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PROCESOS PARA LA DEFENSA DEL MEDIO AMBIENTE

I.INTRODUCCIÓN

El ser humano está interesado en proteger el medio ambiente como una forma
de protegerse a sí mismo, como parte integrante de su medio físico. Los
problemas ambientales tales como el agujero de la capa de ozono, el cambio
climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación ponen de relieve la
necesidad de proteger jurídicamente el medio ambiente. La modificación o
alteración del ambiente es susceptible de afectar intereses difusos de la
ciudadanía, ya que sin perturbar directamente a cada individuo, lo afecta como
parte integrante de la sociedad. En ciertos casos, la degradación del medio
ambiente puede llevar también a que una persona en particular se vea afectada
en forma directa, por ejemplo, que debido a la degradación del medio ambiente
su salud se vea perjudicada. El entorno natural es el escenario que sustenta al
hombre y a la sociedad, su preservación supera el beneficio individual, lo que nos
lleva a deducir que el medio ambiente es un bien jurídico colectivo. Si bien toda
actividad humana produce cambios en el entorno, es importante tener claro que
no cualquier modificación del entorno debe ser entendida como una lesión al bien
jurídico medio ambiente ya que éste es mutable por naturaleza. Por tanto, no toda
acción del ser humano puede considerarse lesiva para el medio.
Consecuentemente, no toda afectación al medio ambiente ocasionará la
intervención.
El interés por proteger el medio ambiente no surge hasta la última mitad del siglo
XX cuando comienza a haber signos de la degradación del entorno, consecuencia
principalmente de las actividades humanas y de la expansión industrial.
Aparecieron, entonces, los primeros grupos de defensa ambiental, habitualmente
denominados grupos ecologistas, que abogaron por la adopción de medidas de
protección del medio ambiente. Las sucesivas conferencias internacionales como
la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano (Estocolmo, 1972) y
la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Río de
Janeiro, 1992) aprobaron convenios y otros instrumentos internacionales dirigidos
a la protección del medio ambiente a través del control de las fuentes de
contaminación y a garantizar el uso sostenible de los recursos naturales. Estos
compromisos se fueron trasladando a los ámbitos nacionales. Así fue surgiendo
el derecho ambiental.

II. DEFINICIÓN DE MEDIO AMBIENTE Y PROCESO

2.1 MEDIO AMBIENTE

Por medio ambiente se entiende todo lo que afecta a un ser vivo. Condiciona
especialmente las circunstancias de vida de las personas o de la sociedad
en su vida. Comprende el conjunto de valores naturales, sociales y culturales
existentes en un lugar y en un momento determinados, que influyen en la
vida del ser humano y en las generaciones venideras.

Es decir, no se trata sólo del espacio en el que se desarrolla la vida, sino


que también comprende seres vivos, objetos, agua, suelo, aire y las
relaciones entre ellos,. así como elementos tan intangibles como la cultura.
El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente

En la Teoría general de sistemas, un ambiente es un complejo de factores


externos que actúan sobre un sistema y determinan su curso y su forma de
existencia. Un ambiente podría considerarse como un supe conjunto en el
cual el sistema dado es un subconjunto. Puede constar de uno o
más parámetros, físicos o de otra naturaleza. El ambiente de un sistema
dado debe interactuar necesariamente con los seres vivos.

2.2 PROCESO

En el contexto del derecho, un proceso hace alusión a los diversos pasos


que debe seguirse de modo obligatorio a la hora de llevar adelante un juicio.
Este hecho da cuenta de que en ocasiones el término juicio y proceso se
utilicen como sinónimos. Dicho proceso es conocido por los letrados como
asimismo por los magistrados y debe respetarse en todo momento para que
el juicio se desarrolle de forma legítima. En efecto, si existiesen faltas
significativas en este sentido podría existir un fenómeno de invalidación que
echarían todos los esfuerzos realizados por tierra. No obstante, a pesar de
la aparente rigurosidad, estas formas de actuación son necesarias por la
complejidad de la materia

2.3MATERIA PROCESAL EN DEFENSA DEL AMBIENTE

El Poder Judicial y el órgano de control constitucional, el Tribunal


Constitucional, tienen la responsabilidad de exigir el cumplimiento de las
normas sobre conservación y protección ambientales y de contribuir con sus
decisiones a la consolidación de los principios fundamentales del derecho
ambiental. En tal sentido, la administración de justicia es un elemento
fundamental para la acción del Estado. Su relevancia se incrementa en tanto
debe ser útil a la gente para hacer valer sus derechos, en este caso, el
derecho a un ambiente equilibrado y adecuado para el desarrollo de la vida.
Esto trae como supuesto que el sistema de administración de justicia sea
accesible para todos y que produzca resultados individual o socialmente
justos.

En el mismo sentido, el rol del Ministerio Público en tanto titular de la acción


judicial en defensa de la legalidad y de los intereses públicos tutelados por
el Derecho, es central en lo que respecta al derecho ambiental, sobre todo
cuando nos referimos al aprovechamiento de recursos naturales y la
conservación o protección del ambiente, en donde los intereses públicos
requieren de un sistema de defensa idóneo para que se cumplan los
objetivos del marco normativo ambiental.

No debemos dejar de lado el rol de algunas importantes instancias


administrativas que tienen competencias específicas en torno a la función
sancionadora administrativa, así como el control del cumplimiento de las
normas en instancia administrativa, como un primer paso para, de ser
necesario, solicitar la intervención de otras instancias.

En el Perú, el ejercicio de la tutela jurisdiccional para la protección del


ambiente se inició formalmente en 1990 con la promulgación del Código del
Medio Ambiente y los Recursos Naturales (CMA). Esta norma reconoció por
primera vez el legítimo interés de toda persona en iniciar demandas en
defensa del ambiente y estableció que todo ciudadano tiene un interés moral
en su protección. En perspectiva, el CMA tuvo el mérito de quebrar el
esquema individualista del proceso civil en el Perú, para reconocer el interés
difuso o colectivo afectado por el daño ambiental. Luego, en el año 2002 el
Código Procesal Civil, artículo 82, desarrolló la figura, incluyendo la
participación de los gobiernos locales en dichos procesos.

Lamentablemente, en el Perú los procesos judiciales de naturaleza


ambiental son normalmente ineficientes y no se presentan como una
alternativa segura para la protección de nuestro patrimonio natural.
No obstante, existen algunos precedentes que vale la pena considerar
y que podrían prever un aumento de la eficacia en el ámbito
jurisdiccional en torno a los temas ambientales y sobre recursos
naturales
III. NORMAS A NIVEL NACIONAL QUE REGULAN EL DERECHO AL
MEDIO AMBIENTE
 Constitución Política.
 Política Nacional del Ambiente (herramienta base para la
conservación del ambiente).
 Ley General del Ambiente: (principal norma ambiental en el país).
 Ordenanzas regionales (regulan la actuación de los gobiernos
regionales y tienen rango de ley para la región).
 Ordenanzas municipales (regulan la actuación de las
municipalidades, nuestros derechos y deberes como ciudadanos).
 Normas de las autoridades sectoriales (regulan obligaciones y
deberes de las personas y de las empresas que aprovechan los
recursos natura-les o realizan actividades productivas o extractivas
en el país).
3.1 ¿EXISTE ALGÚN PROCESO CONSTITUCIONAL QUE PROTEJA
ESTE DERECHO?

El Código procesal constitucional al elaborar los alcances y limitaciones del


proceso de amparo, reconoce al medio ambiente como un derecho que puede
ser tutelado a iniciativa de cualquier persona o entidad sin fin de lucro. Este
proceso se sustenta en la necesidad inmediata de prevenir o evitar la
ocurrencia de daños ambientales que por su naturaleza son en muchos casos
irreparables y de gran magnitud.
Para demandar vía proceso de amparo, se requiere el agotamiento de las vías
previas. Sin embargo, en caso de duda sobre el agotamiento de la vía previa,
se deberá optar por dar trámite a la demanda de amparo. En vista de su
carácter excepcional y urgente, existen excepciones al agotamiento de las
vías, las cuales se aplican:

a) si a una resolución, que no sea la última en la vía administrativa, es


ejecutada antes de vencerse el plazo para que quede consentida.

b) Si por el agotamiento de la vía previa la agresión pudiera convertirse en


irreparable.

c) Si la vía previa no se encuentra regulada o ha sido iniciada


innecesariamente por el afectado.

d). Si no se resuelve la vía previa en los plazos fijados para su resolución.

Entonces nos encontramos con uno de los mecanismos más utilizados para
la defensa del medio ambiente, en más de una ocasión el Tribunal
Constitucional se ha pronunciado al respecto, desarrollando de esta forma una
vasta jurisprudencia al respecto.

3.2 DERECHO A LA CONSULTA PREVIA A LOS PUEBLOS


INDÍGENAS U ORIGINARIOS

La Ley 29785, desarrolla el procedimiento del derecho a la consulta


previa a los pueblos indígenas u originarios respecto a las medidas
legislativas o administrativas que les afecten directamente. Se
interpreta de conformidad con las obligaciones establecidas en el
Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
ratificado por el Estado peruano.

Los pueblos indígenas u originarios deben ser consultados de forma


previa sobre las medidas legislativas o administrativas que afecten
directamente sus derechos colectivos, sobre su existencia física,
identidad cultural, calidad de vida o desarrollo. También corresponde
efectuar la consulta respecto a los planes, programas y proyectos de
desarrollo nacional y regional que afecten directamente estos
derechos. La consulta a la que hace referencia esta Ley es
implementada de forma obligatoria solo por el Estado.

La finalidad de la consulta es alcanzar un acuerdo o consentimiento


entre el Estado y los pueblos indígenas u originarios respecto a la
medida legislativa o administrativa que les afecten directamente, a
través de un diálogo intercultural que garantice su inclusión en los
procesos de toma de decisión del Estado y la adopción de medidas
respetuosas de sus derechos colectivos.

El proceso de consulta tiene varias etapas que deben cumplir las


entidades estatales promotoras de la medida legislativa o
administrativa:

a) Identificación de la medida legislativa o administrativa que debe


ser objeto de consulta.

b) Identificación de los pueblos indígenas u originarios a ser


consultados.

c) Publicidad de la medida legislativa o administrativa.

d) Información sobre la medida legislativa o administrativa.

e) Evaluación interna en las instituciones y organizaciones de los


pueblos indígenas u originarios sobre la medida legislativa o
administrativa que les afecten directamente.

f) Proceso de diálogo entre representantes del Estado y


representantes de los pueblos indígenas u originarios.

g) Decisión.

El acuerdo entre el Estado y los pueblos indígenas u originarios, como


resultado del proceso de consulta, es de carácter obligatorio para
ambas partes. Pero en caso de que no se alcance un acuerdo,
corresponde a las entidades estatales adoptar todas las medidas que
resulten necesarias para garantizar los derechos colectivos de los
pueblos indígenas u originarios y los derechos a la vida, integridad y
pleno desarrollo.

Para concluir, cabe indicar que la ley de consulta previa no deroga o


modifica las normas sobre el derecho a la participación ciudadana.

IV. CONCLUSIÓN

V. ANEXOS

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