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TEMA 20.- EL RÉGIMEN POLÍTICO DE INGLATERRA.

1. CARACTERES GENERALES DEL CONSTITUCIONALISMO BRITÁNICO

a) Su historicidad es innegable. La Constitución inglesa no es sino el resultado

de la propia evolución histórica. Se trata de instituciones, libertades, garantías y
convenciones que nacen en un momento determinado -y a veces, indeterminado- y
que experimentan un proceso de sedimentación y modulación a lo largo de los
siglos.

b) Su carácter consuetudinario entronca directamente con el anterior sin

confundirse con él. Esa evolución histórica ha estado a un tiempo impulsada y
contenida por «usos y costumbres formados lentamente y sin fecha de nacimiento
precisa». También hay textos escritos, ciertamente, pero incluso algunos de éstos
han terminado diciendo algo distinto de lo que decían cuando fueron adoptados.

c) Los dos caracteres anteriores apenas serían explicables si el Reino Unido se

hubiera dotado de una Constitución rígida. La Constitución británica es flexible.
Las leyes que regulan materia constitucional son aprobadas y modificadas por el
procedimiento legislativo común.

No obstante, puede apreciarse una cierta rigidez en el principio de mandato. Una de

sus vertientes sugiere que, cuando durante el transcurso de una legislatura haya que tomar
una decisión acerca de un problema nuevo que no ha sido debatido anteriormente, lo más
correcto es disolver la Cámara de los Comunes y convocar nuevas elecciones. Esto,
obviamente, significa un cierto grado de rigidez, si bien dicho principio no es jurídicamente
exigible.

d) A su vez, de los caracteres anteriores deriva el muy importante de la

elasticidad esto es, la capacidad de las instituciones británicas para adaptarse a
nuevos tiempos y circunstancias.

e) Por último, nada de lo dicho comporta inseguridad jurídica. La Constitución es

normativa, esto es, norma plenamente vigente, directamente aplicable y ciertamente
acorde con el real funcionamiento del sistema político.
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2. FUENTES

Existe una pluralidad de fuentes del Derecho constitucional inglés clasificables en

cinco tipos normativos: Derecho escrito, Common Law, Derecho judicial, convenciones y
Derecho comunitario europeo.

A) El Derecho escrito está integrado por textos que jalonan ocho siglos. Los más
importantes son los siguientes:

1. La Carta Magna del Rey Juan 11, típico pacto feudal entre el Rey y el
Reino.
2. La Petition of Rights.
3. El Habeas Corpus.
4. El Bill of Rights.
5. El Acta o Ley de Establecimiento.
6. Las Leyes de Unión de Escocia y Gales.
7. Las leyes de reforma electoral.

B) El Common Law, esto es, las costumbres y reglas no escritas.

C) El Derecho judicial es el resultado de las decisiones judiciales en la

resolución de casos concretos, sobre la base del precedente. El Derecho judicial
es un Derecho extraído de casos concretos, un case law.

D) Las convenciones son reglas adoptadas por acuerdo de los protagonistas en

el curso de la práctica política. Las convenciones arraigadas dan lugar a
costumbres constitucionales, pero no al contrario.

E) El Derecho comunitario europeo, fuente nueva y novedosa que está

trastocando no pocos principios del Ordenamiento jurídico del Reino Unido, por
cuanto es de aplicación preferente en relación con todas las fuentes enunciadas
anteriormente, lo que se aviene mal con el principio de soberanía del Parlamento.
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3. FORMACIÓN HISTÓRICA DE LA CONSTITUCIÓN INGLESA

La Constitución inglesa se ha formado históricamente casi sin ruptura de su

continuidad. Veámoslo a grandes rasgos.

Orígenes
Ya en plena Edad Media se dieron unos pasos que después han demostrado su
importancia en la construcción del régimen político. La Carta Magna fue concedida, bajo
presión de los nobles y principales del Reino, por Juan II reconociendo ciertos derechos a
los reivindicantes.

Gobierno conciliar bajo la dinastía tudor.

La dinastía Tudor reforzó la Monarquía frente a los altos estamentos del Reino y se
apoyó en la burguesía naciente (principalmente comerciante) y en los propietarios rurales.
Puede decirse que bajo esta dinastía se construyó un Estado moderno y centralizado, bajo
el cual, sin embargo, pervivieron las instituciones medievales acomodadas a la nueva
situación.

El siglo de las revoluciones bajo la dinastía estuardo.

El siglo XVII inglés fue de una tensión continua entre el Rey (la nueva Casa reinante
era la Dinastía Estuardo) y el Parlamento, buscando aquél mantener su preeminencia y éste
un equilibrio de poder. La lucha se agravó cuando incorporó el ingrediente religioso.

Un documento importante de la primera parte de este período fue la Petition of

Rights, aceptada por Carlos I, un Rey de pretensiones absolutistas que se vio obligado a
admitir la restricción de su poder por las fuertes presiones recibidas. Como es usual en la
historia inglesa, este texto no aparece como algo revolucionario, ni siquiera novedoso, sino
como restauración de derechos violados, entre los que cabe destacar la libertad y seguridad
personales y ciertas garantías procesales y penales.

Esta lucha experimentó altibajos. Así, después de la Petición de Derechos, el

Parlamento sufrió un ocaso. En 1642 estalla la guerra civil, que dura hasta 1649 y se salda
con la ejecución del Rey Carlos I. En ese mismo año el Parlamento declaró la República y
suprimió la Cámara de los Lores.

En 1688 las dos fuerzas políticas existentes, los tories y los wighs, se opusieron a
Jacobo II y el Parlamento proclamó a Guillermo y a María, su esposa, Reyes de Inglaterra.
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Los ingleses suelen denominar Gloriosa a esta revolución por haber alcanzado sus objetivos
(que, como siempre, se presentaron como restauradores de las libertades vulneradas por el
Rey) sin derramamiento de sangre.

Parlamentarismo oligárquico bajo la casa de hannover.

Este período fue decisivo para el asentamiento del constitucionalismo inglés. El

equilibrio alcanzado por el Parlamento frente al Rey dio lugar a un modo nuevo de ejercicio
del poder Sin embargo, debemos cuidarnos de calificar como democrático el régimen
resultante, puesto que el Parlamento no era representativo de la voluntad popular, sino que
en su Cámara Alta estaba presente el estamento nobiliario.

Inmediatamente después de asumido el Trono por los nuevos Reyes, fue promulgado
el Bill of Rights, texto más parecido ya a las posteriores declaraciones de derechos
francesas y americanas.

Del parlamentarismo oligárquico al democrático.

El sistema de gobierno ha ido adquiriendo un nuevo perfil: del parlamentarismo

oligárquico se pasó al democrático y éste ha evolucionado hacia un sistema de Primer
Ministro, como también ha sucedido en otros sistemas parlamentarios.

De otro lado, el sistema de partidos se asentó en los dos partidos tradicionales, pero
dotados de estructuras modernas bajo los nombres de Partido Conservador y Partido
Liberal.

Una de las transformaciones más importantes operada en el régimen británico, más

o menos coetánea a la experimentada en otros países, ha sido la emergencia del
denominado Estado de bienestar, que ha comportado el incremento de la intervención de los
poderes públicos en la vida social y económica.

Crisis del régimen (1979-)

El punto de inflexión fue el triunfo del Partido Conservador en 1979, el cual se ha

mantenido en el poder hasta 1997. Estos dieciocho años han llevado a un crecimiento del
autoritarismo, a una todavía mayor disminución del papel del Parlamento y, sobre todo, a
una profunda crisis del pilar históricamente más sólido del régimen: la Corona. De ahí que
hayan surgido propuestas de reforma que se encuentran actualmente en estudio y que
veremos en los epígrafes siguientes.
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4. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA CONSTITUCIÓN INGLESA

La generalidad de la doctrina ha venido sosteniendo que la Constitución inglesa

descansa en dos principios: la soberanía del Parlamento y el rule of law o gobierno de
Derecho. Ahora bien, previa a ellos es la concepción del inglés como hombre libre.

Centralidad del parlamento y equilibrio de poderes

La tesis de la soberanía del Parlamento se corresponde con el carácter flexible de la

Constitución. Pues, efectivamente, el Parlamento puede modificar cualquier ley incluidas las
que regulan materia constitucional por el procedimiento legislativo común.

Sin embargo, ese concepto de soberanía es difícilmente sostenible. No puede ser

considerado soberano un órgano con mandato temporal (cinco años) y que puede ser
disuelto por otro órgano (el Gobierno) que teóricamente le debería estar subordinado.

Seguramente el principio de la soberanía del Parlamento nunca ha pasado de

significar su supremacía funcional respecto de los demás órganos de poder el Ejecutivo y el
Judicial, y la correspondiente supremacía de la ley.

El Parlamento, no obstante, sigue siendo el órgano central -que no supremo- del

orden constitucional inglés, pues sólo a partir de su constitución puede formarse el
Ejecutivo, el cual, además, deberá rendirle cuentas. En síntesis, el sistema constitucional
inglés responde hoy a un equilibrio de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo más que a
la soberanía de ninguno de ellos.

Principio de libertad

Al trazar la historia constitucional inglesa hemos tenido ocasión de mencionar

diversos textos que reconocen y proclaman ciertos derechos, principalmente los referentes a
la libertad y seguridad individual y a la libertad y seguridad económica. Lo peculiar de dichos
documentos frente a las declaraciones francesas es que no se adoptan en nombre de la
Humanidad, sino del ciudadano inglés.

Frente al sistema continental de los derechos públicos subjetivos, en el cual la ley es

el canon de la libertad y no se tienen más derechos que los reconocidos y garantizados por
ley el ciudadano inglés tiene libertad, la cual no admite más prohibiciones ni límites que los
establecidos por ley.
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Rule of law

Rule of law es la expresión inglesa equivalente a la continental de «Estado de

Derecho». Puede traducirse como «gobierno de Derecho» y es, podríamos decir la deseable
antítesis de la arbitrariedad del poder y de la inseguridad jurídica. Por tanto, requiere, como
señalaba J. LOCKE, leyes ciertas, jueces conocidos y poder suficiente. Como poder
suficiente suele haber casi siempre, el acento hay que ponerlo en los otros dos requisitos.

De un lado, leyes ciertas, o, en un sentido más amplio, un Ordenamiento jurídico

cierto, que garantice los derechos y libertades. Está integrado no sólo por leyes, sino
también por el Common Law, tan importante como aquéllas. De otro, jueces conocidos, esto
es, determinados por la ley y que resuelvan los litigios conforme al Ordenamiento
anteriormente descrito; no debe de haber, pues, tribunales de excepción y ni siquiera
tribunales especiales salvo casos muy justificados.
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5. INSTITUCIONES POLÍTICAS. LA CORONA

El término «Estado» no es de circulación ordinaria en el Reino Unido. En cambio, se

sustenta de la Corona un concepto multívoco, pues unas veces significa la institución
concreta y en otras expresa la personalidad jurídica de ese complejo institucional del país y
a ella se le imputan los actos del Gobierno y de la Administración, del Parlamento y de la
Justicia, pues todos ellos aparecen como realizados por el Rey. por el «Rey en Consejo», el
«Rey en Parlamento»
y el «Rey en su Tribunal».

Hemos de distinguir entre los poderes atribuidos a la Corona por las leyes y los
atribuidos por el Common Law. A estos últimos se les conoce con el nombre genérico de
prerrogativa de la Corona, que se corresponde más bien con el conjunto de poderes o
atribuciones que han permanecido en la Corona después de su secular pugna con el
Parlamento.

La prerrogativa ha sido moldeada por la Historia. Así, pues, actualmente, como

corresponde a una Monarquía democrática y parlamentaria, los poderes de prerrogativa son
ejercidos por el Gabinete, como órgano responsable ante el Parlamento. El desplazamiento
del poder y de la responsabilidad se realiza a través del refrendo del ministro
correspondiente en los actos en los que participa el Rey.

Las atribuciones del Rey como hemos dicho, alcanzan a todos los ámbitos
funcionales del Estado:

a) Respecto de la función legislativa, el Rey reúne al Parlamento, lo disuelve

convocando nuevas elecciones, sanciona las leyes.

b) Respecto de la función ejecutiva, representa al pueblo inglés en las relaciones

internacionales, ejerce la jefatura de las Fuerzas Armadas, y, sobre todo, nombra
al Premier y, a propuesta de éste, a los miembros del Gabinete.

c) En relación a la función judicial, es fuente de la justicia, que se administra en

su nombre, y ejerce el derecho de gracia.

Visto este amplio panorama funcional, puede parecer que el Rey lo hace todo o
interviene en todo. Ciertamente, interviene en todo, pero formalizando actos cuyo contenido
han decidido otros órganos. Los monarcas constitucionales en toda Europa no ejercen
potestas, sino auctoritas. «El Rey reina, pero no gobierna».
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6. EL EJECUTIVO

El Ejecutivo del Reino Unido está configurado por el Consejo Privado y el Gobierno,
con el Gabinete como su parte más eminente.

El consejo privado del rey

Es un órgano complejo, de unos trescientos miembros, que celebra escasas

reuniones plenarias. Entre sus miembros se cuentan ministros, ex ministros, el Heredero, los
duques de sangre regia y otras autoridades. El Consejo Privado formaliza las decisiones del
Gabinete, como son los reglamentos y la legislación delegada, que son publicados como
«Órdenes en Consejo». Esto es así porque realmente el Gabinete y el Ministerio no están
reconocidos como instituciones estatales por el Derecho escrito, sino por el convencional.

El ministerio

El Ministerio es el Gobierno en sentido muy amplio, con unos cien miembros,

nombrados por el Rey a propuesta del Premier Su parte más importante es el Gabinete, que
es el equivalente al Gobierno de otros sistemas constitucionales. Le siguen en importancia
los Ministros no integrados en el Gabinete que están al frente de un Departamento.

El gabinete y el premier

El Gabinete, a pesar de no estar reconocido por el Derecho estatutario, sino sólo por
el convencional, ha desplazado al Parlamento en cuanto a protagonismo político dentro del
sistema constitucional. Ahora bien, su posición sería inexplicable si no contara con la
confianza del Parlamento. Por eso hemos concluido anteriormente que el eje constitucional
inglés es el equilibrio existente entre ambos órganos.

Está integrado por un número variable de ministerios, entre quince y veinte. Es el

Premier quien decide la composición del Gabinete discrecionalmente y según sea la línea
política que piensa seguir.

El Gabinete dirige la política interior y exterior, así como la de defensa; elabora los
presupuestos para su aprobación por el Parlamento; participa en la función legislativa
mediante el ejercicio y casi monopolio de la iniciativa legislativa, así como mediante la
legislación delegada; controla y dirige la Administración Pública.

El Premier es el líder del Gabinete y el verdadero motor de la política inglesa. Su

condición de líder también, del partido mayoritario lo sitúa en una posición de autoridad muy
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extensa e intensa. Él es el cauce ordinario de comunicación del Gabinete con la Corona y

quien decide la disolución de la Cámara de los Comunes y la correspondiente convocatoria
electoral.

El Premier es nombrado por el Rey después de unas elecciones generales o de una

dimisión del anterior, pero el partido mayoritario la determinante de la persona que debe ser
nombrada. Las elecciones inglesas, aunque jurídicamente son parlamentarias, de hecho en
ellas se decide la figura del Premier y el equipo de gobierno de una legislatura.

Aunque resultaría desenfocado decir que el Premier es un rey electivo o que tiene
tanto poder como el Presidente de Estados Unidos; no lo es sostener que en torno a él gira
toda la política inglesa.

Como es lógico, la dimisión del Premier comporta la de todo el Gabinete y la del

Ministerio entero.

Todas las anteriores consideraciones permiten sostener que en la actualidad el

sistema de gobierno británico, sin dejar de ser parlamentario, ha evolucionado hacia una de
sus variantes, la de sistema de Gabinete, e incluso sistema de Premier.
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7. EL PARLAMENTO

Si bien desde el punto de vista del Derecho escrito, el Parlamento no está integrado
sólo por las Cámaras, sino por éstas con el Rey de manera que las decisiones
parlamentarias lo son del Rey en Parlamento, la evolución institucional ha determinado que
no sea el Rey sino el Gabinete, y singularmente el Premier, quien actúa en Parlamento.

COMPOSICIÓN Y ORGANIZACIÓN INTERNA DE LAS CÁMARAS

En la actualidad existe un bicameralismo imperfecto, dado que la Cámara de los

Lores tiene unos poderes muy disminuidos, de forma tal que las funciones parlamentarias
son ejercidas casi en su totalidad por la Cámara de los Comunes.

Cámara de los Lores

Esta Cámara tiene un elevado número de miembros (actualmente 1.180) que cambia
con frecuencia en razón del nombramiento de nuevos pares por la Corona. Podemos
distinguir tres tipos de lores: espirituales, temporales y vitalicios.

La Cámara está presidida por el Lord Canciller, vértice de la Judicatura. Hay

algunos lores liberales, pero, como es lógico, su gran mayoría está más cercana de la línea
política del Partido Conservador.

Cámara de los Comunes

Tiene en la actualidad 651 miembros, elegidos por sufragio universal conforme a un

sistema de mayoría simple.

La legislatura tiene una duración de 5 años, pero la Cámara es normalmente disuelta

antes. Por el contrario, es infrecuente la prórroga de la Cámara, habiendo ocurrido, durante
el siglo xx, sólo con ocasión de las dos guerras mundiales.

La presidencia de la Cámara es ejercida por el Speaker, institución que ha llegado a

ser modélica del parlamentarismo por la independencia e imparcialidad con que ejerce su
cometido.

La Cámara carece de Reglamento escrito y se rige por prácticas y convenciones.

Funciona en pleno y en comisiones. El parlamentarismo inglés ha preferido siempre el
funcionamiento en pleno, pero no ha podido evitar la creación de comisiones que agilicen su
mucho trabajo. Los diputados se alinean en los llamados partidos parlamentarios, que
equivalen, a los grupos parlamentarios. Funcionan éstos con una fuerte disciplina interna,
sobre todo en las votaciones.
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FUNCIONES DEL PARLAMENTO

Las dos funciones más importantes del Parlamento británico, como de todo
Parlamento, son la legislativa y la de control del Gobierno.

Función legislativa

En la función legislativa hemos de distinguir los proyectos de ley públicos y privados,

y dentro de los primeros, los de carácter financiero.

La Cámara de los Lores carece de atribuciones respecto de los proyectos de ley de

carácter financiero (Money Bills) y las tiene muy disminuidas en relación a los Publics Bills,
en los que únicamente dispone de un veto temporal, es decir, si dicha Cámara no aprueba
uno de ellos, la Cámara de los Comunes puede aprobarlo por sí sola un año después.

El procedimiento legislativo en la Cámara de los Comunes transcurre a través de tres

fases, denominadas lecturas. La primera no es propiamente un trámite legiferante, puesto
que en ella el secretario de la Cámara simplemente da cuenta de la admisión del proyecto
de ley El debate parlamentario se produce en la segunda lectura y tiene dos momentos
claramente definidos: a) el primero versa sobre los principios básicos y el alcance del
proyecto, lo cual tiene lugar en el Pleno de la Cámara; b) el segundo se realiza en comisión,
con la discusión pormenorizada del articulado. En la tercera lectura se revisa el texto sin
debate y se aprueba, tras lo cual pasa el proyecto a la Cámara de los Lores a los efectos
que antes hemos apuntado.

Existen unos denominados Private Bills, promovidos por particulares, que

siguen procedimiento legislativo diferente.

Función de control. La Oposición

La función de control se desarrolla principalmente en la Cámara Baja y por la

Oposición.

Uno de los rasgos distintivos del sistema constitucional británico consiste en su

temprana y completa institucionalización de la Oposición como uno de los brazos con los
que funciona.

La Oposición tiene como misión criticar al Gobierno y prepararse para la alternancia

en el poder.

Podemos distinguir entre el control ordinario y extraordinario. El primero consiste en

la dedicación de una hora diaria, de lunes a jueves, a la formulación de preguntas al
Gobierno, que éste debe responder.
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En cuanto al control fuerte o extraordinario, aquel en el que está en juego la

continuidad del Gobierno, sus instrumentos son los de todo parlamentarismo: la moción de
censura que presenta la Oposición y la cuestión de confianza que presenta el Gabinete. No
existen en Inglaterra las limitaciones y cortapisas del mal llamado parlamentarismo
racionalizado continental. En el Parlamento británico cualquier diputado puede presentar tal
moción. Por lo que respecta a la cuestión de confianza, vale decir otro tanto: el Gobierno
puede presentarla sin limitaciones de tiempo ni de materia.

Ahora bien, en el funcionamiento real del sistema, el Reino Unido ha experimentado

en los últimos ciento cincuenta años una evolución muy marcada en dirección a la
consecución de la estabilidad gubernamental.

Otros modelos de control parlamentario del Ejecutivo son los siguientes:

a) La ejecución gubernamental del Presupuesto es controlada por la Comisión

de Gastos de la Cámara de los Comunes.

b) El Comisionado Parlamentario para la Administración. Es la versión inglesa

del Ombudsman sueco.

Función representativa. Parlamento y opinión publica

El fundamento de la centralidad del Parlamento en el sistema político británico y de

sus funciones legislativa y controladora del Gobierno reside en su carácter representativo de
la nación. Tiene una segunda dimensión que realiza a diario: la de ser el foro de la opinión
pública, que es el método de gobernar por medio de la discusión.

El Parlamento es, ante todo, el gran teatro político de Inglaterra, dice M. FRAGA.
Esto explica en parte el celo con el que se ha preservado este foro respecto de los medios
de comunicación.

Si hay ahora mayor apertura a los medios de comunicación es por la clara conciencia
de que lo contrario comporta el riesgo de distanciar al Parlamento de la opinión pública tal
como hoy se mueve ésta. Esa función de foro representativo obliga al Parlamento a ser un
receptor muy sensible de la opinión pública.

Funciones judiciales

La Cámara de los Lores es la Corte Suprema del Reino Unido y, como tal, la cúspide
del Poder Judicial.
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8. EL PODER JUDICIAL

Ya nos hemos referido al Poder Judicial al tratar del rule of law Una de las exigencias
de este principio del constitucionalismo británico es su repudio de los tribunales especiales.
Sin embargo, en los últimos cincuenta años se han creado dichos tribunales, lo que significa
una importante modificación del sistema judicial inglés.

Los jueces británicos tienen reforzada su posición respecto de sus homólogos

continentales por dos vías:

a) La ausencia de leyes procesales muy detalladas, por lo que el procedimiento

descansa de modo relevante en el arbitrio de los jueces.

b) La creación judicial de Derecho mediante la vinculación del precedente.

En cambio, otra singularidad del Poder Judicial británico le resta protagonismo a los
jueces. Se trata, como ya hemos anticipado, de que a su cabeza de encuentra la Cámara de
los Lores, que es la Corte Suprema del Reino Unido y que tiene en esta función quizá su
atribución más importante y menos parlamentaria.

En el desempeño de esta función, la Cámara de los Lores actúa bien como Corte
Suprema de Apelación en materia civil y penal, bien como Tribunal de primera y única
instancia para delitos de alta traición.

9, SISTEMA ELECTORAL Y SISTEMA DE PARTIDOS

RASGOS PRINCIPALES DEL SISTEMA ELECTORAL

El sistema electoral inglés es de mayoría simple. La votación se hace en a una sola

vuelta y por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto de los ciudadanos mayores de
dieciocho años. El territorio se divide en 651 distritos, en los cuales gana el escaño el
candidato que obtiene más votos.

Este sistema, muy arraigado en los países anglosajones, produce frecuentemente

una apreciable sobrerrepresentación del partido ganador y una correspondiente
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subrepresentación de los dos partidos siguientes. El partido más perjudicado es el tercero,

que durante muchas décadas ha sido el Liberal y ahora el Liberal-Demócrata.

A pesar de tantos contras del sistema electoral inglés, no le faltan algunos pros,
cuales son, fundamentalmente, la estrecha relación que propicia entre los electores de un
distrito y su diputado, frente al relativo anonimato que se produce en el sistema proporcional;
y, en segundo lugar, la estabilidad gubernamental que proporciona al facilitar que el partido
ganador obtenga la mayoría absoluta de la Cámara de los Comunes.

SISTEMA DE PARTIDOS

Se suele identificar el sistema británico como bipartidista, pero esto es sólo un

enunciado muy simplificado. Hay sí, dos grandes partidos con implantación en todo el
territorio del Reino Unido, que son los que normalmente se disputan la formación del
Gobierno. Pero existe un tercer partido también de ámbito nacional y bastante votado,
aunque con pocos escaños, y partidos nacionalistas en Irlanda, Escocia y Gales.

El origen remoto de los partidos ingleses se remonta al siglo XVII, cuando sendas
formaciones políticas se alinean con la causa monárquica o con la parlamentaria en la lucha
por la hegemonía política. Los primeros se llamaron tories y los segundos wighs. Estas dos
formaciones políticas se consolidan

Los tories alumbraron el Partido Conservador y los wighs el Partido Liberal. A la

postre, ambos eran partidos burgueses, liberales y conservadores, con diferencias
únicamente de grado.

A fines de siglo, en cambio, los sindicatos buscaron continuar en la arena política su

lucha social y crearon el Partido Laborista. El Partido Laborista creció electoral y
parlamentariamente a costa sobre todo del Liberal, al cual terminó desplazando como
partido de alternativa política.

Desde entonces, las elecciones se dirimen principalmente entre los partidos

Conservador y Laborista.

El Partido Liberal, no obstante, seguía teniendo abundantes votos, que no se

traducían proporcionalmente en escaños por los motivos que ya conocemos.

Posteriormente, ha pasado a un partido fusionado, el Liberal-Demócrata.

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10. NACIONALISMOS Y SUPRANACIONALIDAD EN UN ESTADO PLURINACIONAL

EL REINO UNIDO, UN ESTADO PLURINACIONAL

Hemos utilizado, como es costumbre, expresiones tales como Parlamento británico,

Constitución inglesa o instituciones del Reino Unido, como si Inglaterra, Gran Bretaña y el
Reino Unido fueran la misma cosa, lo que dista mucho de ser cierto. Inglaterra es parte de
Gran Bretaña, que está integrada también por Escocia y Gales, mientras que Irlanda del
Norte, es parte de una segunda isla británica. Todos ellos, más la Isla de Man y las islas del
Canal de la Mancha conforman el Reino Unido. Esta última es, pues, la expresión más
comprehensiva y precisa, si bien con frecuencia se identifica el todo por una de sus partes
-Gran Bretaña, Inglaterra- sin menoscabo de su sentido real, que nos da el contexto.

Así, pues, el Reino Unido es un Estado territorialmente complejo, integrado por

países diferentes que no tienen Estado pero sí alcanzan reconocimiento internacional en
determinados aspectos. Esta complejidad territorial está organizada de modo centralizado,
pero no uniforme. Los referidos países integrantes -además de Inglaterra- del Reino Unido
no tienen autonomía política al modo de las regiones y nacionalidades españolas, pero sí
regímenes parcialmente diferenciados.

LA COMMOWEALTH

Inglaterra ha sabido reconvertir su antiguo Imperio en The Commowealth, una

singular comunidad de naciones que no han sabido imitar ni Francia ni España con sus
antiguas posesiones.

La Commowealth es una «institución única en el mundo, que agrupa, de manera

suelta y flexible, un gran número de países de diferentes clases. Algunos... son Estados
independientes y soberanos, mientras que otros se hallan subordinados de alguna forma a
el Reino Unido». Entre los países independientes más importantes que la integran citaremos
a Australia, Canadá, India, Nueva Zelanda y Pakistán.

Algunos de los países componentes son repúblicas y que otros, aunque

monárquicos, tienen reyes propios, a pesar de lo cual la Corona inglesa parece de un orden
superior aunque no de modo efectivo.

Estamos ante una agrupación o asociación de Estados y países que ni siquiera es

una unión personal en la figura del Rey, puesto que es una asociación institucional, con
inequívoca vocación de permanencia pero con flexibilidad para entrar o salir de ella.
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EL REINO UNIDO, MIEMBRO DE LA UNIÓN EUROPEA

Cuando fueron creadas las Comunidades Europeas y finalmente Unión Europea),

Inglaterra respondió constituyendo con otros seis países la o Asociación Europea de Libre
Cambio. Con el tiempo, los países de esta segunda organización internacional han ido
ingresando en la primera. Inglaterra lo hizo en 1973.

Desde entonces se ha erigido en un socio incómodo de la Unión, formulando

continuas reservas a una integración política más estrecha. Pero, aparte de estos
problemas, la pertenencia a la Unión Europea significa la incorporación del Derecho
comunitario al Ordenamiento inglés, su aplicación preferente por parte de los jueces
nacionales e incluso la posibilidad de anulación de una ley aprobada por el
Parlamento. No otra cosa sucede con los demás Estados miembros de ésta; sólo que
en Inglaterra se sigue creyendo, mayoritaria aunque erróneamente, en la soberanía de
su Parlamento.