6 i..e 2 c6
7 0-0 0-0 8 i..e 3 a6 9 d5 c5 l O li)d2 li)e8 1 1 a3
1 d4 li)f6 2 c4 g6 3 tt:)cJ i.. g7 4 e4 d6 S i.d3 eS i.g5 1 2 i.. x g5 "it'xg5 l 3 b4 Robatsch-Vukié,
6 dS aS 7 li)ge2 li)a6 8 f3 li)d7?! Tuzla 1 98 1 ; se considera que las blancas están
Esto prepara la siguiente jugada de las negras. aquí claramente mejor.
9 i..e3 i..b 6? 10 'fkd2 Hay muchos ejemplos en otras aperturas. He
l O i.xh6 cede innecesariamente el control aquí uno en la Nirnzoindia:
de las casillas negras luego de l O . . . 'ii'h 4+ y
. . . 'ii'xh6. Knaak - Plachetka
10 ... i..xe3 11 'ii'xe3 c6 12 'ii'h 6! Bratislava 1 983
Oh, justo ahora que no hay nada cubriendo
todos esos agujeros del flanco rey. . . 1 d4 li)f6 2 c4 e6 3 li)c3 i.. b4 4 e3 b6 S li)e2
1 2 li)dcS 13 l:d1 'ii'b6 14 i.. b l !
••• i.a6
Amenaza dxc6, y golpea d6. Note cuán malo Haciendo una breve digresión, otro ejemplo
resulta este alfil, ¡como si las blancas lo cuida­ de un dudoso . . . i.. a6 se produce en la Francesa
ran ! Winawer después de l e4 e6 2 d4 d5 3 li)c3
14 <lte7? (D)
••• i.. b4 4 e5 li)e7 5 a3 i.xc3+ 6 bxc3 b6 7 "it'g4
De todos modos l 4 . . . 'i!kxb2 1 5 dxc6 bxc6 1 6 li)g6 8 h4 h5 9 'ii'f3 i.. a6 l O i.xa6 li)xa6 l l
'i!kg7 .:lf8 1 7 l:txd6 e s bastante terrible, y s i la i.g5, y como señala Unger, las negras desea­
dama vuelve a c7 permite 'ii'g 7 y 'ii'x h7, o bien rían tener de nuevo su alfil malo: l l . . .'ii'd7 1 2
0-0 seguido de f4. a4 'ii'c 6 1 3 li)e2 "ii'c4 1 4 0-0 c 5 1 5 llfd l cxd4?
(pero las negras están de todos modos en una
terrible encrucijada) 16 cxd4 'i!kxc2 17 llac l
'ii'e4 1 8 'i!ka3 f6 1 9 f3 'fkxe2 20 l:!.d2 1 -0 lvkov­
B R.Byme, Olimpíada, La Habana 1 966. ¡ El alfil
'malo' resultó aquí bastante efectivo !
6 li)g3 i.xc3+ 7 bxc3 dS (D)

1S f4!
Ahora podemos ver el desatino de la idea
. . . i.. h 6, aún cuando haya sido jugada por uno de
los grandes maestros líderes. El ataque de las
blancas ya es abrumador, especialmente sobre
las casillas negras.
1S exf4 16 :n :rs 17 'ii'xf4 f6 18 dxc6
••• 8 'ii'f3 ! ?
'i!kxc6 19 li)d4 'i!ke8 20 li)dS+ 'iPd8 21 "it'xd6+ Probablemente esto n o sea lo mejor, pero re­
i.d7 22 li)bS 1-0 salta el peligro del cambio del alfil 'malo' . Creo
158 LoS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

que la línea principal con 8 i.a3 i.xc4 9 i.xc4 de espacio de las blancas es algo más fácil de
dxc4 1 O 0-0 'ii'd7 1 1 e4 también favorece a las explotar debido a la ausencia del alfil malo,
blancas, que suelen explotar las casillas blancas ¡ porque sus rupturas pueden continuar sin peli­
débiles del bando negro, por supuesto. gro que los cambios de peones centrales liberen
8 0-0 9 exdS exdS
••• esa pieza ! Esto puede parecer paradójico, pero
No 9 . . . i.xfl ? 1 0 dxe6 ! ; pero probablemente es un buen ejemplo de profilaxis general, como
es mejor 9 . . . 'ii'xd5 , y luego de 1 0 e4 'ii'a5 1 1 ya discutimos en el capítulo 9.
i.xa6 'ii'xa6 1 2 �e2 �bd7 1 3 0-0 c5 1 4 �g3 En cierto sentido, el alfil fianchettado ubica­
las blancas están levemente mejor, de acuerdo a do detrás de su propia cadena de peones, podría
Pliester. Bueno, puede que sí o que no, pero ser llamado el ' alfil misterioso ' , análogo a la
nuestra partida es instructiva en cualquier caso. ' mi steriosa jugada de torre' de Nimzowitsch.
10 i.xa6 �xa6 (D) Para aquellos que no están familiarizados con
esto, Nimzowitsch estaba acostumbrado a colo­
car una torre no en una columna abierta, sino en
una cerrada, que se abriría si su rival realizara la
B jugada más natural de peón con el propósito de
liberarse o atacar. Podría parecer que la torre no
está haciendo nada, pero ella disuade el plan
principal del rival. Hoy día ésta es una técnica
tan común que difícilmente le dedicaríamos al­
guna atención. Un alfil-g7 y un peón-eS para
las negras, tienen un objetivo similar frente a un
f4 de las blancas. También, después de un pos­
terior . . . f5, las blancas tienen que tener en cuen­
ta el poder del alfil-g7 antes de optar por exf5 .
En el ajedrez moderno, ha tenido lugar un
cambio considerable en la actitud hacia los alfi­
1 1 'ii'e2 �b8 12 0-0 eS 13 f3 les malos. Ciertamente, un alfil malo debe aún
Comenzando un arrollador avance de los peo­ evitarse en muchos casos, especialmente si es
nes centrales, hecho posible por . . . i.a6. posible una simplificación y se produce el final .
13 �e6 14 i.b2 'it'd7 1S e4! exd4 16 exd4
•.• Pero hay una amplia variedad de situaciones en
'iie6 las cuales es desaconsejable el deseo intuitivo
Si 1 6 . . . dxe4, 1 7 fxe4 con idea de 1 7 . . . �xd4 de mantener buenos alfiles o cambiar los malos .
1 8 'ii'f2 ! , por ejemplo, 1 8 . . . �e6 1 9 i.xf6 gxf6 Una de las partidas de Suba lo ilustra:
20 �f5 <Ji>h8 2 1 'ii'b 2, etc.
17 e5 Groszpeter Suba
-

Las blancas hacen a su alfil aún ' más malo ' , Kecskemet 1 979
consideración bastante irrelevante.
17 �d7 18 �hS l:tfd8 19 l:.ad1 �f8 20 f4
••• 1 e4 �f6 2 �c3 dS 3 eS �fd7 4 �xdS �xeS S
fS 21 g4! �g6 22 gxfS 'ii'xfS 23 .icl .:t'8 24 �e3 eS 6 b3 �ee6!
�g3 'ii'h3 2S fS �h4 26 l:td3 Mover una pieza que ya ha sido jugada tres
Ahora los peones blancos son demasiado veces, refleja la actitud moderna a que hacía­
fuertes, y la partida finalizó con rapidez: mos referencia. Ya que . . . e5 es deseable, la
26 l:.ae8 27 i.b2 �b4 28 :b3 �xa2 29
••• única cuestión es cómo hacerla, y no cuántas
l:ta3 :es 30 l:txa2 �xfS 3 1 l:ta3 �h4 32 �fS piezas tenemos afuera. Esto revela que nadie ha
1 -0 jugado esto con anterioridad.
¿Qué está sucediendo aquí? Por un lado, la 7 i.b2 eS 8 g3 i.d6 9 i.g2 0-0 10 �2 fS 1 1
ausencia del alfil del fianchetto debilita las ca­ �e4 i.e7 12 d3 i.e6 13 'ii'd2 .idS! (D)
sillas laterales del peón caballo. Pero también Aquí Suba comenta: "Eliminar el alfil activo
(y esto es particularmente cierto en muchas va­ permite a las negras virtualmente 'jugar por
riantes de la Defensa India de Rey), la ventaja las suyas' . Queda ilustrado aquí un principio
EL ALFIL MODERNO 159

B B

dinámico de estrategia - la pieza estratégica mayor frecuencia las negras juegan . . . b7-b6,
más importante debería ser protegida del cam­ . . . .tc8-b7, y . . . ti)bd?, desarrollando el flanco
bio. Es innecesario decir que la estrategia clási­ dama de manera similar a la India de Dama o la
ca recomienda a las negras evitar cambios en Catalana."
esas posiciones debido a su ventaja de espacio, Creo que el aspecto más interesante es que
y especialmente evitar el cambio de su ' alfil cuánto antes se acepta voluntariamente el alfil
bueno' en tanto todavía posean el 'malo' ." malo, tanto mejor. El ajedrez es un juego muy
Bueno, no es difícil ver cuán irrelevante es la fluido, y el bando que trata de obtener una posi­
moral de los alfiles en este caso. La partida con­ ción estable contra el alfil malo normalmente
tinuó . . . encontrará imposible prevenir todas las posi­
14 .txd5+ 'ii'xd5 15 0-0-0 ti)d4 16 ti)eJ bles jugadas liberadoras y los cambios en la es­
'ii'd7 17 ti)c3 ti)bc6 18 �b1 b5 tructura de peones. De ese modo, se cuenta con
. . . y las negras tienen tanto un ataque directo que el alfil malo no resurgirá demasiado tarde
en el flanco dama, como uno en el centro. ¡ El en la partida. Veamos un ejemplo de esto en la
alfil-e? malo fue primero a a5 , y luego a h4 vía línea de Krámnik:
d8, realizando un fructífero trabaj o !
E n e l libro Positional Play (El juego posicio­ Ki. Geórgiev - Knaak
nal}, de Dvoretski y Yusúpov, Vladímir Krám­ Alemania Oriental - Bulgaria 1 987
nik escribió un interesante ensayo acerca de la
moderna Variante Muro de Piedra de la Defensa 1 d4 f5 2 c4 tl)f6 3 tl)f3 e6 4 g3 d5 5 .tg2 c6 6
Holandesa, que comienza con 1 d4 f5 2 c4 ti)f6 3 0-0 .td6 7 b3 'ii'e7 8 .tb2 0-0 9 ti)eS .td7
ti)f3 e6 4 g3 d5 5 .tg2 c6 6 0-0 .td6 (D). Otro plan es 9 . . . ti)bd7 1 0 ti)d2 a5 .
Inmediatamente Krámnik hace el siguiente 10 'iVcl .te8
comentario interesante: "La idea principal de la Esta es la misma ruta seguida por otro alfil
estrategia de las negras es limitar el alcance del malo en la Defensa Francesa Variante Tarrasch,
alfil-g2. En mi opinión, este es apenas más como ya consideramos en el capítulo anterior.
fuerte que el alfil-cS." ¡ Qué concepto notable ! Ese alfil puede también ser cambiado desde b5 .
Está diciendo que el alfil blanco 'bueno' (ver Raramente las negras se basan en una sola idea.
el peón-d4 ), es sólo un poco mejor que el de 11 .ta3 ti)bd7 12 ti)d3 .thS 13 lle1
c8, ¡ que está considerado en cualquier apertura 1 3 ti)f4 .tf7 14 .txd6 'ii'xd6 1 5 'ifa3 'ii'c 7
como uno de los alfiles más débiles ! con idea de . . . dxc4 y . . . e5 - Krámnik.
Krámnik continúa: "Después de enrocar, las 13 .. .llae8 14 .txd6 'ifxd6 15 'ifa3 'ii'c7 16
negras tienen que elegir entre dos modestas for­ ti)d2 ti)e4 17 ti)f3 dxc4! 18 bxc4 c5
mas de desarrollar su alfil dama. Algunas veces Las negras han igualado completamente.
va a e8 (vía d7}, liberando d7 para el caballo
dama. También es posible jugar . . . .th5 (con la Algunas veces está bien hacer que un alfil
opción de cambiarlo) o preparar . . . c6-c5 . Con no sea exactamente 'malo' , sino que parezca
160 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

completamente estúpido, mientras sus objeti­ Además, tan pronto uno se deshaga de ese alfil
vos sean alcanzados. He aquí un ejemplo de la malo en la apertura, más fácil resultará explotar
dimensión que el pragmatismo ocupa en el aje­ nuestras otras ventajas, cambiar favorablemen­
drez moderno (señalado por Mayer) : te ese alfil, o transformar la estructura de peo­
nes de manera que el alfil ya no sea malo.
Espero que esta discusión explique por qué se
ven en el ajedrez contemporáneo tantos gran­
N des jugadores que aceptan poseer un alfil malo.

Reconsideración de la pa reja de
a lfiles

El tema de la pareja de alfiles aparecerá tam­


bién en los capítulos sobre alfiles contra caba­
llos y el sacrificio de calidad. Me gustaría hacer
aquí algo divertido, examinar lo que han dicho
algunos otros autores de temas del medio juego
acerca de la pareja de alfiles, y mencionar luego
Porreca - Bronstein algunas estadísticas. Por alguna razón, este
Be/grado 1 954 tema parece provocar emociones fuertes, parti­
cularmente de aquéllos que creen que los alfiles
Una posición típica de aspecto aproximado a están sobrevaluados. Flesch, en su libro Plan­
la Caro-Kann. Las negras miran de reojo l l . . . e6 ning in Chess (La planificacíon en ajedrez), co­
debido a los sacrificios sobre e6. Y 1 1 . . .0-0-0 mienza con esa tesis, y no ceja en afirmar su
pierde el peón-f. Entonces : posición: "Durante la historia humana han sur­
l l i.g8! !
... gido falsos dogmas que influyeron enorme­
Tengo que jugar . . . e6 para sacar mis piezas, mente en la política, los puntos de vista
razonan las negras, de modo que . . . ¡Haré cual­ sociales, y las artes de cada época particular.
quier cosa para jugarla! La partida continuó . . . Eso también ha sucedido con el desarrollo in­
12 tL!d3 e6 13 i.f4 i.d6 14 i.xd6 'ii'xd6 1 5 ternacional del ajedrez."
tLJrs 'ii'rs 16 'ifn o-o-o 11 lL!g3 i.h7! "En la actualidad, un error típico de la teoría
. . . y, sea como fuere, las blancas no tienen y práctica del ajedrez es sobreestimar al alfil, ¡ y
ventaja (de hecho, las negras probablemente más aún también a l a pareja de alfiles, cuando
tengan una posición más sencilla para jugar). es valorada contra caballo y alfil o la pareja de
No está exactamente claro de qué reglas Brons­ caballos, respectivamente ! Las estadísticas . . .
tein estaba haciendo alarde, pero muchos juga­ han enfatizado l a superioridad de l a pareja de
dores clásicos rechazan jugadas como l l . . . i.g8. alfiles. Pero todo ello ha surgido de un error en
Por el momento, esto es suficiente sobre los el abordaje del tema, y de un mal entendimiento
alfiles malos. De más está decir que, en conclu­ sobre el medio juego. No existe en absoluto una
sión, tener un alfil malo puede ser, y a menudo diferencia en el valor de esas piezas."
será, razón suficiente para tener una partida Inmediatamente, yo (JW) deduje que esto úl­
perdida. No es que los alfiles malos, de algún timo, en sí mismo, parece ser algo más que un
modo, sean ignorados en el ajedrez moderno; pequeño 'dogma' . Sería una hermosa y sorpren­
sucede que los jugadores saben más hoy acerca dente coincidencia que las reglas construidas
de una considerable cantidad de situaciones durante un proceso histórico bastante caótico
en las que su moralidad es un tema secundario ¡resultaran literalmente en que no hubiera dife­
o irrelevante. En particular, debemos tener en rencia entre dos piezas que mueven de manera
mente la diferencia entre el poseedor de un alfil tan distinta ! Los inventores del juego debe­
malo con metas posicionales de largo plazo y el rían haber tenido un discernimiento de la parti­
poseedor de un alfil malo que necesita atacar. da que los jugadores modernos, aun con el
EL ALFIL MODERNO 161

beneficio de siglos de experiencia, todavía no destaca el hecho de que, en el final, solamente


poseen. uno de los dos alfiles negros hizo realmente
Sea como fuere, ¿cuál sería la razón por la daño, de manera que no fueron ' los dos alfiles'
cual el bando que posee los alfiles está tenien­ quienes fueron exitosos. Si ese argumento le
do mejores resultados en el ámbito internacio­ parece algo forzado, considérese su siguiente
nal (véase también mi siguiente investigación)? ejemplo:
Flesch continúa: "Pero, y este es el punto, los
ajedrecistas contemporáneos utilizan el alfil, y Kótov - Kashdan
especialmente la pareja de alfiles, mejor y con EEUU- URSS match por radio 1 945
más convicción que sus antecesores.
"Los seres humanos - debido a su constitu­ 1 d4 li:Jf6 2 c4 g6 3 li:Jc3 d5 4 li:Jf3 i.g7 5 'i!Vb3
ción física - están menos protegidos contra los c6 6 i.f4 0-0 7 e3 dxc4 8 i.xc4 li:Jbd7 9 0-0
ataques desde los costados que de aquellos que li:Jb6 10 i.e2 i.e6 1 1 'ii'c2 li:Jbd5 12 i.e5 i.f5
vienen de frente. Esta desventaja queda más 13 'ifb3 'i!Vb6 14 li:Jd2 'ii'xb3 15 tt:Jxb3 .l:tad8 16
acentuada en la 'visión frontal ' del hombre mo­ liJaS i.c8 17 i.f3 h5 18 h3 li:Jh7 19 i.h2 lt:Jg5
derno, dado que pasa una considerable cantidad 20 i.d1 c5 21 i.b3 lt:Jxc3 22 bxc3 b6 23 lt:Jc6
de su tiempo detrás del volante o en frente de la .l:td7 24 f3 i.a6
pantalla del televisor. Quizás podamos encon­ Romanovski prefiere aquí 24 . . . i.b7, y "sola­
trar aquí una de las razones para la sobrestima­ mente luego de 25 liJeS i.xe5 26 i.xe5", la ju­
ción del valor del alfil. . . la verdad es que los gada 26 . . . ..ta6. Luego acepta que las blancas
ajedrecistas de épocas anteriores sabían mejor tendrían una 'incuestionable ventaja' continuan­
cómo usar uno o ambos caballos." do con 27 l:.fc 1 , pero sólo porque tienen ' supe­
¡ Esto parece como surgido de un ensayo de rioridad en el centro' y 'una compacta cadena
frenología del siglo XIX ! ¡ Quizás un estudio de de peones' (¿y acaso las negras no están com­
las partidas de los ajedrecistas que ni conducen pactas?), pero no por la pareja de alfiles. Bue­
ni ven televisión pusiera de manifiesto algún no . . .
brillante manejo del caballo ! Por supuesto, co­ 25 li:Jb8 l:txb8 26 i.xb8 i.xfl 27 'iii> xfl (D)
brar el dinero de la garantía será dificultoso. La posición clave.
Con toda seriedad, este desafortunado co­
mienzo del libro de Flesch disminuye su real
mérito como trabajo que brinda un excelente
panorama de los conceptos posicionales mo­ N
dernos, con ejemplos bien seleccionados. Su
sobreestimación con respecto a los alfiles y los
caballos, de todos modos, nos retrotrae a una
tradición que llega hasta Chigorin discutiendo
contra Lasker, como describió Romanovski en
su libro Middlegame Planning (La planifica­
ción en el medio juego). El punto de vista de
Chigorin era, contrariamente a Steinitz, que la
pareja de alfiles no constituye una ventaja en sí
o por sí misma. Romanovski dedica un capítulo
entero a este tema, coincidiendo vehemente­
mente con Chigorin. Pero el método que utiliza 27 lt:Je6
••.

para demostrar esto es realmente singular: ¡ da Romanovski coloca a esta jugada un ' ?' .
tres partidas en las cuales la pareja de alfiles do­ Tras ella, prefiere las blancas, pero señala: "¿Es
mina absolutamente el tablero, una al precio de esto una consecuencia de la ' ventaja de la
un peón, y otra al de una calidad ! Señala que pareja de alfiles ' ? No, y otra vez no. Esencial­
cuando los alfiles dominan, eso sucede debido mente la fuerza de ellos depende de las malas
a 'una combinación favorable de una cantidad posiciones de las piezas enemigas." ¿Entonces
de factores posicionales' . En el primer ejemplo, dónde deberían estar esas piezas? Romanovski
162 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

sugiere 27 . . . e6, "con idea de . . . �f8. mientras no, nunca debería. Este aspecto de la ventaja no
las negras podrían haber tratado de introducir el existe."
caballo en el juego mediante . . . tt:lh7-f6." Qui­ Bien, hay un buen punto escondido detrás de
zás es mi prejuicio moderno (¿demasiada TV?}, la presentación algo bizarra de Romanovski,
¡ pero no me gustaría de ninguna manera estar que es que si la pareja de alfiles es fuerte o dé­
en la piel de las negras en esta posición ! Uno bil, dependerá de la posición, como cualquier
siente que con las blancas, un Fischer, un Kár­ buen jugador le diría. Pero en general, esta vieja
pov, o un Krámnik, solamente para mencionar discusión ya no es tan acalorada. En la mayoría
unos pocos jugadores, esperarían ganar seme­ de los casos, los jugadores modernos prefieren
jante posición aun ante el mejor jugador del la pareja de alfiles por la muy buena razón de
mundo. Por supuesto, no hay forma de probar que ellos suelen ganar partidas. Esas posiciones
esto definitivamente, particularmente porque raras, completamente cerradas, o las más fre­
encuestar a los jugadores líderes verificaría so­ cuentes en las que el bando con los caballos tie­
lamente sus propios prejuicios (y/o hábitos para ne ventajas que otorgan compensación, son un
conducir). tema diferente. Pero la cuestión simple es que
28 l:.b1 cxd4 29 cxd4 l:tb7 30 �g3 bS 31 los alfiles son mejores en mayor cantidad de
l:.c1 aS 32 l:tc8+ �h7 33 �e2 a4 34 �xe6 fxe6 posiciones, que cuando no lo son, como mos­
(D) traré a continuación.
Examinemos algunas estadísticas de las ba­
ses de datos acerca de 2� contra 2tt:l y luego
2� contra �+tt:l . Lo primero a examinar son
B los finales puros, por ejemplo aquellos en los
que no hay otras piezas. Aun con peones, la pa­
reja de alfiles gana contra la pareja de caballos
cerca del 40% de las partidas, tanto con ne­
gras como con blancas, mientras los caballos
ganan solamente el l 5% . Esto produce una pro­
porción ganadora del 63%/37% en ambos ca­
sos. Actualmente el porcentaje normal para las
blancas/negras es de 54%/46%; de manera que
la pareja de alfiles crea un 9% de mejora para
las blancas sobre los porcentajes usuales, ¡y un
sorprendente 1 7% de mejora para las negras !
35 l:.b8 Cuando tomamos todos los casos de pareja de
"Etc." concluye triunfalmente Romanovski , alfiles contra dos caballos, con igualdad de ma­
"La derrota d e las negras está provocada n o por terial, pero incluyendo damas y torres, la pro­
la pareja de alfiles, que dicho sea de paso ya ha porción a favor de los alfiles es de 62%/38%
salido del tablero, sino por la horrible posición con blancas y 57%/43% con negras. (Todas es­
de su propio alfil-g7 ." tas estadísticas suponen que las condiciones de
Apenas necesito señalar una explicación al­ 2� contra 2tt:l y la igualdad de material se man­
ternativa, conocida como el cambio de una ven­ tienen al menos durante 6 medias jugadas) . De
taja posicional por otra, que seguramente se más está señalar, que parte de este porcentaje
corresponde con este caso. La partida concluyó ganador puede deberse al hecho que el posee­
rápidamente. dor del par de caballos hará casi todo para evitar
35 lhb8 36 �xb8 b4 37 �d3 �h6 38 f4
••• el final puro (sin otras piezas), y puede tomar
gS 39 g4 hxg4 40 hxg4 gxf4 41 exf4 1-0 riesgos para evitarlo. Finalmente, mencionaría
"Con respecto a cuándo el factor de la pre­ la observación de Mayer, sobre que el propio
sencia de la pareja de alfiles contra uno debería Chigorin, el defensor de los dos caballos, tuvo
ser tomado en cuenta como un aspecto específi­ un resultado de solamente 29%n i % en parti­
co de la ventaja, al evaluar una posición, la res­ das en las que él mismo tenía la pareja de caba­
puesta correcta es, en nuestro punto de vista: llos contra la pareja de alfiles.
EL ALFIL MODERNO 163

El caso de 2.t contra .t-tltl resulta igual­ negros, sus porcentajes ganadores correspon­
mente exitoso para los alfiles. Sin otras pie­ dientes son de solamente 63%/37% y 6 1 %/39%,
zas, la proporción ganadora de las blancas es respectivamente. Es obvio que los dos alfiles
64%/36%; es interesante que esto incluye parti­ ayudan tanto en defensa como en la creación de
das ganadas por las negras (con alfil y caballo) chances ganadoras.
¡ en sólo el 8% de los casos ! Cuando las negras De manera que en los finales o no, los alfiles
tienen la pareja de alfiles contra alfil y caballo son realmente una fuerza potente, que justifica
(nuevamente sin otras piezas), este porcentaje las preferencias de casi todos los jugadores mo­
es de 62%/38%. Cuando se incluyen damas y dernos. Resulta particularmente interesante ob­
torres (pero con igualdad de material), la pro­ servar los casi excesivos porcentajes ganadores
porción ganadora de la pareja de alfiles llega a de las negras, que presumiblemente se alcanzan
6 1 %/39%, todavía bien por encima del normal debido a que la influencia de la primera jugada se
54%/46%; y las negras (también con la pareja ha esfumado desde el momento en que las ne­
de alfiles) están en 54%/46%, 8% por encima gras obtienen los alfiles, y posiblemente también
del promedio. porque las aperturas modernas suelen conceder
Finalmente, ¿qué influencia tiene el desequi­ a las negras la pareja de alfiles bajo circunstan­
librio de material? En el caso de 2.t contra 2tLl, cias más favorables con mayor frecuencia que a
démosle a los alfiles un peón extra. Entonces las blancas. Lo importante es que la pareja de
las blancas (con 2.i.+8) alcanzan un asombro­ alfiles estadísticamente resulta superior en to­
so porcentaje ganador de 88%/ 1 2% en el final das las distribuciones de material mencionadas.
sin otras piezas, y 78%/22% cuando se inclu­ No obstante las protestas al estilo de Flesch y
yen otras piezas. La figura paralela con las Romanovski, creo que podemos considerar que
blancas teniendo dos caballos más un peón este viejo debate está resuelto. Aunque se con­
contra la pareja de alfiles negros es mucho tinúe repitiendo que la fuerza de los alfiles y
menor, 66%/34% y 60%/40% respectivamente. caballos depende de las características particu­
Los resultados de 2.t contra .t-tltl también re­ lares de la posición, también es verdad que en la
sultan poderosamente en favor de los alfiles : mayoría de las posiciones a las que se llega ha­
cuando las blancas tienen la pareja de alfiles y bitualmente, la pareja de alfiles vencerá tanto al
un peón extra, por ejemplo, el porcentaje gana­ par de caballos como al alfil y caballo.
dor es 87%/ 1 3 % sin otras piezas, y 78%/22% En el siguiente capítulo, abordaremos el caso
con ellas. Pero cuando las blancas tienen el al­ del caballo, y cómo ha cambiado su rol en el
fil, caballo y peón extra contra los dos alfiles ajedrez moderno.
5 El ca ba l lo contem porá neo

El caballo ha sido tradicionalmente la pieza bordes del tablero para sus caballos, está inva­
más dificultosa para manejar, tanto para el pro­ lidando su capacidad para evaluar mejor las
fesional como para el aficionado. Su movi­ posiciones. Esto se demuestra mejor con ejem­
miento es el menos 'natural' de las piezas, y sus plos, de modo que recurriremos a una cantidad
amenazas son más fácilmente omitidas que las de aperturas modernas bien consolidadas, y a
de las otras piezas ( ¡ Larsen comentó una vez medio juegos tempranos en los cuales un caba­
que era bueno tener el par de caballos en parti­ llo situado en un borde cumple una función po­
das rápidas ! ) . No es sorprendente que la utiliza­ sitiva. Sería apropiado comenzar con el ejemplo
ción de los caballos haya cambiado junto con casi siempre citado para mostrar cuán malo
los demás elementos del juego. En este capítu­ puede ser un caballo en el borde: la Variante
lo, examinaremos cómo el caballo, considerado PannoNugoslava de la Defensa India del Rey
como pieza individual, ha cambiado su rol en con g3. Comienza con :
los tiempos modernos. 1 d4 ltJf6 2 c4 g6 3 ltJc3 i.g7 4 g3 0-0 S i.g2
d6 6 ltJf3 ltJc6 ! ?
El los viven en el borde Ya que estamos en el tema de los caballos y
el ajedrez moderno, mencionaría que este tipo
Los textos de enseñanza generalmente incluyen de desarrollo estaba definitivamente desapro­
algún ejemplo horrible de un caballo que está bado hasta alrededor de los cincuenta, aunque
fijado en el borde del tablero, aislado del resto ahora es bastante convencional . En la línea
del juego, observando infelizmente cómo su pro­ principal de la India del Rey en los veinte, Yates
pietario está condenado a jugar como si tuviera probó . . . ltJc6 y luego de d5 , . . . ltJb8, para rea-
una pieza menos. Como era de esperar, esos li­ gruparse mediante . . . ltJbd7 y . . . ltJc5, pero esto
bros citan el comentario de Tarrasch acerca de se mostró demasiado lento; entonces las negras
los caballos, que pobremente traducido, sería utilizaron desde ese momento ideas basadas en
"los caballos en el borde son nefastos"; y consi­ . . . e5, . . . c5, y/o . . . ltJbd7 durante alrededor de 30
dera que esa lección ya está bien enseñada. El años. Nadie se atrevió a desafiar la sentencia de
estudiante inocente incorpora esta gema de sa­ Tarrasch acerca de la imprudencia de la jugada
biduría, y desde entonces mantiene sus caballos . . . ltJa5 ; hoy aparece en una variada cantidad de
en el centro. líneas de la India del Rey.
Pero en el ajedrez moderno. los buenos juga­ 7 0-0 a6
dores tienen una actitud completamente prag­ ¡ Más descarado ! Las negras preparan . . . l:tb8
mática acerca de este antiguo dicho, y no dudan y . . . b5 , para ir minando el clásico centro de las
en situar caballos en el borde del tablero cuan­ blancas. Nuevamente, hoy aceptamos esas no­
do ello sirva a sus propósitos. A continuación, ciones sin parpadear, pero en los días de Lasker,
haría notar que esta actitud anárquica hacia los solamente los pichones abandonarían de esa
caballos se verifica antes que nada respecto del forma tanto el desarrollo como la ocupación del
medio juego y la apertura. El comentario de centro.
Tisdall acerca de las reglas ajedrecísticas, afir­ 8 d5
mando que en el final el caballo conserva más Un ejemplo reciente de la positiva influencia
su valor, es bien aplicable aquí; ciertamente de un caballo-aS fue Kárpov-Shírov, torneo de
un caballo centralizado tiende a mostrar su su­ partidas rápidas Amber, Montecarlo 1 998: 8
perioridad cuando en el tablero hay pocas pie­ l:te l l:tb8 9 l:tb l l:te8 1 0 d5 ltJa5 1 1 ttJd2 c5 1 2 a3
zas. ltJg4 1 3 'ii'c 2 ltJe5 1 4 b3 b5 1 5 h3 bxc4 1 6 bxc4
Durante el resto de la lucha, sin embargo, el :xb 1 1 7 ltJcxb 1 'ii' b 6 1 8 ltJc3 i.f5 ! 1 9 e4 i.d7
jugador que evita solamente por principio los 20 ltJd 1 l:!.b8 (amenazando justificar plenamente
EL CABALLO CONTEMPOJUNEO 165

la ubicación del caballo con . . . lüb3) 2 1 f4 (esto recordar a los lectores los 'alfiles malos' del ca­
aparece como posicionalmente decisivo, pero pítulo anterior, por ejemplo, el alfil-g7 blo­
el dinamismo inherente a la posición negra les queado por un peón-eS . Como en ese caso,
permite devolver el golpe) 2 l . . ...ia4 ! ! 22 'ii'xa4 cuando la pieza 'mala' retorna a la acción, fre­
lüd3 23 lüf3 lüxe 1 24 lüxe 1 'ii'h 1 2S 'ii'xa5 cuentemente lo hace con venganza, obteniendo
'ii'xc l 26 ..if3 ..id4+ 27 'iiih 2 l:.b3 28 h4 l:r.xa3 una ventaja para el bando que estaba dando lás­
29 'ii'd 8+ <t;g7 30 eS 'ii'd 2+ 3 1 lüg2 l:txf3 32 tima. Veamos un par de ejemplos recientes de
'ii'x e7 dxeS 33 hS 'ii'xd l 0- 1 . este tipo de medio juego:
8 lüa5
••• 14 f4
¡ Aquí está, atacando inexorablemente c4 ! La Ya que 1 4 e3 es contestada con 1 4 . . . i.fS ! , las
lucha por ese punto determinará hasta dónde blancas tratan de retener la opción de e4.
puede ser efectiva la estrategia de las negras. En 14 e5 15 dxe6
•••

cualquier caso, la retirada 8 . . . lüb8 sería incon­ Tanto l S l:tab l como l S .l:ae l pueden ser
sistente con . . . a6, y las piezas negras solamente contestadas con 1 S . . .exf4 1 6 gxf4 lLlhS ! ( ¡ otro
se estorbarían en la primera fila. caballo en el borde !), donde la teoría corriente
9 lüd2 eS 10 'ii'c2 l:r.b8 11 b3 b5 12 i.b2 indica que las negras igualan fácilmente. Los
bxc4 13 bxc4 ..ih6 (D) análisis de Kaspárov ilustran tanto la influencia
del caballo en c4, como el dinamismo moder­
no: l S l:ae l exf4 16 gxf4 lLlhS 1 7 e3 ..ig7 1 8
lLld l i.fS 1 9 i.e4 i.xb2 20 lLlxb2 l:.xb2 2 1
'ii'x b2 lLlxc4 2 2 lLlxc4 ..ixe4 con juego poco
claro. En ese caso, las negras están bien; com­
párese esto con lo que sigue
15 i.xe6 16 lLld5 l:txb2!
•••

He aquí una razón por la cual quise utilizar


este ejemplo. El sacrificio moderno de calidad
a cambio de presión posicional (y/o ataque) es
tema de un capítulo entero (el capítulo 8), y no
es malo que veamos aquí otro ejemplo. Como
en muchos de esos sacrificios, la compensación
de las negras proviene de un poderoso alfil sin
oposición (en este caso el de casillas negras) y
Esta posición ha sido una línea principal du­ un cierto relaj amiento en el campo enemigo
rante casi 40 años, pese a los continuos es­ (casillas como e3, d4 y c4 están escasamente
fuerzos de las blancas por refutarla. La última defendidas, y el peón-dS , luego de . . . ..ixdS,
jugada de las negras está destinada a provocar puede también resultar vulnerable).
una debilidad en el campo blanco al amenazar En esta línea, en las victorias clásicas de Bot­
. . . ..ixd2 (que, dicho sea de paso, 'liberaría' al vínik, Reshevsky, y Portisch con las blancas, (a
caballo-aS para capturar en c4). En la actuali­ menudo acompañadas por lecciones acerca de
dad, ambos bandos están deseando entrar en cómo las negras desubicaron su caballo-aS), el
esta posición, y hasta donde puedo comprobar a segundo jugador no aprovechó esta oportuni­
través de los libros y de la práctica reciente dad de sacrificio, u otras similares (por ejemplo
( 1 998), las negras llegan a una completa igual­ . . . l:tb4, y luego de a3, . . . l:r.xc4, con un peón y
dad. Esto resulta particularmente irónico, ya presión a cambio de la calidad). El ajedrez mo­
que los textos de medio juego utilizan frecuen­ derno no sólo es pragmático, ¡ es dinámico y
temente esta variante para demostrar la debili­ oportunista !
dad de un caballo en el borde del tablero. 17 'ii'xb2 ..igT 18 'ii'c l ..ixd5 19 ..ixd5 lüxd5
La idea de condenar una pieza a una ' mala' 20 cxd5 (D)
casilla (en este caso, el caballo-aS) en una fase Esta posición ha sido debatida durante años,
tan temprana, para luego en el medio juego gas­ con ambos bandos obteniendo bonitas victo­
tar mucho tiempo tratando de liberarla, haría rias, pero la evaluación global permanece poco
166 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

oposición a una regla limitada y simplista, que


el caballo-aS posee tanto ventajas como des­
N ventajas, y que una multitud de factores, estáti­
cos o dinámicos, decidirán quién llega a la
cima. En muchas variantes de la Defensa Beno­
ni Moderna, el caballo dama se desarrolla a la
casilla-a6. Ya que luego frecuentemente va a
c7, uno podría asombrarse acerca de cómo las
negras pueden gastar dos tiempos para reubicar
una pieza que luce perfectamente natural en d7.
Comparemos esta ubicación con la más con­
vencional, y veamos por qué:

clara. El siguiente ejemplo muestra las caracte­


rísticas de una idea para las negras que recien­
temente ha sido probada como efectiva.

Stohl - Kindermann
Bundesliga 1 99617

20 'ii'e7!
•••

Pero de hecho, 20 . . . �d4+ también parece


dar a las negras suficiente compensación, por
ejemplo, 2 1 'oth 1 (2 1 'otg2? 'ifeS ! es muy fuerte
para las negras) 2 1 . . .'ii'a S 22 e4, Stohl-Babula,
Cto. por equipos de la República Checa 1 996n,
y aquí Stohl indica 22 . . . �xa1 23 'ii'x a1 f5 con He aquí un ejemplo de la construcción blan­
gran juego, por ejemplo 24 'ili'c3 fxe4 ! 25 'ili'xa5 ca g3, . . . li)bd7. El caballo-d7 contiene el avance
'ii'xd5 26 li)b3 e3+ 27 <ili'g 1 g5 ! 2S 'it'e 1 c4 29 del peón-e blanco e4-e5 , pero no presta apoyo a
li)c 1 'ii'd 2 o, en forma similar, 24 l:r.d 1 %leS 25 la idea . . . b5.
'ii'c 3 fxe4 ! 26 'ii'xa5 'ii'xd5 27 'ili'a4 e3+ 2S r,ilg l
�fS con idea de . . . e2, llevando probablemente
a un empate.
2t :bt
No 2 1 e4? �d4+ 22 r,ilh 1 �xa1 23 'ii'x a1 B
li)c4 ! y las negras tienen un peón de ventaja con
mejor estructura de peones.
21 'ii'xe2 22 'ii'd l 'ii'e3 + 23 'iti>hl lfl. l/,_
•••

La idea de las negras era 23 . . . lt)c4 ! . Luego de


24 li)xc4 (no es mejor 24 'ii'b 3 'ii'xd2 25 'ili'xc4
:eS) 24 . . .'ili'e4+ 25 'ii'f3 'ii'x c4, las negras tie­
nen un peón por la calidad. Los peones débiles
blancos en d5 y a2, junto al rey algo expuesto,
llevan a una partida dinámicamente equilibrada
que muy probablemente terminará empatada.
En esta apertura, la cuestión no es determinar
el momento en que las negras alcanzan la igual­ Aquí el caballo ha ido desde a6 a c7 (en algu­
dad; a este respecto, la teoría tiende continua­ nos casos, un caballo-a6 puede ir a b4, o a c5,
mente a revisar sus evaluaciones. Pero al menos luego de ... c4). El plan de las blancas e4-e5 apa­
debería ser obvio a partir de estos ejemplos, en rentemente no se controla más, pero en realidad
EL CABAUO CONTEMPORÁNEO 167

el control se realiza profilácticamente; por ejem­ concesión similar ocurre en la línea principal
plo, ese avance expondrá el peón-d a un ataque con . . . lila6. Después de . . . lila6-c7, puede alcan­
después de . . . dxe5 . Mientras tanto, el caballo­ zarse esta posición :
e? apoya directamente . . . b5 . Si las blancas
apuran un caballo a c4, las negras pueden traer
su otro caballo al borde también mediante 1 2
lild2 lilh5 ! 1 3 �e3 l:xe3 ! 1 4 fxe3 �h6 (D), y B
las negras tienen compensación suficiente, de
acuerdo a Psajis.

Nuevamente, el caballo-e? previene e5 al


atacar d5, y también apoya . . . b5. Como sucede
en las líneas con . . . lilbd7, las negras normal­
mente ceden la pareja de alfiles para obtener
movilidad en su flanco dama, mediante . . . �xc4.
seguido de . . . a6 y . . . b5. Aquí . . . lild7 y . . . :es se
Este es otro ejemplo de sacrificio posicional juegan con frecuencia, para restringir el avance
de calidad, fácil de jugar aquí debido al horrible del peón-e blanco. Es innecesario decir que,
alfil-g2 de las blancas y sus peones-e rotos y re­ aunque muchos jugadores prefieren . . .lilbd7 en
trasados. esas posiciones, ninguno habla acerca del caba­
En la línea principal de la Benoni con lilf3 , llo en el borde como una violación a un princi­
se producen tratamientos similares: pio fundamental.
Un caballo también va a la casilla-a6 (en lu­
gar de d7 o c6) en muchas líneas modernas de la
Defensa India del Rey, tantas que ya nadie se
sorprende. He aquí unos pocos ejemplos obvios
(la mayoría en líneas principales consolidadas) :
a ) Cuatro Peones: 1 d4 li:lf6 2 c4 g 6 3 lilc3
�g7 4 e4 d6 5 f4 0-0 6 lilf3 lila6;
b) Averbaj : 1 d4 li:lf6 2 c4 g6 3 lilc3 �g7 4
e4 d6 5 �e2 0-0 6 �g5 lila6;
e) Clásica: 1 d4 lilf6 2 c4 g6 3 lilc3 �g7 4
e4 d6 5 lilf3 0-0 6 �e2 e5 7 0-0 lila6 (muy po­
pular en este momento);
d) Variante del Cambio: 1 d4 li:lf6 2 c4 g6 3
lilc3 �g7 4 e4 d6 5 lilf3 0-0 6 �e2 e5 7 dxe5
dxe5 S 'ii'x dS l:xdS 9 �g5 c6 1 O lilxe5 l:eS 1 1
Una vez más, las negras frenan directamente 0-0-0 lila6;
e5, pero su alfil dama todavía no tiene una fun­ e) Fianchetto Clásico: 1 d4 lilf6 2 c4 g6 3
ción. Para evitar esto, las negras frecuentemen­ lilc3 �g7 4 lilf3 d6 5 g3 0-0 6 �g2 c6 7 0-0
te juegan . . . �g4 y . . . �xf3 antes de . . . lilbd7. lila6 S e4 e5 .
Esa línea tiene un buen prestigio teórico, aun­ Lo interesante es que, pese al uso de todos
que las negras ceden su pareja de alfiles. Una los sistemas mencionados durante muchos años,
168 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

sólo recientemente (en los últimos 1 0 años), las la única idea de l as negras) 1 0 '5'h4 c4 ! l l
líneas con . . . lDa6 han captado una mayor aten­ .txc4 lDxc2 1 2 l:tb l .txf3 l 3 l:txf3 l:tc8 1 4
ción . Seguramente esto tiene que ver con los .ib3 lDd4 1 5 l:th3 lDxb3 1 6 axb3 h 5 , y e l ataque
viejos dogmas acerca de los caballos en el bor­ de las blancas es detenido, mientras las negras
de. El lector puede preguntar: Bueno, pero ¿por pueden ir por los peones débiles del flanco
qué colocar el caballo en el costado, cuando no dama (amenaza . . . '5'b6+).
controla las casillas claves e5 y d4? Hay varias Un último ejemplo de ... lDa6 (aunque hay
razones. Por un lado ese caballo no interfiere más en otras aperturas) puede verse en la muy
con el desarrollo del alfil dama, cuestión no técnica línea del Doble Fianchetto de la Inglesa
menor. Además, c7 está defendido, lo cual pue­ Simétrica. Después de l c4 c5 2 lDf3 lDf6 3 g3
de ser importante en líneas donde las blancas b6 4 .tg2 .tb7 5 0-0 g6 6 b3 .tg7 7 .tb2 0-0 8
eligen dxe5 (ya que luego de . . . dxe5 y el cam­ lDc3, 8 . . . lDa6 ! (D) es bastante más fácil que,
bio de damas, jugadas como lDb5 o lDd5 ataca­ por ejemplo, 8 . . . lDc6 9 d4 lDxd4 10 lDxd4
rán esa casilla). Además, un caballo-a6 tiene la .ixg2 l l �xg2 cxd4 1 2 'ifxd4 o 8 . . . d5 9 lDxd5
poderosa alternativa de entrar en acción vía c5 lDxd5 1 0 i.. x g7 �xg7 l l cxd5 '5'xd5 1 2 d4.
(como puede hacer luego de . . . lDbd7, pero no
en caso de que se juegue lDc6), o puede volver
a c7 para apoyar una posible ruptura . . . b5 . Na­
turalmente, colocar un caballo en a6 no es una B
solución completa para los problemas de las
negras en la India del Rey, pero aquellos fami­
liarizados con la teoría de esta defensa recono­
cerán que las líneas mencionadas son tan buenas
como las de los caballos desarrollados a la ma­
nera clásica.
Continuando de momento con los caballos­
a6, tenemos el Ataque Austríaco de la Defensa
Pire, que comienza con l e4 d6 2 d4 lDf6 3 lDc3
g6 4 f4 i.. g7 5 lDf3 0-0 6 .id3, y ahora 6 . . . lDc6
fue utilizada por años. En el juego moderno,
también 6 . . .lDa6 7 0-0 c5 se ha vuelto perfecta­ Después de 8 . . . lDa6, dxc5 será siempre con­
mente respetable. Después de 8 d5 (D) la siguien­ testada con . . . lDxc5 , y el alfil-b7 continúa opo­
te línea revela dos de las ventajas de . . . lDa6: niéndose directamente al alfil blanco-g2. Las
blancas no han hecho aquí serios progresos, por
ejemplo, 9 d4 d5 10 lDe5 ( l O dxc5 lDxc5 l l
lDxd5 lDxd5 1 2 .txg7 �xg7 l 3 cxd5 'iixd5 con
N igualdad) 1 0 . . . e6 l l dxc5 lDxc5 1 2 cxd5 exd5
l 3 lDf3 '5'd7 ! 1 4 l:tc l l:tfe8 1 5 l:tc2 l:tad8 con
igualdad, Ftacnik-Speelman, Olimpíada, Tesa­
lónica 1 984. Esas líneas aburridas pero efectivas
elevaron a la Defensa del Doble Fianchetto a la
categoría de línea principal, utilizada por Kas­
párov en su match contra Kárpov de 1 984/5 .
Por supuesto, las blancas también pueden
ubicar su caballo dama en a3 o h3. En varias lí­
neas de la Siciliana Alapin ( 1 e4 c5 2 c3), ésta
es una idea importante, por ejemplo, 1 e4 c5 2
c3 d5 3 exd5 'iix d5 4 d4 lDf6 5 lDf3 .tg4 6
8 . . . .tg4 (esta pieza permanece libre para de- dxc5 ! ? 'ii'xc5 7 h3 i.. h 5 8 lDa3, o 1 e4 c5 2 c3
sarrollarse, en oposición a . . . lDbd7 o . . . lDfd7) 9 lDf6 3 e5 lDd5 4 d4 lDc6 5 lDf3 cxd4 6 .tc4
'ife 1 lDb4 ! (mostrando que . . . lDc7 y . . . b5 no es lDb6 7 .ib3 d5 8 exd6 '5'xd6 9 lDa3 ! ?. Pero en
EL CABAUO CONTEMPORÁNEO 169

general, éste no es un tema importante para las por ejemplo, 1 d4 ft)f6 2 c4 e6 3 ft)c3 .ltb4 4 e3
blancas en las aperturas 1 e4, ya que el primer c5 5 a3 .i.xc3+ 6 bxc3 ft)c6 7 .i.d3 0-0 8 ft)e2
jugador tiende a ocupar el centro directamente b6 9 e4 ft)e8 10 .i.e3 .i.a6 1 1 ft)g3 ft)a5 ! (para
en muchas líneas. Desarrollos con ft)h3 se pro­ forzar a las blancas a d5 ) 1 2 'ii'e 2 l:tc8 1 3 d5
ducen en algunas líneas de la Apertura Inglesa (ahora los alfiles blancos son estáticos y sin
(por ejemplo 1 c4 e5 2 ft)c3 ft)c6 3 g3 g6 4 .i.g2 perspectivas) 1 3 .. .'ili'h4 1 4 0-0 ft)d6 1 5 l:tad l f5,
.i.g7 5 d3 d6 6 ft)h3 ! ?), y han ganado un amplio y las negras quedaron mejor en Géller-Smys­
espacio contra la Defensa Holandesa. Este últi­ lov, Torneo de Candidatos, Amsterdam 1 956.
mo caso muestra un interesante contraste de fi­ Pero vemos también algunos usos muy imagi­
losofías. En una variante como 1 d4 f5 2 ft)f3 nativos del caballo en el borde, como en esta
ft)f6 3 g3 g6 4 .i.g2 iL.g7 5 0-0 0-0 6 c4 d6 7 idea: 1 d4 d5 2 c4 ft)c6 3 ft)c3 dxc4 4 ft)f3 ft)f6 5
ft)c3, las blancas usan el caballo-f3 para la su­ .ltg5 a6 ! ? 6 d5 ft)a7 ! (D).
presión directa de . . . e5 y el control de d4, mien­
tras en el esquema 1 d4 f5 2 g3 ft)f6 3 .i.g2 g6 4
c4 .i.g7 5 ft)h3 tratan de dejar el alfil-g2 sin
obstruir, y luchan contra . . . e5 con medios posi- B
cionales, por ejemplo, 5 . . . 0-0 6 0-0 d6 7 d5 ,
donde . . . e5 permite dxe6, y el caballo-h3 viaja
eficientemente al juego a través de la casilla-f4.
Esa elección es más un tema de gusto que de su­
perioridad objetiva. Otro interesante ejemplo
reciente ocurre en el Gambito Budapest luego
de 1 d4 ft)f6 2 c4 e5 3 dxe5 ft)g4 4 e3 ft)xe5 5
ft)h3 ! ? (D).

N Esta es una jugada puramente pragmática:


las negras amenazan defender su peón median­
te . . . b5, pero también quieren minar el apoyo
del centro blanco mediante . . . ft)b5, cambiando
el importante caballo-c3 . Por ejemplo, 7 e4
ft)b5 8 'ii'c 2 ft)xc3 9 bxc3 b5 1 0 a4 .i.b7 1 1
ft)d4, Pieterse-Boersma, Amsterdam 1 986, y
ahora 1 1 . . .1i'd7 es una buena jugada, pero las
negras sacrificaron una pieza por tres peones
con 1 I . . .ft)xd5 ! ? 1 2 exd5 'ii'x d5 1 3 ft)f3 ! e5 1 4
l:td l 'ii'e4+ 1 5 'it'xe4 iL.xe4 1 6 l:tal iL.d6 1 7
axb5 axb5 1 8 %:txa8+ .ltxa8 con chances pare­
Por alguna razón ( ' ¿los caballos en el borde jas, aunque con juego complejo y riesgoso. La
son nefastos?'), las blancas descuidaron hasta idea de . . . ft)a7 en esta línea estuvo olvidada
hace poco esta jugada extremadamente lógica. hasta hace muy poco, pero es más lógica que las
Apuntan el caballo hacia la crítica casilla-d5 jugadas hechas anteriormente.
(luego de ft)f4), antes que cambiarlo luego de A modo de últimos ejemplos en el campo de
ft)f3, que resulta una jugada poco inspirada. la teoría, debo mencionar dos casos entreteni­
Algunas veces los caballos en el borde apo­ dos de muy recientes jugadas de caballo que
yan objetivos posicionales específicos, de mane­ están recibiendo seria atención: la Defensa Si­
ra que su ubicación es relativamente indiscuti­ ciliana con 1 e4 c5 2 ft)f3 ft)c6 3 .i.b5 ft)a5 ! ?
da. En la Nimzoindia luego de . . . iL.xc3, y las (preparando . . . a6 y . . . b5), y l a Defensa Grün­
blancas recapturando con bxc3, el caballo-b8 de feld con 1 d4 ft)f6 2 c4 g6 3 ft)c3 d5 4 cxd5
las negras va hacia a5 casi como algo habitual, ft)xd5 5 ft)a4 ! ? (previniendo . . . c5 y amenazando
1 70 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

6 e4). En el momento de escribir esto, hay fuer­ ¿quién debe preocuparse? Como fue discutido
tes Grandes Maestros jugando ambas líneas. en algún lugar de este libro, si usted hace una
¡ Obsérvese que ellos están moviendo la única regla general que dice que los peones doblados
pieza desarrollada dos veces, violando la sen­ son débiles, pasará siempre por alto elementos
tencia de Tarrasch ! para su tratamiento adecuado.
Para concluir esta sección, Kosíkov ofrece De todos modos, después de 1 5 . . . .i.c6, el
este bonito ejemplo de medio juego de una j uego siguió 16 0-0 l:.b8 17 l:.e l (contra . . . 'ii'e4)
pragmática jugada de caballo al borde del table­ 1 7 . . . .i.e7 1 8 h4 h5 ! (intentando . . . l:.h6-g6-g4)
ro (extraído de Entrenamiento de elite 1, página 1 9 'ii'e 2 g5 ! 20 .i.xg5 .i.xg5 2 1 hxg5 h4, y la
1 34): idea de . . . h3 forzó la apertura de la gran diago­
nal (con el alfil sin oposición), conduciendo a
una ventaja decisiva para las negras. El pe­
queño salto hacia el borde con . . . lZJa4, para
N mantener las casillas blancas a pesar de los
'principios del desarrollo' , resultó crucial para
el plan integral de las negras.
Podríamos seguir hasta el infinito, pero en
este momento la cuestión ya debería resultar
obvia. Los jugadores modernos no tienen inhi­
biciones acerca de ubicar los caballos en el bor­
de del tablero, por la simple razón que ellos
poseen allí útiles funciones activas, y pueden
combinarse con otras piezas e ideas de una ma­
nera óptima. Los viejos tiempos de la centrali­
zación dogmática de los caballos se han ido
Agzámov - Kosíkov para siempre.
Orenburg 1972
I l usiones ópticas
Kosíkov relata su proceso de pensamiento:
"Imagine qué poderosa batería se instalará Ha habido un desarrollo interesante en la eva­
cuando el alfil vaya a c6. Por supuesto, es de­ luación y el uso de los caballos avanzados.
seable mantener la dama en una casilla central, Cada vez más los jugadores permiten que atrac­
y esto significa que es necesario tomar medidas tivos caballos se acomoden dentro de sus posi­
para combatir el ll'lc3 . ¿Ustedes sugieren cam­ ciones, porque esos caballos aportan poco y/o
biar el alfil de casillas negras por el caballo de se permite su ubicación solamente a cambio de
c3? Saben, esta idea no es particularmente bue­ hacer concesiones en otro lado. Discutiremos
na, porque el alfil blanco saldrá por a3 ." temas similares en capítulos posteriores, pero
En su lugar, Kosíkov jugó simplemente . . . aquí me gustaría ver ejemplos de lo que Dvo­
13 ll'la4!
••• retski llama 'la pieza superflua' (en este caso, el
Comenta: "Las jugadas al borde del tablero caballo superfluo).
pueden ser buenas si están asociadas con una La Apertura Inglesa y la Defensa Siciliana
idea lógica." La partida continuó: proveen algunos ejemplos bien conocidos de
14 ll'lc3 ll'lxc3 1S bxc3 .i.c6! puestos avanzados que aparentan ser más fuer­
Kosíkov habla extensamente acerca de su tes de lo que son. He aquí un ejemplo de la
decisión, pero el comentario más relevante Apertura Inglesa:
para nosotros se refiere a la alternativa 1 5 . . . c5 : 1 c4 eS 2 tl'lf3 ll'lc6 3 ll'lc3 g6 4 g3 .tg¡ S
"¿Pero cuál es el punto? Usted desea deshacer­ .i.g2 eS 6 0-0 ll'lge7 7 d3 0-0 8 a3 d6 (D)
se del peón doblado. ¿Pero respecto a qué mi La estructura de las negras (que también es
peón-c7 es inferior al peón-c3 ? No lo veo." utilizada frecuentemente por las blancas) con­
Advierta la cuidadosa actitud pragmática para cede la casilla-d5 rápidamente (en la jugada 5),
con los peones doblados : si ellos no son malos, sin compensación obvia. Pero resulta que un
EL CABAUO CONTEMPORANEO 1 71

poderoso en d5 , vis-a-vis con un peón retrasado


en una columna abierta. Frecuentemente puede
B verse aquí que las negras sólo 'trabajan alrede­
dor' del caballo, y obtienen actividad para sus
dos alfiles y torres. Por ejemplo, en la siguiente
partida, no creo que las blancas estén peor a co­
mienzos del medio juego, pero es impresionan­
te cómo uno de los más destacados ajedrecistas
del mundo, que aparentemente está siendo arra­
sado, reagrupa tranquilamente sus dos caballos
'ideales' alrededor de d5 :

Topálov - Krásenkov
Polanica Zdroj 1 995
caballo, por sí mismo, no hace mucho en esa
casilla. De hecho, desde donde está, en c3, el 1 e4 eS 2 ltJf3 ltJc6 3 d4 cxd4 4 ltJxd4 ltJf6 S
caballo de las blancas restringe . . . b5 de las ne­ ltJc3 eS 6 ltJdbS d6 7 .i.gS a6 8 ltJa3 bS 9 .i.xf6
gras y tiene la opción de trasladarse a e4 o d5 ; gxf6 10 liJdS fS 1 1 c3 i.g7 12 exfS .i.xfS 13
de manera que puede suceder que en algunas lí­ ltJc2 .i.e6 14 g3 0-0 1S .i.g2 aS 16 0-0 fS
neas el caballo esté peor ubicado en d5 . Estas jugadas . . . a5 y . . . f5, normalmente se­
9 l:.b1 aS 10 .i.d2 guidas por . . . e4 y/o . . . b4, recuerdan uno de los
En los primeros tiempos, las blancas lleva­ ejemplos ya mencionados de las rupturas . . . b5 y
ban frecuentemente su otro caballo a e3 vía e 1 y . . . f5 en la Apertura Inglesa Simétrica. Las ne­
c2, concentrándose completamente en la debi­ gras avanzan en los flancos, ' alrededor' de los
lidad d5 : 1 0 ltJe l .i.e6 (ahora que ltJg5 no es caballos, antes que desafiarlos directamente.
una respuesta válida) 1 1 ltJd5 l:.b8 12 ltJc2 b5 17 'ii'bS b4! (D)
1 3 ltJce3 'it'd7 .
Bien, así las blancas han llevado s u caballo a
d5 y lo apoyan, tanto con el otro caballo como
con el alfil-g2. Pero, ¿dónde está su juego? Son B
las negras quienes tienen todas las rupturas na­
turales . . . b5 (que ya ha sido efectuada) y . . . f5 .
Barcza-Uhlmann, Sarajevo 1 969 ilustra cómo
la actividad del segundo jugador es más impor­
tante que el solitario puesto avanzado: 1 4 cxb5
l:.xb5 1 5 a4 l:.bb8 1 6 ltJxe7+ ltJxe7 1 7 ltJc4
ltJc6 1 8 i.d2 e4 ! 1 9 ltJxa5 ltJxa5 20 .i.xa5, y
entre otras jugadas, Uhlmann sugiere 20 . . . .i.b3 !
2 1 'ii'd2 .i.a2 22 l:.bc 1 l:.xb2 con clara ventaja
para las negras.
10 l:.b8 l l ltJe1 i.e6 12 ltJdS
.••

Las blancas, muy a su pesar, ocupan el pues­ 18 ltJce3


to avanzado, porque 1 2 lDc2 permite 1 2 . . . d5 . Como en la última partida, ambos caballos
12 ... bS 13 ltJxe7+ ltJxe7 14 cxbS l:.xbS 1S cooperan orgullosamente para mantener el pues­
b4 axb4 16 axb4 c4! to avanzado. Aquí 1 8 cxb4 axb4 19 ltJcxb4
. . . y las negras quedaron mejor (centro su­ ltJxb4 20 ltJxb4 permite 20 . . . e4 ! con amenazas
perior) en Csom-Hartoch, Olimpíada, Skopje y actividad.
1 972. 18... bxc3 19 bxc3 �h8 20 l:.ad1 l:.b8 21
.i.b3 'ii'd 7 22 f4 e4 23 �h1
La línea principal de la Siciliana Sveshní­ Criticada por Krásenkov, que prefería 23 l:.d2.
kov brinda el ejemplo de · un caballo bastante 23 ... l:.b2 24 ltJc4?
1 72 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Las blancas comienzan a sacudirse, buscan­ 21 e4 .i.h3 22 l:.e 1 dxe4 23 tü3xe4 'ii'g6 24
do una solución táctica. .i.h5 'ilfh7 25 'ii'f3!
24 .:xa2 25 lüde3
•.. Ahora las blancas tienen no solamente la
25 lüxd6 permite 25 . . . lüd4 ! o 25 . . . .i.d4 ! ; en amenaza de g4, sino también la de lüc3 . Las si­
ambos casos las negras están claramente mejor. guientes jugadas de las negras, ganando una pie­
25 i.f7!
••• za, provocan una exposición demasiado drásti­
De pronto las negras tienen una gran ventaja; ca de su posición, pero en cualquier caso, ya
¿qué hizo de bueno la casilla-d5 para las blan­ están mucho peor.
cas? 25 ... f5? 26 lüc3 g6 27 'ii'xc6 gxh5 (D)
26 'ii'g5 i.xc4 27 lüxc4 dS 28 lüe5
28 lüb6 'ii' b 7; 28 lüe3 lüe7.
28...'ii'e6! 29 g4??
Un error grave, pero 29 .l:.bl lüxe5 30 fxe5 B
'ii'g6 también era decisiva.
29 ....i.xe5 30 fxeS 'ii'xe5 31 .i.g2 f4 0- 1

La partida siguiente brinda un buen ejemplo


de cómo un caballo ideal avanzado, aun acom­
pañado por la pareja de alfiles, puede resultar
insignificante si su radio de influencia no es re­
levante.

B 28 lüd5 !
De pronto todo está en el aire, especialmente
en vista de .l:.e7 . El resto es desesperación :
28 ...f4 29 .:e7 'ii'f5
Tampoco ayuda 29 . . . fxg3 30 lüf6+ ! .:xf6 3 1
'ii'x a8+ .:f8 3 2 'ii'x f8+, etc.
30 l:.xc7 :ae8 31 'ii'xh6 :r7 32 .l:.xf7 r3;xf7
33 'ii'xf4 l:.e2 34 'ii'c7+ 'iitf8 35 lüf4 1-0

La consideración final respecto a los caballos


sobrevaluados tiene que ver con los caballos
avanzados en la sexta fila. Tradicionalmente
Kárpov Spasski
- (siguiendo un comentario de Marshall), los ca­
Match de Candidatos (partida 11 ) , ballos avanzados en la sexta fila han sido consi­
Leningrado 1974 derados muy valiosos, y obligan normalmente a
un rápido cambio del corcel infiltrado, en vista
El caballo-c4 de las negras no solamente de que la defensa podría quebrarse rápidamen­
luce firme e inexpugnable, sino que también te. Para ser justo, los caballos en la sexta fila
corta la actividad normal de las blancas en el pueden ser muy poderosos, si están bien afir­
flanco dama. Lo cierto es que las blancas tam­ mados. Pero los jugadores y los comentaristas
bién tienen un poderoso caballo en c5, y dispo­ son concientes hoy que esto es sólo una ventaja
nen de una ruptura en el centro con 21 e4. Pero probabilística, no una regla inflexible. En sus
hasta el final de esta partida, ninguna de las comentarios, algunos jugadores han señalado
piezas negras es formalmente 'mala' , y el ' sub­ algunas veces, que hay ocasiones en las que
lime' caballo-c4 no es perturbado. Desafortu­ esos caballos avanzados son meros espectado­
nadamente, tampoco ejerce influencia alguna res, mientras la acción se desarrolla en otra par­
en el juego. te. Sobre este punto, también ha sido destacado
EL CABALLO CONTEMPORANEO 1 73

que cuánto más avanzado y lejos del centro esté De forma similar, los caballos 'abandonados'
el caballo (asumiendo que no está estacionado pueden provenir de un Gambito Benko después
justo frente al rey enemigo}, posiblemente me­ de 1 d4 tLlf6 2 c4 c5 3 d5 b5 4 cxb5 a6 5 b6. En
nos efectivo será. Cada tanto vemos en el aje­ algunas líneas donde las negras juegan . . . 'ifxb6,
drez moderno, que un caballo blanco que labo­ las blancas se apuran con a4-a5 y tLlc4-b6 o
riosamente se aseguró en b6, sólo sirvió para tLla4-b6, pero luego ese caballo queda atranca­
que las negras arrasen al rey blanco situado del do. Y naturalmente, las mismas ideas pueden
otro lado del tablero, en parte debido a su triste ser aplicadas cuando las negras ocupan b3 : en la
ausencia en la defensa. Para que el lector tenga variante del Avance de la Defensa Francesa, por
dónde buscar referencias, señalaré las líneas ejemplo, cuando las blancas juegan 1 e4 e6 2
principales de la India del Rey con c4-c5 , . . . a6, d4 d5 3 e5 c5 4 c3 tLlc6 5 tLlf3 'ifb6 6 a3 . Luego
y luego el cambio en d6 seguido de tLlc4-b6 o que las negras juegan 6 . . . c4 y en algún punto
tLla4-b6, como en la siguiente posición : . . . tLla5-b3, puede suceder que las piezas blancas
puedan evitar los cambios, pasando al flanco rey
y dejando al caballo-b3 varado. A continuación,
puede seguir con fuerza f4-f5 .
N Mi ejemplo preferido es con los caballos
blancos en c6. Los libros del medio juego tien­
den a mostrar ejemplos donde el dominio del
punto c6 tiene efecto decisivo (hay un par de
bonitas partidas de Botvínik, por ejemplo), y
realmente, un puesto avanzado en c6 puede lle­
gar a ganar muchas partidas. Por supuesto, debo
admitir que, en una clara mayoría de los casos,
es mejor tener un caballo-c6 apoyado, que no
tenerlo. De todas maneras, en muchas aperturas
(tengo en mente a las Indias del Rey e Indias de
Dama}, el tiempo y el esfuerzo necesarios para
Zaltsman - Evans ganar la casilla-c6 implican un costo demasiado
Cto. de EEUU, Greenville 1 980 alto, si luego el caballo se sienta allí solamente
para mirar a su alrededor desde su orgullosa po­
25 Jhc3 26 J.xc3 'ife8!
•• sición, mientras la verdadera acción tiene lugar
El caballo-b6 está lejos de la acción del flan­ en el flanco rey, o quizás en algún lugar sobre la
co rey, y el ataque de las negras está aquí cerca segunda fila de las blancas.
de ser decisivo.
27 tLlc4?
Volviendo para defender, lo cual no resuelve
el problema. 27 .i.xb5 'ifxb5 era solamente un N
poco mejor para las negras, de acuerdo a Byme
y Mednis.
27 'it'g6 28 'ifd3 J.e7 29 J.b4 g4! 30 fxg4
•••

hxg4 31 hxg4 .i.d7! 32 'ifd 1 tLlxe4 33 tLlxe4


'ifxe4 34 lU2 'ii'g6! 35 lLlb6
De vuelta otra vez; esto es forzado, pero pro­
bablemente una mala señal .
35 J.xg4 36 J.xg4 'ifxg4 37 'ifxg4 l:.xg4
•••

38 tLlc8 J.g5 39 J.xd6


39 tLlxd6 f3 ! .
39 e4 0-1
•••

En vista de 40 'ití>fl f3 4 1 gxf3 exf3 con idea Juzman - Smirin


de . . . l:tc4 o . . . J.e3 . Sverdlovsk 1 987
1 74 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Las blancas han trabajado fuertemente para Denomina ' piezas superfluas ' a las múlti­
llevar el caballo a c6, y eso prueba ser. . . ¡ inútil ! ples piezas pretendientes para un mismo puesto
Luego de 24 . . . 'ii'd7 25 .i.h2 .i.h6 ! , las blancas avanzado. Creo que este es un concepto de am­
podrían haber intentado 26 f4 ! ttlxf4, pero el plia aplicación en el ajedrez moderno. Suba da
ataque de las negras todavía es muy fuerte tras una suerte de ejemplo esquemático que pone de
27 bxa6 'ii'g 7 28 i.xf4 i.xf4. Para observar otro relieve los temas en consideración :
ejemplo de esta idea, en el cual las negras sacri­
fican una calidad, puede verse el fragmento de
Portisch-Petrosián en el capítulo 8, en la sec­
ción titulada 'Patente Petrosián' .
Aún no estoy seguro de que el fenómeno de
estos caballos-en-la-sexta se haya modificado
con el advenimiento del juego moderno, pero el
lector debería saber que, muy probablemente,
un caballo bien asegurado en d6 o e6 es más do­
minante (o ventajoso) que uno en c6, que a su
vez tiene mucha más chance de ser efectivo
que uno en b6. Naturalmente, estoy asumiendo
una posición en la cual los reyes han enrocado
corto, y hablo solamente de probabilidades, y
no de una regla confiable sobre la cual uno pue­
da basarse. Lo concreto es que un jugador inteli­ Suba comenta: "Si les tocara a las blancas
gente puede atraer a un caballo a un lugar deberían jugar 1 ttlxc7 'ii'x c7 2 ttld5 con la cla­
visualmente atractivo, y luego explotar su au­ ra ventaja de un caballo dominante contra un al­
sencia en alguna otra parte del tablero, y que fil malo, y juego 'automático' en el flanco dama
eso sucede con relativa frecuencia en el ajedrez mediante b4, bxc5, etc. Si jugaran las negras,
moderno. deberían evitar el cambio y hacer superfluo al
caballo-c3, mediante, por ejemplo, l . . .ttle6 ! ,
¿Se está si ntiendo su perfl uo? manteniendo viva l a partida con buenas posibi­
lidades de contrajuego en el flanco rey."
Una de las ideas modernas más intrigantes ac­ Es sorprendente cuán a menudo se presenta
tualmente enunciadas es un invento del super­ este tema, especialmente con caballos (aunque
entrenador ruso MI Mark Dvoretski, quien dis­ hay buenos ejemplos con torres, ocurren menos
cute posiciones en las cuales uno de los bandos frecuentemente; por supuesto también hay otros
conquista una casilla clave (un puesto avanza­ conjuntos de piezas que pueden ocupar una ca­
do, por ejemplo) y puede ocuparlo con varias silla, como un caballo y un alfil). Dvoretski
piezas diferentes. Dice que, muy frecuente­ menciona el siguiente ejemplo (ver el diagra­
mente, el bando defensor cambiará más o me­ ma siguiente) de la Apertura Inglesa, cuya idea

nos automáticamente un par de piezas en dicha básica se presenta en multitud de variantes con
casilla, aun cuando no pueda oponerse las ve­ 1 c4 e5 :
ces suficientes como para deshacerse de todas 10 l:.b1
las piezas que eventualmente pudieran estable­ En caso de 10 ttlec3 ttle8 ! con idea de . . . .i.h3,
cerse allí. Pero, a menudo, el bando defensor o . . . ttld8 seguido de . . . c6. Este último tema se
tiene una alternativa estratégica que es superior. presenta en muchas posiciones de la Apertura
Cito a Dvoretski (de Entrenamiento de elite 1 ) : Inglesa, e iguala consistentemente, ¡ porque los
"Si l a casilla n o puede ser recuperada me­ dos caballos blancos tienen problemas para en­
diante cambios, entonces uno puede . . . olvidar­ contrar dos casillas tan buenas como c3 !
se totalmente de ellos (después de todo, sólo 10 .i.h3 1 1 ttlec3 .i.xg2 12 �xg2 ttlhS!
..•

una de las piezas rivales podrá ocupar el ' im­ Dvoretski comenta: "Y aquí sucede que hay
portante puesto avanzado' , y las otras tenderán dos caballos blancos compitiendo por una sola
a resultar superfluas)." casilla (d5 ), y esto es demasiado. Después de
EL CABAUO CONTEMPORANEO 1 75

Este suerte de maniobra posicional . . . apareció


por primera vez en una fecha posterior . . . Evi­
B tan el cambio, procuran expulsar al caballo-e4
con 1 4 f3 y luego jugar lL!c3, preparando e3-e4
. . . Situaciones similares ocurren en la Apertu­
ra Inglesa o en la Defensa Holandesa, en el Sis­
tema Stonewall." Como Yusúpov también
señala, el caballo-f6 de las negras es ' super­
fluo ' , y en general, los caballos están encima­
dos uno sobre el otro luego de la simple 1 3
lL!b 1 ! .
El lector no tendrá dificultad para encontrar
otras partidas en las cuales el caballo superfluo
juega un rol importante (para aquellos interesa­
Ubilava - Dvoretski dos en partidas comentadas, Mayer tiene ejem­
Batumi 1 969 plos bastante más complejos en el capítulo 7 de
Bishop vs Knight). El concepto de Dvoretski ya
1 3 b4 f5 14 b5 lL!d8, mi rival tuvo que enfren­ ha sido advertido y comentado por varios juga­
tarse tanto con 1 5 . . . c6 como con 1 5 . . . f4." La dores, y está siendo incorporado rápidamente al
partida continuó . . . artesanal bagaje conceptual del ajedrez moder­
15 lL!e2 c6 16 bxc6 bxc6 17 'ii'a4 c;i.>b8 18 f3 no. En su /mprove Your Chess Now (Mejore su
lL!e6 19 lL!dc3 :C7 ajedrez ahora), un libro con ideas muy sofisti­
. . . con una 'marcada ventaja' para las negras, cados y un título demasiado modesto, Tisdall
según Dvoretski. hace una observación similar, que podría even­
tualmente ser considerada como una suerte de
Un ejemplo elegante de esta misma idea en generalización de la idea de Dvoretski : "El par
el medio juego, tomada nuevamente de Dvo­ de caballos nunca está feliz protegiéndose mu­
retski, puede verse en la siguiente posición: tuamente. Por consiguiente, se entorpecen uno
al otro y reducen así su propio alcance. Cuando
se protegen mutuamente, a menudo quedan pa­
ralizados en esa configuración. Son mejores
B cuando están ubicados lado a lado, ya que de
ese modo pueden influir sobre una virtual ba­
rrera de casillas."

En conclusión, el tratamiento de los caballos


en el ajedrez moderno no es tan estereotipado
como quisieran los libros de texto. Los caballos
utilizan regularmente y con éxito el borde del
tablero. Además, y solamente sobre la base de
aperturas familiares, cada vez se observan más
casos en los que se permite al adversario un ca­
ballo aparentemente dominante con el objeto
Zukertort - Blackburne de jugar 'alrededor' de éL Finalmente, los caba­
Londres 1883 llos pueden ser superfluos, en tanto dos de ellos
pueden estar compitiendo por el único punto
Aquí Yusúpov (en Entrenamiento de elite) fuerte disponible, de manera que uno terminará
comenta: "Recientemente discutí esta partida siendo relativamente poco efectivo. En el si­
con Mark Dvoretski, y él dirigió mi atención guiente capítulo, examinaremos más material
hacia la jugada 1 3 lL!bl ! . Cien años atrás, por sobre las propiedades del caballo, esta vez en
supuesto, ellos no hacían ese tipo de jugadas. relación a su contraparte, el alfil.
6 Alfi les contra ca ba l los 1 :
u no contra u no

En el capítulo 4 examinamos algunos temas re­ completamente cerradas (que favorecen al ca­
lacionados con la pareja de alfiles; en particular, ballo}, como abiertas, en las que el alfil tiene
presenté una serie de estadísticas demostrando excelentes perspectivas. La cuestión es que no
la superioridad (en un sentido probabilista) de resulta práctico describir la cantidad de posi­
los dos alfiles contra los dos caballos, y de los ciones intermedias a las cuales el jugador pro­
dos alfiles contra alfil y caballo, con o sin ven­ fesional debe estar acostumbrado y ajustar su
taja material. En éste y en el siguiente capítulo, evaluación sobre ellas. Quizás la primera cues­
quiero continuar nuestro examen de los temas tión que deberíamos considerar es con qué pro­
de piezas menores observando el tratamiento babilidad se llega a un final con alguna de las
moderno de alfiles y caballos, desde el caso de siguientes configuraciones: 'ii'+� contra 'ii'+ltJ
alfil contra caballo, hasta un examen más com­ (esto es relativamente raro; fue tratado en la
plejo de dos alfiles contra dos caballos. Prime­ parte 1 ); 1:.+� contra .l:.+liJ (al que Steve Ma­
ro, echaremos una ojeada a las aperturas y yer denomina 'el final rutinario' , estando mejor
medio juegos modernos en los que uno de los en la mayoría de los casos el bando con el alfil);
bandos cambia un alfil por un caballo, y los te­ 2l:.+� contra 2.l:.+lD (que varios autores seña­
mas que surgen de allí. lan aún más favorable para el alfil); y finalmen­
te, � contra ltJ solamente con peones. Con la
Las piezas menores se enfrenta n excepción del primero (bastante raro}, todas
esas situaciones tienden (estadísticamente) a
El camino más fácil para evaluar una posición favorecer al bando con el alfil. Con eso en men­
entre jugadores de fuerza aproximadamente te, podríamos concluir que el interés del bando
igual, es observar el valor relativo de sus piezas con el caballo es obtener algo concreto en el
menores. Esto es casi un examen a prueba de medio juego, por ejemplo, la paralización de
tontos, por supuesto, pero la importancia del los peones adversarios, dejando al alfil enemi­
juego de las piezas menores se refleja cons­ go pasivo, u obtener un puesto avanzado per­
tantemente en los comentarios de los Grandes manente.
Maestros, en las discusiones de posiciones en Tanto Mayer como Dvoretski consideran la
los libros de medio juego y en las explicaciones cuestión de cómo puede jugar el bando con el
(cuando existen) dadas por los libros de apertu­ caballo para equilibrar la balanza. Mayer pre­
ras acerca de por qué cierta variante tiene prefe­ senta la siguiente posición (D) :
rencia. Se podría decir que la mayor diferencia Aquí las negras (que están razonablemente
entre dos jugadores posicionales tiende a resi­ bien en cualquier caso) van por caballo contra
dir en su manejo de las piezas menores, espe­ alfil:
cialmente en aquellas posiciones en las cuales 14 i.xe5! ? 15 dxe5 d4!
•••

se enfrentan los alfiles y los caballos. En esto, Larsen dice : " ¡ Ventaja para las negras ! Tie­
así como en cualquier área, los ajedrecistas nen la iniciativa en el centro y tanto el peón rey
modernos han descubierto nuevos e inventivos blanco como sus peones en el flanco dama son
modos de extraer la máxima ventaja de los de­ débiles." La partida continuó:
sequilibrios creados. 16 i.h6 l:.fd8 17 i.xe6 fxe6 18 l:.fel l:.d5 19
No hay una gran cantidad de teoría relacio­ �r4 .:es 20 gJ :es
nada con el caso simple de un alfil contra un Si bien es cierto que el alfil-f4 es moderada­
caballo en el medio juego; los manuales de mente ' malo' (demasiados peones sobre casi­
enseñanza tienden a mostrar tanto posiciones llas negras), y el flanco rey de las negras está
ALFILES CONTRA CABALLOS 1 : UNO CONTRA UNO 1 77

N N

E. Jiménez - Larsen Yusúpov Lautier


-

Palma de Mallorca 1 967 Amsterdam 1 994

debilitado, la falta de una casilla para su caballo 2) La combinación de alfil y caballo amena­
(como b3 o c4) hace que la evaluación sea in­ za forzar una debilidad fatal en la estructura de
cierta. Después de la jugada correcta 2 1 h4 ! (que las negras en esa parte del tablero.
no fue realizada), el problema de capturar un 3) Finalmente, desesperado, el segundo ju­
peón en e5 es que los peones negros -e doblados gador trata de contraatacar, pero el alfil demues­
están muy expuestos. Como cuestión de princi­ tra su superioridad en las situaciones tácticas
pios, de todos modos, generalmente es preferi­ con peones en ambos flancos del tablero.
ble ganar espacio y mantener alguna tensión Es característico de un Gran Maestro moder­
(como en este ejemplo) a ir a la deriva hacia el no saber ganar con el alfil ese tipo de partidas.
final, a menos que ese bando pueda lograr un Considere usted nuestros campeones mundia­
fuerte y permanente puesto avanzado para su les recientes. En esa posición, con las negras,
corcel antes de entrar en la fase del final puro. ¿qué posibilidades le daríamos a cualquier ju­
Yusúpov (en Positional Play { El juego posi­ gador contra Fischer, Kárpov, o Kaspárov? En
cional } , en coautoría con Dvoretski) brinda dos realidad, entre los jugadores de elite, el prejui­
ejemplos extremadamente interesantes de sus cio sobre el alfil comienza a extenderse de ma­
propias partidas acerca del desequilibrio mate­ nera formal desde Botvínik, y no ha dejado de
rial de alfil contra caballo. El contraste es ins­ crecer desde ese tiempo. Muchas de las más fa­
tructivo debido a que las estructuras de peones mosas victorias de Fischer, por ejemplo, fueron
son muy similares en las dos partidas (alcanza­ con un alfil contra un caballo. Nunn comenta:
das desde aperturas completamente diferentes) ''Todos saben que en una posición abierta un al­
(D): fil es generalmente un poco mejor que un caba­
Las blancas obtuvieron la posición de alfil­ llo, pero Fischer mostró que esto se aplica a un
contra-caballo, y las negras no tienen puestos rango más amplio de posiciones que lo que se
avanzados evidentes. En el ajedrez moderno de pensaba antes. Era particularmente hábil en fi­
alto vuelo, en esa situación, nunca ha sido más nales de torre y alfil contra torre y caballo, y
crítica para el poseedor del caballo la necesidad ganó una gran cantidad de ellos." Por supuesto,
de crear contrajuego inmediato. Si no llega a desde los tiempos de Fischer, la técnica ha me­
hacerlo, el esquema general de la partida, repe­ jorado, y todos los jugadores de elite son hoy
tido en innumerables luchas, es el siguiente : expertos en el aprovechamiento del desequili­
1 ) Las blancas (una vez que los caballos brio alfil-contra-caballo.
están restringidos, o al menos relativamente Volviendo al diagrama, observemos esta par­
inofensivos) ganan espacio con un avance ge­ tida para ver qué sucede y cómo podrían haber
neral de peones en uno de los flancos del table­ reaccionado las negras:
ro. 15 �c6?
...
1 78 LoS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Yusúpov critica esta jugada sobre la base de


que "el caballo no ataca nada, no previene nada,
y está severamente limitado por el alfil adversa­ B
rio." Señala que ésta era la oportunidad de las
negras para usar sus caballos contra la única de­
bilidad de las blancas, ubicándolos en b6 y d6.
Después de 1 5 . . . c!Llc8 ! , él cree que las blancas
solamente tienen una pequeña ventaja, por
ejemplo, 16 l:.hb l c!Lld6 1 7 i.a5 l:.dc8 1 8 .:tb3
�f8 1 9 f4 �e7 20 e4 f6 ! 2 1 l:.ab1 l:.ab8. Esto
plantea el interesante punto que, cuando ambos
peones-e blanco y negro están protegidos (di­
gamos, por peones en b3 y b6}, la ventaja de las
blancas sería mucho mayor. Casillas débiles y
peones aislados, aun si ambos bandos los tienen A. Sokólov - Yusúpov
en igual medida, tienden a favorecer al caballo. Match de Candidatos (partida 3), Riga 1 986
Creo que, sobre este punto, los estudiantes tien­
den a confundirse. Ellos ven una posición con ¡ Qué diferencia importante representa tener
peones rotos en ambos bandos del tablero como el peón de las blancas en e5 en lugar de e3 ! Aho­
más 'abierta' y por lo tanto favorable a los alfi­ ra las negras sí tienen un potencial puesto avan­
les. Pero en realidad, los alfiles tienden a estar zado ( d4) para sus caballos, y además, el peón­
más cómodos en la estabilidad. Eso es así por­ e puede ser un objetivo en algunas líneas. Por
que si no hay táctica a corto plazo, entonces (en último, el alfil blanco está restringido por ese
ausencia de fuertes puestos avanzados) el tiem­ mismo peón; compárese con el último ejemplo,
po generalmente favorece a los alfiles. Discuti­ en el cual la presión sobre la gran diagonal tenía
remos esta idea más adelante cuando entremos efecto decisivo sobre el flanco rey de las negras,
en el siguiente capítulo. aun en una posición simplificada. Esas diferen­
Después de 15 . . . c!Llc6, la partida continuó: cias no son suficientes aquí para otorgar a las
16 l:.hbl .:tabS 17 .:tb5 ! a6 negras la ventaja; tal como en el mencionado
Debilitando b6, pero no hay elección. ejemplo de Larsen, ellas hacen que la situación
lS l:.xbS .:XbS 1 9 g4! de alfil-libre-de-debilidades contra caballo-res­
Las blancas tienen una clara ventaja. tringido sea sencillamente imposible, y le otorgan
1 9 f6 20 h4 rj;f7 21 h5 c!Llb6 22 .:tdl c!Lla4
••• a las negras suficiente contrajuego para igualar
23 i.al c!LlaS? las posibilidades. Continuemos con la partida:
23 . . . l:td8 24 f4 e5 25 fxe5 c!Llxe5 26 i.xe5 16 'ii'e4
fxe5 27 l:.fl + �e7 28 c!Lle4 también deja a las Luego de 1 6 l:td l Yusúpov da 1 6 . . . c!Llbc6 ! ?
blancas con una gran ventaja - Yusúpov. 1 7 �e3 'ii'a5, como mejor que l a más simple
24 c!Lle4 c!Llb6 25 g5 r5 16 . . . 'ii'xd3 17 .:txd3 c!Llbc6 1 8 �e3 l:lfc8 ! con
25 . . . c!Llaxc4 26 gxf6 gxf6 27 c!Llxf6 h6 28 igualdad.
c!Llg4. 16 c!Lld7!
•••

26 c!LlxcS c!Llaxc4 27 c!Lld7 .:teS 2S c!Llxb6 El peón-e requiere algún cuidado.


c!Llxb6 29 l:.d6 .:tc2+ 30 �f3 l:.a2 31 i.xg7 c!Llc4 17 l:.bl ?
32 l:.d7+ �eS 33 J:.a7 c!Lld6 34 g6 hxg6 35 h6 Natural y mejor era 1 7 .:td l , pero las negras
c!Lle4 36 �g2 l:.xf2+ igualan con 1 7 . . . 'ii'c 7, en vista de 1 8 l:td6?! c!Llf5
36 . . . c!Llg5 37 �f6. 1 9 l:.c6? 'ii'b7 20 l:.bl c!Llb6 y las negras están
37 �gl l:td2 3S h7 l:tdl+ 39 �g2 l:.d2+ 40 mejor (Yusúpov).
�fi l -O 17 Ji'a5 lS l:.dl ! ? l:.adS 19 'ii'c2 c!Llxe5 ! 20
••

c!Llxe5 'ii'c3! 21 'ii'e2 'ii'xe5


Una bonita partida de las blancas, pero a la Las negras han obtenido un peón de ventaja
vez bastante típica. He aquí el siguiente ejem­ y posición ganadora, gracias al pequeño truco
plo de Yusúpov: de la primera fila.
ALFILES CONTRA CABALLOS 1 : UNO CONTRA UNO 1 79

Continuando en el terreno de Yusúpov, vea­ saben, por su vasta experiencia (especialmente


mos un ejemplo más reciente: con la Defensa Grünfeld), que ese tipo de cen­
tro frente a esta clase de estructura de peones
negros, otorga a las blancas una seria ventaja,
probablemente ganadora. Este conocimiento a
B partir de ejemplos concretos, caracteriza el jue­
go de los grandes maestros modernos. Habien­
do dicho todo esto, veamos el curso posterior
de la p árti da:
27 g4!
Un punto de partida interesante y típico. Aun­
que el juego obvio para las blancas es explorar
el flanco dama y avanzar los peones centrales,
el paso inicial de Yusúpov es atar el flanco rey
(de paso, ganando espacio). Previene la ganan­
cia de espacio mediante . . . h5, y desalienta tam­
bién . . . f5 , ya que de otra manera se podría
Yusúpov Jálifman
- transformar la situación central en ventaja de
Úbeda 1 997 las negras.
27 �e8 28 ..tc4 tLlb8 29 �d3 a6! ?
•••

Esta posición estaría mejor ubicada en un ca­ Quizás las negras podrían salir con 2 9 . . tLlc6,
.

pítulo relacionado con el centro, pero la inclui­ aunque el debilitamiento de b6 y a6 que ahora
mos aquí porque resalta uno de los patrones ocurre probablemente no podría ser evitado para
más comunes del ajedrez moderno. Las blancas siempre.
comienzan con un avance central y un rey me­ 30 tL!c7+! �d8 31 tiJdS tiJd7 32 tLlb4
jor ubicado. Esto puede no parecer mucho, pero Esto golpea tanto a6 como f7, y tiene en
aquí se muestra suficiente. Primero, adviertan mente una pequeña trampa:
que en esta fase de la partida el complejo e4/d4 32 a5 33 ..tdS ! ..txdS 34 tLlxdS e6! ?
•••

gana fuerza, ya que ambos peones son defendi­ Probablemente era mejor 3 4. . . ..tf8 . Luego
dos ahora con facilidad (en general, en el medio de la siguiente jugada de las blancas, no sólo
juego requieren vigilancia permanente). Otro tienen el objetivo en b6 y un puesto avanzado
punto importante se refiere al peón-a de las en b5 , sino que la debilidad de las negras en d6
blancas. Teóricamente, es la única debilidad de es muy difícil de cubrir.
ambos bandos en el tablero, pero como dice 35 tLlc3 �c7 36 tiJbS+ 'itt c6 37 �c4 .tes 38
Mayer, "los Grandes Maestros modernos han i..f4
demostrado repetidamente que una debilidad Ahora el problema es d5+ y luego ..td6 o
no es tal si no puede ser explotada." Con el rum­ tiJd6+.
bo que toma la partida, las blancas ganan espa­ 38 .tb4 39 f3 .tes 40 dS+
•.•

cio y crean un peón central pasado (factor que También era promisoria 40 i..d6 ! ?, en vista
generalmente es importante en el final, pero a de 40 . . . ..txd6? 4 1 d5+.
menudo de menor valor en el medio juego). De 40 exd5+ 41 exdS+ �b7 42 tLld6+ ..txd6
•.•

alguna manera, la cada vez mayor libertad de 43 ..ltxd6


acción de las blancas fuerza el cambio del alfil Ahora tenemos alfil-contra-caballo con peo­
negro por el caballo. Finalmente, podemos ver nes en ambos lados del tablero. Esto ya es malo
un ejemplo de alto vuelo que ilustra por qué el para las negras, pero además aquí g5 amenaza
final de alfil-contra-caballo es ganado por el al­ con maniatar el caballo en forma permanente,
fil con tanta frecuencia, y por qué el bando con de manera que la siguiente respuesta de las ne­
el caballo generalmente no puede afrontar una gras es forzada.
demora en la simplificación. 43 g5 44 ..tg3
.•.

El otro aspecto moderno de esta posición es Ahora el plan ganador de las blancas es �b5,
que hoy ya es realmente estándar. Ambos bandos d6 y ..ltf2-d4. La esencia de la estrategia de las
180 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

blancas ya puede verse completa, pero no nos /l)d5+ 65 �d6 /l)f6 66 �d l + �xb2 67 �xa4
cansaremos de ver cómo ganan con esta distri­ /l)g8 (67 . . . r:Jítc3 68 e7 'it>d4 69 �c6 y ganan) 68
bución de fuerzas: �e8 (Sálov).
44 /l)f6 45 �eS /l)d7 46 �d4 rJ;;c7 47 'it>bS
••• En el capítulo siguiente sobre la pareja de al­
f6 files contra la pareja de caballos, se podrá ver
47 . . . �d6 48 �xb6 /l)xb6 49 �xb6 �xd5 50 por qué pongo énfasis en el bando con los caba­
�xa5 rJ;;c 5 5 1 �a6 'it>c6 52 a5 f6 53 r:Jíta7 �c7 llos, con ellos efectuando rupturas directas de
54 a6 h6 55 h3 ! - Yusúpov. peones y forzando la confrontación desde tem­
48 �f2 �d6 49 �xb6 /l)eS SO �xaS /l):xf3 prano. Esta visión se opone al tradicional con­
51 �c3 1 -0 cepto de tratar de cerrar la posición. Si jugamos
demasiado lentamente, suelen producirse fina­
El ejemplo siguiente, sin debilidades de las les como los mencionados, en parte porque ha­
negras, parece más favorable para el caballo, bitualmente es más fácil para un alfil cambiarse
pero de todos modos demuestra por qué las ne­ por un caballo bien ubicado, que viceversa. De
gras tienen que evitar en lo posible ese tipo de manera que el lado con los caballos, está gene­
finales : ralmente en mejores circunstancias para asegu­
rarse ventajas posicionales concretas, antes que
esa simplificación ocurra. Cerraré esta sección
con un breve ejemplo del bando negro tratando
N de seguir esa filosofía con su caballo contra un
único alfil.

Sálov Waitzkin
-

Nueva York 1996

Vale la pena contar lo siguiente, aunque sea


solamente para convencer al lector de que las
negras no necesitan cometer errores graves para Gtek Djurhuus
-

perder: Copenhague l 996


36 rJí;d6 37 �g8 h6 38 hS �eS 39 �f7 aS
•••

40 a3 /l)e7 41 'it>d3 a4 Una visión estereotipada de las cosas nos


No es una ubicación ideal para el peón. haría pensar que las blancas desean abrir la po­
42 eS! fxeS 43 fxeS bS 44 'it>e4 rJ;;c6 45 �d4 sición para su alfil y las negras preferirían man­
/l)fS+ 46 �d3 �eS 47 'ot>e4 /l)e7 48 �e8 �c4 tener todo cerrado. Pero en el juego que sigue,
49 �f7+ rJ;;cS SO �e6 /l)c6 51 �g4 /l)e7 52 las negras resisten la tentación (que a menudo
�e2 �c6 53 �n rJ;;cS 54 i.d3 g6 conduce al tipo de final que ya hemos visto) y
54 . . . �c6 55 'it>d4. golpean firmemente sobre la estructura de peo­
SS hxg6 /l)xg6 56 ..t>rs /l)e7+ 57 �e6 /l)c8 nes de las blancas, para acrecentar el poderío
58 i.e2 b4 59 axb4+ �xb4 60 rJí;d7 /l)b6+ 61 del caballo:
rJí;c6 /l)c8 18 c4 dxc4! 19 i.xc4 rJí;b8
Aquí las blancas podrían haber ganado ense­ Se amenaza . . . /l)xd4 ! .
guida con 62 e6 ! 'ot>b3 63 �d7 /l)b6+ 64 'ot>c7 ! 20 �bS /l)aS
ALFILES CONTRA CABALLOS 1 : UNO CONTRA UNO 181

¡ Un caballo en el borde ! Sombras del capítu­ Ahora el caballo tiene genuinas perspectivas
lo 5 ; aquí controla la casilla clave c4 y se prepa­ de actividad.
ra para dominar las casillas blancas. Por eso: 28 c6??
21 c4! Una omisión. Las negras habrían estado un
Las blancas ignoran correctamente el peón- poco mejor luego de la jugada de Djurhuus 28
a. Les gustaría jugar c5, coordinado con el do­ l:b3 ! l:d5 29 llf3 l:tf5 30 l:txf5 'ii'xf5 , con una
blaje en la columna-b, pero las negras reaccio­ pequeña ventaja debido a la presión sobre d4, y
nan activamente: a la desubicación de la torre en a4.
21 f4! 22 eS 'it'f8! 23 l:tb4 ! ?
••• 28...l:.xd4!
De acuerdo a Djurhuus, no es claro 23 exf4 Las negras están claramente mejor, sobre la
'ii'f6. Una vez que el centro de las blancas desa­ base de la táctica 29 cxb7 l:.xa4 30 i.xa4 'ii'd4+
parece, concretan sus amenazas. 3 1 �h l 'ii'x a4. Adviértase que su caballo ob­
23... fxe3 24 'ii'xe3 'ii'f7 25 l:l.ebl l:hf8 26 tendrá la excelente casilla d6 si las blancas no
'ii'e l ? ! toman en b7.
Mejor era 2 6 l:t f l 'ii'd5, donde l a debilidad en La moraleja de esta partida, juego activo
d4 equilibra de momento, su mejor pieza me­ para justificar la existencia del caballo, será
nor. ampliada en el siguiente capítulo, en el contex­
26 'ii'f6 27 l:a4 ltJb7
.•. to de la pareja de caballos.
7 Alfi les contra ca ba l l os 2 :
pa res de piezas menores

En este capítulo, continuamos nuestra discu­ 'a' es relativamente infrecuente, pero impor­
sión acerca del moderno tratamiento de los alfi­ tante para comprender cómo las posiciones mo­
les y los caballos. Nuestro tema es la pareja de delo pueden ser consideradas como una suerte
alfiles y el par de caballos, y comenzamos con de meta para el bando con los caballos. Esta es
los casos donde están frente a frente. Al final una muestra de lo que vemos en los libros de
del capítulo, revisaré la pareja de alfiles en el enseñanza y de medio juego. Para terminar,
contexto de sacrificios posicionales de peón. también veremos algunos ejemplos marginales
en los cuales el bando con los caballos no puede
conseguir lo que desea. En el juego moderno, el
Contra toda proba b i l idad :
caso 'b' es más común que el 'a' , ya que ambos
a posta ndo por los corceles lados poseen ventajas y desventajas, y no es
claro cuándo predominarán el par de alfiles o la
Hemos estado viendo en el capítulo 4 cuán ventaja de espacio. Finalmente, el caso ' e ' es
importante puede ser la ventaja que otorga la bastante típico y del máximo interés, ya que la
pareja de alfiles. Los ejemplos que podemos inestabilidad de ese tipo de posiciones hace ex­
mostrar son innumerables, y como indiqué allí, tremadamente dificultosa la evaluación, y por
la discusión teórica acerca de si los alfiles son lo tanto suele haber ganadores en ambos ban­
generalmente mejores que los caballos, ha sido dos. Como este tema es de vital interés para el
resuelta en favor de los primeros. Pero una su­ ajedrez contemporáneo, cada parte está ilustra­
perioridad estadística nada dice acerca de las da con numerosos ejemplos.
posiciones individuales. Dejando de lado la su­
perioridad abstracta de los alfiles, los mejores a) El caso clásico: las debil idades
jugadores modernos están familiarizados con permanentes
muchos tipos de posiciones en las cuales los ca­ Tradicionalmente, los libros de medio juego
ballos son aceptables o preferibles. Esta sec­ dan algunos ejemplos en los que los caballos
ción examina el contexto en el cual el maestro tienen excelentes puestos avanzados contra un
contemporáneo elige ceder la pareja de alfiles. rival con alfiles bloqueados y/o una estructura de
Dividiré este asunto en tres subsecciones, peones rota. Esto puede ser considerado como
designadas 'a' , 'b' y ' e ' , de las cuales la última el motivo 'clásico' para aceptar dos caballos
es la más importante (y la más moderna). Des­ frente a dos alfiles; por ejemplo, que el bando
critas brevemente, 'a' se refiere al bando que con los caballos ya tenga, o tendrá en unas pocas
obtiene los caballos y al mismo tiempo logra un jugadas, ventajas permanentes como las des­
puesto avanzado o una debilidad fija en el cam­ critas anteriormente. En la práctica, esto cierta­
po enemigo, y de ese modo puede estabilizar la mente ocurre, aunque generalmente el bando
posición con ventaja; 'b' trata acerca de otras con los alfiles no está tan desesperadamente
ventajas compensatorias para los caballos, nor­ atado como lo está en esos ejemplos tomados
malmente espacio o superioridad central, y ' e ' de los libros de texto. La evaluación de las posi­
incluye la aceptación del par de caballos a ciones que se dan en la práctica depende de
causa de actividad superior e iniciativa, que lue­ hasta qué punto los alfiles puedan obtener com­
go pueden ser transformadas en otro tipo de pensación.
ventaja, como la descripta en 'a' y 'b' . Dado Comenzaremos examinando algunos ejem­
que los jugadores de elite no aceptan normal­ plos modernos de esta clase de posición, donde
mente conceder debilidades mayores, el caso el bando con los caballos está dedicado antes
ALFILES CONTRA CABALLOS 2: PARES DE PIEZAS MENORES 183

que nada a prevenir ataques o jugadas liberado­ estática de peones conducen a una verdadera
ras de su rival. Esta situación se alcanza habi­ pasividad, por ejemplo, lO . . . ltJg6 1 1 lDe 1 0-0
tualmente cuando el bando con los alfiles tiene 1 2 g3 (las blancas sienten que deben tratar de
el lastre de un par de peones doblados, como en abrir líneas con f4) 1 2 . . . .th3 1 3 lDg2 lDe8 1 4
la partida siguiente: l:.e 1 f5 ! 1 5 exf5 i.xf5 (ahora que las casillas
blancas del flanco rey están debilitadas, está
Gligorié - Hübner bien permitirle a las negras librarse de su alfil
Bugojno 1 982 malo; esto también resta un defensor de la debi­
lidad c4) 16 f4 i.xd3 17 'ii'x d3 'ii'd 7 1 8 l:.b 1
1 d4 lDf6 2 c4 e6 3 liJc3 i.b4 4 e3 eS S i.d3 lDf6 1 9 .l:lb2 l:.ae8 20 l:.fl 'ifh3 2 1 f5 ltJg4 22
ltJc6 6 liJf3 .txc3+ 7 bxc3 (D) lDe 1 e4 23 'ii'e 2 lD6e5 ! 24 'ifxe4 l:.f7 25 'ifg2
'ii'x g2+ 26 lDxg2 lDxc4 con gran ventaja, Gli­
gorié-Timman, Bled/Portoroz 1 979.
10 b6 11 lDg1 "flc7 12 g3 i.d7 13 f4 exf4
•••

N 14 gxf4 0-0-0
De esta manera las blancas lograron hacer
f4, pero están retrasadas en el desarro llo, y su
estructura de peones todavía es demasiado está­
tica como para afrontar una ruptura que libere
sus alfiles.
1S m .tg4 16 0-0 liJd7 17 'ifb3 b6 18 1i'c2
f6 19 'itb1 gS ! (D)

B
Esta es una posición bien conocida de la De­
fensa Nirnzoindia. La sexta jugada de las ne­
gras, cediendo la pareja de alfiles sin esperar
que las blancas pierdan un tiempo con a3, fue
jugada por el mismo Nirnzowitsch, pero no
atrajo la atención nuevamente hasta varias dé­
cadas después, cuando Hübner demostró que
las negras pueden mantener un sorprendente
control en esta clase de posiciones. Parecería
que las blancas tuvieran muchas oportunidades
para abrir lineas, por ejemplo, con f4, pero
como las blancas ya tienen el lastre de los peo­ Las últimas jugadas de las negras han tenido
nes-e doblados, y éstos están permanentemente el objetivo de mantener cerrada la posición y
bloqueados, las negras pueden adoptar la estra­ restringir cualquier posibilidad de ruptura de
tegia de consolidar esa ventaja tratando de ce­ peones por parte de las blancas. Ahora se ase­
rrar, o al menos estabilizar la posición. guran el punto fuerte e5 para sus caballos.
7 d6 8 e4 eS 9 dS
..• 20 ltJg1 l:.dg8 21 .te2 hS 22 liJf3 gxf4 23
Una jugada comprometida. Resulta innece­ liJb4 liJg6 24 liJfS liJdeS
sario decir que existen alternativas, pero quiero Posicionalmente hablando, esto resulta so­
mostrar posiciones donde las blancas tienen berbio para las negras. Ahora las blancas sim­
una especie de debilidad permanente, que es el plifican y como resultado quedan en una
objeto de esta sección. posición perdedora.
9 ltJe7 10 l:.b1
.•. 2S i.xg4 hxg4 26 .txf4 lDxf4 27 .l:lxf4 liJf3
La idea de las negras es que luego de lO 0-0, 28 l:.b2 l:.b3 29 'ii'g2 'ii'h7 30 liJe3 liJxb2 31
el mal alfil-d3 de las blancas y la estructura 'ii'xh2 g3 32 lDn gxh2 o-1
184 LoS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Por supuesto, esta variante aún está siendo


discutida, y las blancas pueden jugar mucho
mejor que en la partida que acabamos de ver. Sin N
embargo, es bastante popular el concepto de un
alfil que captura en c3, seguido de la explota-
ción de una posición cerrada. Una de esas líneas
que es utilizada por varios grandes maestros es
1 d4 g6 2 e4 i... g7 3 lLlc3 eS 4 dS i...xc3+ ! ? S
bxc3 rs (para restringir e4 ), un ejemplo típico
sigue 6 h4 (6 f3 'i!fa5 7 i.d2 liJf6 8 'ifc2 d6 9 e4
fxe4 1 0 fxe4 liJbd7 1 1 liJf3 liJg4 1 2 i...e 2 liJde5
con aproximada igualdad, Piket-Dzindzichash-
vili, Cto. Mundial por Equipos, Lucerna 1 989)
6 ...liJf6 7 hS .l:tg8 8 hxg6 hxg6 9 f3 'i!fa5 10
'ife2 d6 11 .tgS liJbd7 12 .l:tb1 liJeS (D). 8... i...x c3+!
Este es el punto clave. Las negras han efec­
tuado una jugada extra comparada con la Nim­
zoindia ( . . . g6, . . . i... g 7 y . . . .txc3), pero sus
B peones ya están en posiciones excelentes para
evitar cualquier actividad de las blancas.
9 bxc3 liJgf6 10 f3 'ifaS 1 1 'ii' b3 0-0-0 12
.te2 .l:tdg8!
Las negras, por otro lado, tienen un plan:
. . . g5, para ganar la casilla-eS y lanzar un ataque
en el flanco rey.
13 .l:tb1 'i!fe7 14 .te3 �b8 1S 'ife2 g5 16 0-0
.l:tg6 17 :b2 �aS 18 l:fb1 (D)

Nuevamente, las negras tienen interés en


mantener estable la estructura de peones. Su
presión sobre la casilla-c4 fuerza ahora a las
blancas a ceder su pareja de alfiles. Después de
1 3 e3 'i!fa6 14 i... xf6 exf6 15 l:th7 i...d7 1 6 lLlh3
0-0-0, las negras tuvieron al menos igualdad en
McCambridge- Hummel, Reno 1 997.
He aquí otra partida con . . . i... x c3, donde las
negras cambian alfil por caballo no una, sino
dos veces.

Topálov Adams
-

Dortmund 1 996 18 ... .l:tb8


Esta posición es evaluada por Adams como
1 liJf3 d6 2 d4 i... g4 3 e4 liJd7 4 e4 i... xf3! ? S levemente mejor para las negras. En pocas ju­
'ifxf3 g6 6 lLlc3 i...g7 7 'ifd1 eS gadas más, su ataque conduce a una ventaja
El primer cambio ha sido para dejar la mucho mayor.
casilla-d4 sin apoyo. Pero como esa casilla no 19 �h1 hS 20 'i!fd2? g4 21 'ife2 gxf3 22
puede ser ocupada, las blancas se sienten segu­ gxf3 liJeS 23 f4 'i!fe8! 24 i...fl ? lLlxe4! 2S i...xe4
ras. 'ifh3 26 l:tfl
8 dS (D) 26 'ife2 lLlxe4.
ALFILES CONTRA CABALLOS 2: PARES DE PIEZAS MENORES 185

26 'ilkxe3 27 'ilkd3 'ilkxe4+


.•. A primera vista, parece resolver los proble­
Y las negras ganan. mas de las negras. El poderoso caballo centrali­
zado debe ser cambiado, y luego sus peones
En los ejemplos citados, el bando con los al­ quedan desdoblados. Pero las debilidades re­
files careció de cualquier contrajuego. Por su­ sultantes en la columna-e son tanto más serias.
puesto, no siempre es todo tan claro. Ahora 13 .!DxdS cxdS 14 .!Llb3 'ilkd6 1S f3 i.d7 16
veremos una versión moderna del caso 'clási­ d4 .l:lb8 17 �! (D)
co' , en el cual se producen debilidades, pero su
explotación es ambigua.

Petrosián - W. Schmidt N
Olimpíada, Skopje 1 972

1 c4 .!Llf6 2 .!Llc3 dS 3 cxdS .!DxdS 4 g3 g6 S il.g2


.!Llb6 6 d3 il.g7 7 i.e3 .!Dc6 8 i.xc6+! ?
Cuando Petrosián l o jugó por primera vez,
esto fue considerado bastante radical . Las blan­
cas entregan su poderoso alfil-g2 y aceptan
quedar con las casillas blancas débiles, a cam­
bio de doblar y aislar los peones negros. Flesch
indica que Tal, luego de ver esta jugada, dijo:
'Por esa posición negra, ¡ sacrificaría contento
un peón ! ' . Pero Petrosián tiene una idea muy Las blancas están ahora perfectamente segu­
concreta: ras, y listas para explotar el flanco dama. Ya que
8 bxc6 9 'ilkcl !
••• esperar es inútil a largo plazo, las negras tratan
Presionando los peones-e, e intentando i.h6. de abrir el juego, pero ese plan falla tácticamen­
Con el alfil-g7, la actividad de las negras estaría te:
enormemente reducida, de modo que su si­ 17 hS 18 i.f4 e5 1 9 dxeS i.xeS 20 1i'e3! f6
•••

guiente jugada es lógica. Pero al hacerla, pier­ 21 'ji'xa7


den el enroque. Siguen las complicaciones, pero objetiva­
9 h6 10 .!Llf3 il.h3 1 1 l:tg1 ! (D)
••. mente las blancas deben ganar y finalmente lo
hacen.
21...0-0 22 l:.ac1 l:tfe8 23 i.xeS 'ii'xeS 24
l:tge1 l:ta8 2S 'ilkxc7 'ife3+ 26 'it>g2 l:ta7 27 •d6
N h4 28 gxh4 ..te6 29 l:tc3 'ii'h6 30 a3 l:td7 3 1
'ilkg3 d 4 3 2 l:td3 i.xb3 3 3 lhb3 'ii'd2 34 �
�h7 3S l:tb8 :es 36 1Wg4 rs 37 'ii'gs :e3 38
'ii'f6 1 -0

Kárpov - Browne
San Antonio 1972

1 c 4 e S 2 b3 .!Llf6 3 il.b2 g 6 4 i.xf6!


Esta clase de jugadas lucían extrañas en otros
tiempos, pero son comunes ahora. Esta es una
decisión más fácil de tomar que la de Petrosián
l l ... .tg4 en la última partida, ya que las blancas ganan
Las blancas estaban amenazando g4; pero un punto fuerte permanente (d5) como com­
l l . h5 1 2 .!Llg5 o l l . . f5 1 2 .!Lla4 ! resultan posi­
. . . pensación por los alfiles.
cionalmente indeseables. 4 exf6 S .!Llc3 i.g7 6 g3 .!Llc6 7 i.g2 fS 8 e3
•••

12 .!Lld2 .!Dd5 0-0 9 .!Llge2 a6 10 l:tcl bS 11 d3


186 LoS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

lvkov evalúa esta posición sólo como leve­ 8 exf3 dS


mente mejor para las blancas, pero la tarea de Amenazando aislar el peón-d.
las negras es ingrata, ya que no hay forma de 9 b3 0-0 10 i.e2 'fie7 11 0-0 .l:td8 12 i.b2
abrir líneas. dxc4 13 i.xc4 (D)
ll ... i.b7 12 0-0 d6 13 'ii'd2 'itaS 14 l:fd1 En su lugar, 1 3 bxc4 c5 seguido por . . . cxd4
l:ab8 15 lLldS 'ii'xd2 16 l:xd2 b4 17 d4! (D) aísla el peón-e en una columna abierta.

N N

Ahora que está todo en su lugar, las blancas De esta manera las negras han podido crear
cambian sus ventajas estáticas por otras diná­ una debilidad en d4. Además, parece fácil blo­
micas. Antes que nada, amenazan utilizar la co­ quearla con 13 . . . lLld5, donde los alfiles blancos
lumna-d . . . son bastante miserables. No obstante, paradóji­
17...l:fd8 18 l:cd1 cxd4 19 exd4 'iti>f8 20 eS ! camente, Nikolié liquida ahora el peón-d4, ya
. . . y ahora obtienen un valioso peón pasado. que cuenta con la debilidad permanente de los
Respecto al tema de alfiles contra caballos, po­ peones-f doblados. Dudo bastante de que esta
demos detenernos aquí; las blancas ganaron. sea la decisión correcta, pero es muy segura, y
fue motivada probablemente por el temor a la
Sálov P. Nikolié
- actividad de las blancas luego de l:.fe l , con idea
Wijk a a n Zee 1 997 de f4-f5 y l:.ac 1 con contrajuego a lo largo de la
columna-c.
1 d4 lLlf6 2 c4 e6 3 lLlf3 i.b4+ 4 lLlbd2 b6 S a3 13 c5! ? 14 'ii'e3 cxd4 15 i.xd4 lLlc6 16
•••

i.xd2+ 6 'ii'xd2 i.b7 7 g3 i.xf3 ! ? i.b2 lLldS 17 'ii'e4 lLJaS 18 l:acl lLlxc4 19
También las negras pueden hacer este tipo de .l:.xc4 l:ac8
jugadas. En esta oportunidad, no gana el punto Por lo menos, las negras han igualado. En to­
fuerte d4, pero puede transformar favorable­ dos estos casos, las blancas están dañadas por la
mente la estructura de peones. Una analogía in­ imposibilidad de avanzar sus peones y liberar
teresante a la de la última partida, también con sus alfiles, a menudo como consecuencia de la
este cambio . . . i.xf3 , se produce en la línea 1 c4 inmovilidad de los peones doblados.
b6 2 lLlf3 i.b7 3 g3 i.xf3 ! ? 4 exf3 c5 . Tras 5 d4 Adviértase que los peones doblados de los
(si . . . lLlc6, sigue . . . g6, como en Kárpov-Browne), casos mencionados han estado relaciones con
las negras tienen la interesante posibilidad de el centro, y algunos fueron incluso objetivos a
elegir entre 5 . . . lLlc6 ! ?, tratando de mantener el lo largo de una columna abierta. Si tuviera que
control sobre d4 (6 d5 lLld4 7 i.e3 lLlf5 es apro­ dar un consejo sobre las precauciones a tomar
ximadamente igual), o 5 . . . cxd4 6 'ii'xd4 lLlc6 y acerca de la cesión de la pareja de alfiles a
7 . . . e6 con subsiguiente juego activo; me referi­ cambio de peones doblados, sería el del caso
ré posteriormente a un ejemplo del aprovecha­ de los peones doblados torre, que frecuente­
miento de las líneas abiertas en la subsección mente no resulta confiable. Veamos este ejem­
'e' . plo:
ALFILES CONTRA CABALLOS 2: PARES DE PIEZAS MENORES 187

Yermolinsky - Dolmátov No 23 d6? :xd6 24 'i!t'xd6 i..e 5+, y las ne­


Torneo Clasificatorio de la PCA, gras ganan.
Groninga 1 993 23 tt:'lxf4 24 .lhf4
•••

Entregando la calidad, en vista de 24 'ii'xf4


1 d4 tt:'lf6 2 c4 g6 3 tt:'lc3 i.. g7 4 e4 d6 5 i..e2 0-0 'ii'xf4+ 25 :xf4 l:[b6 26 :n :ab8.
6 i.. g5 tt:'la6 7 'i!t'd2 eS 8 d5 c6 24 'ii'e5 25 tt:'lge2 �h6 26 g3 i..xf4
•••

Adviértase que las negras atacan el frente de Y las negras ganaron más tarde.
la cadena de peones (ver capítulo 3). Otro ejem­ Una partida interesante. De hecho, las negras
plo del mismo fenómeno 'del alfil a cambio de se sienten bastante libres para permitir i.. xa6 en
peones torre doblados' puede verse luego de una cantidad de Defensas Indias, y las blancas
8 . . . 'i!t'e8 9 i.. f3 tt:'lh5 ! 10 �xh5 gxh5, donde las rara vez lo aceptan. Permitir �xh6, capturando
negras disponen de jugadas como . . . f5 y . . . 'i!t'g6 un caballo en el otro lado del tablero, es un
en reserva, con plena compensación por los tema diferente, pero un ejemplo un tanto análo­
peones doblados. Hay jugadas similares . . . tt:'lh5 go se produce en la Defensa Francesa luego de
permitiendo i.. x h5 en la Defensa Benoni y 1 e4 e6 2 d4 d5 3 e5 c5 4 c3 tt:'lc6 5 tt:'lf3 'ii'b 6 6
otras variantes de la Defensa India del Rey. ..te2 tt:'lh6 7 i.. x h6 gxh6 8 'ii'd 2 i.. g7 9 0-0 0-0
9 f3 cxd5 10 cxdS i.. d7 1 1 �xa6 ! ? bxa6 (D) 1 O tt:'la3 �d7 1 1 tt:'lc2 cxd4 1 2 cxd4 a5 con idea
de .. .f6, donde las negras tratan de utilizar las
columnas-f y -g y presionar sobre d4, para con­
trarrestar sus debilidades en el flanco rey (tam­
B bién se ha jugado 1 2 . . . l:tac8 con idea de . . . tt:'le7
y . . . i.. b 5). Esta línea parece bastante aceptable
al momento de escribir este libro. Pero natural­
mente, exponer el rey propio de esta manera es
raro.

Una versión muy ambigua de la concesión


de los alfiles sucede cuando el bando que los
entrega produce peones doblados que no están
sujetos a ataque, ni tampoco fijados. He aquí un
ejemplo radical y ultra moderno.

Los peones de las negras están rotos, pero Larsen - Betancort


tienen en compensación la columna-b abierta, y Lanzarote 1 976
será difícil restringir a los dos alfiles luego de la
ruptura . . . f5 . El conflicto básico es debilidades 1 c4 c5 2 g3 g6 3 i.. g2 i.. g7 4 tt:'lc3 tt:'lc6 5 b3
contra actividad, como ilustra el resto de la par­ tt:'lf6 6 �b2 0-0 7 d3 e6 8 �xc6! ?
tida. Una concepción verdaderamente sorprenden­
12 tt:'lge2 'i!t'b6 13 i..e3 'i!t'b7 14 0-0 tt:'le8?! te. Aquí no hay posibilidad de ganar los peo­
Dolmátov prefirió luego l 4 ... tt:'lh5 15 g4 tt:'lf6 nes-e negros, pero Larsen (un discípulo de
con perspectivas poco claras. Nimzowitsch) espera establecer una suerte de
15 lhcl ? ! restricción general.
Aquí é l sugirió 1 5 b3 ! ? f5 1 6 exf5 gxf5 1 7 8 bxc6
•.•

�h6 i..x h6 1 8 'ii'x h6 l:tf6 con igualdad. Luego de 8 . . . dxc6, las blancas tienen varias
15 f5 16 exf5! gxf5 17 f4
••• ideas; en mi libro de la Apertura Inglesa, indico
Las blancas buscan estabilizar el centro. 9 tt:'lf3 tt:'le8 1 O 'ii'd 2 b6 1 1 'ii'e 3 f6 1 2 0-0-0 e5
17 tt:'lf6 18 h3 tt:'lh5 19 fxe5?
••• 13 l:tdg l ! ?, con idea de g4-g5, h4-h5 .
Una jugada extraña. Ahora los peones ne­ 9 'ii'd2 d6
gros son móviles. Esto puede no ser tan adecuado como 9 . . . e5,
19 dxe5 20 r,¡,h2 :C6 2 1 tt:'lg1 ? 'i!t'b8! 22
••• luego de la cual las negras tendrían posibilida­
:cd1 e4+ 23 ..tf4 des iguales. A pesar de la inmovilidad de su
188 LOS SECREI'OS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

masa de peones centrales, cubre casillas centra­ Esto probablemente es lo que omitió; 1 8
les y las blancas no tienen puntos fuertes . lt:Jd5 'ii'xd2 1 9 :xd2 lt:Jc4 20 .i.xc4 bxc4 con
10 f4! idea de . . . f5 era incierto, según Anand.
Esto previene . . . e5 . Las negras lo hacen de 18 l:tc6 19 lt:JdS 'ii'xd2 20 l:.xd2 (D)
•••

todos modos, pero al costo de aislar sus peo­


nes-e doblados.
10 1i'e7 11 lt:Jf3 eS 12 fxeS dxeS 13 'ii'gS !
•••

:es 14 O-O-O h6 15 1i'e3 lt:Jg4 16 1i'g1 hS 17 N


'iPb1
Ahora la idea es contestar 17 . . . ..i.h6 con 1 8
.i.c l . Las negras no quieren jugar pasivamente
a causa de jugadas como lt:Je4 o lt:Ja4 y .i.a3, de
manera que sacrifican un peón a cambio de ac­
tividad.
17 e4 18 lt:Jxe4 .i.xb2 19 'iPxb2 fS 20 lt:Jc3
•••

lt:Je3 21 :ct 'ii'f6 22 1i'e1 aS 23 �a3!


La jugada defensiva clave, intentando lt:Ja4.
Las blancas tuvieron una clara ventaja y se im­
pusieron.
Las negras cedieron d5 y arruinaron su pro­
En los niveles altos, raramente uno de los pia estructura de peones con muy poco contra­
bandos permite el cambio de un alfil por un ca­ juego para los alfiles. Solamente para ilustrar
ballo que doble sus peones y lo deje solamente cuán dificultoso resulta vencer a la pareja de al­
con chances de perder. Pero veremos a conti­ files, vemos que a continuación las blancas fa­
nuación un ejemplo de esa posibilidad: llaron en encontrar la manera más adecuada
para conservar esas ventajas, y Kaspárov esca­
pó con unas tablas.
20 lt:Jc4 21 .i.xc4 bxc4 22 :ed1 fS 23 exfS
•••

N .txrs 24 lt:Jd4 ..i.xd4 25 .l:.xd4 .l:.e2 26 l:.4d2


:Xd2 27 :Xd2 � (D)

Anand - Kaspárov
Match por el Cto. del Mundo de la PCA (par­
tida 1 7), Nueva York 1 995

El campeón, sobrevaluando la pareja de alfi-


les, jugó: 28 cj¡>ct?
16 b5?
••• 28 lt:Jb4 ! era lo correcto, como demostró
Esa jugada permitió: Anand en largo análisis.
17 .i.xf6! exf6 28 .i.e6 29 :d4 i.xdS ! 30 :xdS cj¡>e7
..•

1 7 . . . .i.xf6 1 8 lt:Jd5 . Aunque las blancas aún están mejor, no fue


18 lt:Jde2! suficiente para que Anand ganara la partida.
ALFILES CONTRA CABALLOS 2: PARES DE PIEZAS MENORES 189

Ocasionalmente, surgen posiciones en las


cuales una debilidad estática justifica la cesión
de la pareja de alfiles. En la Defensa Alekhine, B
por ejemplo, la línea 1 e4 lLlf6 2 eS lLldS 3 d4
d6 4 lLlf3 i.g4 S i.e2 c6 6 0-0 i.xf3 7 i.xf3
dxeS 8 dxeS e6 (D) deja al peón-e de las blan-
cas en una posición semicerrada.

Las negras convirtieron su ventaja material


en victoria con bastante facilidad.

Desde luego, hay otras clases de debilidades


estáticas que justifican quedarse con el par de
caballos frente a la pareja de alfiles; el caso más
simple se da cuando los caballos bloquean un
peón aislado central (esto habitualmente otorga
No está completamente claro hasta dónde la igualdad). La condición clave (y algo inu­
esto compensa plenamente la pareja de alfiles, sual) para tal tratamiento estático es que los al­
pero la necesidad de defender e5 puede mania­ files no puedan liberarse a sí mismos, aun a
tar a los alfiles blancos . Si las blancas tratan de largo plazo.
permanecer activas, la presión de las negras
usualmente está justificada, por ejemplo: b) Espacio/centro por los alfiles: una
oscura compensación
Mestrovié - Kneievié En esta situación, el bando con los caballos no
Yugoslavia 1 981 alcanza puntos fuertes sólidos, ni su rival tiene
peones débiles. Sin embargo, en el ajedrez mo­
9 "ii'e2 lLld7 10 c4 lLle7 11 b3? ! derno hay una cantidad de posiciones en las
Aparentemente mala. Bien puede ser mejor cuales un jugador puede quedarse con los caba­
aquí 1 1 i.d2 con idea de i.c3, pero entonces el llos por otras razones, más exactamente una
alfil queda ubicado bastante pasivamente. ventaja de espacio y/o control central. Si nues­
l l lLlg6 12 i.b2 "flc7 13 i.hS
... tro objetivo es maniatar una pareja de alfiles, en
Es demasiado tarde para defender el peón-e la práctica normalmente no intentaremos cerrar
con 1 3 .:te 1 por 1 3 . . . i.b4. Las blancas buscan con llave nuestra propia estructura de peones
juego activo basado en f4-f5 . (lo cual puede ser impracticable, y también le
13 lLldxeS 14 f4 lLld7 15 fS 0-0-0!
.•• puede permitir al poseedor del alfil un cierto
Ahora 16 fxg6 hxg6 recupera la pieza, de período de gracia en el cual reorganizar sus rup­
manera que las blancas quedan reducidas a re­ turas de peones). Dicho con otras palabras, un
cuperar su peón en una posición miserablemen­ buen método para lograrlo sería controlar tanto
te desarrollada. espacio como sea posible, para evitar las ruptu­
16 fxe6 fxe6 17 "flxe6 i.d6 18 i.xg7 ? ! ras de peones que favorezcan a los alfiles. Con
Probablemente debía probarse 18 'ii'h 3 lLlf4 espacio suficiente, además, los avances de los
1 9 'ii' h4, pero las negras están claramente me­ peones propios tienden a forzar la creación de
jor. puntos fuertes favorables, ya que ellos pueden
18 .:thg8 19 i.h6 i.xh2+ 20 �h1 .teS 21
••• ser apoyados por piezas de mayor alcance y
ltJd2 i.xa1 22 .:txa1 lLlf4 23 i.xf4 11i'xf4 (D) movilidad. En algunos casos, el intento de evitar
190 LoS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

esas debilidades garantiza al bando con los ca­ Después de 1 4 . . . 0-0, Dréiev indica la simple
ballos un fuerte ataque. Esta técnica de utilizar secuencia 1 5 lLlxc6 ! ? bxc6 16 'ii'a4 i.xc3 17 bxc3
los avances de peones para forzar concesiones 'ii'c 7 1 8 l:tfbl l::tfb 8 1 9 l:tb3 con ventaja clara.
es la misma usada en el caso ' e ' que veremos 15 f4 0-0 16 l:.ael ? !
luego. Finalmente, hay algunas formaciones Permitiendo a las negras ganar cierta activi­
centrales rocosas y sólidas, que por sí mismas dad. Dréiev prefiere 16 'ii'c 2 ! i.xe5 17 fxe5 b6
restringen los alfiles y de ese modo aseguran la 1 8 b4, manteniendo la restricción.
igualdad. 16 i.xe5
•••

Sin embargo, si los alfiles se sueltan, las Esto es típico; Las negras deben devolver un
situaciones descriptas arriba siempre pueden alfil para aliviar la presión. Desafortunadamen­
traicionar al bando con los caballos. Esto puede te es su mejor alfil. Las blancas mantienen una
suceder, por ejemplo, luego de un sacrificio di­ pequeña ventaja. La partida siguió . . .
námico de peón para liberar los alfiles, o sim­ 17 fxe5 b6 18 cxb6 l:.ab8 19 'ii'd 1 l:txb6 20
plemente por la transición a un final , donde los b3 f5 21 exf6 l:.xf6 22 l:.xf6 'ii'xf6 23 'ii'd2
alfiles son frecuentemente una ventaja ganado­ . . . y las blancas están todavía ligeramente me­
ra y los demás factores se vuelven irrelevantes. jor, con la superior pieza menor y presión a lo
Veamos primero algunos ejemplos de ventaja largo de la columna-e contra el peón retrasado.
de espacio:
Smejkal - A. Sokólov
lvanchuk - Dréiev Novi Sad 1 984
Linares 1 997
1 c4 ll:lf6 2 lLlc3 c5 3 g3 d5 4 cxd5 ll:lxd5 5 i.g2
1 c4 c6 2 e4 d5 3 exd5 liJf6 4 ll:lc3 cxd5 5 d4 e6 ll:lc7 6 ll:lf3 ll:lc6 7 'ii'a4 i.d7 8 'ii'e4 g6!
6 ll:lf3 i.b4 7 i.g5 h6 8 i.xf6 'ii'xf6 9 'iib3 Entregando los alfiles a cambio de una res­
'ii'e 7? ! tricción central y desarrollo rápido.
Esto es lento. Dréiev sugiere devolver la 9 ll:le5 Ji.. g7 10 ll:lxd7 'ii'xd7 11 0-0 0-0 (D)
pareja de alfiles con 9 . . . i.xc3+ 1 0 'ii'x c3 dxc4
1 1 i.xc4 ll:lc6 1 2 0-0 i.d7, con posición iguala­
da.
10 eS! i.a5 1 1 i.b5+ i.d7 12 ll:le5 ll:lc6 13 B
i.xc6 i.xc6 14 0-0 (D)

La variante 7 'ii'a4 fue muy popular hasta que


se descubrió cuán inútil resulta la pareja de alfi­
les contra espacio y mejor centro de las negras.
En la práctica, las dificultades de las blancas
para desarrollarse han conducido realmente a
Una posición típica en la cual el espacio de una leve ventaja para las negras.
las blancas restringe los alfiles. Sin puntos fuer­ 12 a3 l:.ac8 13 l:.b1
tes permanentes, los caballos blancos aún son Las negras están claramente mejor luego de
las mejores piezas. 1 3 b4 cxb4 14 axb4 ll:lb5 ! ; pero ahora las negras
1 4 i.c7
••• llevan un caballo a d4.
ALFILES CONTRA CABALLOS 2: PARES DE PIEZAS MENORES 191

13 ... �e6 14 b4 b6 15 �d5 �4! 16 bxcS Shírov lo evalúa de ese modo), pero en las po­
bxc5 17 e3 �e2+ 18 �h1 e6 1 9 'ii'd 3 exdS 20 cas jugadas siguientes las blancas continúan
'ii'xe2 l:tb8 21 l:txb8 l:txb8 22 d3 l:tb3 mejorando su posición, mientras las negras pier­
Las negras están un poco mejor, con una par­ den tiempo.
tida eventualmente tablas. 14 i.g2 g6? ! 15 'ii'e3 �b8 16 l:td2 'flc7 1 7
l:thd1 �a5 18 i.n l:tc8 19 g5! (D)
Shírov - Dréiev
Torneo lnterzonal, Biel / 993

1 e4 c5 2 �f3 �c6 3 d4 cxd4 4 �xd4 �f6 5 N


�c3 d6 6 i.g5 e6 7 'ii'd2 a6 8 0-0-0 i.d7 9 f4
h6 10 i.xf6
¿Por qué las blancas quieren entregar aquí
sus alfiles, sin puntos fuertes para sus caballos?
Sin embargo, para las blancas, esos cambios
son bastante frecuentes en la Siciliana moder­
na. Esencialmente, las blancas esperan que su
ventaja de desarro llo y espacio restringirá a las
negras, de manera que los alfiles nunca serán un
factor importante. Esta partida es un buen ejem­
plo de esa estrategia.
10 .. .'ili'xf6 1 1 �f3 'ifd8 12 g4 'ii'aS 13 h4 El tema de la estrategia de las blancas es el
0-0-0 (D) espacio. Ahora, de manera tranquila, avanzan
en el flanco rey y restringen más los alfiles.
19. . .hxg5 2 0 hxg5 i.e8 21 f5! i.e7 2 2 �d4
l:th5 23 f6 i.f8?!
B Shírov prefiere 23 ... i.d8, pero en cualquier
caso las blancas están mejor.
24 i.e2 �c4 25 i.xc4 'flxc4 26 �b3 'ifc7 27
'ittb 1 i.c6 28 a4! (D)

Por supuesto, las blancas sabían que las ne­


gras enrocarían en el flanco dama en vista del
espacio ganado en el flanco rey. Pero los peones
de la cuarta fila aún sirven a un propósito. Se
podría mirar esta posición profilácticamente:
¿Cuáles son las jugadas liberadoras o los planes
de las negras? Ahora que enrocaron en el flanco
dama, el ataque con . . . b5 es riesgoso, y las juga­ Ganando más espacio. Ahora Shírov indica
das liberadoras estándar . . . d5 y . . . e5 no resultan una clara ventaja para las blancas.
posibles. Algunas veces las negras juegan para 28 �a8 29 l:td4 'ifb6 30 a5 •a7 31 •g3
•••

. . . g5, con idea de ganar la casilla-eS , pero aquí 'ifb8 32 1i'g2! •a7
claramente eso no es realista. Probablemente la Pero aquí, en lugar de 33 �a4? i.xa4 34
posición esté sólo igualada (al menos, el propio :Xa4 •e3 ! con contraj uego, Shírov menciona
192 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

simplemente 33 l:l 1 d3 con idea de lLla4 con cla­ utilizada por las negias en una pocas aperturas,
ra ventaja. El resto de la partida no es importan­ específicamente en la Eslava y la Caro-Kann;
te para nuestra discusión, ganando las blancas ambas pueden llevar al tipo de estructura de
después de muchas complicaciones. Nótese peones que vemos en la partida siguiente.
que hasta este punto de la partida, los alfiles no
han jugado un rol significativo. Beliavski - Z. Almasi
Úbeda 1 997
He aquí un tipo diferente de Siciliana, pero
una vez más enfrentando a los alfiles contra el 1 d4 lLlf6 2 c4 e6 3 g3 dS 4 tLlf3 i.e7 S i.g2 0-0
espacio y el centro. Esta vez, esos factores se 6 0-0 dxc4 7 'ii'c2 a6 8 a4 i.d7 9 '6'xc4 i.c6 10
compensan bastante bien, y ninguno de los ban­ i.gS i.dS 11 'ii'd3 i.e4 12 'ii'e3 tLlbd7 13 tLlc3
dos posee nunca una ventaja clara. i.c6 14 '6'd3 i.b4 1S l:.fe1 i.xf3 ! ?
Una jugada nueva en una posición estándar.
Rublevski - Svídler En esta estructura las negras creen en sus caba­
Cto. Ruso por Equipos, Ázov 1 996 llos.
16 'i!lxf3 c6 17 l:ted1
1 e4 eS 2 tLlf3 lLlc6 3 i.bS g6 4 i.xc6 bxc6 S Beliavski indica 1 7 e4 'i!la5 1 8 e5 lLld5 1 9
0-0 i.gT 6 l:le1 tLlh6 7 c3 0-0 8 d4 cxd4 9 cxd4 i.d2 l:tfd8 como poco claro. Pero quizás era un
f6 10 lLlc3 d6 1 1 b3 i.d7 12 i.b2 lLlf7 intento mejor para jugar a ganar. Después de la
Este ya es un bonito y bien definido caso de siguiente, Almasi evalúa la posición como
espacio contra alfiles, y se mantiene así hasta igualada.
casi el final de la partida. 17 'ii'aS 18 h4 h6 1 9 i.d2 eS (D)
•••

13 'ii'c2 :es 14 h3
Evitando la activación de las piezas negras
luego de 1 4 l:lad 1 ? i.g4 ! 1 5 l:ld3 f5 .
14 .. .'ii"c7 1S .l:.ad1 l:lfe8 16 '6'd2 'ii'aS 17 dS B
Liberando el restante alfil de las blancas y
estableciendo un centro semicerrado para los
caballos.
17 cxdS 18 exdS i.h6 19 'ii'd4 lLleS 20
•••

lLlh2 ! ? 'ii'b6 21 '6'h4 i.gT 22 lLle4 l:tc2 23 i.d4


'ii'as 24 a4 i.fS 2S i.xeS fxeS 26 lLlg4 i.xe4
Es típico que los alfiles puedan cambiar los
caballos más fácilmente que viceversa; esto
neutraliza muchos potenciales ataques.
27 l:txe4 l:td2 28 l:txd2 'ii'xd2 29 lLle3 l:tf8
30 f3 l:tf4! 31 'ii'xe7 .l:.xe4 32 'i!le6+ �f8 33
'i!lxd6+ �g8 34 'ii'e6+ 'iPf8 3S '6'c8+ � 36 Esta jugada liberadora generalmente iguala,
'ii'e6+ lfz-112 al menos en posiciones análogas de la Eslava.
20 i.el l:.fe8 21 e3
Las líneas en las cuales uno de los bandos Aquí 21 e4 exd4 22 l:txd4 lLlc5 activa el ca­
cede los alfiles para establecer una situación ballo de las negras.
central sólida son cada vez más comunes. Ideal­ 21. l:tad8 22 '6'fS exd4 23 '6'xaS i.xaS 24
••

mente, sigue una jugada liberadora cuando cual­ .l:.xd4 lLlcS 2S l:lad1 l:txd4 26 l:txd4 .l:.d8 ! ? 27
quiera de los dos crea debilidades o activa sus b4 l:txd4 28 exd4 lLld3
caballos de manera suficiente para igualar. Esta­ Las negras igualaron, y eventualmente em­
dísticamente, los alfiles probablemente otorga­ pataron.
rán alguna ventaja en muchas posiciones de ese
tipo, pero hay variantes específicas en las cua­ El centro clásico e4/d4 o . . . e5/ . . . d5 contra los
les los caballos pueden sostenerse por sí mis­ alfiles se produce en algunas aperturas no es­
mos. Esta estrategia bastante poco inspirada es tandarizadas; dos ejemplos son 1 d4 lLlf6 2 i.g5
ALFILES CONTRA CABALLOS 2: PARES DE PIEZAS MENORES 193

e6 3 e4 h6 4 i.xf6 'ii'xf6, que es desequilibrada tiempo, yo estaba considerando la siguiente po­


pero con chances para ambos bandos, y 1 lL!f3 sición, después de 1 d4 dS 2 c4 lL!c6 3 lL!f3 i.g4
d5 2 g3 i.g4 3 i.g2 lL!d7 4 0-0 c6 5 h3 i.xf3 6 4 cxdS i.xf3 S gxf3 'ii'xdS 6 e3 (D) :
i.xf3 e5, donde el espacio de las negras les
otorga compensación por los alfiles. También
hay casos en los cuales los caballos apoyan una
estructura semicerrada con ventaja de espacio N
en uno de los flancos. Esto se produce en algu­
nas líneas del Gambito Dama, como en el ejem­
plo siguiente:

Van Wely - Gélfand


Tilburg 1 996

1 d4 dS 2 c4 c6 3 lL!c3 lL!f6 4 lL!f3 e6 S i.gS h6


6 i.xf6 'ii'xf6 7 e3 lL!d7 8 a3 g6 9 b4 i.g7 10
cxdS cxdS! ?
Más activa e s 1 0 . . . exd5 , pero esto expone a
las negras a un ataque de las minorías co11 b5 . Las negras se encuentran ante una elección
1 1 i.d3 0-0 12 0-0 'ii'e7 entre 6 . . . e6 y 6 . . . e5 . Soltis calificó de 'ilógica' a
Ahora se arribó a una situación estándar, con 6 . . . e5 ya que, dijo, "Las negras deberían buscar
el espacio de las blancas en el flanco dama una posición cerrada donde los alfiles blancos
como principal factor contra los alfiles. Pero las sean restringidos." Perrnítanme citar mis pro­
negras no tienen problemas para sacar sus pie­ pias palabras allí ( ¡ con la promesa de no hacer­
zas, y en consecuencia tampoco reales preocu­ lo de nuevo ! ) :
paciones. "En m i opinión, 6 . . . e 5 e s bastante lógica y
13 'ii'b3 lL!b6 14 a4 i.d7 1S lL!d2 ! ? lL!c8 16 en verdad teóricamente preferible a 6 . . . e6, por
:rct lL!d6 11 bS :res 18 aS 'ii'ds ejemplo, mejor en razón de principios genera­
Las negras han igualado. les . . . Cuando una partida está en la apertura o
en el temprano medio juego (por ejemplo, que
Los ejemplos de 'a' y 'b' se han caracteriza­ aún no hayan sido desarrolladas demasiadas
do por una falta de confrontación directa. Típi­ piezas y peones), suele ser favorable para quien
camente, el bando con los caballos restringe las tenga los dos alfiles y cierre inmediatamente la
posibilidades de los alfiles, pero hay poca ac­ posición, o bien para quien tenga los caballos, y
ción forzada para crear debilidades o puntos la abra lo antes posible.
fuertes. En la sección siguiente, vemos una es­ "Esto puede parecer paradójico, ya que los
trategia mucho más extrema. libros de texto desde siempre están enfatizando
que los alfiles gustan de las posiciones abier­
e) I nvirtiendo el sentido común tas, y los caballos las cerradas . . . Pero una cui­
La estrategia más frecuente y típica que surge dadosa mirada al ajedrez moderno revela que,
de los dos caballos es ignorada completamente en la práctica, la adquisición del par de alfiles
por los libros de medio juego. Es cuando el ban­ usualmente es seguida por una ralentización del
do con los caballos puede explotar una ventaja juego, mientras quien posee los caballos se es­
temporal (normalmente una ventaja en desarro­ forzará por abrir el juego y ' mezclar todo' . Esto
llo, que surge debido a lo que describo poste­ sucede por una buena razón. En la primera par­
riormente) para hacer volar la posición y en te de la partida la obtención de los dos alfiles
forma dinámica obtener concesiones del bando sucede a menudo al costo de tiempos y/o equili­
con los dos alfiles. Esto casi lleva a una suerte brio en nuestra posición. Si el poseedor de los
de regla de la cual les hablé antes en mi libro dos alfiles puede cerrar un poco la posición,
de 1 98 1 Queen 's Gambit: Chigorin Defence puede luego reorganizarse y planear una aper­
(Gambito de Dama: Defensa Chigorin). En ese tura de la posición que destaque la superioridad
194 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

natural de los alfiles. Esto es precisamente lo de los alfiles y los caballos. Todavía hoy es
que el poseedor de los caballos desea evitar. El instructiva. Después de años de experiencia, la
tiempo favorece a los alfiles, pero en la fase jugada de la variante de apertura de líneas 6 . . . eS
inicial del juego, a menudo están ubicados pasi­ está bien consolidada. El juego sigue normal­
vamente, necesitando cierto tiempo para en­ mente:
contrar sus mejores puestos. Los caballos, por 6 e5 7 lL!c3 i.b4 (D)
•••

otro lado, tienen una cierta flexibilidad natural


y un ' alcance' táctico que les permite crear
amenazas y forzar concesiones antes que los al­
files estén listos para actuar. Por eso, los caba­ B
llos necesitan líneas abiertas para permitir la
cooperación de las otras piezas. Frecuentemen­
te, por ejemplo, mediante una ruptura en el cen­
tro, el poseedor de los caballos podrá forzar a
los peones rivales a avanzar, creando puntos
fuertes permanentes para ellos, momento don­
de ya no resultan inferiores a los alfiles, ni si­
quiera a largo plazo."
Estos conceptos se mantienen bien en la ac­
tualidad, aunque probablemente los expresaría
hoy de manera algo diferente. Por ejemplo,
reemplazaría 'cerrar la posición' por 'estabilizar Ahora dos variantes ilustrarán la estrategia
la posición' , ya que el objetivo verdadero del del par de caballos de las negras.
bando con los alfiles es evitar rupturas dinámi­ 1: 8 a3
cas por parte del rival. La teoría de las aperturas 2: 8 i.d2
está repleta de ejemplos de esas rupturas de
peones para ganar puntos fuertes y/o actividad 1)
para los caballos; tanto es así, que la cantidad 8 a3 i.xc3+ 9 bxc3 lL!ge7 10 c4 'iid6 1 1 dS
de ellos abruma a los contraejemplos, en los lL!b8 12 i.b2 lLld7
que el poseedor de los caballos corre a cerrar la Un ejemplo perfecto de la utilización por
posición. Como vimos en el caso 'a' , esta última parte de las negras de su ventaja en desarrollo
situación sí suele surgir, pero solamente bajo para obligar a la creación de debilidades. Pri­
ciertas circunstancias restringidas. Modificaría mero, tienta a los peones blancos a avanzar, y se
ahora mi 'principio' anterior para cubrir el caso instala en el punto fuerte c5 .
'a' agregando que en general, si al momento de 13 h4 0-0 14 i.d3 (D)
ganar el par de caballos su poseedor ya tiene un
punto fuerte permanente (como en el ejemplo
Kárpov-Browne en 'a' ) o si el bando con los al­
files ya está paralizado con una debilidad ex­ N
plotable y permanente (como en la variante
Hübner de la Nimzoindia, también descripta en
'a'), entonces un intento de mantener la posi­
ción cerrada puede ser aconsejable. Pero de lo
contrario, las rupturas de los peones centrales y
otras aperturas de líneas suelen ser correctas.
Permítanme mostrarles todo lo que esto signifi­
ca con un ejemplo.
Volviendo al último diagrama, la Defensa
Chigorin fue el campo de batalla original en la
disputa entre Chigorin y los jugadores líderes de
esa época, con referencia a los méritos relativos 14 c6!
•••
ALFILES CONTRA CABAlLOS 2: PARES DE PIEZAS MENORES 195

¡ Abriendo líneas ! Otra vez, uno podría pen­ exd4 lL!f5+ 1 5 i.e3 lL!xd4 con muchas amena­
sar que, con c5 bajo firme control, las negras ju­ zas, por ejemplo, 1 6 i.e2 'ii'f5 1 7 i.xd4 'ii'x h7
garían sólidamente y mantendrían todo cerrado, 1 8 'ii'd2 'ii'x h2 19 0-0-0 c5 20 'ii'c 2 :xe2 con
como citamos en la sección 'a' . Pero el tiempo clara superioridad. Esta es la quintaesencia de
favorece a los alfiles, y antes que las blancas un ejemplo moderno acerca de cómo deben
completen su desarrollo, las negras las fuerzan manejarse los dos caballos. En el pasado, esas
a más debilidades. líneas siempre eran jugadas por las negras en
15 dxc6 forma sólida y lenta, llevando a la conclusión
Esto aísla al peón-e blanco y pierde la venta­ de que las blancas estaban mejor.
ja de espacio, pero 1 5 e4 dejaría un agujero en 10 l:tb1 b6 (D)
f4 luego de . . . lL!g6.
15 .'6'xc6 16 i.e4 'ii'e6 ! 17 :g1
••

La caza de peones mediante 1 7 i.xb7? es fa­


vorable a las negras luego de 1 7 . . . :ab8 1 8 i.d5 B
lL!xd5 1 9 cxd5 'ii'a6 ! .
1 7 f6 1 8 'ii'c2 �b8! (D)
••.

1 1 f4!
Esta es una interpretación típicamente activa
de la posición por parte de Kaspárov: las blan­
cas entregan provisoriamente un peón para acti­
var su centro y la pareja de alfiles. La cuestión
es hasta dónde las negras tienen suficiente
19 .l:tcl lL!c5 20 bS b6 21 a4 :ac8 ventaja de desarrollo para contrarrestar esto, y
Así se jugó en Moskalenko-Morozévich, cómo lo harán.
Moscú 1 994. Las negras están claramente me­ l l exf4 12 e4 lL!ge7 13 'iff3 0-0 14 i.xf4
...

jor por todas las razones clásicas: los peones 'ife6!


débiles -a, -e, -f y -h de las blancas, y su rey sin Aunque la elección de Smyslov 14 . . . 'ii'a3 1 5
refugio. i.e2 f5 1 6 0-0 fxe4 1 7 'ifxe4 'ifxc3 condujo a un
revoltijo de complicaciones y a tablas en Kas­
2) párov-Smyslov, Match de Candidatos (partida
8 i.d2 .ixc3 9 bxc3 'ii'd6 1 1 ), Vilnius 1 984, 14 . . .'ife6 es ciertamente más
La idea 9 . . . exd4 1 0 cxd4 lL!ge7 también es temática, no solamente amenazando el peón-a,
bastante jugable. Un buen ejemplo de cómo las sino preparándose para luchar por las casillas
negras deberían jugar activamente antes que blancas.
las blancas puedan consolidarse es 1 1 :g1 ! ? 15 i.b5
0-0-0 ! ? 1 2 :xg7 ( 1 2 f4 tiene l a idea d e i.g2, 1 5 i.e2 es contestada ahora con 1 5 . . . f5 ! y si
pero permite 1 2 . . . lL!xd4 ! 1 3 exd4 'ii'xd4 14 i.e2 luego 16 e5 ?, 16 . . . 'ii'x a2 resulta completamente
:he8 con un muy fuerte ataque, Savchenko­ segura, porque los peones de las blancas han
Furhoff, Berlín 1 99 1 ) 1 2 . . . :he8 ! 1 3 :xh7 ( 1 3 sido inmovilizados. 1 5 d5 ? ! falla por 1 5 . . . lL!xd5
'ii'b 3 lL!xd4 1 4 'ii'xd5 :Xd5 da igualdad; 1 3 i.c3 1 6 i.c4 :ad8, por ejemplo, 1 7 :d 1 :fe8.
'ii'h 5 ! ? 14 f4 'ii'x h2 1 5 :xf7 lL!d5 1 6 'ifg4+ Estamos siguiendo la partida por correspon­
�b8 con amenazas sobre e3 y c3) 1 3 . . . lL!xd4 1 4 dencia Bang-Boey, 1 986. Aquí Boey jugó 15 . . . a6
196 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

1 6 i.d3 , y ahora 1 6 . . .f5 ! era más sencilla e simplemente arrollaron en el flanco rey en
iguala completamente, como el lector puede Tukmákov-Vasiúkov, Cto. de la URSS, Moscú
verificar. Boey cazó en su lugar el peón-a, lo 1 969.
cual es incierto y arriesgado. La otra jugada con­ Aquí las negras permitieron erróneamente a
sistente es la inmediata 15 . . . f5 ! ? 16 e5 ( 1 6 d5 las blancas estabilizar la posición. La solución
fxe4 1 7 dxe6 exf3 1 8 i.xc7 l:f6 resulta tablas) correcta era abrir el terreno, explotando su pro­
1 6 . . . a6 1 7 i.a4 lt:Ja5 con subsiguientes jugadas visoria ventaja en el desarrollo, aún al precio de
posibles como . . . 'ii'd5 y . . . b5, estableciendo un liquidar los peones blancos doblados. Veamos
cerco sobre las casillas blancas - suficiente cómo funciona esto:
para obtener la igualdad. 6 c6! 7 lt:Je2 dS! 8 cxdS cxdS 9 exd5 lt:Jxd5
•••

10 0-0 lt:Jc6 1 1 l: b1 (D)


Estas partidas no son teóricamente dema­ Ahora las negras tienen ventaja central, es­
siado importantes, pero la técnica demostrada pecialmente con buenas perspectivas de utilizar
por el bando con los caballos - dando prioridad las casillas blancas. Si las blancas intentan en
a las líneas abiertas y forzando debilidades, su lugar 1 1 d4, luego de l l . . .exd4 1 2 cxd4
mientras el rival está aún retrasado en el desa­ i.g4 ! crea más debilidades (luego de f3, la casi­
rrollo - puede verse en todo el ajedrez moder­ lla-e3 sobre una columna abierta y el peón-d4
no. aislado garantizan a las negras un mejor juego).
De esta manera, las blancas tratan de activar su
Vayamos a una apertura más estándar, en que torre.
las negras se apuran a ceder la pareja de alfiles
sólo para estropear levemente la estructura de
peones del rival. En la Apertura Inglesa luego
de 1 c4 eS 2 lt:Jc3 lt:Jf6 3 g3, 3 ..tb4 (como al­
•••
N
ternativa opuesta a 3 . . . d5 o 3 . . . c6) ha sido deno­
minada 'Variante Moderna' . Fue poco usada
hasta que Smyslov y otros revelaron su poten­
cial en los años sesenta. Después de 4 i.g2 0-0,
las blancas tienen la jugada aseguradora (a la
Botvínik) 5 e4! ? , donde 5 ..txc3 6 bxc3 (D)
••.

aparecería a primera vista como promisoria


para las blancas, apoyando su pareja de alfiles
con una gran masa de peones centrales.

l l lt:Jb6
...

N En la partida Budníkov-Naumkin, Lloyds


Bank Masters, Londres 1 993, las negras ejer­
cieron una presión similar sobre las casillas
blancas : l l . . ..l:.b8 ! ? 12 i.a3 .l:.e8 13 .l:.b5 ? ! (se
sugirió 1 3 c4 lt:Jb6 14 d3 i.f5 15 .l:.b3, pero lue­
go las negras ganaron el punto fuerte d4, au­
mentando el valor de su pareja de caballos)
13 . . . i.e6 14 'ii'b l 'it'd7 15 .l:.e l a6 16 .l:.b2 b5 1 7
d 3 i.f5 ( o 1 7 . . . i.g4 ! ?) y las negras quedaron
mejor. Adviértase cómo la presión central y las
líneas abiertas se convierten rápidamente en
puntos fuertes para los caballos y buenas casi­
Por ejemplo, 6 . . . d6 7 d3 lt:Jbd7 8 h3 lt:Jc5 9 llas para el alfil : 1 8 'ii'd l i.h3 ! 1 9 i.h l i.g4 20
lt:Je2 i.d7 1 0 i.e3 i.a4 1 1 'ii'd2 .l:.e8 1 2 0-0 'ii'd 2 .z:tbd8 ! ? (20 . . . lt:Jb6 ! ) 2 1 i.c5 ! 'ii'f5 22 f3
lt:Jfd7 1 3 f4 a6 14 f5 f6 1 5 g4, y las blancas i.h3 23 .l:.d l h5 24 ..tf2? 'ii'g 6 ! 25 a4 i.f5 26
ALFILES CONTRA CABALL OS 2: PARES DE PIEZAS MENORES 197

axb5 axb5 27 d4 li:)a5 ! 28 :Xb5 lbc4 29 t!i'a2 . . . y las blancas están ganando el final .
.id3 ! , y las piezas negras dominaron el tablero. Aun sin conocer la teoría, uno puede bien
12 d4 imaginar que una construcción lenta de las blan­
Esto provoca a las piezas rivales a estable­ cas (con, digamos, d3, li:)bd2, b3, y i.b2) nunca
cerse en d5 y c4, pero la sencilla 1 2 'ii'c 2 .ie6 hubiera creado la actividad y las perspectivas
1 3 d3 1i'd7 deja el peón-d débil en una columna para los caballos que la violenta apertura de lí­
abierta. neas realizada por Fischer.
12 .ie6 13 a4 .ie4! 14 :tel t!i'd7 1S i.a3
•••

:tfd8 16 i.eS li:)dS He aquí otro ejemplo de alto nivel en la


Las negras están mejor, Pfibyl-Hecht, Luha­ Apertura Inglesa con . . . .ib4 y . . . .ixc 3 :
covice 1 972.
En cada ejemplo, las negras convirtieron su Kaspárov - Kárpov
desarrollo y presión en el control de un comple­ Match por el Cto. del Mundo (partida 16),
jo de color. La rigidez en la estructura de peo­ Sevilla 1 987
nes de las blancas fue causada por la pronta
apertura de la posición por parte de las negras. 1 e4 eS 2 li:)c3 li:)f6 3 li:)f3 li:)e6 4 g3 i.b4 S i.g2
En la siguiente partida, es el tumo de las 0-0 6 0-0 :es 7 d3 .ixc3
blancas para jugar con estas mismas ideas : Otro cambio voluntario, para tratar de dañar
la estructura de peones blancos.
Fischer - Spasski 8 bxc3 e4 9 li:)d4 h6
Match (partida 11 ), Para evitar i.g5 . Ahora a las negras les
Sveti Stefan/Belgrado 1992 agradaría jugar 10 . . .li:)xd4 1 1 cxd4 d5 , por eso
las blancas hacen una jugada que luce excéntri­
1 e4 eS 2 li:)f3 li:)e6 3 i.bS g6 4 i.xe6 bxe6 S ca:
0-0 i.g7 6 :tel eS 7 b4! ? 10 dxe4! li:)xe4 1 1 t!i'e2 (D)
Las pocas jugadas siguientes son u n clásico
ejemplo del bando con los caballos tratando de
abrir la posición, y del bando con los alfiles
procurando mantenerla cerrada en lo posible. N
7 exb4 8 a3 eS ! ? 9 axb4 exb4 (D)
•.•

Una posición interesante. A primera vista,


uno podría pensar que el juego de las negras
consiste en bloquear la posición (particular­
mente c5) con los caballos, cerrando todo, y lue­
go teniendo como objetivo los peones-c . Pero
10 d4! exd4 1 1 i.b2 d6 12 li:)xd4 t!i'd7 13 eso daría a las blancas el tiempo que necesitan
li:)d2 .ib7 14 li:)e4 %6 1S li:)fS ! ? .ixb2 16 para activar sus alfiles y lanzar hacia adelante
li:)exd6+ 'iii>f8 17 li:)xb6 f6? sus peones-e y -f. La solución correcta implica
Es mejor 1 7 . . . i.xa l 1 8 'ii'x al t!i'xd6. abrir la posición y liquidar voluntariamente los
18 li:)df7! 'ii'x d1 1 9 :taxd1 'Í;e7 20 li:)xbS peones doblados blancos:
lhh8 21 li:)fS+! gxfS 22· exfS+ .tes 23 f4 l l ...dS !
198 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Esto incrementa enormemente la efectividad los alfiles rivales, frecuentemente tiene prefe­
de los caballos. Ahora, por ejemplo, . . . li)a5 , rencia sobre el mantenimiento de debilidades
para ganar las casillas blancas, resulta una ame­ en su posición.
naza real, de modo que las blancas tienen que 14 f3 li)d6 1S e4 'ii'c5 16 i.e3 li)dc4 17 i.f2
reaccionar rápidamente. 'it'e7 18 l:tad1 i.d7 19 f4
12 cxdS Las blancas han alcanzado buena movilidad
Los alfiles blancos serían pasivos luego de de peones (compárese con el comentario a la
1 2 l:td l li)xd4 1 3 l:txd4 'iif6 1 4 e3 i.f5 ! , y 1 2 jugada 1 3) . Las perspectivas son aproximada­
i.e3 li)xd4 1 3 cxd4 ( 1 3 i.xd4 i.f5) permite mente iguales.
simplemente 1 3 . . . c6, con la amenaza posicio­ 19 l:tad8 20 eS i.g4 21 li)fS ! ? 'ii'e6 22
•••

nal . . . li)d6 (los alfiles blancos otra vez son pasi­ :xd8 l:txd8 23 li)d4 'it'c8! 24 fS? !
vos). Finalmente, Kárpov indica 1 2 li)b5 i.f5 Natural, pero basada e n una evaluación erró­
1 3 cxd5 li)xg3 1 4 e4 li)xfl 1 5 exf5 ( 1 5 dxc6 nea de la posición con los dos alfiles que sigue.
i.xe4 1 6 i.xe4 'iih4) 1 5 . . . l:.e l 16 ..txfl 'it'xd5 , Kárpov indica la interesante línea 24 l:te l c5 25
intentando 1 7 li)xc7 'it'c4. li)f3 i.xf3 26 ..txf3 l:td2 27 'it'e4 l:txa2 ! ? 28 f5
12 'it'xdS 13 e3 (D)
••• 'it'c6 29 'ii'g4, que luce muy promisoria para las
Ahora el alfil-e l de las blancas luce misera­ blancas, pero aquí 28 . . . li)d2 29 'it'g4 li)xf3+ 30
ble, y típicamente, las líneas tácticas favorecen 'iixf3 'ii'c 6 podría estar bien, en vista de 3 1
al bando más activo, por ejemplo, 1 3 l:td l ..tf5 'i!i'xc6 li)xc6 3 2 e6 'iit f8 ! 33 i.xc5+ �e8 .
1 4 li)xf5 ( 1 4 f3 li)f2) 1 4 . . . 'it'xf5, con idea de 1 5 24 cS ! 2 S 'ii'e4 cxd4 26 'ii'xg4 li)xe5 ! ?
• • •

f3 ? li)xg3 ! . Luego, se sugirió 2 6 . . . dxc3 ! 2 7 e 6 li)e5 con


idea de . . . f6. Ahora las negras al menos logran
posición igualada, de modo que anoto el resto
de la partida sin comentarios:
N 27 'ii'e2 li)ec6 28 cxd4 li)xd4 29 ..txd4?!
l:txd4 30 f6 'i!i'e6 31 'i!i'b2 'ii'e3+ 32 �h1 b6 33
fxg7 li)c4 34 'i!i'c2 <t;xg7 3S i.dS li)d6 36 'ii'b2
'i!i'eS 37 i.b3 aS 38 'i!i'f2 fS 39 'i!i'b2 bS 40 a3
'itg6 41 'ii'f2 0- 1

Mayer denomina a la apertura de la posición


por parte de los caballos ' incrementar la veloci­
dad de los caballos ' . Señala como ejemplo uno
de los bien conocidos clásicos:

Anderssen - Paulsen
13 li)aS ! ?
••• Viena 1873
Abrir e l juego h a permitido ganar casillas
para los caballos (en este caso c4) ; pero esta ju­ 1 e4 eS 2 li)f3 d6 3 d4 exd4 4 'it'xd4 li)c6 S
gada también abandona la presión sobre la po­ i.bS i.d7 6 ..txc6 ..txc6 7 i.gS li)f6 8 li)c3
sición de las blancas. La línea activa 1 3 . . . li)xd4 ! i.e7 9 0-0-0 O-O 10 l:thel l:te8 1 1 �b1 i.d7 12
( ¡ librando a las blancas de otra debilidad ! ) hu­ i.xf6! i.xf6
biera controlado las casillas claves de una for­ Las blancas ceden primero un alfil y luego el
ma más segura. Kárpov indica 1 4 cxd4 c6, otro, para adelantarse en el desarrollo. Ahora
manteniendo ineficaz al alfil de casillas negras, transforman correctamente esto jugando activa­
por ejemplo, 1 5 ..tb2 i.f5 1 6 f3 ? ! li)xg3 1 7 e4 mente para abrir la posición y forzando debili­
li)xe4 1 8 fxe4 i.xe4, en cuyo caso el ataque las dades permanentes en la posición de las negras.
negras hubiera sido demasiado fuerte. El resto de la partida luce tan moderno como
El punto clave de las jugadas 1 1 y 1 3 en esta parece.
línea es que el establecimiento de buenas casi­ 13 eS ! i.e7 14 li)dS i.f8 1S exd6 cxd6 16
llas para nuestros caballos, y la limitación de l:txe8! i.xe8 17 li)d2! i.c6 18 li)e4 fS 1 9 li)ec3
ALFILES CONTRA CABAUOS 2: PARES DE PIEZAS MENORES 199

Dominación del punto fuerte. eso era necesaria 9 . . . e6 ! , seguida de . 0-0, don­
. .

19 Ji'd7 20 a3 "ikf7 21 h3 a6 22 g4 :es 23


•. de las blancas están solamente algo mejor.
f4 l:e6 24 g5 ! 10 i.b5 ! �f8 11 i.xc6 bxc6 12 dxe5 dxe5
El gran apretón. 13 'ii'a4 'ii'd6 14 tl:lb3 !
24 ... b5 25 h4 :tes 26 'ii'd3 l:tbS 27 h5 a5 2S Una típica indemnización por una ventaja en
b4! axb4 29 axb4 'it'xh5 30 'ii'xf5 'ii'f7 31 'it'd3 el desarrollo, combinada con un juego agresivo
i.d7 32 tl:le4 'ii'f5 33 l:h1 :es 34 tl:lef6+! gxf6 de peones. Las blancas han ganado un punto
35 tLlxf6+ <M7 36 lhh7+ i.g7 37 J:xg7+! � fuerte para su caballo en c5, y su presión central
3S tl:lxeS+ �f8 39 'ii'xf5+ i.xf5 40 tl:lxd6 continúa.
y las blancas ganaron rápidamente. 14 i.d7 15 l:d1 'fke7 16 tl:lc5 i.eS 17 b4
•••

He aquí la misma idea en un contexto más �g7 1S 0-0 (D)


moderno, empleada por uno de los grandes
maestros con los caballos.

Petrosián P. M . Nielsen
-
N
Memorial Nimzowitsch, Copenhague 1 960

1 d4 f5 2 i.g5 g6 3 tl:ld2 i.g7 4 c3 tl:lf6 5 e3 d6


6 tl:lgf3 tl:lc6 7 'ii'b3 h6? S i.xf6 i.xf6 9 e4! (D)

Los alfiles no tienen perspectivas. El resto es


casi automático:
1S .. .:CS 1 9 'it'a6 fxe4 20 tl:ld2 e3 21 tl:lde4!
exf2+ 22 .l:txf2 i.g5 23 l:txf8 �xf8 24 tl:lxg5
hxg5 25 'it'b7 1 -0

Retomemos a un ejemplo de doble peón-e.


Nótese cómo Adams, en la siguiente partida, no
Abriendo la posición para crear debilidades, está conforme con tener espacio como compen­
y de ese modo, puestos para los caballos. Las sación a los alfiles, sino que además ataca agre­
blancas pueden darse el lujo de e3 y luego e4, sivamente con sus peones para transformar ese
en ambos casos porque tienen un desarrollo su­ espacio en una mejora del alcance de sus caba­
perior y porque las negras no pueden enrocar. llos.
Es importante mencionar aquí que si las blan­
cas solamente efectúan lentas jugadas de desa­ Adams - Conquest
rrollo, y permiten a las negras consolidarse, el Hastings 1 9960
segundo jugador podría incluso estar mejor, de­
bido a su pareja de alfiles. 1 e4 eS 2 tl:lf3 tl:lc6 3 i.b5 a6 4 i.a4 d6 5
9 ... e5? i.xc6+ bxc6 6 d4 f6 7 c4 tl:le7 S tl:lc3 tl:lg6 9
Como es usual, el bando con los alfiles (que i.e3 i.e7 10 0-0 0-0 1 1 h3 �hS 12 J:cl i.d7
para obtenerlos, como suele suceder, ha quedado 13 'it'e2 \teS 14 eS !
retrasado en el desarrollo) necesita estabilizar Esto se anticipa a . . . exd4 y . . c5, además de
.

la posición tanto como sea posible, consolidar­ restringir los alfiles negros.
la, y sólo después comenzar a pensar en reini­ 14 ... 'it'b7 15 .:t'd1 J:adS 16 b3 i.eS 17 h4!
ciar operaciones para realizar la ventaja. Por tl:lf4
200 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

La idea de las blancas se evidencia con 1 7 ... h6 sus peones en casillas blancas. También es muy
1 8 h5 ltlf4 1 9 ..txf4 exf4 20 ltlh4 con un magní­ importante destacar que las negras no tienen un
fico caballo. caballo capaz de bloquear la casilla crítica e5,
18 ..txf4 e:xf4 19 ltla4 ..thS 20 dS! 'iib S ?! 21 que posiblemente aplacaría el ataque.
ltlc3 ! 'ii'xe2 22 ltlxe2 13 ... 0-0 14 ..tgS f6
Ahora ambos caballos están potencialmente Las blancas pueden responder a 1 4 . . . ..tf6
dirigidos a e6. con 1 5 1i'd2 ! , luego de lo cual las negras tienen
22 fS!
.•• que lamentar además sus debilidades en el flan­
22 . . . cxd5 ? 23 ltlxf4. co rey.
23 ltl:xf4 fxe4 24 lLlxhS exf3 2S cxd6 J:.xd6 1S ..tf4 gxfS
26 dxc6 l:h6? Una opción instructiva es 1 5 . . . g5 1 6 ..txd6 !
Las blancas están mejor, pero esto pierde. ..txa4 1 7 l:lxa4 'ii'xd6 1 8 e5 ! (una ruptura de
27 ltlg3 fxg2 28 hS ! 'iitg8 29 l:d7 ..ta3 30 peón central para crear puestos inexpugnables
l:.c2 l:tf7 31 �xg2 .tes 32 l:td8 l:tfl'6 33 l:tc4 para los caballos) 1 8 . . .fxe5 19 ltlxg5 b5 20
l:xc6 34 lLlfS 1-0 l:txb4 ! cxb4 2 1 ltlce4 y el ataque de las blancas
En vista de 34 . . . :the6 35 l:.xc6 l:txc6 36 fue demasiado fuerte en Gheorghiu-Kertesz,
ltle7+. Kowanija 1 984. Era difícil poder manejar las
ideas de 'ii'h5 , ltle6, y f6, además de d6 y
¿Qué hay del Campeón Mundial? No resulta 'it'd5+.
sorprendente que prácticamente toda vez que 16 ..txd6 ..txa4 17 l:txa4 1i'xd6 18 lllh 4! (D)
Kaspárov queda con el par de caballos, conti­
núa inmediatamente con una serie de golpes
para abrir líneas.

Kaspárov Nunn -

Olimpíada, Lucerna 1 982

1 d4 ltlf6 2 c4 e6 3 ltlc3 eS 4 dS exdS S cxdS d6


6 e4 g6 7 f4 ..tg7 8 ..tbS+ ltlfd7 9 a4 ltla6 10
ffi ltlb4 1 1 0-0 a6 (D)

La culminación de una combinación maravi­


llosa. Esto tuvo que estar previsto ( 1 8 exf5 ??
l:tad8). Ahora la casilla-f5 prácticamente gana
la partida por sí sola. Utilizar la apertura de lí­
neas y mecanismos de sacrificio para crear pun­
tos fuertes para los caballos forma parte del
juego moderno.
18... fxe4 19 ltlfS 'it'd7 20 ltlxe4 �h8
Las opciones son igualmente desalentado­
ras: 20 . . . l:tae8 2 1 1i'g4 o 20 . . . ltlxd5 2 1 1i'xd5+ ! .
12 ..txd7+! ..txd7 13 fS! 21 ltlxc5 1 -0
Una idea destacable del enamorado de los al­ Las negras abandonaron ya que seguía
files: Kaspárov. 2 1 . . .1i'xd5 22 'ili'xd5 ltlxd5 23 ltle6 ! . Una parti­
Nótese que una vez que las blancas cambian da elegante. Toda vez que se comienza a exami­
su alfil de casillas blancas, provocan rupturas nar el ajedrez moderno, se observa esta idea - el
para abrir líneas, y al mismo tiempo colocan bando con los caballos abriendo líneas - en casi
ALFILES CONTRA CABALLOS 2: PARES DE PIEZAS MENORES 201

todas las aperturas. Aun en posiciones visual­ contra dos alfiles, ya que se llega al desequili­
mente malas, habitualmente se deberían hacer brio luego de . . . .txc3. Sin embargo, lo que po­
esfuerzos para abrir líneas, como en el ejemplo dría sorprender al lector es en cuántas de esas
siguiente: líneas las negras (con el par de caballos) se es­
fuerzan por abrir la posición. Y a hemos visto el
caso de la Nimzoindia clásica, con una estruc­
tura de peones fija en el flanco dama, en la cual
N las negras atacan los peones-e doblados, diga­
mos, con . . . .ta6 y . . . lüa5 . Pero son mucho más
comunes las estructuras de peones flexibles en
las cuales las negras deben actuar rápidamente,
teniendo en cuenta que el tiempo está del lado
de los alfiles. Los libros de medio juego gene­
ralmente ignoran este caso más típico, proba­
blemente porque el juego flexible es siempre
más difícil de describir que el estático. Para
sentir el gusto de cómo realmente se juega la
Nimzoindia moderna, veamos una serie de ejem­
plos de la muy actual variante 4 'ii'c 2.
Yudasin - Av. Byjovski
Beersheba 1 996 Krámnik - Anand
Linares 1 998
En esta partida, de algún modo, las negras
han perdido todas las casillas negras del flanco 1 d4 e6 2 c4 lüf6 3 lüc3 .tb4 4 'ii'c2 0-0 S a3
rey. Después de unas pocas jugadas, las blancas .txc3+ 6 'ii'xc3 b6 (D)
ganarán mediante alguna combinación de la En el capítulo 3, mencioné otro ejemplo ex­
ruptura c4, liberando los alfiles, y el avance a5, tremo, donde se trata de abrir por la fuerza la
activando las torres; incluso f3 y g4 son en últi­ posición para los caballos, 6 . . . b5 ! ? 7 cxb5 c6 S
ma instancia una amenaza. ¿Deberían las negras bxc6 lüxc6, por ejemplo, 9 lüf3 .ib7 1 0 .ig5
esperar agazapadas, y mantener la posición tan l:.cS con juego de piezas muy activo. Que este
cerrada como fuera posible, digamos, mediante concepto es al menos plausible, se demuestra
. . . c6? Eso seguramente perdería a largo plazo; por el hecho de que en la jugada S, las blancas
en su lugar, la clave es abrir líneas. frecuentemente declinan tomar en c6.
18 cS! 19 .tf6 0-0 20 'ii'd2! ?
•••

Para infiltrar e l flanco rey.


20 �h7!
•••

Ahora que . . . :gs está disponible para la de­


fensa, las negras están listas para abrir la co­
lumna-c.
21 aS bS 22 a6 cxd4! 23 cxd4 :c4 24 l:.fb1 !
También 24 c 3 :feS con idea de . . . b4 toma la
iniciativa; adviértase cómo el caballo-f5 ha to­
mado un papel activo.
24 lüxd4 2S .ixe7 'ii'xe7 26 c3 lüc6 27
•.•

l:txbS lüxeS 28 :b7 'iWcS!


Las negras, con un centro fuerte y un caballo
activo, han alcanzado una aproximada igual­
dad.
7 .tgS .ib7 8 lüf3
No es sorprendente que la Nimzoindia esté Desde hace poco, otra vez popular. Otra par­
repleta de ejemplos de dos caballos enfrentados tida que ilustra nuestro tema siguió S f3 h6 9
202 Los SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

.ih4 d5 1 0 cxd5 ? ! exd5 1 1 e3 .Z::. e 8 1 2 .tf2 c5 ! y ...:es muestra cuán fácilmente las negras pue­
las negras, debido a su desarrollo y a la apertura den crear debilidades y ganar casillas como d5.
de las columnas -e y -e, ya quedaron levemente Y luego de 1 2 cxd5, tanto 1 2 . . . .!üxd5 13 .ixd8
mejor en Seirawan-Kárpov, Rotterdam 1 989; .!üxc3 (luego de algunas complicaciones) como
aquí 13 dxc5 ? d4 ! 14 'ii'd 2 dxe3 1 5 .ixe3 'ii'e 7 12 . . . cxd4 1 3 'ii'xd4 e5 14 'ii'a4 .ixd5 igualan.
es obviamente mala para las blancas. 12 bxc5 13 .id3 'ifb6 14 0-0 h6 15 .ih4 aS
•••

8 d6 9 �2 lübd7 10 f3 (D)
••• 16 .tf2 a4 (D)

N B

10 d5
••• Afianzando el flanco dama. Este tipo de po­
Psajis indica la instructiva línea 1 0 . . . c5 1 1 e4 sición se produce cada tanto; las negras normal­
cxd4 ! ? 1 2 'ii'xd4 'ii'c 7 1 3 .te2 .Z::. fe8 14 0-0 d5 mente tienen tiempo para compensar los alfiles,
1 5 exd5 exd5 con igualdad. Abriendo la posi­ debido a su superior centro y espacio en el flan­
ción, las negras pueden obtener casillas para co dama. Los alfiles blancos no son malos, pero
sus caballos ; si en lugar de eso las negras demo­ difícilmente luego llegarían a ser activos.
ran . . . cxd4 o . . . d5 por demasiado tiempo, las 17 .Z::. fel :t'e8 18 l:.ab1 .ia6 19 'ii'c2 lüe5 20
blancas jugarán d5 ellas mismas, consolidándo­ .tn 'ii'c6 21 .ig3 lüed7 22 .tf2 .!üeS 23 h3
se, y luego activarán sus alfiles mediante even­ .!üfd7 24 f4? !
tuales avances de peón. De cualquier modo, Seirawan criticó esta jugada, indicando 24
1 0 . . . d5 es aún más directa. cxd5 exd5 25 e4 .ixfl 26 exd5 'iVxd5 27 lüxfl ;
1 1 e3 eS! en ese caso, las negras, entre otras jugadas, tie­
Similar e instructiva era 1 l . . . .Z::. e 8 1 2 .id3 nen 27 . . . 'it'd3 ! ? 28 .Z::.b c 1 'ii'x c2 29 .Z::. x c2 lüd3
h6 (Timman ha jugado también aquí 12 . . . e5, 30 .Z::. d 1 lü7e5 con juego igual.
abriendo líneas) 13 .ih4 c5 1 4 dxc5 ? ! ( 1 4 cxd5 24 .!üxc4 25 lüxc4 .ixc4 26 .ixc4 dxc4 27
•••

cxd4 ! 15 'ii'xd4 e5 ; 14 0-0 cxd4 15 exd4 .Z::. c 8 'ii'xc4 .Z::. ab8 28 .Z::. e2 .Z::. b3 29 .Z::.d 1 lüb6 30 'it'cl
'con juego fácil' - Timman) 14 ... .!üxc5 15 .ie2 eS!
e5, amenazando . . . d4, en I.Sokolov-Timman, De nuevo, sin esperar pasivamente. Ahora la
Rotterdam 1 998. Esto forzó la apertura de la actividad y los peones-e y -b débiles aseguran a
posición con 16 cxd5, pero las negras desarro­ las negras al menos el equilibrio.
llaron una tremenda actividad (y magníficos ca­ 31 e4 exf4 32 'ifxf4 lüc4 33 eS 'ii'e6 34 .txcS
ballos) luego de 16 . . . g5 1 7 .if2 .!üxd5 1 8 'ii'c 2 lf7..1h.
.l:.c8 19 b4 lüe6 20 'ii'b 2 e4 ! 2 1 lüxe4 f5 22 lüg3 No 34 . . . .!üxe5 ?? 35 l:de 1 lüd3 36 'ii'x a4 ! ,
f4 23 exf4 lüexf4 24 0-0 lüc3 con gran ventaja. pero tanto 3 4. . . lüxb2 como 3 4. . . .Z::. x b2 resultan
12 dxcS buenas para las negras.
Esto es una concesión, otorgando a las negras Este ejemplo sobrepasa un poco los temas de
la ventaja central; pero las blancas tienen pro­ la sección 'b' . He aquí algunos ejemplos más
blemas para mantener el centro. Una línea como radicales de 'apurar los caballos' en la Nim­
1 2 .ie2 cxd4 1 3 exd4 ( 1 3 'ii'xd4 e5) 1 3 . . . dxc4 y zoindia con 4 'ii'c 2:
ALFILES CONTRA CABALLOS 2: PARES DE PIEZAS MENORES 203

M iles - de Firmian 'desaceleraría' los caballos y aprovecharía la


Torneo lnterzonal, Manila I 990 ventaja de una estructura de peones más estáti­
ca.
1 d4 tLlf6 2 c4 e6 3 tLlc3 .ib4 4 'ifc2 eS S dxcS 10 tLla4 1 1 'ifb3 bS 12 e4 a6 13 tLle2 (D)
••.

tLla6 6 a3 Jtxc3+ 7 'ifxc3 tLlxcS 8 f3 dS! ?


Años d e teoría han confirmado que l a lenta
maniobra 8 . . . d6 permite a las blancas desarro­
llarse y utilizar gradualmente sus alfiles, por N
ejemplo, 9 e4 e5 ! ? (o la más moderna 9 . . . 0-0 1 0
.ie3 b 6 1 1 l:.d 1 'ife7 1 2 tLle2 con una pequeña
pero definida ventaja) 1 O Jle3 'ilc7 1 1 tLle2
Jle6 1 2 'ifc2 ! 0-0 1 3 tLlc3 con ventaja, Flohr­
Botvínik, Match (partida 6), Moscú/Leningra­
do 1 933.
Por eso de Firmian introdujo 8 . . . d5 ! ?, que
trata de interferir con la construcción estándar
de las blancas antes que ellas se desarrollen. El
objetivo es acelerar los caballos, y la mejor res­
puesta es tratar de hacerlos más lentos.
9 cxdS (D) Para contestar a 1 3 . . . exd5 con 1 4 e5. Adviér­
tase, nuevamente, cómo las blancas quieren ce­
rrar la posición para los alfiles, mientras las
negras necesitan abrirla. La posición del dia­
N grama se ha producido varias veces, y proba­
blemente esté aproximadamente igualada.
13 0-0 14 JlgS h6 1S Jlh4 exdS 16 eS
•••

l:.e8!!
Un sorprendente sacrificio de pieza. Las blan­
cas contaban con 1 6 . . . g5 1 7 Jlf2. En el curso de
lo que sigue, aunque los caballos funcionan
maravillosamente, lo específico no es impor­
tante para nuestra tesis. De manera que sola­
mente daremos las jugadas con notas pequeñas,
para regocijo del lector.
17 f4!?
9 b6!
••• Basta decir que se dedicaron muchos análi­
El punto. 9 . . .'ifxd5 10 e4 es claramente me­ sis a 1 7 exf6 d4, siendo crítica 1 8 'ii'd 3 tLlb2 1 9
jor para las blancas. 'ifc2 tLlc4 con juego poco claro.
10 b4! ? 17 gS ! 18 .if2 tLle4 19 .id4 .ie6
.•.

E s difícil resistirse, pero otra jugada d e peón Ciertamente ahora los caballos lucen bien.
puede no ser la mejor. Primero, adviertan que Por otro lado, las blancas han mantenido la po­
1 0 dxe6 Jlxe6 es enormemente dificultosa para sición cerrada, con probable igualdad.
las blancas; las negras tienen una inmensa ven­ 20 'iff3 l:tc8 21 fS! Jld7 22 tLlg3?
taja en desarrollo y la dama blanca es un objeti­ Esto permite una magnífica combinación.
vo, mientras aparecen jugadas como . . . tLlb3, Mayer analiza en profundidad las opciones 22
. . . l:tc8, y . . . tLld5 o . . . tLlh5 . Y luego de 1 0 e4, de e6 y 22 h4, luego de las cuales las blancas sos­
Firmian indica 1 0 . . . exd5 1 1 e5 tLlfd7 1 2 tLlh3 tienen el juego.
0-0 1 3 Jle2 l:.e8, y las negras están mejor. 22 .l:.xe5 ! ! (D)
••

La mejor jugada probablemente es 1 0 Jlg5 ! , La idea es 23 Jlxe5 'ife8 con un ataque de­
para emparejar e l desarrollo y simplificar lue­ vastador, de modo que Miles declina la oferta,
go de e3 y tLle2 con uri oportuno .ixf6. Esto pero nunca puede recuperarse.
204 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

jugadores líderes que el único camino correcto


de las negras es abrir la posición, mediante el
B cambio radical de la estructura de peones. He
aquí una de las líneas principales:
7 ...li)c6
Para ilustrar mi concepto, vean aquí otras
dos líneas principales. Una es 7 . . . c5 ! ? 8 dxc5
li)c6 9 cxd5 exd5 lO l[)f3 i.f5 1 1 b4 0-0 1 2
i.b2, variante bien investigada, en l a cual las
negras alivian su posición abriendo el juego y
desarrollándose rápidamente. Si las blancas de­
sarrollan sus piezas, ganan, pero la sorprenden­
te continuación 1 2 . . . b6 ! ? 1 3 b5 bxc5 14 bxc6
'ii'a5+ 15 li)d2 l:1ab8, sacrificando una pieza,
23 i.e2 'ii'e8 24li)h5 .:txf5 25 'i!i'eJ .:tcJ! 26 continúa siendo debatida en el momento de es­
i.xc3 li)axc3 27 i.g4 d4 28 'ii'xd4 li)c5+! 29 cribir esto; las negras se mantienen por sí mis­
�d2li)b3+ 30 �xc3li)xd4 31 i.xf5 'ii'e3+ 32 mas.
i.d3 i.f5 33 l:.ad1li)e2+ 34 �c2 'ii'e5 35 <iii>d2 Muy interesante es también 7 . . . e5 ! ? ( ¡ otra
'ii'h2+ 36 <it?eJ i.g4 37 .:td2 'ii'd4# (0-1) apertura de líneas !). Atalik-Shaked, Nueva York
1 998, siguió con 8 cxd5 'ii'xd5 9 e3 exd4 1 Oli)f3
Continuando con la Nimzoindia 4 'ii'c 2, la lí­ li)d6 1 1 li)xd4 i.d7 1 2 i.d2li)c6 1 3 li)e2 ! ? ( 1 3
nea 1 d4li)f6 2 c4 e6 3li)c3 i.b4 4 'ii'c2 d5 5 a3 li)xc6 i.xc6 1 4 f3 0-0-0 es completamente equi­
i.xc3+ 6 'ii'xcJli)e4 7 'ii'c2 (D) proporciona un librada) 1 3 . . . i.f5 14 'ii'c 1 li)e4 1h-1h; las negras
ejemplo básico del juego moderno con los dos pueden tener todavía una pequeña ventaja.
caballos. 8 e3
La antigua línea con 8li)f3 e5 9 dxe5 i.f5 1 O
'ii' b 3 provee un buen ejemplo de cómo los caba­
llos se benefician del desarrollo y juegan sobre
N un complejo de color (aquí, las casillas blan­
cas). Considérese la posición luego de 10 . . li)a5 .
1 1 'ii'a4+ c6 1 2 cxd5 'ii'xd5 1 3 .1Le3 (D).

Antes que nada, merece señalarse que en lu­


gar de 6 . . li)e4,
. las jugadas lentas como 6 . . . 0-0
han sido consideradas siempre inadecuadas, pre­
cisamente porque si las blancas permiten el de­
sarrollo, las negras tienen el par de alfiles sin
costo.
Pero así como en la posición del diagrama, la Las negras tienen dos buenos caminos para
teoría moderna está concentrada completa­ hacer trabajar a los caballos:
mente en líneas que implican una rápida ruptu­ a) 1 3 . . li)c4
. 14 l:1d 1 li)xb2 15 l:.xd5 li)xa4
ra central con . . . e5 o . . . c5. La larga investiga­ 1 6 .:ta5 li)ac3 ( 1 6 . . li)ec3
. también conduce a
ción de esta antigua línea ha convencido a los una ventaja, de acuerdo a Saidy) 1 7 l:r.xa7 (1 7
ALFILES CONTRA CABALLOS 2: PARES DE PIEZAS MENORES 205

i.. xa7 lüb5 1 8 i.. b6 l:txa5 1 9 i.xa5 lüxa3) durante 1 O o 20 años, eso habitualmente indica
1 7 . . . 0-0 con mejor juego para las negras. que posee la fuerza posicional fundamental para
b) 13 ... 0-0-0 1 4 l:td 1 ( 1 4 i.. xa7 lüb3 ; 1 4 lüd4 sobrevivir indefinidamente. Veremos más so­
i.. g 6 1 5 l:.c 1 lüc5 1 6 'it'M lücb3 ! ) 1 4 . . . 'ifxd 1 + bre el tema del equilibrio dinámico a largo pla­
1 5 'ifxd 1 l:.xd 1 + 1 6 �xd 1 l:.d8+ ( 1 6 . . . lüc4 ! ?) zo, en el capítulo 1 O.
1 7 'iiie 1 lüc4 1 8 i.. x a7 lüxb2 1 9 i.d4 lüc4 y las El punto principal de esta larga discusión so­
negras están mejor. bre 4 'iVc2 es que en cada línea que hemos con­
8 e5
••• siderado, el juego lento por parte de las negras
Aquí vamos de nuevo. Cualquier otra resulta se ha probado insuficiente, y por eso la lucha
demasiado lenta. contra los alfiles resulta mejor en un combate
9 cxd5 abierto, mano a mano. Nada está más lejos del
Comenzando una larga secuencia forzada, viejo estereotipo de que a los caballos les agra­
que es necesaria para las blancas si desean ju­ dan las posiciones cerradas.
gar para ganar. Esto también es evidente en la Variante Ru­
9...'ifxd5 10 i.. c4 'ifaS+ 1 1 b4 lüxb4 12 binstein de la Nimzoindia (4 e3). Aquí, por
'iVxe4 lüc2++ 13 �e2 'ife1+ 14 c,i¡>fJ.!tJxa1 15 ejemplo, hay una maniobra específica que hoy
i.. b2 0-0 16 �g3 es totalmente estándar, pero que se ha dado así
Después de la larga secuencia obligada, arri­ sólo a través de la práctica moderna.
bamos a una posición que ha sido debatida
hasta el final durante al menos 65 años, ¡ sin re­ 0gaard - Flesch
solución ! A diferencia de otros ejemplos que Oslo 1974
hemos visto, aquí las blancas mantienen plenas
sus chances tácticas, principalmente a través de 1 d4 lüf6 2 c4 e6 3 lüc3 i..b4 4 e3 c5 5 i..d3 0-0
un ataque directo contra el rey. En la última par­ 6 lüf3 dS 7 0-0 cxd4 8 exd4 dxc4 9 i.xc4
tida con esta línea, las blancas ganaron por me­ i.. xc3 10 bxc3 'ilc7 1 1 'ife2 lübd7 12 i..d2 b6
dio de un hermoso ataque: 16 ..th8?! 17 dxeS
••• 13 i.d3 i.b7 14 c4 l:.ac8 15 l:tacl (D)
i..e6 18 lüf3 'ifxh1 19 lügS g6 20 lüxf7+!
l:.xf7 21 i.. xe6 l:.g7 22 i..f 7! l:txf7 23 e6+ ..tg8
24 'ifd4 �f8 25 exf7 �xf7 26 'ifd7+ 1-0 Ata­
lik-Sax, Szeged 1 997. Esta es una buena adver­ N
tencia de que a veces la posición abierta sí
favorece a los alfiles; todo depende de las ca­
racterísticas específicas de la posición. Ahora
es el tumo de las negras (que hasta tiempos
recientes estaban arriba en esta línea) para en­
contrar, en lo posible, un mejor camino. Esta
variante bien puede ser una de aquellas donde
el equilibrio dinámico nunca se decide a favor
de un bando u otro. Otros ejemplos de líneas
que de tanto en tanto han sido amenazadas por
una 'refutación' , pero todavía continúan flore­
cientes, son la Siciliana Najdorf (particular­ Esta es una típica posición con peones col­
mente, el Peón Envenenado), la Semi-Eslava gantes, que puede surgir de varias líneas. Las
Botvínik (donde la teoría ya está en la jugada 35 negras deciden ahora aprovechar la oportuni­
¡en algún final igualado ! ) , la Siciliana Dragón dad de 'acelerar' sus caballos:
(varias líneas resultan ultracríticas, pero las 15 ...i.. xf3 !? 16 'ifxf3 eS!
negras continúan sobreviviendo), la Francesa La curiosa jugada de apertura. Como de­
Winawer del Peón Envenenado, la Siciliana Va­ muestran los siguientes comentarios, esta clase
riante Sveshníkov, y líneas críticas de la Grün­ de combinación debe ser calculada específica­
feld Variante del Cambio. Parecería como que si mente para cada posición.
una apertura sobrevive los intentos de refutación 17 i.e3?!
206 LoS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Flesch dice que esto es forzado, pero en rea­ 20 :Cd8 21 'ii'c3" lbe4 22 'ii'h2 liJeS! 23
•••

lidad, las negras quedan mejor. En verdad, 1 7 'ii'c3


dxe5 lbxe5 y 1 8 . . .lbxd3 obviamente favorece a Flesch indica 23 .i.xg7? lLld3 24 'ii'a l lLlxc 1
las negras (los peones-a y -e blancos están ais­ 25 l:.xc l l:.e8 (o 25 . . . 'ii'f4) 26 l:.c3 l:.e6 ! y las
lados). Pero en mi opinión 1 7 d5 ! luce mucho negras ganan.
mejor. Flesch da 1 7 . . . e4 ! 1 8 .i.xe4 lbe5 como 23 lbe6 24 .i.e3 .l:.d6 2S .l:.c2 'ii'd7 26 'ii'b4
•••

favorable a las negras, pero 1 9 'ii'f5 ! parece .l:.d3


obligar a 1 9 . . . lbxe4 ( 1 9 . . . lbxc4 20 .i.d3 'ife5 2 1 Ahora es obvio que el caballo resulta mucho
.l:.fe 1 ) 20 .i.f4 ! (quizás Flesch omitió esto; aun­ mejor que el alfil. Además las negras están muy
que las blancas tienen al menos posición igua­ activas, como demuestra el bonito final :
lada, y hasta posiblemente algo mejor luego de 27 a4 fS! 28 g3 f4 29 gxf4 lLld4! 30 .i.xd4
20 'ii'xe4 lbxc4 2 1 .ic3 , entre otras}, donde las 'ii'g4+ 31 �h1 'ii'f3+ 32 �g1 .l:.c6 33 rs .l:.xd4
negras pueden intentar 20 . . . lbf3+ 2 1 gxf3 lbd6. 34 h3 .l:.g4+! 0-1
Desafortunadamente, luego de 22 'ii'e5 l:.fd8 23
'it>h 1 , por ejemplo, las negras pueden entablar Gélfand - Korchnói
(23 . . .f6 es un buen comienzo}, aunque suelen Horgen 1994
estar un poco peor en varios finales.
Es interesante hacer notar que otros comen­ 1 d4 lbf6 2 c4 e6 3 lLlc3 .i.b4 4 e3 eS S .i.d3 dS
taristas simplemente han copiado la evaluación 6 lbf3 0-0 7 0-0 lbc6 8 a3 .i.xc3 9 bxc3 dxc4 10
de Flesch luego de 1 7 d5 e4 1 8 .i.xe4 lbe5 . De .ixc4 'ii'c7 11 .ia2 eS (D)
todos modos, no creo que esto eche a perder la
importancia temática de . . . .i.xf3 y . . . e5 . Sim­
plemente significa que en esta posición exacta,
el resultado no es claro. Otra opción para las ne­ B
gras luego de 1 7 d5 puede ser 1 7 . . . lbe8 ! ?, para
preparar .. .f5 (no es atractiva 1 7 . . . lbc5 1 8 .i.f5 y
1 9 .ig5}, por ejemplo, 1 8 .i.c3 lbd6 1 9 l:.fe 1
l:.ce8 con idea d e . . . f5 . Para e l lector investiga­
dor, dicho sea de paso, un ejemplo famoso casi
del mismo tema . . . .i.xf3 y . . . e5 es Portisch­
Kárpov, Bugojno 1 978.
Volviendo a nuestra partida:
17 exd4 18 .ixd4 lbeS 19 'ii'fS lbxd3 20
•••

'ii'xd3 (D)
En su lugar, 20 .i.xf6 permite 20 ... 'ii'f4 ! (pero
no 20 . . . lbxc 1 ? 2 1 'ii'g 5) 2 1 'it'xd3 li'xf6 con Una de las variantes principales más anti­
mejor estructura. guas de la Nimzoindia. De hecho, las negras
juegan . . . e5 contra cualquier plan razonable de
las blancas, nuevamente abriendo la posición
para los caballos. La esperanza es que utilizan­
N do sus líneas abiertas ( . . . .i.g4, . . . .l:.d8), puedan
forzar a las blancas a realizar concesiones, tales
como dxe5, perdiendo influencia en el centro y
exponiendo su propio peón-c.
12 h3 b6 13 'ii'c2?!
Korchnói desaprueba esto, sugiriendo en su
lugar 1 3 d5 e4 ! , con complicaciones poco claras.
13 .i.a6 14 l:td1 e4! 1S lLlgS .l:.ae8!
•••

Intentando . . . h6. Korchnói evita 1 5 . . . .i.d3 ! ?


1 6 .l:.xd3 ! exd3 1 7 'ii'xd3 con compensación no
muy clara por la calidad.
ALFILES CONTRA CABALLOS 2: PARES DE PIEZAS MENORES 207

16 f3 i.d3 17 'fi'f2 con la siguiente oo.'it'xe3+, por eso las blancas


Ahora 1 7 l:.xd3 ? exd3 1 8 'fi'xd3 es menos entregan la calidad.
atractiva debido al agujero en g3, por ejemplo, 25 l:tb1 li:Jc3 26 l:.xb3 li:Jxd1 27 'ii'x d1
1 8 . . . li:Ja5 19 a4 'ii'g3 20 li:Je4 li:Jxe4 2 1 fxe4 c4 Ahora Korchnói señala la jugada de consoli­
22 'it'c2 li:Jb3 (Korchnói). dación 27oo.'fi'c4 ! , tras la cual las negras están
17 ...h6 18 fxe4 mejor, siendo una de las líneas más interesantes
Como sucede frecuentemente, el juego agre­ 28 .id2 l:.b8 29 l:.b4 'it'a2 30 l:.b3 l:.fc8 3 1 i.c3
sivo de las negras ganaría un punto fuerte tras (3 1 d5 l:tc2 32 l:.d3 lb.b5) 3 l . . . a5 ! con clara
1 8 li:Jxe4 ! ? .ixe4 1 9 fxe4 li:Jxe4. ventaja.
18 hxg5 19 l:.xd3 li:Jxe4 20 'fi'f3 li:Ja5! (D)
.••

Bien, no hay un límite para presentar este


tipo de ejemplos. Ya vimos algunos en otras
partes. Por ejemplo, en las líneas principales de
B la Francesa Winawer ( 1 e4 e6 2 d4 d5 3 li:Jc3
i.b4 4 e5 c5 5 a3 i.xc3+ 6 bxc3), hemos visto
que las negras (con el par de caballos) normal­
mente buscan juego activo mediante .f6 y a 00

menudo renuncian a .c4, aun cuando las blan­


0 0

cas ya tienen una debilidad estática en los peo­


nes-c2 y -c3 doblados. La estrategia opuesta,
cerrar la posición con oo.c4 y excluir oo.f6, brinda
a las blancas mucho tiempo para reagruparse y
utilizar sus alfiles para ganar en el flanco rey.
A través de las mismas líneas, me gustaría
recordar al lector la Variante del Cambio de la
La ventaja de espacio de las negras se ha Ruy Lopez, antiguamente de moda, que exami­
convertido en una presión poderosa sobre las namos en el capítulo 4 de la parte l . Sin necesi­
casillas blancas. La siguiente jugada de las blan­ dad de revisar todos los temas que se trataron
cas responde a esto, pero lleva a mayores pro­ con la línea 1 e4 e5 2 li:Jf3 li:Jc6 3 .ib5 a6 4
blemas. .ixc6 dxc6, resulta interesante observarla a la
21 c4 b5! 22 cxb5 c4 23 l:td1 li:Jb3 24 i.xb3 luz de los conceptos de este capítulo. La expe­
cxb3 (D) riencia nos enseña que, a pesar de los viejos
preceptos contra la apertura de líneas para los
alfiles, las líneas más efectivas para las blancas
involucran d4, y no d3. De hecho, las negras
B responden frecuentemente a d4 tratando de man­
tener la posición tan estable y cerrada como se
pueda. Algunas veces lo hacen con oo.f6 y . .ig4,oo

por ejemplo, aun cediendo su preciosa pareja


de alfiles, antes que mediante oo.exd4, liberando
los peligrosos caballos. Aun cuando las negras
jueguen .exd4, su objetivo en la mayoría de las
00

partidas es hacer el juego más lento, mientras


las blancas avanzarán sus peones para crear
mejores apostaderos para sus caballos (véase
especialmente el ejemplo Fischer-Spasski en
ese capítulo). Habitualmente, la filosofía del
El sacrificio de peón de Korchnói resaltó la bando con los alfiles es que siempre habrá tiem­
superioridad de sus caballos contra los alfiles po más adelante para abrir la posición, por
blancos. Ahora las negras amenazan oo.'ii'c 2, y ejemplo, mediante un avance general de peones
no es satisfactoria 25 i.d2 li:Jxd2 26 l:txd2 'ikc3 en el flanco dama. Uno podría querer volver a
208 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

ese capítulo para ver cómo se aplican las ideas Kaspárov era bien conocida, pero su evalua­
de éste. ción teórica favorecía a las negras.
6 cxd4 7 lt:\xd4 lt:\xeS 8 lt:\dbS
•••

La venga nza de los a lfi les Ahora las blancas se aseguran la pareja de al­
files.
Después de un capítulo de posiciones mayor­ 8 a6 9 lt:\d6+ i.xd6 10 'ili'xd6 f6 11 ..te3
•.•

mente favorables al par de caballos, quiero exa­ lt:\e7 12 ..tb6 lt:\rs


minar el sacrificio moderno de peón desde el Hasta aquí las jugadas son muy habituales.
punto de vista de la pareja de alfiles. Hecho Por algún tiempo, las blancas entraban en este
esto, recordemos que en la mayoría de los casos momento en un final con peón menos luego de
los alfiles son una fuerza poderosa, de manera 1 3 i.xd8 lt:\xd6 1 4 i.c7, pero últimamente se
que los jugadores modernos entregan peones demostró que en ese caso las negras igualan.
con frecuencia, en la mayoría de los casos (e in­ 13 'ili'cS d6 14 'ili'aS 'ili'e7 1S 0-0-0 0-0 16 f4
cluso la calidad - ver el siguiente capítulo) para lt:\c6 17 'ili'a3 (D)
dar rienda suelta a su poder.
La posibilidad de elegir grandes partidas en
esta categoría es tan enorme que me llena de lá­
grimas. Finalmente, elegí lindas partidas de una N
larga lista de candidatas, sin orden y un poco al
azar. Comencemos con Kaspárov, quien ama
esa clase de sacrificios.

Kaspárov A. Sokólov
-

Belfort 1988

1 c4 lt:\f6 2 lt:\c3 e6 3 e4 eS 4 eS lt:\g8 S lt:\f3


Una señal de la mayor sutileza del ajedrez
moderno, es que hasta 20 años atrás, las blancas
casi siempre hubieran tratado aquí de preservar
su peón mediante 5 f4 o 5 d4 cxd4 6 'ili'xd4, aún 17 eS
.••

cuando esas líneas prometen muy poco frente a Esta jugada es completamente lógica, asegu­
un rival conocedor. rando d4 para los caballos (y de ese modo blo­
s lt:\c6 6 d4 (DJ
••• queando el ataque de la torre-di sobre d6), a la
vez que transforman en 'bueno' al alfil-c8. Pero
concede la casilla-d5 , que Kaspárov se apura en
asegurar.
N 18 g4! lt:\fd4 19 ltJdS 'ili'f7 20 fS!
Previniendo . . . i.e6, y armando un eventual
ataque con g5. El problema con esas posiciones
es que las blancas tienen caminos concretos
para incrementar su presión, mientras a las ne­
gras se les hace difícil encontrar un plan. De ahí
su jugada siguiente, destinada a eliminar ese
cerco.
20... g6! 21 llg1 !
Antes que cazar el peón-d, las blancas man­
tienen la iniciativa. Ahora se amenaza tanto
'ili'xd6 como g5 .
Este sacrificio es la forma moderna de tra­ 21 gxfS 22 gS! c;i;>b8
•••

tar la posición. En el momento en que se jugó Forzado. La fragilidad de la posición negra


esta partida, la manera en que procede ahora puede verse luego de 22 . . . fxg5 23 llxg5+ c;i;>h8
ALFILES CONTRA CABAlLOS 2: PARES DE PIEZAS MENORES 209

24 'it'xd6 con idea de 25 lhd4 ! exd4 26 .i.xd4+ 28 :c8 29 JJ...e7 :r7 30 i.d6 tiJf3 31 :g3
•••

tlJxd4 27 'it'e5+. e4 32 .te2 :C6


23 gxf6 .i.e6 24 'it'xd6 (D) Nuevamente lo mejor, ya que si 32 . . . :g7 33
.i.xf3 l:xg3 34 .i.xe4 ! ; compárese con la parti­
da.
33 .i.f4 :g6 34 .i.xf3 :Xg3? (D)
N Las negras tenían que intentar 34 . . . exf3, pero
las blancas también ganan luego de 35 lhf3 , ya
que el peón-d es tremendamente fuerte, y tam­
bién seguirá f5 .

24 .i.xdS
•••
�,

Kaspárov analizó en profundidad para &mos­


trar que 24 . . . :ac8, 24 . . . :ae8, y 24 . . . .l:.g8 todas
pierden; una línea entretenida es 24 . . . :ac8 25
l:g7 'ifh5 26 :xd4 tlJxd4 27 i.xd4 i.xd5 28
f7 ! ! �xg7 (28 . . .exd4 29 'ii'f6; 28 . . . .i.xc4 29
:g8+ l:.xg8 30 'fixe5+) 29 .i.xe5+ <J;xf7 30
'i!i'd7+ y 'i!i'g7#. 3S i.xe4! fxe4
2S cxdS 'fixf6 26 'ili'xf6+ :xr6 (D) Sorprendentemente, la torre-g3 no puede en­
contrar una casilla donde no pierda frente a .i.xf5
y/o .i.e5 . El resto es sencillo para las blancas:
36 hxg3 �g7 37 .l:.d4 tiJf7 38 :Xe4 .:td8 39
B :e7 :XdS 40 :Xb7 hS 41 lla7 aS 42 a4 1-0

Petursson - Laketié
Aosta 1 990

1 c4 eS 2 tiJc3 .i.b4 3 g3 .i.xc3


La cesión tan temprana de la pareja de alfiles
es parte del arsenal moderno, como describi­
mos en la última sección.
4 bxc3 tlJc6 S .i.g2 tlJge7 6 d4 0-0 7 e3 d6 8
tlJe2 tiJaS! ?
Una decisión muy interesante. Por u n lado,
27 <1;b1 ! tiene como objetivo inmediato una debilidad en
Lo grande de esta partida es que, habiendo la posición de las blancas, y fuerza la acción.
visto a los alfiles en el medio juego, podemos Por otro, las negras no han completado su desa­
ver ahora cuán devastadores pueden resultar rrollo, de modo que implica un cierto riesgo.
en un final. 27 . . . tlJe7? permite 28 i.c7 tiJf3 Petursson menciona tanto 8 . . . b6 como 8 . . . .i.d7.
(28 . . . tlJg6 29 l:txg6) 29 .:tg3 e4 30 d6, de modo Ahora las blancas sacrifican un peón.
que las pocas jugadas siguientes son forzadas. 9 eS! dxcS 10 .i.a3 cxd4 1 1 cxd4 exd4
27 tiJd8 28 .teS
••• Petursson indica I I . . .tlJc4 1 2 JJ...c 5 exd4 1 3
Amenazando todavía l:.xd4. 'it'xd4 ! , pues cuenta con los alfiles en u n final.
210 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

12 'ii'xd4! lüac6 retroceder; tradicionalmente, la forma en que


Aquí 1 2 . . . 11i'xd4? es un grave error debido a los alfiles hacen valer su fuerza, es primero res­
1 3 lüxd4 l:e8 1 4 lüb5 ! . tringiendo los caballos, y luego forzándolos a
13 'ii'c3 l:e8 14 i.b2 f6 15 lüf4 (D) retroceder, seguido de una ruptura de peones.
24 f4 lüd7 25 'ii'c3 :acs 26 i.b2?!
Inadecuado; Petursson indica 26 l:.d2 con
clara superioridad.
N 26 i.xd5 27 exd5 lüe7?
•••

Las negras perdieron su oportunidad para


27 . . . lüb4, que Petursson evalúa como poco cla­
ra.
28 l:el! h6
Las negras crean una casilla de escape, ya que
luego de 28 . . .lüf5 29 'ii'x c7 ! es totalmente sana.
29 l:e6 1i'a7+ 30 �h2 lüf5
Esto falla, pero las negras casi no pueden
mover, y se amenazaba 3 1 l:tce l. El resto es di­
recto.
31 'ii'e t lüd6 32 :Xc7! l:txc7 33 :Xe8+ �h7
Este es un buen ejemplo de cómo los alfiles 34 'ilb1+ f5 35 l:e7 lüe4 1-0
pueden ser una fuerza decisiva por sí mismos. En vista de 36 l:xg7+.
Las negras tienen su estructura de peones leve­
mente debilitada (en respuesta a la batería blan­ Continuando, veremos a un gran maestro del
ca dama-alfil, por supuesto), y los alfiles ya juego de los alfiles, mejorando primero su posi­
barren su posición. Como veremos, la presión ción, y luego sacrificando un peón para ampliar
de las blancas es a largo plazo. Ahora las negras la acción de los alfiles.
se reorganizan.
15 Ji'd6 16 'ii'b3+ �h8 17 0-0 lüeS 18 h3!
••

Esta jugada restringe las casillas a las cuales


puede ir el alfil. Además, habiendo cumplido su B
tarea en b2, el alfil de casillas negras está listo
para ir a a3 .
18 a5 19 i.a3 1i'a6 20 l:fd1 lü7c6 21 l:tacl
•••

i.f5 22 e4 i.d7 23 lüd5 i.e6 (D)

Krámnik - U lybin
Jalkidhiki 1 992

Las blancas comienzan centralizando su rey,


ante todo para poder avanzar sus peones del
flanco rey con las torres detrás de ellos.
23 � l:e7 24 �e2 l:tde8 25 g4! l:.e6 26 h4
l:6e7 27 i.f3 lüdc5 28 l:td5
De esta manera las negras han sacado sus Las blancas intentan g5. La siguiente jugada
piezas. Pero ahora sus caballos son obligados a de las negras es muy interesante, contando con
ALFILES CONTRA CABAUOS 2: PARES DE PIEZAS MENORES 211

su propia amenaza . . . lüb4. De este modo tienta indica 47 ..ixe6 :Xe6 48 l:lxg7 l:le7 49 ..ixf6
a las blancas a que avancen sus peones del flan­ l:lf7 50 ..id4.
co dama, e incluso tiene éxito en hacer de su ca­ 4 7 l:lg6 lücS 48 ..ixg7 l:lf 7 49 ..ixf8 1-0
silla-eS un punto fuerte permanente. Pero como
es frecuente, la ventaja de espacio y las casillas Concluimos este capítulo con ejemplos que
que dominan las blancas con su avance de peón, incluyen notas breves de otros dos jugadores de
aumentan la fuerza de la pareja de alfiles. clase mundial que ofrecen un peón a cambio de
28 lüa6 29 a3! lüacS
.•• la poderosa pareja de alfiles.
La táctica 29 . . . lüec5 30 g5 ! lüxb3 3 1 .l:.g1
abre líneas (3 l . . .h5 32 g6). Kacheishvil i - Svídler
30 b4 axb4 31 axb4 lüa6 32 bS! lüacS 33 Cto. del Mundo Sub 18, Szeged 1 994
l:ta1 lüf6 34 l:tdd1
Las blancas mantienen la pareja de alfiles, en 1 d4 lüf6 2 c4 g6 3 lüc3 dS 4 cxdS lüxdS S
vez de 34 ..ixf6 gxf6, que naturalmente tam­ ..id2 ..ig7 6 e4 lüb6 7 ..ie3 0-0 8 ..ie2 lüc6 9 dS
bién les favorece. lüeS 10 ..id4 eS l l ..ixcS lüec4 12 ..ixc4 lüxc4
34 . lüfe4 35 l:la7 � (D)
. . 13 'ifb3 lüxb2! 14 '6'xb2 '6'c7 15 ..ib4 aS 16
lüge2 axb4 17 'ii'xb4
De esta forma las negras han sacrificado un
peón por la pareja de alfiles. Lo sorprendente es
B cómo casualmente dejan otros peones en el
aire, y luego de unas pocas jugadas cambian da­
mas, contando con sus alfiles para mantener la
ventaja.
17... ..ig4 18 f3 ..id7 19 0-0 bS 20 �h1 ! ?
Por ejemplo, 2 0 'iixe7 l:lfe8 2 1 'iib4 ..if8 22
'S'b3 ? b4 23 lüd 1 l:ta3 24 'S'b1 ..ib5 y las negras
ganan. Probablemente 20 l:tab1 fuera mejor que
la jugada del texto, luego de la cual las negras
tranquilamente ofrecen el cambio de damas.
20...'6'd6! 21 'it'xd6 exd6 22 l:tab1l:Ub8 23
l:tb4 l:ta3 24 l:.cl l:lc8 (D)
36 g5 ! !
Un hermoso sacrificio de peón, de largo cálcu­
lo, que finalmente garantiza actividad para sus
torres y alfiles. B
36...hxg5 37 hxgS lüxgS 38 ..ic6 l:lc8 39
l:th1 �g8 40 l:taa1!
Con la sencilla idea de doblarse en la colum­
na-h. Aun con material reducido, un ataque ba­
sado en dos torres y dos alfiles es de temer.
40... lüce6
Por ejemplo, Krámnik indica 40 . . .f6 41 ..id5+
lüf7 42 l:lagl ..ti>f8 43 l:lh7 .
41 l:lh4 f6
Otra bonita línea es 4 I . . .lüh7 42 l:lah 1 lüef8
43 ..ie4 g6 44 ..id5 , ganando, ya que las negras
no pueden hacer nada contra f4-f5 ! . 2S l:lb3
42 l:lg1 �f7 43 ..idS c¡t¡es 44 l:lh8+ lüf8 45 Una simple demostración de la superior acti­
f4 lüge6 46 �f3 fS vidad de las negras es 25 lüxb5 l:lxc 1 + 26
Después de 46 . . . l:lb8, las blancas pueden lüxc 1 l:le3 ! .
ganar de varias maneras·, por ejemplo, Krámnik 2S. ..l:lxb3 26 axb3 l:la8! 27 l:lb1?
212 LOS SECRETOS DE lA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

27 l:.c2 es una defensa más resistente. 26 l:r.c6! i.d3 27 l:tac1 l:.bf8 28 l:.c8! i.xe4
27 ... l:.a3! 28 tt:ld1 l:r.a2 29 tt:lf4 b4! 30 tt:ld3 29 tt:lf2 l:t4f7? 30 %:.xf8+ l:.xf8 31 l:.c3 'iff4 32
l:Ie2! 31 g3 i.b5 32 tt:lxb4 l:.e1+ 33 'lti>g2 i.d4 'ií'e2? i.bl ! 33 a3 'ií'd4 34 g3 a5 35 'ife1 e4 36
34 tt:lc2? 'iti> g2 i.d3 37 tt:lfd1 'iff6 38 h4 g5 39 tt:lf2 'iff3+
Una continuación más atrayente brindada 40 'iti> g1 gxh4 0-1
por Svídler es 34 'Oti>h3 i.fl + 35 'Oti>g4 h5+ 36
'Oti>g5 <i;;g 7 37 tt:lc2 i.f6+ 38 �f4 g5+ 39 <it>f5 U na d igresión p ráctica
i.h3+ 40 g4 i.xg4+ ! 41 fxg4 l:.fl + 42 tt:lf2
l:Ixf2# ! La mayor parte de la gente lee libros de ajedrez
34...l:r.e2+ 0-1 para mejorar su propio juego. Un lector típico,
habiendo sudado tinta a través de este largo ca­
pítulo y los tres anteriores, podría preguntar:
'Bueno, ¿pero cuál es el mensaje? ¿Qué debería
hacer con mis piezas menores? ¡Bríndeme al­
N guna guía ! '
Este libro no está originalmente previsto como
libro de enseñanza, pero permítanme referirme
por un momento a esa clase de libros. Esos li­
bros, para referirse a este tema del manejo de
las piezas menores, hacían casi inevitablemente
la misma presentación, aproximadamente así:
'¿Son los alfiles mejores que los caballos? De­
pende de la posición.' Luego establecían que los
alfiles gustan de las posiciones abiertas, y los
caballos de las cerradas, tras lo cual, para pro­
bar eso, sigue una serie de ejemplos ridícula­
Shírov - Topálov mente volcados hacia uno de los bandos
Viena 1996 (normalmente con el bando inferior teniendo
debilidades adicionales). Y eso es todo. Tam­
En la sección 'a' , ya discutimos los inconve­ bién Suba se queja de los libros de medio juego
nientes de ceder la pareja de alfiles sólo para en general, ya que ellos enseñan ' solamente el
doblar los peones torre rivales . Eso es lo que arte de jugar contra una oposición muy débil' ,
ocurrió aquí, pero las blancas parecen mante­ por ejemplo, cuando alguien nos ha otorgado
nerse bien sólidas y atacan directamente al todas las ventajas que podamos desear, sin ha­
peón-aS . ber tratado de crear contrajuego.
20 tt:lg5 !?
••• De manera que la primera cuestión para us­
¡ Así lo sacrifica Topálov ! Ya que 21 i.xg5 ? ! tedes, que buscan mejorar su juego es: ¿sirven
fxg5 ! 2 2 'ií'xa5 g4 e s muy peligrosa, Shírov de­ los libros de enseñanza que muestran esos ejem­
cide capturar directamente. plos tan poco ambiguos? Mi respuesta sería
21 'ií'xa5 f5 22 'ife1 ? que, por encima del nivel de los 1 800, cuando
Shírov indica una larga variante comenzan­ mucho, resultan sólo marginal mente útiles. Los
do con 22 i.xg5 'ií'xg5 ! , que conduce eventual­ buenos jugadores no le darán semejante ventaja
mente a la igualdad. en el manejo de las piezas menores; y si usted
22 fxe4 23 fxe4 l:.f4 24 i.xg5 'ií'xg5 25
••. se guía por reglas tales como 'abra la posición
l:.c4 i.a6? cuando tenga los alfiles' , o si pierde el tiempo y
Aunque las negras mantienen la ventaja des­ trata de 'cerrar la posición cuando tiene los ca­
pués de esta jugada, era mejor 25 . . . i.d7 ! con ballos ' , será permanentemente masacrado por
idea de . . . l:.bf8 y . . . i.b5 , que Shírov considera jugadores que entienden cuán poco confiables
simplemente ganadora. El resto de la partida y pobres resultan estas reglas.
contiene varios errores, pero en el final, los alfi­ La cuestión es que no hay una respuesta fácil
les todavía tienen importancia decisiva. para decirle cómo mejorar genuinamente su
ALFILES CONTRA CABALLOS 2: PARES DE PIEZAS MENORES 213

juego, ya sea con respecto a las piezas menores, similares. Si usted está lo suficientemente fa­
como con otros temas. Como profesor, sé que miliarizado con un tipo relevante de posición,
los estudiantes están siempre buscando genera­ no necesita una regla; si usted no lo está, en­
lidades convenientes para 'conseguir un mane­ tonces su propio juicio (basado en una situa­
jo' del ajedrez y sus complejidades. Pero si hay ción concreta anterior) será más confiable y
un lado práctico en este libro, es el mensaje de preciso que cualquier regla que pueda emplear.
que las reglas y principios abstractos poseen Por lo tanto, aunque no podrá, en forma instan­
una utilidad limitada. La experiencia y el estu­ tánea, manejar mejor sus piezas menores leyen­
dio profundo le darán a usted un mejor y más do este capítulo, su estudio al menos agregará
delicado juicio posicional, que una serie de re­ a su repertorio posiciones y conceptos relacio­
glas. Los buenos jugadores calculan secuencias nados con ellas. Espero que también pueda de­
concretas de jugadas y evalúan las posiciones sarro llar un pensamiento abierto con respecto a
resultantes, no de acuerdo a alguna construc­ las posibilidades inherentes a las posiciones
ción artificial acerca de cuál pieza es mejor en tal con piezas menores. Vería con suspicacia cual­
posición, sino de acuerdo con su propio juicio, quier libro de ajedrez que ofreciera más que
perfeccionado por años de evaluar posiciones eso.
8 El sacrificio de calidad

El cambio más ampliamente reconocido en la sea mejor que cualquier estadística que pueda
técnica ajedrecística moderna es el cada vez mencionar. Recorra un libro de victorias clási­
más frecuente sacrificio de calidad. Afortu­ cas brillantes anteriores a 1 935, y verá cuántas
nadamente, tantos libros y artículos han cubier­ de ellas incluyen un sacrificio de calidad (en el
to este fenómeno, que no necesito justificarlo sentido de sacrificios de largo plazo que descri­
como un concepto válido. Más aún, usted nece­ bimos anteriormente). Con el mismo propósito,
sita solamente hojear un Info rmador, o cualquier se podrían ver también los matches de los Cam­
revista con partidas recientes, para encontrar peonatos Mundiales hasta esa fecha, o examinar
buenos ejemplos de sacrificios de calidad. En lo colecciones de partidas de Lasker, Tarrasch,
que sigue, consecuentemente, he elegido con­ Rubinstein, Capablanca, o cualesquiera de los
centrarme en la evolución histórica del mismo. maestros líderes de la era pre- 1 930. Ahora haga
Veremos ahora cómo ha cambiado su funciona­ lo mismo con un libro de victorias famosas, di­
miento a través de los años, y cómo los juga­ gamos, de los últimos 30 años, y analice las co­
dores actuales lo emplean en las formas más lecciones de partidas de Botvínik, Petrosián,
imaginativas. Kárpov, Kaspárov, o realmente, de cualquier
Antes que nada, ¿qué entendemos por 'sacri­ gran maestro moderno. Este ejercicio disiparía
ficio de calidad' ? Obviamente, el sacrificio de cualquier duda de que el sacrificio de calidad
una torre por un alfil o un caballo. Pero en este forma parte del ajedrez moderno, y de una for­
libro no nos dedicaremos a este tipo de sacrifi­ ma que nunca se había visto antes de los años
cios, si ellos son seguidos inmediatamente por treinta.
un ataque de mate, o por la obtención de ventaja Otro contundente indicio acerca del cambio
material . Por esta razón, se usa a veces el térmi­ de actitud hacia el sacrificio de calidad, aparece
no ' sacrificio posicional de calidad ' , para indi­ cuando vemos el análisis de los antiguos maes­
car que ese sacrificio es realizado para lograr tros en los libros de torneos, colecciones de par­
ventajas a largo plazo, con la idea que el sacri­ tidas y libros de aperturas. Una y otra vez, las
ficio le será finalmente recompensado. Real­ variantes son descartadas porque uno de los
mente, muchos de los ejemplos que mostrare­ bandos o el otro gana la calidad, aunque el otro
mos son de estas características. Debería agre­ bando podría obtener un peón, juego activo, y
gar que uno puede sacrificar la calidad por la una partida 'obviamente ' mejor si ese sacrificio
iniciativa o un ataque a largo plazo, donde la de calidad fuera aceptado. Ciertamente, uno de
justificación básica es más táctica que posicio­ los reiterados errores de los primeros analistas
nal, aun cuando la resolución de ese ataque no de las aperturas es que ellos consideraban una u
pueda ser prevista adecuadamente. En esos ca­ otra línea inferior o no merecedora de atención,
sos, la compensación puede basarse en consi­ porque fallaban en la apreciación del poder de
deraciones posicionales, tal como un peligroso compensación del sacrificio de calidad. Hoy, el
caballo fuerte cercano al rey enemigo, aunque sacrificio de calidad es tan de segundo orden
creo que la expresión 'largo plazo' es la que para el profesional, que este tipo de omisión es
mejor describe la clase de sacrificios que vere­ mucho menos común.
mos aquí. Es instructivo buscar exitosos sacrificios de
calidad en las bases de datos pre- 1 930. Casi sin
Orígenes excepción, encontramos como compensación
solamente ataques directos de mate y/o la ga­
¿Era desconocido el sacrificio de calidad antes nancia inmediata de al menos dos peones por la
de la era moderna? Por supuesto que no, pero el calidad. Los sacrificios a largo plazo se ven ra­
lector puede hacer un experimento que quizás ramente; uno siente que esto simplemente debe
EL SACRIFICIO DE CAUDAD 215

reflejar un apego premoderno a las evaluacio­ 22 l2Jd2 tLlcS?


nes estáticas de material . De todos modos hay Esto demuestra que Alekhine no dependía
unos pocos precursores de la actitud moderna. de largos cálculos, sino que realizó el sacrificio
El mismo Tarrasch, comentando una partida por cuestiones de principio. De hecho, esta ju­
entre Janowski y Lasker de 1 909 (ganada por gada de caballo permite una inteligente réplica.
Janowski, con la calidad menos), indicó que un Alekhine muestra que la secuencia correcta era
caballo en el centro del tablero, protegido por 22 . . . l:.c8 ! , para presionar el peón-e, siguiendo
un peón y fuera del alcance de cualquier peón luego . . . .tc3 o . . . lLlb6 con la subsiguiente ganan­
rival, es casi tan fuerte como una torre. Y, de cia de un peón. En ese caso, las negras hubieran
vez en cuando, vemos una idea que luce bastan­ tenido más que suficiente juego por la calidad.
te moderna: 23 lLlb3!
Alekhine omitió esto. Ahora si 23 . . . l2Jxa4,
las blancas juegan 24 l:.a1 ! lLlc5 25 lLlxa5 .txa1
26 :Xa1 (amenazando .txg6) 26 . . . <li>g7 27 lLlc6
N con ventaja. Por eso las negras pierden volunta­
riamente un tiempo entero:
23 lLld7 24 eS!
.••

Liberando el alfil-d3 . Las negras ganan un


peón, pero ya no tienen a las blancas tan atadas.
Pero todavía su poderoso alfil y su caballo bien
ubicado le otorgan compensación por la muy
pequeña desventaja material.
24 .txd3 25 exd3 dxcS 26 :Cel
•••

Para el caso de 26 'ifc4, Alekhine planeó


26 . . . 'ii'd6 ! , con idea de 27 lLlxa5 lLle5, golpean­
do sobre f3 y d3.
Selézniev - Alekhine 26 tLleS (D)
.••

Triberg 1 92 1

L a posición luce bastante inocente, y uno


podría esperar cambios masivos en la colum- B
na-b. En su lugar, las negras descorchan . . .
20 l:.b4!
•.•

No deberíamos estar sorprendidos de que


Alekhine, que compartió muchas característi­
cas de estilo con jugadores modernos, haya en­
contrado este golpe. El primer punto es que si
las blancas no toman la torre, 2 1 . . .l:.fb8 con
idea de .. J::tb 2 les forzará a hacerlo.
21 .txb4 cxb4
Ahora las blancas tienen la calidad de venta-
ja con igualdad de peones. De manera que,
¿cuál es la idea de Alekhine? Quiere obtener 27 l:.e3
ciertas ventajas posicionales, por ejemplo, usar Alekhine indica como mejor para las negras
la casilla-eS como un poderoso punto fuerte la línea 27 'ifxc5 lLlf3+ 28 �fl 'ifxc5 29 lLlxc5
para un caballo, un peón pasado protegido en lLld2+ 30 <li>g2 lLlxb1 3 1 l:.xb1 l:.d8 ! . En desa­
b4, los dos alfiles, y presión sobre el ahora cuerdo, Euwe y Kramer indican la 'corrección'
retrasado peón-c4 sobre una columna abierta. 28 �g2 ! lLlxe 1 + 29 l:.xe 1 'ii'x c5 30 lLlxc5 l:.c8
Adicionalmente, el alfil blanco es malo en d3, y 3 1 lLlb3, para liberar el juego de las blancas
su peón-a es más vulnerable que antes, debido a (esto parece cercano a la igualdad). Pero en lugar
la posibilidad de . . . l2Jc5. de 30 . . . l:.c8, parece bastante fuerte 30 . . . l:.d8 ! .
216 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Estas líneas refuerzan la idea de que las negras . . . y las negras ganaron.
tienen adecuada compensación, aún perdiendo
la chance de haber dispuesto de una mejor juga­
da 22.
27 l:tc8 28 l:tcl 'it'd7! ?
•••

E s difícil criticar esta jugada, que n o sola­ N


mente amenaza d5 , sino que trata de investigar
las debilidades de las blancas sobre sus casillas
de ese color. Sin embargo, 28 . . . 'it'd8 ! sería difí­
cil de contestar, no perdiendo un tiempo contra
ltlxc5 en la línea clave 29 d4 ltlg4 30 l:te4 ltlf6.
29 d4 ltlg4 30 l:.e4 c4! ?
Ahora 30 . . . ltlf6 3 1 ltlxc5 'it'd8 es incierta.
31 ltlcS 'ii'fS 32 'ii'e2 b3! ? (D)
Este intento especulativo de sacar provecho
de los peones pasados tiene éxito. Sin embargo,
en realidad, las negras deberían haber optado
probablemente por 32 . . . ltlxf2 ! , por ejemplo, 33 Treybal - Spielmann
'ii'x f2 'ii'xd5 ! (33 . . . 'ii'xf2+ 34 'iii> x f2 f5 35 l:te3 Teplitz SchOnau 1 922
i.. xd4 36 ltlb3 ! ) y las negras tienen tres peones
y múltiples amenazas a cambio de la torre (la Las negras podrían jugar simplemente
combinación de . . .f5 y .. J:Id8 recupera más ma­ 2 l . . .'i!i'xd5 22 'it'xg4 l:.f5 con ventaja definitiva;
terial). pero Spielmann, un jugador romántico siempre
al ataque, toma la interesante decisión de efec­
tuar un sacrificio de calidad.
21...i.. xe6!? 22 i.. xa8 l:.xa8 23 'i!i'c2 i..c4!
B Tratando de maximizar el poder de los alfi­
les. Si ahora 24 'i!i'xe4?, 24 . . . i.. d5 ganaría la
dama, de manera que las blancas deben jugar
pasivamente. Esta posición tiene un aspecto
moderno, en el que las negras tienen dos fuertes
alfiles, y los peones pasados potenciales en el
flanco dama ofrecen más que adecuada com­
pensación por la calidad. En lo que sigue, el
juego no es demasiado correcto, pero las negras
desgastan las defensas de las blancas y ganan
sin demasiados problemas.
24 l:.f2 i..d3 25 'ii'd2 b4! ?
33 l:txg4? U n método más directo era 2 5 . . . i.. f6, por
Las blancas se confunden; deberían haber ejemplo, 26 'i!i'b4 'ii'h 3 27 'i!i'd2 l:td8, etc.
jugado 33 'it'xg4 ! , donde 33 . . . b2 34 l:.bl 'it'xg4 26 'iti> h1 b3 27 .:tg2 'i!i'b7 28 fS! ? a3 29 f6
35 l:txg4 c3 36 ltld3 mantiene los peones. Des­ i..xf6 30 :Xa3 :Xa3 31 bxa3 i.. c2 32 l:.g1 'it'c8
pués de la jugada del texto, las negras recuperan 33 a4? 'i!i'fS! 34 aS 'i!i'f3+ 35 l:.g2 hS 36 c¡t¡g1 b2
su material y todavía tienen chances de ataque, 0-1
que pronto convierten en ventaja ganadora.
33 b2 34 'it'xb2 'i!i'xg4 35 l:txc4 hS 36 'ii'c2
.••
U n sa lto conce ptua l
h4 37 'i!i'd3 .:td8 38 f3 'i!i'hS 39 'i!i'e4 hxg3 40
hxg3 'i!i'gS 41 'iti> g2 'i!i'd2+ 42 �h3 i.. f6 43 l:tc2 Cuando los libros tratan acerca del sacrificio de
'ii'h6+ 44 �g2 <l;g7 45 g4 l:th8 46 � l:tb8 47 calidad, hay una comprensible tendencia a
�e2 l:tb4 48 l:td2 'ii' h2+ 49 �e3 'ii'g 1+ 50 c¡t¡e2 referirse a Petrosián, que realizó algunos asom­
i..xd4 brosos y creativos (ver a continuación). Más
EL SACRIFICIO DE CAUDAD 21 7

recientemente, una cantidad de jugadores líde­ incluso como cuarta opción. Después de todo,
res han hecho su vida de los sacrificios de cali­ no hay amenazas y las negras tienen un peón de
dad; el libro de McDonald Positional Sacrifices ventaja. Pero el jugador moderno sabe por ex­
(Sacrificios posicionales), por ejemplo, dedica periencia que, a largo plazo, las blancas pueden
un capítulo entero a los aportes de Kárpov en avanzar en el flanco rey y activar su pareja de
este campo. Hoy, de hecho, todos los jugadores alfiles. Cediendo la calidad, las negras cambian
líderes buscan oportunidades para beneficiarse completamente la ecuación, porque obtienen
de un adecuado sacrificio de calidad. Pero el un peón y posibilidades a largo plazo en el flan­
ajedrecista de elite que dirigió la atención a nue­ co dama, a cambio de la calidad, y, aún más im­
vas evaluaciones para este desequilibrio mate­ portante, pueden neutralizar totalmente las
rial fue Botvínik. Él fue, seguramente, sólo uno chances de las blancas.
de los que contribuyeron a la revolución con­ 22 exd6 i.c6 23 h3 'itr>d7! 24 :el 'ifh4!
ceptual originada en los jugadores soviéticos Si se cambian las damas, no sólo caerá el
durante los años treinta y cuarenta, aunque en peón-d6, sino que las blancas simplemente ten­
realidad no ofreció frecuentemente el cambio drán que esperar pasivamente la ruptura de las
de sus torres por piezas menores. Pero varias de negras en el flanco dama.
sus partidas tomaron el nuevo espíritu e influ­ 25 'ii'e5 'ii'f6 26 'ii'g3 l:th4 27 l:.e3 l:tf4 28 i.e2
yeron fuertemente sobre las siguientes genera­ 'ii'h4 29 i.f3 b4! 30 'ii'xh4 l:.xh4 31 g3 l:.h8!
ciones. Las blancas no se distraen con 3 I . . .l:.xh3 32
cxb4 axb4 33 l:.b l. El resto de la partida se jue­
ga casi sola, ya que, con este flanco dama y la
estructura central, el caballo de las negras es
B equivalente a una torre entera.
32 cxb4 axb4 33 :bt :b8 34 h4 l::tb7 35
�h2 �xd6 36 g4 lbc3 37 l:.al lbbS 38 l:.dl
l:r.a7 39 hS gS 40 �g2 l:la2 41 i.e2 0-1
Luego de 4 I . . .:xc2, los dos peones pasados
deciden fácilmente.

Tolush - Botvínik
Cto. de la URSS, Moscú 1 945

Las negras se han metido en muchos proble­


mas al cazar un peón en la apertura, y ahora
tienen alguna dificultad para contrarrestar la
actividad de las blancas. Con la siguiente juga­
da, las blancas apuntan su alfil sobre las sensi­
bles casillas negras.
18 i.cl aS 19 i.a3 l:.b6
Ahora 20 i.d6 puede ser contestada con Liublinski - Botvíni k
20 . . . l:.xd6 con dos peones por la calidad. La si­ Cto. de Moscú 1 943
guiente jugada de las blancas refuerza la idea
de i.d6 y amenaza 'ii'g 5. Este ejemplo es quizás el más usado por los
20 'ii'g3 'ii'd8 21 i.d6 l:l.xd6! textos, y es precursor de cientos de sacrificios
¡ De todas formas ! Esta es una clase de juga­ similares. Las negras han sido superadas, y
da que las computadoras todavía no sugieren, ahora se enfrentan a amenazas como 'ii'f2 y
218 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

lba4, ganando el peón-c. Los alfiles negros son Por supuesto, las blancas no han perdido
sencillamente patéticos, atrapados detrás de sus nada luego de 27 .ixd4 ! cxd4, momento en que
propios peones, y la posición de las blancas no otra vez me agrada 28 .l:.fl ! .ie6 29 l:tae l f5 30
tiene debilidades. Uno esperaría que las blan­ lbc l. Como alternativa, las blancas pueden ju­
cas ganen esta posición más del 95% de las ve­ gar para la expansión del flanco dama.
ces; por ejemplo, ¿qué pasaría si retiran las 27 cxd4 28 .if2?
•••

torres de la columna abierta? Las negras apenas Ahora esta jugada, generalmente ignorada,
podrían sobrevivir con su peón débil en una po­ me impresiona como un muy grave error. Como
sición simplificada. Pero Botvínik encuentra Euwe y Nunn señalan, las blancas necesitan
una solución defensiva cinco estrellas : romper en el flanco dama. Una secuencia plau­
25 .l:ld4!!
•• sible sería, por ejemplo, 28 .id2 c5 29 a3 f5 30
En este momento, así de sencilla y traumáti­ .l:.dbl , para encontrarse con el plan de la partida
ca. Si las blancas toman la torre rival, los peo­ 30 . . . f4 (30 .. .'iti>h8 es mejor, pero 3 1 .l:.b2 todavía
nes negros quedan reparados (con un peón prepara b4) con 3 1 b4 ! axb4 32 axb4 cxb4 33
pasado apoyado, compárese con el ejemplo ci­ 'ilb3, etc.
tado de Alekhine ), y sus dos alfiles no tendrán Después de la jugada del texto, Botvínik
realmente nada que hacer. muestra lo que pueden hacer dos alfiles y un
26 lbe2!? avance en el flanco rey.
Soltis aprueba esta jugada, diciendo que 'es 28 cS 29 .:.n r5 30 .ig3 .id7 31 l:!.adl f4!
•••

mejor ceder un caballo que un alfil ' . En reali­ 32 .if2 g5 33 g4?!


dad, si bien la jugada en sí misma no es mala, la Debilitándose. No es fácil de contrarrestar la
idea que subyace sí lo es. Como otros señala­ idea de las negras . . . h5 , . . . g4, . . .'iti>h8 y . . . .l:.g8 ;
ron, era correcta 26 .ixd4 ! cxd4 27 lba4, de pero parece sólido ir corriendo hacia e l flanco
modo que luego de lbb2-d3, el caballo se ubica dama con 33 l:tfe l y c¡f¡>fl -e2. El resto de la par­
en el puesto ideal de bloqueo en d3 . Las negras tida es típico; las torres sólo pueden esperar lo
podían aún tratar de complicar el juego por que hagan los alfiles para volverse activas. Las
ejemplo, mediante 27 . . . c5 28 lbb2 .ib7 con negras ya están mejor.
idea de 29 -lbd3 (la profiláctica 29 .l:.fl ! .l:.f8 30 33 fxg3 34 .ixg3 .ih3 35 .l:.f2 h5 36 .l:.fd2
•••

.l:.ae l es una buena alternativa) 29 . . .f5 30 .l:.e l h4 37 .if2 .l:.f8 38 .l:.d3 .l:.f4 39 �hl cit¡>b7 40
l:.f8, quizás esperando trasladar el mal alfil-e? .l:.gl .id8 41 'ii'e2 'ilf7 42 'ii'd l 'ilh5 43 .ie3
por e3 vía g5. Por supuesto, las blancas están 43 .ie l g4 ! .
mejor si juegan cuidadosamente, pero no tan 43 'ii'xf3+ 44 'ilxf3 .l:.xf3 45 .ixg5 .l:.xd3
..•

fácilmente como hubiera sucedido si las negras 46 .ixd8 .l:.e3 47 .ib6 .l:.xe4 48 .ixcS .l:.e2 49
omitían 25 . . . .l:.d4. .l:.dl .ig4 50 h3 .ixh3 51 b4 .if5 52 .id6 d3
26 .ic8 (D)
••• 53 bxa5 h3 0-1

Es interesante ver cómo reaccionaron los


teóricos ante la nueva situación. En El medio
B juego, por ejemplo, Euwe parece obligado a
proclamar: "La ventaja de calidad es decisiva.
No puede haber dos opiniones acerca de esto, y
es necesario empezar este capítulo establecién­
dolo definitivamente." ¿Por qué era esto necesa­
rio? Porque Euwe no estaba cómodo con todas
las partidas que venían de la Unión Soviética,
en las cuales el bando con la calidad de menos
¡ terminaba ganando ! Y él estaba apurado para
agregar algo que no estaba en los antiguos ma­
nuales: que poseer dos alfiles y un peón pasado
apoyado o una posición débil del rey rival
27 lbxd4?! "debe ser evaluado como plena compensación".
EL SACRIFICIO DE CAliDAD 219

Merece destacarse que en la muy corta introduc­ rival o ataque directo que compense, era prácti­
ción al Volumen 1 , concluye con un párrafo camente intolerable a principios de los años
acerca de este tema, diciendo: "La compensa­ cuarenta. Hoy, aún jugadores de nivel medio
ción por la calidad en términos de ventaja hacen esa clase de jugadas, demostrando así la
posicional, es un tema que ha sido objeto úl­ revolución que ha tenido lugar en la forma de
timamente de mucha atención, especialmente evaluar este desequilibrio material.
teniendo en cuenta una cantidad de partidas ju­ 13 i.:xf8 W:xf8 14 lüd4 i.c4 (D)
gadas en Rusia. Parece que es más fácil obtener
plena compensación, que lo que se había su­
puesto antes." Obviamente, el tema estaba ron­
dando en su mente. Este es un mérito suyo, B
porque muchos jugadores occidentales parecie­
ron no comprender el nuevo estado de cosas
hasta 30 o 40 años después.
Si hiciera una lista de los primeros jugadores
de la URSS que contribuyeron al descubrimien­
to de innumerables tipos de posiciones en las
cuales la calidad podía entregarse a cambio de
juego de largo plazo, indudablemente podría
omitir algunos nombres que lo merecen. Sola­
mente para nombrar unos pocos, Boleslavski,
Bondarevski, Lilienthal y, un poco después,
Bronstein y Geller fueron grandes contribuyen­ La compensación de las negras por la cali­
tes. Pachman señala estos dos ejemplos de esa dad reside en su alfil de casillas negras, que no
época: tiene contrapartida, y tiene rienda suelta contra
el rey blanco. Este es un caso donde las negras
no tienen garantía de no terminar en final infe­
rior con calidad menos, y hasta dónde 1 2 . . . i.h8
N es completamente buena es una cuestión abier­
ta. En lo que sigue, aunque ambos bandos tie­
nen alternativas en casi todas las jugadas, el
mismo curso de la partida indica la clase de
problemas a que las blancas deben enfrentarse.
15 gS!? lüfd7! ? 16 i.h3 e6 17 �b1 lüe5 ! ?
18 f4 lüf3! ? 19 lüxf3 i.xc3 (D)

Pánov - Simagin
Moscú 1 943

De esta típica posición Siciliana, uno podóa


esperar, por ejemplo, 1 2 . . . lüc4 1 3 i.xc4 i.xc4
14 h4 con ataque. En su lugar. Simagin juega la
sorprendente . . .
12 i.h8! !
..•

Dos signos ! ! no por su brillantez, sino por


' '

el momento en que fue jugada. La idea de ceder


material sin obtener debilidades en el campo 20 bxc3?
220 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

En Pachman, 1 8 f4 es puesta en duda, y a alfiles y un poderoso ataque, y su rey está per­


1 8 . . . lDf3 se le otorgan ' ! ! ' . Pero aquí, 20 'ii'xd6 ! fectamente seguro. ¡ Todo por una mera cali­
me parece una clara mejora; en líneas después dad !
de 20 . . . 'ii'e 8 2 1 bxc3, la aptitud de la dama para 15 �b8 16 b5 lDci8 17 lDxd4 i.cS 18 lD2b3
•••

volver a b4 permite a las blancas defenderse. i.xd4 19 i.xd4 b6


Las negras podrían haberse desviado antes, pero Pachman indica 1 9 . . . a6 20 'ii'a5 , y agrega
esto es solamente un detalle en este esfuerzo que los alfiles blancos son mejores que las
brillante. torres negras. El ataque que sigue es impara­
20 d5! 21 'ii'c l lDa4 22 exd5 i.xa2+! 23
••• ble :
Wa1 20 eS l:te7 21 cxb6 cxb6 22 i.xb6! axb6 23
En su lugar, 23 rj¡¡xa2 lDxc3+ 24 'iii>b 3 pierde 'ii'a8+ rj¡¡c7 24 'ii'a7+ Wd6 25 :d1+ We5 26
por 24 . . . 'ii'c 5 ! . Después de 23 'iii> a l , las negras :xd7 lDxd7 27 'ii'c7+ We6 28 lDd4+ 'iii>f7 29
tienen una torre entera menos, pero el rey blan­ lDf5 l:.e1+ 30 'iii>h2 :d1 31 'ii'c 2! 1-0
co está demasiado expuesto para sobrevivir.
23 'ii'c5 24 dxe6 lDxc3 25 :d4 i.xe6 26
•••
Patente Petrosián
i.xe6 fxe6 27 l:ta4 lDxa4 28 c4 :ds 29 Wa2
'iWb4 30 .:te1 l:td3 31 l:.xe6 lDc3+ 0-1 Petrosián, a no dudarlo, incluyó ' lo posicional '
dentro del sacrificio posicional de calidad, y se
especializó en ceder la calidad para salvar po­
siciones aparentemente perdidas . Este desta­
cado genio del ajedrez cruzó repetidas veces la
B barrera del desequilibrio material, encontrando
nuevos caminos para explotar las buenas cua­
lidades de sus piezas menores contra torres sú­
bitamente inactivas. Simplemente citaré frag­
mentos de su propia lección de 1 982 sobre el
tema (reeditada en Ajedrez en la cumbre), para
trasladar al lector sus propias ideas.

Bondarevski - M i kenas
Moscú 1 950

Las negras parecen estar obteniendo un fuer­


te ataque por el peón. Amenazan 1 2 . . . i.d3, y 1 2
0-0 i.xh3 con idea de . . . h5-h4, e s cuanto menos
desagradable. Las chances de las blancas pare­
cen limitadas, pero encuentran . . .
1 2 i.b2!
¡ Así de simple como lo ve ! Creo que esa cla­
se de jugadas son mucho más fáciles de ver, una Reshevsky - Petrosián
vez que los jugadores comienzan a pensar en Torneo de Candidatos, Zurich 1 953
términos de 'bueno, solamente tengo una cali­
dad menos' . Este es un ejemplo famoso. Petrosián expli­
1 2 i.d3 1 3 0-0! i.xe2 1 4 'ii'a4 i.xfl 15
••• ca cómo no le gustaba su posición, y vio que las
.:.xn blancas podían jugar seguidamente h4, provo­
El humo se disipó y a cualquier jugador mo­ cando debilidades en el flanco rey, seguido de
derno le gustaría tener las blancas. Tienen dos la vuelta del alfil a e l , con ataque. Entonces
EL SACRIFICIO DE CAliDAD 221

consideró una cantidad de caminos para llevar


un caballo hasta la casilla ideal d5 . Pero jugar
25 . . . liJb8 (para seguir con . . . liJd7-b6) permite N
26 i.f3 y d5, en tanto una jugada de torre como
25 . . . l:.b7 (para llevar el caballo a d5 vía e7)
puede llevar a 26 e6 (o 26 i.f3) 26 . . .llJe7 27
i.f3 ! liJd5 ? 28 i.xd5 l:.xd5 29 'iff3, ganando.
Finalmente, hizo una jugada ' tan simple, que
no había dudas sobre su corrección' :
25 lte6! !
•••

Ahora que estamos en un terreno diferente


de sacrificios creativos, no creo que ningún otro
jugador de los tiempos de Petrosián lo hubiera
jugado, y aún hoy, probablemente lo harían
muy pocos. Después de todo, el caballo llega a Troianescu - Petrosián
d5 , apoyado por un fornido peón-e6 y un alfil­ Bucarest 1 953
g6 monstruoso y sin oposición. El juego conti­
nuó: 22 b5! 23 l:.d2 l:.c4 24 a3 aS 25 llJe3 l:.xe4!
•••

26 a4 llJe7 27 i.xe6 fxe6 28 'ifn llJd5 29 26 i.xe4 i.xe4 27 llJc2 d5 28 liJd4 b4 29 cxb4
:n i.d3 (DJ axb4 30 a4 'ifa7 31 'iff2 ltc8 32 b3 i.f8!
Con una tremenda partida, obviamente. Pero
hay que hacer algo más para ganar. . .
33 liJb5 'ifa6 34 'ife2 'ifb6+ 35 � l:.c3!
B ¡ Otro sacrificio de calidad, por supuesto ! La
partida es decidida rápidamente.
36 llJxc3 bxc3 37 l:c2 'ifxb3 38 l:ec1 i.b4
39 g4 i.xc2 40 l:txc2 'ii'xa4
Los peones de las negras finalmente resulta­
ron mucho más fuerte de lo que se pensaba, y a
pesar de los esfuerzos de las blancas. Las ne­
gras ganaron enseguida.

En el ejemplo siguiente veremos más sobre


cómo abrimos camino:

Ahora las blancas, correctamente, devuelven


la calidad (sino sigue . . . b4) :
30 :Xd3 cxd3 31 'ifxd3 b4 32 cxb4 axb4 B
La pieza menor muy superior de las negras,
asegura unas rápidas tablas.
33 aS :as 34 lla1 'ifc6 35 i.cl 'ifc7 36 a6
'ifb6 37 i.d2 b3 38 'ifc4 h6 39 h3 b2 40 l:tb1
'ifrlh8 41 i.el 1h. - 1/:z
Una elegante obra maestra de estrategia.
En el mismo año, Petrosián realizó lo que
hoy día consideraríamos un sacrificio de cali­
dad de 'rutina' para ganar el centro y dar vida a
sus dos alfiles. Comienza con una torre aparen­
temente fuera de juego en la cuarta fila (ver el
capítulo 7 de la parte 1 para más detalles sobre Petrosián - Gligorié
esas torres): Olimpíada, Varna 1 962
222 LoS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Las blancas están teniendo uno de esos ho­ Las blancas han estado posicionalmente me­
rribles días contra la Defensa India del Rey. Sus jor durante algún tiempo, y ahora amenazan
piezas menores son enormemente inferiores, y con invadir en e7. Petrosián cree que esta es su
sus torres no están haciendo nada. Las negras chance para dar vuelta los acontecimientos, y
intentan jugar algo así como . . . .:taf6, . . . b6 y juega . . .
. . . e4, y sus piezas menores son invasoras po­ 24 e5! ! 25 i.e7?!
•••

tenciales de d3. Contra Kaspárov, ¡ uno podría Petrosián: "Él [Portisch] no puede determi­
considerar abandonar! Pero Petrosián juega la nar hasta qué punto he sacrificado la calidad, o
aparentemente ilógica . . . he cometido un error grave. Finalmente, des­
26 i.f3! ! pués de la partida, Portisch dijo que creyó que
¿Qué e s esto? Las blancas van derecho a era un error grave . . .". De hecho, las blancas po­
. . . e4. En verdad, la inmediata 26 . . . e4 27 'ii'd4 ! drían resistir la tentación y jugar algo así como
no es impresionante (27 . . . ltJd3 28 lLlxe4 y las 25 dxe6 l:.xe6 con posición incierta.
blancas están realmente mejor; compárese con 2s rs 26 i.xrs ttJxrs
•.•

la partida). Pero, ¿qué pasará si las negras sim­ "Las blancas tienen una torre por una pieza
plemente lo preparan? menor, pero sin juego activo: todas las colum­
26 .:taf6 27 l:.el ! !
.•. nas están cerradas. El peón negro está en e5, no
¡ Nuevamente tan simple, pero tan difícil ! La en e7, de modo que el caballo blanco de c6 es
calidad es insignificante comparada con la po­ muy lindo, pero nada más. Podrían producirse
sibilidad de ganar e4 para un caballo y activar el situaciones donde las negras tengan una pieza
alfil de casillas blancas. En su lugar, 27 .:te2? extra en acción . . . Indudablemente las negras tie­
pierde por 27 . . . i.d3 28 lLle4 lLlxe4 29 'ii'x d3 nen la iniciativa." Petrosián continuó con . . . i.c8,
lLlg3+ ! . . . . lLlfd7 y . . . lLlf6, pero falló a la hora de avanzar
27 ltJd3 28 l:tfe2 lLlxel 29 'it'xel .l:te8 30 c5
•.• adecuadamente sus peones centrales, y sólo
.l:tff8 empató. ¡ Quizás ningún otro jugador haya ju­
Petrosián: "Si usted tiene tiempo de analizar gado tantas partidas brillantes que termina­
atentamente esta posición, probando algunas lí­ ron en tablas ! Entre paréntesis, esta posición
neas, debería sentir que el material de ventaja también es un ejemplo de un irrelevante punto
no significa nada." fuerte avanzado en c6, como fue tratado en ' Ilu­
31 ltJe4 1/z-1/z siones ópticas' sección del capítulo 5 .
Petrosián: "Él ofreció tablas. No tiene senti­
do para las blancas rechazar esta oferta, ya que
no tienen planes razonables para jugar a ganar."

Tal - Petrosián
Riga 1 958

Portisch - Petrosián Como dijo Petrosián: "Las blancas poseen una


San Antonio 1 972 gran ventaja posicional. Tienen prácticamente
EL SACRIFICIO DE CAUDAD 223

un peón extra pasado en d5 . . . cuando la partida en ganadora, ¡ una vez más haciendo solamente
pase a un final, ese peón pasado bien protegido tablas !
puede ser decisivo." Petrosián sacrificó muchas otras calidades, y
Aquí los estudiosos de Nimzowitsch (o lec­ por supuesto, a menudo ganó las partidas en
tores de libros de texto modernos) comenzarán que los realizó. Desde su época, no ha habido
casi naturalmente a pensar en base a las líneas ajedrecista de elite que haya podido ignorar el
del bloqueo clásico, la jugada . . . llJe8-d6, y tal sacrificio de calidad, que ya está incorporado al
vez luego tratarán de activar o cambiar en algún ajedrez moderno.
momento el alfil malo con . . . ..ig5 o . . . ..ih4.
Bien, ninguno de esos planes puede ser realiza­ El p rod ucto sin term ina r
do, pero Petrosián encuentra un camino para
justificar la existencia de sus dos piezas meno­ Parecería que las partidas d e l a última sección
res. ¿Puede usted adivinar cómo? fueran difíciles de superar. Pero el ajedrez mo­
25 J:td6!
•• derno ha tomado el sacrificio de calidad y ha
Una idea profunda y de largo alcance. No so­ encontrado aplicaciones aún más extravagan­
lamente Petrosián lleva su torre hacia un flanco tes. Comencemos con un ejemplo de juego con
del tablero donde no está apoyada por otras pie­ calidad menos en una posición simplificada.
zas y no tiene chances de ataque, sino que tam­
bién planea colocar sus piezas menores en las
'peores' casillas : ¡ el alfil en d6 y el caballo en
d7 ! Pronto veremos por qué. B
26 ltlb3 lt:!d7 27 :U1 :g6 28 :n ..id6 29
h4 'i!i'd8 30 h5
Naturalmente, Tal quiere hacer que la torre
resulte tonta.
30 :r6 31 'it'g4 :C4!
•••

¡ De repente, la verdadera clave ! Como Pe­


trosián dijo 25 años después: ¡ "de alguna ma­
nera, mi mente trabajaba de otra forma en ese
entonces" !
32 ..txf4!?
Mordiendo el anzuelo. Pero la alternativa 32
llxf4 exf4 33 ..ixf4 ..ixf4 34 'ifxf4 'ife7 con Seirawan Kohil
-

idea de . . . lt:Je5 no habría sido clara, de acuerdo Wijk aan Zee 1 991
a Petrosián, y en cualquier caso "mejor que una
posición apretada con equilibrio material." Mueven las blancas, que tienen que conside­
32 exf4 33 ltld2 ltle5 34 'ifxf4?!
••• rar ideas como . . . e4 y . . .'ifd4. La jugada más
Después de 34 'i!i'e2, Petrosián da 34 ... g5 o tentadora (muchos jugadores concluirían que es
34 . . . 'i!i'h4. ''Tal se dio cuenta que los aconteci­ forzada) es 1 9 ltlxb6 ! ?, con insondables com­
mientos estaban tomando un cariz malo para él, plicaciones. Pero las negras parecen mantener­
de manera que trató de complicar las cosas." se después de 1 9 . . . e4 (por ejemplo, 20 f6 ..ixf6
Pero en las complicaciones que sobrevienen, 2 1 :xf6 'ii'xf6 22 ltlxd7 'ili'f2+ 23 'iiih 1 exd3 24
las negras ganan un peón por la calidad con ex­ 'i!i'g4+ �h8 25 'ii'd4+ f6 26 lt:!xf8 :Xf8 27
celentes chances de ataque. 'i!i'xd3 e2), o 19 . . . 'ifd4 20 �h 1 11Vxb6 2 1 f6 !
34 lt:Jxc4 35 eS lt:!xeS 36 lt:Je4 h6 37 :ae1
••• 'ii'd4 ! 22 fxg7 �xg7 con idea de . . . e4 o . . . f5 . En
..tb8 38 :d1 c4 39 d6 lt:!d3 40 'ifg4 ..ia7+ 41 su lugar, Seirawan descorcha . . .
�h1 fS 42 ltlf6+ �h8 43 'ifxc4 lt:!xb2 44 'ifxa6 19 11Vg4!!
lt:!xd1 45 'ifxa7 'ifxd6 46 'ifd7 11i'xf6 47 'ifxd1 Una vez que uno ve la estrategia de las blan­
:bs cas como un todo, esto puede parecer obvio. Pero
En este punto, las negras están mucho mejor, ceder la calidad en una posición simplificada, sin
pero fallaron a la hora de convertir la posición siquiera ganar el peón-b6, parece pura locura.
224 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

19 .'ii'xg4 20 hxg4 e4 21 i.e2!


•. l:.e8 36 gxf5 l:.b8 37 l:.b1 l:.gg8 38 b7 �g7 39
La clave, que debió estar prevista. Tomar el l:.b6 c:J;f7 40 i.a6 rl;e7 41 l:.c6 'iti>d7 42 l:.c8 1-0
peón-e activando las torres negras sería suicida, Un esfuerzo brillante.
y la 'natural ' 21 f6 pierde por 2 l . . .exd3 22 fxg7
(22 lüxb6 i.h6 ! y . . . e2, entre otras) 22 . . . l:fb8 ! , El sacrificio de calidad parece cada vez más
donde los peones negros son demasiado fuer­ rutinario, y al mismo tiempo, cada vez más exó­
tes. tico. Con esto quiero decir que hay una gran
21 i.xa1 22 l:.xa1 l:.ab8 23 <it;lb2
••• cantidad de posiciones estándar en las cuales
¿Entonces qué tenemos aquí? A las blancas los sacrificios de calidad son de naturaleza se­
les gustaría jugar �g3-f4, con una posición do­ cundaria, por ejemplo, . . . l:.xc3 en varias Sicilia­
minante ( ¡ mire el alfil 'bueno' de las negras ! ) . nas y especialmente en la Variante del Dragón,
Pero ¿por qué n o tratar d e liberar las piezas ne­ o . . . l:txf3 en una amplia variedad de Defensas
gras? Francesas. En ambos casos, las negras obtienen
23 h5! 24 gxh5 i.xf5
••• la ventaja de quebrar y doblar peones en el cam­
Después de todo, las blancas tienen todavía po rival ; pero también suelen tanto ganar un
una calidad menos. En este punto, las blancas peón central como obtener el control de casillas
hacen una buena jugada, pero no la mejor: centrales importantes. Al mismo tiempo, cada
25 �g3?! torneo nos trae nuevas y apasionantes formas
Seirawan menciona aquí una alternativa in­ de sacrificar la calidad. Veamos un par de ejem­
creíble, ¡que gana la partida de manera simple y plos más extremos.
directa ! ¿Increíble? He aquí sus análisis (com­ El sacrificio de calidad táctico-especulativo
plementados por mí): 25 :n ! i.h7 26 l:f6 ! se ha vuelto común. No es sorprendente que Tal
l:.fd8 27 g4 ! �f8 28 �g3 �e7 29 :h6 l:th8 30 nos provea un ejemplo temprano aunque no to­
g5 (D). talmente sólido:

Ahora se ha vuelto clara la drástica dimen­ Gligorié - Tal


sión de lo atadas que están las blancas. La sola Olimpíada, Leipzig 1 960
jugada g6, con frecuencia es suficiente para ga­
nar, pero además, las blancas se dan el lujo de Las negras han sorteado aquí todas las difi­
mejorar su posición, por ejemplo 30 . . . �d7 3 1 cultades, mediante el peón-d6, entre otras cosas.
�f4 ! �c7 32 'iii>xe3 l:.bg8 3 3 �f4 e3 34 :f6 y Tal toma la oportunidad de cambiar la dinámica
las negras se encuentran inermes. de la lucha en forma radical.
La continuación de la partida también fue 23 c5!? 24 bxcS dxcS 25 i.xd8 i.d4+ 26
•.•

instructiva, pero no tan convincente. rJí;b1 .:.Xd8


25 �g7 26 �4 i.h7 27 g4! f6 28 lüc3
••• Bien, esto parece un poco absurdo, ya que
�h6 29 lüd1 l:.be8 30 lüxe3 l:.eS 31 .:.rt l:.g8 aunque las negras tienen los dos alfiles, las
32 i.d1 f5? 33 i.e2! l:.g5 34 eS! bxc5 35 b6 blancas tienen un puesto fuerte para su caballo
EL SACRIFICIO DE CAUDAD 225

en d5, y líneas abiertas para sus torres en el d5 lDd4 1 1 lDle2 eS! ? 12 dxc6 lDxc6 13 lDd5
flanco dama. Objetivamente, las blancas deben b5! ! (D)
estar mejor. Pero el alfil-d4 no tiene oposición,
y mientras el alfil-fl de las blancas no pueda ser
liberado (por ejemplo mediante f4), las piezas
menores de las negras pueden crear problemas.
Por cuánto tiempo puede mantenerse la presión
queda ilustrado por la continuación de la parti­
da, que brindaré sin notas. Aunque las blancas
seguramente podían haber jugado mejor, el jue­
go de las negras provoca una poderosa sensa­
ción estética.
27 lDcJ lDeS 28 lDd5 �J(T 29 :bt .l:.d6 30
:b3 'ikd7 31 :ebl :a6 32 lDb6 'ikc6 33 h3 h5
34 lDd5! ? .l:.a4 35 l:b6 'ike8 36 'ikc2 l:ta3 37
.l:.6b3 'ika4! 38 lDb6 :al 39 lDxa4 l:txc2 40
lDb6 i.e6 41 lDd5 g5! (D)
Esto es verdaderamente sorprendente. Des­
pués que las negras ceden la calidad, ¡ para col­
mo quedarán con un peón-d6 débil, un enorme
agujero en d5, y un alfil-g7 malo ! Y aun así, los
factores dinámicos concretos parecen otorgar a
las negras suficiente contrajuego; sin embargo,
las blancas continúan.
14 i.b6 'ikd7 15 lDc7 l:tb8 (D)

Sorprendentemente, ahora las negras proba­


blemente han igualado.
42 :Xb7 i.xh3 43 gxh3 lD:xf3 44 i.g2 lDh4
45 :n :xg2 46 :rxn+ �h6 47 :bt g4 48
lDf4 :al 49 l:tb6+ �g5 50 lDe6+ �g6 51
lDd8+ �g5 52 lDe6+ �g6 lfz.l/z

En ciertos aspectos, Kaspárov podría ser con­


siderado un sucesor espiritual de Tal, pero sus 16 lDxe8 'ikxe8 17 i.e3
sacrificios suelen ser más sólidos. La siguiente Una gran decisión, permitiendo a las negras
partida lo ilustra, ya que el sacrificio de calidad ganar un peón y obtener juego en el centro y a
de las negras luce tan loco como uno de Tal, lo largo de la columna-h. El análisis de Kaspá­
pero parece ser objetivamente correcto. rov acerca de las alternativas, es un buen son­
deo de la naturaleza oportunista de la posición
Beliavski - Kaspárov de las negras, basada en la fuerza de la casilla­
Moscú 1 981 d4 y su mejor desarrollo:
a) 17 i.c7 :b7 18 i.xd6 bxc4 (amenazando
1 d4 lDf6 2 c4 g6 3 lDc3 i.J(1 4 e4 d6 5 f3 0-0 6 . . . .l:.d7) 1 9 i.a3 i.e6 20 lDc3 :d7 2 1 'iff2 i.h6
i.e3 lDc6 7 'ikd2 a6 8 lbge2 :eS 9 lDcl eS 10 22 :d 1 lDd4 con compensación.
226 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

b) 1 7 c5 l:[b7 ! 1 8 'ifxd6 .ie6 1 9 lDc3 .if8


20 'it'd2 l:[d7 21 'ii'f2 b4 con compensación.
e) 17 cxb5 axb5 (1 7 . . . :xb6 ! ? 1 8 bxc6 d5 ! B
1 9 exd5 e4, pero creo que 1 7 . . . axb5 es mejor)
1 8 .ie3 d5 1 9 exd5 lDd4 20 lDc3 b4 2 1 lDe4
lDxd5 con compensación.
17 bxc4 18 lDc3 .te6 19 .te2
•••

Una línea sorprendente es la sugerida por


Kaspárov 1 9 lDd5 lDxd5 ! ! ? 20 exd5 e4 2 1 dxe6
'ifxe6, ¡ que él describe como 'incierta' ! De he­
cho, en ese caso las blancas tienen terribles difi­
cultades para defenderse.
19 lüd4 20 0-0 dS 21 exdS lDxdS 22 lDxdS
•••

.txdS (D)
Kárpov - Gélfand
Linares 1 993

La mayoría de los jugadores jugaría la 'for­


zada' 20 .id3 sin pensar, y se preocuparía des­
pués acerca de cómo continuar. Kárpov sintió
que en ese caso las negras tendrían buenas
chances luego de 20 . . . :g8, amenazando . . . f5 .
En su lugar, encontró:
20 l:[dS!
Como es frecuente en Kárpov, ésta es una
idea profiláctica para restringir el juego de las
negras.
20 .l:he8
••

Por el momento, las negras resisten la oferta


Kaspárov evalúa esta posición ya como ven­ de la calidad. Luego de 20 . . . ..ixd5 2 1 exd5 l:.e7
tajosa para las negras. El caballo-d4 es una ver­ 22 l:[d 1 , Kárpov evalúa la posición como clara­
dadera espina en el campo de las blancas, pero mente favorable a las blancas. McDonald hace
no puede ser cambiado sin liberar el poder de los una lista de los siguientes factores para apoyar
alfiles negros. En lo que sigue, las negras desa­ esta evaluación :
rrollan su ataque muy despreocupadamente. a) todas las casillas a lo largo de la colum­
23 :n hS ! 24 :ct 'ife6 2s .tn h4 26 :et na-e están cubiertas, de modo que las torres ne­
'ifc6 27 .th6 .th8 28 f4? e4 gras pierden efectividad;
Simplemente ganando las negras, de acuerdo b) los alfiles de distinto color favorecen real­
a Kaspárov. Aquí es donde el ojo humano aún mente al ataque de las blancas, y desde d3, el al­
supera el materialista procesador de la compu­ fil puede golpear sobre h7 o ir a f5 ;
tadora. La partida finalizó: e) las blancas tienen un fuerte peón pasado
29 :d1 .te6 30 rs lDxfS 31 'iff4 :es 32 en el centro, y
:t'd2 'ifcS+ 33 �h1 .tes 34 'ifgS �h7 35 l:ld8 d) el rey de las negras está expuesto.
:Xd8 36 :Xd8 'iffl 37 l:[d1 lDxh6 38 'ifxeS e3 A esto, podría agregar que las blancas pue­
39 'ifc3 h3 40 'ii'e 1 lDg4 0-1 den llevar un caballo a f5, vía h4, desde donde
Un bonito final es 4 1 :C 1 .td5 42 'ifxf2 exf2 y dominaría el tablero.
no hay nada para hacer frente a ...lDe3 y ... hxg2+. 21 .id3 l:[d8! 22 .l:[d1 .l:led6 23 .ie2 .ixdS
Las blancas amenazaban cambios, y capturar
Como uno podría imaginar, los sacrificios de en f7; obviamente también las favorece 23 ...:Xd5
calidad de Kárpov (que son bastante frecuen­ 24 exd5 'ifd6 25 'ifc2.
tes) enfatizan en la presión a largo plazo: 24 exdS 'ifb7 25 'ii'h4! .trs 26 .tc4 :xdS
EL SACRIFICIO DE CALIDAD 22 7

Un contrasacrificio, ya que 26 . . . h6 27 1i'e4 su juego, y al mismo tiempo, el caballo negro


'it'd7 28 'it'd3 prepara la antes mencionada �4- dispone de puntos fuertes, tales como c4 y a4.
fS . Pero las negras quedan con bastantes debili­ 14 :gt Wf8 15 .txfS .txfS 16 1i'f3 lüc6!
dades. Previniendo c4 de las blancas, y buscando la
27 .ixd5 lb:d5 28 :et :ds 29 'ii'xf6! 1i'c7 casilla-c4 vía aS . También permite el cambio de
30 g3 .td6 31 lüg5 :d7 32 :eS+ damas con 1 7 .ih6 .ig6 1 8 'iixf8+ :xf8, pero
Ahora la diferencia entre la posición etérea luego del retroceso del alfil blanco, las negras
del rey negro, y la sólida de las blancas, se vuel­ ganan el peón-c2, y su alfil, caballo y torre so­
ve decisiva. El resto solamente es una cuestión bre una columna abierta dominarán el juego,
de técnica. particularmente por los peones débiles blancos.
32 �b7 33 lüe4 .te7 34 'it'rs 1i'c6 35 �g2
••• 17 'ii'e2 �hS lS a4 'ii'f7!
:c7 36 :hs 1i'g6 37 1i'dS+ 1i'c6 3S 1i'xc6+ Como Dvoretski señala, esto prepara . . tüa5 ;
.

�xc6 39 lb:h7 �d5 40 tüd2 .tr6 41 lüc4 �d4 la inmediata 1 8 . tüa5 permite 1 9 'it'b5 ! b6 20
. .

42 :b6 :c6 43 g4 :e6 44 h4 �dS 45 g5 1-0 'ikd7 .


19 aS b6 20 axb6 cxb6 21 :g3 tüa5 22 f3
Introduciéndonos en el mundo de los sacrifi­ lüc4 23 � a5 (D)
cios, el j ugador moderno es cada vez más
conocedor de las situaciones para determinar
cuándo una pieza menor es más efectiva que
una torre. He aquí un claro ejemplo. B

Las blancas se han desembarazado de su


peón débil, pero a cambio, las negras tienen un
caballo dominante en c4 y el peón-a pasado.
Las blancas no tienen absolutamente nada que
Martín González - Dolmátov hacer, mientras las negras mejoran su posición.
Barcelona 1 983 24 �gl a4 25 .ta3 .tg6 26 �f2 'it'rs
Los alfiles de distinto color favorecen al ban­
Las blancas están amenazando 1 1 .id3 y 1 2 do atacante. Las negras atan las piezas blancas,
gxf5. Es de destacar la solución hallada por las hasta que finalmente pueden provocar una rup­
negras, ya que, previendo el futuro, renuncian a tura en el flanco dama.
las jugadas naturales para ceder material : 27 :a2 lb7 28 .tcl h6 29 �gl a3 30 l:tg2
10 .td7 ! ! 1 1 gxf5
••• .th5 31 :g3 'it'rs 32 :h3 .tg6 33 :g3 .trs 34
El ataque de las blancas se frustra completa­ 'ikg2 b5 35 Wf2 b4! ?
mente luego de 1 1 .id3 .ie8 1 2 'ii'h 3 .ig6. Una buena jugada práctica, aunque quizás
ll ...:xrs 12 1i'h3 .tes 13 .td3 .tg6! debería haberse preparado durante algunas ju­
La clave. ¡ Un alfil en f5 valdrá mucho más gadas, ya que las blancas podrían haberse de­
que una torre ! Aunque sería una pieza fuerte en fendido mejor en lo que sigue.
cualquier caso, su enorme poderío aquí tam­ 36 'it'el ! .ixc2! 37 cxb4
bién deriva de la debilidad de los peones-e do­ No 37 :xc2? b3, y los peones ganan.
blados. Por ellos, las blancas no podrán liberar 37 .tb1 3S :al ? (D)
.••
228 LOS SECRETOS DE ú\ ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Dvoretski señala que las blancas podrían pro­ ¡ A ningún lado ! Ahora 1 5 i.xc7 lLlxe3 no es
bar 38 l:lxa3 ! lLlxa3 39 i.xa3 i.d3 ! 40 'ii'c 3 atractiva, de manera que Ivanchuk provoca el
i.c4, donde "la posición de las blancas es difí­ cambio:
cil". Ahora, sin embargo, las negras ganan. 15 'iff3 lbxe5 16 'ii'xa8 lbd7
No 16 ... tlx:6? 1 7 lbxb5 ! . Después de 16 ... lbd7,
la respuesta de las blancas fue hábilmente cal­
culada, aunque probablemente era correcta 1 7
N 'iff3 i.b7 1 8 'ii'g 3. Luego, Nunn otorga a las ne­
gras 'razonables' chances de ataque a largo pla­
zo mediante la combinación de . . .i.f6 y . . . b4.
17 g3? ! lLlb6 18 'iff3 i.b7 19 lLle4 f5!
Una idea de largo alcance. Ivanchuk ha re­
suelto claramente esta secuencia, y siente co­
rrectamente que ahora puede devolver la calidad
y mantener una partida superior, ya que el rey
negro está en el centro. Pero Krámnik tiene re­
servada una sorpresa.
20 'ifh5+ cMs 21 lLlf2 i.f6! (D)
¡ Sorprendente ! Nuevamente, las negras no­
38 a2 39 f4 'ii'e8 40 'ife2 'ifa4 41 'ife1 l:lb7
••• tan que su pieza menor (en este caso el alfil-b7)
42 i.d2 lbxd2 43 'ii'xd2 l:lxb4 44 l:.d3 i.xd3 es más importante que una torre, y rechazan
45 'ii'xd3 l:lb3 0-1 2 1 . . . i.xh 1 22 lLlxh l. Lo que es diferente en este
Ya que 46 'ii'd l pierde por 46 . . . 'ii' b 4. En esta caso, con respecto a los sacrificios de calidad
partida, en ningún momento la torre blanca fue convencionales, ¡ es que su restante torre está
igual al alfil negro de casillas blancas. completamente fuera de juego ! Además, re­
quiere coraje resistirse a provocar las probables
Tantos modernos sacrificios de calidad invo­ tablas forzadas luego de 2 1 . . . i.c5 22 lLlh3 i.xh 1
lucran la obtención de la pareja de alfiles y ata­ 23 lLlg5 hxg5 24 'fixh8+ �f7 25 'ii' h 5+ con ja­
que, que ese procedimiento parece casi rutinario. que perpetuo.
La siguiente partida es típica respecto a esto,
pero tiene una peculiaridad extra.

22 i.d3 lLla4 23 l:.bel !


Con contraataque. 23 b3 i.b2+ 24 c¡f¡>b) i.a3
lvanchuk - Krámnik es demasiado fuerte.
Dos Hermanas 1 996 23 i.xb2+ 24 c¡j¡>b1 i.d5 !
•••

Defendiendo e6 y amenazando el rey, como


¿Dónde debería ir la dama negra? demuestra la línea 25 i.xf5? i.xa2+ ! 26 <li>xa2
14 lbg4!
••. 'ii'c4+ 27 'iPbl lLlc3+ 28 'iPxb2 'ii' b4+ 29 �e l
EL SA CRIFICIO DE CAUDAD 229

tba2#. La siguiente secuencia táctica es lo me­ largo análisis que muestra que 27 . . .'ili'e7 ! era más
jor que tienen las blancas. decisiva (cubriendo la segunda fila de la ne­
25 i.xbS! i.xa2+ 26 'it> xa2 axbS 27 'iii>b l ! gras). Después de 27 . . . 'ii'a5, las blancas perde­
(D) rían tras 28 l:.d7 'ii'xe l + 29 tbd l 'it> g8 ! 30 'ii'g6
i.f6; pero deberían jugar 28 c3 ! , aunque las ne­
gras mantienen una fuerte iniciativa después de
28 . . . tbxc3+! 29 �xb2 tba4+ 30 'it> a2 'ii'b4 !
N (Krárnni k). Ahora lvanchuk vacila ante la pre­
sión y pierde rápidamente:
28 tbd3? i.a3! 29 �a2 tbc3+ 30 �b3 tbdS
31 �a2
¿Qué otra? 3 1 l:.xe6 pierde por 3 1 . . .'ii'a4+ 32
�a2 tbc3+ 33 �al i.c 1 #.
31 i.b4+ 32 �bl i.c3 0-1
•••

¡ Las negras nunca utilizaron su torre !

Esto concluye nuestra presentación del mo­


derno sacrificio de calidad. Otros ejemplos de
este arma están distribuidos a lo largo de todo el
27 .'ili'a5! ?
•• libro, y el lector puede aquí también relacionar
Esto conduce a la victoria, y por eso es difí­ nuestra discusión con el tema del dinamismo
cil criticarla. Sin embargo, Krámnik brinda un moderno en el capítulo 10.
9 Profilaxis

Este capítulo puede recordar al lector la parte 1 , más difícil entender la idea de profilaxis inte­
en la que consideré el concepto de profilaxis en rior. . . "
dos etapas: tal como Nimzowitsch la explicó Sigue y define 'la profilaxis interior' como el
primero, y cómo es interpretada en el ajedrez ejercicio de superprotección sobre uno de los
moderno. Veremos que la profilaxis es explica­ propios puntos estratégicamente importantes,
da de manera diferente por varios autores, pero "estableciendo una defensa exagerada contra el
podemos decir con seguridad que su aplicación ataque para almacenar una reserva defensiva . . .
moderna es más amplia que en los escritos de los puntos débiles, o más aún, los puntos fuer­
Nimzowitsch. Ésta es un área de la teoría aje­ tes, o en resumen cualquier aspecto que poda­
drecística que en este momento está recibiendo mos incluir dentro de la concepción de puntos
seria atención. estratégicos importantes, deberían ser super­
protegidos. Si las piezas están comprometidas,
La noción de N i mzowitsch obtienen su recompensa por el hecho de que se
encontrarán siempre bien ubicadas." [Mi siste­
¿Qué entendemos por 'profilaxis' ? Nimzowitsch ma]
habló de la totalidad del juego posicional como De manera que hay dos nociones bastantes
"una aplicación enérgica y sistemática de medi­ distintas en el argumento original de Nimzo­
das profilácticas. Lo importante es, antes que witsch: (a) prevención de las jugadas liberado­
nada, limarle el filo a ciertas posibilidades, que ras del rival, y (b) superprotección de uno de
en un sentido posicional, serían no deseables." nuestros puntos clave. Pero no se menciona la
En cuanto a la palabra 'profilaxis' en sí misma, prevención de los planes rivales en general, o
Silman la define como "Una estrategia explo­ aún de peligrosas jugadas no liberadoras, y ese
rada por Nimzowitsch. Tomada de la palabra es el sentido adicional con el cual hoy utiliza­
griega prophylaktikos, significa vigilar o preve­ mos el término.
nir . . . [una jugada profiláctica] no permite al ri­ Hasta cierto punto, Nimzowitsch mismo creó
val emprender acciones en cierto área por esta confusión . En La práctica de mi sistema
temor a algún tipo de represalia." (donde el concepto de profilaxis juega un rol
Todas son definiciones bastante amplias que más importante que en Mi sistema), él comien­
están realmente cercanas al concepto moderno za a usar 'profilaxis' para incluir casos en los
del término. Tisdall es de la opinión que el mis­ que se vislumbra un plan particularmente agre­
mo Nimzowitsch, primero utilizó la palabra en sivo del rival. Si buscamos las referencias a pro­
forma más restringida, "principalmente expre­ filaxis en el índice de la última parte de La
sada a través de la idea de la superprotección, práctica de mi sistema, ellas muestran una inte­
donde las piezas están orientadas hacia puntos resante distribución. Más de la mitad de los
clave . . .". Nimzowitsch limitó la aplicación de ejemplos son casos donde se utiliza para frenar
este concepto, pero no sólo a la superprotec­ una jugada liberadora de peón del rival. Esto es
ción. En Mi sistema, afirma categóricamente realizado normalmente por una jugada de torre
que las posibilidades no deseadas que necesitan (a menudo llamada 'mi steriosa jugada de to­
prevenirse son "solamente de dos clases" : rre ' , descripta más abajo), y ocasionalmente
"Una de ellas es la posibilidad de que el rival por alguna otra pieza. Pero en La práctica de mi
realice una jugada de peón ' liberadora' . . . la pre­ sistema, una minoría de casos se refiere a pre­
vención de jugadas de peón liberadoras (en tan­ venir ideas de ataque, o aun a cuestiones como
to esto sea necesario y factible) es de gran eliminar 'profilácticamente' los dos alfiles riva­
importancia en el juego posicional. Esa pre­ les, ideas no incluidas en la definición original
vención es . . . una profilaxis exterior. Es mucho antes mencionada. Y en el nuevo texto de
PROFILAXIS 231

Nimzowitsch, la superprotección, que ahora


aparece en solamente un puñado de partidas, no
está relacionada con la palabra 'profilaxis ' . Por N
ahora, basta de definiciones. Veamos unos po-
cos ejemplos típicos del propio Nimzowitsch:

Bogoljubow - N imzowitsch
Car/sbad 1 929

Nimzowitsch dice: "Las negras operan aquí


y en lo que sigue con profilaxis . . .", señalando
que han desalentado la 'mejor' idea de las
Este es un ejemplo de prevención de una ju­ blancas 9 lDd2 en vista de 9 . . i.xg2 10 �xg2
.

gada liberadora. Es un caso no controvertido, e5 ! , donde 1 1 e4 falla por 1 l . . .exd4 12 cxd4


pero ilustra acerca de la prioridad de la profila­ lDxe4.
xis sobre el desarrollo en determinadas situa­ 9...d6 10 'iVc2?!
ciones. En lugar de desarro llar otra pieza, las Esto pierde tiempo. A Nimzowitsch le gusta
blancas retroceden una pieza ya desarrollada: para las blancas 1 O lDd2 i.xg2 1 1 'iii>x g2 e5 1 2
6 i.d3! e4 lDc6 1 3 i.b2; pero por supuesto el alfil-b2 es
Esto está dirigido antes que nada contra la horrible, de manera que es difícil creer que las
jugada liberadora .. .f5, pero hasta cierto punto blancas estén mejor en ese caso.
también contra . . . c6, ya que podría ahora ser 10...i.e4 11 'ii'b 3 ltJc6 12 i.n eS 13 dxeS
contestada con c4. Nimzowitsch continúa sus lDxeS 14 lDxeS l:txeS 15 i.f4 l:te8 16 f3 i.b7
análisis con . . . 17 l:tad1 lDd7 (D)
6 lDf6 7 c 4 0-0 8 lDc3 ltJe8 9 'ii'e2
••.

. . . y las blancas están plenamente preparadas


para contestar a la jugada liberadora más natu­
ral 9 . . . f5, con 10 exf5 i.xf5 1 1 i.xf5 l:txf5 1 2 B
lDe4, con mejor alfil y l a casilla-e4 inexpugna­
ble para sus caballos.

' La misteriosa jugada de torre' fue uno de los


recursos favoritos de Nimzowitsch, llevando
una torre a una columna cerrada para desalentar
profilácticamente una jugada liberadora del ri­
val. Ocurre frecuentemente en partidas del pro­
pio Nimzowitsch, generalmente en la apertura,
por ejemplo (D) :
Las jugadas naturales de las negras podrían
ser 8 . . . d6 o 8 . . . i.e4. Pero de un modo original y Ahora Nimzowitsch indica correctamente
moderno, Nimzowitsch encuentra una solución que la posición de las blancas sufre un 'profundo
profiláctica: decaimiento interno ' , y que después de la inevi­
8...l:te8! 9 l:te1 table e4, las negras podrán eventualmente
232 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

obtener ventaja por medio de . . . f5. Eso realmen­ tiene más sentido que cualquiera de esas juga­
te sucedió en la partida, que las negras ganaron. das, con idea de 20 . . . h4 2 1 'ii'g5 ! . Y 20 . . . ti:Jd7 es
poco clara, en algunos casos con idea de . . . g5
con ataque.
Luego de 20 e4?, la profilaxis de las negras
estuvo justificada:
N 20 fxe4 21 fxe4 ti:Jg4 22 h3? ti:Jf2 23 'ife2
..•

tt:Jxh3+ 24 �h1 'ii'g5 25 l:txf7 l:txf7 26 'ii'g2


ti:Jf2+ 27 �g1 'ife3 0-1

Uno de los ejemplos favoritos de Nimzo­


witsch fue el siguiente:

Przepiorka - N imzowitsch
Kecskemet 1 92 7

Las negras ven e4 como l a única idea seria


de las blancas, y toman medidas bastante extre­
mas para prevenirla:
17 JU7! ? 18 .l:Ltcl l:taf8
•.

¡ Ahora esto es profilaxis ! Las negras agru­


pan sus torres torpemente, simplemente para
prevenir e4. Pero en cualquier caso no es claro Kupchik - Capablanca
que las blancas no estén levemente mejor. Una Lake Hopatcong 1 926
jugada interesante es ahora 1 9 b5, por ejemplo,
pensando en a4 y luego a5 o i.a3 y c5. Es difícil no preferir aquí las negras, que tie­
19 'ii'd3 h5! ? (D) nen perspectivas de . . . a6, . . . b5-b4, y abrir líneas
en el flanco dama. Seguramente no es un mal
plan. Pero Capablanca ve más profundamente.
Percibe que el único contrajuego de las blancas
B contra este plan consiste en alguna ruptura me­
diante g4, para activar las torres en la colurnn a-g
y el alfil en c2. De este modo, en lugar de atacar
directamente, aprovecha la oportunidad para
evitar todo posible juego de su rival.
19 h5! 20 .l:.efl l:th6!
•.•

Calificada con ' ! ! ' por Nimzowitsch, que co­


menta: "la ' misteriosa' jugada de torre, porque
las negras notan que pueden venir las jugadas
blancas h3 y g4, y quieren estar listas para ata­
car por la columna-h cuando eso suceda." Una
vez que el juego de las blancas en el flanco rey
20 e4? falla, la partida termina rápidamente.
Nimzowitsch critica correctamente esto, su­ 21 i.e1 g6 22 i.h4 'iiii> f 7! 23 'ife1 a6 24
giriendo 20 e3 h4 21 'it>g2 ti:Jh5 y las negras es­ i.a4 b5 25 i.d1 i.c6 26 .l:th3 a5 27 i.g5 .l:.hh8
tán mejor. Realmente, me parece que 20 'ii'd 2 ! 28 'ifh4 b4 29 'ife1 .l:tb8 30 l:thf3 a4 31 l:t3f2
PROFILAXIS 233

a3 32 b3 cxb3 33 �xb3 �b5 34 .l:tg1 l!fxc3 aparentemente estaba listo para avanzar, está
0- 1 paralizado." Las negras no pueden jugar tam-
poco la horriblemente lenta . . . g6, . . . h6 y . . . g5
Finalmente, un ejemplo que luce absoluta­ sin permitir algo indeseable, por ejemplo, 15 . . . g6
mente moderno: ( 1 5 . . . h6 1 6 h5) 16 a4 h6 1 7 tLlf4 ! �g7 1 8 h5 g5
19 tLlg6, etc. De manera que en la partida, las
blancas obtienen mano libre en el flanco dama.
Aunque la parte profiláctica está terminada, el
curso de la partida es tan entretenido como ins­
tructivo. Entre otras cosas, la aptitud de las
blancas para avanzar los peones que están fren­
te a su propio rey (debido a su ventaja de espa­
cio) recuerda el capítulo 2 de esta parte.
15 �d8 16 a4 b6 17 b5! tLlf6 18 tLlf4 axb5
..•

19 axb5 'i!ff7 20 i.e2 �c7 21 cxb6 i.xf4 22


gxf4 �d7 23 �d2 cxb5 24 .l:ta1 tLlc6 25 �xb5
tLla5 26 �e2 l:l.tb8 27 tLla4 �xa4 28 .l:txa4
.l:txb6 29 �c3 tLlb3+ 30 llfxb3 lhb3 31 .l:txa8+
tLle8 32 i.d1 .l:txc3 33 '>fi>xc3 'i!fc7+ 34 �d2
�f7 35 .th5+ g6 36 .l:tha1 'i!fb6 37 i.e2 'iti> g7
N imzowitsch - J. Bernstein 38 'it> e1 tLlc7 39 .l:t8a5 �h6 40 �n 'i!fb3 41 h5
Carlsbad 1 923 tLle8 42 J:.a6 'i!fb2 43 hxg6 hxg6 44 .l:t6a2 l!i'b7
45 .l:ta7 l!i'b2 46 Wg2 tLlf6 47 .l:th1+ tLlh5 48
Las blancas, al jugar un temprano b4, permi­ �xh5 gxh5 49 .l:tha1 1-0
tieron a las negras la ruptura . . . e5, que normal­
mente iguala. Ahora, habiendo jugado . . . e4, las
negras están por supuesto intentando jugar para
La p rofilaxis moderna :
un ataque a largo plazo mediante . . .f5-f4. Con­ p revención extendida
tra esta 'mayoría subjetiva' , Nimzowitsch en­
cuentra una excelente idea profiláctica. Por algún tiempo, la noción de Nimzowitsch
12 tLlh4! no atrajo mucha atención. En primer lugar, la
Antes que nada, amenaza tLlf5 . gente lo asociaba con la superprotección mis­
12 4Jb8 13 g3 tLle8 14 4Jg2 f5 (D)
•.. ma. Desafortunadamente, la superprotección
ha sido siempre una idea bastante vaga, y sola­
mente parece aplicable a una pequeña serie de
circunstancias (ciertas posiciones con cadenas
B de peones o peones centrales aislados). Creo
que si aún hoy les pregunta a los jugadores líde­
res si sienten que la idea de la superprotección
es un concepto posicional importante, posible­
mente obtendría un 'no' casi unánime. Pero si
les preguntara acerca de la profilaxis, la res­
puesta sería mucho más positiva. Pachman ex­
presa el rumbo hacia la defensa profiláctica
como sigue : "Exactamente como en la medici­
na moderna, hay cada vez mayor énfasis acerca
de medidas profilácticas para prevenir, antes
que tener que curar ciertas enfermedades; ve­
15 h4! mos en la estrategia del ajedrez moderno mu­
En Blockade (El bloqueo), Nimzowitsch chas jugadas preventivas efectuadas para
comenta: "y el flanco rey de las negras, que anticiparse a un ataque enemigo bastante antes
234 LoS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

de que este haya comenzado. Esto consiste en Una vez más, 26 e4 falla por 26 ... dxe4 27
reforzar la defensa de cualquier punto débil que fxe4 lLlf8 ! 28 lbg3 l'Llg6 29 'it'g5 h4 30 l'Llh5
el rival pueda atacar, eliminando así con antici­ l'Llxe4.
pación la posibilidad de amenazas tácticas que 26 ... l'Llf8 27 l'Llg3 (D)
pudieran ocurrir luego."
He aquí un ejemplo de profilaxis en la pri­
mera parte de la era moderna:

Finalmente las blancas están listas para e4.


Pero las negras encuentran una notable conti­
nuación siguiendo las líneas del último capítu­
Lilienthal - Ragozin lo.
Moscú 1 935 27 ...:xe3! 28 i.xe3 :xe3 29 lLlxb5 l'Llxb5
30 'ii'xb5 i.c6
Una posición bastante estándar de la Nim­ Las negras todavía no tienen un peón por la
zoindia. Las blancas han seguido el plan habi­ calidad, y después de la siguiente jugada de las
tual (hecho famoso por Botvínik) de prepararse blancas, parece que no podrán jugar 3 l . . . .l:txc3
para e4. En este momento, amenazan e4, ya que debido a 32 'ii'd 2. Pero igual lo hacen:
luego de las múltiples capturas sobre esa casi­ 31 'ii'g5 :xc3! 32 'it'd2 :Xc2 33 :Xc2 lLle6
lla, queda indefensa la casilla-f7 . Ahora las negras tienen solamente un peón a
13 i.e6!
••. cambio de dos calidades, pero sus peones pasa­
Esta jugada es profiláctica. Ahora 14 e4 pier­ dos del flanco dama son monstruosos, y el
de un peón por 14 . . . dxe4 1 5 fxe4 cxd4 1 6 cxd4 peón-d de las blancas requiere cuidado. Esta
lbg4 1 7 1i'g3 lbxd4. Por eso las blancas previe­ posición es, al menos, terriblemente dificultosa
nen . . . lbg4. para las blancas.
14 h3 l:.a7! 34 :d1 b4 35 :b2 b3 36 'ii'c3 l'Llc7! 37 .l:.e2
¡ Y las negras refuerzan f7 ! En este momento 'ii'a7 38 'ilb4 l'Llb5 39 :e7 'ii'a3 40 'ii'e 1 c3 41
la clave es 1 5 e4 dxe4 1 6 fxe4 cxd4 17 cxd4 :eS+ i.xe8 42 'ii'xe8+ �h7 43 'ii'xf7 'ii'a8 44
i.c4 ! 1 8 i.xc4 bxc4 1 9 eS tLld5 , con un firme .l:.el l'Lld6 45 'ii'c7 c2 46 'ii'x d6?
bloqueo y tratando de jugar . . . f6. Por eso las Tal vez las blancas podían intentar todavía
blancas ceden e4 por el momento, y comienzan 46 'it'h2 ! ?, por ejemplo, 46 . . . 'ii'c 8 47 'ii'xd6 b2
a actuar en el flanco dama. 48 :es e 1 'ii' 49 .l:.h5+ 'ii' h6 50 :Xh6+ gxh6 5 1
15 i.d2 'ifb6 16 .l:Ub1 :ae7 17 a4 c4 18 'ii'b6 'ii'c 2 5 2 'it'b7+ �g6 5 3 'ii'd7 ! y les toca a
i.c2 i.c8 19 lLlg3 h5! las negras encontrar un camino para hacer ta­
Más profilaxis. Ahora e4 no podrá jugarse blas.
por algún tiempo debido a un oportuno . . . h4, 46 ... b2 47 'ili'f4 'ii'c6 0-1
ganando el peón-e.
20 lLle2 lbd8 21 :a2 i.d7 22 axb5 axb5 El nombre de Petrosián está asociado con la
23 .l:.ba1 i.c8 24 .l:tb2 i.d7 25 'ii' h 4 lbe6 26 idea moderna de la profilaxis. He aquí un ejem­
�h1 plo simple que señala Soltis:
PROFILAXIS 235

Pomar - Petrosián
Olimpíada, Siegen 1970
B
1 d4 g6 2 c4 i.g7 3 lL'lc3 d6 4 tL'lf3 i.g4 S g3
'ii'c8! ? 6 i.g2 lL'lh6!? 7 h3 i.d7 8 e4 f6 9 i.e3
lL'lf7 10 'ii'd2 eS 1 1 dxcS dxcS 12 0-0-0 lL'lc6 13
�b1 b6 14 g4 (D)

¡ Las últimas tres jugadas de las negras pre­


pararon esto !
22 lL'lc3 lL'ld4 23 :Xes l:lgf7
Las negras ganan; la presión por la colum­
na-f es demasiado fuerte.
24 lL'le4? 'fic7 25 l:lgS l:lf4! 26 'ii'd3 h6 27
lL'ld6 hxgS 28 lL'lxe8 l:lxe8 29 'ii'xg6+ c;i¡>f8 30
'ii'xgS 'ii' h7+ 0-1
Esta apertura es bastante típica de Petrosián;
con ella ha sido deliberadamente provocativo. Veamos ahora un nuevo ejemplo breve del
Incluso para los estándares modernos, su as­ juego de Petrosián, que podría ser considerado
pecto luce un poco bizarro. Si diría que aunque tanto 'defensa' como profilaxis, pero sea como
las negras recibieran del cielo algunos tiempos fuere muestra gráficamente cuán efectivo pue­
extra, no sabrían qué hacer con ellos. Pero Pe­ de ser su agudo enfoque:
trosián está seguro:
14 J:tb8! 15 l:lhel l:lb7!
••

Hay aquí una ironía, ubicando una torre vis­


a-vis con el alfil-g2 de las blancas. Pero las dos N
últimas jugadas de las negras son la esencia de
la profilaxis. Como Soltis comenta: "Busque
una amenaza inmediata sobre la segunda fila de
las negras, y no la encontrará. Pero las negras
están pensando en el futuro cercano." Esta utili­
zación de la segunda fila para propósitos defen­
sivos ha sido mencionada en varias partes de
este libro, y también ocurrió en el último ejem­
plo. Aquí la torre no sólo defiende d7, sino que
está lista para girar hacia el centro o hacia el
flanco rey cuando sea adecuado.
Las blancas ahora se apresuran a aprovechar Terpúgov - Petrosián
la chance de activar sus piezas, al sólo costo de Moscú 1 951
ceder al rival un peón que está aislado y dobla­
do. Pero debido a la naturaleza profiláctica de Las blancas acaban de jugar 15 l:lg3, obvia­
la posición de las negras, esto también activa mente tratando de atacar en el flanco rey. Esto
las piezas negras, y en particular esa torre. puede no parecer muy peligroso, pero simple­
16 eS? ! fxeS 17 lL'lgS 0-0 18 tL'ldS tL'lxgS 19 mente observen a qué extremos acude Petrosián
i.xgS i.e8! 20 i.h6 e6 21 i.xg7 l:lxg7 (D) para contrarre starlo, y luego cuán rápidamente
236 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

la posición de las blancas colapsa una vez que injustificada extensión de la noción de Nimzo­
el ataque es detenido. witsch; pero cualquiera sea el modo en que la
1s .¡¡,h 8! 16 ..trs 'ii'd 8! 11 'ii'g4 :gS 18
••• llamemos, este es un rumbo confiable a seguir.
'ii'hS 'ii'e8! 19 b3 i.f8 Dvoretski nos brinda el siguiente ejemplo:
¡ El mejor plan a menudo luce como el que
jugarían los principiantes ! Botvíni k Euwe-

20 'it'e2 g6 21 i.h3 rs 22 f4 lLlf6 23 .l:.e1 fxe4 Match- Torneo por el Cto. del Mundo,
24 i.xc8 'ii'xc8 2S lLlxe4 lLlxe4 26 'ii'xe4 i.g7 La Haya/Moscú 1 948
27 .l:.d3 .l:.b4! (D)
1 d4 dS 2 c4 e6 3 lLlf3 lLlf6 4 lLlc3 c6 S e3 lLlbd7
6 i.d3 i.b4 7 a3 i.aS 8 'ii'c2 'ii'e7 9 i.d2 dxc4
10 i.xc4 eS 11 0-0 0-0 (D)
B

¡ Qué transformación ! Las negras tienen toda


la actividad.
28 'ii'f3 c4 29 .l:.d2 cxb3 30 cxb3 'ii'fS 31 g3
gS! 32 'ii'd3 'ii'xd3 33 llxd3 gxf4 34 lle7 fxg3 Esta es una posición de aspecto bastante nor­
3S hxg3 llgb8! 36 llxf7 :xb3 37 :xb3 :xb3 mal, excepto posiblemente por el alfil-a5 . De
38 �g2 .l:.b4 39 l:.f4 i.d4! 0-1 hecho, la jugada de las blancas 9 i.d2 podría ya
ser considerada 'profiláctica' , por cuanto es
Estos son ejemplos de profilaxis defensiva, apenas activa, pero previene . . . e4 por algún
en los cuales el bando que está al menos visual­ tiempo debido a lLlxe4. Sea como fuere, en este
mente peor, se anticipa y frustra los planes del tipo de posición, habitual en varias líneas de la
rival. Hoy, en gran parte gracias a las partidas Semi-Eslava, uno podría considerar una canti­
de Kárpov y de la influencia que han tenido, la dad de jugadas alternativas. Estas incluyen 1 2
'profilaxis' puede referirse al proceso de frus­ e4 (que aquí es prematura), 1 2 dxe5 (liberando
trar las posibilidades del rival, aunque al co­ el juego de las negras), 1 2 d5 , 1 2 .l:.ae 1 , 1 2 i.a2
menzar uno tenga la mejor posición. y 1 2 h3. En las últimas dos décadas, la jugada
El 'superentrenador ruso' Dvoretski y sus h3 se ha convertido en una idea profiláctica co­
alumnos grandes maestros, han escrito en for­ mún, y parece una elección bastante buena, con
ma brillante sobre este aspecto del ajedrez mo­ idea de 1 2 h3 i.c7 1 3 i.a2. Keres y Dvoretski,
derno, y cada vez aparecen más artículos de por otro lado, sostienen convincentemente que
fuertes jugadores. En verdad, mucho del nuevo de hecho es la mejor jugada.
conocimiento acerca de la profilaxis, puede se­ 12 i.a2!
guirse gracias al discernimiento y trabajo dili­ Esto tiene una cantidad de ventajas que se
gente de Dvoretski . También sugeriría que en el esbozan en el párrafo siguiente. ¡ Pero dos de
curso natural de la evolución de la teoría de los más grandes jugadores en 1 948 no eligieron
aperturas, se dedica hoy más energía a frustrar aquí ni 1 2 i.a2 ni 1 2 h3 ! Por ejemplo, Resh­
los planes rivales. Utilizar la palabra 'profilaxis' evsky (contra Euwe en el mismo torneo) jugó
debido a esta tendencia, puede constituir una 1 2 d5 ? ! , tras la cual Keres indica tres caminos
PROFILAXIS 23 7

para igualar: 1 2 . . . J.c7 ( ! - la más fácil, en mi e) 1 2 . . . J.b6 podría parecer razonable, pero
opinión), 1 2 . . . J.xc3 1 3 J.xc3 cxdS 14 J.b4 después de ella las negras apenas pueden jugar,
.!DeS 1 S .txdS .!üxdS 1 6 .txcS flc7 (quizás las de manera que 1 3 l:tae 1 (entre otras) es fuerte;
blancas estén todavía un poco mejor luego de si les damos tiempo ( ¡ que lo tienen ! ), las blan­
1 7 l:ac 1 ), y 1 2 . . . .!üb6 1 3 J.a2 .txc3 1 4 .txc3 cas pueden jugar tanto .!Dh4-fS, o ir por el doble
.!übxdS 1S .txeS J.g4. cambio en el centro, seguido por el avance de
Bien, pero aún el gran Botvínik eligió 1 2 sus peones mediante f4 y e4.
l:tae 1 ? ! .tc7 1 3 tüe4 (Dvoretski sugirió 1 3 h3 !?; f) En vista de lo anterior, las negras debe­
esto parece mejor) 13 . . . .!üxe4 1 4 flxe4, donde rían probablemente intentar 1 2 . . . .tc7, donde se
en lugar de la sugerencia de 14 . . . a5 ? ! , tanto revela otra ventaja de J.a2: 1 3 .!übS ! ? J.b6 !
1 4 . . . .td6 como 14 . . . .!Df6 1 S 'ii' h4 e4 1 6 .!DeS ( 1 3 . . . J.b8 1 4 J.b4) 14 J.b4 eS 'con posición li­
J.e6 dan igualdad (Dvoretski). geramente inferior' (Dvoretski). Eso es confor­
table para las blancas después de 1 S dxcS , pero
también podrían jugar 1 3 h3 (una jugada profi­
láctica, frenando 1 3 . . . e4 14 .!ügS J.xh2+), y de­
safiar a las negras a demostrar hasta dónde
pueden llegar. En ese caso, me agrada mucho la
posición de las blancas.
Kárpov es el jugador a quien más asociamos
con la profilaxis moderna; uno siente que él hu­
biera jugado en ese momento 12 J.a2 ! (o al me­
nos 1 2 h3, que él ya ha jugado en posiciones
similares). Como señala Nunn, él tiende a eli­
minar las posibilidades del rival, para luego
proseguir con sus propios planes sin ser moles­
tado, un estilo que Nunn contrasta con la pro­
filaxis puramente defensiva de Petrosián. Ya
¿Entonces por qué 12 J.a2? ¡ Porque previe­ hemos visto un hermoso esfuerzo profiláctico y
ne todas las ideas de las negras ! En primer lu­ agresivo de Kárpov en su partida con Hort en el
gar, las negras ya no pueden jugar . . . .!üb6 con capítulo 7 de la parte l . He aquí otro ejemplo:
ganancia de tiempo, y de ese modo sacar su al­
fil-c8. Luego de 1 2 J.a2, observe las posibilida­
des de las negras:
a) 12 ... e4? pierde por 1 3 .!üxe4.
b) 1 2 . . . exd4? ! 1 3 exd4, que suele ser desas-
trosa para las negras en todos los casos, debido
a :lfe 1 y .!DeS ; o .!ügS, que es aún peor, ya que
las negras no pueden desenredarse con . . . .!üb6
con ganancia de tiempo (y el alfil-a2 puede
eventualmente ir a b1 con amenazas de mate en
algunos casos).
e) Preparar ... e4; las negras podrían consi­
derar 1 2 . . . h6?, pero luego 1 3 .!Dh4 ! amenaza
.!üg6 o .!DfS con efecto devastador.
d) 1 2 . . . .txc3, es al menos deprimente luego
de 1 3 J.xc3 e4 14 .!DeS (amenazando J.b4), de
acuerdo a Dvoretski. Desde este punto, analicé Kárpov - Yusúpov
14 . . . a5 1 S f3 ! (o 1 S f4) 1 S . . . exf3 1 6 :lxf3 .!üxeS Cto. de la URSS, Moscú 1 983
1 7 dxeS .!üdS 1 8 J.d4 con idea de J.cS y e4, por
ejemplo, 1 8 ... J.g4 19 :lg3 'ii'h4 20 J.cS :lfe8 2 1 Ésta es la partida que Yusúpov mismo utiliza
'ii'c4 ! h S 2 2 e 4 b S 2 3 'ii'f l y las blancas ganan. para describir a Kárpov como un 'ajedrecista
238 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

·
profiláctico' . Las blancas podían ahora lanzar 35 'ii'c 5 ! hubiera ganado forzadamente - Yu­
un ataque con f4; pero a Kárpov le gusta frenar súpov.
el contrajuego del rival, y dado que las negras 35 c;i;>h7 36 Wd1 Wa6 37 :c2 f5 3S c¡f¡>g3!
•••

están amenazando . . . tba5-c4, juega: fxg4 39 <it>xh4 gxh3 40 f4 'ii'e6 41 'ii'h5 'ii'e7+
22 :tb1 b4 23 h3! 42 <it>xh3 'ii'f7 43 :h2! 'ii'd7+ 44 f5 1-0
Yusúpov señala que esto no solamente pre­
viene la jugada activa . . . 'ii'g 4, sino que también
crea una casilla de escape útil. Ahora las negras
hacen lo mismo; más tarde, él consideró que
eran más adecuadas 23 . . . :b6 o 23 . . . :a4. B
23 h6! ? 24 :el !
•.•

¡ Más prevención ! Ahora contra 24 . . . tba5, las


blancas juegan 25 'ifbl ! , con idea de 25 . . . tbc4
26 l:lxb4 .l:.xb4 27 Wxb4 :xa2?? 28 Wb8+ <it>h7
29 'ii'h l +.
24 :b6 25 'ii'b 1 :abS
•••

Más tarde, Yusúpov prefirió 25 . . . .l:.a4, pero


esto era difícil de prever. Después de la textual,
nuevamente se está amenazando . . . tba5, por eso:
26 :eS tbdS 27 l:cc2!
Esta vez frenando . . . lbb7-a5 .
27 tbc6 28 Wcl :sb7 (D)
•.. Kárpov - Bagírov
Riga 1970

Dvoretski también discute esta posición. La


B situación luce promisoria para las blancas. El
caballo-b7 de las negras está severamente res­
tringido, y las blancas por un lado tienen espa­
cio, y por el otro alfil contra caballo. Pero las
negras están amenazando 27 . . . a5 28 b5 a4 ! se­
guido de . . . tbc5 , y además, . . .f6 es una atractiva
jugada liberadora, por ejemplo, 27 'iid2 f6 ! .
Kárpov lleva adelante su ventaja paralizando
esas ideas :
27 'iig 4!
Ahora Dvoretski señala que 27 . . . f6 28 'ili'h4
tbg6 (o 28 . . . h6 29 :fe l ) 29 .ixg6 hxg6 30 'ili'g3
29 :c5 favorece a las blancas, lo mismo que 27 . . . a5 28
¡ Nuevamente parando . . . tba5 ! Como dice Yu­ b5 (o 28 'ii'd4) 28 . . . :fc8 29 a4. De manera que
súpov: "Cuando a usted no le permiten llevar las negras tratan de defenderse contra la amena­
adelante su idea principal, es muy difícil llevar za más obvia de las blancas, 28 .ixh7+ seguido
adelante la partida." de 29 'ii' h4+ y 30 'ii'xe7 .
29 tbe7 30 <it>h2 tbf5?
••• 27 f5 28 'iid 4! tbdS 29 b5!
•••

Un error grave, perdiendo un peón. Las ne­ Profilaxis; las negras querían jugar . . . tbc6.
gras podrían haber probado 30 . . . c6, aunque las El resto es una cuestión bastante simple: domi­
blancas podrían avanzar sus peones del flanco nar las casillas del flanco dama, y avanzar los
rey, ahora que el flanco dama está bajo control. peones de ese flanco hasta la victoria:
El resto es básicamente técnica, aunque sea 29 g5 30 a4 tbg6 31 'ii'a 1 'iib7 32 :re1
•••

bastante confusa: "ikg7 33 tbcS :f7 34 a5 :e7 35 tba6 :as 36


31 :bc2 :g6 32 :xc7 :Xc7 33 :xc7 'ii'b 5 .in tbf7 37 tbc7 :ds 3S :c6 tbf8 39 b6 axb6
34 g4! tbh4 35 :eS+?! 40 a6 tbh6 41 :ec1 tbg4 42 a7 tbxeS 43 l:l6c2
PROFilAXIS 239

lLlc4 44 a8'ii' lha8 45 lLlxa8 b5 46 l:.a2 l:.b7 un problema similar al de esas 'misteriosas ju­
1-0 gadas de torre' : ¿y qué si ellas permanecen mis­
teriosas?). Pero cumple el objetivo primario del
Por supuesto, no todos pueden jugar como juego profiláctico: frenar el plan principal del
Kárpov. Svídler relata cómo, en el Campeonato rival. Y más importante, los detalle s han sido
Mundial de la FIDE por sistema Knock-out en brillantemente calculados.
Groninga, "tuve un súbito ataque de 'profilacti­ 13 b6? !
•••

tis' . Recordando los años cuando era un estu­ Esta e s l a jugada que 1 3 .l:. c 1 debía prevenir,
diante en la escuela del 'mejor entrenador del de modo que tomaré los análisis de Kaspárov
mundo' [Dvoretski - JW], construí la siguiente como línea principal. Anand realmente jugó
cadena lógica . . ." Svídler luego describe cómo 1 3 . . . l:le8 ( ' ! ' - Kaspárov), pero las blancas man­
él siguió una compleja y completamente lógica tuvieron la iniciativa luego de 14 .l:.e 1 i.f6, y
cadena de pensamiento que, sin embargo, ¡ lo ahora era 1 5 i.d3 ! , intentando 1 5 . . . b6 1 6 cxb6
llevó a perder un peón dos jugadas después ! axb6 17 i.b1 , con idea de 'ii'd 3 .
Uno debe tener siempre el más alto respeto por Creo que la sencilla 1 3 . . . lLle5 ( ! , con idea de
la táctica. 1 4 i.xd7 lüxf3+) podría haber recibido uno de
Como podría esperarse, Garri Kaspárov no esos signos ' ! ' de 1 3 .l:.c l ; pero eso es sólo un
es conocido por su paciente estilo profiláctico. detalle. La profundidad y belleza de la concep­
Pero veamos a continuación un ejemplo que ción de Kaspárov resulta admirable.
bien podría haber sido extraído de una partida 14 c4!
de Petrosián o Kárpov: La clave. Ahora indicamos el plan general de
los análisis de Kaspárov. Nótese que la línea
principal ha tenido que ser prevista en forma
exacta; esto nos da una guía acerca de por qué
B el conductor de las blancas es el mejor jugador
del mundo:
14 bxc5 (D)
.•.

Después de 14 . . . dxc4, simplemente 15 i.xc4


es claramente mejor para las blancas, en con­
traste con 15 d5 lüb4 ! con complicaciones poco
claras.

Kaspárov - Anand
Amsterdam 1 996

Este es un tipo de posición bastante normal,


derivada de una Defensa Caro-Kann, Ataque
Pánov-Botvínik. Las blancas tienen espacio y
punto fuerte en e5, pero como es frecuente en
esas posiciones, la simple ruptura . . . b6 amena­
za poner de manifiesto debilidades en su estruc­
tura de peones a lo largo de las columnas-a y -c.
13 .l:.c1 ! 15 dxcS dxc4
Kaspárov le otorga modestamente a esta ju­ Después de 1 5 . . . a6 1 6 i.a4 dxc4, 1 7 .l:.xc4
gada dos signos ' ! ! ' . Es realmente el tipo de ju­ favorece ampliamente a las blancas.
gada que requiere coraje, llevando la torre a una 16 i.xc4 i.xcS 17 i.b5 'ile7 18 'ilc2 lüd4
columna completamente cerrada (seguramente, 19 'ilxcS 'ilxcS 20 :XcS lLlxb5
240 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Las blancas ganan después de 20 . . . .i.xb5 2 1 normal basado en casHlas clave e iniciativa.
lL:!xd4 �xfl 22 'ifi>xfl . Las negras podrían probablemente mantener
21 a4! lL:!a3 22 .l:.c3 las líneas cerradas mediante 23 . . . d4, aunque 24
¡ El caballo está atrapado ! Esto se produce c5 ! es muy buena; una vez más, las negras no
sólo 8 jugadas después de 1 3 .l:.c 1 , pero haber tienen contrajuego.
estado seguro de semejante cálculo es una señal 23 dxc4?! 24 lL:!c3! 'it'e7 2S 'ii'c6 .l:.b8 26
••.

de grandeza. lL:!e4 lL:!b6 27 lL:!gS+ <if¡¡g8 28 'ii'e 4! g6 29 'it'xeS


.l:.b7 30 .l:.d6! c3 31 �xe6+ �xe6 32 llxe6 1-0
También podríamos hablar de un tipo de Si 32 . . . lL:!c4, las blancas tienen varias chances
'profilaxis de ataque' , en referencia a sacrifi­ ganadoras para elegir, por ejemplo 33 'it'xc3 ! ?
cios para restringir al rival. He aquí un lindo lL:!a3+ 3 4 <¡f¡¡c 1 'it'd7 y ahora 3 5 l:.c6 ! , o bien 35
ejemplo: bxa3 .l:.c7 36 l:.e8+ ! .

Finalmente, tenemos l o que podríamos lla­


mar ¡ 'profilaxis misteriosa' ! Esto está en los lí­
B mites marginales del ajedrez moderno, y se
refiere a casos donde ¡ un jugador realiza una ju­
gada destinada quizás a convertir en inútiles los
planes más probables del adversario ! La jugada
en sí misma puede lucir bastante sospechosa y
difícil de justificar plenamente. Es posible ver
un ejemplo brillante de esto en la siguiente par­
tida de Suba, que casualmente, como un regalo,
nos brinda algunas otras encantadoras jugadas
modernas.

Suba - Petursson
Kaspárov - Short Olimpíada, Tesalónica 1 984
Amsterdam 1 994
1 c4 eS 2 lL:Jf3 lL:Jf6 3 lL:!c3 e6 4 g3 lL:!c6 S .i.g2
Una posición de doble filo. La masa de peo­ �e7 6 0-0 0-0 7 d4 dS 8 cxdS lL:JxdS 9 l:.bl ! ?
nes centrales negros está aparentemente conso­ (D)
lidándose por sí misma, ya que 18 fxe5 puede
ser contestada con 1 8 . . . 'ii'f4+ 19 'iL'b 1 y tanto
1 9 . . . 1Wxa4 como 1 9 . . . 'ii'x fl ; mientras tanto algo
como 1 8 llf3 e4 19 .l:.f2 'ii'xh4 20 'it'xe6+ l:.f7 N
parece ofrecer a las negras suficiente contrajue­
go. Kaspárov encuentra la jugada ideal para
mantener a las negras atadas.
18 fS! ! 'it'h6+
Su primer punto es 1 8 . . . 'it'xf5 ? 1 9 l:.f3 'ii'g4
20 l:.xf8+ lL:!xf8 2 1 lL:!b6 y las blancas ganan.
19 <if¡¡ b 1 lhfS 20 .l:.f3!
Lento y simple, derribando el juego de las
negras. Ahora 20 . . . 'ii'f6 21 l:.xf5 'ii'xf5 22 .i.e2 !
deja a las negras cerca de perder en una jugada,
por ejemplo, 22 . . . 'ii'f7 23 .i.g4 ! lL:!f6 24 lL:!b6
lL:!xg4 25 lL:!xa8. Pero la partida es muy similar: ¡ Realmente, una ' misteriosa jugada de to­
20 l:.xf3 21 gxf3 'iff6 22 �h3 <¡f¡¡f7 23 c4!
••. rre' ! La idea es 1 00% profiláctica, para mejorar
Abriendo líneas. Otra jugada fuerte era 23 las chances de las blancas contra cualquier plan
f4. Después del texto, volvemos a un ataque razonable de las negras. Por ejemplo, 9 . . . cxd4
PROFILAXIS 241

1 O lLlxd4 lZJxd4 1 1 �xd4 i.f6 1 2 �c4 lLlxc3 1 3 es una decisión puramente pragmática, ¡ basada
bxc3 abre l a columna-b, con ideas amenazado­ tanto en la fuerza de su peón pasado, como en
ras como i.a3 y l:.fd l . Luego de 1 3 . . . �a5 14 un cálculo excelente !
i.e3 ! �xc3 1 5 �a4 ! , lanzó un tremendo ataque 20 bxa5 21 bxa6 i.xa4 22 l:tfcl i.c6 23
•.•

contra el flanco dama en Suba-Cebalo, Skopje �e3 g6 24 a7 a4 25 lZJe5 i.xg2 26 .l:!.xc8 .l:!.xc8
1 984 (la partida original de 9 .l:!.b 1 ) . Y frente a 27 'itxg2 a3
9 . . . �a5. Suba indica la entretenida 1 0 i.d2 ! , Ahora esto es una carrera, y el tiempo extra
sacrificando e l peón-a por más que adecuada de las blancas les permite ganar en forma muy
compensación. Por supuesto, 9 . . . lZJxc3 10 bxc3 atractiva:
tiene poco sentido para las negras ; y si las ne­ 28 lZJd7! i.b2
gras pasan, por ejemplo, mediante 9 . . . a6, luego Para acompañar a su peón. En vez de esto,
la jugada 1 O e4 conduce a ventaja, en vista de lí­ 28 . . . �xd7 29 l:tb8 a2 30 a8 � gana luego de
neas como 10 . . . lZJb6 1 1 dxc5 ! �xd 1 1 2 lhd 1 30 . . . l:txb8 3 1 �xb8+ 'i;g7 32 �a3 ! �d5+ 33
i.xc5 1 3 e5 ! con idea de lZJe4. Aquí la jugada 9 e4 ! y las blancas escapan del jaque perpetuo.
l:.b 1 nuevamente muestra su valor luego de 29 �xa3 ! !
1 3 . . . lZJc4 14 i.f4 ! , donde b2 está defendida. Elimina e l peón-a y s e asegura u n final gana­
9 ..tf6
••• dor.
Una idea muy razonable. Ahora Suba señala 29 ..txa3 30 lLlf6+ 'i;f8 31 lLlxe8 l:ta8 32
.•.

la jugada 10 e3, pero el curso que elige también .l:!.b7 ..teS 33 lLlf6 rj;g7 (D)
es lógico.
10 lLlxd5 �xd5!?
Después de esto, las blancas parecen mejor.
Suba menciona la idea 1 0 . . . exd5 ! ?, y da 1 1 i.e3 B
c4 1 2 b3 it.f5 1 3 l:tc 1 b5 14 bxc4 bxc4 1 5 lLle5 !
.l:!.c8 16 f4 como una continuación prometedora.
1 1 dxc5 �xcS 12 �a4 i.d7 13 i.e3 �e7 14
�e4 .:tac8 15 b4 b6 16 i.d2!
Un bonito retroceso, preparando b5 y it.b4.
16 .l:!.fd8 17 b5 lZJa5 18 i.b4 �eS 19 a4 a6
•.•

(D)

B
34 lZJe4 i.xa7?!
La alternativa 34 . . . i.d4 35 lZJg5 l:.xa7 36
lZJxe6+ y %ha7 no alcanzaría en el largo plazo.
35 lZJg5 'i;g8 36 lLlxf7 ..teS 37 lZJg5 l:.e8 38
h4 h6 39 lZJf7 i.f8 40 lZJe5 g5 41 hxg5 hxg5 42
lZJf3 .l:!.e7 43 l:tb5! 1-0
El peón-g también caerá, incluso después de
43 . . . g4 44 l:tg5+ l:tg7 45 l:txg7+ y 46 lLlh2.

En conclusión, el futuro de las jugadas profi­


lácticas y el pensamiento profiláctico es lumi­
20 i..xa5! noso. El hecho de que los libros modernos y los
En una grosera violación a los 'principios ' , comentarios se refieran cada vez más a estos
¡ las blancas cambian u n alfil dominante por el conceptos, indica que son ahora una parte per­
pavoroso caballo del borde' ! Por supuesto, ésta manente del nuevo panorama del ajedrez.
1 0 El dinamismo : la diferencia
moderna

Este capítulo s e refiere al tema del dinamismo en Erizo, y aperturas dinámicas de contraataque
el ajedrez moderno. 'Dinamismo' es una abs­ como la Siciliana, Benoni, y Defensa India del
tracción amplia con la cuál no me siento cómo­ Rey, por nombrar solamente unas pocas. Para
do, pero hay dos razones para focalizar nuestra el observador externo, esas posiciones siempre
atención sobre ella. Primero, es la palabra más parecen al borde de 'rebasarse' , aun cuando no
asociada con el ajedrez moderno, y la descrip­ se esté produciendo ningún choque directo.
ción a la que recurren los jugadores líderes y los Como de costumbre, es interesante obser­
teóricos cuando están tratando de describir el var esta cuestión históricamente. Hay una coin­
estilo moderno. Por esa sola razón, deberíamos cidencia sorprendente entre los escritores de
examinar qué se quiere significar con el térmi­ ajedrez (Réti, Euwe, Romanovski, Pachman y
no. Pero también he encontrado que este tema Suetin, por ejemplo) acerca de los estilos uni­
es una excusa conveniente para mostrar a los versales de los grandes jugadores. Todos ellos
lectores algunas partidas modernas apasionan­ reconocen a Steinitz como el fundador de la es­
tes. cuela posicional, con su identificación de los
puntos débiles, estructuras de peones, caracte­
¿Qué es el d i n a m ismo? rísticas estáticas varias, y sobre todo, la teoría
de la acumulación de las pequeñas ventajas. En
Obviamente, el dinamismo tiene algo que ver gran parte, su enfoque fue ampliado y afinado
con jugar dinámicamente. ¿Quiere decir eso ju­ por Tarrasch, Rubinstein, Capablanca, y la ma­
gar tácticamente? Escuchemos lo que Suetin yoría de los mejores jugadores de las tres pri­
tiene para decir respecto a la diferencia: "la meras décadas del siglo XX. Con el declinar de
concreción de posibilidades aletargadas en la los románticos (por ejemplo, Zukertort, Black­
posición, habitualmente tiene lugar de manera burne, Marshall, y Chigorin), Suetin señala que
combinativa. Sin embargo, sería equivocado Spielmann fue uno de los pocos defensores de
comparar esta forma de resolver los problemas un estilo de juego puramente dinámico durante
de las posiciones, con operaciones puramente ese período. Y Nimzowitsch mismo representó
tácticas, aunque se parecen una a la otra. La ca­ un término medio. Como Romanovski lo descri­
racterística más esencial de las decisiones diná­ be, durante la primera parte de su carrera, "su
micas consiste siempre en el hecho de que están encendido temperamento, pensamientos diná­
relacionadas con todos los desarrollos estraté­ micos, imaginación espléndida y original le va­
gicos anteriores de la partida." En el contexto lieron fama merecida de artista del ajedrez."
de la partida actual, vemos cada vez más que Más tarde, de acuerdo a Romanovski , él "cayó
los jugadores están utilizando estrategias de en la posición de un conservador . . . creó la teo­
apertura en que predominan las consideracio­ ría de la restricción, el bloqueo, la superprotec­
nes dinámicas. Además, posiciones en que no ción . . . Elevó de esa manera esos 'principios' al
está involucrada la táctica, pueden mantener un rango de dogma (como Tarrasch había hecho en
'dinamismo latente' , donde un jugador amena­ su tiempo . . . ). Nimzowitsch comenzó a sufrir
za continuamente activar de una vez la mayoría contundentes derrotas cuando se encontró con
de sus piezas, mediante una jugada de peón o adversarios reconocidos por gran dinamismo
un sacrificio, y esas amenazas deben ser perma­ de pensamiento, especialmente Alekhine." Tal
nentemente atendidas por el rival. Muchas vez una manera más equitativa de caracterizar
aperturas modernas conducen a esas posibilida­ la transición de Nimzowitsch, sería decir que se
des dinámicas ocultas, como las estructuras del convirtió, de un jugador excéntrico y dinámico
EL DINAMISMO: LA DIFERENCIA MODERNA 243

que a menudo recurría a la táctica, en otro que, También Réti tiene cosas pertinentes que
como Steinitz, estaba obsesionado con las ca­ decir acerca del dinamismo, que en ese momen­
racterísticas estáticas de las posiciones, algunas to estaba comenzando a aparecer. Hablando del
veces abandonando el concepto de dinámica. estilo de Bogoljubow, él se parece extraordina­
Sin embargo, este nuevo estilo lo llevó a algu­ riamente al Gran Maestro Suba (ver más aba­
nas victorias imaginativas y hermosas, que Ro­ jo), en la descripción de situaciones repletas de
manovski parece no conocer. lo que ahora llamamos 'dinamismo latente' :
De todos modos, todos concuerdan que el "En años recientes, ha sido generalmente
cambio revolucionario en el campo del juego una costumbre evaluar una posición desde el
estático contra el dinámico comienza con Ale­ punto de vista de la acción, contrastando con, o
khine, seguido por los maestros soviéticos de más exactamente, completando la visión estáti­
los treinta y cuarenta. Suetin ha hecho algunas ca de Steinitz (puntos débiles, etc.). Posiciones
observaciones profundas sobre este tema. Seña­ aparentemente inferiores, restringidas, pueden
la que los ajedrecistas siempre han jugado antes ser buenas, si son capaces de desarrollarse y
que nada por intuición. "Obviamente, el gran ofrecen posibilidades de planeamiento hacia el
maestro, dotado por naturaleza, es un artista de futuro. Por otro lado, una posición no restrin­
primera clase, cualquiera sea la escuela a la que gida, que es aparentemente mejor, realmente
pertenezca. Es por esa razón que uno encuentra puede a veces ser mala, si no es capaz de desa­
los elementos de la dinámica tan frecuente­ rrollarse, y no pueden hallarse planes para ha­
mente en las partidas de Steinitz, Tarrasch, Ru­ cerla más fuerte." [Los grandes maestros del
binstein, y muchos otros representantes de la tablero]
escuela posicional. Si los problemas de la posi­ Ese es precisamente el punto que Suba des­
ción demandaban decisiones dinámicas, enton­ taca acerca de la formación Erizo y otras posicio­
ces la intuición los ayudaba a alcanzarla y a nes modernas. Réti habla en el mismo sentido
vencer los confines dogmáticos de su escuela." acerca de Alekhine: "El proceso metódico puro,
Entonces, ¿cuál era la diferencia entre los ju­ del cual se deriva la técnica ajedrecística, no se
gadores 'posicionales' y 'dinámicos' ? Como adapta a él. Las consideraciones acerca de la
Suetin tan adecuadamente explica, los jugado­ posición en ese tiempo eran estáticas, no diná­
res de la escuela dinámica moderna convirtieron micas. Entonces sucedía que en cada posición
esa intuición en una parte consciente de su jue­ se buscaba la mejor jugada, y no la más profun­
go, y aprendieron cada vez más cómo crear po­ da o el plan de mayor alcance . . . . El esfuerzo
siciones en las cuales el elemento dinámico para no permitirse a sí mismo ser decepcionado
fuese dominante. Por contraste, "los adherentes por la simplicidad aparente de una posición y
a la escuela posicional . . . vieron realmente con por jugadas obvias, lo condujo lentamente en
anticipación cuáles son los factores dinámicos una nueva dirección, mientras que . . . Rubins­
que se transforman en operativos durante la ba­ tein y Nimzowitsch, caminando los antiguos y
talla, y cuáles son independientes de sus volun­ bien conocidos senderos, trataron de aprox i­
tades. Pero a través de sus juicios teóricos marse a la verdad ajedrecística." [Modem Ideas
limitados, ellos no estaban en una posición in Chess (Las ideas modernas en ajedrez)]
consciente para provocar posiciones de carácter Por supuesto, la 'verdad' real era que los ele­
dinámico. Su conocimiento de la dinámica era mentos dinámicos caracterizarían mucho más
superficial y no era suficiente para influir sus­ una partida, que aquellos posicionales estáti­
tancialmente en la tendencia de su estilo." De cos. Eventualmente, las ventajas dinámicas a
ahí la esterilidad ajedrecística de la que se que­ largo plazo y la iniciativa sostenida, fueron to­
jaba Capablanca; debido a toda su grandeza, él mados tan seriamente como las debilidades de
tuvo al final un dogmatismo limitado. Según peones o piezas desubicadas. La temprana con­
Suetin, él y sus contemporáneos no estaban versión de Alekhine a este punto de vista se
predispuestos a introducir conscientemente de­ muestra, por ejemplo, en su imaginativa línea
sequilibrios dinámicos en sus partidas. Fueron de gambito 1 e4 e6 2 d4 d5 3 lt:'lc3 lt:'l f6 4 Jtg5
Alekhine y sus sucesores quienes consideraron !Ji..e 7 5 e5 lt:'lfd7 6 h4 ! ? Jtxg5 7 hxg5 'ii'xg5 8
la partida de esta manera . lt:'l h3 'ii'e7 9 lt:'lf4 (D).
244 LOS SECRETOS DE U ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

está disponible el plan ' mientras uno hace, el


otro aplaude' ."
N Hay mucho que decir sobre su punto de vista.
Particularmente a mí me gusta la frase ' mien­
tras uno hace, el otro sólo aplaude' , porque eso
es lo que frecuentemente encontramos en nues­
tros libros de enseñanza y de medio juego.
Además, en la práctica, las consideraciones
estáticas pueden zozobrar fácilmente ante las
dinámicas. En el ajedrez de elite actual , uno
raramente tiene la impresión de que los rivales
estén escarbando y arañando para 'acumular
pequeñas ventajas' ; ¡ más bien, ellos parecen
interesados en el saqueo mayor! Un alto por­
Las negras no tienen debilidades y disponen centaje de partidas se caracterizan por una ten­
de una variedad de opciones defensivas. Con­ sión dinámica evolutiva, que amenaza volverse
trariamente a los gambitos anteriores, el juego en contra de uno de los j ugadores en cualquier
aquí no toma un carácter forzado, y las blancas momento. Por supuesto, esto está relacionado
ya mantienen una gran ventaja en desarrollo con la apertura moderna. El tipo de juego tenso,
con juego superior de piezas, que hace difícil a incierto y de doble filo parece ser la regla, antes
las negras liberar su partida. Si este gambito que la excepción, en jugadores tales como
particular es o no completamente sólido, esa Kaspárov, Shírov, Anand, Topálov, Ivanchuk, y
idea - presión sostenida en el largo plazo - ca­ Polgar; e incluso los jugadores de neto corte
racteriza el típico sacrificio moderno de peón, posicional como Kárpov y Krámnik, quedan
como vimos en el capítulo 3. continuamente inmersos (y en su propia casa
también) en esa suerte de festival de golpes in­
¿Ac u m u lación o saqueo? ciertos. El mejor camino para observar esto es
no aceptar mi palabra, sino examinar coleccio­
Nimzowitsch puede haber sido llevado hacia un nes de partidas de los jugadores de elite. Tam­
juego posicional más que estático; pero en Mi poco es ésta meramente una característica de
sistema denigra la 'acumulación de pequeñas los Super Grandes Maestros, como comprobará
ventajas ' , de Steinitz, asignándole un rol ' sub­ estudiando las partidas de cualquier torneo in­
ordinado' y refiriéndose a ella como una 'insig­ ternacional .
nificante inversión en valores intrascendentes' . Parece absurdo tratar de mostrar 'ejemplos'
Hoy, el Gran Maestro rumano y teórico radical de juego dinámico, ya que están en todos lados
Mihai Suba va mucho más lejos, sosteniendo (y también esparcidos en todo este libro). Qui­
que " ¡ el concepto arcaico de 'mejorar la posi­ zás sea útil la mirada a unos pocos modelos de
ción' es estático e irrelevante" ! Shírov, ya que, como tantos ejemplos de Kas­
En vista de que cada jugada del rival cambia párov, ellos reflejan frecuentemente la prepara­
la posición, razona, es más adecuado hablar de ción en las aperturas y su rol en la creación de
'estrategia dinámica' , a la que describe como esas situaciones dinámicas. Pero hay otro aspec­
"un intento de revisar la opinión estándar, está­ to interesante del juego de Shírov. Se ha dicho
tica y conservadora sobre que debería ser la es­ frecuentemente que Mijaíl Tal, como Petrosián,
trategia (una colección de reglas acerca del fue un campeón del mundo, cuyo estilo no tuvo
centro, estructura fija de peones . . . ), y la estrate­ sucesores. La idea era que nadie más pudiera
gia superior, que define como un proceso conti­ continuar con sus sacrificios irracionales y fre­
nuo de interacción entre el presente, el futuro cuentemente erróneos. Si bien es verdad que
inmediato y el futuro lejano de las posiciones hoy los jugadores se defienden mejor, y están
del ajedrez moderno . . . Trata de restablecer res­ gustosos de aceptar sacrificios al costo de al­
peto por los rivales y por las posiciones reales guna incomodidad, Shírov (un letón, como Tal)
que aparecen en el ajedrez moderno, donde no ha sido frecuentemente exitoso realizando
EL DINAMISMO: LA DIFERENCIA MODERNA 245

sacrificios violentos, a cambio de ataques bas­


tante dudosos pero difíciles de refutar. He aquí
dos ejemplos: B

.l:.xa6, etc. Pero es difícil aceptar esto, cuando


en lugar de eso la torre blanca puede ser mante­
nida fuera de juego mediante:
29 f5? ! 30 bxa6 g6 31 lt h3 h5! ? 32 l:tc7
•••

Shírov - Stohl l:tf8


Bundesliga 1 99314 Tratando de cambiar piezas, pero los peones
pasados del flanco dama y la pareja de alfiles de
Las blancas parecen haber sido desbordadas Shírov parecen ahora compensar la dama.
en esta apertura (una Siciliana típicamente agu­ 33 i.c5 l:tf7 34 .ib5+ 'it;d8 35 l:tc6 l:tc8??
da), y uno podría esperar salir del apuro con 20 Ante la presión, las negras colapsan. De acuer­
g3 'ií'c3+ 2 1 ..td2 'ií'd4 22 ..tgS 'ií'c3+ 23 i.d2, do a Eising, podrían jugar 3S . . . 'ií'd 1 + 36 �h2
etc., más o menos forzando las tablas. Pero Shí­ 'ií'g4 ! , amenazando . . . f4, donde las blancas po­
rov concibe una forma para obtener algunos drían a su tumo forzar las tablas con 37 i.b6+
peones pasados en el flanco dama, aún a pesar 'it> e7 38 .icS+.
del gran riesgo para su propio rey. 36 l:td6+ 1 -0
20 c4! ? .ixh2 21 d6! ? ..txd6
El final de dos alfiles con peón menos luego
de 2 1 . . . 'ií'xd6 22 'ii'xd6 .ixd6 23 cxbS axbS 24
i.xbS+ <3;e7 2S 'it;e2, es extremadamente ries­
goso para las negras debido a los peones pasa­ N
dos blancos.
22 .l:.cl ..tg3+ 23 <3;fl 'ií'e5 24 cxb5 lLJd5 25
'ií'd4 'ií'xf5+ 26 <3; g1 .ie5
Un momento crítico. Ahora las líneas 27
'ií'd2 0-0 28 bxa6 .l:.fd8 ! y 27 'ii'c S lLlxe3 28 lt hS
gS 29 'ií'xe3 i.f4 30 'ií'd4 0-0 3 1 :es 'ií'g6 32
bxa6 .!:tfd8 ! 33 'ii'c 3 lt xa6 ! muestran cuán peli­
grosamente expuesto está el rey blanco. Shírov
encuentra una solución increíble:
27 'ií'xd5 ! ! .ih2+ 28 ltxh2 'ií'xd5 (D)
29 lt h5!
Fundamentalmente, esta jugada mantiene al Krámnik - Shírov
rey en el centro. Ahora las negras realizan una Linares 1 994
jugada natural, pero hubieran tenido mejor re­
sultado cediendo inmediatamente el enroque Incluso ante tamaña oposición, él muestra un
mediante 29 . . . 'ií'a2 ! 30 .:teS+ 'it;f8, por ejemplo, sorprendente optimismo preparando el siguien­
3 1 .icS+ 'it> g8 32 ..tc4 'ií'xa3 33 l:tfl h6 34 bxa6 te sacrificio:
246 LOS SECRETOS DE L4. ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

23 Ji'd7? ! 24 g3 'ifxh3 25 .i.g2 'ikh5 26


.• No 33 . . . llxc6? 34 fx�4 y seguidamente l:.h3.
gxf4 ti:lg4 27 llfd1 ! (D) Pero ahora las blancas obtienen un peón pasado
aparentemente decisivo.
34 cxb7 11e4! 35 11cl?
Esto es muy tentador, apoyando el peón,
N pero las blancas podían mantener la ventaja
mediante 35 b8 'ik+ 'ifxb8 36 fxg4 l:.xg4 37
..txd5+ �h7 38 %1c l .
35 �h7 36 b8'ik !
.•.

Solamente hay tablas luego de 36 l:tc8 'ikg3 !


37 b8'ik tt::lh 2+ 38 �g 1 11e l + 39 'ifxe l 'ifxe 1 +
40 'it xh2 'ifh4+.
36 'ifxb8 37 fxg4 'ifh2! 38 l:tf3 l:.xg4 39
••.

b7?
Las blancas todavía pueden tratar de ganar
con 39 11f2 l:.fg6 40 .i.xd5 , donde Krámnik su­
girió 40 . . . 'ikh3+ 4 1 �e2 l:ld6.
Esto hace que la idea de las negras parezca 39 l:.fg6 40 %1c2?
•••

tonta. Pero Shírov persiste en encontrar los re­ Es mejor 40 b8'if 'ifxb8 41 llf2, aunque las
cursos más sorprendentes para su ataque hete­ negras ya tienen igualdad material y un fuerte
rodoxo: ataque. Luego de este error, está todo definido.
27 .l:lae8 28 :td3! 'ifh2+ 29 � f5!
••• 40 :Xg2 41 'ifxg2 l:txg2 42 l:.xg2 'ifh1 + 43
.•.

Preparando el siguiente pasaje de torre. No �f2 'ifh1 0-1


otorgaría esperanzas 29 . . . 'ifxf4 30 'ikd2 ! .
3 0 'ifd2 l::tf6 ! 3 1 f3! (D) La mayoría de las veces, sin embargo, el
Las blancas evitan la talentosa idea de Shí­ dinamismo de Shírov es menos especulativo
rov : 3 1 llh3? llg6 ! . que éste, y más basado en las características
fundamentales de su posición. En su brillante
libro Fuego en el tablero (un verdadero tesoro
del juego dinámico moderno), dedica un capí­
N tulo separado a sus aventuras en la Variante
Botvínik de la Defensa Semi-Eslava, jugando
con ambos colores. Lo destacado, pero a la vez
típico de esas partidas es que, aunque ellas se
apartan de la preparación recién en una etapa
avanzada (digamos, jugadas 1 8 o 20), constan­
temente están repletas de ricas e imprevisibles
complicaciones. Esto es cierto hasta tal punto,
que los jugadores se encuentran a sí mismos
forzados a encontrar una jugada tremenda tras
otra solamente para sobrevivir, y terminan en
apuro de tiempo, aunque lo hubiesen ahorraron
Ahora las negras deben estar perdidas, ¿ver­ durante las jugadas iniciales. Esta paradoja, va­
dad? Pero: riantes preparadas en forma tan profunda, pue­
31 %1e4! !
••• den de tanto en tanto producir luchas creativas
" ¡ Solamente pueden tomarlas de una en una !", increíbles en el ajedrez contemporáneo. El hecho
como dijo el propio Tal alguna vez. Y 32 fxe4 de que ambos bandos continúen jugando algu­
fxe4 forzaría a las blancas a devolver la torre in­ nas aperturas analizadas a fondo y abundantes
mediatamente mediante 33 tt::le 2. Krámnik en­ en táctica, indica que hay un equilibrio dinámi­
cuentra una respuesta dinámica: co y estratégico que, con buen juego, persistirá
32 ti:lxd5! cxd5 33 c6 llxf4! a lo largo de la partida. Esta última cualidad del
EL DINAMISMO: LA DIFERENCIA MODERNA 247

equilibrio posicional y táctico es la que condu­ En todos estos ejemplos, note cómo, pese al
ce a partidas tan apasionantes y originales. 'despilfarro' de 1 5 -20 jugadas preparadas, a las
partidas no les falta en absoluto drama y comple­
P. N i kolié - Shírov jidad. De hecho, para descubrir lo que realmen­
Wijk aan Zee 1 993 te está pasando en cualquiera de ellas, sería
necesario análisis "hübneresco". [N. del T. : el
1 d4 d5 2 c4 c6 3 tt:lf3 tt:lf6 4 tt:lc3 e6 5 �g5 autor se refiere a los análisis habituales del
dxc4 6 e4 b5 7 eS h6 8 i.h4 g5 9 tt:\xg5 hxg5 10 Gran Maestro alemán Robert Hübner, conoci­
�xg5 tt:lbd7 1 1 g3 dos por su detallismo extremo.]
De las otras muchas bellas partidas de Shí­ 17...i.xg2 18 'it xg2 �c6+ 19 f3 'ikxe6 20
rov con esta línea, presento la siguiente sin co­ �c2 ltJe5 21 .l:.ae1 l:.d4 ! ? (D)
mentarios. Noten la sorprendente desfachatez
del rey negro al final, ¡ quedando alegremente a
merced de jaques descubiertos y jaques dobles !
Kamsky-Shírov, Cto. Mundial por Equipos, B
Lucerna 1 993: 1 1 exf6 i.b7 12 g3 c5 13 d5 �h6
14 i.xh6 l:.xh6 1 5 �d2 �xf6 1 6 0-0-0 �f8 ! 1 7
f4 tt:lb6 1 8 �g2 exd5 1 9 �f2 l:.c8 2 0 tt:lxb5
tt:l a4 ! 2 1 �c2 �a6 ! 22 tt:la3 c3 ! 23 i.xd5 ? !
tt:lxb2 24 �f5 l:.f6 25 �7 �xa3 ! 26 � 8+ rj;;e7
27 l:.he 1 + �d7 ! 28 �h3+ �d6 ! 29 i.xb7+
tt:lxd 1 + 30 �xd 1 �xa2 3 1 �g2 �b 1 + 0- 1 .
l l ... i.b7 1 2 �g2 �6 1 3 exf6 0-0-0 1 4 0-0
c5 15 d5 b4 16 tt:la4 �b5 (D)

Una jugada descubierta por el mismo Tal,


B quien, por razones obvias, también estaba atraí­
do por esta variante. ¡ Lo único definitivo que
puede decirse acerca de este tipo de posiciones
es que ellas son un revoltijo absoluto !
22 h4 i.d6 23 a3 �d5! 24 �f5+ �c7! 25
.l:.e2 (D)

17 dxe6
También las derrotas de Shírov han sido clá­
sicas. En la siguiente partida, Ivanchuk encon­
tró sobre el tablero la sorprendente 2 1 �g7 ! ! :
1 7 a3 exd5 1 8 axb4 cxb4 1 9 �e3 tt:lc5 20 �g4+
l:td7 2 1 �g7 ! ! i.xg7 22 fxg7 l:.g8 23 tt:lxc5 d4
24 �xb7+ .l:.xb7 25 tt:lxb7 � b6 26 i.xd4 ! !
�xd4 27 l:.fd 1 �xb2 (27 . . .�g4 ! ?) 2 8 tt:ld6+
'it>b8 29 l:.db1 'ikxg7 30 l:.xb4+ �c7 3 1 l:ta6 !
l:.b8 32 l:.xa7+ 'itxd6 33 l:.xb8 'ikg4 34 l:.d8+ 25 .. .'�c6! !
'itc6 35 l:.a1 1 -0 lvanchuk-Shírov, Wijk aan ¡ Adelante ! Es característico de Shírov utilizar
Zee 1 996. todas las piezas; en lo que sigue, es necesario
248 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

también su rey para sostener la posición de las los grandes vaivenes en la estructura o en el
negras. material.
26 b3! c3!
Las blancas están tratando de abrir líneas para
mantener a salvo su rey, por ejemplo, 26 . . . cxb3 ? !
2 7 axb4 cxb4 2 8 .l:.c 1 + ltJc4 2 9 'ii'b 1 ! sería poco N
confortable.
27 axb4 cxb4 28 .l:.a1 ! liJd3! (D)

Uhlmann - Pietzsch
Zinnowitz 1 967

Las negras poseen la pareja de alfiles, con


uno de ellos influyendo especialmente desde
g7; las blancas tienen espacio, y posibilidades
Protegiéndose de los sacrificios sobre c3, de ocupar casillas débiles en el flanco rey rival.
deshaciéndose de las damas. El juego continuó:
29 'ii'xdS+ .l:.xdS! 30 .l:.e4! 'it> bS 31 .l:.c4! 1S ltJeS 16 ltJe3 �d7 17 a4 a6 18 aS!
•••

lte8! 32 .l:.a2! ltJe1+ 33 ci;h3 ltJxf3 34 .l:.xc3! .l:.tb8! 19 ltJa4 �xa4!


ltJxgS+ 3S hxgS .U.h8+ 36 'iti> g2 bxc3 37 ltJxc3+ Las negras tuvieron que prever esta jugada,
ci;c6 38 ltJxdS ci;xdS 39 .U.xa7 ci;e6 40 .U.a4? cediendo voluntariamente la megacasilla f5 a
En el ultimo minuto ( ¡ sobre la jugada 40 !), cambio de una presión tremenda sobre la colum­
después de haber realizado una defensa heroi­ na-b abierta. Especialmente porque las blancas
ca, las blancas se equivocan. Disponen de unas no han enrocado, el segundo jugador tiene jue­
tablas de problema después de 40 'it> f3 ! l:th3 4 1 go de piezas suficiente para compensar las ho­
'iti>g4 .l:.xg3+ 42 'iti> h5 l:th3+ 4 3 'iti>g4 .l:.xb3 44 rribles debilidades de su flanco rey.
l:ta6 l:tg3+ 45 �h5 'iti> f5 46 lt a5+ �e5 47 'iti> h6, 20 l:txa4 bS 21 axb6 .l:.xb6 22 liJfS 'ii'b 7 23
etc. l:.a2 .l:.b8 24 f4 ltJg6! 2S 0-0
40 .l:.g8 41 .l:.g4 �eS 0-1
••. La torre blanca estaría fuera de juego tras 25
Ya que seguiría . . . 'iti> f5 . ltJxh6+ �xh6 26 .:!.xh6 gxf4 27 gxf4 .l:.xb2 28
.l:.xb2 'ii'xb2 29 'ii'xb2 .l:.xb2.
2S .l:.xb2 26 ltxb2 'ii'xb2 27 'ii'xb2 l:txb2
Eq u i l i brio d i n á m ico y
•.•

28 �xa6 .:!. b4! 29 eS!


p la nea m iento "Así como suena paradójico, a veces uno
debe sacrificar material para mantener el equi­
Los comentarios sobre aperturas modernas librio" comenta Suetin; "Aunque las blancas
que conducen a juego de largo plazo dinámica­ tengan éxito en la creación de un peón pasado
mente equilibrado también pueden aplicarse a en la columna-d. el equilibrio interno se man­
posiciones que no son especialmente teóricas. tiene." Y las alternativas muestran cómo fun­
Suetin nos brinda un ejemplo revelador acerca ciona esto: 29 ltJxd6?? ltb6 o 29 �d3 �f8 y las
de cómo las 'transformaciones' posicionales blancas están atadas, por ejemplo, 30 'it>h2 c4
(cambio de ventaja por otras ventajas) a veces 3 1 �c2 .l:.b2 32 ltJe3 c3.
no repercuten en la evaluación general, pese a 29 dxe5 30 fxgS hxgS 31 d6 liJf8? (D)
•.•
EL DINAMISMO: LA DIFERENCIA MODERNA 249

Suetin no cuestiona esto, pero era mejor pa­ Esta idea de equilibrio dinámico plantea un
sar a la defensa con 3 1 . . .l:r.b8 ! , donde las blan­ tema que no está estrictamente en la órbita de la
cas parecen estar bien, por ejemplo, 32 .ic4 teoría del medio juego, sino bastante más en la
.if8 o 32 l:td l e4 33 d7 .l:.d8 34 .ic8 lt:Je5 . del juego práctico. Esta es la naturaleza del
planeamiento ajedrecístico. Previamente men­
cioné los comentarios de Dvoretski sobre este
tema, y ellos merecen revisarse aquí. Dice, muy
B en el espíritu de Suba, que la idea popular de un
plan profundo que abarque a casi toda la partida
es una 'falsa ilusión' : "Es absurdo proyectar un
plan demasiado largo; la jugada inmediata si­
guiente puede cambiar totalmente la situación
sobre el tablero, y otorgarle una dirección total­
mente diferente." Dvoretski señala que en la
práctica, los jugadores realizan solamente pla­
nes generales, "determinando el área y el carác­
ter de la acción a enfocar", por ejemplo, algo
así como atacar en el flanco dama. Planear con
más detalle tiende a suceder principalmente en
32 .ic8? lo que él llama 'operaciones estratégicas sepa­
La alternativa "32 lt:Je7+ 'it>h8 33 .l:.xf7 l:r.b6 radas (que como regla son bastante pequeñas)' .
34 lt:Jf5 l:txa6 35 l:txg7 l hd6 ! no otorga nada a Finalmente, cita a Kótov en Think Like a Grand­
las blancas." (Suetin). Pero - y esta es una de master (Piense como un gran maestro) (un libro
las razones por las cuales utilicé este ejemplo ­ demasiado difamado en la actualidad): "El plan
él ha omitido la mejora decisiva 34 .ifl ! , ame­ en una partida de ajedrez es la sumatoria de una
nazando lt:Jf5 , por ejemplo, 34 . . . J:I. xd6 35 l:t xg7 ! operación estratégica sobre otra, cada una cum­
o 34 . . . lt:Je6 35 lt:Jf5 e4 36 l:te7, ganando. pliendo una idea independiente, que resulta de
¿Cuál es la lección? Quizás aun cuando exista las demandas de la posición."
ciertamente algún 'equilibrio dinámico' (como Nos hemos introducido lo suficiente en este
confirma la historia de las ultra agudas apertu­ libro como para reflexionar acerca de muy va­
ras modernas descriptas anteriormente), el jue­ riados ejemplos del juego moderno. Habién­
go resultante tiende a ser en extremo delicado, dolo hecho, ¿no estamos de acuerdo con los
hasta el punto que la táctica creativa resulta un pensamientos de Dvoretski ? ¿Cuán a menudo
factor mucho más importante en el juego que vemos algo semejante a un 'Plan' con 'P' ma­
cualquier evaluación abstracta de 'igualdad' . yúscula, en el antiguo sentido de la palabra? De
Otra forma de aproximarse a esto es observan­ hecho, la naturaleza del equilibrio dinámico de
do que Kaspárov, Krámnik, Shírov, y Anand gran parte del ajedrez moderno niega esa idea:
raramente juegan una partida sin numerosos hoy, en partidas en las que ambos bandos juegan
errores en esas posiciones; en consecuencia, en ambos flancos del tablero, y la iniciativa os­
podemos esperar que los resultados decisivos cila hacia uno u otro bando, el planeamiento es
que se alcancen, serán habitualmente a favor necesariamente de naturaleza local y de exten­
del jugador que esté en mejor forma ese día en sión limitada. Por supuesto, hay excepciones,
particular. pero estos son los casos donde la excepción
32 .if6
••• confirma la regla: aunque existan, tenemos que
Ahora las negras se mantienen de nuevo, hacer una búsqueda larga e intensa, para encon­
aunque en el resto de la partida hay varias op­ trar partidas en las cuales un solo factor estraté­
ciones interesantes que el lector podría estar in­ gico domina desde el principio hasta el final.
teresado en investigar. Normalmente, ese tipo de partidas serán muy
33 lt:Jh6+ 'i;g7 34 lt:Jg4 .id8 35 lt:Jxe5 .if6 atractivas, aunque en el ajedrez de elite, la opo­
36 lt:Jc6 l:tb6 37 lt:Je7 .ie5 38 lt:Jf5+ �g6 39 sición raramente permite la ejecución tranquila
.l:l.dl .if6 1/z-1/z de un largo plan estratégico. Si un plan así se
250 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

produce en el tablero, y no es previsto por uno


de los rivales, entonces es probable que tenga
una considerable profundidad.

Ventajas visuales contra


elasticidad

Bien, las aventuras observadas en las partidas


anteriores ya son suficientemente familiares para
el lector, y la razón principal por las cuales las
puedo llamar 'modernas' , es porque ellas ocu­
rren en forma rutinaria y extendida en la práctica
actual. Pero como indicamos antes, hay otros
significados del dinamismo. Suba enfatiza la las blancas luce ideal. Esa es la verdad descar­
idea del 'potencial dinámico' , y en particular, nada sobre ella, pero el término 'ideal' tiene por
concuerda con Suetin en que "La opción de ele­ definición un inconveniente: implica que no
gir entre una buena posición que no puede ser puede ser mejorado." En su propia terminolo­
mejorada, y una mala que pueda ser sustancial­ gía, la posición de las blancas no es elástica.
mente mejorada, también es moderna." Se refie­ 15 .l:l.ad8 16 h3 g6 17 �h2 ..tg7 18 'i!i'e2
•••

re a esta cualidad del mejoramiento potencial, 'ii'b 8 19 'ii'c2 l::tc8 20 'ii'd2 tt::lc5 21 l:te1 'ii'a8 22
junto a la habilidad de ajustarse rápidamente a f3 (D)
los planes del rival, como la 'elasticidad' de una Esto es lo que las negras quieren, pero 22
posición. Creo que este concepto puede surgir 'ii'e 2 permite 22 . . . d5 ! 23 e5 tt::lfe4 24 tt::l xe4 dxe4
en casi todas las aperturas en las cuales las ne­ con idea de . . . tt::ld 3 (Suba).
gras aceptan menos espacio a cambio de posi­
bilidades de contrajuego sobre el centro, por
ejemplo, en ciertas variantes de la Siciliana, la
Pire, y las Defensas India del Rey, India de
Dama y Nimzoindia, además de, por ejemplo,
varias defensas modernas con l . . . g6 y l . . . b6. El
objetivo de las negras es mantenerse elásticas y
flexibles, con muchas opciones para sus piezas,
considerando que en algún momento las blan­
cas puedan quedar paralizadas por la necesidad
de protegerse contra varias rupturas dinámicas
de peón. Suba atrae nuestra atención sobre una
apertura en la que este concepto aparece cons­
tantemente, la variante del Erizo de la Apertura
Inglesa. Para ver qué quiere decir, veamos un
par de ejemplos de su propia práctica. 22 'ii'b 8
••.

"Ahora la dama regresa para sondear la re­


M . Vukié - Suba ciente debilidad en g3."
Vinkovci 1 977 23 l:tcd1 ..taS 24 tt::lde2 l:ted8 25 tt::ld4 tt::lcd7
26 'ii'f2
1 tt::lf3 tt::lf6 2 g3 b6 3 ..tg2 ..tb7 4 0-0 e6 5 c4 eS Las últimas dos jugadas de las blancas fue­
6 d4 cxd4 7 'ii'xd4 d6 8 tt::lc3 a6 9 l::td 1 'ii'c7 10 ron virtualmente forzadas, para prevenir . . . b5 y
b3 tt::lbd7 11 .tb2 .te7 12 e4 0-0 13 'i!i'e3 :CeS luego . . . d5 .
14 tt::ld4 ..tf8 15 l:tacl (D) 26 tt::le5 27 'ii'e2 tt::lc6 28 tt::lc 2? (D)
•.•

Veamos lo que comenta el propio Suba: "Una Las blancas deben consentir en permitir . . . b5,
situación frecuente en el Erizo. La posición de que ocurriría luego de la mejor 28 tt::l xc6 .txc6.
EL DINAMISMO: LA DIFERENCIA MODERNA 251

tienen las blancas en las posiciones del Erizo (y


otras Inglesas y Defensas Sicilianas).
14 l:.fd8 1S 'ii'e3 .tes 16 tt:'!d4
•••

La clave de esta reorganización es, nueva­


mente, prevenir . . . bS ; y la dama es necesaria en
la bastante poco elegante casilla-e3 (ver la si­
guiente jugada de las negras) para contestar
. . . dS con eS . ¡ Así vemos la activa posición de
las blancas, paradójicamente atada por la posi­
ción restringida de las negras !
16 l:.e8 17 l:.e2 'ii'b 8 18 l:.d1 g6
•.•

Nuevamente, tenemos una típica posición


Erizo en que las blancas carecen de plan. Como
sucede frecuentemente, recurren a jugadas que
28 tt:'!hS!
••• de algún modo son debilitantes y probablemen­
Amenazando ... dS y liberando la actividad de te no se justifiquen:
las piezas negras. Obsérvese cómo un caballo 19 �h1 i.g7 20 g4? ! h6 21 'ifg3?! tt:'!cS 22
en el borde y piezas en la primera fila comien­ i.a1 ? ! (D)
zan a dominar la posición, pese a la falta signi­
ficativa de espacio. Este es un crudo ejemplo
acerca de cómo funciona el potencial dinámico.
29 f4 bS! 30 cxbS axbS 31 i.f3 tt:'!e7! 32 N
tt:'!d4
En caso de 32 .ixhS .ixc3 33 .ixc3 l:.xc3 34
.if3 l:tdc8, es deprimente para las blancas.
32 b4 33 tt:'!a4 tt:'!f6 34 eS dxe5 3S fxeS
••.

i.xf3 36 tt:'!xf3 tt:'!fdS


Ahora las negras tienen la ventaja tradicional
de un firme caballo-dS . El resto de la partida es
bonito, pero sencillo.
37 l:tc1 i.h6 38 l:tc4 tt:'!e3 39 l:.ccl tt:'!7dS 40
.l:.xc8 .l:.xc8 41 'ikf2 tt:'!fS 42 l:.e2 .ie3 43 'ike1
'ikbs 44 tt:'!d2 'ikd3 4S tt:'!fl
4S tt:'!c4 tt:'!xg3 ! 46 l:txe3 tt:'!xe3 47 tt:'!xe3 Es interesante reflexionar acerca de cómo ha
'ikxe3 ! 48 'ikxg3 l:tc2+. cambiado nuestra ' visión ajedrecística' . Según
4S l:.c2 46 l:tg2 l:txg2+ 47 'ito>xg2 'ike4+ 0-1
.•. los estándares tradicionales, las piezas blancas
son más activas, e inciden sobre el centro sin
Larsen - Suba dejar debilidades, en tanto las negras tienen se­
Torneo /nterzonal, Las Palmas 1 982 rias debilidades sobre una columna abierta (d6),
una menor en b6, y no tienen peones sobre la
1 c4 tt:'!f6 2 tt:'!c3 eS 3 g3 e6 4 tt:'!f3 b6 S e4 .ib7 6 cuarta fila, que les permitan participar en la lu­
d3 d6 7 .ig2 i.e7 8 0-0 0-0 9 l:te1 a6 10 d4 cha por el centro. Pero fuera del hecho de que
cxd4 1 1 'ikxd4 tt:'!bd7 12 b3 'ikc7 13 i.b2 l:.ac8 las últimas pocas jugadas de las blancas han
14 h3 permitido a las negras activar las piezas de una
La propia versión de Suba sobre esta partida, vez (probablemente era mejor 22 'ii'e 3), sabemos
indica el orden de jugadas 14 l:te2 l:tfd8 1 S 'ii'e 3 que en general, las posibilidades dinámicas de
.if8 16 tt:'!d4 l:te8 17 h3. En cualquier caso, h3 las negras evitan que las blancas reorganicen
sirve para prevenir la jugada liberadora . . . dS, ventajosamente su posición. Suba relata cómo,
ya que luego eS no puede ser contestada con cuando esta partida estaba siendo comentada,
. . . tt:'!g4. La continua necesidad de controlar . . . bS un respetable Gran Maestro supuso que la posi­
y . . d5 en cada jugada, es una de las cargas que
. ción de las negras no era sólida, y afirmó que
252 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

'merecía' una derrota. Uno necesita entender 26 lLlc5! 27 'i!kxd6?? ned8 0-1
•.•

cuán dogmáticos eran los antiguos puntos de El error de la jugada 27 de las blancas fue
vista acerca del espacio, para apreciar la revo­ grave, pero de otra manera . . . axb5 hubiera dado
lución que ha tenido lugar desde entonces. a las negras ventaja decisiva.
22 e5!
.•• ..
Otro tema típico; una vez que . . . d5 y . . . b5 son Es innecesario decir que solamente hemos
frenados, un oportuno . . . e5 permite que . . . b5 arañado la superficie de un tema tan amplio como
pueda jugarse después de todo. el 'dinamismo' . Pero es quizás el término que
23 lLlc2 b5! 24 cxb5 lLlcxe4! 25 lLlxe4 lLlxe4 mejor describe el gran aumento del conoci­
26 'ilkd3? ! miento acerca del juego agudo, que comenzó
¡ El punto d e las negras s e muestra después con Alekhine y continúa hoy. En el siguiente
de 26 ..txe4 .:.xc2 ! . La mejor jugada es 26 'i!ke3, capítulo, discutiremos un concepto estrecha­
donde podría seguir 26 ... ltJf6 27 bxa6 ..txa6 28 mente ligado al dinamismo: el rol del tiempo en
l:ted2 d5 , y las negras están mejor. el ajedrez moderno.
1 1 Tiem po e i nformació n

En este capítulo, investigamos un tema que sue­ como la India del Rey, Grünfeld, y Defensas
na bastante abstracto: el rol del tiempo en el Sicilianas pensando: "por supuesto, estoy infe­
ajedrez. Discutiré el 'tiempo' en el sentido limi­ rior al comenzar, de manera que aprovecharé
tado de 'los tiempos' , por ejemplo, la cantidad algunas jugadas malas de mi rival para igua­
de jugadas que tenemos a disposición, para lle­ lar." Más probablemente, él y otros jugadores
var adelante un plan. El aspecto interesante y de ataque ignoren la cuestión, pensando en
controvertido de este tema tiene que ver con el términos de la naturaleza concreta del desequi­
valor de cada tiempo; como veremos, esto tiene librio dinámico sobre el tablero, y buscando
especial importancia en posiciones simétricas y apoderarse de la iniciativa apenas sea posible.
aperturas invertidas. Además, el valor de los Con esto en mente entramos a la discusión
tiempos se relaciona con la discusión del últi­ del tiempo, y cuál es el valor de un tiempo en
mo capítulo sobre el 'dinamismo latente' . La la apertura. En su maravilloso libro Dynamic
envergadura del potencial dinámico de una po­ Chess Strategy (La estrategia dinámica en aje­
sición depende del tiempo disponible para rea­ drez), Suba tiene un capítulo titulado ' ¡ A pesar
lizar dicho potencial, así como de la habilidad de todo, las negras ganan ! ' . Trata de justificar
para reaccionar ante los cambios en la posición su estrafalaria tesis mediante lo que denomina
rival (elasticidad). En todos estos casos hay un 'una broma de niños' , siendo la broma:
intercambio entre los beneficios de tener juga­ Niño 1 : 'Dime un número"
das extra, y de la información adicional que el Niño 2: ' 1 6'
rival recoge de ellas. Esto nos conduce a nues­ Niño 1: ' 1 7, ¡gané ! '
tro primer tema: los beneficios de las jugadas Suba explica: "El ajedrez e s u n juego de in­
extra y la información adicional que el rival formación completa, y la información de las
toma de ellas. negras !!S siempre mayor - ¡por una jugada !".
Por supuesto, aún el mismo Suba tiene mejores
resultados con blancas que con negras, pero este
La teoría de la i nformación y el punto de vista teórico informativo, realmente es
ajed rez bastante importante en el ajedrez, y explica al­
gunas de sus paradojas. Tradicionalmente, la
Comencemos por la primera jugada, y en particu­ teoría clásica del ajedrez ha ignorado las cuali­
lar, con esta pregunta: ¿están mejor las blancas dades negativas de tener que hacer una jugada.
en el ajedrez? A primera vista, esto es bastante Se ha asumido siempre que las jugadas especí­
tonto; después de todo las blancas mantuvieron ficas pueden tener retrocesos, ¡pero la obliga­
un porcentaje ganador de 56%/44% durante la ción de hacer jugadas no lo tiene ! La teoría
mayor parte del siglo (para estar seguros, esto moderna reconoce este hecho de varias formas.
sólo recientemente cayó a 55%/45 % ). Pero Más adelante en este capítulo, por ejemplo, dis­
también es verdad que algunos jugadores de cutiré por qué tantas aperturas invertidas suelen
clase mundial han obtenido resultados brillan­ ser poco interesantes o incluso inferiores para
tes con las negras. Se dice que Fischer ha comen­ el bando que juega con un tiempo extra. Esen­
tado que su despegue ajedrecístico se produjo cialmente, la jugada extra permite al defensor
cuando se dio cuenta de las genuinas posibili­ anticiparse a los planes del rival . Este es el
dades ganadoras de las negras. También, hasta punto printipal de Suba; el ajedrez es un juego
dónde un jugador realmente siente que las blan­ de reacción, en el cual, todas las jugadas están
cas están hasta cierto punto mejor, depende de encadenadas, y de ese modo en algún sentido
su actitud. Por cierto que es difícil creer que ayudan al rival. Es interesante considerar qué
Kaspárov adopte con las negras sistemas tales harían exactamente en este contexto las blancas
254 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

en su primera jugada, si quisieran 'jugar con las Niño 1 [alcanzando primero el poste] : ' ¡ Qué
negras' con un tiempo extra. El hecho es que las cosa. Yo gané ! '
jugadas de ajedrez no son sólo 'tiempos' ; ellas Niño 2 : ' ¡ Sí, pero yo sé más acerca de la ruta
contienen también desventajas. Esto es obvio que tú tomaste que tú de la mía ! '
en jugadas como 1 a4 o 1 h4, que süft explícita­ Niño 1 : '¿Y eso a quién le importa? ¡ Gané
mente debilitadoras, pero aun una jugada mo­ yo ! ' [y se va quej ándose: "Qué raro eres."]
desta como 1 a3, que se considera útil desde el Fundamentalmente este es el problema de la
punto de vista de las negras en tantas aperturas, versión extrema del argumento de Suba (la par­
está también encadenada; en ese flanco dama el te de ' las negras están mejor' ). Algunas posi­
enroque largo ya será menos atractivo, y si las ciones ajedrecísticas son más lineales, y en
blancas alguna vez mueven el peón-e puede ha­ ellas un tiempo extra sencillamente nos ubica
ber pequeñas debilidades en las casillas blancas cerca de la línea de llegada; mientras, otras
del flanco dama como b3. Con su ventaja de in­ están caracterizadas por sus luchas interdepen­
formación, tampoco es demasiado dificultoso dientes cuerpo a cuerpo, en las cuales el conoci­
para las negras encontrar aperturas donde la miento de la última jugada del rival casi no
jugada a3 sea inútil o esté fuera de lugar. La res­ tiene valor. Tomando esto en cuenta, podríamos
puesta l . . .g6 es un buen comienzo en esa direc­ sugerir (como hace Suba) que las negras juegan
ción. con gran potencial de reacción en las estructu­
En muchas aperturas, las negras realmente ras desequilibradas. Realmente, como hemos
se benefician al conocer los planes del rival. Por hecho notar en otras partes (capítulo 3, en la
ejemplo, Suba señala que en la variante clásica sección sobre los peones retrasados), la estruc­
de la Siciliana Scheveningen ( 1 e4 c5 2 tiJf3 d6 tura de la Defensa Siciliana favorita de Suba
3 d4 cxd4 4 tLlxd4 tLlf6 5 tLlc3 e6, o 5 . . . a6 segui­ . . . d6/ . . . e6 tiene mejores resultados para las ne­
da de 6 . . . e6), las negras tienden a esperar hasta gras que otras defensas a l e4, quizás sugirien­
que las blancas decidan dónde irá el alfil de ca­ do que la 'ventaja' de las negras en información
sillas blancas, para decidir cuál es la mejor po­ sea realmente de alguna utilidad en las posicio­
sición de su caballo-b8 . Si ese alfil va a g2 o f3 nes adecuadas. Esta es la clase de temas que se
(vía e2), él dice, entonces c6 tiende a ser la me­ revelan observando cómo se desarrolla el aje­
jor casilla; pero si el alfil es desarrollado a d3 o drez.
c4, entonces . . . tiJd7 tiene tendencia a ser más
adecuada. A uno se le pueden ocurrir minireglas ¿Tablas?
similares en muchas aperturas con desequili­
bro, y aun en las simétricas (ver más adelante). Ahora que estamos más o menos en tema, ¿cuál
Por supuesto, uno también tiene el riesgo de es el resultado más probable de una partida de
llevar las cosas demasiado lejos. No toda la in­ ajedrez jugada en forma perfecta? Como proba­
formación es útil; por ejemplo, a usted no lo blemente ya sabe, es tablas. No hay necesidad
ayudará comprobar que le están dando mate en de esperar a que las computadoras resuelvan el
forma inevitable; y aun el conocimiento de que ajedrez para entenderlo; es claro como el agua a
su rival está tratando de forzar debilidades en su partir del estudio de la teoría. Por supuesto, no
posición, puede no ser suficiente para evitar puedo probarlo, pero dudo que encuentre un
que eso suceda. Propondría otro juego de niños solo jugador fuerte que esté en desacuerdo.
como mejor metáfora para ciertas posiciones de Para aquellos que gustan de las fuentes autori­
ajedrez: la carrera al poste de teléfono. El Niño zadas, recuerdo a Kaspárov, tras un empate en
l obtiene la primera posición; el Niño 2 es inte­ la última ronda, explicando a los periodistas:
lectualmente precoz, pero desafortunadamente 'bueno, el ajedrez es un empate.' Si uno de los
no más rápido que su amigo. Entonces la con­ jugadores más dinámicos de la historia (con el
versación es así: mayor porcentaje ganador de su tiempo) cree
Niño 1 : ' ¡ Bueno, aquí voy ! ' [corre hacia el esto, prácticamente podemos asumir que es cier­
poste] to. Y más aún, ¡ cuántas fuentes simplemente se
Niño 2 [hace lo mismo, pero con demora] : niegan a referirse a este tema ! Uno siente que
' ¡ Yo también, y sé dónde estás yendo ! ' ellos no quieren presentar al ajedrez como un
TIEMPO E INFORMA CIÓN 255

juego aburrido, que es competitivo solamente evaluaciones sin contenido, a menos que las co­
por los errores humanos. Pero entre otras cosas, loquemos en el contexto de 'mejor contra el
incluso el juego 'perfecto' puede dar como re­ rival X' o 'mejor desde el punto de vista de al­
sultado partidas que, no obstante estar bien ju­ canzar buenos resultados con el menor estudio'
gadas, se caracterizan por cambios dinámicos o algo así. En cuánto al objetivo de reclamar la
salvajes; vea en el capítulo siguiente la discu­ superioridad, ¿cuál sería nuestro criterio? Su­
sión acerca de los vaivenes de la iniciativa que geriría que solamente si una primera jugada tie­
se producen en las partidas equilibradas diná­ ne constantemente mejores resultados que
micamente. Además, una enorme cantidad de otras, contra todos los niveles de oposición, po­
posiciones evaluadas como 'igualdad' en los dría ser designada como 'la mejor' en un senti­
libros, son tan desequilibradas y complejas, do práctico. Ya que todas las primeras jugadas
que esa evaluación es solamente una guía para razonables conducen a tablas con juego perfec­
nuestras chances prácticas. Tal destacó una vez to, no se puede justificar el reclamo de superio­
que la mayoría de las evaluaciones ' = ' en los Ji­ ridad teórica fundamental para ninguna de
tiros de apertura ¡ son realmente '+' ! Como au­ ellas.
tor de libros de aperturas, sé lo que quiere decir.
Debido a la presunción de que las blancas están
mejor, el momento de la partida en que las ne­
El tiem po y las a perturas con
gras se liberan o neutralizan los planes de las colores i nvertidos
blancas, ha sido considerado automáticamente
como otorgándoles la igualdad, aunque en La eficacia relativa de varias aperturas con co­
aperturas dinámicas, la finalización de la ini­ lores invertidos es un tema complejo. Los estu­
ciativa de las blancas muy frecuentemente sig­ diantes están a menudo irritados, por ejemplo,
nifica que las negras se han apoderado de ella de tener dificultades con las blancas cuando
con ventaja. juegan contra la Defensa Siciliana ( 1 e4 eS),
Esto plantea la noción de 'aritmeticismo' en pero que al mismo tiempo los maestros líderes
ajedrez. Especialmente tras la aparición de las no tienen escrúpulos en contestar a 1 c4 con
computadoras de ajedrez, que actualizan la eva­ l . . .e5 . De manera similar, la Defensa Holande­
luación numérica de la posición cada media ju­ sa luce particularmente estéril cuando las blan­
gada, hay jugadores que tienden a pensar en cas alcanzan las posiciones invertidas con un
términos de ventajas aritméticas, por ejemplo, tiempo de ventaja ( ¡ resulta que no tienen nada
'Las blancas están mejor por 0,33 peones' . Esto útil para hacer! ) ; y realmente, muchas aperturas
tiene su utilidad, pero puede conducir a una vi­ estándar de las negras no son muy inspiradas
sión bastante artificial de la partida. ¿Qué pasa cuando uno las tiene con las blancas, con un
cuando ambos bandos hacen unas pocas juga­ tiempo de ventaja. Es aquí donde el punto de vis­
das, que son las mejores, y de repente los 0,33 ta de la información teórica de Suba tiene senti­
peones bajan a 0,00, o igualdad completa? El do. Ya hemos mencionado dos razones para la
defensor de este punto de vista dirá: 'Bueno, no desilusión de las blancas :
vi lo suficientemente lejos. Si lo hubiera hecho, a) la mayoría de las jugadas tiene tanto des­
habría evaluado adecuadamente la posición ori­ ventajas como ventajas, de modo que una juga­
ginal como 0,00.' El único problema con este da extra no es siempre una bendición rotunda.
enfoque es que el ajedrez es un empate. Y todas b) con la información extra que les brinda la
las clases de ventajas.claras (en el sentido de te­ jugada que las blancas ya han hecho, las negras
ner buenas posibilidades de ganar una partida pueden reaccionar mejor frente a la nueva situa­
en una posición práctica), son insuficientes para ción.
forzar la victoria contra una defensa perfecta. La tercera razón es simple, pero también im­
Por eso la mayoría de las posiciones serían eva­ portante: porque se sienten en la obligación de
luadas como 0,00, lo cual no ayuda mucho. Fi­ jugar para ganar, las blancas a menudo no están
nalmente, tenemos el mismo problema cuando satisfechas con una jugada que iguala clara­
afirmamos, por ejemplo, que 1 tt:\f3 es 'mejor' mente, pero permite una simplificación que con­
que 1 e4, o 1 d4 es mejor que 1 c4. Esas son duce a tablas. En la misma posición, las negras
256 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

pueden no sentirse compungidas por entrar en desarrollo más efectivo del alfil-c8 es a g4), y
esa simplificación, ya que las tablas con negras tampoco apoya el avance f4, que algunas veces
son consideradas un resultado aceptable. se produce en la posición invertida. De hecho,
Comencemos con algunos ejemplos simples. ¡ las blancas podrían incluso jugar 1 1 i.c 1 en la
La Benoni Moderna, 1 d4 tt::l f6 2 c4 � 3 d5 e6 4 posición del diagrama ! Uno podría decir que la
tt::lc 3 exd5 5 cxd5 d6 6 e4 g6, es un arma dinámi­ información extra de las negras - que el alfil ya
ca y peligrosa para las negras. ¿No les gustaría estaba destinado en b2 - les permitió jugar . . . d4
a las blancas obtener el mismo tipo de chances con confianza.
con un tiempo extra? Pero sucede que después Algunas veces, simplemente, las defensas
de 1 tt::l f3 d5 2 c4 d4, las negras ya saben lo que están demasiado asociadas con ideas nivelado­
las blancas quieren hacer. No obligarán por lo res para ser útiles con colores invertidos. Así,
tanto a las blancas, después de 3 e3 con 3 . . . c5, por ejemplo, la Defensa Pire Invertida luego de
sino que jugarán simplemente 3 . . . tt::lc 6, que 1 g3 e5 2 i.g2 d5 3 d3 tt::l f6 4 tt::l f3 tt::lc 6 nunca
desde hace tiempo ha sido considerada como ha sido considerada un buen arma para las blan­
otorgando la igualdad. De forma similar, 3 g3 cas, ya que será fácil jugar la igualadora e4,
puede ser contestada con 3 . . . tt::lc 6 4 i.g2 e5 . aunque por supuesto no es inferior. Otras de­
Otra situación de Benoni Invertida se alcanza fensas son consideradas generalmente como
después de 1 tt::lf3 d5 2 c4 e6 3 b3 c5 4 g3 tt::lc 6 5 dinámicas, pero resultan sorprendentemente
i.g2 tt::lf6 6 0-0 i.e7 7 i.b2 0-0 8 d3 d4 9 e3 (9 reactivas por naturaleza. Un ejemplo típico es
e4 es más prometedora, pero eso es otra histo­ la Defensa Tarrasch del Gambito Dama Rehu­
ria) 9 . . . e5 10 exd4, y ahora I O . . . exd4 es buena, sado. Este arma dinámica de las negras cuando
pero lo sorprendente es que las negras pueden es jugada por Spasski o Kaspárov, parece un
jugar también I O . . . cxd4 ! ? (D). poco blanda cuando la juegan las blancas con
un tiempo extra, por ejemplo, 1 tt::l f3 c5 2 c4 g6
3 tt::lc 3 i.g7 4 e3 tt::l f6 5 d4 cxd4 6 exd4 d5 7
i.e2 0-0 8 0-0 tt::lc 6 (D).
B

Las negras están dos tiempos completos de­


trás del bando blanco, en la línea principal de la
Benoni que se produce con 1 d4 tt::l f6 2 c4 c5 3
d5 e6 4 tt::lc 3 exd5 5 cxd5 d6 6 e4 g6 7 tt::lf3 i.g7 Aunque las blancas disponen de jugadas mo­
8 i.e2 0-0 9 0-0: un tiempo por ser las negras, y deradamente útiles como 9 l:le l o 9 h3, esta po­
otro por jugar . . . e6-e5 en lugar de . . . e5 en una sición está ya completamente igualada para las
sola jugada. ¡Y todavía esta posición es buena ! negras. Con las mismas jugadas de apertura, de
¿Por qué? ¡ Porque el alfil-b2 de las blancas, manera similar, la Apertura Inglesa Invertida
desarrollado, está peor que si estuviera en e 1 , con 6 tt::lxd4 0-0 7 i.e2 d5 no promete nada al
no desarrollado ! En b2, entorpece la maniobra primer jugador. Además, las blancas tienen mu­
:tbl y b4 (el plan principal de las negras en la chas oportunidades para obtener posiciones del
posición invertida es .. J:lb8 y . . . b5), no puede ir tipo Grünfeld con un tiempo de ventaja, pero la
a g5 (nuevamente, en la posición invertida el teoría indica que es poco lo que se puede hacer
TIEMPO E INFORMA CIÓN 257

con él (advierta que esto no incluye la Grünfeld igualdad (aunque esto es válido por supuesto
del Cambio, ¡ que realmente sería muy agrada­ para los dos bandos).
ble jugar con un tiempo extra !). ¿Qué otras segundas jugadas podrían inten­
Examinemos la relación entre el tiempo y la tar las blancas? ¿Qué acerca de intentar una
información, mirando en profundidad ese caso Siciliana Nimzowitsch ( 1 e4 c5 2 lt::lf3 lt::lf6) in­
1 c4 e5 . El objetivo de las blancas es jugar una vertida con 1 c4 e5 2 lt::lf3 (D )?
Defensa Siciliana con un tiempo de ventaja. Su­
ponga que comienza con 2 g3, teniendo como
meta, digamos, un Dragón o Fianchetto Acele­
rado Invertido. Como es habitual, las negras N
pueden simplemente acompañar esto y jugar
2 . . . lt::lf6 3 .i.g2 d5 4 cxd5 lt::l xd5 5 lt::lc 3 lt::l b6 6
lt::lf3 lt::lc 6 con un Dragón Clásico Invertido; los
grandes maestros líderes defienden esta posi­
ción todo el tiempo. Pero las negras también
pueden usar su información extra - que las
blancas ya han jugado g3 - y jugar 2 . . . c6 (D).

B
Como es frecuente, la falta de una jugada
para las negras puede ser realmente su ventaja.
Por ejemplo, en la posición normal, no inverti­
da, la línea principal es 3 e5 lt::ld5 4 lt::lc 3 e6 5
lt::l xd5 exd5 con juego dinámico. Pero en la po­
sición invertida, las negras tienen (desde el dia­
grama) 2 . . . e4 3 lt::ld4 lt::lc 6 4 e3 lt::l xd4 5 exd4
'ii'f6 ! ( ¡ el premio por no tener hecha . . . lt::lf6 ! ),
por ejemplo, 6 d5 .i.c5 7 'ii'e 2 'ii'g 6 8 lt::lc 3 lt::lf6
9 d3 0-0 1 0 dxe4 lt::l g4 1 1 lt::ld l d6 1 2 f3 lt::le 5
con idea de . . . f5 , Murey-Údov, Moscú 1 966.
Ahora 3 ..í\.g2 d5 toma el centro, por ejem­ Las negras tienen juego muy promisorio a cam­
plo., 4 cxd5 cxd5 5 lt::l f3 lt::lc 6 6 d3 lt::l f6 con bio de un peón.
igualdad. En su lugar, las blancas pueden jugar En su lugar, ¿qué acerca de una bonita juga­
del mismo modo que las negras contra 1 e4 c5 2 da innocua como 1 c4 e5 2 d3? Los jugadores
c3, por ejemplo, (desde el diagrama) 3 lt::l f3 e4 4 de Dragón y Najdorf pueden estar aguzando
lt::ld4 - ¿qué más? La respuesta es que luego de aquí sus sentidos, pero serán decepcionados si
4 . . . d5 5 cxd5 'ifxd5 ! , las negras toman ventaja las negras juegan 2 . . . c6 con idea de . . . d5, por
de la jugada extra g3: 6 lt::lc 2 (6 e3 demuestra el ejemplo, 3 lt::l f3 d6 4 lt::lc 3 f5 (note otra vez la
inconveniente de tener una jugada extra, ya que ventaja de no tener efectuada . . . lt::lf6). Esta es
g3 crea debilidades en las casillas blancas; el una estructura típica en la que las blancas pro­
juego podría seguir 6 . . . lt::lf6 7 lt::lc 3 'ife5 8 .i.g2 bablemente podrían tener mejor sus peones en
lt::l a6 ! ? 9 d3 .i.g4 o 9 . . . lt::lc 5, con fácil igualdad) e3 y d4, y su caballo rey en e2. Ahora, sin em­
6 . . . lt::lf6 7 lt::lc 3 'ii'h5 . Esto es conocido como bargo, d4 puede jugarse sólo en dos tiempos,
bueno para las negras, por ejemplo, 8 h3 (8 cediendo la ventaja de las blancas. Después de
..lii. g 2 .i.h3 ! ) 8 ... 'ii'g 6 9 .i.g2 .i.d6 1 0 lt::le 3 0-0 1 1 todo, resulta que 2 d3 muestra demasiado pron­
'ii'c 2 l:te8 Shámkovich-Baumbach, URSS 1 970. to las intenciones.
Tampoco es 2 g3 la mejor jugada en la línea Bien, entonces, ¿y si hacemos otro intento,
2 . . . c6 3 d4 exd4 4 'ii'xd4 d5 5 .i.g2 lt::l f6, donde como por ejemplo 1 c4 e5 2 lt::lc 3 lt::l f6 3 g3?
la teoría muestra que las negras alcanzan la Nuevamente, una respuesta simple es la jugada
258 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

de Keres 3 . . . c6, donde la línea principal sigue que después de S . . . lDxdS 6 cxdS ni siquiera ata­
con 4 liJf3 (también 4 . . . dS) 4 . . . e4 S liJd4 dS 6 ca un caballo-c6. Si las blancas juegan la inme­
cxdS 'iib6 ! 7 lDb3 cxdS 8 .i.g2 .i.fS 9 d3 ..tb4, y diata S e4, las negras tienen la respuesta
hasta donde yo sé, esta posición se eonsidera dinámica S . . . .i.xc3 ! 6 bxc3 ( 6 dxc3 d6 es cono­
aún hoy como igualada dinámicameflte. Nue­ cida por otorgar igualdad; esto es bueno para
vamente, las blancas no han tenido éxito en in­ las negras, ¿pero para las blancas?) 6 . . . c6 ! 7
vertir una simple Siciliana normal . lDe2 dS 8 cxdS cxdS 9 exdS lDxdS 1 O 0-0 lDc6 y
Probablemente aún más convincente para las el centro y las casillas blancas del primer juga­
negras sea una Siciliana Rossolimo Invertida, dor son débiles. Hemos visto esta última posi­
por ejemplo, 1 c4 eS 2 lDc3 lDf6 3 g3 .i.b4 4 ción en el capítulo 7 (en la sección 'Revocando
.i.g2 0-0 (D). el sentido común ' ) . Esto nos lleva a S lDf3,
donde las negras pueden trasponer a una cono­
cida línea principal luego de S . . . lDc6, evitando
aún una Siciliana Invertida, o pueden probar la
B más flexible S . . . l:.e8 6 0-0 c6 ! ?.
El punto es que la estructura de las negras en
la Siciliana es buena como sistema reactivo,
pero no muy confiable cuando tratamos de ob­
tener la iniciativa con las blancas. Esto es así
porque las negras pueden reaccionar ante cada
plan específico. Las negras eligen ; en términos
de Suba, ¡ su información es realmente la juga­
da más importante ! Más aún, pueden obtener
ventaja de posiciones muertas igualadas, que
las blancas (que esperan mantener la ventaja de
la salida) normalmente evitarían. Antes de de­
¡ Una posición divertida ! En el caso de la Si­ jar este tema, permítanme hacer referencia (sin
ciliana Invertida, en este momento jugarían las realmente analizarlo en detalle) a un último
negras. De manera que démosle un tiempo ex­ ejemplo acerca de la misma 1 c4 eS : 2 lDc3 lDc6
tra a las negras en nuestra imaginación. Enton­ 3 g3 g6 4 .i.g2 ..tg7. El lector reconocerá esta
ces los planes normales serían : posición como una Siciliana Cerrada Invertida.
a) . . . c6, donde las blancas podrían respon­ Pero considerando que la Siciliana Cerrada no
der con liJf3 ! ; es muy popular para las blancas, y se considera
b ) . . .lDc6, que entre otras cosas permite que las negras se defienden fácilmente, la Sici­
liJdS ! ; liana Cerrada Invertida es un sistema vital y po­
e ) . . . d6, que tiene varias respuestas, inclu­ pular para las negras, ¡ pese a que tienen un
yendo lDf3 ; y tiempo menos ! ¿Por qué? Bueno, hasta cierto
d) . . . l:te8, que es frecuentemente contestada punto, las negras pueden respirar cómodamen­
con e4. te ¡ debido a la obligación del rival de mover!
Pero son realmente las blancas quienes mue­ Jugadas como S l::tb 1 , S e4, S e3 y S lDf3 com­
ven, y es demasiado temprano para esperar prometen a las blancas a un cierto tipo de desa­
una ventaja de jugadas principalmente de natu­ rrollo y hacen que les sea relativamente fácil a
raleza reactiva. En el diagrama, por ejemplo, si las negras responder adecuadamente. Las blan­
las blancas juegan S d3, se encuentran con la cas pueden diferir la decisión con S d3, pero
sorpresivamente peligrosa S . . . c6 ! , amenazando luego de S . . . d6, de todos modos deben ceder la
6 . . . dS, por ejemplo, 6 .i.d2 ? ! dS 7 'ii'b 3 lDa6 ! 8 mano, por ejemplo, con 6 e4, 6 l:tb1 , 6 e3 o 6
cxdS cxdS 9 lDxd5 .i.xd2+ y lO . . . lDcS con lDf3 . Incluso la aparentemente no comprometi­
compensación obvia; o 6 'ii'b 3 lDa6 ! 7 lDf3 (7 da 6 ..td2 pierde la chance de ..tb2 y debilita el
e4? liJeS ! ) 7 . . . e4 8 liJd4 exd3 9 exd3 liJeS ! 1 0 apoyo a un futuro d4. Este no es un manual de
'ii'c 2 dS, etc. (análisis de Kapengut). Y una ju­ aperturas, pero el estudiante paciente puede
gada como S liJdS, es realmente inofensiva, ya aprender mucho acerca de cómo funcionan las
TIEMPO E INFORMA CIÓN 259

aperturas invertidas, utilizando referencias es­ la Defensa Francesa tienen pocas dificultades
tándar, y comparando cada una de las quinta y para romper la simetría.
sexta jugadas con sus variantes análogas de la Por ejemplo, las negras pueden reaccionar a
Siciliana Cerrada. 4 lüc3 con 4 . . . ..tb4 o 4 . . . c6, ellas pueden con­
testar a 4 ..id3 con 4 . . . lüc6 o 4 . . . c5, y pueden
responder a 4 lüf3 con 4 . . . ..tg4 o 4 . . . ..id6. En el
La simetría de hoy es la último caso (luego de 4 lüf3 ..id6), 5 ..id3 lüe7
o portu n idad del mañana (o 5 . . . ..ig4), 5 c4 c6 6 lüc3 lüe7, y 5 lüc3 c6, to­
das son posiciones asimétricas con suficiente
El tema de las aperturas simétricas es enorme, tensión como para asegurar una lucha con todas
pero solamente quiero destacar una cuestión las de la ley.
simple acerca del tiempo y la información. Como Nuevamente aquí vemos un caso donde la te­
de costumbre, Nimzowitsch tenía ideas avanza­ sis de 'las negras tienen más información' se
das sobre este tema. En La práctica de mi siste­ aplica sin ambigüedades; en cada uno de los
ma , bajo el título "Tratamiento Asimétrico de ejemplos mencionados, las negras responden a
las Posiciones Simétricas", introduce el tema la jugada blanca correspondiente, con una res­
históricamente: "Los partidarios de la escuela puesta destinada a frustrar su plan. En el aje­
clásica tienen preferencia por las variantes simé­ drez moderno, este temprano intento de romper
tricas y tratan de asignarles un valor científico. la simetría es característico de las posiciones si­
Gana terreno la creencia de que muchas apertu­ métricas habituales. En la Defensa Eslava, lue­
ras poseen una tendencia natural a la simetría y go de 1 d4 d5 2 c4 c6 3 cxd5 cxd5 4 lüf3 lüf6 5
que el deseo de evitar este don del cielo sería sa­ lüc3 lüc6 6 ..if4, por ejemplo, 6 . . . a6 es una ju­
crificar inútilmente el intelecto, motivo por el gada popular. Otro caso sobre este punto puede
cual cualquier tentativa en ese sentido sería in­ verse en la Defensa Semi-Tarrasch, luego de 1
correcta, y llevaría al fracaso . . ." d4 d5 2 c4 e6 3 lüf3 lüf6 4 lüc3 c5 5 e3 lüc6
Nirnzowitsch examina luego la Defensa Fran­ (D) (o en otros órdenes de jugadas).
cesa Variante del Cambio tras 1 e4 e6 2 d4 d5 3
exd5 exd5 (D) .

El propio Nimzowitsch se lamentaba que en


innumerables partidas anteriores a él se jugara
Afirma que si las blancas colocan su caballo en este momento 6 ..id3 ..id6; su propia suge­
rey en f3, entonces las negras deberían colocar rencia era jugar al menos 6 . . . ..ie7, para que las
esa pieza en e7, y viceversa (lüe2 es contestada negras mantengan presión sobre la columna-d.
con . . . lüf6). De hecho, Nimzowitsch ganó va­ Pero en e) juego moderno, se toma en cuenta
rias partidas en las cuales siguió esa primera meticulosamente la correspondencia natural de
regla (contestando lüf3 con . . . lüe7). En este cada jugada. Hoy no es en absoluto popular 6
tema, estaba realmente por encima de su tiem­ ..id3, por la sencilla razón de que el alfil debe mo­
po. En esa variante, los jugadores modernos de ver dos veces para capturar en c4, por ejemplo,
260 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

luego de 6 . . . cxd4 7 exd4 dxc4 8 .i.xc4 .i.e7, y bien, si las negras juegan (6 a3) 6 . . . cxd4 7 exd4
las negras han alcanzado una posición con el dxc4 ! ? 8 .i.xc4, es sabido que la jugada a3 es
peón-d aislado similar al Gambito Dama Acep­ bastante útil en esas posiciones (proporciona
tado, pero con un tiempo entero de ventaja (de­ una conveniente retirada del alfil a a2 y prepara
bido a .i.fl -d3xc4, que ocurre en una sdla jugada 'ikd3 sin permitir la réplica . . . lLlb4, entre otras
en el citado Gambito). cosas). Por esta razón, 6 . . . cxd4 7 exd4 .i.e7 tie­
¿Qué deben hacer entonces las blancas en el ne más sentido. Sin embargo, las negras pueden
diagrama? Normalmente, elegir una de dos co­ también contestar a 6 a3 con la desequilibrante
sas. Pueden jugar ellas mismas 6 cxd5, pero esto 6 . . . lLle4, o pueden continuar la simetría por una
deja a las negras con la posibilidad de elegir en­ jugada más con 6 . . . a6, y recién romperla en la
tre dos sólidas jugadas : 6 . . . exd5 y 6 . . . lLlxd5 ; en jugada siguiente.
el último caso, probablemente las blancas que­ La lección aquí y en otras aperturas simétri­
den una vez más con el peón-d aislado luego de cas, es que cuando hay muchas opciones, las
. . . cxd4/exd4. Eso resulta en una partida com­ negras pueden elegir utilizar la información
pleja e interesante, que enfrenta el juego de pie­ que le brinda la jugada extra de las blancas,
zas activo de las blancas, contra el bloqueo del para crear una posición que rompe la simetría,
potencialmente débil (en el largo plazo) peón­ pero que de ningún modo es inferior. Se tiende
d4. a hacer esto en una etapa temprana de la parti­
Otra jugada de las blancas es quizás todavía da. Raramente se ven esas prolongadas series
más típica: quieren realizar la jugada más útil, de 'copias' de jugadas, que tanto lamentaba
pero que no pierda tiempo (como 6 .i.d3), ni le Nimzowitsch en su tiempo.
otorgue al rival demasiada ' información ' (como En conclusión, el dinamismo moderno con
6 cxd5). Esa jugada, también conocida como las negras proviene en parte de la habilidad para
'una útil jugada de espera' , es 6 a3. Luego, si las utilizar la mayor información que poseen, hasta
negras juegan 6 . . . .i.d6, las blancas no solamen­ el punto de que las negras pueden jugar apertu­
te ganan tiempo mediante 7 dxc5, sino también ras asimétricas de mucha tensión, y la ventaja
luego de 7 ... .i.xc5, 8 b4, que puede ser una forma de la primera jugada puede ser compensada al
útil de preparar el desarro llo rápido con i.b2. O menos parcialmente.
1 2 La danza de la iniciativa:
algu nas divagaciones

E l ajedrez sería u n juego fácil, si hubiera una palabras como 'intuición ' , 'creatividad' , e 'ima­
serie de pautas que uno pudiera incorporar para ginación' , por ejemplo. En términos prácticos,
mejorar el juego. Como éste no es el caso, los la prueba más común e importante de esas
jugadores de todas partes se preguntan sobre cualidades, surge cuando los jugadores deben
qué es lo que separa al jugador de club del calcular hasta cierta profundidad en una posi­
maestro, al maestro del gran maestro, e incluso ción, y luego simplemente hacer una evalua­
al 'gran maestro medio' del campeón mundial . ción intuitiva acerca de hasta dónde la situación
No tengo ni el conocimiento ni la inclinación a resultante será o no favorable. Un jugador fuer­
contestar esas cuestiones en detalle, pero me te, por ejemplo, puede ser talentoso para esti­
gustaría especular brevemente sobre ellas para mar, con grandes probabilidades de éxito, hasta
introducir el tema de este capítulo. Mi propio dónde una posición será buena para él. Mien­
sentimiento es que el factor más importante que tras, un gran maestro puede también tener la
diferencia los jugadores experimentados unos destreza de ver golpes tácticos inusuales al fi­
de otros es su capacidad para calcular bien, nal del cálculo; precisamente es en esa rama
que incluye la habilidad para visualizar y eva­ del análisis donde puede ser 'más exitoso' que
luar adecuadamente las posiciones. A su tumo, otros, al extenderse un poco más allá. En sus
esto se conecta directamente con la destreza partidas comentadas, los buenos jugadores
para reconocer patrones avanzados, y una bue­ hablan mucho acerca de ' sentir' exactamente
na memoria. El jugador que puede calcular más cuándo una variante posible de ataque será
lejos a partir de una posición, y evaluar correc­ finalmente ganadora o no. Me parece que la ha­
tamente qué está sucediendo, ya sea táctica o bilidad para hacer ese tipo de evaluaciones
posicionalmente, suele ser mejor jugador. Se­ depende del reconocimiento de los momentos
guramente, hay otros factores determinantes críticos de una partida, y aún más importante,
importantes, tales como la habilidad para con­ de entender los vaivenes del momento, que
centrarse profundamente durante períodos ex­ ocurren en cualquier contienda. Me gustaría
tensos de tiempo, espíritu de lucha, apego al considerar aquí algunas interpretaciones de esos
trabajo, y así sucesivamente. Pero tener la capa­ vaivenes.
cidad para visualizar posiciones adecuadamen­
te (una mayor capacidad de cálculo), y poder
hacer uso de un enorme banco de patrones y po­
Los misterios del d i n a m ismo:
siciones de una manera clara y útil, suelen ser ¿q ué es una ventaja?
los factores determinantes de lo que llamamos
talento ajedrecístico. De todo lo que se ha escri­ Los escritores modernos de ajedrez señalaron
to sobre este tema (y de la experiencia de los que hay varias clases de iniciativa. La que me­
prodigios, por ejemplo), creo que puede decir­ jor se aproxima a nuestra comprensión ' arit­
se que esos talentos son en gran parte innatos; o mética' se produce cuando un bando está ata­
al menos deben adquirirse a edad muy tempra­ cando, y de una manera gradual, esa iniciativa
na. se convierte finalmente en una combinación.
Sin embargo, existen tipos de pensamiento Suetin lllma a esta clase de iniciativa, 'de ma­
ajedrecístico no totalmente ligados al cálculo y a duración gradual ' . Pero Romanovski señala
la visualización, que también juegan un rol im­ que "la iniciativa revestirá a menudo un carác­
portante. Los jugadores y escritores son noto­ ter temporal : o bien se seca o es interceptada
riamente imprecisos en este campo, utilizando por el bando rival." Ahora, en cuanto a que la
262 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

iniciativa ' se seca' , podemos presumir que él palabra de Suba que discutimos en el capítulo
quiere significar que la actividad y las amena­ 1 O - JW] y muestra que, paradójicamente, ese
zas de un bando se acaban sin que el rival se potencial puede algunas veces mejorarse me­
encargue de ello. Pero ¿hasta dónde es típica diante una jugada de retroceso". Note cómo
esta situación? Me parece que la r�lidad es esto es consistente con nuestra discusión de los
más como la pintan los comentarios de Tal en el tiempos y la 'información' del último capítulo.
capítulo anterior, acerca de la igualdad; por Aplicando este modelo al concepto de la ini­
ejemplo, que cuando las negras 'igualan ' , habi­ ciativa, Suba nos proporciona la siguiente con­
tualmente están mejor. O como dice Réti acerca versación entre el Aficionado ( 'A' ) y el Maestro
del ataque : "una vez [que es] rechazado, el ( 'M ' ) :
contraataque resulta usualmente decisivo." De "A: ¿Cree usted que l a iniciativa e s también
manera similar, siento que la pérdida de la parte del dinamismo?
iniciativa por parte de uno de los lados, está M: No, creo que la iniciativa es sólo un as­
muy a menudo acompañada por su paso al otro pecto exterior del dinamismo. La iniciativa es
bando. un continuo consumo y regeneración del dina­
De manera que es correcto decir, como pun­ mismo, y un cambio en el equilibrio de esos dos
to de partida, que los cambios elásticos (o la fal­ elementos puede hacer peligrar el potencial.
ta de ellos), no parecen seguir ningún patrón. A: ¿Es por eso que a veces perdemos la ini­
He aquí cómo describiría las tres situaciones ciativa sin ninguna explicación lógica?
'modelo' : En una partida excepcional, uno de M: Sí. Algunas veces debemos perderla, tanto
los lados tiene la iniciativa, la desarrolla en el como eso. Si tratas de aferrarte a ella, forzando,
curso de las jugadas 1 5-25, y finalmente la con­ tu potencial dinámico se quedará exhausto y no
vierte en un ataque o en un final ganadores. podrás enfrentar un contraataque vigoroso."
Kaspárov parece especialmente brillante en­ Ahora, si los dos últimos capítulos tuvieron
contrando posiciones en las cuales la iniciativa que ver con abstracciones relativamente im­
nunca se agota, y recuerdo que el Gran Maestro probables, esta clase de conversación parece
alemán Uhlmann, en su mejor momento, tam­ acercarse al misticismo, o al menos, ¡a algún
bién era bastante experto en esto - era como si ajedrez equivalente a la Metafísica Continen­
el rival nunca tuviera una chance para dejar de tal ! Pero creo que las mentes abiertas de los
sentirse incómodo. Luego hay otras partidas en lectores admitirán que, no obstante lo poco cien­
las cuales uno de los lados tiene la iniciativa, el tíficos y hasta exóticos que resultan estos co­
otro la neutraliza, y la partida termina rápida­ mentarios, también suenan verdaderos como una
mente en un empate. Pero en una lucha comple­ descripción de nuestra experiencia ajedrecísti­
ja, típicamente moderna, entre dos rivales de ca personal. ¿No hemos sentido todos nosotros
fuerza pareja, me parece que la batalla se carac­ este 'potencial defensivo de efecto resorte' en
teriza frecuentemente por un ida y vuelta de la alguna posición?, y, ¿no corresponde a muchas
iniciativa, amenazas mutuas, y tensión poco de nuestras propias partidas la explicación de
clara. Suba realiza algunas observaciones exce­ los maestros acerca de perder la iniciativa y afe­
lentes sobre este tema. Comienza discutiendo rrarse a ella durante demasiado tiempo? Y lo
la idea global de 'la ventaja' : que es más, ¿no se aplican estas ideas a muchas
"La ventaja en ajedrez no parece obedecer a de las partidas de incluso los mejores jugadores
las reglas de la lógica simple. Dos buenas juga­ de nuestro tiempo? Creo que resistimos con­
das no necesariamente hacen un buen par. Una ceptos como éstos porque:
jugada de ataque que fuerza una respuesta de a) ellos no son tan útiles para mejorar nues­
retroceso no siempre otorga alguna ventaja, o tro propio juego: después de todo, es más fácil
aumenta la existente. Algunas veces esa 'media examinar cuidadosamente un curso de acción
jugada' incluso daña un balance favorable de la potencial, y luego hacer nuestra mejor evalua­
iniciativa o alguna otra clase de ventaja . . . Hay ción posible sobre él, que tratar de comprender
una suerte de potencial defensivo efecto resorte qué clase de iniciativa hemos manejado, ¡o cuán
que debe ser considerado como un factor rele­ 'efecto resorte' resultan las energías defensivas
vante. Es una forma de potencial dinámico [la de nuestros rivales !
LA DANZA DE L4. INJCIA TNA : ALGUNAS DNAGAC/ONES 263

b) ese modelo aritmético familiar tiene po­ equilibradas que caracterizan al ajedrez de eli­
derosa influencia sobre nosotros: si estoy 'me­ te, recordará la extraordinaria cantidad de
jor' durante alguna cantidad de jugadas, por un tiempo durante el cual la ventaj a y la iniciativa
cierto material (digamos, medio peón), luego es parecen ir y venir. Esto no solamente sucede
absurdo que de repente me enfrente a una situa­ respecto a la teoría, sino en las mentes de nues­
ción en la cual ¡ ni siquiera puedo igualar! Por tros mejores jugadores, quienes describen ex­
supuesto, esto significa que he cometido un plícitamente este dinámico toma y daca en los
error en algún momento; pero la aparente irra­ comentarios de sus propias partidas, y en los
cionalidad de la situación surge cuando des­ análisis post-mortem.
pués de una serie de jugadas perfectamente
lógicas y encantadoras, no podemos siquiera Dinamismo y p rovocación
sacar provecho de nuestro medio peón para
igualar, sino que tenemos que observar con ho­ Los comentarios anteriores están destinados a
rror cómo se despliega la contra iniciativa de enmarcar la naturaleza paradójica de la elastici­
nuestro adversario ¡ y amenaza con barrernos dad y la iniciativa. En las aperturas modernas,
completamente del tablero ! Y luego, graciosa­ tanto las blancas como las negras tratan de en­
mente, encontramos que tras otras 5 o 6 de contrar posiciones en las cuales ceden a sus ri­
nuestras jugadas defensivas casi desesperadas, vales ventajas aparentes (a menudo el ataque o
nuestro rival se queda sin ideas, ¡y de pronto la iniciativa), sabiendo que esas ventajas pue­
(también sin haber hecho aparentemente nada den ser neutralizadas, a cambio de superioridad
erróneo) está peor otra vez ! posicional, o bien un contraataque. Las posicio­
Por supuesto, a un crítico ultralógico, esto nes resultantes tienden a ser desfavorables para
puede simplemente sonar como los delirios de el bando que fracasó en el ataque, porque el
un jugador débil. Ese crítico podría objetar: otro jugador obtiene ventajas posicionales a
"Mire, todo le parece irracional porque usted largo plazo, o asume él mismo la iniciativa.
no es lo suficientemente fuerte como para ver Esto podría llamarse estrategia de provocación
la posición claramente, o simplemente no pue­ de largo plazo, en la cual el rival es invitado a
de calcular hasta tan lejos." Pero esa objeción transitar por senderos aparentemente promiso­
es un poco engañosa; utilizando el mismo ra­ rios, pero fundamentalmente erróneos.
zonamiento, ¿por qué deberíamos alguna vez En el sentido más general, esto describe la
intentar hablar del ajedrez en términos teóri­ esencia de numerosas defensas dinámicas mo­
cos absolutos? Nunca es posible evaluar arit­ dernas para las negras. En muchas de las líneas
méticamente todos los elementos de una principales de las defensas mayores como las
posición compleja, ni tener en cuenta todas las diversas Sicilianas, la Francesa, la Benoni Mo­
posibilidades futuras ; aún si una computadora derna, y la Grünfeld, por ejemplo, las blancas
pudiera hacer fundamentalmente el equivalente pueden obtener tanto la iniciativa (normalmen­
de eso, lo haría esencialmente llevando a cabo te a través de la preponderancia de espacio y/o
una búsqueda del tipo fuerza bruta sobre to­ la ventaja en el desarrollo) y chances de ataque,
das las j ugadas futuras, y no sumando las ven­ en tanto las negras frecuentemente se aferran a
tajas y desventajas teóricas. Para mí, la prueba recursos posicionales a largo plazo y al contraa­
de que el modelo de Suba refleja algo ajedre­ taque. El truco es encontrar variantes en las
cístico muy verdadero (poniendo aparte la cuales la iniciativa o el ataque se agote y pase a
cuestión de su utilidad) es que aquí tenemos las negras. Ya hemos visto esas ideas en la Va­
una descripción, no exactamente de las aventu­ riante del Peón Envenenado de la Siciliana Naj­
ras de un típico jugador 1 800 en el campeonato dorf, por ejemplo, y en nuestra discusión sobre
del club local, ¡ sino también de las fantásticas las aperturas de 'megacentro' , como el Ataque
e intrincadas batallas en las que se embarcan de los Ctfatro Peones contra la Benoni, o las ra­
bastante habitualmente los diez mejores juga­ dicales tormentas de peones en la Variante del
dores del mundo ! En particular, si recuerda Cambio de la Grünfeld. Pero aun la línea tran­
nuestras varias discusiones acerca de las mo­ quila de las Sicilianas Abiertas y Defensas
dernas aperturas, complejas y dinámicamente Grünfeld poseen la irritante tendencia a dejar a
264 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

las negras con un buen ataque en el flanco dama Kaspárov :.... P. N i kolié
y la columna-e abierta en un final, de manera Linares 1 997
que las blancas generalmente tienen que trans­
formar la estructura de peones antes que ello 1 e4 e5 2 ltJf3 ltJc6 3 d4 exd4 4 ltJxd4 ltJf6 5
ocurra. De forma similar, los finales de la Be­ ltJxc6 bxc6 6 e5 'ife7 7 'ife2 ltJd5 8 c4 ..ta6 9
noni Moderna se caracterizan frecuentemente b3 (D)
por una posición donde los peones negros del
flanco dama avanzan raudamente mediante
. . . b5, . . . c4, y . . . b4, por ejemplo; por eso también
en las partidas con esa apertura, las blancas tie­ N
nen tendencia tanto a atacar como a transfor­
mar la estructura de peones durante el medio
juego. En esos casos, si las blancas atacan
avanzando rápidamente sus peones para abrir
líneas contra el rey, el fracaso de ese ataque
conducirá la mayoría de las veces a una efecti­
va contra iniciativa de las negras, como el lec­
tor probablemente ya habrá experimentado.
Es bastante conocida esta suerte de elastici­
dad dinámica en aperturas como la Siciliana,
¿pero qué hay acerca de las blancas? Me pare­
ce que muchas de las aperturas modernas se 9 g5 !?
•.•

caracterizan por algo similar por parte de las Las negras tienen ventaja en el desarro llo, y
blancas. Ellas j uegan para obtener ventajas juegan activamente. Un factor sobre el que de­
posicionales (en algún caso, ¡ meramente 'la bemos tomar conciencia, sin embargo, es que si
acumulación de pequeñas ventajas' ! ) , pero al las negras no tienen éxito en el ataque ni en
hacerlo, provocan a las negras a contrarrestar transformar la estructura de peones, sus tres is­
activamente atacando, o, al menos, apoderán­ lotes de peones y peones doblados pueden de­
dose de la iniciativa. La esperanza de las blan­ jarlas con un final muy malo. En el caso
cas es que cuando el ataque falle o la iniciativa siguiente, cuando la actividad de las negras se
se extinga, quedarán con una ventaja posi­ esfuma, las ventaj as posicionales de las blan­
cional permanente o un ataque propio. Como cas son decisivas: 9 . . . g6 10 g3 il... g 7 y ahora
ejemplo, recordemos ahora, en nuestra pers­ Kaspárov-I.Sokolov, Olimpíada, Erevan 1 996
pectiva general de la Nimzoindia con 4 'ifc2 en (por transposición) continuó: l l ..tb2 0-0 1 2
el capítulo 7 (subsección ' e ' ) , vimos líneas ..tg2 llfe8 1 3 0-0 ltJb6 1 4 .l:le l d5 1 5 'ifc2 !
donde las negras (con el par de caballos) fue­ l:.ad8 l 6 ltJd2 'ifc5 1 7 .l:lac l d4? (las blancas es­
ron hacia un ataque todo o nada, mientras las tán mejor a pesar de todo, pero la del texto im­
blancas poseían la ventaja a largo plazo de la plica un suicidio posicional) l 8 lLlf3 d3 19 'ifd2
pareja de alfiles. La filosofía provocativa de (es mejor 1 9 'ifc3 ! ..tc8 20 .:!.cd l ..tf5 2 1 h3 h5
las blancas (confirmada por la experiencia), 22 lLlh4) 1 9 ... il...c 8 20 h3 h5 2 1 .l:lcd l il... f5 22 e6 !
era que si el ataque fallaba, su contraataque y l:.xe6 23 l:.xe6 il...xe6 24 ..txg7 cJi;xg7 25 'ifc3+
ventajas posicionales resultarían decisivos. �g8 26 l:.xd3 l:.xd3 27 'ifxd3 (el final del juego
Por cierto muchas de las variantes 1 c4 e5 de la activo; las debilidades de los peones serán deci­
Apertura Inglesa se basan en provocar un ata­ sivas) 27 . . . ltJd7 28 'ifc3 ..tf5 29 ltJd4 'ife5 30
que de las negras finalmente poco efectivo en 'il'd2 c5 3 1 ltJxf5 'il'xf5 32 'ifa5 ltJe5 33 'ifxa7
el flanco rey ( . . . f5/ . . . g5), y lo mismo podría de­ h4 34 'ifa8+ �g7 35 'ife4 'iff6 36 'ifxh4 l -0.
cirse de las blancas en las líneas principales de Esta partida ilustra el delicado equilibrio entre
la Defensa Holandesa. la provocación y el entregar a nuestro rival un
Para concluir este capítulo, permítanme se­ ataque devastador. Por esto, la 'estrategia de la
ñalar algunas partidas con otras aperturas de provocación' no es para ser tomada a la ligera;
características dinámicas. pero encontrará que la provocación es en
LA DANZA DE LA INICIATIVA: ALGUNAS DIVAGACIONES 265

cualquier caso inherente a una cantidad de 0-0-0 lL\xa2+ 1 7 <;P b 1 lL\b4 1 8 lL\e4 fxe5 1 9
aperturas modernas de contraataque. l:txd7 ! i.c8 20 l:txc7 i.f5 2 1 i.g2 lL\d3 2 2 i.a3
10 g3 i.gT 1 1 i.b2 0-0 (D) con clara ventaja.
15 Wd1 c5 16 a3 lL\c6?
Las blancas están mejor después de 16 . . . i.b7 !
1 7 l:tg l lL\c6 1 8 i.d3 f5 1 9 i.xf5 i.xe5, pero al
B menos las negras permanecerían vivas en la
partida. La jugada del texto permite una se­
cuencia forzada que les da a las blancas una
victoria posicional sencilla.
17 i.d3 f5 18 i.xf5 i.xe5 19 l:te1 d6 20
i.e4! i.b7 21 'ikxg4+ 'ikgT 22 i.d5+ <;Pb8 23
i.xe5 dxe5 24 'ikxgl+ �xg7 25 lL\e4 l:tad8 26
lL\xc5 .teS 27 l:.a2 1-0

Anand Z. Almasi
-

Cto. Mundial KO de la FIDE.


Gronínga 1 997
12 lL\d2!?
El desarrollo de las blancas es lento, y con 1 d4 lL\f6 2 ttJf3 g6 3 c4 i.gT 4 lL\c3 0-0 5 e4 d6
esta jugada, ellas aceptan incluso dejar su rey 6 i.e2 e5 7 0-0 lL\c6 8 d5 lL\e7 9 b4 (D)
en el centro - ¡ una flagrante provocación !
12...f6! ?
Tratando d e abrir líneas; las negras sienten
que el final tras 1 3 exf6 i.xf6 14 'ikxe7 lL\xe7 N
1 5 i.xf6 lhf6 está aproximadamente iguala­
do.
13 'ikh5! lL\b4 14 h4! (D)

Difícilmente haya un ejemplo más común de


una apertura 'provocativa' de las blancas, que
las líneas principales de la Defensa India del
Rey. En la mayoría de las variantes, incluyendo
la que estamos siguiendo, las blancas centran
su atención en la apertura de líneas y en el esta­
blecimiento de casillas clave en el flanco dama,
Irónicamente, las blancas lanzan un ataque sin que a largo plazo suelen ser decisivas. Al ha­
estar desarrolladas, basándose en l4 . . . lL\c2+? cerlo, ellas quedan expuestas a un ataque de las
15 '>Íi'd l lL\xa l 16 hxg5 . Pero el punto clave es negras en el flanco rey, comenzando con la ju­
forzar una simplificación y explotar las venta­ gada .. .f�, seguida a menudo por .. .f4, . . . g5-g4,
jas de largo plazo de las blancas. y el intento de masacrar al rey blanco. Como
14 .. g4!
. sucede con las aperturas provocativas utilizadas
Los análisis de Kaspárov de la línea princi­ antes por las negras (la Defensa Siciliana, por
pal tras 14 . . .'ike8 siguen 1 5 'ikxe8 l:taxe8 1 6 ejemplo), si la estrategia del atacante falla,
266 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

estará por lo general en serios problemas posi­ mucho tiempo para reorganizar sus fuerzas:
cionales, y tenderá a perder la mayoría de los fi­ 1 5 .. .f4 16 .ta3 :f6 17 b5 b6 18 cxd6 cxd6 1 9
nales. Por supuesto, lo que puede sucederles a ..tb4 g4 2 0 a4 h 5 (D).
las negras en la Siciliana, les puede ocurrir tam­
bién a las blancas en la India del Rey� es decir,
algunas veces la provocación es demasiado se­
vera, ¡ llevando a un arrollador ataque por parte B
del bando que había sido provocado para hacer­
lo !
9 .liJh5 10 l:te1 ltJf4 1 1 .tn h6
••

La línea con 9 b4 y 10 :e 1 es hoy sumamente


popular; Krámnik, por ejemplo, ha tenido exce­
lentes resultados con ella. Como en las varian­
tes con 9 liJe 1 , las negras atacan en el flanco
rey, pero las piezas blancas están mejor situadas
para la defensa que en aquellas líneas. Es muy
común en este momento 1 l . . .f5, pero permite
1 2 ltJg5 con idea de ltJe6, que no solamente
deja al primer jugador con una pequeña ventaja 2 1 a5 :b8 22 axb6 axb6 23 lLlb1 ! h4 24
posicional sobre las casillas blancas, sino que ltJbd2 f3 25 ltJxd6 hxg3 26 hxg3 lLlf8 27 ltJ2c4
elimina cualquier fantasía que pudieran tener :h6 28 :a7 ..td7 29 .tc3 ltJc8 30 :xd7 ! ltJxd7
las negras de atacar en el flanco rey. Hasta aho­ 3 1 lLlf5 l:th5 32 d6 'ir'f6 33 'ir'd5+ �h8 34 ltJce3
ra no ha tenido muchos éxitos. 'ir'g6 35 ..tc4 'ir'h7 36 lLlh4 lLlf6 37 d7 ltJxd5 38
1 l . . .h6, trata de mantener vivo el ataque, d8'ir'+ 'ir'g8 39 'ir'xg8+ �xg8 40 ..txd5+ 'lth7
pero es bastante lenta. 41 ltJxg4 ltJd6 42 ltJxf3 ltJxb5 43 ..tf7 1 -0
12 eS g5 13 lbd2 f5 14 g3 ltJfg6 (D) Iskúsnyj-Fedórov, Omsk 1 996.
15 f4
.•.

Bueno, ahora las negras tienen su ataque es­


tándar. Pero como muestra la partida en los últi­
B mos comentarios, ese ataque tiende a chocar
contra una pared de ladrillos, dejando a las
blancas con su ventaja en el flanco dama. En
esta partida, las negras caen víctimas de una se­
cuencia táctica bastante sencilla.
16 ltJc4 g4 17 ltJb5 l:tf6 (D)

15 a4
Probablemente esto es más adecuado que
1 5 ltJc4, donde luego de 1 5 . . . fxe4 ! 16 cxd6
(también tienen que preocuparse por . . . dxc5 y
. . . ltJxd5 ) 1 6 . . . cxd6 1 7 ltJxe4 ltJf5 las negras
intentan en muchas líneas . . . ltJd4. Las negras
jugaron de manera diferente en la siguiente par­
tida, que, sin embargo, también muestra cuán
terriblemente difícil es para ellas ahuyentar un
verdadero ataque en esta posición, aún con 18 ..ta3 h5? ?
LA DANZA DE LA INICIATNA : ALG UNAS DNAGAC/ONES 267

Debería hacer intentado algo así como respecto al flujo y reflujo de las luchas dinámi­
1 8 'it h7, pero después de 19 .l:tc l a6 20 lt:Jc3,
. . . cas. Para aquellos interesados en este tema, re­
las chances de las blancas en el flanco dama son comendaría examinar partidas contemporáneas
mucho mejores que las de las negras en el otro con estos conceptos en mente, y ver si sienten
lado, que se han ahogado. que esas ideas les son útiles. He incluido esta
Después de 1 8 h5, las blancas ganan mate­
. . . discusión en mi libro, principalmente porque
rial y la partida: siento que esta es una suerte de área que se irá
19 lt:Jxc7 'iixc7 20 cxd6 .l:txd6 21 lt:Jxd6 incrementando de manera importante. Los ju­
'iixd6 22 b5 'iif6 23 d6 lt:Jf5 24 exf5 i.xf5 25 gadores que puedan experimentar acerca de las
'iid5+ 'ith8 26 .l:tad1 .l:td8 27 i.d3 i.xd3 28 idas y venidas de la elasticidad y la iniciativa,
'iixd3 h4 29 d7 hxg3 30 hxg3 f3 31 i.cl lt:Jf8 por ejemplo, estarán bien preparados para el
32 'iie4 'iie6 33 i.a3 1-0 tipo de ajedrez contemporáneo al que se dedi­
can los maestros. Y la utilización correcta de la
En este capítulo, he especulado sobre algu­ provocación es una destreza que separa a los
nas ideas difíciles de definir y de probar con mejores jugadores del resto de nosotros.
1 3 Reconsideració n de la a pertura
moderna

A l discutir los avances en e l ajedrez moderno, Steinitz posiblemente sacrificó más puntos que
traté en todo momento de mezclar partidas com­ los que ganó, llevando su estilo defensivo posi­
pletas y posiciones de medio juego con ideas en cional hasta los límites máximos. Pero en el
las aperturas. Estas últimas tienen la ventaja de campo de las aperturas, las nuevas ideas tien­
estar bien probadas, y de ser familiares para los den a ser más una ventaja que una desventaja,
lectores. Por supuesto, como señalé en algún aunque sea porque presumiblemente el jugador
momento, la distinción entre las aperturas mo­ que las emplea conoce más de las posiciones
dernas y el medio juego, se ha tomado cada vez resultantes, que su rival. Así que nadie puede
más confusa. Los análisis de la apertura pueden argumentar que Botvínik, Fischer, y Kaspárov,
extenderse hasta el final, y comúnmente van por tomar a los tres ejemplos más extremos en
más allá de la antigua concepción de la apertura sus respectivas épocas, no se beneficiaron in­
como parte de la partida donde ' se sacan las mensamente con sus importantes novedades
piezas' . Creo que es seguro afirmar que el volu­ teóricas. Posiblemente, en los tres casos, sus ri­
men de los análisis de medio juego hechos por vales subestimaron el valor de la cada vez más
los jugadores modernos, tiene que ver con posi­ profunda preparación en las aperturas, hecho
ciones que son 'teóricas ' , en el sentido de que que les permitió a Fischer y Kaspárov obtener
ellas han surgido (o surgirán) repetidamente en una cantidad impresionante de victorias frente
la práctica. Por el contrario, nos acostumbra­ a una oposición sofisticada. Hoy, por supuesto,
mos a estudiar una famosa posición de, digamos, es casi una rutina para los jugadores líderes
una de las partidas de Pillsbury o Rubinstein, como Krámnik y Anand, ganar partidas basán­
sabiendo muy bien que no se producirá nueva­ dose en su preparación superior, y un fenómeno
mente. De manera similar, los cambios en la similar tiene lugar hacia abajo en los rankings
teoría del juego posicional y estratégico, están hasta la categoría maestros, en los torneos abier­
basados a menudo en la teoría de las aperturas, tos.
como verán claramente quienes se hayan inter­ Retrocedamos un paso y veamos cómo se
nado profundamente en el libro. En vista de desarrolló esta situación. Alekhine, como la fi­
todo esto, nos será muy útil echar un vistazo fi­ gura de transición entre la visión clásica y la
nal a las aperturas contemporáneas. Comence­ analítica moderna, hace un interesante estudio.
mos con algunas reflexiones históricas. Por un lado, él tiene la clásica adicción a ocupar
el centro con peones, y, como vimos previa­
La p a radoja de Alekh ine mente, rechazaba tanto la Defensa India del
Rey como la Defensa Moderna ( l . . .g6). Sus no­
Los ajedrecistas invierten n1\Jcho tiempo y es­ tas en los libros de los torneos de Nueva York
fuerzo en dominar su oficio, y como los aca­ 1 924 y Nueva York 1 927, aun cuando poseían
démicos y científicos en todas partes, son los más altos estándares para su tiempo, estaban
naturalmente reacios a las nuevas ideas. En el llenas de opiniones erróneas y frases dogmáti­
capítulo 2, ya mencionamos una cantidad de cas acerca de varias aperturas. En el capítulo 4
ejemplos de estrecho dogmatismo de pensa­ de esta parte (la sección sobre la relación entre
miento acerca de ideas en las aperturas, en gran­ el flanco y el centro), por ejemplo, ya mencioné
des jugadores como Steinitz, Tarrasch, Réti, su exagerado ataque a la jugada 6 h4 en la línea
Nirnzowitsch, Alekhine y Fine. Tradicional­ principal de la Caro-Kann que aparece tras 1 e4
mente, la experimentación con nuevos concep­ c6 2 d4 d5 3 tLlc3 dxe4 4 tLlxe4 .if5 5 tLlg3
tos ha sido un arma de doble filo, por ejemplo, .ig6, una jugada que es aún utilizada por todos
RECONSIDERA CIÓN DE LA APER TURA MODERNA 269

los expertos del lado de las blancas en esta innecesario decir que hay varias cuestiones
posición. Por otro lado, Alekhine emerge con erróneas en este razonamiento, por ejemplo,
aportes interesantes y frescos en casi todas las ¿quién jugaría 3 . . . a6 y 4 . . . 'iic 7 antes que d4 esté
aperturas estándar de su tiempo, e incluso mos­ hecha? (Realmente, el mismo Alekhine lo hizo,
tró una tolerancia poco frecuente para las ex­ ¡ pero luego criticó la idea ! ) Considere la mejor
centricidades modernas. Defendió por ejemplo posibilidad para las blancas utilizando la idea
la utilización de la Benoni Moderna por parte de Alekhine ..te2, digamos, 1 e4 c5 2 lL'lf3 e6 3
de Marshall, y luego en 1 92 1 , como un rayo en �e2 lL'lf6 4 lL'lc3 lL'lc6 (D) (naturalmente 4 . . . d5
el cielo abierto, introdujo la más hipermoderna es perfectamente buena).
de todas las defensas de la Era Hipermoderna,
1 e4 lL'lf6. Aunque a veces oigamos que "Ale­
khine nunca j ugó la Defensa Alekhine", de
hecho jugó y comentó varias partidas muy co­ B
nocidas con esa defensa, e incluso mi base de
datos, desactualizada históricamente, contiene
1 O partidas de torneo en las que contestó a 1 e4
con 1 . . . lL'lf6. Irónicamente, esta es una de las po­
cas defensas consolidadas contra 1 e4, que hoy
es considerada como de solidez bastante margi­
nal, y no tiene defensores consistentes en el
alto nivel. Y hasta esa fecha (quizás como defe­
rencia a la grandeza de Alekhine), la mayoría
de los jugadores de su tiempo estaban conven­
cidos de que l . . .lL'lf6 era perfectamente sólida.
Spielmann comentó acerca de cuán molesto era 5 0-0 (5 e5 lbg4 ! ; pero para dejar constancia,
jugar contra la Defensa Alekhine, y cómo "mu­ de todos modos no habría nada para escribir
chos jugadores de 1 e4 han sido puestos fuera acerca de la línea de Alekhine 5 . . .lbd5 6 lL'lxd5
de combate con esta defensa." Tartakower la exd5 7 d4 luego de 7 . . . d6; respecto a 5 d4, ver la
elogió largamente, y hacia 1 943, Fine señaló partida siguiente). Ahora las negras pueden ju­
categóricamente: ''Todos los esfuerzos, tanto gar simplemente 5 . . . d5 6 exd5 exd5 o, si real­
clásicos como modernos, han sido en vano: la mente quieren sentirse seguras, 6 . . . lL'lxd5 7
Defensa Alekhine permanece sólida." lbxd5 'iixd5 con las siguientes . . . �e7 y . . . 0-0.
Probablemente la apertura más reveladora Sin embargo, en su libro Mis mejores partidas,
para entender a Alekhine, al menos con respec­ Alekhine continúa con este tema. Comentando
to a sus instintos modernos, fue la Defensa Sici­ su partida con Bernstein, dice de 1 e4 c5 2 lL'lf3
liana. Al comienzo, si uno solamente sigue sus e6 3 lL'lc3, "Ahora estoy convencido de que la
comentarios escritos, parece ser casi absurda­ mejor jugada aquí es 3 �e2, para poder jugar c4
mente dogmático sobre 1 . . .c5 (por no decir si las negras adoptan la variante Paulsen ( . . . a6,
equivocado). En sus notas a Janowski-Lasker, . . . 'iic 7, etc.)."
Nueva York 1 924, después de 1 e4 c5 2 lL'lf3 Mediante una pequeña búsqueda, descubri­
lbc6, destaca: " . . . esto es mejor que 2 . . . e6 por­ mos enseguida que esas opiniones están, antes
que las negras, luego de 3 �e2, pueden llevar a que nada, influidas por los resultados de las
cabo el bloqueo del peón-e (lL'lc3) mediante propias partidas de Alekhine, y no por una in­
3 . . . lL'lf6 (4 e5 ? lbg4 5 d4 cxd4 6 ..tf4 'i!ic7)." vestigación teórica independiente. Resulta que
¿Qué dice? Esta obsesión con la espantosa 3 él jugó la siguiente partida:
�e2 continúa luego, cuando comenta Lasker­
Tartakower. Tras 1 e4 c5 2 lL'lf3 e6 3 lL'lc3, Alek­ Alekhine - Verlinski
hine dice: "Más recomendable es 3 ..te2", dan­ Odesa 1 91 8
do las líneas 3 . . . a6 4 0-0 'iic 7 5 c4 lL'lf6 6 lL'lc3
con idea de d4 y 3 . . . lL'lf6 4 lL'lc3 con idea de e5, 1 e4 eS 2 lL'lf3 lL'lc6 3 d 4 cxd4 4 lbxd4 e 6 5 lL'lc3
donde luego de . . . lL'ld5, lbxd5 seguirá d4. Es lL'lf6 6 ..te2
2 70 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Ésta es la misma posición a la que se arribó como ésta, puede con·vencemos que fue ade­
en las notas a la partida Lasker-Tartakower des­ cuada la idea .ie2 ya que bien podría conducir
pués de 3 �e2 tt::l f6 4 tt::lc 3 e6 S d4 cxd4 6 a esta aparentemente atractiva variante.
tt::l xd4, de manera que presumiblemente es una De manera similar, es bastante posible que
transposición. Alekhine estuvo pensafldo acer­ Alekhine se haya entusiasmado con este intento
ca de los comentarios mencionados. Y en la 3 �e2 basado en la siguiente victoria:
partida frente a Verlinski, ganó de una manera
muy bonita, lo cual probablemente explica su Alekhine - Samisch
entusiasmo por esta posición. Pero hoy, es fácil Berlín 1923
ver que aquí las negras están bien, como indica­
ré en mis comentarios a la partida. 1 e4 c5. 2 tt::lf3 tt::lc6 3 �e2
6 �b4! 7 0-0 �xc3 8 bxc3 tt::l xe4 9 tt::lxc6
..• Alekhine explica: "La jugada del texto indi­
dxc6 ca la intención de enrocar antes de emprender
Incluso la excéntrica 9 . . .'i!kf6 ! ? es bastante cualquier acción en el centro."
interesante aquí, por ejemplo, 1 O tt::ld4? tt::l x c3 3 e6 4 0-0 d6! ?
••.

1 1 'ilkd3 'i!kxd4 o 1 O �a3 tt::l x c3 1 1 'ilkd3 dxc6, Aquí igualaría 4 . . . tt::lf6 S tt::lc 3 dS .
etc. S d4 cxd4 6 tt::l xd4 tt::lf6 7 �f3?! (D)
10 .id3 tt::lf6 1 1 �a3 (D) Alekhine otorga a esta bizarra jugada un ' ! ' ,
explicando: "Las blancas demoran l a jugada
plausible 7 tt::lc 3 para jugar primero c4, previ­
niendo de ese modo todo contraataque sobre la
N columna-c." Apenas necesito señalar lo mal que
está el alfil-f3, incluso si las negras se desarro­
llaran pasivamente y permitieran c4 (ver nues­
tra discusión de las posiciones Erizo).

l l b6?
...

Entre otras jugadas, I I . ..'ilka5 ! 1 2 .ib4 'i!kc7


es muy fuerte, con idea de . . . eS, por ejemplo, 1 3
l:.e l eS; las blancas no tienen ninguna compen­
sación por el peón.
12 'i!kf3 'ii'dS?! 13 'i!kg3 �b7 14 c4
1 4 l:tad l ! .
1 4 'i!kd4 1S c3! ? 'i!kxc3 1 6 .id6 0-0-0 1 7 eS
••. 7 ... tt:JeS
bxc5 18 .ib8 'i!kaS 19 �eS tt::ld7 20 �xg7 "Para asegurarse la ventaja de la pareja de
.l:r.hg8 21 .l:r.ab1 f6! ? alfiles, lo cual es bastante ilusorio en esta posi­
2 I . . .tt::l f6 ! . ción. Pero esta maniobra pierde un tiempo va­
22 �c4 tt::lf8 23 :txb7 <l;xb7 24 :tb1+ 1-0 lioso, que podría haber sido mejor empleado
Por otra parte, ¡ no estoy seguro de que las ne- jugando . . . .ie7, . 0-0, y . . . �d7, etc ." (Alekh­
. .

gras deban abandonar aquí! Inclusive 24 .. .'i!kb6 ! ? ine). Bien, . . . tt::le S es una jugada perfectamente
2 S :Xb6+ axb6 e s muy interesante, y a que e l al­ buena, pero Alekhine también está en lo cierto
fil-g7 también caerá, por ejemplo, 26 'i!ka3 respecto a que el desarrollo normal sería salu­
l:.d 1 + 27 .ifl l:.xg7 28 'i!ka6+ �b8 ! 29 'i!kxb6+ dable, y de hecho dejaría al alfil-f3 en una
.l:.b7, etc. Pero llevar las blancas en una partida ubicación bastante tonta. Ya que las blancas
RECONSIDERA CIÓN DE LA APER TURA MODERNA 2 71

obtienen algún ataque después de la jugada del escribió resulta más fácil de digerir. Como ju­
texto, probablemente eran preferibles 7 . . . .i.d7 gador, las últimas partidas de Alekhine fueron
o incluso 7 . . . 'ii'b 6. marcadas por una gran cantidad de experimen­
8 c4 tLlxf3+ 9 'ir'xf3 i..e7 10 tLlc3 0-0 11 b3 tación y libertad en las aperturas, y fue en ver­
tLld7?! dad el primer jugador de clase mundial que
Alekhine llama a esto una 'pérdida adicional cruzó la línea de lo clásico hacia lo moderno.
de tiempo' en conexión con la siguiente jugada
y estoy de acuerdo. En esos días, las negras hu­ La revol ución analítica
bieran jugado contentas algo parecido a 1 1 . . .a6
1 2 i.. b2 'ir'c7, con idea de . . . b6, donde la posi­ El siguiente paso en la teoría de las aperturas
ción es al menos satisfactoria. El resto de la tuvo lugar en la Unión Soviética de los treinta.
partida es merecidamente famoso, pero no im­ En particular, Botvínik fue el primer Campeón
portante para la apertura. Las blancas desarro­ Mundial conocido antes que nada como un ana­
llan un enorme ataque y luego arrollan a su rival lista metódico de sistemas específicos. La pala­
con un bonito sacrificio: bra ' sistemas' es especialmente adecuada en
12 i.. b2 i.. f6 13 l:tad1 a6 14 'ir'g3 'ir'c7 15 este caso, porque él no tuvo, como muchos ju­
Wh1 l:td8 16 f4 b6 17 fS i..eS 18 fxe6! ! i.. xg3 gadores contemporáneos, la propensión a jugar
19 exf7+ Wh8 20 tLldS 1-0 prácticamente todo lo que le sentara bien. En
Esta fue una partida de exhibición, si no qui­ cambio, sostuvo variantes y estructuras especí­
zás las negras hubieran continuado, pero Alek­ ficas, en base a análisis profundos, y fue leal a
hine demuestra mediante largos análisis cómo ellos durante ciertos períodos de tiempo. Imre
20 . . . 'ir'b8, 20 . . . \i'a7, 20 . . . 'ir'b7, y 20 . . .\lr'cs pier­ Konig en su estudio de 1 950 sobre la evolución
den todas (las dos primeras fallan ante 2 1 tLlc6 de las aperturas, hace esta interesante acota­
y las dos últimas frente a 2 1 tLle6). ción: "A Botvínik, el actual campeón mundial,
Mi propósito era mostrar cómo surgió en le han reprochado por tener un repertorio de
Alekhine este cariño por 3 .i.e2 en la Siciliana. aperturas muy limitado, y por jugar las mismas
Esencialmente él tuvo éxitos con ella, y tam­ líneas todo el tiempo. Esto conduce a probar
bién sintió que así evitaba un sistema que lo que la edad moderna es la era de la especializa­
molestaba claramente (la Paulsen con 1 e4 c5 2 ción, y que ella es el único camino para llegar a
tLlf3 e6 3 d4 cxd4 4 tLlxd4 a6 seguido de . . . 'ir'c7, la perfección." Bien, ¡esta afirmación es para
un orden que el propio Alekhine intentó conse­ probar que uno no debería extrapolar desde el
guir en sus tempranos experimentos con la Sici­ zeitgeist [N. del T. : palabra alemana que signifi­
liana llevando las negras). ¿Entonces es éste el ca 'el espíritu de los tiempos ' ] hasta el club de
final de la historia? No en absoluto, y la si­ ajedrez ! Aunque el mundo moderno está real­
guiente es la parte interesante: Alekhine jugó 3 mente caracterizado por la especialización, el
i..e 2 contra la Siciliana, a pesar de todas sus rei­ ajedrez moderno específicamente está caracte­
vindicaciones, ¡ en solamente tres ocasiones; es rizado por su falta de especialización. Desde
todo lo que pude encontrar ! En contraste, en la hace algún tiempo, y como nunca antes, los ju­
misma base de datos, jugó la normal 2 tLlf3 y 3 gadores líderes han jugado una variedad mucho
d4 (contra 2 . . . tLlc6, 2 . . . e6, y 2 . . . d6) en 27 opor­ más amplia de aperturas y posiciones. El co­
tunidades. La mayoría de estas últimas parti­ mentario de Konig sobre Botvínik puede o no
das, por otra parte, se produjeron después que haber resultado adecuado para el período espe­
hubiera escrito las notas mencionadas más arri­ cífico sobre el cual estaba escribiendo; pero a lo
ba elogiando 3 .i.e2. En otras palabras, tuvo la largo de su carrera Botvínik jugó una extraordi­
mente abierta y flexible para reconocer los de­ naria cantidad de sistemas de apertura, anali­
fectos de su propio argumento, y en algún punto, zando muchos de ellos hasta una profundidad
simplemente cambió por la jugada que recono­ previamehte desconocida. El hecho de que él
ció le otorgaba las mejores posibilidades. De jugó menos partidas que sus contemporáneos,
hecho, una vez que uno reconoce la brecha en­ pudo haber causado esta impresión de pro­
tre la prosa del Alekhine bastante dogmático, y fundidad, ya que aparecería después de una lar­
su juego pragmático posterior, mucho de lo que ga ausencia, provisto de una batería de nuevas
2 72 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

annas. No obstante, siempre hubo una variedad especialistas tienen que ignorar buena cantidad
impresionante en su repertorio de aperturas. del flujo de información. Los jugadores líderes
Con las blancas, confió principalmente en 1 d4 utilizan mucho de su tiempo trabajando las
y 1 c4, desarrollando gran parte de la primera aperturas, asistidos por sus amigos y las com­
teoría independiente acerca de esta última; pero putadoras (que también pueden ser amigas).
en los primeros pasos de su carrera, usaba tam­ Todo este cambio es simbolizado por Kaspá­
bién 1 e4. Y dentro del contexto de su 1 d4, ju­ rov, cuya preparación excede la de cualquiera
gaba al menos dos sistemas contra cada defensa de sus contemporáneos. Una diferencia impor­
mayor de las negras. Llevando las negras, se tante entre Kaspárov y Fischer, es que Kaspá­
defendió contra 1 e4 con l . . . e5, dos Defensas rov tiene repertorios completos y enormemente
Sicilianas distintas, y la Defensa Francesa. complejos tanto para 1 e4 como para 1 d4, jue­
Luego agregó las Defensas Caro-Kann y Pire, y ga 1 c4 con confianza, y ha jugado también un
las jugó frecuentemente en las últimas etapas amplio surtido de defensas. Por ejemplo, contra
de su carrera. Contra 1 d4, utilizó varias defen­ 1 d4, se lo conoce como un líder experto en las
sas l . . .d5 (Gambito Dama Rehusado y Eslava, Defensas Grünfeld e India del Rey, ¡ pero tam­
por ejemplo), las Defensas Grünfeld, y Holan­ bién ha jugado a nivel de campeonato el Gam­
desa, y experimentó con las Defensas Nimzoin­ bito Dama Rehusado, la Tarrasch del Gambito
dia y la India del Rey. Compárese esta Dama, la Semi Eslava, la Nimzoindia, y en al­
extensión del repertorio, por ejemplo, con el de guna ocasión la Benoni Moderna ! La mayoría
Lasker, que raramente se apartó de una sola y de los jugadores de nivel 2200 apenas pueden
estrecha 1 e4 eS y 1 d4 d5 ; o con Capablanca, mantener una de esas defensas, ni qué hablar de
quien hizo lo mismo durante muchos años, has­ 5 o 6 al mismo tiempo. En contraste, Fischer
ta que agregó algunas Caro-Kann y Nimzoindia era mucho más un especialista, que apenas co­
hasta el final de su carrera. ¿Qué época tiene los menzó a jugar unas pocas partidas con, por
especialistas? ejemplo, 1 c4, o a alternar defensas del peón-e
Después de Botvínik, casi todos los maestros como la Pire, cuando ya estaba abandonando el
trabajaron metódicamente sus repertorios de ajedrez. Pero el arsenal de Kaspárov que des­
aperturas en profundidad, de manera sistemáti­ cribí no es algún fenómeno extraño limitado a
ca. Pero con la posible excepción de Smyslov, los genios de clase mundial. Se está estable­
los pocos campeones siguientes confiaron en ciendo para los jugadores líderes la regla de
sus talentos más que en sus aperturas. Por cierto mantener amplios repertorios, como el lector
Tal y Petrosián estaban acostumbrados a jugar puede confirmar utilizando su base de datos,
bastante libremente en la apertura; ellos tenían haciendo un gráfico de las aperturas de varios
algunas ideas ingeniosas (como tienen los ge­ Grandes Maestros. En rigor, unos pocos juga­
nios), pero difícilmente tuvieran el alcance de dores (principalmente Kárpov, y en menor me­
los extensos repertorios que vemos hoy. Con dida, Krárnni k) se especializan en una pequeña
Fischer, tuvo lugar otro salto en la profundidad serie de sistemas, y cuentan para ello con el co­
de los análisis, comparable al introducido por nocimiento profundo de ellas para asegurarse
Botvínik. Fischer ganó numerosas partidas, que de que sean previsibles ; pero la tendencia en
antes de la jugada 20 ya estaban terminadas este momento va muy en la dirección opuesta.
contundentemente, en virtud de su preparación Personalmente, creo que la nueva flexibilidad
superior, aun frente a una oposición de primer en el juego de las aperturas hace que el ajedrez
nivel. Mientras Botvínik sorprendía a sus riva­ sea más rico y apasionante.
les con aperturas trabajadas hasta la jugada 1 O,
por ejemplo, Fischer estaba de pronto prepa­
rado para posiciones que alcanzaban la jugada
U n a p ers pectiva de la teoría
20 o más. La lección no fue desaprovechada contem p orá nea
por sus coetáneos, y el ajedrez no ha sido el
mismo desde entonces. La era post Fischer se Hagamos un viaje por algunos Informadores
ha caracterizado por una avalancha tan asom­ recientes y tratemos de relacionar las aperturas
brosa de material de aperturas, que incluso los que atraen nuestra atención, con varios de los
RECONSIDERA CIÓN DE LA APER TURA MODERNA 2 73

conceptos discutidos en este libro. En ese senti­ 9 c4?!


do, obtendremos una típica exposición aleatoria Demasiado superficial; mejor es 9 lbd2 ..ig7
aunque prometedora del juego contemporáneo 1 O lbf3 con j uego de doble filo.
de las aperturas. Estructuraré la discusión en 9 ..ig7 10 lbc3 0-0 11 0-0 d4!
•••

cinco secciones ( 'A' hasta 'E' ), siguiendo la Espacio a la antigua.


bien conocida estructura de las aperturas 12 lba4
'AOO-E99 ' utilizada en los mismos Informado­ En caso de otras réplicas de las blancas, se­
res. Tenga en cuenta que este no es un análisis guiría 1 2 . . . lbg4 ! .
de las aperturas, sino un paseo relativamente 1 2 'i!kd6 1 3 l:[b1 :ac8 14 ..icl b6 1 5 a3
•••

poco crítico a través de la práctica moderna. dxe3! 16 fxe3 :t"d8 17 lbb2 eS!
Mis notas son simples guías a las estrategias y Las negras están considerablemente mejor,
conceptos modernos expresados a través de las ya que el centro de las blancas es inmóvil y está
partidas, y en ningún caso análisis detallados. sujeto a ataque.
Espero que esta sección, presentada informal­
mente de este modo, será entretenida e instruc­ ¿Qué hay acerca de las aperturas invertidas?
tiva para el jugador que quiere obtener un Aquí las blancas pueden llegar en forma inver­
manejo rutinario acerca de cómo los conceptos tida a una defensa India de Dama con 4 a3,
de este libro funcionan en la práctica. ¡ pero no obtienen . . . nada !

AOO-A99 Welling - Atalik


Esta sección es la mejor fuente de partidas Cappelle la Grande / 997
'avant-garde' [N. del T. : vanguardistas. Ver el
final de este capítulo], pero también de las aper­ 1 lbf3 d5 2 b3 eS 3 e3 a6 4 ..ib2 lbc6 5 d4
turas post hipermodernas que negocian espacio La Defensa India de Dama invertida.
o desarrollo a cambio de otras ventajas. He aquí 5 .tg4
•••

un ejemplo que vuelve sobre nuestras discusio­ Suficiente. Las negras no necesitan una ven­
nes de los peones doblados: taja.
6 ..ie2
Korchnói - Bacrot En 1 998, Hodgson jugó aquí la desequilibrada
Enghien les Bains 1 997 6 dxc5 ! . Como sucede en muchas estructuras
de aperturas invertidas, 6 ..ie2 solamente iguala.
1 Q\f3 d5 2 b3 ..ig4 3 ..ib2 ..ixf3 6 ..ixf3 7 ..ixf3 cxd4 8 ..ixd4! (D)
.•.

¡ Muy típico en estos días ! Las negras ceden 8 exd4 e6 9 0-0 g6 1 O .l::.e 1 ..ig7 - Atalik.
despreocupadamente los alfiles a cambio de
peones doblados.
4 gxf3 lbf6 5 e3 c5 6 f4! ? lbc6 7 ..ig2 e6 8
d3 g6! (D) N

8 lbxd4 9 1i'xd4 e6 10 0-0 ..ie7! 1 1 e4!


••.

dxe4 12 'ií'xe4 .l::.b8 13 lbc3 'i!kc8! 14 1i'd3 lbf6


15 lbe4 0-0
2 74 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

La partida es igual (Atalik). Vera - Hodgson


Winnipeg 1997
El siguiente ejemplo tiene un sabor muy mo­
derno. Las negras ceden la pareja de alfiles a 1 d4 d6 2 c4 e5 3 tt::lc3 exd4 4 'ii'xd4 tt::lc6 5
cambio de cierto desarrollo y el dornidio de un 'ii'd2 tt::lf6 6 b3 �e6 7 e4 g6 8 i.b2 i.g7 9 i.d3
complejo de color, ¡ pero son sorprendidas cuan­ 0-0 10 tt::l ge2 tt::lg4! (D)
do de pronto las blancas lanzan hacia adelante
sus peones del flanco rey, sin ninguna presencia
central ni tampoco mucho desarrollo !
B
Komárov - Razuváiev
Reggio Emilia 1 996/1

1 tt::lf3 tt::lf6 2 c4 e6 3 tt::lc3 �b4 4 'ii'c2 0-0 5 a3


�xc3 6 'ii'xc3 d5
Alfiles a cambio de desarro llo y centro, como
en nuestros ejemplos de la Nimzoindia.
7 b4 dxc4!? 8 'ii'xc4 b6 9 �b2 c6!?
Para jugar . . . i.a6 sin temor a la replica b5 .
10 g4! (D)

Antes que las blancas puedan completar su


desarrollo, las negras amenazan . . . 'ii'h4 y con­
N templan . . . tt::le5 y . . . f5 .
1 1 h3
Una típica línea sería 1 1 0-0 'ii'h4 1 2 h3
tt::lge5 ! 1 3 f4 tt::lxd3 14 'ii'xd3 f5 .
1 1 ... tt::l ge5 12 0-0-0! ? tt::lb4 13 i.b1 i.xc4!
14 bxc4 tt::lxc4
con un fuerte ataque, aunque las blancas se
defendieron bien y empataron.

Hodgson está nuevamente involucrado en la


siguiente partida, implementando la ahora bien
consolidada táctica de las negras de avanzar los
Una violación de numerosos principios, pero peones del flanco rey, a pesar de la aparente fal­
si funciona . . . ta de desarrollo, y de las debilidades que se
10 a5! 1 1 g 5 tt::ld5 12 l:tg1 axb4?! 13 'ii'd 4!
.•• crean por esa causa:
f6 14 gxf6 'ii'xf6?
Pero 1 4 . . . l:l.xf6 1 5 axb4 todavía favorece a Korchnói - Hodgson
las blancas. Groninga 1 996
15 .lhg7+! c¡¡,xg7
1 5 .. .'�h8 1 6 'ii'e4 ! . 1 c4 e5 2 tt::lc3 d6 3 g3 tt::lc6 4 tt::lf3 f5 5 d4 e4 6
16 'ii'g4+ tt::lg5 h6 7 tt::lh3 (D)
Las blancas ganaron. 7 g5 !
•••

Los peones restringen el caballo de las blan­


Por muchos años, las negras han estado de­ cas, que está, casualmente, 'en el borde' , y per­
seando entrar en la siguiente línea, oponiendo manece allí durante un tiempo considerable,
un clásico cerco contra el rápido desarrollo y retornando con buenos resultados en el mo­
flexibilidad de la estructura de peones de las ne­ mento oportuno.
gras. 8 f3
RECONSIDERA CIÓN DE LA APER TURA MODERNA 2 75

blancas después de 1 c4 tiJf6 2 tiJc3 e5 3 tiJf3


tlJc6 4 g3 i..b4 5 i.. g2 0-0 6 0-0 e4 7 tlJg5 i..xc3
N 8 bxc3 .l:.e8 9 f3 e3 10 dxe3 (D)?

Aún más, una verdadera respuesta moderna


sería jugar el caballo por cuarta vez, de vuelta a
g l mediante 8 tlJg 1 ! ? i..g 7 9 d5, seguido de h4;
que tampoco luce claro.
8 ... exf3 9 exf3 i.. g7 10 d5 'ife7+ 1 1 'iti>f2 Y justamente eso es lo que hicieron Gulko y
ttJe5 12 f4 Topálov, sintiendo que ellos podrían explotar la
¡ Sin miedo ! pareja de alfiles y los peones móviles del flanco
12 tlJg4+ 13 'iti> g2 ..td7! 14 'ife2 i..xc3 ! ?
.•. rey. Kaspárov y otros han jugado 10 d3 contra
Otro desequilibrio difícil d e evaluar. la jugada de Kárpov 9 . . e3, esperando rodear
.

15 bxc3 'ifxe2+ 16 ..txe2 gxf4 17 tiJxf4 ese peón, pero también permitiendo que res­
0-0-0 (D) trinja el juego de las blancas. Luego de l O dxe3,
las blancas están comprometidas a jugar diná­
micamente, corno muestran estos ejemplos:

B Gulko - lllescas
Cto. de España por Equipos,
Oropesa del Mar 1 996

10 ... h6 1 1 tiJh3 tlJe5 12 e4! tlJxc4 13 'ifd4


ttJes 14 c4 d6 15 tlJf4 b6 16 tiJd5 eS! 17 'ifc3
tlJxd5 18 cxd5 b5! ?
1 8 . . . f6 ! - Gulko.
19 f4! b4 20 'ifc2 tiJd7 21 eS ! dxe5 22 fxe5
tlJxe5 23 d6! ..ta6!
Después de 23 . . . .l:.b8 24 'ifxc5, los alfiles son
demasiado fuertes.
18 tlJg6! .l:.h7 19 .l:.fl .:tes 20 i..d3 tlJe7 21 24 ..txa8 'ifxa8 25 i..b2 'ifc6!
l:tel ! tlJxg6 22 l:he8+ ..txe8 23 i..xf5+ ..td7 24 Y las negras tienen suficiente contrajuego y
i..xg6 .l:.e7 mantienen el equilibrio, pero luego se equivo­
con igualdad aproximada, debido a los peo­ caron y perdieron.
nes doblados de las blancas.
Topálov - Gélfand
Los siguientes ejemplos muestran cómo se Nóvgorod 1 997
han transformado los jugadores desafiantes de
las reglas. ¿Qué fuerte jugador posicional con­ 10...b6 11 e4 h6 12 tiJxf7?!
sideraría hacerse cargo de los desagradables Demasiado loco. 12 tiJh3 es objetivamente
peones y horribles alfiles que les quedan a las mejor.
2 76 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

12 'ifi>xf7 13 f4 'iti> g8 14 eS l2Jh7 (D)


••. moderno de esta partida es la profundidad de la
preparación.

Lobron - Hulak
B Olimpíada, Erevan 1 996

1 l2Jf3 c5 2 e4 l2Je6 3 d4 exd4 4 l2Jxd4 l2Jf6 S


l2Je3 e6 6 g3 'i!t'h6 7 l2Jb3 l2JeS 8 e4 ..tb4 9 'i!t'e2
d6 10 f4 l2Je6 1 1 �e3 'i!t'e7 12 ..tg2 ..txc3+ 13
bxe3 0-0 14 0-0 b6 1S g4 �a6 16 gS l2Jd7 17
l:tf3 l:tfe8 18 l:th3 l2Jf8 (D)

Ahora, en lugar de 1 5 �a3 ! ? �b7 1 6 �e4


'it>h8 1 7 �c2 l2Jxe5 ! 1 8 fxe5 l:he5 con clara
ventaja para las negras, Gélfand sugirió 1 5 f5 ! ?,
aunque después de 1 5 . . . 'i!t'e7 ! 1 6 f6 gxf6 1 7
..td5+ 'it>g7 1 8 'ii'd2 'ii'xe5 1 9 'ii'xh6+ 'it>h8, no
parece ser suficiente.

Gulko - Timoshenko
Nova Gorica 1 997

10 ... h6 l l l2Jh3 b6 12 e4 �a6?! (D) 19 fS lbeS 20 'ii'hS 'i!t'xe4!


De acuerdo a Timoshenko, es mejor 12 . . . d6 ! ? ¡ La primera jugada nueva ! Previamente, se
1 3 l2Jf2 �a6 14 f4 l2Ja5 . había jugado 20 . . . �xc4.
21 �d4 'ii'e2! 22 'i!t'h4 'i!t'g4 23 'i!t'xg4 l2Jxg4
24 l:tg3 l2JeS
y las negras están mejor.
B
La siguiente partida ejemplifica, por sobre
todas las cosas, el triunfo del dinamismo sobre
la estructura:

Mirkovié - Djukié
Yugoslavia 1 997

1 d4 l2Jf6 2 l2Jf3 g6 3 e4 eS 4 dS bS S exbS a6 6


e4!
¡ Estos sacrificios de peones a cambio de ac­
tividad no han sido tan comunes desde el siglo
13 eS bxeS 14 �a3 d6 1S 'i!t'a4 l2Jb8 16 eS ! ? diecinueve !
dxeS 17 l:f.fd1 'i!t'e8 18 e4 6 ... l2Jxe4 7 'ii'e2 fS
con complicaciones. Las blancas tienen la iniciativa luego de
7 . . . 'ii'a5+ 8 l2Jbd2 f5 9 �d3 axb5 1 0 0-0.
A continuación, vemos un ejemplo de la pareja 8 l2Jbd2 l2Jf6!?
de alfiles y ataque que no pueden compensar los 8 ... l2Jxd2 9 �xd2 permite a las blancas de­
peones-e doblados. El otro aspecto típicamente masiada actividad.
RECONSIDERA CIÓN DE LA APER TURA MODERNA 2 77

9 'ii'xeS d6 10 'ii'd4 .i.b7 1 1 .i.e4 axbS 12 7 d6? !


•••

.i.xbS+ lt:Jbd7 13 0-0 .txdS En la partida siguiente donde se jugó lo mis­


Parece que las negras han ganado el centro y mo, las negras mejoraron con 7 . . . ..ta5 ! , recla­
están muy bien, pero . . . mando e4 para el caballo.
14 lt:Je4! .i.xf3 8 gS lt:Jfd7 9 h4 a6 10 a4 'ii'e7 11 ..th3! 0-0
En vista de 14 . . . .i.g7 15 lt:Jb6 .i.xf3 16 lt:Jxd7 ! . 12 'ii'd3 lt:Je5 13 lt:JxeS 'i!VxeS 14 aS! 'i!Vd4?! 1S
1S gxf3 (D) 'i!Vg3 'i!Vb4 16 hS
El espacio y el ataque de las blancas resulta­
ron rápidamente decisivos.

N 800-899
Ya hemos hablado mucho en este libro acerca
de las Sicilianas e Inglesas, pero probablemen­
te no lo suficiente acerca de la Defensa Moder­
na. He aquí un ejemplo reciente:

8erélovich - Svídler
Cta. Ruso por Equipos, Azov 1996

1 e4 g6 2 d4 ..tg7 3 lt:Jc3 d6 4 f4 a6
Un intento ultra moderno de minar el centro
desde el flanco.
1S J:tb8
•. S lt:Jf3 bS 6 a3 lt:Jd7 7 .te2 .i.b7
El ataque de las blancas es decisivo después Los alfiles, antes que los caballos.
de 15 . . . .i.g7 1 6 lt:Jxd6+ ! exd6 1 7 l:te l + 'it>f7 1 8 8 0-0 c5 9 dS 'i!Ve7 10 'it> h1 lt:Jgf6
.i.c4+ d5 1 9 .i.xd5+ lt:Jxd5 20 'ii'xd5+ 'it>f8 2 1 ¡ Provocación en una apertura provocativa ! Y
..tf4. las blancas caen en el anzuelo:
16 l:te1 ..tg7 17 lt:Jxd6+! 'it>f8 18 ..tf4 lt:Je8 11 eS! ? dxeS 12 fxeS
Las blancas deberían haber jugado ahora 1 9 Ahora las negras permitieron a las blancas
'ii'd5 ! lt:Jxd6 2 0 .i.xd6 l:txb5 ! 2 1 .i.xe7+ 'ii'xe7 atacar para llegar, luego de 12 . . . lt:Jxe5? 1 3 lt:Jxe5
22 'ii'xb5 lt:Je5 23 'it>fl f4 24 l:te4 con una posi­ 'i!Vxe5 14 .i.f4 'i!Vd4 1 5 'i!Ve 1 a una posición donde
ción ganadora, ya que seguidamente doblan las hay demasiadas amenazas. Pero como mostró
torres en la columna-e. Berélovich, las negras podrían haber diezmado
el centro de las blancas luego de 1 2 . . . lt:Jg4 ! 1 3
La siguiente apertura podría integrarse a la d6 'i!Vc6 ! 1 4 .i.d3 ( 1 4 dxe7 lt:Jdxe5) 1 4 . . . f5 1 5
sección 'avant-garde' antes mencionada, pero exf6 lt:Jdxf6 1 6 dxe7 c4 1 7 .it.e2 'i!Vc7 ! 1 8 'i!Vd4
también muestra el tipo de temprana estocada 'i!Vxe7, con buen juego.
de flanco que ha caracterizado el juego contem­
poráneo. He aquí un caso donde los dos caballos y el
espacio mantienen a los alfiles bajo control:
Piket - Adams
Groninga 1 995 lvanchuk - Dréiev
Linares 1 997
1 d4 e6 2 e4 lt:Jf6 3 lt:Jf3 eS 4 dS exdS S exdS
..td6!? 1 e4 e6 2 e4 dS 3 exdS lt:Jf6 4 lt:Jc3 exdS S d4 e6
¡ La Serpiente ! Tenga en cuenta que Adams 6 lt:Jf3 .it.b4 7 .it.gS h6 8 .it.xf6 'ii'xf6 9 'ii'b3

es uno de los jugadores de elite. 'ii'e 7?
6 lt:Jc3 .i.e7 7 g4! ? 9 . . . .txc3+ 1 0 'i!Vxc3 dxc4 1 1 .txc4 lt:Jc6 1 2
Una de esas ideas para apropiarse de espa­ 0-0 .it.d7 e s igual, de acuerdo a Dréiev.
cio, basadas en ahuyentar la única pieza buena 10 eS! .it.aS 1 1 .it.bS+ .it.d7 12 lt:Je5 lt:Je6 13
de las negras. .it.xe6 .it.xe6 14 0-0 .it.e7 1S f4 (D)
2 78 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

12 0-0 b6 13 l:.e1 ..tb7 14 .i.d2 lt:Jf6 15 'ií' h4


c5
N Esta jugada liberadora generalmente lleva a
la igualdad.
16 lt:Je5 cxd4 17 'i!Vxd4 .l:!.d8 18 .i.b4 c;¡,e7 (D)

Es obvio que las blancas están mucho mejor,


especialmente si profundizan con 'ií'c2 y b4, ex­
plotando en forma completa su ventaja de espa­
cio.

El renacimiento de la Caro-Kann se produjo


en gran parte debido a los descubrimientos de El rey de las negras está bien ubicado en el
jugadores como Kárpov y Speelman, en los que centro.
las negras pueden frecuentemente obtener be­ 19 .l:!.ad1 .i.xb4 20 'i!Vxb4+ 'i!Vc5 21 'i!Vxc5+
neficios manteniendo el rey en el centro. Vemos bxc5
dos ejemplos simples, que también tienen ca­ Las negras no tienen problemas.
racterísticas de capitulación del centro de la
que hablaba Nimzowitsch, completada con el Svídler - Kárpov
fianchetto en el flanco dama, que era su plan fa­ Tilburg 1 996
vorito en esas posiciones:
1 e4 c6 2 d4 d5 3 lt:Jc3 dxe4 4 lt:Jxe4 lt:Jd7 5 .i.c4
Jaritónov - Yandemírov lt:Jgf6 6 lt:Jg5 e6 7 'ií'e2 lt:Jb6 8 .i.d3 h6 9 lt:J5f3
Moscú 1 996 c5 10 .i.e3 'i!Vc7 U liJeS .i.d6 12 lt:Jgf3 lt:Jbd5!
13 .i.b5+ <i;e7 (D)
1 e4 c6 2 d4 d5 3 lt:Jc3 dxe4 4 lt:Jxe4 lt:Jd7 5 El punto.
lt:Jg5 lt:Jgf6 6 .i.d3 e6 7 lt:J1f3 .i.d6 8 'ií'e2 h6 9
lt:Je4 lt:Jxe4 10 'i!Vxe4 'i!Vc7 1 1 'i!Vg4 'iitf8 (D)
Ahora esto es rutinario.
B

14 0-0 a6 15 .i.d3 b5 16 c3 .i.b7


Con completa igualdad.
RECONSIDERA CIÓN DE LA APER TURA MODERNA 2 79

La típica posición de la Defensa Siciliana 14 0-0


con el peón retrasado, donde las negras senci­ Una partida reciente Anand-Kaspárov, Frank­
llamente conceden el punto fuerte para los alfi­ furt (partida rápida) 1 998 muestra a las blancas
les y algunas líneas abiertas, queda ilustrada en siguiendo una estrategia calma que paga divi­
el siguiente encuentro: dendos, pero que le hubiera parecido irracional
al jugador siciliano de unas décadas atrás : 1 4
Anand - Krámnik 'ifd2 liJeS 1 5 b 3 e6 1 6 lbde2 ! .l:lc8 1 7 ..td4 b5
Dortmund 1 997 1 8 lbd 1 ! l:.g8 1 9 lbe3 a5 20 0-0-0 a4 2 1 'it>b l.
Las piezas blancas centralizadas las protegen
1 e4 eS 2 lbf3 lbe6 3 d4 exd4 4 lbxd4 lbf6 S contra un verdadero ataque sobre su rey, y entre
lbe3 eS 6 liJdbS d6 7 i.gS a6 8 lba3 bS 9 liJdS tanto, el rey de las negras aún está en el centro.
i.e7 10 i.xf6 i.xf6 1 1 c3 0-0 12 lbe2 i.gS 13 Finalmente, esto lo obsesiona: 2 1 . . .axb3 22
..te2 lbe7 14 lbeb4 aS 1S lbxe7+ 'fkxe7 16 cxb3 .l:ta8 23 ..tc3 l:ta6 24 lbc2 ..tf8 25 lbb4
liJdS 'iib7 17 'ikd3 b4 18 exb4 axb4 19 'fib3 .l:la8 26 lbd4 i.e7 27 .l:lhe 1 'ifc8 28 ..tb2 'ii'b 7
..te6 20 ..te4 .l:lae8 21 0-0 'fke6 29 lbdc2 f6 30 lbd4 h4 3 1 g3 g4 32 f4 lbf3 33
Ahora el punto fuerte cae; aquí las negras lbxf3 gxf3 34 f5 hxg3 35 hxg3 l:txg3 36 'fih2
nunca tuvieron problemas. l::tg 5 37 ..tc 1 l::t g7 38 'ikh5+ l:.f7 39 'ifxf3 1 -0.
22 .l:tacl ..txdS 23 exdS 'ficS 24 l:te2 g6 Presumiblemente las negras perdieron por
llz.llz tiempo, pero las blancas están mucho mejor por
su control sobre d5 y las columnas centrales.
Una de las líneas más populares de la Sicilia­ 14 e6 1S lbxe6! ? i.xe6 16 ..td4 ..teS! 17
.••

na N ajdorf fue inventada sólo unos años atrás, e 'fid2 'fif6 18 ..txeS dxeS 19 a4 0-0 20 b3 l::tfd8
ilustra el pragmatismo de las negras: ellas reali­ 21 'fke3 'fif4 22 'il'xf4 gxf4 23 .l:lfd1 h4
zan varias tempranas jugadas de peones en el Las negras están algo mejor, porque sus peo­
flanco, teóricamente debilitantes, pero creando nes doblados son fuertes, y restringen al caballo
una distracción que fuerza a las blancas a alte­ de las blancas. Nuevamente, en estos dos ejem­
rar sus planes. plos, el bando que mejor organizó sus piezas
menores obtuvo la mejor partida.
Short - Topálov
Nóvgorod 1 997 COO-C99
La Variante del Avance contra la Francesa, fa­
1 e4 c5 2 lbf3 d6 3 d4 exd4 4 ltJxd4 liJf6 S lbc3 vorita de Nimzowitsch, es moderadamente po­
a6 6 ..te3 lbg4 7 ..tgS h6 8 ..th4 gS 9 i.g3 ..tg7 pular, pero hay unas pocas partidas que prueban
1 O ..te2 hS 1 1 ..txg4 la idea de ocupar las casillas centrales, como
Cediendo la pareja de alfiles, pero otras res­ ésta:
puestas a . . . h4 son algo debilitantes.
11 i.xg4 12 f3 i.d7 13 i.f2 lbe6 (D)
.•. Sveshníkov - Cherniáev
Moscú 1 996

1 e4 e6 2 d4 dS 3 eS c5 4 c3 lbe6 S liJf3 liJh6!?


B 6 dxeS ..txeS 7 b4 i.b6 8 bS liJaS 9 ..txh6
gxh6
Un interesante contrapunto entre el debilita­
do flanco rey de las negras y el flanco dama de
las blancas, que está en igual situación.
10 'fid2 i.d7 11 'fixh6 'fke7 12 ..td3
Chemiáev considera que las negras están
mejor, pese a su peón menos, luego de 1 2 'il'g5 ? !
'ikxg5 1 3 lbxg5 .l:tc8.
12 0-0-0 13 0-0 .l:ldf8 14 lbbd2 �b8 1S a4
•••

f6 16 e4 ..teS 17 l:.fe1 fxeS 18 l:.xeS 'ii'M ! (D)


280 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

1 7 W d 1 ! tt:Jc6 ! 1 8 .if4 liJeS con compensa­


ción debido al expuesto rey de las blancas -
B Gleizérov.
17 tt:Jc6 18 i.. xe6 d4 19 tiJd5 tiJdxe5 20
•••

i..xc8 'it'xd5
El ataque de las negras es arrasador.

¿Recuerda nuestra discusión acerca de la caza


de un peón de flanco por parte de la dama? He
aquí una línea que está empezando a parecerse
un poco a la Najdorf del Peón Envenenado:

Timoshenko - ltkis
Baile Herculane 1 996
Se ha llegado a un desequilibrio dinámico
muy interesante. Las blancas tienen bajo con­ 1 e4 e6 2 d4 d5 3 tt:Jc3 tt:Jf6 4 e5 tiJfd7 5 f4 c5 6
trol la casilla-eS, a la Nimzowitsch, pero las ne­ tiJf3 liJc6 7 .te3 cxd4 8 liJxd4 'i:Vb6 9 'i:Vd2
gras tienen gran actividad y los dos alfiles. La 'i:Vxb2 10 l:tb1 'i!ka3
partida fue un justo empate después de las com­ El principio de Znosko-Borovski aquí es
plicaciones. importante: la dama misma provee algún con­
trajuego contra la casilla-c3 de las blancas, dán­
En el ajedrez moderno, los sacrificios de ca­ dole a las negras una chance ante la próxima
lidad están en todos lados, pero . . . l:txf3 en la embestida.
Francesa aparece en situaciones más variadas 1 1 .tb5! tt:Jxd4!?
que cualquier otro. Arriesgado. En partidas posteriores se vio
1 I . . .tiJdb8 1 2 fS ! i.. b4 ! , que conduce aparente­
Krúpkova - Gleizérov mente a una compleja igualdad.
Mariehamn/Osteraker 1 997 12 i.. xd4 i.. b4 13 0-0 a6 14 .:r.b3 'it'a5 15
l:ttb1 .ta3 ! ?
1 e4 e6 2 d4 d5 3 tiJd2 tiJf6 4 e5 tiJfd7 5 c3 c5 6 Muy provocativa. N o es clara 1 S . . . 'it'xbS lue­
f4 tt:Jc6 7 tiJdf3 ft6 8 g3 cxd4 9 cxd4 i..e7 10 go de 1 6 liJxbS i.. xd2 o 1 6 l:txb4 'i:Vc6.
i..h3 0-0 11 tt:Je2 f6 12 l:tfl 'it h8 13 tiJc3 ! ? fxe5 16 f5! ! (D)
14 fxe5 l:txf3! 15 'i:Vxf3 liJxd4 (D)

N
B

Timoshenko le atribuye esta jugada a Kruppa.


16 'i:Vh5! 16 axb5 17 .:r.xa3! 'i:Vxa3 18 tt:Jxb5 'i:Vxa2
•••

1 6 'i:Vf7? 'it'd8 ! . 19 tiJd6+ q¡,rs 20 l:ta1 'i!kxa1 + 21 .txa1 l:txa1 +


1 6 'i:Vd8! 1 7 'it'd1 ?
.•• 22 'iitf2
RECONSJDERA CIÓN DE LA APER TURA MODERNA 281

Aquí la partida siguió 22 .. J:ta8? 23 'i!i'g5 ! f6 primero a la estructura y a las piezas 'más difí­
24 'i!i'h5 g6 25 'i!i'h6+ con ataque ganador. Mejor cil' .
parece 22 . . . lL'lxe5 (Nunn), que conduce a 23 'i!i'c3 1 1 ... lL'ld7 12 i.d2 lbxeS 13 e4
lbg4+ 24 'it>e2, donde 24 . . . l:ta8? 25 'i!i'c7 ! es bue­ Una característica del complejo de peones
na para las blancas, pero 24 . . . 'it>e7 mantiene las triplicados: los peones pueden ser utilizados
esperanzas de igualdad; por ejemplo, 25 lL'lxc8+ como palancas para ir minando el centro ri­
(25 'i!i'b4 ! ? es otra posibilidad) 25 . . . l:txc8 26 val .
'i!i'xc8 l:ta4 ! 27 'i!i'xb7+ 'it>f6. 13. . .'i!i'd8 1 4 exdS 'i!i'xdS 1S i.e3! lL'l e4 1 6
'i!i'xdS exdS 17 lL'ld4
Cuatro temas de este libro aparecen en la Las blancas tienen una clara ventaja en el
próxima partida: peones triplicados, la lucha medio juego sin damas, debido a su peón de
entre dos alfiles y dos caballos, la temprana ventaja y sus dos alfiles.
ganancia de espacio mediante jugadas de peo­
nes de flanco, y un pasaje de torre por la cuarta Vemos otro ejemplo de la misma apertura.
fila. Las blancas nuevamente se deciden a jugar en
el flanco rey con propósitos profilácticos, y las
U rosevié - Zlatanovié negras siguen de cerca el principio de Alekhine
Yugoslavia 1 996 'la pieza más dificultosa, primero' mediante
. . . i.d7-a4, . . . �d7, y . . . 'i!i'g8-h7. Un buen ejem­
1 e4 e6 2 d4 dS 3 lL'lc3 i.b4 4 e5 lL'le7 S a3 plo de demora del enroque para optimizar la
i.xc3+ 6 bxe3 eS 7 tL'lf3 i.d7 8 h4 i.a4 9 hS ubicación de las piezas.
Una idea cada vez más popular, que, como
fue explicado en el capítulo 3 de la parte 2, tiene Klovans - Rustémov
que ver con negarle a las negras, profiláctica­ Swidnica 1 997
mente, su habitual juego en el flanco rey; al
mismo tiempo, las blancas obtienen en ese flan­ 1 e4 e6 2 d4 dS 3 lL'lc3 i.b4 4 eS lL'le7 S lL'lf3 eS
co perspectivas de largo plazo. 6 a3 i.xc3+ 7 bxc3 b6 8 i.bS+ i.d7 9 i.d3
9 h6 10 dxeS!
••• i.a4 10 h4 h6 1 1 0-0 e4 12 i.e2 'íti>d7! 13 hS
Y aquí vemos el caso de un complejo de peo­ 'i!i'g8! 14 i.e3 'i!i'h7
nes triplicados, que se utiliza para abrir líneas y El objetivo es c2.
transferir piezas vía d4; ver el capítulo 4 de la 1S l:te1 lL'la6!? 16 lL'lh4 (D)
parte l .
10...'i!i'aS 1 1 l:th4! (D)

'
16... lL'le7
1 6 . . . g5 ! ? 1 7 hxg6 fxg6 era una seria alterna-
El pasaje de torre por la cuarta fila, discutido tiva.
en el capítulo 7 de la parte 1 ; note cómo las 17 f4 g6 18 'i!i'd2 l:tag8 19 l:tf3 'it> e8 20 l:tefl
blancas no desarrollan los alfiles, atendiendo l:tg7
282 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Mediante . . . l:thg8 y un oportuno . . . gxh5 , las es la siguiente subvariante, y hasta dónde la


negras alcanzaron contrajuego suficiente con­ teoría se ha vuelto extensa y concreta ( ¡ nove­
tra el cerco h5 ; más tarde ganaron. dad en la jugada 24 ! ).

El mensaje de la siguiente apert\lra es el Kotronias - Gligorié


pragmatismo. Esta línea está en este momento Cto. Yugoslavo por Equipos, Niksié 1 997
en pleno furor; pero es muy extraña para los
ojos clásicos. En su jugada 1 1 , las negras han 1 e4 eS 2 ti:Jf3 tt:lc6 3 �b5 a6 4 �a4 tt:lf6 5 0-0
cedido la pareja de alfiles y la columna-a, y han �e7 6 l:r.e1 b5 7 �b3 d6 8 c3 0-0 9 h3 �b7 10
'cercado el centro' , todo antes de enrocar. Lue­ d4 l:te8 1 1 tt:lbd2 h6 12 a4 i..f8 13 i.. c2 exd4
go, sus caballos y el alfil bueno se combinan 14 cxd4 tt:lb4 15 �b1 c5 16 d5 ti:Jd7 17 .l:ta3 c4
para crear suficientes y directas amenazas posi­ 18 axb5 axb5 19 tt:ld4 l:txa3 20 bxa3 ti:Jd3 21
cionales, para mantenerse en la partida. ..ítxd3 cxd3 22 l:.e3 tt:Jc5 23 i.. b2 'ii'a5 24 tt:lf5!
¡ La primera jugada nueva !
lllescas - Shírov 24 g6
...

Madrid 1 997 24 . . . i.. c 8 25 tt:l xg7 ! �xg7 26 l:tg3 , lleva a


una posición ganadora.
1 e4 eS 2 ttJf3 tt:Jc6 3 �b5 a6 4 �a4 ti:Jf6 5 0-0 25 tt:lg3 i..g7
b5 6 �b3 �eS 7 a4 l:.b8 8 axb5 axb5 9 tt:Jxe5 25 . . . b4 26 tt:lh5 ! .
tt:lxeS 10 d4 �xd4 1 1 'ii'xd4 d6 12 f4 tt:lc6 13 26 i.. xg7 �xg7 27 tt:lb3 'ii'xa3 28 tt:lxc5
'ii'c3 tt:le7 (D) 'ii'xc5 29 l:.xd3
y las blancas pudieron combinar las amena­
zas contra el peón-b y el rey con clara ventaja.

B D00-099
Ya hablamos de los peones pasados laterales en
el medio juego y cómo pueden ser débiles. Pero
el Gambito Dama Abrahams/Noteboom y va­
riantes como la siguiente, demuestran que inclu­
so los peones pasados conectados no son siem­
pre suficientes para desafiar un centro fuerte,
como vimos en el ejemplo del capítulo 3 de la
parte l.

Torre - l . Sokolov
Yakarta 1 996
14 eS
Aquí la vulnerabilidad del centro de las blan­ 1 d4 d5 2 c4 c6 3 tt:Jf3 dxc4 4 e3 b5 5 a4 e6 6
cas se evidenció luego de 14 l:.a7 ? ! i.b7 15 f5 axb5 cxb5 7 b3 ..ítb4+ 8 �d2 �xd2+ 9 tt:lbxd2
0-0 1 6 i..g5 tt:lxe4 1 7 'ii'e 3 tt:lxg5 1 8 'ii'xg5 d5 1 9 a5 10 bxc4 b4 1 1 tt:JeS ti:Jf6 12 ..ítd3 0-0 13 0-0
f6 tt:lg6 Ye Jiangchuan-Tkáchev, Génova 1 997, i..b7 (D)
y el dinamismo de las negras quedó demostrado 14 f4 tt:lbd7 15 i.. c2 'ii'c7 16 'ii'e 1 .:.Cd8 17
mediante 14 'ii'd3 0-0 1 5 tt:Jc3 c5 ! 1 6 tt:lxb5 tt:lxe4 'ii'h4
1 7 'ii'xe4 .l:.xb5 1 8 .l:ta7 c4 ! 1 9 �xc4 d5 20 'ii'xe7 Los peones de las negras están bloqueados,
dxc4 en Kaspárov-Topálov, Nóvgorod 1 997. en tanto las blancas tienen muy buenas chances
14 tt:Je4 15 'ii'e3 tt:lc5 16 exd6 'ii'xd6 17
.•• de ataque.
.l:te1 tt:Jxb3 18 cxb3 i..e6 Cada vez más, los jugadores que tienen posi­
Las negras han igualado. ciones dinámicas mantienen a sus reyes en el
centro, e incluso descuidan su desarrollo, para
La línea principal de la Ruy Lopez está siem­ alcanzar objetivos tácticos y posicionales con­
pre bien conceptuada. Pero note cuán dinámica cretos. Veamos un ejemplo.
RECONSIDERA CIÓN DE LA APERTURA MODERNA 283

¡ Las negras finalmente quitan su rey del cen­


tro, con ventaja claramente ganadora !
B
La siguiente apertura de actualidad se carac­
teriza por la caza estándar de un peón por parte
de las negras, a cambio de alfiles y algunas de­
bilidades. Se llega a una posición donde un
fuerte caballo compensa la pareja de alfiles.

Yunúsov - Vul
Rusia 1 997

1 d4 dS 2 e4 e6 3 lt:Jc3 e6 4 e4 dxe4 S lt:Jxe4


.ib4+ 6 .id2 'i!Vxd4 7 .i.xb4 'i!Vxe4+ 8 lt:Je2
lt:Ja6 9 .i.c3 lt:Je7 10 .i.xg7 l:.g8 1 1 'i!Vd4 'i!Vxd4
Krasenkow - Adianto 12 .i.xd4 c5 13 i.c3 lt:Jb4 14 �d2 b6 1S a3
Yakarta 1 996 lt:Jbc6 16 l:td1 .ia6! 17 b3 0-0-0+ 18 �e2 l:txd1
19 �xd1 tt:Jrs
1 d4 dS 2 lt:Jf3 lt:Jf6 3 e4 dxe4 4 e3 a6 S .i.xe4 con igualdad.
bS 6 .i.d3 .ib7 7 a4 b4 8 lt:Jbd2 e6 9 e4 eS 10
eS lt:JdS 1 1 lt:Je4 exd4 12 .i.gS 'i!Vd7 13 0-0 h6! ? He aquí un uso eficiente y sencillo del par de
Una jugada nueva; previamente las negras se caballos y un complejo de color para luchar
habían desarrollado mediante 1 3 . . lt:Jc6
. . frente a espacio y alfiles.
14 .ih4 lt:Jf4 1S l:.e1 lt:Jc6 16 l:te1 ! ? b3!
Comenzando a sacrificar antes que sus pie­ Goldin - Yermolinsky
zas estén afuera. Orlando 1 997
17 'i!Vxb3 lt:Jb4 18 .i.fl .i.dS 19 'i!Vd1 d3 20
'i!Vd2 lt:Je2+ 21 .ixe2 .i.xe4 22 .i.d1 .trs 23 1 d4 lt:Jf6 2 lt:Jf3 g6 3 c4 .i.g7 4 g3 dS S cxdS
l:.e4 (D) lt:JxdS 6 .ig2 0-0 7 0-0 lt:Jb6 8 lt:Jc3 lt:Jc6 9 dS
lt:Ja5
Caballo en el borde.
10 'i!Ve2 e6 1 1 dxe6 lt:Jxe6 12 l:.d1 .i.fS 13 e4
.id7 14 'i!Ve2! ? 'i!Ve8 1S .i.e3 (D)

23 gS
•.•

Aun sin desarrollarse, las negras aseguran la


protección del peón-d3 .
24 lt:Jd4!? .ig6! 2S .i.g3?
Es mejor 25 .i.f3 lt:Jd5 26 .i.g3 . 1S i.xc3!
••.

2S l:.e8! ! 26 :Xb4?! aS! 27 l:.bS 'i!Vxd4 28


••• De otra manera, seguía 1 6 l:tac 1 y las blancas
'i!Vxa5 .tes 29 'i!Vd2 0-0 tienen la ventaja.
284 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

16 bxc3 .i.g4
Amenazando . . . liJeS .
17 'iVbS 'ife6 N
Una vez que la casilla-c4 está asegurada, los
caballos son tan buenos como los alfifes.
18 liJd4 'ife4 19 .:tdb1 'ifxbS! 20 liJxbS liJe4
21 ..th6 l::.fe8 22 h3 ..td7 23 liJd4 112 -1/z

Los sacrificios posicionales de peón están


siempre presentes, y pueden ocurrir aun sin las
damas.

Van Wely - Svídler


Tilburg 1 997
Un sacrificio defensivo de calidad, reducien­
1 d4 liJf6 2 e4 g6 3 liJe3 dS 4 ..tf4 .i.g7 S e3 eS do el control de las blancas sobre las casillas
6 dxeS 'ifaS 7 'ifa4+ 'ifxa4 8 ltJxa4 .i.d7 9 liJc3 centrales.
ltJe4! 1S gxh7+?
Una jugada dinámica que cede un peón por Era correcta 1 5 gxf3 ! .
los dos alfiles. 1 S 'iti>h8 16 gxf3 d3! 1 7 'ifd1 liJe6 18 .i.h6?!
•••

10 liJxdS liJa6 1 1 f3 liJexc5 12 0-0-0 e6 13 .i.xh6 19 l::.xh6 .i.b7 20 ..tg2 liJeS! 21 l::. h3
ltJe7+ ltJxe7 14 .i.xe7 l::.e8 1S ..td6 bS! 'ifd4 22 l::.g3 ltJe4 23 <MI :rs
De ahora en adelante, las negras crean ame­ La compensación de las negras por la cali­
naza tras amenaza, hasta que la partida se sim­ dad es obvia; más tarde ganaron.
plifica.
16 b3 bxe4 17 .i.xe4 ltJa4! 18 l::.d2! .i.bS 19 La siguiente partida tiene de todo: centro de
l::.e2 .i.xe4 20 bxe4 'iti> d7 21 eS l::.e 6! 22 ltJe2 peones móviles, peones doblados, dos alfiles
lf2 - lf2 contra dos caballos, estrategia de bloqueo, un
En vista de 22 . . . ltJxc5 ! . sacrificio de calidad, y equilibrio dinámico.

La siguiente partida fue bastante defectuosa, M. Gúrevich - Krasenkow


vista en retrospectiva, pero ilustra acerca de la Yakarta 1 996
lucha entre el flanco y el centro (esta vez el
flanco debería haber ganado), un sacrificio de 1 d4 liJf6 2 e4 g6 3 liJc3 dS 4 liJf3 .i.g7 S 'ifb3
calidad, y el dinamismo moderno en general . dxe4 6 'ifxe4 0-0 7 e4 .i.g4 8 .i.e3 liJfd7 9 'ifb3
liJb6 10 l::. d 1 .i.xf3 1 1 gxf3 e6 12 h4 liJe6 13 eS
Lautier - Leko El éxito de las negras en forzar a las blancas
Tilburg 1 997 a avanzar este peón, les permite establecer un
bloqueo; pero las blancas tienen los dos alfiles,
1 d4 liJf6 2 e4 g6 3 liJc3 dS 4 liJf3 ..tg7 S 'i!Vb3 y el flanco rey del rival tiene debilidades contra
dxe4 6 'ifxe4 0-0 7 e4 a6 8 'ifb3 bS 9 eS liJfd7 las cuales jugar.
10 h4 c5 1 1 e6 fxe6? ! 13 hS 14 .i.g2 ltJe7 1S .i.gS 'i!Vd7 16 f4 e6
..•

Lo correcto era 1 1 . . .c4. 17 liJe4 'i!Ve7 18 .i.f3 liJbdS 19 l::.d2 liJfS 20


12 hS exd4 13 hxg6! l::.g 1 (D)
Se ha jugado antes 1 3 'ifxe6+. 20 l::.fd8!
•••

13 liJeS 14 'ife2?! (D)


••. Un casual sacrificio moderno de calidad. En
Más tarde, se encontró que 1 4 gxh7+ ! 'iti> h8 esa posición, el alfil de casillas blancas ¡es ob­
15 liJh4 ! l::.f6 16 'ifd 1 hubiera conducido even­ viamente más fuerte que una torre ! De todos
tualmente a una gran ventaja, después de locas modos, 20 . . 'iti> h7 también es buena.
.

complicaciones. 21 .i.xhS! ? gxhS 22 'iff3 'iti>f8


14 l::.xf3!
..• También es posible 22 . . . 'ifa5 .
RECONSIDERA CIÓN DE LA APER TURA MODERNA 285

N B

23 'ikxh5 indica que se obtiene la igualdad luego de


Ahora, en lugar de 23 . . . 4Jde7?? 24 'ikh7 ! 1 3 . . .'ti'a4 14 ..td3 lLle4 1 5 ..txe4 ..txe4 1 6 0-0
liJg6 25 i.f6 ! con lo que sería un ataque decisi­ 'ii'a8 1 7 .l:!.a 1 'ti'b7 1 8 liJe l .
vo, las negras tienen 23 . . . 'i!ka5 ! 24 i.f6 (24 a3 ! ? 1 3 ..t xf3 1 4 gxf3 'ikxf3 1 5 .l:!.g1 0-0 16
...

liJxd4) 2 4. . . 'ii'xa2 25 lLlg5 'i!ka1 + 2 6 .l:!.d 1 'ii'a5+ ..txb5 .l:!.a8! 17 ..tn ?


27 'it>fl 'ii'b 5+ con igualdad. Otro ejemplo de Pero la posición ya era muy mala.
un ataque similar, aparentemente irracional , y 17 4Je4 18 .l:!.g2 4Jdf6 19 cxd6 cxd6 20 b5
...

un contraataque que finaliza en un equilibrio 4Jd5 21 b6 4Jb4! 0-1


dinámico a largo plazo. Están por ocurrir toda clase de bonitos ma­
tes.
EOO-E99
Comenzamos con otro sacrificio posicional de ¡Tantas partidas modernas conciernen la pa­
peón de una variedad que hemos visto en la reja de alfiles contra los caballos ! Hemos visto
Nimzoindia, para controlar un complejo de antes algunos resultados favorables a los caba­
color y paralizar la masa de peones adversa­ llos; aquí siguen un par de ejemplos donde los
rios. alfiles ganan.

Shliperman - Yermolinsky Ravi Lanka - Marin


Filadelfia 1 997 Calcuta 1 997

1 d4 4Jf6 2 c4 e6 3 4Jf3 i.b4+ 4 liJbd2 d6 5 a3 1 d4 4Jf6 2 c4 e6 3 4Jf3 b6 4 4Jc3 ..tb7 5 ..tg5


..txd2+ 6 'ii'xd2 4Jbd7 7 b4 aS! 8 i.b2 axb4 9 h6 6 ..th4 g5 7 i.g3 lLlh5 8 e3 lLlxg3 9 hxg3
axb4 .l:!.xa1+ 10 ..txa1 b5! (D) ..tg7 10 i.d3 (D)
Una jugada extraordinaria, que además de
cumplir los objetivos antes señalados, también
desarrolla el alfil dama con ganancia de tiempo,
por ejemplo, el tiempo que perdieron las blan­ N
cas para reaccionar contra . . . b5 .
1 1 eS
Yermolinsky da 1 1 cxb5 ..tb7 1 2 e3 'ii'a8 1 3
'ii'c 3 y ahora 1 3 . . . 4Jd5 1 4 'ii'b 2 lLlxb4 1 5 i.e2
lLlc2+ 1 6 'it>d2 lLlxa1 1 7 l:.xa1 'ii'b 8 con igual­
dad, o 1 3 . . . ..txf3 14 gxf3 'ii'xf3 1 5 l:.g1 0-0 1 6
'ti'xc7 .l:!.a8 1 7 i.b2 .l:!.a2.
ll ..tb7 12 e3 'i!ka8 13 'ii'b 2?
...

Muy pobre; 1 3 i.b2 ! es correcta, en tanto to­


mar el peón no es claro, por eso Yermolinsky
286 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Las líneas de la batalla están establecidas ; 14 h4 l:tg8 1S hxgS lixgS 16 e4! (D)
las blancas juegan con el centro contra los dos
alfiles, y un flanco rey desprotegido por parte
de las negras.
10 tLle6 1 1 a3
••. N
Aquí ha sido jugada 1 1 g4, y en vista de lo
que pasa, ganar un poco de espacio en el flanco
rey hubiera sido una buena idea.
1 1 g4! 12 tLlg1 fS 13 ltJge2 hS 14 liJf4 h4!
•.•

1S 'ii'a4 (D)
El punto ingenioso de las negras es 1 5 tLlg6
hxg3 ! ! 16 tLlxh8 gxf2+ 1 7 �xf2 'ii'f6, con juego
activo, y un peón a cambio de la calidad.

N Ahora las blancas están mucho mejor: tienen


espacio y la columna-h. y pueden abrir lenta­
mente la posición después de f3 , i.f2, b4, etc.,
entre otros planes.
16 i.d7 17 f3 0-0-0 18 b4 tiJb7 19 a4 l:th8
•..

20 l:txh8 l:txh8 21 aS! ?


O 2 1 tiJb3 ; los alfiles son devastadores en esa
posición semicerrada y controlada.
21 ...exb4 22 'ii'xb4 bxaS 23 l:!.xaS!
Sin un sacrificio de calidad, no sería ajedrez
moderno, ¿verdad?
23 tiJxaS 24 'ii'xaS Wb8 2S eS l:te8
.•.

1S h3 16 0-0-0 hxg2 17 l:!.hg1 l:!.h2 18 dS


••• 25 . . . dxc5 26 ltJc4.
i.xc3! 19 bxc3 'ii'f6! 20 dxe6 'ii'xc3+ 21 i.e2 26 e6!
i.xe6 22 'ii'b4 'ii'xb4 23 axb4 El ataque es sencillamente ganador, en vista
De este modo las blancas tienen una pieza de de 26 . . . i.e8 27 i.a6 l:tc7 28 i.f2 seguido de
ventaja a cambio de dos peones, pero luego de tLlc4 y i.b7 (Greenfeld).
23 . . . i.f3 ! , las negras hubieran terminado todo,
ya que no pueden oponerse a la penetración de Tenemos aquí una masa central de peones
las torres negras en h l . Luego de 23 . . a5, las ne­
. c3-d4-e4-f3, que vimos en varios capítulos, in­
gras también quedaron claramente mejor y ga­ terpretada con un sacrificio de peón y un dina­
naron . mismo máximo, como sólo Kaspárov puede
hacerlo. Incluyo la partida sin comentarios, so­
Greenfeld - Solozhenkin lamente para enfatizar la sensación estética.
Montecatini Tenne 1 997
Kaspárov - J. Polgar
1 d4 tiJf6 2 e4 e6 3 tiJf3 b6 4 tiJc3 i.b4 S 'ii'b3 Tilburg 1 997
eS 6 i.gS tLle6 7 dS tiJaS 8 'ii'e2 d6 9 a3 i.xc3+
10 'ii'xc3 eS 1 1 tiJd2 h6 12 i.h4 gS 13 i.g3 1 e4 e6 2 tLlc3 dS 3 d4 i.b4 4 e3 eS 5 a3 i.xe3+
'ii'e 7? 6 bxc3 tiJf6 7 exd5 exd5 8 f3 e4 9 tLle2 tLle6 10
Una muestra perfecta del cerramiento de la g4 h6 11 i.g2 tiJaS 12 0-0 tiJb3 13 l:.a2 0-0 14
posición con los dos caballos, en lugar de abrir ltJg3 i.d7 15 'ii'e 1 l:te8 16 e4! dxe4 17 fxe4
líneas para establecer puntos fuertes y espacio. tLlxg4 18 it.f4 'ii'h4 19 h3 tiJf6 20 e5 l:tad8 21
Las negras debieron intentar el control sobre 'ii'f2 tiJhS 22 i.xh6! l:!.e7 23 tiJf5 ! 'ii'xf2+ 24
.. .f5, probablemente mediante 1 3 . . . tiJh5 . l:.fxf2 l:te6 25 it.e3 it.e6 26 i.fl ! f6 27 i.xe4
RECONSIDERA CIÓN DE LA APERTURA MODERNA 287

.i.d5 28 .i.e2 fxe5 29 .i.xb5 exd4 30 .i.g5 l:td7 Short prefirió 22 . . exd4.
.

31 l:tae2 .i.e4 32 ti:Jxd4 1-0 23 'S'f2 tt:Jac4 24 l:tg3 g6 25 ti:Jb6 .te6 26 f5


gxf5 27 ti:Jxf5 :g8?! 28 ti:Jxd6! .Ucf8
A continuación, una lucha clásica con peo­ Aunque las blancas ganaron, omitieron el
nes-e doblados, con excelente equilibrio diná­ camino más fácil aquí mediante 29 ti:Je8 ! ! l:txe8
mico. (29 . .'S'e7 30 l:txg8+ .i.xg8 3 1 ti:Jxf6) 30 'S'xf6+
.

.Ug7 3 1 'S'xe6 ! ganando.


Short - Kárpov
Dortmund 1 997 Sigue una lucha típicamente 'pesada' de la
India de Rey, con ataques en ambos flancos,
1 d4 ti:Jf6 2 c4 e6 3 ti:Jc3 .i.b4 4 'S'c2 0-0 5 e4 d6 juego de cadena de peones, caballos en el bor­
6 a3 .i.xc3+ 7 bxc3 e5 8 .i.d3 ti:Jc6 9 ti:Je2 b6 10 de, viaje del rey, etc.
0-0 .ta6 11 f4 ti:Jd7! 12 .i.e3 tiJaS 13 c5!
¿Recuerda los pros y los contras de . . . eS para Vilela - Moreno
las negras? La Habana 1 997
13 .i.c4
.•.

De acuerdo a Short, es mejor 1 3 . . . .i.xd3 14 1 d4 ti:Jf6 2 c4 g6 3 ti:Jc3 .tg7 4 e4 d6 5 h3 0-0 6


'S'xd3 exf4. .i.e3 e5 7 d5 ti:Ja6
14 cxd6 cxd6 15 ti:Jg3 'S'c7 16 ti:Jf5 �h8 17 Caballo al flanco número l.
.Uf3 (D) 8 .td3 ti:Jb5
Caballo al flanco número 2.
9 g3 'S'e8 10 .i.e2 ti:Jf6 1 1 ti:Jf3 .i.d7 12 ti:Jd2
c6
N Ataque al frente de la cadena de peones.
13 'it>fl !
Un paseo del rey.
13 'S'e7 14 g4 tt:Jc7 (D)
•••

Una posición fascinante. Las blancas tienen


las habituales cartas de ataque: un caballo-f5 ,
pasaje de torre, y presión sobre la columna-f.
Las negras han realizado la transformación de
la que hablamos en el flanco dama, atacando el
peón retrasado de la columna-e (el 'remanente'
de los peones doblados) y explotando las casi­
llas blancas. El juego que sigue no es perfecto, 15 �g2 c5 ! ?
pero ilustra bien acerca de los temas dinámicos Cambiando d e idea; n o h a sido claro quién
de ambos bandos. ha jugado en cada lado del tablero, pero la juga­
17 .:tac8? da del texto indica que las negras tratarán de
'
.•.

1 7 . . .f6 ! . mantener el flanco dama, mientras rompen en


18 l:Wl ? el lado opuesto.
1 8 l:th3 ! . 16 l:tb1 ti:Jfe8 17 b4 b6 18 bxc5 dxc5 19 a4
1 8 f6! 1 9 .i. f2 b5 20 .i.g3 a6 2 1 h4 Ji.f7 22
••• ti:Jd6 20 a5 .Utb8! 21 g5 tt:Jce8 22 h4 f5 23 gxf6
Ji.e1 ti:Jb6? .i.xf6 24 .i.g4
288 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Cambiando el alfil malo, pero a la vez dispu­ li:Jd7 ! golpea c3 y se prepara para establecer un
tando el flanco rey. caballo en d4 o b4.
24 li:Jg7 25 i.xd7 'ii'xd7 26 li:Jb5 ! li:Jf7!? 27
••• 18 ...li:Jxd5 19 cxd5 .teS
'i!kf3 li:Jb5 28 'ikh3 'i!kd8! Las negras están listas para . . . b5 y han igua-
Luego de todo esto, la partida está aón equi­ lado completamente. La idea . . . c5 es utilizada
librada dinámicamente, por ejemplo, Vilela in­ hoy en forma rutinaria, pero era prácticamente
dica 29 axb6 axb6 30 :tal ! l:.xa1 3 1 .:l.xa1 desconocida en los cincuenta y en los sesenta.
i.xh4 32 .l:ta7 li:Jg7 33 li:Jc7 i.f6, con perspecti­
vas mutuas. Cerramos con un típico sacrificio de peón en
el estilo de la nueva era, en las líneas tradiciona­
Temas típicos de un peón retrasado y de un les de la India del Rey :
punto fuerte caracterizan la siguiente contienda.
Piket - Kaspárov
D. Paunovié - l l i ncié Linares 1 997
Yugoslavia 1 997
1 d4 li:Jf6 2 c4 g6 3 li:Jc3 i.g7 4 e4 d6 5 li:Jf3 0-0
1 li:Jf3 li:Jf6 2 c4 g6 3 g3 i.g7 4 i.g2 0-0 5 d4 d6 6 i.e2 e5 7 0-0 li:Jc6 8 d5 li:Je7 9 li:Jel li:Jd7 10
6 0-0 li:Jbd7 7 'ikc2 e5 8 .l:td1 'i!ke7 9 li:Jc3 c6 10 i.e3 f5 1 1 f3 f4 12 ..tf2 g5 13 l:tcl li:Jg6 14 c5! ?
e4 exd4 11 li:Jxd4 liJeS Lo interesante acerca d e este sacrificio de
El peón-d6 retrasado está en las Defensas peón, es que las blancas han tratado casi todos
Indias del Rey de Bronstein y Geller. los demás caminos para avanzar en el flanco
12 'ike2 a6! dama, y son habitualmente las negras quienes
Hoy esto es típico de ellas. Las negras quie­ lanzan todos sus peones para atacar el rey blan­
ren jugar para . . . b5, con el objetivo de la casi­ co. Después de todos estos años, las blancas
lla-c4 y además minar el centro de las blancas; adoptaron la idea de que el tiempo es todo en
pero . . . a6 también es útil para preparar . . . c5. esta línea de mutua avalancha de peones, y tra­
13 h3 l:b8 14 a4 tan de abrir líneas a cualquier precio.
Luego de 1 4 f4 li:Jed7, las negras obtienen 14...li:Jxc5 15 b4 li:Ja6 16 li:Jd3! h5 17 li:Jb5
presión sobre el peón-e de las blancas. i.d7 18 a4 i.b6 19 .l:tc3 (D)
14 ...l:.e8 (D)

19... b6! ?
15 i.e3 h5 Una decisión interesante del campeón, que
También típico, para restringir el flanco rey parece estar aceptando que las blancas tienen
de las blancas. amenazas de cuidado en el flanco dama. Piket se­
16 .l:te1 c5! 17 li:Jc2 i.e6 18 li:Jd5 ñala que luego de la defensa 19 ... 'ilkb8?!, las blan­
Es una deshonra gastar el punto fuerte d5 y cas tienen 20 li:Ja3 ! , amenazando li:Jc4-a5 y b5 .
cerrar la columna, pero 1 8 b3 li:Jc6 19 .l:tab 1 ¡ Es mucho más fácil con la columna-e abierta !
RECONSIDERA CIÓN DE LA APER TURA MODERNA 289

20 ..iel ! l:tf7 21 lLlf2 lLlh4 22 lLlxd6 cxd6 23 jugables, y reaparece el clamor a un cambio en
..ixa6 'ii'e8! 24 'ii'e2! ? las reglas después de un match Leko-Bacrot
A Piket l e gusta 2 4 b 5 con idea de i.b7-c6. donde se produjeron 29 tablas en 30 partidas.
24 g4!
... Por el momento, ninguno de esos escenarios pa­
Nuevamente juegan a la voladura mutua, pero rece muy probable. Nuestros grandes maestros
las blancas están un poco más avanzadas que lo parecen capaces de resistir el señuelo de esas
usual en esta variante. aperturas bizarras, y, pese a que la computa­
25 fxg4 (D) dora se apodera de nuestros cuadernos de aper­
turas, la cantidad de variantes jugables está ex­
pandiéndose todo el tiempo. Pero, ¿quién sabe?
Algo a considerar sobre la evolución de la
teoría de las aperturas es que hasta ahora, has­
ta lo que sé, casi todas las ideas extremas que
se incorporaron a la tendencia dominante, han
provenido de jugadores fuertes. Es decir, la
noción romántica de que hay una comunidad
subterránea de jugadores menores generando
nuevas ideas, que son posteriormente aceptadas
por los jugadores líderes, no corresponde a nin­
guna realidad que yo conozca. No soy un histo­
riador de ajedrez, y discúlpenme si aquí estoy
transitando caminos peligrosos que no conoz­
co. Pero no creo que haya habido partidarios in­
25 :1.g7?
..• sistentes de la Defensa Alekhine ( 1 e4 lLlf6)
Aparentemente, las negras tienen que inten­ antes de que él utilizara la idea, y ¿no desarro lló
tar el sacrificio 25 . . . lt:Jxg2 ! ! 26 ..txg2 hxg4 27 Nirnzowitsch la Nimzoindia ( 1 d4 lt:Jf6 2 c4 e6
'ii'c 2 :h7 ! 28 lt:Jh 1 'ii'h 5 29 lLlg3 fxg3 30 ..ixg3, 3 lt:Jc3 ..ib4) y la India de Dama ( 1 d4 lt:Jf6 2 c4
donde las cosas no son claras todavía. e6 3 lt:Jf3 b6) sin influencia histórica o externa
26 h3 'ii'g6 27 ..ibS ! ..ixb5 28 axb5 :rs 29 elocuente? Igualmente, Réti era uno de los ju­
lLldl gadores líderes cuando desarrolló su sistema.
Las blancas tienen una clara ventaja, que Algunas Defensas Sicilianas modernas tienen
echaron a perder bajo la presión del tiempo; la antiguas raíces, seguramente, pero de jugado­
partida fue tablas después de algunos vaivenes res fuertes como Paulsen. La verdaderamente
salvajes. extrema Siciliana Najdorf, y la anteriormente
desacreditada India de Rey, fueron defendidas
La va nguardia por una serie de fuertes maestros soviéticos, in­
cluyendo a algunas de las grandes luminarias
Recuerde que e l mío e s u n intento d e describir de los cuarenta y los cincuenta. Tal vez los
el ajedrez moderno cómo es, y no cómo será; maestros de Volgogrado que desarrollaron lo
sería tonto tratar de predecir hacia dónde está que nosotros en Occidente conocemos como
yendo la teoría ajedrecística. Por un lado, den­ Gambito Benko ( 1 d4 lt:Jf6 2 c4 c5 3 d5 b5) no
tro de diez años, podríamos estar todos jugando eran grandes maestros líderes, pero eran juga­
l e4 a6 ! ? (la St George), 1 c4 g5 (Basman), y l dores muy fuertes. Y aunque el Ataque Trom­
e4 lLlf6 2 e5 lt:Je4 ! ? ( 'Mokele Mbembe' de Büc­ powsky ( 1 d4 lLlf6 2 ..ig5 ) sólo se destacó en
ker), como si ellas fuesen las líneas principales tiempos recientes bajo la guía de Grandes
de las Najdorf de hoy. Por otro, como los juga­ Maestros pritánicos, Hort, Vaganián y otros ya
dores se hacen fuertes cada vez a menores eda­ lo estaban jugando a comienzos de los setenta.
des, y la técnica ajedrecística se vuelve más y Posiblemente, el mismo Trompowsky (un
más refinada, podemos estar yendo hacia una maestro de Brasil) fue una fuente de menor ni­
Variante Capablanca diferida, donde las apertu­ vel, pero él era un investigador serio, que colo­
ras 'marginales' se vuelven esencialmente no có a 2 ..ig5 en un plano de respetabilidad.
290 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

Bien, estoy seguro de que hay excepciones a


esta tendencia, pero si ella persistiera, no pre­
sagia nada bueno para el destino de nuevas B
aperturas realmente excéntricas, como las que
mencionamos al comienzo de esta se�ción, o
por similares como l g4 o l ll:lh3 . Seguramente,
hay una comunidad de jugadores 'nueva ola'
como Stefan B ücker, Michael Basman, Gerard
Welling, el GM Jonny Hector, y una cantidad
mucho mayor de seguidores de menor nivel,
quienes juegan y escriben acerca de esas cues­
tiones. Basman, por ejemplo, juega y defiende
aperturas como 1 a3 (y 2 b4 ), 1 h3 (y 2 g4 ),
l . . .a6, y l . . .h6. La jugada 1 g4 (originalmente
favorita de Basman ¡ hasta que él encontró 'la 10 dxe6
mejora' 1 h3 !), ha sido jugada por el GM Esto luce mal, pero de todos modos . . . ll:lb4 lo
Skembris y unos pocos MI. Además, Jonny iba a forzar.
Hector incluso ha experimentado con algunas 10 fxe6!
.•.

maravillosas como 1 h4 ! ?. Pero aparte de la Con la gran diagonal y la columna-f. es ob­


embriagadora arremetida provocada por la vic­ vio ahora que las negras están bien.
toria de Miles sobre Kárpov en Skara 1 980 uti­ 1 1 'ii'e2 ll:lb4 12 l:.d1 'ii'e8 13 ll:ld4 a6 14 f4
lizando 1 e4 a6 ! ? (una luz roja en la historia de eS! 1S ll:lb3 gS! (D)
la nueva ola), no ha habido ninguna 'observa­
ción' en el alto nivel de los rankings de los gran­
des maestros. Será interesante ver si esas ideas
alguna vez se prueban capaces de filtrarse entre
los rankings más altos.
Eso es todo, continuemos con nuestro viaje a
través de Informadores recientes, en busca de
unos pocos ejemplos de lo que es nuevo, o más
aún realmente bizarro ( ¡ he oído que los editores
del Informador no miran con simpatía lo biza­
rro ! ) . El GM Kengis posee algunas versiones
sofisticadas de las aperturas . . . b6 que son más
'modernas ' que la pura Defensa Moderna. Por
ejemplo:

Lalié - Kengis ¡ Dos jugadas directas de peones a la cuarta


Cto. Europeo por Equipos, Pula 1 997 fila ! Es típico de la energía contenida en esas
posiciones que ahora caiga el centro de las
1 ll:lf3 b6 2 e4 i.b7 3 ll:lc3 g6 4 d4 i:.g7 S i:.c4 blancas.
e6 6 0-0 ll:le7 16 fxgS .l:US 17 gxh6 i.xeS 18 i.f4! :xt'4?
¡ Completando la ubicación de las piezas en No 1 8 ... i.xf4? 1 9 .:Xd7 ! ; pero de acuerdo con
la segunda línea ! Kengis, las negras mantienen la ventaja luego
7 eS 0-0 8 dS h6 9 a4? ! de 1 8 . . . ll:lg6 ! 19 i:.xe5 ll:lxe5 20 i:.d3 ll:lbxd3.
Dirigida contra . . . b5, pero 9 a 3 era mejor, 19 'ii'xeS 'ii'g6 20 g3 l:.xc4 21 .l:.xd7 ll:lbc6 22
creando un escape en a2 y manteniendo el con­ 'ii'e2! lhc3 23 bxc3 i.c8 24 .:.d6 'ii'xh6 2S aS!
trol de b4. Las blancas están mejor.
9 ...ll:la6! (D)
¡ No creo que Alekhine hubiera elogiado de­ Nigel Short es otro defensor de . . . b6. Aquí
masiado la apertura de las negras ! emplea la Defensa Inglesa, que está todavía
RECONSIDERA CIÓN DE LA APER TURA MODERNA 291

algo alejada de la práctica, después de años de supuesto, uno podría decirle que por estos días,
estar cerca de la confiabilidad. la siguiente apertura es simplemente historia:

Gélfand - Short Skembris - Begnis


Nóvgorod 1 997 Grecia 1 997

1 d4 e6 2 c4 b6 3 e4 i.b7 4 i.d3 tt::lc6 5 tt::l e2 1 d4 tt::lf6 2 i.gS tt::le4 3 h4


tt::lb4 6 tt::lbc3 tt::lxd3+ 7 'ii'xd3 d6 8 0-0 Hum . . .
¡ Hasta ahora, todo ' libro' ! 3...d 5 4 tt::ld2 tt::lxg5 5 hxg5 c 5 6 dxc5 .ifS 7
8... tt::le7 tt::l gf3 e6 8 tt::l b3 tt::lc6 9 e3 .ie4! ? (D)
Similar a Kengis, las negras desdeñan cual-
quier desarrollo a la tercera fila.
9 d5! 'i!t'd7 10 f4 g6
¡ Ver el último comentario ! B
1 1 tt::ld4? !
Las blancas han jugado bien para ganar es­
pacio, pero mantener un centro masivo es una
empresa tramposa; Short sugirió 1 1 i.e3 i.g7
1 2 i.d4 con una pequeña ventaja.
11 0-0-0! 12 b4? !
•..

Demasiado perdedor; 1 2 a4 c5 ! ? 1 3 dxc6


tt::lx c6 no es claro.
12 ... .ig7 13 b5? (D)

Las negras parecen estar desorientadas.


N 10 .ibS a6 11 .ixc6+ bxc6 12 c3 a5 13 'ii'd4
.ixf3 14 gxf3 a4 15 tt::lc 1 ! 'ii'xg5 16 tt::ld3 i.e7
17 0-0-0!? .if6 18 f4!
Las blancas tienen una pequeña iniciativa,
debido a su control sobre e5 y las columnas
abiertas del flanco rey. La idea de h4 (desarro­
llada por Hodgson) contradice viejos conceptos
acerca de los avances de flanco debilitantes,
pero se llevaría bien con la discusión de nuestro
capítulo 3 de la parte 2.

Algunas veces las aperturas más antiguas re­


¿Quién olvidó ahora las reglas del desarro- sultan neo-avanzadas, como este Gambito de
llo? Rey de la nueva ola.
13 ... .ixd4+! 14 'ii'xd4 f5
¡ Allí va la del barrio ! Conquest - Bellin
15 l:tel .l:the8 16 i.b2 fxe4 17 tt::lxe4 tt::l g8! Amsterdam 1 996
18 tt::lc3 'ii'f7 19 .l:te3?
No era mala 1 9 l:tad l . 1 e4 eS 2 f4 exf4 3 tt::lf3 d6 4 .ic4 h6 5 b4! ?
1 9...exd5 20 tt::lxd5 .l:txe3 2 1 'ii'xe3 .ixd5 22 Estoy s�o de que hay alguna clave detrás de
cxd5 'ii'xd5 esto; después de todo, ¡ ya ha sido jugado antes !
Las negras tienen un peón pasado más. 5 ....ig4!?
¡ 5 . . . g5 6 .ib2 l:th7 sería realmente experi-
El GM griego Skembris juega alegremente mental !
tanto con las blancas corrio con las negras. Por 6 0-0 tt::lf6 7 tt::lc3 .ie7 8 d4 c6! 9 i.d3!
292 LOS SECRETOS DE L4. ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

9 Ji.xf4 d5 . Esto permite un final muy inestable.


9 Ji'b6?!
.. 6 exd5 'ii'xd5 7 'ii'xd5 Ji.xd5 8 ltJc3 i.e6 9
9 . . . g5. ltJb5 ltJa6 10 f4! ?
10 ltJe2! g5 1 1 c4! 'ii'xb4 12 l:tb1 Hodgson indica 1 O ltJd6+ ! ? Ji.xd6 1 1 cxd6,
Las blancas tienen una buena iniciat\va. con una pequeña ventaja.
10 �xc5
•••

Es bastante sorprendente que aperturas como I O . . . exf4 l l ltJe2 ! .


la siguiente hayan tardado tanto en entenderse. 1 1 fxe5 fxe5 1 2 0-0-0 ltJf6 1 3 ltJf3
No parece que las blancas estuvieran arriesgan­ Obviamente, las blancas están mejor.
do; ¿uno se pregunta si el dogma de los 'caba­
llos-antes-que-los-alfiles' ha surtido efecto? Con esto finalizamos nuestra mirada sobre las
aperturas contemporáneas. Como puede verse,
Hodgson l . Sokolov
- ellas reflejan la independencia a las reglas y el
Groninga 1996 dinamismo propio del ajedrez moderno. Mi es­
peranza es que el lector, de manera similar, re­
1 d4 d5 2 �g5 lacione las ideas expresadas en este libro con
¡ Previniendo . . . e6 ! algunas de las nuevas partidas que le llamen la
2 c5 3 dxc5 f6 4 Ji.h4 e5 5 e4 Ji.e6?!
••• atención.
1 4 J ugando ajedrez moderno ;
concl usión

¿Cómo se juega realmente el ajedrez moderno? concretas. Éste es el nivel en el cual ocurre la
Como he dicho antes, este no es un libro de en­ mejorar verdadera; usted tiene que desarro llar
señanza. Pero la mayoría de los lectores serán su intuición y juicio estudiando innumerables
seguramente jugadores, y jugadores que están situaciones verdaderas. Creo que el jugador
buscando mejorar su juego. Habiendo llegado al frustrado que desea alcanzar la maestría, tiene
final de este extenso libro, estoy seguro de que que afrontar antes que nada esa realidad. Una
muchos de ustedes estarán diciendo algo así como: vez que aceptamos que las reglas generales no
"bueno, pero, ¿qué hago cuando deba afrontar son adecuadas para levantar nuestro juego has­
estos temas frente al tablero? Está bien hablar ta el nivel siguiente, puede abordarse la cues­
de ser independiente a las reglas y principios, tión acerca de qué constituye el conocimiento
pero, ¿cómo los debería utilizar para guiarme?" ajedrecístico. Y en este punto obtenemos algu­
Observando la parte 2 capítulo por capítulo, nas respuestas bastante sorprendentes. Los li­
uno encuentra que he definido el ajedrez mo­ bros del tipo 'Cómo mejorar' , pueden ser
derno, en forma real y amplia, en términos de suficientes para subir el nivel de su capacidad
sus ambigüedades y no de sus certezas. Con práctica o incluso su ranking (aunque soy es­
respecto a los peones, por ejemplo, aprendimos céptico del grado en que pueden hacerlo, más
que los jugadores modernos a menudo rechaza­ allá de cierta fuerza de juego). Pero esos libros
rán desarrollo por estructura, permitirán peones no harán mucho por el conocimiento del juego
retrasados en la apertura, moverán los peones en sí mismo; tal vez nada. Esos libros sólo pue­
que están frente a su rey, atacarán el frente de den referirse a uno de los lados de la ecuación,
una cadena de peones, y avanzarán peones de por ejemplo, técnicas de reflexión, enfoques
flanco cuando la situación central esté aún sin psicológicos, y consideraciones deportivas (por
resolver. Además, ellos habitualmente harán ejemplo el manejo del tiempo, elección del re­
las cosas tradicionales (desarro llo rápido, evitar pertorio, etc.). Pero su conocimiento sobre la
los peones retrasados, mantener los peones del interacción de los elementos tácticos y posicio­
flanco rey en sus casillas originales, etc.). La si­ nales, y los matices paradójicos de la iniciativa
tuación con respecto a las piezas menores tam­ y la elasticidad, por ejemplo, son un campo
bién es confusa. Encontramos que los alfiles aparte, y fundamentalmente más importante.
malos a menudo no son en absoluto malos, que Veamos nuevamente lo que tiene para decir
los caballos pueden ser fuertes en el borde del sobre este tema nuestro amigo Suba: "La ma­
tablero, y, lo peor de todo, que el par de caballos yoría de los libros sobre 'teoría moderna' consi­
puede ser superior a la pareja de alfiles ¡ tanto en deran que mejorar nuestro juego mediante el
posiciones cerradas, como semicerradas o am­ estudio de la estrategia, implica alcanzar un ni­
pliamente abiertas ! Usted puede cazar peones vel superior al de un jugador que no ha tenido
exitosamente con su dama cuando su desarrollo ese estudio. Eso puede ser parcialmente cierto,
está tambaleando; o puede hacerlo y recibir mate pero le advertiría que el dogma introducido
rápidamente. Y cosas así, cuando le toque el puede tener un efecto en detrimento de su crea­
tumo a los sacrificios de calidad, profilaxis, etc. tividad. ;rrate de leer esos libros con ojo crítico,
Mirado desde la distancia, esto no ayuda mucho, como si usted no creyera una palabra de lo que
y quizás sea una buena razón para dedicarse a la dicen. Memorice variantes de apertura, técni­
carpintería o a escribir novelas de misterio. cas en el final, combinaciones, ideas, incluso
Pero no lo estamos viendo desde la distan­ partidas completas si puede, pero no reglas y
cia; estamos mirando posiciones y partidas dogmas."
294 LOS SECRETOS DE LA ESTRATEGIA MODERNA EN AJEDREZ

¡ La última frase es una propuesta extraordi­ cuenta la pieza mal ubicada. Sopesa esos facto­
nariamente honesta ! Después de todo, ¡ va en res, simultáneamente con otros cientos de con­
contra del consejo que dan casi todos los libros sideraciones, con la mayoría de las cuales está
de enseñanza o los artículos de revistas que familiarizado, porque ya se ha topado antes con
andan por ahí! ¿No lo ha visto una y otra vez: posiciones parecidas. Por supuesto, podría oca­
"No memorice las aperturas ; sólo aprenda los sionalmente 'irse' del tablero y considerar temas
'principios' que hay detrás de ellas" . . . "Ud. no generales, pero cualquiera que haya analizado
debería tratar de aprender de memoria; entender extensamente con jugadores fuertes, sabe que
las 'ideas' es lo que realmente cuenta" . . . "los predominan las posibilidades concretas del aná­
jugadores jóvenes gastan demasiado tiempo lisis, en tanto esos factores posicionales están
aprendiendo aperturas, cuando deberían estar simplemente imbuidos en el juego mismo, como
estudiando los principios fundamentales del las reglas de la gramática lo están en el lenguaje
juego", y así sucesivamente? Este consejo es hablado. Nuestra comprensión posicional no
brindado con rostro severo por fuertes grandes aumenta verbalmente, mientras perfeccionamos
maestros cuyo tiempo completo está ocupado el criterio propio. Cuando avanzamos más allá,
en (y de lo que consistió primariamente su edu­ la comparación con el lenguaje se vuelve me­
cación ajedrecística) ¡ estudiar y memorizar va­ nos precisa, pero aún útil: por ejemplo, las re­
riantes de apertura y partidas enteras ! glas gramaticales casi siempre se aplican, en
Y si este fuera un libro de finales, podría de­ tanto las de ajedrez pueden realmente ser erró­
cir algo menos fuerte pero similar: los grandes neas, o tan poco confiables que no puedan ser
maestros autores, que durante años inundaron e consideradas . De este modo, mientras uno
inculcaron la memorización de finales especí­ puede al menos imaginarse aprendiendo un len­
ficos, informan ahora despreocupadamente a guaje con fluidez aceptable, simplemente apli­
sus lectores que ellos no deberían aprender un cando las reglas de la gramática, la aplicación
montón de finales específicos de memoria, ¡ sino mecánica de las reglas de ajedrez resultaría de­
absorber finos principios acerca de las torres sastrosa. Por otra parte, aun con el mejor re­
detrás de los peones pasados, y llevar el rey al gi stro de eficiencia, la gramática se aprende en
juego ! Bien, como dice correctamente Tisdall, las la práctica principalmente con ejemplos, junto
reglas "tienen más importancia general cuanto con las excepciones importantes. Esto implica
más avanzada esté la partida a la que se refie­ que sólo en la última etapa cualquier principio
ran", y por consiguiente, reconozco que hay ajedrecístico debería ser aprendido en un con­
que prestarle atención a los principios de los fi­ texto real, atendiendo a las ambigüedades, y
nales que son definitivamente confiables. Pero también la gran cantidad de contraejemplos.
aun en esa etapa de la partida, como le enseñará Esto contrasta con el enfoque que hacen la ma­
cualquier colaboración prolongada con grandes yoría de los libros de ajedrez. Para citar otra vez
maestros, es la base concreta del conocimiento a Suba: "Una partida que es un 'modelo de es­
de innumerables posiciones específicas lo que trategia' , es un tipo raro entre dos jugadores de
permite formular esas reglas, y es esencial para nivel similar. La estrategia clásica presupone
su aplicación correcta. que Ud. juega con rivales mucho más débiles
Pensamiento de lenguaje hablado. Cuando ( ¡ o mucho más fuertes ! ) . . . [En los ejemplos
usted habla bien un idioma, no hace pausas en brindados por la teoría clásica] el bando con la
el medio de la oración para pensar si el verbo desventaja carece totalmente de contrajuego, y
debería ser activo o pasivo, o cómo conjugarlo, generalmente no sólo ganará el plan del autor,
ni se preocupa por la letra o el género de un sino cualquier otro plan lógico. Esas posicio­
sustantivo. De manera similar, en ajedrez, el nes raramente aparecen hoy, especialmente en­
GM no gasta mucho (si es que gasta algo) de tre jugadores de la misma fuerza." En otras
su tiempo en una posición, pensando "¿es ése palabras, el camino que, según esos libros, se
un punto fuerte para mi caballo?" o incluso supone debemos tomar para aprender nuestros
"¿cómo mejoro la posición de mi peor pieza?". principios generales (gramática), no es analizan­
Más bien, él ya sabe hasta dónde es bueno o do partidas reales (oraciones como realmente
malo ese caballo, y automáticamente toma en son habladas), sino siendo un mimado de un
JUGANDO AJEDREZ MODERNO; CONCL USIÓN 295

solo lado, con posiciones irreales ( construccio­ nuevos métodos de explotación de los peones
nes altamente idealizadas, que sólo nos confun­ doblados, mediante el dominio de complejos de
den cuando posteriormente visitamos el país color;
donde se habla el idioma). f) una planificación y una aproximación prag­
Volvamos a la cuestión de cómo jugar el aje­ mática a las posiciones con el peón dama aisla­
drez moderno. Este libro, reitero, no puede en­ do;
señarle cómo, pero los ejemplos opuestos de g) mayor conocimiento acerca de los cam­
juego concreto que he dado (si es que hice bien bios dinámicos de las piezas menores;
mi trabajo), le deberían ayudar a iniciarse en la h) una evolución leve en el juego de las to­
construcción de un lenguaje del ajedrez mo­ rres por las filas;
derno, que consista en el vocabulario, frases, i) cambios para dominar un complejo de co­
oraciones, matices conceptuales, e implique la lor.
gramática. Hasta el punto de que si la teoría ge­ En la parte 2, se discutieron cambios teóri­
neral de ajedrez ayuda, lo hace porque entrena cos más definitivos. Muchos de ellos giran alre­
su ojo para buscar varios elementos y técnicas dedor del concepto general de 'independencia a
que constituyen ese lenguaje, y le otorgan cier­ las reglas' , por lo cual se rechaza el edificio clá­
ta unidad. De ahí, pese a que las discusiones sico de las reglas y principios. En casi todos los
relativamente abstractas que he suministrado casos, una decisión pragmática basada en análi­
sobre la profilaxis, el dinamismo, el tiempo y la sis concretos, resulta preferible a esas reglas,
iniciativa, han estado entrelazadas con ejem­ como muestran las tendencias modernas:
plos, espero que dirigirán el pensamiento de los a) se ignora el desarrollo para lograr metas
lectores hacia el reconocimiento de cómo jue­ puramente estructurales, o con fines profilácti­
gan esos elementos en el ajedrez real . cos;
b) aceptación de buen grado de los peones
Concl usión retrasados 'permanentes ' ;
e ) aceptación de peones doblados por razo­
Llegamos al final de este libro, y es tiempo de nes dinámicas;
volver atrás para ver qué se ha cumplido. El d) jugar los peones que están frente al rey
propósito primario de este libro, era presentar propio;
los caminos en los cuales la teoría del ajedrez e) desarrollar los alfiles antes que los caba­
moderno difiere de la teoría clásica. ¿Qué he­ llos, o las damas antes que las otras piezas;
mos encontrado? En la parte 1 , nos concentra­ f) atacar el frente de una cadena de peones
mos principalmente en las características del (en oposición a la base);
juego moderno que constituyen revisiones mo­ g) avanzar los peones de flanco cuando nues­
destas del antiguo pensamiento, por ejemplo: tro centro no está asegurado y/o cuando nues­
a) nuevas concepciones del desarrollo, por tras piezas no están desarrolladas ;
ejemplo, el abandono del principio 'juegue cada h) la casi rutinaria aceptación de alfiles 'ma­
pieza una vez' ; los' y caballos en el borde del tablero;
b) un materialismo pragmático, expresado i) abrir la posición cuando se tienen caba­
en la caza de peones de flanco en la apertura; llos, y estabilizarla cuando se poseen alfiles.
e) una buena disposición para hacerse cargo Esos son los avances respecto a la indepen­
de las masas de peones centrales móviles, aun­ dencia de las reglas. Luego vienen las caracte­
que vulnerables; rísticas más amplias de la teoría y el juego
d) la evolución de la teoría del ataque de las práctico, que han caracterizado al ajedrez mo­
minorías, y la declinación gradual de la impor­ derno; por ejemplo:
tancia de las mayorías de peones y peones pasa­ a) sacrificios posicionales de peón a largo
,
dos en el medio juego; plazo;
e) un enfoque más sofisticado acerca de los b) incremento en la utilización del fianchet­
peones doblados y triplicados, que incluye to;
una buena disposición para aceptarlos a cambio e) resolución de los temas de la pareja de al­
del control sobre las casillas centrales clave, y files;
296 LOS SECRETOS DE LA ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

d) nuevas ideas acerca de la fiabilidad de los que reflejan el propósito primario del libro, es
puntos fuertes ocupados por caballos, y las pie­ decir, describir los avances del ajedrez mo­
zas superfluas; derno. Adicionalmente, espero al menos haber
e) el oportuno sacrificio de calidad; proporcionado al lector algo del espíritu y el
f) manejo completamente nuevo det par de gusto del juego actual. Aunque es difícil mane­
caballos contra la pareja de alfiles; j ar el juego contemporáneo, es al mismo tiem­
g) incremento del uso de la profilaxis; po más abierto y creativo que en cualquier otra
h) tendencia a reemplazar la ' acumulación época.
de pequeñas ventajas' por el juego dinámico; Eso es bueno. Por cierto, es legítimo preocu­
i) la utilización de sistemas elásticos en la parse acerca de los efectos futuros que las com­
apertura; putadoras pueden tener sobre el ajedrez; pero
j) avances en la creación de posiciones asi­ deberíamos también apreciar la realidad apa­
métricas; sionante que tenemos ahora. Y lo que es más, la
k) profundidad en la preparación de las creatividad que los jugadores jóvenes están ex­
aperturas, etc. hibiendo hoy puede ampliar y enriquecer más
Me he ocupado también de otras discusiones la partida. Confío en que en los años venideros
especulativas (¿Es la dupla dama-caballo mejor las ideas y las tendencias descriptas en este li­
que dama-alfil? ¿Es el ajedrez un empate? ¿Son bro, se desarrollarán de formas que ninguno de
tablas los finales de torre?); pero la lista men­ nosotros puede imaginar, que es como quere­
cionada sólo es un resumen del tipo de temas mos que sea.
Bibliografía

Algún día, me gustaría hacer una bibliografía ampliamente comentada, explicando todas las virtu­
des y defectos de los libros a los cuáles me he referido. En cambio, para preservar espacio valioso,
permítanme señalar solamente algunos de los libros que consideraría los más interesantes o entre­
tenidos, para leer conjuntamente con el mío propio. En primer lugar, si usted no lo ha hecho toda­
vía, debería leer Mi sistema de Nimzowitsch. No es sólo un trabajo señero de un gran jugador, sino
además un libro algo humorístico que da vida a la teoría. Tengo entendido que Mi sistema es dina­
mita para leer en alemán o danés, si Ud. tiene facilidad. El siguiente, desde un punto de vista excén­
trico verdaderamente moderno, además de ser muy divertido, Dynamic Chess Strategy (Estrategia
dinámica en ajedrez), de Suba, es altamente recomendable. Mi primera impresión acerca de este li­
bro, era que, además de las soberbias partidas, era bastante exagerado y superficial. Pero cuando
estaba preparando mi propio trabajo, me di cuenta de que quizás él era el único escritor que se había
preocupado por los mismos temas y llegó a las mismas conclusiones que yo; y, aún más, ha expre­
sado sus puntos de vista de un modo elocuente y humorístico.
Para el estudioso serio, los libros de Dvoretski están merecidamente elogiados, y son lo mejor
que se puede conseguir para jugadores de alto nivel. Solamente mencioné tres de sus siete libros
que han aparecido en inglés; Positional Play (El juego posicional) tiene más para decir acerca de al­
gunos temas que he examinado, que de otros. Hay algún material de relleno en partes de estas se­
ries, pero su contenido es mejor de lo que puede pedirse, por su rara originalidad y sabiduría. En un
nivel algo más básico, el libro de Jeremy Silman Reassess Your Chess (Reevalúe su ajedrez) ya es
un clásico, y favorito de los estudiantes de todas partes. Para los fanáticos de Nimzowitsch, el traba­
jo de Keene A ron Nimzowitsch: A Reappraisal (Revaluación) tiene algunas gemas maravillosas, y
en particular, cubre el período posterior a La práctica de mi sistema, que la mayoría de los estudian­
tes conoce poco. También recomiendo calurosamente la poco conocida obra de Steve Mayer Bis­
hop vs Knight: The Verdict (Alfil contra caballo: el veredicto). Puede parecer por momentos
desigual, pero sólo porque él se ha propuesto la rara tarea de escribir un libro realmente original
acerca de temas inexplorados. Eso es tanto más difícil que reunir un refrito de material antiguo,
como el que continuamente vemos en los libros que están en los escaparates de los torneos . Como
mérito mayor, Mayer tiene éxito tanto en mejorar nuestra comprensión del juego de las piezas me­
nores, como en aportar a la teoría de este tema. Finalmente, para aquellos que están buscando mejo­
rar su juego, o solamente entretenerse (con mucha filosofía y gusto por la teoría), el libro reciente
de Jon Tisdall lmprove Your Chess Now (Mejore su ajedrez ahora) deleitará a un amplio espectro de
jugadores, incluyendo, creo, grandes maestros experimentados.

Dicho esto, he aquí una lista abreviada de las fuentes más frecuentemente consultadas y citadas
en Los secretos de la estrategia moderna en ajedrez: avances desde Nimzowitsch. Debería mencio­
nar que el libro de Euwe y Kramer y la serie de Pachman son a los que con mayor frecuencia me he
referido en el texto. Los he usado como los ejemplos más importantes de un libro tradicional de me­
dio juego, con todas las limitaciones que ello implica; pero también debo decir que son esfuerzos
minuciosos y serios por derecho propio, y los mejores en su género.

Alekhine, A: The Book of the Nottingham lntemational Chess



Tournament; Dover 1 962 (reedición
de la edición de 1 937)
Alekhine, A: The Book ofthe New York lntemational Chess Toumament of 1 924; Dover 1 96 1 (ree­
dición de la edición de 1 925)
Alekhine, A: My Best Games of Chess [2 tomos, 1 908-23 y 1 924-37] ; David McKay 1 976 (reedi­
ción de las ediciones de 1 927 y 1 939)
298 LOS SECRETOS DE L4 ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

[Alekhine, A : Mis mejores partidas I924-37, Editorial Sopena, 1 2" edición 1 977]
[Alekhine, A : Mis mejores partidas I 908-23, Editorial Aguilera 1 970]
Anand, V: Vishy Anand: My Best Games of Chess; Garnbit 1 998
Capablanca, J .R. ; Chess Fundamentals; Harcourt, Brace & World 1 9 2 1
[Capablanca, J . R . ; Fundamentos del a/edrez, Club de Ajedrez, 1 5" edición 2000]
Capablanca, J.R. ; Last Lectures; Cornerstone 1 966
[Capablanca, J.R; Lecciones elementales, Club de Ajedrez, 1 3" edición 1 999]
Dvoretsky, M & Yusupov, A ; Training for the Toumament Player; B .T. Batsford 1 993
[Dvoretski, M & Yusúpov, A; Entrenamiento de elite I, Ediciones Esueve 1 992]
Dvoretsky, M & Yusupov, A ; Positional Play; B.T. Batsford 1 996
Dvoretsky, M; Secrets of Chess Tactics; B .T. Batsford 1 992
Euwe, M & Krarner, H; The Middle Game ( 'Euwe y Kramer' ) ; David McKay 1 964
[Euwe, M & Kramer, H; El medio juego, Ediciones Limitadas Catalán, 1 984]
Euwe, M & Nunn, J; The Development of Chess Style; B .T. Batsford 1 997
Fine, R; The Middlegame in Chess; David McKay 1 952
[Fine, R ; El medio juego en ajedrez, Editorial Sopena, 1 970]
Fine, R: The Ideas Behind the Chess Openings; David McKay 1 973 (reedición de la 2" edición de
1 948)
Flesch, J; Planning in Chess; B .T. Batsford 1 983
Keene, R; The Evolution of Chess Opening Theory [ ' ECOT ] ; Pergarnon 1 985
Keene, R ; A ran Nimzowitsch: A Reappraisal; David McKay 1 974
Konig, 1; Chess from Morphy to Botwinnik; Dover 1 977
Mayer, S; Bishop vs Knight: The Verdict; B .T. Batsford 1 997
McDonald, N; Positional Sacrifices; Cadogan 1 994
Nimzowitsch, A; My System; David McKay 1 975 (revisión de la edición de 1 930)
Nirnzowitsch, A ; My System; Hays Publishing 1 99 1
[Nimzowitsch, A ; Mi sistema, Club de Ajedrez, 1 2" edición 1 999]
Nimzowitsch, A ; Chess Praxis; Dover 1 962 (reedición de la edición de 1 936)
[Nimzowitsch, A; La práctica de mi sistema, Club de Ajedrez, 6" edición 1 994]
Nimzowitsch, A; Blockade, New Perspectives; Chess Enterprises 1 980 (traducción de la edición de
1 925)
Nunn, J ; Secrets of Practica! Chess; Garnbit 1 998
Pachman, L; Complete Chess Strategy, volúmenes 1 -3 ( 'Pachman ' ) ; Doubleday 1 975, 1 976, 1 978
(basado en la 1 963 edición en inglés, 1 960 edición en checa)
Petrosian, T; Petrosian 's Legacy; Editions Erebouni 1 990
[Petrosián, T; Ajedrez en la cumbre, Ediciones Esueve, 2" edición 1 989]
Réti, R; Masters of the Chessboard [ ' MaTC ' ] ; Dover 1 976 (reedición de la edición de 1 932)
[Réti , R; Los grandes maestros del tablero, Club de Ajedrez, 7" edición 1 997]
Réti, R ; Modem Ideas in Chess [ ' MIC' ] ; Dover 1 960 (reedición de la edición de 1 943)
Romanovsky, P; Middlegame Planning; American Chess Promotions 1 990 (traducción de la edi-
ción de 1 960)
Shamkovich, L; The Modem Chess Sacrifice; David McKay 1 968
Shirov, A; Fire on Board; Cadogan 1 997
[Shírov, A; Fuego en el tablero, Ediciones Tutor, 1 998]
Silman, J ; Reassess Your Chess, 3rd edition; Summit Publishing 1 993
Soltis, A ; The Art of Defence in Chess; David McKay 1 975
Speelman , J ; Jon Speelman 's Best Games; B .T. Batsford 1 997
Suba, M; Dynamic Chess Strategy; Pergarnon 1 99 1
Suetin, A ; Middlegame Laboratory; Chess Digest 1 974
[Suetin, A; Manual para jugadores avanzados, Club de Ajedrez, 3" edición 1 997]
Tarra sch, S . ; Dreihundert Schachpartien; Olms Zurich 1 980 (reedición de la edición de 1 925)
BIBLIOGRAFÍA 299

Tisdall , J; lmprove Your Chess Now; Cadogan 1 997


Unger, T; Strategic Themes; Thinkers' Press 1 989
Watson, J; Queen 's Gambit: Chigorin Defence; B .T. Batsford 1 9 8 1
Watson, J; Symmetrical English l . . . c5; B .T. Batsford 1 988
Znosko-Borovsky; The Middle Game in Chess; Dover 1 980 (reedición de la edición de 1 938)
[Znosko-Borovski ; El medio juego; Editorial Grabo 1 945]
,

l ndice de j ugadores

Los números refieren a páginas. Cuando el segundo jugador nombrado aparece en negrita, ese ju­
gador tiene las blancas.

ADAMS - Conquest 1 99 ; Piket 277 ; Topálov 1 84 DIEZ DEL CORRAL - Petrosián 92


AmANTO - Krasenkow 283 DJUKié - Mirkovié 276
ADORJAN - Uhlmann 1 43 DJURHUUS - Glek 1 80
AGZÁMOV - Kosíkov 1 70 DoLMÁTOV - Martín González 227 ; Yermo-
AHUES - A1ekhine 72 linsky 1 87
ALEKHINE - Ahues 7 2 ; Nimzowitsch 89; Siimisch DRÉIEV - lvanchuk 1 90, 277; Shírov 1 9 1
270; Selézniev 2 1 5 ; Verlinski 269 DUBININ - Levenfish 72
ALMAS!, Z. - Anand 265 ; Beliavski 1 92 DVORETS KI - Ubilava 175
ANAND - Almasi, Z. 265 ; lvanchuk 5 7 ; Kaspá­ EUWE - Botvínik 87, 236; O ' KeUy 66
rov 30, 239; Kaspárov 36, 1 88 ; Krámnik 20 1 ; EVANS - Zaltsman 1 7 3
Krámnik 279 fEIGIN - Krivoshei 1 44
ANDERSSEN - Paulsen 1 98 FICHTL - Pachman 7 8
ATALIK - Welling 273 F I N E - Keres 2 6
B A B ULA - Miladinovié 25 FISCHER - Spasski 5 1 , 1 97
BACROT - Korchnói 273 FLESCH - 0gaard 205
BAGÍROV - Kárpov 2 3 8 FURMAN - Timoshchenko 1 3 2
BEGNIS - Skembris 29 1 GARCIA VERA - Bolbochán, J u . 1 3 1
BELIAVSKI - Almasi, Z. 1 92 ; Kaspárov 225 GARCIA, GILD. - Krasenkow 1 45
BELLIN - Conquest 29 1 GAYRÍKOV - Yusúpov 85
BENKO - Conrady 3 3 ; Shipman 3 3 GÉLFAND - Kárpov 226; Kaspárov 1 3 8 ; Kor­
BERÉLOV ICH - Svídler 277 chnói 206 ; Short 29 1 ; Topálov 275 ; Van Wely
BERNSTEIN, J . - Nimzowitsch 233 1 93
B ETANCORT - Larsen 1 87 GEóRGIEV, KI . - Knaak 1 5 9
B LACKBURNE - Zukertort 1 75 GERUSEL - Mohrlock 77
B oaouusow - Nimzowitsch 23 1 GHEORGHIU - Kaspárov 1 29 ; Polgar, Zsu. 1 5 6;
BoLBOCHÁN, Ju. - Garcia Vera 1 3 1 Polugaievski 84
BOLESLAVS KI - Lisitsyn 1 28 GLEIZÉROV - Krúpkova 280
BONDAREVSKI - Mikenas 220 GLEK - Dj urhuus 1 80
BOTV Í NI K - Bronstein 65 ; Chéjover 54; Euwe 87, GUGORié - Hübner 1 8 3 ; Kótov 1 29; Kotronias
236; Kan 5 3 , 1 27 ; Liublinski 2 1 7 ; Pomar 1 28 ; 282; Petrosián 22 1 ; Tal 224
Sorokin, N . 5 5 ; Tolush 2 1 7 GOLDIN - Yermolinsky 283
B RONSTE I N - Botvínik 65 ; Porreca 1 60 GREENFELD - Solozhenkin 286
B ROWNE - Kárpov 1 85 GROSZPETER - Suba ! 5 8
BYJOVSKI, Av. - Yudasin 20 1 GULKO - Illescas 275 ; Timoshenko 276
CAPA BLANCA - Kupchik 2 3 2 ; Lasker 3 1 ; Lasker GúREVICH, M . - Krasenkow 284; Sálov 39
4 8 ; Nimzowitsch 2 1 , 45 HARMONIST - Tarra sch 70
COLLE - Spielmann 34 HEBDEN - Psajis 93
CONQUEST - Adams 1 99 ; Bellin 29 1 HlARTARSON - McCambridge 2 8
CONRADY - Benko 3 3 HoDGSON - Korchnói 2 7 4 ; Sokolov, l . 2 9 2 ; Vera
CHÉJOVER - Botvínik 5 4 274
CHERNIÁEY - Sveshnikov 279 HORT - Kárpov 8 5 ; Panno 8 1
CHRISTIAN SEN - Yusúpov l l 0 HüBNER - Gligorié 1 83
DE FIRMIAN - Miles 203 HULAK - Lobron 276
ÍNDICE DE JUGADORES 301

lLINCié - Paunovié, D. 288 LAUTIE R - lvanchuk 1 32 ; Leko 284; Yusúpov 1 77


lLLESCAS - Gulko 275 ; Kárpov 68; Shírov 282 LEKO - Lautier 284
lTKIS - Timoshenko 280 LEVENFISH - Dubinin 72
lVANCHUK - Anand 5 7 ; Dréiev 1 90, 277 ; Krámnik LILIENTHAL - Ragozin 234; S myslov 5 6
228; Lautier 1 3 2 ; Seirawan 1 5 7 ; Shírov 76 LlSITSYN - Boleslavski 1 28
JÁLIFMAN - Yusúpov 1 79 LlUBLINSKI - Botvínik 2 1 7
JANOWSKI - Nimzowitsch 46 LlU BOJEVIé - Polugaievski 3 5
JARITÓNOV - Yandernírov 278 LOB RON - Hulak 276
JIM ÉNEZ, E. - Larsen 1 77 LücKE - Kindermann 1 40
JLIAVIN - Zhdánov 1 07 MARIN - Ravi Lanka 285
JUZMAN - S rnirin 1 73 MARSHALL - Nirnzowitsch 47 ; S toltz 8 1
KACHEISHVILI - Svídler 2 1 1 MARTÍN GONZÁLEZ - Dolmátov 227
KAMSKY - Kaspárov 1 47 McCAMBRIDGE - Hjartarson 28
KAN - Botvínik 5 3 , 1 27 MESTROVIé - Knezevié 1 89
.KÁRPOV - B agírov 2 3 8 ; Browne 1 85 ; Gélfand M I KENAS - Bondarevski 220
226; Hort 8 5 ; Illescas 6 8 ; Kaspárov 4 1 , 86; MILADINOVIé - Babula 25
Kaspárov 1 97 ; Miles 2 3 ; Shírov 1 3 3 ; Short MILES - de Firmian 203 ; Kárpov 23; Speelman
2 8 7 ; Spasski 1 7 2 ; Svídler 278; Yusúpov 5 1 ; 82
Yusúpov 2 3 7 ; Záitsev, A . 93 MIRKOVIé - Djukié 276
KAS HDAN - Kótov 1 6 1 M o HRLOCK - Gerusel 77
KASPARIÁN - Zagorianski 1 30 MORENO - Vilela 287
KASPÁROV - Anand 30, 239; Anand 36, 1 88 ; Be­ MURUGAN - Sadler 24
Iiavski 225 ; Gélfand 1 3 8 ; Gheorghiu 1 29; NAJDORF - Stfthlberg 73
Karnsky 1 47 ; Kárpov 4 1 , 86; Kárpov 1 97 ; Ni ­ NIELSEN, P. M . - Petrosián 1 99
kolié, P. 264 ; Nunn 200; Piket 2 8 8 ; Polgar, J . NIKOLié. P. - Kaspárov 264; Sálov 1 86 ; Shírov
286; Shírov 1 35 ; Short 240; Sokólov, A. 208 ; 247
Timman 1 1 5 , 1 34 NILSSON - Nirnzowitsch 90
KENGIS - Lalié 290 NIMZOWITSCH - Alekhine 89; B emstein, J. 23 3 ;
KERES - Fine 26; Richter 90 Bogoljubow 23 1 ; Capablanca 2 1 , 45 ; Janows­
KINDERMANN - Lücke 1 40; Stohl l 66 ki 46 ; Marshall 47 ; Nilsson 90; Przepiorka
KINSMAN - Shírov 95 2 3 2 ; Salwe 43
KLOVANS - Rustémov 28 1 NóVIKOV - Tukmákov 40
KNAAK - Geórgiev, Ki. 1 59 ; Plachetka 1 5 7 NUNN - Kaspárov 200
KNEZEVIé - Mestrovié 1 89 O ' KELLY - Euwe 66
KOMÁROV - Razuváiev 274 0GAARD - Flesch 205
KORCHNÓI - Bacrot 273 ; Gélfand 206 ; Hodgson PACHMAN - Fichtl 7 8 ; Vesely 37
274 PANNO - Hort 8 1
Kos i Kov - Agzámov 1 70 PÁNOV - Simagin 2 1 9
KóTOV - Gligorié 1 29 ; Kashdan 1 6 1 PAULSEN - Anderssen 1 98
KOTRONIAS - Gligorié 282 PAUNOVIé, D. - Ilincié 288
KozuL - Seirawan 223 PENROSE - Tal 1 30
KRÁMNIK - Anand 201 ; Anand 279; lvanchuk PETERS - Petrosián 9 1
228; Shírov 7 5 , 245 ; Svídler 74; Ul ybin 2 1 0 PETROSIÁN - Diez del Corral 92; Gligorié 22 1 ;
KRASENKOW - Adianto 2 8 3 ; Garcia, Gild. 1 4 5 ; Nielsen, P.M . 1 99 ; Peters 9 1 ; Pomar 235 ; Por­
Gúrevich, M. 2 8 4 ; Topálov 1 7 1 tisch 222; Reshevsky 220; Schrnidt, W. 1 85 ;
KRIVOSHEI - Feigin 1 44 Taimánov 84; Tal 222; Terpúgov 2 3 5 ; Troia­
KRúPKOVA - Gleizérov 280 nescu 22 1 ; U nzicker 9 1
KUPCHIK - Capablanca 232 PETURSSON - Laketié 209 ; Suba 240
LA KETié - Petursson 209 PIETZSCH - Uhlmann 248
LALié - Kengis 290 PIKET - Adarns 277 ; Kaspárov 288
LARSEN - Betancort 1 87 ; Jiménez, E. 1 7 7 ; Suba PL ACHET KA - Knaak 1 57
25 1 POLGAR, J. - Kaspárov 286
LASKER - Capablanca 3 1 ; Capablanca 48 POLGAR, Zsu . - Gheorghiu 1 5 6
302 LOS SECRETOS DE U ESTRA TEGIA MODERNA EN AJEDREZ

POLUGAIEVSKI - Gheorghiu 84; Ljubojevié 3 5 ; SviDLER - Berélovich · 277; Kacheishvili 2 1 1 ;


Tal 27 Kárpov 27 8 ; Krámnik 74; Rublevski 1 92 ; Sha­
POMAR - Botvínik 1 28 ; Petrosián 235 ked 1 1 6 ; Van Wely 284
PORRECA - Bronstein 1 60 SZABO - Van Seters 64
PORTISCH - Petrosián 222 TAIMÁNOV - Petrosián 84; Yusúpov 1 42
PRZEPIORKA - Nimzowitsch 232 TAL - Gligorié 224; Penrose 1 30; Petrosián 222;
PsAJIS - Hebden 93 Polugaievski 27; Spasski 83
RAGOZIN - Lilienthal 234 TARRASCH - Harmonist 70
RAvi LANKA - Marin 285 TERPÚGOV - Petrosián 235
RAzuvÁIEV - Komárov 274 TIMMAN - Kaspárov 1 1 5 , 1 34 ; Rozentalis 50;
RESHEVSKY - Petrosián 220 Yusúpov 1 3 1
RICHTER - Keres 90 TIMOSHCHENKO - Forman 1 32
ROZENTALIS - Timman 50 TIMOSHENKO - Gulko 276; ltkis 280
RUBLEVSKI - Svídler 1 92 TOLUSH - Botvínik 2 1 7
RUSTÉMOV - Klovans 28 1 TOPÁLOV - Adams 1 84; Gélfand 275 ; Krásenkov
SADLER - Murugan 24 1 7 1 ; Shírov 2 1 2 ; Short 279
SÁLOV - Gúrevich, M. 3 9 ; Nikolié, P. 1 86 ; Waitz- TORRE - Sokolov, l . 282
kin 1 80 TREYBAL - Spielmann 2 1 6
SALWE - Nimzowitsch 43 TROIANESCU - Petrosián 22 1
SAMISCH - Alekhine 270 TUKMÁKOV - Nóvikov 40
S AX - Suba 1 08 UBILAVA - Dvoretski 1 75
SCHMIDT, W. - Petrosián 1 85 UHLMANN - Adorjan 1 43 ; Pietzsch 248 ; Smyslov
SEIRAWAN - lvanchuk 1 57 ; Kozul 223 60
SELÉZNIEV - Alekhine 2 1 5 ULYBIN - Krámnik 2 1 0
SHAKED - Svídler 1 1 6 UNZICKER - Petrosián 9 1
SHIPMAN - Benko 3 3 UROSEVIé - Zlatanovié 28 1
SHIROV - Dréiev 1 9 1 ; lliescas 282; Ivanchuk 76; V ADASZ - Spássov, L. 1 3 2
Kárpov 1 33 ; Kaspárov 135; Kinsman 95 ; V AGANIÁN - Vladinúrov 59
Krámnik 75, 245 ; Nikolié, P. 247 ; Stohl 245 ; VAN SETERS - Szabo 64
Topálov 2 1 2 VAN WELY - Gélfand 1 93 ; Svídler 284
SHLIPERMAN - Yermolinsky 285 VERA - Hodgson 274
SHORT - Gélfand 29 1 ; Kárpov 287; Kaspárov VERLINSKI - Alekbine 269
240; Topálov 279 VESELY - Pachman 37
SIMAGIN - Pánov 2 1 9 VILELA - Moreno 287
S KEMBRIS - Begnis 29 1 VLADIMÍROV - Vaganián 59
SMEJKAL - Sokólov, A. 1 90 VUKié, M . - Suba 250
SMIRIN - Juzman 1 7 3 VUL - Yunúsov 283
SMYSLOV - Lilienthal 5 6 ; Uhlmann 60 W AITZKIN - Sálov 1 80
SOKÓLOV, A. - Kaspárov 208 ; Smejkal 1 90 ; Yu- WELLING - Atalik 273
súpov 1 7 8 Y ANDEMÍROV - Jaritónov 278
SOKOLOV, l. - Hodgson 292 ; Torre 282 YERMOLINSKY - Dolmátov 1 87 ; Goldin 2 8 3 ;
SOLOZHENKIN - Greenfeld 286 Shliperman 285
SOROKIN, N. - Botvínik 5 5 YUDASIN - Byjovski, Av. 20 1
SPASSKI - Fischer 5 1 , 1 97 ; Kárpov 1 72 ; Tal 83 YUNÚSOV - Vul 283
SPAssov, L. - Vadasz 1 32 Yusúrov - Christiansen 1 1 0; Gavnlcov 8 5 ; Jálif­
SPEELMAN - Miles 82 man 1 79 ; Kárpov 5 1 ; Kárpov 237; Lautier 1 77 ;
SPIELMANN - Colle 34; Treybal 2 1 6 Sokólov, A. 1 7 8 ; Taimánov 1 42 ; Timman 1 3 1
STAHLBERG - Najdoñ 7 3 ZAGORIANSKI - Kasparián 1 30
STOHL - Kindermann 1 66 ; Shírov 245 ZAITSEV, A. - Kárpov 93
STOLTZ - Marshall 8 1 ZALTSMAN - Evans 1 7 3
S UBA - Groszpeter 1 5 8 ; Larsen 25 1 ; Petursson ZHDÁNOV - Jliavin 1 07
240; Sax 1 08 ; Vukié, M. 250 ZLATANOVIé - Urosevié 28 1
S VESHNIKOV - Cherniáev 279 ZUKERTORT - Blackburne 1 75
,

l ndice de aperturas

Aperturas d e Flanco Defensa Francesa


AOO 290; A04 152; A05 153; A06 2 73; A07 1 93, 256; COO 97; CO l 47, 259; C02 43, 98, 1 20, 1 2 1 , 1 73, 1 87,
A09 256 2 79; C05 149, 280; C06 139; C07 35; COS 67; C09 67;
C 1 0 28; C 1 1 104, 280; C 1 3 243; C 1 5 46, 1 1 8; C 1 7 133;
Apertura Inglesa C 1 S 20, 60, 1 16, 1 50, 207, 281 ; C 1 9 60, 122, 133, 281
A J O 29, /50; A l 4 256; A l 6 185; A l 7 145, 2 74; A l 9
208; A20 35, 1 1 7, 257; A2 1 1 18, 209, 2 74; A22 1 96, 1 e4 eS Miscelánea
257; A23 257; A26 /69, 258; A27 2 74; A2S 1 1 7; A29 C2 1 14; C34 /5, 2 1 , 29l ; C4 1 29; C45 / 6, 264; C55 25
1 97, 2 75; 2 76; A30 86, 143, 168, / 85, 250, 251 ; A3 1
1 4 1 , 142; A33 2 76; A34 1 08, 1 09, 132; 1 90; A36 /50, Ruy Lopez/Española
187; A37 96, 1 70; A3S 1 1 7 C62 2 1 , 1 98; C6S 38, 48, 50, 207; C69 5 1 ; C73 1 99;
C7S 282 ; CS4 3 7; C9 1 122; C92 102, C92 282
1 d4 Miscelánea
A40 23, 82, 1 1 9, 150, 184, 291 ; A4 1 184, 235; A42 1 d4 d5 Miscelánea
!57; A45 1 9, 1 1 9, 1 92, 291 ; A52 83, 169; A54 1 7; A55 DOO 1 1 9, 292
123, /57
Gambito de Dama
Gambito Benko 007 25, 169, 1 93, 1 94; D 1 0 20; 0 1 1 282; D l 3 259; D l 5
A57 1 73, 2 76; A5S 126 20; 024 20; 025 283; 027 66; 03 1 148, 149, 1 5 1 , 283 ;
0 3 4 3 2 , 68; D 3 5 2 4 , 3 2 ; 0 3 6 2 4 ; D40 259; 04 1 2 6 , 2 7,
Benoni Moderna 240; 043 1 93; 044 20, 247; 045 144; 046 236; 064 31
A60 2 77; A65 /30, 256; A67 130, 200; A72 256
Defensa Griinfeld
Defensa Holandesa 076 283; OS2 284; OS5 /5, 1 9, 2 7, 28, 40, 104, / 5 1 ,
ASO 148, 1 99; AS6 169; AS7 / 69; A90 ! 59 169, 2 1 1 ; O S 6 1 3 1 ; OS7 2 3 ; 09 1 1 3 2 ; 0 9 3 161 ; 094
2 7, 256; 097 4 1 , 149, 097 284; 099 284
1 e4 Miscelánea
800 290 Apertura Catalana
E05 58, 1 92
Defensa Escandinava
8 0 1 30 Bogoindia
E l l 1 55, 186, 285
Defensa Alekhine
802 158; 803 23; 804 148; 805 1 89 India de Dama
E 1 2 1 3 1 , 285; E l 3 / 50; E 1 7 133
Defensa PircJModema
806 16, 23, 1 04, 2 77; 807 1 JO; 8 09 23, 168 Nimzoindia
E20 46; E2 1 54, 286; E24 24, 53; E25 133, 286; E29
Defensa Caro-Kann 51 , 169; E32 134, 201 , 287; E37 204; E3S 203 ; E4 1
8 1 2 45, 148; 8 1 4 1 90, 2 77; 8 1 5 1 7, 30, 1 07, 1 18; 8 1 7 150, 183; E42 39; E43 46; E45 1 5 7; E4S 69; E54 205;
35, 2 78; 8 1 S 268; 8 1 9 148 E59 206

Defensa Siciliana Defensa India de Rey


822 69, 148, 149, / 68; 8 26 96; 829 257; 830 169, E6 1 153; �62 1 6 7; E66 1 64, 1 66; E6S 87, 288; E69
268; 8 3 1 / 92, 1 97; 833 74, /36, 1 71 , 2 79; 840 269, 124; E70 124, 157; E7 1 287; E73 167, 1 87; E76 23,
2 70; 84 1 1 4 1 , 2 7 1 ; 843 33; 845 269; 854 147; 8 5 S 167; ESO /56; ES l 75; ES3 225; ES6 135; ES7 1 15;
137; 8 6 7 / 9 / ; 8 SO 147, 254; 8 S 1 /46; 8 S 3 33; 8 S 5 36; ESS 134; E92 1 13, 1 56, 1 67; E94 29, 1 14, 1 6 7; E97
890 16, 36, 147, / 55, 2 79; 892 1 38; 897 1 8 1 13, 265; E99 1 14, 288
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