Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida.

Pitágoras
Evaluación y calidad educativa

Por: Oscar Fernando Ojeda Guamán

Todos en distintas circunstancias y/o distintas facetas hemos sido evaluados, y esa evaluación

ha ido a la par del término calidad; centrando estos dos términos dentro del quehacer educativo es

innegable deslindar la una de la otra ya que, si pretendemos que una educación sea de calidad, en

gran parte está inmerso la “rigurosidad de la evaluación” -que no siempre resulta fácil- por lo que

con esta primera aseveración en las próximas líneas intentaremos abordar de manera suscita

algunos tópicos dentro de esta fascinante dualidad: evaluación y calidad educativa, por lo que en

su abordaje surgen algunas interrogantes: ¿Qué se entiende por calidad de la educación? ¿Cómo

puede contribuir las instituciones educativas y los docentes en esa loable iniciativa de elevar la

calidad de la educación? ¿Qué hacer en el aula para desarrollar en los estudiantes los saberes a la

par de una evaluación auténtica? Quizá se diga de forma presurosa demasiadas preguntas, pocas

respuestas, pero hagamos su anclaje y encuentro:

El concepto de calidad educativa es complejo relativo y dinámico ¿por qué? Porque se

debería de definirla en función del contexto o de los factores que la determinan, empecemos por

citar a Suasnábar (2012), para él la calidad se ve reflejada en la rendición de cuentas ligada al

control y auditoría de las instituciones por parte de los gobiernos, otorgándole así a las

instituciones la responsabilidad de desarrollar las competencias sobre los contenidos académicos,

mientras que, el estado a través de exámenes cumplirá la función de selección e ingreso al sector

público.
 Entonces aquí nos interesaría centrarnos en qué es la calidad educativa para el estado

ecuatoriano y que está tratando de serlo, de nada interesaría saber que es para Japón, Rusia o

Cuba por nombrar a algunos países, sino el significado de calidad educativa para nuestra propia

nación ecuatoriana. Por lo tanto, nuestro concepto de calidad educativa surgiría de los principios

y fines prescritos en la Ley Orgánica de Educación Intercultural vigente, en lo pertinente a los

artículos 2 y 3.

Entonces, educación de calidad sería la que contribuye al desarrollo pleno de la personalidad

del estudiante, al cuidado y preservación de las diversidades culturales, al desarrollo de su

identidad nacional, las capacidades de análisis y conciencia crítica; la que contribuye a la

transformación de la sociedad, la que forma a las personas para la emancipación, la autonomía y

el pleno ejercicio de las libertades…etc. etc.

Siguiendo en la misma línea de Suasnabar, 2012 (pág. 99), la evaluación se convierte en el

mecanismo regulador de la calidad en cuanto “se convierte en la capacidad de las instituciones de

administrarse estratégicamente, mientras que a nivel del gobierno del sistema la evaluación

comporta el desplazamiento del control de los recursos (a priori) al control de los resultados (a

posteriori)”.

Todos coinciden en que la educación resulta fundamental para el avance de los pueblos.

Dentro de ella la tarea del docente es relevante, aunque en la actualidad su imagen se encuentre

un tanto resquebrajada y desdibujada, quizá al vernos agobiados por las “enormes

responsabilidades” que recaen ¡que solemos hacer cuando se presentan estudiantes con

necesidades educativas especiales! evadir la responsabilidad o tirarnos la pelotita, creo que no

sería lo lógico, porqué mejor al contrario a “esos estudiantes con problemas de aprendizaje” se

les aplica la evaluación formativa como está prescrito y la retroalimentación formativa más
aunado al acompañamiento pedagógico, tendríamos estudiantes mejor preparados y las pérdidas

de año o malas notas, por ende se minimizarían; lo que conllevaría a que los recursos invertidos

por el estado ecuatoriano o los padres de familia, diesen un mejor producto-resultado para bien de

la comunidad educativa y su entorno aledaño.

Afirmábamos en un principio que evaluación y calidad educativa iban a la par, como dos

términos implicitamente ligados: la evaluación es el medio que permitirá alcanzar la calidad, por

lo que es pertinente realizar una aclaración como menciona Tunnerman (2006) respecto a la

calidad educativa ya que está se vuelve efectiva y se hace realidad en los aprendizajes, de tal

manera que la calidad no dependerá de la cantidad de lo que se enseña, por el contrario, se

evidenciará en lo que aprende el sujeto, por lo que, el protagonismo de las prácticas educativas

debe estar centrada en los individuos permitiendo el desenvolvimiento autónomo de cada sujeto

frente a las exigencias y carencias de la sociedad cambiante y en constante transformación.

Entonces dejemos la teoría y vayamos a la práctica, o conjuguemos teoría vs práctica ¿Cómo

pueden contribuir las instituciones educativas y los docentes en esa loable iniciativa de elevar la

calidad de la educación? La respuesta más no la receta estaría en la unificación de criterios

pedagógicos de manera crítica y constructiva; en el cambio de las prácticas pedagógicas obsoletas

por acciones educativas nuevas; generando innovación institucional en todo momento;

concibiendo a los estudiantes como seres humanos que tienen múltiples capacidades que

necesitan ser potenciadas y no simplemente como meros recipientes de saberes conductistas

“obsoletos” que no llevan a la solución de ningún problema de su realidad, ni a desempeños

auténticos ni de comprensión. Es decir, fomentando una educación que no esté de espaldas a la

realidad, sino que sea el medio para conseguir el fin en esa búsqueda del bienestar educativo de

todos los ecuatorianos y la grandeza de nuestra patria.

 Pero no podemos tapar la realidad, ya que querer hacerlo sería algo similar a intentar ocultar el

brillo del sol con la palma de la mano, en el Ecuador como muchos países de la región enfrentan

una “crisis en el proceso de mejorar la calidad de la educación”, no se han logrado cambios de

fondo, solo se han aplicado “medidas parche”, en el caso nuestro propio al tomar como referente

los resultados de rendición de las evaluaciones la gran mayoría de la población escolar no alcanza

los aprendizajes requeridos (por citar unas pocas cifras: el 25,3% de los estudiantes de cuarto año

de EGB no alcanza el nivel elemental en Matemáticas, en séptimo de EGB, el 30% tiene una

puntuación de insuficiente y el 54,5% tiene un nivel elemental en Matemáticas, el 13,3% presenta

puntaje satisfactorio y solo 2,2% excelente1).

Nuestra sociedad y juventud está enferma de drogadicción, pandillismo, soledad, orfandad,

individualismo, mal uso de la tecnología, etc. Tratemos de irla curando mientras se construyen

saberes que intenten encaminarnos al Buen Vivir convenciéndoles que ellos mismos son la

medida de sus triunfos y fracasos; desarrollando destrezas con criterios de desempeño;

descubriendo sus capacidades y aspiraciones, ayudándoles a conseguir sus metas; desarrollando

en todo momento: pensamiento crítico, lógico, creativo, emocional, sistémico y la metacognición.

Obviamente que no se conseguirá esto en todos, o de un día para otro ya que cambiar de fondo

los procesos pedagógicos en todos los niveles educativos significaría “mirar hacia afuera para

cambiar hacia adentro” (Eevamaija Vuollo, 2010, s.n), traduciéndose en un cambio sustancial en

la educación en lo pertinente a los procesos de enseñanza, en la modificación de las estructuras de

enseñanza y el protagonismo de los docentes, protagonismo que sin duda cobrará vigencia al dar

un leve giro pasando a ser un mediador pedagógico -en esa misión de acompañar y promover el

aprehendizaje de manera eficaz y coherente- cobijado por el “umbral pedagógico” -esa delgada

1
resultados del Sistema de Evaluación y Rendición de la Educación, conocido como Pruebas SER
línea en la que convergen la institución, el educador, los medios(recursos) y materiales-,en aras

de acrecentar y apuntarla hacia una verdadera RE-EVOLUCIÓN EDUCATIVA

FORMATIVA apuntalada en sus dos grandes amigas la evaluación y la calidad, ya que la

primera de ellas contribuye a regular el proceso de aprendizaje; es decir, permite comprenderlo,

retroalimentarlo y mejorarlo en sus distintas dimensiones y, en consecuencia, ofrece al profesor y

al equipo docente la oportunidad de visualizar y reflexionar sobre el impacto de sus propias

prácticas educativas, todo lo cual redundará, especialmente, y de manera altamente significativa

en el mejoramiento de la calidad de los aprendizajes construidos por los estudiantes.

Finalmente, y a modo de conclusión se diría:

 La evaluación auténtica constituye un interesante aporte al cambio de la cultura evaluativa.

Este nuevo enfoque curricular tiene por centro la actividad de los estudiantes, sus

características y conocimientos previos y los contextos donde esta actividad ocurre,

Condemarín y Medina (2000).

 La evaluación realmente será auténtica en la medida que conecte la experiencia educativa

con asuntos relevantes de la vida, Mónica Vallejo Ruiz (2013)

 La evaluación se convierte en muchas ocasiones, en el puente o vínculo principal entre la

enseñanza y el aprendizaje.

 Si entendemos a la evaluación como una serie de acciones continuas que los docentes

realizan de manera cotidiana en el aula para indagar el nivel de formación que han

alcanzado sus estudiantes no puede reducirse solamente a los resultados arrojados por los

exámenes (deben convertirse en un punto de partida para que docentes y autoridades

institucionales reflexionen en torno a las prácticas evaluativas y a sus prácticas de

enseñanza).
 La polisemia del término evaluación conlleva los significados más comunes que suelen

asociarse a ella, entre estos están: verificar, interpretar, medir, estimar, comprender,

conocer, comparar, valorar, juzgar, aprehender, cifrar, apreciar, entre otros principalmente.

 La evaluación es un proceso que implica descripciones cuantitativas y cualitativas de la

actuación de los estudiantes. En un primer momento, se reúne la información, para luego

trabajarla en el análisis y la interpretación de los datos que se han obtenido para finalmente,

en un tercer momento, emitir juicios de valor.

 Según Aguerrondo (2006) la explicitación detallada del concepto de calidad de la educación

puede ser utilizado con dos propósitos: 1) Para tomar decisiones que se orienten a mejorar

la calidad de un sistema educativo concreto. 2) Para realizar evaluaciones sobre una

situación concreta que permita tomar decisiones para reorientar y reajustar procesos

 Para conseguir los fines de los artículos 26 y 27 de la Constitución política de nuestro país,

es prioritario identificar qué tipo de sociedad queremos tener, pues un sistema educativo

será de calidad en la medida en que cada uno contribuya de una manera micro o macro

según su “condición” a la consecución de esa meta.

 Referencias bibliográficas

Aguerrondo, I. (2006). La calidad de la educación: ejes para su definición y evaluación.

Carlino, F. (2000). La evaluación educacional: historias, problemas y propuestas. Buenos Aires:

Aique (cáp. 1)

Constitución de la república ecuatoriana (2008). Asamblea Nacional Constituyente, Montecristi,

Ecuador, 20 de Octubre de 2008.

https://www.evaluacion.gob.ec/. Resultados del Sistema de Evaluación y Rendición de la Educación,

conocido como Pruebas SER

Ley Orgánica de Educación Intercultural (2011). Registro Oficial N.- 417. Quito, Ecuador, 31 de

Marzo del 2011

Menéndez, Federico (2010). Calidad, equidad y reformas en la evaluación educativo. Series de la

colección Alfabetizar. Impreso en España por ISBN: 978-84-7666-195-6

Suasnábar y otros. (2012). La larga marcha de una nueva/vieja idea: de la calidad como problema

a la evaluación de la calidad como forma de regulación. Buenos Aires. Argentina

CONADU.

Tunnerman (2006). Pertinencia, calidad, Educación Superior. Guatemala.

Vallejo, M. (2013). La evaluación autentica de los procesos educativos. Revista Interamericana
de educación No 64.
Vuollo, Eevamaija (08 de Marzo de 2018). Web del maestro cmf. Recuperado el 08 de Marzo de

2018, de http://webdelmaestrocmf.com/portal/no-suficiente-garantizar-acceso-la-

educacion-tenemos-empezar-poner-foco-la-calidad/