ultrasonidos como medio de orientación, comunicación, localización de alimentos, defensa, etc. (murciélagos, delfines, perros, pájaros, etc.) (Díaz M. 2010) (Dulia Ortega 2004). A lo largo de la historia, el hombre ha ido marcando hitos en su descubrimiento, que se desarrolla mediante un breve recorrido histórico por los principales acontecimientos que han marcado el progreso del ultrasonido en el campo de la ingeniería.
En 1881, los hermanos Curie, Jacques y Pierre,
publicaron los resultados obtenidos al experimentar la aplicación de un campo eléctrico alternante sobre cristales de cuarzo, dando lugar a ondas mecánicas de alta frecuencia.
En 1883 apareció el Silbato de Galton, que se
empleaba para controlar perros por medio de un sonido inaudible a los humanos. En 1912, poco después del hundimiento del Titanic, L. F. Richardson, sugirió la utilización de ecos ultrasónicos para detectar objetos sumergidos a grandes profundidades.
Entre 1914 y 1918, durante la Primera Guerra
Mundial, se desarrolló la técnica intentando detectar submarinos. Fessenden fue capaz de detectar un iceberg bajo el agua a 2 Km de distancia.
En 1917, Langevin y Chilowsky fabricaron el
primer generador piezoeléctrico de ultrasonidos, cuyo cristal servía también como receptor. El aparato fue utilizado para estudiar el fondo marino, como una sonda ultrasónica para medir profundidad.
En 1929, Sergei Sokolov propuso el uso del
ultrasonido para detectar defectos superficiales en metal, y también para microscopía.
Entre 1939 y 1945, durante la Segunda Guerra
Mundial, el sistema inicial desarrollado por Langevin, fue desarrollado para elaborar un detector de submarinos conocido como ASDIC (Allied Detection Investigation Committes). Además se colocaron sondas ultrasónicas en los torpedos, que los guiaban hacia sus blancos. Más adelante, el sistema se convertiría en el SONAR (Sound Navegation and Ranging), precursor de los sistemas de navegación actuales.
En 1940, Firestone desarrolló un refrectoscopio
que producía pulsos cortos de energía que se detectaba al ser reflejada en grietas y fracturas.
En 1942 Dussik consigue detectar masas
tumorales en el cerebro. En este periodo se consigue la posibilidad de controlar la homogeneidad de diversos materiales.
A partir de 1945 se produce un gran desarrollo de
los aparatos y técnicas de ultrasonidos en el campo de la medicina.
En los años 50 los ultrasonidos son aceptados por
las sociedades médicas como instrumento de diagnóstico en medicina, por lo que proliferaron los avances. En 1951 hizo su aparición el Ultrasonido Compuesto, en el cual un transductor móvil producía varios disparos de haces ultrasónicos desde diferentes posiciones, y hacia un área fija. Los ecos emitidos se registraban e integraban en una sola imagen.
En 1952, Howry y Bliss publicaron imágenes
bidimensionales en tiempo real.
En 1956, Wild y Reid publicaron 77 casos de
anormalidades de seno palpables y estudiadas además por ultrasonidos, obteniendo un 90% de certeza en la diferenciación entre lesiones quísticas y sólidas.
En 1959, Satomura difundió el uso, por primera
vez, del Doppler ultrasónico en la evaluación del flujo de las arterias periféricas.
En los años 60 se descubren nuevos materiales
piezoeléctricos. Se desarrollan nuevos equipos mucho más pequeños. Se incorporan como medios médicos de interpretación de información. En 1965 La firma austriaca Kretztechnik, junto con el oftalmólogo Dr Werner Buschmann, fabricó un transductor de 10 elementos dispuestos en fase, para examinar el ojo, sus arterias, etc.
En 1968, Sommer reportó el desarrollo de un
escáner electrónico con 21 cristales de 1.2 MHz, que producía 30 imágenes por segundo y que fue realmente el primer aparato en reproducir imágenes de tiempo real, con resolución aceptable. Durante la segunda mitad del siglo, las técnicas de ultrasonidos han ido mejorando sus prestaciones y los equipos de medida han ido reduciendo de tamaño, lo que permitió la extrapolación de los avances en medicina a campos como el del estudio de la calidad en la fabricación de materiales. En los últimos años del siglo XX, el progreso de los ultrasonidos se ha combinado con las tecnologías informáticas, obteniendo grandes beneficios.