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La ética de Aristóteles nos deja un legado muy importante como son los juicios sobre la
amistad y la justicia. No solo la amistad propiamente dicha, sino también el amor y en
general toda la gama de la vida afectiva como lo más necesario en ella. Estas virtudes
contribuyen e inciden de la mejor manera en el desarrollo de la sociedad. Por lo tanto, el
bien de una sociedad va a depender de las virtudes de sus ciudadanos.
¿Es posible seguirse de esta ética para llegar a ser felices?
Es posible llegar a ser felices con esta ética, sino que también puede verse como una
respuesta a la pregunta sobre el sentido y significado de la propia vida que podría resumirse
como la construcción y perfeccionamiento consciente, a través de la acción, de uno mismo.
De este modo, la felicidad, entendida en términos aristotélicos, rescata la respuesta sobre el
sentido de la vida mediante la búsqueda de la felicidad como último fin del ser humano.
2. Teniendo como guía las respuestas anteriores, escriba una crítica a la ética que propone
Aristóteles (puede partir, por ejemplo, de la utilidad de la ética; o de aquello para lo cual
se diseña o se sigue una ética cualquiera). La extensión de esta crítica es de tres párrafos,
esto es, en TRES PARRAFOS exprese una opinión razonada acerca de lo que la ética de
Aristóteles es o significa para usted.
El hombre tiende por naturaleza a buscar la felicidad que consiste en la excelencia y realización
de las capacidades humanas, entre los pilares básicos para poder construir una vida feliz la
realización propia de cada individuo, las relaciones entre las personas y el conocimiento. Para
construir dichos pilares se necesita de un conjunto de acciones o comportamientos que tengan
como fin buscar el bien.
Ahora bien, la felicidad está ligada a una apreciación personal, una apreciación subjetiva que
varía según la condición social, el grado de cultura, la edad, etc., y ésta es la razón por la cual
ella puede ser objeto de discusión.
Decir que nuestra idea de felicidad tiene un elemento subjetivo no implica que cada uno de
nosotros invente su ideal de felicidad: este ideal se construye según las formas y los criterios que
son suministrados por la cultura y la sociedad: la concepción de la felicidad varía según la época
y el tipo de sociedad.