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NUESTRA ORACIÓN CONTINUA

ESCUELAS PÍAS DE CENTROAMÉRICA Y CARIBE


“Todos los días, desde el comienzo de las clases hasta la salida, se tiene la oración continua de nueve alumnos,
con la asistencia de un sacerdote letrado, que instruye a los alumnos en el modo de hacer oración, y dura media
hora; luego, cambian otros nueve. La oración se hace por la exaltación de Santa Iglesia Romana, por la extirpación
de las herejías, por la unión de los príncipes católicos y, en particular, por los bienhechores ordinarios del
respectivo colegio. A esta oración asisten, por orden sucesivo, todos los alumnos, comenzando por la primera
hasta la última”.

San José de Calasanz, Breve Relación, 1602

“…se ha de dar también gran importancia a la iniciación de niños y jóvenes en el Espíritu y en la práctica de la
oración, contando con lugares y tiempos apropiados y con personas preparadas para esta actividad; incluso
mediante el ejercicio calasancio de la oración continua, debidamente adaptada a nuestros tiempos”.

Reglas Comunes de las Escuelas Pías, 113


Índice:

1. ¿Qué provoca la oración en los niños?


2. Algunos principios de nuestra oración continua.
3. Tres ámbitos en cada encuentro.
4. Organización
5. Didácticas / claves
6. Dinámica de la Oración continua
7. Momentos de la Oración Continua

1. ¿Qué provoca en los niños la oración?

En relación CONSIGO MISMO

 Calma, serenidad, dominio del cuerpo.


 Paz, equilibrio, armonía; experiencia de alivio y descanso.
 Destrezas para el silencio, la capacidad de interioridad y la escucha.
 Seguridad y confianza por sentirse conocidos, respetados, acogidos, amados… por Jesús.
 Asombro, agradecimiento.

En relación CON JESÚS

 La acogida de su Presencia en ellos y en medio de ellos.


 Sentirse reconocido por Jesús.
 Deseo de conocer y aprender las Palabras de Jesús.
 Relación cordial y afectiva con Jesús.
 Deseo de crecer y parecerse a Jesús.
 Vivencia real de la relación de amistad con Jesús.
 El deseo de entregarse-abandonarse a Él.

En relación CON LOS DEMÁS

 La sanación de las relaciones con ellos mismos, con los demás y con Dios que conllevan una mirada
nueva, la capacidad de escucha, acogida, perdón, reconciliación…
 La alegría de amar a los demás como Jesús les ama a ellos.
 La intención de servir y ayudar a todos, especialmente a los más necesitados.
 Un corazón compasivo del que brota una oración de intercesión por las personas que sufren.
 El anuncio gozoso del amor de Jesús a su familia y a sus amigos.

2. Algunos principios de nuestra Oración continua

METODOLÓGICOS

 En la ESCUELA: Espacio propicio para integrar Fe, cultura y vida.


 En TOTALIDAD: Durante TODA la jornada escolar y para TODOS los alumnos.
 Dinamizada por el EDUCADOR o ENCARGADO, con formación en Espiritualidad, Palabra de Dios y Vida
Cristiana.
 Acompañada por los religiosos escolapios preferiblemente.
PEDAGÓGICOS

 Integrada con la vida del aula y las realidades de los niños en su cotidianidad.
 Desde el acompañamiento orante del educador: bajo la guía del maestro interior.
 El que acompaña la Oración Continua tiene la valiosa tarea de instruir al niño en el modo de oración
cristiana.
 ADAPTADA en el tiempo y el contenido a la capacidad de los alumnos.

ESPIRITUALES

 En la oración, es Dios quien lleva la iniciativa, en la presencia de Jesús Eucaristía, acogiendo la luz de su
Presencia que nos configura con Su manera de ser y estar en el mundo.
 Nosotros cooperamos con la Gracia preparando un ambiente (imágenes, símbolos, disposición de los
espacios, iluminación…) que facilite pedagógicamente el encuentro.
 La oración del educador es el primer testimonio que inicia a los niños en la oración, especialmente en el
ejercicio de oraciones vocales que suscitan la escucha, adhesión y adoración de Jesús.

3. Tres ámbitos en cada encuentro de oración


 FAVORECER UN AMBIENTE ESPECIAL de silencio, interioridad y escucha.
 ENCUENTRO CON EL SEÑOR que, en clave de amistad, que incluye:
o Vivencia del Amor/ Presencia de Dios.
o Acogida de la Palabra que se expresa en: actos de fe, esperanza, caridad; en el amor a las
personas del entorno.
o Otras que el “Espíritu vaya sugiriendo”.
 TRAER LA VIDA A LA ORACIÓN, manifestadas también en las oraciones de acción de gracias, petición, y
otras…

4. Didácticas / claves
 Nuestros encuentros de oración con los niños se configuran a partir de estas cuatro claves:
o Cuerpo / respiración: el cuerpo es la primera manifestación personalizada del amor creador del
Padre. Es morada en la que Dios viene y habita. En nuestra agitación cotidiana, el cuerpo
fácilmente se dispersa con diversos elementos internos y externos. La atención a una respiración
pausada y ordenada pacifica el cuerpo y nos unifica desde nuestro centro personal1.
o Mente / nombre de Jesús: en el silencio la mente se siente fácilmente aturdida por el cúmulo
de pensamientos y reclamos que le dispersan en su presente. Iniciada la atención a la
respiración, cerramos los ojos, la ventana del cuerpo, y por medio de la invocación reiterada del
nombre de Jesús, asociándolo a nuestra respiración, acogemos la presencia del Maestro en
nosotros. Secundamos la invitación a representar mentalmente al mismo Señor junto a cada uno
de nosotros, que está allí y nos mira con amor, esperando que le hablemos como un amigo
cercano.
o Espíritu / contemplación: El espíritu de oración se nutre y consolida con el silencio y el poco
hablar, en medio de los cuales se oye más clara la voz de Dios, que sopla donde quiere. Por lo
que interesa sobremanera mantenerse a la escucha, no sea que se nos presente de improviso y
pase de largo sin fructificar2. El diálogo con el Señor, le invocamos repetidamente y pedimos su

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Constituciones 44
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Constituciones 44
Espíritu Santo, le expresamos nuestra fe, esperanza y amor, abriéndonos al abandono confiado
de quien deja su ser y hacer en corazón de Dios.
o Mundo / intercesión: en la presencia del Señor, intercedemos por toda la humanidad, a partir
de las intenciones que hacía propias San José de Calasanz: por la Iglesia universal, por la unidad
de los cristianos, por la paz en el mundo, por las vocaciones escolapias y las Escuelas Pías…3

5. Dinámica de la Oración continua

Las Escuelas Pías, en su anhelo de integrar Piedad y Letras, vincula la vida de los niños y su
crecimiento/aprendizaje a la relación con Dios que les habla en su Palabra y suscita en su corazón una respuesta
humilde y confiada4.

En comunión con la rica tradición orante de la Iglesia, nos servimos de las distintas expresiones de la vida de
oración:

 La oración vocal que expresa los sentimientos que nacen del corazón.
 La meditación, que comprende y profundiza en las verdades que alimentan la fe y la oración, suscita la
conversión de corazón en el Señor y fortalece el deseo de seguir a Jesús.
 La contemplación, que recoge todo nuestro ser bajo la guía del Espíritu Santo en la entrega confiada y
silenciosa a Jesús Maestro y Amigo de los niños y puros de corazón5

Este encuentro con Dios se realiza en un tiempo determinado en el oratorio o capilla, dispuesto para ello, sin
embargo, en los colegios donde sea posible que los docentes puedan leer con los niños el texto que se usará en
la oración previamente a ir a la capilla y explicarlo un poco sería lo recomendable6.

Cabe destacar que el oratorio ya propiamente, es el lugar donde una vez acogida la Palabra de Dios,
acompañamos la oración que se inspira en el texto evangélico primordialmente.

6. Momentos de la Oración Continua

Luego del desplazamiento y ubicación en el lugar de la oración, en disciplina que ayudará a la misma: orden,
silencio y escucha…

Guardamos un silencio inicial. En la medida de lo posible, evitamos que los niños se molesten entre ellos,
educando el respeto al lugar y a los compañeros.

Primer momento:

Recogimiento: antes de comenzar a hablar, el educador ora en silencio. Habitúa al niño a interiorizar para
dejar a Dios actuar en su intimidad y recibir la gracia del Espíritu Santo que ilumina la Palabra escuchada. La
duración deberá adaptarse a la capacidad de los niños. El educador guía a los alumnos en la atención a la
respiración pausada y cerramos los ojos.

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Constituciones 51
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Reglas 105
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Catecismo de la Iglesia Católica, 2700-2719
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El educador elige el momento favorable en el que los niños estén receptivos. Hablándoles con tono de voz dulce, suave,
comentando lo importante de la escucha de la Palabra de Dios. Nos preparamos en un breve instante de silencio, atendemos
a nuestro cuerpo, y acompañamos con la respiración la invocación al Espíritu Santo. Y luego de leer el texto serán siempre
sencillas, precisas, adaptadas a la edad y viva la explicación del texto, partiendo se sus propias experiencias antropológicas
que abren a la realidad de la fe. La sencillez y brevedad de los textos ayudará a educar un encuentro de vida, amor, y
comunión con Jesús amigo.
Invocamos el nombre de Jesús y nos ponemos en las manos de Dios santiguándonos7 que culmina en la
expresión de actos internos de fe, esperanza y caridad y otros que el Espíritu les irá sugiriendo8.

Este momento concluye con un canto, que recoge el espíritu y centra en el núcleo del texto evangélico que
inspira el encuentro.

Segundo momento:

A continuación, presentamos y proclamamos la Palabra y se hacen un par de preguntas que buscan interpelar
la vida, más que preguntar lo que dice el texto.

Oración guiada (importante recordar primordialmente a Jesús y a la persona de San José de Calasanz desde
sus virtudes) y oración del corazón.

Canto.

Tercer momento:

 Los niños presentan libremente sus peticiones y/o acciones de gracias a Dios. Juntos ofrecemos nuestra
oración de intercesión por las necesidades de la Iglesia universal, por la unidad de los cristianos, por la
paz en el mundo, por las vocaciones escolapias y las Escuelas Pías9, las del propio colegio…
 Padrenuestro y A tu amparo o Avemaría.
 Despedirnos del Santísimo.

7. Organización
 Medios:
o Espacios físicos adecuados. La disposición de las sillas debe ayudar a ver contemplar los símbolos
e imágenes que alimenten nuestra fe: cruz, sagrario, Biblia, Virgen, Calasanz, etc… evitando
disposiciones que favorezcan la dispersión. Cada niño ocupa su lugar, siguiendo las indicaciones
del educador.
o Tiempos necesarios (horario).
o Disponibilidad de maestros.

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Consiste en dibujar una cruz sobre nuestro cuerpo mientras rezamos lo siguiente: “En el nombre del Padre (tocar la frente),
del Hijo (tocar el pecho) y del Espíritu (tocar el hombro izquierdo) Santo (tocar el hombro derecho).
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Constituciones 43
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Constituciones 51

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