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EVALUACÍON

En la evaluación de las dificultades de aprendizaje de la lectoescritura, va a ser una tarea


multidisciplinar; neuropsicológica, pedagógica, logopédica, escolar y familiar.

La evaluación en el ámbito escolar se hará en base a la valoración de los resultados que


nos apartan el protocolo de observación del tutor, entrevista inicial con la familia, la batería
de test estandarizados y pruebas no estandarizadas.

La recogida de la información previa, a través de la entrevista familiar y la anamnesis, va a


ser de gran importancia ya que nos aportan datos sobre: Historia evolutiva del alumno,
Desarrollo desde el nacimiento, desarrollo lingüístico, desarrollo psicomotor, desarrollo
emocional, comportamiento y conducta, historia médica, dificultades auditivas, visuales,
resultados de pruebas neurológicas, alergias o asma, convulsiones, otras enfermedades o
problemas de salud. Así como, antecedentes familiares de problemas de lectoescritura.

De la recogida de información del tutor, a través de protocolos de observación, recogeremos


datos significativos de: la historia escolar, procedimientos de enseñanza, dificultades lecto-
escritoras, motivación e interés por tareas escolares, dificultades en otros aprendizajes.

En cuanto a la evaluación psicopedagógica y logopédica, se realizará a través de pruebas


estandarizadas y no estandarizadas. En ellas se pretende evaluar las habilidades
adquiridas y el nivel de desarrollo alcanzado. Se realizarán test y pruebas de desarrollo
cognitivo, perceptivo, psicomotriz, lateralidad, desarrollo psicolingüístico, desarrollo del
lenguaje, desarrollo emocional. La conclusión diagnóstica, así como los aspectos que
aparecen deficitarios, serán la base para poder realizar el plan de intervención con el
alumno y las adaptaciones curriculares que precisa para poder acceder a los aprendizajes
escolares.
A medida que la persona va creciendo se vuelve más complicado diagnosticar y tratar la
disfunción. Para solucionar este problema, el grupo de investigadores de CogniFit ha
desarrollado un programa específico para adultos disléxicos:
Una herramienta de intervención científica que a través de sencillos ejercicios y juegos
mentalesinteractivos, detecta las áreas cognitivas más debilitadas y estimula los
circuitos neuronales que más necesita reforzar cada persona.
La tecnología que ofrecemos, permite activar diferentes redes de conexiones neuronales que
operan juntas formando las bases de nuestras habilidades cognitivas. El programa recoge los
datos de desempeño de la persona y gracias al desarrollo de algoritmos adaptativos avanzados
permite trabajar específicamente sobre el área que presenta alguna disfunción.
Uno de los puntos fundamentales del programa es que ha sido creado para poder transferir
las habilidades entrenadas a la vida diaria. Por lo que los adultos que padecen dislexia
perciben los resultados y evolución día a día.
1º- Fomentar un ambiente relajado y amigable en el que se sienta escuchado,
comprendido y aceptado.

Para ello es imprescindible que en la primera sesión de intervención se intente


descubrir qué conciencia tiene de su problema, si se siente capaz de abordarlo, con
qué recursos cree que cuenta y cuáles cree que son sus principales limitaciones.
Además, según la edad, es conveniente explicarle los resultados de la evaluación,
de manera adaptada y entendible para que se puedan establecer los objetivos de
manera específica.
En sesiones consecutivas es imprescindible recordar y mostrar los logros
alcanzados, indagar sobre las estrategias que se van adquiriendo y plantear las
posibles dificultades que vayan surgiendo.

2º- Definir, de manera conjunta, el problema con total claridad, así como la meta u
objetivo que se pretende alcanzar en primer lugar.

Es fundamental que el instructor intente conseguir que el participe en la definición


del problema concreto que se va a trabajar, que conozca el objetivo de las tareas
que van a realizar y que esos objetivos sean concretos y comprobables.
Es decir, no se buscan respuestas tipo “No sé leer bien“, sino que se intentará
precisar cuál es el motivo que le haga pensar eso, se especificará en qué tipos de
palabras tiene más dificultades, (longitud, frecuencia, estructuras silábicas…),
si cree que es un problema de lentitud o de exactitud, si existe un problema de
comprensión, etc.

También es imprescindible definir metas concretas y alcanzables en las que el


se sienta implicado, es decir, hay que lograr que las considere sus propios objetivos,
no los del instructor, pues este sólo es una herramienta más para ayudarle a
conseguirlas. Para definirlas hay que tener en cuenta que cuando más precisa y
específica sea la meta mejores resultados se obtendrán, así como a mayor nivel
de dificultad, mejores resultados, siempre que no se planteen metas inalcanzables.

3º- Explicar claramente que medios se utilizarán y cómo se pretende llegar al


objetivo.
Es recomendable que se le muestren y expliquen los recursos, métodos,
actividades o programas que se van a utilizar para llevar a cabo el entrenamiento
que permita alcanzar las metas.
Sentirse motivado hacia el aprendizaje que requiera de la utilización de procesos
básicos de lectura y escritura.

Atender a los detalles para evitar errores.

Realizar inferencias sobre lo leído.

Descender el nivel de fatiga ante las tareas de lectura.

Mejorar la grafía, así como la presión ejercida sobre el útil de escritura y el tamaño
de las letras.

Mejorar los aspectos perceptivos y motrices necesarios en la lectura y escritura:


movimientos del ojo, recorridos visuales, control postural, etc.

Realizar con éxito el aprendizaje del uso de las normas ortográficas y de las reglas
gramaticales.

Aumentar la fluidez y el ritmo durante el desarrollo de actividades lecto-escritas.

Aumentar sus posibilidades de expresión escrita.

Cuidar, ordenar y permitir el acceso a lo que escribe.

Cuidar la presentación de las tareas.

Trabajar en un ambiente positivo y constructivo

Disponer de un entorno educativo estructurado, previsible y ordenado.

Adecuar la evaluación de sus aprendizajes, posibilitando otros medios para la


detección de sus competencias.

Aprovechar sus puntos fuertes y generar posibilidades de éxito


• Enseñanza basada en métodos multisensoriales, es decir aquellos que utilizan el
tacto, el movimiento y el color como canal de aprendizaje, además de la vista y el
oído.

• Adaptar el programa de estudio a las necesidades de ella..

• Establecer un equipo con afectado y sus padres o en caso tutor y compañeros de


clase, para ayudarlo y acompañarlo en su dislexia.

• No permitir que los compañeros se burlen del ella y explicarles lo que es la


dislexia.

• Animarlo siempre y elogiarlo por sus talentos y aptitudes, evitando ponerlo en


situaciones en las que fracasará.

• Favorecer el aprendizaje utilizando métodos basados en las facultades auditivas,


visuales, táctiles y del movimiento, cuando su nivel académico corresponda al inicio
escolar.

• A medida que el niño aprenda palabras, se hace necesario el conocimiento de un


código que relacione las combinaciones de las letras con los sonidos de las mismas.
De esta forma el alumno logrará establecer una correspondencia entre grafemas y
fonemas (pequeñas unidades sonoras en que descomponemos las palabras).

• Por la vía ortográfica y la identificación de las palabras, recurrirá ella a las


secuencias con significado (morfemas) que tiene almacenadas en su cerebro.

• Reforzar la memoria a corto plazo y a largo plazo, favoreciendo así el


almacenamiento de la información y el acceso a la misma.

• Utilizar la técnica de “sobre-aprendizaje” o la repetición intensiva para reforzar la


nueva información que recibe el niño.

• No olvidar darle copia de apuntes de lecciones y lista de lecturas obligatorias.

• Recordar minimizar los deberes sobre todo de lectura y escritura por el


sobreesfuerzo que le representa a ella.
• Evitarle leer delante del grupo y valorarlo por sus esfuerzos, puesto que no es
posible la comparación con los demás niños.

• Favorecer la utilización de ordenadores para escribir los textos y utilizar


procesadores, correctores ortográficos y otras tecnologías disponibles.

• Durante los exámenes brindarle al alumno disléxico tiempo suplementario y


períodos de descanso, permitiendo el uso de ordenadores portátiles o pizarras
digitales si los hubiere.

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