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Síntomas positivos
Los síntomas positivos (por exceso) son los que expresan distorsiones del pensamiento
inferencial: lo que también se denomina ideas delirantes. Alucinaciones, lenguaje desorganizado
y comportamiento catatónico o desorganizado son también síntomas comunes.
En concreto, en la esquizofrenia paranoide existe una preocupación por una o más ideas
delirantes o aparecen alucinaciones auditivas de manera frecuente. En este caso la presencia de
síntomas negativos es menos habitual y menos relevante a nivel clínico.
Síntomas negativos
Los síntomas negativos (por defecto) son los que en fases estables afectan a la vida diaria el
individuo que padece esquizofrenia. Consisten en la falta de interés social (asociabilidad), de
capacidad de disfrutar o de sentir placer (anhedonia) y de voluntad y motivación (avolición).
También es común que los afectados padezcan de aplanamiento afectivo y alogia. En la alogia
disminuye la fluidez de las conversaciones, mientras que en el aplanamiento afectivo existe una
falta de reacciones afectivas y se muestra indiferencia hacia lo que ocurre en el entorno.
Estos síntomas negativos son menos comunes en la esquizofrenia de tipo paranoide, de manera
que la calidad de vida tiende a ser mejor que la de las personas que sufren otros tipos de
esquizofrenias. No obstante, cada caso difiere de los demás.
La atención sostenida y la dividida son las que más deterioradas quedan; asimismo, la memoria
autobiográfica suele estar dañada, lo cual interfiere en la rememoración de experiencias previas
y en la forma en cómo se registra y se interpreta algo que sucedió en el pasado.
Las ideas delirantes son creencias erróneas causadas por una interpretación errónea de
experiencias o percepciones. Con contenidos tan diversos como la religión, el propio organismo
o las referencias a uno mismo, las ideas delirantes más habituales son las de persecución.
Pese a esta sensación de ser seguido y observado continuamente, por lo general las personas
con esquizofrenia no son agresivas y probablemente no asaltarán al posible verdugo aunque
estén totalmente convencidos de que es quien le sigue.
Entre las personas con esquizofrenia es habitual alternar fases de episodios psicóticos agudos
con otras de remisión. Con cada episodio agudo se van acumulando síntomas residuales que
afectan a las funciones cognitivas.
Es una enfermedad crónica que fluctúa por las fases agudas, las de estabilización y las estables.
Cuando va a volver a suceder un brote psicótico agudo aparece una serie de síntomas
prodrómicos similares a los positivos pero de menor intensidad.
La esquizofrenia paranoide tiene una edad de inicio más tardía, lo que la convierte en el tipo de
esquizofrenia con mejor pronóstico de todos ya que los síntomas negativos apenas se presentan
y los residuales son muy poco frecuentes.
¿Cuáles son las causas de este trastorno?
En cuanto a las causas de la esquizofrenia, hay gran diversidad de opiniones y de estudios que
avalan resultados distintos; esto sugiere que se da multicausalidad. De forma resumida
podemos decir que existen tres posturas que explican esto y no son excluyentes entre sí.
Además existen estudios que muestran que la morfología cerebral podría ser algo diferente que
en personas sin el trastorno. En concreto se ha observado dilatación ventricular y menor
cantidad de materia gris en los lóbulos frontales, temporales y parietales. La reducción en
materia gris correlaciona con la duración de la enfermedad.
Factores ambientales
La falta de oxígeno durante el parto, la estación del año en la que se nace o el lugar donde nos
desarrollamos son factores que influyen en la posibilidad de padecer esquizofrenia. Nacer a
finales de invierno se considera un factor de riesgo a causa de la mayor probabilidad de que la
madre contraiga algún virus.