CINDY PUENTE
(LIC)
Etimológicamente el término “forense” deriva del latín “forensis”, referido al forum de las
ciudades romanas; la plaza donde se trataban los negocios públicos y donde el pretor
celebraba los juicios. Por tanto, la palabra está referida al “foro” o lugar donde se administra
justicia. “Sitio en que los tribunales oyen y determinan las causas”. Así pues, la psicología
forense es la rama de la psicología que estudia e interviene en los procesos judiciales con
el fin de aportar datos y conocimientos que ayuden a resolver los casos. Los profesionales
de la psicología forense son los psicólogos forenses, y su función es recopilar, estudiar e
interpretar correctamente los distintos datos psicológicos que puedan aportar elementos
importantes de cara a un juicio.
La psicología forense surgió a inicios del siglo XX, al mismo tiempo que la psicología se
convirtió en una ciencia independiente de la filosofía con el surgimiento de la psicología
experimental. El interés en el papel de la psicología en los procesos judiciales despertó con
un experimento realizado por William Stern en colaboración con Franz von Liszt en 1901.
El experimento consistió en una disputa simulada entre dos estudiantes en una clase de
derecho que culminó con uno de los estudiantes sacando un arma. Luego de la disputa se
pidió a los otros estudiantes presentes en la clase completar reportes orales y escritos sobre
la disputa. A pesar de tratarse de una clase de estudiantes de derecho, familiarizados con
los problemas implicados al dar testimonio, ninguno fue capaz de dar un reporte sin errores,
con la cantidad variando de 4 a 12 e incrementándose en la parte final conforme la tensión
se incrementaba. Stern y Liszt concluyeron que las reacciones afectivas inhiben la
observación exacta y la recuperación confiable de los recuerdos.
El siguiente hito en el desarrollo de este campo fue la publicación del libro On the witness
stand por Hugo Münsterberg en 1908. En ese libro recopiló ensayos publicados
anteriormente de forma independiente que discutían los factores psicológicos que pueden
afectar el resultado de un juicio. A partir de ese momento se inició la discusión formal de la
psicología forense como campo de estudio y como disciplina profesional, logrando su
aceptación progresiva en los diferentes entornos legales.
En la década de los 50 algunos jueces de los Estados Unidos comienzan a rechazar los
testimonios de los psicólogos como testigos expertos, lo que representaba un retroceso
para la profesión. En este contexto se da el caso Jenkins contra los Estados Unidos. En ese
caso el acusado (Vincent E. Jenkins) es juzgado por ingreso a una propiedad privada, intento
de robo y violación. El defensor presentó el testimonio de tres psicólogos clínicos pero el
juez le ordenó al jurado que ignorara el testimonio por considerar que los psicólogos no
estaban capacitados para dar un testimonio experto por no ser médicos.
El jurado encontró al acusado culpable y el caso fue apelado. La corte de apelaciones anuló
la decisión del jurado y ordenó un nuevo juicio que incluyera la opinión de expertos en
psicología.
A partir de ese momento las cortes de los Estados Unidos comenzaron a aceptar
regularmente el aporte de los psicólogos en los procesos judiciales.
Desde entonces la aceptación de la psicología forense se ha incrementado con el paso de
los años, llegando en algunos casos a ser requerida por la ley dependiendo del tipo de caso
que se está tratando.
La psicología forense se encarga de analizar y valorar distintos aspectos de la personalidad,
la situación psicosocial, el nivel de estrés y los estados mentales propios de las personas
que, de un modo u otro, están implicadas en cualquier tipo de procedimiento judicial. Las
tareas que requieren la intervención especializada de los psicólogos forenses han sido
siempre necesarias en los procesos judiciales, pero durante muchos años y aún hoy en
muchos juzgados y jurisdicciones, muchas tareas propias y específicas de aquellos las
realizan otros profesionales. Psiquiatras, criminólogos, médicos forenses y no pocas veces
los propios jueces, realizaban muchas de las tareas que hoy hacen los psicólogos forenses.
El avance en la especialización profesional ha descargado a muchos profesionales poco o
nada preparados técnicamente para realizar estas tareas propias del psicólogo. Así no era
infrecuente que, por ejemplo, los propios jueces entrevistasen a menores o deficientes
mentales víctimas de violencia sexual, tarea que ahora encargan a los psicólogos forenses
cuando es posible.
En la actualidad, podemos afirmar que la práctica profesional de la psicología forense es un
complemento indispensable de cualquier actividad judicial moderna. Cada delito, agresión
entre jóvenes, ruptura matrimonial, adopción, asignación de tutela o incapacitación, cada
sentencia que imparte un juez o tribunal tiene actores, víctimas y espectadores que no sólo
conocen o han participado en el suceso, sino que han vivido sus efectos y consecuencias a
su propia manera. El psicólogo es, entre otros profesionales, el más y mejor preparado para
valorar, comprender y proponer actuaciones considerando la individualidad única de todos
y cada uno de los implicados en un suceso o acontecimiento conflictivo singular. La
actuación de estos profesionales está fundamentada en unos conocimientos científicos que
han generado procedimientos y técnicas que garantizan su objetividad. También existen
códigos deontológicos que obligan a actuar con todas las garantías legales, a estos
profesionales que utilizan y tienen acceso a informaciones personales de naturaleza privada
y muy sensible.
Además, tiene un papel clave en el contexto de un proceso judicial. Con el objetivo de
ayudar al juez a tomar decisiones acertadas, el psicólogo forense pone a disposición del
caso una serie de conocimientos y herramientas.
Una de las funciones más comunes hace referencia al estudio que llevan a cabo los
psicólogos forenses acerca de las facultades mentales y las condiciones psicológicas de
alguna de las partes implicadas en un juicio (acusados, denunciantes y hasta testigos). Este
análisis ayuda a dilucidar, en el caso de los acusados, si estaban en pleno uso de sus
facultades mentales en el momento en el que, presuntamente, cometieron un delito. Por
ejemplo, si hay un imputado por homicidio, un psicólogo forense tendría la capacidad para
realizar un informe que indique si, en el momento del crimen, el acusado era consciente de
sus actos.
Los profesionales de la psicología forense, además de ser graduados en psicología, deben
contar con conocimientos y herramientas propias del derecho judicial, procesal y penal.
Esto les permite contar con el bagaje necesario para poder comprender con precisión los
procesos judiciales y aplicar correctamente las técnicas psicológicas en este campo.
Los psicólogos forenses trabajan conjuntamente con abogados, peritos, fiscales y jueces. De
hecho, los psicólogos forenses actúan como peritos a la hora de ofrecer su testimonio
profesional en ciertos juicios, aportando datos y conocimientos de interés para colaborar
con la Justicia y lograr que las circunstancias del caso puedan ser esclarecidas, por lo menos
en lo que atañe a ciertos aspectos psicológicos y/o psicopatológicos de alguna o todas las
partes implicadas.
DERECHO DE FAMILIA:
Guarda y Custodia de los menores (capacidad de los cónyuges).
Establecer Régimen de visitas y seguimiento del mismo.
Adopción y tutela de menores.
Efecto psicológico de la Separación o el Divorcio.
Procesos de Nulidad. Privación Patria Potestad.
DERECHO CIVIL:
Incapacitaciones legales.
Internamientos psiquiátricos voluntarios e involuntarios.
Capacidad testamentaria e impugnación de testamentos.
Valoración de secuelas psicológicas.
DERECHO PENAL:
Valoración de la imputabilidad.
Trastornos psicopatológicos.
Toxicomanías.
Agresiones sexuales.
Personalidad criminal.
Daño moral - secuelas psicológicas.
Situaciones de maltrato.
DERECHO LABORAL:
Accidentes laborales.
Psicopatologías laborales (burn out).
Situaciones de acoso (mobbing).
Incapacidad laboral.
MENORES:
Credibilidad de testimonio.
Estado psicológico.
Evaluación maltrato.
Medidas alternativas a la prisión y su cumplimiento.
- https://www.tuotromedico.com/temas/psicologia_forense.htm
- http://www.buenastareas.com/ensayos/Psicología-Forense/4038952.html
- Enciclopedia Psicología 2
- wikipedia