Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Recibido: 31/10/17
Aceptado: 11/03/18
Resumen Abstract
E n este trabajo, nos proponemos una reflexión
en torno al recrudecimiento de la violencia
sobre los cuerpos de mujeres y los cuerpos femi-
I n this work we propose a reflection on the
upsurge of violence against feminized and
women’s bodies in Latin America. The extreme
nizados en Latinoamérica. El ensañamiento sobre cruelty against these has reached unimaginable
ellos en extremos inimaginables, incluye meca- extremes, including mechanisms of power, domi-
nismos de poder, dominio y control que revisten nation and control, which are present in unpre-
formas inéditas, con el propósito de colonizarlos y cedented forms, with the aim of colonizing them
desposeerlos de aquello que se presenta como ina- and removing their characteristic of being inap-
prensible e inapropiable; pero, al mismo tiempo, prehensive and inappropriable, but at the same
imprescindible. time indispensable.
En el contexto actual de ofensiva neoliberal y In the current context of neoliberal and pa-
patriarcal, nos interesa comprender la escalada de triarchal offensive, we are interested in compre-
situaciones de violencias en la región de América hending the escalation of violent situations in the
Latina. Por un lado, nos proponemos indagar en Latin American region. On the one hand, we will
nuestros cuerpos-territorios la crueldad del po- propose to investigate in our bodies/territories
der, que instaura una herida inextinguible, cuya the extreme brutality of power which creates an
finalidad consiste en la conquista penetrante y inextinguishable wound, which objective consists
permanente de los agresores sobre la soberanía on the permanent and penetrating conquest
corporal de las mujeres y que además produce of aggressors over the corporal sovereignty of
efectos colectivos y sociales. Esta invasión es women and which also produces collective and
generadora de dispositivos de control social di- social effects. This invasion generates social con-
rigidos a todas las mujeres con el objeto de ins- trol devices addressed to all women with the aim
talar el miedo, la parálisis, la inacción, la auto- of installing fear, paralysis, inaction and self-
censura, es decir, una nueva domesticación. Por censorship, that is to say, a new domestication.
otro lado, nos preocupan los dispositivos diri- On the other hand, we are concerned about the
gidos hacia la clase de todos los varones para other devices, which are addressed to all men in
confirmar y reproducir la “invencibilidad” de order to confirm and reproduce the “invincibility”
su poder a través de la ritualización mediática of their power through the media ritualization
de los actos predatorios y degradantes sobre los of the predatory and degrading acts against
cuerpos de las mujeres, y la insistencia siniestra women’s bodies and the sinister persistence of
Presentación
[ 164 ] RevIISE | Vol 11, Año 11 | abril 2018 - septiembre 2018 | Dossier Hacia un buen vivir feminista
ISSN: 2250-5555 | Argentina | www.reviise.unsj.edu.ar
la violencia se revela como un fin en sí mismo. Estadísticas Criminales en la República Argentina
Sugiere que los regímenes políticos actuales obe- de 2015, las agresiones sexuales contra mujeres
decen al esquema de hacer morir y dejar vivir, pro- se incrementaron un 78%, lo que significa que
piciado por el silenciamiento y la cosificación aproximadamente 50 mujeres sufren ataques
de los cuerpos, la extrema mercantilización de sexuales cada día.
la vida, la deshumanización instalada por la ló- En el 2016, el total de feminicidios en el país
gica capitalista que considera a las/os sujetos, fue de 254, de acuerdo al Registro Nacional de Fe-
en especial a las mujeres, como un conjunto de micidios de la Oficina de Violencia Doméstica de
fuerzas de producción permutable, desechable, la Corte Suprema de la Nación. El año pasado se
prescindible y aniquilable. Para Mbembe, la so- produjo un aumento considerable del promedio
beranía es la capacidad para definir quién tiene de mujeres asesinadas: si en el 2016 moría una
importancia y quién no la tiene, quién está despro- mujer cada 30 horas en manos de su pareja o ex
visto de valor y puede ser fácilmente sustituible y pareja, en el 2017 se registró un feminicidio cada
quién no (2011:46). 18 horas (Unidiversidad, Noticias, 2017).
En esta línea de pensamiento, Valencia Los feminismos, y en especial, los feminismos
Sayak (2012) propone, en referencia al México descoloniales o del sur, aportan herramientas bá-
contemporáneo, el concepto de capitalismo gore, sicas para la comprensión de cómo los cuerpos de
entendido como el las mujeres se configuran en cuerpos fronterizos,
en tanto territorios de lucha del capitalismo pa-
derramamiento de sangre explícito e injus- triarcal (Anzaldúa, 2016). Así como el sistema
tificado, al altísimo porcentaje de vísceras y se apropia del territorio y lo explota, del mismo
desmembramientos, frecuentemente mez- modo, se apropia de los cuerpos de las mujeres y
clados con la precarización económica, el los coloniza. Al mismo tiempo, estos feminismos
crimen organizado, la construcción bina- permiten reconocer y potenciar las capacidades
ria del género y los usos predatorios de los de resistencia implícitas en las experiencias
cuerpos, todo esto por medio de la violen- corporales en tanto experiencias políticas.
cia más explícita como herramienta de En este trabajo desarrollamos la dimensión
“necroempoderamiento”. (p. 84) material y simbólica de la colonización de los
cuerpos de las mujeres cuya expresión extrema
Este capitalismo tiene tres funciones: como son los feminicidios. La perspectiva asumida
herramienta eficaz del mercado, como un medio se encuadra en la confluencia de los estudios
de supervivencia alternativo y como clave de la feministas, materialistas y descoloniales que nos
autoafirmación masculina; y se caracteriza por permiten centrar el análisis en los procesos de
la consideración de los cuerpos como productos acumulación por desposesión y su relación con
del intercambio en el proceso de producción del la escalada de la violencia patriarcal, para luego
capital. Todos los estados modernos clasifican las detenernos en la ritualización de la violencia y
vidas de las/os sujetos y la muerte de ciertos cuer- los aspectos simbólicos de la dominación. Al
pos no es sólo esperable, sino incluso rentable. mismo tiempo enfatizamos en el despojo de la
En nuestro país, en ocho años, de acuerdo posibilidad de ritualizar el dolor de las mujeres
con el registro construido y difundido desde asesinadas y sus implicancias sociales. Para
La Casa del Encuentro, desde el 2008 al 2015 se finalizar rescatamos la dimensión política del
registraron más de 2.000 feminicidios. En este cuerpo, el cuerpo que se rebela en el gesto y se
mismo período, de acuerdo con el Informe de resiste a ser apropiado.
[ 166 ] RevIISE | Vol 11, Año 11 | abril 2018 - septiembre 2018 | Dossier Hacia un buen vivir feminista
ISSN: 2250-5555 | Argentina | www.reviise.unsj.edu.ar
En este sentido, la pensadora feminista mate- es una institución social central, a la vez,
rialista Collete Guillaumin define el sexaje5 como mecanismo de mantenimiento de ciertas re-
la apropiación física misma, la relación en la que es laciones sociales de dominación y explota-
la unidad material productora de fuerza de trabajo la ción, y relación social que estructura este
que es poseída y no la sola fuerza de trabajo (2005:25), sistema. (Falquet, 2017:54)
así se refiere a la apropiación material de la clase
de las mujeres. Desde una perspectiva sociológica, la violencia
contra las mujeres se concibe como una relación
Si el trabajo no es pagado, es porque no es social, integrada por una dimensión material y
pagable. Si no es monetizable o medible, otra ideológica, que implica un proceso de inter-
significa que es adquirido de otra manera… nalización subjetiva de los golpes y la tortura
El hecho de que no haya término al traba- comparable al adiestramiento; y como “institu-
jo, ni medida de tiempo, ni noción de viola- ción” provoca efectos sociales y colectivos, que ex-
ción sexual, muestra que esta cesión es rea- cede a las mujeres directamente implicadas, per-
lizada en bloque y sin límites. Y que lo que mitiendo una relativa economía de recursos para el
es cedido no es la fuerza de trabajo, sino, control y la normalización social.
efectivamente, la unidad material que for- El rol del estado consiste en aprovechar, encu-
ma al individuo mismo. (p. 42) brir, favorecer y garantizar la impunidad de la
violencia masculina, presentándola como una
Es decir, que respecto del valor extraído del violencia de aficionados. El fin último es atemori-
cuerpo de las mujeres, la ganancia es absoluta. No zar, atomizar, desalojar y arrasar la mano de
se trata de extracción de plusvalía, sino que a ellas obra. Muchas y diversas formas de hombres con
se les extrae todo el trabajo realizado en la medida armas (asesinos a sueldo, como los Zeta o Black-
en que son apropiadas en tanto máquina-de- wáter, entre otros7), ejércitos y grupos armados
fuerza-de-trabajo, en el continuo del intercambio privados que permiten ahorrar al estado los cos-
económico sexual (trabajo sexual, procreativo, tos políticos de ejercer abiertamente la violencia
doméstico y emocional) (Falquet, 2014b). física y, a la vez, los costos económicos para el
La autora pone en evidencia el componente sostenimiento de la misma.
capitalista de la violencia patriarcal dirigida ha- Un despliegue de enormes cantidades de re-
cia las mujeres, ya que permite economizar los cursos estatales y, cada vez más, paraestatales (en
costos de la represión (políticos y económicos) y continuidad con el plan neoliberal de ahorro de
obstaculiza la organización y la lucha de la clase gastos del estado) para pulverizar a la clase tra-
trabajadora. En tiempos de “paz”, los feminicidios, bajadora y continuar con el despojo, el desarme,
constituyen una guerra de baja intensidad6 contra la desarticulación y la desorganización de las
las mujeres (Falquet, 2002 y 2017), que se diferencia grandes mayorías subalternizadas, de sus bienes
de la guerra de baja intensidad de las luchas mo- comunes, sus capacidades de trabajo, como así
dernas por la independencia y la revolución por- también de sus bienes simbólicos y espirituales.
que la violencia contra las mujeres no tiene una La población civil en tanto población no
fecha de inicio y finalización, excede en tiempo, armada, está más desarmada que nunca. No cuen-
amplitud y sistematicidad a la mayoría de las ta con armas físicas, tampoco posee bienes, herra-
violencias ejercidas por un grupo social sobre mientas, recursos, redes comunitarias, mucho
otro. La violencia contra las mujeres: menos respaldo legal. Por el contrario, aparece
una abundante formalidad engañosa, una prolife-
Es un fenómeno duradero, masivo -aunque ración de leyes que, en la práctica se traducen en
se invisibilice a sí mismo mientras se des- circuitos corruptos y/o burocráticos. Actualmente,
pliega- y tiene consecuencias materiales se agudiza la desprotección legal con un marcado
muy reales en términos de beneficios econó- retroceso de derechos conquistados.
micos, de mantenimiento del orden social y Esta población desarmada es mayoritariamen-
de su reproducción. No parece descabellado te la clase trabajadora, y la clase trabajadora, ca-
sugerir que la violencia contra las mujeres da vez más, está conformada por mujeres. Ello
nos conduce a enmarcar la violencia contra las
5
La autora realiza un juego de palabras en francés entre
sexage, servage y esclavage, es decir, entre “sexaje” como
mujeres como una institución social central en
un sistema de dominación sobre la clase de las mujeres, en la actual reestructuración del trabajo.
comparación con otros sistemas históricos de dominación En primer lugar, son las mujeres quienes cons-
como el feudalismo y el esclavismo, respectivamente. tituyen mayormente la población civil desar-
6
La guerra de baja intensidad es aquella que se desarrolló a mada/trabajadora (cuyas características son:
partir de las prácticas de Organización del Ejército Secreto
(OAS) francés en Argelia, donde se idearon las estrategias 7
Existen además siniestras conexiones entre estas empresas
de tortura como instrumento para la confesión de los dete- de matones, como señala la activista Ribeiro con grupos cor-
nidos y atemorizar a la población, técnicas que luego fueron porativos como Monsanto, Chevron y otros. Para más infor-
replicadas en el entrenamiento militar en la Argentina, mación, se puede consultar el artículo de Ribeiro (2010, 9
Brasil y Chile, para ser aplicadas durante las dictaduras de octubre), Máquinas de guerra: Blackwater, Monsanto y Bill
militares que asolaron la región, posteriormente forma- Gates en La Jornada y el informe de Jeremy Scahill (2010, 4
lizadas por la Escuela de las Américas en Panamá. de octubre) Blackwater’s Black Ops publicado en The Nation.
La actual lógica transnacional de acumulación violencia psicológica, física y sexual como medida
capitalista y sus políticas predatorias de la vida ejemplificadora. Comunicar con el cuerpo, me-
operan con miras a alcanzar la desposesión de diante la impresión de un discurso, un mensaje
nuestros territorios/tierra y de nuestros territo- destinado a todas las mujeres, pero en particular
rios/cuerpos mediante la violencia estructural y a la fratría de varones a través del ritual violento
la violencia simbólica. de la muerte.
La definición del cuerpo como territorio implica La mediatización de la violencia heteropatriarcal
una fuerte crítica al modelo patriarcal que ha naturaliza y refuerza la invisibilización de la vio-
promovido una inferiorización de la naturaleza lencia y sus efectos, así logra instalar públicamente
y de las mujeres como una extensión de ella, la imagen de los cuerpos de las mujeres como “de-
mediante la imposición de un destino marcado sechables”, vidas carentes de cualquier valor que
por la biología, que justifica la apropiación de los transitan en un ciclo de desperdicio, de consumo
cuerpos y los territorios8. y descarte, en total impunidad (Wrigth, 2010).
La noción de cuerpo-tierra-territorio9 de las femi- Hay una diferencia entre los feminicidios per-
nistas comunitarias, o del feminismo indígena petuados en el espacio doméstico de aquellos que
maya-xinka, permite advertir el despojo sobre se ejercen en el espacio público como en el caso
los cuerpos-territorios de las mujeres, como así de Ciudad Juárez. Dice al respecto la autora:
también recuperar las estrategias de resistencias.
Las violaciones masivas de mujeres indígenas El hombre abusa de las mujeres que se en-
como instrumentos de guerra y como práctica cuentran bajo su dependencia porque pue-
de conquista y asentamiento colonial y su infe- de hacerlo, es decir, porque éstas ya forman
riorización fue la modalidad sistemática para im- parte del territorio que controla, el agresor
poner la esclavización, la reducción a la servidum- que se apropia del cuerpo femenino en un
bre y al trabajo intensivo y exterminador. espacio abierto, público, lo hace porque
Dominio, soberanía y control se imponen sobre debe para mostrar que puede. En uno se
los cuerpos de las mujeres definidos en términos trata de un constatación de un dominio ya
de territorio, mediante el ejercicio de lo que Rita existente; en el otro, de una exhibición de
Segato ha denominado violencia expresiva, cuyo capacidad de dominio que debe ser reedi-
objetivo consiste tanto en doblegar la voluntad de tada con cierta regularidad y que puede ser
las mujeres y producirles daño, como en utilizar la asociada a los gestos rituales de renovación
8
La feminista lesbiana maya Dorotea Gómez Grijalva (2014)
de los votos de virilidad. (Segato, 2013:29)
acuña la definición de cuerpo como territorio político, para
dar cuenta de su carácter histórico y holístico, que incluye En estos feminicidios10, el cuerpo de las muje-
la dimensión racional, emocional y espiritual. Su propuesta res es colonizado como extensión de dominio
consiste en tocar la vida con mi cuerpo, para conocer el len-
guaje del cuerpo y comprender la estrecha conexión de cada 10
Estos crímenes son llamados de segundo Estado o crímenes
dimensión. de corporación, comparables a los crímenes de lesa humani-
9
Mujeres feministas de Santa María de Xalapan, organización dad de los estados totalitarios para reafirmar su capacidad
nacida en el año 2004 en Jalapa, Guatemala. Disponible en: de control y disciplinamiento en su dimensión expresiva
https://amismaxaj.wordpress.com/quienes-somos/. (Segato, 2013:42-43).
[ 168 ] RevIISE | Vol 11, Año 11 | abril 2018 - septiembre 2018 | Dossier Hacia un buen vivir feminista
ISSN: 2250-5555 | Argentina | www.reviise.unsj.edu.ar
territorial y se presentan como mensajes emanados sus correspondientes privilegios institucionales,
de un sujeto autor que sólo pueden ser identificado, a los varones agresores, victimarios, principales
localizado, perfilado, mediante una escucha rigurosa productores y reproductores de la violencia
de estos crímenes como actos comunicativos, que sexista, mediante la subalternización de las
proscriben para las mujeres reglas implícitas a mujeres y otros géneros. La construcción de la
través de las cuales circulan consignas de poder masculinidad hegemónica es producto de proce-
efectivas (Segato, 2013:31). La autora establece una sos históricos y sociales de organización social de
tipificación de los crímenes de mujeres, y para ello relaciones desiguales entre los géneros. La mas-
denomina feminicidio a todos los crímenes misó- culinidad es el modelo sobre el cual se configuran
ginos contra las mujeres, en el contexto de las rela- la subjetividad, el cuerpo, y la vida de la mayoría
ciones de género interpersonales e impersonales, de los varones, sustentada en la violencia contra
y lo distingue de los femigenocidio para denominar las mujeres.
aquellos crímenes impersonales, de carácter sis- De este modo, la demostración de virilidad de-
temáticos y genéricos (Segato, Rita, 2012). be constatarse y ponerse a prueba en el cumpli-
Como hemos señalado, los feminicidios cons- miento de los mandatos de hombría e ideales de
tituyen una forma de control, un acto de domina- masculinidad dominante (competencia sexual,
ción y una práctica de exterminio de mujeres en principal proveedor, poder, fuerza y violencia
el ámbito privado como público, da cuenta del en todos las dimensiones de la vida) siempre en
sexismo, pero también del racismo imperante en condiciones de ventaja respecto de las mujeres.
nuestra región. Esta arremetida patriarcal con- Si bien algunos varones pueden experimentar
tra las mujeres es ejecutada por hombres bajo la sufrimiento por reprimir sentimientos, sensibi-
égida de la masculinidad hegemónica. lidades, cuidados, no obstante, este poder redun-
La condición de “dueñidad” reedita el pacto da en privilegios y se expresa en el uso de la vio-
viril (Segato, 2013, 2016), pero no en términos lencia machista como medio de autoafirmación
de víctimas o “principales víctimas”11 de la identitaria.
violencia patriarcal por cumplir con el mandato El cumplimiento de los ideales masculinos de-
de masculinidad, como sugiere en recientes pende de la posición de dominación que ocupan
declaraciones la autora, sino más bien como los varones en la estructura social, que les per-
sujetos portadores de los privilegios de género y mite ejercer diferentes controles y violencias
reproductores directos de la violencia letal y de sobre las mujeres. Los requisitos y atributos im-
la disponibilidad / ostentación del dominio de los puestos a los hombres están condicionados por
cuerpos de las mujeres. las desigualdades y las intersecciones entre raza,
Fragilizar a la clase de los varones por el cum- etnia, clase, género, sexualidad, que existen entre
plimiento del mandato patriarcal hegemónico ellos. Situar a los varones como primeras víctimas
(hombres heterosexuales, blancos y burgueses) o porque han perdido el poder, la autoridad, la po-
por carecer de los recursos para su cumplimiento, tencia masculina con la crisis económica, la des-
puede derivar en una trampa en detrimento de protección social, el desempleo, la precariedad
las mujeres. laboral y la pobreza, puede conducir a re-instalar
Las relaciones estructurales asimétricas de po- mitos sobre la violencia machista del tipo que
der garantizan la posición social dominante con sugieren que los maltratadores son personas
11
Rita Segato presenta una serie de elaboraciones teórico- de escasa cultura, pocos recursos, bajo nivel de
políticas difundidas en diversos medios de comunicación estudios y pertenecientes a las clases sociales
que generan polémica. En una entrevista señala: En el bro- desfavorecidas que intentan reinstaurar con la
te de violencia que tenemos (en Argentina, el mes de abril ha violencia el poder perdido, y no como un acto
sido tremendo) la primera víctima son los propios hombres, que implica aferrarse a los privilegios.
pero no lo saben porque no consiguen verse o colocarse como
víctima, porque sería su muerte viril. Lo que llamo mandato Retomando la noción de violencia contra
de masculinidad, es el mandato de tener que demostrarse las mujeres como violencia expresiva, en el
hombre y no poder hacerlo por no tener los medios. El paquete sentido que comunica, implica situarla como
de potencias que les permite mostrarse viriles ante la sociedad una prácti-ca que no solo anula, elimina, sino
lleva a la desesperación a los hombres, que son victimizados por también prescribe, constata, disciplina. ¿Cómo
ese mandato y por la situación de falta absoluta de poder y de
autoridad a que los somete la golpiza económica que están su- podemos explicar, por ejemplo, que quemar
friendo, una golpiza de no poder ser por no poder tener. ¿En dónde mujeres sea la cuarta forma de feminicidios en
se restaura la potencia? En la violencia contra las mujeres. Es un nuestro país? Esta modalidad se propagó y se dio
problema de toda la sociedad, no sólo de las mujeres. No hay es- a conocer en los medios como el efecto Wanda
pacios donde se pueda pensar cómo se podría restaurar de otra
manera la autoridad, la potencia, la moralidad, la soberanía de
las personas -muy fundamentalmente, la de los hombres- frente
a la golpiza económica. La situación es tan inestable, tan aza-
rosa, que hay que ser alguien con gran riqueza, con grandes
medios para no percibir esa precariedad de la existencia. Y la
precariedad de la existencia lleva a la violencia (Entrevista rea-
lizada por Josefina Edelstein, 4 de mayo de 2017 en La Voz).
También encontramos pronunciamientos similares en el
periódico feminista LATFEM (Gordillo, 5 de octubre de 2017).
[ 170 ] RevIISE | Vol 11, Año 11 | abril 2018 - septiembre 2018 | Dossier Hacia un buen vivir feminista
ISSN: 2250-5555 | Argentina | www.reviise.unsj.edu.ar
dad, parto, puerperio, climaterio, menopausia, turas y en todos los tiempos: es la posibilidad de
vejez, muerte), para dar lugar a la ritualización despedir a nuestros/as muertos/as y de cerrar
de la violencia patriarcal que, por fuerza de insis- un tránsito que no puede quedar inconcluso, re-
tencia, instala imaginarios, creencias, ideologías quiere que podamos cambiar de posición. Este
que refuerzan el miedo, la culpa y la parálisis. saqueo de la capacidad política de ritualizar el
A partir de la escalada de terror feminicida duelo en un sentido colectivo/social nos obliga a
instalada en la región, las desapariciones de niñas, mantenernos inmóviles, paralizadas y encerra-
jóvenes y mujeres15, las múltiples agresiones das en un circuito de sufrimiento. El duelo es
sexuales, las modalidades de trabajo forzado, un proceso que nos vincula al otra/o, permite
trata y tráfico, se conforma un dispositivo de transformar el dolor en recurso político y tomar
normalización y re-domesticación de las muje- conciencia16.
res para el control de su fuerza de trabajo, de Lo que se ha considerado una debilidad en las
sus capacidades sexuales y reproductivas, de su mujeres puede resultar en fortaleza: la capacidad
erótica, su energía vital y su creatividad trans- de con-mover-se(nos) ante el horror, de ser sensi-
formadora. bles al dolor cercano frente a la indiferencia y el
Si algo caracteriza al sistema capitalista es su silencio. Son mujeres las que exclaman el dolor
capacidad de exclusión, o expulsión en términos por los feminicidios, por las desapariciones de
de Saskia Sassen (2015) y la eliminación de algu- jóvenes mujeres, hablan desde esa experiencia
nos/as de los/as dominados/as. Esta finalidad pro- límite de resistir la ley del patriarcado, como
ductiva, reproductiva y simbólica de la jerarquía Antígonas17. Las desposesiones de la experiencia
de dominación tiene como blanco emblemático doliente impiden el tránsito de esa expresión
a las mujeres, como forma de control territorial primaria del dolor al reconocimiento del sufri-
de sus cuerpos como terrenos de disputa, funda- miento social (Aguiluz Ibargüen, 2013:226). El
mentalmente mujeres trabajadoras, jóvenes, dolor asociado al daño actual y potencial a las
morenas, migrantes, pobres, indígenas, obreras, mujeres se encuentra imbricado al sistema pa-
campesinas, referentas políticas y comunitarias. triarcal y su cultura machista.
Mujeres excluidas de derechos, cuyas vidas han Veena Das (2013) reclama, respecto de los sig-
sido negadas, para las que no cabe ningún duelo. nificados y las representaciones del dolor por
Expuestas a la violencia extrema de los femini- las violencias contra las mujeres en la India, un
cidos y las desapariciones, resulta inhibida la ca- habla cercana a quién testifica, es el testimonio
pacidad de ritualizar el dolor y transitar el due- sobre el proceso de desubjetivación que se sub-
lo, la pérdida no se puede procesar, el dolor no jetiviza en su decir. Las narraciones del dolor
se transforma y queda contenido. La actividad siempre fragmentadas hacen posible que
ritual que se ve soslayada tiene consecuencias en
el tejido social y desarma la posibilidad de trans- el dolor pueda residir en otro cuerpo en con-
formación individual o colectiva. Ritualizar el tacto con el extrañamiento de un mundo,
dolor a través de la despedida, traduce las emo- revelado por la muerte y su no habitabilidad
ciones en un relato simbólico. Judith Butler sos- y convertido, por las mujeres que sufren, en
tiene que un duelo se elabora cuando se acepta que una morada donde sea posible de nuevo
vamos a cambiar a causa de la pérdida sufrida, vi-vir con la pérdida (citado por Aguiluz
probablemente para siempre (2009:47). Ibargüen, p. 228).
Audre Lorde define al dolor como una experien-
cia que se debe reconocer, poner en palabras y después
debe ser utilizada de manera que la experiencia se 16
Resulta ineludible remitirnos a nuestras madres de plaza
modifique, se transforme en algo diferente, en fuerza de mayo, mujeres valientes que iniciaron la búsqueda de sus
hijas/os, en medio del terror de la dictadura civil, eclesiática
o conocimiento o acción y lo distingue del sufri- y militar, resignificaron y politizaron la maternidad al nom-
miento, que es el espanto de volver a vivir el dolor brarse las madres de todas/os las/os desparecidas/os.
que no se ha analizado ni metabolizado (2003:202). 17
En la tragedia griega de Sófocles, Antígona reclama por su
La importancia de ritualizar la partida, de dar hermano Policenes que ha muerto en el campo de batalla
entierro a los cuerpos, es común en muchas cul- y Creonte decide no darle entierro. No habrá aquí ningún
duelo -dice Creonte a Antígona- y ésta decide enfrentar la ley
15
Como las desapariciones en la provincia de Mendoza de y dar sepultura a su hermano. Por ello deberá pagar con otra
Johana Chacón, Soledad Olivera y Gisela Gutiérrez, entre condena, la de ser enterrada viva, pero en su lugar decide
otras tantas jóvenes y mujeres. ahorcarse antes de cumplir con otra ley injusta.
[ 172 ] RevIISE | Vol 11, Año 11 | abril 2018 - septiembre 2018 | Dossier Hacia un buen vivir feminista
ISSN: 2250-5555 | Argentina | www.reviise.unsj.edu.ar
diferentes contiendas económicas, políticas, sexuales, El control por parte de los hombres de la
estéticas e intelectuales” (Esteban, 2004:54). producción y del uso de instrumentos y armas, se
Paola Tabet demuestra cómo las mujeres se confirma como la condición necesaria de la do-
han visto y se ven excluidas sistemáticamente a minación masculina sobre las mujeres: domina-
lo largo de la historia del uso de herramientas e ción basada en la violencia (monopolio masculi-
instrumentos complejos, y también, de la parti- no de las armas) y en el subequipamiento de las
cipación en su elaboración. Esto conduce a lo que mujeres (monopolio masculino de los instrumen-
la autora llama un gap tecnológico entre varones tos). La exclusión de las mujeres de la fabricación
y mujeres, que profundiza la brecha de la desi- y del uso de armas e instrumentos es la condición
gualdad entre ambos y las posibilidades concre- para usarlas en el trabajo, en la sexualidad y en la
tas de liberación de las mujeres respecto de la de- reproducción de la especie (2005:119).
pendencia impuesta por la clase de los varones. El análisis de la autora nos permite comprender
Gesto e instrumento conforman una unidad cómo las mujeres en tanto clase estamos excluidas
que se condensa en el trabajo históricamente acu- de instrumentos/conocimientos fundamentales
mulado (el conocimiento técnico y la habilidad para la sobrevivencia. Desde no saber conducir
incorporada en el cuerpo). La desventaja respecto un vehículo o un aparato tecnológico complejo
al uso de herramientas, armas e instrumentos, hasta el dominio de un arma.
que implica una desigualdad material, lleva a la La desposesión material es también una despo-
autora a preguntarse sesión simbólica, espiritual. Lo que se domina
materialmente es también y en simultáneo,
qué ha significado y qué significa todavía dominado en el plano simbólico. Para apropiarse
hoy que un sexo haya tenido la posibilidad de la fuerza de trabajo de otro/a, se precisa que
de extenderse más allá del propio cuerpo primeramente aquél/aquélla se haya separado
físico con instrumentos que amplían enor- de sí mismo/a.
memente el poder sobre las cosas y sobre la Separar a las mujeres de su cuerpo se ha cons-
sociedad y que en cambio el otro sexo esté tituido en el primer mecanismo que el patriar-
limitado solamente a su cuerpo, a las opera- cado, desde la caza de brujas en adelante, ha
ciones hechas con las manos y por tanto llevado a cabo para someterlas. Separarlas de los
a los instrumentos más simples de cada conocimientos sobre sus cuerpos, sus ciclos vita-
sociedad (2005:66-67). les, su sexualidad, prohibirles el acceso a saberes
especializados y al dominio de herramientas
Tabet destaca el condicionamiento estructural complejas.
que obliga a la mayoría de las mujeres a entrar Finalmente, separarlas de sus cuerpos hasta
en un continuo de intercambio económico- aniquilarlos: la violencia contra las mujeres co-
sexual: la fuerte restricción del acceso a los mo institución social y los feminicidios como
recursos, la privación de conocimientos en la herramienta de control, los cuerpos mutilados
mayor parte de los dominios (sexuales, técnicos y destrozados. La violencia avasalla así con todo
y profesionales) y la amenaza permanente del tipo de rituales, la posibilidad de duelar a esas
recurso de la violencia contra ellas. Mujeres mujeres se ve expropiada, se procura impedir
sin posesiones (no propietarias de su fuerza de recuperar los cuerpos para darles entierro.
trabajo ni de los medios de producción); sin cono- Sin embargo, a pesar de la avanzada de la vio-
cimientos (dificultades en el acceso a saberes lencia, de la exclusión de la clase de las mujeres a
especializados); desarmadas (sin herramientas y conocimientos y herramientas (sin duda funda-
sin armas20), expuestas a la violencia de una clase mentales y estratégicos), la desposesión no es
entera de hombres en armas. plena.
En Las manos, los instrumentos y las armas, Volvemos a la rabia contenida en los ojos de
se explica cómo la división sexual del trabajo, Anastacia, ese gesto indominable que perturba,
desde el punto de vista de la adquisición de ciertas incomoda, interpela, trae el legado insurrecto de
habilidades físico-cognitivas, del adiestra-miento aquellas mujeres que logran sostener la mirada
hacia la especialización de una actividad a otra, a pesar de la crueldad, re-narrar nuestra historia
debe ser enmarcada en una relación de poder entre y crear/soñar nuevas re-existencias, poder ser/
las clases de sexo” (2005:64). Para ello, detiene la estar inapropiadas y al mismo tiempo inapro-
atención en el acceso diferenciado de las mujeres piables (Minh-ha en Amado y Szurmuk, 2017).
a los instrumentos o medios de producción, ya Algo se escapa de la apropiación del cuerpo, lo
que es un aspecto estructural en la dominación y gestual se resiste a ser dominado: como la mirada
explotación de la clase de las mujeres. de Anastacia, algo permanece, mil ojos insomnes
20
Tabet recurre a un sentido ampliado de armas, que inclu-
de serpiente que parpadean en la noche, siempre
ye desde las herramientas para la transformación de la abiertos. Y ya no tenemos miedo.
naturaleza, que a lo largo del tiempo alcanzan mayor sofis-
ticación, hasta todas las tecnologías a disposición.
Aguiluz Ibargüen, M. (2013). “Desclasificaciones Esteban, M. L. (2004). Antropología del cuerpo. Gé-
sociológicas: efectos del amor y el dolor”. En nero, itinerarios corporales, identidad y cambio.
Ocho Religaduras sociológicas: de cuerpos y signa- Barcelona: Bellaterra.
turas. La Paz: Autodeterminación. Espinosa, Y., Gomez Correal, D. y Ochoa Muñoz,
Amado, A. y Szurmuk, M. (2017). “Narrar la guerra K. (ed.) (2014). Tejiendo de otro modo: Feminismo,
a través de la forma Entrevista a Trinh Minh- epistemología y apuestas descoloniales en Abya-
ha”. Mora. Revista del Instituto Interdisciplinario Yala. Colombia: Universidad del Cauca.
de Estudios de Género, Vol. 23 Nº 1. Buenos Falquet, J. (2002). “La violencia doméstica como
Aires. Recuperado de http://www.scielo.org. forma de tortura, reflexiones basadas en la
ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1853- violencia como sistema en El Salvador”. Revista
001X2017000100008 del CESLA, N° 3, Varsovia, pp. 149-172.
Anzaldúa, G. (2016). Borderlands/ La Frontera. The - - - - - - (2014a). De los asesinatos de Ciudad Juárez
new mestiza. Madrid: Capitán Swing. al fenómeno de los feminicidios: ¿nuevas formas
Bercovich, A. (2004). Yo soy un sin tierra. Página/12, de violencia contra las mujeres?”. Recuperado de
25 de abril. Recuperado de https://www. https://julesfalquet.files.wordpress.com/2010/05/
pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17- art-feminicidios-contrettemps-vientos-sur-esp.pdf
1282-2004-04-25.html - - - - - - (2014b). “Femmes de ménage, loueuses-
Burd, A. (1998) “Cuidados inmediatos y resucita- d’utérus, travailleuses du sexeettravailleuses
ción precoz del paciente quemado”. En Loren- du care. Le «dés-amalgamage con-jugal» en
te, J. Á. y Esteban, A., Cuidados Intensivos del contexte néolibéral: libération ou nouvelles
Paciente Quemado. Barcelona: Springer-Verlag formes d’appropriation?”. Document de travail
Ibérica. du MAGE, N° 18, Paris, pp. 241-258.
Butler, J. (2009). Vida precaria. El poder del duelo y - - - - - - (2017). Pax Neoliberalia: Perspectivas fe-
la violencia. Buenos Aires: Paidós. ministas sobre la (reorganización de) la violencia
Cabnal, L. (2010): Feministas siempre. Feminismos contra las mujeres. Buenos Aires: Madreselva.
diversos: el feminismo comunitario. ACSUR-Las Federici, S. (2004). Calibán y la bruja: mujeres,
Segovias. México: Grijalbo. cuerpo y acumulación originaria. Madrid: Trafi-
Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) cantes de sueños.
(2014) Registro Nacional de Femicidios de la Jus- - - - - - - (2013). Revolución en punto cero. Trabajo
ticia Argentina. Buenos Aires: Oficina de la Mu- doméstico, reproducción y luchas feministas. Ma-
jer de la CSJN. Recuperado de http://csjn.gov.ar/ drid: Traficante de sueños.
om/docs/femicidios_2014.pdf - - - - - - (2014). El cuerpo de la mujer es la última
- - - - - - (2015) Registro Nacional de Femicidios de frontera del capitalismo. Coordinadora Feminis-
la Justicia Argentina. Buenos Aires: Oficina de ta. Federación Estatal de Organizaciones Femi-
la Mujer de la CSJN. Recuperado de https://old. nistas. Recuperado de http://www.feministas.
csjn.gov.ar/om/docs/femicidios_2015.pdf org/silvia-federici-el-cuerpo-de-la.html
- - - - - - (2016) Registro Nacional de Femicidios de la - - - - - - (2017). “La violencia es una constante en
Justicia Argentina. Buenos Aires: Oficina de la la vida de la mujer bajo el capitalismo”. RESU-
Mujer de la CSJN. Recuperado de http://old.csjn. MEN, la otra casa de la noticia de América Lati-
gov.ar/om/docs/femicidios_2016.pdf na y el Tercer Mundo. Recuperado de http://
Curiel, O. y Falquet, J. (comp.) (2005). El patriarcado www.resumenlatinoamericano.org/2017/09/07/
al desnudo. Tres feminista materialistas: Collete mujeres-silvia-federici-la-violencia-es-una-
Guillaumin, Paola Tabet y Nicole Claude Mathieu. constante-en-la-vida-de-la-mujer-bajo-el-
Buenos Aires: Brecha Lésbica. capitalismo/
Duque Castillo, E. (2013). Los aportes del Pueblo Foucault, M. (2007). Nacimiento de la biopolítica:
Afrodescendiente: la Historiaoculta de América curso en el Collège de France: 1978-1979. Buenos
Latina. Bloomington: Universe Inc. Aires: Fondo de Cultura Económica.
Edelstein, J. (2017). Por qué la masculinidad se Gallo, D. (2016). Crecieron las agresiones a muje-
transforma en violencia. La Voz del Interior, 4 res: hay 50 ataques sexuales por día en el país.
de mayo. Recuperado de: http://www.lavoz. La Nación, 21 de agosto. Buenos Aires. Recu-
com.ar/ciudadanos/por-que-la-masculinidad-se- perado de http://www.lanacion.com.ar/1930111-
transforma-en-violencia crecieron-las-agresiones-a-mujeres-hay-50-
ataques-sexuales-por-dia-en-el-pais
[ 174 ] RevIISE | Vol 11, Año 11 | abril 2018 - septiembre 2018 | Dossier Hacia un buen vivir feminista
ISSN: 2250-5555 | Argentina | www.reviise.unsj.edu.ar
Gilly, A. y Roux, R. (2009). “Capitales, tecnologías Pêcheux, M. (2003) “El mecanismo del reconoci-
y mundos de la vida. El despojo de los cuatro miento ideológico”. En Žizek, S. (comp.) Ideolo-
elementos”. En Arceo, E. y Basualdo, E. (comp.) gía. Un mapa de la cuestión. Buenos Aires: Fondo
Los condicionantes de la crisis en América Lati- de Cultura Económica.
na. Inserción internacional y modalidades de Quijano, A. (1992) “Colonialidad y modernidad/
acumulación. Buenos Aires: CLACSO. racionalidad”. Perú Indígena, Vol. 13, Nº 29,
Gómez Grijalva, D. (2014). “Mi cuerpo es un Lima, pp. 11-20.
territorio político”. En Espinosa, Y., Gomez Ribeiro, S. (2010). Máquinas de guerra: Blackwater,
Correal, D. y Ochoa Muñoz, K. (ed.) Tejiendo de Monsanto y Bill Gates. La Jornada, 9 de octubre.
otro modo: Feminismo, epistemología y apuestas Recuperado de http://www.jornada.unam.
descoloniales en Abya Yala. Colombia: Univer- mx/2010/10/09/opinion/024a1eco
sidad del Cauca. Sassen, S. (2015). Expulsiones. Brutalidad y comple-
Gordillo, F. (2017). Rita Segato: “La única salida son jidad en la economía global. España: Katz.
los vínculos reales: las mujeres defendiéndose a sí Sayak, V. (2012). “Capitalismo Gore y Necropolítica
mismas”. LATFEM Periodismo Feminista, 5 de en México contemporáneo”. Relaciones Inter-
octubre. Recuperado de http://latfem.org/rita- nacionales, Nº 19, GERI-UAM. Recuperado de
segato-la-unica-salida-son-los-vinculos-reales-las- http://www.relacionesinternacionales.info/ojs/
mujeres-defendiendose-si-mismas/ article/view/331.html
Guillaumin, C. (2005). “Práctica del poder e idea de Scahill, J. (2010). Blackwater’s Black Ops. The
Naturaleza”. En Curiel, O. y Falquet, J. (comp.) Nation, 15 de septiembre. Recuperado de
El patriarcado al desnudo. Tres feministas mate- https://www.thenation.com/article/blackwaters-
rialistas: Collete Guillaumin, Paola Tabet y Nicole black-ops/
Claude Mathieu. Buenos Aires: Brecha Lésbica. Segato, R. (2003). Las estructuras elementales de la
Harvey, D. (2007). Breve historia del neoliberalismo. violencia: contrato y status en la etiología de la
Madrid: Akal. violencia. Brasilia: Serie Antropología.
Lagarde, M. (2005). “El feminicidio, delito contra la - - - - - - (2012). “Femigenocidio y feminicidio:
humanidad”. En Feminicidio, justicia y derecho. una propuesta de tipificación”. Herramienta
México: Comisión Especial para Conocer y Dar Debate y Crítica marxista, Nº 49. Recuperado
Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas de http://www.herramienta.com.ar/revista-
con los Feminicidios en la República Mexicana herramienta-n-49/femigenocidio-y-feminicidio-
y a la Procuración de Justicia Vinculada. una-propuesta-de-tipificacion
Lorde, A. (2003). “Mirándonos a los ojos: muje- - - - - - - (2013) La escritura sobre los cuerpos de las
res negras, ira y odio”. En La Hermana, La ex- mujeres asesinadas en Ciudad Juárez. Buenos
tranjera. Artículos y Conferencias. Madrid: horas Aires: Tinta Limón.
y HORAS. Segato, R. L. (2016). La guerra contra las mujeres.
Lugones, M. (2013). “Subjetividad esclava, colo- Buenos Aires: Tinta Limón.
nialidad de género, marginalidad y opresiones Seoane, J. y Taddei, E. (2009). “El nuevo interna-
múltiples”. En Pensando los feminismos en Bo- cionalismo y los desafíos de los movimientos
livia. Conexión Fondo de Emancipaciones, Serie- populares latinoamericanos frente a la crisis
Foros 2. La Paz, Bolivia. Recuperado de: http:// capitalista”. Revista Viento Sur, nº 107, Ma-
rcci.net/globalizacion/2013/fg1576.htm drid, pp. 63-74. Recuperado de http://www.
Mbembe, A. (2011). Necropolítica seguido de Sobre cetri.be/IMG/pdf/VS107_SeoaneyTaddei_
el gobierno privado indirecto. España: Melu- Nuevointernacionalismo.pdf
sina. Recuperado de https://aphuuruguay. Spinoza, B. (1964). Ética. París: Garnier.
files.wordpress.com/2014/08/achille-mbembe- Tabet, P. (2005). “Las manos, los instrumentos y
necropolc3adtica-seguido-de-sobre-el-gobierno- las armas”. En Curiel, O. y Falquet, J. (comp.)
privado-indirecto.pdf El patriarcado al desnudo. Tres feministas mate-
Mendoza, B. (2014). “Los fundamentos no-demo- rialistas: Collete Guillaumin, Paola Tabet y Ni-
cráticos de la democracia: un enunciado desde cole Claude Mathieu. Buenos Aires: Brecha
Latinoamérica postoccidental”. En Espinosa, Lésbica.
Y., Gomez Correal, D. y Ochoa Muñoz, K. (ed.) Tornay Márquez, M. C. (2017). Silvia Federici: “El
Tejiendo de otro modo: Feminismo, epistemología actual ataque a las mujeres es como el que se
y apuestas descoloniales en Abya Yala. Colombia: produjo en el periodo de la acumulación origi-
Universidad del Cauca. naria”. La Tinta, 16 de mayo. Córdoba.
Monárrez, J. (2010). “Las diversas representaciones UNCuyo (2017). Un 2017 de terror: la Argentina
del feminicidio y los asesinatos de mujeres en tiene más de un femicidio por día. En Noticias
Ciudad Juárez, 1993- 2005”. En Monárrez, J., Unidiversidad, 15 de febrero. Mendoza. Recu-
Violencia contra las mujeres e inseguridad ciuda- perado de http://www.unidiversidad.com.ar/en-
dana en Ciudad Juárez, Vol. II, Violencia infligi- lo-que-va-del-2017-argentina-sufrio-mas-de-un-
da contra la pareja y feminicidio. México: El femicidio-por-dia.
Colegio de la Frontera Norte y Miguel Ángel
Porrúa Editores.
[ 176 ] RevIISE | Vol 11, Año 11 | abril 2018 - septiembre 2018 | Dossier Hacia un buen vivir feminista
ISSN: 2250-5555 | Argentina | www.reviise.unsj.edu.ar