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EL ESPIRITU SANTO Y LAS SAGRADAS ESCRITURAS

El Espíritu Santo ha sido el motor e inicio del proceso de creación de la Palabra escrita de Dios
–la Biblia.
Pero su relación con la Palabra no acabó con su proceso de escritura. Hoy, la obra del Espíritu
Santo sigue íntimamente relacionada con la Palabra cuando la meditamos y la hacemos obra
en nuestra vida.
El Espíritu Santo y el origen la Palabra: Revelador, Inspirador, Veraz.
El Espíritu Santo y la Palabra hoy: Nuestro instructor, No hay contradicción.
REVELACIÓN E INSPIRACIÓN
“Ya los profetas estudiaron e investigaron acerca de esta salvación, y hablaron de lo que Dios
en su bondad os iba a dar. El Espíritu de Cristo hacía saber de antemano a los profetas lo que
Cristo había de sufrir y la gloria que vendría después; y ellos trataban de descubrir a qué persona
y a qué tiempo se refería ese Espíritu que estaba en ellos” (1ª de Pedro 1:10)
Revelación e inspiración, aunque relacionadas entre sí, no son lo mismo. La inspiración es la
forma en que el Espíritu Santo comunica la verdad a través de agentes humanos. La revelación
es el conocimiento que el Espíritu Santo imparte sobre aquello que no nos es posible conocer
por nosotros mismos.
Así pues, la revelación es la verdad que nos trasmite el Espíritu y la inspiración la forma en la
que influye en las personas para que llegue a nosotros, nosotros conocemos la palabra o nos
es instruida la palabra inspirada a través del magisterio de la Iglesia.
LA REVELACIÓN DE LA PALABRA. “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque
el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios” (1ª de Corintios 2:10)
¿Cómo podríamos conocer la voluntad de Dios si el Espíritu Santo no nos la hubiera revelado a
través de su Palabra?
El Espíritu Santo tomó a los escritores bíblicos y les reveló verdades que, como personas, eran
incapaces de comprender o vislumbrar.
Por esta razón, Pedro nos dice que “nunca la profecía fue traída por voluntad humana” (2P.
1:21).
Las verdades contenidas en la Biblia son revelación directa de Dios. De ningún modo son
ideas o interpretaciones de origen humano.
LA INSPIRACIÓN DE LA PALABRA
Los escritores bíblicos no fueron meros mecanógrafos de Dios, sino que fueron capacitados
para transmitir con palabras inspiradas los pensamientos divinos de un modo fidedigno y
confiable. “porque nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana, sino que los
santos hombres movidos por el Espíritu Santo, han hablado de parte de Dios” (2ª de Pedro
1:21)
LA VERACIDAD DE LA PALABRA. “La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de
tu justicia” (Salmo 119:160)
Algunos han dudado de la veracidad de la Biblia porque:
1. No entienden que sus autores expresaron la verdad recibida según su época, lugar o cultura.
2. Algunos relatos de hechos escapan de la comprensión humana (el diluvio universal, el cruce
del mar rojo, el nacimiento virginal de Jesús, etc.)
Dios no puede mentir (Hebreos 6:18). Por tanto, lo que nos ha dicho a través de su Palabra es
VERDAD.
NUESTRO INSTRUCTOR. “Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad
completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que
ha de venir” (Juan 16:13)
¿Cuál es la verdad a la que nos guía el Espíritu Santo? Es la verdad acerca de Dios, es Dios
mismo. Cada palabra inspirada nos revela la bondad y hermosura de Dios que nos ama y anhela
que nos salvemos. Sin embargo, dado que no podemos con nuestra sola razón entender los
misterios de Dios, es el espíritu que viene en nuestra ayuda.
NO HAY CONTRADICCIÓN. “Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque él escribió
de mí. Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?” (Juan 5:46-47)
Jesús nos invita a estudiar la Palabra para poderle conocer a Él y tener la vida eterna (Juan
5:39). No es posible creer en Jesús y rechazar el mensaje de su Palabra escrita.
No puede haber contradicción entre la dirección del Espíritu Santo y la Palabra de Dios. Aquel
que diga que es dirigido por el Espíritu Santo pero enseñe doctrinas contrarias a la Biblia no
está hablando la verdad.
CON EL ENVÍO DEL ESPÍRITU DE LA VERDAD, CONFIRMA TODA LA
REVELACIÓN CON TESTIMONIO DIVINO Y LA LLEVA A LA PLENITUD.
El ESPÍRITU SANTO, presencia de Cristo glorificado, nos hace “hijos en el Hijo” (Rom
8). Por Cristo todos tenemos acceso al Padre en un solo Espíritu (Ef 2, 18). Desde el
RELATO DE PENTECOSTÉS se supone en la naciente Iglesia una intencionalidad
universal en el don del Espíritu.
De ahí que la Iglesia se abra a la MISIÓN UNIVERSAL y que el Espíritu sea el
protagonista de los Hechos de los Apóstoles.
Nuevo Testamento
+Afirma que por el PODER DE LA RESURRECCIÓN el Espíritu es dispensado a los
hombres in restricción Es el Señor mismo que se dona (2 Cor 3)
+Este Espíritu confirma lo atestiguado por Jesucristo y lo lleva a plenitud: “Hace
clamar Abbá”, Padre (Rm 8, 15). “Lleva al conocimiento de la verdad porque no habla
por su cuenta, sino por lo que oye y recibe de Jesucristo” (Jn 16, 13)
Magisterio
+Espíritu ha actuado en la Iglesia a través de la inspiración para dar como resultado
las Escrituras, testimonio del Señor Jesús.
+Sigue actuando, desvelando a la Iglesia lo necesario para que crezca la comprensión
de las Palabras e instituciones transmitidas y de los misterios que viven los creyentes
(DV 8)
+El Espíritu Santo es el que va introduciendo en la verdad plena que es Cristo y
haciendo que habite internamente en los creyentes la palabra de Cristo. (DV 8b)
+La acción salvífica del Espíritu no tiene límites. En todas las culturas y religiones, es
él quien universaliza la salvación histórico-particular de Jesucristo.

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