Extracto del ensayo sobre el texto “pensamiento político de la emancipación

1790-1825”.

La igualdad es inconcebible para la monarquía, el pueblo es pueblo, por ende está

naturalmente obligado a obedecer. El rey, por su parte, esta naturalmente obligado

a mandar. Cuando el poder es detentado de forma hereditaria y no se sublima la

voluntad particular por la general, se asoma el más vil de los comportamientos.

Sin embargo, los creyentes sin conciencia política veían como un acto desleal

admitir la posibilidad de desconocer al rey sin corromper la voluntad de Dios.

Esta postura la vemos aun consolidada en la independencia. Venezuela y el resto

de los países de América afirmaron e informaron al mundo por medio de sus

constituciones que la religión imperante era la católica. No obstante, la libertad de

cultos también fue aprobada, acto que reflejaba el desconocimiento del poder

absoluto de la iglesia. Asimismo, la máxima de que el pueblo debe ser para con

su rey, se transforma en; el ciudadano debe obediencia a los magistrados y estos

deben obediencia a la ley.

El gobierno como servidor de la nación.

Para finalizar, el pensamiento republicano de Bolívar nos indica que toda

autoridad debe ser colectiva, alternativa y momentánea, debe gobernar con base

en la justicia y la razón. Del mismo modo, debe estar sujeta a garantizar los

derechos y a obedecer las leyes. El gobierno es garante del amor y unión de los

ciudadanos para con su patria, de ahí reside la soberanía entendida como libertad

e igualdad. En suma, el gobierno y toda autoridad que emane de él, debe estar al

servicio de la nación y al servicio de los ciudadanos de la única forma posible,

sometiendo el bien particular por el bien colectivo, es decir, forjando la felicidad

pública.

Por otro lado, el proceso independentista no ha culminado, la

discriminación racial tampoco ha sido abolida del todo, la esclavitud ha

trascendido y ha evolucionado pero sigue siendo parte de la historia. Hemos

llegado a la paradoja frase de que la evolución del atraso nos acompaña, por ello

la libertad debe ser nuestro objetivo.