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Control biológico de plagas

Control biológico
El control biológico es un método que emplea organismos vivos para reducir la densidad de la
población de otros organismos plaga. Una plaga es cualquier organismo que produce un daño o
reduce la disponibilidad y la calidad de un recurso humano. Los recursos abarcan desde la salud
humana hasta plantas o animales destinados a fines alimenticios, de producción, o al
esparcimiento (e.j.: mascotas y plantas en áreas recreativas). Para el manejo de plagas existen
varios métodos alternativos: el uso de productos de síntesis química (plaguicidas); cultivos
genéticamente modificados resistentes a plagas; control biológico; o bien la combinación de una
o más de estas tácticas, el manejo integrado de plagas.
El empleo de químicos como los plaguicidas no siempre es la mejor estrategia para combatir una
plaga específica debido a que frecuentemente está asociado a efectos negativos como la
resurgencia de la plaga blanco luego de un lapso de tiempo, los estallidos de plagas secundarias
como consecuencia de la mortandad de los enemigos naturales que la controlaban (resultado de
la baja especificidad del plaguicida) y/o la adquisición de una resistencia al plaguicida por parte
de la plaga. Es así, que el uso del control biológico, al no dejar residuos químicos y al actuar de
manera más específica y permanente sobre la población problema, fue ganando terreno como
alternativa viable en el manejo de la salud vegetal.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL CONTROL BIOLÓGICO

 El control biológico tiene características propias que lo distinguen de otras formas de


control de plagas, particularmente del control químico:
 El control biológico tiende a ser permanente, aunque con fluctuaciones propias de las
interacciones entre parasitoides y hospederos, y los efectos de las variaciones físicas del
medioambiente.
 Los efectos represivos del control biológico son relativamente lentos en contraste con la
acción inmediata de los insecticidas.
 La acción del control biológico se ejerce sobre grandes áreas, de acuerdo a las condiciones
climáticas y biológicas predominantes. A estas tres características esenciales se agregan
otras que pueden separarse en favorables y desfavorables. Entre las características
favorables se encuentran las siguientes:
Los parásitos y predadores buscan a sus hospederos y presas en los lugares donde éstos
se encuentran, incluyendo sus refugios.
 A diferencia de los pesticidas, no dejan residuos tóxicos sobre las plantas ni contaminan
el medioambiente.
 Los enemigos biológicos no producen desequilibrios en el ecosistema agrícola.
 Las plagas no desarrollan resistencia a sus enemigos biológicos. Existe el fenómeno de
"encapsulamiento" que consiste en la formación de un tejido especial o substancia que
rodea al huevo del parásito, o a su larvita recién emergida, causándole la muerte; pero no
se conocen casos en que este fenómeno se haya incrementado como una manera de
adquirir resistencia. Entre las características desfavorables del control biológico, además
de su efecto represivo lento, se señalan las siguientes:
Los enemigos biológicos son influenciados por las condiciones climáticas y biológicas
del lugar, las que en gran proporción escapan al control del hombre
¿Por qué una especie se convierte en plaga?
La respuesta es que las poblaciones de la mayoría de las especies están bajo la influencia de un
control natural. Dicho de otro modo, las poblaciones de organismos están reguladas por la acción
natural de sus depredadores, parásitos, parasitoides, patógenos y competidores; un fenómeno
ecológico que mantiene a las especies en un estado de equilibrio. El problema surge cuando estas
especies invaden o son transportadas accidental o intencionalmente a nuevas áreas donde sus
enemigos naturales (que normalmente las controlan) no están presentes. Consecuentemente, las
poblaciones de especies introducidas aumentan, en algunos casos, de tal modo, que pueden causar
daños económicos y/o ecológicos severos convirtiéndose en plagas. El objetivo del control
biológico es, mediante el uso de enemigos naturales, reducir el impacto perjudicial de la plaga
reestableciendo los niveles de control natural auto-sostenido que se dan en los ambientes nativos
Los organismos que son utilizados comúnmente como enemigos naturales en el control biológico
de invertebrados, se clasifican en cuatro categorías: parasitoides, depredadores, patógenos y
competidores.
Estos agentes de control provienen de una gran variedad de grupos taxonómicos, incluyendo a
los insectos, ácaros, nematodos y microorganismos, tales como las bacterias, los virus, los hongos
y los organismos unicelulares. Estos agentes de control, al pertenecer a distintos grupos poseen
diferentes propiedades biológicas y comportamentales. Estas diferencias hacen que unos u otros
sean más o menos exitosos como biocontroladores en una estrategia de control determinada (e.j.:
control biológico clásico, conservativo, inoculativo o inundativo, ver
Sin embargo, los organismos más exitosos se caracterizan por poseer uno ó más de los siguientes
atributos:
1- un alto grado de especificidad con la plaga,
2- una sincronía con el ciclo de vida de la plaga (especialmente, cuando la especificidad
predador-presa o parasitoide-huésped es alta)
3- una alta capacidad de crecimiento poblacional con respecto a la plaga (desarrollo más
rápido, más generaciones por año y mayor fecundidad)
4- capacidad de sobrevivir períodos con poca abundancia de presa o aún en ausencia de la
misma,
5- una alta capacidad de búsqueda, particularmente a bajas densidades de la plaga y
finalmente
6- la habilidad de modificar su acción en función de su propia densidad y la de la plaga, es
decir mostrar densodependencia (Bale et al., 2008).
Como saber si se tiene que aplicar un control biológico
Para determinar si es necesario controlar a un organismo potencialmente plaga se suelen fijar
valores umbrales de parámetros poblacionales. Estos valores facilitan la toma de decisiones
respecto al eventual manejo de la plaga.

 Se estima el nivel de daño económico (NDE), que es la densidad más baja de la


población plaga que causa daños económicos
 Se establece también un umbral económico (UE). El UE está por debajo del NDE y
representa la densidad poblacional, de la potencial plaga, ante la cual se recomienda
aplicar el control para evitar que llegue al NDE
Es decir, si se espera hasta que la densidad de la plaga alcance el NDE para tomar una decisión
de control, seguramente la plaga aumentará su densidad por arriba de este nivel y causará pérdidas
económicas.
El NDE es dinámico (puede cambiar cada año) y es diferente para cada cultivo atacado. De este
modo, es imperioso realizar un plan de muestreos secuenciales para estimar la densidad de la
población plaga, y teniendo en cuenta el UE, determinar la necesidad de aplicar un control.
Algunos cultivos tienen un NDE muy bajo soportando muy poco daño sin causar perjuicios
económicos (e.j.: las plantas ornamentales). Es necesario entonces, en estos casos, el empleo de
un agente de control biológico que actúe rápidamente matando a la plaga.
Por lo contrario, hay otros cultivos que son más tolerantes antes de que el daño económico ocurra
(e.j.: los cultivos de árboles) y entonces permiten una mayor flexibilidad en el tipo de control
biológico que puede emplearse

Tipos de control biológico


Así como podemos encontrar diferentes tipos de plagas, con diferentes características y en
distintos ecosistemas, se desarrollaron también diferentes estrategias de control que se ajustan en
mejor o peor medida a cada circunstancia. Estas estrategias, por lo general, se diferencian por el
tipo de enemigo natural a emplear, por cómo éste es liberado o manipulado o bien por el resultado
inmediato o a largo término del manejo de la plaga. Existen tres categorías principales de control
biológico:
1- el clásico,
2- el aumentativo
3- el conservativo.
El control biológico clásico
Se basa en la introducción de un enemigo natural en un nuevo ambiente con el fin de que se
establezca de forma permanente y regule a la plaga de manera sostenida en el tiempo. Este método
es especialmente adecuado para los casos en que una especie se establece en áreas fuera de su
rango nativo donde no están presentes los enemigos naturales que la regulan normalmente.
Por lo general, este tipo de programa da mejores resultados en ecosistemas de carácter
mayormente perennes cuya naturaleza estable permite que las interacciones plaga-enemigo
natural se establezcan por periodos de tiempo prolongados. Estos ambientes incluyen bosques,
áreas naturales, huertas y cultivos de frutales o forestales. Los tipos de enemigos naturales más
utilizados en este tipo de casos son los depredadores y los parasitoides; y los insectos plaga suelen
ser pulgones, cochinillas, orugas, escarabajos, moscas y avispas que atacan plantas
Un paso crítico en los programas de control biológico clásico es el establecimiento del enemigo
natural en el área de liberación. A pesar del esfuerzo que implica lograr este establecimiento, es
raro, que el enemigo natural no persista una vez que se estableció. Los ambientes estables, tales
como los cultivos y los bosques, y la similitud entre el clima de donde es originario el enemigo
natural y el del área de liberación pueden favorecer el establecimiento y por ende la permanencia
de los agentes de control.
Hay que tener en cuenta que para evaluar el éxito de un programa de control biológico clásico es
necesario esperar varios años. Se estima que deben ocurrir de 6 a 10 generaciones de la plaga
antes de evaluar el éxito. Esto puede significar menos de un año para un parasitoide de pulgones
adaptados a un clima tropical, los cuales tendrían varias generaciones por año. Sin embargo, para
un parasitoide de una polilla, la cual puede tener una generación por año en climas templados,
esto podría llevar de 6 a 10 años.
El control biológico aumentativo
tiene como objetivo inmediato aumentar la abundancia de los enemigos naturales que ya están
presentes en un área afectada, aunque en un número tan bajo que no alcanzan un control efectivo;
otro objetivo de esta misma estrategia es la liberación periódica de enemigos naturales ausentes
en la zona afectada, debido esto, a que no logran establecerse permanentemente.
El aumento de las poblaciones o las liberaciones se puede realizar de dos maneras:

 Liberaciones inundativas o inoculativas.


La liberación inundativa de enemigos naturales consiste en la liberación de un gran número de
individuos que producen una reducción rápida del daño de la plaga o incluso una extinción local
de la misma. Este método se asemeja al uso de plaguicidas ya que el control se logra por acción
directa de los individuos liberados más que por la acción permanente en el tiempo como resultado
de la descendencia. Es decir, no se espera que se reproduzcan en el tiempo los individuos liberados
y por lo tanto, requiere de liberaciones repetidas si la plaga vuelve a aparecer luego de la liberación
del biocontrolador. El control biológico inundativo es apropiado para ecosistemas de carácter
temporal breves o anuales (e.j.: cultivos de invernadero) y para cultivos con umbrales de daño
muy bajos que necesitan de un control muy rápido durante las etapas tempranas de la infestación
de la plaga (e.j.: plantas ornamentales).
En relación a la forma inundativa, la liberación inoculativa de enemigos naturales es una
liberación periódica y de un número más reducido de individuos por cada evento de liberación.
Lo que se espera del empleo de este método, es que regule a la población de la plaga de una forma
más persistente en el tiempo que la inundativa. Para esto, la población de la plaga debe ser de un
tamaño suficiente como para soportar una segunda o tercera generación del agente liberado. El
costo que implica la producción de cantidades adecuadas para la liberación, en parte, puede
determinar si una especie de enemigo natural es usada para una liberación inoculativa o
inundativa. A nivel mundial, cada vez más aparecen nuevas empresas especializadas o
administraciones públicas que ofrecen el material para su liberación o aplicación a un costo que
hace viable su aplicación. El control biológico inoculativo se puede implementar tanto a campo
como en invernaderos
El control biológico conservativo
Apunta a implementar varias medidas para proteger, aumentar la abundancia y mejorar las
actividades de los enemigos naturales ya presentes en el área. Para esto, es importante identificar
cuáles son los factores que limitan a la población de enemigos naturales o que influyen de manera
negativa su acción reguladora y de este modo manipular el hábitat en consecuencia. Es decir, es
crítico conocer la biología, la ecología y el comportamiento tanto de los enemigos naturales como
de la especie plaga. Por ejemplo, se han desarrollado diferentes métodos de manejo del hábitat
para que éste ofrezca a los enemigos naturales fuentes de alimentos naturales y/o artificiales
suplementarias (e.j.: mediante especies florales productoras de néctar y polen, o mediante la
dispersión en el campo de soluciones azucaradas) y/o huéspedes/presas alternativas.
En muchos casos, con la implementación de una sola de estas estrategias no se logra controlar
eficazmente una plaga y, por lo tanto, resulta conveniente poner simultáneamente en práctica más
de un método de control. Las diferentes estrategias de control biológico, no sólo no son
excluyentes sino que además pueden combinarse con otras tácticas de control, dentro de un plan
de manejo integrado de plagas
Un inconveniente con el control biológico
En general, cuando una nueva plaga llega a un país, alguno de los enemigos naturales autóctonos
que se encontraban anteriormente en el país, utilizan a la nueva plaga como fuente de
alimentación, y se convierten de esta manera en nuevos agentes de control biológico. El problema
surge debido a que estos insectos autóctonos no suelen ser específicos, y su acción de control se
ve difuminada ya que también parasitan o depredan otras especies. En muchas ocasiones, para
aumentar el nivel de control de la nueva especie plaga se hace necesario ir a buscar al país de
origen de la plaga algún insecto lo más específico posible, y probar su aclimatación a las
condiciones ambientales de la zona invadida. Este trabajo de traer especies exóticas de países más
o menos lejanos con agro sistemas diferentes, requiere un sumo cuidado y prudencia, ya que no
siempre el efecto de la introducción del nuevo insecto va a ser el deseado, pudiendo incluso ser
contraproducente. Para ello se requiere que en el país que lo importa se habiliten estaciones de
cuarentena que tienen como finalidad básica:
• Hacer las pruebas de control de que solo estamos introduciendo lo que queremos
(purificación) y los individuos no vienen contaminados con ninguna enfermedad
(bacterias, hongos, virus) que pueda transmitirse a las plantas o a otras especies de insectos.
• Comprobar la taxonomía de la especie, para estar seguro de que corresponde al insecto
deseado (Clasificación).
• También hay que comprobar que la especie importada se va a comportar como esperamos,
es decir que no va a interferir sobre otros insectos útiles parasitándolos o depredándolos o
que no va a cambiar su hábito de comportamiento y convertirse en una nueva plaga
(fitófago)
Ventajas, desventajas, riesgos y beneficios del control biológico.
El control biológico cuando funciona posee muchas ventajas (Tejada, 1982; Summy and
French, 1988) entre las que se pueden destacar:
• Poco o ningún efecto nocivo colateral de los enemigos naturales hacia otros organismos
incluido el hombre.
• La resistencia de las plagas al control biológico es muy rara.
• El control biológico con frecuencia es a largo término pero permanente.
• El tratamiento con insecticidas es eliminado de forma sustancial.
• La relación coste/beneficio es muy favorable.
• Evita plagas secundarias.
• No existen problemas con intoxicaciones.
• Entre las limitaciones que tiene el control biológico se pueden citar:
• Ignorancia sobre los principios del método.
• Falta de apoyo económico.
• Falta de personal especializado.
• No está disponible en la gran mayoría de los casos.
• Problemas con umbrales económicos bajos
• Enemigos naturales más susceptibles a los plaguicidas que las plagas.
• Los enemigos naturales se incrementan con retraso en comparación a las plagas que atacan,
por lo cual no proveen una supresión inmediata

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