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Jesús
Juan
Pedro
Judas
Soldado 1
Soldado 2
Mujer
Mujer
Mujer
Pilato
Caifás
Cirineo
Verónica
María Magdalena
Barrabás
Narrador
Narrador
Vía Crusís (En vivo)
Jesús: Les aseguro que uno de ustedes me entregara. Porque el hijo del hombre se va, según lo
decretado; Pero hay del hombre que lo entrega.
Narrador: Ellos empezaron a preguntarse y mirarse unos a otros pues no sabían de quien hablaba. Uno
de los discípulos el preferido de Jesús estaba junto a él. Simón Pedro le hizo Señas para que le
preguntara para ver a quien se refería.
Juan: ¿Maestro, quien es?
Jesús: Aquel a quien yo dé un trozo de pan mojado.
Narrador: Jesús mojo el pan y se lo dio a Judas, El de Simón Iscariote y tras el bocado entro en el
Satanás.
Jesús: Lo que vas a hacer hazlo pronto.
Narrador: Le dijo a Judas pero ninguno de los comensales supo por que le dijo esto, Judas tomo el
bocado y salió en seguida.
Narrador: En el monte Getsemaní, aun estaba hablando cuando apareció un tumulto de gente
encabezado por el llamado Judas, uno de los 12, el cual se acercó a Jesús para besarlo.
Judas: Al que le de un beso ese será (a los soldados)
Jesús: (JUDAS besa a Jesús) Amigo, ¿Con un beso entregas al hijo del hombre?
Judas: Todo va a salir bien, Jesús. Ahora no puedo explicártelo, pero todo saldrá bien. Confía en mí.
Soldado1: Venimos por Jesús el Nazareno.
Jesús: Soy yo.
(LOS SOLDADOS SE ACERCAN A JESÚS, A TOMARLE Y PEDRO ACTÚA)
Jesús: ¡Basta ya!... suelta la espada Pedro, el que a hierro mata, a hierro muere.
Pedro: Pero maestro…
Jesús: No te preocupes por mi, Pedro. Ya Dios me ayudara a encontrar una salida.
Narrador: Jesús es llevado a Juicio ante los sumos Sacerdotes.
Narrador: Luego de ser enjuiciado por los sumos sacerdotes, Caifás lleva a Jesús ante Pilato, seguido por
un tumulto de personas.
Pilato: ¿Qué Demonios ocurre?, no acaba de salir el sol y ya están alborotando
Caifás: Ilustre gobernador, disculpe que lo hallamos molestado tan temprano, pero es un asunto
urgente.
Pilato: ¿De que se trata?
Caifás: De este hombre, que es un delincuente.
Pilato: Y quien no tiene delitos en este país de bandidos y rameras. Júzguenlo ustedes, que para eso el
sanedrín se les paga un buen salario.
Caifás: Gobernador se lo hemos traído a usted, porque es asunto político. Este galileo se ha rebelado
contra Roma. Y a Roma le corresponde juzgarlo. Nosotros no podemos firmar la pena de muerte que es
el castigo que merece.
Pilato: No pueden firmarla? Pero por lo que veo, casi lo han ejecutado. Este hombre está muy golpeado.
Con qué autorización han maltratado a un prisionero político que me pertenece a mi.
Caifás: Mil perdones! El detenido fue capturado en las afueras de la ciudad y opuso resistencia a
nuestros guardias y lógicamente tuvieron que defenderse.
Pilato: y que hacía este individuo en Getsemaní?
Caifás: El y unos cuantos galileos conspiraban contra usted gobernador. Comenzó a agitar en el norte y
ahora vino a hacerlo en Judea. También instiga al pueblo para que no paguen impuestos a Roma. Se
burla del Cesar y dice que Él se va a coronar rey de Israel.
Pilato: Muy bien soldado, hagan pasar al detenido. Voy a interrogarlo.
Narrador: Después de unos momentos de haber interrogado a Jesús, Pilato no encontró pecado en el y
se lo envió a Herodes, quien inmediatamente lo regresó al tampoco hallar culpa.
Jesús al regreso ante Pilato seguía siendo acusado por los sumos sacerdotes.
Pilato: No oyes todos los cargos que presentan contra ti? (Jesús no contesta)
Narrador: Pilato al no recibir respuesta se dirige a la multitud, mandando a llamar a Barrabas.
Pilato: Por la Pascua se acostumbra dejar libre a un condenado. ¿A quién quieren que deje libre? A
Barrabas o a Jesús, llamado Cristo.
Narrador: Claudia, esposa de Pilato, mando a decirle “no te metas con ese hombre porque es santo y
anoche tuve un sueño horrible por causa de Él”. Mientras los jefes convencieron al gentío que pidieran
la libertad de Barrabas y la muerte de Jesús.
Pilato: ¿A cuál de los dos quieren que suelte?
Pueblo: A Barrabas!!!
Pilato: Y qué hago con Jesús, llamado Cristo.
Pueblo: Crucifícalo!! Crucifícalo!!
Pilato: Qué ha hecho de malo para ser crucificado?
Pueblo: Crucifícalo!!
Narrador: Pilato al ver que solo causaba más alboroto, pidió agua y se lavo las manos delante del
pueblo.
Pilato: Ustedes responderán por su sangre, yo no tengo la culpa. (Sueltan a Barrabas)
Pueblo: Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos.
Soldado 1: Rey de los judíos, ten tu corona jajaja. (Mirándolo con desprecio le pone la corona de espinas
sobre la cabeza y lo levanta) Salve Rey de los judíos.
Soldado 2: Todos fuera de aquí (a la gente que está alrededor). Tú, carga con tu cruz, date prisa que no
tenemos todo el día.
Narrados: Jesús, tras ser azotado, maltratado y burlado por los soldados y personas a su alrededor,
carga con dificultad la cruz y se pone en camino.
Soldado 1: Camina perro, ¿acaso no puedes cargar esa cruz? ¿No que eres Rey?
Soldado 2: A este paso no llegará a su destino, se quedará sin fuerzas.
Soldado 1: ¿Quieres ver que si llegará? (El soldado empieza a azotar a Jesús con más fuerza) Camina y
no te detengas.
Narrador: Durante el trayecto, Jesús, sucio y lleno de sangre por los golpes recibidos, sin pronunciar
palabra, solo se esforzaba por cargar su cruz.
Narrador: Jesús cae por segunda vez, después de quedar completamente agotado y los soldados buscan
quien lo ayude.
Soldado 2: Hey tu, si tu el grandote ese, ven aca.
Cirineo: ¿Que pasa conmigo?
Soldado 1: Ya puedes ir quitándote el manto
Cirineo: Pero, si yo no he abierto la boca, yo no he hecho nada.
Soldado 2: Lo harás ahora, vamos a cargar con este palo, esta basura deber llegar viva al Gólgota. (El
soldado empuja al cirineo que queda cara a cara con Jesús)
Narrador: Jesús miro a los ojos al Cirineo y este encontró en ellos un profundo amor y bondad, después
de unos instantes se puso de pie, levanto a Jesús y lo ayudo con su cruz.
Narrador: Y cuando llegaron al lugar llamado “La Calavera”, lo crucificaron allí, a Él y a los malhechores,
uno a la derecha y otro a la izquierda.
Soldados: (Preparan la cruz y a Jesús sobre ella mientras se rien y se burlan de él)
Caifás: salvo a otros (risa), pero no se puede salvar a si mismo, ¡Sálvate entonces! Y creeremos en ti.
Soldados: miren ni de su propia muerte puede salvarse.
Jesús: “Eli Eli lema sabactani”
Narrador: algunos de los presentes al oír a Jesús exclamar estas palabras que significan “Dios mío, Dios
míos ¿Por qué me has abandonado?” Decían:
Todos: Esta llamando a Elías
(María se aproxima a los pies de la cruz, se lo impide un soldado pero luego la deja pasar junto al
discípulo amado)
Jesús: Mujer, Ahí tienes a tu hijo.
Jesús: Ahí tienes a tu madre
Narrador: Él discípulo amado lo miró y asintió. Unos minutos después Jesús exclamó…
Jesús: tengo sed.
Narrador: En ese momento uno de los soldados tomó una lanza y una esponja empapada en
vinagre y se la hizo llegar. (El soldado hace lo que el narrador dice)
Pueblo: “espera a ver si viene Elías a salvarlo”
Jesús: (Después de un tiempo de haber hablado el pueblo) Todo se ha cumplido.
Narrador: “También los soldados se burlaban de él. Le ofrecieron vino agridulce, diciendo: «Si
tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.» Porque había sobre la cruz un letrero que decía:
«Este es el rey de los judíos.»”