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HISTORIA DE LA CONTABILIDAD

LA CONTABILIDAD EN LA EDAD ANTIGUA.

Las primeras civilizaciones

Las primeras civilizaciones que surgieron sobre la tierra tuvieron que hallar
la manera de dejar constancia de determinados hechos con proyección
aritmética, que se producían con demasiada frecuencia y eran demasiado
complejos como para poder ser conservados por la memoria. Reyes y
sacerdotes necesitaban calcular la repartición de tributos y registrar su
cobro por uno u otro medio. En ultimo lugar los comerciantes han sido
siempre el sector de la sociedad mas comprometido con cualquier nuevo
procedimiento de registro de datos. Y mercaderes y cambistas los ha habido
desde los primeros momentos en todas las civilizaciones .

Algunas sociedades que carecían de escritura en sentido estricto, utilizaron


sin embargo, registros contables.

MESOPOTAMIA

El país situado entre el Tigris y el Eufrates era ya en el cuarto milenio a de J.C. asiento de una prospera
civilización. Los comerciantes de las grandes ciudades mesopotámicas constituyeron desde fechas muy
tempranas una casta influyente e ilustrada.

El famoso código de Hammurabi, promulgado aproximadamente en el año 1700 a de J.C. contenía, a la


vez que leyes penales, normas civiles y de comercio. Regulaba contratos como los de préstamo, venta,
arrendamiento, comisión, deposito y otras figuras propias del derecho civil y mercantil. La propia
organización del estado, así como en adecuado funcionamiento de los templos, exigían el registro de sus
actividades económicas en cuentas detalladas. Los templos llegaron a ser verdaderas instituciones
bancarias, que realizaban prestamos -el interés estaba cuidadosamente regulado-

Y contratos de deposito.

EGIPTO

Si importante fue la contabilidad entre los pueblos de mesopotámia aun mas necesario fue su uso en una
sociedad tan rígidamente centralizada como la del Egipto faraónico. El instrumento material utilizado
habitualmente por los egipcios para realizar la escritura era el papiro. Las anotaciones de tipo contable,
por su carácter repetitivo, llegaron a conformar un tipo de escritura hierática que ha resultado muy difícil
de descifrar para los estudiosos. De cualquier forma, y pese al papel decisivo que la contabilidad
desempeño en el antiguo Egipto, no puede decirse que la civilización faraónica haya contribuido a la
historia de la contabilidad con innovaciones o procedimientos que no hubieran sido ya utilizados por los
poderosos comerciantes caldeos.

GRECIA

Los templos helénicos, como había sucedido muchos siglos antes con los de Mesopotámia y Egipto,
fueron los primeros lugares de la Grecia clásica en los que resulto preciso desarrollar una técnica
contable. Cada templo importante en efecto, poseía un tesoro alimentado con los obolos de los fieles o de
los estados, donaciones que era preciso anotar escrupulosamente. Los tesoros de los templos no solían
estar inmovilizados y se empleaban con frecuencia en operaciones de prestamos al estado o a
particulares. Puede afirmarse así que los primeros bancos Griegos fueron algunos templos. Quizás el
lugar donde los arqueólogos han encontrado mas abundante y minuciosa documentación contable lo
constituye el santuario de Delfos donde se han recuperados cientos de placas de mármol que detallan las
ofrendas de los fieles, así como las cuentas de reconstrucción del templo en el siglo IV antes de J.C.
ROMA

El genio organizador de Roma, presente en todos los aspectos de la vida publica, se manifestó también
en la minuciosidad con la que particulares, altos cargos del estado, banqueros y comerciantes llevaban
sus cuentas. Ya en el siglo I antes de Cristo se menospreciaba a una persona que fuera incapaz de
controlar contablemente su patrimonio. El libro mas empleado era el de ingresos y gastos (codees accepti
et expensi). Los grandes negociantes llegaron a perfeccionar sus libros de contabilidad de tal manera que
algunos historiadores han creído ver en ellos un primer desarrollo del principio de la partida doble. Aunque
hay algunas citas de grandes autores, como Ciceron que parecen sustentar tal hecho, son demasiado
confusas como para establecer la tesis de que el método de la partida doble era conocido en la
antigüedad.

LA EUROPA MEDIEVAL

Debido a al casi total aniquilación del comercio en Europa en los siglos posteriores a la caída del imperio
romano, las practicas contables mas o menos evolucionadas habituales en el mundo antiguo
desaparecieron. La técnica contable se iba a desarrollar de nuevo en Europa a partir casi de cero al
compás del crecimiento del comercio, que tomo su primer gran impulso con las cruzadas.

Las republicas comerciales italianas y los países bajos serían durante los últimos siglos de la Edad Media,
las regiones europeas en que la vida comercial iba a ser mas intensa. Como consecuencia natural de la
practica contable iría desarrollando nuevos métodos en estos países, y seria sobre todo en las republicas
Italianas sonde había de surgir la nueva contabilidad.

EL SURGIMIENTO DE UNA NUEVA CIENCIA.

La contabilidad alla veneciana. Benedetto Contrugli

El primer autor de que tenemos noticias de que estableció claramente el uso del método de la partida
doble Benedetto Contrugli. El libro de Contrugli tardo casi 115 años en ser llevado a la imprenta, lo que,
unido al carácter incompleto de su exposición impide que se pueda adjudicar a su autor en la historia de
la contabilidad, un papel comparable al de Fray Luca Pacioli.

El primer texto impreso: Fray Luca Pacioli.

La obra de Pacioli tuvo gran éxito, particularmente la parte dedicada a la practica comercial y contable,
que fue reimpresa por separado algunos años mas tarde. De la descripción realizada por Pacioli se
desprende que los comerciantes venecianos se veían precisados a utilizar en primer lugar un borrador, no
empleaban directamente el diario. Para realizar acientos en el diario, era preciso en primer lugar, convertir
las operaciones registradas en el borrador a la unidad monetaria elegida por el comerciante para llevar
sus registros.

LA DIFUSIÓN DE LITERATURA CONTABLE POR LA EUROPA RENACENTISTA.

A lo largo del siglo XVI se produjo en toda Europa la progresiva difusión del procedimiento contable de la
partida doble, en la mayoría de los casos simples adaptaciones de la del franciscano.

La aceptación de la partida doble en los países bajos

En el transcurso del siglo XVI el centro neurálgico dl comercio Europeo se desplazo de forma progresiva
desde el mediterráneo a las costas Atlánticas del continente. Las activas ciudades de Flandes y muy
especialmente, Amberes, se hicieron con el predominio del comercio mundial. La citada ciudad flamenca
acuso muy pronto el impacto de la nueva contabilidad “a la italiana” cuyo empleo se extendió con rapidez.
De las imprentas de Amberes surgieron varias obras capilares en la historia de la contabilidad.

La ciencia de la contabilidad: Simon Stevin

La importancia de la figura de Stevin en la historia de la contabilidad es capital: se trata del primer autor
que considera que se halla ante una temática que merece un serio estudio científico. Hasta Simon Stevin,
todos los autores daban por supuestos los principios de personificación de las cuentas que expuso
Pacioli, sin pretender con ello, hacer teoría. Pero el profesor de Leyden (Simon Stevin ) hizo hincapié en
el aspecto patrimonial de las cuentas y considero la contabilidad como un instrumento de control de
gestión de la empresa.

La escuela italiana del siglo XVII

A pesar del fuerte declive comercial de las ciudades italianas, en la primera mitad del siglo XVII los
autores de este país -ya no solo en Venecia- se mantuvieran en primera línea de la literatura contable y
desde luego, a la cabeza de la labor teórica. Solo en la segunda mitad del siglo, el impulso de los
tratadistas italianos de contabilidad decayó considerablemente. Giovanni Antonio Moscheli

Flori, Giovanni Domenico Peri, Zastiano Venturi.

La escuela francesa en el siglo XVIII

Los tratadistas de contabilidad franceses, tan escasos en el siglo XVI y la primera mitad del XVII, pasaron
a ocupar en el siglo XVIII un lugar destacado sobre todos los de Europa, desplazando a los italianos -los
estados de este país se hallaban en franca decadencia económica- y a los flamencos. En el siglo de las
luces los autores franceses fueron leídos a lo largo y ancho de Europa, conocieron múltiples ediciones de
sus libros en distintos idiomas e incluso llegaron a ser imitados por los orgullosos tratadistas italianos.
Samuel y Jean Pierre Ricard, Beltrand, Francois Barreme, Edmond Degranges.

Autores del siglo XVIII en otros países

Gran Bretaña Daniel Defoe, Hustcraft Stephens

Italia Giuseppe Formi

Austria Maria Teresa

Estados Unidos William Mitchell

c.

Contabilidad
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Contabilidad es la disciplina que se encarga de determinar, medir y cuantificar los


factores de riqueza de las empresas, con el fin de servir para la toma de decisiones y
control, presentando la información, previamente registrada, de manera sistémica y útil
para los distintos stakeholders. Es una técnica que produce sistemática y
estructuradamente información cuantitativa, expresada en unidades monetarias acerca
de las transacciones que efectúan las Entidades económicas y de ciertos eventos
económicos identificables y cuantificables que la afectan, con la finalidad de facilitar a
los diversos interesados, el tomar decisiones en relación con dichas Entidades. Otros
conceptos indican a la contabilidad como una parte de la economía, y que en el ámbito
de la empresa su principal labor es ayudar al área de Administración.1
El producto final de la contabilidad son todos los Estados Contables o Estados
Financieros que son los que resumen la situación económica y financiera de la empresa.
Esta información resulta útil para gestores, reguladores y otros tipos de interesados
como los accionistas, acreedores o propietarios.

[editar] La contabilidad como Ciencia y Técnica


Archivo:Oficina rr-contablidad.JPG
Contable.

 Ciencia: Puesto que es un conocimiento verdadero. No es una suposición de


hechos sin relevancia alguna, al contrario, analiza cada hecho económico y en
todos aplica un conocimiento adquirido. Es un conocimiento sistemático,
verificable y falible. Busca, a través de la formulación de hipótesis, la
construcción de conjuntos de ideas lógicas (teorías) que sirvan para predecir y
explicar los fenómenos relativos a su objeto de estudio. Con el propósito de
identificar fenómenos o sucesos que aporten gran información para su mejor
desempeño.
 Técnica: Porque trabaja con base en un conjunto de procedimientos o sistemas
para acumular, procesar e informar datos útiles referentes al patrimonio. Es una,
serie de pasos para realizar una tarea y en contabilidad la tarea es el registro, la
teneduria de libros.
 Sistema de Información: De acuerdo con las opiniones y enfoques
profesionales más modernos, la contabilidad es en sí un subsistema dentro del
Sistema de Información de la Empresa, toma toda la información de una
empresa referente a los elementos que definen el Patrimonio, la procesa y la
resume de tal forma que cumpla con los criterios básicos que uniforman la
interpretación de la Información Financiera (contable), de esta manera analistas
financieros y no financieros usan la información contable, de ahí se concluye
que independientemente de las definiciones anteriores, la contabilidad es en sí
un Sistema de Información.{{cita requerida}más actuales hablan también de la
contabilidad como Tecnología social, dado que la tecnología se encarga de
conjugar saberes científicos y técnicos para la resolución de problemas
concretos. La contabilidad aplica conocimientos científicos (provenientes de
oma de decisiones.[cita requerida]

Estas caracterizaciones de la Contabilidad, con altos grados de componente científico y


tecnológico la han caracterizado especialmente en los últimos 100 años, llegando a
conformarse incluso "escuelas" o tendencias en su comprensión. Así por ejemplo se
habla de las escuelas latina y anglosajona de la Contabilidad. La escuela latina se
caracteriza, fundamentalmente, por su orientación forense y la construcción de
evidencias del proceso de la información, facilitando así los procesos de control
organizacional. La escuela anglosajona, por su parte, se orienta más a los procesos de
revelación de estados financieros dirigidos a los mercados de valores y otros decisores
estratégicos de las organizaciones. La escuela latina se ha desarrollado con más fuerza
en los países continentales europeos y sus colonias respectivas. De igual modo la
anglosajona ha tenido mayor presencia en Inglaterra, Estado Unidos y sus respectivas
zonas colonizadas.
[editar] Historia

Retrato de Luca Paccioli, obra del pintor Jacopo de'Barbari (o Jacob Welsh-
1440;1515-) expuesta en el Museo di Capodimonte (Nápoles).

El estudio de la contabilidad sobre una base científica tuvo su primera


manifestación escrita en los trabajos de Benedetto Cotrugli, un comerciante,
economista, científico, diplomático y humanista croata radicado en Nápoles.
En 1458 Cotrugli escribió el Libro de l'Arte de la Mercatura (Libro del arte
del comercio) que contiene un apéndice con un inventario y varias
anotaciones de un libro diario.

Posteriormente, en 1494, Luca Pacioli (1445-1517) publicó en Venecia su


obra Summa de Arithmetica, Geometría, Proportioni e Proportionalita. En
ella Pacioli dedicó treinta y seis capítulos a la descripción de los métodos
contables empleados por los principales comerciantes venecianos. El autor
dedicó, además, parte de sus trabajos a la descripción de otros usos
mercantiles, tales como contratos de sociedad, el cobro de intereses y el
empleo de las letras de cambio. Se dice que en la antigüedad usaban o
sabían leer la famosa lengua parda o "lengua del diablo" que era usada para
investigar la contabilidad en la época clásica, donde la contabilidad y los
contadores de esa epoca eran los que manejaban todos los intercambios en
el mercado.

Según Pacioli las anotaciones en el libro diario constan de dos partes


claramente diferenciadas: una comenzando con la palabra Por (el Debe del
asiento contable) y la otra con la palabra A (el Haber del asiento contable),
antecedente del modelo de asiento contable tradicional. Dado que en
aquella época no era costumbre la utilización del balance de situación, sólo
describe los usos en la elaboración del balance de comprobación de sumas y
saldos, que era utilizado al agotarse las páginas del libro mayor.

Estas anotaciones eran efectuadas bajo las normas de la partida doble, la


cual Paccioli aseguraba que él solo enseñaba, lo cual ya se ejecutaba mucho
antes por los mercaderes. La partida doble asegura que por cada aumento
del activo en el debe hay una disminución en las cuentas del pasivo y
capital dentro del haber. Asimismo, habiendo una disminución en las
cuentas del activo dentro del debe, hay un aumento en las cuentas del
pasivo y capital dentro del haber, así efectuándose las normas de la partida
doble.

La traducción en inglés fue publicada en Londres por John Gouge o Gough en 1543. Se
describe como Un Tratado Provechoso (A profitable treatyce), también denominado El
Instrumento o Libro para aprender el buen orden de llevanza del famoso conocimiento
llamado en Latin Dare y Habere, es decir, Debe y Haber.

Se publicó un pequeño libro de instrucción en 1588 por John Mellis de Southwark, en el


que dice, "Soy el renovador y revividor de una antigua copia publicada aquí en Londres
el 14 de agosto de 1543. John Mellis se refiere al hecho de que los principios de
contabilidad que explica (que es un sistema simple de partida doble) sigue "la forma de
Venecia." (...). La Contabilidad tiene un objetivo: Dar la información necesaria para la
toma correcta de decisiones.

[editar] Patrimonio neto contable


Es el resultado de la suma de los bienes y derechos expresados en unidades monetarias
y restándole a ese resultado las obligaciones también expresadas en la misma unidad de
medida. Ese resultado expresa el valor neto ( expresado en unidades monetarias) de la
empresa en un momento determinado y es a lo que se le llama Patrimonio Neto
Contable.

Se halla calculando la diferencia entre el Activo (los bienes y a los derechos) y el Pasivo
(las obligaciones).

[editar] Elementos de los estados financieros


Son cada uno de los bienes, derechos y obligaciones que forman parte del patrimonio de
las empresas. El Marco conceptual del IASB (International Accounting Standard Board)
define cinco elementos básicos que componen la contabilidad: Activo, Pasivo,
Patrimonio, Gastos e Ingresos. Todo ellos deben seguir un itinerario lógico para su
adecuada contabilización, que son: Definición, Reconocimiento y Medición, los cuales
quedan reflejados en los estados financieros.

[editar] Masas patrimoniales


El activo es el conjunto de bienes y derechos que posee la empresa. El pasivo está
formado por las obligaciones hacia terceros (Pasivo Exigible) y los fondos propios de la
empresa (Pasivo No Exigible). Los Fondos Propios, también llamados Capital o Neto
Patrimonial, por ser la diferencia entre el Activo y el Pasivo Exigible, son por tanto el
valor contable neto de la empresa, ya que representa el valor de los bienes y derechos
que la empresa no debe a nadie.

[editar] Paquetes contables


Son software de aplicación que permite realizar los ingresos de datos de comprobadores
ligados a una aplicación de (ingresos y egresos).
También son una excelente herramienta que posibilita que la labor del contador sea más
eficaz y eficiente. Son programas computacionales que permiten llevar registros de
todas las actividades y procesos contables de una empresa así como la preparación de
los diferentes reportes como estados financieros.

Y estos permiten un mejor desarrollo en la realización de las labores contables de una


formas mucho más rápida, ordenada y una mejor presentación en los reportes contables
e informes financieros.

[editar] Las cuentas


Artículo principal: Cuenta

Instrumento de representación y medida de cada elemento patrimonial. Se utiliza una


palabra y un número, la palabra representa el elemento cualitativo de la cuenta y el
número el elemento cuantitativo. Dichas palabras y números son la representación de la
realidad de los elementos del patrimonio escritos en un papel. Por lo tanto hay tantas
cuentas como elementos patrimoniales tenga la empresa. Gráficamente se dibujan como
una T, donde a la parte izquierda se llama "Débito" o "Debe" y a la parte derecha
"crédito"o "haber", sin que estos términos tengan ningún otro significado más que el
indicar una mera situación física dentro de la cuenta.( el debe es la parte izquierda de la
cuenta y el haber es la parte derecha de la cuenta y no otra cosa como lo puede indicar
su palabra) Hay dos tipos de cuenta: de patrimonio y de gestión o de resultados. Las
cuentas de patrimonio aparecerán en el Balance y pueden formar parte del Activo o del
Pasivo (y dentro de éste, del Pasivo exigible o del Capital, también llamado Fondos
propios o Patrimonio Neto). Las cuentas de gestión o de resultados son las que reflejan
ingresos o gastos y aparecerán en la Cuenta de Pérdidas y Ganancias.

Independientemente de si las cuentas son de Patrimonio o de Resultados, también se


dice que por su naturaleza son deudoras o acreedoras. Las cuentas son deudoras cuando
siendo de Patrimonio se refieren a un activo o siendo de Gestión se refieren a un gasto y
son acreedoras cuando siendo de Patrimonio se refieren a un pasivo o a una cuenta de
capital, o cuando siendo de Gestión se refieren a un ingreso. Una cuenta
complementaria de activo o de pasivo puede invertir la lógica anterior, por ejemplo la
Estimación para Cuentas Incobrables o de Inventarios Obsoletos o de Lento
Movimiento que siendo cuentas de activo su naturaleza es acreedora. También podemos
tener cuentas complementarias en las cuentas de Gestión.

Un tipo muy común de cuenta son las cuentas Corrientes, es una cuenta identificada por
una palabra y un número (por ejemplo Cliente Se JJ y sus debitos y créditos) estas son
cuentas que en cualquier momento pueden ser deudoras o acreedoras y su naturaleza la
define solamente el hecho de si son cuentas de Patrimonio o de Gestión, y más aún
dentro de las clasificaciones anteriores es su ubicación específica dentro del estado
financiero lo que define su naturaleza, no olvidemos son cuentas que pueden ser
deudoras o acreedoras.

[editar] Convenio de cargo y abono y sistema de


Partida doble
Cargar o debitar una cuenta es hacer una anotación en el Debe. Abonar o acreditar una
cuenta es hacer una anotación en el Haber. En las cuentas de activo, cuanto éste
aumenta, se cargan, y cuando disminuye, se abonan. En las cuentas de pasivo y de
capital, cuando éste aumenta, se abonan, y cuando disminuye, se cargan. El sistema de
Partida Doble consiste en que en cada hecho contable, se ha de producir al menos un
cargo en una cuenta y un abono en otra, y la suma de los cargos y los abonos efectuados
deben ser iguales, en otras palabras, todos los recursos que existen en una empresa son
el resultado de la aplicación de recursos que tuvieron una fuente definida.

 Véase también: Teoría del cargo y del abono

[editar] Partida doble como constante de cambio


La "partida doble" como técnica contable obedece a los siguientes criterios: a)
Correspondencia: quien recibe es deudor, quien entrega es acreedor; b) Reciprocidad:
no hay deudor sin acreedor y viceversa; c) Equivalencia: todo valor que ingresa debe ser
igual al valor que sale; d) Consistencia: todo valor que ingresa por una cuenta debe salir
por la misma cuenta; e) Confrontabilidad: las pérdidas se debitan, las ganancias se
acreditan.

[editar] Saldo
Se llama saldo de una cuenta a la diferencia entre los débitos y créditos.

Cuando los débitos sean mayores que los créditos será saldo Deudor

Cuando los créditos sean mayores que los débitos será saldo Acreedor

Cuando los débitos sean iguales a los créditos, se entenderá que la cuenta esta saldada,
balanceada o sin saldo.

[editar] Los libros contables


 El Diario o Jornal. Donde se recogen, día a día, los hechos económicos. La
anotación de un hecho económico en el libro Diario se llama "asiento". Registro
de transacciones suscitadas del giro de la empresa.

 El Mayor o Ledger. En él se recogen todas las cuentas, con todos los cargos y
abonos realizados en las mismas. Libro resumen del registro del movimiento de
una cuenta específica.En el cual también van las inversiones (gastos y
ganancias) que la empresa tuvo en ese lapso de tiempo.

 El Libro de Balances o Balance sheet. Los libros de Balances reflejan la


situación del patrimonio de la empresa en una fecha determinada.

Los Balances se crean cuando hemos pasado las cantidades de las cuentas de los
asientos a su libro mayor.

Existen otros libro que se denominan auxiliares o subdiarios:


 El Libro De Compra Y Venta. Son los libros en que se ingresan las
operaciones resultantes por las compras y ventas de un periodo. Sus columnas
más importantes son: Fecha|Proveedor o Cliente|N°
Documento|Neto|IVA|TOTAL

 El Libro de Caja Americano. Este libro se lleva cuando se utiliza el sistema


jornalizador, lo particular de este es que maneja tanto los ingresos como egresos
de la caja.

[editar] Tipos de contabilidad


 Artículo principal: Tipos generales de contabilidad

Según los tipos de usuarios (Externos-Internos), pueden ser:

1. Contabilidad financiera.

Da la información esencial del funcionamiento y estado financiero de la empresa a


todos los agentes económicos interesados (clientes, inversores, proveedores,
Administraciones Públicas, etc.). Viene regulada y planificada oficialmente para su
comprensión por todos. Se trata de dar constancia a las ratios de Competitividad,
Rentabilidad y Productividad para poderles dar utilidad en la actividad de la
organización.

2. Contabilidad Directiva.

Que engloba Contabilidad de costos o Contabilidad de gestión. Es la contabilidad


interna, para el cálculo de los costos y movimientos económicos y productivos en el
interior de la empresa. Sirve para tomar decisiones en cuanto a producción,
organización de la empresa, etc.

[editar] Los Criterios de medición


Según el Marco Conceptual para la preparación y presentación de los estados
financieros, existen 4 criterios de medición:

 Coste histórico:

Los activos se registran por el monto de efectivo o equivalentes de efectivo pagados, o


por el valor justo del activo entregado a cambio en el momento de la adquisición. Los
pasivos se registran por el valor del producto recibido a cambio de incurrir en la
obligación o, en algunas circunstancias (por ejemplo, impuesto a la renta por pagar) por
los montos de efectivo o equivalentes de efectivo que se espera pagar para extinguir la
correspondiente obligación.

 Coste Corriente:

Los activos se llevan contablemente por el monto de efectivo, o equivalentes de


efectivo, que debería pagarse si se adquiriese en la actualidad el mismo activo u otro de
similares características. Los pasivos se registran al monto de efectivo o equivalente de
efectivo que se requiere para liquidar la obligación al momento presente.

 Valor Razonable:

Los activos se registran contablemente por el monto de efectivo o equivalentes de


efectivo que podrían ser obtenidos, en el momento presente, en la venta no forzada de
los mismos. Los pasivos se registran a sus valores de liquidación, esto es, los montos sin
descontar de efectivo o equivalentes de efectivo, que se espera pagar por las
obligaciones en el curso normal de las operaciones.

 Valor Actual:

Los activos se registran contablemente al valor actual, descontando las futuras entradas
netas de efectivo que se espera genere la partida en el curso normal de las operaciones.
Los pasivos se registran por el valor actual, descontando las salidas netas de efectivo
que se necesitarán para pagar las obligaciones, en el curso normal de las operaciones.

Historia de la contabilidad mundial


Según muchos entendidos en el tema, la historia de la contabilidad data desde el año 6.000

a.C. en donde muchos de los elementos fundamentales para llevar a cabo esta actividad, como

por ejemplo, los números, la escritura, el dinero, y hasta el crédito en los mercados ya existían.

c
Por otro lado la historia de la contabilidad también nos marca que tanto en el tiempo del

imperio como en el de la republica, habitualmente los plebeyos eran los encargados de

llevar la contabilidad. Durante el periodo histórico entre 453 – 1453 d.C. los avances en la

convalidad continuaron avanzando a pasos agigantados, y se comienza a mostrar una imagen

de la misma que involucra por primera vez en la historia de la contabilidad las cuentas

patrimoniales. Al haberse creado la cuenta correspondiente a pérdidas y ganancias, se había

encontrado una solución al problema que tenían los comerciantes de esa época, que no podían

calcular toda su mercancía en una sola cuenta ya que los mismos poseían dos precios: el de

venta y el de costo de adquisición. Esto dió por resultado que la utilidad obtenida, presentaba la

cuenta de caja con una considerable diferencia en los asientos correspondientes a los ingresos

y a los egresos como consecuencia de lo que explicábamos anteriormente. Sin embargo, con

esta nueva cuenta que agrupaba todas las diferencias, podían registrarse las cuentas

patrimoniales que seguían la historia de la mercancía y a su vez, las ganancias y las pérdidas

que se obtenían.

Evolución de la contabilidad

Conforme se fue escribiendo la historia de la

contabilidad, la misma fue sufriendo avances realmente considerables hasta el día de

hoy, y aunque siempre fue una de las herramientas fundamentales del desarrollo comercial, en

la actualidad ha cobrado una importancia aún mayor ya que ningún comercio, negocio o

empresa puede estar exento de los sistemas de contabilidad.

A través de la historia de la contabilidad se pudo lograr la definición de ésta como “el arte de

registrar, resumir, y clasificar" significativamente y utilizando términos monetarios todas

aquellas operaciones, transacciones y sucesos de carácter financiero, interpretando todos los

resultados provenientes de los mismos.


De todas maneras, es importante que tengamos en cuenta que en estos días que corren, la

contabilidad ha tenido que convertir su concepto de herramienta financiera para que así sea

capaz de cumplir con varias obligaciones tributarias.

Otro avance que presenta en la actualidad y que se suma a la historia de la contabilidad, es sin

duda, la cantidad de personas interesadas en este tema, que eligen seguir carreras

universitarias para poder llegar al título de contador. Sin duda que esto representa una gran

importancia en el merco profesional, ya que hasta no hace muchos años, la contabilidad no

era una de las actividades más elegidas por la gente.

Por otro lado, y como hemos explicado en artículos anteriores, la contabilidad hoy por hoy, va

de la mano de la tecnología, y el mercado informático crea cada vez más programas y sistemas

que van sumándose de a poco a la lista de avances que se registra en la historia de la

contabilidad. Por último queremos decir que el avance más importante que se presentó en la

misma fue la facilitación de su realización, ya que mediante estos sistemas informáticos, es

mucho más fácil y práctico que la contabilidad lleve a cabo todas sus tareas.

13. Bibliografía
1. Introducción
La contabilidades una técnica que se ocupa de registrar, clasificar y resumir las
operacionesmercantiles de un negocio con el fin de interpretar sus resultados. Por
consiguiente, los gerentes o directores a través de la contabilidad podrán orientarse sobre el
curso que siguen sus negocios mediante datoscontables y estadísticos. Estos datos permiten
conocer la estabilidad y solvencia de la compañía, la corriente de cobros y pagos, las
tendencias de las ventas, costos y gastosgenerales, entre otros. De manera que se pueda
conocer la capacidad financiera de la empresa. Se dice también que la contabilidad es el
lenguajede los negocios pero no existe una definición universalmente aceptada.
El origen de la contabilidad es de hace muchos años, desde que el hombrese dio cuenta que
con su memoria no era suficiente para guardar la información necesaria. Según estudios
realizados hacia 6000 años a.c ya existían los elementos necesarios para la actividad
contable. En Grecia, Egipto y en los Valles de Mesopotamia llevaban registros y operaciones
financieras de las empresas privadas y publicas en tablillas de barro.
El objetivode la contabilidad es proporcionar información a los dueños y socios de un
negocio sobre lo que se deba y se tiene. Se puede dividir en objetivo administrativo y
financiero. El objetivo administrativo es proporcionar información a los administradores
para que ellos planifiquen, tomen las decisiones y control de las operaciones y el objetivo
financiero es proporcionar información de las operaciones realizadas por un ente,
fundamentalmente en el pasado.
La contabilidad de una empresa o un negocio se puede llevar de manera manual y
computarizada.
La contabilidad manual se desarrolla manualmente, al menos en un alto porcentaje.
Aunque se utilizan algunas maquinas sumadoras o calculadoras; la mayoría de los trabajos
son realizados de forma manual; En estos sistemas el factor hombrees la base. La mayor
debilidad de los sistemas manuales es que se vuelven lentos cuando se trata de procesar
grandes volumen de información, en cuyo caso seria necesario el uso de gran cantidad de
personas.
Un sistema de contabilidad computarizado se vale de computadoras para llevar a cabo los
movimientos contables de las cuentas, manejándolas hasta producir las informaciones
finales. . En los sistemas de contabilidad computarizados la labor del contador es
prácticamente intelectual. Este deberá asegurarse de que la configuración y entrada de una
transacción sean conectadas, el sistema hará el resto.
Las ventajas de la contabilidad computarizada es que proporciona información con mayor
rapidez, se puede manejar un volumen de operaciones mayor y se reduce mucho el número
de errores por que la computadora realiza en forma instantánea tareas que consumen
mucho tiempo cuando se hacen en forma manual.
La contabilidad se clasifica de acuerdo a las actividades que baya hacer utilizado. Es decir
que se divide en dos grades sectores que son Privada y Oficial.
La contabilidad privada es aquella que se clasifica, registra y analiza todas las operaciones
económicas, de empresas de
socios o individuos particulares, y que les permita tomar decisiones ya sea en el campo
administrativo, financiero y económico.
La contabilidad privada según la actividad se puede dividir en: Contabilidad comercial,
Contabilidad de costos, Contabilidad bancaria, Contabilidad de cooperativas, Contabilidad
hotelera, Contabilidad de servicios
La contabilidad pública se encarga de registrar, clasificar, controlar, analizar e interpretar
todas las operaciones de las entidades de derecho público y a la vez permite tomar
decisiones en materia fiscal, presupuestaria, administrativa, económica y financiera.
2. Conceptos de la contabilidad
La palabra contabilidad proviene del verbo latino "coputare", el cual significa contar, tanto
en el sentido de comparar magnitudes con la unidad de medida, o sea "sacar cuentas",
como en el sentido de "relatar", o "hacer historia".
"La contabilidad es el arte de registrar, clasificar y resumir en forma significativa y en
términos de dinero, las operaciones y los hechos que son cuando menos de
carácterfinanciero, así como el de interpretar sus resultados" (Instituto Americano de
Contadores Públicos Certificados)
"La contabilidad es el sistema que mide las actividades del negocio, procesa esa
información convirtiéndola en informesy comunica estos hallazgos a los encargados de
tomar las decisiones" (Horngren & Harrison. 1991)
"La contabilidad es el arte de interpretar, medir y describir la actividad económica" (Meigs,
Robert., 1992)
"La contabilidad es el lenguaje que utilizan los empresarios para podermedir y presentar los
resultados obtenidos en el ejercicio económico, la situación financiera de las empresas, los
cambios en la posición financiera y/o en el flujo de efectivo" (Catacora, Fernando, 1998)
Se puede decir que la contabilidad es una técnica que se ocupa de registrar, clasificar y
resumir las operaciones mercantiles de un negocio con el fin de interpretar sus resultados.
Por consiguiente, los gerentes o directores a través de la contabilidad podrán orientarse
sobre el curso que siguen sus negocios mediante datos contables y estadísticos. Estos datos
permiten conocer la estabilidad y solvencia de la compañía, la corriente de cobros y pagos,
las tendencias de las ventas, costos y gastos generales, entre otros. De manera que se pueda
conocer la capacidad financiera de la empresa.
Se dice también que "la contabilidad es el lenguaje de los negocios". No existe una
definición universalmente aceptada.
3. La historia de la contabilidad
La contabilidad aparece en la historia de los pueblos como resultado de la expansión
comercial, Su estancamiento durante siglos se debe al lento progreso de los pueblos.
10.000 años (a. C): Carece de información mercantil, los pueblos eran nómadas por lo tanto
no existía la propiedad.
6.000 años (a. C): Grecia, Egipto, y en el Valle de Mesopotamia
Llevaban registros y operaciones financieras de las empresas privadas y publicas en tablillas
de barro. En Mesopotamia el Escriba era el que llevaba los registros contables, además era
el único que sabia leer y escribir, y conocía las leyes. El escriba fue el predecesor del
Contador. Los Egipcios realizaban sus escrituras en papiros.
2.000 años (a. C): Hammurabi rey de Babilonia escribe el "Código de Hammurabi", el cual
hace mención a la practica contable.
600 años (a. C): En Atenas un tribunal de cuentas formado por diez miembros se encarga
de fiscalizar la recaudación de tributos.
Siglo I (a. C): En roma la contabilidad se llevaba en dos libros: El Adversaria (asientos de
caja), y el Codex (Nombre de la persona, causa de la operación, y la cuantía).
En 1494: El fray Lucas Paciolo (Considerado el padre de la contabilidad moderna) publica
su libro" La summa", donde dedica 36 capítulos al estudio de la contabilidad, el cual explica
la partida doble como mecanismo contable.
En 1548: El expansionismo mercantilista se encargó de exportar al nuevo mundo los
conocimientos contables. De los cuarenta hombres que traía Colón para el descubrimiento
de América, venia un Contador real de cuentas.
En el siglo XVIII: Con la revolución Francesa, Napoleón en sus campañas fue el encargado
de esparcir la contabilidad.
Llega el siglo XIX, y con él el Código de Napoleón (1808), comienza la Revolución
Industrial, Adam Smith y David Ricardo, echan las raíces del liberalismo, la contabilidad
comienza a tener modificaciones de fondo y forma, bajo el nombre de " Principios de
Contabilidad"
En el siglo presente y a raíz de la crisis de los años 30, en Estados Unidos, el Instituto
Americano de Contadores Públicos, organizó agrupaciones académicas y prácticas para
evaluar la situación, de allí surgieron los primeros principios de contabilidad, vigentes aún
muchos de ellos, otros con modificaciones. También, la crisis, dio origen al cambiode la
"Certificación" por los "Dictámenes" de los Estados Financieros.
4. Importancia que tiene la contabilidad como sistema de información y
control
La contabilidad es una técnica importante para la elaboración y prestación de la
información financiera de las transacciones comerciales, financieras y económicas
realizadas por las entidades comerciales, industriales de servicio, de servicios públicos y
privados y se utilizan en la toma de decisiones.
Los sistemas contables comunican información económica; es una forma de saber en que
estadose encuentra la empresa.
5. Objetivos de la contabilidad
Proporcionar información a: Dueños, accionistas, bancosy gerentes, con relación a la
naturaleza del valorde las cosas que el negocio deba a terceros, la cosas poseídas por los
negocios. Sin embargo, su primordial objetivo es suministrar información razonada, con
base en registros técnicos, de las operaciones realizadas por un ente privado o público.
Para ello deberá realizar:
*Registros con bases en sistemas y procedimientos técnicos adaptados a la diversidad de
operaciones que pueda realizar un determinado ente.
*Clasificar operaciones registradas como medio para obtener objetivos propuestos.
*Interpretar los resultados con el fin de dar información detallada y razonada.
Con relación a la información suministrada, esta deberá cumplir con un objetivo
administrativo y uno financiero:
Administrativo: ofrecer información a los usuarios internos para suministrar y facilitar a la
administración intrínseca la planificación, toma de decisionesy control de operaciones. Para
ello, comprende información histórica presente y futura de cada departamento en que se
subdivida la organización de la empresa.
Financiero: proporcionar información a usuarios externos de las operaciones realizadas por
un ente, fundamentalmente en el pasado por lo que también se le denomina contabilidad
histórica.
6. Función de la contabilidad
Controlar:
Para que los recursos de las entidades puedan ser administrados en forma eficaz, es
necesario que sus operaciones sean controladas plenamente, requiriéndose establecer antes
el procesocontable y cumplir con sus fases de: sistemización, valuación y registro.
Informar:
El informar a través de los estados financieros los afectos de las operaciones practicadas,
independientemente de que modifiquen o no al patrimonio de las entidades, representa
para sus directivos y propietarios:
1) Conocer cuáles son y a cuánto ascienden sus recursos, deudas, patrimonio, productos y
gastos
2) Observar y evaluar el comportamientode la entidad.
3) Comparar los resultados obtenidos contra los de otros períodos y otras entidades.
4) Evaluar los resultados obtenidos previamente determinados.
5) Planear sus operaciones futuras dentro del marco socioeconómico en el que se
desenvuelve.
La información contable pues es básica para la toma de decisiones de los propietarios y
directivos de las entidades, además de otros usuarios, lo que determina que la información
sea de uso general.
La contabilidad tiene diversas funciones, pero su principal objetivo es suministrar, cuando
sea requerida o en fechas determinadas, información razonada, en base a registros técnicos,
de las operaciones realizadas por un ente público o privado" (Redondo, A., 2001)
7. Principios de la contabilidad generalmente aceptados
Los 14 principios de contabilidad generalmente aceptados (P.C.G.A.), se enuncian de la
siguiente forma:
*Equidad:
La equidad entre intereses opuestos debe ser una preocupación constante en la
contabilidad, dado que los que se sirven o utilizan los datos contables pueden encontrarse
ante el hecho de que sus intereses particulares se hallen en conflicto. De esto se desprende
que los estados financieros deben prepararse de tal modo que reflejen con equidad, los
distintos intereses en juegoen una hacienda o empresa dada.
*Ente
Los estados financieros se refieren siempre a un ente donde el elemento subjetivo o
propietario es considerado como tercero. El conceptode "ente" es distinto del de "persona"
ya que una misma persona puede producir estados financieros de varios "entes" de su
propiedad.
*BienesEconómicos
Los estados financieros se refieren siempre a bienes económicos, es decir bienes
materialese inmateriales que posean valor económico y por ende susceptibles de ser
valuados en términos monetarios.
*Moneda de Cuenta
Los estados financieros reflejan el patrimonio mediante un recurso que se emplea para
reducir todos sus componentes heterogéneos a una expresión que permita agruparlos y
compararlos fácilmente. Este recurso consiste en elegir una moneda de cuenta y valorizar
los elementos patrimoniales aplicando un " precio"a cada unidad.
*Empresa en Marcha
Se refiere a todo organismo económico cuya existencia personaltiene plena vigencia y
proyección futura.
*Valuación al Costo
El valor de costo –adquisición o producción- constituye el criterio principal y básico de la
valuación, que condiciona la formulación de los estados financieros llamados "de
situación".
*Ejercicio
En las empresas en marcha es necesario medir el resultado de la gestión de tiempo en
tiempo, ya sea para satisfacer razones de administración, legales, fiscales o para cumplir
con compromisos financieros, etc. Es una condición que los ejercicios sean de igual
duración, para que los resultados de dos o más ejercicios sean comparables entre sí.
*Devengado
Las variaciones patrimoniales que deben considerarse para establecer el resultado
económico son las que competen a un ejercicio sin entrar a considerar si se han cobrado o
pagado.
*Objetividad
Los cambios en los activos, pasivos y en la expresión contable del patrimonio neto, deben
reconocerse formalmente en los registros contables, tan pronto como sea posible medirlos
objetivamente y expresar esa medida en moneda de cuenta.
*Realización
Los resultados económicos solo deben computarse cuando sean realizados, o sea cuando la
operación que los origina queda perfeccionada desde el punto de vista de la legislación o
prácticas comerciales aplicables.
*Prudencia
Consiste en contabilizar todas las pérdidas cuando se conocen y las ganancias solamente
cuando se hayan realizado.
*Uniformidad
Los principios generales, cuando fuere aplicable, y las normas particulares utilizadas para
preparar los estados financieros de un determinado ente deben ser aplicados
uniformemente de un ejercicio al otro. Sin embargo, el principio de la uniformidad no debe
conducir a mantener inalterables aquellos principios generales, cuando fuere aplicable, o
normas particulares que las circunstancias aconsejen sean modificadas.
*Materialidad
Al ponderar la correcta aplicación de los principios generales y de las normas particulares
debe necesariamente actuarse con sentido práctico. Frecuentemente se presentan
situaciones que no encuadran dentro de aquéllos y, que, sin embargo, no presentan
problemas porque el efecto que producen no distorsiona el cuadro general.
Desde luego, no existe una línea demarcatoria que fije los limites de lo que es y no es
significativo y debe aplicarse el mejor criterio para resolver lo que corresponda en cada
caso, de acuerdo con las circunstancias, teniendo en cuenta factores tales como el efecto
relativo en los activos o pasivos, en el patrimonio o en el resultado de las operaciones.
*Exposición
Los estados financieros deben contener toda la información y discriminación básica y
adicional que sea necesaria para una adecuada interpretación de la situación financiera y de
los resultados económicos del ente a que se refieren.
8. Clasificación de la contabilidad
La contabilidad se clasifica de acuerdo a las actividades que vaya hacer utilizado. Es decir
que se divide en dos grades sectores que son Privada y Oficial.
1. Contabilidad Privada:
Es aquella que clasifica, registra y analiza todas las operaciones económicas, de empresas
de socios o individuos particulares, y que les permita tomar decisiones ya sea en el campo
administrativo, financiero y económico.
La contabilidad privada según la actividad se puede dividir en:
Contabilidad comercial
Es aquella que se dedica a la compra y venta de mercadería y se encarga de registrar todas
las operaciones mercantiles.
Contabilidad de costos
Es aquella que tiene aplicación en el sector industrial, de servicios y de extracción mineral
registra de manera técnica los procedimientos y operaciones que determinan el costo de los
productos terminados.
Contabilidad bancaria
Es aquella que tiene relación con la prestación de servicios monetarios y registra todas las
operaciones de cuentas en depósitos o retiros de dinero que realizan los clientes. Ya sea de
cuentas corrientes o ahorros, también registran los créditos, giros tanto al interior o
exterior, así como otros servicios bancarios.
Contabilidad de cooperativas:
Son aquellas que buscan satisfacer las necesidades de sus asociados sin fin de lucro, en las
diferentes actividades como: Producción, Distribución, Ahorro, Crédito, Vivienda,
Transporte, Salud y la Educación.
Así se encarga de controlar cada una de estas actividades y que le permite analizar e
interpretar el comportamiento y desarrollo de las cooperativas.
Contabilidad hotelera
Se relaciona con el campo Turístico por lo que registra y controla todas las operaciones de
estos establecimientos.
Contabilidad de servicios
Son todas aquellas que presentan servicio como transporte, salud, educación, profesionales,
etc.
2. Contabilidad Oficial.
Registra, clasifica, controla, analiza e interpreta todas las operaciones de las entidades de
derecho públicoy a la vez permite tomar decisiones en materia fiscal, presupuestaria,
administrativa, económica y financiera.
9. Relación de la contabilidad con otras disciplinas
Con el derecho positivo
"Código de Comercio": regula las relaciones mercantiles entre comerciantes y no
comerciantes.
"Código Civil": este código norma la propiedad y su usufructo, los contratos y otras
relaciones entre personas naturales o
jurídicas.
"Lees ilación Laboral": reglamenta los deberes y derechos de las partes, derivados del
contrato de trabajo.
"Legislación Fiscal: determina las contribuciones, gravámenes y desgravámenes, sobre los
beneficios o utilidades.
Con la economía, las relaciones son tan estrechas, que no se puede suponer la una sin la
otra: Se complementan. La economía estudia la riqueza de un país o de una organización
cualquiera, y la contabilidad la registra y da cuenta de ella.*
Con la estadística, podemos afirmar que la contabilidad se vale de los métodos estadísticos
de investigación, para alcanzar mejor sus objetivos; y que, a su vez, la estadística se nutre de
los datos que aporta la contabilidad.
Con la ingeniería, determina y controla los costos. Ayuda a evaluar la factibilidad financiera
de los proyectos.
10. Importancia de la Contabilidad Computarizada
La importancia de la contabilidad computarizada es que es más veloz; ya que por medio de
la creación del software o programas creados en el computador se pueden realizar labores
hasta antes propias de los contadores.
Se puede proporcionar información con mayor rapidez que uno manual, por que la
computadorarealiza en forma instantánea tareas que consumen mucho tiempo cuando se
hacen en forma manual; Se puede manejar un volumen de operaciones mayor; Se reduce
mucho el número de errores, por que la computadora hace los cálculos con mayor exactitud
que un ser humano; El uso de la computadora asegura cada asiento con exactitud, esto evita
errores, como el doble pase, el pase a una cuenta equivocada, pasar un débito como un
crédito o viceversa, y pasar una cantidad equivocada.
En un sistema de contabilidad computarizado, los informes se pueden producir
automáticamente, tales como: Diarios, Mayores, Estados Financieros, e Informes
Especiales que ayuden a la administración a tomar decisiones.
Mediante la contabilidad computarizada la labor del contador es prácticamente intelectual.
El contador nada mas deberá asegurarse de que la configuración y entrada de una
transacción sean conectadas, el sistema hará el resto.
11. Sistema contable que se implementan dentro de una empresa
La contabilidad financiera:
Es una técnica que se utiliza para producir sistemática y estructuradamente información
cuantitativa expresada en unidades monetarias de las transacciones que realiza una entidad
económica y de ciertos eventos económicos identificables que la afectan, con el objeto de
facilitar a los diversos interesados el tomar decisiones en relación con dicha entidad
económica.
La Contabilidad de Costos:
Es un sistema de información que clasifica, acumula, controla y asigna los costos para
determinar los costos de actividades, procesos y productos y con ello facilitar la toma de
decisiones, la planeación y el control administrativo. Los informes de costos son muy útiles
también para la planeación y selección de alternativas ante una situación dada.
La contabilidad Administrativa:
Es la manera más directa a una información preparada y presentada para ser utilizada por
las personas que internamente en la entidad, día a día, deben tomar decisiones respecto a la
administración de ésta (directores, gerentes, administradores, funcionarios, etc.). Esta
contabilidad la llevan toas las empresas.
La Contabilidad Gubernamental:
Es el conjunto de principios, normas y procedimientos, para registrar, resumir, analizar e
interpretar las transacciones realizadas por los entes público con la finalidad de preparar
Estados Financieros y Presupuestarios que faciliten el análisis de la mismas y la obtención
de indicadores que permitan una racional evaluación de ingresos y gastos, así como la
Situación Financiera de la Hacienda nacional, durante y al termino de cada ejercicio fiscal.
La contabilidad Gubernamental, constituye el sistema de información financiera más
importante de los Organismo del Sector Público, a través del cual se puede conocer la
gestión realizada y los efectos que ellas producen en el patrimonio público. Esta
contabilidad la llevan las institucionespúblicas.
12. Conclusión
Con base a la revisión bibliográfica efectuada en tornoal tema central de este trabajo, la
contabilidad, se puede concluir que, el hombre desde tiempos memorables se ha
empecinada en llevar un control exhaustivo de todos los movimientos financieros que se
ejecutan en sus pequeñas, medianas o grandes empresas.
En la historia de los pueblos la contabilidad aparece como resultado de la expansión
comercial, ya en tiempos la primera civilización se llevaba registros y operaciones
financieras de empresas privadas y publicas en tablillas de barro. En el presente siglo se
organizaban organizaciones académicas que evalúan la situación, surgieron los primeros
principios de la contabilidad, vigentes aun algunos de ellos.
La contabilidad nos permite conocer la estabilidad y solvencia de la compañía, las rentas,
cobros, pagos; de manera que podamos conocer la capacidad financiera de la empresa.
El primordial objetivo de la contabilidad es suministrar información razonada, en base en
registros técnicos, de operaciones realizadas por un ente privado o publico y por esta
información cumplir con el objetivo administrativo y financiero.
Entre las diversas funciones de la contabilidad la principal es suministras información
razonada de las operaciones realizadas.
Los principios de la contabilidad generalmente aceptados son 14; equidad, ente, bienes
económicos, moneda de cuenta, empresa en marcha, valuación al costo, ejercicio,
devengado, objetividad, realización, prudencia, uniformidad, materialidad, exposición.
De acuerdo a las actividades que se realizan la contabilidad puede ser privada y oficial. La
privada se encarga de registrar y analizar todas las operaciones económicas de empresas,
socios, individuos particulares que les permita decidir en los campos financieros y
económicos. Esta a su vez se clasifica en contabilidad comercial, contabilidad de costo,
bancaria, de cooperativas, hotelera y contabilidad de servicios.
La contabilidad oficial registra, clasifica, controla, analiza e interpreta las operaciones de
derecho público y tomar decisiones en materia fiscal, presupuestaria, administrativa,
económica y financiera.
13. Bibliografía
Francisco Gómez Rondon Contabilidad I semestre "Teoría y Practica"
Ediciones Fragor
Harry A. Finney, Herbert E. Miller Curso de Contabilidad Introducción
 www.monografias.com
 www.terra.com
 www.elrincondelvago.com

LA HISTORIA DE LA CONTABILIDAD

por

Esteban HERNÁNDEZ ESTEVE *

El mes de julio del pasado año se celebró en Madrid el 8th World Congress of Accounting
Historians, al que asistieron unos 200 especialistas de historia de la contabilidad pertenecientes
a países de los cinco continentes. En este Congreso se batió el record de comunicaciones
presentadas, cuyo número casi duplicó el de las leídas en el Congreso anterior, celebrado en
Kingston, Canadá, el año 1996. El éxito del Congreso de Madrid se enmarca dentro del
extraordinario auge que durante los últimos quince o veinte años está experimentando el
interés por la historia de la contabilidad en todo el mundo. Ante este hecho, cabe preguntarse:
¿A qué obedece este repentino interés por una disciplina aparentemente tan concreta, tan
específica y tan limitada como es la historia de contabilidad? ¿Cómo se explica? ¿ A quién
puede interesar la historia de la contabilidad? ¿En qué consiste? ¿Cuál es su campo de
investigación? ¿Ha experimentado alguna evolución? ¿Cuáles son sus perspectivas? . . .
Dedicaremos las siguientes páginas a contestar estas y otras preguntas que surjan por el
camino.

Objeto y alcance de la contabilidad y de su historia

La contabilidad es una actividad tan antigua como la propia Humanidad. En efecto, desde que
el hombre es hombre, y aun mucho antes de conocer la escritura, ha necesitado llevar cuentas,
guardar memoria y dejar constancia de datos relativos a su vida económica y a su patrimonio:
bienes que recolectaba, cazaba, elaboraba, consumía y poseía; bienes que almacenaba;
bienes que prestaba o enajenaba; bienes que daba en administración; etc.

En este sentido, recientes investigaciones como las de Denise Schmandt-Besserat y, sobre todo,
las de Hans Nissen, Peter Damerow y Robert Englund (1990), arqueólogos e historiadores de
la antigua Mesopotamia, permiten afirmar, que los primeros documentos escritos que se
conocen, constituidos por millares de tablillas de arcilla con inscripciones en caracteres
protocuneiformes, elaboradas hace más de 5.000 años, contienen tan sólo números y cuentas,
sin textos ni palabras. Este hecho hace concluir a los citados investigadores que la escritura debió
de surgir, hacia el año 3300 a.J., para satisfacer la necesidad que sentían los antiguos habitantes
de Mesopotamia de registrar y dejar constancia de sus cuentas. No fue, pues, el deseo de legar a
la posterioridad el recuerdo de hazañas guerreras, relatos de héroes o dioses, o de plasmar
normas jurídicas para su permanente constancia y cumplimiento, lo que motivó el nacimiento de la
escritura, como se creía hasta ahora, sino simple y llanamente la necesidad de recoger y
conservar las cuentas originadas como consecuencia de procesos productivos y administrativos.

Desde esos primeros tiempos, las actividades de registro contable se han venido sucediendo
ininterrumpidamente, aunque sólo a partir de los siglos XIV y XV se conservan testimonios
escritos con un carácter regular y relativamente abundante. Los datos contenidos en la
documentación contable, aun la más antigua y fragmentaria, son cuantitativos y exactos, y no
digamos ya en el caso de las contabilidades modernas llevadas por partida doble, en las que
los datos se presentan formando un todo coherente, completo e íntimamente interrelacionado.
Por ello, su estudio e interpretación permiten arrojar una luz muchas veces enteramente nueva
e insospechada sobre hechos histórico que, a falta de ellos, habían sido explicados de manera
errónea o insuficiente.

No hace falta ir muy lejos para encontrar ejemplos de esta nueva luz proporcionada por el
análisis histórico-contable. Al afrontar el estudio del Imperio español de los siglos XVI y XVII la
historiografía mundial ha tendido a centrarse en aspectos relacionados con el poderío militar y
político que a España le proporcionó la inmensa riqueza en metales preciosos procedentes de
las Indias. Pero la moderna investigación del aparato contable y organizativo de la Real
Hacienda castellana ha descubierto y llamado la atención sobre el relevante papel jugado en
todo este contexto por la formidable organización administrativa del Imperio, creada totalmente
ex novo, sin precedentes de ninguna clase, y que luego sirvió de modelo a todos los sistemas
de dominio colonial que siguieron al español. De este modo, la investigación histórico-contable
ha colocado en el primer plano de la investigación histórica a la organización de la
Administración castellana de esa época, revelándola como uno de los factores más
significativos para conocer con profundidad y explicar la evolución y vicisitudes del Imperio.

De igual modo, la investigación histórico-contable ha mostrado el conocimiento e interés de los


poderes públicos españoles de esa época por las prácticas contables de los mercaderes,
hasta el punto de dictar con una antelación de más de doscientos años sobre sus más
inmediatos seguidores la primera legislación en el mundo imponiendo a los comerciantes la
obligación de llevar libros de cuentas y de hacerlo precisamente por el método de partida doble
(pragmáticas de Cigales de 1549 y de Madrid de 1552). Con esta legislación, que fija un hito y
supone uno de los grandes momentos estelares de la historia de la contabilidad española en el
contexto mundial, se pretendía impedir o, al menos, aminorar la salida fraudulenta de metales
preciosos más alla de nuestras fronteras, habida cuenta del rastro indeleble que la contabilidad
por partida doble dejaba de todas las operaciones.

El estudio de la historia de la contabilidad proporciona, asimismo, una visión desconocida e


inesperada del rey Felipe II, que, con la imagen hierática y distante que la historia le ha
asignado tradicionalmente, era capaz, sin embargo, de estar perfectamente al corriente de las
prácticas mercantiles de su tiempo y de interesarse profundamente por ellas. A él se debe la
incorporación a la Administración pública de relevantes hombres de negocios para aprovechar
sus conocimientos, así como la introducción en 1592, tras un intento fallido en 1580, de la
contabilidad por partida doble para llevar las cuentas centrales de su Real Hacienda, como
primer gran país en el mundo, en lo que constituye otro de los momentos estelares de la
historia de la contabilidad en España. Estos hechos dan idea del grado de interés y atención
con que en la Corte española se seguían las novedades en el mundo mercantil y financiero.

La decadencia generalizada del comercio ultramarino de Cádiz en las primeras décadas del
siglo XIX tras la pérdida de las colonias americanas, ocasionando el rápido declive de la ciudad
que perdió su status de gran metrópoli próspera y opulenta, ha constituido desde siempre uno
de los tópicos de nuestra historia económica contemporánea. Sin embargo, el reciente estudio
de la documentación contable de una empresa comercial gaditana establecida en el año 1730 y
que se ha mantenido viva hasta nuestros días ha puesto de manifiesto que sus años de mayor
prosperidad y actividad con Hispanoamérica fueron precisamente los de la segunda mitad del
siglo XIX. No debió de ser, pues, tan fatal y absoluta la decadencia mercantil de Cádiz como
consecuencia de la emancipación colonial americana. Este es otro ejemplo de cómo la
investigación de las fuentes contables ha venido a corregir y arrojar sombras sobre las
percepciones históricas establecidas, que habrá que revisar.

Citemos, para finalizar este breve repaso de ejemplos en los que la investigación histórico-
contable ha venido a completar o, incluso, a cambiar el signo de las interpretaciones históricas
recibidas, un caso en el que los estudios de historiadores españoles de la contabilidad han
contribuido a desacreditar una teoría ampliamente extendida entre los historiadores de la
empresa norteamericanos: la de que las técnicas avanzadas de gestión empresarial, y entre
ellas la contabilidad de costes, habían surgido en el siglo XIX como consecuencia de la presión
ejercida por la libre competencia entre las grandes empresas. Los archivos contables de la
Real Fábrica de Tabacos de Sevilla han venido a demostrar cómo, en los siglos XVII y XVIII,
una gran empresa en régimen de monopolio estatal practicaba ya un riguroso control de costes
y unas desarrolladas técnicas de gestión.

Pues bien, ¿por qué si las ventajas de incorporar al análisis histórico-económico el estudio e
interpretación de la documentación contable parecen tan evidentes y proporcionan resultados
tan gratificantes, la historia de la contabilidad, pese al auge experimentado en los últimos años,
es relativamente tan poco conocida y practicada todavía...? La respuesta debe buscarse, tal
vez, en las dificultades técnicas que la contabilidad ofrece al no iniciado, dificultades que se
multiplican cuando lo que hay que interpretar requiere el conocimiento de las técnicas vigentes
en determinados períodos del pasado. Esta dificultad ha dado lugar, precisamente, a que
algunos hayan dado a la historia de la contabilidad el apelativo de ingeniería de la historia
económica, por considerarla su parte más difícil, intrincada y recóndita, como efectivamente así
es. Tales dificultades técnicas son las que han motivado que muchos historiadores económicos
hayan soslayado y sigan soslayando en sus investigaciones los aspectos histórico-contables
para no introducirse en un terreno resbaladizo que no conocen bien.

Evolución de la contabilidad hasta llegar a la partida doble

Las anotaciones contables se diferenciaron desde el principio al objeto de adaptarse a dos


finalidades fundamentales: primera, la de satisfacer la obligación de agentes y factores de
rendir cuentas a sus principales acerca de la gestión de los bienes y haciendas confiados a su
cuidado, y, segunda, la de seguir de cerca la marcha global de los propios negocios o
actividades. Aunque con numerosos puntos de contacto y solapamiento, ambas finalidades
dieron lugar a dos distintos sistemas de registro contable, con características propias y
específicas.

Común a las dos clases de registros fue, en un principio, el carácter bilateral de las
anotaciones, que consideraban simplemente la relación entre dos personas, el dueño de los
libros y un tercero. Pero mientras el primer sistema se mantuvo en este planteamiento bilateral,
el segundo fue evolucionando en busca de un grado cada vez mayor de integración, de
multilateralidad, hasta que las anotaciones abarcaron todas las operaciones del dueño de los
libros, ofreciendo una visión completa e interrelacionada de sus negocios.

No se crea por ello, sin embargo, que el primer sistema no evolucionó. Lo hizo y se fue
perfeccionando, pero conservando siempre su carácter bilateral, que le restaba utilidad para su
empleo como método de registro, memoria y gestión empresariales. Por ello, su utilización se
desarrolló sobre todo al servicio de las Administraciones públicas. En efecto, su planteamiento
se ajustaba perfectamente a la necesidad de controlar la actuación de los funcionarios y de las
personas a las que se encomendaba una misión que involucrase la recepción, entrega y
manejo de los dineros o bienes públicos. En los reinos de Castilla, estas prácticas contables
originaron, ya avanzada la Edad Media, el llamado sistema de Cargo y Data, que se ha
mantenido en la Administración de una forma u otra hasta bien entrado el siglo XX.

Por lo que respecta a la segunda modalidad de registros contables, es decir, los destinados a
facilitar una visión de la marcha de los negocios y actividades, mantuvieron en lo esencial un
carácter bilateral posiblemente hasta los siglos XI o XII. A partir de estas fechas se van
introduciendo, poco a poco, elementos integradores. La integración completa no se consigue,
sin embargo, hasta finales del siglo XIII o comienzos del XIV con el descubrimiento de la
contabilidad por partida doble. Este sistema contable -que es el que todavía hoy, en los
tiempos de la tecnología informática, se utiliza como método insustituible, gozando de la misma
lozanía que en sus mejores tiempos-, integra e interrelaciona todos los elementos que
constituyen el acervo patrimonial, Caja, Mercaderías, Deudores, Acreedores, etc., registrando
tanto los cambios de estructura del patrimonio, es decir, aumentos, por ejemplo, de
Mercaderías con una correlativa disminución de la Caja debido a una compra en efectivo de
aquéllas, como las variaciones en el volumen total del patrimonio, representado por la cuenta
de Capital. Esta fue, precisamente, la gran innovación aportada por la partida doble, pues las
anteriores modalidades solamente registraban los cambios de estructura del patrimonio. Desde
nuestra óptica la cuestión puede parecernos obvia y elemental, y tal vez lo sea, pero lo cierto
es que la ultimación del nuevo planteamiento requirió siglos de esfuerzos y tanteos,
constituyendo una auténtica revolución conceptual, un cambio de filosofía contable.

El carácter completo y omnicomprensivo de la contabilidad por partida doble hizo que cobraran
sentido medidas adicionales para garantizar la fiabilidad de los libros. Así, se constituyó en
norma consuetudinaria y aun legal, en algunos casos, el hecho de que los libros Diario y
Mayor, libros típicos y principales de la partida doble, estuvieran encuadernados, no
contuvieran tachaduras, no se dejaran hojas ni espacios en blanco, etc., todo ello al objeto de
que no pudieran introducirse hojas nuevas ni sustituirse las originales, ni tampoco pudieran
anularse partidas anteriores o intercarlarse asientos nuevos. Asimismo, se generalizó la
práctica de autenticar los libros en los Consulados u otras organizaciones de mercaderes. De
este modo, los libros de cuentas cobraron fuerza probatoria ante los tribunales de justicia.

Primeros tiempos de la historia de la contabilidad

La historia de la contabilidad comprende actualmente no sólo el estudio de la evolución de las


técnicas contables, sino también el de la organización y las técnicas de gestión y control
empresarial, que forman un todo con la organización contable instrumentada, así como el de
las operaciones reflejadas en los registros de cuentas. Dentro de este ámbito, la historia de la
contabilidad no descuida lógicamente el estudio del pensamiento y la enseñanza contables, ni
el de la formación de la profesión contable y el establecimiento de grupos corporativos
profesionales, o el análisis de la legislación y disposiciones que regulan la actividad contable.
Más allá aun, el historiador moderno de la historia de la contabilidad se preocupa por identificar
e investigar las interacciones producidas entre las estructuras del mundo contable y su entorno
cultural, político y socioeconómico. Pero no siempre se ha concebido la historia de la
contabilidad con un contenido tan amplio.

Aunque ya en los siglos XVI, XVII y XVIII se encuentran obras que, al tratar de la contabilidad y
la teneduría de libros, contienen alguna referencia a aspectos concretos de la historia de las
técnicas contables o la mención de algún autor concreto, el estudio sistemático de la historia de
la contabilidad, propiamente dicho, comienza más tarde, a mediados del siglo XIX. En sus
primeros tiempos, hasta finales del primer tercio del siglo XX, la historia de la contabilidad se
concibe fundamentalmente como el estudio de los autores y los tratados contables del pasado,
aunque no faltan algunos estudios aislados sobre libros de cuentas. El tema absolutamente
prioritario es el de la evolución de las técnicas contables y la identificación y señalamiento de
las novedades que se producen dentro de ellas. Son trabajos claramente realizados por
estudiosos de la contabilidad, interesados casi exclusivamente por la evolución y progreso de
su disciplina.

Los primeros años del segundo tercio del siglo XX abren una nueva etapa de la investigación
histórico-contable, en la que se va despertando paulatinamente un interés cada vez más amplio
y generalizado por el descubrimiento y estudio de fuentes primarias, es decir, de los libros de
cuentas de las respectivas épocas (De Roover, 1937). Tal circunstancia propicia la ampliación
del campo de estudio de la historia de la contabilidad que, en contacto directo con los libros de
cuentas, no sólo se interesa ya por las prácticas y técnicas contables pretéritas, sino también
por su participación en las técnicas empresariales de dirección, administración y control, de las
que se las considera expresión genuina, y finalmente por el estudio de las operaciones
registradas en los libros, junto con el del contexto en el cual las mismas tienen lugar. La historia
de la contabilidad comienza así a contextualizarse y a interesar a estudiosos ajenos a la
profesión contable. Es más, se empieza a estudiar el papel de la contabilidad en la propia
configuración del entorno. En especial, se presta atención al papel de la partida doble, junto a otras
innovaciones propias de la época renacentista italiana, como factor interactivo en las profundas
transformaciones en el ámbito de la organización comercial producidas en la Baja Edad Media.
Dichas transformaciones constituyeron, por su importancia, lo que se ha dado en llamar la
Revolución comercial del siglo XIII, que fue estudiada detalladamente por Raymond de Roover
(1942, 1965). Esta Revolución supuso una profunda renovación en los modos, usos, técnicas y
formas de entender y practicar los negocios, marcando un verdadero hito en la historia económica,
no sólo por el extraordinario auge que experimentaron las transacciones mercantiles, sino
sustancialmente y, sobre todo, por los profundos y revolucionarios cambios experimentados, que
llevaron consigo la transformación del pequeño capitalismo doméstico en el incipiente capitalismo
comercial de los grandes hombres de negocios sedentarios, demasiado ocupados, sabios e
importantes para viajar de feria en feria ofreciendo sus mercancías.

Este proceso que, en gran parte, fue causa desencadenante de la decadencia de las ferias de
la Champaña, auténtico eje de la vida comercial de la época, trastocó el equilibrio de poderes
mercantiles en Europa, relegando a un segundo plano a los comerciantes flamencos, para
colocar en lugar preeminente a los hombres de negocios italianos, verdaderos protagonistas de
la Revolución comercial, que armados de las nuevas técnicas de organización, gestión y
control de los negocios, que desarrollaron y dominaron antes que nadie, e imbuidos de la
nueva mentalidad, perfectamente conscientes de las inmensas posibilidades que su capacidad
y las nacientes circunstancias les abrían, no dudaron en romper con el antiguo sistema,
dejando de acudir a las ferias y estableciendo, en su lugar, filiales permanentes en Flandes,
Francia, España, Inglaterra, etc., con lo que se convirtieron en monopolizadores directos del
comercio exterior de media Europa. Hasta ese momento el comercio de la Europa central y
meridional con los países orientales había pasado principalmente por las ferias de la
Champaña. Allí llevaban a vender los mercaderes italianos los productos adquiridos en Oriente,
que eran comprados por los comerciantes flamencos para su distribución en la Europa central y
occidental. A su vez, los flamencos vendían allí los productos adquiridos en los países de esa
zona, que en gran parte eran comprados por los mercaderes italianos para su reventa en
Oriente.

Ahora bien, el establecimiento, por parte de los mercaderes italianos, de filiales en las
principales plazas europeas occidentales, Brujas, París, Londres, etc., para vender
directamente sus productos y dejar de acudir a las ferias, fue propiciado, entre otras cosas, por
el descubrimiento y utilización de la contabilidad por partida doble, que proporcionó un marco
sistemático para sintetizar y ganar una visión general, completa y rápida de la situación y
marcha de los negocios a ellas encomendados. Ello permitió que la apertura y el
mantenimiento de sucursales permanentes en territorios alejados de la oficina principal, en una
época de comunicaciones muy imperfectas, no supusiera un riesgo excesivo, ya que sus
operaciones podían ser controladas a distancia.

Consolidación, auge y revolución epistemológica y metodológica

Las últimas dos décadas del siglo XX se han visto sacudidas por una conmoción en el seno de
la disciplina que nos ocupa que ha dividido en dos a los historiadores de la contabilidad y ha
tenido efectos estimulantes sobre el interés despertado por el estudio de la disciplina. Me
refiero a la aparición de la "nueva historia de la contabilidad", que surge con fuerza y como un
movimiento confrontativo con la historia de la contabilidad tradicional, abriendo un agrio debate
epistemológico y metodológico sin precedentes.
La "nueva historia de la contabilidad" constituye un fruto más, tardío, de los movimientos
postmodernos de relativismo y contestación a los cánones y planteamientos culturales
heredados, movimientos que durante las últimas décadas han invadido todos los ámbitos
intelectuales y artísticos. Dentro de su medio específico, la "nueva historia de la contabilidad"
ha nacido del ayuntamiento y maridaje de las nuevas ideas epistemológicas y metodológicas
sobre la historia en general con el nuevo paradigma crítico radical de investigación de la
contabilidad, de clara orientación marxista.

Como circunstancia curiosa, debe señalarse que los fundadores de la nueva historia tienen a
gala proclamar que su grupo no está compuesto por historiadores, sino por sociólogos,
politólogos, etnólogos, ideólogos, etc., queriendo, posiblemente, hacer hincapié con ello en el
carácter multidisciplinar de sus investigaciones.

La "nueva historia de la contabilidad" no constituye, en realidad, una escuela o un cuerpo


unitario de doctrina, sino un conjunto variado de enfoques y formas de entender la disciplina
que, a menudo, muestran importantes diferencias entre sí. Pero, en cualquier caso, lo cierto es
que sus partidarios comparten unas ideas y tendencias comunes que hacen que este conjunto
de enfoques y planteamientos se distinga de las formas tradicionales en que la historia de la
contabilidad se había venido entendiendo y practicando.

Los dos grandes rasgos distintivos de la "nueva historia de la contabilidad" en relación con la
"tradicional" son posiblemente los siguientes: En primer lugar, la pérdida de la fe en la
posibilidad de alcanzar la objetividad en el estudio y descripción de los hechos históricos. En
segundo lugar, el abandono de la idea de que la contabilidad, lo mismo que las demás
actividades humanas, está sujeta a un proceso más o menos lineal de progreso continuado
bajo el estímulo de las necesidades de adaptación a los requerimientos del entorno. Los
adeptos de la "nueva historia de la contabilidad" niegan la existencia de este proceso evolutivo
hacia el progreso y por ello postulan que lo significativo, lo que debe estudiarse, no son los
cambios evolutivos, sino las situaciones de ruptura, de interrupción, de retroceso. Por otra
parte, no creen tan importante la adaptación de la contabilidad a los requerimientos del mundo
exterior, como la forma en que la contabilidad ha contribuido y sigue contribuyendo a influenciar
su entorno y, por ende, la configuración y evolución de la sociedad.

En la adopción de estos planteamientos antievolutivos han tenido especial importancia las


ideas de Michel Foucault, que, de una manera u otra, han influido en casi todos los adeptos a
la "nueva historia de la contabilidad", ejerciendo en algunos de ellos un influjo tan fuerte que los
ha configurado como un grupo específico dentro del conjunto. En el contexto que nos ocupa,
las ideas de Foucault que más han afectado a los nuevos historiadores de la contabilidad en
general han sido las relativas a las relaciones saber-poder y al papel de la disciplina en la
sociedad de nuestros días. En efecto, desde que la Humanidad hiciera estallar a finales del
siglo XVIII el corsé de los gobiernos autoritarios para hacer valer los ideales de libertad, las
capas dirigentes de la sociedad han tenido que ir arbitrando nuevas formas indirectas de
disciplinar y gobernar a sus miembros. La contabilidad forma parte de este proceso, que
Foucault ilustra a partir del Panopticon de Jeremy Bentham, es decir, de esa prisión circular en
la que los guardianes pueden ver y vigilar a los presos sin ser vistos, de forma que éstos se
sientan constantemente vigilados. La contabilidad directiva o de gestión ofrece a los
foucaultianos un ejemplo patente de este proceso dentro del contexto contable, pues dicho
sistema permite observar el funcionamiento de toda la organización y asegurar la vigilancia y el
control del comportamiento y rendimiento de sus trabajadores. Naturalmente, para los
foucaultianos, la contabilidad de gestión no ha sido desarrollada por motivos de racionalidad
puramente económica, sino más bien como consecuencia de esa búsqueda, nunca explicitada
por las capas dirigentes, de medios de disciplina, control y vigilancia sociales.

Por otra parte, el derrumbamiento y rechazo de la llamada "ilusión de la objetividad" -"that


noble dream", como la califica burlonamente Peter Novick- han hecho restar importancia a la
investigación y exposición de los hechos histórico-contables y han cambiado la actitud del
nuevo historiador hacia los mismos. No se trata ya de "dejar hablar a los hechos por sí
mismos", sino de formular interpretaciones apriorísticas que puedan ser verificadas por los
hechos. La reflexión teórica debe preceder, así, siempre a la búsqueda y recopilación de los
hechos. Esta posición es la que hace que los nuevos historiadores de la contabilidad
desprecien la investigación en archivos y la búsqueda de fuentes primarias,que tachan de inútil
y anticuaria, mero anhelo de acumular erudición vacía y sin sentido, proclamando que la única
actividad histórica con verdadera significación es la interpretación de los hechos. Aunque, acto
seguido, ponen de manifiesto claramente sus verdaderos intereses, pues, en su afán de
socavar los cimientos culturales del mundo occidental al objeto de edificar una sociedad más
justa, más solidaria y más igualitaria, no se esfuerzan en ocultar que la única interpretación de
los hechos que les interesa es la que parte de los planteamientos marxistas de explotación y
lucha de clases.

Es difícil prever lo que traerá el futuro, pero las modas pasan y las pugnas ceden. Sólo lo
auténtico permanece. Esto es lo que ocurrirá, posiblemente, con esta pugna en el seno de la
historia de la contabilidad, cuando las ideas postmodernistas hayan demostrado su
inconsistencia y se haya comprendido que negar la posibilidad de lograr una dosis suficiente de
objetividad en la investigación histórica supone la negación misma del conocimiento histórico.
Del debate actual quedará simplemente el impulso dado al estudio y a la divulgación de la
historia de la contabilidad.

Conclusión

De lo dicho en las páginas anteriores ha de retenerse la idea de que la historia de la


contabilidad es una parte fundamental de la historia económica y, más aun, de la historia en
general. Su campo de investigación no se limita, en modo alguno, al estudio de la evolución de
las técnicas contables, sino que penetra en la misma entraña de los planteamientos de
organización y dirección de las instituciones, de la significación, uso y alcance de los
instrumentos mercantiles, del funcionamiento de los mercados, etc., proporcionando una visión
desde dentro, desnuda y objetiva. Por ello, difícilmente es posible una comprensión profunda y
completa de los fenómenos económicos y sociales si no se estudian desde una óptica que
incluya el enfoque histórico-contable. Solamente la dificultad de los conocimientos técnicos
requeridos para la práctica de la historia de la contabilidad ha impedido hasta ahora que la
misma se generalizase y se reconociera su utilidad e importancia. El creciente interés que está
despertando esta disciplina en todo el mundo indica que se está empezando a tomar
conciencia de sus posibilidades. Ello permite presagiar que estamos asistiendo al nacimiento y
consolidación de una nueva disciplina dentro de la historia económica, la historia de la
contabilidad, una disciplina difícil y compleja, sin duda, pero que irá cobrando cada vez mayor
importancia, de forma que los historiadores económicos del futuro difícilmente podrán
prescindir de su concurso si quieren realizar su labor adecuadamente.

Referencias

-DE ROOVER, Raymond (1937): "Aux origines d'une technique intellectuelle: La formation et
l'expansion de la comptabilité à partie double", en Annales d'Histoire Economique et Sociale,
vol. IX.
-DE ROOVER, Raymond (1942): "The Commercial Revolution of the Thirteen Century", en
Bulletin of the Business Historical Society, núm. XVI.
-DE ROOVER, Raymond (1965): "The Organization of Trade", en The Cambridge Economic
History of Europe, vol. III.
-NISSEN, Hans J., Peter DAMEROW y Robert K. ENGLUND (1990): Frühe Schrift und
Techniken der Wirtschaftsverwaltung in alten Vorderen Orient: Informationsspeicherung und -
verarbeitung vor 5000 Jahren, Berlín: Verlag Franz Becker. Existe traducción al inglés bajo el
título: Archaic Bookkeeping. Writing and Techniques of Economic Administration in the Ancient
Near East, Chicago y Londres: The University of Chicago Press, 1993.

6
1. Introducción.-
Desde el principio de los tiempos la humanidad ha tenido y tiene que mantener un
orden en cada aspecto y más aun en materia económica, utilizando medios muy
elementales al principio, para luego emplear medios y prácticas avanzadas para
facilitar el intercambio y/o manejo de sus operaciones.

La contabilidad nace con la necesidad que tiene toda persona natural o jurídica
que tenga como actividad: el comercio, la industria, prestación de servicios,
finanzas, etc. De poder generar información de los recursos que posee; y poder
entender si llego o no a los objetivos trazados.

2. Evolución Histórica.-
Para remontar a los orígenes de la Contabilidad es necesario recordar que las más
antiguas civilizaciones conocían operaciones aritméticas rudimentarias llegando
muchas de estas operaciones a crear elementos auxiliares para contar, sumar
restar, etc. Tomando en cuenta unidades de tiempo como el año, mes y día. Una
muestra del desarrollo de estas actividades es la creación de la moneda como único
instrumento de intercambio.

De tal manera que se puede aseverar que los orígenes de la Contabilidad son tan
antiguos como el hombre, por lo tanto, la Historia de la Contabilidad merece el
estudio detallado de cada etapa.

 2.1 Edad Antigua

En el año 6000 antes de Cristo existieron elementos necesarios para


considerar la existencia de actividades contables, por un lado la escritura,
por otro los números y desde luego elementos económicos indispensables,
como ser el concepto de propiedad y la aceptación general de una unidad de
medida de valor.

El antecedente más remoto de ésta actividad, es una tablilla de barro que


actualmente se conserva en el Museo Semítico de Harvard, considerado
como el testimonio contable más antiguo, originario de la Mesopotamia,
donde años antes había desarrollado una civilización llegando la actividad
económica a tener gran importancia.

Entre los años 5400 a 3200 antes de Cristo, se originaron los primeros
vestigios de organización bancaria, situada en el Templo Rojo de Babilonia
donde se recibían depósitos y ofrendas que se presentaban con intereses.

Para el año 5000 antes de Cristo, en Grecia, habían leyes que imponían a los
comerciantes la obligación de llevar determinados libros, con la finalidad de
anotar las operaciones realizadas.

Hacia el año 3623 antes de Cristo, en Egipto, los faraones tenían escribanos
que por órdenes superiores, anotaban las entradas y los gastos del soberano
debidamente ordenados.

Por el año 2100 antes de Cristo, Hammurabi, que reinaba en Babilonia,


realiza la celebre codificación que lleva su nombre y en ella se menciona la
práctica contable.
Por el año 594 antes de Cristo, la legislación de Salomón, establece
jurídicamente que el consejo nombrase por sorteo entre sus miembros, diez
legistas, para construir el “Tribunal de Cuentas”, destinado a encomendar a
funcionarios, diversos servicios administrativos que debían rendir cuentas
anualmente.

Entre los años 356 al 323 antes de Cristo, período de apogeo del imperio de
Alejandro Magno, el mercado de bienes creció de tal manera hasta cubrir la
península Báltica, Egipto y una gran parte del Asia Menor (india), originando
ejercitar un adecuado control sobre las operaciones por medio de
anotaciones.

En Roma, las personas dedicadas a la actividad contable dejaron testimonio


escrito en los “Tesserae consulare”, tablillas de marfil o de otro hueso de
animal de forma oblonga con inscripciones que muestran el nombre de algún
esclavo o liberto, de su amo o patrón y la fecha, así como la anotación de
“Spectavit”, es decir. “Revisado por”. Como fehaciente testimonio, del año
85 antes de Cristo, se encontraron unas tabillas que textualmente una de
ellas decía: “Revisado por Coecero, esclavo de fafinio, el 5 de Octubre, en el
consulado de Lucio Cinna y Cneo Papiro”, con certeza se sabe que durante la
República, como del Imperio, la contabilidad fue llevada por plebeyos.

En resumen, los romanos llevaron una contabilidad que constaba de dos


libros el “Adversaria” y el “Codex”.

El Adversaria estaba constituido por dos hojas anversas unidad por el


centro, destinado ha efectuar registros referentes al Arca (Caja), dividido en
dos partes, el lado izquierdo denominado el Acepta o Acceptium destinado a
registrar los ingresos y en el lado derecho denominado el Expensa o
Expensum destinado a registrar los gastos.

El Codex estaba también constituido por dos hojas anversas unidas por el
centro, destinadas a registrar nombre de la persona, causa de la operación y
monto de la misma. Se encontraba dividido en dos partes, el lado izquierdo
denominado “Accepti” destinado a registrar el ingreso o cargo a la cuenta y
el lado derecho “Respondi” destinado al acreedor.

 2.2 Edad Media

Entre los siglos VI y IX en Constantinopla, se emite el “Solidus” de oro con


peso de 4.5 gramos, que se constituyó en la moneda más aceptada en todas
las transacciones internacionales, permitiendo mediante esta medida
homogénea la registración contable. Razón por la cual, no es raro que
ciudades italianas alcanzaran un alto conocimiento y desarrollo máximo de
la contabilidad.

En 1157, ansaldus Boilardus notario genovés, repartió beneficios que arrojó


una asociación comercial, distribución basada en el saldo de la cuenta de
ingresos y egresos dividida en proporción a sus inversiones.

Se conservan desde 1211 en Florencia, cuentas llevadas por un comerciante


florentino anónimo con características distintas para llevar los libros, método
peculiar que dio origen a la Escuela Florentina, donde el Debe y el Haber van
arriba el uno a lado del otro en diferentes parágrafos cada cual.

El celebre juego de libros utilizados por la Comuna de Génova se encuentran


llevados haciendo uso de los clásicos términos “Debe” y “Haber” utilizando
asientos cruzados y llevando una cuenta de pérdidas y ganancias, la que
resume el saldo de las operaciones suscitadas en la comuna.

Del año 1327, se tienen noticias del primer auditor “Maestri Racionali”, cuya
misión consistía en vigilar y cotejar el trabajo de los “Sasseri” y conservar
un duplicado de dichos libros, uno de estos se denomina “Cartulari” (Libro
mayor) escrito en pergamino data de 1340 y se conserva en el Archivo del
Estado de Génova.

Un nuevo avance contable se enmarca entre los años 1366 y 1400, donde
los libros de Francesco Datini muestran la imagen de una contabilidad por
partida doble que involucra, por primera vez, cuentas patrimoniales
propiamente dichas, conservándose tales antecedentes en Francia.

 2.3 Edad Moderna

Se considera como pionero en el estudio de la partida doble a Benedetto


Cotrugli Rangeo nacido en Dalmacia, autor de “Della mercatura et del
mercante perfetto”, obra que termino de escribir el 25 de agosto de 1458 y
publicada en 1573, se conserva un ejemplar en la Biblioteca de Marciana –
Venecia. En dicho libro, el capítulo destinado a la contabilidad en forma
explicita establece la identidad de la partida doble, además señala el uso de
tres libros: “Cuaderno” (Mayor), “Giornale” (Diario) y “Memoriale”
(Borrador), incluyendo un libro copiador de cartas y la imperiosa necesidad
de enseñar contabilidad.

Sin lugar a duda, el más grande autor de su época, fue Fray Lucas de
Paciolo, nacido en el burgo de San Sepulcro Toscaza el año 1445, ingreso
joven al monasterio de San Francisco de Asis, se especializó en teología y
matemáticas, fue incansable viajero enseñando sus especialidades en varias
universidades de Roma, se dice que vivió en Milán con Leonardo de Vinci y
debido a la invasión francesa se trasladaron a Florencia, donde fue
secretario del cardenal de dicha diócesis. En 1494 publica su tratado titulado
“Summa de aritmética, geometría, proportioni et proportionalita”, divido de
dos partes, la primera en aritmética y algebra y la segunda en Geometría ,
ésta última subdivida en ocho secciones, siendo la última de éstas el
“Distincio nona tractus XI” titulado “Trattato de computi e delle scritture”
que incluye 36 capítulos, consideró que la contabilidad en su aplicación
requiere conocimiento matemático. En 1509, realiza una nueva reimpresión
de su tratado, pero solo el “Tractus XI” donde no únicamente se refiere al
sistema de registración por partida doble basado en el axioma: “No hay
deudor sin acreedor”, sino también a las prácticas comerciales concernientes
a sociedades, ventas intereses, letras de cambio, etc. Con gran detalle,
ingresa en el aspecto contable explicando el inventario, como una lista de
activos y pasivos preparado por el propietario de la empresa antes que
comience a operar. Habla del “memoriale” un libro donde se anota las
transacciones en orden cronológico y detalladamente. Explica del “Gionale” a
través de exposición sumaria al respecto: Toda operación será registrada
por sus efectos de crédito y débito, toda transacción en moneda extranjera
será convertida a moneda veneciana. Describe el “Cuaderno” denominación
que recibe el libro mayor.

El expansionismo mercantilista se encargó de exportar al nuevo continente


la contabilidad por partida doble. Sin embargo, en América precolombina, la
contabilidad era una actividad usual entre los pobladores. Es a partir del
siglo XVII, que surgen los centros mercantiles, profesionales independientes,
con funciones orientadas primordialmente a vigilar y revisar la veracidad de
la información contable.

 2.4 Edad Contemporánea

A partir del siglo XIX, la contabilidad encara trascendentales modificaciones


debido al nacimiento de especulaciones sobre la naturaleza de las cuentas,
constituyendo de esta manera y dando lugar a crear escuelas, entre las que
podemos mencionar, la personalista, del valor, la abstracta, la jurídica y la
positivista. Además, se inicia el estudio de principios de Contabilidad,
tendientes a solucionar problemas relacionados con precios y la unidad de
medida de valor apareciendo conceptos referidos a depreciaciones,
amortizaciones, reservas, fondos, etc.

El sistema de enseñanza académica se racionaliza, haciéndose más accesible


y acorde a los requerimientos y avance tecnológico. Además, se origina al
diario mayor único, el sistema centralizador, la mecanización y la electrónica
contable incluyendo nuevas técnicas relacionadas a los costos de
producción. Las crecientes atribuciones estatales, enmarcan cada vez los
requisitos jurídico -contable, así como el desarrollo del servicio profesional.

CONCLUSION DE LA “HISTORIA DE LA
CONTABILIDAD”
Desde que las primeras civilizaciones tuvieron la necesidad de transmitir
información económica para tiempos posteriores, hasta hoy en día que existen
escuelas especializadas que enseñan esta ciencia, se pudo determinar que
existieron 4 etapas marcadas en la historia de la contabilidad como ser:

 La Edad Antigua; donde el hombre gracias a su ingenio proporcionó al


principio métodos primitivos de registración; como es la tablilla de barro.
Desde entonces la evolución del sistema contable no ha parado en
desarrollar.
 La Edad Media; se consolida el “solidus”, moneda de oro que es admitida
como principal medio de transacciones internacionales, permitiendo
mediante esta medida homogénea la registración contable.

 Edad Moderna; Nace el más grande autor de su época, Fray Lucas de


Paciolo, Autor de la obra “Tractus XI”, donde no únicamente se refiere al
sistema de registración por partida doble basado en el axioma: “No hay
deudor sin acreedor”, sino también a las prácticas comerciales concernientes
a sociedades, ventas intereses, letras de cambio, etc. Con gran detalle,
ingresa en el aspecto contable explicando el inventario, como una lista de
activos y pasivos preparado por el propietario de la empresa antes que
comience a operar.

 Edad Contemporánea; da lugar a la creación de Escuelas como ser: la


personalista, del valor, la abstracta, la jurídica y la positivista tendientes a
solucionar problemas relacionados con precios y la unidad de medida de
valor, apareciendo conceptos referidos a depreciaciones, amortizaciones,
reservas, fondos, etc.
Fuentes Consultadas:

1. Terán Gandarillas Gonzalo J. TEMAS DE CONTABILIDAD BASICA E


INTERMEDIA. 4ta Edición. Editorial Educación y Cultura.
2. Ayaviri, García Daniel. CONTABILIDAD BÁSICA Y DOCUMENTOS
MERCANTILES. 1ª Edición. Editorial “N-DAG”.
3. Sydney, Davidson & Roman, L. Weil. BIBLIOTECA MCGRAW-HILL DE
CONTABILIDAD. Tomo I; Edición 3º; Editorial MCGRAW-HILL.

LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES

1.1.2 Egipto.
Si importante fue la contabilidad entre pueblos de Mesopotamia, aún más necesario fue
su uso en una sociedad tan rígidamente centralizada como la del Egipto faraónico.
El instrumento material utilizado habitualmente por los egipcios para realizar la
escritura era el papiro. Las anotaciones de tipo contable, por su carácter repetitivo,
llegaron a conformar un tipo de escritura hierática que ha resultado muy difícil de
descifrar para los estudiosos. Se han conservado ejemplares de libros auxiliares y
definitivos, así como de balances periódicos.
Los escribas, especializados en llevar las cuentas de los templos, del estado y de los
grandes señores, llegaron a constituir un cuerpo técnico numeroso y bien considerado
socialmente.
De cualquier forma, y pese al papel decisivo que la contabilidad desempeño en el
antiguo Egipto, no puede decirse que la civilización faraónica haya contribuido a la
historia de la contabilidad con innovaciones o procedimientos que no hubieran sido ya
utilizados por los poderosos comerciantes caldeos.

1.1.3 Grecia.
Los templos helénicos, como había sucedido muchos siglos antes con los de
Mesopotamia y Egipto, fueron los primeros lugares de la Grecia clásica en los que
resultó preciso desarrollar una técnica contable. Cada templo importante, en efecto
poseía su tesoro, alimentado con los óbolos de los fieles o de los estados, donaciones
que era preciso anotar escrupulosamente: Los tesoros de los templos no solían
permanecer inmovilizados y se empleaban con frecuencia en operaciones de préstamo al
estado o a particulares. Puede afirmarse así que los primeros bancos griegos fueron
algunos templos.
Quizá el lugar en el que los arqueólogos han encontrado más abundante y minuciosa
documentación contable lo constituye el santuario de Delfos, donde se han recuperado
cientos de placas de mármol que detallan las ofrendas de los fieles, así como las cuentas
de reconstrucción del templo en el siglo IV a de J.C.
Las casas de bancas particulares tuvieron su gran momento de expansión en el siglo V a
de J.C.. Surgieron modestamente a la vera de los templos, pero muy pronto extendieron
sus actividades por numerosas ciudades mediterráneas. Los banqueros griegos, sobre
todo los atenienses, dominaron la técnica de los cheques y trasferencias de fondos de
una ciudad a otra y de una cuenta a otra, y, probablemente, hicieron ya uso de la letra de
cambio.
Los banqueros llevaban fundamentalmente dos clases de libros de contabilidad: el
Diario (efeméricas) y el libro de cuentas de clientes. El orden y la pulcritud con que se
llevaban las anotaciones hizo que la exactitud de éstas llegaran a ser reconocida por la
ley, que otorgaba a los libros de contabilidad valor de prueba principal.
La contabilidad pública también se desarrollo en las ciudades griegas. Atenas poseía en
el siglo IV a. De J.C. un Tribunal de Cuentas, formado por diez miembros, encargado
de fiscalizar la hacienda del Estado, sobre todo en lo referente a la recaudación de
tributos.
1.1.4 Roma.
El genio organizador de Roma, presenta en todos los aspectos de la vida pública, se
manifestó también en la minuciosidad con la que los particulares, altos cargos del
Estado, banqueros y comerciantes llevaban sus cuentas. Ya en el siglo I a. de J.C. se
menospreciaba a una persona que fuera incapaz de controlar contablemente su
patrimonio.
El libro más empleado era el de ingresos y gastos (”codees acceti et expensi”). Los
grandes negociantes llegaron a perfeccionar sus libros de contabilidad de tal manera que
algunos historiadores han creído ver en ellos –se conservan sólo algunos fragmentos
incompletos- un primer desarrollo del principio de la Partida Doble. Aunque hay
algunas citas de grandes autores, como Cicerón, que parecen sustentar tal hecho, son
demasiado confusas como par establecer la tesis de que el método de la Partida Doble
era conocido en la Antigüedad.
No hay ninguna prueba que acredite su empleo con anterioridad a la expansión
comercial italiana de las postrimerías de la Edad Media.
Para que exista la Partida Doble no basta con la disposición de la cuentas en dos
columnas enfrentadas, u otros detalles de forma; es preciso que el principio que informa
la Partida Doble se aplique inflexiblemente, sin excepciones. Y no parecer haber sido
éste el caso de la contabilidad romana.

1.1.5 La Europa medieval.


Debido a la casi total aniquilación del comercio en Europa en los siglos posteriores a la
caída del Imperio romano, las prácticas contables más o menos evolucionadas
habituales en el mundo antiguo desaparecieron la técnica contable se iba a desarrollar de
nuevo en Europa a partir casi de cero, al compás del crecimiento del comercio, que
tomó su primer gran impulso con las cruzadas.
De grandes órdenes militares, la de los Templarios y la de los Caballeros Teutónicos,
desarrollaron durante los siglos XII y XIII sistemas de contabilidad perfeccionados,
influidos probablemente por las prácticas de los comerciantes libaneses con los que
ambas ordenes tuvieron contacto en sus inicios.
Los caballeros Teutónicos una vez expulsados de Palestina, orientaron su actividad
hacia las regiones bálticas, en estrecho contacto con las ciudades comerciales de la Liga
Anseática. Esta Liga, que llego a agrupar a más de ochenta prósperas ciudades
comerciales desde el golfo de Vizcaya hasta Finlandia, desarrolló con profecía la
“contabilidad de factor”, es decir, la del comisionista que debe rendir cuentas a su
comitente.
En tanto que los mercaderes italianos presentaron mayor atención a una contabilidad de
carácter patrimonial, más adaptada al contrato del comerciante sobre sus empleados.
Las repúblicas comerciales italianas y los Países Bajos serían durante los últimos siglos
de la Edad Media las regiones europeas en que la vida comercial iba a ser más intensa.
Como consecuencia natural, la práctica contable iría desarrollando nuevos métodos en
estos países, y sería sobre todas las repúblicas italianas donde había de surgir la
moderna contabilidad.
De los primitivos memoriales, en los que los comerciantes anotaban sin ningún orden
particular las diversas operaciones que precisan recordar posteriormente, se fue
evolucionando poco a poco hacia un sistema contable de partida simple, a medida que
gran número de anotaciones necesarias aconsejó a los comerciantes y prestamistas ir
desglosando del memorial diversas cuentas, en las que anotaban grupos de operaciones
poseedoras de alguna característica común, tales como ir referenciadas a una
determinada mercadería o bien a una misma persona. El modo de llevar a cabo las
anotaciones fue perfeccionándose cada vez más y originó el progresivo desarrollo de
ciertas reglas prácticas, hasta que en un momento determinado con exactitud por los
historiadores apareció en la zona de influencia económica italiana el método de la
Partida Doble.
Probablemente, la Partida Doble tuvo su origen en la Toscana del siglo XIII. Sin
embargo, sólo se comienza a conocer con seguridad su empleo en Génova, en 1340. ya
en el siglo XV, parece ser que los banqueros y comerciantes toscanos disponían de una
técnica contable tan desarrollada o más que la empleada por los venecianos, y diferente
en algunos puntos importantes de la de éstos. Sin embargo fue la contabilidad “alla
veneziana” la que impuso, gracias a la imprenta, que permitió su difusión antes que
ninguna otra.

6 El Seguimiento de una Nueva Ciencia


1.1. .
La contabilidad alla veneziana. Benedetto Cotrugli. El primer autor del que tenemos
noticia que estableció claramente el uso del método de la Partida Doble fue Benedetto
Cotrugli (en eslavo, Kotruljevic) Raugeo, nacido en la actual Dubrovnik en Croacia,
entonces una ciudad comercial adriática del área de influencia veneciana, llamada
Ragusa.
Cotrugli residió en Nápoles gran parte de su vida, y fue comerciante y consejero de
Fernando I de Aragón. Su obra “Della Mercature e del Mercante Perffeto” fue escrita en
1458. De forma casi incidental, dedica uno de sus capítulos al modo de llevar las
cuentas. Menciona varios libros: El Memorial, el Diario y el Mayor, al que denomina
“Quaderno”. Enumera también algunas reglas generales para contabilizar las
operaciones comerciales, pero en conjunto las referencias del Raugeo a la contabilidad
del comerciante son incompletas.
El libro de Cotrugli tardó casi ciento quince años en ser llevado a la imprenta, lo que,
unido al carácter incompleto de su exposición, impide que pueda adjudicar a su autor en
la historia de la contabilidad un papel comparable al de fray Luca Pacioli. El trabajo de
este último fue impreso y conocido muchos años antes, aunque escrito con posterioridad
al del Raugeo.
Posiblemente, la falta de difusión del libro de Cotrugli de debió a que en su época las
técnicas contables eran consideradas “secreto de oficio” por aquellos que las
dominaban, monopolizándolo así su empleo. Pacioli habría sido, por tanto, el primero
que se atrevió a romper un secreto gremial celosamente guardado.

1.1.7 El Primer texto impreso.


Fray Luca Pacioli. Fray Luca Pacioli, o Luca de Borgo Sancti Sepulchri, nació en el
pueblecito toscano de Borgo San Sepolcro a mediados del siglo XV. Estudió en
Venecia, donde fue preceptor de los hijo de un rico mercader de la ciudad, del que
probablemente aprendió los procedimientos contables que luego expuso en su magna
obra ” Summa de Aritmética, Geometría, Proportioni e Proportionalitá” impresa en
Venecia en 1494. Pacioli, que parece no ingresó en la orden de San Francisco hasta la
edad madura, fue un gran matemático, un auténtico humanista del Renacimiento, amigo
de Leonardo de Vince y de otros grandes pensadores de la época, que impartió
enseñanza en varias universidades italianas. Treinta y seis capítulos de su “Summa”
están dedicados a la descripción de los métodos contables más avanzados de su tiempo,
los empleados por los grandes comerciantes, tales como los contratos de sociedad, el
empleo de letras de cambio, el cobro de intereses, etc.
La obra de Pacioli tuvo gran éxito, particularmente la parte dedicada a la práctica
comercial y contable, que fue reimpresa por separado algunos más tarde.
De la descripción realizada por Pacioli acerca de la operaciones contables se desprende
que los comerciantes venecianos se veían precisados a utilizar en primer lugar un
borrador, donde iban anotando sin guardar ningún otro orden las sucesivas operaciones
que realizaban. No empleaban directamente el Diario, debido sobre todo a las
dificultades que traía consigo operar con muchos sistemas monetarios diferentes. Para
realizar asientos en el Diario era preciso, en primer lugar, convertir las operaciones
registradas en el borrador a la unidad monetaria elegida por el comerciante para llevar
sus registros.
El tiempo de Pacioli ya existía en muchas ciudades italianas la costumbre de “legalizar”
los libros de contabilidad. Escribe a este respecto el franciscano: “…los expresados
libros… debes llevarlos y presentarlos a cierta oficina de comerciantes, como la de los
cónsules de la ciudad de Perusa….. El escribano tomará nota de todo esto en los
registros de dicha oficina, especificando que en tal día tú presentaste tales y tales libros,
marcados con tal signo….. los cuales serán llevados de propio puño… Mas en uno (el
Borrador o Memorial) podrán escribir todos los miembros de la casa. De todo lo cual
dicho escribano dará fe…. Y estampará el sello de la expresada oficina, que los
autentificará a los efectos procedentes en todos aquellos casos de litigio en que deban
ser exhibidos.”
Pacioli describe con minuciosidad la forma de llevar a cabo los asientos del Diario,
ilustrando sus instrucciones con numerosos ejemplos. La redacción de los asientos es
farragosa, circunstancia que se mantendría hasta al menos un siglo después de la edición
de la obra del franciscano.
Los asientos del diario constan de dos partes claramente delimitadas una comenzando
por la palabra por (el “debe” del asiento) y la otra con la palabra a (el “haber” del
asiento). La forma de pasar los asientos del Diario al Mayor es descrita así: “…. de
todas las anotaciones que hayas apuntado en el Diario harás siempre dos en el Mayor, a
saber: una en el Debe y la otra en el haber, y señalarás la anotación deudora con por y la
acreedora con a, según más arriba he dicho…”
En tiempos de Pacioli no era costumbre realizar un balance periódico al final del
ejercicio. El franciscano describe solamente un balance de comprobación que se
efectuaba por lo general al agotarse las páginas del Mayor.
Aunque Pacioli no explica claramente las razones por las que una determinada cuenta
ha de abonarse y otra ha de ser cargada, expone los principios de lo que podría recibir el
nombre de “personificación de la cuentas”.
Cronológicamente, las primeras cuentas que el comerciante medieval se paró del
memorial común a todas las anotaciones eran las referidas a una persona.
El dare y avere se utilizaban, pues, en sentido propio. Con el tiempo, comenzaron a
llevarse cuentas separadas referidas a cosas, y aquellas palabras siguieron empleándose
por analogía, aunque su sentido literal se hubiera perdido. Pacioli explica el significado
del Debe y el Haber por medio de este procedimiento analógico, pero sin pretender
edificar una teoría científica sobre ello, habrá que llegar al siglo XIX para encontrar
teorizantes de la personificación de las cuentas.

1.1.8 La difusión de la literatura contable por la Europa renacentista.


A lo largo del siglo XVI se produjo en toda Europa, comenzando por los centros
neurálgicos del comercio, la progresiva difusión del procedimiento contable de la
Partida Doble, bien mediante traducciones del libro de Pacioli, bien a través de diversos
autores que, aportando por lo general escasas novedades hicieron imprimir sus propias
obras, en la mayoría de los casos simples adaptaciones de la del franciscano.
1.1.9 Manzoni
Cuarenta años después de la aparición de la “Summa” de Pacioli se publicaba, también
en Venecia, la obra de Domenico Manzoni “Quaderno doppio colsuo giornale,
novamente composto, e diligentissimamente ordinato secondo ilcostume de Venetia”.
La obra contiene, sobre una base copiada a veces literalmente de la obra Pacioli, algunas
innovaciones, como por ejemplo la recomendación de numerar los asientos del Diario
para evitar anotaciones falsas. Además incluye un juego completo de libros de
contabilidad, en los que se desarrolla una serie de supuestos contables que demuestran
el conocimiento práctico que Manzoni poseía del tema.
El gran éxito del libro de Manzoni viene atestiguado por las numerosas ediciones de que
fue objeto, bien con su titulo original, bien con otros más concisos. Su método didáctico
se reveló sumamente eficaz.
Manzoni fue, además, el primer autor que intentó una clasificación de las cuentas: las
dividió en cuentas vivas y en cuentas muertas, según se refirieran a personas o cosas.
Tal clasificación sobrevivió en algunos autores hasta el siglo XIX.

1.1.10 Otros autores italianos.


Mediado el siglo XVI aparecieron por toda Europa traducciones de la obra de Pacioli en
varios idiomas. Siguió siendo Venecia, de cualquier forma, la ciudad en que se
producían las novedades en materia contable: Alvise Casanova, maestro de
contabilidad, publicó en 1558 una obra destinada a sus alumnos en la que introdujo la
innovación de referir los ejemplos a las actividades de una compañía comercial.
El monje benedictino Angelo Pietra publicó en 1586 una amplia obra en la que
distinguía tres tipos de contabilidad: bancaria, comercial y patrimonial. Es en la
introducción de esta última, aplicada a entidades no lucrativas, como monasterios o
propietarios particulares que nos e dedican al comercio sino a la simple administración
de sus posesiones, donde estriba el mayor interés de la obra del benedictino. Por otra
parte, Pietra fue también el primero que se ocupó de la contabilidad presupuestaria,
estableciendo cuentas de previsión de ingresos y gastos.
1.1.11 La aceptación de la Partida Doble en las Países Bajos.
En el transcurso del siglo XVI el centro neurálgico europeo se desplazó de forma
progresiva desde el Mediterráneo, a las costas atlánticas del continente. Las activas
ciudades de Flandes y, muy especialmente Amberes, se hicieron con el predominio del
comercio mundial. La citada ciudad Flamenca acusó muy pronto el impacto de la nueva
contabilidad “a la italiana”, cuyo empleo se extendió con rapidez. De las imprentas de
Amberes surgieron a lo largo del siglo varias obras capitales en la historia de la
contabilidad.
Juahan Ympyn, nacido hacia 1485, ejerció el comercio en diversos países, como
España, Portugal e Italia, Más tarde adquirió la ciudadanía de Amberes, donde su
establecimiento de tejidos se convirtió en uno de los más prósperos de la ciudad. Llego
a tener una excepcional fama como buen comerciante, y hasta tal punto eran admirados
los métodos con los que administraba su negocio que un grupo de mercaderes le solicitó
que recopilara en un libro sus conocimientos en la materia.
Era, de hecho, práctica usual de los grandes mercaderes hacerse asesorar en materia
contable por expertos italianos; por sólo unos pocos tenían posibilidad de hacerlo. La
actividad ciudad flamenca necesitaba la edición de un libro divulgarizador de los nuevos
usos mercantiles, que pusiera éstos al alcance de los comerciantes más modestos.
Jehan Ympyn abordó el trabajo encomendado, pero murió sin haber llegado a editar el
libro, tarea que corrió a cargo de su viuda. Escrito en flamenco, el tratado salió de
imprenta en 1543. Una segunda edición, esta vez en francés, fue realizada en ese mismo
año, y en 1547 apareció en Londres la traducción inglesa. Puede decirse que el método
de la Partida Doble se difundió por Inglaterra gracias principalmente al libro de Ympyn.
Valentín Mennher fue otro importante autor que trató el tema contable. Nacido en
Baviera, trabajó en Amberes como maestro hasta su muerte en 1570. Público en la
ciudad flamenca diversos tratados matemáticos y de contabilidad.
La primera de las obras contables de Mennher fue vertida al castellano en 1564 por
Antich Rocha, profesor de la Universidad de Barcelona, quien incorporó la traducción a
un tratado de aritmética. La obra de Mennher fue, probablemente, la primera sobre tema
contable que se editó en nuestro idioma.
Es de notar que, pese a su fecha tardía, no explicaba el método de la Partida Doble, sino
que continuaba utilizando el sistema de la “contabilidad Factor” tan caro a los
comerciantes de la Liga Hanseática.
Además de constituir el principal núcleo de expansión de la nueva técnica – ya hemos
visto cómo la obra de Ympyn se difundió por Gran Bretaña, y la de Mennher por
España – las ciudades flamencas conocieron, sobre todo a finales del siglo, algunos
refinamientos en la técnica contable. Así se multiplicaron y especializaron los libros
auxiliares; comenzaron a aparecer cuentas colectivas, y también cuentas diversas
referidas a una misma persona; por último, la larga explicación habitual en los asientos
del Diario fue condensándose cada vez más, de forma que al final del siglo el texto de
los asientos era ya más parecido a la concisa anotación que se emplea en la actualidad al
farragoso párrafo utilizado por Pacioli.
De cualquier modo, la técnica contable registró pocos avances de importancia a lo largo
del siglo. Cien años después de la aparición de la “Summa” de Pacioli todavía se
determinaba los resultados de forma parcial, mercancía a mercancía. Cada partida de un
género se controlaba en una cuenta separada, y al finalizarse las operaciones con ella se
saldaba Pérdidas y Ganancias.
Tampoco se conocía otra forma de balance que el de comprobación, que se efectuaba al
agotar las páginas de un libro contable.
Curiosamente aunque en ningún tratado contable de la época aparece la menor
indicación de la existencia de una contabilidad de costos, se conserva, entre los libros de
cuentas de Christophe Platin, editor precisamente de varios de estos tratados en
Amberes, un registro en italiano donde se determinan el costo de cada una de las
ediciones que efectuó. Así, pues, la técnica existía ya, aun cuando no se viera reflejada
en los tratados de contabilidad.

1.1.12 El desarrollo de la escuela francesa.


En el siglo XVI la literatura contable francesa fue muy escasa. De un modo parecido a
lo que sucedía contemporáneamente en la península ibérica, las clases altas de Francia
veían con aversión las tareas del comerciante, considerándolas indignas. Pero la
situación fue cambiando al avanzar el fue siglo XVIII. En la larga etapa durante la que
Colbert fue Ministro de Hacienda se permitió a los comerciantes acceder a la nobleza, y
a los nobles efectuar empresas comerciales. Las consecuencias económicas de este
cambio de actitud fueron muy positivas, y dentro del campo estricto de la literatura
contable en que nos movemos Francia conoció a finales de siglo una floración de
autores que colocaron a la escuela francesa de contabilidad a la cabeza de Europa.

1.1.13 Jacques Sarary y la Ordenanza de Colbert de 1673.


Una ordenanza promulgada por Colbert en el año 1673 se halla entre los textos legales
que mayor influencia han tenido en la conformación de los usos comerciales en el
mundo contemporáneo. Llamada también “Código Savary”, debido a que este autor fue
le más destacado de sus redactores, la ordenanza de Colbert de 1673 reglamentó el uso
de libros obligatorios por parte del comerciante, y estableció determinados criterios en
el manejo de dichos libros, determinando asimismo su valor probatorio.
El Contenido de la Ordenanza de 1673 fue recogido casi íntegramente en el Código
napoleónico de 1808, que a su vez ha servido de modelo para los códigos de comercio
de medio mundo; en el código español, por ejemplo, se percibe no pocas influencias de
aquella ordenanza redactada por Savary hace más de tres siglos.
Jacques Savary ejerció gran parte de su vida como comerciante, pero a partir del año
1658 desempeño diversos cargos, públicos en el estado francés. Trabajó durante tres
años en la preparación de la ordenanza ya citada. Poco después, en 1675, lanzó con el
apoyo de Colbert la primera edición de “Le Parfait Négociant”, obra que alcanzó
numerosas ediciones en pocos años y fue traducida en varios idiomas.
El libro no presenta innovaciones de relieve, pero posee gran valor histórico, ya que
describe con minuciosidad los usos contables y mercantiles en general, y permite al
lector formarse una idea muy completa del estado del comercio y la economía de
franceses y europeos en la segunda mitad del siglo XVII.

1.1.14 Matthieu De la Porte.


Este autor, sin duda el más conocido del siglo XVII francés, fue un profesional de la
contabilidad que en 1685 editó “Le Guinde des Négociants & Teneurs de Livres”, obra
que se mantuvo de actualidad, reeditándose una y otra vez, durante más de un siglo. La
edición de 1712 contenía numerosas modificaciones realizadas por el propio De la
Porte, entre ellas un nuevo titulo: “La Science des Négociants”.
Aunque De la Porte no pretendió elevarse a gran altura en el estudio de la teoría
contable, tiene el mérito de haber intentado una clasificación racional de las cuentas,
atendiendo a su sujeto. Distingue así, tres grupos de cuentas: las cuentas “del jefe”
(Capital, Pérdidas y Ganancias, etc.), las cuentas “de efectos efectivos” (Caja,
Mercaderías, Pagarés etc.) y, finalmente, las cuentas “de corresponsales”.
Otra peculiaridad del libro de De la Porte estriba en que preconiza el paso directo de los
asientos de los libros auxiliares al Mayor. Es, pues, un precursor del “sistema
centralizador”.
Hasta finales del siglo XVII era costumbre abrir una cuenta en el Mayor para cada
acreedor o deudor; uno de los esfuerzos simplificadores de De la Porte consistió en la
recomendación de abrir solamente una cuenta de Diversos deudores y otra de Diversos
acreedores.
“La Guide” de De La Porte constituyó un libro básico de consulta y enseñanza de la
contabilidad a lo largo de todo el siglo XVIII, y su influencia fue muy grande en toda
Europa, singularmente en Francia e Italia. Solo fue suplantado en su puesto de cabecera
por el libro de Degranges publicó en 1795, del que más adelante se hará mención.
1.1.15 La escuela italiana del siglo XVII.
A pesar del fuerte declive comercial de la ciudades italianas, en la primera mitad del
siglo XVII los autores de este país – Ya no sólo de Venecia – se mantuvieron en
primera línea de la literatura contable y, desde luego, a la cabeza de la labor teórica.
Sólo en la segunda mitad de siglo, el impulso de los tratadistas italianos de contabilidad
decayó considerablemente.
Giovanni Antonio Moschetti. Este autor compuso una interesante obra titulada
“Dell’Universal Trattato dilibro doppii” que apareció en Venecia en 1610. Presentaba
diversos avances sobre la doctrina de otros autores de su tiempo, como por ejemplo, el
interés concedido al estudio de la naturaleza de las cuentas de Capital y Pérdidas y
Ganancias, en virtud del cual Moschetti llegaría a distinguir en los hechos contables, en
los que luego recibirían las denominaciones de “permutativos” y “modificaciones”. Así
mismo, prestó atención a la contabilidad industrial y a la específica de las empresas de
seguros.
Ludovico Flori. El jesuita Ludovico Flori publicó en 1656 en Palermo un tratado de
teneduría de libros. Al igual que había hecho el benedicto Angelo Pietra un siglo antes,
el jesuita dedico especial interés a la forma de llevar la contabilidad de una comunidad
religiosa por Partida Doble.
En los ejemplos que propuso desarrolló por primera vez en Italia, asientos complejos,
que, en todo eran ya conocidos por autores como el bávaro Mennher ochenta años antes.
Flori concedió al balance una importancia mucho mayor de la que le atribuían los
autores anteriores a él. Para el jesuita, esta temática ya nos e limitaba a la formación del
balance de comprobación, si no que abordó el balance estudiándolo desde el punto de
vista de un estado conjunto de todas las cuentas del Mayor. Además, presentó particular
atención a la contabilidad presupuestaria, rasgo que le asemeja también a Angelo Pietra.
Giovanni Domenico Peri. Este autor publicó en Génova, en el año 1638, una obra
titulada “II Negotiante”. En ella llevaba a cabo una defensa sutil de algunos
comerciales, particularmente el interés bancario, oponiéndose a las razones de los
teólogos que pretendían todavía su prohibición por razones religiosas.
El libro de Peri proporciona gran cantidad de información acerca de las costumbres
mercantiles y el estado de comercio en su tiempo. En la parte de “II Negotiante”
dedicada a la teneduría de libros desarrolló fórmulas propias de las empresas toscanas,
distintas de la habituales en Venecia.
En la obra de Peri apareció por primera vez el término “hazenda (azienda)”, referido a la
empresa y a su administración, que luego se había de hacer tan familiar en la literatura
contable italiana.
Bastiano Venturi. Profesional de la contabilidad, Venturi publicó en 1655 en Florencia
el tratado “Della scrittura conteggiante di posessioni”. Como administrador avezado, se
mostró en su obra especialmente interesado en el tema de la correcta gestión de un
patrimonio, buscando la máxima rentabilidad y el menor coste de administración. Todo
su texto está centrado en torno al aspecto contable del control gestión, por lo que se
adelantó considerablemente a su tiempo, siendo considerado un precursor de la moderna
contabilidad de gestión.
La escuela florentina, de la que Venturi fue fundador, había de permanecer activa, pese
a la decadencia general de la literatura contable italiana, hasta comienzos del siglo XIX.
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1.1.16 La literatura contable de otros países en el siglo XVII.
A pesar de su importancia comercial, en la segunda mitad del siglo Holanda produjo
muy pocos títulos de literatura contable que deben tenerse en cuenta en la historia de
nuestra disciplina. Abraham De Graaf hizo editar un tratado, primero en neerlandés y
luego en francés, que conoció sucesivas ediciones en el largo período 1688-1815. El
libro del autor holandés presenta no pocas coincidencias en su Contenido con el de De
la Porte, que había visto la luz en Francia tres años antes.
La literatura contable inglesa tampoco ofrece al estudioso en esta época ningún autor
descollante. El ampuloso “The Merchant’s Mirror” de Richard Dafforne, editado en
1636, fue el tratado más leído, pero no se presenta para nosotros puntos de interés, ya
que su objeto confesado consistía simplemente en exponer al público inglés los métodos
que eran ya habituales en los Países Bajos desde muchos años antes.
En el ámbito hispánico, cabe citar la obra de los autores que partiendo del punto de vista
jurídico trataron el tema contable: Francisco Muñoz de Escobar. “De Ratiociniis
Administratorum”, obra escrita en latín que fue objeto de diversas reediciones por toda
Europa durante más de un siglo, y Juan de Hevia y Bolaños, que el año 1617 publicó en
Lima el “Laberinto de Comercio Terrestre y Naval”.

1.1.17 La escuela francesa en el siglo XVIII.


Los tratadistas de contabilidad franceses, tan escasos en el siglo XVI y la primera mitad
del siglo XVII, pasaron a ocupar en el siglo XVIII un lugar destacado sobre todos los de
Europa, desplazado a los italianos – los estados de este país se hallaban en franca
decadencia económica- y a los flamencos.
En el Siglo de las Luces los autores franceses fueron leídos a lo largo y ancho de
Europa, conocieron múltiples ediciones de sus libros en distintos idiomas, e incluso
llegaron a ser imitados por los orgullosos tratadistas italianos.
Samuel y Jean Pierre Ricard. Nacido en 1637 en Castres (Francia), Samuel Ricard
emigró a Ámsterdam en su juventud. En esta ciudad holandesa público, en el año 1709,
“L ár de bien tenir les livres de Comptes”. Algunos años después de su muerte, en 1724,
su hijo Jean – Pierre preparó una nueva edición, mejorada, del tratado.
Es de destacar en el libro de los Ricard el intento de simplificación del Mayor, mediante
el empleo de diez “cuentas generales”: Capital, Caja, Bancos, gastos de Banco, Gastos
Generales, Comisiones, Pérdidas y ganancias, Mercaderías Generales, Mercaderías
Especiales y Balance.
Bertrand- Francois Barréme. Nacido en 1640, el conocido matemático francés fundó
en París una escuela de Comercio. Poco después de su muerte, acaecida en 1721, fue
editado su tratado de contabilidad. Al igual que Samuel Stevin un siglo antes, Barréme
fue un acérrimo defensor de la Partida Doble en las cuentas del Estado.
Con respecto a la cuentas de la empresas comerciales: Barréme distinguía dos tipos: “las
cuentas generales”, que son las propias de comerciante que lleva los libros, y las
“cuentas particulares” las cuentas abiertas a todos mis corresponsales.
Barréme enseñaba a considerar el balance como un documento independiente, con
entidad propia. Pero no le concedió todo el valor que posee en la contabilidad moderna.
Ya que insistió en su obtención antes de que se acometiera la realización del inventario;
así pues el balance, para nuestro autor, no poseía más utilidad de la de detectar errores
en la elaboración de los libros.
Edmond Degranges. Este célebre autor se sitúa a caballo entre los siglos XVIII y XIX.
Tomó parte activa en la lucha política en el bando girondino durante la inestable etapa
revolucionaria de fin siglo. Fue encarcelado y estuvo a punto de ser conducido a la
guillotina por sus enemigos políticos. Una vez puesto en libertad consagró sus energías
a la temática, quizá menos apasionante pero también menos peligrosa, de los usos del
mundo mercantil.
El año 1975 salió de la imprenta su libro “La tenue des livres rendue facile”, que fue
reeditado en 1801. tres años más tarde publicó un suplemento, que desde entonces
quedó incorporado a la obra principal en sucesivas ediciones.
El método de Degranges se hizo pronto famoso. Su obra se reeditó en muchos idiomas,
y puede decirse que fue básica en los estudios de contabilidad a lo largo de todo el siglo
XIX.
Aunque Degranges no fue un gran teórico, ni puede considerarse como un innovador de
primera categoría, tuvo el mérito de idear el sistema del Diario Mayor. A fin de
simplificar las operaciones, clasificó las cuentas en cinco grupos, con lo que dio origen
a la escuela de los cincocuentistas. Al igual que Barréme, consideraba dos grandes
bloques de cuentas: las de la persona del comerciante y la de los corresponsales. Las
primeras podían ser de cinco clases: Mercaderías Generales, Caja, Efectos a Cobrar,
Efectos a Pagar, y Perdidas y Ganancias.
Además de estas cinco cuentas generales, susceptibles de subdivisión, el tenedor de
libros había de manejar las cuentas personales de deudores y acreedores. Por su parte, la
cuenta de Capital no quedaba suficientemente integrada en el sistema.
En su Diario Mayor, Degranges dispuso ocho columnas, de la siguiente manera: la
primera para los totales, las cinco siguientes para las cinco cuentas antes enumeradas,
otra columna para cuentas diversas, y la última para el total de cada cuenta en el Mayor.
El método de Degranges simplificó en gran manera la mecánica contable, al reducir las
cuentas a un mínimo, con lo que permitía al profano aprender rápidamente la teneduría
de libros. Su obra, pues, tuvo razones fundadas para alcanzar el éxito enorme que
consiguió pese a sus carencias y su poca altura teórica; o, tal vez, precisamente a causa
de ello.

1.1.18 Autores del siglo XVIII en otros países.


Gran Bretaña. El auge económico inglés, acelerado por el maquinismo de la primera
revolución industrial desarrollada en la segunda mitad del siglo XVIII, se reflejó en la
importancia que la profesión contable adquirió en las Islas Británicas. En Londres más
de veinte expertos en contabilidad ejercían, al finalizar la centuria, su profesión de
modo independiente. Si bien pocas veces los autores británicos destacaron por su
vocación teórica, fueron importantes por su número y por su contribución a la extensión
de una práctica contable más racional.
Sin que sobrepase el nivel anecdótico, mencionaremos aquí el autor del “Robinson
Crusoe”, Daniel Defoe (1660-1731), como uno de los tratadistas que en esta época se
ocuparon del tema contable.
No podemos pasar por alto la obra Hustcraft Stephenens, “Italian Book reduced into an
Art”. El autor, un modesto profesor inglés, no pretendió con ella más que facilitar a sus
alumnos la comprensión de los mecanismos contables.
Para explicar la cuenta de Capital. Stephens sienta la teoría de que el propietario de la
empresa es acreedor de la misma. Sobre esta sencilla base, desarrollada en principio con
una motivación simplemente didáctica, se desarrolló la llamada “ownership theory”,
teoría del patrimonio, que ha sido, por su carácter práctico y sin complicaciones, la
preferida por los autores anglosajones hasta nuestros días.
Edwar Thomas Jones publicó en 1796, en Briston, un libro, “Jones English System of
Book-Keeping”, en el que exponía un sistema de su invención, que se apresuró a
patentar, para llevar la contabilidad por medio de un Diario – Mayor a diez columnas,
prescindiendo de la Partida Doble. El invento de Jones resultó ser poco menos que una
estafa, pero proporcionó a su autor fama y dinero, antes del que el mismo Jones acabara
reconociendo públicamente, en 1820, la superioridad de la clásica Partida Doble sobre
su método.
Posiblemente, el sistema de Jones inspirara a Desgranges la distribución del Diario-
Mayor que incorporó en 1804 en forma de suplemento a su libro, que había aparecido
por primera vez en 1795.
Italia. Quizá el autor más significativo de todo el XVIII italiano fue Giusseppe Formi,
que en 1790 editó su “Trattato teorio-práctico della vera scrittura doppia”. Ya entrado el
siglo XIX, en 1814, Formi publicó su “Corso d’istrucione”.
Formi puede ser considerado un precursor de la teoría matemática, que había de
desarrollar su compatriota Rossi un siglo más tarde. Fue el primer autor que explicó las
relaciones entre las cuentas y el mecanismo del sistema de Partida Doble utilizando la
notación algebraica.
Austria. La emperatriz María Teresa creó en el año 1760 una Cámara Imperial de
contabilidad, con el fin de perfeccionar el control de las cuentas del Estado. Los
métodos cuyo empleo desarrolló esta institución dieron origen a la llamada
“contabilidad cameral”, que centró su atención en el control presupuestario.
Estados Unidos. Entre los diversos autores estaudinenses que abordaron el tema
contable en el siglo XVIII, tal vez el más destacado haya sido Willian Mitchell, que
publicó un tratado en Filadelfia en 1796. Al año siguiente se editaba en Nueva York
“The American Accoumptant”, del pastor congregacionista Chancey Lee.

1.1.19 De las Doctrinas Contables a los Ordenadores Electrónicos.


La teoría contable en el siglo XIX. En los epígrafes anteriores hemos podido trazar sin
dificultad el rumbo que la teoría y la práctica contables fueron tomando diversos lugares
y momentos de la historia, exponiendo en orden cronológico, con más o menos acierto,
toda una cadena de autores, desde aquellos primeros venecianos que, rompiendo quizá
un secreto profesional celosamente guardado, se atrevieron a divulgar el procedimiento
de la Partida Doble, hasta el muy influyente Edmond Degranges, que público su obra a
las puertas del siglo XIX y prolongó la sombra de su autoridad a lo largo de muchos
decenios.
Seria el siglo XIX, y sobre todo en su segunda mitad, cuando la contabilidad llegó a
constituir, gracias al desarrollo de la teoría, una verdadera ciencia, Ahora bien, al
tiempo que sucedía tal cosa, se produjo lógicamente una floración de múltiples escuelas
contra puestas, lo que unido al crecimiento explosivo de la edición de literatura
contable, convierte en sumamente difícil el intento de esbozar siquiera un resumen
general de las diversas tendencias, una enumeración somera de los autores más
innovadores e influyentes. La celebración, a partir de la segunda mitad de la centuria, de
sucesivos congresos internacionales, impulsó la extensión universal de los nuevos
métodos y la elevación del nivel de enseñanza de la contabilidad.
El crecimiento de la preocupación por todo lo relacionado con el mundo de la economía
trajo consigo también el aumento de la importancia de la contabilidad en el conjunto de
la actividad humana.

1.1.20 Las cincocuentistas.


Edmond Degranges intentó simplificar el libro Mayor reduciendo el número de cuentas
a las “cinco cuentas generales”. Con ello no pretendió elevarse a gran altura teórica,
sino simplemente facilitar las condiciones materiales de la teneduría de libros.
Sin embargo, tras su muerte en 1818, se desarrolló una escuela, de autores generalmente
franceses, quienes descontentos de la teoría de la “personificación de las cuentas”,
subyacente de un modo u otro en la obra de la casi totalidad de los tratadistas contables
desde Pacioli, intentaron fundamentar el análisis contable en la teoría “cincocuentista”.
De acuerdo con los cincocuentistas, las “cinco cuentas generales” de Degrandes se
correspondían a otros tantos agentes en quienes el propietario de la empresa confía la
administración de ésta.

1.1.21 Las escuelas italianas de la segunda mitad del XIX.


Sin duda, el fenómeno más notable que se produjo en la evolución de la teoría contable
a lo largo del siglo XIX fue el resurgimiento de los estudios teóricos en Italia, a partir de
mediados de la centuria. Una pléyade de grandes autores italianos elevó la contabilidad
a la categoría indiscutible de ciencia, agrupándose en tres familias principales: la
escuela lombarda, la toscana y la veneciana.
1.1.22 La escuela Lombarda.
Francesco Villa. Nacido en Milán en 1801, Francesco Villa ha sido considerado el
padre de la moderna contabilidad italiana. Efectivamente, su magna obra “Elementi di
amministrazione e contabilitá”, aparecida en Pavía en 1850, puede considerarse el punto
de partida de una nueva concepción de la contabilidad, sobre bases completamente
distintas a las anteriores. La mecánica de la teneduría de libros es, para este autor, un
simple instrumento utilizado por la contabilidad, ciencia de Contenido y ambiciones
mucho más amplios, que se integra como parte fundamental en el complejo organizativo
de la empresa.
Los “Elementi” de Villa se dividen en tres partes, cuya enumeración ya nos permite
calibrar la “modernidad” de su autor: Conceptos económico-administrativos, De la
Teneduría de libros y de sus aplicaciones más usuales, y finalmente Organización
administrativa y revisión de cuentas.
En sus “Elementi”, Villa desarrolló un estudio sistemático y profundo de la empresa
desde le punto de vista de la organización, la división del trabajo, los objetivos
perseguidos, y los principios administrativos que deben orientar la manera de llevar los
libros.
Publicó el autor milanés muchas otras obras, no sólo sobre temas contables. Murió en el
año 1884.

1.1.23 La escuela Toscana.


Marchi, Cerboni, Rossi. En el año 1867 apareció en Prato una obra que había de hacer
célebre a su autor, Francesco Marchi (1822-1917).
En ella se atacaba duramente a la doctrina de la escuela cincocuentista, seguidora del
método de Degranges, que durante más de medio siglo había dominado la escena de los
estudios de teoría contable en Europa.
Desde el punto de vista de Marchi son cuatro las clases de personas interesadas en la
vida de la empresa: el administrador, el propietario, los consignatarios y los
corresponsales. Las cuentas se dividen en dos grupos: las de propietario, por un lado, y
las cuentas que deben abrirse a los consignatarios y corresponsales, por otro.
Después de Marchi apareció gran número de autores que configuraron la escuela
toscana. Entre todos ellos descolló Giuseppe Cerboni.
Giuseppe Cerboni (1827-1917) nació en la isla de Elba. Ocupo distintos cargos en la
administración militar de Toscana, de donde paso a la Hacienda italiana.
En el año 1869 se reguló por ley la organización contable de la hacienda Pública del
nuevo Estado italiano: Cerboni, que ya era un autor conocido, presentó cuatro años más
tarde, en el XI Congreso de Científicos Italianos, un estudio que causo sensación:
“Primi saggi di logismografia”, en el que proponía un nuevo sistema contable,
rechazando el establecido.
La logismografía emparenta con la vieja doctrina de la personificación de las cuentas,
pero tiene una visión de éstas esencialmente jurídica. Según Cerboni, el hecho contable
crea una relación de cargo y abono entre personas, naturales o jurídicas, susceptibles de
derechos y obligaciones. Esas relaciones se anotan, utilizando una cuenta para cada una
de las personas implicadas en ellas.
Desde el punto de vista de Cerboni, la contabilidad debe tener en cuenta, en primer
termino, antes que la actividad meramente económica de la empresa, los actos de sus
órganos administrativos, con la finalidad de ejercer un control sobre ellos.
La magna obra de Cerboni fue publicada en Roma en 1886: “La Ragioneria Científica e
le sue relazioni con le discipline amministrative e sociali”. En ella desarrollaba con
vigor y profundidad su razonamiento contable.
Es fundamental, en el pensamiento del autor tosano, el concepto de “azienda”. El
término integra no sólo las relaciones puramente jurídicas del propietario con su
propiedad, sino también las relacionadas económicas conexas.
De acuerdo con el pensamiento de Cerboni, al estudiarse con detenimiento la relaciones
jurídicas implicadas en el concepto de “azienda” se percibe cuatro categorías de
personas titulares de esas relaciones: el propietario (persona o grupo de personas a
quienes corresponde la responsabilidad de los resultados), el administrador (la persona
que ha recibido del propietario el mandato de desempeñar la administración de la
azienda), los agentes ( personas a las que el propietario encomienda el manejo de los
distintos bienes materiales de la azienda: el cajero, al que se confíe ale dinero en
efectivo; el almacenista, etc., y finalmente, los corresponsales (personas deudoras y
acreedoras de la azienda).
Cerboni presenta, para aplicar su logismografía, un sistema contable basado en cuatro
libros fundamentales: el Diario, el Libro de Desarrollos, en el que se dispone
cuidadosamente una bien estudiada subdivisión de las cuentas generales del Diario con
el fin de facilitar la tarea analítica, las Minutas de la cuentas, que suponen una especie
de borrador, y el Cuadro de Contabilidad síntesis de Diario y Desarrollos, visión
general, resumida y ordenada de la contabilidad de la empresa.
La logismografía facilita un rígido y puntual control en cada paso contable, aun cuando
su excesiva complicación la ha hecho poco menos que inaplicable en la práctica.
Gracias a su estudio, sin embargo, la atención de los tratadistas se centró en el aspecto
organizativo y funcional de la empresa anticipando los modernos sistemas de control.
Cerboni recibió el nombramiento de Contador General del reino Italiano lo que le
permitió hacer que se aplicara su sistema contable a la Hacienda Pública del país. No
obstante, cuando en 1892 el gran autor toscano dejó el cargo, la contabilidad pública
italiana volvió a sus antiguos cauces.
Entre los numerosos autores de la escuela toscana destaca así mismo Giovanni Rossi
(1845-1921), que colaboró con Cerboni durante más de diez años. Se aplicó
preferiblemente al desarrollo de una teoría matemática de las cuentas, que expuso en su
“Trattato dell’ unitát teorética dei metodi di srittura in partita doppia” (1885). Por otra
parte, dedicó también sus esfuerzos a la investigación histórica”.

1.1.24 La escuela Veneciana.


Fabio Besta. El impulsor de la escuela veneciana, Fabio Besta (1845-1922), profesor de
contabilidad en la Escuela Superior de Comercio de Venecia desde 1872 a 1918,
desarrolló su teoría de las cuentas basando su pensamiento en la obra del fundador de la
escuela lombarda, Francesco Villa.
La obra cumbre de Besta, “La Ragioneria”, no fue editada en su totalidad hasta 1910.
No obstante, los elementos fundamentales de su teoría venían ya esbozándose en
multitud de contribuciones realizadas por Besta en las cuatro décadas anteriores. Puede
decirse, por ello, que la escuela veneciana de contabilidad pertenece al siglo XIX, aun
cuando prolongue sus actividades durante algunos decenios de nuestra centuria.
Si Cerboni ampliaba el ámbito de la contabilidad hasta considerarla como ciencia de la
administración, para Besta, más modestamente, la contabilidad aspira a ser la ciencia
del control económico.
El patrimonio jurídico de una empresa no tiene por qué coincidir con el patrimonio
económico; y la contabilidad debe ir encaminada a la medición de este último. Besta
pone un ejemplo: si ha prestado una cantidad, ese dinero forma parte de mi patrimonio
jurídico, ya que tengo derecho a que me sea devuelto. Pero; ¿deberá ser tenido en cuenta
en mi patrimonio contable? Sólo interesaría a tal fin, en cuanto haya, al menos, alguna
posibilidad de que tenga efecto tal devolución. Si ello no va a ser posible, debido, por
ejemplo, a la huida del deudor, por mucho mas derechos que me asistían no será
razonable incluir aquella cantidad de dinero en mi patrimonio contable.
En la disyuntiva de “personalizar” o no todas las cuentas, Besta eligió el camino de
considerar sólo el aspecto del “valor” de las cuentas. Toda magnitud material que pueda
ser expresada en valor monetario es objeto de una cuenta.
Besta desarrolló, al igual que su grandes contemporáneos italianos, una sólida doctrina
organizativa de la administración de empresas. Además, fue un notable historiador y un
estudioso del tema de la contabilidad de la Hacienda Pública.

1.1.25 La evaluación actual.


Los grandes tratadistas contables del siglo XIX centraron su atención en la teoría de las
cuentas. En su empeño de elevar el nivel teórico de la contabilidad, se enzarzaron en
interminables discusiones acerca de la naturaleza de las cuentas y los principios últimos
de la ciencia objeto de su estudio.
Todavía hoy, a fines de nuestro siglo, resuenen los ecos apagados de sus estériles
controversias. Sin embargo, los hombres que comenzaron a ayudar a su memoria a
prendiendo a efectuar inscripciones en tablillas de barro, los que utilizaron los “quipus”,
los que crearon la Partida Doble, eran espíritus prácticos, empeñados en la resolución de
problemas concretos que afectaban directamente sus vidas.
Cómo repartir la cosecha, cómo recordar y poner en orden las distintas operaciones de
compraventa que se habían efectuado con aquel género de tela, de qué modo llegar a
conocer si el negocio producía pérdidas o ganancias, y cuántas, y en qué operaciones….
De forma similar, mientras los teóricos del sur Europa se enzarzaban en abstrusas
discusiones, los hombres que debían servirse día a día de las técnicas contables eran
acosados por nuevos problemas que requerían solución inmediata. Diversos congresos,
nacionales e internacionales, asistieron al espectáculo de que determinadas doctrinas
contables pretendieran imponerse como oficiales.
No obstante, las doctrinarios nunca consiguieron su propósito. Los especialistas que se
reúnen en un congreso suelen tener muchos problemas de orden práctico que resolver, y
procuran evitar en lo posible el planteamiento de elevados problemas doctrinales.
En el año 1879 se celebró en Roma un Congresso di Ragioneria Italiana, donde estuvo a
punto de adoptarse la lismografia cerboniana, a la sazón en boga, como doctrina
“oficial”. La intervención en contra de Fabio Besta evitó que se consumara la
dogmatización de los principios los gismográficos, hecho que hubiera tenido
consecuencias nefastas para la contabilidad en Italia.
El IV Congreso Internacional de Contabilidad (Barcelona, 1929) fue quizá de todos los
internacionales, el que más tiempo y esfuerzo gastó en debates teóricos; pero no llegó a
conclusión satisfactoria alguna para ninguna doctrina contable determinada. Por otro
lado, los congresos celebrados en Estados Unidos (San Luis 1904; Nueva York, 1929),
Ámsterdam (1926;1957), Londres(1933; 1952) y Berlín (1938) pasaron por alto
completamente los temas teóricos.
En los primeros decenios del siglo XX se advirtió la tendencia, más evidente en los
países nórdicos y del área anglosajona, a enfocar los problemas contables con
instrumental y terminología prestados por la floreciente ciencia de la microeconomía. Se
produjo una “invasión” recíproca entre el área económica y el área contable: el cálculo
microeconómico precisaba de una contabilidad más perfecta que pudiera aportar los
datos necesarios para el análisis económico de la empresa. Y, a su vez, la contabilidad
procuró perfeccionar la obtención y manejo de los datos empleando técnicas propias de
la microeconomía.
El desarrollo de las técnicas de contabilidad de costos constituye el más claro ejemplo
de la penetración de los conceptos microeconómicos en el campo contable. Por la
misma razón, cuanto más se perfecciona la contabilidad interna de la empresa más
estrecho va quedando el viejo corsé de la Partida Doble, que amenazaba en la primera
mitad del siglo que dar obsoleta sin haber encontrado una técnica capaz de sustituirla
con ventaja.

1.1.26 Eugen Schmalenbach y el balance dinámico.


Aunque la legislación de la práctica totalidad de los países imponía, a principios del
siglo XX, determinados requerimientos materiales y formales a los comerciantes y
empresarios en cuanto a la manera de llevar sus libros de contabilidad, prácticas tales
como la realización de balances anuales y la determinación cuidadosa de la cuenta de
resultados a fin de ejercicio era poco frecuentes entre la gran masa de comerciantes y
empresarios. Un autor alemán, Eugen Schmalenbach, desarrolló, a partir de 1908, la
idea de dar a la liquidación de Pérdidas y Ganancias una importancia grande o mayor
que el balance mismo. Su libro fundamental, “Dinamischer Bilanz”, donde desarrollaba
la doctrina del balance dinámico, apareció poco después de la primera conflagración
mundial, en una época en que la economía de guerra, la inflación y la seguridad
monetaria general habían tornado insuficientes las viejas prácticas contables para la
determinación correcta de las magnitudes empresariales.
El balance dinámico de Schmalenbach trata de ser un balance orientado, no
directamente a la evaluación del patrimonio de la empresa, sino al cálculo de los
resultados del ejercicio. Inevitablemente, el balance dinámico no puede limitarse a
recoger los datos contables según los procedimientos tradicionales, y se basa en gran
parte en datos de raíz puramente económica.

1.1.27 Presente y perspectivas de la contabilidad.


Desde mediados del siglo la contabilidad parece haber perdido entidad propia, saturada
como está hasta la médula de conceptos tomados del análisis económico.
Ante las crecientes limitaciones de la Partida Doble se ha emprendido la búsqueda de un
nuevo algoritmo matemático más capaz. Resultado de esos esfuerzos es la adopción de
la matriz como soporte matemático de la nueva contabilidad.
La aparición del ordenador electrónico ha reforzado el papel de la contabilidad
matricial, desarrollada rápidamente en los años transcurridos desde mediada la década
de los cincuenta.
Hasta hace pocos años, la contabilidad entendida en su sentido tradicional constituía la
única fuente de datos de que se disponía en la empresa; fuente, por otra parte, muy
limitada, a causa de la imposibilidad de llevar a cabo manualmente un número muy
elevado de operaciones aritméticas. El empleo del ordenador electrónico abre nuevos
horizontes a la ciencia y a la técnica contable que, en pocos años, van a transformarse
radicalmente, tanto en sus objetivos como en sus procedimientos.
En un principio el hombre simplemente cambia sus excedentes por aquellos que no
tenía, es decir, cambio de un bien por otro llamado “trueque” donde hay ausencia
absoluta de dinero, siendo esto un control de sus bienes, haberes y actividades o hechos
ocurridos en el ámbito familiar y social.
Luego aparece la moneda, permite el tránsito de la economía de trueque a la economía
monetaria y para estos eventos empleaba como medio de registro su memoria, pero al
multiplicarse las operaciones de compra y venta de bienes en un medio organizado (la
empresa), le fue imposible manejar la variedad de funciones, actividades sociales y
económicas, opta por la búsqueda de un mecanismo viable y funcional (contabilidad).
Fuente: Universidad Libre.

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