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Salomón nos suele mostrar, guiado por Dios, a que nos de algunos consejos o sentencias sobre la compañía
de la vida con otra persona.
También vemos ventajas defensivas, si hay alguna pelea o contratiempo de este tipo, dos personas tienen
más posibilidades de resistir. Respecto a la frase "CORDÓN DE TRES DOBLECES NO SE ROMPE
PRONTO"
En general vemos las ventajas de vivir acompañado (MATRIMONIO) y también las desventajas de vivir
solo. Dios no nos hizo para vivir solos, estamos llamados a vivir junto con otra gente. Animémonos, pues,
mutuamente a buscar esta comunión con otras personas y a estar unidos. Y mayormente con la familia de la
fe que es la que Dios nos da, la iglesia, el Cuerpo de Cristo.
Una pareja de casados, deben de vivir mutuamente, su amor debe de ser recíproco (Igual en
correspondencia de uno a otro), respeto, entendimiento, comprensión. Es una dicha de tener a alguien a
nuestro lado que nos ayude y nos acompañe a tomar las mejores decisiones. En eso consiste el Matrimonio a
lograr la unidad en el amor de Dios.
UNI-DOS
(Dos siendo uno solo)
Solo Dios puede hacer de dos personas una sola. Cuando una pareja se casa, queda unida en el plan de
“UNIDAD DIVINA” llamada matrimonio. Esta unidad reclama:
RENUNCIA: Poner la relación con el cónyuge por encima de cualquier otra relación terrenal (padres,
familiares, amigos, trabajo), facilita a la pareja la independencia emocional y social que requiere.
COMPROMISO: Cuando una pareja entra libremente al matrimonio, adquiere el compromiso de permanecer
unidos (lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe" San Marcos 10:9), vivir con un mismo propósito,
unir esfuerzos, asumir roles y trabajar en equipo para poder formar la ilustre ecuación 1+1=1.
PERTENENCIA: Como compañeros de pacto, un matrimonio intercambia todo lo que antes había tenido por
separado:
- Su independencia
En el Centro de Convenciones “EL TRIUNFO”, Elaborado: Ministro Fiscal General de Asociación Iglesias Apostólicas Libres
de Nicaragua German Díaz, (Pastor en California) Jurisdicción Managua.
Charla a los Matrimonios (Pastores, Diáconos, Ministros y Supervisores con sus respectivas esposas) Impartida el día
Jueves 29 de Marzo del Año 2018.
- Su cuerpo
- Sus pertenencias
Guardar posesiones y decir a nuestro cónyuge palabras como “mías” y no “nuestras” (mi salario, tu deuda, mi
herencia, tus regalos, mis amigos…), va en contra del concepto divino que los hace una sola carne. Ya no es:
“yo” sino “nosotros”. Unidad Matrimonial.
INTIMIDAD: Uno de los beneficios de la unidad es el disfrute de la intimidad sexual, donde ambos cónyuges
expresan con toda emotividad el amor que se tienen. Un matrimonio alcanza su plenitud cuando todos los
elementos de la unidad (cuerpo – emociones - espíritu) se conjugan en la intimidad.
c) Espíritu. Adán y Eva fueron creados a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto tenían la
unidad de su espíritu.
“
¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una
descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer
de vuestra juventud.” Malaquías 2:15
COMO MIEMBROS DEL CUERPO DE CRISTO, SOMOS AUTOMÁTICAMENTE UNO EN ESPÍRITU.
Eran transparentes en cuerpo, alma y espíritu; tenían toda la libertad para ser ellos
mismos en una forma abierta y honesta.
Este es el plan de Dios para nuestro matrimonio hoy en día.
Cuando Dios vio su creación como muy buena (Génesis 1:31), la contempló como que era hasta aquel
punto el resultado perfecto de su plan creador. No obstante, al observar el estado del hombre como no
bueno, comentó acerca de su condición incompleta antes del final del sexto día, por cuanto la mujer, la
pareja de Adán, todavía no había sido creada. Las palabras de este versículo resaltan la necesidad QUE
TIENE EL HOMBRE DE UNA COMPAÑERA, de una ayudadora y de una igual. Él estaba incompleto sin
alguien que lo complementase en el cumplimiento de la tarea de llenar, de multiplicarse y de sojuzgar la
tierra. Esto señala que la mujer fue hecha por Dios, para suplir las deficiencias del hombre (1 Timoteo 2:14)
La formación de la unidad matrimonial implica sacrificio y un tipo de amor realmente generoso. Es el tipo de
afecto que se desborda hasta que duele y toma muy en serio los intereses del ser amado.
El amor de los esposos exige, por su misma naturaleza, la unidad y la indisolubilidad de la comunidad de
personas que abarca la vida entera de los esposos: "De manera que ya no son dos sino una sola
carne" (Mt 19,6; Génesis 2,24). "Están llamados a crecer continuamente en su comunión a través de la
fidelidad cotidiana a la promesa matrimonial de la recíproca donación total" . Esta comunión humana es
confirmada, purificada y perfeccionada por la comunión en Jesucristo dada mediante el
sacramento del matrimonio.
"La unidad del matrimonio aparece ampliamente confirmada por la igual dignidad personal que hay que
reconocer a la mujer y el varón en el mutuo y pleno amor"
¿Lava alguna vez los platos o prepara de cuando en cuando la comida? Aun cuando los cónyuges por
lo común desempeñan las funciones para las que están mejor preparados o dotados, no se niegan a reemplazarse
uno al otro cuando se presenta la necesidad de hacerlo.
bebé esta vez? ¿Quién saldrá de debajo de las sábanas calientes para preparar el biberón y dárselo
al bebé a las dos de la mañana?
DIVIÉRTANSE JUNTOS.
Una vez que hayan terminado las tareas del día, necesitarán cierto tiempo para descansar. Den rienda suelta a
sus emociones, diviértanse; pero háganlo todo juntos.
También pueden disfrutar mucho juntos al organizar reuniones y cena en su hogar. Un buen modo de
demostrarles a sus amigos que son un matrimonio muy unidos invitándolos a su casa.
Es muy agradable cooperar en poner en orden la casa y preparar los alimentos, servir a los invitados
y lavar los platos. Sin embargo, lo más divertido de todo es iniciar juntos la conversación durante la
cena.
Por ejemplo, tome en consideración las siguientes decisiones que afrontará en ALGÚN MOMENTO DE SU
MATRIMONIO: qué empleo aceptar, qué casa adquirir, si la esposa debe trabajar o no, qué escuela escoger
para los niños, qué cantidad de seguro adquirir e incluso a dónde ir de vacaciones.
Aunque el marido es responsable, a fin de cuentas, por la decisión que se tome, no la tomará solo. Ambos
están unidos en matrimonio. Por consiguiente, ambos tienen que aprender a expresar sus sentimientos con
libertad.
Su modo de pensar, las reacciones emocionales y las perspectivas sobre la vida serán con toda seguridad
diferentes. Eso es muy bueno. Cuando se evalúan ambos aspectos de un asunto, se puede llegar a tomar una
mejor decisión.
Por consiguiente, analicen con cuidado sus razonamientos recíprocos (Correspondencia mutua del uno al
otro). Luego tomen sus decisiones y aténganse a ellas.
No se olviden de reservar cierta cantidad de dinero para urgencias. Una vez que hayan determinado la cantidad
que pueden gastar, apéguense al presupuesto. Ni el uno ni el otro tiene derecho a extravagancias sin
antes consultar al cónyuge.
Lean juntos la Biblia y compartan los libros interesantes. Luego, analicen lo que han leído. Les encantará la
paz, la confianza y la unidad que esto aporta a su matrimonio, dispóngase días de ayunos y
oraciones mutuo en unidad.
Dios ha creado al hombre y a la mujer para que se complementen de manera mutua en la relación matrimonial
En el Centro de Convenciones “EL TRIUNFO”, Elaborado: Ministro Fiscal General de Asociación Iglesias Apostólicas Libres
de Nicaragua German Díaz, (Pastor en California) Jurisdicción Managua.
Charla a los Matrimonios (Pastores, Diáconos, Ministros y Supervisores con sus respectivas esposas) Impartida el día
Jueves 29 de Marzo del Año 2018.
espiritual, intelectual, emocional, social y físicamente. La intimidad comienza con la unidad espiritual en
Cristo, y a partir de allí va uniendo a la pareja en todos los aspectos de la vida. Esto lleva tiempo y dedicación.
Pero la recompensa de esa intimidad y unidad por cierto vale la pena.
Cuando aparecen problemas maritales (perteneciente a la vida conyugal), no se aleje de Dios; acuda a Él.
Vaya a Cristo. Junto con su cónyuge deje el problema ante Él.
Arrodíllense ambos junto a la cama, abrazados. Abran la Biblia, lean una porción y coméntala. Traten de descubrir
lo que dice la Palabra de Dios en cuanto a la situación que están viviendo. Luego compartan motivos de oración y
hablen con Dios los dos juntos. Haciendo esto aprenderán a conocerse más, y Dios les ha de mostrar
cómo podrán convertirse en uno y cómo estar más unidos en El cada día.
Él quiere que los esposos sean una sola cosa, y desea ayudarnos con su guía para que vivamos felices de esa
manera.
¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? Amós 3:3
Ya que es la voluntad de Dios de que vivamos juntos y felices, tenemos que aprender la manera de llegar a estar
de acuerdo con nuestro cónyuge en todas las áreas de la vida ya que esto traerá paz y estabilidad al matrimonio
y la familia.
La voluntad de Dios esta expresada completamente en las Sagradas Escrituras, por lo tanto si
queremos conocer su voluntad debemos conocer su palabra.
No es suficiente que solamente uno oiga y busque de parte de Dios y que el otro solamente acepte, los
dos deben de buscar y escuchar la voz de nuestro Señor Jesucristo. (EN eso se refleja la Unidad)
Hay que orar para que la voluntad de Dios sea revelada a los dos, cuando hay paz entre los cónyuges,
cuando el Espíritu Santo da testimonio y está confirmado en su palabra, entonces podemos estar seguros
que hemos escuchado a nuestro Dios.
El tiempo que se necesita para llegar a un acuerdo es mucho menor que el tiempo que se
necesita para deshacer una decisión equivocada. El esposo como cabeza debe establecer que el
matrimonio no se moverá hasta que estén de acuerdo.
Matrimonios. NO PERMITAN que las circunstancias de cualquier situación les presionen. Dios conoce el
mejor tiempo en que dará su respuesta, no le pongan plazos.
Termino con este texto poderoso a todos los matrimonios y que todos los esposos y esposas
podamos creer, obedecer, cumplir y poner por obra todo lo que hoy hemos hablado. Y que
nuestro matrimonio con la ayuda del eterno DIOS nos lleve a lugares donde nunca hemos
imaginado. UNIDOS.
El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos;
porque esto es el todo del hombre. (Eclesiastés 12:13)
En el Centro de Convenciones “EL TRIUNFO”, Elaborado: Ministro Fiscal General de Asociación Iglesias Apostólicas Libres
de Nicaragua German Díaz, (Pastor en California) Jurisdicción Managua.