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Gerald Malynes

Gerald Malynes, fue un mercader que tomó parte en numerosas aventuras


comerciales que emprendió le llevaron a la cárcel por deudas, a veces con
éxito y otras sin él.

Ello no le impidió ocupar importantes cargos públicos en el Gobierno y en


la Casa de la Moneda debido a su gran ilustración en economía que
también le sirvió para escribir una prolífica obra sobre este tema, Escribió
un libro: “un tratado sobre la Úlcera del Common Wealth Inglés”,
pretendía que el mundo económico fuera estático e inamovible, también,
buscaba eliminar las fluctuaciones en los tipos de cambio y eliminar las
fluctuaciones en los tipos de cambio, entre las de mayor relevancia se
encuentran: Conservación del libre comercio de acuerdo con tres partes
esenciales del tráfico (1622), un amplio tratado de derecho mercantil y
marítimo titulado Consuetudo vel lex mercatoria (es decir, Derecho
mercantil consuetudinario, 1622) y su primer escrito San Jorge por
Inglaterra, alegóricamente descrito (1601).

Su pensamiento económico se elevó por encima de los panfletistas


propios del mercantilismo y contiene auténtico análisis económico;
aunque, en ocasiones, le condujeran a conclusiones erróneas, quizá
debido a su animadversión contra los banqueros, causantes, para él, de
casi todos los males económicos de la nación.
Malynes lamentaba que el dinero, de simple medio de cambio y unidad de
medida del valor de las cosas, se hubiera convertido en una mercancía
más que se compraba y vendía para lucro de los banqueros.
Una de sus preocupaciones fue el tipo de cambio que consideraba
usurario; propuso su control para mejorar la balanza comercial y una
limitación de las ganancias proporcionadas por el cambio de dinero. Para
facilitar la entrada de metales preciosos en el país, recomendó el aumento
de los impuestos a la importación y la prohibición de exportar lingotes de
oro y plata.
Consideraba que era la moneda extranjera el principal problema
económico de Inglaterra, lo que lo llevo a admitir la necesidad de la
circulación internacional de los metales preciosos, sostenía que en la
medida que el comercio se sustentaba en el interés personal de los
comerciantes los gobiernos deberían reglamentarlo para asegurar el
bienestar general, para él, el dinero era un medio de cambio y una medida
común, sin embargo consideraba que a medida que la letra de cambio se
había convertido en un instrumento fundamental de las transacciones
internacionales , aquella funcione del dinero había sido corrompida por las
“artimañas” de los financieros, esto es el desarrollo de los cambios
ilegítimos, había destruido la verdadera paridad de las monedas
extranjeras. Por ello él decía que si los tipos de cambio eran estables no
habían movimiento de metales, pero si los tipos de cambio a favor del
país, los metales preciosos no saldrían del este. En cambio si el tipo de
cambio era inferior a la paridad, huirían al extranjero.

La talla de analista de este autor se refleja en su teoría sobre el tipo de


cambio y en su concepción de un incipiente sistema de ajuste automático
del mismo, que expone en su libro Tratado sobre el cáncer de la Economía
de Inglaterra (A Treatise of de Canker of England's Commonwealth, 1601).

(González, L., & Santos, T. (2005). Moneda, dinero y crédito. La


controversia teórica monetaria: la vieja y la nueva discusión, pg: Τ6 – 82)

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