Sei sulla pagina 1di 175

20

C O N- C IEN CIA SO CIA L


S U M A R I O

Editorial: Viejos y nuevos capitalismos.


Desafíos críticos y espacios de resistencia
Tema del año: Capitalismo y conocimiento.
Reflexiones y críticas
Pensando sobre... La obra de Horacio Capel

CON-CIENCIA SOCIAL
Lecturas y textos

20 Consejo de Redacción
FEDICARIA

Raimundo Cuesta (Fedicaria-Salamanca)


20 C apitalismo
Francisco F. García (Fedicaria-Sevilla)
Paz Gimeno (Fedicaria-Aragón) y conocimiento .
Javier Gurpegui (Fedicaria-Aragón)
Juan Mainer (Fedicaria-Aragón)
Vicente Pérez-Guerrero (Fedicaria-Sevilla) R eflexiones
ISBN: 978-84-96723-50-4
ISSN: 1697-3127

y críticas
Edición
© DÍADA EDITORA S.L.
C/ Tenerife, 2
41012 Sevilla - España
editorial@diadaeditora.com

Maquetación
Díada Editora S.L.

Ilustración de cubierta
Figuras sobre matriz amarilla (Nueva York, 2002), de Eduardo Anievas Cortines.
Óleo sobre lienzo. Obra cedida por el autor.

ISSN 1697-3127 ISBN 978-84-96723-50-4

Depósito Legal
SE-0000-2016

Impreso en España
Reservados todos los derechos. De acuerdo a lo dispuesto en el art. 270 del
Código Penal, podrán ser castigados con penas de multa y privación de libertad
quienes reproduzcan o plagien, en todo o en parte, una obra literaria, artística o
científica fijada en cualquier tipo de soporte sin la preceptiva autorización.
CON-CIENCIA
SOCIAL
Número 20. Año 2016
CAPITALISMO Y CONOCIMIENTO.
REFLEXIONES CRÍTICAS

Coordinadora del presente número:


Mª Engracia Martin VALDUNCIEL

Publicación promovida por:

FEDICARIA
fedicaria es una federación de personas y grupos interesados en la renovación pedagógica desde
perspectivas críticas. Se constituyó por iniciativa de los siguientes colectivos: Asklepios de Cantabria,
Aula Sete de Galicia, Clío de Canarias, Cronos de Salamanca, Gea-Clío de Valencia, Ínsula Barataria
de Aragón, IRES de Andalucía y Pagadi de Navarra. Actualmente los integrantes de la federación
forman diversas secciones territoriales de Fedicaria, representadas en el Consejo de Redacción de
Con-Ciencia Social. Para contactar con Fedicaria pueden dirigirse a su página web: www.fedicaria.org

Presencia de
Presencia dela
laobra
revista
en catálogos,
en catálogos,
directorios
directorios
y base de
y datos
baseS de datos

ERIH (European Reference Index for the Humanities).


DIALNET (Universidad de La Rioja).
LATINDEX (Plataforma de Revistas Científicas de América Latina, El Caribe, España y Portugal).
ISOC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas).
IN-RECS (Índice de impacto de las Revistas Españolas de Ciencias Sociales).
RESH (Revistas Españolas de Ciencias Sociales y Humanidades).
DICE (Difusión y Calidad Editorial de las Revistas Españolas de Humanidades y Ciencias Sociales).
MIAR (Universidad de Barcelona).
AERES (Agence d’Évaluation de la Recherche et de l’Enseignement Supérieur).
Consejo de Redacción
Raimundo Cuesta. Fedicaria-Salamanca
Catedrático de Geografía e Historia de E. S. IES Fray Luis de León, Salamanca
Francisco F. García. Fedicaria-Sevilla
Profesor Titular de Didáctica de las Ciencias Sociales. Universidad de Sevilla
Paz Gimeno. Fedicaria-Aragón
Pedagoga
Javier Gurpegui. Fedicaria-Aragón
Profesor de Lengua Castellana y Literatura de E. S. IES Pirámide, Huesca
Juan Mainer. Fedicaria-Aragón
Catedrático de Geografía e Historia de E. S. IES Ramón y Cajal, Huesca
Vicente Pérez-Guerrero. Fedicaria-Sevilla
Profesor de Geografía e Historia de E. S. IES Castillo de Luna, La Puebla de Cazalla (Sevilla)

Consejo Científico
Michael W. Apple. Universidad de Wisconsin-Madison (USA)
Beatriz Areyuna. Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Santiago de Chile
Araceli Broncano. Profesora de E. Secundaria (Fedicaria-Salamanca)
Pilar Cancer. Profesora de E. Secundaria (Fedicaria-Aragón)
Horacio Capel. Universidad de Barcelona
Jaume Carbonell. Universidad de Vic (Barcelona)
Honorio Cardoso. Profesor de E. Secundaria (Fedicaria-Salamanca)
Helena Copetti Callai. Universidad de Ijuí (Brasil)
Sofía Corral. Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (México)
Juan Delval. Universidad Autónoma de Madrid
Agustín Escolano. Universidad de Valladolid
Agustín García Laso. Universidad de Salamanca
Ivor Goodson. Universidad de Brighton (Reino Unido)
Rafael Huertas. Instituto de Historia del CSIC
Alberto Luis Gómez. Universidad de Cantabria (Fedicaria-Cantabria)
Francisco de Luis Martín. Universidad de Salamanca
Jaume Martínez Bonafé. Universidad de Valencia
Manuel-Reyes Mate. Instituto de Filosofía del CSIC
Luis-Carlos Ortiz. Universidad Distrital de Bogotá (Colombia)
Juan-Sisinio Pérez Garzón. Universidad de Castilla-La Mancha
Thomas S. Popkewitz. Universidad de Wisconsin–Madison (USA)
Javier Rodrigo. Universidad Autónoma de Barcelona
Jesús Romero. Universidad de Cantabria (Fedicaria-Cantabria)
José María Rozada. Pedagogo (Fedicaria-Asturias)
Jesús-Ángel Sánchez Moreno. Profesor de E. Secundaria (Fedicaria-Aragón)
Aída Terrón. Universidad de Oviedo
Rafael Valls. Universidad de Valencia
Francisco Vázquez. Universidad de Cádiz
Antonio Viñao. Universidad de Murcia
ÍNDICE

EDITORIAL
Viejos y nuevos capitalismos. Desafíos críticos y espacios de resistencia ....................... 7

I. tema del año: CAPITALISMO COGNITIVO ........................................................ 15


Capitalismo cognitivo. Presentación
Mª Engracia Martín ................................................................................................................... 17
Capitalismo cognitivo y Sociedad de la Información: de la Innovación
al Big Data
Igor Sádaba ................................................................................................................................. 21
La piratería des-comunal: los orígenes de la acumulación capitalista
de conocimientos
Mariano Zukerfeld ...................................................................................................................... 31
La subjetividad puesta a trabajar: identificación y tensiones frente
al ideal del emprendimiento
Patricia Amigot y Laureano Martínez ...................................................................................... 43
La lógica del funcionamiento de la Universidad y el capitalismo cognitivo
Sofía Guadalupe Corral ............................................................................................................... 57

II. Pensando sobre...


HORACIO CAPEL ............................................................................................................. 71
Horacio Capel, una trayectoria científica entre la geografía urbana
y la historia del pensamiento geográfico
Núria Benach y Vicente Casals ................................................................................................... 73
Preocupaciones y propuestas educativas del profesor Horacio Capel
Xosé Manuel Souto y Francisco F. García................................................................................... 87
Conversación con Horacio Capel
Xosé Manuel Souto...................................................................................................................... 95
iII. LECTURAS y TEXTOS ................................................................................................... 119
“El capital en el siglo XXI”. Pasado y presente de la desigualdad
en la era del capitalismo
Raimundo Cuesta ....................................................................................................................... 121
Revisionismo: ¿calificación sectaria u obligación científica?
Juan Sisinio Pérez ....................................................................................................................... 127
Historiografía de la dictadura franquista en la actualidad
Glicerio Sánchez .......................................................................................................................... 135
De largas noches y rupturas lampedusianas. Franquismo y relato
canónico de la educación española
Juan Mainer ................................................................................................................................ 143
La historia con memoria como herramienta de futuro
Ramón López Facal ..................................................................................................................... 151
El éxito de PISA y el poder de las clasificaciones
Julio Carabaña ............................................................................................................................. 157
Una epistemología del fragmento. El pensamiento histórico de S. Kracauer
F. Javier Gurpegui ....................................................................................................................... 165
EDITORIAL
Viejos y nuevos capitalismos. Desafíos críticos
y espacios de resistencia

“Porque la denuncia de lo que hoy se llama razón pués se asentará en las organizaciones obre-
es el mayor servicio que puede rendirse a la razón” ras y en las diversas tradiciones socialistas,
(M. Horkheimer, Crítica de la razón instrumental).
pese a la labor escamoteadora de la ciencia
económica estandarizada.
Como recuerda F. Braudel (Civilización
El capitalismo, una vez más: la material, economía y capitalismo, II), el con-
recurrencia de un mot de combat cepto, a menudo rodeado de confrontación,
se afirma como antónimo de “socialismo”
A menudo los vocablos de uso corriente (palabra anterior que se remonta a Saint Si-
para explicar el funcionamiento de la vida mon) y comparece en el periodo de entre-
social constituyen huellas fósiles de las vio- guerras en algunos de los más afamados
lentas pugnas históricas por imponer un de- diccionarios. W. Sombart (Der Moderne Kapi-
terminado significado. El “capitalismo” hasta talismus, 1902) lanzó la noción a la arena aca-
muy recientemente había perdido la batalla démica. Entre la academia y las luchas de la
de las palabras y, por tanto, de la legitimidad, esfera pública el vocablo se mantendrá con
a pesar de los muchos éxitos materiales que altibajos hasta nuestro tiempo, cuando han
exhibían sus adalides. Si nos fijamos bien, los fracasado los eufemismos como “economía
conceptos y su historia funcionan como un de mercado”, “economía de libre empresa”
registro sumamente valioso para compren- y otros sucedáneos utilizados para desacti-
der la evolución de las relaciones de poder. El var una palabra políticamente indigesta.
término “capitalismo” representa, sin género En todo caso, el contexto en el que se ge-
de duda, un caso paradigmático de la guerra nera el concepto en el sentido moderno que
semántica que flanquea las contiendas socia- hoy le damos abarca el tiempo que va de Tur-
les por la dominación del campo simbólico. got a Marx, o sea, de la Ilustración a la crítica
La historia del concepto que encierra la pala- social del nuevo sistema económico. Por con-
bra “capitalismo” resulta harto ilustrativa y siguiente, “capitalismo” pasa a formar parte
manifiesta una extremada riqueza de matices de la caja de herramientas conceptuales de la
sobre esta dialéctica siempre actuante entre que se dota la razón moderna. De este modo,
el mundo y su representación mediante el terminará expresando el régimen económico
lenguaje. La anatomía conceptual del ca- general fundado en el movimiento del capi-
pitalismo como modo de producción de la tal para la ampliación sin límites de sí mismo.
modernidad puede seguirse remontándonos En cualquier caso, el término “capitalismo”,
a tres vocablos que poseen una antigüedad en tanto que sistema o régimen económico,
decreciente, a saber, “capital”, “capitalista es una realidad fuertemente establecida en
y “capitalismo”. Karl Marx utilizó los dos el siglo XX entre el común de los mortales e
primeros en sus textos (por ejemplo, en El incluso entre algunos de los reticentes econo-
capital), pero nunca “capitalismo”, al menos mistas que huyen, como de la peste, de las
hasta 1877, diez años después de la apari- connotaciones peyorativas adheridas al pro-
ción de su obra magna. El “capitalismo” es, pio vocablo. Así todo, se podría sostener que
por tanto, neologismo tardío, ocasional y un el uso en el lenguaje, la valoración social y la
tanto ambiguo en vida de Marx, aunque des- perspectivas de futuro del capitalismo han

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016), pp. 7-11 -7- pp. 7-11 / Editorial


Viejos y nuevos capitalismos. Desafíos críticos y espacios de resistencia

sufrido altibajos cíclicos marcados muy es- taron a él. Como es sabido, Marx, tras una
trechamente por la apertura o el cierre de las colosal labor de reinterpretación a la econo-
expectativas de emancipación colectiva de mía política clásica, elaboró su propia ex-
las clases subalternas. Por ejemplo, la crisis plicación del capitalismo como sistema de
económica de 2008 ha multiplicado el ejérci- explotación del trabajo basado en la extrac-
to de sus críticos y desacreditado a la marea ción de plusvalía, o sea, de retribución del
neoliberal de los años ochenta y noventa. capital variable (el trabajo) por debajo del
Basta echar un vistazo a la nueva literatura valor que creaba en el proceso de produc-
económica para atisbar una crecida de las de- ción. Esta idea se sustentaría en la teoría
nuncias intelectuales sobre los efectos del ca- del valor-trabajo (el valor de cambio medi-
pitalismo tardío de la era de la globalización, do como el tiempo de trabajo socialmente
aunque a menudo la crítica se mantiene en la necesario) ya presente en los economistas
superficie de las consecuencias más perver- clásicos. Ciertamente, tal categorización
sas del sistema económico y no van al fondo siempre fue motivo de disputa y hoy su re-
de una posible sustitución sistémica. planteamiento en el interior de la izquierda
No obstante, la fisonomía del capitalismo se encuentra en el centro del llamado “ca-
de nuestro tiempo ha dado lugar a dos proce- pitalismo cognitivo”, como se verá en los
sos complementarios: en primer término, su artículos del Tema del año de este número
reformulación nominal (“capitalismo postin- de Con-Ciencia Social.
dustrial”, “capitalismo postfordista”, “capi- El “giro cognitivo” de la teoría clásica de
talismo informacional”, “capitalismo tardío”, Marx a cargo de las obras neomarxistas de
“capitalismo cognitivo”, etc.) y, en segunda un conjunto de pensadores italo-franceses
instancia, su recusación como sistema creador (T. Negri, Y.M. Boutang, P. Virno, M. Lazza-
y azuzador de los dos grandes problemas de ratto, entre otros) ha acuñado el concepto de
nuestra época, a saber, la destrucción del me- “capitalismo cognitivo” y ha exprimido la
dio ambiente y el incremento de la brecha de noción marxiana de
desigualdad social. A pesar de ello, estamos vi- zgeneral intellect para defender el papel
viendo, por encima de la fragmentación de la central del saber acumulado por la sociedad
subjetividad postmoderna, un nuevo momen- en la creación de valor. En síntesis, con pala-
to de regreso a lo social merced al cual el capi- bras más claras, en nuestros días el valor de
talismo (como realidad y como palabra), refor- las mercancías sería consecuencia, más que
zado y globalizado, vuelve a convertirse en el del tiempo de trabajo, de la inversión directa
objetivo de los ataques de un sector creciente en el proceso productivo del conocimiento
de la población. Sus dos lacras sociales más socialmente acumulado.
lacerantes, la desigualdad social y el ecocidio, Desde luego, la perspectiva teórica que
siguen mereciendo nuestra atención más allá se adopte sobre este asunto lleva a corola-
de cualquier afán taxonómico en torno a su rios prácticos y políticos de distinta natura-
morfología, funcionamiento y periodización. leza. Por ejemplo, si el conocimiento social-
Así pues, “capitalismo” no posee la condición mente acumulado deviene en el motor que
de un vetusto trasto conceptual, es, en cambio, da vida al sistema económico, se desprende
una compleja realidad dinámica y actuante que los movimientos anticapitalistas han de
que nos interpela y nos obliga a repensar su poseer una composición de clase distinta a
creciente impacto sobre nuestras vidas. la tradicional. De ahí el lugar central que
han de ocupar el “cognitariado” y otros tra-
bajadores y trabajadoras sometidos y homo-
Metamorfosis del capitalismo de logados por un régimen laboral de “preca-
nuestro tiempo: el conocimiento riado”. En ese marco, también cae en total
como valor económico descrédito la idea, de estirpe weberiana, del
intelectual como actor social que “flota libre-
Tales lacras sociales nos obligan a re- mente” por encima de la realidad clasista.
pensar el significado de las categorías con La masificación de la función intelectual y
las cuales las tradiciones críticas se enfren- de las profesiones vinculadas a los servicios

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) -8- pp. 7-11 / Editorial


Viejos y nuevos capitalismos. Desafíos críticos y espacios de resistencia

culturales lleva a la desintegración del eli- deslegitimar los fundamentos mismos de la


tismo inherente a los estratos cultivados de sociedad en la que vivimos y distinguir en-
nuestra sociedad. tre los objetivos de fondo y los imperativos
Por otro lado, resulta igualmente verdad específicos de cada coyuntura política. Pero
que cada vez más el foco de atención de la la construcción de nuevos “mapas cogni-
explotación tradicional a través de la extrac- tivos” que nos ayuden a percibir, pensar y
ción de plusvalía se desplaza hacia la esci- sentir el mundo de otra manera requiere el
sión entre economía y naturaleza, lo que su- concurso de un inmenso archipiélago de ini-
pone la necesidad de considerar en la teoría ciativas de resistencia capaces de hacer fren-
económica y en la praxis política los “bienes te a los nuevos desafíos críticos de nuestro
de fondo” de la madre Tierra. La perspectiva tiempo. Fedicaria, en sus más de veinte años
ecológica reclama, con mucha razón, aten- de vida, remó en esa dirección.
der a esa olvidada dimensión como una va-
riable independiente y romper con la lógica
productivista introducida por el capitalismo Balance de Fedicaria: una singladura
(e imitada por las experiencias de socialismo sin puerto seguro
real). El capitalismo se ha mostrado incom-
patible con una economía sostenible a largo El conocimiento, su producción y distri-
plazo, lo que obliga a imaginar el futuro in- bución en contextos de aprendizaje escolar
mediato como una compleja y delicada tran- ha sido uno de los temas de ocupación de
sición ecosocial que abra la posibilidad de Fedicaria, la plataforma crítica que, funda-
una manera distinta de relacionar a los seres da en 1995, publica ahora el número 20 de
humanos con la naturaleza. Ello implica, a su revista Con-Ciencia Social. En el gozne
su vez, que el cambio social ya no puede entre siglos hemos asistido a la invasiva ola
imaginarse como una relampagueante toma ideológica del neoliberalismo y a un parcial
del poder por una aguerrida vanguardia, regreso y repunte del pensamiento crítico.
sino como el difícil proceso capaz de gene- Durante estos años, no obstante, la lógica
rar condiciones y situaciones que ocasionen de generación, gestión y distribución del
una “transformación antropológica en la es- conocimiento ha obedecido, cada vez más,
tructura de las necesidades humanas y pa- a los imperativos del modo de educación
trones de subjetividad”1. A tal fin, desde la tecnocrático de masas. Desde las escuelas
esfera del pensamiento es defendible, como hasta las universidades, a escala mundial,
hace J. M. Naredo en su Economía en evolu- ha ocurrido una homogeneización interna-
ción, un “enfoque “ecointegrador”, comple- cional de las normas por las que se juzga
jo y radical que reclama un nuevo modelo valioso el conocimiento. Desde las discipli-
económico y un nuevo régimen político. A nas escolares hasta los programas de inves-
nadie se le oculta que tal posición requeri- tigación académicos se ha multiplicado el
ría reinventar un amplio bloque o alianza de carácter uniforme, instrumental y mercantil
clases y estratos sociales. del saber. Bajo la falacia de que vivimos en
Desde la caída del muro de Berlín en una “sociedad del conocimiento”, llevada
1989 hasta la crisis económica actual, ini- a su culmen con la idolatría digital, en rea-
ciada a finales de 2007, se aprecia cómo el lidad las instituciones educativas de todos
supuesto triunfo final del capitalismo era los niveles han caído rendidas a la perversa
una ilusión sin porvenir. Tras la crisis, una seducción de la racionalidad económica im-
ola de frustración e indignación se extiende puesta por el capitalismo de nuestro tiem-
a escala mundial. Es preciso alentar, desde po, trituradora de saberes improductivos y
plataformas intelectuales de muy distinta voraz dispositivo de apropiación privada de
morfología, una nueva apuesta colectiva de conocimiento generado colectivamente. Y, al
carácter anticapitalista. Para ello se requiere mismo tiempo que el valor del conocimien-

1 Santiago Muiño. Rutas sin mapa. Horizontes de la transición ecosocial. Madrid: La Catarata, 2016, p. 88.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) -9- pp. 7-11 / Editorial


Viejos y nuevos capitalismos. Desafíos críticos y espacios de resistencia

to “útil” crecía, indefectiblemente bajaba el cuerpo del sujeto de habitus de percepción,


potencial crítico y emancipador del mismo. comprensión y juicio del mundo. En una pa-
Por eso no nos hemos cansado de subrayar labra, la “violencia simbólica”, la coacción
desde nuestras páginas la profunda conti- admitida que legitima el estado de cosas de
nuidad estructural de las políticas educati- la realidad, es inherente a tales nuevos pro-
vas habidas en España (y otros países) du- cesos de producción científica y de aprendi-
rante las últimas décadas. De modo que, al zaje institucional.
tiempo que se alcanza una escolarización De ahí que balsas, como Fedicaria, flo-
masiva sin precedentes (pero fuertemente tando a la deriva en el piélago del nuevo
segmentada en los niveles superiores) y un capitalismo, tengan la convicción de que
volumen de acumulación de conocimiento el motivo de su existencia se deba princi-
académico-empresarial extraordinario, se palmente a la razón crítica que invita a la
asiste a una banalización y a una grotesca resistencia. Naturalmente, siempre fuimos
pedagogización, en todos los escalones edu- conscientes de nuestras limitaciones, pero
cativos, de los fundamentos científico-filo- también de constituir un modesto ejemplo,
sóficos del saber. Estos síntomas se han ido entre otros muchos, del ejercicio de la con-
desplazando de abajo a arriba del sistema traviolencia simbólica. Un ejemplo del que
educativo, y hoy alcanzan una gravísima finalmente nos permitimos realizar un bre-
manifestación en el ámbito universitario (es ve balance en este número de nuestra revis-
el caso de la universidad española someti- ta, que, a buen seguro, cierra una etapa de
da a los imperativos de Bolonia desde prin- nuestra existencia.
cipios de este siglo). Hoy la jerarquización Desde 1997 se han publicado veinte nú-
en disciplinas universitarias en función de meros de nuestra revista Con-Ciencia Social
su rentabilidad económica ha llegado al pa- (quizás este que tenéis a la vista, queridos
roxismo y el cultivo de nuevos campos que- lectores y lectoras, sea el último que se con-
da sometido a una absurda “papermanía”, fecciona en papel). Nuestra plataforma de
a una producción seriada de mercancías pensamiento crítico es y ha sido un espacio
científicas, a modo de píldoras dosificadas, de resistencia intelectual que se ha negado,
sometida a un estricto y esperpéntico ri- con mayor o menor énfasis, a aceptar el ca-
tual de reconocimiento que viene a ser una pitalismo y el mundo educativo y cultural
“cienciometría” o epistemetría” fundada en como datos de una realidad intocable. Fun-
una economía de publicación de papers2. De dada formalmente en Madrid en 1995, cons-
esta suerte, en el “capitalismo académico” la tituimos una entidad que agrupa a profeso-
rentabilidad y evaluación de toda investiga- ras y profesores, de distintos niveles educa-
ción se acompaña de una lógica consumista tivos (en su mayoría ejercientes de la ense-
de la acumulación por la acumulación, que ñanza de las ciencias sociales en educación
lleva a la necesidad de llenar una gigantesca secundaria), implicados en el común im-
escombrera de chatarra intelectual sin sen- pulso de producir y transmitir pensamiento
tido aparente (su sentido último estriba en crítico sobre y en las instituciones escolares
legitimar las relaciones de saber-poder en el mediante la reflexión individual y colecti-
ámbito académico y empresarial). va de sus miembros y la ayuda de una rica
De lo que hablamos es, pues, de tenden- gama de colaboradores externos. Sin ningún
cias nuevas y profundas del capitalismo en tipo de ayuda económica ni dependencia de
relación con el conocimiento. En realidad, institución alguna, en Fedicaria se piensa e
el proceso de producción de conocimiento investiga sobre un extenso abanico temáti-
no obedece solo a exigencias mercantiles, co como la didáctica crítica y otros asuntos
pues su rentabilidad es también ideológi- vinculados al mundo de la educación y a la
ca. Entendiendo por tal la adscripción en el esfera de la cultura.

2 José Carlos Bermejo Barrera. La tentación del rey Midas. Madrid: Siglo XXI, 2015, p. 130.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 10 - pp. 7-11 / Editorial


Viejos y nuevos capitalismos. Desafíos críticos y espacios de resistencia

El embrión de Fedicaria nace de unos En resumen, podría decirse que Fedicaria


itinerantes “seminarios de desarrollo curri- ha actuado durante estos años más como un
cular” (1991-1995) integrados por grupos espacio muy libre, abierto y dinámico de es-
innovación de varios territorios de España cucha, presentación y debate de materiales
(Ínsula Barataria, Cronos, IRES, Asklepios, intelectuales (lo cual no es poco) que como
Aula Sete, Pagadi, Gea-Clío, etc.). Su histo- una plataforma intelectual albergadora de
ria es, pues, la de una organización que se un pensamiento común elaborado colectiva-
va gestando sin un diseño preestablecido, mente (lo cual seguramente era demasiado
sin un destino manifiesto a no ser el explí- pedir).
cito pero difuso interés emancipador que Fedicaria, como colectivo intelectual
convoca a gentes relacionadas con el siste- autónomo y crítico, se ha alimentado del
ma educativo, la mayoría de ellas versadas trabajo de investigación y reflexión de sus
en las luchas sociopolíticas y pedagógicas miembros dentro de un contexto de estímu-
mantenidas desde el tardofranquismo y la los endógenos al margen de (o en paralelo
Transición a la democracia. a) la lógica académica de producción de co-
Fedicaria es organización que carece de nocimiento. No obstante, la relación con el
la figura del “afiliado” o “cotizante”. Des- mundo universitario ha sido compleja y no
de su origen y más ahora, se trata de una de mero rechazo. Nos beneficiamos de ma-
estructura organizativa sumamente flexible nera muy particular de la generación de tesis
y muy liviana, que, a pesar de las onerosas doctorales realizadas por algunos fedicaria-
barreras que ha tenido que salvar (las fron- nos en los años noventa, que superaron con
teras estrechas que el academicismo pone creces el inicial propósito de diseñar proyec-
al conocimiento), ya cumplió algo más de tos de enseñanza y que desembocaron en re-
veinte años. La identidad de una organiza- levantes aportaciones a la historia del currí-
ción con un fluido e inconsistente aparato culum. Fueron estas tesis y sus autores (habi-
burocrático (sin estatutos, sin afiliados, sin tualmente profesores de instituto con tardía
votaciones, de entrada y salida libre, siem- vocación investigadora) los que alimentaron
pre muy abierta al escrutinio de otros) no nuevas inquietudes y perspectivas más am-
podía dejar de ser, a su vez, muy líquida plias que se prolongaron en una segunda
y cambiante. Por no tener no ha tenido ni generación de investigación académica en
siquiera un programa o norma a la que so- la década siguiente. Tras el encuentro cele-
meterse, y ha dependido, en gran parte, de brado en Salamanca en 1997, Fedicaria fue
un alto grado de improvisación, de volun- extendiendo la temática de sus intereses, de
tarismo, de las relaciones de amistad y del modo que a partir de la atención dominante
abundante trabajo de investigación y orga- por la didáctica de las ciencias sociales se de-
nización de sus componentes más compro- sarrollaron indagaciones de carácter teórico
metidos. La identidad intelectual crítica se más general como la genealogía del conoci-
ha gestado conforme se han ido publicando miento escolar, las consecuencias educativas
números de la revista y celebrando jornadas de la Teoría Crítica de la Escuela de Fráncfort
de encuentro. Más allá de la plasmación real (por ejemplo, las teorías de Habermas), la
de estos deseos, la federación mantiene una historia social de las disciplinas e institucio-
presencia pública relevante a través de la nes escolares, la formación del profesorado,
revista, una página web, una lista de correo el análisis de la práctica en el aula, la imagen
Fedicaria y unos encuentros bianuales, pero en el contexto de la didáctica crítica, la teoría
el conjunto de sus miembros mantienen plu- de la acción, los deberes de la memoria en
rales proyectos de investigación, estudio y la educación y otras muchas vetas que sería
formación del profesorado tanto o más vin- prolijo precisar aquí.
culados a la adscripción profesional de cada A ello se unieron programas personales
cual que a una supuesta plataforma común de trabajo u otros vinculados a los pocos
de pensamiento fedicariano (cuya hipotética departamentos universitarios de didáctica
existencia es algo que podrán descubrir o no de las Ciencias Sociales (Cantabria, Sevilla)
futuras investigaciones sobre su historia). relacionados con Fedicaria. Cabe destacar,

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 11 - pp. 7-11 / Editorial


Viejos y nuevos capitalismos. Desafíos críticos y espacios de resistencia

entre 2002 y 2012, el Proyecto Nebraska debería ser objeto de escrutinio externo, por-
que ensayó una investigación intergrupal que muestra las adversidades y peligrosos
e interterritorial centrada en el estudio so- escollos de una navegación que ha tenido
ciogenético de la educación española. En que combatir, además de la marea neolibe-
su entorno se generó una colección de la ral y neoacademicista que inunda nuestro
editorial Octaedro (Educación. Historia y crí- mundo, con la incomprensión cuando no la
tica), en la que se publicaron varios libros hostilidad de algunas instituciones acadé-
fedicarianos. En ese mismo tramo tempo- micas que perciben a Fedicaria como intru-
ral se intentaron actividades de formación so en corral ajeno. Así pues, sin hipotecas ni
en colaboración con varias universidades apoyo institucional de ninguna clase, a me-
(Salamanca, Zaragoza, Complutense de nudo con incomprensión del mundo circun-
Madrid), Centros de Profesores, y colabo- dante, sin recompensa material, la cosecha
raciones con otros colectivos (por ejemplo, de esta peculiar y nada habitual plataforma
REDES en Andalucía). Por otra parte, han de pensamiento crítico puede calificarse de
tenido continuidad los proyectos de inves- fecunda. Así lo afirmamos y constatamos ro-
tigación del Departamento de Didáctica de tundamente sin triunfalismo pero sin som-
las Ciencias Sociales de la Universidad Se- bra de derrotismo.
villa sobre didáctica de las ciencias sociales
y formación del profesorado. *****
Nuestra revista ha constituido un fiel
espejo de nuestras múltiples inquietudes y Este número 20 de Con-Ciencia Social se
reiteradas preocupaciones. Ha sido un órga- compone de tres secciones. La primera, el
no no solo dedicado a celebrar la excelencia, “Tema del año”, acoge cuatro artículos sobre
sino también un foro para facilitar la cola- diversas dimensiones del nuevo capitalismo
boración de personas, de dentro y fuera de cognitivo, precedidos de una presentación
Fedicaria, con muy distinto grado de celebri- a cargo de Marién Martín, coordinadora de
dad intelectual. En nuestra sección “Pensan- este número: “Capitalismo cognitivo y So-
do sobre…” hemos afrontado una aventura ciedad de la Información: de la Innovación
inédita y muy relevante, a saber, explorar al Big Data”, de Igor Sádaba; “La piratería
el itinerario y la obra (a través de entrevis- des-comunal: los orígenes de la acumula-
tas y estudios bioprofesionales) de aquellas ción capitalista de conocimientos”, de Ma-
personas que en España han sido maestros riano Zukerfeld; “La subjetividad puesta
de nuestra generación (J. Fontana, J. Varela, a trabajar: identificación y tensiones frente
V. Bozal, J. Delval, C. Lerena, J.M. Naredo, al ideal del emprendimiento”, de Patricia
A. Viñao, M.A. Pereyra, R. Gubern, M. Re- Amigot y Laureano Martínez; y “La lógica
yes Mate, J.L. Peset, I. Fernández de Castro, de funcionamiento de la Universidad y el
J. Aróstegui, M. Sacristán y H. Capel, entre capitalismo cognitivo”, de Sofía Guadalu-
otros). Una magnífica galería que podría pe Corral. La segunda sección, “Pensando
servir a modo de síntesis de lo más creativo, sobre…”, coordinada en esta ocasión por
desde perspectivas críticas, del pensamiento Xosé Manuel Souto y Francisco F. García, se
español en ciencias humanas en las seis últi- dedica a la egregia personalidad intelectual
mas décadas. Quizás merecería que alguien del geógrafo Horacio Capel, figura con la
se animara a reunir tales perfiles bioprofesio- que los miembros de Fedicaria hemos man-
nales en una publicación autónoma. tenido en nuestra formación y trayectoria
El caudal de pensamiento crítico acumu- docente una deuda de gratitud impagable.
lado en estos años constituye un patrimonio Consta de un artículo sobre su obra cientí-
colectivo tangible que se compendia en múl- fica a cargo de Núria Benach y Vicente Ca-
tiples publicaciones y programas de forma- sals (“Horacio Capel, una trayectoria entre
ción En cualquier caso, esta ya larga travesía la geografía urbana y la historia del pensa-
conlleva una rica experiencia de gran valor miento geográfico”), de otro, obra conjunta
ilustrativo acerca de los “posibles” del pen- de los coordinares, sobre la proyección edu-
samiento crítico en nuestra sociedad, que cativa del ilustre geógrafo (“Preocupaciones

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 12 - pp. 7-11 / Editorial


Viejos y nuevos capitalismos. Desafíos críticos y espacios de resistencia

y propuestas educativas del profesor Ho- mo número en papel. También damos nues-
racio Capel”) y de una entrevista efectua- tro agradecimiento, lo que ya viene a ser una
da por X.M. Souto. Finalmente, la sección costumbre, a Eduardo Anievas Cortines,
“Lecturas y textos” aporta siete lecturas pintor cántabro afincado en Nueva York,
significativas sobre un diversificado abani- por cedernos la posibilidad de convertir
co de temas, a cargo de Raimundo Cuesta, otro de sus cuadros en portada de este nú-
Juan Sisino Pérez Garzón, Glicerio Sánchez mero. Y cabe, finalmente, reconocer la tarea
Recio, Juan Mainer, Ramón López Facal, Ju- de la editorial de esta revista, Díada Editora.
lio Carabaña y Javier Gurpegui. Y a todos y todas, lectores y suscriptores, de-
Queremos dar públicamente las gracias bemos encomiar su apoyo para empujar co-
a todos los desinteresados colaboradores lectivamente esta nave hacia una singladura
que nos ayudaron a confeccionar este últi- incierta y sin puerto de llegada.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 13 - pp. 7-11 / Editorial


I
Tema del año
Capitalismo cognitivo

Capitalismo cognitivo. Presentación


Mª Engracia Martín

Capitalismo cognitivo y Sociedad de la Información:


de la Innovación al Big Data
Igor Sádaba

La piratería des-comunal: los orígenes de la acumulación


capitalista de conocimientos
Mariano Zukerfeld

La subjetividad puesta a trabajar: identificación y tensiones


frente al ideal del emprendimiento
Patricia Amigot y Laureano Martínez

La lógica del funcionamiento de la Universidad


y el capitalismo cognitivo
Sofía Guadalupe Corral
Capitalismo cognitivo. Presentación

M. Engracia Martín Valdunciel


Universidad de Zaragoza

Parece necesario aportar algún tipo de la tecnología informacional y comunicativa


explicación a propósito de la elección del para generar valor, la mercantilización de la
concepto “capitalismo cognitivo” como eje institución y del conocimiento en la univer-
articulador de la sección Tema del Año de sidad, las nuevas formas de privatización a
Con-Ciencia Social, que incluye cuatro contri- partir de la expropiación de trabajo produ-
buciones que enmarcan sus objetos de aná- cido colectivamente o los recientes modos
lisis en dicha noción. La identificación del de explotación basados en la interiorización
final de una fase del capitalismo y el paso de una autodisciplina a partir de la auto-
hacia otro, que recibirá diferentes calificacio- nomía el conocimiento y la creatividad de
nes, entre ellas, cognitivo o informacional, se los sujetos, en entornos cada vez más des-
debe a autores como Y. Molulier Boutang, A. regulados. Es innegable que el capitalismo
Corsani, A. Negri, M. Lazzarato, F. Berardi, “embridado” de la posguerra resurge con
C. Vercellone, A. Fumagalli, entre otros, que nuevo espíritu, en expresión de Boltanski
consideraron y analizaron la relevancia de y Chiapello, de la crisis de los años 70 del
la información, el conocimiento, la comuni- siglo pasado a partir de la actualización de
cación, la creatividad, etc., como elementos las tesis liberales de autores de la Escuela
clave de valorización del capital en un siste- de Friburgo (como F. Hayek, W. Eucken, W.
ma en el que iban adquiriendo importancia Röpke, A. Rüstow, etc.) y de la de Chicago
la extensión de la tecnología electrónica y la (M. Friedman, G. Becker, T. Schultz, etc.),
virtualización e internacionalización de la propulsado convenientemente por las polí-
economía. Este fenómeno no implicó la des- ticas de signo neoliberal que se extienden en
aparición de la transformación de materias los años 80. El nuevo orden liberal se glo-
primas, y las formas de explotación asocia- baliza a partir de la actuación desregulado-
das al capitalismo industrial, pero, aducen ra de poderosas instancias transnacionales,
estos autores, el peso de estos procesos en como la OCDE (1961) o la OMC (1995), de la
la economía comenzaba a resultar inferior potente actividad discursiva de think tanks,
en relación con el valor de las mercancías o del importante rol que juegan los Estados
a partir del “trabajo inmaterial” añadido. nación como generadores de condiciones de
Precisamente, se ha cuestionado la idea de competencia y privatización, correlato de
la relevancia del conocimiento en la produc- dinámicas y líneas de actuación generadas
ción, pues, stricto sensu no es algo nuevo; de fuera de sus límites. El sistema productivo,
hecho los teóricos del capitalismo cognitivo en fin, no es ajeno a las sensibilidades críti-
han bebido en fuentes marxistas partiendo cas de los años 60 hacia la uniformización
de conceptos como el de general intellect, un del trabajo en cadena o las formas de alie-
sujeto colectivo de producción entrevisto nación que propiciaba; de forma tal que el
por el economista de Tréveris. capitalismo asumirá algunos de los postu-
Sin embargo, la noción capitalismo cog- lados, como la reivindicación de la creativi-
nitivo, considerando el adjetivo como no dad o la comunicación, que recontextualiza
totalizador del modo de producción, nos pa- en nuevas formas de gestión para producir
rece, no obstante, relevante para dar cuenta valor, para propiciar mayores rendimientos
de cambios que se han venido produciendo y nuevos procesos de dominación.
en las sociedades desde el último cuarto del Si las relaciones entre la producción sim-
siglo pasado, y que el capital intenta absor- bólica y las prácticas materiales han sido
ber en su beneficio: así, el uso intensivo de siempre insoslayables para comprender la

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016), pp. 17-20 - 17 -


Capitalismo cognitivo. Presentación

dinámica social, en las sociedades actuales, problematizados en artículos del Tema del
en las que los dispositivos de construcción Año, lejos de su formulación positiva por las
de signos y discursos así como los grupos factorías de construcción de sentido.
capaces de construirlos se multiplican, el Así, I. Sádaba encauza su análisis a
análisis de esas relaciones se muestra im- cuestionar la unidimensionalidad y la li-
prescindible. Máxime teniendo en cuenta nealidad interpretativa de conceptos como
que las formas de coerción y dominio no innovación o Big Data, asociados en su for-
se muestran tan explícitas como en épocas mulación discursiva a modernización tec-
anteriores (en etapas asociadas a la Moder- nológica, creatividad, progreso, etc., en el
nidad), pues la hegemonía intenta ejercerse marco de la sociedad de la información y
a través de procesos de dominación más el conocimiento. El análisis histórico de es-
opacos. El “giro narrativo” supuso un alda- tas nociones nos remite a sujetos, intereses
bonazo a la hora de llamar la atención sobre y finalidades de forma que las despoja de
el efecto de las argumentaciones y las signi- su, supuesta, asepsia y objetividad. El con-
ficaciones en los procesos de creación, con- texto de surgimiento de iconos discursivos
trol, legitimación y cambio sociales. Preci- del capitalismo último, como sociedad de la
samente, porque la acumulación de signos, información y conocimiento, no es otro que
de información, de símbolos, etc., no apor- el de la crisis múltiple de los años 70 y las es-
ta sentido y significado mediante su mera trategias de orden geopolítico y económico
multiplicación y acumulación, se necesitan que se potencian para darle respuesta. Por
discursos, enunciados que aporten una ex- consiguiente, la tecnoutopía informacional
plicación de la realidad, una estructura in- que sustenta el capitalismo cognitivo, ana-
teligible, en definitiva, una orientación. De liza el autor, cuenta con diferentes estratos
ahí, la batalla de grupos sociales, con status de espesor, por lo que no debería entenderse
y poder diferentes, por establecer interpre- desligada de su dimensión de dominio y ne-
taciones y argumentaciones sobre lo que se gocio. La sociedad de la información implica
entiende por realidad: porque lejos de des- una sociedad tecnocrática que no contempla
cribir, los discursos generan, construyen la el conflicto de intereses sociales ni políticos,
realidad a partir de la relación dialéctica en- cuestiones que, hipotéticamente, habrían
tre significados, sujetos sociales y prácticas sido superadas, así como tampoco el valor
materiales. de uso del conocimiento. Sin embargo, las
Como es sabido, F. Lyotard, entre otros promesas de libertad y crecimiento econó-
filósofos, entendió la posmodernidad como mico del capitalismo informacional son in-
una etapa en la que las grandes narrativas disociables de la tecnología y la transparen-
(asociadas a la Modernidad) dejaban de te- cia informativa (the free flow of information);
ner sentido. Paradójicamente, hemos asis- un tándem que sí parece dar cauce global
tido desde el último cuarto del siglo pasa- a las tesis de F. Hayek basadas en informa-
do a la construcción y apuntalamiento del ción y sistema de precios como reguladores
gran relato, sustentado por diversas líneas y legitimadores del libre mercado; de forma
discursivas, de la racionalidad capitalista y que en el enjambre de redes los agentes eco-
la naturalización del mercado. Se trata de nómicos, bien provistos de dispositivos de
un potente dispositivo que ha ahormado información, pueden hacer libremente sus
el imaginario social y actuado como marco elecciones racionales. Hay, por tanto, una
de interpretación, proponiendo el horizon- tensión por el control de la significación y
te de lo pensable, los valores legítimos, el del uso de la tecnología: las dinámicas so-
conocimiento correcto o las reglas adecua- ciales que seamos capaces de establecer
das de interrelación social. La construcción -entre ellas pensar de forma compleja el es-
de la gran narrativa se ha apoyado en una pacio global digital, que, lejos de ser neutro,
neolengua con significantes repetidos “ad contiene una gramática relacional y políti-
nauseam” como sociedad de la información, ca, como puntualiza Sádaba- determinarán
innovación, “management” o emprendedu- si puede producirse un detournement de su
ría, algunos de los cuales son analizados y proyección hegemónica.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 18 - pp. 17-20 /M. Engracia Martin Valdunciel


Capitalismo cognitivo. Presentación

M. Zukerfeld enfoca su atención a las Derechos sobre Propiedad Intelectual relati-


formas de mercantilizar y privatizar el co- vos al Comercio (ADPIC). El conocimiento
nocimiento en el capitalismo. Su punto de del origen histórico de los procesos de acu-
vista avala, de alguna forma, la utilidad de mulación, sugiere el autor, deslegitima las
la categoría capitalismo cognitivo al validar medidas de imposición de derechos de pro-
el trabajo inmaterial como componente cla- piedad a países terceros.
ve de generación de valor y, por consiguien- La aportación de Amigot y Martínez
te, susceptible de expropiar y privatizar. aborda un aspecto clave analizado por los
Zukerfeld se sirve del sustantivo piratería teóricos del capitalismo cognitivo, cual es la
para referirse a formas de apropiación in- relevancia de la creatividad, la iniciativa, las
debida, tanto las rapiñas procedentes de pe- emociones, etc., de los sujetos para producir
queños piratas como las relativas a grandes valor. Los autores analizan cómo la promo-
corporaciones. No le interesa analizar por cionada figura del emprendedor, tanto des-
qué las raterías son perseguidas por la ley de el ámbito económico como del educativo,
y por los discursos dominantes mientras los y los valores positivos asociados a su imagen
grandes expolios entran dentro de la lega- (libertad, creatividad, pasión, autonomía,
lidad y son bien vistos. El autor pretende etc.), apelan al ajuste interno de los indivi-
subrayar la tesis según la cual la piratería, duos con formas de ser y de actuar que pue-
la apropiación indebida de conocimiento, den relacionarse con un aspecto de primer
habría sido, y es, una dinámica histórica del orden en el modelo productivo, “la subjeti-
capitalismo que se encuentra en la base de vidad puesta a trabajar”. Los investigadores
formación de grandes corporaciones o que proponen interpretar la promoción de la fi-
contribuyó a la acumulación de conocimien- gura del emprendedor como un mecanismo
to en países occidentales, como en la Inglate- de normalización y movilización subjetiva
rra de la Revolución Industrial o en los USA. para producir el sujeto que el capitalismo
De tal forma que, una vez adquirido un cier- precisa al extender el proceso productivo a
to status económico, la apropiación deja de toda la existencia, al difuminar la diferencia
ser rentable, por lo que se considera ilegal entre tiempo de vida y tiempo de trabajo en
y se persigue para hacer valer los derechos marcos de empleo cada vez más desregu-
propios sobre el conocimiento acumulado lados y desprotegidos. De tal forma que la
frente a terceros; estos procesos implican el (auto)disciplina para moldearse conforme
cercamiento de saberes mediante derechos al ideal que se propone desemboque en un
restrictivos relativos a la propiedad intelec- sujeto de rendimiento, como analiza B.C. Han
tual. Para ilustrar la tesis, el autor ofrece, a partiendo de las tesis de Foucault. El lugar
modo de estampas históricas, diferentes ca- que ocupan la subjetividad y las emociones
sos en los que muestra situaciones de pirate- en la producción, así como la precariedad y
ría: desde la expropiación del conocimiento subordinación -aspectos asociadas al trabajo
de los trabajadores propio del taylorismo (co- femenino- permiten a los autores entender
nocimiento que se traslada a las máquinas), la incorporación de estos rasgos a las nuevas
al fenómeno de la biopiratería asociada a la formas de trabajo como un proceso de femi-
expropiación de un saber colectivo ancestral nización. A partir del trabajo de campo con
que, al no estar registrado, se rapiña por personas emprendedoras, el análisis mues-
parte de las multinacionales. A Zukerfeld tra la tensión entre el discurso del ideal em-
le interesa destacar la situación de neocolo- prendedor (presentado como individuo au-
nialismo que los países propietarios de de- tónomo y soberano) y la práctica material,
rechos sobre la propiedad intelectual ejercen condicionada por contextos relacionales y
sobre el resto del mundo, principalmente en estructuras de desigualdad.
los países periféricos como América Latina; S. Corral centra su interés en estudiar
el fenómeno en el siglo XX y el XXI se pro- cómo la expansión del radio de acción de
duce mediante políticas de desregulación la racionalidad del mercado se materializa
con el protagonismo de la OMC a través de en la especificidad del denominado capi-
acuerdos restrictivos, como el Acuerdo de talismo académico en el medio universita-

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 19 - pp. 17-20/M. Engracia Martín Valdunciel


Capitalismo cognitivo. Presentación

rio. La lógica afecta tanto a la institución se ocultan las dificultades a la hora de le-
en sí como a los procesos de generación de gitimar la privatización del conocimiento
conocimiento o a la formación del capital mediante el ajuste de normativas, dado
humano que lleva a cabo. Principalmente, que los procesos de construcción de conoci-
como se sabe, a partir de condicionantes miento muestran a menudo un continuun
exógenos, como los recortes públicos en la entre autor/propietario/consumidor.
financiación de la Universidad o el some- Terminamos recuperando una de las
timiento de esta a criterios de rentabilidad ideas expuestas al principio de esta pequeña
y de cumplimiento de normas procedentes presentación: la conflictividad existente en
de diferentes agencias de control y acredita- la arena social por la producción y apropia-
ción. Entre las determinaciones endógenas ción de sentido y de poder. El hecho incues-
una de las más eficaces ha sido y es la in- tionable de la existencia de un gran relato no
troducción de la gestión empresarial como significa que las prácticas sociodiscursivas
fórmula de organización y funcionamiento. se reduzcan a la lógica de la reproducción y
Las aportaciones de Corral referidas a la del dominio absoluto de las opciones domi-
institución universitaria en México y sus nantes y naturalizadas de hegemonía. Como
concomitancias con otros países, como en se ha indicado en el editorial de este número
el caso español, no hacen sino certificar la –a propósito de las aportaciones realizadas
estandarización y la globalización de las por algunas plataformas de pensamiento
políticas económicas y educativas propues- crítico, como Fedicaria­­– ha habido, y hay,
tas por organizaciones internacionales. La discursos que retan lo establecido y pugnan
autora pone de manifiesto las contradic- por resignificar lo social de la misma forma
ciones entre una economía basada en los que hay prácticas materiales antagonistas
intangibles producidos de forma colectiva que proyectan narrativas diferentes al pen-
y la dificultad inherente para detectarlos y samiento dominante.
apropiarlos debido a su difusión, su vola- No nos queda sino agradecer a los inves-
tilidad y su carácter colectivo. También se tigadores que participan en el Tema del Año
da la paradoja de la necesidad, por parte su contribución para comprender mejor
del capital, de su control y planificación, y tanto algunas claves del modelo producti-
la dificultad de disciplinar la creatividad y vo como las formas que despliega el poder
la libertad asociadas a los procesos de ge- para incidir mejor en sus contradicciones a
neración de conocimiento, como ocurre en la hora de proyectar prácticas y discursos
el ámbito universitario. Por otra parte, no alternativos.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 20 - pp. 17-20 /M. Engracia Martin Valdunciel


Capitalismo cognitivo y Sociedad de la
Información: de la Innovación al Big Data

Igor Sádaba Rodríguez


Artículo recibido el 3 de mayo y aceptado el 12 de junio de 2016. Universidad Complutense de Madrid

Resumen
El Capitalismo cognitivo está íntimamente asociado a una serie de promesas que vehicula la
Sociedad de la Información y el Conocimiento a través de discursos que encumbran la información
y el desarrollo tecnológico de forma inigualable. Ello se ha construido históricamente a través de
la idea de Innovación como único modelo de cambio social y como supuesta salida a las diferentes
crisis capitalistas de las últimas décadas. Actualmente, las virtudes del Big Data, el gran magma
de datos que producen las tecnologías digitales, se perfilan como nuevas soluciones naturales a las
crisis financieras. Todo ello está preñado de un gran determinismo tecnológico y de una fetichiza-
ción naturalista del desarrollo técnico. Sin embargo, la obsesión por el crecimiento del Big Data y
la innovación tecnológica esconde en su interior el olvido del contexto social de tales fenómenos y
bloquea cualquier apropiación ciudadana de lo tecnológico.
Palabras clave: Capitalismo cognitivo; Innovación; Big Data; Determinismo tecnológico.

Abstract
Cognitive Capitalism and Information Society: from Innovation to Big Data
Cognitive Capitalism is closely associated with a series of promises that conveys the Infor-
mation and Knowledge Society through discourses that exalt the information and technological
development in unmatched form. This has been historically built through the idea of Innovation
as a unique model of social change and as alleged departure at various capitalist crises of recent
decades. Currently, the virtues of Big Data, the great magma of data produced by digital tech-
nologies, are emerging as new natural solutions to the financial crisis. All this is fraught with a
technological determinism and a naturalistic fetishization of technical development. However, the
obsession with Big Data growth and technological innovation forgets the social context of such
phenomena and blocks any citizen appropriation of technology.
Keywords: Cognitive capitalism; Innovation; Big Data; Technological Determinism.

Introducción sido conceptualizado a través de todos los


mecanismos que privatizan y mercantilizan
El “Capitalismo cognitivo” puede ser dicho conocimiento. En nuestro caso, el in-
abordado desde diferentes enfoques y mi- terés está en visualizarlo más bien como un
radas. Generalmente ha sido tratado como paradigma íntimamente asociado a las pro-
un mero modelo económico alimentado por mesas de una Sociedad de la Información y
el ciclo digital o nutrido de las colaboracio- el Conocimiento (SIC) que encumbra la in-
nes en red. Esto es, como un sistema pro- formación y el desarrollo tecnológico de for-
ductivo basado en la “inteligencia colectiva ma inigualable como valores (económicos).
y conectada” (VV.AA., 2004). También ha La evolución inexorable de las infraestruc-

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016), pp. 21-30 - 21 -


Capitalismo cognitivo y Sociedad de la Información

turas técnicas, se nos anuncia, proveerá de innovación tecnológica esconde en su inte-


una futura abundancia en conocimiento por rior el olvido del contexto social de tales fe-
encima de cualquier otro factor, garantizan- nómenos. Frente a ello, se podrían colocar
do un crecimiento ilimitado. los intentos de muchos grupos políticos y
Esta retórica promisoria se ha construi- ciudadanos por hacer un uso transforma-
do históricamente a través de una serie de dor y potencialmente subversivo o demo-
tópicos entre los que destacó, en un inicio, crático de las mismas. Por todo ello, una de
la idea de Innovación. Dicho término se ha las conclusiones que pretendemos apuntar
instalado en el vocabulario cotidiano como es que precisamente el Capitalismo cog-
el único modelo de cambio social y como nitivo se sostiene sobre concepciones casi
supuesta salida a las diferentes crisis eco- religiosas de la tecnología, presentando un
nómicas de las últimas décadas. Desde 1973 mundo donde la relación que establecemos
hasta las turbulencias actuales, la mitología con el espacio técnico es problemática para
neotecnológica (innovar a cualquier precio) una visión emancipadora.
ha ido creciendo como valioso horizonte
de soluciones y modelo de bienestar social.
Con posterioridad, las esperanzas del Big
La Sociedad de la Información y
Data, el gran magma de datos que produ-
ce el digitalismo y la actuación empresarial, el Conocimiento y el Capitalismo
junto con esas figuras heroicas denomina- cognitivo, una huida hacia adelante
das emprendedores, se perfilan como curas
naturales a las crisis financieras. Ante los Pensar la historia de las tecnologías ha
bloqueos y atolladeros del capitalismo glo- solido convertirse en un ejercicio de des-
balizado, las opciones individuales y tecno- cripción pormenorizada de minucias técni-
lógicas se postulan como las únicas posi- cas y supuestas anécdotas. Si bien son datos
bles. Más allá de su corrección, adecuación relevantes, en ocasiones, dichos esfuerzos
o éxito, pareciera que no pueden pensarse genealógicos deberían hacer aflorar las rela-
otro tipo de opciones o políticas posibles. Si ciones de cada tecnología con su entorno so-
algo se puede llamar Capitalismo cognitivo cial y no tanto consigo mismas. En ese senti-
también son todos esos relatos que engra- do, aquello que denominamos Sociedad de
san los dispositivos económicos y facilitan la Información y el Conocimiento (SIC), a
que la economía funcione como lo hace. pesar de la ubicuidad y presencia abruman-
En este artículo nos interesa centrarnos en te en el vocabulario cotidiano, tiene apenas
estos “discursos del presente” (Alonso y unas décadas. Como diría un autor famoso,
Fernández, 2013) para desvelar las posturas las nuevas tecnologías como esperanza de
que mantienen este modelo socioeconómi- progreso son un invento reciente. El contex-
co a pleno rendimiento. to en el que surge dicho término no es un
Posturas que, por cierto, y dando un remanso de libertad, emancipación o pro-
paso más, están preñadas de un gran deter- puestas alternativas sino de la maquinaria
minismo tecnológico en su versión contem- de la modernización capitalista occidental
poránea y sutil. Tal determinismo, el hecho del siglo XX. En ese marco, la llegada inicial
de considerar el desarrollo técnico como del ciclo tecnológico-digital conllevaba al
ente autónomo e independiente, sombrea menos dos grandes promesas.
y ningunea las condiciones institucionales, En primer lugar, Mattelart nos recuer-
políticas y sociales que permiten apropiar- da que, más allá de dónde hayan llegado
se de las tecnologías y hacer uso de ellas. finalmente esos procesos o dispositivos, el
Por todo ello, una supuesta carrera natural universo de la comunicación, desde el siglo
y neutra de hipertecnologización se nos XIX hasta ahora, está preñado de utopías y
presenta casi como la única utopía capi- distopías, de proyectos políticos futuros y
talista donde mercados y artefactos nos de sugerentes diseños sociales funcionales
convertirán a todos en individuos libres y a diversos momentos históricos (Mattelart,
plenos. La obsesión por el crecimiento y la 2001). La tecnología no es meramente un

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 22 - pp. 21-30 /Igor Sádaba Rodríguez


Capitalismo cognitivo y Sociedad de la Información

cachivache o dispositivo, sino también los nectada: tanto se reducía la tensión geopolí-
imaginarios sociales que le acompañan y le tica como se aflojaba la presión económica.
dan sentido. En concreto, el autor francés Por ello, si rastreamos, dicha termino-
nos habla del “envite geopolítico” que se logía, la SIC, aparece por primera vez en
abre tras la caída del muro y la irrupción los despachos occidentales y en institu-
de las tecnologías digitales como impulso ciones internacionales (OCDE, UNESCO,
a cierto capitalismo “sin mediadores, sin UE, etc.) que diseñaban con tiralíneas un
muros, sin leyes y sin fricciones”. De algu- futuro esperable desde el que abordar las
na manera, tras la guerra fría y el eterno problemáticas del colapso fordista y la gue-
enfrentamiento militar entre bloques, la rra fría. No en vano, el primero que utiliza
apertura a un planeta hiperconectado re- el término de manera sistemática es Peter
presentaba una promesa de “sociedad civil Drucker, un experto en las teorías del mana-
global” muy tentadora. No es extraño pen- gement, pero también otros autores de corte
sar, como ha ocurrido en otros momentos conservador como Daniel Bell. En tales cir-
históricos, que un nuevo medio de comu- cunstancias, las tecnologías digitales, que
nicación sea percibido como un proyecto despuntaban, supusieron una sugerente y
cosmopolita que tiene la posibilidad de moderna promoción del progreso técnico.
unificar y pacificar las diferentes corrien- La SIC era un nuevo modelo que, saturado
tes planetarias gracias a un mayor enten- de neutralidad y eficiencia, conseguiría re-
dimiento. ducir las tasas de desempleo altas y equili-
Por otra parte, en los años 1980, las re- braría los PIBs a la baja, ayudando de esta
des telemáticas que despuntaban no eran un manera a sostener las locomotoras indus-
simple medio para intercambiar informa- triales occidentales. De paso, proveería de
ción sino también una auténtica propuesta y un espacio de deliberación para los bloques
garantía de mejora y solución a los vaivenes militares y las culturas mundiales de ma-
de los mercados desbocados. Dicho de otra nera que canalizaría conflictos y fricciones
forma, el mundo que se abre a finales del si- diplomáticas.
glo XX, al calor de la introducción masiva de En ningún caso esto debe sonar a crítica
tecnologías digitales, se construye también furibunda. Resulta absolutamente normal y
con las economías occidentales de medio esperable pensar en ese momento que se es-
mundo pasando por baches o perturbacio- taba abriendo una ventana de oportunidad
nes. por parte de nuevas fuerzas tecnológicas
Como logo imaginado, la SIC, por tanto, que había que aprovechar. Las coyunturas
no solo sellaba las heridas de la bipolaridad esperanzadoras siempre son instantes en los
política sino que venía a parchear también que hay que tomar decisiones rápidas. Sin
los aprietos que arrancaban en el patrón oro embargo, lo relevante es que comenzaron
y en la crisis del petróleo de 1973 y que ha- a reorganizarse dispositivos sociales y dis-
bían dejado “tocados” los PIBs y el modelo cursivos alrededor de dicha encrucijada. Es
de crecimiento de las grandes potencias. En decir, comenzó a construirse la imagen de la
tal situación, la fe en que la tecnología pro- SIC como representación social valorada y
veería de una salida coordinada a una crisis circulante sin apenas contextualización his-
de productividad y a las altas tasas tanto de tórica o autocrítica. Ello trajo consigo una
inflación como de desempleo en el mundo segunda idea que se podría extraer en el
occidental rubricó una suerte de consen- siguiente epígrafe. Se configuró inmediata-
so bajo un término fabricado y acuñado en mente un modelo de cambio social basado
despachos y mesas de expertos. La SIC sería aparentemente solo en la innovación tecno-
el nuevo modelo de sociedad reticular inter- lógica como agente libre y autónomo por
conectada que reduciría el paro estructural y encima de cualquier consideración social o
administraría una salida turbo a los cuellos económica. Lo relevante, insistimos, es que
de botella industriales de los años 1970. Es el Capitalismo cognitivo también se alimen-
decir, se mataban dos pájaros de un tiro con ta de todas estas elaboraciones conceptuales
el advenimiento de una nueva sociedad co- y etiquetajes.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 23 - pp. 21-30/Igor Sádaba Rodríguez


Capitalismo cognitivo y Sociedad de la Información

Sociedad de la Innovación y la sistemas económicos de la segunda mitad


novedad tecnológica como cambio de siglo (ver, por ejemplo, el Libro Verde de
la Innovación, editado por la Comisión Euro-
social favorito
pea, 1995). En concreto, situamos la idea de
innovación como uno de los ejes discursivos
“We worship at the church of innova- de las argumentaciones y retóricas que pro-
tion. We take it as an a priori good”. yectan e impulsan al nuevo régimen econó-
[Adoramos la religión de la innovación. mico global dentro del cual el Capitalismo
La tomamos como un bien a priori] cognitivo encuentra acomodo.
(James Boyle) Además, la idea de innovación vino a
sellar una SIC deseable, posible y cuya di-
Lo que hemos denominado anterior- rección de destino fuera admitida sin amba-
mente como SIC implicaba varios cambios ges. La innovación se construyó a lo largo
de marco cognitivo y político a diversos ór- de los años 80 y 90 como el cambio tecno-
denes y no la simple aparición estrella de lógico que seguía la economía (o viceversa)
unas siglas convertidas en nuevo mantra. y que apuntaba hacia un progreso siempre
La SIC acarrea, por ello, no solo toda una en positivo. De esta forma, la connotación
nueva terminología sino una serie de ope- enorme del término aupaba cualquier me-
raciones sociales que van encajando varias dida innovadora en detrimento de todo lo
nociones e imaginarios que ayudan a poner- que no llevara dicho apellido. En esos años
la en circulación y dotarla de un sentido so- se consolidó con una presencia abrumadora
cialmente aceptado. Lo que, en la neolengua e intensa el así denominado paradigma de la
publicitaria, se conoce como storytelling, esa innovación. Independientemente de la posi-
capacidad de generar relatos que atrapan y ción en el mapa político, la disciplina o el en-
construyen una narración duradera donde foque, las dinámicas de innovación se mues-
los hechos encajan. La economía, y el capi- tran como soluciones integrales y únicas a
talismo más aún, tienen una capacidad infi- los males o patologías sociales (culturales,
nita de generar historias que doten de senti- científicas, económicas, tecnológicas, etc.).
do a sus actuaciones, donde los individuos Entendiendo la innovación siempre como
encuentren guías de actuación o marcos que un modelo de cambio social o como un tipo
les orienten. ideal de transformación que aúna economía
Así, a lo largo de la constitución de la y conocimiento (eficacia e información) se
SIC, la palabra “Innovación” fue tomando convirtió en una fórmula ubicua (ver, por
cuerpo y una posición privilegiada tanto ejemplo, la idea de “Innovación social”). Su
en el campo de la opinión pública como de omnipresencia, como decimos, se ha hecho
los discursos políticos. En apenas un par de normativa, forzando e impulsando una cul-
décadas, la Innovación se ha convertido en tura de la innovación que puede leerse en
un cliché sociológico, en un remedio y cura títulos como Innovate or Die!: A Personal Pers-
milagrosa para cualquier tipo de crisis y en pective on the Art of Innovation.
una palabra recurrente en la vida social. Nos Recordemos que la innovación represen-
encontramos ante un término muy positiva- ta un modelo de cambio social basado en
mente connotado que busca reflejar, de al- la novedad técnica o creativa, un supuesto
guna manera, los modelos de cambio social adelanto original que aparece como útil y
preferidos y ansiados. Sin embargo, la Inno- mejora, en algún sentido, las condiciones
vación es un vocablo cuyo origen hay que sociales de existencia. Pero “innovación” es,
buscarlo en el campo económico. Más en sin duda, un cajón de sastre que abarca rea-
concreto en la rama de la industria y la pro- lidades muy diversas que acaban igualadas
piedad industrial al calor del nacimiento de (una innovación médica con una innova-
las grandes corporaciones a principios del ción militar). Así, se constituye un signifi-
siglo XX. La referencia a la innovación co- cante que, denotando algo tan vago y etéreo
menzó a funcionar como palanca legitima- (innovar, inventar, copiar, difundir, etc.), se
dora o motor filosófico de gran parte de los encuentra muy connotado positivamente,

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 24 - pp. 21-30 /Igor Sádaba Rodríguez


Capitalismo cognitivo y Sociedad de la Información

al oponerse al estancamiento, a lo caduco u sis y sacudidas; y, más concretamente, fruto


obsoleto (la retórica de la innovación corre también, haciendo una pirueta materialista
paralela a la de modernización). De hecho, aquí, de las condiciones en que se producen.
discursivamente la innovación se ha coloca- El boom tecnológico de finales del siglo XX
do como un a priori incuestionable, indife- ha sido alimentado por el imaginario inno-
rente de la postura mantenida durante las vador pero también ha nutrido al mismo
discusiones o controversias examinadas. Lo hasta incrementarlo enormemente.
que ha llegado al punto de que haya quien La Innovación, por tanto, brota de una
ha etiquetado nuestros tiempos como “Era posmodernidad que descubre las socieda-
creativa” y las nuevas competencias inno- des tecnológicas (posindustrialismo, etc.),
vadoras como auténticas luchas de clases enfocando su energía hacia un cambio a
sociales (“creative class struggle”). En ese través de las máquinas. Si la Revolución
sentido, hemos alcanzado, tras un periplo justificaba movimientos políticos, obreros o
variado durante el largo siglo XX, lo que ciudadanos decimonónicos (o de principios
podríamos denominar una auténtica “socie- del siglo pasado), la Innovación va a legiti-
dad de la innovación”. mar otra manera de ver la realidad, la del
Si a cada época podemos adscribir un cambio tecnológico y los paradigmas eco-
modelo de cambio social favorito, la Revo- nómicos emergentes de finales del siglo XX.
lución, por suerte o por desgracia, parece Entre los cuales se halla, de manera prefe-
ir perdiendo fuerza; debilitándose el pro- rente, eso que denominamos el Capitalismo
tagonismo del que gozó. No constituye ya cognitivo.
el cambio social predilecto. No cayó en los En un libro ya clásico en la sociología
pozos del olvido pero quedó reducido al es- contemporánea, Robert Nisbet (1980) ras-
tandarte de pequeños grupos, fuera del con- trea, desde el mismo Hesíodo o Esquilo
senso hegemónico, mucho más prudente y hasta casi nuestros días, ese “optimismo
sosegado. Su lugar lo ocupó entonces este trágico” que ha sido la idea de progreso en
otro modelo de cambio social: la Innova- la cultura occidental y cómo esta permite
ción. Innovar ahora es el blanco de políticas comprender gran parte del espíritu moder-
y movimientos, el lugar que ansían países y no. Aquí mantenemos la hipótesis de que
organizaciones. Innovar es mejorar, es subir, el fatalismo tecnológico moderno (o las
es aumentar, es actualizarse y ponerse en ca- “tecnologías de la trascendencia”, como las
beza de una carrera invisible. El futuro no llama Noble, 1999, pp. 129-254) y la racio-
es más revolucionario, es innovador. La re- nalidad económica han redibujado la idea
volución produce monstruos, como los sue- de progreso. No ha desaparecido o muerto
ños de la razón. La innovación, en cambio, en el camino. En ningún caso ha sido en-
se nos advierte, siempre camina en la direc- gullida por las olas de la historia; más bien
ción correcta. La receta cambió, en todas sus se ha transformado al calor del capitalismo
dimensiones, pero el plato que promete es global e hipertecnificado en la noción de
similar a lo que nos ofrecía, en su momen- innovación, nuevo ideologema que encar-
to, la revolución. El único cambio social que na sueños e ilusiones sociales. El concepto
se busca, que se anhela, que se promueve clásico de progreso, como tal, ha quedado
masivamente, es aquel que conlleva la in- estancado, atrapado en críticas furibundas
novación. El progreso ya no pasa más, se- e inconsistencias teóricas, pero su alma so-
gún voceros e intelectuales orgánicos, según brevive en la esperanza innovadora actual.
diagnósticos y sensatos informes, por una Aclaramos, no obstante, que, si bien la in-
dislocación social que ponga patas arriba el novación (que deriva de “novedad”) no es
orden antiguo de una manera convulsa. Más lo mismo que el progreso (que tiene una
bien, debe perseguirse una paulatina nove- connotación claramente positiva y evolu-
dad que aumente la eficacia de lo existen- cionista), sí es un discurso que, repetido
te. Pero, la “ideología de la innovación” no hasta la saciedad, alberga en su interior la
proviene de la nada, sino que transporta la nueva versión camuflada de la vieja idea de
historia que le precede, es la memoria de cri- progreso.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 25 - pp. 21-30/Igor Sádaba Rodríguez


Capitalismo cognitivo y Sociedad de la Información

El Big Data como gran oportunidad por la maraña de información que nos des-
de negocio borda. El BD no deja de ser un modelo episte-
mológico con fuerte contenido político, una
Demos unos cuantos saltos en el tiempo suerte de neopositivismo digital que augura
y viajemos de los años bisagra entre el siglo la posibilidad de la objetividad controlada
XX y el siglo XXI al ya entrado y estrenado en la sociedad red. Simultáneamente, el tér-
siglo actual. Internet se ha mostrado como mino hace referencia a todo el nuevo sector
un fenómeno mucho más poliédrico y la- económico de las tecnologías de la informa-
beríntico de lo que cabría pensar a primera ción y la comunicación en donde existen sis-
vista. Ni mucho menos ha supuesto una so- temas que manipulan grandes conjuntos de
lución milagrosa a las problemáticas políti- datos. Las nuevas aplicaciones informáticas
co-económicas sino que más bien ha evolu- que se centran en la captura, el almacena-
cionado de manera bastante libre dando pie do, la búsqueda, la compartición, el análisis
a usos informales, alternativos y originales. o la visualización de toda esa información
Su topología y geometría distribuida ha pro- se abren como una novedad rupturista. Ello
piciado antes el uso participativo y contra- ha permitido desarrollar Data Warehouses
hegemónico que los raíles de una locomoto- y potentísimas herramientas analíticas que
ra económica perfecta. Es decir, coexiste una permiten gestionar apropiadamente esos
tensión estructural entre los usos más mer- grandes volúmenes. Sin embargo, no nos
cantiles de la red y las apropiaciones ciuda- interesa solo constatar que la tecnología ha
danas, entre las dinámicas empresariales o evolucionado de manera que los costes de
consumistas y los intentos de democratizar almacenamiento de Teras, Gigas y Petas de
las prácticas digitales. bytes está resultado exponencial. El objetivo
Frente a ello, lo que emerge es el casca- anunciado del Big Data no es sembrar de re-
rón de proa de un nuevo buque insignia del positorios y cementerios de datos dispersos
tardocapitalismo globalizado e interneteri- el globo sino convertir dichos datos en infor-
zado, una suerte de renovada aspiración al mación útil. Esa utilidad remite, en última
conocimiento y, por ende, el negocio perfec- instancia a la toma de decisiones. Y tomar
to, el Big Data (o Datos masivos). Nos en- decisiones no deja de ser, bajo el Capitalis-
frentamos a un término donde el adjetivo mo cognitivo, una oportunidad de negocio.
sustantiva tanto que empequeñece al térmi- Obviamente no estamos afirmando que no
no data al agrandarlo. El tamaño que ahora haya una situación novedosa donde abunde
sí importa. El Big Data (BD) resulta ser la la información (según IBM se generan más
nueva promesa de un mundo interconecta- de 2,5 quintillones de bytes diarios) sino
do donde la globalización de información cómo se ha enmarcado ese hecho sobre un
por sí queda subsumida en un paradigma encuadre seductor de futuro valor económi-
de conocimiento y objetividad masivos. Di- co. Es decir, de qué manera un hecho técnico
cho de otra forma, la nueva moda del Capi- se reviste con el ropaje comercial otorgándo-
talismo cognitivo es el Big Data en su ver- le legitimidad (la neutralidad de la máquina
sión de nueva utopía. Ahora lo que comien- está detrás) y la enésima esperanza de ges-
za a reiterarse es que el “uso inteligente” de tión empresarial triunfante; un anhelo que
la información favorece que las empresas se tiñe de los más apocalípticos nombres
conozcan y radiografíen a sus clientes en un como el de “dataclismo digital”.
“entorno competitivo”. En ese sentido, nos hemos desayunado
El Big Data (Mayer-Schönberger y Cu- portadas y reportajes a todo color en los me-
kier, 2013) se ha presentado en sociedad en dios planetarios anunciando a bombo y pla-
las portadas de The Economist, The Wall Street tillo el advenimiento de este nuevo mesías
Journal o Newsweek anunciando ser el santo tecnológico. El Big Data vendría a iluminar
grial que nos librará del océano de bits in- la oscuridad de la era digital prescribiendo
cesantes y de una globalización desbocada. un nuevo camino por el que todos debemos
Solo a través de una gestión eficiente del transitar. La fórmula se nos antoja ya cono-
magma digital evitaremos ser sepultados cida: la mezcla de capitalismo y digitalismo

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 26 - pp. 21-30 /Igor Sádaba Rodríguez


Capitalismo cognitivo y Sociedad de la Información

toma esta vez cuerpo en otro modelo de institucionales y culturales o la acción social
economía tecnológica. Ya no estamos bajo siempre en un lugar secundario o subsidia-
el rótulo permanente de la Innovación sino rio.
de otro esquema similar en objetivos pero Por todo ello, la constelación de prác-
diferente en procedimientos, el Big Data. ticas y mantras del Capitalismo cognitivo
Nuevamente, comparte con su predecesor están todas atravesadas por una concepción
la idea de que existe un método adecuado y de la tecnología tremendamente antisocial
preciso, matemático y beneficioso, en el que y, como hemos tildado utilizando a Roland
el conocimiento se articula con éxito con la Barthes cuando mencionaba el consumo y la
economía. El Capitalismo cognitivo supone cultura moderna, casi mitológica (Barthes,
toda esa serie de combinaciones y engarces 1980). Nos referimos a lo que, en otros lu-
entre las lógicas económicas y el ciclo tecno- gares o escritos, se ha denominado como
lógico. “fetichismo tecnológico”: la conversión del
hecho técnico en un objeto ritual y diviniza-
do, una suerte de mano invisible creadora y
El nuevo determinismo tecnológico organizadora. La dificultad para conceptua-
y el ciberfetichismo lizar el cambio técnico conduce con frecuen-
cia a su abandono teórico y al “tic interpre-
Esos movimientos de incorporación de tativo” que otorga capacidades voluntarias
lo técnico hacia lo económico que propulsan e independientes al devenir técnico. Todo
la Innovación y el Big Data han venido tam- ello puede incluirse en las nuevas ideologías
bién acompañados de otra postura crecien- economicistas globales que se promueven
temente popularizada pero más invisible, como soluciones mágicas y mundiales en un
una cierta dinámica autónoma y mitológica nuevo marco planetario y social. Otro ejem-
de lo tecnológico. Podríamos titular la si- plo que obviaremos por economía de espa-
tuación como de cierto revival del “deter- cio sería esa nueva obsesión por explicar
minismo tecnológico” (Marx y Smith, 1996). todos los acontecimientos pura y exclusiva-
La expresión más depurada de este vector mente por su geometría reticular, otorgando
social lo conforma la idea de que hay que a las redes una virtud de transformarlo todo
adaptarse a las nuevas tecnologías pues son de manera casi mágica. Libros como Sociono-
los agentes sociales los que tienen que ajus- mía ¿Vas a perderte la revolución social? (Reig,
tar sus actividades a los dictados técnicos, 2012), cuyo título de por sí ya es bastante in-
al camino marcado caprichosamente por la dicativo de este enfoque, reduce la densidad
evolución de máquinas, chips y cables. El de los fenómenos sociales a la topología de
crecimiento y las cuestiones institucionales las redes, que no deja de ser otro modo de
son dependientes, en grado cada vez más fetichismo técnico. Este tipo de reticulitis in-
alto, de los vientos favorables o desfavo- tenta explicar la obesidad, el tabaquismo o
rables del mundo técnico. Y las soluciones el acné en función de nuestro lugar en una
a los problemas sociales pasan en mayor o red de amistades, como si las posiciones de
menor medida por buscar alguna solución conexión tuvieran toda la capacidad causal
procedimental tecnificada, lo que Morozov para este tipo de fenómenos.
denomina el “Solucionismo tecnológico” Frente a ello, existen numerosos ejem-
(Morozov, 2015). Es decir, casi todas las pos- plos que demuestran que muchas de las in-
turas, paradigmas o visiones que hemos novaciones de las que ahora nos vanagloria-
ido mencionado como constitutivas de la mos no dejan de ser carambolas históricas.
galaxia del Capitalismo cognitivo adolecen El origen de Twitter, pocas veces se comen-
de ese cliché intelectual o esa manía inter- ta, proviene de un software previo deno-
pretativa que asociamos al determinismo minado TXTMob que usaban los activistas
tecnológico. Más allá de las etiquetas, todas para coordinarse durante las movilizaciones
han dado en suponer una inevitabilidad ais- contra la convención del partido republica-
lada del cambio tecnológico con diferentes no en 2004 en EEUU. Unas 5000 personas
grados y matices, colocando los contextos se aprovecharon de dicha herramienta para

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 27 - pp. 21-30/Igor Sádaba Rodríguez


Capitalismo cognitivo y Sociedad de la Información

organizarse mediante el envío de pequeños termina siendo un elemento simple de pro-


textos y evitar las trampas policiales. Los ducción de valor económico.
disturbios que tuvieron lugar en Inglaterra Pero lo más llamativo es que las vías so-
en 2011, se pensaron siempre como fruto bre las que se ha deslizado el Capitalismo
de la savia maligna de los tuits recorriendo cognitivo de los últimos tiempos son re-
el territorio indignado. Sin embargo, gran levantes porque contienen toda la dimen-
parte de los participantes reconoció poste- sión aparentemente neutral y consensuada
riormente que había utilizado blackberrys de muchos discursos económicos sobre el
para coordinar sus acciones (Comité Invisi- proceso globalizador en curso y numerosas
ble, 2015). El 15-M español o la Primavera políticas públicas en casi todos los países
Árabe también parecen haber sido tecnode- del planeta. La mercantilización no deja de
pendientes en muchos aspectos, asumiendo asentarse en imaginarios científicos y natu-
el papel propagador de redes y tecnologías rales como los que le provee el marco tec-
que fueron diseñadas con otros fines origi- nológico. Entiéndaseme, no estoy culpando
nales. En tal caso, sin ser demasiado deter- al ciclo digital. Como dice César Rendueles
ministas, entendiendo el papel jugado que (2013), el problema no es si la tecnología es
es innegable, cabe dar un paso más y pre- neutra o no, los que no somos neutros so-
guntarse si realmente la evolución tecnoló- mos nosotros. Internet y toda la ola técnica
gica apunta hacia una meta cerrada por la que le acompaña han sido utilizados como
planificación comercial que la pretende di- la excusa perfecta, la coartada ideal para jus-
rigir o más bien interacciona con un magma tificar modos de poder político y económico
social con consecuencias impredecibles. El muy particulares.
resultado ha sido también una réplica de es- Por ello, aunque no de forma manifies-
peranza tecnológica y una nueva ola de con- ta, la mayoría de discursos del Capitalismo
fianza neodigital que aguarda la democra- cognitivo siguen explicando el cambio técni-
tización que Internet proveerá. Tecnologías co y presencia tecnológica como fruto único
que fueron concebidas para fines mercanti- de los agentes económicos principales (las
les facilitan la difusión masiva y la convoca- empresas) en su carrera por obtener bene-
toria de acciones ciudadanas. Sin embargo, ficios privados. La competitividad globali-
hay que ser prudentes. Gran parte de las zada y los bloques geopolíticos compelen a
utopías de izquierda se han dejado, de algu- producir las mejores condiciones en las que
na manera, arrastrar por esta marea intensa “nuestros representantes económicos” ac-
que ha supuesto pensar lo técnico como un túan. Hay que movilizar, entonces, el resto
ámbito neutro, dispuesto a ser usado, al al- social (lo institucional, lo normativo-legal,
cance de nuestra mano, asépticamente equi- lo extra-económico, etc.) para crear las con-
librado y afín a cualquier intento de cambio diciones óptimas en las que las corporacio-
social. Sin embargo, poco se ha dicho sobre nes puedan operar, ya que son ellas el motor
los condicionantes sociopolíticos del uso y la fuerza fundamental del progreso técni-
tecnológico, sobre las limitaciones o contra- co y social. La moraleja es que debido a esta
partes de la digitalización constante o sobre concepción mercantil del mundo, la tecno-
las utilidades diversas y ambivalentes de las logía se ha transformado en un mero fetiche
mismas aplicaciones o aparatos. Si ese desfi- que justifica, sostiene, acompaña y refuerza
le de casos exitosos que hemos mencionado el lado capitalista del mismo.
consiguió ciertos objetivos seguramente fue Ello es debido a que la tecnología encar-
por su actuación estratégica y consciente en na, en ciertos términos, un “progreso” ac-
la que lo técnico se articulaba con otros mu- tualizado, una actitud social utópica y futu-
chos ámbitos. Estas ideas nos colocan sobre rista que anhela avanzar de forma positiva
la pista de un mundo tecnopolítico mucho hacia algún lugar o destino (sin saber cuál).
más complejo de lo que suele pensarse en Se ha establecido como nuevo paradigma
primera instancia. Ni cualquier instrumento normativo o motivacional, un a priori que
electrónico aúpa revueltas o dirige manifes- forma parte del inconsciente colectivo (con
taciones ni cualquier software o cachivache frecuencia independiente del mapa ideo-

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 28 - pp. 21-30 /Igor Sádaba Rodríguez


Capitalismo cognitivo y Sociedad de la Información

lógico). De esta manera, siempre y cuando líticas, han funcionado como parte del es-
se correlacione o vincule retórica y teórica- queleto invisible sobre el que se erigen los
mente (empíricamente no se ha podido ha- nuevos modelos económicos.
cer de manera concluyente) el papel de las El Capitalismo cognitivo, entonces, cris-
políticas económicas a las prácticas tecno- taliza sobre un haz de discursos que emana
lógicas de las empresas, serán aceptadas las de ciertas circunstancias históricas y que tie-
primeras casi como dogma de fe. No está de ne un vínculo fuerte con la presencia tecno-
más recordar aquí la tercera ley de Clarke, lógica: determinismo tecnológico, retórica
enunciada por el famoso escritor de ciencia del progreso e innovación, gestión precisa y
ficción: “Toda tecnología lo suficientemente predicción a través de la información, etc. Es
avanzada es indistinguible de la magia”. Lo decir, ha conseguido tomar cuerpo median-
que no deja de ser una consecuencia de la te una especial y particular interpretación
mercantilización extrema del cosmos tec- de la vida social y de lo digital. En el tiempo
nológico y de la vida social en la que todo de las redes sociales, gobernar significa tam-
queda reducido a un fetiche útil y valorable. bién gestionar la interconexión tecnológica
asegurando una circulación completa de la
información para que pueda ser convertida
A modo de conclusión en valor económico. Lo relevante es que una
de las consecuencias de tal grado de actua-
Hemos dedicado nuestra mirada algu- ción y apropiación económica genera un fe-
nos de los discursos que sostienen el para- tichismo limitante del ámbito tecnológico,
digma del Capitalismo cognitivo, tópicos reduciendo sus capacidades liberadoras.
subyacentes o corrientes subterráneas que Nuestra intención no se ha limitado a pre-
dan vida y alimentan un modelo de capita- sentar algunos trazos generales de esas idea-
lismo ultratecnificado y digitalizado que se fuerza que son el motor de casi todas las po-
impulsa sobre el conocimiento como abs- líticas tecnológicas actuales y el pilar ideoló-
tracción económica. En ese sentido, hemos gico de las doctrinas económicas del cambio
querido llamar la atención sobre dos pilares tecnológico que ha permeado casi todas las
básicos de este despegue turbocapitalista discusiones internacionales. A partir de ello,
virtual, dos mediaciones que le han nutri- nos ha interesado subrayar que el terreno di-
do en las últimas décadas. Por un lado el gital global no es un mero espacio neutro de
paradigma de Innovación, como la impo- comunicación sino un proyecto político de
sición de un modelo empresarial orientado primera magnitud. El papel de las empresas,
a extraer invenciones originales o planes de los algoritmos, de los servicios online o
novedosos a través de lo tecnológico en un de los tipos de usuarios define o condiciona
movimiento ininterrumpido y acelerado. de manera clara las relaciones sociales que
Movimiento que, por otra parte, no llega a son posibles, frecuentes o hegemónicas. El
cuestionarse ni a vincularse, en ningún mo- universo que se ha ido configurando en los
mento, con otros valores, contextos o entor- últimos tiempos en torno a los nuevos ciclos
nos sociales. Por otro, una especie de nuevo digitales no es un inocente decorado para la
bálsamo todo-lo-cura bautizado como Big vida contemplativa y ociosa sino que pres-
Data y que consiste en reunir, escudriñar y cribe ciertos modelos de acción e interacción
explotar grandes volúmenes de datos. Se por encima de otros. La aparente naturalidad
nos anuncia una acumulación informativa de lo técnico esconde tras de sí un mundo de
que pasa a ser acumulación económica en el silicio, routers y tablets donde el capitalismo
proceso mismo de asociar ese coctel de ci- realmente existente puede operar sin perder
fras a la idea de un “conocimiento útil”, un un ápice de su naturaleza. Las tecnologías
fast food informático que permite orientarse de la información realmente existentes no
en la incertidumbre globalizada de los mer- solo tejen mallas comunicativas sino que son
cados. Nuestra propuesta es que las ideas de una auténtica gramática relacional y políti-
innovación y de Big Data, instaladas en la ca, modulando hasta los nuevos modos de
opinión pública y en las declaraciones po- gobierno mundial. Sin embargo, como todo

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 29 - pp. 21-30/Igor Sádaba Rodríguez


Capitalismo cognitivo y Sociedad de la Información

ello se deriva de una aproximación tecnoló- a un nivel bastante más profundo de lo que
gica, reticular o ingenieril, pareciera que son parece y se salvaguarda equilibrado sobre
formas científicas de gestionar el mundo y discursos promisorios con respeto al mundo
no un modo concreto de seguir ejerciendo digital, intensificando una fe en una tecno-
un dominio empresarial. logía neutra y salvadora siempre y cuando
En ese sentido, pueden resultar algo in- se articule y encaje con los mercados. Ya sea
genuas o desproporcionadas las tesis de Ma- mediante un supuesto cambio social técni-
son en su libro Postcapitalismo (Mason, 2016), co como a través de un negocio basado en
en el que predice el fin del capitalismo por exprimir miríadas de datos, el Capitalismo
el crecimiento de la economía colaborativa cognitivo deambula sobre una concepción
digital. Digamos que, según este autor, pro- tremendamente fetichista de la tecnología
yectos como Wikipedia vendrían a comerle que limita mucho una apropiación ciudada-
el terreno al industrialismo clásico, que se na y sensata de la misma.
vería desalojado ante el avance imparable de
la cooperación en red y tendría sus días con-
tados. De esta manera, argumenta y augura REFERENCIAS
Mason, el capitalismo que conocíamos hasta
ALONSO, L.E. y FERNÁNDEZ, C. (2013). Los dis-
finales del siglo XX será sustituido por una
cursos del presente. Un análisis de los imaginarios
suerte de economía colaborativa que crece sociales contemporáneos. Madrid: Siglo XXI.
sin parar. Sus provocadoras ideas sugieren BARTHES, R. (1980). Mitologías. México: Siglo
una especie de sustitución de los engranajes XXI.
mercantiles precisamente por cooperación COMISIÓN EUROPEA (1995). Libro Verde de la
desinteresada. Podría resultar naif pensar Innovación, Bruselas. <http://www.cordis.
que este último modelo de actuación frente lu/innovation/src/grnpap1.htm>.
al mercado y a la tecnología supone de facto COMITÉ INVISIBLE (2015). A nuestros amigos.
una superación completa del capitalismo. Logroño: Pepitas de Calabaza y Ediciones del
Sin embargo, es cierto que al menos en su sur plus.
formulación discursiva (aunque no siempre MARX, L. y SMITH, M. R. (1996). Historia y de-
práctica) presupone un cuestionamiento de terminismo tecnológico. Madrid: Alianza Edi-
las dinámicas de mercantilización. Y este torial.
nuevo paradigma de actuación no deja de MASON, P. (2016). Postcapitalismo. Hacia un nuevo
albergar movimientos sociales que surgen futuro. Barcelona: Paidós.
a partir de las disyuntivas y los atolladeros MATTELART, A. (2001). Historia de la Sociedad de
a los que se enfrentan los movimientos pre- la Información. Barcelona: Paidós.
vios en su intento por compatibilizar redes MAYER-SCHÖNBERGER, V. y CUKIER, K.
comunicativas y tecnológicas con configura- (2013). Big data. La revolución de los datos masi-
ciones económicas. Sin embargo, quedaría vos. Barcelona: Turner Noema.
MOROZOV, E. (2015). La locura del solucionismo
por ver hasta qué punto tales procesos co-
tecnológico.Madrid: Clave Intelectual-Katz.
laborativos online o acciones conectivas son
NISBET, R. (1980). Historia de la idea de progreso.
compatibles o no con el capitalismo. Es de-
Barcelona: Gedisa.
cir, las comunidades online organizadas en NOBLE, D. (1999). La religión de la tecnología: la
red y movilizadas políticamente cooperan divinidad del hombre y el espíritu de invención.
produciendo conocimiento e información Barcelona: Paidós Ibérica.
e intentando lidiar con lo tecnológico y lo REIG, D. (2012). Socionomía. ¿Vas a perderte la revo-
económico a la vez. Por lo visto hasta ahora lución social? Deusto: Deusto Ediciones.
no podemos afirmar que sean un disolvente RENDUELES, C. (2013). Sociofobia. Madrid: Capi-
del capitalismo pero sí una posible fuente de tán Swing.
fricciones con el mismo. VV.AA. (2004). Capitalismo cognitivo, propiedad in-
En definitiva, hemos pretendido visuali- telectual y creación colectiva. Madrid: Trafican-
zar que el Capitalismo cognitivo se mueve tes de Sueños.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 30 - pp. 21-30 /Igor Sádaba Rodríguez


La piratería des-comunal: los orígenes de la
acumulación capitalista de conocimientos

Mariano Zukerfeld
Artículo recibido el 21 de abril y aceptado el 11 de junio de 2016. Universidad de Buenos Aires

Resumen
Este artículo intenta llamar la atención acerca de las apropiaciones gratuitas de conocimientos
por parte de las unidades productivas dedicadas a la acumulación cognitiva. Específicamente,
proponemos que esta piratería capitalista, lejos de ser una anomalía, es central en el despegue de
las mismas. Para ello, el texto parte de contrastar dos tipos de piratería. De un lado, aquella con-
ducida por pequeños actores que busca socializar conocimientos privados y que es la que habitual-
mente se señala y condena. De otro, aquella que se produce con fines de lucro por parte de grandes
corporaciones. Para analizar esta última, que denominamos piratería descomunal, se reseñan una
decena de ejemplos históricos. Finalmente, se presenta una sistematización y se concluye que el
camino que siguieron en sus orígenes las unidades productivas especializadas en la acumulación
de conocimientos es el opuesto al que el ADPIC (Acuerdos sobre los Derechos de Propiedad Inte-
lectual relativos al Comercio) les ha impuesto a los países importadores de propiedad intelectual
respecto de la piratería.
Palabras clave: Capitalismo cognitivo; Conocimiento; Explotación; Propiedad intelectual;
ADPIC.

Abstract
Un-common Piracy: The origins of capitalist knowledge accumulation
This paper is aimed to discuss unpaid knowledge appropriations conducted by capitalist firms,
particularly in their process of takeoff. In this regard, the paper contrasts two kinds of piracy: on
the one hand, that performed by small actors and aimed to socialize private knowledge. On the
other hand, that carried out for profit by big corporations. In order to analyze the latter, that we
call Un-common piracy, we review some ten historic examples. Finally, we present a systematiz-
ation and we conclude that the historically successful path towards knowledge accumulation is
the opposite to the one that has been imposed by TRIPS on intellectual property importers coun-
tries regarding piracy.
Keywords: Cognitive capitalism; Knowledge; Exploitation; Intellectual Property; TRIPS.

Introducción: voces sobre la capitalismo cognitivo o informacional (Cas-


piratería común tells, 1997; Fuchs, 2008; Zukerfeld, 2010),
los debates sobre la piratería han emergi-
El polémico y despectivo término pirate- do a la cotidianeidad. Específicamente, las
ría lleva siglos siendo utilizado para desig- transformaciones productivas asociadas a
nar a las más variadas formas de apropia- la masificación de las tecnologías digita-
ción gratuita de conocimientos. Pero sólo en les e Internet han alimentado toda clase de
los últimos años, con el advenimiento del polémicas públicas respecto a la propiedad

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016), pp. 31-41 - 31 -


La piratería des-comunal: los orígenes de la acumulación capitalista de conocimientos

del conocimiento. Por supuesto, las corpo- Silencios sobre la piratería


raciones exportadoras de propiedad inte- descomunal
lectual (y los Estados que les representan)
han intervenido vigorosamente en tales Con todo, tanto quienes quieren encar-
polémicas. Desde mediados de la década celar a los piratas como quienes festejan sus
de 1970 hasta la fecha, estas corporaciones actividades comparten algunos acuerdos tá-
han articulado y difundido un conjunto citos. Por lo pronto, entienden que los pira-
de discursos en los que se presentan como tas son actores más pequeños y débiles que
doncellas ultrajadas por despiadados cor- aquellos otros cuyos conocimientos captu-
sarios cognitivos. Como ejemplificaba un ran. Más importante, asumen que la piratería
comercial, copiar una película sería similar es una actividad que ocurre fuera de la ley, y
a robar un auto, y ambas cosas merecerían que, por lo general no tiene fines de lucro. Sin
reacciones morales y punitivas idénticas. embargo, estos acuerdos soslayan dos cues-
De lo contrario, las firmas carecerían de in- tiones fundamentales para una perspectiva
centivos para invertir, crear e innovar. Las crítica. La primera concierne a la oposición
sociedades, sigue el argumento, notarían idealizada que plantean los heterogéneos
más pronto que tarde cómo las obras artís- defensores de la piratería, entre gigantescas
ticas y las invenciones tecnológicas termi- multinacionales que exprimen al máximo
narían desapareciendo. No nos concierne sus derechos de propiedad intelectual, y pe-
aquí discutir este tipo de teorías. Sí importa queños y generosos partidarios de la libertad
señalar que, apoyada en razonamientos de que violan tales leyes. Esto evita señalar que,
este tenor y con el fin de resguardar el lucro aunque en muchos casos los llamados pira-
de los empresarios informacionales, la ma- tas son efectivamente agentes socializadores,
quinaria capitalista impulsó en las últimas en otros tantos actúan con fines de lucro,
cuatro décadas un violento avance de los de reprivatización. Como veremos, en tales
derechos de propiedad intelectual. Ya sea casos su horizonte no es el de constituir co-
que se midan las cantidades de derechos munidades autónomas, soviets o asambleas
concedidos o las leyes específicas sanciona- de barrio, sino firmas tan rentables como sea
das; el alcance geográfico de tales derechos posible. De este modo, la división política
o los entes abarcados por los mismos; las fundamental no es la que demarca la ley, ni la
penas sufridas por los infractores o la liti- relativa al tamaño de los navíos pirata, sino
giosidad de los titulares, el resultado es el la que apunta al destino de los tesoros que
mismo: todas las variables apuntan hacia portan: ¿serán éstos objeto de alguna forma
una expansión nunca antes vista (Lessig, de socialización o, por el contrario, resultarán
2004; Drahos y Braithwaite, 2002; Zuker- celosamente mercantilizados?
feld, 2010). Pero, por otro lado, ambas perspectivas
No obstante, tanto los discursos men- suelen silenciar el hecho histórico clave:
tados como sus expresiones jurídicas han es el capital el que, adecuando la ley a sus
recibido duras invectivas, provenientes necesidades, siempre se ha erigido sobre
desde los más variados rincones del es- la base de la apropiación gratuita de cono-
pectro político. Y si el pirata es el enemigo cimientos. Particularmente, los países y ra-
de los titulares de propiedad intelectual, mas industriales que han acumulado gran-
su nombre se ha vuelto el estandarte de des masas de conocimientos, esto es, los que
quienes se les oponen. Así, la defensa de luego han guerreado contra la piratería, sólo
la piratería ha devenido en un improbable han podido ponerse de pie gracias al auxilio
punto de reunión de liberales, socialdemó- de ésta. De modo que la clave de la crítica
cratas y anticapitalistas. Heredero de una a la ideología de los centros hegemónicos
épica romántica y disruptiva, portador no está en reivindicar alegremente la apro-
de una vocación horizontal e innovadora, piación gratuita de conocimientos, sino en
el pirata es retratado por sus partidarios señalar cómo los principales perpetradores
como un cruzado del “conocimiento libre” de piratería han sido aquellos Estados y cor-
(Philip, 2008). poraciones que hoy se rasgan las vestiduras

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 32 - pp. 31-41 /Mariano Zukerfeld


La piratería des-comunal: los orígenes de la acumulación capitalista de conocimientos

ante ella. En lugar de glorificar la piratería luchan contra la mercantilización del saber
módica de los pueblos, hay que emparentar- con las que la prohíjan. Así, en un extremo
la y contrastarla con otra menos visible, la encontramos a la piratería común. Común
piratería descomunal del capital. porque, previsiblemente, es la piratería cono-
Por más disruptivas que puedan resul- cida, frecuente. O, mejor, porque es la que el
tar estas ideas, no es necesario ir a buscar su sedimento ideológico que nos gobierna nos
fuente en Nietzsche o algún otro pensador ha acostumbrado a nominar de ese modo.
políticamente incorrecto: ya estaban per- Sin embargo, es una piratería común en un
fectamente claras hace un milenio y medio sentido más profundo, ese que reivindican
para San Agustín, cuando narraba la audaz desde los cibercomunistas de la periferia has-
respuesta de un pirata llevado en presencia ta algunos liberales norteamericanos: toma
del mismísimo Alejandro Magno. conocimientos privados e, ilegalmente, los
socializa; descongela saberes cercados y los
“Si de los gobiernos quitamos la justicia, ¿en qué se arroja a la corriente social. En cambio, a la
convierten sino en bandas de ladrones a gran escala? Y otra piratería cabe llamarla des-comunal por
estas bandas, ¿qué son sino reinos en pequeño? Son un
los motivos inversos. Es una piratería que
grupo de hombres, se rigen por un jefe, se comprome-
ten en pacto mutuo, reparten el botín según la ley por suele ser gigantesca y opaca; magna y silen-
ellos aceptada. Supongamos que a esta cuadrilla se le ciosa (aunque también puede ser pequeña
van sumando nuevos grupos de bandidos y llega a cre- y tratar de disfrazarse de piratería común).
cer hasta tomar ciudades y someter pueblos: abierta- Pero, ante todo, esta es una piratería que
mente se autodenomina reino, título que, a todas luces, des-comunaliza: succiona conocimientos que
le confiere no la ambición depuesta, sino la impunidad fluían como bienes comunes, ajenos a las ex-
lograda. Con toda finura y profundidad le respondió al
célebre Alejandro Magno un pirata caído prisionero.
clusiones de la propiedad y el mercado, y los
El rey en persona le preguntó: — ¿Qué te parece tener transforma en mercancías. Ahora bien, mien-
el mar sometido al pillaje? — Lo mismo que a ti –res- tras de la piratería común, nos guste o no, los
pondió– el tener el mundo entero. Sólo que a mí, como medios nos informan ampliamente, pocas
trabajo en una ruin galera, me llaman bandido, y a ti, noticias, si es que alguna, nos llegan de la pi-
por hacerlo con toda una flota, te llaman emperador” ratería descomunal, de la explotación cogni-
(San Agustín, 2007, p. 229)1.
tiva. A testimoniar sobre su vida y milagros
dedicamos lo que queda de este artículo.
Así, no se trata de negar la piratería de
quien la ejerce en pequeña escala –la estrate-
gia de cierto progresismo–, sino de señalar a Una decena de historias sobre la
quienes la ejercen en una dimensión gigan-
piratería des-comunal
tesca y legal. No es cuestión de exculpar al
pequeño pirata, sino de apuntar a Alejandro Amoldar la ley para favorecer determi-
Magno. En efecto, la anécdota pone de relieve nada apropiación gratuita de conocimientos
una práctica usual del poder: tallar las nor- (y a la vez coartar otras) es un procedimiento
mas para escindir dos modos de actuar que que existe, al menos, desde que se origina-
presentan más afinidades que diferencias. ron las regulaciones modernas sobre el co-
nocimiento. La primera legislación de pro-
piedad intelectual es el Acta de Venecia, de
Dos clases de piratería 1474. Mediante ella, se concedían patentes
(derechos monopólicos sobre conocimientos
Es necesario, entonces, trascender las técnicos) no tanto a quienes inventaran des-
oposiciones que establecen la ley y el sentido de la nada artefactos sino, ante todo, a quie-
común, y separar a las apropiaciones gratui- nes trajeran a esa república saberes prácticos
tas de conocimientos de un modo distinto, desarrollados en geografías distantes (Da-
uno que permita contrastar las prácticas que vid, 1993). En efecto, las antiguas patentes

1 Debo el descubrimiento de este bellísimo pasaje y mi agradecimiento consecuente a Kavita Philip (2008).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 33 - pp. 31-41/Mariano Zukerfeld


La piratería des-comunal: los orígenes de la acumulación capitalista de conocimientos

no protegían la originalidad ni la creación side effect of stimulating a level of inventive activity


(May y Sell, 2006; David, 1993). that was about right. By cheating the few, it benefitted
the many. Had there been no patent system altogether,
Tan es así que durante los dos siglos si-
or had no one ever been able to get rich on fourteen years
guientes los derechos de lo que hoy llama- of monopoly, the level of inventive activity may have
mos “inventor” serían hijos de las prerro- been lower. Honor alone would not have been enough in
gativas del importador.2 some industries. On the other hand, had the system been
La etimología del término inventar, a fin de more open and accessible, and had patents been more
cuentas, significa “hacer venir”, y no “crear”. enforced, blocking patents and monopolies in rapidly
Más aún, las políticas de espionaje cognitivo changing industries may have slowed down the pace of
progress. As it was, it may just have been enough to help
de las Coronas europeas no eran ningún se- keep Britain as the Workshop of the World until deep
creto. Así, en los albores del capitalismo, na- into the nineteenth century” (Mokyr, 2008, p. 19).
cen instituciones pergeñadas para, a la vez,
apropiarse de conocimientos ajenos y luego Mokyr entiende, de manera parecida a
excluir de ellos a terceros (Biagioli, 2006). Dutton (1984), que el sistema de patentes
Un poco más tarde, hacia fines del siglo inglés contribuyó con la revolución indus-
XVIII, la revolución industrial, el evento eco- trial mediante un equilibrio curioso y no
nómico decisivo de la sociedad occidental, buscado. Estimuló una fantasía de enrique-
también se sirvió de la explotación cogniti- cimiento individual de los inventores que
va, de algo que podríamos llamar piratería. en la inmensa mayoría de los casos no iría
¿Cómo? Mediante un sistema en el cual las a concretarse. Por supuesto, algunos casos
patentes de los inventores ingleses eran dé- reales que alimentaran esa idea, como los de
bilmente protegidas y reiteradamente viola- Watt y Arkwright, eran necesarios. Pero una
das por entusiastas industriales que, gracias vez producidas las invenciones, las dificul-
a esta captura cognitiva, vieron muy favore- tades para obtener las patentes o para hacer-
cidas sus ecuaciones de costos y beneficios. las cumplir se transformaban en beneficios
En efecto, la revolución industrial parece ha- para los consumidores de esas tecnologías.
berse beneficiado de las fallas del sistema: la Claro, la piratería capitalista no se ha li-
industria textil habría mermado su produc- mitado a las patentes: se ha ejercido sobre
tividad notablemente si hubiera tenido que las obras literarias y artísticas desde que
pagar licencias por cada máquina que usaba. existe el copyright.
Joel Mokyr explica esta relación entre pirate- En efecto, la estrategia racional de un
ría y despegue de la revolución industrial: editor de libros consistía en santificar los
derechos del autor que representaba y sosla-
“But inventors were but a small subset of the yar con gesto distraído los de los escritores
population. Given that the benefits of the inventions
were almost entirely captured by the population of
editados en otras jurisdicciones. Esta era la
consumers at large in increased consumer surpluses, práctica habitual en los siglos XVIII y XIX en
the patent system may well have had the unintentional Europa continental.3

2 En efecto, como afirma E. Wyndhanl Hulme (Mossoff, 2001, p. 1260): “…the Crown and Courts alike
recognized two classes of individuals (…) as the proper recipients of royal favor, the bringer-in or importer, the
first finder or inventor--the latter grounding his title to favorable consideration on the fact that he possessed
in common with the importer the qualification of introducing a new industry within the realm. In other words,
the rights of the inventor are derived from those of the importer, and not vice versa as is commonly supposed.”
3 Así lo señala Johns (2010), pero también Drahos y Braithwaite: “The pirating of foreign works was, for
all intents and purposes, a customary norm of the international commerce in books. The same actors that
preyed on each other´s ships in the Mediterranean also helped themselves to each other´s foreign works.
The French and the Dutch reprinted English editions. The Dutch and the Spanish reprinted French works.
Literary piracy was in many aspects a much more egalitarian enterprise than piracy on the high seas. One
did not to have to be a great maritime power to engage in the reproduction of foreign works. Germany
and Belgium were large centers for this activity. The Irish were a constant thorn in the side of English
publishers. German authors suffered at the hands of the Austrians” (Drahos y Braithwaite, 2002, p. 32).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 34 - pp. 31-41 /Mariano Zukerfeld


La piratería des-comunal: los orígenes de la acumulación capitalista de conocimientos

Sin embargo, el caso paradigmático es parecen haber favorecido injustamente al


el de los EE.UU., la tierra de los misioneros segundo. De hecho, quizás por los oficios de
de la propiedad intelectual, donde la pirate- los enérgicos ítalo-americanos, la Cámara de
ría literaria tomó un vigor inusitado. Apro- Representantes reconoció el error en 2002, y
vechando la lejanía territorial y la cercanía ensalzó al extinto Meucci.3
idiomática, los impresores norteamericanos Más notable es el caso de Ely Whitney,
amasaron fortunas publicando libros de au- a quien se lo entronizó por patentar la Co-
tores británicos, a los que no compensaban tton Gin, artefacto que, mecanizando el tra-
en modo alguno. Por caso, Christmas Carol bajo en los campos de algodón, aumentó la
de Dickens se vendía en 1843 a 2,50 dólares productividad enormemente, y contribuyó
en Inglaterra y 0,06 dólares en los EE.UU a mantener la organización esclavista. Sor-
(Varian, 1998). De hecho, la ley de copyright prendentemente, la invención que patentó
norteamericana no reconocería los derechos Whitney parece haber sido realizada por un
de autor sobre títulos editados en otras ju- esclavo, Sam, el cual, por cierto, carecía del
risdicciones hasta 1891. ¿Por qué cambió la derecho –así como de la vocación- de paten-
ley? Porque se empezó a percibir que las ga- tar (cfr. Aoki, 2007, pp. 745-746). Esta histo-
nancias debidas a la piratería no alcanzaban ria nos conduce al drama de la apropiación
a compensar las pérdidas que significaba el de saberes de los afroamericanos esclavos.
pirateo extranjero de los autores norteameri- Drama que se representa sobre el escenario
canos, que en ese entonces ya eran una can- de un desacople intencional entre las pro-
tidad importante.4 ducciones siempre colectivas de los pueblos
El cruce de este umbral, que se repite a lo y las titularidades siempre individuales o
largo de los tiempos y los lugares, señala el corporativas, consagradas en las leyes de
pasaje de la defensa a ultranza de la pirate- propiedad intelectual.
ría a su persecución sin cuartel. Un ejemplo en ese sentido son los gé-
Siguiendo en los EE.UU., detrás de cada neros musicales, que no tienen un creador
historia de inventores-héroes (que tanto individual, pero agregan mucho más valor
han contribuido al mito del self made man), que cualquier canción dada. En los EE.UU.
se halla, agazapada, una historia de pira- de fines del siglo XIX y principios del XX, el
tas. Por ejemplo, Alexander Graham Bell caso por excelencia es el del blues. Surgido
ha sido santificado por haber obtenido la entre los negros del sur, dio origen al jazz,
patente del teléfono, y erigido un emporio al rock´n´roll y a una multitud de géneros
sobre ella (Varshney, 2003, p. 4). Pero, entre derivados. La estructura armónica de doce
otros vericuetos del pasado de ese aparatito, compases, la corchea atresillada, los acordes
uno poco conocido es el que toca a Antonio de quinta y sexta, el uso del slide, la tercera
Meucci, ciudadano italiano. Meucci no sólo menor sobre tonalidades mayores e incluso
había realizado la invención mucho antes numerosas melodías que luego fueron re-
que Bell, sino que había iniciado el proceso gistradas en temas comerciales, son aportes
de registro. La falta de recursos del prime- decisivos para la música popular occiden-
ro y la sonoridad de los apellidos de ambos tal que realizaron miles de negros esclavos

4 Como señala el economista Hal Varian: “It was not until 1891 that Congress passed an international copyright
act. The arguments advanced for the act were virtually the same as those advanced in 1837. Although
arguments were the same, but the outcome was different. In 1837 the US had little to lose from copyright
piracy. By 1891 they had a lot to gain from international copyright--the reciprocal rights granted by the British.
On top of this was the growing pride in purely American literary culture and the recognition that American
literature could only thrive if it competed with English literature on an equal footing. The only special interest
group that was dead set opposed to international copyright was the typesetters union. The ingenious solution
to this problem was to buy them off: the Copyright Act of 1891 extended protection only to those foreign
works that were typeset in the US!” (Varian, 1998, p. 3).
5 La resolución está disponible en http://freemasonry.bcy.ca/biography/meucci_a/congress.html.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 35 - pp. 31-41/Mariano Zukerfeld


La piratería des-comunal: los orígenes de la acumulación capitalista de conocimientos

o analfabetos. Esto es, imposibilitados de nutrientes más usuales. También engulle


volverse autores. ¿Por qué? Por un lado, conocimientos cuya titularidad correspon-
porque se imponía el registro por parte de de a otras firmas y, especialmente, a las
individuos –imposibilitando el registro de radicadas en otras naciones. Viene a cuen-
creaciones colectivas como tales–, obligan- to aquí mencionar a la industria química
do, en el mejor de los casos, a la apropiación norteamericana, otra de las que exige hoy
por parte de alguno de los creadores de algo el más alto respeto a sus mercancías cogni-
que había sido desarrollado junto a muchos tivas. A principios del siglo XX, el dominio
otros. En segundo lugar, más notable, el re- germánico en este campo era indiscutible.
gistro obligaba a la escritura en un penta- Los EE. UU., como otros países, importa-
grama de acuerdo a las normas de la música ban masivamente productos de ese origen.
académica occidental. Esto, claro está, gene- Sin embargo, a partir de la primera guerra
raba la intermediación, cuando no la apro- mundial, tales importaciones quedaron ve-
piación completa de los frutos de la obra, de dadas y la producción local tuvo un impulso
productores habituados a la lectoescritura inicial. El fin de la guerra trajo el fantasma
musical. La distribución de la riqueza que de la competencia alemana, que aplastaría
demarca la ley de copyright es simple: para la incipiente industria norteamericana. En-
quienes no registraran un tema, aunque tonces, un comité de firmas químicas diseñó
hubieran creado todo, nada. Para quienes un plan sencillo: aprovechando la victoria
registraran un tema, aunque no hubieran militar, se obligaría a los laboratorios ger-
creado nada, todo. De este modo, parte de manos a ceder sus patentes más valiosas a
la acumulación originaria de la industria precios ínfimos (cfr. May y Sell, 2006, p. 135).
musical norteamericana se hizo a partir de De modo que en 1919 las firmas norteame-
la piratería ejercida sobre las creaciones cul- ricanas “compraron” todas las patentes que
turales colectivas afroamericanas. revestían algún interés para ellas por una
Si, en la misma época, nos desplazamos suma de 250.000 dólares. Considerando
de las plantaciones a las fábricas, nos topa- que el valor de mercado de apenas cuatro
mos con el ascenso de otra forma de explo- de esas patentes era de 18.000.000 dólares,
tación cognitiva; una cuya relevancia es difí- parece haberse tratado de un buen negocio
cil de exagerar. El taylorismo u organización (cfr. Drahos y Braithwaite, 2002, p. 56). Una
científica del trabajo, que de esto hablamos, vez más, con la ley local hecha a medida del
se encargó de traducir a manuales de proce- capital, vemos cómo la apropiación de cono-
dimientos las habilidades de los trabajado- cimientos sin una compensación debida im-
res más productivos. El control exclusivo so- pulsa el despegue de una rama económica.
bre las destrezas motrices (herederas de los Otro ejemplo que nos conduce a las
secretos de oficio de los extinguidos gremios aporías de las empresas que condenan con
medievales) aseguraba a los trabajadores dureza las violaciones de la propiedad inte-
cierto poder frente al patrón. Cuando esos lectual en el presente es el del origen de los
saberes fueron tomados sin ninguna com- grandes estudios de Holywood. Ubiquémo-
pensación específica (cosa que, si ocurriera nos en 1897. En ese momento Thomas Edi-
en sentido inverso, sería la violación de un son obtiene su patente sobre una cámara de
secreto industrial), la acumulación mercantil cine. Luego vendrían otras y una vocación
tuvo un fuerte impulso: ahora podían em- por parte del famoso inventor, bien conoci-
plearse trabajadores menos calificados e da: la de litigar. Así, en 1907 se produce un
inocularse en ellos los movimientos requeri- fallo judicial en favor de Edison que implica
dos. Así, la homogeneización y descualifica- que casi todas las cámaras y material fílmi-
ción de la masa obrera comenzó con la apro- co en la costa Este de los EE.UU. violaban
piación gratuita de sus saberes productivos alguna de sus patentes. Para terminar de
(Bolaño, 2005; Coriat, 1985). consolidar el monopolio, Edison forma, un
Pero la piratería descomunal no se ali- año después y junto con todos los otros ti-
menta sólo de los saberes de los pueblos tulares de patentes sobre el cine, la Motion
y los trabajadores –aunque estos sean sus Picture Patents Company (MPPC). De este

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 36 - pp. 31-41 /Mariano Zukerfeld


La piratería des-comunal: los orígenes de la acumulación capitalista de conocimientos

modo, podrían comercializar a los precios es confusa. Algunas fuentes dicen que éste
a los que se les antojaran los materiales ne- no quiso recibirlos, otras que sí lo hizo pero
cesarios para producir cine. Naturalmente, IBM le exigía un acuerdo de exclusividad
este estado de cosas distaba de parecer ade- poco conveniente. Recordemos que en aquel
cuado al resto de los estudios. Entre las va- entonces nadie podía imaginar el éxito de la
rias compañías que rechazaban pagarle re- PC, todavía un prototipo experimental, y sin
galías a Thomas Edison se encontraban las embargo todos sabían de la enorme acepta-
que luego serían Paramount, Fox Twentieth ción de CP/M. En cualquier caso, las partes
Century, Warner Bros. y Universal Studios, no llegaron a un acuerdo. IBM volvió a Ga-
esto es, los gigantes de la actual industria tes, quien esta vez les comentó la existencia
del cine. ¿Qué hicieron? Mudar sus estudios de un sistema operativo basado en CP/M
hacia el oeste, para evitar la fiscalización de y conocido informalmente como QDOS
los enviados de Edison. Aunque resulte cu- (Quick and Dirty Operative System) desa-
rioso, en esa época el enforcement de las pa- rrollado por Tim Patterson. El posible pare-
tentes de la MPCC no era fácil de lograr por cido entre QDOS y CP/M es algo que tam-
fuera de la costa este de los EE.UU. Así, en poco queda claro para los profanos. Un dato
1911, Carl Laemmle funda, en California, la relevante es que aparentemente Patterson
Universal City para todos los trabajadores escribió el sistema operativo en apenas tres
de la firma: había nacido Hollywood (Les- semanas, utilizando un manual de CP/M.
sig, 2004; Klein, 2012; Hart, 2012).6 La brevedad del plazo invertido sugiere
La piratería no es menos relevante en el que el reciclado fue importante (una visión
caso de las empresas informacionales. Tome- favorable a Kildall puede verse en Evans et
mos los orígenes de Microsoft, santa patro- al. 2004). Pero, más específicamente, ¿consti-
na del software privado. En 1980, IBM esta- tuía el QDOS una violación de las legislacio-
ba por lanzar al mercado la PC, la compu- nes de propiedad intelectual? Una opinión
tadora que revolucionaría el mundo de las razonable, del abogado de Kildall, es que
tecnologías digitales. No obstante, adolecía con la escasa jurisprudencia de entonces,
de un software muy particular, el sistema una demanda por plagio no hubiera prospe-
operativo, algo así como la base del funcio- rado, aunque lo haría en la actualidad (gra-
namiento de toda computadora. cias a las leyes impulsadas por… Bill Ga-
Cuando IBM estaba preparando el pro- tes). En fin, Gates compró los derechos del
totipo, la falta de experiencia en esa clase QDOS por una cifra que va entre los 50.000
de software llevó a la empresa a externali- y 75.000 dólares. Con pequeñas variaciones,
zar su desarrollo. Los negociadores de IBM desarrolló el sistema que le licenció a IBM,
viajaron a Seattle, en agosto de 1980, para el DOS, con el que pronto ganó cientos de
entrevistarse con un entonces joven Bill millones de dólares. De manera mucho más
Gates. Éste les confesó que su empresa tam- ingeniosa que los otros actores, Gates retuvo
bién carecía de la capacidad para elaborar la posibilidad de vender sus propias versio-
un sistema operativo, pero les sugirió que nes del DOS (el MS-DOS) y le cobró a IBM
se reunieran con un viejo amigo, Gary Kil- una pequeña cantidad por copia (Hamm y
dall, de la empresa DRI, que había creado el Greene, 2004). Kildall, furioso, discutió con
CP/M. CP/M era el sistema operativo más su ya-no-tan-amigo Gates y ante las escasas
popular del momento, con unas 600.000 uni- posibilidades de ganar un juicio, decidió lle-
dades vendidas debido a su capacidad de gar a un arreglo con IBM, para que le permi-
funcionar sobre distintos hardwares. Los re- tieran vender una nueva versión de CP/M
presentantes de IBM fueron, de inmediato, con las PC´s, como una alternativa al DOS
a ver a Kildall, pero esta parte de la historia de Microsoft. La estrategia fue pésima: cada

6 A partir de 1916, el monopolio de Edison comenzó a desplomarse judicialmente, pero esto no quita el
hecho fundamental de que la acumulación originaria de Hollywood se hizo violando las regulaciones del
momento (Hart, 2012).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 37 - pp. 31-41/Mariano Zukerfeld


La piratería des-comunal: los orígenes de la acumulación capitalista de conocimientos

copia de CP/M añadía 240 dólares al costo dose acertadamente en la ley norteamerica-
de la máquina, mientras cada copia del DOS na, que dado que no había ningún antece-
sumaba 40 dólares.7 Los bajos costos de Ga- dente escrito y publicado sobre esos saberes,
tes le permitían, indudablemente, vender a ellos carecían de relevancia para rechazar la
un precio menor y expulsar del mercado a originalidad de la patente empresarial. La
su competidor. El creador del CP/M, reco- relevancia del neem en la cultura de la India,
nocido por su talento en toda la comunidad la brutalidad de la evidencia y la interven-
informática, no pudo reponerse de las de- ción del Estado indio, consiguieron que la
rrotas sufridas. Pese a que vendió en 1991 patente se revocara en 2005. No obstante,
su alicaída compañía a Novell por 120 millo- la piratería sobre los saberes tradicionales,
nes de dólares (Hamm y Greene, 2004) cayó no sólo botánicos, sino también respecto de
en el alcoholismo y murió en un bar en una símbolos, instrumentos y otras formas ar-
situación confusa a los 52 años (Markoff, tísticas, sigue en auge, y América Latina es
1994). La PC y sus clones compatibles se uno de los territorios que más padece esta
vendieron por millones, cosa que catapultó modalidad.
a Microsoft aún más que a IBM, dado que Otra forma de explotación cognitiva es
el DOS se volvió el estándar del que depen- la apropiación incluyente que practican las
dían todas las computadoras personales. empresas de la web 2.0, como Facebook,
Nuevamente, nos encontramos a la piratería Google, You Tube y muchas otras de esas
amparada por la ley y marcando la infancia que predican el evangelio de la libertad, la
de las corporaciones poderosas. inclusión y las comunidades. Estas empre-
Aunque la explotación cognitiva es par- sas operan con un modelo de negocios ba-
ticularmente relevante en los inicios de la sado en ofrecer servicios digitales gratuitos
acumulación de firmas y países, no siempre a cambio del consumo de publicidad por
se restringe a ese pasado luego tabicado. La parte del usuario. ¿Dónde está la piratería?
piratería descomunal también se mantiene En el hecho de que estas empresas se apro-
en corporaciones maduras, mediante diver- pian de las imágenes, textos y datos cuya
sas modalidades. Vale la pena traer aquí el titularidad corresponde a los usuarios. Me-
ejemplo de la llamada biopiratería. Aunque diante el click de aceptación de los términos
la apropiación con fines mercantiles de los y condiciones, aquéllos consienten, usual-
saberes colectivos y los recursos botánicos mente sin saberlo, que estas firmas mercan-
de los pueblos originarios es una práctica tilicen sus flujos cognitivos como les venga
que dista de ser nueva, la posibilidad de en gana. ¿Pero esos datos de seres nimios,
decodificar genes y traducir los conocimien- esos videos llenos de naderías, esas líneas
tos sobre plantas a patentes biotecnológicas de texto de anécdotas menores, tienen algún
ha aumentado notablemente en los últimos valor? Por supuesto, y ello explica, en gran
años (Finger y Schuler, 2004; Rifkin, 1999). medida, el valor bursátil de esas empresas
Por ejemplo, en 1995 en los EE.UU. se otor- que dan todo gratis. De hecho, en algunos
gó una patente sobre el árbol neem, cuyas casos esto es fácil de apreciar. El tráfico de
numerosísimas propiedades medicinales You Tube –que redunda en ventas de pu-
habían sido descubiertas y compartidas por blicidad- se debe a los videos filmados por
siglos en la India y Nepal. Aunque la firma los usuarios. ¿No es un acto de explotación
involucrada reconocía el saber de los pue- el que los titulares originales de los videos
blos sobre tales propiedades argüía, basán- más vistos no reciban alguna compensación

7 Así los señalan Hamm y Greene (2004): “Davis, the DRI lawyer, believes that based on the number of
similarities DRI’s forensic consultants found between the original DOS and CP/M, in today’s world, you
could take it to court and get an infringement. But not in 1981. So rather than sue, Kildall agreed to license
CP/M to Big Blue. He was floored when the PC was released and IBM charged $240 per copy for CP/M
and just $40 for DOS. Kildall’s conclusion, according to his memoir: I believe the entire scenario was contrived
by IBM to garner the existing standard at almost no cost.”

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 38 - pp. 31-41 /Mariano Zukerfeld


La piratería des-comunal: los orígenes de la acumulación capitalista de conocimientos

económica? Las justificaciones respecto de caprichosa. De un lado, el mar de los piratas


que éstos obtienen a cambio fama, acceso a pequeños: ruines galeras o módicas compu-
otros videos, etc., se ha vuelto insostenible; tadoras tomando posesión de islotes cog-
tanto que, desde hace unos años, You Tube nitivos. Algunos serán socializados; otros,
extiende cheques a los autores de los videos febrilmente comercializados. Del otro lado,
más visitados, de manera razonablemente el océano de las flotas imperiales, la expolia-
disimulada. Más evidente aún es el caso de ción descomunal pura. Al primer territorio
Flickr. Este sitio de la web invita a compar- se le llama piratería, y se le aplica los rigores
tir comunitariamente fotografías tomadas del caso; al otro, se le nombra empresa, y en
por los inernautas. Asombrosamente, o no, aquel océano navega orgulloso. Pero, claro,
cuando en 2005 agregó un sistema que ven- aunque formalmente negado, el tránsito entre
día las impresiones de las imágenes, la firma unas aguas y las otras es la norma del creci-
decidió que la “comunidad” no tendría voz miento de las corporaciones del saber. Y esta
ni voto a la hora de decretar el destino de es la última cuestión decisiva que debemos
las ganancias monetarias de tal actividad, subrayar: las unidades productivas pasan por
las cuales, a diferencia de las fotografías, no distintas etapas en relación a la propiedad
serían “compartidas” (Zukerfeld, 2014). del conocimiento. En la Figura 1 de la página
siguiente presentamos, de manera sinóptica,
tres momentos que pueden reconocerse en los
distintos procesos especializados de acumu-
Conclusión: tres fases en el proceso lación cognitiva que hemos narrado.
de acumulación de conocimientos En un primer momento (punto A), la
capitalista piratería es rampante: se desconocen lisa y
llanamente los derechos de otros titulares.
La piratería, entonces, no es un fenóme- El despegue depende críticamente de la po-
no marginal alentado por los parias del rei- sibilidad de evitar los pagos por derechos de
no de la innovación; es una forma de explo- propiedad intelectual (PI). Luego, a partir de
tación cognitiva que se sitúa normalmente cierto nivel de acumulación, sin embargo, se
en el origen de las firmas, ramas y países empieza a requerir que los terceros –indivi-
exitosos, precisamente, en la acumulación duos, firmas, países– respeten los derechos
de conocimientos. Así lo expresan con clari- que la unidad productiva ha podido estable-
dad Drahos y Braithwaite: cer. Pero para obtener el reconocimiento de la
propia titularidad ha de aceptarse la de otros.
“In the hurly-burly of international commerce all Consecuentemente, se debe detener, en cierta
states at some point in their history were happy for
medida, la copia gratuita de saberes ajenos.
their citizens or firms to copy the intellectual property
of others without permission. Piracy was a customary Hay que pagar licencias, establecer acuer-
practice in which all participated” (Drahos y dos, sancionar nuevas leyes o avenirse a las
Braithwaite, 2002, p. 29). existentes (punto B). En ese camino para que
otras unidades productivas reconozcan los
Como los economistas saben y los diplo- derechos de la propia, se apela a toda clase
máticos callan, todas estas unidades de pro- de estrategias discursivas. Tras esta transfor-
ducción se han comportado y se comportan mación dramática (que puede tomar más o
de una manera altamente pragmática: em- menos tiempo según el caso), se entra en una
plazan y desplazan normas e imaginarios de tercera fase (punto C), la de la acumulación
acuerdo a la propia posición en tal proceso bajo las reglas de respeto a la PI y, más espe-
de acumulación. Más allá de las divergencias cíficamente, la de su defensa y propagación
relativas a las perspectivas teóricas, es impor- por todos los medios disponibles.
tante señalar que esta idea ha emergido rei- En efecto, en la familia del capital, aun-
teradamente en la literatura reciente (Chang, que no sólo en ella, la gracia del presente
2009; Cimoli, Dosi y Stiglitz 2008; Johns, 2010). descansa en la negación del pasado, en el
El capital, así, con el hierro de la ley y el ocultamiento de antepasados vergonzan-
cemento de la ideología, forja una frontera tes. Por ende, los relatos ideológicos se ca-

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 39 - pp. 31-41/Mariano Zukerfeld


La piratería des-comunal: los orígenes de la acumulación capitalista de conocimientos

racterizan por silenciar el hecho de que las res netos de propiedad intelectual, se han
firmas que mercantilizan el conocimiento visto forzados a firmar el ADPIC (Acuerdo
sólo lograron ser exitosas haciendo lo con- sobre los Derechos de Propiedad Intelectual
trario de lo que recomiendan. No se trata, relativos al Comercio) en 1994 (Drahos y
sin embargo, de impugnar éticamente “las Braithwaite, 2002; May y Sell, 2006). Se trata
mentiras de las multinacionales”. Las em- de un marco normativo que estandariza los
presas actúan como tales, y ello no debería derechos de propiedad intelectual y deja un
causar sorpresa ni estupor. Lo que sí resulta único camino para la acumulación cognitiva
llamativo es que muchos periodistas, políti- legal: los países han de elevar sus estánda-
cos, activistas y académicos de las periferias res de protección de la PI y luego, en algún
globales crean que han de seguir el camino momento, comenzarán a acumular conoci-
que los países exportadores de propiedad mientos endógenos (gracias, supuestamen-
intelectual les dicen que recorrieron, y no el te, a las inversiones y spillovers de las firmas
que siguieron efectivamente. extranjeras titulares de derechos de propie-
Esta no es una afirmación teórica o abs- dad intelectual). Se impone así, una idea de
tracta. Se refiere a la política respecto de la la acumulación cognitiva que es, efectiva-
producción de conocimientos de un modo mente, contraria a la que han seguido las
muy inmediato. Los países del llamado sur firmas, los países y las ramas exitosas en el
global, periféricos o, mejor, los importado- desarrollo de sus bases de conocimientos.

El camino que
propone el ADPIC
Protección PI

El camino de los países, ramas


e industrias exitosas en toda la
historia del Capitalismo

Base de Conocimientos

Figura 1: El sendero exitoso en la acumulación de conocimientos y el ADPIC. Fuente: Elaboración propia.

REFERENCIAS BIAGIOLI, M. (2006). From Print to Patents: Liv-


ing on Instruments in Early Modern Europe.
AOKI, K. (2007). Distributive and Syncretic Mo- History of Science, XLIV, 139-186.
tives in Intellectual Property Law (with Spe- BOLAÑO, C. (2005). Economía política y conoci-
cial Reference to Coercion, Agency, and De- miento en la actual reestructuración produc-
velopment). UC Davis. Law Review, 40 (3), pp. tiva. En Bolaño, C., Mastrini, G. y Sierra, F.
717-801. (eds.). Economía Política, Comunicación y Cono-

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 40 - pp. 31-41 /Mariano Zukerfeld


La piratería des-comunal: los orígenes de la acumulación capitalista de conocimientos

cimiento. Una perspectiva crítica latinoamericana. KLEIN, C. (2012). The Renegade Roots of Hol-
Buenos Aires: La Crujía. lywood Studios. History in the Headlines. Dis-
CASTELLS, M. (1997). La era de la información: ponible en: http://www.history.com/news/
economía, sociedad y cultura. Madrid: Alianza the-renegade-roots-of-hollywood-studios.
Editorial. (Consultado el 21/4/2016).
CHANG, H-J. (2009). Intellectual property rights LESSIG, L. (2004). Free Culture: The Nature and Fu-
and economic development: Historical Les- ture of Creativity. New York: Penguin Books.
sons and Emerging Issues. Intellectual Prop- MARKOFF, J. (1994). Gary Kildall, 52, Crucial
erty Rights Series, 3. TWN. Disponible en: Player in Computer Development, Dies. New
http://www.twn.my/title2/IPR/pdf/ipr03. York Times, 13-7-1994, p. 19.
pdf. (Consultado el 21/4/2016). MAY, C.; SELL, S.K., (2006). Intellectual property
CIMOLI, M; DOSI, G.; STIGLITZ, S. (eds) (2008). rights: a critical history. Boulder, Colorado:
Industrial Policy and Development. The Political Lynne Riener Publishers.
Economy of Capabilities Accumulation. Oxford MOKYR, J. (2008). Intellectual Property Rights,
and New York: Oxford University Press. the Industrial Revolution, and the Begin-
CORIAT, B. (1985). El taller y el cronómetro. En- nings of Modern Economic growth. Pre-
sayo sobre el taylorismo, el fordismo y la produc- pared for the Research Symposium on Prop-
ción en masa. México D.F.: Siglo XXI. erty Rights Economics and Innovation. Searle
DAVID, P. (1993). Intellectual property insti- Center on Law, Regulation, and Economic
tutions and the panda’s thumb: patents, growth Northwestern University School of
copyrights, and trade secrets in economic Law (Nov. 13, 2008). Disponible en: www.
theory and history. En Wallerstein, M.B.; Mo- law.northwestern.edu/searlecenter/pa-
gee, M.E.; Schoen, R.A. (eds.). Global Dimen- pers/Mokyr_industrial.pdf. (Consultado el
sions of Intellectual Property Protection in Scien- 21/4/2016).
ce and Technology. Washington, D.C: National MOSSOFF, A. (2001). Rethinking the Develop-
Academy Press. ment of Patents: An Intellectual History,
DRAHOS, P.; BRAITHWAITE, J. (2002). Informa- 1550-1800. Hastings Law Journal, 52, p. 1255;
tion Feudalism: Who owns the knowledge eco- MSU Legal Studies Research Paper.
nomy? Nueva York: The New Press. PHILIP, K. (2008). ¿Qué es la autoría tecnológica?
DUTTON, H.I. (1984). The Patent System and In- La piratería y la propiedad intelectual. Nóma-
ventive Activity during the Industrial Revolu- das, 28, 66-81.
tion. Manchester, 1750-1852. Manchester: Uni- RIFKIN, J. (1999). El siglo de la biotecnología. Ma-
versity Press. drid: Crítica-Marcombo.
EVANS, H.; BUCKLAND, G.; LEFER D. (2004). SAN AGUSTÍN (2007). La ciudad de Dios. Libros
They Made America: Two centuries of innova- I-VIII. Madrid: Gredos.
tion from the Steam Engine to the Search Engine. VARIAN, H. (1998). Markets for Information Goods.
Nueva York: Little Brown and Company. Disponible en www.sims.berkeley.edu. (Con-
FINGER, M.; SCHULER, P. (comp.) (2004). Poor sultado el 21/4/2016).
people’s knowledge. Washington: Oxford Uni- VARSHNEY, L. (2003). “The Invention of the
versity Press - Banco Mundial. Heroic Inventor”, Inventing an Information
FUCHS, Ch. (2008). Internet and Society. Social Society. ENGRG/ECE 298 and S&TS/HIST 292.
Theory in the Information Age. New York: Rout- ZUKERFELD, M. (2010). Capitalismo y Conoci-
ledge. miento: Materialismo Cognitivo, Propiedad Inte-
HAMM, S.; GREENE, J. (2004). The Man Who lectual y Capitalismo Informacional. Tesis Docto-
Could Have Been Bill Gates. Business Week, ral, FLACSO, Disponible en: Capitalismoyco-
25-10-2004. nocimiento.wordpress.com.
HART, T. (2012). Was Hollywood Built on Pi- ZUKERFELD, M. (2014). Inclusive Appropriation
racy? Copyhype. Disponible en: http://www. and the Double Freedom of Knowledge: On
copyhype.com/2012/05/was-hollywood- the Capitalist exploitation of non-for profit
built-on-piracy/. (Consultado el 21/4/2016). software, contents and data producers. Spe-
JOHNS, A. (2010). Piracy. The Intellectual Property cial Issue “Free And Unpaid Work: Gratuity,
Wars from Gutenberg to Gates. Chicago: Uni- Collaborative Activity And Precariousness”.
versity of Chicago Press. Sociologia del Lavoro, 133, 144-158.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 41 - pp. 31-41/Mariano Zukerfeld


La subjetividad puesta a trabajar:
identificación y tensiones frente al ideal
del emprendimiento

Patricia Amigot Leache


Laureano Martínez Sordoni
Artículo recibido el 2 de mayo y aceptado el 13 de junio de 2016. Universidad Pública de Navarra

Resumen
El objetivo de este artículo es ofrecer un análisis de la figura del “trabajador-emprendedor” en
el marco del capitalismo cognitivo. En un contexto de crisis de las formas de empleo asalariado,
entendemos que la emergencia de la figura idealizada del “emprendedor”, tal como es propuesta
por los principales organismos gubernamentales, se vincula a la idea de la subjetividad “puesta a
trabajar”. Sostendremos que la forma de llevar a cabo ese proceso se vincula con la construcción
de figuras idealizadas, cuyo objetivo es lograr la adhesión de los individuos a las normas subje-
tivas. El artículo se divide en tres partes. Inicialmente analizaremos la emergencia del ideal del
emprendedor en el marco del capitalismo cognitivo y su vínculo estrecho con la idea de la “subjeti-
vidad puesta a trabajar”. Posteriormente, propondremos una mirada crítica centrada en la idea de
“devenir mujer del trabajo”. Finalmente analizaremos las tensiones en la experiencia subjetiva, a
partir del análisis de entrevistas a emprendedores y emprendedoras.
Palabras clave: Subjetividad; Capitalismo cognitivo; Emprendedor; Subjetividad “puesta a tra-
bajar”; Devenir “mujer del trabajo”.

Abstract
Subjectivity put to work: identification and tensions in relation to the ideal of entrepreneurship
The aim of this article is to provide an analysis of the “worker-entrepreneur” within the frame-
work of cognitive capitalism. In a context of crisis of wage employment, we understand that the
emergence of the idealized figure of the “entrepreneur”, as it is proposed by the main government
agencies, it is linked to the idea of subjectivity “put to work”. We argue that the way in which
this process is carried out is related to the construction of idealized figures intended to obtain the
adherence of individuals to subjective norms. The article is divided into three parts. Initially, we
discuss the emergence of the ideal of the entrepreneur and its close linkage with the idea of “subjec-
tivity put to work” within the framework of cognitive capitalism. Then, we will propose a critical
approach focused on the idea of “becoming woman of work”. Finally, we analyze tensions in the
subjective experience of entrepreneurs, on the basis of interviews.
Keywords: Subjectivity; Cognitive capitalism; Worker-entrepreneur; Subjectivity “put to
work”; Becoming “woman of work”.

Con-Ciencia Social, nº 20 (216), pp. 43-56 - 43 -


La subjetividad puesta a trabajar: identificación y tensiones frente al ideal del emprendimiento

El ideal del emprendedor en el cabo sus proyectos con éxito. Entre las com-
marco del capitalismo cognitivo petencias emprendedoras se encuentran la
creatividad, la iniciativa, la autodetermina-
ción, las “habilidades sociales” –saber ex-
El discurso de la sociedad de la infor-
presarse y relacionarse– y la capacidad de
mación y el conocimiento se ha convertido
transformar ideas innovadoras en proyectos
en las últimas décadas en uno de los prin-
de negocio (Comisión Europea, 2007). Ade-
cipales ejes de las estrategias europeas de
más, se espera de los emprendedores que
crecimiento y desarrollo. A partir de nu-
sean apasionados, que se esfuercen –que so-
merosos programas, se proponen reformas
porten incluso situaciones de estrés– y que
con la finalidad de lograr un “crecimiento
aspiren a “realizarse personalmente” en sus
inteligente” sobre “una economía basada en
proyectos.
el conocimiento y la innovación (Comisión
Esas competencias emprendedoras pue-
Europea, 2010). Una de las medidas centra-
den ser entendidas como nuevos mandatos
les de esas propuestas ha estado dada por la
de regulación subjetiva en los que la autono-
promoción del emprendimiento y del espíri-
mía y la libertad, encarnadas en consignas
tu emprendedor, presente tanto en las refor-
como “sé tu propio jefe”, ya no son espacios
mas de los regímenes de empleo como en las
de limitación de un poder alienante exter-
reformas educativas.
no, sino mecanismos a partir de los cuales
En un contexto de empresa-red, el em-
se ponen en juego nuevas formas de control
prendedor es propuesto por la teoría econó-
y regulación social adecuadas al capitalismo
mica como un “difusor del conocimiento”
post-industrial (Amigot Leache y Martínez,
(knowledge spillover), capaz de transformar
2013). Por ello, creemos que en la actualidad
las “ideas” –entendidas como el conoci-
la figura del emprendedor representa una
miento no formalizado– en un proyecto de
de las formas paradigmáticas de la “subje-
negocio innovador (Audretsch y Belitski,
tividad puesta a trabajar” (Fumagalli, 2010).
2013). Bajo ese supuesto, las instituciones
Ser emprendedor requiere una gran movi-
europeas han impulsado medidas de fomen-
lización subjetiva, en el sentido propuesto
to del emprendimiento con el objetivo explí-
por los análisis que pueden englobarse bajo
cito de contribuir al crecimiento económico
la idea de “capitalismo cognitivo” (Bologna,
y a la creación de empleo. Esas medidas se
2006; Fumagalli, 2010; Morini, 2014).
organizan en torno a dos ejes: por un lado,
acciones orientadas a construir un entorno
adecuado para el emprendimiento, a partir Movilizar e interpelar la subjetividad
de medidas fiscales, financieras, administra-
tivas, etc.; por otro, proponen una “revolu- En este artículo sostenemos que la con-
ción cultural” que motive a los individuos figuración discursiva/normativa idealizada
a convertirse en emprendedores (Comisión de la figura del emprendedor es un meca-
Europea, 2013). Si el campo de intervención nismo que suscita y articula una forma de
pública del primer eje se refiere a la orga- implicación de lo subjetivo en esta subsun-
nización económica y política, el segundo ción de la vida. El ideal sujeto emprendedor,
–que abordamos en este artículo– se dirige que adquiere su forma dura en una caracte-
fundamentalmente al individuo como su- rización identitaria fuerte y normativa (“los
jeto/objeto de intervención. A través de un emprendedores son los héroes de nuestro
conjunto de prácticas educativas y de forma- tiempo”1), impregna no obstante la caracte-
ción, se apunta a que los individuos “opten” rización de la individualidad deseable y valo-
por el emprendimiento y cuenten con las rada en sentido más laxo (no hace falta ser
competencias necesarias para poder llevar a exactamente un emprendedor, pero sí una

1 La expresión corresponde a Antonio Tajani, Vicepresidente de la Comisión Europea y Comisario de Indus-


tria y Emprendimiento (2010-2014): http://ec.europa.eu/spain/actualidad-y-prensa/noticias/empleo-y-
politica-social/plan-emprender_es.htm (consultado el 02-03-2016).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 44 - pp. 43-56 /P. Amigot y L. Martínez Sordoni


La subjetividad puesta a trabajar: identificación y tensiones frente al ideal del emprendimiento

persona activa, creativa, autónoma, etc.). la subjetividad es puesta a trabajar, lo es en


En este sentido, las competencias empren- cuanto se la moviliza a partir de imágenes
dedoras trascienden el campo del trabajo idealizadas que buscan incentivar a los su-
para abarcar también el campo de “la vida jetos a que se adecúen a la norma subjetiva.
cotidiana, en casa y en la sociedad” (Comi- De esta forma, nuestra propuesta preten-
sión Europea, 2007) y se han convertido en de ser un aporte complementario a los en-
una narrativa que codifica la individualidad foques sobre el capitalismo cognitivo que
y orienta la interpretación y la comprensión mencionamos.
de la experiencia subjetiva. Podríamos decir,
siguiendo a Illouz (2007), que se ha constitu-
do en una forma de “yo institucionalizado”. La tensión entre el ideal normativo y la
Este ideal normativo que constituye la precarización de la vida
“subjetividad emprendedora” apela al deseo
y a la identificación. Es un mecanismo inscri- Desde esa perspectiva de análisis, se ha
to en la racionalidad neoliberal de gobierno señalado que las transformaciones producti-
en tanto orienta la acción de los sujetos de vas han puesto a trabajar las cualidades más
una manera funcional a la remercantiliza- comunes de la fuerza de trabajo, fundamen-
ción de la mano de obra que caracteriza las talmente el lenguaje y la acción comunicati-
últimas décadas de desregulación laboral y vo-relacional, pero también los afectos y las
degradación de la norma de empleo (Frade, emociones. Es decir, de forma creciente, la
2007). Como veremos, la identificación, aun- prestación laboral requiere la inmersión de
que sea parcial, sostiene el esfuerzo subjetivo todas las facultades humanas genéricas en
de ajuste a esquemas de ser y de acción domi- el proceso productivo. A partir de este diag-
nantes, en el sentido expresado por Lordon: nóstico, uno de los aportes más interesantes
“una dominación es una cierta producción de los enfoques del capitalismo cognitivo ha
social de afectos que hace desear lo que Spi- sido la vinculación de la idea de la “subje-
noza y Bourdieu después llaman l’obsequium, tividad puesta a trabajar” con el “devenir
el comportamiento ajustado a los requisitos mujer del trabajo”.
de la norma dominante” (Lordon, 2013, p. En términos de Del Moral y Fernández,
225). Este comportamiento ajustado a los re- el devenir mujer del trabajo puede ser en-
quisitos de la norma dominante es incentiva- tendido en un doble sentido:
do por ideales a los que adherirse en térmi- “Por una parte, como generalización a la mayoría de
nos de afecto y deseo mediante procesos de los ámbitos profesionales y sociales de las condiciones
identificación, generalmente inconscientes y de trabajo que caracterizaban las actividades desarro-
no problematizados.2 lladas, de forma remunerada o no, por las mujeres: vul-
Entendemos que este ideal es un instru- nerabilidad, invisibilidad, disponibilidad permanente
mento para la normalización de las cualida- y flexibilidad. Por otra, concebida como el posiciona-
miento central del componente afectivo –cualidades
des subjetivas requeridas por la extensión históricamente asociadas a los roles femeninos y a la
del proceso productivo a toda la existencia. vida privada– en la producción directa de beneficio”
Proponemos leerlo como la elaboración dis- (Del Moral y Fernández, 2011, p. 316).
cursiva idealizada de las exigencias que el
capitalismo posfordista ha establecido en Esto se vincula con una disolución de
la reorganización de las relaciones entre el los límites entre lo público/político y lo pri-
ámbito productivo y el ámbito más amplio vado/personal. La consigna feminista “lo
de la vida social y subjetiva, en un proceso personal es político”, continúan los autores,
de desregulación y movilización permanen- es más vigente que nunca (Ibídem). Volvere-
te de las personas trabajadoras. Es decir, si mos sobre esto en el siguiente punto.

2 Por supuesto, también se incita de manera muy efectiva mediante la más sombría organización pragmá-
tica y serializada de nuestras acciones, crecientemente objetivadas, controladas y dirigidas a través de
instancias de gestión.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 45 - pp. 43-56 /P. Amigot y L. Martínez Sordoni


La subjetividad puesta a trabajar: identificación y tensiones frente al ideal del emprendimiento

Otro elemento característico del discurso espíritu emprendedor supone una suerte
sobre el emprendimiento, vinculado a la idea de distanciamiento o de “desidentificación”
de la puesta en trabajo de la subjetividad, es con respecto a la idea de trabajo asalariado.
la multiplicación en las últimas décadas del Para ello, las estrategias de promoción del
trabajo autónomo. Esa transformación tiene espíritu emprendedor se nutren de teorías
lugar en un contexto de crisis de la sociedad económicas, psicológicas y de programas
salarial de posguerra. Este proceso, aunque de gestión cuyo denominador común es
complejo y de diverso alcance, se ha carac- ofrecer una descripción de la racionalidad
terizado por la creciente proliferación de de la conducta emprendedora y los pro-
empleos atípicos,3 mayoritariamente en el cedimientos con los cuales los individuos
sector servicios. En el marco del capitalismo pueden acercar su conducta a los modelos
cognitivo la figura del trabajador autónomo propuestos (Bröckling, 2007). Si por un lado
tiende a asumir un papel cada vez más im- las prácticas de promoción del emprendi-
portante, “irradia una multitud de subjeti- miento se caracterizan por una impronta in-
vidades laborales que, mezclándose con el dividualizante en la cual la creación de valor
desmantelamiento de la figura del trabaja- económico depende de la puesta en valor de
dor asalariado en figuras cada vez más atí- la dimensión subjetiva, por otro lado, impli-
picas y espurias, constituye la base de las ca a lo subjetivo de otra manera: como proceso
diferencias presentes actualmente” (Fuma- para la obtención de las disposiciones, ac-
galli, 2007, p. 202). Trabajo autónomo y tra- titudes y acciones requeridas y adecuadas.
bajo asalariado no se diferencian solamente Esto exige fomentar una relación del sujeto
por el tipo de vínculo contractual, sino por consigo mismo atravesada por el esfuerzo
la forma en que implican la subjetividad. y la vigilancia y que se dirige hacia la au-
Sergio Bologna, señala precisamente que “el toproducción. De modo que la figura sub-
elemento que diferencia de manera funda- jetiva interpelada e incentivada desde estos
mental el trabajo autónomo del asalariado mecanismos conjuga la visión de un indivi-
es el contenido de las operaciones relacionales y duo autónomo y racional que debe “ser res-
comunicativas que requiere” (Bologna, 2006, ponsable de sí mismo en un universo cada
p. 62). vez más marcado por la incertidumbre y
El vínculo estrecho entre emprendimien- la complejidad” (Ehrenberg, 1991, p. 17) y
to y trabajo autónomo es uno de los núcleos cuyo dominio de intervención deben ser sus
de las medidas mencionadas (Comisión Eu- propias emociones o sentimientos.
ropea, 2013) y de la teoría económica que las
sustenta (Audretsch, Grilo y Thurik, 2007). Una mirada de género al imaginario
Se asume que una persona emprendedora y a la práctica: la feminización del
manifiesta una preferencia hacia la inde-
pendencia y la autonomía, en detrimento
trabajo
de la “dependencia” y la pasividad que ca-
Hemos señalado hasta ahora que la fi-
racterizarían al trabajo asalariado.4 Puede
gura del emprendedor condensa un nuevo
afirmarse de esta forma que la apuesta por
mandato de regulación subjetiva y que es
una identificación de los individuos con el
una forma paradigmática de “la subjetivi-

3 Con “empleos atípicos” se hace referencia a la proliferación de empleos sin las protecciones que caracteri-
zan a la relación salarial estándar, como los trabajos a tiempo parcial y de duración determinada.
4 Esto queda de manifiesto en numerosas estrategias argumentativas presentes en el discurso sobre el em-
prendimiento. Por mencionar un ejemplo significativo, a la hora de medir el nivel de iniciativa emprende-
dora en una población determinada, el Eurobarómetro pregunta: “Si pudiera elegir entre diversos tipos de
trabajos, ¿preferiría trabajar por cuenta propia o por cuenta ajena?”. Las respuestas “por cuenta propia” se
consideran como un indicador de “iniciativa emprendedora” (valorada positivamente) y “por cuenta aje-
na” un déficit de la misma (con una connotación negativa). http://ec.europa.eu/public_opinion/flash/
fl_354_en.pdf (Visitado el 04/04/2016).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 46 - pp. 43-56 /P. Amigot y L. Martínez Sordoni


La subjetividad puesta a trabajar: identificación y tensiones frente al ideal del emprendimiento

dad puesta a trabajar”. La insistencia por lizada, convertida en elemento estructural


parte de diversas agencias en la necesidad del capitalismo contemporáneo, el «devenir
de una “revolución cultural” nos indica que mujer del trabajo», es decir, la fragmenta-
no se pretende, probablemente, que todo el ción de la prestación y la subsunción total,
mundo se constituya en emprendedor, sino que las mujeres han experimentado en el
que las cualidades preconizadas impregnen curso de diferentes épocas, acaba por ser un
lo social naturalizando la individualización paradigma general, con independencia del
de los riesgos y la incertidumbre. En este género” (Morini, 2014, p. 85).
sentido, podemos interpretar este ideal “se- Para estas autoras, hablar de feminiza-
ductor” como la cara estilizada e imaginaria ción del trabajo no quiere decir, ni mucho
de la precarización generalizada –inseguri- menos, que la lógica de división sexual del
dad, flexibilidad, absorción de la subjetivi- trabajo y sus segregaciones horizontales y
dad en el trabajo (Morini, 2014). verticales-jerárquicas hayan desparecido.
Analizaremos ahora algunos elementos Por el contrario, permite iluminar ciertas
de esta tensión entre el ideal emprendedor características de los procesos de precariza-
y la intensificada subordinación de la vida ción general y, puesto que la estructura de
a las demandas del capital. Por un lado, ca- subordinación femenina no ha desapareci-
racterizaremos la precarización creciente del do sino que se ha reactualizado, aunque no
empleo y de la vida en términos de femini- lo abordaremos aquí, considerar el plus de
zación. Por otro, destacaremos la sujeción violencia estructural que soportan las muje-
implicada en la identificación con la nor- res (Ezquerra, 2010).
ma subjetiva idealizada, estableciendo una Introducir una perspectiva de género,
analogía con la operatividad del sistema de no como categoría descriptiva sino analítica
género en su producción de subjetividades. de los procesos de creación de desigualdad
Por último, señalaremos el subtexto de gé- y subordinación, puede afinar la reflexión y
nero que entraña este ideal de un individuo la comprensión de ciertos mecanismos que
autodeterminado, independiente, autóno- sostienen esta creciente subjetivación del tra-
mo e innovador, que borra en su formula- bajo y de precarización generalizada.
ción el contexto relacional y las determina-
ciones estructurales y situacionales de todo
sujeto. La captura productiva de lo afectivo-
relacional

Una lectura de la precarización como La primera vertiente de la idea de sub-


feminización jetivación del trabajo que la perspectiva de
género puede ayudar a esclarecer es que la
Las actuales condiciones precarias de subjetividad se ha convertido en un capital
trabajo y existencia pueden leerse, tal como a valorizar y en un recurso instrumentaliza-
hemos señalado, como la extensión tanto de do para el desempeño laboral. Los procesos
características del trabajo tradicionalmente productivos capturan, capitalizan y cosifi-
femenino –de reproducción y mantenimien- can cualidades vinculadas en el imaginario
to de la vida– como de las peores condicio- social con la feminidad. Según Adkins, “las
nes experimentadas por las mujeres histó- capacidades históricamente consideradas
ricamente en el mercado de trabajo al con- femeninas (disposición a la escucha, al cui-
junto de personas trabajadoras (Del Moral dado, capacidad de relacionarse) son ahora
y Fernández, 2011; Marazzi, 1994; Morini, alienables, separables de los cuerpos, tradu-
2014). Por ejemplo, límites imprecisos, fle- cidas en mercancías vendibles” (2002, cit.
xibilidad, disponibilidad e implicación sub- por Morini, 2014).
jetiva, entre otros, son rasgos habituales de No obstante, tal como lo ha señalado Eva
este trabajo doméstico y de cuidados que la Illouz (2007), cierta feminización del trabajo
división sexual del trabajo entraña. Tal como es un fenómeno que acompaña al desplie-
señala Morini, “con la precariedad genera- gue del capitalismo ya a principios del siglo

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 47 - pp. 43-56 /P. Amigot y L. Martínez Sordoni


La subjetividad puesta a trabajar: identificación y tensiones frente al ideal del emprendimiento

XX, momento en el que la organización del sostiene la disponibilidad para movilizarse


trabajo comienza a requerir y preconizar el permanentemente en procesos fragmenta-
manejo afectivo para una adecuada gestión dos, inestables y subordinados a las deman-
de las relaciones laborales. Podemos señalar das externas, tal como ocurre en el trabajo
que la racionalidad económica y calculadora tradicionalmente femenino de cuidados y
empezó a impregnar el mundo emocional y doméstico.
que lo emocional fue progresivamente cons- El análisis de la configuración de iden-
tituyéndose en objeto de intervención para tidades de género en términos de sujeción
intensificar el rendimiento y neutralizar los ha sido fundamental en los desarrollos de
conflictos. En el capitalismo post-industrial, la teoría feminista (Butler, 2001). El ideal
no obstante, la devaluación del empleo y la normativo del emprendedor, que codifica
extensión del cálculo y la competitividad a una identidad adecuada y reconocida so-
toda la esfera social (Dardot y Laval, 2013) cialmente, y que articula el deber con el
facilitan la subsunción de la vida e inten- deseo,5 se aproxima a las formas de operar
sifican, paradójicamente bajo retóricas de del sistema de género. En el proceso com-
libertad y autonomía, la sujeción a la racio- plejo de socialización, las identificaciones
nalidad económica neoliberal. El proceso sostienen la adhesión a mandatos norma-
complejo en el que las emociones se utili- tivos que movilizan al sujeto a performar
zaron para moldear identidades y yoes eco- identidades adecuadas y a (auto)producir-
nómicamente productivos (Illouz, 2014) ha se en ese proceso, incluso si esas adhesio-
alcanzado su apogeo con la codificación del nes implican situarse en una posición de
individuo empresario de sí mismo y con la subordinación.6 La teoría feminista puede
implicación de todas las dimensiones subje- aportar elementos esclarecedores para el
tivas. análisis de esta operatividad del poder que
hace confluir el gobierno de los sujetos con
el gobierno de sí.
El esquema de (auto)sujeción De forma análoga a la configuración de
identidades normativas de género, la ra-
La segunda vertiente de este proceso cionalidad del capitalismo contemporáneo
de subjetivación del trabajo se refiere a la solicita la implicación de la subjetividad
(auto)producción de sujetos que sostengan (pensamiento, disposiciones afectivas, ac-
la implicación y el esfuerzo permanente titudinales) para subordinarse adecuada-
por capitalizarse a sí mismos y adaptarse – mente a las inciertas condiciones laborales
ser flexible, estar disponible– a un contexto y para mantener un esfuerzo permanente de
cambiante y naturalizado. En este sentido, rendimiento. Apoyándose en la retórica de
la captura de la subjetividad y la precariza- la libertad y de la autonomía, sobre la que
ción de la vida que implica el capitalismo reflexionaremos más abajo, lo que se pide a
neoliberal replica de alguna manera diver- los sujetos es que internalicen una posición
sas formas de explotación de las mujeres. La subordinada a los criterios y demandas he-
exigencia de producción y de valorización terónomas y a la mutabilidad de la situación
del “capital subjetivo” requiere de una adhe- naturalizada de mercado. En esta deman-
sión, más o menos consciente o intensa, a da aparecen elementos cercanos a los que
los mandatos expresados por ideales como sostienen la subordinación femenina: una
el del “empresario de sí”. Esta adhesión mayor dependencia y sujeción reflejadas en

5 La relación entre presión normativa y deseo es compleja en las narrativas contemporáneas sobre el em-
prendizaje y los sujetos activos. El esquema habitual de desear ser como se debe, es decir, desear adecuarse
a determinados parámetros para así obtener reconocimiento, se complementa con el énfasis idealizado-
normativo en la actitud/voluntad/motivación: se debe desear para estar permanentemente en movimiento.
6 Obviamente, con el trasfondo de mecanismos sancionadores que operan simultáneamente como la nega-
ción del reconocimiento social e intersubjetivo.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 48 - pp. 43-56 /P. Amigot y L. Martínez Sordoni


La subjetividad puesta a trabajar: identificación y tensiones frente al ideal del emprendimiento

la concentración de la atención al contexto bemos ya desde Simone de Beauvoir que el


externo e interno del sujeto para adaptarse sujeto pretendidamente universal y neutro
adecuadamente. del pensamiento occidental lleva la marca
“Poner la vida a trabajar” implica esta- de género. La “ficción de la individualidad”
blecer un intenso vínculo consigo mismo7 independiente (Hernando, 2012) ha sido
de autoproducción. Por un lado, se acentúa posible porque sobre lo femenino se han
el monitoreo de sí y la vigilancia y, por otro, proyectado los condicionantes corporales,
se opera sobre elementos subjetivos que hay vinculares y contextuales, así como una de-
que modificar: se interviene sobre los pensa- ficitaria capacidad para trascenderlos. En la
mientos y el lenguaje (“uno no fracasa, solo elaboración discursiva del sujeto empresa-
se falla”8), sobre las emociones y el deseo rio de sí podemos apreciar, renovadas, estas
(“no hay que tener miedo, hay que desear características que borran, también con efec-
algo y lo consigue quien desea”) y sobre las tos políticos evidentes, la dimensión contex-
actitudes (“hay que motivarse, no hay que tual y relacional de los individuos. Excepto
acomodarse, hay que levantarse y seguir in- cuando se consideran los vínculos como ca-
tentándolo”). A pesar de la retórica de la au- pital social, la capacidad de relación es va-
tonomía, el sujeto empresario de sí tiene que lorada como un activo para el rendimiento
estar vigilante a las circunstancias externas y la adaptabilidad y se instrumentalizan las
e internas: la realidad (naturalizada) es cam- interacciones como consecuencia de esta
biante (lo que es considerado, además de in- primacía del cálculo.
evitable, bueno) y presenta oportunidades o Además de sostenerse pretendidamente
demandas que hay que saber detectar para en valores como la igualdad (en el restrin-
poder tener éxito. La teoría feminista, que gidísimo sentido de “todos podemos/de-
ha analizado la interiorización de los man- bemos ser empresarios”) o la creatividad,9
datos de género en términos de ejercicio de el sujeto emprendedor es libre, autónomo
poder, se ha detenido en este esquema de y se autodetermina. Estas cualidades, no
auto-sujeción y auto-vigilancia y nos aporta obstante, se articulan en los discursos como
pistas para profundizar en este movimiento conceptos estrechos que se refieren, una vez
de adhesión a la propia subordinación (But- superada su vaguedad inicial, a aspectos
ler, 2001; O’Grady, 2004). muy limitados de la experiencia humana. La
libertad es generalmente conjugada como li-
bertad de elección10 sin cuestionamiento del
El ideal normativo del emprendedor marco de opciones y, en última instancia, es
o variaciones en la fantasía de la una libertad para decidir tener éxito o fra-
individualidad masculina casar (Sáenz, 2014). La responsabilización e
individualización de los riesgos necesita de
Por último, nos detendremos en algunas una producción discursiva que insista en la
de las características “seductoras” de este decisión individual, subrayando la indepen-
ideal normativo poniéndolas en relación dencia y la agencia de los individuos. Pode-
con el androcentrismo que ha caracterizado mos considerar que esta narrativa conserva
el imaginario sobre el sujeto moderno. Sa- y acentúa los rasgos de la fantasía de indivi-

7 Para Sáenz (2014, p.32), el ideal de empresario es un sujeto impelido a relacionarse de forma consciente y
constante consigo mismo para poder enfrentarse de forma apolítica a las inquietantes transformaciones
económicas, sociales y subjetivas provocadas por el neoliberalismo.
8 Salvo que se indique lo contrario, las frases entrecomilladas y entre paréntesis corresponden a entrevistas
realizadas en el marco de una investigación llevada a cabo por los autores.
9 Elemento capturado por la renovación del capitalismo que analizan Boltanski y Chiapello (1999) y que
formaba parte de la crítica “artística” del sesenta y ocho.
10 Situaciones de elección que proliferan en consonancia con los procesos de desprotección y de exposición
al mercado.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 49 - pp. 43-56 /P. Amigot y L. Martínez Sordoni


La subjetividad puesta a trabajar: identificación y tensiones frente al ideal del emprendimiento

dualidad masculina que oculta el entrama- Ideal normativo y experiencia subjetiva.


do relacional en el que, necesariamente, se Articulaciones de la narrativa
desarrollan los sujetos y desde la que deci- emprendedora
den y actúan.
En concreto, la versión habitual de auto- A partir de entrevistas12 a emprendedo-
nomía entraña una comprensión de los in- res y emprendedoras, analizamos la ver-
dividuos como exageradamente indepen- tiente experiencial y subjetiva, encarnada,
dientes, sin condicionamientos. Opera un de este ideal discursivo. Lo que podemos
borrado ontológico y ético de los vínculos apreciar en tales entrevistas es, por un lado,
y del contexto relacional y estructural. Pro- la apropiación parcial de los discursos como
sigue naturalizando la exclusión de la vul- claves de comprensión y de lectura de la
nerabilidad y de la necesidad de cuidado propia vida, fundamentalmente a través de
de la esfera socioeconómica y, por lo tanto, la identificación (bastante esencializada en
ocultando el trabajo no reconocido o más algunos casos) y del autoescrutinio evalua-
precarizado. Pero da una vuelta de tuerca dor de acuerdo con los criterios normativos.
en tanto legitima la irresponsabilidad co- No obstante, y por otro lado, apreciamos la
lectiva ante la necesidad humana de cui- emergencia de tensiones que oscurecen el
dado y las estructuras de desigualdad. La ideal normativo en su densidad corporeiza-
responsabilización individual que opera el da y que, además, problematizan, más o me-
neoliberalismo, diluyendo las responsabi- nos implícitamente, los discursos hegemó-
lidades sociales e institucionales, necesita nicos sobre la subjetividad emprendedora.
de la exaltación de la libertad y de la au- Estructuraremos el análisis en tres ejes.
tonomía para su extensión. Simplificadas En primer lugar, exploraremos el grado de
y no problematizadas, nos transmiten la identificación con el ideal normativo y la
fantasía de la posibilidad y de la fuerza del dimensión “heroica” que atraviesa esta per-
sujeto, contracara de la psicologización y cepción de sí como emprendedor. En segun-
de la precarización de las condiciones so- do lugar, abordaremos la intervención sobre
ciales. sí, derivada de la constatación de carencias
Por ejemplo, el mantra repetido en los en relación con las demandas identitarias.
discursos sobre emprendimiento de “pasar Por último, exploraremos las problemati-
de las ideas a los actos” ignora completa- zaciones parciales de los discursos políticos
mente en su formulación las condiciones que expresan los sujetos, así como su adhe-
estructurales y desiguales –excepto lo que sión a criterios de valoración naturalizados
es leído como “barrera” al flujo del merca- en tales discursos.
do– de los sujetos a la hora de emprender y
asumir “riesgos”, así como los contextos re-
lacionales en los que están comprometidos y Yo emprendedor. Personalidad y realización
de los que de alguna manera son responsa- (yo heroico)
bles.11 En este sentido, la autonomía subjeti-
va esgrimida en los discursos responde a la De acuerdo con la literatura, devenir em-
conceptualización liberal clásica que ha sido prendedor es un proceso cuyo punto de par-
cuestionada desde planteamientos feminis- tida puede ser una oportunidad de negocio o
tas (Nedelsky, 2011). bien una “necesidad”, generalmente asocia-

11 Veremos más abajo cómo este elemento es problematizado en las entrevistas, en las que se alude a las
responsabilidades familiares y se acusa de irresponsabilidad “a los políticos” por animar a emprender de manera
generalizada y sin tenerlas en cuenta.
12 Los emprendedores entrevistados han formado parte de alguna actividad de formación en instituciones
públicas. Se indicará en las citas el número de entrevista, el sexo (H/M) y la edad. Por ejemplo, (E1, H, 24)
para la entrevista 1, hombre, 24 años.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 50 - pp. 43-56 /P. Amigot y L. Martínez Sordoni


La subjetividad puesta a trabajar: identificación y tensiones frente al ideal del emprendimiento

da a la salida de una situación de desempleo. Por otra parte, el núcleo fuerte del ideal
En las entrevistas realizadas, se percibe una normativo es la acción desde la individuali-
relación entre el grado de adhesión al ideal dad, la proactividad, y esto adquiere, de ma-
subjetivo y las circunstancias que empujan a nera muy marcada, tintes de heroicidad en
la iniciativa emprendedora. Aun así, en todos las narrativas subjetivas de las personas en-
los casos pueden notarse ciertas tensiones en trevistadas, fundamentalmente en los varo-
relación a la norma subjetiva. nes. Estos rasgos heroicos los distinguen de
En algunos testimonios el “ser emprende- otras personas (emprendedores “no puros”,
dor” es algo que dice la verdad sobre sí y, por es decir, los que lo hacen por necesidad, y,
tanto, actuar como tal es la manera de encon- por supuesto, las personas asalariadas):
trar la realización personal, con la dimensión
afectiva positiva que esta realización entra- No sé qué es emprendedor, me han dicho muchas veces
ña: satisfacción, ilusión, pasión. La identidad que ser emprendedor es tener capacidad de asumir el
riesgo, una manera de lanzarte al vacío, y creo que lo
emprendedora es la clave de su manera de
hice y lo hice a lo grande. Porque otras personas que
ser, es decir, emprender sería la expresión de conozco estaban en paro y comenzaron un proyecto. Es
una subjetividad auténtica que, a su vez, es mucho más sencillo. Yo tenía un contrato de dos años,
realizada a través de tal actividad: que no me gustaba mucho pero estaba a gusto. No era
el trabajo de mi vida, pero estaba a gusto. Era un pues-
Tener algo mío, que no vivir de lo mío, sino decir, tengo to de trabajo que estaba bien. Me lancé al vacío. Es un
algo mío, que por la mañana te levantas y te da la ilu- riesgo (E1, H, 24).
sión de decir, tienes algo propio (E1, H, 24).
[Ser emprendedora requiere] actitud. Fundamental. Yo
… entonces ves cómo otras personas van avanzando creo que la actitud lo es todo. El emprender por obli-
en una dirección que igual no es la que desean, y tú no gación te puede ir bien, porque te puede ir bien, nun-
avanzas pero estás en lo que deseas… […] ¡Y no hemos ca se sabe. Pero si no tienes la actitud... Lo tienes que
hablado de la pasión! Pero la pasión al final es lo que hacer porque te apetece hacerlo realmente. [Creo que
a uno le mueve a hacer cosas y creo que hoy en día, en emprendedora] se nace. […] Lo suele decir un colabo-
primer lugar, muy poca gente conoce cuál es su pasión rador, hay que ser un poco paracaidista (E8, M, 36).
y, en segundo lugar, una vez que la conoce se atreve
explotarla (E2, H, 27). Lo que los distingue son, fundamental-
mente, la valentía y los sacrificios. Los sacri-
Estas expresiones de “realización per- ficios manifiestan una renuncia a algo “con-
sonal” son claros ejemplos de lo señalado vencional” que es resignificada como reali-
sobre la imbricación de trabajo y vida que zación de valores más elevados (libertad, re-
mencionábamos más arriba. Su punto más velación de la pasión de la vida, realización
extremo puede encontrarse en la última de la individualidad, etc.). Por ejemplo, en
frase, donde se refiere metafóricamente a esta cita, la renuncia a la seguridad material
la “explotación” –como metáfora económi- es leída en términos de inconformismo:
ca- de la pasión. Lo que apasiona, lo que ilu-
[Cuando llega el verano] Y piensas, ¡joder estos!, ¡qué
siona, lo que anima al individuo a seguir, se suerte tienen de no cuestionarse las cosas y estar tan
traduce a una lógica de valorización econó- tranquilos! (E2, H 27 años).
mica. Es la propia subjetividad la que ocupa
el lugar de aquello que debe capitalizarse y Se renuncia a lo material pero también
valorizarse. al reconocimiento social en algunos casos,
En los testimonios, la adhesión a este lo que es muestra de fortaleza, de indepen-
esquema subjetivo hace emerger una lectu- dencia. De hecho, los valores idealizados
ra retrospectiva biográfica que refuerza la compensan y son el obsequium subjetivo que
esencialidad de ese “ser emprendedor”: sostiene todos los sacrificios y esfuerzos. Es
más, esta compensación, narcisista en algún
Lo que tenía claro, era, desde que llegué a la universi-
sentido, promueve y facilita – y creemos que
dad, era que iba a tener algo propio (E1, H, 24).
esto es algo extensible y característico de la
Yo siempre he sido una persona que siempre ha tenido operatividad de la subordinación contempo-
interés por crear cosas nuevas (E7, H, 27). ránea- la sobrecarga de roles y la intensifica-

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 51 - pp. 43-56 /P. Amigot y L. Martínez Sordoni


La subjetividad puesta a trabajar: identificación y tensiones frente al ideal del emprendimiento

ción del trabajo, y minimiza la importancia por un “deseo puro” manifiestan una ma-
de los reveses vitales o la falta de recursos: yor tensión en relación con su forma de ser,
pero, no obstante, parecen haber interiori-
… He vivido con mi pareja hasta hace poco, pero al
final, por viabilidad, no pudimos seguir manteniendo zado, aunque de manera muy ambivalente,
un piso y he vuelto a casa de mis padres (E2, H, 27). las demandas de la “subjetividad adecua-
da” y muestran un trabajo de autoobserva-
… Aunque trabajes más ahora te sientes más libre. […]
ción que las lleva a explicitar la necesidad
Antes de ayer estuve trabajando hasta las dos de la ma-
ñana y es algo que no me molesta. Sin embargo, en mi de modificar elementos subjetivos, en un
anterior trabajo, me quedaba dos horas más y me mordía esfuerzo de transformación. Esto muestra,
hasta los huesos de los dedos. Llevo ocho meses en los en general, la interiorización del esquema
que no sé si es lunes o domingo […] pero no me molesta,
la verdad es que estoy muy a gusto (E1, H, 24).
de “actividad permanente”. El hecho de
no avanzar o no prepararse sin descanso
Trabajar por mi cuenta, lo que yo valoro es… yo creo (incluso cuando se tiene un empleo) es in-
que le echarías más ganas, al final lo que va a hacer terpretado en todas las entrevistas como co-
depende de ti […] Si tienes que estar ahí un sábado,
pues estás ahí el sábado (E6, H, 23). modidad y pasividad.
En este testimonio, que es el único que
La pasión es lo que justifica el sacrificio: explícitamente muestra preferencia por
una relación asalariada –“pues yo estoy más
Tienes que tener pasión. Porque al final estás traba- a gusto trabajando para otra persona realmente.
jando en algo en lo que crees, en lo que has creado tú, Yo estoy más cómoda” (E4, M, 45)–, aparece
y eso lleva muchas horas, lleva muchos días de llegar
a tu casa y decir: “Jobar, ¿merece la pena?, que estoy
claramente la tensión ambivalente por tener
dejando de estar con mi familia, estoy dejando de estar que aprender a ser diferente y la rabia de no
con mis amigos, estoy dejando de estar con mi novia, encontrar valoración tal como es. Oscila en
sacrificando muchas cosas por esto. Y va a salir o no va consideraciones como “soy muy buena” con
a salir”. […] emprender es pasión y es invertir horas una mirada autodisciplinadora que enjuicia
de tu tiempo en algo que tú crees a fe y ciegamente el pasado y que indica elementos a cambiar:
(E7, H, 27).
[Hablando de su trabajo anterior, durante doce años]
Esta heroicidad, como señalábamos, im- O sea, reconozco que ahí me estanqué […] Sí que mi
plica una distinción en relación con otros, marido me decía: “ponte a hacer algo, haz un curso”…
por supuesto con las personas asalariadas, [Y yo decía]: “es que no me apetece, es que salgo tarde,
es que no quiero”. Realmente me estanqué. […] Pero
pero también con emprendedores “por
yo sé que tengo que cambiar cosas, o sea, no cambiar
obligación” o que lo son porque siguen la cosas, mejorarlas. Ocultarlas… […] Y me va a resul-
“moda” del emprendimiento. El núcleo de tar muy, muy complicado y muy difícil. Pero bueno
la heroicidad es un riesgo que implica la po- (E4, M 45).
sibilidad de un daño real para uno mismo:
Pero esto no aparece solo en las personas
Yo sí me considero un emprendedor, […] pero empren- menos adheridas identitariamente al ideal
der tampoco es muy difícil, lo que es difícil es dejar emprendedor, también en las que se identifi-
el trabajo cuando estás bien considerado, arriesgar…
eso sí que es difícil [que es lo que él hizo] (E5, H, 36).
can totalmente en términos de personalidad
con esas cualidades subjetivas, lo que no im-
Para mí el riesgo es ser valiente. Yo lo asocio a valen- pide que, a partir de un autodiagnóstico, se
tía. Porque ambos conceptos parten de la base de que deban opera cambios sobre sentimientos y
tú, conscientemente, haces algo que sabes que te puede actitudes:
dañar a ti mismo (E5, H, 36).
Yo soy un poco segurolas, por así decirlo, pero poco a
poco lo voy corrigiendo (E2, H, 27 años).
La tensión por autoproducirse emprendedor
En este mismo testimonio, por ejemplo,
Las personas que muestran un menor se alude a los cursos de emprendimiento,
grado de identificación y que devienen em- no como fuentes de conocimiento, sino de
prendedoras por circunstancias más que motivación:

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 52 - pp. 43-56 /P. Amigot y L. Martínez Sordoni


La subjetividad puesta a trabajar: identificación y tensiones frente al ideal del emprendimiento

… Hay muchos cursos en los cuales veo cosas que ya mos (Gaulejac, 2009). Pero esa movilización
sé. Entonces, más que un conocimiento puro, estos permanente tiene su contracara en la frus-
cursos me van poco a poco animando a avanzar. Por-
tración:
que, como te he dicho antes, yo soy un poco prudente,
no soy tampoco muy… amante del riesgo, entonces es-
Entonces hay veces que te pones a hacer cursos y cur-
tos cursos más que un efecto formativo tienen un efecto
sos. Y hay un momento en que... yo le digo a mi mari-
motivador sobre mí (E2, H, 27).
do: “¿Y este para qué, para qué? Si igual lo voy a hacer
y luego te van a pedir el nivel siguiente...” […] Es un
Además de este esquema de auto-obser- poco loco ahora mismo (E4, M, 45).
vación, aparece también la idea del esfuerzo
por observar la realidad cambiante. El em- Dado que nunca podrá estar a la altura
prendedor no tiene definido a priori y ex- de la performance solicitada, el individuo
ternamente lo que debe hacer en su trabajo. puede verse como incompetente, incapaz, o
Esto sume al individuo en una incertidum- insuficientemente motivado:
bre constante y lo enfrenta a la necesidad de
una planificación permanente, a una suerte Pues no sé, tú piensas que con la experiencia... te
de actividad o movilización permanente: piden experiencia, idiomas, te piden unas cosas que
son alucinantes... entonces tú dices vale, tengo ex-
[Ser un emprendedor es] estar atento al cambio, periencia. Pero el inglés, bueno tengo un B1 que no
saber anticiparse, estar con los 6 sentidos [sic]. Y está mal y en francés tengo otro B1 que tampoco está
sobre todo la actitud emprendedora. Leer, escuchar, mal... tengo conocimientos de alemán... “pero es que
ver, seguir formándote, ver cómo evolucionan las te vendría muy bien ruso, te vendría muy bien chi-
empresas. … En el siglo XXI estemos en el siglo del no”. Y yo digo: “Bueno y qué quieres, tengo 45 años,
cambio constante, con la revolución tecnológica. […] milagros no puedo hacer, voy lo más rápido que pue-
Seguramente te vas a equivocar, pero por lo menos do intentando asimilar las cosas”; entonces, es muy
intentar. Ir adaptándote a los nuevos medios. Incluso complicado... (E4, M, 45).
anticiparte a lo que pueda ocurrir, para cuando explo-
te estar bien posicionado. Es muy fácil decirlo. Hay
que hacerlo. Pero ser emprendedor es lo que dijimos,
es una actitud y esa actitud tiene que ver con el cam- Problematizaciones limitadas. Esquemas
bio y la evolución. Y estar atento a todo lo que pueda de valoración y percepción (crítica del
suceder (E7, H, 27). discurso público)

Si no hay elementos objetivos que esta- Como último punto, nos interesa seña-
blezcan cómo se debe desarrollar el trabajo, lar que en las entrevistas aparecen también
el error –incluso el fracaso- son componen- elementos de crítica y problematización de
tes internos de la propia lógica emprende- los discursos políticos y de aquellos difundi-
dora. Ya no constituyen una disfuncionali- dos desde instancias con poder económico
dad, sino que alimentan esa lógica de movi- y social. Esta crítica se dirige a dos niveles
lización permanente: distintos. Por un lado, se señala la irrespon-
sabilidad atribuida a los actores sociales,
… ¿Cuántas veces te has dado una hostia y te has
vuelto a levantar? Eso ayuda. Aquí no, pero en Es- fundamentalmente a las organizaciones pú-
tados Unidos dicen que no eres realmente empresa- blicas, por generalizar la llamada a empren-
rio hasta que no quiebras 3 veces. Pero aquí, ¡bueno! der. Por otro lado, se reclama más formación
(E8, M, 36). y educación, más medidas destinadas a la
“revolución cultural” en beneficio del em-
Pero bueno, hay veces que las cosas fallan. Fallamos,
sí. […] Pero bueno, derecho a pataleta y adelante. Vol-
prendimiento.
ver a ver qué es lo que ya ha fallado y aprender de eso. Estos dos puntos se diferencian en el
Y seguir... y tratar de salir adelante (E9, M, 35). sentido atribuido al emprendimiento. El
primer punto se refiere al emprendimiento
La quietud es lo negativo, el vacío. Para como forma de empleo, fundamentalmente
hacer frente a ella es necesario actuar, hacer como trabajo autónomo. Se señala que “no
proyectos, fijarse objetivos. El individuo se todo el mundo vale”, y, además, que no se
refugia en el movimiento perpetuo, en la hi- tienen en cuenta las circunstancias de las
peractividad, que devienen fines en sí mis- personas (edad, responsabilidades familia-

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 53 - pp. 43-56 /P. Amigot y L. Martínez Sordoni


La subjetividad puesta a trabajar: identificación y tensiones frente al ideal del emprendimiento

res, etc.). De alguna manera, aquí aparece de voluntad de fomentar el espíritu emprende-
forma indirecta una crítica a la fantasía de dor en términos culturales, y más allá de las
la individualidad, de la que hemos hablado esferas laborales. Se habla de educación, por
más arriba, y que concibe a los individuos supuesto, y de la necesidad de facilitar que
desgajados de sus contextos relacionales y la gente “despierte”:
estructurales:
… El que todo el mundo pueda tener un despertar, eso
A mí me da igual que esté de moda... ahora mismo el hay que fomentarlo desde el sistema educativo (E7,
movimiento de incentivo del emprendimiento me pa- H, 27).
rece una gilipollez, eso sí. Porque estamos animando
a la gente a endeudarse, a poner como aval la casa La interiorización de la narrativa del em-
de sus padres, igual se pueden ir a la ruina... (E5, prendimiento se revela en la adhesión a sus
H, 36). valores más allá del trabajo, considerando
que son competencias deseables para toda
Y ya no solo si no recuperas esa inversión, sino que la
bola se va haciendo más grande y te endeudas... ¡Buf! la vida, en la familia, con la pareja:
Eso da un poco de vértigo. Yo no tenía una gran eco-
nomía y siempre te da como apuro el que tú no puedas Para todo en la vida. Es para todo en la vida. Yo creo
hacer frente a esas deudas y tengas que meter a otra que realmente las competencias que tiene un em-
persona. Como el caso de mis padres por ejemplo. Si prendedor son las que tiene que tener un trabajador,
eso no salía bien y mis padres tenían que ayudarme a como una persona en la vida, para tomar una decisión
pagar las deudas que a mí me pudieran surgir… (E10, (E, M, 36).
M, 31).
Esta adhesión implica simultáneamen-
Lo cierto es que aunque se critique la te la interiorización de un código de inter-
“irresponsabilidad”, porque no todo el pretación y valoración de la realidad social y
mundo se encuentra en las circunstancias de los individuos que trabajan de manera
favorables para emprender, en las entrevis- asalariada o que están en paro o han fra-
tas no aparece crítica alguna al marco más casado. Las personas asalariadas son fre-
amplio en el que se producen tales discur- cuentemente calificadas de “comodonas”,
sos, es decir, las condiciones socioeconó- “pasivas”, etc.:
micas o estructurales. Por el contrario, lo
El asalariado está acomodado en el sofá. Las empresas
que puede apreciarse con más claridad es y la gente que conozco han optado, en vez de contra-
una naturalización conformista ante las tar [asalariados], por contratar freelance. No quieren
mismas: contratar asalariados porque al final se acomodan (E8,
M, 36).
Son las reglas del juego (E8, M, 36).
Para mí es un problema de este país el poco ímpetu en
Algunas personas todavía siguen buscando un puesto hacer cosas nuevas, creo que es un obstáculo […] Un
de trabajo para toda la vida y eso ya creo que en el chico con 26 años [funcionario] decía […]: “qué bien,
mundo que estamos, no existe (E9, M, 35). a las tres dejo de trabajar”. Entonces dices: “qué tris-
te que con 26 años estés aspirando y deseando eso…”
El otro eje de las críticas se refiere a la (E2, H, 27).
falta de impulso por parte de las adminis-
traciones, en tanto que no se hace lo sufi- Siguiendo el esquema individualizador
ciente para fomentar y facilitar el espíritu y psicologizador que los discursos sobre
emprendedor. Aquí emergen una serie de emprendimiento expanden, el paro se in-
estrategias discursivas a partir de las cuales terpreta causalmente como efecto de la co-
se valora, e incluso se juzga, a “los otros”, modidad y, por tanto, se responsabiliza a los
a los “no emprendedores”. Es decir, esta sujetos del mismo:
demanda de más formación en iniciativa
Y la gente es muy comodona […] Sí, hay mucho paro.
emprendedora se sustenta en la valoración Pero tampoco están tan mal cuando no se mueven. [El
positiva de la misma y en una valoración paro] es un problema de actitud, de actitud cultural, la
negativa de la “pasividad”. En este sentido, gente es muy cómoda y yo sigo pensando que España
lo que sí se manifiesta es una adhesión a la es el país de la pandereta (E8, M, 36).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 54 - pp. 43-56 /P. Amigot y L. Martínez Sordoni


La subjetividad puesta a trabajar: identificación y tensiones frente al ideal del emprendimiento

La censura de la pasividad atraviesa situaciones (relación asalariada, desempleo)


todos los discursos. Aparece incluso en los valorándolas en términos individualiza-
testimonios más ambivalentes con la narra- dores y sobre la clave de la actividad: se
tiva emprendedora, y llega, en este caso, por censura lo que se percibe como pasividad
ejemplo, al enjuiciamiento de quienes pade- –llegando a calificar en estos términos situa-
cen una “depresión brutal” causada por la ciones de empleo estable y no invasor de la
propia situación de desempleo: vida- y se tiende a naturalizar la estructura
socioeconómica y a interpretar el desempleo
Luego hay otras personas que directamente se tocan las en clave subjetiva o cultural.
narices. Que yo las conozco. Personas que están depri-
No obstante, en las entrevistas también
midas con una depresión brutal. Yo a Dios gracias no
he tenido depresión. Yo entiendo que la gente… pues han emergido las tensiones existentes entre
estás muy deprimida y yo lo entiendo. Pero tienes dos el ideal del emprendimiento y las expe-
opciones: o te deprimes, te sientas aquí y te pones a ver riencias concretas. La imagen de un indi-
la tele, o te mueves (E4, M, 45). viduo proactivo, que puede gobernar sus
emociones y afectos y que es soberano de
su destino, queda de alguna manera pro-
A modo de conclusión blematizada. Las entrevistas permiten ver
las “omisiones” del discurso emprendedor.
Hemos señalado que las formas de tra- En este sentido, el lugar de los individuos
bajo en el capitalismo contemporáneo se en el ordenamiento social (género, edad,
definen por una movilización o puesta en vínculos familiares), que el ideal normati-
trabajo de la subjetividad. Las característi- vo abstracto obvia, aparece aludido en los
cas de este proceso permiten remitirlo a una relatos de las personas entrevistadas y hace
“feminización del trabajo”; en primer lugar, emerger los límites y la carga ideológica de
por instrumentalizar lo afectivo-relacional, las estrategias de promoción del emprendi-
cualidades históricamente vinculadas a lo miento.
femenino; en el segundo, por generalizar las
condiciones precarias que han caracterizado
el trabajo y empleo femenino; por último,
por poner en juego demandas identitarias REFERENCIAS
que entrañan procesos de (auto)sujeción a la
implicación y a la (eventual) explotación. En AMIGOT LEACHE, P.; MARTINEZ, L. (2013).
este sentido, hemos intentado mostrar que Gestión por competencias, modelo empre-
una de las formas en que la subjetividad es sarial y sus efectos subjetivos. Una mirada
puesta a trabajar se vincula con la construc- desde la psicología social crítica. Universitas
ción de imágenes idealizadas que operan Psychologica, 12(4), 1073–1084.
como referencias para los modos de (auto) AUDRETSCH, D.; BELITSKI, M. (2013). The
producción subjetiva en el mundo del tra- missing pillar: The creativity theory of knowl-
edge spillover entrepreneurship. Small Busi-
bajo. Imágenes idealizadas que cristalizan
ness Economics, 41(4), 819–836.
en un “ser emprendedor” como identidad
AUDRETSCH, D.; GRILO; I.; THURIK, R. (Eds.).
normativa.
(2007). Handbook of research on entrepreneurship
A partir del análisis de las entrevistas policy. Northampton (Mass.): Edward Elgar.
con personas emprendedoras, hemos obser- BOLOGNA, S. (2006). Crisis de la clase media y pos-
vado la adhesión identitaria a la narrativa fordismo. Madrid: Akal.
sobre emprendizaje y cómo esta articula la BOLTANSKI, L.; CHIAPELLO, E. (2002). El nuevo
experiencia subjetiva, destacando su tonali- espíritu del capitalismo. Barcelona: Akal.
dad “heroica”, algo que permite relativizar BRÖCKLING, U. (2007). El self emprendedor. Socio-
y resignificar las frustraciones y los sacrifi- logía de una forma de subjetivación. Santiago de
cios como consecuencia de una realización Chile: Ediciones Universidad Alberto Hurta-
personal auténtica o de valores superiores. do.
A su vez, se observa que tal narrativa ope- BUTLER, J. (2001). Mecanismos psíquicos del poder.
ra como un esquema de percepción de otras Madrid: Cátedra.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 55 - pp. 43-56 /P. Amigot y L. Martínez Sordoni


La subjetividad puesta a trabajar: identificación y tensiones frente al ideal del emprendimiento

COMISIÓN EUROPEA. (2007). Competencias clave GAULEJAC, V. (2009). La société malade de la ges-
para el aprendizaje permanente. Un marco euro- tion. Idéologie gestionnaire, pouvoir managérial et
peo. Bruselas: Oficina de Publicaciones de la harcèlement social. Paris: Seuil.
Comisión Europea. HERNANDO, A. (2012). La fantasía de la individua-
COMISIÓN EUROPEA. (2010). Europa 2020. Una lidad. Sobre la construcción sociohistórica del sujeto
Estrategia para un crecimiento inteligente, soste- moderno. Buenos Aires-Madrid: Katz.
nible e integrador. Bruselas: Oficina de Publica- ILLOUZ, E. (2007). Intimidades congeladas. Las
ciones de la Comisión Europea. emociones en el capitalismo. Madrid: Katz.
COMISIÓN EUROPEA. (2013). Plan de acción so- ILLOUZ, E. (2014). El futuro del alma. La creación de
bre emprendimiento 2020. Relanzar el espíritu de estándares emocionales. Barcelona: Katz-Centro de
empresa en Europa. Bruselas: Oficina de Publi- Cultura Contemporánea de Barcelona.
caciones de la Comisión Europea. LAVAL, C.; DARDOT, P. (2013). La nueva razón del
DEL MORAL ESPÍN, L.; FERNÁNDEZ GAR- mundo. Ensayo sobre la sociedad neoliberal. Bar-
CÍA, M. (2011). Devenir mujer del trabajo y celona: Gedisa.
precarización de la existencia. La centralidad LORDON, F. (2013). La société des affects. Pour un
de los componentes afectivos y relacionales structuralisme des passions. Paris: Editions du
al analizar las transformaciones del trabajo. Seuil.
En M. Cortina i Oriol, P. Ibarra Güell (Eds.). MARAZZI, C. (2003). El sitio de los calcetines: el
Recuperando la radicalidad. Un encuentro en giro lingüístico de la economía y sus efectos sobre
torno al Análisis Político Crítico. Barcelona: la política. Madrid: Akal.
Hacer. MORINI, C. (2014). Por amor o por la fuerza. Femi-
EHRENBERG, A. (1991). Le culte de la performance. nización del trabajo y biopolítica del cuerpo. Ma-
Paris: Hachette. drid: Traficantes de Sueños.
EZQUERRA, S. (2010). Visiones feministas y an- NEDELSKY, J. (2011). Law’s Relations. A relational
ticapitalistas ante las crisis. Paper presented theory of self, autonomy and law. Oxford: Ox-
at the Encuentro: Feminismos en la agenda del ford University Press.
desarrollo, Bilbao. O’GRADY, H. (2004). Woman’s Relationship with
FRADE, C. (2007). Gobernar a otros y gobernar- Herself: Gender, Foucault and Therapy. London-
se a sí mismo según la razón política liberal. New York: Routledge.
Reis: Revista Española de Investigaciones Socioló- SÁENZ, J. (2014). Artes de vida, gobierno y contra-
gicas, 119, 35–64. conductas en las prácticas de sí: hacia una onto-
FUMAGALLI, A. (2010). Bioeconomía y capitalismo logía crítica del presente. Bogotá: Universidad
cognitivo. Madrid: Traficantes de Sueños. Nacional de Colombia.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 56 - pp. 43-56 /P. Amigot y L. Martínez Sordoni


La lógica del funcionamiento de la
Universidad y el capitalismo cognitivo

Sofía Guadalupe Corral Soto


Artículo recibido el 13 de abril y aceptado el 8 de junio de 2016. Univ. Autónoma de Ciudad Juárez (México)

Resumen
A raíz de la reconsideración de los escritos de Marx sobre el avance del conocimiento conver-
tido en la tecnología puesta al servicio de la producción económica, han surgido algunos estudios
sobre los cambios en el trabajo relacionados con el conocimiento como principal generador de
riqueza en el capitalismo actual. A esta reciente caracterización de los modos de producción se le
ha denominado capitalismo cognitivo. El texto que aquí se presenta se apoya en esta denomina-
ción para describir la lógica del funcionamiento de las universidades, supeditadas a mutaciones
relevantes en sus formas de producción, trabajo, intercambio y valoración del conocimiento. Como
propuesta crítica, se muestra la contradicción prevaleciente entre la necesidad de las instituciones
por incursionar en la llamada economía del conocimiento y su relativa incapacidad para rentabi-
lizar cada actividad de docencia e investigación.
Palabras clave: Universidad; Conocimiento; Trabajo; Capitalismo cognitivo.

Abstract
The logic of the University and cognitive capitalism
Following the review of the writings of Marx about the advancement of knowledge mater-
ialized in technology at the service of economic production, some studies have emerged about
changes in work related to knowledge as the main generator of wealth in current capitalism. This
recent characterization of the modes of production has been called cognitive capitalism. This text
is based on this name to describe the logic of operating in the universities, subject to significant
changes in their forms of production, work, knowledge exchange and valuation. As critical pro-
posal, we show the prevailing contradiction between the need for institutions to venture into the
knowledge economy and its relative inability to capitalize every activity of teaching and research.
Keywords: University: Knowledge; Work; Cognitive Capitalism.

Introducción mica, el cambio efectuado en la actualidad


se justifica porque con la gran industria “la
Los escritos elaborados por Marx entre creación de la riqueza efectiva se vuelve me-
1857 y 1858, particularmente los cuader- nos dependiente del tiempo de trabajo y del
nos VI y VII de los Grundrisse, referidos a cuanto de trabajo empleados que del poder
las máquinas (Marx, 2011, pp. 216-230), se de los agentes durante el tiempo de trabajo”
han convertido en documentos clave para (Marx, 2011, p. 227).
comprender el giro que han dado los estu- Prosiguiendo esa huella, la corriente de-
dios sobre el capitalismo hacia la dimensión nominada como capitalismo cognitivo ha
cognitiva. Si bien el conocimiento siempre situado al conocimiento como el principal
ha estado presente en la producción econó- generador de capital. El conocimiento por lo

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016), pp. 57-70 - 57 -


La lógica del funcionamiento de la Universidad y el capitalismo cognitivo

tanto se considera, en esta orientación teóri- consecuencia, es una abstracción imposible


ca, como tiempo de trabajo socialmente in- de descifrar. Del mismo modo, es imposi-
vertido en la producción bajo diferentes for- ble realizar estimaciones precisas, puesto
mas: como cúmulo de información expresa- que el valor es incapaz de abarcar al objeto,
da en distintos formatos, como cooperación- del mismo modo que la palabra no alcanza
red de trabajo y, sobre todo, como ingenio a contener lo nombrado. En un sistema que
materializado u objetivado en tecnología. delira en la cuantificación y que depende
En definitiva, se concibe al conocimiento, de ella, se produce una nueva paradoja: por
tanto en su dimensión activa como sustanti- una parte, la inminente necesidad de calcu-
va, como una forma más de trabajo. lar todo lo producido en las universidades,
Por su parte, las universidades como y por otra, la imposibilidad de determinar
centros de investigación y educación en los objetivamente un rasero fidedigno.
que se presupone la generación, apropiación A continuación se abordan algunas ar-
y aplicación del conocimiento, no podrían gumentaciones que plantean las categorías
permanecer ajenas a estos cambios, sobre analíticas más generales y fundamentales
todo si se considerara que el conocimiento del capitalismo cognitivo, relacionándolas
ahí producido contiene una real o potencial con las nuevas formas de gestión del cono-
productividad y por lo tanto una manifies- cimiento dentro de lo que podría tildarse
ta generación de riqueza. Es decir, que los de “capitalismo académico”, como abordé
productos generados en estas instituciones pormenorizadamente en mi tesis doctoral
derivan en un incremento económico refle- (Corral Soto, 2015).
jado en el bienestar social o en el desarro-
llo empresarial. Sin embargo, en este punto
prevalece una contradicción que José Carlos
Capitalismo cognitivo o el
Bermejo (2015) ha analizado y que se basa
en la incompatibilidad entre la excesiva ge- conocimiento como fuente de
neración de papers, proyectos de investiga- riqueza
ción y cursos académicos de todo tipo (que
aparentemente son una expresión tácita del El término weightless economy es uno de
conocimiento) y su real improductividad tantos modos de llamar a lo que se presu-
económica, además de su evidente impro- me como una nueva economía del conoci-
ductividad teórica, en no pocos casos. miento. No es raro encontrar términos para
Como mercancías fetichizadas, fantas- referirse a él como la dimensión inmaterial,
máticas, los papers y sus símiles universita- intangible o cognitiva de la actividad huma-
rios esconden el carácter social del trabajo, na, incluso como una dimensión inconscien-
o dicho de otro modo, las relaciones socia- te. El conocimiento en cualquier caso y bajo
les de producción que inherentes a ellas son cualquiera de sus descripciones (como inte-
ocultadas en una valoración/igualación en lecto, ideología, información, virtuosismo,
el intercambio. La equiparación de las pro- actividad neuronal, savoir-faire, disposición,
ducciones universitarias actualmente se ha talento, formación académica, creatividad,
vuelto necesaria en el campo académico y ingenio, etc.) sigue representando un pro-
científico, en el cual se disuelven las dife- blema teórico cuando de términos económi-
rencias entre la evaluación-dictaminación cos se trata y en la medida en que se intenta
por un lado y la valoración-determinación convertirlo en un producto intercambiable y
salarial de los docentes investigadores por comercializable.
otro, ya que, dependiendo del nivel alcanza- Se ha denominado capitalismo cogniti-
do en la primera, podrá influirse favorable vo a una nueva forma de configuración de
o desfavorablemente en la segunda. La eva- la economía que atraviesa por una fase de
luación estandarizada de productos disími- desarrollo tardío, en la que las actividades
les se asienta en una cadena histórico-social productivas denominadas como intelectua-
de estimaciones. La determinación del sa- les han ocupado un espacio preponderante.
lario o de cualquier tasación comercial, en El conocimiento no ha sido contemplado

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 58 - pp. 57-70 /Sofía Guadalupe Corral


La lógica del funcionamiento de la Universidad y el capitalismo cognitivo

como impulso crucial de la economía úni- finición prosigue: “en sentido estricto, sólo
camente en los años recientes, aunque innu- presta servicios dentro de la producción y
merables estudios relacionados con la era de para la producción, y no tiene ningún otro
las comunicaciones y las redes informáticas valor de uso” (Marx, 2011, p. 217). El medio
hayan puesto de manifiesto su relevante de trabajo calificado como trabajo fijo (que
participación y su supuesta originalidad. Se deberá distinguirse del que él llama capital
conocen otras denotaciones como capital in- circulant, que es el capital que se mantiene
telectual, capital humano e incluso patrimo- en rotación constante) adquiere su forma
nio tecnológico, que han tenido en cuenta al más elemental en las máquinas productivas,
conocimiento como fuente generadora de y en relación a ellas señala:
riqueza económica.
Lo que demarca, sin embargo, a los estu- “El medio de trabajo experimenta diver-
dios más notables del capitalismo cognitivo sas metamorfosis la última de las cuales es
de sus análogos anteriores, es el tratamiento la máquina o más bien un sistema automáti-
suspicaz sobre las formas de subsunción y co de maquinaria (sistema de la maquinaria;
acumulación de dichos capitales, que reve- lo automático no es sino la forma más plena
lan nuevas formas de dominación, enmarca- y adecuada de la misma, y transforma por
das en la clásica contradicción entre capital primera vez a la maquinaria en un sistema),
y trabajo. Además, algunos estudiosos del puesto en movimiento por un autómata, por
capitalismo cognitivo han puesto de mani- fuerza motriz que se mueve a sí misma; este
fiesto las limitaciones cuantificadoras para autómata se compone de muchos órganos
llevar a cabo la apropiación de capitales, la mecánicos e intelectuales, de tal modo que
determinación de la propiedad intelectual y los obreros mismos sólo están determinados
cualquier otro tratamiento del conocimien- como miembros conscientes de tal sistema”
to, como si de una mercancía común se tra- (Marx, 2011, p. 218).
tara.
La extensa obra de Marx es una profun- Dicho lo cual, los llamados órganos in-
da crítica a la economía política de su tiem- telectuales que fabrican y conforman las
po, convertida ahora en una tradición teóri- máquinas, adquieren una importancia vital
ca que ha aportado elementos sustanciales para el proceso de producción en general.
a la valoración del avance de las fuerzas en En la sociedad actual, donde las máquinas
el terreno del capitalismo. Conocimiento y han adquirido una elevada especialización
trabajo se enlazan en sus escritos como acti- y una penetrante participación en incalcu-
vidades inmanentes de la creación humana lables ámbitos de la vida, se advierte el in-
y de la producción de la riqueza. La orienta- menso valor del conocimiento y la informa-
ción neomarxista, sobre todo de la corriente ción como insumos de desarrollo.
italiana de los años setenta (Antonio Negri, Incluso la máquina más elemental refleja
Paolo Virno, Franco Berardi), ha rescatado una forma de evolución del intelecto huma-
documentos insuficientemente conocidos de no, el cual ha transitado por varias etapas
la obra de Marx, para situar el debate actual básicas de extensión de la fuerza viva. Las
acerca de la implicación del conocimiento en máquinas, bajo la forma de prótesis de la ha-
el desarrollo productivo y tecnológico. Uno bilidad humana, pasaron de ser un simple
de dichos textos es sin duda el fragmento instrumento manipulado por la mano, como
dedicado a las máquinas, que, como ya se es la cuchara o el martillo, a una compleja
dijo, aparece en los Grundrisse (Marx, 2011). estructura de circuitos electrónicos integra-
En los Grundrisse, Marx reconoce tres ele- dos en un ordenador, capaces de realizar
mentos materiales constitutivos del proceso las operaciones matemáticas más comple-
productivo: material del trabajo, medios de jas, de forma rápida y precisa. El resultado
trabajo y trabajo vivo. Distingue de entre los de esta evolución cada vez más acelerada
tres al capital fijo como medio de trabajo, ha superado otras formas primitivas de
“que se consume en el proceso mismo de herramienta, pasando de las estructuras
producción” (Marx, 2011, p. 216), y en su de- mecánicas-analógicas a las funciones digita-

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 59 - pp. 57-70/Sofía Guadalupe Corral


La lógica del funcionamiento de la Universidad y el capitalismo cognitivo

les-virtuales. Unido a este proceso, el cono- vas de la humanidad se conviertan, desde


cimiento del ser humano ha sufrido trans- la perspectiva marxiana, en general intellect.
formaciones importantes. Ningún invento o A ese cúmulo de conocimientos se le ha con-
descubrimiento ha dejado de lado el papel ferido un valor en términos parciales (pre-
de las funciones abstractas del intelecto; por cio de instrumentos tecnológicos, patentes,
el contrario, la vida humana se ha supedita- avances científicos, etc.); sin embargo, la in-
do a las condiciones que su propio conoci- conmensurabilidad de su cálculo en térmi-
miento y trabajo (objetivizado en máquinas) nos totales hace imposible otorgar un valor
le devuelve, si bien, “dado que el trabajador económico a cuanto ha sido producido. Las
está degradado a la condición de máquina, fuerzas productivas del sistema capitalista
se le puede contraponer la máquina como se apropian de él, lo cual es palpable en la
competidor” (Marx, 2006, p. 52). vida cotidiana, ya que pocos son los avances
La actividad mental, considerada tam- científicos que quedan fuera del intercam-
bién como trabajo vivo es capturada por la bio comercial y en provecho del avance de
estructura productiva para hacerla suya, la ciencia en su conjunto.
en su beneficio. El trabajo manual, en este Se trata de la apropiación de la activi-
sentido, no tiene ninguna distinción en re- dad humana, bajo los términos de subsun-
lación al trabajo mental, ya que ambos son ción formal y subsunción real del trabajo
puestos al servicio de la generación de la en el capital. Abreviadamente, el modo de
valorización del capital. En los seres hu- producción capitalista absorbe los cono-
manos no existe la separación entre trabajo cimientos científicos en su provecho y así
mental y trabajo manual debido a que nin- modifica su proceso productivo en términos
gún trabajo se efectúa independiente de la formales. Del mismo modo, cuando dicho
capacidad de abstracción porque “lo que proceso aparece como una síntesis de la
distingue al peor arquitecto de la mejor forma social de trabajo, incorporada ya en
abeja es que ha construido la celdilla en su el proceso productivo, reaparece en térmi-
cerebro antes de construirla en cera” (Marx, nos reales. Ocurre entonces el denominado
2007, p. 242). proceso de subsunción real del trabajo en el
Por otra parte, la distinción entre mente capital: “Tenemos que más y más funciones
y mano, o trabajo físico y trabajo intelectual, de la capacidad de trabajo se incluyen en el
es una construcción dada por la evolución concepto inmediato de trabajo productivo, y
de la estructura de las formas económicas y sus agentes en el concepto de trabajadores
no una segmentación consumada por la na- productivos” (Marx, 2005, p. 28).
turaleza. Frente a estas afirmaciones, podría Según Carlo Vercellone1 el traspaso de
decirse que la acumulación de la riqueza ha la economía industrial fordista a la econo-
permanecido siempre condicionada por la mía del capitalismo cognitivo no está dada
actividad cognitiva, incluso que el conoci- por el incremento en el uso y generación de
miento como forma de trabajo rivaliza con tecnología, porque, tal como sostiene, el uso
el propio trabajador hacia una conformación de las comunicaciones y la tecnología sin el
de seres ajenos al producto de su conoci- conocimiento serían un recurso estéril. Por
miento/trabajo. el contrario, afirma que lo que caracteriza a
Ahora bien, al considerarse que el de- este nuevo enfoque es el retorno fortalecido
sarrollo del capital fijo (máquinas) revela el de la dimensión cognitiva, que determina
punto de avance del conocimiento de la so- una aceleración en el proceso de escolari-
ciedad a lo largo de la historia, puede com- zación y conformación de una inteligencia
prenderse que las fuerzas totales producti- difusa.

1 En entrevista realizada por Universidad Nómada. Adrià Rodríguez 2010. Enlace disponible en http://
vimeo.com/20942369. Carlo Vercellone es profesor de la Universidad de París 1, Sorbona, y miembro del
Laboratorio de Investigación Matisse-ISYS. Ha publicado y editado diversos libros sobre capitalismo cog-
nitivo.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 60 - pp. 57-70 /Sofía Guadalupe Corral


La lógica del funcionamiento de la Universidad y el capitalismo cognitivo

Por lo tanto, el conocimiento efectivamen- objetos disímiles. En cuanto a la abstracción,


te valioso no sería sólo un cúmulo de datos o “una sociedad en la que el intercambio de
códigos que los dispositivos digitales ahora las mercancías constituye el nexus rerum es
procesan, duplican y transfieren a grandes un conjunto de relaciones puramente abs-
velocidades y bajo costos cada vez más re- tractas en las que todo lo concreto está en
ducidos, sino aquel conocimiento que revela manos privadas” (Sohn-Rethel, 2001, p. 27).
una capacidad de comprender y domeñar las Puede reconocerse que el proceso median-
situaciones en un ambiente específico y que te el cual se atribuye un valor, ya sea mo-
incita un positivo avance en la producción. netario-económico o bien afectivo-social, a
Una vez más, se concede crédito a la premisa los bienes de intercambio es de naturaleza
que advierte que el elemento productor de abstracta (subjetiva) y no de origen natural
riqueza en la cadena productiva no es el ca- objetivo. Esto, aunque en apariencia resulte
pital o la naturaleza aislados, sino el trabajo obvio, es preciso acentuarlo a fin de dimen-
humano, que en forma de inteligencia añade sionar el problema de la cuantificación del
valor. Uno de los más destacados teóricos trabajo intelectual.
del capitalismo cognitivo, denominará meta- El cálculo, como las matemáticas en ge-
fóricamente a este rasgo como polinización, neral, son formas puramente subjetivas de
con el que trata de dar cuenta de “todos los organización del mundo natural e incluso
elementos inmateriales: la confianza, la coo- del mundo social. El hecho de que se haya
peración voluntaria, la movilización de los erigido como norma consensuada de comu-
afectos que determina la capacidad cerebral nicación o lazo social entre los seres huma-
y, sobre todo, el trabajo en red, la cooperación nos le dota de un lenguaje y poder especial
en red que adopta la forma de la contribu- para comprender todo cuanto se cruza a su
ción” (Moulier, 2012, p. 144). paso. Las actividades del pensamiento como
el ingenio o la creatividad terminan siendo
Producción, trabajo, valor y abarcadas por el paradigma del cálculo al
asignárseles un valor, como ocurre en la ma-
propiedad del conocimiento y
yoría de las evaluaciones académicas, y si
su manifestación en los entornos tal valor es indicativo para la determinación
universitarios de algún incentivo económico en el caso de
los docentes investigadores, entonces po-
El problema del valor en la llamada eco- dría decirse que el ingenio o la creatividad
nomía del conocimiento aún presenta pun- también circulan por las mismas vías que el
tos ciegos que no permiten reconocer un trabajo en tanto mercancía.
procedimiento fiable para su tasación. Sin Bienes y servicios obedecen a ciertas
embargo, por la forma en que se ha desarro- fluctuaciones en su valoración comercial.
llado el intento de contabilización de los sa- Un mismo producto puede tener distintos
beres y la asignación de un precio comercial precios según el país donde sea adquirido
a las producciones científicas y culturales, y según las fórmulas de cálculo matemático
parecería que este conflicto ha sido zanjado. que le sean aplicadas. Un estudio sobre el
El problema del valor no es privativo del valor del conocimiento en la sociedad de la
conocimiento como actividad humana, sino información y las comunicaciones quedaría
del trabajo en su conjunto, que constituyó desprovisto de profundidad en su análisis,
el fundamento de las teorías clásicas econó- si no contemplara cuáles son las causas de
micas. dichas fluctuaciones.
Algunos de los puntos ciegos en la es- Para la teoría económica moderna la res-
timación del valor del conocimiento/tra- puesta a este interrogante sobre la determi-
bajo son la inconmensurabilidad y la abs- nación del valor se encuentra en el propio
tracción: la inconmensurabilidad como el mecanismo del mercado y sus normas ya
carácter difuso e infinito del conocimiento constituidas históricamente. Sin embargo,
que impide su cuantificación y la abstrac- no es suficiente esta explicación, cuando es
ción como invención social para equiparar sabido que el mercado (intercambio) y sus

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 61 - pp. 57-70/Sofía Guadalupe Corral


La lógica del funcionamiento de la Universidad y el capitalismo cognitivo

leyes han significado uno de los inventos por los usuarios, a la vez que reconocen las
más penetrantes en la vida humana, y esta- posibilidades que en la práctica los propios
blecido por los propios humanos, es decir, individuos descubren novedosos en ellos.
resultado de sus operaciones abstractas, Por esta razón, consumidor, productor y
pero que no lo eximen de ser impredecible, propietario se ciernen en una comunidad
autorregulado, fortuito. Es importante reco- indistinguible, que es la gran comunidad
nocer que el valor de los productos, ya sean del conocimiento, asimilada también como
tangibles o intangibles, ni obedece a una es- parte integrante del general intellect.
timación ajustada a criterios sólidos ni mate- Bajo esta tesitura entra en el debate la le-
máticamente objetivos, mucho menos reales gitimidad, y más allá de la legitimidad, la
y acordes a sus características. posibilidad de existencia de la propiedad
Un ejemplo de la abstracción en el in- intelectual, por su propia naturaleza escu-
tercambio es la capacidad que el individuo rridiza. Los mecanismos modernos para
tiene de sopesar cantidades de naturaleza regular el intercambio de ideas, produccio-
totalmente distinta, como pueden ser tone- nes artísticas y culturales, intentan obturar
ladas de papel por hectáreas de tierra. Estas aquellas interacciones que son fundamento
disímiles comparaciones basan el sistema mismo de la riqueza productiva. Es una em-
que regula el comercio actual. Y es que “el presa por demás colosal intentar restringir
valor no lleva escrito en la frente lo que es. el acceso público al conocimiento, que de
Más bien el valor transforma todo producto forma natural aparece a la humanidad como
del trabajo en un jeroglífico social” (Marx, patrimonio colectivo.
2007, p. 105). De esta manera puede obser- Las formas de intercambio inmaterial
varse que el principio de equivalencia en el como la convivencia misma, como el fun-
que se apoya toda la producción capitalista damento primario de lazo societal, son in-
es sin duda un principio de fraude, de me- domeñables, de la misma forma en que son
dición de lo inconmensurable y de homoge- imposibles su medida, propiedad y deter-
nización de lo plenamente heterogéneo. El minación de su autoría original. Se constata
valor del conocimiento en el actual avance así que la adopción del conocimiento como
económico es entonces un jeroglífico social. mercancía es una operación poco menos que
El cálculo del trabajo intelectual, como inabarcable.
pretende hacerlo la economía basada en los En el capitalismo cognitivo existe en
preceptos clásicos, se torna tanto más impo- apariencia una idea de escasez del conoci-
sible cuanto lo es su visibilidad y tangibili- miento o dicho en otras palabras, una idea
dad. De la misma forma, se torna ilógico el de necesidad de información o de socieda-
ejercicio de algunas predisposiciones legales des que deban encontrarse ampliamente
a controlar la actividad intelectual median- informadas. Sin embargo, el conocimiento
te candados cibernéticos o predisposiciones no es de la naturaleza de las mercancías
normativas para el uso de ciertas estructu- materiales, que pueden reducirse hasta el
ras de producción, intercambio y consumo punto de escasear. La idea introducida de
de bienes inmateriales. una necesidad social de conocimiento viene
La propiedad del conocimiento, así determinada por el valor en que es cotizado
como la autoría del mismo, han comenzado en el mercado mundial de los intangibles.
a ser cuestionadas, debido principalmente Una de las formas más visibles en el comer-
al ya citado concepto de general intellect. Los cio del conocimiento está conformada por el
individuos que participan en la conforma- grado de información y la cantidad en bases
ción de sistemas informáticos o software se de datos que una economía puede generar.
convierten en autores en el sentido de que El comercio de las bases de datos también
mejoran el desempeño del sistema a partir está a la orden del día. Pero no todos los da-
de su uso y de las observaciones a los fallos tos están regulados por el mismo costo eco-
que presentan. Los dispositivos electróni- nómico, algunos de ellos pueden ser muy
cos tienen la capacidad para guardar en su elevados, ya que determinan el desarrollo
memoria digital los defectos encontrados productivo de ciertos sectores. Los códigos

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 62 - pp. 57-70 /Sofía Guadalupe Corral


La lógica del funcionamiento de la Universidad y el capitalismo cognitivo

fuente son, en este sentido, el principal in- activos intangibles, existe otro riesgo muy
sumo para el avanzado desarrollo tanto de por encima de ellos y de graves consecuen-
las comunicaciones, la informática y la far- cias. Se trata de la uniformidad conceptual
macéutica como de ciertas especies natura- a la que pueden ser subordinados no sólo
les y/o agrícolas, cuyo código fuente es el los conocimientos, sino también los pro-
genoma. pios individuos. La tecno-ciencia, como el
La perspectiva más visible de la con- resultado lógico del avance del conocimien-
centración de la riqueza en función de la to aplicado a las máquinas y convertido en
generación, aplicación y consumo de infor- insumo/mercancía, aumenta su poder a
mación en datos es la apropiación y acu- través de la subsunción de las capacidades
mulación que ciertas empresas hacen de los humanas.
nuevos descubrimientos. Pero no es la única Los estudios sobre la economía centrada
manera de observar qué ámbitos son más fa- en el conocimiento han puesto de manifies-
vorecidos en la economía del conocimiento, to la importancia de los activos inmateriales
también puede observarse en las universi- y la lógica de su funcionamiento dentro de
dades, por ejemplo, en la cantidad anual de la producción, sin embargo no han conse-
producción en investigación. guido la fórmula para incentivar dichos
Los procesos de concentración y capitali- conocimientos con el objetivo de generar
zación del conocimiento, ya sea por las insti- mayor riqueza. Lo que se ha obtenido con-
tuciones educativas, ya sea por las empresas tradictoriamente son intentos infructuosos
y laboratorios, no están exentos de compli- por lograr, en primer lugar, un incremento
caciones. Tomar el control de cuanto se pro- en la actividad científica productiva y, en
duce en el ámbito de la información supone segundo, la apropiación comercial de dicha
a corto o largo plazo un fracaso insalvable. actividad.
Pese a ello se aprecia que la hegemonía del Podrá objetarse que existe un visible in-
predominio de los servicios de corte intelec- cremento de la actividad científica y acadé-
tual y regulación de la propiedad siguen en mica, y de elevada calidad, la cual ha sido
pie, los denominados derechos de autor o expropiada en términos mercancializables
copyrights. por empresas que han obtenido elevadas
Aun así, diseñar una operación lógica- ganancias económicas, o bien que han lo-
mente coherente de cálculo de la producción grado una repercusión positiva en el desa-
intelectual es irrealizable, incluso si fue- rrollo social. Lo cierto es que estos ejemplos
ra una práctica necesaria y deseable. Yann son comparativamente inferiores al raudal
Moulier manifiesta en ese sentido: de producciones llamadas intelectuales que
no generan ningún tipo de beneficio social,
“Si fuera absolutamente necesario pasar por el inter- institucional o empresarial.
cambio mercantil recurriendo al mecanismo de los Las universidades, en este marco econó-
precios, la sociedad se privaría de una de las fuentes
mico, han propagado la idea de que en el
esenciales de la productividad de los agentes econó-
micos. La actividad gratuita incesante, continua, va plano científico y académico se realizan es-
mucho más allá de lo que la economía política tradi- fuerzos para incursionar en la sociedad del
cional –incluidas todas las escuelas- considera como el conocimiento, promoviendo publicaciones,
único trabajo que merece remuneración; es la principal proyectos y cursos diversos. Lo que quizás
fuente de valor” (Moulier et al. 2004, p.116). en estas instituciones y en sus discursos no
se ha podido inferir es que el conocimiento
El capitalismo se enfrenta en el curso de generador de valor no es aquél que pueda
su propia evolución a una contradicción in- ser planificado, promovido o controlado
herente: la necesidad de calcular y someter institucionalmente. El conocimiento como
todo bien a un valor de cambio económico elemento inmaterial implicado en la pro-
y la ausencia de parámetros factibles para ducción es difuso y, por lo tanto, no puede
realizarlo. existir una maquinaria planificada que deto-
No obstante las complicaciones de mesu- ne el ingenio, la creatividad o la resolución
ra y “mercancianización” que suponen los de problemas; de la misma forma que las

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 63 - pp. 57-70/Sofía Guadalupe Corral


La lógica del funcionamiento de la Universidad y el capitalismo cognitivo

producciones sobresalientes por su genia- el desarrollo y los resultados de las inves-


lidad no han sido en el mayor de los casos tigaciones puedan incrustarse en la valo-
producto de la intención o voluntad cientí- ración estandarizada. Los estudios que no
fica institucional. tienen cabida en la nueva configuración de
Las universidades cuentan para compe- la investigación científica son abandonados
tir en el mercado mundial de la investiga- en su mayoría por los académicos e investi-
ción y el desarrollo científico con sus activos gadores, que no ven en ellos posibilidades
intangibles. El conocimiento, la disposición de desarrollo profesional o de promoción
y las actividades de docencia e investigación laboral. Se produce entonces un efecto de
que desarrollan tanto los profesores como sobreproducción académica, es decir, un
los alumnos de los centros universitarios, incremento en la elaboración de publicacio-
son pieza clave de su nivel de acreditación nes, proyectos e investigaciones que sean
en los estándares mundiales; de ahí que ha- acordes a los criterios mejor puntuados de
yan adquirido tanta importancia en el terre- las evaluaciones en vigor. Las normativas
no económico actual. para dichas evaluaciones en algunos casos
Las formas en que las universidades dis- sacrifican la producción libre y crítica del
ponen del trabajo inmaterial de sus partici- trabajo docente en aras de alcanzar las más
pantes sostienen una relación estrecha con altas puntuaciones.
las formas en que la economía en general La transformación reciente de las uni-
comercializa los capitales: versidades en sus criterios de valoración se
aproxima a la simulación, o bien, como diría
“Esta tendencia nos permite poner en perspectiva nue-
vas prácticas de las universidades como la venta de J.C. Bermejo (2009), a las universidades del
productos y servicios con fines de autofinanciamiento, “como si”. Este autor expone el declive de
o comportamientos que funcionan en espacios dise- los modelos universitarios europeos de los
ñados como si fueran mercados, como la competencia siglos XIX y XX y aborda el deterioro que
institucional por fondos escasos bajo concurso, o la esto ha traído consigo: “En este nuevo sis-
competencia de los investigadores por financiamientos tema de evaluación del conocimiento –en el
para sus proyectos o para acrecentar sus remuneracio-
nes extraordinarias mediante programas de pago por
que la propia evaluación pretende consti-
mérito” (Ibarra, 2003, pp. 1059-1060). tuirse como ciencia- los investigadores y los
profesores sólo intentan conseguir aquello
La educación superior ha comenzado a que puede ser medible y que les puede ser
experimentar cambios, paralelos a los cam- académicamente rentable” (Bermejo, 2009,
bios generados en el capitalismo global, que p. 13). Jaques-Alain Miller y Jean-Claude
la obligan a realizar reestructuraciones no Milner critican el uso y abuso de la evalua-
sólo en las formas de financiamiento y ad- ción como derivación de un hiperparadig-
ministración, sino en algunos otros más pro- ma de la equivalencia con pretensiones de
fundos relativos a la estructura de gobierno, ciencia y sostienen:
el marco curricular, la reconfiguración de
las funciones que debe desempeñar el per- “Se mide, se contrasta se cifra, se compara, etc., se
sonal docente y las formas didácticas de piensa que es científico. Sin embargo no es nada cien-
tífico y los mejores evaluadores, los más inteligentes,
evaluación. A ello se suma en consecuencia los que piensan el problema, saben perfectamente que
un cambio concerniente a los objetivos ins- no se trata de una ciencia. No porque haya cálculo hay
titucionales y al diseño y consolidación de ciencia” (Miller y Milner, 2004, p. 31).
modelos de egreso, establecidos en el perfil
de egreso e ingreso de los estudiantes. Es importante reflexionar acerca de la
Lo expuesto conduce a suponer que la forma en que el conocimiento general de las
autonomía universitaria se deteriora en instituciones se ve afectado por la subsun-
función de la dependencia de las leyes del ción general de capacidades que implica el
mercado internacional del conocimiento. In- capitalismo cognitivo. La libertad de elec-
cluso la propia producción científica en las ción de carrera o de investigaciones queda
instituciones está mediada por la economía condicionada a las necesidades propias del
global en la medida en que la motivación, desarrollo industrial y empresarial.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 64 - pp. 57-70 /Sofía Guadalupe Corral


La lógica del funcionamiento de la Universidad y el capitalismo cognitivo

Para el caso específico de algunas regio- El valor que las universidades son ca-
nes industriales en México, la realidad de paces de producir en términos económicos,
esa subsunción se esclarece al observar que ahora es pieza clave para la financiación
los conocimientos generados en las univer- científica y tecnológica. El reto para muchas
sidades toman valor en la medida en que de ellas es saber traducir el capital inmate-
se insertan en los parques industriales de rial a términos perfectamente verificables,
forma directa o indirecta. El conocimiento, cuantificables. La tendencia prevaleciente se
por otra parte, que se escapa a esta valora- encamina a exigir a su personal docente ma-
ción porque no está destinado a una salida yores registros sobre la actividad académica,
laboral rentable es el que corresponde a las tutorial e investigativa, y es parte de la va-
áreas de filosofía y artes, en cuyos casos su loración que ahora se emprende con vistas a
aplicación empresarial es ambigua. En su competir en los rankings mundiales. Como
lugar, otro tipo de carreras emergentes ocu- es sabido, la investigación que no llega a re-
pan espacios primordiales en los entornos gistrarse en forma de patente, publicación o
industriales como son los desarrolladores y cualquier otro formato de validación, deja
diseñadores web, promotores de ventas, per- de existir en el panorama acreditativo. No
sonal capacitado para la selección de recur- sólo los aportes científicos ocupan un espa-
sos humanos, etc. No todos los estudios hu- cio primordial en la esfera valorativa, sino
manísticos han sido demeritados de las ins- también todas aquellas credenciales de los
tituciones, sino sólo aquellos que no logran individuos como titulaciones y reconoci-
demostrar una adaptación a los entornos de mientos que conforman su carta de presen-
capitalización del conocimiento. tación, es decir, su currículum.
Nuestra crítica pretende enfatizar aquí, Las certificaciones con la connotación de
en relación con el desarrollo de las políti- calidad que se otorgan a las instituciones y
cas de la educación superior centradas en a las carreras universitarias están a su vez
el conocimiento, que el valor del mismo no mediadas por agencias externas2 que supo-
debiera estar sujeto a su capacidad para ser nen mayor validez y confiabilidad a los re-
rentable, que el conocimiento no puede re- gistros evaluativos. A raíz de dichas valora-
sumirse a una actividad lucrativa, y que la ciones, los centros se han visto presionados
función que puede desempeñar en el plano para alcanzar los estándares de exigencia
social trasciende cualquier beneficio econó- que dichas agencias les solicitan. Todas las
mico. No obstante, el tratamiento que se le evidencias se exigen plasmadas en regis-
ha dado en los ámbitos académicos y cientí- tros verificables, a fin de que los evaluado-
ficos parece estar regulado únicamente por res obtengan la información de forma clara,
su rendimiento. ordenada y precisa. El empeño por remitir
El punto de análisis nodal, en consecuen- toda la información a un concepto palpable
cia, es hacia dónde se conducen las univer- despersonaliza el trabajo que ahí se vierte.
sidades en la competencia internacional por Reduce la comprensión del desarrollo real e
la producción cognitiva o inmaterial, a qué integral que tuvo lugar en cada actividad a
intereses corresponden sus nuevas modali- una mera constatación impresa; y provoca,
dades de producción científica, y cómo se en consecuencia, que se esgrima una mayor
traducen al interior en términos formativos: preocupación por el dato que por lo que su-
“En suma lo que está en juego es el control, cede en el plano pedagógico e intelectual de
apropiación y distribución del conocimien- la vida universitaria.
to, activo fundamental para tener éxito en Bajo este esquema de dependencia de
el tablero de la competencia global” (Ibarra, la tasación del conocimiento en el mercado
2003, p. 1061). mundial y de competitividad selectiva en-

2 Dos de las principales agencias nacionales de evaluación de las instituciones de educación superior en
México son los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES) y la
Comisión Nacional de Evaluación de la Educación Superior (CONAEVA).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 65 - pp. 57-70/Sofía Guadalupe Corral


La lógica del funcionamiento de la Universidad y el capitalismo cognitivo

tre instituciones las universidades terminan mientos sino actitudes, valores, destrezas,
posicionándose de distinto modo, según su competencias en general. Y más allá de ve-
adaptación a las exigencias ya mencionadas. rificarlos en la persona del estudiante, una
El control de los intangibles, como se ha nueva complicación adviene, que es la de
visto anteriormente, está determinado por tomar registro de todo ello. Pues bien, la
una ficción valorativa. Las modalidades de continua observación y registro, a lo que
desarrollo evaluativo o valorativo de los ca- se han remitido las nuevas formas didác-
pitales cognitivos sostiene estrechas relacio- ticas en el nivel superior, requiere de cierto
nes con los nuevos modos mediante los que tiempo como elemento fundamental para
se solicita a docentes y alumnos verificar y realizarse de manera eficiente. Tiempo que
registrar tanto lo aprendido como lo impar- en el pasado no estaba condicionado a tales
tido en clase. Incluso en la teoría adminis- pormenorizaciones.
trativa se sugiere que debe tenerse control Es importante señalar que la tenden-
preciso sobre los activos intangibles, para cia de las instituciones de nivel superior a
poder calcular de mejor manera los ámbitos capturar más capacidades humanas ha sido
que requieren más desarrollo y potenciar advertida por numerosos autores de forma
aquellos que se encuentran más avanzados. no muy favorable. Se teme que las actitudes
Aunque en apariencia son nociones básicas relacionales tanto de estudio como las labo-
que toda empresa o institución debe poseer, rales, que se han mantenido fuera del inter-
lo que es distinguible en la actualidad es cambio comercial, comiencen a regularse en
la acentuada especialización de los proce- términos cuantitativos y posteriormente en
dimientos de supervisión. Y ello comporta términos económicos.
una apropiación y aprendizaje tanto de los La educación superior se enfrenta, por lo
agentes de creación de conocimiento como tanto, al dilema de visibilizar, contabilizar,
de los consumidores (Galcerán, 2007, p. 88). capturar y valorar (en términos económicos)
Entre los intangibles que serían suscepti- su capital intelectual o bien al de sustraerse de
bles a tener en cuenta en el capitalismo cog- dichas medidas cuantificadoras, decisión que
nitivo para su posterior comercialización se no es ajena a presiones comerciales y políticas.
encontrarían: a) los conocimientos que pue-
den ser objeto de patente; b) los conocimien-
tos cotidianos necesarios para el desempeño La banalización del conocimiento
de tareas y transferencia, como puede ser el como síntoma frente al entusiasmo
trabajo relacional o de equipo, los modos de lucrativo universitario
comunicación, la resolución de conflictos; y
c) los conocimientos que por su relevancia
adquieren cierto prestigio a nivel internacio- La economía política es un campo de lu-
nal como los títulos honoris causa, premios ces y sombras, un campo ideologizado en
Nobel, etc. el que lo que sale a flote son los discursos,
Para que los conocimientos puedan ser mientras que lo oculto se manifiesta como
puestos en circulación como mercancías es lo real, pero que tiene el carácter de sobre-
preciso que adquieran la forma primaria del pasar e imponerse al discurso. Este fallo en
dato. La tendencia, por lo tanto, es convertir la enunciación, esta incompatibilidad en-
toda idea o pensamiento, incluso actitudes, tre significado y significante ha sido visto
valores en su forma de registro básica. como síntoma, en tanto que el enunciado no
Uno de los principales problemas a los contiene a lo enunciado y se produce así un
que se enfrenta la comunidad académica cortocircuito semántico. Lo real y el saber
con las nuevas formas de evaluación ba- no se encuentran nunca, puesto que la ra-
sada en competencias es la capacidad de zón contiene una falta, es decir, un equívoco
dilucidar en el estudiantado el nivel de inmanente. No por nada Lacan autorizó a
adquisición de los conocimientos propues- Marx como el inventor del síntoma, al des-
tos por el plan de estudios, y mucho más cubrir la disrupción entre saber y verdad, el
complicado aún dilucidar no sólo conoci- saber del capitalista frente a la verdad mani-

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 66 - pp. 57-70 /Sofía Guadalupe Corral


La lógica del funcionamiento de la Universidad y el capitalismo cognitivo

festada en el ejercicio dialéctico permanente de individuos capaces de competir en el


de negación de la negación, de la lucha de mercado laboral, que generen conocimien-
contrarios. tos y patentes que puedan ser comercializa-
El síntoma se emparenta con la fetichiza- bles, mientras que invertir en trabajo muer-
ción en tanto que esta última oculta lo real to significa apropiarse de la tecnología más
de las relaciones sociales de producción y se avanzada y producir a partir de ella nuevos
muestra como valor sustitutivo, como cara conocimientos.
signo, como una solución de compromiso, Muchas instituciones siguen la tesitura
como inexistencia de verdad. Así describió de capitalizar las aptitudes y destrezas hu-
Lacan este desfase descubierto por Marx: manas hacia un ideal de progreso (se com-
“Lo indiqué varias veces, y es muy fácil lo- prenden aquí actitudes, aptitudes, valores
calizarlo en la lectura: el responsable de la e información como parte de los capitales
noción de síntoma es Marx. La dimensión cognitivos). Sin embargo, estas tendencias
del semblante la introduce el engaño funda- son difícilmente compatibles con los plan-
mental denunciado como tal por la subver- teamientos críticos que abordan las con-
sión marxista en la teoría del conocimiento” tradicciones entre capital, trabajo y fetichi-
(Lacan, 2009, p. 152). zación de la mercancía. Las tendencias do-
Es curioso que en la actualidad las insti- minantes de la era de la información y las
tuciones educativas de nivel superior como comunicaciones admiten que para procurar
portadoras de discursos fomenten y ajusten un mayor crecimiento económico es preciso
obstinadamente el incremento de produc- producir mayores conocimientos que pue-
ciones científicas y académicas mediante dan traducirse en mercancías lucrativas.
incentivos económicos al perfil deseable del Esta visión ignora que la mayor producción
docente, y que contradictoriamente lo que de capitales inmateriales no derivará de
se obtenga sea, en no pocos casos, una pro- forma automática en mayor riqueza, sino
gresiva disminución de su calidad. sólo aquellos capitales que sean realmente
Los propios docentes universitarios han rentables en un marco comercial global. La
hecho alarde de la suma de sus publicacio- producción “en masa”, y podría decirse casi
nes anuales, jactándose de la importancia de “en serie” de conocimientos en los entornos
las mismas y justificando su trabajo por el universitarios, lejos de provocar un mayor
cumplimiento obediente a los criterios eva- crecimiento económico o un mejor modo de
luativos institucionales cuando, en realidad, vida para los ciudadanos, ha provocado una
muchas de esas publicaciones terminan for- ingente producción de nociones estériles re-
mando parte de un archivo que nadie con- gistradas en innumerables formatos evalua-
sultará. tivos. Siguen siendo muy pocos los conoci-
Las condiciones actuales en las que mientos que adquieren un valor socialmente
opera el conocimiento como elemento trascendente e incluso comercialmente ren-
fundamental de la nueva economía, y su table. Esto puede comprenderse a través del
trascendencia en los entornos institucio- análisis de la evolución de una economía ba-
nales universitarios, ponen de manifiesto sada en el valor de uso hacia una economía
que más que centros del conocimiento son basada en el valor de cambio de los capitales
centros de inversión. Se apuesta por un cognitivos.
entorno de desarrollo productivo que si- Por ello las tendencias económicas hege-
multáneamente niega lo real subyacente al mónicas asumen que una mayor producción
discurso. Debe invertirse tanto en el trabajo de mercancías dentro de la dimensión de los
vivo (aquel que se realiza durante el proce- intangibles podrá derivar en una mayor ri-
so de producción y que está implicado en queza. Esta tendencia puede apreciarse en
los trabajadores) como en el trabajo muerto los espacios educativos y no solamente en
(aquel que ya fue realizado y está incor- los universitarios, al procurar una forma-
porado en las máquinas). La inversión en ción basada en las nuevas tecnologías y la
el trabajo vivo implica que se destine una confianza depositada en ellas para el creci-
gran parte del presupuesto a la formación miento y desarrollo económico.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 67 - pp. 57-70/Sofía Guadalupe Corral


La lógica del funcionamiento de la Universidad y el capitalismo cognitivo

Un planteamiento crítico, por el contra- La contraposición entre capital y sujeto


rio, debe cuestionar las consecuencias pro- está precedida por la desvalorización de
ducidas por una economía de este tipo, que las actividades intelectuales ante la abru-
somete a los individuos a procesos de pro- madora profusión de créditos y credencia-
ducción con la intermediación de la valora- les académicas, donde el valor está deter-
ción comercial y no sólo por la valoración de minado por la implacable pauta de mayor
su aprovechamiento social o intelectual. La producción bajo el menor costo. Se genera
aceleración de los ritmos de trabajo se com- entonces una dinámica competitiva entre las
pagina con una laxitud y estandarización de instituciones y los sujetos, quienes suponen
las evaluaciones. (al menos a corto plazo) que los modos en
La relación conflictiva implícita en los que crean material cognitivo les reportarán
nuevos modos de producción económica mayores ingresos salariales. No se equivo-
basada en el conocimiento radica en la con- can puesto que en la actualidad se evalúan
tradicción entre capital y trabajo, o bien entre las evidencias que dan constancia del traba-
capital y sujeto, derivado del paso de la sub- jo realizado y no precisamente de la calidad
sunción formal a la subsunción real del traba- del mismo.
jo en el capital. La bioeconomía (Fumagalli, Algunas tendencias teóricas han puesto
2010) es en este sentido una forma de explicar de manifiesto que el futuro de las universi-
que las disposiciones vitales de los trabajado- dades se encuentra en la búsqueda de una
res están siendo absorbidas de forma crecien- mayor producción académica, pero es pre-
te en beneficio del capital, ya no únicamente ciso puntualizar que la eficiencia que se pre-
en su tiempo y espacio de trabajo estipulado tende a partir de la mercantilización de los
contractualmente, sino además en el tiempo saberes no redunda en mayor producción
extra en el que el trabajador continúa con la de sabiduría, sino por el contrario en volver
actividad intelectual. Más aspectos, como el conocimiento un capital de cambio y no
las aptitudes, valores, actitudes e incluso los de uso, convertirlo en una mercancía con
afectos, son puestos en función de la maqui- valor ficticio.
naria de producción. Los académicos deben El fundamento en las formas de gestión
invertir una mayor parte de su tiempo libre del conocimiento universitario se apoya en
en las actividades de diseño, producción y la cuantificación, la practicidad, el registro
elaboración científica para alcanzar los nive- y la productividad. Los estudiantes están
les de evaluación institucional. comprometidos con la lógica de calidad
El tiempo socialmente necesario para la institucional que es trazada por las agencias
producción de conocimiento concretado en externas evaluativas. Ellos responden con
libros, patentes, prototipos, proyectos, soft- la elaboración de producciones académicas
ware o clases se reduce y simultáneamente la desprendidas de sus intereses intelectuales
saturación de dichos conocimientos deveni- con el objetivo de aprobar asignaturas y ob-
dos como mercancía aumenta en el mercado tener las titulaciones correspondientes.
académico global. Los centros de producción de ciencia y
El problema de la sobreproducción de cre- tecnología, tanto universidades como labo-
denciales académicas es que paralelamente ratorios, etc., deben apostar por el manejo
desvaloriza el trabajo implicado en ello, lo eficaz del tiempo, que exige cada vez más
cual es consecuencia precisamente del avan- un ajuste a parámetros reducidos. Para po-
ce de las fuerzas productivas que son regidas der desarrollar estas actividades en los lími-
por ritmos ajenos a los individuos, ajustados a tes temporales propuestos, deben dividirse
cánones de los mercados financieros. La insis- las operaciones en especializaciones porme-
tencia en las universidades por cumplir cada norizadas. En términos generales, podría
vez con un mayor número de publicaciones, decirse que se asiste a un particularizado
está condicionando a su personal académico campo de aplicaciones técnicas y científicas
a prestar mayor atención a los criterios de va- que han reconfigurado la división del tra-
lorización de su actividad intelectual que al bajo. Las transformaciones cualitativas del
desarrollo efectivo de la misma. mismo repercuten en el surgimiento progre-

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 68 - pp. 57-70 /Sofía Guadalupe Corral


La lógica del funcionamiento de la Universidad y el capitalismo cognitivo

sivo de universidades y carreras enfocadas rador de riqueza, y segundo, que, por ser
a actividades relacionadas con la informa- este un elemento difícilmente controlable
ción, como puede ser la carrera de abogacía y manipulable, las categorías teóricas de la
en tecnologías de las comunicaciones y la economía clásica han sido puestas en entre-
información. dicho. Producción, trabajo, valor y propie-
Las universidades deben garantizar me- dad, adquieren nuevas dimensiones cuando
diante las normas de propiedad intelectual de conocimiento, información o intelecto se
que aquellos avances o conocimientos que habla. La volatilidad y ubicuidad de estos
se crean dentro de su contexto les retribuyan elementos, así como su carácter difuso y co-
una ganancia económica. La universidad in- lectivo fueron características reconocidas y
tenta evitar en este sentido que los estudian- problematizadas por Marx bajo la noción de
tes destacados en la generación de conoci- general intellect.
miento emigren a otros países o actúen por En los entornos universitarios reconside-
cuenta propia en la gestión de sus capitales rar el trabajo y la producción centrados en el
cognitivos. Pero es preciso reconocer que, conocimiento ha implicado tomar medidas
al igual que la universidad se empeña en institucionales para identificar y captar me-
generar y comercializar los conocimientos jor los capitales intelectuales y así competir
producidos en su entorno, está provocando por financiamiento o por un buen puesto en
paradójicamente un estancamiento del cur- los rankings internacionales. Entre las medi-
so natural de la generación del mismo. das que se han adoptado se encuentran: la
Esta es la contradicción que hace pensar especialización en las evaluaciones docen-
que las instituciones no sólo erigen un dis- tes, el registro de patentes y la incentivación
curso engañoso (síntoma) para quienes par- a la actividad científica. Sin embargo, no son
ticipan de él, sino también para sí mismas. pocos los problemas a los que se enfrenta
El síntoma entonces aparece como una for- cada centro universitario al intentar subsu-
mación complaciente, que dota de sentido a mir el conocimiento y capitalizarlo. Uno de
lo que se hace, que lo justifica, mientras que ellos es la necesidad de incrementar el tra-
oculta lo real que lo desborda. bajo desarrollado por docentes e investiga-
El descubrimiento de la plusvalía es, en dores, sin demeritar la calidad del mismo;
palabras de Pierre Bruno (2011) el descubri- otro, la búsqueda de medios legales, digi-
miento del síntoma, en tanto que encubre tales o materiales que permitan la efectiva
una verdad de explotación, mientras que apropiación del conocimiento como un bien
el capitalista no quiere saber nada de ella. privado; y, por último, responder, adecuan-
Trasladando esta lógica al funcionamiento do normativas, currículum y políticas edu-
actual de las universidades, podría decirse cativas, a las demandas del mercado mun-
que las instituciones avalan su producción a dial, a fin de mantenerse en la contienda
través de certificaciones, cuya cara signo es internacional, aun y cuando esto signifique
el supuesto saber y por el cual reciben bene- en cierto grado renunciar a la autonomía
ficios económicos, pero nada quiere saberse universitaria.
sobre la banalidad del conocimiento y las re- Las instituciones deberán definir en lo
laciones intrínsecas a su producción. sucesivo las directrices políticas que regirán
su actuar en relación a los problemas plan-
teados y a muchos más, que se deriven de
la situación económica actual. Estas decisio-
En conclusión nes impactarán en las formas de entender
y generar nuevos estudios científicos en la
El capitalismo cognitivo descansa sobre determinación de los métodos, en la asigna-
dos ideas a destacar: primero, que el cono- ción de recursos y en la elección de objetos
cimiento como trabajo es el principal gene- de estudio.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 69 - pp. 57-70/Sofía Guadalupe Corral


La lógica del funcionamiento de la Universidad y el capitalismo cognitivo

REFERENCIAS MARX, K. (2005). La tecnología del capital. Sub-


sunción formal y subsunción real del proceso de
BERMEJO, J.C. (2009). La fábrica de la ignorancia. trabajo al proceso de valorización (Extractos del
La universidad del «como si». Madrid: Akal. manuscrito 1861-1863). México: Ítaca.
BERMEJO, J.C. (2015). La tentación del rey Midas. MARX, K. (2006). Manuscritos económico-filosóficos
Para una economía política del conocimiento. Ma- de 1844. Buenos Aires: Ediciones Colihue.
drid: Siglo XXI. MARX, K. (2007). El capital. Crítica de la economía
BRUNO, P. (2011). Lacan pasador de Marx. La in- política. Libro I, Tomo I. Madrid: Akal.
vención del síntoma. Barcelona: S&P Ediciones. MARX, K. (2011). Elementos fundamentales para
CORRAL SOTO, S. (2015). El capitalismo académi- la crítica de la economía política (Grundrisse)
co: gestión del conocimiento y perfil de egreso en 1857-1858. Volumen 2. México: Siglo XXI
la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Tesis Editores.
doctoral inédita. Universidad de Salamanca. MILLER, J.; MILNER, J. (2004). ¿Desea usted ser
FUMAGALLI, A. (2010). Bioeconomía y capitalismo evaluado? Málaga: Miguel Gómez Ediciones.
cognitivo. Hacia un nuevo paradigma de acumu- MOULIER, Y. (2012). La abeja y el economista. Ma-
lación. Madrid: Traficantes de Sueños. drid: Traficantes de Sueños.
GALCERÁN, M. (2007). Reflexiones sobre la re- MOULIER, Y.; CORSANI, A.; LAZZARATO,
forma de la Universidad en el capitalismo M.: BLONDEAU, O.; DYER, N.; KYROU, A.;
cognitivo. Nómadas, 27, 86-97. RULLANI, E. (2004). Capitalismo cognitivo.
IBARRA, E. (2003). Reseña de “Academic Capita- Propiedad intelectual y creación colectiva. Ma-
lism” de Sheila Slaughter y Larry Leslie Edu- drid: Traficantes de Sueños.
cação & Sociedade, 24 (84), 1059-1067. SOHN-RETHEL, A. (2001). Trabajo intelectual y
LACAN, J. (2009). Seminario 18. De un discurso que trabajo manual. Crítica de la epistemología. Bar-
no fuera del semblante. Buenos Aires: Paidós. celona: El Viejo Topo.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 70 - pp. 57-70 /Sofía Guadalupe Corral


II
Pensando sobre...
Horacio Capel

Horacio Capel, una trayectoria científica entre la geografía urbana


y la historia del pensamiento geográfico
Núria Benach y Vicente Casals

Preocupaciones y propuestas educativas del profesor Horacio Capel


Xosé Manuel Souto y Francisco F. García

Conversación con Horacio Capel


Xosé Manuel Souto
Horacio Capel, una trayectoria científica entre
la geografía urbana y la historia
del pensamiento geográfico 1

Núria Benach y Vicente Casals


Universitat de Barcelona
Artículo recibido el 30 de abril y aceptado el 25 de mayo de 2016.

Resumen
Los autores realizan un análisis y una valoración de la trayectoria docente e investigadora del
geógrafo Horacio Capel, desde sus primeros pasos en Murcia hasta su estancia de cinco décadas
en la Universidad de Barcelona. Se señalan sus principales aportaciones intelectuales, tanto en el
campo de la investigación como en el de la edición y la difusión científica, destacándose su papel
de introductor de nuevas perspectivas en la geografía española así como su amplia influencia
internacional.
Palabras clave: Horacio Capel; Geografía; Paradigmas geográficos; Historia de la ciencia.

Abstract
Horacio Capel, a scientific path between urban geography and history of geographical
thought
The authors carried out an analysis and assessment of the teaching and research path of geog-
rapher Horacio Capel, from his first steps in Murcia to his five decades at the University of Barce-
lona. Its main intellectual contributions, both in the field of research and in editing and scientific
dissemination are shown, highlighting its role as an introducer of new perspectives in the Spanish
geography and its wide international influence.
Keywords: Horacio Capel; Geography; Geographic Paradigms; History of Science; History of Geo-
graphic Thought

La trayectoria intelectual de Horacio Ca- científicas. La amplitud de su trabajo es im-


pel, íntimamente vinculada a la Universitat presionante, con una cantidad asombrosa
de Barcelona durante casi cinco décadas, de publicaciones, y su figura es ampliamen-
ha sido de una gran intensidad, como do- te reconocida por ello, además de por haber
cente, como investigador y como instigador impulsado numerosas publicaciones cien-
de diversos proyectos editoriales y revistas tíficas2. En este artículo nos proponemos

1 Artículo basado en los capítulos de Núria Benach “Biografía intelectual: de la geografía urbana al pensa-
miento sobre la ciudad”, en Benach, Núria y Carlos, Ana Fani Alessandri (eds.) (2016), Horacio Capel. Pensar
la ciudad de tiempos de crisis, Barcelona: Icaria editorial (Col. Espacios críticos, 7), pp. 23-41, y “Bibliografía
de Horacio Capel: una selección”, en Urteaga, Luis y Casals, Vicente (eds.) (2015), Horacio Capel, geógrafo,
Barcelona, Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona (Col. Homenatges, 50), pp. 653-660.
2 En el CV del portal Geocrítica, que Horacio Capel mantiene personalmente, pueden consultarse los detalles
de su carrera y acceder a la mayoría de sus trabajos, incluyendo libros, artículos, reseñas, comentarios a tesis
doctorales en las que ha formado parte del tribunal, etc.: <http://www.ub.edu/geocrit/capel.htm#tedoc>.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2015), pp. 73-86 - 73 -


Horacio Capel, una trayectoria científica entre la geografía urbana y la historia del pensamiento geográfico

una revisión de su carrera intelectual, desde geográficos que, fuera de España, domina-
sus primeros pasos como investigador en la ban muchos de los debates (Calvo García-
Universidad de Murcia hasta sus trabajos Tornel, 2015).
más recientes, destacando primero por su En 1966, se había trasladado a Barcelona
capacidad para absorber nuevas tendencias como profesor del nuevo departamento de
y facilitar su difusión entre estudiantes e Geografía, que había puesto en pie el profe-
investigadores, y, más tarde, como profesor sor Vilà Valentí, cuyo empeño personal lo-
reconocido y con amplísima influencia tanto gró que se aprobara la primera especialidad
en España como en Latinoamérica, y volca- en Geografía de toda la universidad españo-
do en las tareas editoriales que siempre ha la. Recién llegado a Barcelona, Capel se en-
emprendido. carga de impartir diversos cursos a clases de
estudiantes –entonces extraordinariamente
numerosas– al tiempo que prosigue con su
tesis y asume también sus primeras tareas
Inicios y llegada a Barcelona editoriales en la revista del departamento.
En Barcelona, Capel ha desarrollado una
Horacio Capel nació en 1941 y realizó carrera universitaria de cincuenta años, a
sus estudios de bachillerato en Lorca, su lo largo de la cual ha estado siempre atento
ciudad, de los que dice guardar un excelen- a las corrientes de la geografía internacio-
te recuerdo por el nivel de la enseñanza y la nal, lo que le ha llevado a introducir nue-
calidad de los docentes que impartían clase, vas perspectivas en la geografía española, a
hasta el punto de afirmar que fue allí don- abrir numerosos campos de estudio y a rea-
de se configuró su inclinación por el trabajo lizar una enorme tarea de difusión científica
intelectual. En la Universidad de Murcia, a través de las revistas que ha impulsado a
en la que en 1958 inició la Licenciatura en lo largo del tiempo. Todo ello ha dado lu-
Filosofía y Letras, coincidió con el geógrafo gar a una enorme producción bibliográfica,
catalán Joan Vilà Valentí que había llegado a una labor de magisterio ejercida no sólo
a Murcia procedente de Barcelona y que le en sus clases sino a través de la dirección de
atrajo a la geografía, desplazando su interés tesis doctorales; todo lo cual no ha impedido
desde la historia y la filosofía hacia cuestio- además su compromiso con los movimien-
nes más sociales y territoriales. Ya en 1962, tos y demandas ciudadanas.
aún sin finalizar sus estudios, asistió al con-
greso internacional de estudiantes en Saar-
brücken (Alemania), con un trabajo sobre
los movimientos migratorios en España, que La geografía española a debate
acabaría convirtiéndose en su tesis de licen-
ciatura, que presentó en 1963 con el título de Muy pronto se sintió Capel insatisfecho
La población y los movimientos migratorios en ante las limitaciones del “método regional”
el municipio de Lorca. Ahí Capel combinó su heredado de la geografía francesa e implan-
formación en los estudios de corte regional tado como modelo casi único en la geogra-
con un primer interés en cuestiones urbanas fía española, lo que le llevó a interesarse por
que darían lugar a algunas publicaciones la geografía urbana y por los derroteros que
posteriores como Lorca y su área de influencia esta iba tomando en el panorama internacio-
de 1964 y, en particular, su libro Lorca, capi- nal. En primer lugar, fueron los intercambios
tal subregional de 1968. De hecho, tal como con los geógrafos franceses los que contribu-
señala Francisco Calvo García-Tornel en su yeron a explorar nuevas vías intelectuales.
comentario de esta última obra, Capel ya se Capel siempre destaca el papel que jugó
había desmarcado de los estudios regionales en su carrera su participación en una inves-
al uso, al ir mucho más allá de la mera des- tigación financiada por el CNRS francés,
cripción y colocar su trabajo en el contexto Las estructuras regionales del sur de Francia y
de los problemas del subdesarrollo econó- Cataluña, en la que mantuvo fructíferas re-
mico y de la aplicabilidad de los estudios laciones con la nueva hornada de geógrafos

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 74 - pp. 73-86/ Nuria Benach y Vicente Casals


Horacio Capel, una trayectoria científica entre la geografía urbana y la historia del pensamiento geográfico

franceses como Guy Jalabert, Robert Ferras ciencia objetiva y sin compromiso social.
o Jean Paul Ferrié, entre otros (REMICA, Desde su llegada a la Universitat de Bar-
1974). También se relacionó con los geógra- celona, Capel había empezado a percibir la
fos de Caen, especialmente con quien llega- inadecuación de las corrientes tradicionales
ría a ser íntimo amigo suyo, Robert Herin, dominantes en la geografía española, inmu-
con el grupo “Espaces et societés”, con los ne a las nuevas propuestas que se realizaban
geógrafos de la Universidad de París y con en la geografía internacional para describir
el grupo de geografía de Reims de Roger la realidad geográfica. Con ese pensamiento,
Brunet. y para despertar el interés de sus alumnos
El interés por las cuestiones urbanas en en las nuevas tendencias y para satisfacer su
ese ambiente era casi inevitable y, como él propia ansiedad, desde 1972 inició una serie
mismo ha señalado, el tema de su tesis doc- de publicaciones internas, sobre todo de ca-
toral –que inicialmente debía ser una exten- rácter metodológico, con autoría de “Equipo
sión de su tesis de licenciatura sobre Lorca– Urbano”3 y con el nombre de “Publicacio-
pasó a ser un estudio sobre toda la red urba- nes de los estudiantes del Departamento de
na española, con notoria –y hay que señalar geografía de la Universidad de Barcelona”,
también que muy temprana– influencia de que, de forma multicopiada, se distribuían
las corrientes angloamericanas cuantitati- entre los estudiantes del departamento de
vas. A pesar de las dificultades evidentes Geografía. En 1972 fue el trabajo de Manuel
para iniciarse en trabajos que requerían del Castells sobre la planificación urbana y los
manejo de una gran cantidad de datos y del movimientos sociales, en 1973 el de Bernard
uso, entonces totalmente inusual, de orde- Kayser y sus problemas, y el de Artur Getis
nadores, Capel presentó su tesis en 1972 con sobre los emplazamientos del comercio al
el título La red urbana española 1950-1960, por menor, etc.4 La actividad del “Equipo
consciente de las mismas limitaciones que Urbano” era destacable. No sólo traducían
contenía. trabajos ajenos de los que aprender y sobre
A principio de la década de 1970, y para los que debatir, sino que también editaban
desconcierto de la vieja guardia de geógra- trabajos propios, e incluso organizaban otro
fos formados en la escuela regional, todo lo tipo de actividades como el seminario de
nuevo parecía caer de golpe sobre la geo- cine documental urbano a finales de 1972.5
grafía española; por si fuera poco, con las Paralelamente, Capel animaba la propia Re-
técnicas estadísticas sofisticadas junto a la vista de Geografía del departamento de Geo-
propugnación del uso de modelos (que sus- grafía fundada en 1967, en la que ejercía de
tituían el tradicional enfoque inductivo), secretario y en la que publicaba artículos en
que habían sido los rasgos identitarios de la casi todos los números.
“nueva geografía cuantitativa” angloameri- El Congreso de Oviedo de los geógrafos
cana, casi simultáneamente llegaba la crítica españoles de 1975 ha sido descrito a menudo
radical que desafiaba la posibilidad de una como un punto de inflexión en la historia de

3 Para Casals y Arroyo, “bajo tales nombres estaba el joven profesor adjunto, candidato a doctor, y algunos
de sus alumnos. El nombre de ‘Equipo Urbano’ venía utilizándolo desde 1971 para referirse a los trabajos
colectivos que él dirigía y en 1972 fue especialmente activo en este sentido” (Casals y Arroyo 2015, p. 287).
4 En el Boletín de Información Geográfica que Horacio Capel preparó en noviembre de 1975 con el fin de dar a
conocer la actividad del departamento de geografía de Barcelona al resto de los departamentos españoles
figuraban los trabajos de Castells, Kayser, Getis, Alegre y Olivera, un trabajo colectivo firmado por “Equi-
po urbano” y las traducciones de los artículos de Ackerman y Reynaud que se convertirían en los números
2 y 3 de Geo Crítica.
5 El programa quedó reflejado en la Revista de Geografía VI (2) de 1972, pp. 262-266, e incluía 42 documentales
que habían logrado reunir mediante peticiones a embajadas e instituciones culturales extranjeras (Olive-
ras, 2015, pp. 453-454).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 75 - pp. 73-86/ Nuria Benach y V.icente Casals


Horacio Capel, una trayectoria científica entre la geografía urbana y la historia del pensamiento geográfico

la geografía española. Tras una década sin Nuevos caminos teóricos en


celebrarse ningún congreso de geógrafos, y Geografía urbana
en un momento de fuerte expansión de la
Universidad española, reunió a un nutrido
Fue Horacio Capel quien en el contexto
grupo de geógrafos entre los que se conta-
universitario inició los trabajos de temáti-
ban los catedráticos de peso que se habían
ca urbana (Carreras y Vilagrasa, 1983), tal
distribuido las ponencias junto a muchos de
como bien queda reflejado en los primeros
los que eran entonces jóvenes geógrafos. El
números de la Revista de Geografía que, di-
papel de Horacio Capel en ese congreso fue,
rigida por el profesor Vilà Valentí, editaba
al parecer, decisivo al señalar públicamente
el propio departamento de Geografia de la
la necesidad de renovación total de la geo-
Universitat de Barcelona. Tal como señalan
grafía para pasmo de los poderosos catedrá-
los autores mencionados, hasta la presenta-
ticos que dominaban las estructuras univer-
ción de su tesis doctoral sus trabajos estu-
sitarias. Las actas del congreso no reflejan,
vieron relacionados sobre todo con temas
claro está, nada de ello, sino que se limitan a
teóricos y bibliográficos sobre las redes y
recoger las comunicaciones de las sesiones.6
las estructuras urbanas. Después, a lo lar-
Cuando, en 1976, Capel decide iniciar la
go de la década de los 1970, Capel se centró
serie Geo Crítica. Cuadernos críticos de Geogra-
en reflexiones teóricas, destacando su texto
fía Humana como una secuela lógica de las
sobre “la definición de lo urbano” (Capel,
“Publicaciones del Equipo Urbano” mencio-
1975). En estos años, Capel inició una revi-
nadas anteriormente, tal como ha argumen-
sión bastante sistemática de los trabajos y,
tado Vicente Casals (2015), la declaración de
sobre todo, los métodos de la geografía ur-
principios que figura como presentación de
bana angloamericana, que se iría reflejando
la serie era bien explícita:
en los artículos que publicaría en la Revista
“La situación actual de la Geografía española hace de Geografía de la Universitat de Barcelona:
necesario iniciar una crítica sistemática de las con- en el volumen VI de 1972 publicaría sendos
cepciones dominantes y de los estudios concretos que artículos sobre el modelo rank-size y sobre
se efectúan. A esta tarea pretende contribuir la serie las dimensiones básicas de los sistemas ur-
Geo Crítica. El título de la serie debe entenderse como banos, que más tarde sería incluidos en la
crítica de y desde la Geografía. Crítica de la Geografía,
publicación Estudios sobre el sistema urbano
es decir de las concepciones teóricas dominantes y de
las ideologías subyacentes. Crítica desde la Geografía, de 1974.
en cuanto intento consciente de utilizar la ciencia geo- Horacio Capel fue uno de los primeros
gráfica como arma crítica frente a la realidad social que en la geografía española, según él mismo ha
nos rodea. Creemos que el desarrollo de una actitud reconocido (Capel 1982, p. 10), en mostrar
crítica es una imperiosa exigencia del momento actual. sensibilidad hacia la geografía cuantitativa.
En la Geografía española ello debe significar crítica
Pero todo iba tan rápido que pronto se tuvo
de las teorías, de los métodos, de las estructuras, de la
organización de los estudios y de las carreras profesio- que ir abriendo hacia nuevos temas y sen-
nales, de nuestras propias obras.” sibilidades, de los que, con gran intuición,
siempre se ha hecho eco con sorprendente
En la geografía española de mediados de rapidez.
los 70, estas palabras no podían dejar indi- En 1973 publicó “Percepción del medio y
ferente a nadie. La reacción de los catedráti- comportamiento geográfico” en la Revista de
cos, a los que Capel tildaba abiertamente de Geografía, un exhaustivo y muy útil estado
autoritarios y de mantener unas relaciones de la cuestión sobre geografía de la percep-
feudales con los profesores más jóvenes, no ción que contribuyó en gran medida a abrir
podía ser otra que virulenta. Con 35 años, la mirada y a sugerir nuevos derroteros po-
Capel ocupaba ya una posición central en la sibles para la investigación. Pero, apenas sin
geografía española. tiempo para digerir las novedades, en 1974

6 Las actas se publicaron en 1977 con el título Ciudad e industria. IV Coloquio sobre geografía organizado por la
Asociación española para el Progreso de las Ciencias (Oviedo, 1 al 4 de octubre de 1975).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 76 - pp. 73-86/ Nuria Benach y Vicente Casals


Horacio Capel, una trayectoria científica entre la geografía urbana y la historia del pensamiento geográfico

ya publicaba en la misma revista “Agentes y El giro hacia la historia de la


estrategias en la producción del espacio ur- geografía y de la ciencia
bano”, que marcó su paso a perspectivas ra-
dicales en el estudio de la ciudad y que aca-
En 1971 la publicación en español de la
baría siendo la tercera parte de Capitalismo y
obra de Schaefer Excepcionalismo en geogra-
morfología urbana en España. Justo al acabar
fía de 1953 había marcado un hito para la
su tesis doctoral, de impronta claramente
justificación de las aproximaciones cuanti-
cuantitativa, Capel ya estaba encontrando
tativas y neopositivistas en Geografía, pero
nuevos caminos, consciente del contenido
se trataba, a la vez, de un trabajo de gran
ideológico oculto de aquellas investigacio-
profundidad teórica y metodológica, que
nes que omitían las relaciones sociales de
impresionó mucho a Capel. Que pocos años
producción.
después se viera inmerso en ideas prácti-
Previamente, como ya ha sido mencio-
camente antagónicas (y con la obligación,
nado anteriormente, Capel había entrado en
señala él, de tener que explicarlo a los es-
contacto con los geógrafos de Toulouse (Ber-
tudiantes) desencadenó en él una ansia de
nard Kayser, Guy Jalabert, Jean-Pierre Gar-
comprender qué estaba pasando desde el
nier) y otros (por ejemplo, Robert Herin, de
punto de vista teórico que le llevó, por un
la Universidad de Caen) que le permitieron
tiempo mucho más largo del que supuso en
ir descubriendo progresivamente aquellos
un primer momento, a la historia del pen-
nuevos enfoques. Para Oliveras (2015), en
samiento geográfico y de la ciencia. Dedicó
Capitalismo y morfología urbana es clara la in-
prácticamente veinte años, en las décadas
fluencia del Lefebvre de El derecho a la ciudad
de los 1980 y los 1990, a ese proyecto que dio
y, sobre todo, de Manuel Castells y Chris-
lugar a trabajos de envergadura, como el ar-
tian Topalov, del todo patente en el tipo de
tículo “Institucionalización de la geografía
reflexiones que realizaba Capel en aquella
y estrategias de la comunidad científica de
obra, inauditas en el panorama español de
los geógrafos” de 1977, que rápidamente fue
la época, en las que utiliza términos como
traducido al inglés en 1981, y, sobre todo, Fi-
“especulación del suelo”, “acumulación de
losofía y ciencia en la geografía contemporánea,
capital” o “valor de cambio” (Oliveras, 1992,
su obra cumbre de 1981 sobre la historia del
pp. 461-462).
pensamiento geográfico de finales del XVII
Aunque concebido como un libro para
al XX, que fue traducida al portugués y al
los estudiantes (a los que incluso se lo de-
italiano. Filosofía y ciencia es la obra de Capel
dicó), Capitalismo y morfología urbana en Es-
más citada y difundida, y en ella expone sus
paña acaso sea el texto más crítico y radical
interpretaciones principales a propósito de
de Capel, en sintonía con el momento polí-
la historia de la geografía que ya había ex-
tico español y la influencia de las corrientes
puesto en trabajos anteriores y, en especial,
radicales que habían empezado a llegar, y
su visión de la evolución del pensamiento
hay que señalar que en buena parte gracias
geográfico en dos grandes modelos que se
a él, a España. Los primeros números de Geo
van alternando: el positivismo y el histori-
Crítica. Cuadernos críticos de Geografía Huma-
cismo. Se trata de una muy documentada
na reflejan igualmente bien esta perspectiva
síntesis de la historia de la geografía desde
radical7 que muy pronto, en un nuevo giro
el siglo XIX y en la que presenta con detalle
inesperado de Capel, quedaría en segundo
la génesis y principales características de la
plano tras su nueva preocupación por la his-
geografía angloamericana de los años 1960 y
toria de la geografía y de la ciencia en ge-
1970. Sin embargo, cuando Capel realizó su
neral.

7 Destaca sobremanera, por ejemplo, el núm. 4 de Geo Crítica, consistente en la traducción y publicación
en 1976 de “Teoría revolucionaria y contra-revolucionaria en geografía y el problema de la formación del
ghetto”, el artículo que David Harvey había publicado en Antipode en 1972 y que marcó profundamente el
surgimiento y devenir de la geografía radical angloamericana.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 77 - pp. 73-86/ Nuria Benach y V.icente Casals


Horacio Capel, una trayectoria científica entre la geografía urbana y la historia del pensamiento geográfico

nueva edición ampliada en 2012, renunció, fía”, que en gran medida resume las líneas
de hecho, a actualizar los contenidos y tan maestras de la labor colectiva desarrollada
sólo añadió un capítulo sobre la neo-geogra- anteriormente, cuya forma institucional la
fía, interesante por sí mismo, pero “epidér- constituyeron diversos proyectos financia-
mico” y soslayando las principales contri- dos por el Ministerio de Educación y Cien-
buciones y los profundos cambios acaecidos cia, con Capel como investigador principal
desde los años 1980 (Urteaga, 2015). y con un nutrido grupo de discípulos como
A ello se añadirían posteriormente, otros investigadores. Los más relevantes de tales
trabajos históricos como Geografía y matemá- proyectos fueron: La formación científica y la
ticas en el siglo XVIII o La Física Sagrada, que estructura institucional de los ingenieros mili-
le consagrarían como un gran estudioso de tares en España durante el siglo XVIII (1982-
la historia de la ciencia y de la geografía. En 1983); Territorio, sociedad y pensamiento geo-
la primera, se dedicaría a investigar en una gráfico en España e Iberoamérica (1984-1987);
parte de la historia de la cartografía españo- Naturaleza y cultura en la tradición geográfica
la, con el objetivo de verificar las hipótesis española e iberoamericana (1988-1991); y Desa-
que había lanzado en “Institucionalización rrollo científico y dinámica territorial en la Espa-
de la geografía…”, que acaso sea uno de sus ña contemporánea (1992-1994).
textos más influyentes en su momento, a Tal programa tuvo además consecuen-
propósito del papel ideológico de la geogra- cias importantes de tipo metodológico para
fía en la consolidación de los Estados (Na- la labor del colectivo. En primer lugar, un
dal, 2015). La Física Sagrada, por su parte, acercamiento a las propuestas de Thomas
ahonda desde una perspectiva singular otra Kuhn sobre las revoluciones científicas y los
de las grandes preocupaciones de Capel, el cambios de paradigma (Kuhn, 1962), aplica-
problema de la continuidad o cambio en el ble a la comprensión de la llamada “revolu-
desarrollo de las ideas científicas, esta vez, ción cuantitativa” en geografía. Pronto, sin
con un muy original y atractivo texto sobre embargo, este enfoque fue abandonado a
el peso de las creencias religiosas en la cien- favor de otros planteamientos: por ejemplo
cia, que impidieron un desarrollo de la geo- el de las “rupturas epistemológicas” de Gas-
logía parejo al de la física o las matemáticas ton Bachelard y Michel Foucalt y, después,
en la misma época (Sunyer, 2015). el más permanente enfoque inspirado en Er-
Por otra parte, esta labor sobre la historia nest Cassirer y Georg Henrik von Wright y
de la ciencia fue acompañada, como ya suce- su contraposición entre positivismo e histori-
diera años atrás con el tema urbano, con la cismo que, como señala Capel, estaba implí-
decidida actitud de impulsar entre sus dis- cito en el referido trabajo de Fred K. Schae-
cípulos y estudiantes la realización de diver- fer sobre “Excepcionalismo en geografía”,
sas investigaciones con un enfoque parecido, traducido por Capel en 1971 (Capel, 1989).
sobre todo en forma de tesis doctorales. En Además, sobre todo en el estudio relativo a
su conjunto, esto constituyó y dio forma a un la institucionalización y profesionalización
ambicioso programa de investigación que, de la ciencia, la obra de Capel –y de algu-
partiendo de la historia de la geografía, iría nos de sus discípulos– ha estado claramente
mucho más allá y que con seguridad puede influida por los trabajos del sociólogo de la
afirmarse que ha constituido la más amplia ciencia Robert K. Merton, fallecido en 2003.
investigación colectiva sobre al conjunto de De este modo, el interés inicial por la
disciplinas científicas relativas a las ciencias historia de la geografía se fue “bifurcando”,
de la tierra desarrollado en España. en expresión de Capel, hacia el conjunto de
En 1989 el propio Capel expuso detalla- las comunidades científicas interesadas por
damente los fundamentos de este programa el espacio terrestre, entre las que menciona
de investigación en el número 84 de Geo a geólogos, geofísicos, ecólogos, edafólo-
Crítica, con el título de “Historia de las cien- gos, botánicos, economistas, antropólogos,
cias e historia de las disciplinas científicas. sociólogos, historiadores y otros. Además,
Objetivos y bifurcaciones de un programa desde el primer momento Capel mostrará
de investigación sobre historia de la geogra- un acentuado interés por las corporaciones

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 78 - pp. 73-86/ Nuria Benach y Vicente Casals


Horacio Capel, una trayectoria científica entre la geografía urbana y la historia del pensamiento geográfico

técnico-científicas, en especial de las dife- su claridad y vocación didáctica. En el pri-


rentes ramas de la ingeniería, la militar en mer volumen, subtitulado Sociedad, cultura
un primer momento, que se hizo extensiva y paisaje urbano, destaca su extenso capítulo
después a la ingeniería civil (caminos, mon- sobre los jardines y las innovaciones en el
tes, agrónomos, minas…), sobre una parte diseño urbano por sus repercusiones poste-
importante de las cuales algunos de sus dis- riores en el diseño del plano de la ciudad,
cípulos elaborarán sus tesis doctorales. algo que tal vez descompensa el resultado
global (Bellet Sanfeliu, 2003) pero que Capel
señala como uno de sus “descubrimientos”
que sobre la marcha le hicieron alterar sus
De vuelta a lo urbano planes. El segundo volumen lleva por subtí-
tulo Aedes facere: técnica, cultura y clase social
Tras esa larga etapa dedicada a la inves- en la construcción de edificios y está destina-
tigación sobre la gestación de las ideas cien- do, sobre todo, al análisis de las técnicas
tíficas, Capel volvió al tema urbano y lo hizo constructivas en su contexto social y cultu-
principalmente a través del estudio de las ral. Finalmente, el tercer volumen, bastante
redes técnicas y de innovación (telégrafos, más reciente, está dedicado al estudio de los
teléfonos, ferrocarriles, electrificación…). agentes urbanos y al mercado inmobiliario,
Uno de los trabajos por los que Capel parece y puede verse como una reformulación de
sentir mayor querencia es la obra colectiva Capitalismo y morfología urbana en España,
que él mismo dirigió con el nombre de Las adaptada a unas circunstancias en las que el
Tres Chimeneas. Implantación industrial, cam- proceso de urbanización está dominado más
bio tecnológico y transformación del espacio que nunca por el capitalismo financiero. La
urbano barcelonés, publicada en 1994 y en la morfología de las ciudades resulta una obra de
que quedaba bien clara esa conexión con el gran magnitud y ambición, el resultado ma-
tema urbano y, especialmente, con el estu- duro de décadas de trabajo sobre temas ur-
dio de Barcelona, su caso de estudio urbano banos, y que coloca a Capel como estudioso
en los últimos cincuenta años. En Las Tres de referencia en temas urbanos como ya lo
Chimeneas, un nutrido grupo de autores se era, sin duda, sobre cuestiones relacionadas
encargaron de explotar la documentación con la historia de la geografía y de la ciencia.
de FECSA (Fuerzas Eléctricas de Cataluña Por otro lado, hay que señalar los nume-
S.A.) para documentar la transformación de rosos trabajos, más cortos, en los que Capel
una ciudad en metrópolis industrial (Arro- reflexiona sobre el presente y el futuro de
yo, 2015, pp. 96-98). las ciudades y que también han tenido una
Estas cuestiones relacionadas con la re- notable repercusión (su presencia en Inter-
des y la innovación le han venido intere- net y el nombre de su autor aseguran ya
sando y ocupando prácticamente hasta el de entrada una amplia recepción). En ellos
momento actual aunque, en paralelo, ha pu- Capel hace gala de sus mayores recursos
blicado abundantemente en temas urbanos, como geógrafo urbano (orden, claridad y
de los que destacamos tres aspectos: la obra sistematización de las ideas, capacidad para
en tres volúmenes La morfología de las ciuda- relacionar cuestiones diversas en un mismo
des (2002, 2005 y 2013), las reflexiones sobre artículo, y amplias bibliografías) y son por
el presente y el futuro de las ciudades en el ello ampliamente citados y utilizados. Ha
contexto global y los trabajos sobre Barce- escrito sobre los cambios profundos que han
lona. Todas ellas han despertado numero- experimentado las ciudades en las últimas
sas reacciones aunque, lógicamente, por su décadas, sobre la urbanización acelerada en
magnitud y relevancia, la que mayor núme- las regiones menos desarrolladas, sobre las
ro de comentarios y reseñas ha suscitado es nuevas formas de las áreas metropolitanas,
la primera. sobre Borges y la ciudad, etc. (Capel, 2001,
Se trata de una obra en tres volúmenes 2003, 2004, 2009, 2011).
que destaca por su extensión, su erudición, Finalmente, Capel ha destacado también
su análisis transdisciplinario, así como por por su reflexión sobre Barcelona. En el libro

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 79 - pp. 73-86/ Nuria Benach y V.icente Casals


Horacio Capel, una trayectoria científica entre la geografía urbana y la historia del pensamiento geográfico

de homenaje que han preparado sus discí- oficinas y nuevas industrias tecnológicas, y
pulos, Vicente Casals traza una muy incisiva los conflictos que surgieron de modo muy
mirada sobre el trabajo de su maestro sobre acre en torno a la conservación del patri-
Barcelona (Casals, 2015). Inicia su capítulo monio industrial amenazado. Él mismo fue
señalando la incomprensible ausencia de muy activo en la lucha por la preservación
trabajos de Capel sobre Barcelona, habiendo de este patrimonio, especialmente, en la
vivido en ella desde 1966, y lo finaliza afir- campaña “Salvem Can Ricart” (Can Ricart
mando que tal vez ello sea sólo una impre- era una de las fábricas textiles amenazadas
sión, que tal vez Capel siempre haya estado por el proceso de transformación), que cons-
hablando de Barcelona sin nombrarla: “aun- tituyó uno de los episodios más fuertes de
que no siempre de un modo explícito o re- confrontación entre el Ayuntamiento de Bar-
conocido, el protagonismo de Barcelona ha celona y el movimiento vecinal a mediados
sido una constante en la reflexión de Hora- de la década de 2000.
cio Capel como científico social”. Entre am- En ese nuevo ambiente, Capel publicó
bas afirmaciones, una veintena de páginas en 2005 El modelo Barcelona: un examen críti-
en las que desgrana la aproximación a lo ur- co que, a nuestro modo de ver, reflejaba una
bano de Capel y los cambios que ha sufrido perspectiva moderadamente crítica pero
a lo largo del tiempo, algunos de los cuales sorprendente para muchos, seguramente
se han señalado ya a propósito de La mor- porque Capel no se había manifestado de
fología de las ciudades. Pero Casals se refiere modo abiertamente disconforme con el con-
también a Capitalismo y morfología urbana junto de la actuación municipal hasta en-
en España para afirmar que “el libro lo que tonces. Cuando en 2010 publica su artículo
realmente analizaba era la realidad barcelo- en Finisterra “¿En qué ha fallado el modelo
nesa y, además, la de las últimas décadas del Barcelona?”, el tono se ha elevado ya bas-
franquismo”. No en vano, el libro –uno de tante más. Los conflictos por el patrimonio
los grandes éxitos editoriales de Capel con urbano, la ausencia de una participación
cinco ediciones– fue profusamente utilizado ciudadana real, la creciente privatización
por los movimientos vecinales barceloneses. del espacio público y la orientación cada
Años más tarde, cuando en Barcelona vez más empresarial de la gestión pública,
las transformaciones urbanísticas empren- le llevaron a una toma de posiciones mucho
didas a partir de la década de 1980 empe- más explícita.
zaron a captar la atención de especialistas
y gestores de lo urbano, Capel se mostró
extremadamente benevolente, incluso en-
tusiásticamente positivo, con dichas trans- La preocupación por la difusión del
formaciones. Cuando en 1994 publica una conocimiento
colaboración en La Veu del carrer, la revista
de la Federación de Asociaciones de Vecinos El nombre de Horacio Capel ha queda-
de Barcelona, con el título de “La transfor- do ya asociado al de Geocrítica, su creación
mación de Barcelona en ciudad bella y bien más personal y duradera en el tiempo. Ya
equipada” apenas hay trazas de una visión se ha señalado anteriormente la precocidad
crítica. Pero una década después, en una de Capel para embarcarse en trabajos edi-
atmósfera ciudadana algo cansada de los toriales, ya en sus primeros tiempos como
excesos de una ciudad que insistía en pro- profesor ayudante en la Universidad de
yectarse al mundo al tiempo que los proble- Murcia. Su llegada a Barcelona significó su
mas sociales y urbanos iban emergiendo con integración en la Revista de Geografía, que
creciente dureza, y con un ambiente intelec- editaba el propio departamento y de la que
tual mucho más proclive a la crítica, Capel fue secretario desde su inicio en 1967 y a lo
agudizó su visión sobre las transformacio- largo de veinticinco años. Colaboró intensa-
nes. De especial importancia en ello fue el mente en ella y sólo con la dedicación que
proceso de reconversión del tradicional ba- pasó a exigirle, desde 1976, la serie Geo Crí-
rrio industrial del Poblenou en un área de tica. Cuadernos críticos de Geografía Humana

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 80 - pp. 73-86/ Nuria Benach y Vicente Casals


Horacio Capel, una trayectoria científica entre la geografía urbana y la historia del pensamiento geográfico

dejaría de publicar con la asiduidad que le (inicialmente dedicada a la publicación de


era habitual. reseñas), Scripta Nova (que debía ser una
La serie Geo Crítica fue de una impor- continuación de Geo Crítica) y Ar@cne (para
tancia decisiva en la geografía española. Su difundir la existencia de fuentes de infor-
nacimiento representó una ruptura episte- mación geográfica en Internet). Tras veinte
mológica clara y hasta el número 20 tuvo años de andadura, y sin cambios formales
un marcado contenido vinculado a los plan- ni estructurales apreciables, continúan sien-
teamientos de la geografía radical, incluidas do revistas de referencia para la geografía
viñetas satíricas alusivas a los contenidos. española e iberoamericana, especialmente
Luego, en función también de los nuevos in- Scripta Nova que, desde 2006, fue incluida en
tereses de Capel por la historia de la ciencia el Social Sciences Citation Index, sorprenden-
y la evolución del pensamiento geográfico, temente sin solicitud previa por parte de sus
la serie fue derivando hacia otros temas, con editores en el muy competitivo mundo ac-
menor frecuencia de traducciones de auto- tual de publicaciones académicas. El portal
res extranjeros y mayor presencia de colabo- Geocrítica ha ido creciendo por acumulación
radores locales, muchos de ellos discípulos y, aunque se echa en falta una mayor presen-
del propio Capel (Casals y Arroyo, 2015). El cia de trabajos críticos y de contenido teóri-
impacto que, sin duda alguna, alcanzó Geo co-metodológico, como los que caracteriza-
Crítica ha sido analizado en diversas ocasio- ron en su momento a Geo Crítica. Cuadernos
nes, repetidamente se ha tendido a destacar críticos de Geografia Humana, ha llegado a ser
el papel revulsivo y crítico hacia la propia un mundo en sí mismo, que alberga desde
geografía (hacia dentro) más que su apor- revistas a publicaciones (algunas publicadas
tación al análisis crítico de la sociedad (ha- anteriormente, otras inéditas), desde llama-
cia fuera), el cual habría sido mucho menor das a coloquios internacionales a currícu-
(Bosque Maurel, 1986; García Ramón, 2005). lums vitae de los miembros que conforman
En paralelo, Capel dedicaba parte de su la llamada Red Geocrítica Internacional.
empeño a la puesta en marcha de diversas Y, como si todo ello fuera poco, en 2013
colecciones publicadas por la Universitat de lanzó el periódico GeocritiQ. Plataforma digi-
Barcelona (“Colección Pensamiento y Méto- tal ibero-americana para la difusión del trabajo
do Geográfico” entre 1973 y 1984, “Colección científico con el que persigue la idea de lo-
Geocrítica. Textos de Apoyo” desde 1983) o grar difundir los resultados de las investi-
en editoriales privadas: “Realidad Geográ- gaciones científicas a amplios sectores. La
fica” (Libros de la Frontera), que entre 1973 necesidad de difundir el conocimiento ha
y 1985 publicó libros como La Barcelona del estado presente en la carrera de Capel des-
siglo XVIII al Plan de la Ribera de Mercé Tatjer de sus primeros pasos. Hoy, las nuevas tec-
o la misma Capitalismo y morfología urbana en nologías y su prestigio para comprometer
España, y “La estrella polar” (Ediciones del a los investigadores a intentar escribir con
Serbal), una colección de contenido mucho palabras sencillas sus logros, dan una nueva
más amplio e interdisciplinario. dimensión a su afán divulgador.
Cuando Capel decidió dar por termina- Finalmente, hay que destacar su pa-
da la etapa de Geo Crítica en 1994, las diver- pel como inspirador y organizador de los
sas posibilidades que se contemplaron aca- “Coloquios Internacionales de Geocrítica”.
baron dando como resultado el nacimiento Desde 1999 se han realizado la nada des-
del portal electrónico Geocrítica, que desde preciable cifra de catorce coloquios, tanto en
1996 ha ido albergando diversas revistas, Barcelona como en otras ciudades latinoa-
publicaciones anteriores, material de los mericanas (Santiago de Chile, México, Porto
coloquios organizados, etc. Sin ninguna Alegre, Buenos Aires, Bogotá), que, edición
estructura formal ni apenas medios eco- tras edición, logran atraer a un número muy
nómicos, el soporte electrónico permitió la considerable de profesores y estudiantes de
puesta en marcha de tres revistas, Biblio3W España y de Latinoamérica.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 81 - pp. 73-86/ Nuria Benach y V.icente Casals


Horacio Capel, una trayectoria científica entre la geografía urbana y la historia del pensamiento geográfico

REFERENCIAS CARRERAS, C. y VILAGRASA, J. (1983). Los estu-


dios urbanos en Catalunya: un campo interdisci-
ARROYO, M. (2015). Redes técnicas e infraes- plinar. Vasconia: Cuadernos de historia - geogra-
tructuras urbanas. En Urteaga, L. y Casals, fía, 1, 203-230.
V. (eds.). Horacio Capel, geógrafo. Barcelona: CASALS, V. (2015). Barcelona. En Urteaga, L. y Ca-
Publicacions i Edicions de la Universitat de sals, V. (eds.). Horacio Capel, geógrafo. Barce-
Barcelona, pp. 81-107. lona: Publicacions i Edicions de la Universitat de
BELLET SANFELIU, C. (2003). Reseña de La Barcelona, pp. 35-58.
morfología de las ciudades. I. Sociedad, cultura CASALS, V. y ARROYO, M. (2015). Horacio Capel,
y paisaje urbano. Revista de Geografía, segunda promotor y editor de revistas. Difusión del cono-
época, 2, 127-130. cimiento y compromiso cívico. En Urteaga, L. y
BOSQUE MAUREL, J. (1986). Presencia y significa- Casals, V. (eds.). Horacio Capel, geógrafo. Barce-
do de la revista Geo-crítica de la Universidad de lona: Publicacions i Edicions de la Universitat de
Barcelona. En García Ballesteros, A. (ed.). Geo- Barcelona, pp. 275-308.
grafía y Marxismo. Madrid: Universidad Complu- GARCÍA RAMÓN, Mª D. (2005). Enfoques críticos
tense, pp. 197-221. y práctica de la geografía en España: balance de
CALVO GARCÍA-TORNEL, F. (2015). Volver sobre tres décadas (1974-2004). Documents d’Anàlisi
Lorca, capital subregional. En Urteaga, L. y Ca- Geogràfica, 45, 139-148. Accesible en: < https://
sals, V. (eds.). Horacio Capel, geógrafo. Barce- ddd.uab.cat/record/5582>.
lona: Publicacions i Edicions de la Universitat de KUHN, T.S. (1962). The Structure of Scientific Revo-
Barcelona, pp. 437-448. lutions. Chicago: University of Chicago Press.
CAPEL, H. (1975). La definición de lo urbano. Estu- NADAL, F. (2015). Geografía y matemáticas en la
dios Geográficos, 138/139, 265301. España del siglo XVIII: una relectura crítica. En
CAPEL, H. (1982). Autobiografía intelectual. Anthro- Urteaga, L. y Casals, V. (eds.). Horacio Capel,
pos. Boletín de Información y Documentación, geógrafo. Barcelona: Publicacions i Edicions de
11, 4-13. la Universitat de Barcelona, pp. 489-500.
CAPEL, H. (1989). Historia de las ciencias e historia OLIVERAS, J. (1992). Crisis y resurgimiento de la
de las disciplinas científicas. Objetivos y bifur- geografía regional. En Aportaciones en homena-
caciones de un programa de investigación sobre je al profesor Luis Miguel Albentosa. Tarragona:
historia de la geografía. Geo Crítica. Cuadernos Universitat Rovira i Virgili, pp. 531-545.
críticos de geografía humana, 84. Accesible en: OLIVERAS, J. (2015). Entre el crecimiento y la espe-
<http://www.ub.edu/geocrit/geo84c.htm>. culación urbana: Capitalismo y morfología urba-
CAPEL, H. (2001). Dibujar el mundo. Borges, la ciu- na en España. En Urteaga, L. y Casals, V. (eds.).
dad y la geografía del siglo XXI. Barcelona: Edi- Horacio Capel, geógrafo. Barcelona: Publica-
ciones del Serbal. cions i Edicions de la Universitat de Barcelona,
CAPEL, H. (2003). La cosmópolis y la ciudad. Barce- pp. 449-474.
lona: Ediciones del Serbal. REMICA (Recerques Midi-Catalunya) (1974). Sis-
CAPEL, H. (2004). Gritos amargos sobre la ciudad. temas espaciales y estructuras regionales. Re-
Perspectivas Urbanas. Estudios sobre Urbanismo vista de Geografía, 8 (1-2), 5-17. <http://www.
y Procesos Urbanos / Urban Perspectives. Studies raco.cat/index.php/RevistaGeografia/article/
on Urbanism and Urban Process, 1, 1-17. view/45879/60084>. (Consultado el 20 de abril
CAPEL, H. (2009). Las pequeñas ciudades en la ur- de 2016).
banización generalizada y ante la crisis global. In- SUNYER, P. (2015). Retorno a La Física Sagrada.
vestigaciones Geográficas, Boletín del Instituto de En Urteaga, L. y Casals, V. (eds.). Horacio Capel,
Geografía, UNAM, 70, 7-32. geógrafo. Barcelona: Publicacions i Edicions de la
CAPEL, H. (2011). Crisis económica, temores y retos: Universitat de Barcelona, pp. 515-529.
diez años de cambios en las ciudades. En Nadal, URTEAGA, L. (2015). Ruptura y dualismo en la
J. y Velarde Fuertes, J. (Coords.). Balance de una tradición geográfica: Una relectura de Filoso-
década. Diez años de Mediterráneo económico. fía y ciencia en la geografía contemporánea. En
Almería: Fundación Cajamar (Mediterráneo Eco- Urteaga, L. y Casals, V. (eds.). Horacio Capel,
nómico. Colección de Estudios Socioeconómicos, geógrafo. Barcelona: Publicacions i Edicions de
núm. 20), pp. 55-84. la Universitat de Barcelona, pp. 475-488.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 82 - pp. 73-86/ Nuria Benach y Vicente Casals


Horacio Capel, una trayectoria científica entre la geografía urbana y la historia del pensamiento geográfico

Anexo: Selección bibliográfica CAPEL, Horacio (Ed.). Los espacios acotados. Geo-
grafía y dominación social. Barcelona: Ediciones
PPU, 1990. 288 pp.
Textos sobre temas urbanos
CAPEL, Horacio y TATJER, Mercè. Reforma so-
CAPEL, Horacio. Lorca, capital subregional, Lorca: cial, serveis assistencials i higienisme a la Bar-
Cámara Oficial de Comercio e Industria de celona de finals del segle XIX. En Cent Anys
Lorca, 1968, 260 pp. Accesible en: <http:// de Salut Publica a Barcelona. Barcelona: Institut
www.ub.edu/geocrit/Lorca-Capel.pdf>. Municipal de la Salut, Ajuntament de Barce-
CAPEL, Horacio. Estructura funcional de las ciu- lona, 1991, pp. 31-73 [Reproducido en Scripta
dades españolas en 1950. Revista de Geografía, Vetera, núm. 128. <http://www.ub.edu/geo-
Universidad de Barcelona, vol. 2, núm. 2, crit/sv-128.pdf>].
1968, pp. 93-129, 8 figs. CAPEL, Horacio y TATJER, Mercè. La organiza-
CAPEL, Horacio. El modelo de la base económi- ción de la red telegráfica española. En Capel,
ca urbana. Revista de Geografía, Universidad H., López Piñero, J.M. y Pardo, J., Ciencia e
de Barcelona, vol. 3, núm. 1-2, 1969, pp. 5-39. Ideología en la Ciudad. Actas del Primer Coloquio
<http://www.raco.cat/index.php/Revista- Interdepartamental. Valencia: Generalitat Va-
Geografia/article/view/45629/56620>. lenciana, Conselleria d’Obres Públiques, Ur-
CAPEL, Horacio. Validez del modelo rank-size. banisme i Transports, vol. II, 1994, pp. 23-70.
Revista de Geografía, Universidad de Barcelo- [Versión reducida publicada en Netcom. Net-
na, vol. 6, núm. 1, 1972, pp. 121-138. <http:// works and Communication Studies. International
www.raco.cat/index.php/RevistaGeografia/ Geographical Union, vol. 5, núm. 1, février
article/view/45664/56655>. 1991, pp. 282-324].
CAPEL, Horacio. De las funciones urbanas a las CAPEL, Horacio (Dir.): Las Tres Chimeneas. Im-
dimensiones básicas de los sistemas urbanos. plantación industrial, cambio tecnológico y trans-
Revista de Geografía, Universidad de Barcelo- formación de un espacio urbano barcelonés. Bar-
na, vol. 6, núm. 2, 1972, pp. 218-248. <http:// celona: Fuerzas Eléctricas de Cataluña S.A.
www.raco.cat/index.php/RevistaGeografia/ (FECSA), 1994, 3 vols., 226 + 222 + 226 pp.
article/view/45865/56659>. [Trad. catalana: Les Tres Ximeneias. Implantació
CAPEL, Horacio. Percepción del medio y com- industrial, canvi tecnologic i transformació d’un
portamiento geográfico. Revista de Geogra- espai urbá barceloní, Barcelona: FECSA, 1994, 3
fía, Universidad de Barcelona, vol. 7, núm. vols.].
1, 1973, pp. 58-150. <http://www.raco. CAPEL, Horacio. Rehabilitación y uso del pa-
cat/index.php/RevistaGeografia/article/ trimonio histórico industrial. Documents
view/45873/56665>. d’Anàlisi Geogràfica, Universidad Autonóma
CAPEL, Horacio. Estudios sobre el sistema urbano. de Barcelona, núm. 29, 1996, pp. 19-50. Accesi-
Ediciones de la Universidad de Barcelona, ble en: <https://ddd.uab.cat/record/16356>.
Colección Pensamiento y Método Geográfi- CAPEL, Horacio. Los inmigrantes en la ciudad.
cos, núm. 3, 1974, 204 pp. (2ª edición 1982). Crecimiento económico, innovación y conflic-
CAPEL, Horacio. Agentes y estrategias en la pro- to social. Scripta Nova. Revista Electrónica de
ducción del espacio urbano español. Revista Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de
de Geografía, Universidad de Barcelona, vol. 8, Barcelona, núm. 3, 1 de mayo de 1997, 24 pp.
núm. 1-2, 1974, pp. 19-56. <http://www.raco. [Publicado también en Delgado, M. (Ed.), De-
cat/index.php/RevistaGeografia/article/ bat de Barcelona. Ciutat i inmigració. Barcelona:
view/45880/56672>. Centre de Cultura Contemporània, 1997, pp.
CAPEL, Horacio. La definición de lo urbano. Es- 83-112].
tudios Geográficos, vol. 36, núm. 138/139, 1975, CAPEL, Horacio. Gritos amargos sobre la ciudad.
pp. 265-302. En Maderuelo, Javier (Ed.), Desde la ciudad.
CAPEL, Horacio. Capitalismo y morfología urbana Arte y naturaleza. Actas del IV Curso, 1998.
en España, Barcelona: Los Libros de la Fron- Huesca: Diputación de Huesca / Universidad
tera, 1975, 142 pp. (2ª edición 1977; 3ª edición Internacional Menéndez Pelayo, 1999, pp. 95-
1981; 4ª edición 1983; edición ampliada, con 132. [Reproducido en Perspectivas Urbanas.
un nuevo capítulo sobre “El planeamiento Estudios sobre Urbanismo y Procesos Urbanos
urbano en España, 1975-1989”, Barcelona: El / Urban Perspectives. Studies on Urbanism and
Círculo de Lectores, 1990, 156 pp.). Urban Process, Departamento de Urbanismo

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 83 - pp. 73-86/ Nuria Benach y V.icente Casals


Horacio Capel, una trayectoria científica entre la geografía urbana y la historia del pensamiento geográfico

y Ordenación del Territorio, Escuela Técnica der Städte. Vorschlag eines Manifeste. Uber-
Superior de Arquitectura del Vallés, San Cu- setzung Barbara Heineberg. <http://www.
gat, Barcelona, Universidad Politécnica de ub.es/geocrit/b3w-551-d.htm>].
Cataluña, núm. 1, 2002, pp. 1-17. <http:www. CAPEL, Horacio. El modelo Barcelona: un examen
etsav.upc.es/urbpersp>]. crítico. Barcelona: Ediciones del Serbal, 2005.
CAPEL, Horacio. Dibujar el mundo. Borges la ciu- 117 pp. [Traducción al francés: Le modèle Bar-
dad y la geografía del siglo XXI. Barcelona: Edi- celone. Traduit de l’espagnol par Juliette Le-
ciones del Serbal (Colección “Arquitectura/ merle. Paris: Economica-Anthropos (Collec-
Teoría”), 2001, 160 pp. tion Villes), 2009. 141 pp.].
CAPEL, Horacio. La morfología de las ciudades. I. CAPEL, Horacio El debate sobre la construcción
Sociedad, cultura y paisaje urbano. Barcelona: de la ciudad y el llamado “Modelo Barcelo-
Ediciones del Serbal (Colección La Estrella na”. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geo-
Polar), 2002. 544 pp. grafía y Ciencias sociales, Universidad de Bar-
CAPEL, Horacio. La morfología de las ciudades. II. celona, 15 de febrero de 2007, vol. XI, núm.
Aedes facere: técnica, cultura y clase social en la 233. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-233.
construcción de edificios. Barcelona: Ediciones htm>.
del Serbal (Colección La Estrella Polar), 2005. CAPEL, Horacio. Las pequeñas ciudades en la
656 pp. urbanización generalizada y ante la crisis glo-
CAPEL, Horacio. La morfología de las ciudades. III. bal. Investigaciones Geográficas, Boletín del Ins-
Agentes urbanos y mercado inmobiliario. Barce- tituto de Geografía, UNAM, núm. 70, diciembre
lona: Ediciones del Serbal (Colección La Es- 2009 (Número especial dedicado al 70 aniver-
trella Polar), 2013. 461 pp. sario de la revista), pp. 7-32.
CAPEL, Horacio. Redes, chabolas y rascacielos. CAPEL, Horacio. ¿En qué ha fallado Barcelo-
Las trasformaciones físicas y la planificación na? Finisterra. Revista portuguesa de geografia,
en las áreas metropolitanas. En El desafío de las Universidade de Lisboa / Centro de Estudos
Áreas Metropolitanas en un mundo globalizado. Geográficos, vol. XLV, núm. 90, 2010 [Núme-
Una mirada a Europa y América Latina. Actas ro extraordinario dedicado a “Barcelona(s)”],
del Seminario Internacional, Barcelona 4, 5 y 6 pp. 173-204.
de junio de 2002. Barcelona: Institut d’Estudis CAPEL, Horacio. Crisis económica, temores y
Territorials, Universitat Pompeu Fabra / Ins- retos: diez años de cambios en las ciuda-
titut Catalá de Cooperació Iberoamericana, des. En Nadal, Jordi y Velarde Fuertes, Juan
2003, pp. 17-55. [Reproducido en Capel, Ho- (Coords.), Balance de una década. Diez años de
racio (Coord.), Ciudades, arquitectura y espacio Mediterráneo económico. Almería: Fundación
urbano. Almería: Fundación Cajamar (Medi- Cajamar (Mediterráneo Económico. Colec-
terráneo Económico. Colección de Estudios ción de Estudios Socioeconómicos, núm. 20),
Socioeconómicos, núm. 3), 2003, pp. 199-238. 2011, pp. 55-84.
<http://www.publicacionescajamar.es/pdf/ CAPEL, Horacio. Los ferro-carriles en la ciudad. Re-
publicaciones-periodicas/mediterraneo-eco- des técnicas y configuración del espacio urbano.
nomico/3/3-27.pdf>]. Madrid: Fundación de los Ferrocarriles Es-
CAPEL, Horacio. La cosmópolis y la ciudad. Barce- pañoles (Colección de Historia Ferroviaria),
lona: Ediciones del Serbal (Colección “La Es- 2011. 223 pp.
trella Polar”, núm. 41), 2003. 248 pp. CASALS, Vicente y CAPEL, Horacio (eds.). Actas
CAPEL, Horacio. El futuro de las ciudades. Una del Simposio Internacional Globalización, innova-
propuesta de manifiesto. Biblio 3W. Revista ción y construcción de redes técnicas urbanas en
Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, América y Europa, 1890-1930. Brazilian Traction,
Universidad de Barcelona, 10 de diciembre Barcelona Traction y otros conglomerados financie-
de 2004, vol. IX, núm. 551. <http://www. ros y técnicos. Barcelona, 23-26 de enero de 2012.
ub.es/geocrit/b3w-551.htm>. [Reproducido Barcelona: Universidad de Barcelona, 2012.
en La Veu del Carrer. Barcelona: FAVB, estiu <http://www.ub.edu/geocrit/actassi.htm>.
2005, núm. 91, p. 8. Traducción al inglés: Gua- CAPEL, Horacio y CASALS, Vicente (eds.). Capi-
dalajara Declaration on the Future of the City. talismo e historia de la electrificación, 1890-1930.
A proposal. Translation of Robin Ried. Capital, técnica y organización del negocio eléctri-
<http://www.ub.es/geocrit/b3w-551-e. co. Barcelona: Ediciones del Serbal (Colección
htm>. Traducción al alemán: Die Zukunft La Estrella Polar, núm. 61), 2013. 359 pp.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 84 - pp. 73-86/ Nuria Benach y Vicente Casals


Horacio Capel, una trayectoria científica entre la geografía urbana y la historia del pensamiento geográfico

CAPEL, Horacio. Patrimonio: la construcción del críticos de geografía humana, Universidad de


pasado y del futuro. Barcelona: Ediciones del Barcelona, núm. 31, 1981, pp. 1-51. Accesible
Serbal, 2014. 183 pp. en: <http://www.ub.es/geocrit/geo43.htm>.
CAPEL, Horacio. Filosofía y Ciencia en la Geogra-
fía contemporánea. Barcelona: Barcanova, 1981,
Textos sobre historia de la ciencia 510 pp.; 2ª ed. 1984; nueva edición ampliada.
y del pensamiento geográfico Barcelona: Ediciones del Serbal, 2012. 477 pp.
[Traducción al portugués: Filosofia e Ciência
CAPEL, Horacio. Schaefer y la nueva geografía. En na Geografia Contemporânea. Uma Introduçâo à
Schaefer, Fred K., Excepcionalismo en Geografía. Geografia. Volume I. Maringá: Editora Massoni,
Traducción, edición y estudio introductorio 2004. 113 pp. Geografia contemporânea: Ciencia
de Horacio Capel. Barcelona: Publicacions e filosofía. Traduçâo de Jorge U. Guerra Villa-
de la Universitat de Barcelona, 1971, pp. 1-40. lobos, André Geraldo Berezuk et al. Maringá:
<http://www.ub.edu/geocrit/schaefer.htm>  Eduem, Editora da Universidade Estadual de
y <http://www.ub.edu/geocrit/schaefer2.htm>. Maringá, 2010. 168 pp. Traducción al italiano:
CAPEL, Horacio. La personalidad geográfica Filosofia e Scienza nella Geografia contemporanea.
de Varenio. En Varenio, Bernhard. Geografía Edizione a cura di Angelo Turco, Milano: Uni-
General. Barcelona: Universitat de Barcelona copli, 1987, 282 pp.].
(Colección Pensamiento y Método Geográfi- CAPEL, Horacio. El Epítome de León Pinelo y el
cos), 1974, pp. 1-146. problema de la continuidad de la ciencia es-
CAPEL, Horacio. La geografía española tras la pañola en el siglo XVIII, introducción a León
guerra civil. Geo Crítica. Cuadernos críticos de Pinelo, A., Epítome de la Biblioteca Oriental y
geografía humana, Universidad de Barcelona, Occidental Náutica y Geográfica (1737). Edición
núm. 1, 1976, pp. 1-36. Accesible en: <http:// de H. Capel. Barcelona: Universitat de Barce-
www.ub.edu/geocrit/geo1.htm>. [Existe una lona, 1982, vol. I y II. Accesible en: <http://di-
edición inglesa en Iberian Studies, University of posit.ub.edu/dspace/handle/2445/67076>.
Keele, vol. V, núm. 1, Spring 1976, pp. 17- 31]. CAPEL, Horacio. Geografía y matemáticas en la
CAPEL, Horacio (1977). Institucionalización de la España del siglo XVIII. Barcelona: Oikos-Tau,
geografía y estrategias de la comunidad cien- 1982, 389 pp. Accesible en: <http://www.
tífica de los geógrafos (I). Geo Crítica. Cuader- ub.edu/geocrit/Geogr-y-mates-Capel.pdf>.
nos críticos de geografía humana, 8. Accesible en: CAPEL, Horacio. Positivismo y antipositivis-
<http://www.ub.edu/geocrit/geo8.htm>. mo en la ciencia geográfica. El ejemplo de la
CAPEL, Horacio (1977). Institucionalización de geomorfología (Ponencia en el I Congreso de
la geografía y estrategias de la comunidad Teoría y Metodología de las Ciencias, Oviedo:
científica de los geógrafos (II). Geo Crítica. Universidad de Oviedo 12-16 abril 1982). En
Cuadernos críticos de geografía humana, 9. Acce- Actas del Congreso de Teoría y Metodología de las
sible en: <http://www.ub.edu/geocrit/geo9. ciencias. Oviedo: Pentalfa, 1982, pp. 255-303.
htm>. [Ambos artículos, I y II, traducidos al [Reproducido en  Geo Crítica. Cuadernos críti-
inglés como: Institutionalization of Geogra- cos de geografía humana, Universidad de Barce-
phy and Strategies of Change. En Stoddart, lona, núm. 43, 1983, pp. 1-56. <http://www.
D. (ed.), Geography, ideology and social concern. ub.edu/geocrit/geo43.htm>].  
Cambridge: Basil Blackwell, 1981, pp. 37-69. CAPEL, Horacio et al. Ciencia para la burguesía. Re-
En Agnew, John, Livingstone, David R. and novación pedagógica y enseñanza de la geografía
Rogers, Alisdair. Human Geography. An essen- durante la Revolución liberal (1814-1857). Barce-
tial Anthology. Oxford: Basil Blakwell Pub., lona: Universidad de Barcelona, 1983, 356 pp.
1996, pp. 66-94]. Accesible en: <http://diposit.ub.edu/dspa-
CAPEL, Horacio. Organicismo, fuego interior y ce/handle/2445/67062>.
terremotos en la España del siglo XVIII. Geo CAPEL, Horacio. La Física Sagrada. Creencias re-
Crítica. Cuadernos críticos de geografía humana, ligiosas y teorías científicas en los orígenes de la
Universidad de Barcelona, núm. 27-28, mayo- geomorfología española. Barcelona: Ediciones
julio 1980, pp. 1-95. Accesible en: <http:// del Serbal, 1985, 224 pp. [Traducción al inglés
www.ub.edu/geocrit/geo27-28.htm>. como: Religious beliefs, philosophy and sci-
CAPEL, Horacio. Los Diccionarios geográficos de entific theory in the origins of Spanish Geo-
la Ilustración española. Geo Crítica. Cuadernos morphology, 17th-18th centuries. Organon.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 85 - pp. 73-86/ Nuria Benach y V.icente Casals


Horacio Capel, una trayectoria científica entre la geografía urbana y la historia del pensamiento geográfico

Varsovia, Academia de Ciencias, núm. 20-21, Accesible en: <http://www.ub.edu/geocrit/


1984-1985, pp. 219-229. Resumen en Actas, geo84.htm>].
XVIIth International Congress of History of Sci- CAPEL, Horacio y URTEAGA, Luis. Las nuevas
ence, vol. II, Berkeley, 1985, 15-24. Texto en geografías. Barcelona: Salvat, 1982, 60 pp.; cua-
inglés accesible en: <http://www.ub.edu/ tro reimpresiones sucesivas; nueva edición,
geocrit/sv-4.htm>]. Barcelona: Salvat, 1991, 120 pp.
CAPEL, Horacio. Geografía y arte apodémica en el CAPEL, Horacio. The Imperial Dream. Geogra-
Siglo de los Viajes. Geo Crítica. Cuadernos críticos phy and the Spanish Empire in the Nineteenth
de geografía humana, Universidad de Barcelona, Century. In Godlewska, Anne and Smith, Neil
núm. 56, 1985, pp. 1-60. Accesible en: <http:// (Eds.), Geography and Empire. Critical Studies in
www.ub.edu/geocrit/geo56.htm>. [Reprodu- the History of Geography. Oxford: Basil Black-
cido en Moncada, José Omar (Coord.), La Geo- well, 1994, pp. 58-73.
grafía de la Ilustración. México: UNAM, Institu- CAPEL, Horacio. Una geografía para el siglo XXI.
to de Geografía, 2003. 226 pp.]. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y
CAPEL, Horacio et al. Geografía para todos. La geo- Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona,
grafía en la enseñanza española durante la segun- núm. 19, 15 de abril de 1998. <http://www.
da mitad del siglo XIX. Barcelona: Los Libros ub.es/geocrit/sn-19.htm>. [Reproducido en
de la Frontera, 1985. 236 pp. Accesible en: Trimestre Geográfico, Bogotá: Asociación Co-
<http://www.ub.edu/geocrit/GEOGRA- lombiana de Geógrafos, núm. 18, diciembre
FIA%20PARA%20TODOS.pdf>. 1999, pp. 23-34].
CAPEL, Horacio. Geografía Humana y Ciencias So- CAPEL, Horacio. De la armonía de la naturale-
ciales. Una perspectiva histórica. Barcelona: Edi- za a la física del globo. Las interrelaciones de
torial Montesinos, 1987, 138 pp. (Redactado la naturaleza terrestre durante el siglo XVIII.
en 1983). Reedición en: Rosario: Prohistoria, Quipu. Revista Latinoamericana de Historia de
2009. 107 pp. las Ciencias y la Tecnología, México, (Número
CAPEL, Horacio, SÁNCHEZ, Joan Eugeni y especial dedicado a “Humboldt y la ciencia
MONCADA, Omar. De Palas a Minerva. americana. Bicentenario”), vol. 13, núm. 1,
La formación científica y la estructura ins- enero-abril de 2000, pp. 81-104. [Versión fran-
titucional de los ingenieros militares en el cesa como: De l’harmonie de la nature à la
siglo XVIII. Barcelona: CSIC y Ediciones physique du globe. Les interrelations de la
del Serbal, 1988, 390 pp. nature terrestre au XVIIIe siècle. En Gómez,
CAPEL, Horacio. Historia de las ciencias e histo- Thomas (sous la direction de), Humboldt et le
ria de las disciplinas científicas. Objetivos y monde hispanique. Paris: Université Paris X,
bifurcaciones de un programa de investiga- 2002, pp. 13-29].
ción sobre historia de la geografía. Geo Crítica. CAPEL, Horacio. Construcción del Estado y crea-
Cuadernos críticos de geografía humana, Univer- ción de cuerpos profesionales científico-técni-
sidad de Barcelona, núm. 84, diciembre de cos: los ingenieros de la Monarquía Española
1989, pp. 1-67. Accesible en <http://www. en el siglo XVIII. En Cámara Muñoz, Alicia
ub.edu/geocrit/geo84c.htm>. [Versión en in- y Cobos Guerra, Fernando (Eds.), Fortificación
glés: The History of Science and the History y Frontera Marítima. Actas del Seminario Inter-
of Scientific Disciplines. Goals and Branch- nacional celebrado en Ibiza durante los días 24
ing of a Research Program in the History of al 26 de octubre de 2003. Eivissa: Ajuntament
Geography, Geo Crítica. Cuadernos críticos de d’Eivissa 2005. Disponible en CD. [Reprodu-
geografía humana. English Parallel Series, Uni- cido en Scripta Vetera. <http://www.ub.es/
versidad de Barcelona, núm. 1, 1989, 63 pp. geocrit/sv-85.htm>].

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 86 - pp. 73-86/ Nuria Benach y Vicente Casals


Preocupaciones y propuestas educativas
del profesor Horacio Capel
Manuel Souto González
Proyecto Gea-Clío
Francisco F. García Pérez
Artículo recibido el 28 de junio y aceptado el 20 de julio de 2016. Fedicaria-Sevilla

Resumen
El profesor Horacio Capel siempre ha tenido una especial sensibilidad hacia la enseñanza de la
geografía en la educación básica. Las investigaciones de Capel y su equipo sobre la geografía como
disciplina escolar han constituido una aportación relevante para la reforma del currículum y para
la renovación de la didáctica. En ese sentido, son destacables los estudios históricos sobre la insti-
tucionalización de la geografía como saber académico, los análisis de los paradigmas geográficos y
la revisión del estado de la enseñanza de la geografía en diversos países.
Palabras clave: Horacio Capel; Enseñanza de la geografía; Geografía escolar; Paradigmas científi-
cos; Currículum; Reforma educativa.

Abstract
Educational concerns and proposals of Professor Horacio Capel
Professor Horacio Capel has always had a special sensitivity to the teaching of geography
in basic education. Capel and his team researches on geography as school discipline have been a
significant contribution to the curriculum reform and the renewal of teaching. In that sense, the
historical studies on the institutionalization of geography as academic knowledge, the analysis of
geographical paradigms and the review of the status of geography teaching in different countries
are remarkable
Keywords: Teaching Geography; School Geography; Scientific Paradigms; Curriculum; Educational
Reform

Como se puede ver en el artículo prece- breve artículo, esa dimensión peculiar de su
dente de Núria Benach y Vicente Casals y en trayectoria, con la que, como docentes, nos
la propia entrevista –que sigue–, la preocu- sentimos especialmente identificados.
pación del profesor Horacio Capel por la Horacio Capel es considerado no sólo
educación y sus aportaciones a la enseñan- como científico relevante sino también como
za de la geografía y las ciencias sociales han un excelente profesor, y ambas dimensiones
estado presentes en su trayectoria vital y de su vida profesional se han caracterizado
profesional, en estrecha vinculación con sus por su honestidad intelectual y por su com-
aportaciones científicas como geógrafo. En promiso social. A un buen profesor no se le
ese sentido, quizás no fuera necesario refe- recuerda solamente por su sabiduría, sino
rirse de forma específica a ese aspecto de su por su capacidad para hacer pensar, de for-
obra; pero, dadas las características de Fedi- ma crítica, a sus alumnos y por el ejemplo de
caria y de la revista Con-Ciencia Social, consi- sus actuaciones personales; es decir, la co-
deramos que es interesante destacar, en este municación de ideas y acciones con quienes

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016), pp. 87-93 -87-


Preocupaciones y propuestas educativas del profesor Horacio Capel

comparte su conocimiento. Y en este aspecto prueba de ese interés por promover la for-
Horacio es un admirable ejemplo, en el que mación autónoma y crítica de los estudian-
el pensamiento crítico y el compromiso ciu- tes es su colaboración en la gestión de los
dadano se dan la mano. primeros encuentros de estudiantes de Geo-
grafía en Barcelona (García Soler, Les Man-
so y Roca Albert, 1980), a donde acudieron
Una especial sensibilidad hacia la alumnos de diferentes universidades espa-
enseñanza no universitaria ñolas con la ilusión de romper con la geo-
grafía enciclopédica tradicional y aproxi-
Habiéndose desarrollado la carrera marse a una geografía social.
profesional de Horacio Capel básicamen- Este interés por la educación no univer-
te dentro de la institución universitaria, sitaria y, más concretamente, por el currícu-
sin embargo siempre ha mostrado especial lum de esas etapas educativas se ha man-
atención y sensibilidad por la enseñanza no tenido en el tiempo, manifestándose, entre
universitaria, especialmente por la educa- otros hechos, en sus aportaciones al debate
ción secundaria. Ello puede atribuirse, en sobre el currículum de la geografía y las
último término, al compromiso social antes ciencias sociales en secundaria, como más
citado y por tanto a su preocupación por la abajo veremos. Son propuestas que han in-
educación como ámbito básico del sistema cidido en el debate de los grupos de innova-
social; pero, de una forma más concreta, esa ción de la enseñanza de las ciencias sociales
sensibilidad enraíza en sus propios inicios en la España de finales del siglo XX.
profesionales como profesor de enseñanza
media en un instituto de Murcia (el Instituto
Alfonso X El Sabio). Análisis de la geografía como
En ese aspecto, es destacable (Calvo Gar- disciplina escolar
cía-Tornel, 1993) la labor que ejerció desde la
revista Información Didáctica. Boletín del Semi- Quizás uno de los aspectos más conoci-
nario de Geografía e Historia del Instituto “Al- dos de la obra científica de Capel es su con-
fonso X el Sabio”, en la que se manifiesta su tribución al estudio de la geografía como dis-
preocupación, como profesor de un centro ciplina escolar. Ello se manifiesta, al menos,
escolar nocturno, por su tarea docente, así en dos aspectos relevantes: su aportación al
como por ofrecer sugerencias y actividades conocimiento de la institucionalización del
para un alumnado que era, al mismo tiem- saber geográfico como saber académico y su
po, trabajador (empleados del sector ser- aportación al análisis epistemológico de la
vicios y también de la industria). El hecho disciplina. Su decidida apuesta por nuevas
de estar trabajando, al mismo tiempo que corrientes, en especial la geografía crítica,
estudiando, le da a dicho alumnado “una constituye una base importante para la poste-
sensibilidad especial” (Calvo García-Tornel, rior determinación del conocimiento escolar.
1993, p. 79), con la que Capel conectó estre- Empecemos por la institucionalización de
chamente.1 De hecho, la reflexión educativa la geografía. Hoy conocemos ya muchos es-
desde la geografía permite establecer una tudios sobre la génesis y configuración de las
conexión entre las experiencias cotidianas materias escolares, pero en los años ochenta
laborales y la conceptualización de las acti- del siglo pasado aún no eran tan habituales
vidades económicas. estas investigaciones, al menos en el contex-
En cualquier caso, Horacio Capel siem- to español; y Horacio Capel puso en marcha
pre ha tenido una especial sensibilidad con en esos momentos todo un programa de in-
respecto a los estudiantes, en general. Una vestigación sobre este ámbito temático.

1 Quizás esta conexión ha facilitado también el contacto del geógrafo murciano con otros colaboradores,
como es el caso de Alberto Luis Gómez, también trabajador mientras cursó su carrera universitaria en la
Universidad de Barcelona.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 88 - pp. 87-93/X. M. Souto y F. F. García


Preocupaciones y propuestas educativas del profesor Horacio Capel

Su obra seminal en este campo es Filosofía y Secundaria). La interpretación de Capel –


y ciencia en la geografía contemporánea, del año que se apoya en conocimientos de la historia
1981, en la que se analiza la configuración de la ciencia, de la educación y de la historia
de la geografía como disciplina universita- política y social– podríamos situarla cerca
ria, pero en conexión con la formación de los de las tradiciones de análisis sociogenético
futuros docentes de la Educación Primaria de las disciplinas escolares, en relación con
y Secundaria (cfr. Capel, 1981, pp. 128-144). los planteamientos de Ivor Goodson (1995),
Ahí se manejan ideas que ya habían apare- de André Chervel (1988) o, en el caso espa-
cido bien explicadas en dos números (el 8 y ñol, de Raimundo Cuesta (1997) y de Anto-
el 9) de 1977 de la serie Geo Crítica (Capel, nio Viñao (2006). Nos parece muy relevante
1977a y 1977b), destacándose el papel de la que los estudios del profesor Capel hayan
institucionalización de la materia en relación mostrado cómo se había impuesto un deter-
con un factor determinante: la enseñanza y la minado modelo de enseñanza de la geogra-
formación de los docentes. Como expresaba fía (el paradigma regional), lo que conducía
el propio Capel: “El factor esencial que con- a la naturalización de esta materia escolar
duce a la institucionalización de la geografía como una forma singular de explicar el
y a la aparición de la comunidad científica mundo. Sin cuestionar esta manera de orga-
de los geógrafos es la presencia de esa cien- nizar el contenido desde las instituciones es
cia en la enseñanza elemental y secundaria a muy difícil innovar en la enseñanza básica.
mediados del siglo XIX” (Capel, 1977a, p. 14). En esa línea, los estudios históricos sobre
Este tipo de análisis es especialmente la enseñanza de la geografía no universita-
destacable en un contexto académico en el ria generaron una parte sustancial de su in-
que eran casi inexistentes las investigaciones vestigación entre los años 1975 y 1995, etapa
sobre esta temática, dado que la mayoría de en la que desarrolla interesantes trabajos en
la corporación de geógrafos ignoraba el pa- equipo y dirige las tesis doctorales de Al-
pel de la geografía en la educación, dedicán- berto Luis Gómez (1983) y de Julia Melcón
dose a producir monografías regionales o a (1988), que son dos referentes muy impor-
colaborar en planes de urbanismo. El análisis tantes para conocer la evolución y signifi-
de los contenidos curriculares a través de los cado de la enseñanza de la geografía desde
manuales escolares dio lugar a un conjunto una perspectiva de análisis histórico.
de publicaciones que son un referente para Capel vincula la evolución de la enseñan-
conocer la evolución de la disciplina geográ- za de la geografía y las ciencias sociales en las
fica española en los siglos XIX y XX, llegando enseñanzas no universitarias con los meca-
a la conclusión, en su programa de investiga- nismos del sistema social y con el marco polí-
ción (Capel, 1989), de que la geografía ha sido tico.2 Esa línea de trabajo se hizo evidente, de
una materia privilegiada en el sistema esco- forma especial, en la tesis doctoral de Alberto
lar en los dos últimos siglos. Por eso, Capel Luis Gómez sobre el papel de la geografía en
había dirigido sus objetivos de investigación el bachillerato español en el franquismo (Luis
hacia la historia de la educación geográfica, Gómez, 1983). La relación que se establece
reivindicando los estudios diacrónicos y es- entre ideas filosóficas, contexto social, praxis
tructurales de los planes de estudio en los educativa y conocimiento pedagógico consti-
diferentes niveles de la enseñanza. tuye, sin duda, el gran acierto del programa
Sus conclusiones muestran, pues, cómo de investigación que Capel pone en marcha,
la institucionalización de la geografía se para estudiar la educación geográfica en los
centró, sobre todo, en la difusión de esta siglos XIX y XX, centrándose en el análisis de
materia hacia la formación del profesorado los programas y contenidos escolares y en el
y hacia la organización de los contenidos estudio de los manuales (Capel, 1976; Capel
educativos de la educación básica (Primaria et al. 1983; Capel et al., 1985).

2 Así lo expresa en el prólogo del libro que recoge las principales conclusiones de la investigación de Julia
Melcón (Melcón, 1989, pp. 7-11).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 89 - pp. 87-93/X. M. Souto y F. F. García


Preocupaciones y propuestas educativas del profesor Horacio Capel

Reivindica, pues, los estudios históri- escolar, y que imponen una hegemonía en
cos de la enseñanza de la geografía por la los contenidos escolares, conforme a un pa-
importancia que esta materia curricular ha radigma tradicional de referencia. Esto nos
tenido en el sistema escolar: “De hecho, explica cómo incluso en pleno siglo XXI las
casi todos los grandes pedagogos desde el rutinas de la geografía regional siguen pre-
Renacimiento a principios del siglo XX han dominando en la enseñanza de la geografía,
reflexionado también sobre la geografía y su con esquemas más propios de finales del
papel en las enseñanzas básicas”.3 El análi- siglo XIX. Su exploración de la geografía
sis de esta relación entre pedagogía y cien- cuantitativa, de la geografía de la percep-
cias sociales ha sido continuado en otros es- ción y, sobre todo, su apuesta por la geogra-
tudios, como es el caso de la enseñanza de la fía crítica contribuyeron a abrir una brecha
Historia con Joaquín García Puchol (1993). en la cultura escolar tradicional; pero, evi-
De hecho, la institucionalización de la ense- dentemente, los cambios en la cultura esco-
ñanza secundaria puede explicarse, en gran lar dependen de muchos otros factores y, en
parte, por el control que se ejercía desde el todo caso, son más lentos y siguen un cami-
poder académico y administrativo, como no diferente de los cambios en los paradig-
puede verse a través del análisis de diversos mas científicos.
números de la revista Geo Crítica (cfr. Souto,
1997), en los que se muestra empíricamente
el control de la geografía universitaria a tra- Revisión de la enseñanza de la
vés de la composición de los tribunales de
oposiciones, tanto en los ámbitos universita- geografía y aportaciones a un nuevo
rios como en el acceso a la enseñanza secun- currículum
daria, en especial a las cátedras de institutos
(Capel, 1976; Sánchez Pérez, 1981), al tiempo El análisis de la historia de la geografía
que se percibía una escasa preocupación por como disciplina de enseñanza lleva al equi-
la enseñanza de la geografía desde instancias po de Horacio Capel a investigar la situación
universitarias, rasgo visible a través del aná- de la enseñanza de la geografía en España y
lisis de los programas universitarios de las en otros países. Ahí juega un papel especial
materias que conformaban la licenciatura de la llamada “serie roja” de la revista Geo Crí-
Geografía (López Palomeque et al., 1986). tica, constituida por seis números. Dos de
El programa de investigación de Capel ellos nos permiten conocer la evolución de
(1989) acerca de la institucionalización de la enseñanza de la geografía en Alemania y
la geografía como disciplina escolar se en- Reino Unido (los números 26 y 36, respecti-
marca, en último término, en su particular vamente), otros dos se centran en el análisis y
visión del conocimiento científico. Utilizan- propuestas de la enseñanza de la geografía en
do como referencia las teorías de T. Kuhn, España (53 y 61), con una mirada específica
sus explicaciones nos permiten comprender al estudio del medio local (38), y un último
los cambios y continuidades de la geografía; número (el 85) aborda la organización de un
lo que, por otra parte, puede ser trasladado, proyecto curricular en geografía para innovar
como referencia epistemológica –con cau- su didáctica (Souto, 1990). Esas revistas fue-
telas, eso sí– al campo de la educación (cfr. ron una fuente de inspiración para establecer
Capel y Urteaga, 1982). un marco lógico de explicación de los facto-
En ese sentido, las aportaciones de Capel res del aprendizaje de la geografía, poniendo
y su equipo contribuyeron a romper con las en juego, de forma implícita, ideas de otro de
barreras epistemológicas que naturalizan el los grandes maestros de la enseñanza de esta
conocimiento geográfico, como una deter- disciplina, Norman Graves, así como de la
minada representación social de la realidad tradición anglosajona en general.

3 Como expresa, asimismo, en el prólogo del libro, citado, de Julia Melcón (Melcón, 1989, p. 10).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 90 - pp. 87-93/X. M. Souto y F. F. García


Preocupaciones y propuestas educativas del profesor Horacio Capel

Es por esta misma época cuando, al am- aportaciones ponen el acento en los proce-
paro de convocatorias ministeriales, apare- sos del aprendizaje del alumno, si bien con
cen en escena una serie de grupos (Asklepios, cierto enfoque tecnológico, plasmado en la
Aula Sete, Cronos, Ínsula Barataria) que, jun- redacción de numerosos objetivos operati-
to a otros que estaban actuando en el mar- vos y criterios de evaluación, que debían fa-
co de la experimentación para la reforma cilitar la adquisición de contenidos concep-
educativa en las Comunidades Autónomas tuales, de habilidades y de actitudes. Proba-
(Gea-Clío, Kairós, IRES, Pagadi), trabajan en blemente esos son los rasgos distintivos de
el diseño y experimentación de proyectos la aportación de los profesores Capel, Luis y
curriculares del área de Ciencias Sociales Urtega (1984) al diseño general del currícu-
en la Educación Secundaria.4 Y es visible la lum escolar de Secundaria, y para ello rea-
interacción entre muchas de las propuestas lizaron un esfuerzo destacable por presen-
de estos grupos respecto al currículum de tar cómo se estaban gestando los cambios
geografía y las ideas aportadas por Capel y curriculares en otros países. Concretamente
su equipo, en especial Alberto Luis y Luis lo ejemplificaron con una selección de vein-
Urteaga (Capel, Luis y Urteaga, 1984).5 Esas tisiete países que permitía comprobar las se-
ideas se habían centrado en una propuesta mejanzas y diferencias en la concepción de
conceptual, que pretendía promover el de- la geografía enseñada en el marco escolar;
bate en el seno de las ciencias sociales y de la un planteamiento de análisis curricular y de
educación, lo que, en todo caso, no sucedió educación comparada que no ha sido muy
por la ausencia de propuestas en otras mate- frecuente en España.
rias. Se evidenciaba así que la preocupación La síntesis de los diferentes currículos
educativa no solo estaba ausente entre los y la propuesta de un conjunto de módulos
geógrafos, sino en la mayoría de institucio- conceptuales básicos y de objetivos termi-
nes académicas en el ámbito de las ciencias nales de aprendizaje para la enseñanza de
sociales. la geografía conforman, según Capel y Ur-
En ese sentido, podemos afirmar que teaga (1986), la esencia de la geografía, y
una de las principales aportaciones de Ho- han sido, sin duda, un hito en la historia
racio Capel ha sido su contribución al de- del currículum español de las últimas dé-
bate sobre el currículum de la enseñanza cadas. Aunque, desde la perspectiva actual
de la geografía y las ciencias sociales en la podamos considerar este enfoque próximo
coyuntura (años ochenta del pasado siglo) a un paradigma educativo tecnocrático, en-
de la preparación y puesta en marcha de la tendiendo los objetivos terminales como los
reforma educativa, plasmada finalmente en resultados que deben alcanzar los alumnos
la LOGSE (1990). Como resaltan Capel, Luis si siguen unas pautas determinadas, en todo
y Urteaga: “La geografía, como el resto de caso se aprecia una concepción más flexible
las ciencias sociales, ha vivido unas décadas e interesante, pues, como ellos mismos indi-
de profundas transformaciones teóricas y can (Capel y Urteaga, 1986, p. 21), no se trata
metodológicas, las cuales no son ajenas a los de listados cerrados, sino de “una primera
cambios generales de la sociedad contempo- aproximación a un tema que no puede con-
ránea, de la ciencia y del pensamiento, así siderarse cerrado (…), cada objetivo puede
como a la modificación consiguiente de las alcanzarse parcialmente en la enseñanza
concepciones educativas” (1984, p. 3). primaria y secundaria, mediante ejercicios
Sin que se pueda decir que asuman una de diferente complejidad oportunamente
perspectiva “constructivista”, sin duda estas graduados”. Un planteamiento de gradua-

4 Como es sabido, la mayor parte de estos grupos terminaron constituyéndose, años después (en 1995), en
la Federación Icaria (Fedicaria), que edita esta revista (véase www.fedicaria.org).
5 Es especialmente destacable la recuperación, sobre todo por parte de Alberto Luis, de la geografía social
alemana, basada en problemas sociales relevantes, cuyo influjo en los planteamientos curriculares de al-
gunos grupos de Fedicaria fue notable.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 91 - pp. 87-93/X. M. Souto y F. F. García


Preocupaciones y propuestas educativas del profesor Horacio Capel

lismo en el aprendizaje que conecta con CAPEL, H. et al. (1983). Ciencia para la burguesía.
otras propuestas desarrolladas también por Renovación pedagógica y enseñanza de la geogra-
algunos grupos en el seno de Fedicaria. Los fía en la revolución liberal española (1814-1857).
profesores Capel, Luis y Urteaga (1984) cri- Barcelona: Publicacions i edicions de la Uni-
ticaron, de hecho, los modelos tradicionales versitat de Barcelona.
de secuencia de actividades y de progresión CAPEL, H. et al. (1985). Geografía para todos. La
de contenidos, sobre todo por la reiterada geografía en la enseñanza española durante la se-
gunda mitad del siglo XIX. Barcelona: Los Li-
repetición de contenidos (cambiando solo la
bros de la Frontera.
escala territorial de tratamiento de los mis-
CAPEL, H.; LUIS, A.; URTEAGA, L. (1984). La
mos) que daba lugar a fatiga y aburrimiento
Geografía ante la Reforma educativa. Geo Crí-
del alumnado, sin generar aprendizajes real-
tica. Cuadernos críticos de geografía humana, 53.
mente significativos. Accesible en: <http://www.ub.edu/geocrit/
En definitiva, las aportaciones del profe- geo53.htm>.
sor Capel son mucho más sustanciosas en lo CAPEL, H.; URTEAGA, L. (1982). Las nuevas
referente al qué enseñar, desde la geografía, geografías. Barcelona: Salvat. Colección Aula
para comprender los problemas sociales que abierta, 70.
su diagnóstico acerca de cómo se enseña. CAPEL, H.; URTEAGA, L. (1986). La Geografía
Pero esa perspectiva, junto con sus estudios en un curriculum de Ciencias Sociales. Geo
sobre la geografía como disciplina escolar y Crítica. Cuadernos críticos de geografía humana,
sus aportaciones a la superación de los pa- 61. Accesible en: <http://www.ub.edu/geo-
radigmas geográficos tradicionales consti- crit/geo61.pdf>.
tuyen aportaciones que hoy siguen siendo CAPEL, H.; URTEAGA, L.; SOLÉ, J. (1988). El
referencias destacables para cuantos traba- libro de Geografía en España, 18001939. Barce-
jamos en el desarrollo de propuestas de en- lona: CSIC y Universitat de Barcelona.
señanza innovadoras en Ciencias Sociales. CHERVEL, A. (1988). L’histoire des disciplines
scolaires. Réflexions sur un domaine de re-
cherche. Historiens et Géographes, 38, 59-119.
REFERENCIAS CUESTA, R. (1997). Sociogénesis de una disciplina
escolar: la Historia. Barcelona: Pomares-Corre-
CALVO GARCÍA-TORNEL, F. (1993). Horacio dor.
Capel en la geografía murciana. Anthropos, 11 GARCÍA PUCHOL, J. (1993). Los textos escolares
(nueva edición), 77-79. de Historia en la enseñanza española (1808-1900).
CAPEL, H. (1976). La geografía española tras la Análisis de su estructura y contenido. Barcelona:
guerra civil. Geo Crítica. Cuadernos críticos de Universidad de Barcelona, Serie Geo Crítica,
geografía humana, 1. Accesible en: <http:// Textos de apoyo.
www.ub.edu/geocrit/geo1.htm>. GARCÍA SOLER, MªC.; LES MANSO, R.J.; ROCA
CAPEL, H. (1977a). Institucionalización de la ALBERT, J. (1980). Los dos primeros encuen-
geografía y estrategias de la comunidad cien- tros de estudiantes de Geografía (1978, 1979).
tífica de los geógrafos, I. Geo Crítica. Cuadernos Una reflexión en torno a los problemas de
críticos de geografía humana, 8. Accesible en: la Geografía española. Revista de Geogra-
<http://www.ub.edu/geocrit/geo8.htm>. fía, XIV (1-2), 107-114. <http://www.raco.
CAPEL, H. (1977b). Institucionalización de la cat/index.php/RevistaGeografia/article/
geografía y estrategias de la comunidad cien- view/45933/56758>. (Consultado el 4 de ju-
tífica de los geógrafos, II. Geo Crítica. Cuader- nio de 2016).
nos críticos de geografía humana, 9. Accesible en: GOODSON, I.F. (1995). Historia del Currículum.
<http://www.ub.edu/geocrit/geo9.htm>. La construcción social de las disciplinas escolares.
CAPEL, H. (1981). Filosofía y Ciencia en la geografía Barcelona: Pomares-Corredor.
contemporánea. Barcelona: Barcanova. LÓPEZ PALOMEQUE, F.; MORELL, R.; URTEA-
CAPEL, H. (1989). Historia de la ciencia e his- GA, L.; VILAGRASA, J. (1986). La enseñanza
toria de las disciplinas científicas. Geo Críti- universitaria de la geografía y el empleo de
ca. Cuadernos críticos de geografía humana, 84. los geógrafos. Geo Crítica. Cuadernos críticos de
Accesible en: <http://www.ub.edu/geocrit/ geografía humana, 64. Accesible en: <http://
geo84c.htm>. www.ub.edu/geocrit/geo64.pdf>.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 92 - pp. 87-93/X. M. Souto y F. F. García


Preocupaciones y propuestas educativas del profesor Horacio Capel

LUIS GÓMEZ, A. (1983). La geografía en el bachi- lona: CSIC y Universitat de Barcelona. Serie
llerato español, 1836-1975. Tesis doctoral. Uni- Geo Crítica, Textos de apoyo.
versidad de Santander. (Publicada como: La SÁNCHEZ PÉREZ, F. (1981). El acceso al profe-
Geografía en el bachillerato español, 1936-1975. sorado en la Geografía española (1940-1979).
Barcelona: Publicacions i edicions de la Uni- Geo Crítica. Cuadernos críticos de geografía
versitat de Barcelona, 1985). humana, 32. Accesible en: <http://www.
LUIS, A.; URTEAGA, L. (1982). Estudio del medio ub.edu/geocrit/geo32.htm>.
y Heimatkunde en la geografía escolar. Geo SOUTO, X.M. (1990). Proyectos curriculares y di-
Crítica. Cuadernos críticos de geografía humana, dáctica de la geografía. Geo Crítica. Cuadernos
38. Accesible en: <http://www.ub.edu/geo- críticos de geografía humana, 85. Accesible en:
crit/geo38.htm>. <http://www.ub.edu/geocrit/geo85.htm>.
MELCÓN, J. (1988). La enseñanza elemental y la SOUTO, X.M. (1997). La revista Geocrítica y la
formación del profesorado en los orígenes de la didáctica de la Geografía. Con-Ciencia Social,
España contemporánea. Renovación pedagógica y 1, 221-225. Accesible en: <http://www.fedica-
enseñanza de la Geografía. Tesis doctoral. Uni- ria.org/pdf/cs_completos/CS_1_1997.pdf>.
versitat de Barcelona. VIÑAO, A. (2006). La historia de las discipli-
MELCÓN, J. (1989). La enseñanza de la Geografía y nas escolares. Historia de la educación: Revista
el profesorado de las escuelas (1882-1915). Barce- interuniversitaria, 25, 243-269.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 93 - pp. 87-93/X. M. Souto y F. F. García


Conversación con Horacio Capel

Xosé Manuel Souto González


Grupo Gea-Clío
Colaboración recibida el 11 de abril y aceptada el 20 de mayo de 2016.

El día 30 de octubre de 2015 entrevistamos no, a quien me encontré luego como colega,
al profesor Horacio Capel Sáez (HC) en el De- ya que fue catedrático de Latín de la Uni-
partamento de Geografía de la Universitat de versidad de Barcelona, Félix Pellicer y otros.
Barcelona, en el centro histórico de dicha ciudad. Fueron, sin duda, un modelo de profesores;
La entrevista que desarrollamos pretende dar a especialmente influyente fue Juan Carlos
conocer los hechos más destacables de la figura García-Borrón, profesor de Filosofía desde
de este profesor emérito que no sólo destaca por 1951, y que influyó mucho en mí y en otros
su docencia, sino también por su labor editora e compañeros. Fue gracias a él, y por su ma-
investigadora en el campo de las ciencias socia- gisterio, por lo que numerosos alumnos ele-
les. La entrevista fue realizada por Xosé Manuel gimos estudiar Filosofía y Letras. En Murcia
Souto (XS), que estuvo acompañado por Vicente al acabar la Licenciatura, 1964 y 1965, fui
Casals (VC), profesor del mismo departamento nombrado profesor del Instituto de Ense-
de Geografía. ñanza Media “Alfonso X el Sabio”, para dar
clase a alumnos nocturnos que empezaban
aquellos años…
Los inicios de la actividad docente XS.- Fue cuando elaboraste una revista es-
en Lorca y Murcia colar.
HC.- Sí, la actividad de profesor de en-
Xosé Manuel Souto.- Horacio, esta entrevis- señanza secundaria me puso ante alumnos
ta, o conversación, tiene como uno de sus objeti- jóvenes y mayores, que estaban unidos en
vos organizar una documentación bio-bibliográ- esos cursos, y me obligó a preparar sistemá-
fica sobre tu aportación al conocimiento de las ticamente las clases. Me enseñó la impor-
ciencias sociales en España. Entonces, la primera tancia de los estudios nocturnos y la moti-
cuestión, tratando de hacer una perspectiva bio- vación y ganas de saber de los estudiantes,
bibliográfica, sería sobre los recuerdos que tú tie- que valoraban como un privilegio el poder
nes de cuando estabas en Murcia de profesor de estudiar. No recuerdo que tuviera proble-
secundaria. ¿Cómo recuerdas tú esos momentos mas para dar las clases, ya que durante la Li-
en que empiezas a ejercer de docente? cenciatura había participado en seminarios,
Horacio Capel.- Bueno, yo había estu- había dado alguna clase y tenía facilidad de
diado, como sabéis muy bien, en el Institu- palabra. Yo adquirí en el Instituto de Lorca
to de Segunda Enseñanza de Lorca, que se una formación y unos conocimientos que
llamaba José Ibáñez Martín; porque el Mi- me sirvieron ampliamente en la Facultad.
nistro de la época franquista tenía relación XS.- Y en ese momento, cuando tú estás re-
con Lorca, ya que se había casado con la hija cordando el Instituto de Enseñanza Secundaria
del Conde de San Julián. Era un instituto ex- en Murcia, donde dabas clases, como has dicho, a
celente, que permitió estudiar a los jóvenes alumnos del nocturno, ¿tú crees que ellos tenían
de las clases medias y populares de Lorca. también ese interés por estudiar, porque perci-
Era además un instituto mixto, lo cual era bían que eso les mejoraría su estatus social? Lo
bastante excepcional en aquel momento. pregunto por compararlo con la actualidad.
Tuve muy buenos profesores que influyeron HC.- Sin duda, todos los que estudiaban
mucho en mí y en otros estudiantes, como tenían conciencia clara de eso. No había tan-
los profesores Juan Carlos García-Borrón, tos titulados de Bachillerato ni de la Univer-
Francisco Ros Giner, Director del instituto y sidad, y se tenía conciencia de que el estudio
catedrático de Matemáticas, Virgilio Bejara- podía servir para tener trabajo y mejorar la

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016), pp. 95-117 - 95 -


Conversación con Horacio Capel

situación social. Pero también había muchas HC.- Sí. Hay que tener en cuenta que los
ganas de saber. profesores de enseñanza media eran, y son,
Por tener una idea cuantitativa: cuando muy buenos en los institutos públicos…
yo estudié y empecé, en el año 1951, primero Las oposiciones a cátedras de instituto han
de bachillerato y acabé en… sido siempre muy duras y muy prestigio-
XS.- Sí, en siete años, que era lo que duraba sas. Muchos profesores de institutos pú-
entonces el bachillerato. blicos han sido excelentes científicos. Por
HC.- Efectivamente, en el 1958. Como ejemplo, el historiador Antonio Domín-
digo, cuando yo empecé, había en la provin- guez Ortiz; recuerdo que alguien vino de
cia de Murcia tres institutos: Murcia, Carta- Gran Bretaña y quería tener contacto con
gena y Lorca. En estos momentos debe de él: “¿En qué Universidad está?”, preguntó.
haber cerca de un centenar, o más, en toda Y le respondieron: “Es profesor en un ins-
la provincia. tituto femenino de Madrid”; y parece que el
XS.-Y los recuerdos que tú tienes de aquellos inglés comentó: “Deben sobrar los historia-
alumnos que iban al nocturno, ¿eran alumnos dores, cuando este gran historiador está en un
que trabajaban por la mañana y después por la instituto de señoritas”. También fue un gran
tarde iban todos? científico el biólogo Florencio Bustinza, que
HC.- Sí, trabajaban durante el día y lue- fue autor también de varios libros de Cien-
go estudiaban por la noche, y lo conside- cias Naturales; yo estudié en uno de ellos.
raban un privilegio. Eran muy aplicados y O el hidrólogo Valentí Masachs Alavedra,
trabajadores. que realizó la mejor tesis doctoral que se ha
XS.- En relación con esto también nos gusta- hecho sobre los ríos españoles y era profe-
ría saber si esa relación inicial que has mantenido sor de instituto. A ellos se puede añadir el
con la enseñanza secundaria… si has mantenido poeta Gerardo Diego y otros muchos; entre
después relaciones con estos profesores; citabas ellos Juan Carlos García-Borrón, que luego
algunos que han sido después catedráticos en el fue profesor de instituto en Valencia y Bar-
instituto. celona, y profesor de universidad duran-
HC.- Sí, sí; hay que tener en cuenta que te un tiempo en Barcelona, hasta que por
yo acabé en el 64 y creo que ese mismo año razones ideológicas no alcanzó la cátedra;
ya en septiembre fui profesor de Instituto, y pero ha sido además un especialista repu-
al mismo tiempo fui profesor de la Univer- tado en la filosofía griega y romana, hizo su
sidad, en Murcia. Me nombraron ayudante tesis sobre el estoicismo, y sobre la filosofía
al acabar, pero tuve que dar clase inmedia- medieval y el empirismo inglés; García-Bo-
tamente porque había falta de profesores y, rrón ha escrito la mejor historia de la filoso-
además, Vilá Valentí se trasladó a Barcelona fía que se ha hecho nunca por un español,
en 1965. Por tanto, las dos experiencias, de en tres volúmenes: la Historia de la Filosofía,
profesor de universidad y de instituto, fue- que publicó Ediciones del Serbal, con unas
ron simultáneas. Yo estoy convencido de la 1.500 páginas.
gran importancia de la labor docente que En cuanto a la pregunta sobre mi rela-
realiza un profesor durante la enseñanza se- ción con los profesores de secundaria y de
cundaria; creo que es en ese momento cuan- primaria, puedo decir que yo siempre he te-
do los jóvenes adquieren la madurez y deci- nido buenas relaciones con los profesores de
den su futuro. En mi época el bachillerato, instituto. En Murcia convencí al director del
este ciclo, era de los 10 a los 17 años. Hoy de Instituto “Alfonso X El Sabio”
los 16 a los 17… Los años de los 14 a los 18 , el catedrático de Geografía e Historia
son decisivos en la formación intelectual y Francisco Morote Chapa, para fundar la re-
humana. Los profesores no solo han de dar vista Información Didáctica, que precisamente
las clases, sino que se convierten, en reali- estos días hemos escaneado y que está dis-
dad, en un modelo de vida y de formación ponible en Scripta Vetera (dentro del portal
intelectual para los alumnos. Geocrítica). Publicamos artículos sobre la en-
XS.- En esos aspectos para ti Juan Carlos señanza de la Geografía y de la Historia. Yo
García-Borrón ha sido un modelo de persona. mismo recuerdo haber redactado uno sobre

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 96 - pp. 95-117/Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

saba la Licenciatura, estudié Magisterio por


libre, dos o tres cursos. Era habitual porque
las familias valoraban mucho una carrera
corta como esa, con la que eventualmente
se podría empezar a trabajar. También hizo
esos estudios de magisterio Francisco Calvo,
compañero y amigo mío desde la infancia en
Lorca, y otras personas.

El cambio a Barcelona y la relación


con Vilá Valentí. La definición
de la Geografía como campo de
Horacio Capel y Xosé Manuel Souto. conocimiento
La Geografía en el Bachillerato nocturno, que XS.- ¿Esas relaciones con los profesores de
se publicó en 1964, y alguno más. Al mismo secundaria siguieron cuando te viniste a Barce-
tiempo Folkwin Geiger, un geógrafo alemán lona?
que estaba haciendo la tesis doctoral sobre la HC.- Sí… En Barcelona, a fines de la dé-
cuenca del Segura, escribió un artículo sobre cada de 1960 y durante los 70 había gran in-
La Geografía en el bachillerato alemán; Alain de terés por la renovación de las enseñanzas, y
Dieuleveult, un profesor del Instituto Fran- en la universidad también preocupación por
cés de Madrid, redactó uno sobre La Geo- la difusión de los avances de la geografía
grafía en el Bachillerato francés; y publicamos entre los profesores de secundaria. Muchos
algunos otros trabajos de diferentes compa- profesores de instituto eran muy buenos,
ñeros de Murcia, como Ildefonso Mozas. Sa- porque estaban muy motivados por la do-
lieron cuatro o cinco números en 1966, que cencia. En Barcelona varios profesores de se-
no tuvieron mucha circulación pero permi- cundaria hicieron tesis doctorales excelentes
tieron al menos debatir esas cuestiones. sobre cuestiones de historia de la enseñanza
He tenido menos relaciones con los o de didáctica.1
maestros de primaria; pero, como sucedía Otros profesores de Enseñanza Media
frecuentemente en mi época, mientras cur- abordaron problemas de carácter general

1 Entre otros:
Luis Gómez, Alberto. La geografía en el bachillerato español, 1836-1975. Universidad de Santander, 1983. Pu-
blicación: La Geografía en el bachillerato español, 1936- 1975, Barcelona, Universidad de Barcelona, 1985.
Cárdenas Olivares, Mª Isabel. La formación de maestros en España. La Escuela Normal de Murcia y la docencia de
la Geografía (1914-1976). Universidad de Murcia, 1986. Publicación: La geografía y la formación de maestros en
España: su evolución en la Escuela Normal de Murcia, 1914-1976, Murcia, Universidad de Murcia, 1987.
Melcón Beltrán, Julia. La enseñanza elemental y la formación del profesorado en los orígenes de la España contempo-
ránea. Renovación pedagógica y enseñanza de la Geografía. Universidad de Barcelona, 1988. Dio lugar a la publi-
cación de tres libros y diferentes artículos: La enseñanza de la Geografía y el profesorado de las Escuelas Normales
(1882-1915), Barcelona, Universidad de Barcelona y CSIC, 1989; La formación del profesorado en España (1837-
1914), Madrid, Ministerio de Educación y Ciencia, 1992; “La Geografía y la formación de maestros en España,
1836-1914)”, Geo Crítica, Universidad de Barcelona, núm. 83, septiembre 1989.
García Puchol, Joaquín. Los textos escolares de Historia en la enseñanza española (1808-1900). Análisis de su
estructura y contenido. Universidad de Barcelona, 1990. Publicación: Los textos escolares de Historia en la ense-
ñanza española (1808-1900), Barcelona, Universidad de Barcelona, 1993.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 97 - pp. 95-117 / Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

que les interesaban ya, o que pasaron a inte- Instituto, si me iban las cosas bien. No había
resarles a su paso por la Universidad.2 decidido qué especialidad seguiría. Podía
A través de todos estos profesores he haber estudiado Filosofía, o tal vez Historia;
conocido directamente los problemas de la pero la sección de Filosofía se había trasla-
enseñanza media, y he mantenido siempre dado a Valencia, y la de Historia no estaba
una excelente relación personal con ellos. especialmente bien… Hubo un momento
XS.- El punto segundo tiene que ver con la en que trabajé en Arqueología, porque es-
decisión de salir de Murcia y venirte a Barcelona. taba de profesor de esta materia Gratiniano
¿Por qué tomas esa decisión de cambiar de lu- Nieto Gaya, que nos llevaba a hacer excava-
gar de residencia y empezar una nueva aventura ciones de tumbas romanas y de yacimientos
quizás? ibéricos, y la Arqueología es muy atractiva.
HC.- Bueno en 1959 yo había llegado a la De hecho el primer trabajo que yo publiqué
Universidad de Murcia, y concretamente a es un trabajo de Arqueología…
la Facultad de Filosofía y Letras, por el ma- En realidad, lo que se llama la “vocación”
gisterio de García-Borrón, como he dicho. hacia una carrera depende mucho de los
Otros también decidieron estudiar Filosofía profesores que te encuentras. Y en Murcia
y Letras, como Francisco Calvo, Carlos Co- yo encontré a Juan Vilá Valentí. Su magiste-
llado, que luego fue el primer presidente so- rio fue decisivo para mi orientación futura.
cialista de la región de Murcia, Antonio Gil Ya desde “Comunes” lo tuve como profesor
Olcina y algún otro. Yo cuando llegué a Mur- en asignaturas que él impartía. Ante todo,
cia lo hice para estudiar Filosofía y Letras; Geografía de España, que era una materia
tenía la idea de que podría ser profesor de obligatoria en el primer ciclo de los años

2 Así:

Sierra Valentí, Eduardo. Las ideas sobre la Tierra en Atanasio Kircher (1602-1680). Precedentes e influencias. Uni-
versidad de Barcelona, 1984. Publicación parcial: “El Geocosmos de Kircher. Una cosmovisión científica
del siglo XVII”. Geo Crítica, Universidad de Barcelona, núm. 33-34, mayo/julio 1981.
Fraile y Pérez de Mendiguren, Pedro. Un espacio para castigar. La cárcel y la ciencia penitenciaria en España,
siglos XVIII- XIX. Universidad de Barcelona, 1985.
Souto González, Xosé Manuel. Desartellamento social e caos urbanistico. Vigo, 1960-1980. Universidad de San-
tiago de Compostela, 1989. Publicación: Vigo. Cen anos de historia urbana, 1880-1980, Vigo, Edicions Xerais
de Galicia, 1990.
Quesada Casajuana, Santiago. La idea de ciudad en la cultura hispana de la Edad Moderna. Tipología y estruc-
turas de las historias de ciudades. Universidad de Barcelona, 1990. Publicación: La idea de ciudad en la cultura
hispana de la Edad Moderna. Tipología y estructuras de las historias de ciudades, Barcelona, Universidad de
Barcelona, 1992.
Freixa Lobera, Consol. La imagen de España en los viajeros británicos del siglo XVIII. Universidad de Barcelo-
na, 1991. Publicaciones parciales: Los ingleses y el arte de viajar. Una visión de las ciudades españolas en el siglo
XVIII, Barcelona, Ediciones del Serbal, 1993; “España en las geografías británicas del siglo XVIII”, Estudios
Geográficos, Madrid, vol. 55, núm. 214, enero-marzo 1994, pp. 59-80.
Marco, Mª Dolores. Dinámica y estructura del desarrollo urbano: Propiedad urbana y crecimiento en la Murcia
ochocentista. Universidad de Murcia, 1993.
Buj Buj, Antonio. Riesgos agrícolas, ciencia e intervención del Estado. Plagas de langosta, entomología aplicada y
política agrícola en España, 1850-1950. Universidad de Barcelona, 1995. Publicación: El Estado y el control de
plagas agrícolas. La lucha contra la langosta en la España contemporánea, Madrid, Ministerio de Agricultura,
Pesca y Alimentación, 1996.
Cartañà Pinén, Jordi. La enseñanza de la agricultura en la España del ochocientos: el proceso de institucionalización
y el análisis de los contenidos científicos y técnicos. Universidad de Barcelona, 2002.
Martín Polo, Fernando. Biografía de Simón de Rojas Clemente Rubio. Universidad de Barcelona, 2010.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 98 - pp. 95-117/Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

“Comunes”. Y luego en la especialidad de Recuerdo muy bien el interés que des-


Historia, las materias de Geografía Huma- pertó el tema del subdesarrollo –esto sería
na, Geografía Universal, o de Países, y Geo- por el año 1962 y 63–, y haber leído, aparte
grafía de los Países Hispano-americanos. de otras cosas que nos recomendó, un artí-
XS.- Él era Catedrático de Geografía en esos culo que Yves Lacoste había publicado en la
momentos ¿no? revista Annales de Geographie sobre la biblio-
HC.- Sí, Vilá ganó la cátedra de Geogra- grafía general acerca del subdesarrollo, y
fía de Murcia, cuando yo estaba en primero, poco después también el libro que este autor
en el año 59. Ese año ya no nos dio clases hizo sobre el tema, así como diversos libros
porque ya teníamos otro profesor, pero a de economistas y sociólogos, que entonces
partir de segundo él ya impartió las asigna- se publicaban en España.
turas de Geografía. El año que lo tuve como XS.- Claro, estamos viendo la importancia
profesor en Comunes me permitió decidir y que tienen las personas en las decisiones perso-
elegir la especialización de Historia donde nales, porque decías antes García-Borrón, ahora
teníamos una asignatura de Geografía en estamos hablando de Joan Vilá, cómo ha influido
cada uno de los tres años, más Latín me- en cada una de las etapas de la vida de uno; lo
dieval, Arqueología y varias asignaturas de digo porque es muy importante a la hora de tener
Historia. Una vez elegida la especialidad de en cuenta el papel de los docentes.
Historia, durante los tres años de esos estu- HC.- Ante todo, el de los profesores de en-
dios, decidí especializarme en Geografía, a señanza media en ese periodo de 14 a 18 años,
partir del magisterio de Vilá Valentí. Ante que es cuando el joven adquiere la madurez
todo, tomé la decisión, en cuarto curso, de ya de adulto y donde toma decisiones que le
pedirle que me dirigiera la Tesis de Licencia- van a afectar en toda su vida. Y luego de los
tura (popularmente conocida como Tesina). profesores que uno encuentra en la Univer-
Una tesina que decidí hacer sobre un proble- sidad, y que se convierten en maestros, con
ma muy candente en aquel momento como su enseñanza y su ejemplo. En el caso de Vilá
era la emigración en la región murciana, y éste era modélico: daba las clases de forma
especialmente en Lorca. Fue a partir de esa rigurosa, y sin faltar nunca, hacía actividades
opción que me fui especializando en Geo- complementarias (como seminarios, excur-
grafía. siones y dirección de trabajos de campo) y
XS.- Bien, por tanto lo que podemos decir es pasaba toda la tarde en una mesa del Semina-
que en estos momentos el magisterio de Joan Vilá rio, a disposición de los estudiantes.
Valentí influye para que tú inicies una nueva XS.- Pero después ya entras en el camino de
ruta de investigación. la investigación, eres profesor, como hemos ha-
HC.- Decidí hacer la Geografía y especia- blado, pero decides entonces acompañar a Vilá
lizarme en Geografía cuando estaba en ter- Valentí a Barcelona para investigar.
cero o cuarto curso, sobre todo por los temas R.- Yo acabé la carrera en el año 1964,
nuevos que explicaba Vilá en las asignatu- en junio. Durante el verano hice el segundo
ras de Geografía y que eran problemas de campamento de las milicias universitarias,
actualidad. Vilá, además, incorporaba a los en septiembre presenté la tesina y entonces
estudiantes a seminarios extraacadémicos, y tuve la oportunidad de ser nombrado ayu-
proponía nuevas metas en temas que para dante de Geografía en la Universidad de
nosotros eran novedosos. También tuvieron Murcia. En ese momento Vilá optó a la cáte-
mucha importancia las excursiones y traba- dra de Barcelona y se trasladó a esta ciudad:
jos de campo, y el hecho de que empezamos durante dos años yo fui, primero, ayudante
a tener una buena biblioteca de Geografía, y, luego, profesor encargado de curso, lo que
con libros de geografía y otras materias de me obligó a dar clases el mismo año de aca-
ciencias sociales, y con revistas europeas y bar la carrera.
americanas. El seminario en que él se ins- XS.- Entonces estabas allí y decides venirte
taló, que era el Seminario de Historia, pasó a Barcelona.
bien pronto a ser conocido como Seminario HC.- Vilá se trasladó a la Universidad de
de Geografía. Barcelona en el tercer trimestre de 1964, e

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 99 - pp. 95-117 / Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

inició la creación del Departamento de Geo- que la hacía sobre el problema del agua y la
grafía. Poco después, se presentaría también aridez, y Robert Herin, de Caen, que inves-
la posibilidad de poner en marcha una es- tigaba sobre la gestión del agua en la cuen-
pecialización específica de Geografía en ca del Segura. Con ellos también teníamos
la Facultad de Filosofía y Letras de la Uni- relaciones y eso nos hacía percibir diversas
versidad de Barcelona, ya que el Plan Ma- perspectivas.
luquer permitía dicha especialización con En el año 1962, además, yo asistí al con-
asignaturas específicas, lo que exigía nuevos greso internacional de estudiantes de Geo-
profesores. Los dos hechos dieron lugar a la grafía, que se celebró en Saarbrüken en Ale-
necesidad de crear una plaza, y luego otras, mania, donde presenté una comunicación
de profesor asociado, o adjunto; yo opté a sobre las migraciones interiores en España;
esa plaza, y me trasladé a Barcelona en 1966. allí escuché ideas nuevas; por ejemplo, ha-
XS.- Estamos hablando de Geografía en el 64 bía algunos asistentes que presentaron co-
y 65, momento en que habría muy pocos geógra- municaciones sobre la difusión de innova-
fos en España. ciones o sobre cuestiones que tenían que ver
HC.- En las Facultades de Filosofía y Le- con las nuevas tendencias de la geografía
tras había enseñanzas de Geografía en to- cuantitativa, que no eran habituales en Es-
das las universidades, porque la asignatura paña porque aquí dominaba el paradigma
de Geografía existía siempre en los dos años regional. No tenía idea de que pudieran
de Comunes, y en la especialidad de Histo- existir tendencias diversas e irreconciliables
ria. Por tanto, había profesores de Geogra- en el interior de la disciplina
fía en todas las universidades españolas, y XS.- Digamos que entonces esa salida al ex-
algunas de estas plazas eran ya ocupadas terior sería como cuando salían los de la Junta de
por catedráticos y podían tener otros pro- Ampliación de Estudios en los años 30 y descu-
fesores adjuntos. En aquellos años eran ca- brían un mundo diferente…
tedráticos ya Manuel de Terán y Amando HC.- Yo era estudiante de Geografía y
Melón de Gordejuela en la Universidad de me enteré de la existencia de aquel congre-
Madrid, José Manuel Casas Torres en la de so y decidí asistir. Seguramente tuve alguna
Zaragoza, Antonio López Gómez y Vicente ayuda económica para el viaje. Las relacio-
Roselló en Valencia, Jesús García Fernández nes con otras universidades europeas no
en Valladolid, y algunos más en otras uni- eran muy frecuentes en ese momento, y no
versidades. había grandes posibilidades para salir a am-
XS.- Y en ese momento para ti Vilá Valentí pliar estudios en otros centros una vez aca-
representaba una línea concreta de pensamiento bada la Licenciatura. Era una situación muy
en Geografía… diferente a la política sistemática que había
HC.- Bueno, representaba la Geografía. seguido la Junta de Ampliación de Estudios
Lo que aprendíamos era Geografía General, en el primer tercio del siglo XX.
Geografía de España, Geografía Descriptiva XS.- En cierto modo, ese congreso al que tú
o Universal, Geografía Humana y Geografía asistes en 1962 influyó para después, de alguna
de los Países Hispanoamericanos. Eso repre- manera, promocionar los congresos de estudian-
sentaba toda la Geografía. tes de geografía que se estaban haciendo aquí en
En Murcia la Geografía estaba represen- España desde 1978.
tada por Vilá Valentí, aunque tuvimos otras HC.- Sin duda. Me di cuenta de las po-
perspectivas. Por razones diversas aparecie- sibilidades que abría la relación entre los
ron, invitados por él, diferentes profesores, estudiantes. Cuando ya era profesor, animé
como el argentino Mariano Zamorano, de a mis alumnos a que pusieran en marcha ini-
Mendoza, que ya era conocido y que dio ciativas sobre ello. Hablé mucho esta cues-
conferencias, y dos catedráticos españoles, tión con Alberto Luis Gómez, cuando era
Amando Melón y José Manuel Casas Torres. estudiante en Barcelona, y él tuvo un papel
Y además recalaron por Murcia varios geó- fundamental en la puesta en marcha de los
grafos extranjeros que hacían las tesis doc- congresos de estudiantes de geografía en
torales, como Folkwin Geiger, de Alemania, España.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 100 - pp. 95-117/Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

Buscando un programa de XS.- ¡Hum!, yo no conozco con detalles estas


investigación sobre el territorio tesis, pero cuando hablas de la red urbana, ¿estás
hablando también de los modelos de Christaller,
los modelos de organización del espacio?…
XS.- ¿En qué momento empiezas a plantear- HC.- Sí, también, también… aunque no
te la necesidad de un camino de investigación, de al principio.
un camino propio de investigación? XS.- Y esto supuso por tanto que, de alguna
HC.- Los estudiantes estudiábamos las manera, se estaba buscando una nueva forma de
materias generales, como Geografía General entender el espacio; ya no era la monografía re-
o Geografía Humana, para tener una forma- gional sino buscar una lógica…
ción que nos permitiera hacer luego un buen HC.- Se trataba de encontrar nuevas
estudio regional. Se consideraba que la Tesis maneras de abordar los problemas que los
doctoral de un geógrafo debía ser una tesis geógrafos estudiaban. El espacio regional se
regional. concebía ahora como un espacio organizado
Yo había hecho, como dije, la tesina sobre por las relaciones de las redes de ciudades.
la emigración de Lorca. Una vez acabada la
tesina, empecé a pensar en la Tesis doctoral.
En aquel momento hubo dos libros que me
impresionaron mucho: el de Michel Roche-
Un cambio de paradigma: las
fort sobre la red urbana de Alsacia y el de aportaciones de la geografía
Raymond Dugrand Villes et campagnes dans cuantitativa
le Bas-Languedoc. Yo quise hacer una tesis si-
milar a esas sobre la región de Murcia. XS.- Y el siguiente paso es tu programa de
XS. De la estructura de los centros urbanos pensamiento geográfico innovador; ¿ya tiene que
y los núcleos… ver con la historia de la Geografía, con los ele-
HC.- Sí, sobre las jerarquías urbanas y las mentos…?
áreas de influencia. Empecé a trabajar sobre R.- No, en medio está mi traslado a
la ciudad de Lorca, lo que dio lugar a un Barcelona, y el tener que impartir un cur-
libro que se tituló Lorca capital subregional, so entero de “Geografía Urbana”; para eso
que sería publicado por la Cámara de Co- lo que había hecho hasta entonces me ser-
mercio de Lorca. vía, evidentemente, aunque tuve que hacer
XS.- Y en ese momento quiere decir que tú un esfuerzo suplementario. Pero también
estabas buscando nuevas vías de explicar el te- pude constatar inmediatamente que era
rritorio con esta tesis que iniciabas... difícil seguir investigando sobre la red ur-
HC.- Yo quería hacer algo similar a lo bana de la región murciana. Yo había hecho
que habían realizado Rochefort y Dugrand unas encuestas que envié a los secretarios
sobre Alsacia y el Languedoc. Vilá, que era de ayuntamiento de las provincias de Mur-
muy abierto, y que seguramente me había cia, Almería, Albacete y Alicante. Recibí
recomendado esos libros, lo aceptó bien. Es bastantes respuestas, pero no pude insistir
decir, aceptó que no hiciera la tesis regio- en ellas ni elaborar los resultados parciales
nal tradicional. Muchas veces ese estudio obtenidos. Poco a poco fui cambiando el
regional utilizaba el que, de forma crítica, enfoque de la Tesis, que se convirtió en un
se llamó el “plan de archivadores”, con estudio sobre la red urbana española, a par-
apartados que trataban sucesivamente del tir de datos estadísticos de ocupación de la
medio físico (la geomorfología, el clima, la población activa. Se convirtió en una inves-
vegetación), continuaba con el estudio de tigación sobre las funciones de las ciudades
los aspectos humanos y, finalmente, llegaba españolas, lo que me llevó a trabajar con
al estudio de las interacciones de unos as- los municipios de más de 10.000 habitantes.
pectos y otros, y la síntesis final. Pensé que Ese cambio del esquema, desde una Tesis
era mejor hacer algo más orientado hacia la sobre una red urbana regional a un estudio
organización regional, con el estudio de la sobre la red urbana del conjunto del terri-
red urbana. torio español, me obligó a utilizar nuevos

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 101 - pp. 95-117 / Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

métodos. Tenía que trabajar series estadís- HC.- No, yo he dicho que en Francia la
ticas muy amplias del conjunto de los mu- nueva Geografía Cuantitativa −que se cono-
nicipios urbanos españoles, que eran unos cía pero no podía introducirse abiertamen-
500; lo cual me obligó a plantear problemas te− pudo difundirse ampliamente a partir
sobre cómo tratar dichas series estadísticas, de Mayo del 68, que puso en cuestión las
y a explorar, y aprender, métodos estadís- jerarquías tradicionales. En España el am-
ticos para tratar todo ese amplio conjunto biente era bastante parecido, y en algunas
de informaciones; y me llevó pronto a des- universidades las nuevas ideas podían tener
cubrir el desarrollo de la geografía cuanti- dificultades para difundirse. En otras uni-
tativa. versidades, sobre todo en las más grandes,
XS.- Diríamos entonces que tu programa de las dificultades fueron menores, porque el
investigación está marcado primero por la for- ambiente intelectual era más diverso.
mación en contacto con dos grandes maestros, En Barcelona había un ambiente muy
primero en el instituto con el filósofo Juan Car- estimulante, y concretamente en la Facultad
los García-Borrón, después con el geógrafo Joan de Filosofía y Letras, los contactos con his-
Vilá; y luego por la necesidad de adaptarte a las toriadores, antropólogos, filósofos, hacían
nuevas exigencias laborales, tener que explicar fácil la llegada de nuevas ideas. Tengo que
“Geografía Urbana”, y por la evolución en el de- comentar, a este respecto, que en 1967 se
sarrollo de la Tesis doctoral. creó la Revista de Geografía de la Universidad
HC.- Sí, creo que está bien expresado. de Barcelona, que desde el primer momento
Desde el punto de vista de la investigación, tenía una voluntad renovadora, por ejemplo
el modelo de unos trabajos que me impre- en los temas abordados y en las bibliogra-
sionaron mucho; y luego el traslado a Barce- fías como estados de la cuestión sobre pro-
lona, la obligación de preparar materias es- blemas actuales.
pecializadas como “Geografía Urbana”, las
dificultades para seguir investigando sobre
Murcia, y la aparición de nuevos problemas
científicos que me obligaron necesariamente La geografía crítica y el Coloquio de
a entrar en contacto con la geografía cuan- Oviedo de 1975
titativa.
XS.- Claro, de este nuevo enfoque tenías po- XS.- Y en España eso ¿cómo sucedió?, ¿fue
cos referentes en España, en esos momentos no a partir del coloquio de Oviedo? Por entrar en la
estaba muy desarrollada la Geografía Cuantita- siguiente cuestión…
tiva en este país. HC.- En España lo que sucedió es que el
HC.- En España, como en Francia y en fin del franquismo estimuló mucho la llega-
Alemania la concepción de la Geografía da de ideas renovadoras; y que, al mismo
Regional era muy fuerte, y la estructura tiempo, aumentó mucho el número de estu-
universitaria estaba muy jerarquizada. En diantes universitarios. Y aquí en Barcelona
Francia, en realidad solo después de Mayo hubo unos años en que crecía de tal manera
del 68, que puso en cuestión las jerarquías que en septiembre teníamos que ir a la caza
académicas, aparecieron de manera consis- y captura de algún joven licenciado que
tente nuevos enfoques; bueno, había críticas diera un grupo nuevo de los que se habían
soterradas a la concepción regional, pero creado. Es decir, que el aumento del número
solo entonces hubo una presencia pública de de estudiantes obligaba a contratar nuevos
la Nueva Geografía. Y en Alemania Dietrich profesores, y eso dio lugar a una situación
Bartels, que propugnaba la nueva Geografía en la que se acusó una diferenciación entre
neopositivista, tuvo muchos disgustos, que los mayores, profesores numerarios esta-
no sé si le provocaron la muerte en 1983, a bles, y los jóvenes profesores no numerarios
los 50 años. en situaciones diferentes de adjuntos, ayu-
XS.- Y en este programa de investigación tú dantes, asociados, contratados, etc.
estás diciendo que se ponen en cuestión las jerar- En el coloquio del Congreso de Oviedo
quías universitarias, o sea, el… de 1975 lo que se vio claro es la aparición

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 102 - pp. 95-117/Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

de ese conflicto entre, por un lado, gran nú- exposición de comunicaciones. Lo que plan-
mero de profesores nuevos jóvenes no nu- teé, de manera quizás brusca, fue esa nece-
merarios, que eran los que se encargaban de sidad, y eso quizás obligó a nuevos debates
muchas nuevas asignaturas y de los grupos que no estaban previstos. Lo que puso de
que había habido que crear, y, por otro, los manifiesto las diferencias existentes.
mayores, que muchas veces seguían mante-
niendo la concepción regional. Había algu-
nas universidades donde la estructura era
muy jerárquica y donde las nuevas corrien- Los comienzos de Geo Crítica y los
tes difícilmente se podían introducir. La debates sobre la Geografía ibérica
situación en Barcelona era diferente, por el
talante de Vilá Valentí y la misma estructura XS.- A partir del 75 sería posible hablar de
social intelectual de la ciudad donde eso era algunas líneas ya, que estaban soterradas, y que
más posible de introducir. en ese momento eclosionan como consecuencia
XS.- Bien, pero Madrid también tenía un del debate de Oviedo.
mismo tamaño y no se produjo… HC.- En el congreso de Oviedo, se acor-
HC.- Sí, también, también, se introduje- dó crear un Boletín para informar de lo que
ron las nuevas corrientes, a través de José se hacía en geografía en las diferentes uni-
Estébanez y otros, que tenían asimismo una versidades, y para conocernos. Sólo se hicie-
concepción muy abierta… Muchos de los ron uno o dos. Yo hice el que correspondía a
jóvenes de la misma generación buscaban la Universidad de Barcelona, pero en otras
también ideas renovadoras para la enseñan- universidades por razones diversas no se
za y para la investigación, lo que se percibía realizaron. Y por eso fue por lo que a co-
asimismo en Oviedo y en otras Universida- mienzos de 1976 me decidí a empezar por
des. mi cuenta una publicación impresa, y con-
XS.- ¿Qué recuerdo personal tienes tú de seguí editarla en la Universidad de Barcelo-
Oviedo? Porque siempre se cita el Congreso de na. La concebía como una serie, que saldría
Oviedo como un hito importante en la evolución irregularmente, a la que llamé Geo Crítica.
de la historia de la geografía española. Cuadernos Críticos de Geografía Humana. El
HC.- Era un congreso sobre Ciudad e In- primer número se dedicó a la situación de la
dustria, organizado por Francisco Quirós, y geografía española. Luego, a lo largo del año
se presentaban comunicaciones de manera pudimos publicar un total de seis números,
académica. Estábamos en octubre de 1975 y decidimos darle un carácter regular.
y se acababan de producir los últimos fusi- XS.- ¿Y quiénes se sumaron ahí? Porque tú
lamientos del franquismo, había tensiones dices que tendría que ser…
manifiestas en la universidad entre numera- HC.- Era una iniciativa personal, a partir
rios y no numerarios, es decir, como acabo del fracaso del proyecto de boletín acorda-
de decir, entre mayores –que mantenían la do en Oviedo. De hecho, como profesor de
concepción de geografía regional sin dudas- Geografía había puesto en marcha lo que
y jóvenes –que veíamos otras perspectivas llamé el Equipo Urbano, nombre que utili-
y la necesidad de incorporarlas. Muchos zaba para los trabajos colectivos y para pu-
veíamos que aparecían nuevas corrientes blicar materiales de clase. En realidad, los
científicas que no estaban suficientemente números 2 y 3 de Geo Crítica eran números
representadas en la universidad; y, además, que había preparado como materiales de
sentíamos que teníamos la necesidad de co- clase para difundirlos ciclostilados, como
nocernos. Habría allí más de dos centenares los anteriores. Bien pronto se sumaron a esta
de congresistas, profesores universitarios; iniciativa otros jóvenes licenciados que rea-
no se había reunido ningún Congreso de lizaban tesis doctorales. Durante el mismo
Geografía en España desde hacía una déca- año pudimos asegurar la periodicidad bi-
da. Yo sentí la necesidad de que debíamos mestral. Y a partir del número 50, en 1984, la
aprovechar la reunión para discutir también serie, convertida en una revista regular, tuvo
otras cuestiones, en lugar de limitarnos a la ya un consejo de redacción.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 103 - pp. 95-117 / Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

XS.- ¿Y cómo fue recibido? ¿Qué percepción España y al conjunto de Iberoamérica, don-
tienes tú como en los años 76, 77…? de todavía estas nuevas ideas podían no ha-
R.- Bueno por los jóvenes Geo Crítica fue ber llegado. Entonces es posible, por lo que
muy bien recibida… Por los mayores, pues recuerdo, que Orlando Ribeiro adoptara una
depende… Fue bastante buena, en general, actitud más militante en contra de los mode-
por parte de los profesores jóvenes y de los los porque creía que…
estudiantes. Eran textos que podían servir XS.- ¿Parecida a la de García Fernández?...,
para debates en clase, y resultaban baratos. cuando hablaba de “chorlitos”3 y…
Pronto tuvimos centenares de números ven- HC.- Seguramente, seguramente… En el
didos, y más de 600 suscripciones. Aumentó caso de Vilá yo creo que había una actitud
la visibilidad del Departamento de Geogra- más bien abierta y de querer informar de lo
fía de Barcelona, que, además, publicaba que estaba pasando. Él personalmente no
desde 1967 la Revista de Geografía, como de- iba a cambiar a la Geografía Cuantitativa, es
cía antes. la percepción que yo tengo, pero en cambio
Vicente Casals.- Un par de cuestiones, para creía que había que conocer esas ideas y de
ver si me aclaro con un tema. Por esta época Vilá alguna manera daba un espaldarazo a los jó-
Valentí publicó en la Revista de Geografía venes que quisieran seguir esa vía. En cam-
dos artículos, que en realidad son de un mismo bio lo de Orlando Ribeiro, como García Fer-
trabajo pero en dos partes, sobre las nuevas geo- nández, sí que era una actitud directamente
grafías. Yo aquí veo que Vilá Valentí me parece contraria, de defensa de la concepción tra-
que tiene una postura bastante moderada en esos dicional y contraria a las simplificaciones
dos artículos; pero en cambio en medio de las que ellos veían en la utilización de modelos,
dos entregas de Vilá Valentí salió uno durísimo, que no daban una cuenta clara de cuál era la
de Orlando Ribeiro, muy duro con la geografía realidad compleja que el geógrafo tenía que
cuantitativa, nunca he tenido claro el motivo de estudiar.
ese artículo… VC.- A ver más cosas, ¿a dónde apuntaba el
HC.- Bueno, Vilá Valentí ha tenido una artículo de Orlando Ribeiro?, ¿apuntaba aquí?
actitud siempre bastante abierta y creo re- HC.- No, no de manera general. El artí-
cordar que aquel artículo lo hizo después culo de Orlando Ribeiro, editado en la Re-
de estar un tiempo en Puerto Rico, donde vista de Geografía en 1972, era un artículo
aprovechó para conocer lo que pasaba en la que comparaba dos libros que acababan de
geografía norteamericana. Y entonces él, sin publicarse en Francia, la traducción france-
renunciar nunca a las cosas que había en su sa del de Brian Berry Geography of markets
formación de geógrafo regional y siguiendo centers and retail distribution (ese mismo año
en esa línea, trató de comunicar en la revis- de 1971 apareció también la traducción es-
ta las nuevas ideas. Vilá estaba permitiendo pañola, que yo revisé y con un prólogo de
una cierta especialización de los jóvenes, Vilá Valentí) y la nueva edición del libro de
para atender a las enseñanzas de Geografía Pierre Gourou La terre et l’homme en Extrême
en la Universidad de Barcelona. Vilá se espe- Orient. Reflejaba la inquietud de un maestro
cializó en el de la geografía agraria y algún de la geografía clásica –similar a otros mu-
otro campo… Y entonces se dio cuenta de chos europeos– por los nuevos desarrollos
que había nuevas corrientes; sin duda tam- de la geografía cuantitativa, que entonces se
bién el conocimiento de la evolución de los difundían ampliamente en toda Europa. La
más jóvenes, y el mismo ambiente general idea de Orlando Ribeiro era que las teorías
de Barcelona, le hizo ser consciente, y quiso de Christaller y de Lösch tenían un nivel
hacer en esta revista del Departamento de de abstracción demasiado fuerte y dejaba
Geografía, como era la Revista de Geografía, de lado los datos físicos y humanos de la
una presentación con vistas a Barcelona, a realidad existente, lo que podía conducir a

3 Denominación que hace referencia a Richard Chorley, el geógrafo más representativo, en ese momento, de
la Geografía Cuantitativa.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 104 - pp. 95-117/Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

conclusiones arbitrarias. En cambio la obra mos razón?”. Pero no tenían razón, ya que el
de Pierre Gourou tenía una gran riqueza de paso por la geografía cuantitativa había sido
observaciones que la hacían más apropiada muy positivo para la geografía.
para interpretar la realidad. Lo que le lle- XS.- Sí, porque se hizo un viaje de vuelta sin
vaba a contraponer la geografía clásica y la haber hecho el de ida.
geografía que él llamaba geométrica. HC.- En esta cuestión de la ciencia y de la
VC. Yo creo que apuntaba a Jorge Gaspar. academia interfieren razones intelectuales,
HC.- Podría ser, pero yo creo que no. Jor- presupuestos ideológicos, posiciones cien-
ge Gaspar siempre ha recordado el apoyo tíficas, posiciones personales, luchas por el
que tuvo de Orlando Ribeiro. En realidad poder, todo al mismo tiempo… Entonces se
amplió estudios en la Universidad de Lund ha de analizar con cuidado; y, en todo caso,
y cuando volvió publicó en la revista Finis- con referencia a lo que antes se decía, enten-
terra un artículo sobre la Geografía sueca der las inquietudes que tenía Orlando Ribei-
y el trabajo de Torsten Hägerstrand. Creo ro ante las nuevas corrientes de la geografía;
que Jorge Gaspar siempre ha contado con por otro lado, él siempre apoyó a Jorge Gas-
el apoyo decidido de Orlando Ribeiro, que par sin duda ninguna, aunque pensara de
dirigió su Tesis doctoral sobre las áreas de manera distinta.
influencia de Évora. Yo creo que expresaba VC.- Pero diríamos que usó una estrategia
una inquietud que él, como otros geógrafos, diferente ahí, apoyó a Gaspar, pero lo hizo desde
tenía en aquel momento. Para un geógrafo fuera… Es un artículo muy duro.
formado en la concepción regional, que con- HC.- No, yo creo que refleja la inquietud
sideraba que lo específico del geógrafo es sincera que él tenía ante la deriva de la geo-
estudiar una parcela de la superficie terres- grafía. Como en el caso de Jesús García Fer-
tre, la Geografía Nueva significaba, desde nández, que era más duro y más rígido, pues
su perspectiva, una simplificación excesiva. también hay que suponer que representaba
Eso pasaba también en Gran Bretaña y en una concepción que él mantenía de lo que
otros países. En Francia y en Alemania la tenía que ser la geografía y una inquietud
incorporación de la Geografía Cuantitativa por estas simplificaciones de los modelos,
Neopositivista fue muy laboriosa. En Gran que realmente creía que no daban cuenta de
Bretaña, donde había triunfado la Nueva la realidad geográfica compleja. Pero, dicho
Geografía, el artículo de Peter Taylor “El de- esto, también es cierto que a la geografía las
bate cuantitativo en la Geografía Británica”4 nuevas corrientes cuantitativas la enrique-
muestra que allí hubo una autentica lucha cieron con nuevos métodos de análisis y…
civil; una guerra a muerte, porque el que ga-
nara se quedaba con todo: con el prestigio,
con las publicaciones, con los alumnos, con
las ayudas económicas, etc. En el caso de
García Fernández y de Orlando Ribeiro, yo
creo que era la inquietud de que la geografía
iba en una dirección que a ellos les parecía
que no daba cuenta de la complejidad de
las situaciones sociales y geográficas. Tanto
más cuanto que en aquellos años llegaban
los ecos del conocimiento de la geografía
cuantitativa casi al mismo tiempo también
que la impugnación de ella por parte de los
radicales. Y algunos veían reforzados sus ar-
gumentos contra la geografía neopositivista,
y se apresuraban a decir “¿Veis como tenía- Horacio Capel y Vicente Casals.

4 Véase en Geo Crítica, núm 10, agosto 1977: < http://www.ub.edu/geocrit/geo10.htm>.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 105 - pp. 95-117 / Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

VC.-Y planteamientos filosóficos también di- planteaba problemas: ¿es la misma ciencia
ferentes… ésta que incluye a Ptolomeo y a Estrabón?;
HC.- Y planteamientos teóricos nuevos, ¿o la que incluye a un David Harvey que
que fueron una riqueza para la geografía. estaba cambiando profundamente desde
Como sin duda la geografía postmoderna, su libro Explanation in Geography en 1966 al
que ha cometido muchos excesos y a veces artículo que publicó en 1972, que nosotros
es indigesta, pero que también ha enriqueci- tradujimos y editamos en Geo Crítica en el
do a la percepción geográfica. número 76, donde dice: “Nuestro paradig-
ma está obsoleto, ha de ser cambiado” Yo
vi que tenía que reflexionar sobre todo esto,
Un programa de historia de la por la necesidad de aclararme y por la obli-
ciencia gación de responder a preguntas de los es-
tudiantes. En 1975 decidí dedicar un tiempo
XS.- En este aspecto unas de las cuestiones a esta reflexión, a la teoría y a la historia de
que yo creo que son más interesantes del análisis la Geografía; y plantear problemas como:
de la figura de Horacio Capel para muchas per- ¿Qué es la Geografía en realidad? ¿Es una,
sonas, por lo menos para mí, es el programa de o son varias ciencias? ¿Estas revoluciones
Historia de la Ciencia y Geografía, me refiero, permiten hablar de la misma ciencia o hay
por ejemplo, en concreto a Geo Crítica número diferencias esenciales que obligan a hablar
84 donde se sintetiza ¿no? Este planteamiento de ciencias diferentes? ¿Cómo se relacionan
nos lleva a dos reflexiones: por una parte a lo que con las ciencias naturales y sociales, con las
decimos, el diálogo con otras ciencias sociales, y que pretendían, muchas veces, los geógrafos
después ese giro del comportamiento que anun- asociarse y vincularse?…
ciabas en 1973 ya en el artículo sobre la Geogra- Desde mis clases en la Universidad de
fía de la Percepción, que es muy interesante para Barcelona me había dado cuenta de la nece-
todo lo que es después el desarrollo educativo… sidad de disponer de textos para introducir
porque ese giro de comportamiento en geografía las nuevas ideas y alentar el debate teórico.
coincide también con otro que hay en sociología, El ambiente intelectual, científico y político
las representaciones sociales, con otro que hay en de Barcelona era muy estimulante. Había
Historia, la microhistoria, en fin... Todo ese in- buenas relaciones con arquitectos, econo-
tento de explicar cómo se produce conocimiento mistas, historiadores, antropólogos. Tam-
social a nosotros nos resultó atractivo. ¿Eso fue bién con filósofos, como Jacobo Muñoz, Ma-
una decisión consciente para, digamos, aclarar nuel Sacristán, Francisco Fernández Buey.
lo que estabas haciendo en ese momento o fue Desde la historia y la teoría de la geo-
también consecuencia de nuevos retos que apa- grafía me fui viendo obligado a mirar más
recieron como consecuencia de las demandas del ampliamente a otras disciplinas, lo que me
alumnado, de la sociedad o de lo que tú percibías llevó a la historia de la ciencia, y a la socio-
que se te estaba demandando? logía de la ciencia. La historia de la ciencia
HC.- Bueno, hay que reconocer que la es un campo especialmente estimulante,
geografía es una ciencia con muchos pro- por su carácter interdisciplinario. Había en
blemas epistemológicos, y además, como aquel momento mucha riqueza de ideas y
dijo alguien, una ciencia que tuvo cuatro o mucha generosidad. Hacia 1975 se creó la
cinco revoluciones en poco tiempo (la revo- Sociedad Española de Historia de las Cien-
lución cuantitativa, la revolución radical, la cias. Yo tuve fácil relación con los historia-
del comportamiento, la revolución huma- dores que la impulsaron. Primero con el
nista), se convierte en la América Latina de grupo de Valencia, dirigido por José María
las disciplinas científicas. Incluso yo mismo, López Piñero. Y también con Santiago Gar-
que había empezado haciendo unas cosas y ma, primer presidente de la Sociedad de
una Tesis doctoral, fui cambiando y me sentí Historia de las Ciencias, y marido de Car-
obligado a conocer la geografía cuantitativa men Gavira, una geógrafa urbana y crítica
al mismo tiempo que empezaban a llegar las muy conocida. Desde la geografía y desde la
críticas. Entonces, en esa situación, yo me historia esto me llevó a la historia de la geo-

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 106 - pp. 95-117/Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

grafía; yo me centré en la evolución desde el todo ello sucedía en los años finales del
Renacimiento hasta hoy, y sobre todo puse franquismo, de la transición política, de la
énfasis en el siglo XVIII porque me parecía transición intelectual desde la universidad
que ahí es donde habían aparecido cambios del franquismo a la nueva universidad, y
sustanciales: el divorcio entre la Geografía y además en el ambiente de Barcelona, que
las Matemáticas, la aparición de nuevas dis- era especialmente estimulante…
ciplinas que especializaban el conocimiento, Yo aprendí mucho de los arquitectos, ur-
tanto de las ciencias naturales como socia- banistas, de los economistas, de los sociólo-
les… Todo ello me llevó a la Historia de la gos, de los antropólogos, con los que tenía-
Ciencia y a la Sociología de la Ciencia, y a la mos una relación muy fluida… Los arqui-
relación con los historiadores de la ciencia tectos en aquel momento tenían una visión
españoles y de fuera. muy abierta, porque querían precisamente
En ese momento la historia de la cien- tener esos contactos. Después en los años 80
cia era, como he dicho, un campo extraor- cambiaron radicalmente, pero en aquellos
dinariamente estimulante. Como lo es para años 70 el ambiente intelectual era muy rico
un científico de una disciplina ver las cosas y dinámico.
desde otra disciplina. Cuando estamos en XS.- Claro, cuando hablas de arquitectos,
una disciplina, en un congreso de geógrafos sociólogos… estás hablando como genérico, pero
o de determinada ciencia, en cuanto empie- dentro de ellos habría sus diferencias, sus divi-
za a hablar alguien pues sabes más o menos siones…
lo que va a decir. En cambio, si eres geógra- HC.- Por supuesto, yo hablo de aquellos
fo y te vas a un congreso de antropología, con los que tuve una relación más fluida,
de geología o de historia de la ciencia, todo como los arquitectos del Laboratorio de Ur-
lo que se dice es nuevo y resulta muy esti- banismo de Barcelona.
mulante. Entonces para mí la historia de la XS.- Lo que quería preguntarte era eso: ¿bus-
ciencia, en el momento en que se constituía cabas algún tipo de aproximación porque cono-
la nueva historia de la ciencia española y se cías ya sus presupuestos de planteamientos ante
institucionalizaba, era algo extraordinario; los problemas sociales, o era casualidad?
hablando con matemáticos, con químicos, HC.- Buenos, son muy muchos los aza-
con geólogos, con historiadores, todo era res y decisiones que influyen en las relacio-
aprender, y además en un momento en que nes. Yo conocí bien pronto los trabajos que
el intercambio y la generosidad era máxima. se hacían en el Laboratorio de Urbanismo
Luego esto cambió, cuando se creó el Área que dirigía Manuel de Solá-Morales, con el
de Historia de la Ciencia; los mismos que eran que en seguida tuve relación de amistad,
amigos tuvieron que competir a veces por y con otros del mismo grupo como Josep
una plaza, y entonces surgieron conflictos Muntañola, Miguel Domingo, Joan Bus-
y luchas; pero en aquellos años, 1975 y 76, quets, Antonio Font… Eso me hacía que le-
era distinto, con el comienzo de la Sociedad yera con atención lo que ellos publicaban, y
Española de Historia de las Ciencias. Fueron ellos además deseaban tener relaciones con
intensas las relaciones que tuvimos los geó- los geógrafos, como con los economistas,
grafos de la Universidad de Barcelona con el porque veían que esa dimensión geográfica
grupo de Valencia, que era el más poderoso o económica era esencial para su trabajo en
y con el que yo me entendía bien a través la ciudad.
de López Piñero, murciano como yo, y en Con los filósofos, como yo estaba preocu-
seguida con otros como José Pardo, Víctor pado por la teoría de la geografía a partir del
Navarro y otros muchos. Y con la gente de conocimiento de la geografía cuantitativa,
Madrid del CSIC, con los que en seguida y luego de la crítica que se le hacía por los
intimamos. Pudimos hacer con unos y con geógrafos radicales, pues entré en contacto
otros congresos o reuniones específicas, en con Jacobo Muñoz, e incluso asistí a las cla-
Valencia y en Madrid, para discutir nuestros ses que él daba de Filosofía Analítica porque
puntos de vista. Bueno, fue un momento me interesaba mucho conocer esta corriente
extraordinariamente rico, y además de eso de pensamiento. Con Manuel Sacristán tuve

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 107 - pp. 95-117 / Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

pronto relaciones a través de Juan Carlos la ciudad los geógrafos de la concepción re-
García-Borrón, que se había trasladado al gional, los geógrafos cuantitativos, los geó-
Instituto de Enseñanza Media Montserrat grafos radicales; todos son geógrafos pero se
en Barcelona y fue algunos años profesor de fijan en cosas diferentes de la ciudad.
Filosofía en la Universidad de Barcelona. A
través de él, que era amigo íntimo de Sacris-
tán, y a través de Paco Fernández Buey, co- El interés por la educación escolar
nocí a Sacristán, que daba clases de Metodo-
logía de las Ciencias Sociales en la Facultad XS.- Y las relaciones entre Historia de la
de Económicas. Ciencia e Historia de la Educación a través de
Como gracias al Plan Maluquer los los trabajos que hicieron, por ejemplo, Julia Mel-
alumnos de Geografía e Historia podían cón o Alberto Luis, que es otra de las cuestiones
estudiar asignaturas en otras Facultades, que nos habíamos planteado, ¿sería precisamente
empecé a aconsejar a algunos alumnos bri- una derivación de este interés de conocer la evo-
llantes que asistieran a sus clases. Cuando lución de la historia de la geografía en lo que es
él los vio en clase, les preguntó por qué es- el debate epistemológico pero también en la posi-
taban allí. Al contestarle que eran geógrafos, bilidad de establecer ese diálogo interdisciplinar
él les dijo: “No, aquí no tenéis que estar, sino con la educación?
en Hospitalet, estudiando la realidad”… Yo HC.- Sí, el interés que yo tuve, y otros,
hablé con él y le dije que ya estudiábamos la por la educación tenía que ver, ante todo,
realidad, pero que tal vez no la estudiába- con la preocupación de dar las clases, aun-
mos bien, y por eso necesitábamos nuevas que en este sentido bastante teníamos con
perspectivas teóricas, para poder estudiar salir adelante de las tareas cotidianas que te-
Hospitalet bien. Porque estudios de áreas níamos… Otra relación más intensa empezó
periféricas ya las hacían los geógrafos, segu- por la historia, a partir de la función docente
ramente más que otros especialistas: Getafe, que tradicionalmente habían tenido los geó-
Pozo del Tío Raimundo en Madrid, nosotros grafos, lo que me llevó al tema de la historia
aquí estudiábamos Vallcarca, Santa Coloma de la educación. Por ejemplo, me acuerdo
y diferentes barrios de Barcelona, pero ne- perfectamente que en los cursos de Doctora-
cesitábamos nuevos métodos de aproxima- do, donde se dedicaba atención a problemas
ción. Entonces él aceptó con mucho gusto a específicos, dediqué un año el curso a la his-
los estudiantes de geografía y tuvo siempre toria de la educación en Geografía. Recuer-
muy buena relación con ellos. do bien que en ese curso participaban como
XS.- Ahí estás planteando un debate inter- alumnos Luis Urteaga, Francesc Nadal, Julia
disciplinar de las ciencias sociales para abordar Melcón y otros; entonces hicimos colectiva-
los problemas que tiene la ciudad, en este caso las mente el libro Ciencia para la burguesía. Re-
periferias urbanas. novación pedagógica y enseñanza de la geografía
HC.- Bueno, es que esos debates existen, durante la Revolución liberal, que estudia el
la ciudad la estudian muchos especialistas, periodo de 1814 hasta 1857; al año siguien-
pero tienen perspectivas diferentes. Yo en te, con otros estudiantes, seguí abordando el
aquellos años lo comprobé hablando con mismo tema y, como trabajo de curso, rea-
ellos o paseando por Barcelona con ellos; to- lizamos una investigación colectiva que se
dos hablábamos de Barcelona, pero las pers- convirtió en el libro Geografía para todos. La
pectivas de los arquitectos, de los antropólo- geografía en la enseñanza española durante la se-
gos, de los historiadores, de los historiadores gunda mitad del siglo XIX. Entonces, a partir
del arte y de los geógrafos eran diferentes. de ahí surgieron tesis doctorales dedicadas
Es decir, que cada disciplina permite ver la a temas de historia de la didáctica de la geo-
realidad de una manera determinada, y eso grafía. Algunas tenían que ver con la educa-
se convirtió en una línea de investigación ción histórica y actual, y otras tenían que ver
nuestra. También en cada disciplina puede con otros problemas que les interesaban. El
haber miradas diferentes. Precisamente he contacto con esos doctorandos, cuando eran
dedicado bastante atención a ver cómo ven profesores de instituto y hacían tesinas pri-

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 108 - pp. 95-117/Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

mero y después tesis doctorales que tenían geografía escolar”, en Geo Crítica número
que ver con la didáctica, me fue enseñando 38, marzo 1982)5 que tenía que ver con ese
bastante. Los profesores aprendemos con mismo problema. A ello puede añadirse el
los alumnos y con sus preguntas. trabajo que yo hice con Josep Muntañola, el
Pronto empezaron a llegar también a arquitecto del Laboratorio de Urbanismo,
Barcelona, desde finales de los 60 y comien- con el que tenía buena relación, y que se re-
zos de los 70, estudiantes extranjeros que fería a un proyecto de didáctica del medio
venían a hacer el doctorado aquí, y que eran ambiente.6 Y también participó Urteaga con
profesores, y que nos hacían nuevas pregun- un trabajo sobre la didáctica del medio ur-
tas; todo esto fue enriqueciendo la perspec- bano, una comunicación al seminario sobre
tiva que nosotros teníamos en general, y de Educación Ambiental y medio urbano, hacia el
los casos concretos; por ejemplo, la Geogra- año 1982.7 Eso enlazaba con la preocupación
fía Urbana con ejemplos mejicanos y brasi- por los estudios sobre la ciudad.
leños, y la enseñanza de la geografía, que Los estudios de historia de la geografía
también podía tener tradiciones diferentes mostraron que la geografía había estado en
en los distintos países. la educación básica desde el Renacimiento.
XS.- En geografía después hicisteis una Empezamos a estudiar su presencia y eva-
aportación al Ministerio, las famosas Geo Crí- luación. Luego surgió el interés por la didác-
tica números 53 y 61. ¿Qué recuerdas de ese tica de la geografía, a partir de la constata-
intento de aplicación del conocimiento que voso- ción de que en los años 1970 y 80 había de-
tros habíais desarrollado a aconsejar a la Admi- bates sobre el conocimiento del medio en la
nistración para que pudiera adoptar una serie de enseñanza básica, la progresión de lo próxi-
medidas? mo a lo lejano, de lo concreto a lo general.
HC.- Bueno, antes está la publicación En ese contexto, cuando ganan los socia-
de Geo Crítica desde 1976, y la aparición listas en el año 1982, el Ministro de Educa-
de artículos en trabajos que tenían que ver ción José Antonio Maravall nombró como
con la historia de la educación, con la serie Director General de Enseñanzas Medias a
roja de “Didáctica de la Geografía”, porque José Segovia. Y éste nos conocía bien, por-
veíamos la necesidad de saber qué se hacía que estaba muy interesado en la historia de
en didáctica de la geografía en diversos paí- la ciencia, y conocía muy bien lo que no-
ses europeos, como Gran Bretaña y otros… sotros hacíamos en este campo y apreciaba
Además, aquí en Barcelona había un debate mucho la revista Geo Crítica. Como enton-
muy rico, en el que participaban Rosa Sen- ces pensaba en su proyecto de reforma cu-
sat y otros movimientos educativos, sobre rricular y educativa, para la reforma de la
cómo había que enseñar: si empezando por Enseñanza Media, creó una comisión cons-
lo general o por lo particular. Eso nos llevó tituida por representantes de varias disci-
a nosotros a participar en ese debate, que te- plinas: José María Jover, por la Historia; Pe-
nía también gran tradición en geografía; por dro Álvarez de Miranda, por Lingüística; y
ejemplo, el artículo de Alberto Luis y Luis otros de Física, de Matemáticas y de las ma-
Urteaga sobre el conocimiento del medio terias presentes en ese nivel; de Geografía
(“Estudio del medio y ‘Heimatkunde’ en la me llamó a mí, sin duda por el conocimien-

5 Véase en: <http://www.ub.edu/geocrit/geo38.htm>.


6 Capel, Horacio y Muntañola, José (1977). Aprender de la ciudad. Fichas para un proyecto de didáctico del medio
ambiente. Barcelona: Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. 208 pp. 2ª edición con el título
Actividades didácticas para los 8-12 años de edad. Barcelona: Oikos-Tau, 1981.
7 Urteaga, Luis y Capel, Horacio (1983). La Geografía y la didáctica del medio urbano. Comunicación al
“Seminario sobre Educación Ambiental en el Medio Urbano” (Instituto de Ciencias de la Educación e Ins-
tituto Municipal de Educación, abril 1983). Revista de Geografía. Universidad de Barcelona, vol. XVI-XVII,
pp. 113-126. Publicado también como: “Geografía y didáctica del medio urbano”. Cuadernos de Pedagogía,
núm. 153 (1987), pp. 815.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 109 - pp. 95-117 / Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

to que tenía de lo que se hacía en Barcelona. XS.- Y eso fue porque llegó una nueva orien-
Durante un año nos reuníamos cada cierto tación, según tu percepción…
tiempo, al menos una vez al mes; se nos HC.- Eso no lo sé. Pero el cese de José
dijo que formaríamos parte de una comi- Segovia dio paso a otro director general9,
sión formal, como comisión asesora para la quien, en todo caso, dejó de reunir la Co-
reforma educativa, pero ésta nunca se llegó misión, sin ninguna explicación; a partir de
a constituir oficialmente. entonces fueron otros especialistas los que
En las reuniones que tuvimos, él nos tuvieron influencia, especialmente los de
planteó la cuestión de la reforma de la en- pedagogía, que cambiaron radicalmente el
señanza. Ante todo, nos pidió que señalá- enfoque.
ramos cuáles eran los problemas claves de XS.- Esa era la pregunta: si tú percibes que
cada disciplina, para ver si era posible que esa llegada de pedagogos y psicólogos cambió eso
ciertas cuestiones no se trataran reiterada- que se quería hacer.
mente en diversas asignaturas. Por ejemplo: HC.- Sin duda, los proyectos de José Se-
la Tierra era explicada en Geografía y en govia, en los que yo durante un tiempo co-
Ciencias Naturales, la pobreza y el subdesa- laboré, dieron lugar a alguna reflexión por
rrollo por los geógrafos y los historiadores, nuestra parte, que se reflejó en los dos artí-
y había otros muchos ejemplos de reiteracio- culos citados, porque yo intenté responder a
nes. Luego, nos habló de la posibilidad de demandas que me había hecho; y luego par-
introducir nuevos conocimientos en el ba- ticipamos también en una reunión del Mi-
chillerato, que supusieran la incorporación nisterio donde presentamos esos trabajos.
de nuevos ejes de debate: por ejemplo, los Pero, en todo caso, el cese de José Segovia
conceptos de probabilidad, sistema, evolu- significó una orientación radicalmente dife-
ción, azar… El concepto de sistema se podría rente, que dejó sin continuidad esa línea de
estudiar desde geografía, desde la biología y reflexión.
desde otras asignaturas, lo mismo que el de
evolución, y otros. Él estaba muy preocupa-
do por eso y nos pidió propuestas concretas. La innovación didáctica en
Sobre la primera cuestión planteada, la de perspectiva
los problemas clave, hablé con Luis Urteaga
y con Alberto Luis y preparamos el número
XS.- Estábamos entonces en: ¿Qué relacio-
53 de Geo Crítica y, luego, el 61.8
nes ves entre las propuestas realizadas por exper-
El problema es que José Segovia, en 1986,
tos y las prácticas educativas reales?
cesó como Director General de Enseñanzas
HC.- A partir de la llamada que he se-
Medias, y ahí acabó la Comisión; dejaron de
ñalado, yo me interesé más directamente
reunirnos, y aquellos proyectos quedaron
por los temas educativos y la didáctica de
en nada.

8 Véanse en: <http://www.ub.edu/geocrit/geo53.htm> y <http://www.ub.edu/geocrit/geo61.pdf>.


9 En 1986 (R. D. 2352/1986) se reestructuró el Ministerio de Educación y Ciencia y José Segovia fue enviado
a la Dirección de Promoción Educativa, mientras que Álvaro Marchesi se encargó de la nueva Dirección
General de Renovación Pedagógica, de la que dependía la reforma educativa. Entre 1986 y 1992 mantuvo
esta dirección general (final del ministerio Maravall, ministerio Solana y ministerio Rubalcaba) y en 1992
ocupa la Secretaría de Estado. Entre 1992 y 1995 el Director General de Renovación Pedagógica fue César
Coll, quien, tras su inicial asesoramiento al marco curricular de la Generalitat catalana, llega al MEC de la
mano de Marchesi. Sobre diversos aspectos relacionados con el desarrollo de la reforma educativa en Es-
paña puede consultarse información complementaria en las secciones “Pensando sobre…” de esta revista,
dedicadas a Juan Delval (número 4, año 2000), Miguel Ángel Pereyra (número 10, año 2006) y Ángel Pérez
(número 18, año 2014), accesibles en la web de Fedicaria (http://www.fedicaria.org/quees_conc_social.
htm), así como en Dialnet (https://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=5521). (Nota del Consejo
de Redacción de Con-Ciencia Social).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 110 - pp. 95-117/Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

la geografía y de las ciencias sociales, in- tuado la especialización y la profesionaliza-


tentando reforzar esa línea de trabajo his- ción aplicada a la ordenación del territorio.
tórico que ya teníamos. Pero pronto dejé de Muchos geógrafos han dejado de interesar-
hacerlo; primero porque los profesores de se por la Historia, y de tener una formación
la didáctica de la geografía en el Departa- histórica. Y lo mismo les sucedió a los licen-
mento eran otros, concretamente Joan Vilá ciados en Historia. Por ello muchos profe-
Valentí, José Pons, Agustín Hernando; eran sores no tienen hoy una buena formación
los que daban la materia de Didáctica de la de una y otra materia, que van unidas en la
Geografía; y Pilar Benejam en la Universi- titulación de las cátedras.
dad Autónoma. Y, además, yo me di cuenta Hoy los problemas son diferentes, y de
de algo que también me había llevado antes otra magnitud. Las TIC han supuesto nue-
a abandonar el tema de la percepción y el vos retos, y más dedicación del profesorado.
comportamiento… El futuro es de los jóvenes, y de los profeso-
XS.- Estamos hablado del año 1973... res jóvenes, “nativos digitales”. Pero habría
HC.- Sí, en lo que respecta a la percep- que crear equipos entre jóvenes y mayores,
ción, y otra vez en 1984. Quiero decir que ya que éstos conocen otras experiencias.
para trabajar sobre esa cuestión en serio, Para no quedar en manos de las empresas
como luego para investigar sobre educa- que producen ordenadores y las que crean
ción, había que dedicarse a ello plenamente programas, que quieren vender sus produc-
y estudiar Psicología y Pedagogía… Me di tos. Las TIC tienen hoy el peligro de un co-
cuenta de que este tema de la educación no nocimiento parcelado, y habría que insistir
formaba parte de mi actividad docente, por- en la necesidad de leer y de escribir.
que no daba esta materia; y, además, y es lo XS.- Había una cuestión antes de pasar a
fundamental, comprobé que era un proble- otro tema: ¿Qué decías acerca de que la clave está
ma muy difícil. Ir a reuniones con profeso- en las sucesivas reformas del Ministerio…?
res de enseñanza media tiene un riesgo de HC.- Yo creo que la clave en la Enseñan-
decir cosas inútiles o redundantes, porque za Secundaria está en los programas, que los
los profesores de enseñanza media están fija el Ministerio. El profesor debe adaptarse
muy preparados y saben mucho, y hablar- a ellos, y no puede hacer algo al margen de
les de enseñanza o didáctica de la geografía ellos sino que tiene…
significaba dedicarse plenamente a eso; y, XS.- Pero los programas son interpretables…
como tenía otros temas que me interesaban, R.- Sí, pero solo en parte. Yo no he tenido
pues lo abandoné. He leído después even- ocasión de hacer libros de texto para bachi-
tualmente algo sobre ello, pero nunca me llerato ni materiales para este nivel, porque
he dedicado de manera sistemática a estas bastante tenía con lo que hacía; y, aunque
cuestiones desde aquel momento. tenía buena relaciones con algunas editoria-
XS.- Sin embargo has seguido en contacto les, como Vicens Vives, nunca tuve el encar-
con grupos que están en la Federación Icaria go de hacerlo, porque no era especialista en
(Fedicaria), la editora de esta revista, Con- didáctica. Ahora recuerdo que en una oca-
Ciencia Social. sión tuve una llamada de la editorial Santi-
HC.- No conozco bien la evolución, solo llana, de Emiliano Martínez, por consejo de
de manera indirecta a través de los amigos, un compañero de Murcia que tenía muchas
y de algún familiar profesor de Instituto. La relaciones con esa editorial. Pues a través de
clave está en los programas de enseñanza él me llamaron, y tuvimos varias reuniones,
que se aprueban por el Ministerio. Lógi- porque querían que les asesorara en Santi-
camente, los profesores deben adaptarse llana. Como resultado de aquello, les propu-
a ellos. Otro problema es que se ha roto la se hacer un libro y les mandé el esquema,
conexión entre Historia y Geografía. Antes que no sé si conservaré por algún sitio… Se
era más fácil tener una buena formación en trataba de un texto de geografía, donde yo
ambas ramas. Y se intentó que los profeso- incorporaba eclécticamente la geografía tra-
res tuvieran ambas. La salida principal era dicional regional, temas de la nueva geogra-
la enseñanza. Luego los geógrafos han acen- fía y temas de la geografía radical… No lo

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 111 - pp. 95-117 / Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

aceptaron, seguramente con razón, porque educativa y de didáctica crítica en las cien-
aquello no tenía nada que ver con los pro- cias sociales. Puedo decir que los conozco
gramas del Ministerio. bien desde su nacimiento porque desde
XS.- O que a lo mejor tampoco tenía que ver Geo Crítica, Cuadernos Críticos de Geogra-
con las expectativas de vender ellos un libro… fía Humana los hemos apoyado y creo que
HC.- Lógicamente las editoriales hacen en algunos casos se los ha estimulado. Se
libros para venderlos, no hay ningún peca- prestó atención a la didáctica y me consta
do en eso. Ellos no van a vender libros que que algunos los seguían con mucha aten-
no correspondan al programa oficial. ción; y ya he citado el caso de José Segovia,
XS.- Pero no era un problema educativo ahí… que era lector de Geo Crítica. Alberto Luis
HC.- En general, los editores saben lo que desde muy pronto tuvo interés por todas
hacen, y lo hacen bastante bien. Y si quieren estas cuestiones. Él organizó y estimuló
ganar dinero pues están en su derecho. Y, si el Congreso de Estudiantes y de Jóvenes
no aceptaron aquel libro que yo les propo- Geógrafos. A través de él conozco el gru-
nía, seguramente tenían razón, porque tal po Asklepios desde el comienzo, que, por
vez ese libro no se hubiera entendido por el lo que recuerdo, tiene que ver con la obra
público en general. A veces los universita- Asklepios: el último griego (del murciano Mi-
rios tenemos poco sentido común. Y es po- guel Espinosa, autor también de Escuela de
sible que la propuesta que yo les hice en ese mandarines). También tuve conocimiento
caso a Santillana no tuviera la prudencia, la temprano de Gea-Clío, de Cronos, y desde
experiencia y el sentido común necesarios. 1991 de Fedicaria, un órgano muy impor-
XS.- ¿El sentido común no hace a veces fre- tante que aglutina a todos estos grupos.10
nar las innovaciones? Porque el sentido común En las revistas de Geocrítica (Scripta Nova,
depende de la cultura de cada uno… Biblio 3W, Ar@cne) hemos prestado aten-
HC.- Depende de dónde… Si uno tie- ción a todos ellos y, si se ven en los índices
ne una editorial y se gasta el dinero puede temáticos de Scripta Nova y de Biblio 3W los
hacer lo que estime oportuno; y con mucha apartados didáctica o enseñanza, cualquier
frecuencia no lo hacen tan mal. El que tenga lector podrá comprobar que hay decenas
dinero suficiente y quiera montar una edi- de artículos publicados sobre estas cuestio-
torial innovadora, pues que se gaste su di- nes.11 Yo creo que Fedicaria es algo funda-
nero y ya está… Seguramente la innovación mental por su carácter renovador y crítico.
se ha de hacer en la universidad, que para Los encuentros que ha realizado Fedicaria
eso está. Y se ha de reflejar en los programas me parecen muy buenos. Creo que han sido
oficiales que elabora el Ministerio. fundamentales, no tengo datos sociológi-
XS.- Eso es otra cuestión que nos llevaría a cos pero la impresión que uno tiene es que
hablar de la difusión de las innovaciones, pero han sido muy importantes para la didácti-
hoy aquí tenemos que entrar en otra cuestión: ca de la geografía, la historia y las ciencias
¿Qué opinión te merecen las innovaciones en en- sociales. Y la revista Con-Ciencia Social, me
señanza de la geografía? parece un prodigio, desde el mismo título.
HC.- Bueno, pues yo tengo gran aprecio Con-Ciencia Social me parece un hallazgo
por Fedicaria y otros grupos de renovación extraordinario.

10 En 1991, en efecto, ya existe una cierta coordinación de grupos (Cronos, Asklepios, Ínsula Barataria, etc.) que
ese año inician en Salamanca los llamados “Seminarios de Desarrollo Curricular”, germen de la futura
Federación Icaria (Fedicaria), cuya constitución como tal se realizó en Madrid en 1995. Sobre el origen, desa-
rrollo y papel jugado por Fedicaria puede consultarse el editorial de este número 20 de Con-Ciencia Social.
(Nota del Consejo de Redacción de Con-Ciencia Social).
11 Entre otros, las detalladas reseñas realizadas por el propio Horacio Capel, tras su participación en algunos
de los tribunales de tesis de miembros de Fedicaria.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 112 - pp. 95-117/Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

Los paradigmas geográficos geografía regional. A veces se enseña lo


y la geografía escolar mismo que en los años 1950 (la estructura
física, los ríos, las provincias con sus capi-
tales) a escala de Cataluña, Galicia, Anda-
XS.- Pues vamos a una pregunta que tiene lucía…
que ver con evolución de las ciencias geográficas XS.- ¿Crees que hay suficiente interconexión
y las ciencias sociales entre 1970 y la actuali- entre el ámbito científico-académico y el ámbito
dad… educativo-escolar? ¿Qué se podría hacer para fa-
HC.- Bueno, ya hemos hablado de eso, vorecer unas relaciones más fluidas?
quizás no vale la pena insistir… En todo HC.- Iniciativas como la revista Geo
caso, a modo de síntesis se puede decir que Crítica, en 1976, hasta el número 100, que
en la geografía española de 1960 dominaba fue el final, en 1994, son importantes para
la concepción regional. El estudio geográ- conectar las enseñanzas universitarias y
fico culminaba con el estudio de carácter las básicas. Desde 1996 el portal Geocrítica
regional. Sólo a finales de los 60 empiezan pretende cumplir esta misma tarea (lleva
a difundirse en España, como en Francia el mismo nombre de la revista Geo Crítica,
y Alemania, las nuevas corrientes cuanti- pero en una sola palabra). Desde el comien-
tativas. Los años 1970 vieron la llegada de zo de este portal tenemos una sección de
dos revoluciones simultáneas: la cuantita- Enseñanza en Geocrítica, aunque no la he-
tiva y la radical. A veces no se aceptaban. mos desarrollado todo lo que queríamos.
En España los autores del libro Models in También se alberga en Geocrítica el Geoforo
Geography, Chorley y Hagget, eran califica- Iberoamericano de Educación, Geografía y So-
dos como los “chorlitos”. En Francia solo ciedad, y publicamos trabajos de síntesis de
en 1968 se pusieron en cuestión las jerar- los artículos que en él se publican… Debe-
quías de la Universidad, y el dominio de rían existir también Másters en Didáctica
la concepción regional. Entonces pudieron de la Geografía, y cursos de actualización,
difundirse ampliamente otras concepcio- pero deberían ser poco costosos. También
nes, y se fundó L’Espace Géographique, por deberían existir programas para la forma-
Roger Brunet, Paul Claval… En Alemania ción permanente o el reciclaje de profeso-
Dietrich Bartels intentó difundir la nueva res de secundaria, y más iniciativas como
geografía anglo-norteamericana en Alema- Fedicaria o el Geoforo. También hace falta
nia; con poco éxito y dificultades. A través poner en marcha programas de extensión
de Alberto Luis teníamos conocimiento de por parte de profesores de la universidad,
lo que pasaba en Alemania. Se publicaron acudiendo a los institutos. Pero es más fácil
varios números en Geo Crítica sobre esta de decir que de hacer.
evolución, y él mismo hizo la Tesis de Li-
cenciatura sobre ello. En los años 1980 la
geografía española estaba ya ampliamente
desarrollada, y había alcanzado un buen
nivel. Existían departamentos y especiali-
zaciones en Geografía en muchas univer-
sidades. Fueron años de dominio de una
geografía postmoderna, humanista, crítica,
radical. En los últimos años es tal la canti-
dad de información que existe que sólo con
métodos matemáticos se puede valorar y
tratar. Hoy algunas voces se levantan para
propugnar una ciencia social neo-neoposi-
tivista.
Desde la creación del Estado de las Au-
tonomías, las diferentes Autonomías han
valorado mucho la enseñanza de su propia Horacio Capel y Xosé Manuel Souto.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 113 - pp. 95-117 / Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

La posición de Geocrítica en el tíficas asociadas, todas las cuales les piden


mundo globalizado a los autores que hagan una artículo perio-
dístico; a ver si a partir de ahí estuviéramos
en condiciones de crear un periódico con
XS.- Yo entraría, entonces, en la cuestión artículos de opinión, y con eso contribuiría-
acerca de lo que supone Geo Crítica (y luego mos también a lo que hoy se llama la ciencia
Geocrítica) en el panorama internacional, es de- ciudadana.
cir, ¿hasta qué punto tienes un balance personal La proyección iberoamericana es anti-
de satisfacción de lo que supone incluso en este gua. El interés se inició en los años 1960, en
mundo globalizado, de lo que es la apuesta por la relación con el subdesarrollo. Muchos auto-
cultura iberoamericana? res trataban de América y se daban ejemplos
HC.- Bueno, Geo Crítica surgió como cua- de aquellos países. El interés de Vilá por los
dernos impresos en el año 1976, como dije; países iberoamericanos era antiguo, y fue re-
estamos a punto de cumplir 40 años. Tú co- forzado con su asistencia al Congreso de Río
noces bien las actividades que se desarrollan de Janeiro en 1956. En mi caso, existía tam-
en el portal Geocrítica electrónica desde su bién una tradición familiar, ya que mi abuelo
mismo origen a mitad de los años 90, en un y mi padre habían sido emigrantes a Brasil
momento en que había gente que no tenía y a Argentina. Luego tuve que dedicarme a
claro que la edición electrónica sirviera para profundizar en la geografía de los países ibe-
la difusión de la ciencia. Por muchas razo- roamericanos, al impartir también esa asig-
nes, que no es momento de explicar, pensa- natura en la especialidad de Geografía, ade-
ba que sí que podría ser interesante, y que más de la Geografía Urbana y alguna otra.
llegaría más rápidamente a muchos lugares. XS.- Entonces, aquí está el debate sobre
Primero Scripta Vetera, luego Biblio 3W y un mundo globalizado, el “Libelo contra el in-
finalmente Scripta Nova, y Ar@cne, se alojan glés”12, que tú habías escrito, en Biblio 3W en
en ese portal, en el que hemos publicado 2004, pero que causó también un gran impac-
unos 3.500 artículos científicos desde 1996. to entre personas que estamos cercanos en este
Así, pues, en 2016 hará 40 años desde la mundo de Fedicaria; y que nos pareció interesan-
aparición de Geo Crítica y 20 desde Geocrítica te, porque muchas veces se buscaba el prestigio
electrónica. simplemente al escribir en inglés cosas que, a lo
El estar en el ISI nos colapsa porque re- mejor, no tenían ningún sentido pero que por el
cibimos de 5 a 12 propuestas de artículos hecho de escribirse en inglés eran categorizadas
nuevos cada semana, y eso tiene que ver como artículo importante.
con una estrategia equivocada de las agen- HC.- Sí, yo en “Libelo contra el inglés”
cias de evaluación, que no valoran revistas tenía unos objetivos concretos; se escribió
universitarias como Cuadernos de Geografía, como una comunicación para un Congreso
los Anales de Geografía de la Universidad Com- de tecnología y ciencia española en 2003, de
plutense, o Estudios Geográficos, que es la más la Federación Española de Ciencia y Tecno-
significativa de la geografía española. logía (FECYT). Yo trataba de hacer en él una
En estos momentos, consolidadas nues- defensa del uso de nuestra lengua en la cien-
tras revistas científicas, creemos que hay cia. Estaba reticente ante la vinculación de la
que dar un paso más y estamos intentando lengua y el poder imperial de Estados Uni-
crear un periódico digital ibérico-americano dos, y decía que debemos hacer esfuerzos
a partir de GeocritiQ, Plataforma digital ibero- para mantener la unidad de nuestra lengua
americana para la difusión del trabajo científico; y expresarnos en ella. Decía que me temía
la clave es que los mismos científicos haga- que hubiera estrategias para fragmentar el
mos el esfuerzo de convertirnos en periodis- español, y daba algún ejemplo, y que habría
tas para difundir nuestro trabajo, lo que no que hacer un esfuerzo para expresarnos en
es fácil. Ya tenemos más de 40 revistas cien- castellano y en portugués. Hubo varios artí-

12 Véase en: <http://www.ub.edu/geocrit/b3w-490.htm>.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 114 - pp. 95-117/Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

culos complementarios de Javier Tapiador y educativas, se comparten proyectos y expe-


José Gavinha, que son muy conocedores del riencias y se trata de estimular la participa-
mundo anglo-norteamericano, y que vienen ción y el debate. Yo creo que el Archivo del
a añadir argumentos sobre la actitud impe- Foro constituye ya una base de datos muy
rialista de ingleses o estadounidenses en el valiosa para los docentes.
uso del inglés. Esto no significa decir nada
en contra de su conocimiento, ya que hemos
de seguir leyendo atentamente todo lo que Los debates intelectuales y la
se produce en el mundo anglófono y en el difusión del conocimiento
mundo que se expresa en inglés, ni sobre la
necesidad de difundir nuestros trabajos en XS.- Bueno y ahora sobre los debates intelec-
esa lengua. Pero no debemos estar obsesio- tuales: ¿Cómo se producen a tu juicio en Espa-
nados en publicar en inglés. Que lo estén ña? ¿Y qué diferencias ves con debates que haya
en Suecia, en Dinamarca y en Holanda, en en otro lugar?
países con lenguas minoritarias que leen 8 HC.- Yo siempre he valorado muy posi-
a 10 millones de personas, se entiende; pero tivamente los debates en la ciencia, no hay
el portugués y castellano, que podemos muchos en España, a veces se producen con
leer perfectamente cualquier persona cul- acritud y mezclando cuestiones personales;
ta de nuestro ámbito cultural, es diferente; creo que podríamos debatir siempre con
se trata de unos 800 millones de personas. cordialidad y rigor. Y los debates científicos
Por tanto, tenemos que publicar en nuestras pueden mostrar a los jóvenes que hay cosas
lenguas en primer lugar para estos millo- en la ciencia que no están claras y que son
nes de personas. La experiencia que tene- muy complejas y que tenemos que debatir-
mos de nuestra revista y de los coloquios las. Y, además, que podemos debatir mante-
de Geocrítica es que nos podemos entender niendo la amistad a pesar de las diferencias
bien en ellas: en castellano, en portugués, en que tengamos. Desde el comienzo de Geo
catalán y también en italiano y en gallego, Critica traté de darles cabida a los debates
ya que cualquier persona culta que no las en esta revista; en 1976 se publicaron ya dos
haya estudiado las puede entender. Hemos artículos de Harvey que tienen que ver con
de utilizar nuestra lengua para comunicar- un debate que él tuvo con los geógrafos li-
nos en esta comunidad de 800 millones de bertarios. En las revistas electrónicas hemos
personas que entendemos el castellano, por- tenido muchos, los debates sobre los SIG en
tugués, catalán y el italiano; dicho eso, pues Geografía humana, a partir de “Quo vadis
también hemos de usar el inglés cuando sea Geographia? La geografía española y los con-
necesario. cursos para la habilitación del profesorado
XS.- En ese contexto te preguntaba sobre el universitario”14, el Libelo contra el inglés, que
Geoforo: Foro Iberoamericano sobre Edu- has citado, sobre las ondas electromagnéti-
cación, Geografía y Sociedad13, que intenta cas y el cambio de clima, en que participa-
desarrollar ese intercambio; precisamente están ron Pedro Costa Morata y Javier Tapiador,
participando muchísimo los alumnos… el debate con Jean Pierre Garnier y otros.
HC.- Creo que es una iniciativa admira- En ellos hemos mostrado diferencias de in-
ble como espacio de intercambio de infor- terpretación o de opinión sobre cuestiones
mación y de opiniones sobre la enseñanza del mundo contemporáneo. Sería interesan-
formal y no formal, a partir de las prácticas te que los artículos científicos pudieran ser
docentes de profesores de enseñanza prima- debatidos por parte de científicos y de ciu-
ria y secundaria. Con énfasis en los debates dadanos cultos (hay millones de ingenieros,
críticos y la incorporación de innovaciones médicos, farmacéuticos, abogados…).

13 Véase en: <http://www.geoforo.blogspot.com.es/>.


14 Véase en: < http://www.ub.edu/geocrit/b3w-469.htm>.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 115 - pp. 95-117 / Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

XS.- El debate este con Garnier, que has men- solidados están. El poder del catedrático es
cionado, se ha utilizado por muchas personas mayor que el del ayudante: puede decidir
como ejemplo de lo que puede ser un debate. ¿Tú sobre las publicaciones en las revistas, que
particularmente has quedado satisfecho de cómo dan prestigio o no, sobre la incorporación a
se han producido esas reacciones y esos debates? proyectos de investigación y sobre las carre-
HC.- Bastante; dio lugar a un número ras académicas de los profesores, especial-
extraordinario de Scripta Nova15 donde cola- mente cuando forma parte de un tribunal...
boraron varios amigos, algunos muy presti- La luchas por el poder están muy unidas
giosos, donde decían que estaba muy bien a luchas de paradigmas y a luchas persona-
pero que teníamos que leer más porque to- les, como mostraba el artículo aquel de Peter
davía es más complejo de lo que decíamos Taylor que he citado antes. Desde el punto
nosotros. Yo creo que ese debate ha tenido de vista de la pregunta que me haces, per-
una gran repercusión, y pienso que es im- sonalmente no puedo quejarme. He podido
portante que discutamos sobre el sistema trabajar sobre los temas que me han intere-
económico dominante, el capitalismo, y las sado, he tenido recursos para investigar y
cuestiones candentes del mundo actual. para publicar, he podido ayudar a algunos
XS.- Y para acabar, Horacio, las luchas que profesores a consolidarse en la universidad,
hay en el mundo universitario… ¿Cómo las has he podido colaborar a que publiquen artícu-
visto y cómo ves este mundo en el contexto uni- los y libros que creo que son buenos…
versitario? ¿Si lo entiendes ahora más mercanti- XS.- ¿Tú te consideras como que has tenido
lizado, como algunos dicen, o si ves que siempre mucho poder?
ha habido ese tipo de debates? HC.- Bueno, yo no he pensado sobre
HC.- Bueno el tema del poder es un tema esto, pero sí, creo que he tenido el suficiente.
importante. Recuerdo que he dedicado un Quizás, si hubiera tenido más no lo hubiera
artículo recientemente a esa cuestión16, pues ejercido de manera adecuada. Creo que, en
se ejerce desde el individuo, la familia, las todo caso, he tenido bastante libertad para
relaciones personales, el Estado, las institu- hacer lo que quisiera.
ciones. Hoy se habla mucho de liderazgo, XS.- ¿Y te ha resultado difícil desenvolverte
individual y colectivo, en las organizaciones en este mundo?
o de la influencia de los grupos sociales a HC.- Los profesores universitarios so-
escala mundial. El poder se manifiesta, na- mos unos privilegiados. Tenemos realmente
turalmente, en la universidad. Se ejerce por libertad, seguramente nadie tiene más que
los rectores, los gerentes, los decanos, los di- nosotros. En los países democráticos la li-
rectores de departamento… Y por los profe- bertad en la universidad es absoluta. Nos
sores, de una manera u otra. podríamos quejar, y la gente se queja, de los
Hay gente que lo ejerce, y lo tiene que recursos económicos, de que las tareas buro-
ejercer porque han sido elegidos para ello: cráticas son excesivas, pero no hay ningún
rectores, gerentes, decanos, directores de problema para una determinada línea de ac-
departamento tienen el poder y lo han de tuación si uno lo decide.
ejercer. Aunque ese poder se puede ejercer XS.- ¿Tú eres optimista sobre el futuro de la
democráticamente tras escuchar y con la universidad o crees que este marco más mercanti-
mayor participación de los afectados. En lista de hacer artículos porque tienen que seguir-
cuanto a los científicos y los académicos en se unas carreras de producción están generando
general tienen más poder cuanto más con- ya una devaluación de la producción científica?

15 Derecho a la ciudad y derecho para la ciudad. Un debate entre Jean Pierre Garnier y Horacio Capel. Scripta
Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 15
de febrero de 2011, vol. XV, núm. 353. <http://www.ub.es/geocrit/sn/sn-353.htm>.
16 Capel, H. (2014). El poder. Una perspectiva geográfica. Biblio 3W. Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias
Sociales. [En línea]. Barcelona: Universidad de Barcelona, 30 de noviembre de 2014, Vol. XIX, núm. 1100.
En: <http://www.ub.es/geocrit/b3w-1100.htm>.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 116 - pp. 95-117/Xosé Manuel Souto


Conversación con Horacio Capel

HC.- Bueno, depende de nosotros final- Los profesores, y especialmente los profeso-
mente. Si, como he dicho antes, y lo manten- res de Enseñanza Secundaria, tienen ante sí
go ahora, tenemos una gran libertad en la una ardua tarea. Estos profesores y los de En-
universidad, pues dependerá de nosotros y señanza Primaria deberían ser, junto con los
de nuestra actuación. Yo creo que la Univer- especialistas en salud, los profesionales mejor
sidad ha de combinar la dimensión general y valorados y pagados porque en ellos, y en los
la especialización, ha de formar a la vez pro- de la sanidad, está el futuro de la sociedad.
fesionales y ciudadanos conscientes de los XS.- Esa es una cuestión muy valiosa por tu
problemas del mundo. Para lo que se necesita parte, pero no sé si se practicará. Oye, muchísi-
también una formación de carácter general. mas gracias por esta entrevista.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 117 - pp. 95-117 / Xosé Manuel Souto


III
Lecturas y textos
• Raimundo Cuesta: “El capital en el siglo XXI”. Pasado y presente
de la desigualdad en la era del capitalismo.

• Juan Sisinio Pérez Garzón: Revisionismo: ¿calificación sectaria u


obligación científica?

• Glicerio Sánchez: Historiografía de la dictadura franquista en la


actualidad.

• Juan Mainer: De largas noches y rupturas lampedusianas.


Franquismo y relato canónico de la educación española.

• Ramón López Facal: La historia con memoria como herramienta


de futuro.

• Julio Carabaña: El éxito de PISA y el poder de las clasificaciones.

• F. Javier Gurpegui: Una epistemología del fragmento.


El pensamiento histórico de S. Kracauer.
“El capital en el siglo XXI”. Pasado y presente
de la desigualdad en la era del capitalismo
Raimundo Cuesta
Fedicaria-Salamanca
Artículo recibido el 28 de marzo y aceptado el 1 de junio de 2016.

Resumen
Este comentario de la obra de Thomas Piketty “El capital en el siglo XXI” hace una breve
genealogía conceptual del capitalismo. Se juzga el valioso esfuerzo del autor por presentar una
explicación a largo plazo y comparativa de las desigualdades inherentes al sistema económico
dominado por el capital. También se exponen las limitaciones de análisis de Piketty, que acepta
las normas conceptuales de la ciencia económica estándar. Finalmente, se propone la necesidad de
usar utensilios teóricos críticos junto a políticas sociales contra la desigualdad.
Palabras clave: Capital; Capitalismo; Desigualdad; Categorías económicas; Economía estándar;
Pensamiento crítico; Marxismo.

Abstract
“Capital in the Twenty-First Century”. Past and present of inequality in the era of capital-
ism
This comment on Thomas Piketty’s work “Capital in the Twenty-First Century” offers a brief
conceptual genealogy of capitalism as well as an assessment of the valuable effort made by the
author to present a long-term and comparative explanation of the inequalities inherent in the
capital-dominated economic system. The paper contends that the limitations of Piketty’s analysis
derive from the fact that he accepts as valid the concepts used by standard Economics. Finally,
a proposal is made on the need for a combination of critical theoretical tools with social policies
against inequality
Keywords: Capital; Capitalism; Inequality; Economic categories; Standard Economics; Critical
thinking; Marxism

“El capital no es una cosa, sino determinada relación conforme la cambiante temperatura de los
de producción social, correspondiente a determinada movimientos sociales marca el auge o decli-
formación social histórica”. (Karl Marx, 1973, p. 10)
ve de las expectativas de emancipación en las
sociedades industriales de la modernidad.
“Capitalismo”: un concepto Empero, en sus orígenes, “capital” y
recurrente “capitalista” traslucían una concepción es-
pontánea y simplista equivalente a dinero
El “capitalismo” es, y ha sido, un concep- o a riqueza genérica y a sus poseedores.
to estratégico de primer orden en las guerras Como señala F. Braudel (1984), la mutación
semánticas por el dominio del mundo sim- semántica de estas dos palabras se opera
bólico. En efecto, desde sus orígenes esta en el tramo temporal que lleva de Turgot a
noción ha demostrado una entidad fluida y Marx, que abarca desde la Ilustración hasta
recurrente, y ha experimentado múltiples re- la crítica del nuevo sistema económico for-
presentaciones (a menudo peyorativas) en la jado en la modernidad, época paroxística
conciencia colectiva de los grupos humanos, que presencia la gestación y aceleración del

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016), pp. 121-126 - 121 -


“El capital en el siglo XXI”. Pasado y presente de la desigualdad en la era del capitalismo

cambio conceptual, ocurrido entre media- vadora” y neoliberal en ascenso desde los
dos del siglo XVIII y mediados del siglo XIX. años ochenta del siglo pasado. Por ejemplo,
En ese lapso se erige el edificio de catego- sintagmas como “gran divergencia” de Paul
rías del que todavía nos valemos. Entonces Krugman o “gran brecha” de Joseph E. Sti-
“capital” empieza a absorber una función glitz, ofrecen pistas del nuevo interés por las
más amplia que la de la mera acumulación desigualdades socioeconómicas, que para
de bienes pecuniarios y así pasa a entender- estos autores, como para el propio Piketty,
se como aquella parte de la riqueza que se ponen en peligro la supervivencia del pro-
pone a disposición de producir más rique- pio capitalismo.1
za. El capital, de este modo, deviene en un Así pues, la obra del joven, brillante y
medio de producción y, más tarde, el voca- afamado economista francés se inscribe en
blo “capitalismo” acabaría aludiendo al ré- un cierto giro, dentro de un sector del cam-
gimen económico general que se basa en el po académico de los economistas, hacia po-
movimiento del capital para la ampliación siciones críticas respecto a las consecuencias
sin límites de sí mismo. más negativas del capitalismo, aunque sin
Thomas Piketty, el autor del libro que ánimo de enmendar la totalidad el modelo
comentamos (El capital en el siglo XXI), opta económico vigente. Más bien su libro se une
por llevar a la cabecera de su texto el voca- a la opinión de aquellos que piensan que
blo “capital”, quizás en un inconsciente y “el capitalismo es tal vez el mejor sistema
vano intento de emular la obra magna de económico que ha inventado el ser humano,
Marx (que solo ocasional y tardíamente em- pero nadie ha dicho nunca que vaya a crear
pleó el término “capitalismo”). A pesar de estabilidad” (Stiglitz, 2015, p. 83). Este tipo
que la problemática de la desigualdad social de opiniones “progresistas” distinguen un
ha sido y es el núcleo común de las tradicio- buen capitalismo de otro malo e incluso a
nes ideológicas izquierdistas, los supuestos veces, Stiglitz dixit, se alude a “capitalismo
teóricos y las categorías económicas emplea- de pacotilla”, expresión engañosa semejante
das por Piketty poseen una cercanía muy al “capitalismo de amiguetes” con la que en
notoria a la norma categorial de la ciencia España se llenan la boca los regeneracionis-
económica estándar. tas de derechas. Sea como fuere, la impla-
Con todo, es muy poco frecuente que cable hegemonía conservadora ha sufrido
un libro de economía de 663 páginas, publi- en los últimos años un cierto retroceso en el
cado originariamente por la editorial Seuil campo de la economía profesional, merced
en francés en 2013, se convierta en un ro- al surgimiento de una porción de economis-
tundo y clamoroso éxito transnacional. El tas renuentes a la ortodoxia neoliberal.
texto de Thomas Piketty, El capital en el siglo Desde luego, Piketty se aleja muchas mi-
XXI, ha aparecido en plena vorágine de las llas del significado que otorgara Marx (1973,
consecuencias de la crisis de 2008. Todo un p. 11) al término en El capital (“El capital no
síntoma del renacido interés actual por el es una cosa, sino una relación social media-
capitalismo como sistema y por algunas de da por cosas”). En su caso, empequeñece su
sus secuelas más dañinas. Que alguien trate alcance: “El capital no humano, al que lla-
de desentrañar los mecanismos ocultos que maremos simplemente ‘capital’ en el marco
generan desigualdades de ingresos y patri- de este libro, reúne pues todas las formas de
monios, y que su argumentación (muy con- riqueza que, a priori, pueden ser poseídas
sistente) sea recibida con avidez, no exenta por individuos (o grupos de individuos) y
de polémica, es un hecho expresivo del des- transmitidas o intercambiadas en un merca-
contento reinante en nuestros días, desazón do de modo permanente” (Piketty, 2014, p.
que afortunadamente ha ido erosionando 61). Esta simplista equivalencia entre capi-
el legado mental de la “revolución conser- tal y riqueza preside, sin embargo, una muy

1 Por su parte, B. Milanovic (2012), ex presidente del departamento de estudios del Banco Mundial, opina
que hoy la desigualdad es un peligro para todos, una verdadera plaga sin parangón en la historia.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 122 - pp. 121-126/Raimundo Cuesta


“El capital en el siglo XXI”. Pasado y presente de la desigualdad en la era del capitalismo

sugerente obra que no pretende problema- (La gran transformación), argumenta que si el
tizar las categorías analítico-conceptuales sistema económico se deja al albur del libre
de la ciencia económica estándar (la norma mercado, camina hacia una situación caóti-
conceptual imperante). No busque, pues, el ca de desigualdades inasimilables y quizás
lector o lectora una enmienda a la totalidad hacia su propia destrucción. En consecuen-
del sistema económico. Eso no lo encontra- cia, este razonamiento genérico no se aparta
rá pero sí hallará un magnífico arsenal de demasiado de la tradición socialdemócrata,
ideas, datos, información histórica, compa- no en vano él mismo ha asesorado experien-
raciones espaciales, etc., que facilitan extre- cias gubernamentales de signo socialista en
madamente la labor de quienes, más procli- Francia. Claro que el mérito de El capital en
ves a la radicalidad del pensamiento crítico, el siglo XXI va mucho más allá de las inclina-
pueden nutrirse del material empírico que ciones políticas de su autor.
se exhibe a lo largo del texto. En efecto, el libro ofrece una gama diver-
sificada y muy rica de herramientas analí-
ticas para el estudio actual del capitalismo
Anatomía panorámica de
y su historia, en la perspectiva de la larga
la desigualdad en la era del duración (desde el primer capitalismo in-
capitalismo dustrial hasta el actual). Trata de cómo el
sistema económico vigente hoy ha generado
Thomas Piketty publica su obra cumbre en el curso de su historia (no siempre en el
en 2013, cuando apenas superaba los cua- mismo grado y con semejante intensidad),
renta años de edad. Habían transcurrido por y sigue ocasionando, desigualdad entre los
entonces dos décadas desde que diera a la poseedores de capital y el resto, entre el in-
luz su tesis académica sobre la distribución greso total de la sociedad y las rentas y pa-
de la riqueza. Aquel joven y brillante inves- trimonios provenientes del capital. Su tesis
tigador llegaría a rector de estudios en la central se formula como una contradicción
École des Hautes Études en Sciences Sociales y persistente entre el rendimiento del capital
a ejercer la docencia en la École de Économie y el crecimiento total de la economía. Cuan-
de Paris. Hijo de sesentayochistas, su sólida do la tasa de aumento del rendimiento del
formación es la quintaesencia de la elite fran- capital es superior a la tasa de crecimiento
cesa, la que su compatriota Pierre Bourdieu del conjunto de la economía (r > g), nos en-
diseccionó y calificó como “nobleza de Esta- contramos ante la primera y principal ley
do”. Tras cursar el bachillerato, fue norma- del capitalismo. Frente a la visión pesimis-
lien (ENS, de calle Ulm) de sólida formación ta de los economistas clásicos, o de Marx,
matemática y económica y, con experiencia contrapone las posibilidades de mejora real
como profesor en el Instituto Tecnológico de y colectiva dentro del actual modo de pro-
Massachusetts, renunció a hacer carrera en ducción, porque históricamente ha propor-
Estados Unidos. Admirador del pensamien- cionado los cambios tecnológicos y educati-
to social francés, apostó por la solvente tra- vos que han asegurado un crecimiento de la
dición de historia económica serial (al estilo productividad y una progresiva movilidad
de F. Simiand o E. Labrousse). Su celebridad social. Pero tal posición dista de comulgar
pública ha alcanzado cotas muy altas y tam- con las tesis de optimistas recalcitrantes
bién ha sido evidente su proximidad a la iz- como las de Simon Kuznets, premio Nobel
quierda, aunque el joven viera caer el Muro de Economía en 1971. Este economista fue
de Berlín sin añoranza alguna. Su objeto se pionero de los análisis de la riqueza a largo
circunscribe a los aspectos socialmente más plazo en Estados Unidos, senda que, a otra
repudiables del capitalismo. Pero su tesis escala espacial más ambiciosa y con pre-
subyacente, al fin y a la postre, postula que tensiones ideológicas diferentes, prosigue
dentro de ese sistema hay salvación siem- Piketty. En plena Guerra Fría y en mitad
pre y cuando se garantice más democracia y de la espectacular expansión capitalista de
más control del mercado. Siguiendo los ecos posguerra (Los “Treinta gloriosos” años de
de la excelente y ya clásica obra de Polanyi crecimiento), se pasaría de los apologistas

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 123 - pp. 121-126/Raimundo Cuesta


“El capital en el siglo XXI”. Pasado y presente de la desigualdad en la era del capitalismo

de la catástrofe (Malthus, Ricardo, Marx) al torcer. El remedio, nada original, residiría


“cuento de hadas” que anunciaba la “curva en diseñar un esquema fiscal pronunciada-
de Kuznets”, según la cual la desigualdad mente progresivo sobre ingresos y patrimo-
describiría una forma de campana (empe- nios, bajo el control democrático del Estado
zaría creciendo con la revolución industrial nacional, pero también amparado por una
pero acabaría descendiendo). En cambio, disciplina internacional que evitara el riesgo
el economista francés señala cómo la des- de opacidades y fugas de capitales a paraí-
igualdad no es un fenómeno natural ni está sos fiscales.
sometida a ninguna ley del progreso (como Precisamente sería misión de la econo-
parece sugerir la célebre curva), sino que mía como ciencia social, siempre atenta a la
son las condiciones sociales y políticas las historicidad de los fenómenos económicos,
que la frenan o la aceleran: “La dinámica de dar a conocer los mecanismos que hacen
la distribución de la riqueza pone en juego más menos desiguales a las sociedades de
poderosos mecanismos que empujan alter- ayer o de hoy. La dimensión histórica apa-
nativamente en sentido de la convergencia rece, pues, como inseparable del análisis
y de la divergencia” (Piketty, 2104, p. 36). propiamente económico, no en vano el au-
Según sus estimaciones, hoy estaríamos tor se muestra heredero agradecido de la
experimentando el regreso a unas cotas de historiografía económica francesa. Y así es
desigualdad anteriores a la Primera Guerra como Piketty, a pesar de la complejidad de
Mundial cuando el mundo capitalista es- algunas partes de su libro, de lectura difí-
taba dominado, como refleja la novelística cil para no iniciados, y de la extraordinaria
del XIX (a la que acude nuestro autor como aportación de datos y cálculos económicos,
fuente literaria para dibujar la cara del capi- no cae nunca en el formalismo retórico ha-
talismo entonces existente), por una burgue- bitual dentro del campo académico de refe-
sía patrimonialista profundamente rentista rencia. Por el contrario, a partir de una mul-
y escindida por un abismo de desigualdad titud de fuentes estadísticas (principalmente
del resto de la sociedad. Las guerras mun- fiscales) realiza una reconstrucción histórica
diales y la Gran Depresión rompieron esta de los ritmos de crecimiento y de desigual-
situación de forma que, después de 1945, se dad desde el siglo XVIII hasta hoy, aportan-
consolida una era de convergencia de ingre- do una serie de información relevante en el
sos solo rota en el último tercio del siglo XX tiempo largo de la historia del capitalismo.
merced al triunfo del capitalismo global y a De ahí que el mérito de su libro resida en
la voluntad de destrucción del Estado social, el impresionante esfuerzo de elaboración y
lo que no ha hecho más que agravarse con la tratamiento de fuentes, y, como él mismo
crisis de 2008. afirma, “la novedad del trabajo propuesto
Son, pues, prácticas humanas las que aquí es que se trata, a nuestro entender, de
actúan imprimiendo una dirección conver- la primera tentativa de volver a situar en un
gente o divergente. De ello se infiere que contexto histórico más amplio la cuestión
para nuestro autor la desigualdad no es una del reparto capital-trabajo y la reciente alza
maldición divina ni un destino ciego, es, en de la participación del capital, subrayando
cambio, efecto de circunstancias históricas la evolución de la relación capital/ingreso
susceptibles de ser cambiadas (aunque no desde el siglo XVIII hasta principios del si-
de cualquier manera). Para él, la equidad es glo XXI” (Piketty, 2014, p. 243). Con todas
factible dentro de las reglas de una sociedad las reservas que puedan hacerse a una re-
democrática avanzada y en el marco del lla- construcción tan larga y a veces referidas a
mado Estado de derecho. Como ya podrá periodos pre-estadísticos muy poco fiables,
suponer el lector o lectora, si el capitalismo, el resultado es muy valioso y digno de en-
como demuestra el economista francés, ha comio.
sido y es fuente insaciable de desequilibrios Otra cosa es que, desde una perspectiva
entre el capital y el trabajo, solo queda re- crítica, se puedan compartir (o no) sus su-
currir al sistema fiscal y a la educación para puestos analíticos y conceptuales. Como ya
enderezar lo que el propio sistema tiende a se dijo, y como el libro exhibe desde de la

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 124 - pp. 121-126/Raimundo Cuesta


“El capital en el siglo XXI”. Pasado y presente de la desigualdad en la era del capitalismo

primera parte, los conceptos de “capital”, que podrían dar mayor sentido a las series
“ingreso nacional”, “riqueza”, “ahorro”, económicas que tan brillante y trabajosa-
“trabajo”, etc. quedan presos dentro de la mente ha construido. Sin embargo, la vuel-
malla discursiva heredera de los economis- ta a Marx en el siglo XXI, es un viaje pro-
tas clásicos y neoclásicos. En efecto, el autor blemático, multifacético y con riesgos, que
da por naturales y ahistóricas esas nociones dista de ser tarea fácil.3 Sin duda, la lucha
convencionales hoy hegemónicas dentro de de clases o la teoría del valor-trabajo poseen
la ciencia económica estándar. Pero un afán una morfología muy distinta hoy a la que
crítico más profundo demandaría evitar esta tenían en el siglo XIX. La reactualización de
clase de método conceptual, en virtud del Marx en los últimos tiempos coincide con la
cual para analizar la variable desigualdad se enésima crisis del capitalismo, pero su obra
mantienen como constantes válidas las cate- no ha de enarbolarse como un monumento
gorías clásicas y neoclásicas, convirtiéndo- arqueológico ni como un texto sagrado del
las en una especie de a priori irrefutable. De pensamiento económico, porque “el Marx
esta forma el brillante quehacer de Piketty del siglo XXI sin lugar a dudas será muy
se encierra voluntariamente en una cárcel distinto del Marx del siglo XX” (Hobsbawm,
categorial impermeable a la impugnación 2011, p. 404).4
profunda de su utillaje terminológico. En- En realidad, si reparamos en la hondura
cierro que resulta asaz llamativo cuando ob- del asunto, un enfoque crítico del capitalis-
servamos que pasa de puntillas sobre temas mo de nuestro tiempo desde posiciones de
tan relevantes como la dimensión ecológica izquierda conllevaría al menos tres opcio-
de la economía o sobre el legado de K. Marx. nes: aceptar como casi inmutables las cate-
Por eso mismo no cabe mostrar asombro de gorías económicas de Marx (algo parecido
que, desde la tradición marxista y la nueva a lo que propone Harvey); reinterpretarlas
economía ecológica, el libro haya recibido haciéndolas solo válidas para el análisis del
más de un dardo envenenado. Por ejemplo, capitalismo (incluido el capitalismo de Esta-
las reacciones del geógrafo marxista David do a la soviética), tal como sugiere Moishe
Harvey (2014) son muy significativas. Este Postone (2006); o, finalmente, negarlas radi-
considera poco presentable la parca o nula calmente como un subproducto de la eco-
atención que el economista francés presta a nomía política burguesa, tal como mantiene
la lucha de clases o a las teorías del valor- José Manuel Naredo (2015), quien propone
trabajo. A pesar de reconocerle sus muchos una alternativa ecointegradora (una suerte
méritos, sostiene que Piketty no ha ideado de ciencia de ciencias), una “economía eco-
un modelo alternativo de explicación del lógica”. También cabe, desde luego, adelga-
capitalismo al que pergeñara Marx en el zar la crítica e ignorar estas disquisiciones
siglo XIX, por lo que para este todavía es radicales y tirar por la vía del socialismo
necesario recurrir a la obra marxiana.2 Cier- reformista. Esta última elección es la que
tamente, el economista francés elude las practica Piketty.5
causas sociopolíticas y las luchas de poder

2 En la misma línea “ortodoxa”, Vicenç Navarro (2015, pp. 183-193) dedica todo el capítulo V a enmendar la
plana a Piketty por ignorar en su análisis la lucha de clases.
3 Como demuestra la compleja y muy recomendable obra de Moishe Postone (2006), hay muchas maneras
de comprender las categorías básicas de la economía política de Marx. Una es la del marxismo tradicional
dentro del que se encuadra la interpretación de Harvey y otra muy distinta es la de Postone. Este último
niega la cualidad transhistórica (más allá del capitalismo) de las nociones económicas de Marx.
4 Valga como ejemplo de este retorno, el interesante monográfico de la revista Isegoría, 50 (2014) dedicado a
La vuelta de Marx.
5 Para una lectura triangular y comparativa de Piketty (2014), Postone (2006) y Naredo (2015), véase mi
trabajo (Cuesta, 2015).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 125 - pp. 121-126/Raimundo Cuesta


“El capital en el siglo XXI”. Pasado y presente de la desigualdad en la era del capitalismo

Recapitulando: el capitalismo en el REFERENCIA PRINCIPAL


laberinto
PIKETTY, Thomas (2014). El capital en el siglo XXI.
Madrid: FCE, 663 págs.
En ocasiones, una buena imagen alum-
bra y suscita un camino reflexivo fructífe- REFERENCIAS
ro. Yanis Varoufakis, que fuera ministro de
asuntos económicos en la Grecia del primer BRAUDEL, F. (1984). Civilización material, econo-
Gobierno de Tsipras y, todavía hoy, figura mía y capitalismo. Los juegos del intercambio.
como cabeza visible de la pugna contra la Tomo II. Madrid: Alianza Editorial.
política de austeridad extrema de la troika, CUESTA, R. (2015). El capitalismo, una vez más:
acuñó el término Minotauro global (Varouka- el retorno cíclico de una cuestión controver-
kis, 2013) para referirse al modelo de domi- tida y molesta. Rebelion. <http://www.rebe-
nio americano hasta la crisis actual. En rea- lion.org/noticia.php?id=206676>. (Consulta-
lidad, la imagen del laberinto global (donde do el 20 de enero de 2016).
el Minotauro capitalista reside y domina) es HARVEY, D. (2014). Afterthoughts on Piketty´s
la que conviene todavía al mundo económi- Capital in the Twenty-First Century. Challenge,
co vigente. Hasta cierto punto, persiste el 57 (5), 81-86.
laberinto intelectual, político y social acerca HOBSBAWM, E. (2011). Cómo cambiar el mundo.
Barcelona: Crítica.
del presente y del futuro del capitalismo.
MARX, K. (1973). El capital. Libro primero, capí-
Piketty nos ofrece datos enormemente útiles
tulo VI (inédito). Madrid: Siglo XXI.
sobre el capitalismo como sistema necesaria-
MILANOVIC, B. (2012). Los que tienen o no tienen.
mente generador de desigualdad, aunque la
Una breve y singular historia de la desigualdad
principal debilidad de su aportación reside mundial. Madrid: Alianza.
en dar por sentada, como si fuera una ver- NAREDO, J.M. (2015). La economía en evolución.
dad revelada, natural e inmutable, la trama Historia y perspectivas básicas del pensamiento
conceptual hegemónica en el campo de los económico. Madrid: Siglo XXI.
economistas. Por añadidura, el horizonte NAVARRO, V. (2015). Ataque a la democracia y al
práctico-político que se desprende de su bienestar. Crítica al pensamiento económico domi-
libro aboga por una simple remodelación nante. Barcelona: Anagrama.
cosmética del actual modo de producción POSTONE, M. (2006). Tiempo, trabajo y dominación
mediante la política fiscal progresiva y re- social. Una reinterpretación de la teoría crítica de
distributiva. Marx. Madrid: Marcial Pons.
Lo cierto es que el pensamiento de iz- STIGLITZ, J.E. (2015). La gran brecha. Qué hacer con
quierdas sigue debatiéndose en una encru- las desigualdades. Madrid: Taurus.
cijada de ideas que oscila entre el pragma- VAROUFAKIS, Y. (2013). El Minotauro global. Es-
tismo de corte socialdemócrata y la relectura tados Unidos, Europa y el futuro de la economía
de la realidad desde posiciones radicales. mundial. Madrid: Capitán Swing.
Estas no son “la alternativa”, sino una vía
creativa y sustantiva, no incompatible con
reformas sociales de carácter parcial, para
pensar de otra manera y alumbrar futuros
movimientos emancipadores. En la tomen-
tosa y paradójica dialéctica de ambos polos
nos seguimos encontrando.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 126 - pp. 121-126/Raimundo Cuesta


Revisionismo: ¿calificación sectaria u
obligación científica?
Juan Sisinio Pérez Garzón
Universidad de Castilla-La Mancha
Artículo recibido el 2 de junio y aceptado el 13 de junio de 2016.

Resumen
La polémica entre historiadores sobre los significados políticos y sociales de la Segunda Repú-
blica española y también sobre la Guerra civil no es nueva, tiene una larga y amplia trayectoria.
Sin embargo, recientemente se ha planteado en términos de revisionismo histórico. En este artí-
culo se plantea hasta qué punto la palabra revisionismo implica una descalificación política, fruto
de un debate ideológico que rebasa los contenidos científicos de las diferentes investigaciones. Se
analizan las paradojas historiográficas producidas entre revisionistas y antirrevisionistas y sus
connotaciones políticas en el presente. Se defiende como tesis central la necesidad de replantear la
idea del revisionismo como una fórmula metodológica, propia de todo saber científico.
Palabras clave: Historiografía; Revisionismo; Segunda República Española; Guerra Civil Espa-
ñola.

Abstract
Revisionism: sectarian judgement or scientific obligation?
The controversy between historians about the political and social meanings of the Second
Spanish Republic and also on the Civil War is not a new controversy; it has a long and extensive
development. Nevertheless, it has recently been raised in terms of historical revisionism. This
article considers to what extent the word ‘revisionism’ implies a political disqualification, the
outcome of an ideological debate that goes beyond the scientific contents of the different researches.
Historiographical paradoxes produced between revisionists and antirevisionist and their political
connotations in the present are analyzed. The need to reconsider the idea of revisionism as a meth-
odological formula is defended as central thesis distinctive of all scientific knowledge.
Keywords: Capital; Historiography; Revisionism; Second Spanish Republic; Spanish Civil War.

Ni tengo conocimientos para zanjar los De hecho no se usa para toda discusión his-
debates que hoy nos preocupan a unos de- tórica, sino que se imputa de modo específi-
terminados sectores de historiadores espa- co a los debates que afectan a momentos tan
ñoles, ni la linde de 20.000 caracteres esta- sensibles como la historia de la Segunda Re-
blecida para estas páginas permite analizar pública y la Guerra Civil. Es cierto que exis-
todas las facetas de unas polémicas que al ten otras polémicas candentes, por ejemplo
ser catalogadas como revisionistas adquie- la que trata el carácter de la conquista árabe
ren unas connotaciones políticas y éticas de la Península, o las controversias sobre los
que trascienden el ámbito estricto de la his- significados nacionalistas del fin de la Gue-
toriografía académica. Además, estas pági- rra de Sucesión en 1714, por citar dos con
nas se publican en una revista con lectores aportaciones un tanto enconadas; pero la
perfectamente cualificados, que saben muy más apasionada, sin duda, es la referida a la
bien lo que significa aplicar el calificativo de República y Guerra porque, no cabe duda,
revisionista a una controversia académica. es parte del actual presente político.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016), pp. 127-133 - 127 -


Revisionismo: ¿calificación sectaria u obligación científica?

Por eso, con lectores tan bien informados que debió ser. Incluso hay escritos en los
no resulta necesario ofrecer ni un balance de que asoma el calificativo de franquista con-
las diferentes posiciones al respecto ni reite- tra obras o autores que no coinciden con
rar citas y referencias bibliográficas de unos tal ensamblaje de ucronías, en un abando-
y otros. Este planteamiento puede defrau- no expreso del debate científico. En sentido
dar, pero, a mi entender, parece preferible li- opuesto, se produce en paralelo la contradic-
mitarse en estas páginas a ciertas reflexiones ción de quienes miran con lupa cuantos dé-
sobre el conocimiento científico del pasado, ficits democráticos encuentran entre 1931 y
de modo que puedan ser útiles para permi- 1936 para, de inmediato, saltar en el tiempo
tir un diálogo razonable y paciente no sólo y sacralizar el consenso político producido
en lo académico sino sobre todo para la con- entre 1976 y 1982, con la idea más o menos
vivencia ciudadana. explícita de que la primera democracia en
España fue la que se implantó en la Consti-
tución de 1978, lo que invalidaría el carácter
Entre la etimología y la denuncia democrático de la experiencia republicana
de forma más o menos directa.
Conviene subrayar lo ya sabido para En todo caso, en esta polémica sobre la
clarificar los diferentes usos del calificativo república, la guerra y la transición, el cali-
revisionista, sobre todo en las interpretacio- ficativo de revisionista se aplica en una sola
nes sobre el siglo XX español. Ante todo, dirección y con carácter de incriminación
hay que destacar cierto uso contradictorio, política. Son historiadores considerados de
pues a veces los mismos autores que lo apli- izquierdas quienes lo lanzan contra otros
can con carácter de incriminación política que no coinciden con sus interpretaciones.
contra los que defienden otras perspectivas No incluyo en este debate a los divulgado-
sobre la Segunda República y la Guerra Ci- res de todo calibre que abundan, con más o
vil, ellos mismos, sin embargo, se enfrascan menos éxito editorial. Me circunscribo a los
en una revisión de la historiografía sobre la que como historiadores profesionales inves-
transición, porque la consideran tan necesa- tigan en concreto esos momentos del siglo
ria como saludable para el obligado (en su XX español y forman parte de la misma co-
opinión) desenmascaramiento del proceso munidad científica. Ahí es donde emerge un
de construcción de la democracia en Espa- uso intencionadamente acusatorio por quie-
ña. Así, por un lado, se exalta la legitimidad nes pretenden detentar la ortodoxia políti-
de la república, algo incuestionable frente a ca de la izquierda y, por tanto, la capacidad
la insurrección golpista de Franco, mientras para dirimir siempre y en todo momento
que a la vez se enfatizan los supuestos défi- la verdad histórica. Se trata de un viejo uso
cits de legitimidad del régimen constitucio- que surgió en el seno del marxismo a finales
nal consensuado en 1978, y, por supuesto, del siglo XIX, cuando se catalogó de revisio-
se revisa la correspondiente historiografía nistas a quienes defendían una interpreta-
sobre la transición. Pareciera que de una ción moderada y reformista de los textos de
forma más o menos explícita se reivindi- Marx.
ca la república como el momento ideal por Valga recordar los nombres de Bernstein
antonomasia de la historia de España, por y Kautsky, con sus trascendentes revisiones
lo que desentrañar sus contradicciones y o aportaciones a la polémica sobre la vía
déficits sería no solo una grave perversidad pacífica hacia el socialismo y el papel del
histórica, sino también el modo de justificar Estado en la revolución proletaria, a las que
y defender las penurias de esta democracia Lenin dio un giro radical en 1917 con las Te-
valorada como insuficiente. sis de abril y el asalto bolchevique al poder.
Ese acoplamiento entre república y tran- Desde entonces, con la organización de la
sición da lugar a relatos históricos en los que Tercera Internacional comunista, el térmi-
se solapan ilusiones políticas del presente no revisionista se exageró en su significado
con artificios propios de la ucronía sobre la de tal forma que pasó a ser la fórmula para
república que no fue y sobre la transición descalificar a todos los partidos socialdemó-

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 128 - pp. 127-133/Juan Sisinio Pérez Garzón


Revisionismo: ¿calificación sectaria u obligación científica?

cratas. Se convirtió en sinónimo de traidor a en democracias como las de Alemania, Fran-


la clase proletaria y, por tanto, vendido a la cia, Austria o España, entre otras, es delito la
burguesía liberal. Más aún, desde la década negación del Holocausto, mientras se plan-
de 1930, se sostuvo que todo revisionismo tean exigencias de condenas similares para
era “socialfascismo”, porque se juzgaba que el negacionismo de otros genocidios. En
objetivamente con su praxis reformista esta- general, aquellos que niegan verdades his-
ba obstaculizando la auténtica revolución. tóricas demostradas y sufridas por pueblos
Semejante uso extremista de la palabra enteros se mueven en ámbitos políticos de
revisionista se hizo recurso de la ortodoxia la derecha o de la extrema derecha; aunque
marxista contra los supuestos renegados ese negacionismo también ha ampliado sus
del correcto camino revolucionario. En con- contenidos y se puede manifestar en ciertos
creto, en la URSS bajo mando de Stalin, ser ámbitos de ideología comunista, que niegan
acusado de revisionista suponía la exclusión o atenúan las interpretaciones históricas que
social y política, si no la pena máxima. Des- subrayan el peso de las muertes acumuladas
de entonces, en la tradición comunista han en determinados momentos de la historia de
existido antirrevisionistas dispuestos a de- los partidos comunistas, sea la época de Sta-
nunciar la traición política y ética de los re- lin, el Gran Salto Adelante de Mao, Sendero
visionistas. Por ejemplo, en España, durante Luminoso en Perú, etc.
el tardofranquismo y la transición, los par- En suma, estos dos usos políticos del
tidos de más rancio sabor estalinista, como calificativo de revisionista solo tienen en
eran los de filiación maoísta, usaron de for- común el rechazo de interpretaciones y
ma persistente la acusación de revisionismo análisis considerados erróneos, aunque con
para desacreditar la política de reconcilia- contenidos y fines totalmente antagónicos.
ción del PCE. Por eso, semejante herencia, Sin embargo, pareciera que en España se
que parece no haber desaparecido, si nos la han superpuesto ambos usos, de forma que
encontramos en un análisis historiográfico, al catalogar a alguien como revisionista se
no solo puede destrozar la esencia metodo- le confina a una posición de exclusión éti-
lógica de toda ciencia, sino que parece im- ca, pues tanto puede ser un renegado y trai-
plicar que los instituidos en antirrevisionis- dor desde la perspectiva de una izquierda
tas gozarían de la superioridad moral de po- marxista como un deleznable cómplice de
seer la única verdad posible sobre el pasado. la ultraderecha, para todo demócrata. Se
Por otra parte, a lo largo de la segunda margina así el significado etimológico del
mitad del siglo XX, el concepto de revisio- verbo revisar que según el diccionario de la
nismo se ha utilizado para otras cuestiones Real Academia Española consiste en “ver
históricas, también con contenidos políticos con atención y cuidado”, para, en conse-
y morales. Así, se calificó como revisionis- cuencia, añadir como segundo significado
mo histórico a las obras y autores que ne- la tarea de “someter algo a nuevo examen
gaban o limitaban la entidad, la etiología o para corregirlo, enmendarlo o repararlo”.
la intención del Holocausto, de forma que Ambos significados conducen a una tercera
el término revisionista desbordó el ámbi- acepción, la de “actualizar”, esto es: poner
to de las pugnas por la ortodoxia marxista al día datos, normas, etc. Por eso, dicho dic-
y se convirtió en el apelativo para cuantos cionario define el término revisionismo ante
negasen no solo el genocidio judío, sino todo como la “tendencia a someter a revi-
también otros genocidios como el armenio, sión metódica doctrinas, interpretaciones o
el Holodomor ucraniano, el camboyano o el prácticas establecidas con el propósito de
colonialista europeo sobre otros continentes, actualizarlas y a veces de negarlas”.
por citar algunos ejemplos. Es cierto que tal En el caso del conocimiento histórico, el
revisionismo era más propiamente un nega- ejercicio de revisar tendría que registrarse,
cionismo de hechos que al cuestionar su ver- por tanto, como una exigencia metodológi-
dad histórica implicaba posiciones políticas ca, porque sería insoslayable la necesidad de
contrarias a los derechos humanos defendi- verificar y también replantear los saberes y
dos por los sistemas democráticos. Por eso, análisis para desplegar y enriquecer un pro-

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 129 - pp. 127-133/Juan Sisinio Pérez Garzón


Revisionismo: ¿calificación sectaria u obligación científica?

ceso siempre abierto en todo saber humano. zonas grises; y esto no es fácil encontrarlo
Habría que limitarse, en conclusión, al sig- cuando se adoptan actitudes de superiori-
nificado etimológico del concepto de revisar dad moral o científica, en una u otra direc-
para despojarlo de connotaciones políticas, ción.
si es que aceptamos que la esencia episte- En segundo lugar, se constata que en
mológica de nuestro conocimiento reside ese debate académico también se origina
en la reinterpretación de una realidad tan un bucle cuando se quiere obligar al contra-
compleja y abierta en sí misma como es la rio a cambiar su perspectiva. Pareciera que
de nuestro pasado, la de todo pasado. cada cual sintiera la obligación profesional
de liberar del error o de sus carencias a los
demás colegas. Así, mientras se enarbola la
Paradojas y bucles entre objetividad científica para uno mismo, se
revisionistas y antirrevisionistas lanzan contra otros acusaciones sobre sus
afinidades o colaboraciones con unas u otras
Ahora bien, si nos ceñimos a los temas instituciones políticas. Resultaría más fructí-
en debate sobre la Segunda República y la fero para el debate obviar ciertas obsesiones,
Guerra Civil, se podrían detectar análisis enarboladas como teorías científicas por
que en unos casos se contradicen y en otros ambas partes, y arremangarse con templan-
se enroscan en descalificaciones por supues- za analítica en la contrastación de hechos,
tas militancias políticas. Basta señalar dos ideas y prácticas de un momento u otro del
características. En primer lugar, en el anti- pasado en cuestión.
rrevisionismo se descubre cierto afán por Ahora bien, sabemos de modo fehacien-
reconstruir ahistóricamente una realidad te que también la historiografía académi-
que no se produjo (da igual que sea la Se- ca se encuentra condicionada por factores
gunda República, la transición o cualquier ideológicos, y lleva más de un largo siglo
otro periodo histórico), porque se antepone debatiéndose entre la neutralidad que se le
el criterio moral de que deben ganar en el re- exige al saber científico y los contextos so-
lato los que se piensa que debieron de haber ciales y cosmovisiones culturales desde los
ganado en la realidad, en lugar de explicar que se mueve cualquier científico social. Es
por qué el proceso histórico dio el triunfo a propio, en definitiva, de las ciencias socia-
unos vencedores indeseables que construye- les esa constante tensión entre subjetividad
ron un Estado basado en el horror, aunque y objetividad, cuyo despliegue produce las
en esa construcción hayan participado deci- diferentes escuelas interpretativas de la rea-
didamente millones de sus ciudadanos. En lidad social. Esto ocurre tanto en el conoci-
sentido opuesto, los calificados como revi- miento histórico como en el económico, so-
sionistas se presentan como cirujanos asép- ciológico, antropológico, etc.
ticos del pasado, mientras que a la vez com- Se trata del aspecto constitutivo de la
baten en el presente y sin respiro contra un comunicación humana, el de contenidos y
pasado que consideran construido por una el de relación. Si se investigan hechos que
“memoria histórica” militante, en lugar de a nadie interesan, la historia –como le pue-
desentrañar las mentiras de la refundación de ocurrir a la filosofía, a la sociología, a la
de ese Estado organizado dictatorialmente. economía, etc.– deja de tener interés; pero
De este modo se han lanzado ciertas desca- si solo se investiga lo que quiere la gente,
lificaciones políticas, en las que se aprecia en general, o un determinado grupo social,
la prolongación de la trinchera bélica entre entonces resulta que se subordina la inves-
franquistas y antifranquistas, aunque todos tigación a los intereses de ese grupo. Es un
enarbolan la democracia como argumento dilema o bucle, según se mire, que no se
incuestionable. Ahí radica la paradoja, en resuelve con la jaculatoria del término me-
que precisamente es propio de los demócra- dio. En concreto, la historia necesita, para
tas desarrollar la capacidad de abandonar explicar los procesos sociales, el soporte de
creencias en blanco y negro para reconocer, una cosmovisión. Adquiere así una perspec-
en consecuencia, la existencia de múltiples tiva sobre la acción humana y se sitúa en un

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 130 - pp. 127-133/Juan Sisinio Pérez Garzón


Revisionismo: ¿calificación sectaria u obligación científica?

propósito social. Acechan, sin embargo, dos do el historiador se encuentra requerido por
peligros. Primero, que esa cosmovisión ab- una memoria oficial, sino también cuando
sorba las realidades concretas en un panora- atiende a los colectivos que quieren creer en
ma tan amplio que no permita ni matizar ni un enfoque del pasado que les disculpe de
diferenciar, y solo ofrezca generalizaciones sus responsabilidades con lo que realmente
y obviedades que valen para toda sociedad sucedió.
y toda época, como, por ejemplo, subrayar En este contexto hay que situar, por tan-
que siempre hay injusticias en toda organi- to, ese nivel de recrudecimiento e impacto
zación humana. Segundo peligro, que no se del debate entre revisionistas y antirrevisio-
tenga el soporte de una cosmovisión, y en nistas, pues en toda sociedad no solo hay
tal caso la historia se pierde en millones de diversas memorias, sino también diversos
minucias con las que no se puede esclarecer relatos históricos construidos por académi-
ni la necesaria jerarquía de hechos ni atisbar cos que alimentan esas memorias diferen-
explicaciones de conjunto. tes, o incluso antagónicas. En este sentido,
En este sentido, para salir de esas pa- sin adentrarnos en estas páginas en lo mu-
radojas y bucles, nuestra primera verdad cho que se ha escrito y debatido sobre las
como historiadores consistiría en descubrir relaciones entre historia y memoria, hay que
y descubrirnos autocríticamente las posicio- subrayar el deber de vigilancia del historia-
nes desde las que enunciamos nuestras in- dor contra las servidumbres que le acechan,
terpretaciones históricas, porque formamos para discernir y criticar que ni todos los re-
parte de una clase social, de una identidad latos del pasado albergan la misma enver-
nacional, cultural, de género, de memoria… gadura científica ni tampoco todas las me-
Tarea nada fácil. Para cumplir estos come- morias establecen los mismos valores para
tidos científicos resulta necesaria la histo- la convivencia presente y futura.
riografía, ya que esta disciplina requiere un Semejante realidad obliga a ejercer el re-
análisis sociológico y una reflexión autocrí- visionismo como metodología consustancial
tica sobre los sistemas de verdad que nos al saber histórico, a sabiendas de que el ofi-
afectan como ciudadanos y como historia- cio de historiador no es un sacerdocio para
dores. guardar la verdad del pasado. Al tratarse
de una ciencia social, correspondería a la
historia académica y profesional la tarea de
La historia importa tanto que... aplicar y expandir una conciencia razonada
y crítica sobre el pasado, para que ningún
En efecto, a ese reto historiográfico se su- colectivo, sea nacional, de clase o ideológico,
man los requerimientos producidos por las sacralice su memoria del pasado, y de ese
relaciones entre memoria e historia que se modo pueda enfrentarse a los relatos unila-
han instalado ya como ingrediente de unas terales de su respectiva memoria. En tales
sociedades cada vez más reflexivas; más casos, los historiadores no pueden ser abo-
aún, con una reflexividad que se reclama gados de una parte contra otra, sobre todo
científica, pues todos queremos poseer sabe- en países que han tenido un pasado con-
res con garantías de cientificidad. Los histo- flictivo. El compromiso cívico del historia-
riadores, por tanto, debemos ser conscientes dor en estos casos obliga al distanciamien-
de que la gente quiere conocer verdades to analítico y al debate riguroso para abrir
avaladas científicamente, pero a la vez quie- espacios de diálogo donde se reconozca el
re creer aquello que confirma sus presu- derecho a contar las distintas memorias, y
puestos previos, y por eso busca los temas también el deber ético de escuchar a la gen-
o los libros o las novelas que le ratifican en te sus otras historias. De ningún modo la
su cosmovisión. De ahí el deber de insistir ciencia histórica puede reducir el pasado a
en la esencia misma revisionista que ha de una memoria única y, por tanto, estancada.
tener todo historiador, quien hoy se enfrenta El único principio invariable de la ciencia
a unas sociedades deseosas siempre de una histórica estriba precisamente en liberar del
historia ad hoc; y esto no solo ocurre cuan- determinismo cualquier explicación del pa-

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 131 - pp. 127-133/Juan Sisinio Pérez Garzón


Revisionismo: ¿calificación sectaria u obligación científica?

sado, porque la esencia de todo proceso hu- con la exigencia de identificar mitificaciones
mano es la contingencia. y prejuicios para ser desmontados. Además
Cabría recordar a este respecto el relato implicaría no recrearse en la confrontación,
de J. L. Borges, “El jardín de senderos que se eso borraría cualquier descalificación de los
bifurcan”, para captar esa trama de tiempos otros. Por coherencia científica, hay que in-
en los que no existe un cálculo exacto ni un dagar si los otros ofrecen un punto de vista
camino único y necesario que explique las que nos enseña otras perspectivas. A todo
cosas, porque siempre hay elecciones que intelectual se le puede exigir la búsqueda de
se aproximan, o se obstaculizan, o incluso los otros, que pueden ser opuestos y simi-
se quedan en la parte oscura o sin fuerza lares a la vez. Por eso, más que rebatir, se
de una sociedad. Esa contingencia libera al trata de aprender de lo que otros investigan
pasado de una única explicación posible y o aportan sobre la realidad. El diálogo enri-
de un único sentido. Al historiador corres- quece, no se puede demonizar de antema-
ponde revisar constantemente con nuevas no a nadie, aunque es legítimo y necesario
investigaciones y nuevas preguntas, los en- hacer una valoración crítica de las distintas
tresijos de un pasado que nunca puede con- interpretaciones.
cebirse atado a unos determinismos teóricos Por otra parte, en el proceso de construir
y teleológicos. En consecuencia, le incumbe un relato científico sobre la complejidad del
la tarea de derribar los muros que separan pasado, nos acecha el afán de alcanzar un
a unos “nosotros” de los “otros”, sean na- conocimiento universal objetivo, sin dis-
cionales, ideológicos o de clase, porque todo torsiones ideológicas ni contaminaciones
presente no es más que el cruce de senderos políticas, pero lo cierto es que conocemos
del pasado. Un relato histórico construido la realidad también desde los afectos, des-
solo para un grupo social, una nación o una de las experiencias de la convivencia social
determinada ideología, aunque reciba el y política, porque la historia también trata
aplauso de los receptores, no es una historia de explicar quiénes somos y qué camino
científica. De ahí que el método para revisar guía los procesos sociales. De ahí el empe-
y contextualizar los relatos históricos y las ño de encontrar pruebas irrefutables de que
memorias sociales, aunque sea traumático, nuestro propósito social, nuestra particular
puede resultar fértil para reconocer un pa- utopía, se demuestra y existe, y nos acom-
sado tan conflictivo como plural en sus ex- paña desde el pasado, en nuestro particular
periencias. camino hacia el futuro. Mientras los físicos
están reflexionando sobre nuestro universo
como una fluctuación del vacío cuántico,
La revisión como diálogo los historiadores o los científicos sociales no
interminable podemos empeñarnos en encontrar una ex-
plicación global de todo el pasado, de toda
En definitiva, si compartimos la pasión la complejidad de las realidades sociales.
por conocer la realidad y participamos del Quizás nos obsesiona encontrar la explica-
compromiso con la razón como soporte del ción unitaria, demostrar una tesis totaliza-
conocimiento, entonces nunca podemos li- dora, pero tenemos que asumir la humildad
mitarnos a los que piensan como uno mis- epistemológica de que en las búsquedas de
mo. Al contrario, se impone el diálogo razo- los porqués persiste la validez de varias res-
nable y paciente para contemplar las distin- puestas posibles, a las que lógicamente hay
tas facetas de una realidad y, por tanto, para que aplicar el método científico de contras-
admitir diferentes interpretaciones de esa tar hipótesis.
realidad. Eso sería el auténtico sentido de A esto se suma que el lenguaje es un
la revisión constante de todo conocimiento. fenómeno tan complejo como fascinante,
Un revisionismo que, en sentido etimológi- nos permite crear realidades con palabras,
co, significaría la capacidad de la razón para hasta imaginarnos a los dioses, sin garantía
de que éstos existan. Y eso hace que los hu-
analizar la realidad sin verdades cerradas,
manos, en la voluntad de transformar todo
y siempre alerta ante nuevas perspectivas,

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 132 - pp. 127-133/Juan Sisinio Pérez Garzón


Revisionismo: ¿calificación sectaria u obligación científica?

nuestro entorno, de entenderlo, de destruir- ría que explique toda la historia, que abar-
lo incluso, tengamos enormes capacidades que el pasado simplificando el problema de
de inventar y de diferenciarnos. Las para- modo coherente y hasta casi predictivo. En
dojas nos pueden abrumar cuando trata- cualquier caso, en la historia, si se conjuga
mos de afianzar la historia como ciencia. En realidad y razón, se genera un debate en el
tal caso, puede y debe lanzar explicaciones que afloran los problemas éticos del pasa-
concretas, pero quizás nunca una explica- do y su proyección hacia el presente, o a la
ción completa de toda la sociedad, de todo inversa. Se trata del persistente debate entre
el pasado, porque se daría un salto quizás la necesidad de entender y comprender la
fuera del contexto científico. De ahí la rei- realidad, aunque sea conflictiva, y los de-
vindicación del revisionismo como reto seos de bienestar, seguridad y superación
epistemológico permanente, aunque eso de un presente sobre el que tratamos de
no anula la exigencia de plantear una teo- construir otro futuro.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 133 - pp. 127-133/Juan Sisinio Pérez Garzón


Historiografía de la dictadura franquista
en la actualidad
Glicerio Sánchez Recio
Universidad de Alicante
Artículo recibido el 30 de abril y aceptado el 8 de junio de 2016.

Resumen
La investigación sobre la dictadura franquista ha sido un asunto recurrente desde la muerte
del dictador, aunque en determinadas circunstancias se ha intensificado el interés de los historia-
dores, tales como las de 1992, al cumplirse el centenario del nacimiento de Franco; 1999, con mo-
tivo del LX aniversario del final de la Guerra Civil; 2009, en que se cumplió el LXX aniversario,
y 2015, por la cuarta década de la muerte del dictador. En esta última oleada de publicaciones ha
dominado la tendencia temática de analizar críticamente los mitos que desde el comienzo se han
construido en torno a la persona y figura del dictador, con la declarada intención de desmontarlos.
Se hace referencia también a la historiografía del franquismo desde la perspectiva de género y se
mencionan algunas obras de síntesis para tratar de comprender la trayectoria seguida desde la
implantación del régimen hasta la crisis que lo conduciría a su disolución.
Palabras clave: Franco; Dictadura franquista; Régimen franquista; España franquista.

Abstract
Current historiography on Franco dictatorship
Franco dictatorship has been a recurring research topic since the dictator’s death, but specific
dates have spurred the historians’ interest on the issue: 1992, the centenary of Franco’s birth;
1999, the 60th anniversary of the end of the Civil War; 2009, the War’s 70th anniversary, and
2015, the 40th anniversary of the dictator’s death. The last wave of publications has focused on
the critical analysis of the myths which were built around the person and character of the dicta-
tor, with a clear intention of dismantling them. Reference is also made in this paper to Francoism
historiography from a gender perspective, and several synthesis works are analyzed to try to
understand the path followed by the regime since its inception until the crisis that led to its end.
Keywords: Capital; Franco; Franco Dictatorship; Francoist Regime; Francoist Spain.

La investigación sobre la dictadura El número 33 de la revista Ayer (1999),


franquista ha sido un asunto recurrente, dedicado a El Primer Franquismo (1936-
podría decirse que privilegiado, desde la 1959), publicó un conjunto de artículos que,
muerte del dictador. Pero ha habido de- entonces, sintetizaban los campos en los que
terminadas circunstancias en las que se ha más había avanzado la investigación y que
intensificado el interés de los historiado- centraban la atención de los historiadores.
res, tales como las de 1992, al cumplirse el En general, ofrecían una aproximación al
centenario del nacimiento de Franco; 1999, significado histórico de las dos primeras dé-
con motivo del LX aniversario del final de cadas del franquismo (vid. Sánchez Recio,
la Guerra Civil; 2009, en que se cumplió 1999 y Soto Carmona, 1999).
el LXX aniversario, y 2015, en el que se ha Con motivo del LXX aniversario del final
cumplido la cuarta década de la muerte del de la Guerra Civil, la editorial Flor del Vien-
dictador. to, de Barcelona, realizó un importante tra-

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016), pp. 135-141 - 135 -


Historiografía de la dictadura franquista en la actualidad

bajo con la publicación de nueve volúmenes Sánchez, 2009), ha emprendido este nuevo
sobre los principales aspectos de la dictadu- proyecto, que ya ha producido importantes
ra franquista, en los que se incorporaban las resultados. Me referiré, en primer lugar,
aportaciones más recientes sobre los distin- a dos obras que han sido coordinadas por
tos temas, tales como la represión, el exilio, dicho historiador: En el combate por la Histo-
los grupos políticos, la economía, la política ria. La República, la Guerra Civil, el franquis-
exterior y el ejército. Asimismo, en 2015 se mo (Viñas, 2012) y Sin respeto por la Historia.
ha procedido a actualizar la historiografía Una biografía de Franco manipuladora (Viñas,
sobre el franquismo. En primer lugar, con la coord., 2015). La primera, como respuesta a
publicación del libro Cuarenta años con Fran- la sorpresa e indignación profesional y éti-
co, coordinado por Julián Casanova (2015), ca que muchos historiadores y ciudadanos
en el que diez prestigiosos historiadores, sufrimos al leer algunas de las entradas del
entre los que se hallan Paul Preston, Ángel Diccionario Biográfico Español de la RAH,
Viñas, Mary Nash y Enrique Moradiellos, que comenzó a publicarse en 2011, refe-
aportan estudios y comentarios sobre los te- rentes a personajes muy cualificados de la
mas en que son expertos, constituyendo la Historia reciente. En ella el lector puede en-
síntesis más actualizada del conocimiento contrar trece capítulos sobre los elementos
sobre la dictadura. Y también con la reali- y aspectos fundamentales de la dictadura
zación de una crítica contundente y siste- franquista, de la pluma de historiadores
mática (Viñas, coord., 2015) a una biografía críticos e independientes, otros dos sobre
tendenciosa del general Franco escrita por las biografías de Franco y Serrano Suñer, de
dos autores (Payne y Palacios, 2015) afines las que es autor Paul Preston, el historiador
ideológicamente a su biografiado. más reconocido como biógrafo de Franco, e
En esta última oleada de publicaciones incluye como epígrafe otro capítulo titulado
sobre Franco y la dictadura franquista ha “La pervivencia de los mitos franquistas”,
dominado una tendencia temática sobre las escrito por Alberto Reig Tapia. La segun-
demás, la de analizar críticamente los mitos da obra consiste en una crítica sistemática
que desde los primeros días de la rebelión de la biografía de Franco ya citada, escrita
militar se han construido en torno a su per- por el historiador norteamericano Stanley
sona y figura, con la declarada intención de G. Payne y el periodista español Jesús Pa-
desmontarlos. Pero esta operación historio- lacios, que la empresa editorial presentaba
gráfica es una tarea que cuenta ya con una como estudio objetivo y riguroso, siendo,
cierta tradición. La editorial Ruedo Ibérico en cambio, que los autores siguen el patrón
de París publicó en 1963 la obra de Herbert del revisionismo historiográfico profran-
R. Southworth, El mito de la cruzada de Fran- quista, manipulando los datos, mintiendo y
co.1 Otro paso señero en la misma dirección obviando obras y autores, que no se ajustan
fue el dado por Alberto Reig Tapia, del que a sus presupuestos ideológicos y metodoló-
la editorial Tecnos en 1995 publicó su libro, gicos. Pero esta obra merece un repaso más
Franco «caudillo»: mito y realidad, en el que detenido que se efectuará más adelante.
hace un repaso por los títulos que más han En segundo lugar, merecen destacarse
adornado la aureola del dictador. también otras dos obras de Ángel Viñas: La
Actualmente, el historiador que más so- conspiración del general Franco y otras revela-
bresale en este trabajo de desmitificación es ciones acerca de una guerra civil desfigurada,
Ángel Viñas. Este investigador, después de publicada en 2011 por la editorial Crítica,
la ingente obra llevada a cabo con su tetra- en la que el autor desmonta el suceso pro-
logía sobre la República durante la guerra videncial que permitió a Franco trasladarse
civil, publicada por la editorial Crítica (Vi- desde Tenerife a Gran Canaria para presidir
ñas 2006, 2007, 2008; Viñas y Hernández el 17 de julio el funeral del general Amado

1 La primera versión de la obra estaba en francés. La versión española es de1964; pero en España no se pu-
blicó hasta 1986 por la editorial Plaza y Janés, de Barcelona.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 136 - pp. 135-141/Glicerio Sánchez Recio


Historiografía de la dictadura franquista en la actualidad

Balmes, muerto oficialmente en un acciden- Deben de destacarse los siguientes capí-


te el día 16. El día 18 se sublevó y tomó el tulos por aportar aspectos novedosos o con-
avión –Dragon Rapide– en el aeródromo de tribuir a la desmitificación del «caudillo».
Gando (Gran Canaria), que lo trasladó a En primer lugar, el escrito por Juan Carlos
Marruecos para ponerse al frente del ejér- Losada (2015) sobre la conspiración y la guerra
cito. El avión estaba en Gando desde el día civil, en el que critica la posición de los his-
14, a primera hora de la tarde. Los análisis toriadores y, en particular la de los citados
de Ángel Viñas sobre la documentación in- biógrafos, que justifican la rebelión militar
ducen a pensar que el general Balmes no contra la Segunda República “por la falta
murió por accidente en el campo de tiro, real de democracia en España y el deterioro
mientras probaba unas pistolas, sino que social”, y la incorporación de Franco a la su-
fue asesinado para dar cobertura al tras- blevación como consecuencia del asesinato
lado del general Franco. Y la segunda, La de Calvo Sotelo. A lo que Juan Carlos Losada
otra cara del Caudillo. Mitos y realidades en responde que la conspiración se había inicia-
la biografía de Franco, publicada por la mis- do inmediatamente después de las eleccio-
ma editorial en septiembre de 2015 (Viñas, nes generales de febrero, en las que fueron
2015a), en la que el autor avanza y profun- derrotadas las derechas; y respecto al asesi-
diza en su trabajo desmitificador, y en cuyo nato de Calvo Sotelo, escribe: “Sin duda este
capítulo quinto titulado, “Franco se hace suceso sacudió la conciencia de Franco pero,
millonario en la guerra y en la posguerra sumamente calculador, para entonces tenía
de la represión”, que podría completar- todos los resortes controlados y los riesgos
se con otras tres palabras [“y el hambre”], eran mínimos. El golpe estaba en marcha y a
coloca a Franco con el solo enunciado en el pesar del regalo que para ello supuso el ase-
mismo nivel que ocupan los dictadores de sinato de Calvo Sotelo, la acción se hubiese
las llamadas repúblicas bananeras. En este producido igual y la incorporación de Fran-
capítulo Ángel Viñas, además de su saber co también se hubiera dado” (p. 140).
como investigador e historiador, echa mano Sobre la represión escriben tres historia-
de su experiencia como economista. Hay dores: José Luis Ledesma (2015), que titula
tres datos que son ineludibles, sobre los su capítulo: Franco y las violencias de la Guerra
que fundamenta su estudio y exposición: el Civil: manual de uso para un retrato blando de
análisis de las cuentas bancarias de Franco, la represión franquista, en el que, refiriéndo-
ante cuyos resultados concluye que “con un se a los biógrafos y a los historiadores que
sueldo no basta. Tampoco dos”; y el segui- mantienen la misma posición, dice que di-
miento de los donativos y regalos recibidos fuminan los contornos de la represión y pro-
por Franco o el Jefe del Estado para aliviar yectan una visión benévola de la responsa-
la escasez de los soldados en el frente y de bilidad de Franco. Para ello, según el autor,
la población civil en la inmediata posgue- reducen al mínimo la atención prestada al
rra, como la “operación café”, cuyo valor o tema y el uso de fuentes, vinculan su origen
beneficios el dictador desviaba a su favor o a la practicada por las fuerzas de la izquier-
al de sus colaboradores más allegados. da y a las dinámicas de las “guerras revolu-
La citada obra, Sin respeto por la Historia. cionarias”, cuestionan sus dimensiones, sos-
Una biografía de Franco manipuladora, merece layan sus formas menos visibles y terribles
una reflexión un poco más detenida porque, consecuencias y emborronan la participa-
a propósito de la biografía escrita por Stan- ción del biografiado (p. 150). Francisco Mo-
ley G. Payne y Jesús Palacios, Ángel Viñas reno Gómez (2015) titula su capítulo: La gran
y sus colaboradores (Viñas, coord., 2015) acción represiva de Franco que se quiere ocultar,
actualizan en buena medida el estado de en el que realiza un exhaustivo trabajo sobre
la cuestión sobre la historiografía del fran- el estado de la cuestión de la represión fran-
quismo a la vez que arremeten contra las quista, haciendo gala de su gran capacidad
manipulaciones, los olvidos, los errores y para el debate historiográfico. Hace un ex-
los mitos en los que incurren o perseveran tenso y detenido recorrido por los diversos
los biógrafos. procedimientos represivos que la dictadura

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 137 - pp. 135-141/Glicerio Sánchez Recio


Historiografía de la dictadura franquista en la actualidad

franquista impuso a todas las personas que Finalmente, Ángel Viñas (Viñas, 2015b)
consideró enemigas o, al menos, poco afi- trata de la política exterior y de las finanzas
nes al régimen y aporta los datos que hoy personales de Franco, titulando su texto: “¿La
se consideran más fiables sobre los que su- «hábil prudencia» de Franco? (política exte-
frieron las diversas formas de represión. Por rior y finanzas)”, y, refiriéndose a la posición
último, Juan José del Águila Torres (2015) que manifiestan los biógrafos citados, dice
escribe sobre la jurisdicción de guerra y las ju- que exageran la primera y minusvaloran la
risdicciones especiales, cuyo texto puede sinte- segunda; es decir, que Franco expresó una
tizarse diciendo que inicialmente se simul- inequívoca intención de entrar en la guerra
taneó la jurisdicción de guerra con las otras junto a la Alemania nazi y que, en cambio,
tres jurisdicciones especiales: Magistraturas fue extremadamente cauteloso en ocultar o
de Trabajo, Responsabilidades Políticas y disimular los procedimientos seguidos para
Masonería y Comunismo. También hay que enriquecerse, tal como el mismo Ángel Vi-
mencionar las leyes penales especiales y ex- ñas (2015a) ha expuesto en la obra ya citada
cepcionales, adoptadas en las diversas fases La otra cara del Caudillo. Mitos y realidades en
de la dictadura, que posibilitaron la celebra- la biografía de Franco.
ción de consejos de guerra. Estos consejos Aparte de la biografía citada y amplia-
bajo ningún concepto pueden caracterizarse mente criticada, debe de traerse a colación,
como Tribunales de Justicia, ya que fueron por estar situada en la misma tendencia
órganos ilegítimos, dependientes y parciales desmitificadora, la obra de Antonio Cazor-
y, por tanto, ejecutores de una vindicta ideo- la (2015), Franco. Biografía del mito, en la que
lógica y política contra ciudadanos, a los que trata de las sucesivas formas en las que los
consideraba sus enemigos con la imposición españoles percibieron la imagen del dicta-
de miles de penas de muerte y cientos de dor, creada y difundida en buena medida
miles de condenas de años de prisión.2 por los servicios de propaganda del régimen
Manuel Sanchis i Marco (2015) escribe y sus corifeos y aduladores.
sobre el pensamiento económico de Franco y la Asimismo, han de mencionarse otras
evolución de la economía durante la dictadura y biografías de Franco. El género biográfico ha
titula su capítulo: “Franco: una rémora para adquirido mucha importancia en las últimas
el desarrollo económico y moral de Espa- décadas impulsado por la tendencia neona-
ña”. Sostiene el autor que Franco es el para- rrativa que ha inundado la historiografía y,
digma del “pensamiento económico vacío”, en este caso, por la relevancia del personaje.
cuya naturaleza reaccionaria y resistencia al Estas biografías se han centrado principal-
cambio supusieron una pesada losa para el mente en la personalidad, la trayectoria y la
bienestar material y moral de España, y con- obra del general Franco, analizadas y vistas
cluye su texto con el párrafo siguiente: desde distintas perspectivas y coyunturas:
durante la guerra civil y persiguiendo la
“Cada vez que la sociedad y la economía españolas han conquista del poder.3
sido convocadas a la libertad han respondido a este desa- La historiografía del franquismo desde la
fío con mayor crecimiento económico y prosperidad mo- perspectiva de género es actualmente un cam-
ral. Todo esto, sin embargo, siempre fue lo que Franco po que suscita tanta demanda entre los lec-
más odió y más profundamente. Precisamente por esto, tores como interés entre los investigadores.
no creo que sea muy arriesgado concluir que Franco se Este campo va mucho más allá de la rela-
resistió todo lo que pudo y más hasta convertirse en la
mayor rémora para el crecimiento económico y la cons-
ción del régimen franquista con el colectivo
trucción de un mundo moral en España. Una rémora de las mujeres, ya que incluye también la
cuyo pensamiento tuvo la magnitud cósmica del vacío forma con la que este colectivo lo percibía
envuelto en la nada.” (Sanchis i Marco, 2015, p. 291). y analizaba. Es evidente que la dictadura

2 Ver también sobre esta cuestión: Sánchez Recio y Moreno Fonseret (2015).
3 En las últimas décadas historiadores como Javier Tusell, Paul Preston, Bartolomé Benassar, Andrée Bachoud
y Juan Pablo Fusi, Carlos Blanco Escolá, entre otros, se ocuparon de diversas facetas de su trayectoria.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 138 - pp. 135-141/Glicerio Sánchez Recio


Historiografía de la dictadura franquista en la actualidad

franquista trató de captar a las mujeres e in- la dictadura franquista desde una doble
corporarlas al régimen a través de las orga- perspectiva: la de la población sometida,
nizaciones políticas del partido único y del las víctimas que fueron represaliadas, pri-
Estado4; pero asimismo es evidente que este vadas de libertad y que tuvieron que simu-
colectivo adoptó una actitud crítica frente al lar la aceptación de un régimen impuesto y
régimen franquista no solo por el trato que mantenido por la fuerza; y desde el interior
le dispensó sino también por la opresión del régimen, para tratar de comprender sus
que la dictadura representaba y ejercía.5 mecanismos de dominación, de captación de
Pero la actitud de las mujeres ante y frente la población y de los procesos de adaptación
a la dictadura franquista estuvo matizada a las sucesivas coyunturas internacionales e
según el movimiento u organización políti- interiores. Álvaro Soto Carmona (2005) es-
ca en que se hallaban enclavadas, tal como tudia al régimen desde la perspectiva de la
se observa en las mujeres católicas y en las crisis final, analizando detenidamente la ins-
que actuaban en el ámbito comunista. Estos titucionalización pero desvelando a la vez
trabajos descubren también otro elemento las divergencias internas que lo conducirían
importante de las tendencias historiográfi- a la crisis. En la misma perspectiva de la di-
cas actuales, como es el de la relación que vergencia se sitúa el libro del autor de este
existe entre la narración y la memoria, muy artículo (Sánchez Recio, 2008), analizando la
especialmente en las que se ocupan de las trayectoria del régimen franquista a través
aportaciones de la memoria y tratan de los de los grupos políticos que lo sostuvieron y
procesos de identidad. Parcela que resulta que ejercieron un protagonismo especial en
muy atrayente para la historia de género.6 alguna de sus etapas. En este mismo hori-
Por último, se hará una referencia a las zonte se halla la obra de Joan María Thomàs
obras de síntesis sobre la dictadura franquista. La (2016), quien subraya la rivalidad que existió
amplia investigación realizada en torno al entre los distintos grupos por el incremento
régimen de Franco ha facilitado la elabora- de su poder. También tiene una especial re-
ción de obras en las que se incorporan las di- levancia la obra de Carme Molinero y Pere
versas tendencias y los resultados obtenidos. Ysàs (2008), en la que analizan el franquis-
No se trata de obras concebidas al modo de mo desde dentro, a través de los debates
los manuales convencionales sino de análi- que se realizaban en las instituciones, prin-
sis sobre la época, el régimen, la sociedad y cipalmente en el Consejo Nacional del Mo-
los grupos políticos, partidarios y contrarios, vimiento, y que se convierten en un reflejo
tratando de comprender la trayectoria segui- tanto de la evolución de la sociedad como de
da desde su implantación hasta la crisis que las divergencias políticas que existían en el
lo conduciría a la disolución, una vez muerto interior del régimen. Antonio Cazorla (2016)
Franco. Aquí se hará referencia a las que se en una obra reciente estudia el franquismo
consideran más significativas: la escrita por desde la perspectiva del crecimiento econó-
Julio Gil Pecharromán (2008), en la que se mico de los años sesenta, que realmente se
hace un seguimiento sistemático de la trayec- basaba en el asesinato, la represión y el con-
toria del régimen, subrayando los elementos trol de los trabajadores. Por último, la obra
más importantes en cada etapa y aquellos escrita por Borja de Riquer (2010), en la que
que suponen algún tipo de innovación, que se hallan bien sintetizadas la investigación
desplegarán su mayor efectividad a partir de realizada y las aportaciones hechas desde las
los años sesenta y que acelerarán más tarde distintas tendencias, que han contribuido a
el proceso de la crisis. Encarna Nicolás (2005) ampliar y enriquecer el conocimiento sobre
analiza asimismo la trayectoria seguida por la dictadura franquista.

4 Véanse las obras de Kathleen Richmond (2004) y Sofía Rodríguez (2010).


5 Para una síntesis de las muchas e interesantes investigaciones habidas en la perspectiva de género, que no
podemos citar por falta de espacio, véase el estado actual de la cuestión en Gloria Espigado (2015).
6 Consultar al respecto los trabajos reunidos por Mary Nash (2013).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 139 - pp. 135-141/Glicerio Sánchez Recio


Historiografía de la dictadura franquista en la actualidad

REFERENCIAS NICOLÁS, E. (2005). La libertad encadenada. Espa-


ña en la dictadura franquista, 1939-1975. Ma-
ÁGUILA TORRES, J.J. (2015). La jurisdicción de drid: Alianza.
guerra y las jurisdicciones especiales. En Vi- PAYNE, S. y PALACIOS, J. (2015). Franco. Una bio-
ñas, A. (coord.). Sin respeto por la historia. Una grafía personal y política. Madrid: Espasa.
biografía de Franco manipuladora. Hispania Nova. RICHMOND, K. (2004). Las mujeres en el fascismo
Revista de Historia Contemporánea, 1, extraor- español: la sección femenina de Falange, 1934-
dinario, 211-242. <http://e-revistas.uc3m. 1959. Madrid: Alianza.
es/index.php/HISPNOV/issue/view/448>. RIQUER, B. de (2010). La dictadura de Franco. Vol.
(Consultado el 8 de abril de 2016). 9 de la Historia de España dirigida por J. Fonta-
CASANOVA, J. (coord.) (2015). 40 años con Franco. nar. Villares. Barcelona: Crítica-Marcial Pons.
Barcelona: Crítica. RODRÍGUEZ, S. (2010), El patio de la cárcel. La Sec-
CAZORLA, A. (2015). Franco. Biografía del mito. ción Femenina de FET y de las JONS en Almería.
Madrid: Alianza. Sevilla: Centro de Estudios Andaluces.
CAZORLA, A. (2016). Miedo y progreso. Los espa- SÁNCHEZ RECIO, G. (ed.) (1999). El Primer
ñoles de a pie bajo el franquismo. 1939-1975. Ma- Franquismo (1936-1959). Ayer, 33, Madrid,
drid: Alianza. Marcial Pons.
ESPIGADO, G. (2015). Las españolas y la acción SÁNCHEZ RECIO, G. (2008). Sobre todos Franco.
política en la historia contemporánea. Los Coalición reaccionaria y grupos políticos. Barce-
diez últimos años de investigación. Ayer, 7, lona: Flor del Viento.
227-239. SÁNCHEZ RECIO, G. y MORENO FONSERET,
GIL PECHARROMÁN, J. (2008). Con permiso de R. (eds.) (2015). Aniquilación de la República y
la autoridad. La España de Franco (1939-1975). castigo a la lealtad. Alicante: Publicaciones de
Madrid: Temas de Hoy. la Universidad de Alicante.
LEDESMA, J.L. (2015). Franco y las violencias SANCHIS I MARCO, M. (2015). Franco: una ré-
de la Guerra Civil. En Viñas, A. (coord.). Sin mora para el desarrollo económico y moral de
respeto por la historia. Una biografía de Franco España. En Viñas, A. (coord.). Sin respeto por la
manipuladora. Hispania Nova. Revista de His- historia. Una biografía de Franco manipuladora.
toria Contemporánea, 1, extraordinario, 150- Hispania Nova. Revista de Historia Contemporá-
182. <http://e-revistas.uc3m.es/index.php/ nea, 1, extraordinario, 257-291. <http://e-re-
HISPNOV/issue/view/448>. (Consultado el vistas.uc3m.es/index.php/HISPNOV/issue/
8 de abril de 2016). view/448>. (Consultado el 8 de abril de 2016).
LOSADA J.C. (2015). La conspiración y la guerra SOTO CARMONA, A. (1999). Historiadores y
civil. En Viñas, A. (coord.). Sin respeto por la primer franquismo. Revista de Occidente, 223,
historia. Una biografía de Franco manipuladora. 103-122.
Hispania Nova. Revista de Historia Contempo- SOTO CARMONA, Álvaro (2005). ¿Atado y
ránea, 1, extraordinario, 136-149. <http://e- bien atado? Institucionalización y crisis del
revistas.uc3m.es/index.php/HISPNOV/ franquismo. Madrid: Biblioteca Nueva.
issue/view/448>. (Consultado el 8 de abril THOMÀS, J.M. (2016). Franquistas contra fran-
de 2016). quistas. Madrid: Debate.
MOLINERO, C. e YSÀS, P. (2008). La anatomía VIÑAS, A. (2006). La soledad de la República. El
del franquismo. De la supervivencia a la agonía, abandono de las democracias y el viraje hacia la
1945-1977. Barcelona: Crítica. Unión Soviética. Barcelona: Crítica.
MORENO GÓMEZ, F. (2015). La gran acción re- VIÑAS, A. (2007). El escudo de la República. El oro
presiva de Franco que se quiere ocultar. En Vi- de España, la apuesta soviética y los hechos de
ñas, A. (coord.). Sin respeto por la historia. Una mayo de 1937. Barcelona: Crítica.
biografía de Franco manipuladora. Hispania Nova. VIÑAS, A. (2008). El honor de la República. Entre el
Revista de Historia Contemporánea, 1, extraor- acoso fascista, la hostilidad británica y la política
dinario, 183-210. <http://e-revistas.uc3m. de Stalin. Barcelona: Crítica.
es/index.php/HISPNOV/issue/view/448>. VIÑAS, A. y HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, F. (2009).
(Consultado el 10 de abril de 2016). El desplome de la República. Barcelona: Crítica.
NASH, M. (ed.) (2013). Represión, resistencias y me- VIÑAS, A. (2011). La conspiración del general Fran-
moria. Las mujeres bajo la dictadura franquista. co y otras revelaciones en torno a una guerra civil
Granada: Comares. desfigurada. Barcelona: Crítica.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 140 - pp. 135-141/Glicerio Sánchez Recio


Historiografía de la dictadura franquista en la actualidad

VIÑAS, A. (2012) (Coord.). En el combate por la Revista de Historia Contemporánea, 1, extraor-


Historia. La República, la Guerra Civil, el fran- dinario, 292-328. <http://e-revistas.uc3m.
quismo. Barcelona: Pasado y Presente. es/index.php/HISPNOV/issue/view/448>.
VIÑAS, A. (2015a). La otra cara del caudillo. Mitos (Consultado el 8 de abril de 2016).
y realidades en la biografía de Franco. Barcelona: VIÑAS, A. (coord.) (2015) Sin respeto por la histo-
Crítica. ria. Una biografía de Franco manipuladora. His-
VIÑAS, A. (2015b). ¿La “hábil prudencia” de pania Nova. Revista de Historia Contemporánea,
Franco? (política exterior y finanzas). En Vi- 1, extraordinario. <http://e-revistas.uc3m.
ñas, A. (coord.). Sin respeto por la historia. Una es/index.php/HISPNOV/issue/view/448>.
biografía de Franco manipuladora. Hispania Nova. (Consultado el 8 de abril de 2016).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 141 - pp. 135-141/Glicerio Sánchez Recio


De largas noches y rupturas lampedusianas.
Franquismo y relato canónico de la educación
española
Juan Mainer
Artículo recibido el 15 de mayo y aceptado el 6 de junio de 2016.
Fedicaria-Aragón

Resumen
A partir del comentario de recientes publicaciones sobre el tema, se reflexiona críticamente
sobre el modelo interpretativo dominante en la historiografía educativa española para el lapso de
tiempo que transcurre desde el final de la guerra civil hasta el momento presente, prestando par-
ticular atención al significado otorgado al periodo franquista. Al tiempo, se sugieren y proponen
enfoques y nuevos problemas que, desde una perspectiva crítico-genealógica, permitan repensar el
devenir del sistema educativo español durante la segunda mitad del siglo XX, así como la perti-
nencia del franquismo como categoría histórico-educativa.
Palabras clave: Historia de la educación; Franquismo; Ruptura y continuidad; Periodización; Mo-
dos de educación.

Abstract
“Francoism and hegemonic discourse in the Spanish education. Long nights and lampedu-
sian breaks
In this paper the dominant interpretive model in the Spanish educational historiography from
the end of the Civil War to the present is critically thought, with particular attention to the mean-
ing given to the Franco period. From a critical and genealogical perspective, new approaches and
problems are suggested and proposed so as to rethink the history of the Spanish system of educa-
tion during the second half of the twenty century as well as the relevance of Franco period as
historic and educational category
Keywords: Capital; History of Education; Francoism; Break and Continuity; Modes of Education.

Una encrucijada para pensar mado institucional emanado del pacto cons-
(históricamente) el presente del titucional de 1978. Aunque, a día de hoy, está
por ver tanto el alcance real de esa supuesta
sistema educativo: límites de un relato
desafección como la posibilidad (siquiera) de
un sujeto colectivo organizado capaz de mo-
Recientemente, Ignacio Martínez de Pi- vilizar y orientar la insatisfacción colectiva
són ha escrito que en España “se respira una hacia la gestación de un nuevo proceso po-
inconfundible atmósfera de fin de etapa”. Un lítico constituyente que pudiera alumbrar un
clima de incertidumbre –no del todo ajena a cambio de ciclo político, democrático, radical
los ecos de una lacerante conciencia de cri- y global –de ello precisamente se hacía eco el
sis global– que el escritor zaragozano refiere anterior editorial de esta misma revista–, pa-
en términos de una creciente “desafección” rece evidente, sin embargo, que en la última
ciudadana respecto de su clase política, de década se ha venido produciendo una cierta
la Monarquía, del proyecto europeo actual- quiebra en el antiguo consenso político e his-
mente existente y, en suma, de todo el entra- toriográfico alrededor de la Transición y sus

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016), pp. 143-150 - 143 -


De largas noches y rupturas lampedusianas. Franquismo y relato canónico de la educación española

benéficos efectos, performativos de la “mo- malidad” y “modernidad” españolas, tam-


dernidad” española.1 Así, la progresiva toma bién interpela y siembra sospechas –al me-
de conciencia de que la desarticulación del nos debería hacerlo, en mi opinión– sobre
franquismo fue el resultado de un proceso de la coherencia y solidez argumentativa del
ruptura pactada y lampedusiana, tutorizado relato hegemónico que sobre los últimos
desde “arriba”, que en buena medida se for- 80 años de la educación española se ha ido
jó en los despachos de las elites burocráticas construyendo a lo largo de las cuatro últi-
y de Estado nutridas en el seno de la propia mas décadas. Un exitoso imaginario social
dictadura, ha terminado por dañar seriamen- erigido merced a la imprescindible colabo-
te el consenso sobre el legado de la Transi- ración y anuencia del campo académico de
ción, que, al menos en el terreno político, hoy los historiadores de la educación2 y otras
parece haber sido patrimonializado por el bi- comunidades de expertos, y al concurso de
partidismo alternante, en horas bajas, y más forjadores de opinión y de las propias ins-
en particular por la derecha españolista del tituciones educativas, las más interesadas
PP y sus retoñadas “marcas blancas”. en pregonar y avalar como insustituible su
Y es que, se quiera o no, esta atmósfera misión social.
transgresora, que cuestiona los consensos Dicho relato hegemónico presenta serias
sobre los que se funda el relato de la “nor- deficiencias de orden epistemológico, meto-

1 En la historiografía, la interpretación legitimadora, triunfalista y acrítica de la Transición y del régimen po-


lítico por ella inaugurado quedó canónica y tempranamente establecida de la mano de historiadores como
Raymond Carr y Juan Pablo Fusi, reforzada sucesivamente por autores como Jordi Palafox, Santos Juliá y
otros hispanistas como David Ringrose. Aunque esta versión oficial, bendecida por los aparatos institu-
cional y mediático, que redundaba en la ostentosa presentación de España como país “normal” y de éxito,
había sido cuestionada casi desde sus comienzos por destacados científicos sociales, como José Manuel
Naredo, José Vidal Beneyto o el propio Carlos Lerena (temprano debelador de tantos pre-ceptos), no fue
hasta el cambio de siglo cuando algunos historiadores como Borja de Riquer y sobre todo Ferrán Gallego
comenzaron a cuestionar desde la academia el “mito”, que no los mitos, de la Transición. Se iniciaba aquí
un trabajo historiográfico, al que no es ajeno el despertar de la memoria histórica, reforzado en el último
lustro en los espacios del pensamiento radical que ha ido erosionado en profundidad tanto la unanimidad
como los fundamentos del molde interpretativo hegemónico, contribuyendo a nutrir un debate público
susceptible de “sembrar semillas para pensar otro futuro colectivo en España” (citando a Pablo Sánchez
de León). Al respecto puede verse la importante obra de Juan Andrade sobre la transmutación de las elites
de la izquierda durante la Transición o, a beneficio de inventario, los trabajos coordinados por François
Godicheau y revisados por Pablo Sánchez León en el volumen Democracia inocua: lo que el posfranquismo ha
hecho de nosotros publicado en ediciones Contratiempo, en 2014.
2 Como ha analizado acertadamente Cuesta (2012), la historia de la educación ha sido tradicionalmente
mester más propio de pedagogos que, propiamente, de historiadores. Ligada a la formación de maestros
y al estudio de la historia de la pedagogía y las leyes educativas, esta corporación académica, aunque ha
venido experimentando un complejo y rico proceso de reconceptualización e institucionalización desde
los años 80 del pasado siglo, adolece de una identidad débil; ello pese a la innegable riqueza temática y de
enfoques que la investigación histórico-educativa ha experimentado en las tres últimas décadas en diálogo
abierto con la historia postsocial y cultural. Paradójicamente, este fortalecimiento epistemológico y socie-
tario del campo, se compadece mal con una presencia académica cada vez más aminorada en el seno del
que, hasta hace poco, había sido su nicho natural de desarrollo: la formación de maestros. Recluido en las
actuales Facultades de Educación y obligado a jugar sus cartas en un terreno dominado por los “teóricos”
de la educación –pedagogos–, su acomodo en la academia, a causa de su propio devenir como subcampo
escolástico de naturaleza híbrida, no resulta sencillo: a menudo ignorado por los historiadores “de oficio”
y desdeñado en su propia casa por el dominio invasivo de la tecnocracia científico-educativa y el instru-
mentalismo didáctico-pedagógico (Mainer, 2014). Al respecto, ver el reciente monográfico “La historia
de la educación ante sí misma” en el número 3(1) de la revista Espacio, Tiempo y Educación y en especial la
interesante autorreflexión que firma Viñao (2016), así como, en otro orden de cosas, el trabajo de Carmen
Sanchidrián sobre la presencia de la disciplina en la base de datos TESEO.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 144 - pp. 143-150/Juan Mainer


De largas noches y rupturas lampedusianas. Franquismo y relato canónico de la educación española

dológico y hermenéutico. Se ha configurado minos comparativos, aunque ensombrecido


desde una perspectiva y una mirada al pasa- por la pugna entre dos proyectos/modelos
do más propia de la pedagogía y sus preocu- educativos3 –socialdemócrata uno, neocon-
paciones que de la historia social y, en todo servador el otro– que no parecen proclives
caso, muy alejada de una perspectiva crí- a reeditar y actualizar un pacto (educativo),
tico-genealógica capaz de problematizar que, en congruencia con la lógica panglosia-
su propio objeto de estudio. Se trata de un na y roma del propio relato que nos ocupa,
enfoque saturado de idealismo, al que sub- se reputa como el desafío más importante
yace un irrefutable concepto de progreso, (y deseable) que tiene ante sí la educación
teleológico y unidireccional, que encuentra española. La ideología del pacto educativo,
en la generalización de la escolarización y que inexplicablemente ha logrado colonizar
en el culto cuasi religioso a las bondades sin el lenguaje político a derecha e izquierda del
cuento de la institución escolar su principal espectro político, forma parte inextricable
argumento probatorio; tautológico donde del relato al haberse convertido en el bálsa-
los haya, pero incuestionablemente eficaz. mo para conjurar el retroceso en un asunto
Muy grosso modo, dicho relato defiende tan sensible para el porvenir como la cualifi-
la existencia de tres rupturas canónicas, de cación del capital humano.
muy distinta significación histórica, opera- En mi opinión, este molde canónico pa-
das en el curso de la contemporaneidad es- rece olvidar –o relegar al territorio de las
pañola: la del reformismo del primer bienio verdades incómodas propias del análisis so-
republicano que, directa o indirectamente, ciológico– que cualquier mirada retrospecti-
llega a ser tildado de revolucionario; la del va sobre el sistema educativo está obligada
franquismo, gestada ya en la guerra civil, a situar a éste en sus relaciones con la totali-
de signo radicalmente contrarreformista y dad social –no únicamente con la esfera po-
destructor del legado republicano; y, final- lítica. La institución escolar y las prácticas
mente, la del pacto constitucional de 1978 sociales que en ella se producen constituyen
que, tras la larga oscuridad precedente, un sistema, dotado de su propio tempo, que
supondría la culminación de un proceso a su vez se inserta como subsistema en la
de normalización y recuperación (iniciado esfera cultural a la que pertenece. Así pues,
de forma harto incompleta e ilegítima en una historia social de la educación requie-
los postreros años de la dictadura) que nos re dotarse de categorías heurísticas que nos
conduciría a la actualidad. Y todo para arri- permitan pensar ese tempo propio –entre
bar a un presente razonablemente dichoso, otras cosas, establecer periodizaciones ade-
avalado por sus éxitos y resultados en tér- cuadas4–, la continuidad y el cambio por

3 Este supuesto antagonismo, que se proyecta en el imaginario colectivo con la imagen torticera de una suerte
de caótico vaivén legislativo, no sólo constituye una prueba palpable de la incapacidad del relato histórico-
educativo dominante para sobreponerse al ruido mediático y a los juegos políticos del bipartidismo turnante
–de ello nos hemos ocupado a menudo en las páginas de esta revista y también en Cuesta et al. (2011)–, sino
que remite, entre otras cosas, a un problema de fondo: la creencia en que son las leyes educativas las que
construyen, per se, las prácticas y las políticas educativas. En este sentido y abundando además en la idea
de interpretar el periodo que va desde la Ley General de Educación de 1970 a la LOMCE de 2014 en clave de
continuidad reformista, recientemente se ha pronunciado con brillantez Cabrera (2016).
4 Véase lo mucho escrito sobre los modos de educación en el marco del Proyecto Nebraska de Fedicaria
(Cuesta et al., 2009), y la poca consideración intelectual que ésta y otras categorías conceptuales –campo
profesional, pedagogos orgánicos del Estado...– han encontrado entre los historiadores de la educación
españoles, bien habituados a las reglas no escritas de la autosuficiencia académico-corporativa. Un recien-
te trabajo de Viñao (2015) publicado en esta revista constituye un peculiar ejemplo de ello, por cuanto,
siendo que está dedicado a reflexionar sobre “uno de los aspectos más debatidos” en los estudios sobre la
educación acerca de las “rupturas, continuidades y discontinuidades” que la guerra civil originó, llama
poderosamente la atención que no exista mención alguna a quienes precisamente hemos planteado los
términos de este debate en clave historiográfica y no sólo ideológica.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 145 - pp. 143-150/Juan Mainer


De largas noches y rupturas lampedusianas. Franquismo y relato canónico de la educación española

encima del pulso corto y fulgurante de las de la educación española (2015), del que nos
coyunturas políticas de ruptura, por trau- ocuparemos más adelante, recoge el grue-
máticas, profundas o duraderas que éstas so de las aportaciones vertidas en un curso
sean. La prodigalidad abusiva con que la universitario celebrado en abril de 2010 y
historiografía educativa recurre a la ruptura que ha sido coordinado por dos destacados
como herramienta explicativa no sólo difi- profesores de la Universidad de La Laguna
culta enormemente la posibilidad de pensar –Antonio Canales y Amparo Gómez.5 Por
críticamente nuestro pasado y nuestro pre- otro, el monográfico de la revista Historia y
sente, sino que incapacita para percibir lo Memoria de la Educación (2016), titulado “Las
que de aquél hay en éste. Digámoslo de una leyes educativas de la democracia a examen
vez: lo que de auténticamente importante ha (1980-2013”, coordinado por la historiadora
ocurrido a lo largo de los últimos ochenta Gloria Espigado y el sociólogo Blas Cabrera,
años de historia de la educación española que, coincidiendo con la controvertida pro-
–la crisis del modo de educación tradicio- mulgación de la LOMCE6, ha servido a sus
nal elitista y la implantación del modo de autores para analizar en profundidad facto-
educación tecnocrático de masas– se explica res y circunstancias que han determinado
mucho mejor poniendo el foco y el énfasis las políticas educativas del postfranquismo
del análisis en la dialéctica cambio-continui- hasta hoy. Pese al indudable interés que pre-
dad que recurriendo al vaivén de sucesivas senta el conjunto de las aportaciones de este
rupturas y cambios de sentido. monográfico, del que no podemos aquí ocu-
Así pues, inmersos en esa atmósfera de parnos in extenso, vienen a reproducirse sin
fin de etapa, encrucijada de percepciones en- apenas matices las tesis centrales del relato
contradas acerca de un pasado paradójico y al que me he venido refiriendo, con la sola y
conflictivo a la que me refería al comienzo, la reconfortante excepción del excelente traba-
“conmemoración”, en 2015, de los primeros jo del profesor Cabrera (2016).
40 años sin Franco se ha convertido en una
buena ocasión para considerar la secuencia
Guerra Civil – Franquismo – Transición.
Creo no aventurarme demasiado al afirmar El franquismo educativo como
que éste es el contexto de preocupaciones e ruptura: límites del empirismo
intereses en el que surgen dos publicaciones
recientes del campo que nos ocupa; cosa A pesar de que la educación bajo el fran-
muy distinta, como se verá, es que la oca- quismo ha sido objeto de algunos estudios
sión haya servido realmente para poner en más o menos sistemáticos –cabe citar el de
solfa las obvias limitaciones hermenéuticas Mayordomo (1999) o los más específicos y
del relato canónico acerca del devenir del recientes sobre el franquismo de guerra de
sistema educativo español que acabamos Ramón López Balsuela, para la enseñanza
de glosar. Por un lado, el libro La larga noche media, y María Pilar Peralta Ortiz, para la

5 Ambos son profesores del Departamento de Historia y Filosofía de la Ciencia, Educación y Lenguaje; el
primero trabaja en el área de Historia de la Educación, es un acreditado contemporaneísta y en la actuali-
dad secretario de la revista Historia y Memoria de la Educación, órgano de expresión de Sociedad Española
de Historia de la Educación (SEDHE); la segunda, en el área de Lógica y Filosofía de la Ciencia, filósofa,
epistemóloga y especialista en historia de la ciencia. Con anterioridad, han coordinado sendas obras colec-
tivas centradas en las relaciones entre ciencia y política durante el siglo XX: un provechoso volumen sobre
la historia de la ciencia española en el franquismo, titulado Ciencia y fascismo, publicado en Laertes en 2009,
y Políticas y desarrollo científico en el siglo XX, publicado en 2013 en Plaza y Valdés.
6 El monográfico se ha confeccionado a partir de las aportaciones presentadas en un curso de verano orga-
nizado por la SEDHE y la Universidad de Cádiz y celebrado en el verano de 2014, que concitó a profesio-
nales de las ciencias de la educación, historiadores y sociólogos como el propio Blas Cabrera, Manuel de
Puelles, Alejandro Tiana o Antonio Viñao.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 146 - pp. 143-150/Juan Mainer


De largas noches y rupturas lampedusianas. Franquismo y relato canónico de la educación española

primaria–, lo cierto es que, hasta mediados rativo por encontrar un lugar especializado
los noventa fue, por motivos obvios, un te- en el campo de la historia del franquismo,
rritorio poco frecuentado por la historia de sin etiquetas, vindicando una suerte de per-
la educación.7 Precisamente por ello, la obra meabilidad con los contemporaneistas en
coordinada por Antonio F. Canales y Ampa- calidad de cultivadores de una parcela rele-
ro Gómez es importante, pero, sobre todo, vante de la historia cultural. No es una de-
sintomática. Importante, porque, pese a sus ducción mía, los coordinadores lo expresan
limitaciones –ni es un estado de la cuestión, con nitidez en las páginas introductorias del
ni lo pretende–, ofrece una visión panorá- volumen: “sería deseable que la educación
mica, no enteramente satisfactoria, de los entrara a formar parte de las facetas de la
años de sangre y hierro, el llamado “primer realidad que los historiadores manejan para
franquismo”8, a través de los temas frecuen- la comprensión del régimen pues se parte
tados por los historiadores de la educación. de que resulta más que relevante para las
Y sintomática, en un doble sentido: de una cuestiones que debate la historiografía” (p.
parte, la obra refleja, con excepciones, la 19).9 Y no se piense que el acercamiento en-
convivencia, más o menos armónica, de vie- tre ambas prácticas historiográficas haya de
jas preocupaciones pedagógicas –ecos bien ser motivo de conflicto o disputa interpre-
audibles de una marca originaria del cam- tativa, toda vez que, como veremos ense-
po histórico-educativo que interviene en la guida, el mentado relato canónico sobre el
selección y tratamiento de los problemas, franquismo educativo en sus dos etapas no
construidos al dictado de la Pedagogía– con sólo no es cuestionado en sus fundamentos
los nuevos enfoques y conceptualizaciones epistemológicos y metodológicos, sino que
propios de la historia cultural y postsocial; sale reforzado en sus tesis al entrar en con-
viejos problemas de fondo, nuevas fuentes, tacto con la historiografía académica sobre
temáticas y miradas. De otra parte, el libro el franquismo.
es síntoma de una renovada voluntad de po- La larga noche de la educación española pre-
der y de saber que expresa el empeño corpo- senta ocho estudios particulares precedidos

7 Sanchidrián y Ortega (2013) han contabilizado y analizado un total de 126 tesis relacionadas de modo
directo con el franquismo educativo defendidas en universidades españolas entre 1976 y 2013; más de dos
terceras partes de ellas a partir de 1996, es decir, en las últimas dos décadas. También resulta significativo
el hecho de que 88 de las 126 fueron realizadas desde el campo de la Pedagogía (Historia de la Educación)
y 38 desde la Historia Contemporánea.
8 La periodización del franquismo educativo ha venido realizándose desde la estricta lógica de las políticas
alumbradas por los sucesivos ministerios del ramo. Así, ha terminado por aceptarse una periodización
que, ancilla de la historiografía política, distingue dos grandes etapas: un “primer franquismo”, época de
destrucción, retroceso y nacional-catolicismo, y un “segundo franquismo” tecnocrático y progresivamente
modernizador que, desplegado a partir de 1957-59, coronó con la Ley General de Educación de 1970. Des-
de mediados de los años 90, esta forma de analizar y explicar la evolución del franquismo, está presente
en todas las visiones de conjunto y en la mejor manualística de la historia de la educación española, desde
Manuel de Puelles hasta Agustín Escolano o Antonio Viñao. Así ocurre también en la, por otra parte, bri-
llante síntesis sobre la educación bajo la dictadura franquista publicada recientemente por Viñao (2014).
9 No pasa desapercibido a quien esto escribe el significado simbólico que adquiere la presencia de historia-
dores de oficio como Antonio Canales, Francisco Morente, Carme Molinero o Gloria Espigado, en calidad
de autores principales de las obras que aquí nos ocupan. En el mismo orden de cosas, resulta reveladora la
progresiva incorporación de temas e historiadores de la educación a los prestigiosos Encuentros de Inves-
tigadores del Franquismo, organizados por la red de Archivos Históricos de CC.OO. desde 1992; lo que va
desde la presentación casi anecdótica de una comunicación del pedagogo salmantino José M. Alfonso al VI
Encuentro (Zaragoza, 2006) a la media docena de trabajos presentados en el de Barcelona (2013) o las más
de diez comunicaciones de tema histórico-educativo presentadas el pasado mes de marzo en la edición
granadina, es buen exponente de ello.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 147 - pp. 143-150/Juan Mainer


De largas noches y rupturas lampedusianas. Franquismo y relato canónico de la educación española

de un, breve y poco comprometido, marco jable practicar un cierto distanciamiento (es-
histórico general a cargo de Carme Moli- pacio-temporal) estratégico; aunque sólo sea
nero. Las temáticas seleccionadas remiten, para permitir que los árboles no nos impidan
por un lado, a los tradicionales análisis de ver la espesura y vastedad del bosque. Sólo el
los diferentes niveles del sistema educativo texto firmado por Francisco Morente lleva a
–enseñanza primaria, bachillerato, univer- cabo un balance muy ponderado del alcance
sidad y formación profesional– y, por otro, de las reformas republicanas que le permite
al tratamiento de dos cuestiones transversa- situar con rigor las dimensiones de la debacle
les, una de naturaleza política, los procesos en el ámbito universitario. Por contraste, el
de depuración del profesorado en las en- énfasis en la idea de ruptura con el inmedia-
señanzas medias, y otra de índole cultural to pasado cuando se habla de la formación
referida a la educación de la mujer bajo el profesional o del reformismo pedagógico
franquismo. El conjunto alberga trabajos de escolanovista de la primera enseñanza, por
desigual factura, ambición intelectual e in- ejemplo, resulta exagerado e incluso falaz y,
terés historiográfico. En todos ellos late la en todo caso, sería muy matizable cuando,
aceptación, más o menos entusiasta, de un por ejemplo, desde la perspectiva de género
principio hermenéutico compartido con po- se identifica al franquismo con un retorno a
cos matices, a cuyo servicio se brindan dosis las prácticas de poder patriarcales y andro-
variables de empiria: el régimen franquista céntricas en la educación como si las tímidas
fue, desde su origen, una poderosa maqui- reformas impulsadas hasta 1936 hubieran
naria de destrucción y liquidación de la obra supuesto un avance apreciable en estos terre-
cultural, científica y educativa del primer nos. Leyendo algunos textos, las tesis de la
tercio de siglo y, particularmente, de la Se- ruptura evocan una narrativa trivial, trillada
gunda República. El conjunto de términos y anecdótica, convertida en un régimen de
y locuciones empleadas para ello –desman- verdad; afortunadamente, no siempre es así.
telamiento, estrepitoso frenazo, volantazo, Una de las colaboraciones más intere-
erradicación, involución, dilapidación, tre- santes del volumen es la de Antonio Cana-
mendo retroceso... – para dar cuenta de la les que presenta una síntesis documentada
ruptura entre el día y la “larga noche”, la de trabajos propios y ajenos sobre el deve-
claridad y la “tiniebla”, es amplísima y, por nir del bachillerato franquista desde la ley
sí misma, digna de estudio. de 1938; defiende la tesis de que el bachille-
Resulta de todo punto incuestionable que rato franquista supuso un claro triunfo de
la guerra civil fue el origen de una catástrofe la Iglesia católica y de su programa, aunque
cultural que obturó y dificultó la evolución no tanto en el ámbito doctrinal como en el
“natural” de la sociedad y la cultura españo- terreno práctico: “la característica más rele-
las en muchísimos aspectos. Ahora bien, la vante de la política franquista con respecto
vesania del franquismo y de su régimen lo es al bachillerato fue una intensa privatización
por sí misma y no precisa convertir en una del sector en favor de los colegios de la Igle-
suerte de Arcadia al régimen político que lo sia” (p., 117). A la luz de esta evidencia, los
precedió, confundiendo sus proyectos con lo debates y tensiones entre falangistas, espe-
realizado atribuyéndole el exclusivo protago- cialmente el malogrado proyecto del na-
nismo de procesos modernizadores (alfabeti- cionalcatólico José Pemartín, y la jerarquía
zación, escolarización, feminización) que, de eclesiástica –bien emparentados con las
suyo, ya habían dado comienzo en el periodo investigaciones de Ismael Saz y otros culti-
clave que se abre tras el final de la Primera vadores de la historia de las culturas polí-
Guerra Mundial, y cuya progresión ascen- ticas– cobran su auténtico sentido por en-
dente, por cierto, no se verá sustancialmente cima de consideraciones menores y sitúan
alterada en los años del franquismo. Frente la atención en lo verdaderamente impor-
a la tentación hagiográfica o condenatoria, tante: el control y la propiedad del sistema
herencia del idealismo pedagógico y del his- escolar. Asunto clave en el que el laicismo
toricismo empirista que acompaña desde su republicano sí había dado algunos pasos
origen a la historia educativa, parece aconse- importantes.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 148 - pp. 143-150/Juan Mainer


De largas noches y rupturas lampedusianas. Franquismo y relato canónico de la educación española

Algo parecido, como se ha anunciado, Marcelino Olaechea. El empeño del profesor


ocurre con la espléndida colaboración de de la Pontificia salmantina por convertir a
Francisco Morente sobre la universidad es- estos paladines del totalitarismo católico en
pañola de los años cuarenta. En unas pocas víctimas desbordadas por las circunstancias,
páginas sintetiza un documentado estado incomprendidas en su tiempo y vilipendia-
de la cuestión sobre temas clave como la de- dos hoy por historiadores “parciales y sesga-
puración, el exilio del personal universitario dos” como Glicerio Sánchez o Ramiro Reig,
o la abrupta interrupción de grupos y redes no sólo persigue menoscabar la solidaridad
académicas consolidadas –en buena medida fundamental que Iglesia y falangistas cató-
a través de la JAE. En diálogo con la obra de licos exhibieron con los valores del Estado
otros autores como Marc Baldó o Jordi Gra- del 18 de julio, al menos hasta el Vaticano II,
cia, partiendo de sus propias investigaciones sino que, en mi opinión, desvía la atención
y haciendo uso de la perspectiva comparada de otras tensiones mucho más reveladoras y
con otros fascismos europeos, sitúa con cla- sintomáticas para el devenir de la educación
ridad la discusión acerca de la fascistización española –verbi gratia el significativo decli-
de la universidad –más profunda de lo que nar de personajes clave como José Navarro
con frecuencia se ha escrito– y proclama su (Alares, 2015) o la progresiva sustitución de
acuerdo básico con las tesis de la ruptura: las elites educativas del Estado (el declive
“los cambios que experimentó la univer- de los pedagogos orgánicos del Estado que
sidad española durante la guerra y como estudiamos en Mainer y Mateos, 2011)–, que
consecuencia de la dictadura franquista, constituyeron signos evidentes de la crisis
difícilmente permiten hablar de continuida- del modo de educación tradicional elitista y
des con el pasado” (p. 213). Empero, ambas del despertar de nuevos procesos (no sólo de
afirmaciones quedan ponderadamente ma- “modernización educativa”, por cierto) que
tizadas –las discusiones y los proyectos en hubieron de cocinarse en el contexto del ple-
torno al modelo de universidad, la posición no franquismo... Y no precisamente de forma
de poder del sector católico, la construcción sorpresiva o como consecuencia de nuevos
del CSIC y el remozamiento de la vida uni- volantazos y decisiones estrictamente políti-
versitaria– en un texto que, no lo olvidemos, cas, tal como se afirma en alguna de las cola-
centra su atención en el franquismo de la in- boraciones de este volumen cuando se alude
mediata postguerra. a los años sesenta o a la ley de 1970: “Tras
El resto de las colaboraciones oscila en- dos décadas de regresión –se afirma en la
tre la faena de aliño que Olegario Negrín Introducción del libro– el régimen optó por
realiza sobre la depuración del profesorado cambiar radicalmente de política (…) el fran-
de bachillerato, reafirmando la validez de quismo remató esta radical rectificación con
datos y fuentes que fueron hace tiempo co- la Ley General de Educación de 1970” (p. 18).
rregidos por el grupo de la Universidad de
Málaga, integrado por Carmen Sanchidrián,
Isabel Grana y Francisco Martín Zúñiga; el Coda
ejercicio fallido de egohistoria que sobre la
situación de la escuela primaria en los años Nos habíamos propuesto en estas pági-
40 firma Salomó Marqués; y la honesta apor- nas el objetivo de cuestionar algunos de los
tación empirista de vuelo rasante que pre- argumentos gruesos de lo que hemos veni-
sentan, por un lado, Teresa González, sobre do denominando relato canónico de la his-
la Sección Femenina en Canarias, y, por otro, toria de la educación española, tan depen-
José Manuel Alfonso. Éste último escribe un diente de la historia política y de sus vaive-
revelador anecdotario sobre las relaciones nes y tan alejado de la lógica y largos ritmos
Iglesia-Estado en los años del debate sobre la temporales que son intrínsecos a su propio
Ley de Enseñanza Media y la firma del Con- objeto de estudio. En este sentido, los cua-
cordato, recurriendo a la relación epistolar renta años de anomalía franquista son to-
entre los tres protagonistas de aquel infaus- davía un territorio con muchas zonas inex-
to mercadeo –Ruiz-Giménez, Plá y Deniel y ploradas y, por seguir la metáfora, minado

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 149 - pp. 143-150/Juan Mainer


De largas noches y rupturas lampedusianas. Franquismo y relato canónico de la educación española

de “verdades”, preceptos y sobreentendidos del campo de la historia de la educación espa-


que actúan como auténticos velos que des- ñola. Con-Ciencia Social, 16, 107-118.
de la perspectiva crítico genealógica que CUESTA, R. et al. (2009). Transiciones, cambios y pe-
aquí defendemos es obligado rasgar. El re- riodizaciones en la historia de la educación. Lulú.
chazo a plantearse preguntas incómodas, la com.
aversión a dotarse de categorías heurísticas CUESTA, R. el al. (2011). Reformas y modos de
propias susceptibles de plantear marcos teó- educación en España: entre la tradición libe-
ricos que permitan mantener un diálogo bi- ral y la tecnocracia. Separata de la Revista de
Andorra, 11.
direccional con los hechos, la ignorancia o la
MAINER, J. (2014). Claves sociogenéticas del
desconsideración de ciertas fuentes sólo por
campo científico de la Pedagogía en España.
el hecho de que puedan cuestionar el molde
En Rabazas, T. (coord.). El conocimiento teórico
interpretativo establecido... no parece ser el de la educación en España. Evolución y consolida-
mejor equipaje para un viaje que requiere, ción. Madrid: Síntesis.
entre otras cosas, de estudio –inspirado en la MAINER, J. y MATEOS, J. (2011). Saber, poder y
epoyé helenística–, autocrítica, generosidad y servicio. Un pedagogo orgánico del Estado: Adolfo
buenas dosis de diálogo interdisciplinar. Maíllo. Valencia: Tirant lo Blanc.
MAYORDOMO, A. (coord.) (1999). Estudios sobre
la política educativa durante el Franquismo. Va-
lencia: Universidad de Valencia.
SANCHIDRIÁN, C. y ORTEGA, F. (2013). Revi-
REFERENCIA PRINCIPAL sión historiográfica de las tesis realizadas so-
bre historia de la educación en el franquismo.
CANALES, Antonio Francisco y GÓMEZ, A. En Molinero, C. y Tébar, J. (eds.). VIII Encuen-
(Eds.) (2015). La larga noche de la educación es- tro Internacional de Investigadores del Franquis-
pañola. El sistema educativo español en la posgue- mo. Barcelona: CEFID, UAB. <http://hdl.
rra. Madrid: Biblioteca Nueva. handle.net/10630/6569>. (Consultado el 30
de marzo de 2016).
VIÑAO, A. (2014). La educación en el franquis-
REFERENCIAS mo (1936-1975). Educar em Revista, 51, 19-35.
<http://www.scielo.br/pdf/er/n51/n51a03.
ALARES, G. (2015). Nacionalsindicalismo e Histo- pdf>. (Consultado el 2 de enero de 2016).
ria. El archivo privado de José Navarro Latorre VIÑAO, A. (2015). Política, educación y pedago-
(1916-1986). Zaragoza: IFC. gía: rupturas, continuidades y discontinuida-
CABRERA, B. (2016). La obediencia de las refor- des (España, 1936-1939). Con-Ciencia Social,
mas educativas a las políticas educativas in- 19, 15-24.
ternacionales. Breve historia de cómo se hace VIÑAO, A. (2016). La Historia de la Educación
camino desde la LOGSE de 1990 a la LOMCE como disciplina y campo de investigación:
de 2013. Historia y Memoria de la Educación, 3, viejas y nuevas cuestiones. Espacio, Tiem-
171-195. po y Educación, 3 (1), 21-42. <http://dx.doi.
CUESTA, R. (2012). Dentro y fuera de juego. Dos org/10.14516/ete.2016.003.001.3>. (Consulta-
libros del Proyecto Nebraska en la periferia do el 30 de marzo de 2016).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 150 - pp. 143-150/Juan Mainer


La “historia con memoria” como
herramienta de futuro
Ramón López Facal
Artículo recibido el 29 de marzo y aceptado el 16 de junio de 2016. Universidad de Santiago de Compostela

Resumen
Se comenta la obra de Raimundo Cuesta “La venganza de la memoria y las paradojas de la
historia”. Se pretende ir más allá de la mera recensión, tratando de promover un diálogo entre las
aportaciones teóricas de Cuesta y la necesaria renovación de la didáctica crítica. El concepto de
“historia con memoria” puede ser de enorme utilidad, pero también parece necesario incorporar
reflexiones didácticas, teóricas y prácticas que no siempre se tienen en cuenta.
Palabras clave: Memoria e historia; Educación crítica; Dimensión ética; Educación histórica; Uso
público de la historia.

Abstract
“History with Memory” as a tool for future
The work of Raimundo Cuesta “La venganza de la memoria y las paradojas de la historia” is
discussed. It is intended to go beyond mere recession, trying to promote a dialogue between the
theoretical contributions of Cuesta and the necessary renewal of critical education. The concept
of “History with Memory” can be extremely useful, but it also seems necessary to incorporate
educational, theoretical and practical considerations that are not always taken into account.
Keywords: Capital; Memory and History; Critical Education; Ethical Dimension; Historical Educa-
tion; Public use of History.

“En un país gana el futuro quien llene el recuerdo, construir imágenes mentales, que nos ayu-
acuñe los conceptos y explique el pasado.” (Michael den a interpretar el mundo que nos rodea.
Stürmer; citado por Reyes Mate en el prólogo del
Hace muchos años que conozco y admi-
libro de Noufuri, 1999)
ro la ácida lucidez de Raimundo Cuesta y
La lectura de la reciente obra de Raimun- sus análisis, poco complacientes, sobre prác-
do Cuesta La venganza de la memoria y las pa- ticas y colectivos que suelen serlo en exceso.
radojas de la historia (2015) me ha traído a la Sus escritos a veces me han deslumbrado,
cabeza la cita de Michael Stürmer, formula- otras me han hecho dudar y alguna vez me
da durante la conocida disputa de los histo- han suscitado incomodidad o desaproba-
riadores alemanes (Historikerstreit) y que Re- ción. Pero nunca me han dejado indiferen-
yes Mate ha reproducido en diversas ocasio- te. Entre sus aportaciones más recientes me
nes. Para construir el futuro que se desea es han interesado especialmente las referidas a
necesario ser capaces de explicar el pasado, memoria e historia.1 Esta perspectiva en la
de manera que permita acuñar conceptos, investigación y análisis del uso público del

1 Raimundo Cuesta se ha ocupado de este tema en trabajos anteriores: Cuesta 2007, 2011a, 2011b y 2014.
Merece la pena destacar el último apartado del artículo publicado en 2014, en el que vincula la “memoria
con historia” con la didáctica crítica, y que no desarrolla ahora en esta obra.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016), pp. 151-155 - 151 -


La “historia con memoria” como herramienta de futuro

pasado constituye un paso adelante y, en plicar el pasado, desde Halbwachs a Haber-


cierta medida, una nueva y fértil línea res- mas y Traverso, pasando por Walter Benja-
pecto al camino iniciado hace ya años sobre min y Horkheimer y, en España, Reyes Mate
la genealogía de la historia como disciplina o Emilio Lledó.
escolar, un campo en el que sus aportaciones
han sido y son fundamentales. La facilidad “Hasta cierto punto se diría que el nuevo imperativo
de acceder a la mayor parte de sus publica- categórico enunciado por Adorno (‘la exigencia de que
ciones, que están disponibles en abierto, me Auschwitz no se repita es la primera de todas la que
exime de detallar aquí la extensa bibliogra- hay que plantear a la educación’) se trasmuta y con-
fía de la que es autor. vierte en una guía para educar contra la barbarie y por
la emancipación, lo que conduce a cultivar y propug-
La venganza de la memoria y las paradojas
nar unos determinados deberes de memoria.” (p. 80).
de la historia se estructura en 14 capítulos
breves. En la primera mitad se realiza una
genealogía de la memoria (De potencia del La filosofía de la memoria emerge de, y
alma a facultad psíquica) excelentemente do- asume, la solidaridad con las víctimas, con
cumentada, incluso erudita, que sirve de el dolor ajeno, con el rechazo de la razón
preámbulo a las complejas relaciones entre instrumental: “la razón [que] encuentra en
historia y memoria a partir del siglo XX. la ciencia y en el beneficio material una ul-
La segunda parte de la obra es, en mi opi- tima ratio por encima del ideal de un justo
nión, la más interesante. Tras resumir, en el bienestar humano” (p. 79). La memoria así
capítulo 7, la resistencia a la irrupción de considerada no es solo, ni fundamentalmen-
la memoria por parte de historiadores tan te, un instrumento de conocer lo que ha su-
prestigiosos como Pierre Nora, Tony Judt y cedido en el pasado sino que es un proyecto
Margaret MacMillan, que “se han erigido en de futuro: la herramienta de liberación para
defensores corporativos del territorio y ju- construirlo que necesita comprender cómo
risdicción de la memoria para tratar el pa- se percibieron los sufrimientos y el dolor de
sado” (p. 60) y de contraponerlos a un uso las víctimas.
público de la historia, que supere la posición La aportación más relevante de la obra
gremial de los historiadores (posición de es un nuevo concepto para desarrollar una
Habermas durante la polémica de los histo- historia con memoria:
riadores alemanes), recurre a Burke quien,
desde la historia cultural, supera las concep- “La combinación de ‘exactitud positivista’ y atención
al sufrimiento debe ser motivo principal de nueva
ciones gremialistas y abre nuevos caminos
alianza de memoria e historia bajo el signo del pensa-
para una historia con memoria: miento crítico. Rigor ‘científico’ e interés emancipato-
rio son estrictamente necesarios y quedan soldados a
“Tanto la historia como la memoria parecen cada vez los supuestos de una historia con memoria, tal como la
más problemáticas. Recordar el pasado y escribir so- que defendemos en este ensayo. Esto es, se propone una
bre él ya no se consideran actividades inocentes. Ni pesquisa genealógica de nuestros problemas sociales de
los recuerdos ni las historias parecen ya objetivos. En hoy.” (p. 100).
ambos casos los historiadores están aprendiendo a te-
ner en cuenta la selección consciente o inconsciente, la La venganza de la memoria y las paradojas
interpretación y la deformación. En ambos casos están de la historia es un libro necesario que deja
empezando a ver la selección, la interpretación y la de-
formación como un proceso condicionado por grupos
al lector, al menos al lector preocupado por
sociales o, al menos, influidos por ellos. No es obra de construir una didáctica crítica, con ganas de
individuos únicamente.” (Burke, 2000, p. 66).2 más, porque…
“(…) los acontecimientos más brutales de la civiliza-
Se realiza un seguimiento esclarecedor ción moderna (desde el genocidio colonialista hasta la
de los orígenes de la recuperación de la me- destrucción masiva de los campos de exterminio de la
moria como instrumento necesario para ex- Segunda Guerra Mundial) tienen dificultad de enca-

2 Citado por Cuesta, p. 61.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 152 - pp. 151-155/Ramón López Facal


La “historia con memoria” como herramienta de futuro

jar en la estrecha horma perceptiva de la historiografía tificado la existencia del conocimiento his-
convencional, porque no cabe concebirlos neutralmen- tórico erudito como base para la enseñanza,
te como distantes acontecimientos observables con fría
pero no se justificaba la enseñanza de la his-
objetividad. El acercamiento a esos fenómenos de vio-
lencia extrema hace inevitable un cierto compromiso toria, porque su función para la vida prácti-
ético desde el presente hacia el pasado, lo que conlleva ca se había perdido. Esa desconexión de la
una evocación difícilmente neutral o meramente ‘cien- asignatura de historia y el sentido práctico,
tífica’.” (pp. 126-127). si por una parte ofreció a la historia el status
de disciplina erudita, por otro generó un va-
Partiendo de una concepción más am- cío sobre su función en la escuela. Este pun-
plia del uso público habermasiano “que to de vista llegó al culmen a mediados del si-
extienda el concepto, por ejemplo, al mun- glo XX, momento en el que la historia formal
do de la educación escolar y de las institu- no se orientó directamente a la esencia del
ciones culturales no formales, en tanto que conocimiento histórico escolar. Los historia-
espacios civiles deliberativos donde se con- dores consideraron que su disciplina podía
frontan memorias sociales” (p. 103), hubiera legitimarse por su mera existencia. Los estu-
deseado, al menos, un epílogo en esta direc- dios históricos y su producción serían como
ción. Aunque espero que Raimundo Cuesta un árbol que produce hojas: “El árbol vive
aborde esta tarea en el futuro. con tal que tenga hojas, es su destino vivir y
El conocimiento histórico, y el uso públi- tener hojas. Se prescindió de dar a la historia
co que se haga de él, constituyen una preocu- cualquier uso práctico o función real en las
pación de primer orden para quienes preten- áreas culturales donde puede servir como
demos promover una educación orientada un medio para suministrar explícitamente
a la comprensión de los problemas sociales una identidad colectiva y una orientación
como base o herramienta para construir un para la vida” (Rüsen, 2010, p. 34).
futuro mejor. Por ejemplo, María Auxiliado- En este contexto es en el que, en mi opi-
ra Schmidt (2015), quien asume las tesis de nión, adquiere especial relevancia la recon-
Jörn Rüsen sobre la didáctica de la historia, ceptualización de la memoria para un nuevo
explica por qué la preocupación por un cono- uso social de la historia realizada por Rai-
cimiento del pasado que sea de utilidad para mundo Cuesta. Se trata de una apuesta muy
construir un futuro, desde el conocimiento enriquecedora para un debate necesario en el
informado, ha sido excluida de las reflexio- que tan solo echo de menos que no se ocu-
nes de los historiadores sobre su propia pro- pe explícitamente de la dimensión didáctica
fesión, siendo sustituida por la metodología en este libro. Es cierto que sobre eso ha es-
de la investigación histórica (Rüsen, 2010, p. crito ya en numerosas ocasiones (por ejem-
27). El resultado ha sido un divorcio entre en- plo, en esta misma revista: Cuesta, 2011b y
señanza e investigación. La educación histó- Cuesta et al. 2005, entre otros) proponiendo
rica se ha considerado una actividad menor, una didáctica crítica basada en la crítica de
secundaria, sin estatus “científico”, limitada la didáctica, no solo de aquella asentada en
a la mera reproducción del saber académico rutinas y tradiciones profesionales sino tam-
para contribuir a las finalidades que, desde el bién de las propuestas alternativas a las que
poder, se esperaba de la escolarización: fun- no reconoce su dimensión crítica. Este enfo-
damentalmente la de formar patriotas. que es el que más dudas me plantea en las
Esa separación, continúa Schmidt, acabó posiciones que viene manteniendo Raimun-
dejando un vacío en el conocimiento his- do Cuesta (y Fedicaria), que, como indico, no
tórico académico, el vacío de su función, están presentes en esta obra al no ocuparse
pues desde el siglo diecinueve, “cuando los específicamente de la dimensión educativa.
historiadores constituyeron su disciplina, Coincido con Cuesta en que “la didáctica crí-
empezaron a perder de vista un principio tica que sugerimos implica una crítica de la
importante, como es que la historia necesita didáctica (de la enseñanza escolar en su esta-
estar conectada con la necesidad social de do actual) y postula, a modo de principios de
orientar para la vida dentro de una estructu- procedimiento, ‘problematizar el presente’ y
ra temporal” (Rüsen, 2010, p. 31). Se ha jus- ‘pensar históricamente’, ambos enunciados

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 153 - pp. 151-155/Ramón López Facal


La “historia con memoria” como herramienta de futuro

consustanciales a esa mirada de tinte genea- nuestros criterios sobre el pasado. Al mismo tiempo, la
lógico (…). De donde se puede inferir que disciplina histórica más valiosa no trata neutralmente
a los brutales esclavistas, a los entusiastas nazis y a
la enseñanza de la historia debe estar orien-
los voraces conquistadores. Los historiadores tratan de
tada hacia el estudio de problemas sociales contener los juicios éticos explícitos sobre actores en el
de nuestro tiempo” (Cuesta, 2014, p. 21). contexto de sus putos de vista, pero cuando todo se ha
Por eso considero que la nueva perspectiva dicho y hecho, si el relato es realmente valioso entonces
emergente o en construcción de una didácti- recurrirán a un juicio ético. Debemos esperar aprender
ca crítica tiene que dialogar y tener en cuenta algo del pasado que nos ayude a afrontar las cuestiones
otras líneas de trabajo, como la desarrollada éticas del presente.” (<http://historicalthinking.ca/
about-historical-thinking-project>; consultado el
en Estados Unidos por K. C. Barton y L. Le- 20 de enero de 2016).
vstik (2004), Levstik y Barton (2008) y Barton
(2009); en Canadá por Peter Seixas en su His- En nuestro país contamos con algunas
torical Thinking Project (2013) o en Alemania iniciativas didácticas que caben ser inclui-
por Jörn Rüsen (2004 y 2005). Pero también das en esta categoría de historia con memoria,
las iniciativas didácticas, mejor o peor fun- aunque sea avant la lettre, y partiendo más
damentadas, que pretenden explorar este ca- habitualmente de un cierto compromiso
mino. Todos ellos tienen en cuenta esos mis- moral de reconocimiento de las víctimas de
mos postulados. Tanto en las reflexiones y cualquier opresión (colonial, racial, política,
análisis teóricos, especialmente los de Rüsen, religiosa, sea pasada o actual) que de una
como en las propuestas didácticas prácticas profunda reflexión teórica o filosófica, aun-
(Seixas, Barton) plantean una enseñanza de que esta también suela estar presente. Me
la historia en la que el conocimiento del pa- refiero a experiencias como las del colectivo
sado se utiliza como una herramienta para de profesores asturianos “Eleuterio Quin-
explicar problemas, limitaciones e injusticias tanilla”3, ocupado en elaborar materiales
del presente y proporcionar herramientas in- educativos alternativos a los discursos es-
telectuales para pensar, desear y construir un colares tradicionales sobre problemas como
futuro basado en la equidad, la justicia y la las migraciones, la diversidad cultural, el
solidaridad. Rüsen, por ejemplo, considera racismo o el Holocausto, rompiendo las ab-
que la enseñanza de la historia tiene que in- surdas fronteras disciplinares que parcelan
corporar una dimensión ética que constituya el conocimiento escolar. O, en otro sentido,
una orientación para la vida y el futuro, para experiencias de formación de profesorado
lo que es necesario problematizar el presen- (que trasladan posteriormente a escolares
te y utilizar el conocimiento del pasado para de Educación Primaria) en las que las vícti-
proporcionar pautas que lo expliquen y ayu- mas de la guerra civil se hacen visibles fren-
den a tomar decisiones informadas. Y son si- te a un pasado ocultado o invisible, y que
milares los principios que informan proyec- resulta insólito ver en este nivel educativo
tos para el aula en algunos países, como el –Educación Primaria– cuando lo insólito de-
que ha impulsado Seixas en Canadá: bería ser su exclusión (Domínguez Almansa
y López Facal, 2015). Son solo dos referen-
“¿Estamos obligados a recordar a los soldados caídos cias entre otras posibles.
en la I Guerra Mundial? ¿[En Canadá] debemos com- Considero que una didáctica crítica de
pensar a las víctimas de los países colonizadores por las
los conocimientos sociales, junto a la nece-
residencias escolares construidas para los aborígenes,
o a los descendientes de quienes pagaron el impuesto saria reflexión (y rigurosa fundamentación)
como inmigrantes chinos? En otras palabras ¿qué res- teórica, como la que nos ofrece Raimundo
ponsabilidades nos imponen hoy los crímenes y sacri- Cuesta, debe tener en cuenta las experien-
ficios de la historia? cias de aula, porque solo será eficaz si aque-
Estos interrogantes son una parte de la dimensión éti- lla llega a la práctica escolar. Tenemos por
ca de la historia. La otra parte tiene que ver con los delante un largo y difícil camino en el que
juicios éticos que hacemos de las acciones históricas.
Ello nos crea una difícil paradoja. Adoptar una pers-
será necesario sumar el rigor científico con
pectiva histórica implica que comprendemos las dife- el deseo de construir otro futuro. Voluntad y
rencias entre nuestro universo ético y el de las socieda- razón que solo tendrán sentido si comparti-
des pretéritas. No queremos imponer anacrónicamente mos una misma dimensión ética.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 154 - pp. 151-155/Ramón López Facal


La “historia con memoria” como herramienta de futuro

REFERENCIA PRINCIPAL DOMÍNGUEZ ALMANSA, A. y LÓPEZ FACAL,


R. (2015). Paisajes invisibles, patrimonios en
Cuesta, Raimundo (2015). La venganza de la conflicto: experiencias en la formación del
memoria y las paradojas de la historia. Lulu.com. profesorado y la educación primaria. En
136 pp. Hernández Carretero, A.M., García Ruiz, C
R., De la Montaña Conchiña, J.L. (Eds.). Una
REFERENCIAS enseñanza de las ciencias sociales para el futuro:
Recursos para trabajar la invisibilidad de per-
BARTON, K.C. (2009). The denial of desire: How sonas, lugares y temáticas. Cáceres: Universi-
to make history education meaningless. En dad de Extremadura-AUPDCS, pp 713-720.
Symcox, L. y Wilschut, A. (Eds.). National His- <http://didactica-ciencias-sociales.org/
tory Standars. The problem of the canon and the wp-content/uploads/2013/07/2015-cace-
future of teaching History. Charlotte, NC: Infor- resR.pdf>. (Consultado el 11 de noviembre
mation Age Publishing, pp. 265-282. de 2015).
BARTON, K.C.; LEVSTIK, L. (2004). Teaching His- LEVSTIK, L.; BARTON, K.C. (2008). Researching
tory for the Common Good. Nueva York-Lon- History Education: Theory, Method, and Context.
dres: Routledge. Nueva York- Londres: Routledge.
BURKE. P. (2000). La historia como memoria co- NOUFURI, H. (1999). Tinieblas del crisol de razas.
lectiva. Cap. 3 de Burke, P. Formas de historia Buenos Aires: Cálamo.
cultural. Madrid: Alianza, pp. 65-85. RÜSEN, J. (2004). Historical Consciousness: Na-
CUESTA, R. (2007). Los deberes de la memoria en la rrative Structure, Moral Function and On-
educación. Barcelona: Octaedro. togenetic Development. En Seixas, P. (Ed.).
CUESTA, R. (2011a). Memoria historia y educa- Theorizing historical consciousness. Toronto:
ción. Genealogía de una singular alianza. En University of Toronto Press, pp.63-85.
Lomas, C. (coord.). Lecciones contra el olvido: RÜSEN, J. (2005). History: Narration, Interpreta-
memoria de la educación y educación de la memo- tion, Orientation. Nueva York: Berghahn.
ria. Madrid: Ministerio de Educación, Cultura RÜSEN, J. (2010): Didática da História: passado,
y Deporte, pp.163-195. presente e perspectivas a partir do caso ale-
CUESTA, R. (2011b). Historia con memoria y di- mão. En Schmidt, M.A., Barca, I., Martins,
dáctica crítica. Con-Ciencia Social, 15, 85-92. E.R. (org.). Jörn Rüsen e o ensino de História.
CUESTA, R. (2014). Genealogía y cambio concep- Curitiba: Editora da UFPR, pp. 23-40.
tual: Educación, historia y memoria. Archi- SCHMIDT, M.A. (2015). Globalización y la
vos Analíticos de Políticas Educativas, vol. 22, política de formación del profesor de histo-
pdf 23. <htpp://epaa.asu.edu/ojs/article/ ria en Brasil. Revista Perspectiva Educacional,
download/1527/1226>. (Consultado el 15 de Formación de Profesores, 55 (1), 38-50. <http://
enero de 2016). www.perspectivaeducacional.cl/index.php/
CUESTA, R.; MAINER, J.; MATEOS, J.; MER- peducacional/article/view/357>. (Consulta-
CHÁN. F.J. (2015). Didáctica crítica: allí don- do el 5 de noviembre de 2015).
de se encuentran la necesidad y el deseo. Con- SEIXAS, P. (2013). The Big Six Historical Thinking
Ciencia Social, 9, 17-54. Concepts. Boston: Cengange Learning.

3 <http://www.proyectos.cchs.csic.es/integracion/es/content/grupo-eleuterio-quintanilla>; o también
<http://educacion.gijon.es/page/13152-grupo-eleuterio-quintanilla> (Consultado el 20 de enero de 2016).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 155 - pp. 151-155/Ramón López Facal


El éxito de PISA y el poder de las
clasificaciones
Julio Carabaña
Universidad Complutense de Madrid
Artículo recibido el 27 de mayo y aceptado el 13 de junio de 2016.

Resumen
Si fuera usted profesor de Educación Física, ¿aceptaría ser evaluado por el desarrollo corporal
de sus alumnos? Y si el evaluador le advirtiera de que el criterio no es válido, ¿insistiría usted aún
así en contratarlo? Pues justamente eso hacen los países que participan en PISA con la educación
intelectual. ¿Cómo se explica el éxito de PISA? Un factor importante es su elevada calidad técni-
ca; otro su capacidad de fusionar ideologías opuestas; y un tercero la habilidad para no enemistarse
mucho con nadie. Pero el elemento decisivo está en la irresistible atracción que ejercen los rankings
sobre los contendientes políticos.
Palabras clave: PISA; Rankings; Burocracias internacionales; Evaluaciones; Ideologías.

Abstract
PISA success and power of the rankings
If you were a physical education teacher, would you accept to be evaluated by the physical
development of your students? And if the evaluator warns you that the criterion is not valid,
would you insist in using it? That’s what the countries participating in PISA do with intellectual
education. How the success of PISA may be explained? An important factor is its high technical
quality; secondly, its ability to merge opposing ideologies; and a third element is the skill to avoid
problems with participants. But the decisive component of PISA is the irresistible attraction of
political contenders to rankings.
Keywords: Capital; PISA; Rankings; International Bureaucracies; Evaluations; Ideologies.

El 6 de Mayo de 2014, The Guardian pu- mejorarlo. Al final de la carta, los autores
blicó una carta abierta dirigida a Andreas plantean la cuestión que Juan Mainer, si
Schleicher, director del Programa Interna- bien con otras palabras, me propuso tratar
cional para la Evaluación de los Alumnos en este breve texto para el último número en
(PISA) de la OECD (Organización para la papel de Con-ciencia Social:
Cooperación y el Desarrollo Económicos).
La carta venía firmada por cerca de cien au- “No logramos comprender cómo su organización se
toridades en materias educativas, la mayor ha convertido en el árbitro global de los medios y fines
parte de ellos profesores en universidades de la educación en todo el mundo... Al llevar a muchos
gobiernos a una competición internacional por pun-
de habla inglesa; alcanzó notable difusión tuaciones más altas, la OECD ha asumido el poder
en la prensa, y fue reproducida y comenta- de conformar la política educativa en todo el mundo,
da en multitud de foros; contenía diversas sin debate sobre la necesidad o las limitaciones de los
críticas a PISA, con algunas propuestas para objetivos de la OECD”.1

1 La carta puede leerse íntegramente en: <http://www.globalpolicyjournal.com/blog/05/05/2014/open-letter-


andreas-schleicher-oecd-paris>. Existe una traducción al castellano de Gerardo Barboza en la revista electróni-
ca de Pedagogía Odiseo: <http://odiseo.com.mx/marcatexto/2014/05/carta-abierta-para-andreas-schleicher-
ocde-paris>. (Nota del revisor de Con-Ciencia Social; consultas realizadas en Internet el 10 de junio de 2016).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016), pp. 157-163 - 157 -


El éxito de PISA y el poder de las clasificaciones

Me han planteado, y he planteado, esta las características del emisor, aunque, como
misma pregunta muchas veces, con insisten- se verá, resultará que las decisivas son las
cia tanto mayor cuanto más claramente he del receptor.
ido viendo la irrelevancia de PISA para las
escuelas y para los gobiernos. A primera vis-
ta, es una cuestión como otra de Sociología El emisor
del Conocimiento, esa disciplina cuyos ante-
cedentes remotos se encuentran en la teoría La OECD es una organización interna-
de las ideologías de Marx, cuyos fundadores cional sostenida por una sociedad de esta-
cercanos son Karl Mannheim y Robert Mer- dos miembros con el fin de producir ciertos
ton y cuyo objeto son las condiciones socia- servicios; como toda organización, una vez
les en las cuales se generan y se difunden puesta en pie, adquiere una dinámica pro-
las ideas de todo tipo, desde las científicas a pia, basada en prolongar su existencia y en
las supersticiosas. Para mí, sin embargo, es aumentar su importancia. Lo principal para
más que eso, porque habiendo confirmado, la Organización (en realidad, para los que
tras no poco estudio, la sospecha de que las viven de ella) es que se apruebe cada año un
pruebas PISA carecen de validez para medir presupuesto mayor para actividades cada
los resultados de los sistemas educativos, vez más ambiciosas. Para conseguir estos
no puedo evitar que me resulte particular- objetivos, la organización tiene que conten-
mente lacerante la universal aceptación de tar a sus miembros, más quizá a los que más
la validez de PISA, más, si cabe, cuando los contribuyen al presupuesto, sin enajenarse a
mismos informes PISA advierten de esa fal- ninguno y procurando siempre un consenso
ta de validez. El éxito de PISA resulta tan entre ellos. Esto, que puede parecer tan ob-
enigmático e intrigante como el de un cre- vio, es una síntesis, quizás no muy rigurosa
cepelo que se vendiera con el aviso (en letra pero suficiente, de las teorías de la burocra-
pequeña, pero bien legible) de que no se han cia puestas en circulación desde los años se-
encontrado indicios de su eficacia. senta por teóricos como Buchanan, Tullock,
La pregunta me resulta urgente, pero, Downs, Olson o Niskanen.
cuando intento buscar una respuesta, me En los ochenta asistí durante tres años a
encuentro en la incómoda situación de que las reuniones bianuales del Comité de Edu-
mi dominio de esta rama de la Sociología cación de la OECD (de donde luego saldría
del Conocimiento es muy precario, y cada lo que es PISA) y tuve ocasión de constatar
vez que se me ocurre una explicación pienso con qué exactitud los funcionarios confir-
que con toda seguridad eso ya está publica- maban estas teorías. Por boca del director
do, y mejor, en alguna revista que no llego a general de Educación de la OECD hablaban
leer. Advierto, pues, de que lo que sigue no menos de una decena de técnicos que inten-
es resultado de una investigación sociológi- taban mantener su trabajo e incluso mejorar-
ca, sino sólo la manera en que ve la cosa un lo convenciendo al Comité de la relevancia
sociólogo aficionado. de sus informes e investigaciones. Tras ga-
Partiré para el ensayo de explicación de nar Ronald Reagan las elecciones por segun-
esta que podríamos llamar “paradoja de da vez, fue nombrado representante de Es-
PISA” de una distinción obvia: el éxito de tados Unidos un hombre joven, arrogante y
cualquier mensaje puede explicarse por las no muy culto enviado con la firme intención
características del emisor o por las caracte- de que en la OECD se respetaran los pun-
rísticas del receptor. El paradigma de Las- tos de vista del país que aportaba el 40% de
swell estudia los medios de comunicación su presupuesto. Fue un pequeño terremoto
de masas desde el punto de vista del emisor: para el Comité. El presidente, un alemán de
quién dice qué, a quién, por qué medio y tendencia socialdemócrata, propuso crear
con qué efectos. El paradigma de los “usos y una ponencia especial para el asunto, que se
gratificaciones” adopta el punto de vista del reunió en una villa junto al lago de Como;
receptor: qué hace la gente con los medios, el hombre de Reagan organizó un seminario
cuándo los usa y para qué. Comenzaré por en Washington, y finalmente resultó que el

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 158 - pp. 157-163/Julio Carabaña


El éxito de PISA y el poder de las clasificaciones

término excelencia pasó a ocupar un puesto que las escuelas deben preparar a los jóve-
destacado en el vocabulario del Comité, que nes para la vida. Cierto que a continuación
no por ello dejó de hablar de la participación identifican lo necesario para la vida con el
de los padres, las escuelas eficaces y el clima concepto de capital humano, lo cual, efecti-
de los centros. Al poco tiempo veía la luz el vamente, suena economicista. Pero es que la
famoso informe A Nation at Risk, elaborado OECD define el capital humano en términos
por una Comisión Nacional sobre Excelen- muy parecidos a los que echan de menos los
cia en Educación, que advertía sobre la de- firmantes de la carta: “conocimiento, destre-
cadencia de las escuelas de Estados Unidos zas, competencias y otros atributos ligados
y proponía medidas varias para atajarla, to- a las personas que son relevantes para el
das, por cierto, de bajo coste. bienestar personal, social y económico”. Por
PISA es una unidad sorprendentemente este orden.
pequeña dentro de la OECD. Su núcleo está ¿Meras palabras? De la definición de
formado por menos de diez técnicos jóvenes, capital humano podemos desconfiar. Los
que se encargan del análisis de los datos, comités que han diseñado las pruebas han
la redacción de los informes y su difusión. sido escogidos entre los pedagogos más pro-
De fuera de la OECD vienen los comités de gresistas de Europa y América.
académicos que acuerdan las directrices de El responsable de la redacción del marco
las evaluaciones y aceptan las pruebas. Un para la evaluación de Matemáticas fue Jan
director (Andreas Schleicher) los coordina y de Lange, director del Instituto Freudenthal
organiza la difusión de los resultados. Eso para la enseñanza de las matemáticas de la
es todo. No hay ningún espíritu, ni santo ni Universidad de Utrecht. El Instituto Freu-
diabólico, que los inspire salvo el interés en denthal lleva el nombre de su fundador,
que PISA siga y crezca, convenciendo cada un discípulo de Jan Brouwer, padre de la
tres años a más países. No hay duda de que filosofía intuicionista en Matemáticas. Hans
hasta ahora han tenido un éxito notable, por Freudenthal se dedicó en sus últimos años a
no decir espectacular. ¿Cómo lo han conse- la didáctica de las matemáticas, campo en el
guido? Muy sencillo, desde su punto de vis- que adquirió renombre internacional como
ta: procurando contentar a todo el mundo, defensor de la una enseñanza “realista”
poniendo una vela a Dios y otra al diablo, (RME, “Realistic Mathematics Education”)
dando una de cal y otra de arena... El famoso basada en tomar como punto de partida la
sociólogo Pierre Bourdieu se puso soberbia- experiencia de la vida cotidiana en lugar del
mente por encima de las ideologías políticas formalismo de axiomas y teoremas. Freu-
de su tiempo hablando de la mano derecha denthal creía que la mejor manera de en-
y la mano izquierda del Estado. PISA no tie- señar matemáticas era que los alumnos las
ne dos manos, pero sí dos lenguas, o por lo redescubrieran mediante problemas de la
menos una lengua con dos timbres, el neoli- vida diaria; para la RME el pensamiento
beral y el socialdemócrata, el economicista y matemático debe derivarse de la realidad
el humanista. circundante y aplicarse a dicha realidad.
Dice la carta de los casi cien expertos a A. Salta a la vista el parentesco de esta escuela
Schleicher que la OECD, como organización holandesa con las corrientes construccionis-
dedicada al desarrollo económico, “está na- tas representadas en España por los movi-
turalmente sesgada a favor de la función mientos de renovación pedagógica y con-
económica de las escuelas; pero preparar vertidas en oficiales tras la LOGSE.
a los jóvenes para el empleo no es el único La presidenta del Comité de Ciencias fue
papel de la educación, y ni siquiera el prin- Wynne Harlen, una pedagoga inglesa que
cipal, que es preparar a los alumnos para la había comenzado su carrera como maestra,
participación en el autogobierno democráti- dotada de una notable capacidad de movi-
co, la acción moral y una vida de desarro- lización y cuyas ideas alcanzaron amplia
llo, crecimiento y bienestar personales”. Es difusión. Harlen sostiene que el curriculum
un reproche injusto. Los marcos teóricos de de ciencias naturales en la escuela primaria
las evaluaciones PISA hablan siempre de debe basarse en unas cuantas grandes ideas

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 159 - pp. 157-163/Julio Carabaña


El éxito de PISA y el poder de las clasificaciones

sobre la naturaleza y sobre la ciencia; sus prácticamente fundirlos. La víctima princi-


puntos de vista se incorporaron a PISA llave pal de esta convergencia no son los “obje-
en mano, incluyendo el énfasis en su aplica- tivos menos mensurables o no mensurables
ción a la vida real; pero no a la vida cotidia- de la educación, como el desarrollo físico,
na, como las matemáticas de Freudenthal moral, cívico o artístico”, como sostiene la
(v.gr. el fuego más fuerte no cuece más rá- carta de los expertos. PISA no deja fuera es-
pido, no conviene beber alcohol metílico, los tos aspectos más que cualquier examen de
fuegos grandes no se apagan soplando), sino los que hacen a diario los profesores. La víc-
a las grandes cuestiones de nuestro tiempo, tima principal de esta cuasi fusión entre eco-
como la contaminación, la capa de ozono o nomicismo y progresismo pedagógico son
el calentamiento global. Harlen es bien co- los contenidos curriculares, que PISA deja
nocida en España por libros como Enseñanza fuera del capital humano y pretende dejar
y Aprendizaje de las Ciencias (Morata, 2007)2. fuera de la escuela.
En cuanto a la lectura, PISA incorporó Fuera del capital humano. Según PISA,
lo que en el Marco de Evaluación llama el es inútil para la vida todo lo que sus prue-
“concepto contemporáneo” de alfabetismo bas dejan fuera. Resulta raro que una orga-
(literacy), que viene de una larga tradición nización que considera las escuelas desde
de estudios sobre alfabetización de personas el punto de vista de su contribución a la
adultas iniciada en Estados Unidos y Cana- economía sostenga que el álgebra, el cál-
dá y extendida luego por toda la OECD, culo integral y todas las matemáticas y las
primero para adultos y luego para adoles- ciencias que se han incorporado a los planes
centes. El autor del diseño PISA en lectura de estudio escolares durante el siglo XX no
fue Irwin Kirsch, director de los más impor- contribuyen directamente al desarrollo de
tantes estudios de alfabetización de adultos la economía sino a lo sumo indirectamente,
en Estados Unidos y a la sazón responsable como medios para desarrollar la capacidad
de los mismos en el Educational Testing Ser- de resolver problemas en general. Quizás
vice (ETS) de Estados Unidos. La definición sea esto consecuencia de que la OECD ha
de “literacy” incorporada a PISA, adoptada querido ampliar sus perspectivas más allá
en su momento por un “comité de expertos de la economía y pretende considerar las es-
de los negocios, la industria, los sindica- cuelas en relación con la vida en general, no
tos obreros, el gobierno, la investigación y solo con la productividad. Esta ampliación
la educación de adultos” junto con el ETS, a la “vida real” incluye no sólo el trabajo
incluye decididamente todas las exigencias sino también el consumo, la ciudadanía, la
humanistas de los firmantes de la carta: “La política y puede que el desarrollo del espíri-
literacia consiste en comprender, utilizar, re- tu. Pero junto con esta ampliación se opera
flexionar sobre y comprometerse con los tex- una reducción, que consiste en que “la vida
tos escritos para alcanzar los propios objeti- real” incluye únicamente la vida cotidiana,
vos, desarrollar el conocimiento y potencial la vida común al trabajador, al consumidor
personales, y participar en la sociedad”.3 y al ciudadano, excluyendo todo lo particu-
Es muy probable que una parte impor- lar, que es enviado al limbo de una supuesta
tante de la universal aceptación de PISA se “irrealidad”. La paradoja está en que preci-
deba a haber llevado esta convergencia en- samente lo particular, la división del trabajo,
tre la teoría del capital humano, que forma es lo decisivo para la economía.
parte de los principios fundacionales de la Fuera de la escuela. Ninguna evalua-
OECD y los puntos de vista constructivis- ción cubre la totalidad de los objetivos de
tas incorporados a las pruebas PISA, hasta las escuelas, pero en vez de reconocer esto

2 Existen varias ediciones anteriores. (Nota del revisor de Con-Ciencia Social).


3 OECD (2010). PISA 2009 Results: what students know and can do. Vol. I, p. 24. OECD Publishing. (Nota del
revisor de Con-Ciencia Social).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 160 - pp. 157-163/Julio Carabaña


El éxito de PISA y el poder de las clasificaciones

como una necesaria limitación, PISA se pro- memorismo recordando la lista de los reyes
pone imponer lo que mide como lo único godos, o produciendo metáforas que con-
importante. Los contenidos curriculares, las traponen el almacenamiento a la actividad
lenguas y la historia, las matemáticas y las o recordando anécdotas sobre genios rebel-
ciencias son, si acaso, medios para desarro- des en la escuela, pero que nunca han sido
llar competencias más generales. capaces de demostrar seriamente la viabili-
El quid pro quo entre “el conjunto de la dad de su propuesta. (PISA, por cierto, no
vida” o “la vida en general” y “la vida co- logra demostrar que los resultados en sus
mún a todos”, la reducción del todo a lo pruebas sean mejores cuando los profesores
común a todos, paradójica desde el puno desplazan el énfasis de los contenidos a su
de vista de la economía, es afín al quid pro aplicación, aunque lo intenta con las Mate-
quo en que incurren los pedagogos cuan- máticas en el primer volumen del Informe
do pasan de preguntarse por lo que deben sobre 2012).
hacer los niños en la escuela a preguntarse Este equilibrio entre economicismo y
qué debe hacer la enseñanza básica con los progresismo se intenta mantener en la di-
niños. La pregunta centrada en el niño per- fusión de los resultados tanto como los aná-
mite responder en términos individuales lisis de los datos lo permiten y a veces un
que se trata de desarrollar las capacidades poco más. No hay duda de que los analistas
de cada uno, sea la general de resolver pro- de PISA se ganan el sueldo; por ejemplo,
blemas en la vida cotidiana o la particular con los datos de 2012 han redactado los seis
de jugar al ajedrez, tocar un instrumento volúmenes del Informe, más varios estu-
musical, aprender idiomas, construir trenes dios monográficos, con un dominio notable
eléctricos o desarrollar juegos informáticos. tanto de las técnicas estadísticas como del
La pregunta centrada en la escuela invita a estilo literario impersonal propio de la or-
responder en términos generales que se tra- ganización. Del contenido de este pozo casi
ta de proporcionar a todos los alumnos los sin fondo, en el que pocos se aventuran, han
mínimos necesarios para la vida adulta, en seleccionado luego los resultados a difundir
el entendimiento de que aprenderán lo par- en folletos, ruedas de prensa y conferencias,
ticular en otra parte. Quizá en Internet, don- todo ello procurando no herir las sensibili-
de está toda la información, quizá en escue- dades políticas dominantes. Ningún equili-
las profesionales, quizá en la vida misma. Es brio es perfecto, pero si algún sesgo tiene la
en este punto del desprecio de lo particular divulgación de los resultados de PISA, éste
donde confluyen las definiciones del capital no es de signo neoliberal, sino más bien al
humano, general o abstracto, con corrientes contrario: invertir en educación es impor-
pedagógicas como las de la literacia de adul- tante, los sistemas comprensivos son más
tos, la de Freudenthal o la de Harlen. equitativos y más eficientes que los segre-
No es fácil dilucidar quién ha influido gados, hay una preocupante brecha entre
más en esta pretensión de expulsar los con- chicos y chicas en Matemáticas, la escuela
tenidos curriculares de la enseñanza, si los infantil fomenta la equidad y mejora los
doctrinarios de la economía o los de la di- resultados, la equidad no está reñida con
dáctica. Pero creo que caben pocas dudas la excelencia, funcionan mejor las escue-
de que se trata de un punto de vista ape- las con más disciplina, lo más importante
nas defendido en las empresas y profun- son los profesores, los centros privados no
damente arraigado en las escuelas. PISA tienen mejores resultados que los públicos
sigue aquí la estela de miles de pedagogos una vez controlado el origen familiar de
y profesores que antes que ella han afir- los alumnos, no hay relación entre la com-
mado la conveniencia, si no la necesidad, petencia entre escuelas y las puntuaciones,
de centrar la enseñanza en la resolución la repetición de curso no mejora los resul-
de problemas, o en el descubrimiento del tados, funcionan mejor los sistemas donde
saber, o en su construcción, más que en la las escuelas tienen más autonomía solo si
adquisición de conocimientos; educadores además rinden cuentas... Un largo etcétera
que justifican su doctrina al caricaturizar el puede verse en la serie de folletos PISA in

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 161 - pp. 157-163/Julio Carabaña


El éxito de PISA y el poder de las clasificaciones

Focus4. Es cierto que lo relativo a la autono- pudiera haber surtido efecto ninguna medi-
mía y la rendición de cuentas ha gozado de da política tomada tras 2000), con lo que los
cierta predilección, pero hay que tener en informes PISA dejaron de hablar del asunto.
cuenta que es de lo poco positivo que PISA No obstante, sigue siendo posible apreciar
puede ofrecer, y lo que mejor el MECD es- en los informes PISA un sesgo favorable a
pañol podría aceptar. la comprensividad; por ejemplo, la mejora
No siempre, desde luego, se consigue de Polonia en las puntuaciones se atribuye
contentar a todo el mundo. Por ejemplo, a la a haber retrasado un año la separación entre
propia OECD. Como los casi cien autores de Bachillerato y FP. En general, los informes
la carta apuntan, la OECD tiene un interés PISA muestran una preocupación por la
en el valor económico de la educación. De equidad muy superior a la de sus comen-
ahí que haya apoyado siempre la inversión taristas, más centrados en las diferencias de
en educación. Sin embargo, el primer infor- puntuaciones entre los países.
me PISA encontró una correlación mucho
menos intensa entre gasto y resultados de lo
que se había dicho hasta entonces, y los in- Los receptores
formes sucesivos han corroborado implaca-
blemente el hallazgo. Los analistas de PISA En fin, PISA es simplemente una sección
parecía encontrarse en la situación inversa a o negociado que, igual que la OECD, inten-
la de Balaam, llamados a bendecir pero em- ta sobrevivir e incluso medrar “vendiendo”
pujados a maldecir por el ángel de la eviden- sus estudios a los Estados que la patrocinan
cia empírica. La tesitura se ha ido salvando y tratando de disgustar lo menos posible. El
en los sucesivos informes manteniendo la éxito de cualquier organización de este tipo
proposición fundamental con cada vez más está en que los estados, y la opinión pública
cualificaciones y reservas. En el Informe de que hay detrás de ellos, acepten sus servi-
2012 se escribe: “La puntuación media de cios. La cuestión clave a mi entender no está
los países aumenta con el gasto por alum- en lo que PISA dice, sino en lo que la gen-
no, que explica el 30% de la varianza entre te hace con lo que PISA dice. Si queremos
países (17% en los de la OECD)... Al mismo comprender el éxito de PISA no debemos
tiempo, las desviaciones de la línea de ten- estudiarlo con el paradigma de Lasswell,
dencia sugieren que un gasto moderado por preguntando qué hacen los medios de co-
alumno no equivale automáticamente a re- municación de masas a la gente; sino que
sultados pobres”. debemos utilizar el paradigma de los usos
Otro buen ejemplo es el de la compren- y gratificaciones, y preguntar qué hace la
sividad. En el año 2000, los países cen- gente con los mensajes de los medios. De-
troeuropeos que segregan tempranamen- bemos dejar de fijarnos en las características
te en ramas técnicas y académicas (como del emisor y preguntarnos para qué pueden
Alemania, Austria, Dinamarca, Holanda o utilizar PISA sus potenciales receptores.
Luxemburgo) obtuvieron resultados peores A primera vista parece una vía con po-
que los países con sistemas comprensivos. cas expectativas: gente muy diversa utiliza
PISA aventuró una relación causa a efecto, PISA de modos muy diversos. Yo podría
irritando a muchos alemanes (no solo con- hablar de lo que hemos hecho con PISA los
servadores) que acusaron a su compatriota académicos: utilizar sus resultados como
Schleicher (director de PISA) de interpretar material para nuestras clases (las mías han
el informe según su particular ideología. En sido durante estos años Economía de la Edu-
2003, sin embargo, los resultados de estos cación y Factores Sociales del Éxito Escolar, y
países mejoraron sin que sus sistemas se hu- PISA me ha sido de gran ayuda) y usar sus
bieran vuelto comprensivos (y antes de que datos, descargables gratis y sin limitacio-

4 Vid.<www.mecd.gob.es/dctm/inee/pisa-in-focus/pisa-in-focus-n46-esp.pdf?documentId=0901e72b81
dd8668>. (Nota del revisor de Con-Ciencia Social).

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 162 - pp. 157-163/Julio Carabaña


El éxito de PISA y el poder de las clasificaciones

nes desde Internet (ni siquiera hay que re- la agenda”. Los rankings pueden ser usados
gistrarse) para nuestras investigaciones. La con gran facilidad en la discusión política.
carta habla de lo que hacen los políticos, Los votantes tienden a pensar que la posi-
aunque no los mencione en todos los casos. ción de su país en la clasificación tiene que
¿Quién sino ellos podrían originar una esca- ver con el gobierno; los gobiernos tienden
lada en el uso de este tipo de pruebas, limi- a decir lo mismo si la posición es buena; si
tar la autonomía de los profesores o centrar la posición es mala, quien lo dice es la opo-
el curriculum en las pocas cosas que PISA sición.5 Más aún, el uso partidario de las
mide, dejando de lado otras como la Educa- clasificaciones pasa fácilmente por encima
ción Física o la Música? Todo, dice la carta, de ellas; por ejemplo, en España todo el
con el fin de conseguir mejoras a corto plazo mundo justifica su reforma de la educación
en las puntuaciones y así escalar puestos en –sea cual sea, al parecer todos tenemos por
la clasificación de países. lo menos una– por nuestra posición en los
A mi entender, la carta da aquí en el cla- últimos lugares de la tabla PISA; da igual
vo. El clavo son los rankings, ligas o tablas que en la tabla aparezcamos más bien por
clasificatorias. La carta las critica y propo- la mitad, como puede ver cualquiera que no
ne que la OECD desarrolle alternativas de quiera ver otra cosa.
presentación que se presten menos al sensa- La cuestión, pues, es que una vez el ran-
cionalismo. Pero PISA mismo lamenta con king entra en la discusión política, es impo-
frecuencia, aunque quizá también con cierta sible dejarlo fuera. Genera la situación que
hipocresía, que la mucha y valiosa informa- hace ya algunos años el psicólogo George
ción que producen sus estudios acabe siste- Bateson y sus colegas de Palo Alto (Califor-
máticamente reducida a clasificaciones que nia) llamaron “doble vínculo”. Puedes saber
los políticos se arrojan entre sí sin mucha que PISA no sirve para evaluar las escuelas,
consideración por la objetividad y el rigor. pero tienes que actuar como si las evalua-
El problema es que no es nada fácil encon- ra porque esas son las reglas del juego y no
trar esas alternativas; la prueba es que los quieres quedarte fuera del juego. Si rechazas
casi cien expertos firmantes de la carta no el criterio es que o quieras ocultar tu incom-
proponen ninguna. Por lo demás, si PISA petencia como gobernante o eres un incom-
evitara las clasificaciones, muchos se apre- petente como opositor.
surarían a hacerlas en su lugar. Las clasifi- En conclusión, la carta de los casi cien
caciones son simplemente inevitables: no expertos a Andreas Schleicher plantea la
hay mejor modo de presentar y entender la pregunta y además da con la respuesta.
información. Creo que, en efecto, la OECD ha asumido
Ahora bien, si son inevitables las clasifi- el poder de conformar la política educativa
caciones, también es inevitable que los paí- en todo el mundo “al llevar a muchos go-
ses intenten escalar puestos en ellas. Puesta biernos a una competición internacional por
en marcha una clasificación, el asunto del puntuaciones más altas”. No sé si la OECD
que trate obtiene más cobertura en los me- deseaba ese poder, pero parece que le viene
dios y mayor relieve en la opinión pública. dado por obra y gracia del irresistible atrac-
Hacer un ranking es un eficaz modo de “fijar tivo político de los rankings.

5 En los últimos años, tanto el número como el efecto de los Global Performance Indicators han crecido muy
rápidamente. Cfr. Kelley, J.G. & Simmons, B.A. (2015). “Politics by Number: Indicators as Social Pressure
in International Relations”. American Journal of Political Science, 59 (1), pp. 55-70.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 163 - pp. 157-163/Julio Carabaña


Una epistemología del fragmento. El
pensamiento histórico de S. Kracauer
F. Javier Gurpegui Vidal
Artículo recibido el 31 de mayo y aceptado el 15 de junio de 2016. I.E.S. “Pirámide”, Huesca

Resumen
A partir de un planteamiento básicamente epistemológico, el libro póstumo de Siegfried Kra-
cauer, “Historia. Las últimas cosas antes de las últimas”, culmina la trayectoria intelectual de su
autor, aportando una reflexión que trasciende la disciplina histórica y establece fecundos lazos con
otros ámbitos, como la filosofía o el discurso audiovisual. Su recepción en el ámbito hispano ha
hecho especial hincapié en su relación con autores como Walter Benjamin o los de la Escuela de
Fráncfort, con los que tiene en común su desconfianza respecto a la lógica del sistema y los refe-
rentes positivos, así como la búsqueda de una fundamentación para la praxis vinculada al mundo
de la vida. Todo ello sin perder la especificidad de su planteamiento.
Palabras clave: Comunicación visual; Epistemología; Escuela de Fráncfort; Filosofía de la historia;
Mundo de la vida.

Abstract
An epistemology of the fragment. Historical thinking of S. Kracauer
From an essentially epistemological approach, Siegfried Kracauer’s posthumous book, “His-
tory. The latest things before the last ones”, culminates the intellectual trajectory of its author,
providing a reflection that transcends the historical discipline, and establishes prolific bonds with
other fields such as philosophy or audiovisual discourse. Its reception in the Hispanic sphere
has emphasized on its relationship with authors such as Walter Benjamin or the ones from the
Frankfurt School, with whom he has in common its mistrust regarding the logic of the system and
the positive points of reference, as well as the quest for a basis for the praxis connected with the
lifeworld. All without losing the specificity of its approach.
Keywords: Capital; Visual Communication; Epistemology; Frankfurt School; Philosophy of His-
tory; Lifeworld.

En esta publicación, con frecuencia he- su Teoría del Cine. La redención de la realidad
mos trabajado con los autores de la “Escuela física (1960). Sin embargo, su obra significati-
de Fráncfort”, pero nunca nos detuvimos en va arranca a comienzos de los veinte, cuan-
Siegfried Kracauer (Fráncfort, 1889 – New do publica en el diario liberal Frankfurter
York, 1966), mentor y amigo personal de Zeitung una serie de crónicas culturales y so-
Adorno, personaje marginal y compañero ciológicas (1921-30), de donde surgen libros
de viaje, recurrente interlocutor crítico de los como La novela policial. Un tratado filosófico
planteamientos del grupo. Durante mucho (1925), Los empleados (1930) o la recopilación
tiempo, en el entorno español su figura es- El ornamento de la masa (1963). Tras escribir en
tuvo casi exclusivamente vinculada al cine, a París su “biografía social” Jacques Offenbach o
raíz de la publicación de dos estudios relati- el secreto del Segundo Imperio (1937), se trasla-
vamente tardíos: el relativo al expresionismo da a Estados Unidos. Todo ello aparte de dos
alemán, De Caligari a Hitler (1947), así como novelas y otros trabajos académicos.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016), pp. 165-170 - 165 -


Una epistemología del fragmento. El pensamiento histórico de S. Kracauer

Estas obras han sido traducidas, con un se ve abocado a explorar las cualidades es-
cierto desorden, entre España y Latinoaméri- pecíficas de los hechos.
ca, al castellano. A ellas habría que añadir la Al hilo de esta explicación, la obra resal-
publicación argentina de un texto póstumo, ta los paralelismos entre historia y fotografía
Historia. Las últimas cosas antes de las últimas (asimilando a esta última también otro me-
(Kracauer, 2010), a partir de la edición pre- dio, el cine). Para Kracauer, la realidad de
parada por Paul Oskar Kristeller en 1969, la cámara posee los rasgos distintivos del
que partía de unos apuntes fragmentarios, “mundo de la vida”, ya que está destinada a
especialmente dispersos en tres de los ocho retratar el flujo heterogéneo de la vida. Los
capítulos del libro. Y precisamente en la re- planteamientos del autor, relativos tanto a la
flexión histórica de Kracauer se centra una historia como a la teoría del cine comparten
publicación reciente, Historia y teoría crítica. la misma perspectiva epistemológica.
Lectura de Siegfried Kracauer (Díaz, 2015), que Un segundo eje se corresponde con la
recoge los trabajos presentados en el semina- dialéctica entre pasado y presente. Se con-
rio del mismo título, mantenido en 2013 en la sidera al historiador un hijo exclusivo de su
sede valenciana de la Menéndez Pelayo. Se tiempo, de manera que la verdad histórica
trata del segundo estudio editado en Espa- se convierte en una mera variable del interés
ña sobre el escritor, después de la biografía del presente. Sin embargo, el contexto his-
de Enzo Traverso Siegfried Kracauer, itinerario tórico y social del historiador no es un todo
de un intelectual nómada (1998). Como suele autosuficiente, sino un flujo frágil y hetero-
ocurrir en los libros de autoría colectiva, sus géneo. Pensar que todas las evidencias his-
capítulos ostentan un desigual calado, pro- tóricas van a cuadrar en un sistema cerrado
duciéndose frecuentes solapamientos, y, sin del presente se corresponde con el sueño im-
embargo, constituye una llave valiosa para posible de una razón liberada. Ni el presente
acercarse al universo histórico del autor. es la llave que abre las puertas del pasado,
En un autor como Kracauer, que conce- ni la perspectiva del historiador se agota en
de gran importancia cognitiva al fragmento términos de influencias contemporáneas. El
y al detalle, resumir sistemáticamente los historiador está condenado, por consiguien-
planteamientos de Historia (2010) constituye te, a reconocer el carácter dinámico de su
una especie de traición, pero resulta inevita- “yo”, alterando la disposición de su mente
ble para aprehender su enfoque general. El para llegar al núcleo de las cosas, sin por
primer eje expositivo de Kracauer se corres- ello desprenderse de todas las categorías de
ponde con los ámbitos del conocimiento. origen. La realidad histórica se convierte así
Sitúa en el siglo XIX el nacimiento de la his- en un palimpsesto, que superpone las capas
toria moderna, en un movimiento de eman- del pasado y del presente. Lo cual nos lleva
cipación respecto a las especulaciones filo- a una concepción no homogénea del mundo
sófico-teológicas sobre el pasado. El relato y del tiempo histórico.
tradicional debía sustituirse por un discurso El mundo histórico tiene una estructu-
objetivamente científico, aun admitiendo las ra heterogénea porque lo macro y lo micro,
especificidades del conocimiento histórico. lo general y lo particular, no son categorías
Mientras las leyes científicas se basan en el mecánicamente reconciliables. Cuanta más
establecimiento de predicciones, las ciencias generalidad se alcanza, se incrementa la in-
de la conducta aspiran a la comprensión de teligibilidad, pero disminuye la densidad de
los fenómenos humanos y sociales. Ahora la realidad histórica. Moverse entre los dos
bien, aun así, la historia moderna no deja niveles implica el reconocimiento de dos
de atribuir a los hechos históricos rasgos principios. Según la ley de perspectiva, el
de los acontecimientos naturales. Incurren avance hacia lo macro conlleva la ocultación
los historiadores así en dos errores: identi- o priorización de circunstancias concretas.
ficar “historia” y “naturaleza” y confiar en Según la ley de los niveles, la heterogenei-
el tiempo como continuo homogéneo. Pero dad de universo histórico siempre impedirá
la historia se revela impermeable a las leyes la fusión completa entre la perspectiva del
longitudinales, de manera que el historiador pájaro y de la mosca.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 166 - pp. 165-170/F. Javier Gurpegui Vidal


Una epistemología del fragmento. El pensamiento histórico de S. Kracauer

La fascinación de las fechas, propia del claros a la luz de un personaje marginal


tiempo cronológico, ayuda a dar sentido a como Kracauer.
los acontecimientos, provocando además un Es significativo en este sentido el víncu-
hechizo de homogeneidad que desencadena lo teórico con otro marginal, como Walter
la tentación de concebir el pasado histórico Benjamin, cuestión estudiada por Carlos
como un “todo”, vinculado muchas veces a Marzán (ob. cit., pp. 167-87), especialmente
la idea de progreso. Así se configura el pre- en relación con la famosa introducción a El
tencioso fantasma de esa historia universal, origen del Drama Barroco alemán (1925) y las
que cuestiona fuertemente la obra. Sin em- Tesis de Filosofía de la Historia (1940). Ambos
bargo, cada secuencia de acontecimientos autores parten de un diálogo con Husserl, y
tiene su propia agenda, según su pertenen- ambos rechazan el historicismo, el cientifis-
cia a diferentes “áreas” (arte, literatura, po- mo y la especulación filosófica en historia,
lítica, economía…), porque cada hecho es que les conduce a un giro epistemológico
significativo en función de una magnitud. El donde lo concreto y fragmentario viene a
concepto de periodo histórico tampoco será representar el testimonio de las víctimas de
homogéneo, sino que será el punto de en- la historia. Otro colaborador del libro, Ser-
cuentro para cruces casuales, algo así como gio Sevilla (ob. cit., pp. 57-59), insiste en la
la sala de espera de una estación. importancia para Kracauer de la menciona-
La historia, como la fotografía, ocupa un da introducción al Drama Barroco, “Algunas
espacio provisional, situado entre la cien- cuestiones preliminares de crítica del cono-
cia y la mera opinión. Si la ciencia no sirve cimiento”, según la cual el conocimiento se
como modelo para la historia, tampoco la relacionaría con las ciencias positivas, y la
filosofía, discurso que apunta al estudio de verdad se manifiesta otorgando un sentido
las “cosas últimas”, desde una perspectiva a los conceptos, con los que operan las cien-
general y aspirando a una validez objetiva. cias. El conocimiento es la posesión concep-
El radicalismo y la rigidez de las ideas filo- tual de fenómenos, mientras que la verdad,
sóficas no se adecuan bien al conocimiento interpretación y símbolo.
histórico. La historia constituye un pensa- Prosigue su discurso Marzán, ahondan-
miento de antesala, situado entre el “mundo do en las diferencias entre los dos autores:
de la vida” y la filosofía, alimentado de la mientras el benjaminiano “ángel de la his-
heterogeneidad inherente al mundo intelec- toria” reivindica un anhelo de justicia que
tual, pues ni el histórico ni el intelectual son desquicia el presente, inclinándolo hacia
universos homogéneos. una acción revolucionaria, el judío errante
Este resumen no hace justicia a la obra, de Kracauer es identificado con un melan-
porque es fragmentaria por inacabada, pero cólico “ángel de la duda” (en palabras del
también por situar en el centro de su re- cuentista Andersen), más compasivo y sere-
flexión el fragmento que se resiste a perte- no que realmente reivindicativo. Con todo,
necer a una totalidad. No en vano en uno de nosotros entendemos que no hay que sacar
los trabajos de Historia y teoría crítica (2015, excesiva punta teórica a estas alegorías de
pp. 101-21), Miguel Ángel Cabrera señala carácter ensayístico, frecuentes en estos au-
que la de Kracauer es una lectura conven- tores, y que el “aire de familia” entre los dos
cional de teoría de la historia. Quizá por es evidente. Aunque Kracauer plantea su re-
ello Cabrera lo instrumentaliza al servicio flexión histórica en lo epistemológico, tiene
de su propio discurso, sin respetar su en- consecuencias éticas y políticas evidentes.
tidad. Sin embargo, lo interesante del libro Su llamada a que ningún hecho histórico se
del escritor alemán reside en los intersticios pierda por criterios macro es una forma de
que deja entrever la estructura, quizá exce- piedad por los muertos (2010, pp. 141-171).
sivamente académica, de algunos capítulos. Dos trabajos clarifican la relación de Kra-
¿De qué nos habla esta “tierra de nadie”? cauer con el grueso de la Escuela de Frán-
Por lo pronto, aspectos de una corriente de cfort. Para Hernández i Dobon (Díaz, 2015,
pensamiento considerada “central” como la pp. 147-65), hacia 1931, el autor ejerce sobre
Escuela de Fráncfort pueden resultar más el “Instituto de Investigación Social” una

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 167 - pp. 165-170/F. Javier Gurpegui Vidal


Una epistemología del fragmento. El pensamiento histórico de S. Kracauer

intensa influencia dialógica, que activa un de un sistema económico que lo limita. Di-
juego de mutuas influencias, que se cruzan cho de otra forma, al nacer bajo una lógica de
a menudo con el pie cambiado. Lleva algún dominio capitalista, el pensamiento abstrac-
tiempo trabajando sobre las manifestaciones to paraliza el alcance de la razón, y se aca-
culturales como exponentes de las tenden- ba convirtiendo a su vez en una mitología.
cias inconscientes de la sociedad. La idea de Años más tarde, en su discurso radiofónico
ratio, acuñada en su estudio sobre el relato de 1964, retratando a Kracauer, Adorno sería
policial, constituye un importante antece- plenamente consciente de la deuda de la Dia-
dente de la razón instrumental, mientras que léctica de la Ilustración (1944) con estas ideas.
sus trabajos sobre los empleados contradi- En la paradójica relación que ambos
cen las profecías de Marx sobre la progresi- mantenían, Kracauer siempre cuestionó en
va dualización de las clases sociales, en una Adorno la falta de referencias positivas para
perspectiva dialéctica sobre lo social carac- el ejercicio de una razón crítica tanto en la
terística del grupo. Cuando llega a Estados mencionada Dialéctica de la Ilustración como
Unidos, Kracauer ha profundizado en la ne- en la Dialéctica Negativa (1966). Para Antonio
cesidad de estudios empíricos, justamente Aguilera (ob. cit., pp. 78-79), se cuestiona la
cuando Adorno se encuentra de vuelta de existencia de una “dialéctica sin suelo”, el
ellos. En Historia Kracauer parece dirigirse libre vuelo de un pensamiento sin nada que
hacia el horizonte de una “empiria sin teo- se le resista, que acabe fagocitando lo fácti-
ría” (valga la expresión figurada, no literal, co. En el otro extremo, el escritor defiende
del mismo Hernández), en un intento de un proceder filosófico que se entregue a la
pensar a través de las cosas, no por encima cosa, para lo cual le será útil un concepto he-
de ellas (2010, p. 220). redado de Husserl, el “mundo de la vida”
En este contexto, añadimos nosotros, es (Lebenswelt), mediador entre lo abstracto-
imposible ignorar las consecuencias de la sistémico y lo concreto-vivido. El trabajo
famosa “disputa del positivismo” en la so- más importante del libro, a cargo de Sergio
ciología alemana, que a lo largo precisamen- Sevilla (ob. cit., pp. 51-75), profundiza en
te de los años sesenta estaba enfrentando a esta construcción.
autores como Habermas o Adorno, repre- Para Sevilla, ante la necesidad de hacer
sentantes de la teoría crítica de la sociedad, inteligible la heterogeneidad de las eviden-
con otros como Karl Popper o Hans Albert, cias empíricas, las ciencias idealizan las
identificables con el llamado “racionalismo experiencias humanas. Para evitar esto, y
crítico”. La desconfianza respecto a lo em- satisfacer la necesidad de atender a lo parti-
pírico (vinculado a la razón instrumental) cular por parte de la historia, Kracauer recu-
que se derivó de estas posturas ha teñido rre al “mundo de la vida”, que para Husserl
medio siglo de pensamiento de la izquier- es un entorno de experiencias y vivencias
da, de modo que lo teórico y abstracto se ha prerreflexivas que da sentido al discurso, y
consolidado como la forma por excelencia que debe ser trascendido a través del pensa-
del pensamiento crítico, capaz de desnatu- miento científico. Kracauer reelabora el con-
ralizar las prácticas sociales, mientras que cepto como una instancia que otorga sentido
la empiria es un instrumento naturalizador a un mundo de particulares, evitando que
del poder. De alguna forma, seguimos con el el historiador se diluya en la multiplicidad.
“pie cambiado” respecto a Kracauer. La historia limitaría de esta forma tanto con
Pero sigamos. Para Jiménez Redondo (ob. el “mundo de la vida” como con la “filoso-
cit., pp. 123-46) las discusiones con Adorno fía”. El “mundo de la vida” articula así una
explicitan una cuestión medular para la Es- pluralidad de ámbitos, proponiendo para
cuela. En su artículo del Frankfurter “El orna- el mundo histórico una lógica semejante al
mento de la masa” (1928), Kracauer explica sentido común de la vida cotidiana. Desde
cómo el pensamiento abstracto procede a el “mundo de la vida”, la historia mantiene
desmitologizar la naturaleza, pero a su vez una continuidad con el historiador, lo cual
no puede sobrepasar los límites que él mis- tiene dos consecuencias: la historia tras-
mo se ha impuesto, al configurarse al servicio ciende el status de “objeto”, para provocar

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 168 - pp. 165-170/F. Javier Gurpegui Vidal


Una epistemología del fragmento. El pensamiento histórico de S. Kracauer

la iluminación de un ámbito de la experien- pesar de sus reticencias respecto a la filoso-


cia social y el historiador deja de ser mero fía, Kracauer se está moviendo en el terreno
sujeto de conocimiento, ya que el sujeto se de la filosofía de la historia y de la epistemo-
distancia de la experiencia y excluye formas logía. Para él, hay un punto en el que lo ge-
de acción ubicada. Por ello está llamado a neral y lo concreto son irreductibles, es de-
ser respecto al mundo histórico un exiliado cir, lo general es solo general, y lo concreto
o un nómada. solo concreto. Solo entonces es posible una
En el contexto del “mundo de la vida” se dialéctica que nunca se clausure, añadimos
entiende la opción de Kracauer por el empi- nosotros. Kracauer desconfía de la abstrac-
rismo. En su trabajo, Pedro Ruiz Torres (ob. ción porque se encuentra demasiado cerca
cit., pp. 213-38) señala el distanciamiento de la lógica del sistema. Al mismo tiempo,
del autor respecto al “empirismo ingenuo”, su opción por el empirismo (o, mejor dicho,
propio de los historicistas y positivistas del “lo concreto”) trasciende lo académico para
XIX, que pretenden inducir a partir de los convertirse en una propuesta que debe ser
datos las leyes generales de la historia. Pero concretada en el mundo de la vida, donde
también respecto a algunas perspectivas crí- nuestros razonamientos se entremezclan
ticas (la escuela de los Annales, la historio- con nuestra percepción e intuición ante las
grafía marxista…), que parten de la puesta cosas.
en marcha de procesos deductivos, que par- Todo lo cual es perfectamente coheren-
ten de preguntas e hipótesis. Sin embargo, te con sus formas expositivas. Kracauer se
ambos empirismos parten de la misma base: reafirma en el uso de una narración como
más que del culto al dato positivo, de con- un dispositivo literario apropiado para el
siderar el conocimiento de lo general como discurso histórico. Sin embargo, la cualidad
la clave para la comprensión del mundo. A artística de esta modalidad textual narra-
este respecto, Ruiz Torres llama la atención tiva es un subproducto del planteamiento,
sobre la obra de dos autores, Charles V. Lan- no un objetivo central (Kracauer, 2010, pp.
glois y Charles Seignobos, a los que no hay 195-218). En una línea semejante a la de-
constancia de que Kracauer conociera, que fendida por Adorno en “El ensayo como
en 1898 alertaron contra los historiadores forma” (1954-58), el gusto por lo concreto,
que, influidos por su formación filosófica, la flexibilidad y la capacidad de sugerencia
introducían “conceptos trascendentes” en la propias de un género literario hacen que el
organización de la historia. relato sea el más adecuado para mostrar el
Pero Kracauer no renuncia al uso de ge- fluir heterogéneo de la realidad. Esta actitud
neralizaciones. Así, configura un concepto cristaliza en distintas metáforas, resaltadas
de periodo histórico (2010, pp. 173-94) se- por Miguel Ángel Cabrera (2015, pp. 101-
mejante a la mónada benjaminiana, enten- 103): en su reseña a Los empleados, titulada
dido como el punto en que se entrecruzan “La politización de los intelectuales”, Benja-
tensiones históricas diversas, más que como min denominó a Kracauer como un trapero
un periodo de tiempo homogéneo. También al amanecer del día de la revolución, que re-
acuña una variante especial de “idea históri- coge jirones lingüísticos y trapos discursivos
ca”, el resultado de intuiciones del historia- para confeccionar un tejido polícromo de re-
dor, surgida a raíz de los hechos, pero que tazos, como es el calicó, claro equivalente del
deriva en algo distinto a ellos. No dejaría de caleidoscopio, imagen de raigambre proustia-
ser una generalización, pero más producto na que alude a la catarata de tiempos histó-
de una intuición basada en criterios prácti- ricos, imposible de homogeneizar.
cos que de un proceso de abstracción lógica. La insistencia de Kracauer en lo inme-
Diríase que Kracauer busca perfilar un con- diato e intuitivo está estrechamente relacio-
cepto de “idea histórica” vinculado al “mun- nada con su reflexión sobre la imagen. Sobre
do de la vida”, más que basado en procesos dos trabajos de la compilación no vamos
académicos; sin embargo, justamente esa a ahondar: el que viene a ser un adecuado
intención genera una ambigüedad que difi- artículo introductorio a Kracauer, a cargo
culta la eficacia del concepto. Por un lado, a de su biógrafo Enzo Traverso (ob. cit., pp.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 169 - pp. 165-170/F. Javier Gurpegui Vidal


Una epistemología del fragmento. El pensamiento histórico de S. Kracauer

39-50), así como un útil resumen crítico ción con el cine inmediatamente anterior, es
del libro Historia, escrito por Sabina Loriga decir, con el neorrealismo italiano y algunas
(ob. cit., pp. 239-62). Y aludiremos ahora a modalidades del estilo clásico.
los tres artículos específicos sobre lo visual. El cine, frente a formas artísticas basa-
Por su parte, Anacleto Ferrer (ob. cit., pp. das en el pleno dominio del lenguaje por
192-195) hace especial hincapié en los 499 parte del autor, constituye un reducto que
textos para Frankfurter Zeitung (1921-1930), el pensamiento abstracto no debe colonizar.
que establecen un canon crítico que conce- Mirar la imagen en la pantalla proporciona
de importancia a la cultura de masas, como una sensación de extrañamiento respecto a
un instrumento para el desvelamiento de las la realidad preexistente a la filmación. Como
ideologías sociales, a pesar de su fragmen- Jasón percibe el rostro de la Gorgona desde
tariedad, y con una autonomía estética ins- su reflejo en el escudo (para no quedar pe-
transferible. Subraya Ferrer la idea de que trificado con su mirada), contemplar el cine
el realismo estético del cine es consecuencia proporciona una mirada más distanciada
de su realismo técnico. Justamente poco más sobre el contexto cotidiano. De esta manera,
tarde, publicaba Benjamin “Pequeña histo- deducimos que el cine facilita un constan-
ria de la fotografía” (1931), estudiado por te ejercicio de aprender a mirar y volver a
Antonio Aguilera (ob. cit., pp. 77-100), que mirar las cosas desde distintas perspectivas.
también vinculaba la productividad estética Más que de un empirismo propiamente fi-
del medio a sus dimensiones técnicas. losófico, o inserto en el método científico, la
Ese mismo año, Kracauer también pu- opción de Kracauer por lo concreto parte de
blicará “La fotografía” (1931), trabajo que la inmersión del individuo en la sensoriali-
para Susana Díaz (ob. cit., pp. 11-37), con- dad visual intuitiva del “mundo de la vida”.
figura algunas ideas que determinarán su Aunque tan solo sea esa sensorialidad vica-
enfoque sobre historia. Al constituirse la ria que nos facilita el cine. Desde esta pers-
foto, a diferencia de la pintura, como un pectiva, la mera insistencia en que el cine
producto relativamente independiente de construye la realidad, y no la “refleja”, se ha
las intenciones últimas del fotógrafo, se con- convertido en un callejón sin salida, si no en-
vierte en testimonio objetivo de una época. tramos a detallar cómo es esa construcción.
Desde este punto de vista, cualquier intento
de practicar la fotografía artística se alineará
con las fuerzas sociales defensoras del or- REFERENCIAS PRINCIPALES
den establecido. Para la autora, este plantea-
miento se perfilará en el posterior Teoría del DÍAZ, Susana (Ed.) (2015). Historia y teoría crítica.
cine (1960), donde a partir de “la naturaleza Lectura de Siegfried Kracauer. Madrid: Bibliote-
fotográfica” del medio, se reivindicará su ca Nueva.
capacidad para “captar al vuelo” la realidad KRACAUER, Siegfried. (2010). Historia. Las úl-
física. La publicación de Teoría del cine en timas cosas antes de las últimas. Buenos Aires:
España sugirió en la crítica una cierta rela- Las Cuarenta.

Con-Ciencia Social, nº 20 (2016) - 170 - pp. 165-170/F. Javier Gurpegui Vidal


Normas de composición y recepción de originales
de la revista-anuario Con-ciencia Social

La revista-anuario Con-Ciencia Social surge, en ra quiere destacar algo de forma especial,


1997, como órgano de expresión de la Federa- podrá utilizarse la cursiva o, en ocasiones,
ción Icaria (Fedicaria). Concebida inicialmen- las palabras entrecomilladas. La cursiva se
te como Anuario de Didáctica de la Geografía, la utilizará, asimismo, para palabras en otro
Historia y otras Ciencias Sociales, con un enfo- idioma diferente del castellano.
que de didáctica crítica, su espectro temático 4. Citas textuales. Las citas textuales, en
se ha ido ampliando hacia perspectivas más medio del texto del artículo, irán entre
amplias, incorporando artículos sobre crítica comillas (no siendo necesario que vayan,
social e histórica del pensamiento, la cultura además, en cursiva). Si se trata de una cita
y la educación, bien sean resultados de inves- relativamente extensa (orientativamente,
tigación, análisis de experiencias o revisiones más de 4 líneas o más de 60 palabras), irá
del estado de la cuestión. en párrafo independiente y entrecomillado
Los artículos destinados a su publicación en (en la edición, posteriormente, será maque-
Con-Ciencia Social deberán ser originales e in- tado con sangría) y en un cuerpo de letra
éditos. Dichos artículos serán evaluados por más pequeño (no siendo necesario tampo-
el Consejo de Redacción y por miembros del co el uso de la cursiva).
Consejo Científico de la revista, recurriéndose,
5. Notas. Las notas se realizarán, habitual-
en caso necesario, a evaluadores externos.
mente, a pie de página (no al final del
Composición artículo). La extensión de cada nota se
procurará limitar a 5 ó 6 líneas (lo que equi-
1. Envío de originales. Los originales pue- valdría a unos 360 caracteres con espacios).
den entregarse en procesador de texto de Aclaraciones de mayor extensión deberían
ordenador PC compatible: Microsoft Word, de quedar, más bien, dentro del texto del
o en cualquier procesador de Macintosh. artículo, o bien debería formularse la re-
Los textos se presentarán sin maquetación dacción de forma que pudieran aparecer
alguna eliminando en lo posible los tabula- dichos comentarios distribuidos en varias
dores. La extensión variará según el apar- notas. Téngase en cuenta que el contenido
tado de la revista en el que se vaya a editar de las notas ha de ser contemplado dentro
(para las secciones “Tema del año” y “Pen- de la extensión total de caracteres asignada
sando sobre...” en torno a 50.000 caracteres; al artículo. Los dígitos de las notas se indi-
para la sección “Lecturas y textos” en tor- carán únicamente con el número (evitar el
no a 30.000). Todos los artículos deberán ir uso de número entre paréntesis).
precedidos de un resumen (en español y en
inglés) de un máximo de 150 palabras y de 6. Figuras, gráficos, tablas. En el caso de exis-
entre tres y seis palabras clave (asimismo tir figuras, si son de cierta complejidad o
en español y en inglés); el título del artícu- tienen mucho peso en bites, éstas deberían
lo también deberá consignarse en los dos incluirse en archivos aparte del texto, se-
idiomas. ñalando, en todo caso, dentro del texto el
lugar exacto en que deberían insertarse.
2. Epígrafes: Se evitará el uso de las mayús- Si son imágenes, podrán entregarse en so-
culas en los títulos, epígrafes y subepígra- porte digital, preferiblemente en formato
fes. Para diferenciar los epígrafes de los jpg de alta calidad, tiff, gif, png, eps... Si se
subepígrafes se establecen los siguientes trata de fotografías, las imágenes deberán
criterios: entregarse en alta resolución (entre 150-
• Epígrafe (redonda negrita) 300 píxeles por pulgada). En todo caso hay
• Subepígrafe (cursiva negrita) que hacer constar en el texto del artículo el
texto del pie de figura (que en la edición,
• Subsubepígrafe (cursiva) posteriormente, será maquetado con letra
3. Uso de negritas y cursivas. No se debe uti- de cuerpo más pequeño que el texto gene-
lizar la negrita en el texto, salvo en los epí- ral del artículo) e indicando la fuente (cita
grafes, subepígrafes, etc. Si el autor o auto- bibliográfica) o señalando si es de elabora
Números publicados
de Con-Ciencia Social
Nº 1 (1997)
Tema del año Libros de texto y materiales curriculares
Pensando sobre... La obra de Josep Fontana
La enseñanza en... Gran Bretaña

Nº 2 (1998)
Tema del año Constructivismo y constructivismos: Epistemología,
Psicología y Didáctica de las Ciencias Sociales
Pensando sobre... La obra de Julia Varela
La enseñanza en... La Alemania unificada

Nº 3 (1999)

Tema del año Ideas y tradiciones para una didáctica crítica de las
Ciencias Sociales
Pensando sobre... La obra de Valeriano Bozal
La enseñanza en... Francia

Los números 1, 2 y 3 tienen un precio especial de 3 euros el ejemplar


(Gastos de envío no incluidos)

Nº 4 (2000)
Tema del año Nacionalismos y enseñanza de las Ciencias Sociales
Pensando sobre... La obra de Juan Delval
La enseñanza en... Argentina

Nº 5 (2001)
Tema del año El siginificado y los límites de la innovación educativa
Pensando sobre... La obra de J.M. Naredo
Reseñas y críticas de libros

Nº 6 (2002)
Tema del año Políticas, reformas y culturas escolares
Pensando sobre... La obra de A. Viñao
Reseñas y críticas de libros

Nº 7 (2003)
Tema del año Pensar otra escuela desde la didáctica crítica
Pensando sobre... La obra de M. Apple
Reseñas y críticas de libros

Nº 8 (2004)
Tema del año Didáctica crítica y escuela como espacio público
Pensando sobre... La obra de Jaume Carbonell
Reseñas y críticas de libros

Nº 9 (2005)
Tema del año Educación crítica y política de la cultura
Pensando sobre... La obra de Ivor Goodson
Reseñas y críticas de libros
Nº 10 (2006)
Tema del año Formación crítica del profesorado y profesionalidad democrática
Pensando sobre... La obra de Miguel A. Pereyra
Reseñas y críticas de libros

Nº 11 (2007)
Tema del año La educación crítica de la mirada
Pensando sobre... La obra de Román Gubern
Reseñas y críticas de libros

Nº 12 (2008)
Tema del año Ciudadanía, Políticas de la Cultura y Usos Públicos de la Escuela
Pensando sobre... La obra de Reyes Mate
Reseñas y críticas de libros

Nº 13 (2009)
Tema del año Biopolítica, Ciencia y Sociedad
Pensando sobre... La obra de José Luis Peset
Reseñas y críticas de libros

Nº 14 (2010)
Tema del año Pensamiento social y prácticas educativas
Pensando sobre... La obra de Ignacio Fernández de Castro
Lecturas y textos

Nº 15 (2011)
Tema del año El lugar de la memoria en la Educación
Pensando sobre... La obra de Carlos Lerena
Lecturas y textos

Nº 16 (2012)
Tema del año Crítica de la crítica
Pensando sobre... La obra de Julio Aróstegui
Lecturas y textos

Nº 17 (2013)
Tema del año Formas de resistencia y modos de educación
Pensando sobre... La obra de Michel Foucault
Lecturas y textos

Nº 18 (2014)
Tema del año Contra las virtudes del progreso, las razones de la crítica
Pensando sobre... La obra de Ángel I Pérez Gómez
Lecturas y textos

Nº 19 (2015)
Tema del año A vueltas con el conocimiento escolar. La dimensión social de las disciplinas
Pensando sobre... La obra de Sacristán Luzón
Lecturas y textos

Telf. 954 122 452 / C. electrónico: editorial@diadaeditora.com

Potrebbero piacerti anche