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PSICOLOGIA DEL DESARROLLO

El desarrollo humano es un proceso muy complejo que exige el estudio de los


cambios del comportamiento debidos a la interacción de diversas variables como
los factores biológicos, motivacionales, cognoscitivos ambientales, procesos de
socialización, aprendizaje y procesos culturales, los cuales afectan el
comportamiento a través de los años, todos ellos son episodios particulares, los
cuales demarcan un tipo de desarrollo evolutivo único para cada individuo.

Al decir que cada individuo adquiere un tipo de desarrollo evolutivo único o bien
definido, no estamos afirmando que no haya similitud, características o patrones de
desarrollo más o menos estables en determinadas poblaciones; al contrario, a pesar
de existir patrones de desarrollo, maduración y crecimiento particulares para cada
individuo, también existen similitudes entre éstos; y es del estudio de estas
diferencias y similitudes de las que se encarga la psicología evolutiva o del
desarrollo.

El proceso del desarrollo se lleva a cabo permanentemente desde la misma


concepción hasta la muerte. Durante este proceso general se observa como el
hombre se va "configurando" partiendo de estados mínimos y desorganizados hasta
llegar a niveles "perfectos" de organización.

¿Por qué estudiar el desarrollo humano?

El interés por la psicología del desarrollo humano nos proporciona datos, que
muestran las características y rangos de comportamiento, cognoscitivos y
sentimientos típicos de cualquier población en particular y en cualquier tiempo. Esto
es muy importante, ya que, por ejemplo, hacer berrinches, succionar el dedo o
gatear son conductas "normales" en cierta edad , puesto que una gran proporción
de niños exhiben estos comportamientos. Ahora bien, el psicólogo que observe a un
niño realizando estas conductas, en una edad a la que no corresponde a la media
de la población o contexto general infantil de esa edad, puede inferir alguna
"anormalidad" que se debe a la disfunción de una o diversas variables que afectan
el proceso de desarrollo del hombre. Entonces, podemos decir que el conocimiento
del desarrollo humano nos permite, en un momento dado, o en cualquier edad,
saber si un individuo da señales o indicativos de normalidad o anormalidad en su
proceso de desarrollo.

Es importante el estudio de la psicología evolutiva humana, porque observando y


comprendiendo cómo se desarrollan los individuos y los factores que afectan este
desarrollo, podemos entender la importancia de los padres, de la estimulación, del
amor, el cuidado hacia los niños para fomentar un mejor desarrollo en términos de
adaptación, evolución y bienestar psicológicos dentro de nuestra sociedad.

EL DESARROLLO DE LA CONDUCTA

Introducción

El camino para que el hombre, como individuo, llegue a la plenitud psíquica es


complejo y refleja, de algún modo, el camino de la evolución de las especies. A este
camino evolutivo se le conoce con el nombre de ontogenia, o desarrollo del ser
viviente desde su inicio hasta su estado adulto. Por otro lado, el estudio de la
ontogenia del comportamiento sirve para marcar el decurso del proceso de
individualización que padece la especie humana. La psicología evolutiva es
principalmente la especialidad de la Psicología que estudia la ontogenia o desarrollo
del hombre.
El llamado ciclo vital del ser humano es la forma de evolución de la existencia,
desde el mismo nacimiento hasta la muerte. En él se distinguen principalmente tres
grandes periodos: desarrollo, madurez e involución. El desarrollo va desde el
nacimiento hasta la iniciación de la madurez, comprendiendo la infancia, la niñez, la
adolescencia y la juventud. La madurez es un periodo de relativa estabilidad y
plenitud vital; comprende desde el final de la juventud hasta el comienzo de la
vejez. Por último, el periodo involutivo o vejez. Esta diferenciación de los periodos
es bastante variable, ya que existe una multitud de factores biológicos y ecológicos
que participan en la evolución de la existencia, como por ejemplo: el clima, el tipo
de vida, la constitución del individuo, etcétera. Todo esto hace que sea imposible
establecer periodos plenamente precisos, ya sea desde el punto de vista
cronológico como desde la perspectiva de su misma naturaleza. El desarrollo en su
conjunto es un proceso unitario y continuo, aunque en realidad no se puede
considerar perfecta del todo ni su unidad ni su continuidad, ya que la continuidad
del desarrollo está interrumpida por la existencia de estadios o fases, con lo que el
desarrollo rompe su carácter progresivo; y su unidad tampoco es plena, ya que en
ella participan diversos componentes que la hacen variar según difieren unos de
otros.

Los estadios del desarrollo humano

Mucho antes de que el ser humano tenga una conciencia desarrollada, desde el
momento mismo del nacimiento y aún en la época prenatal, el sujeto manifiesta
una actividad comportamental mediante la cual contribuye esencialmente al
mantenimiento y desarrollo de su vida. Así, antes de llegar a la fase propia del
adulto, el psiquismo humano atraviesa por una serie de estadios o fases de
desarrollo, que han sido estudiados con detalle por varios psicólogos. Estos son los
llamados estadios evolutivos, por los que todo organismo normal debe pasar
ineludiblemente. Podrían ser definidos estos estadios como aquellas partes o
momentos del desarrollo que son difíciles en función de ciertas características
homogéneas. Todo estadio, por tanto, debe poseer las siguientes características:

a) Debe tener un comienzo y un final claramente definido.

b) Debe poseer un orden de sucesión preestablecido, de unos con respecto a otros,


de tal forma que exista una jerarquización de los modos de comportamiento, con lo
cual los estadios nuevos descansen sobre los anteriores o pasados.

c) Debe poseer cada estadio periodos críticos que capaciten al individuo para
posibles aprendizajes y comportamientos.

El concepto de estadio se ha aplicado con demasiada generosidad en psicología


infantil a pesar de su complejidad, y han sido numerosas las clasificaciones de los
estadios del desarrollo humano que se han realizado. La infancia, la niñez y la
adolescencia, son las fases del desarrollo más estudiadas por los psicólogos, ya que
el despliegue del comportamiento humano en estas fases es muy notorio. Es en la
infancia y la niñez donde la noción de estadio ha tenido su ámbito de mayor
aplicación. Muchos autores como Freud, Piaget, Gessell, Wallon y Erikson etc., han
hecho uso de categorías descripitvas para estas fases, resultando todas ellas
conjunto muy heterogéneas entre sí. Al ser el desarrollo un proceso bio-social, y ser
realidad la existencia de diversas sociedades, no es raro que se produzcan distintas
etapas evolutivas. Este es un motivo que dificulta la homogeneidad de las
clasificaciones, produciendo así una numerosa cantidad de sistemas clasificatorios.
Por otro lado, es cierto que durante el primer año de vida del hombre, las
influencias sociales son muy profundas, lo cual dificulta también la uniformidad de
clasificación, hasta tal punto que resulta completamente imposible integrarlas en un
todo coherente.
Entonces, a continuación, en vez de exponer una versión integrada de todas ellas,
resultará mejor exponer un resumen de los sistemas clasificatorios de las etapas
del desarrollo más representativas, eligiendo como tales a lomos de Piaget, Wallon
y Erikson.

Piaget (1896-1980)

El sistema clasificatorio de Piaget se basa en el aspecto cognitivo del


comportamiento. Por otro lado, los modelos emotivos de Piaget están sometidos a
ciertos condicionamientos sociales, que afectan por ejemplo a la edad de la
aparición de los estadios.

Piaget trata de explicar el desarrollo de los conocimientos, es decir, trata de


explicar cómo una persona pasa de un conocimiento menos verdadero o más
simple, a otro más verdadero o complejo. Para él, cada uno de los periodos que
describen completa al anterior y le supera. En un principio, Piaget señala cuatro
periodos o estadios:

1. Periodo sensomotriz. Avanza del nacimiento al año y medio o dos años de


vida. Piaget le llama así a este periodo porque el recién nacido cuenta sólo con los
esquemas senso-motrices congénitos, como son los primeros reflejos o instintos.
Poco a poco estos esquemas se van coordinando de tal forma hasta construir la
organización advertida elemental propia de los animales, y que después se va
modificando y perfeccionando. En este período, el recién nacido se va diferenciando
progresivamente de los objetos que le rodean, por el procedimiento de irlos
definiendo, de tal forma que los objetos lleguen a cobrar una identidad propia por sí
mismos, aunque estos cambien de aspecto, lugar y tiempo.

2. Periodo del pensamiento preoperacional. Comprende de los dos a los


siete años. Este periodo consta de dos fases: la fase preoperacional tal (o llamada
también de representación) y la fase instintiva.

La fase preoperacional abarca de los dos a los cuatro primeros años del niño. En
esta fase, el niño mantiene una postura egocéntrica, que le incapacita para adoptar
el mismo punto de vista de los demás. También en esta fase, la manera de
categorizar los objetos se efectúa globalmente, basándose en una exagerada
generalización de los caracteres más sobresalientes.

La fase instintiva se prolonga hasta los siete años, y se caracteriza porque el niño
es capaz de pensar las cosas a través del establecimiento de clases y relaciones, y
del uso de números, pero todo ello de forma intuitiva, sin tener conciencia del
procedimiento empleado.

En este periodo, el niño desarrolla primero la capacidad de conservación de la


sustancia, luego desarrolla la capacidad de la conservación de la masa, y
posteriormente la del peso y la del volumen. Piaget señala que el paso del periodo
sensomotriz a este segundo periodo se produce fundamentalmente a través de la
imitación, que de forma individualizada el niño asume, y que produce la llamada
imagen mental, en la que tiene un gran papel el lenguaje.

3. Periodo de las operaciones concretas. Comprende de los siete a los once


años. Este período ha sido considerado algunas veces como una fase del anterior.
En él, el niño hace uso de algunas comparaciones lógicas, como por ejemplo: la
reversibilidad y la seriación. La adquisición de estas operaciones lógicas surge de
una repetición de interacciones concretas con las cosas, aclarando que la
adquisición de estas operaciones se refieren sólo a objetos reales.
Con esta adquisición de las operaciones concretas, se produce una serie de
modificaciones en las concepciones que el niño tiene sobre las nociones de
cantidad, espacio y tiempo, y abre paso en la mente del niño a las operaciones
formales que rematan su desarrollo intelectual.

4. Periodo de operaciones formales. Este último periodo en el desarrollo


intelectual del niño abarca de los once o doce años a los quince años
aproximadamente. En este periodo los niños comienzan a dominar las relaciones de
proporcionalidad y conservación. A su vez, sistematizan las operaciones concretas
del anterior periodo, y desarrollan las llamadas operaciones formales, las cuales no
sólo se refieren a objetos reales como la anterior, sino también a todos los
objetivos posibles. Con estas operaciones y con el dominio del lenguaje que poseen
en esta edad, son capaces de acceder al pensamiento abstracto, abriéndoseles las
posibilidades perfectivas y críticas que facilitan la razón.

A modo de resumen, para Piaget todo el proceso de desarrollo de la inteligencia


está un proceso de estimulación entre los dos aspectos de la adaptación, que son:
la asimilación y la acomodación.

Wallon

Siguiendo una línea neopiagetiana, Wallon planteó también un sistema clasificatorio


de las etapas del desarrollo. Para él, el objeto de la psicología era el estudio del
hombre en contacto con lo real, que abarca desde los primitivos reflejos hasta los
niveles superiores del comportamiento.

Plantea la necesidad de tener en cuenta los niveles orgánicos y sociales para


explicar cualquier comportamiento, ya que, según este autor, el hombre es un ser
eminentemente social. Para Wallon, el ser humano se desarrolla según el nivel
general del medio al que pertenece, así pues para distintos medios se dan distintos
individuos. Por otro lado, el desarrollo psíquico no se hace automáticamente, sino
que necesita de un aprendizaje, a través del contacto con el medio ambiente.
Considera este autor que la infancia humana tiene un significado propio y un papel
fundamental que es el de la formación del hombre. En este proceso de la infancia
se producen momentos críticos del desarrollo, donde son más fáciles determinados
aprendizajes.
Wallon intenta encontrar el origen de la inteligencia y el origen del carácter,
buscando las interrelaciones entre las diferentes funciones que están presentes en
el desarrollo.

Un estadio, para Wallon, es un momento de la evolución mandar, con un


determinado tipo de comportamiento. Para Piaget este es un proceso más continuo
y lineal. En cambio, para Wallon, es un proceso discontinuo, con crisis y saltos
apreciables. Si el Piaget las estructuras cambian y las funciones no varían, en
Wallon las estructuras y las funciones cambian.
Otra diferencia con Piaget es que mientras que este último utiliza un enfoque
unidimensional en su estudio del desarrollo, Wallon utiliza un enfoque
pluridimensional.

Seis son los estadios que propone Wallon en su estudio:

1. Estadio impulsivo. Abarca desde el nacimiento hasta los cinco o seis meses.
Este es el periodo que Wallon llamaría de la actividad preconsciente, al no existir
todavía un ser psíquico completo.
No hay coordinación clara de los movimientos de los niños en este período, y el tipo
de movimientos que se dan son fundamentalmente impulsivos y sin sentido.
En este estadio todavía no están diferenciadas las funciones de los músculos, es
decir, la función tónica (que indica el nivel de tensión y postura) y la función clónica
(de contracción-extensión de un músculo). Los factores principales de este estadio
son la maduración de la sensibilidad y el entorno humano, ya que ayudan al
desarrollo de diferentes formas expresivas y esto es precisamente lo que dará paso
al siguiente estadio.

2. Estadio Emocional. Empieza en los seis meses y termina al final del primer
año. La emoción en este periodo es dominante en el niño y tiene su base en las
diferenciaciones del tono muscular, que hace posible las relaciones y las posturas.

Para Wallon, la emoción cumple tres funciones importantes:

a) Al ser la emoción un mundo primitivo de comunicación permite al niño el


contacto con el mundo humano y por tanto la sociedad.

b) Posibilita la aparición de la conciencia de sí mismo, en la medida en que éste


es capaz de expresar sus necesidades en las emociones y de captar a los demás,
según expresen sus necesidades emocionales.
El paso según Wallon, de este estadio emocional, en donde predomina la actividad
tónica, a otro estadio de actividad más relacional es debido a la aparición de lo que
el llama reflejo de orientación.

3. Estadio Sensoriomotor y proyectivo. Abarca del primero al tercer año.


Este es el periodo más complejo. En él, la actividad del niño se orienta hacia el
mundo exterior, y con ello a la comprensión de todo lo que le rodea.

Se produce en el niño un mecanismo de exploración que le permite identificar y


localizar objetos. El lenguaje aparece alrededor de los doce o catorce meses, a
través de la imitación; con él, enriquece su propia comunicación con los demás
(que antes era exclusivamente emocional).

También en este período se produce el proceso de andar en el niño, el cual


incrementa su capacidad de investigación y de búsqueda. Aunque el niño puede
conocer y explorar en esta edad, no puede depender todavía de sí mismo y se
siente incapaz de manejarse por sí solo, cosa que se resolverá a partir de los tres
años con el paso al siguiente estadio.

4. Estadio del Personalismo. Comprende de los tres a los seis años. En este
estadio se produce la consolidación (aunque no definitiva) de la personalidad del
niño. Presenta una oposición hacia las personas que le rodean, debido al deseo de
ser distinto y de manifestar su propio yo. A partir de los tres años toma conciencia
de que él tiene un cuerpo propio y distinto a los demás, con expresiones y
emociones propias, las cuales quiere hacerlas valer, y por eso se opone a los
demás, de aquí la conducta de oposición. Este comportamiento de oposición tiende
a repetirse en la adolescencia, ya que los orígenes de ambas etapas son parecidos.

Resumiendo, en este estadio el niño toma conciencia de su yo personal y de su


propio cuerpo, situándole en un estadio de autonomía y autoafirmación, necesario
para que el niño sienta las bases de su futura independencia.

5. Estadio Categorial. De los seis a los once años. Este estadio está marcado
por el significativo avance en el conocimiento y explicación de las cosas. Se
producen las construcciones de la categoría de la inteligencia por medio del
pensamiento categorial.

Se dan dos tareas primordiales en este periodo:


a) La identificación de los objetos por medio de cuadros representativos. Y b)la
explicación de la existencia de esos objetos, por medio de relaciones de espacio,
tiempo y casualidad. En el desarrollo del pensamiento categorial, se diferencian dos
fases:

1ª fase (de 6 a 9 años). En la cual el niño enuncia o nombra las cosas, y luego se
da cuenta de las relaciones que hay entre esas cosas.

2ª fase (de 9 a 12 años). Se pasa de una situación de definición (que es la primera


fase) a una situación de clasificación. El niño en esta fase clasifica los objetos que
antes había enunciado, y los clasifica según distintas categorías.

6. Estadio de la Adolescencia. Se caracteriza por una capacidad de


conocimiento altamente desarrollada y, por otro lado, se caracteriza por una
inmadurez afectiva y de personalidad, lo cual produce un conflicto, que debe ser
superado para un normal desarrollo de la personalidad.

La adolescencia es un momento de cambio a todos los niveles; apunta este cambio


hacia la integración de los conocimientos en su vida, hacia la autonomía y hacia lo
que llamaríamos el sentimiento de responsabilidad.

Erikson

El sistema de clasificación del desarrollo formulado por Erikson, que es un


psicoanalista norteamericano, se basa en los aspectos psicosociales del proceso
evolutivo humano.

Para él, la personalidad del individuo nace de la relación entre las expectativas
personales y las limitaciones del ambiente cultural. Para Erikson, la vida gira en
torno a la persona y el medio. Así, cada etapa es un avance, un estancamiento o
una regresión con respecto a las otras etapas.

Establece ocho etapas o estadios en el desarrollo psicosocial de una persona:

Primer año. Es la llamada etapa del bebé, en ella se establecen las relaciones
psicológicas con la madre, y de estas relaciones surgen las actitudes básicas de
confianza o desconfianza.

Segundo año. En esta etapa las relaciones del niño se amplían a ambos
padres, dando lugar a la formación de las estructuras de autonomía y dominio de sí
mismo, o de inseguridad y conformismo, según sea esa la relación con los padres.

Tercer a quinto año. Las relaciones del niño se amplían hasta la denominada
familia básica. En esta etapa se fomenta la iniciativa o los sentimientos de
culpabilidad. Posee una autonomía espontánea y deliberada.

Sexto a doceavo año (pubertad). El ámbito de las relaciones interpersonales


del niño se amplía en la escuela y en la vecindad. Surgen en él las ideas de
competición y de cooperación con los demás, así como los sentimientos de
superioridad o inferioridad.

Adolescencia. Las pandillas y los líderes influyen notablemente en la


consolidación de la propia identidad personal de este periodo. Se buscan ídolos a
los cuales imitar, y como consecuencia de esta imitación, se producen en el
adolescente sentimientos de integración o de marginación.

Primera juventud. Este es un período crítico de la relación social, ya que para


él se pasa a un nivel más diferenciado, donde el amor y la amistad, la solidaridad y
el aislamiento se manifiestan según el grado de madurez alcanzado. En este
periodo se busca la relación íntima con la pareja, con la que se busca la propia
identidad, y se desarrolla la capacidad de amar.
Juventud y primera madurez. El trabajo y la familia son los puntos cruciales de esta
etapa, en la cual se forman comportamientos de producción y de protección hacia
la familia, desembocando en actitudes altruistas o por el contrario en actitudes
egocéntricas.

Adultez (o final de la madurez). Al sentir al hombre agotar sus propias


posibilidades vitales, éste adopta una postura de integridad personal y
autorrealización; o bien por el contrario, una postura de insensatez, desesperación
o deshonestidad. Con estas posturas se cierra el ciclo del proceso psicosocial del
hombre, según Erikson.

LA INVOLUCIÓN DE LA CONDUCTA

Después del estudio de los periodos de desarrollo y madurez del llamado ciclo vital
del ser humano, el tercer y último periodo es el llamado involutivo o senil.

2.1 Características del periodo involutivo.

Después del estudio de los períodos de desarrollo y madurez del llamado ciclo vital
del ser humano, el tercer y último periodo es el llamado involutivo o senil. Este
periodo se inicia con el deterioro de las funciones físicas y psíquicas, y se continúa
con un progresivo derrumbamiento de estas funciones.

Si en el periodo evolutivo (o desarrollo) el paso de una etapa a la siguiente suponía


una integración de los diversos elementos en estructuras cada vez más
diferenciadas de adaptación, en el período involutivo el paso de una etapa a la
siguiente supone un proceso de desintegración, de forma que las nuevas etapas
que aparecen ahora suponen estructuras menos diferenciadas de adaptación.

La desintegración de las funciones comienza con aquellas que más tarde se han
adquirido en el período de desarrollo psicológico. La involución senil recorre en
sentido inverso el desarrollo de las funciones cognoscitivas, por lo que las
conductas seniles pueden ser comparadas a las infantiles, aunque llegando a ambas
por distintos procesos. En este período se dan circunstancias físicas, como el
climaterio o período de involución sexual, y circunstancias sociolaborales, como la
jubilación. Esta última produce sentimientos de frustración, ansiedad e inquietud,
pudiendo ser evitados mediante la búsqueda de nuevas actividades que tendrán
una significación social, una satisfacción personal y una estabilidad económica.

La reacción de cada persona a envejecimiento es específica de cada individuo y


depende estrechamente del tipo de personalidad anterior que tuvo el sujeto. Esta
reacción ante un estado de insuficiencia comporta un cambio de actitud que
produce inadaptaciones sociales y familiares.

No obstante, el envejecimiento también implica algo positivo, como es una


maduración espiritual. Así, las personalidades cultas y bien estructuradas se
deterioran menos cuando llegan a la vejez, y por tanto no es necesariamente una
época de desorganización y de caos. Muchas de las obras geniales de la humanidad
fueron ejecutadas en la vejez.

Los estudios sobre la senectud o vejez, en psicología evolutiva, son mucho más
escasos e incompletos que los de la infancia y la adolescencia. Hoy en día está
progresando más la investigación de este periodo de la vida.
Modificaciones del periodo involutivo

En este periodo se hace evidente el deterioro de las funciones físicas e


intelectuales, y como consecuencia se produce un cambio de afectividad.

Modificaciones físicas

Estas se inician con una insuficiencia de las actividades fisiológicas, por lo que el
organismo pierde actividad, movilidad y plasticidad. Una de las mayores
modificaciones físicas que mayor repercusión psíquica tiene es la del sistema
nervioso; debido a que se producen una serie de disminuciones progresivas: en el
consumo de oxígeno, en el peso del cerebro, en el número de células (ya que las
neuronas no se reproducen), ni en el riego cerebral.

Modificaciones psicológicas

Como consecuencia de la desorganización física en la senectud, se produce también


una desorganización a nivel de las funciones psíquicas, es decir, se produce un
deterioro en el rendimiento de estas funciones. Deterioro que se manifiesta en
diversas formas en cada una de las funciones específicas; es decir, no se muestra
una disminución de todos sus rendimientos mentales, sino solo de una parte de
ellos.

El deterioro de las funciones intelectuales (memoria, atención, razonamiento


abstracto, orientación, etc.), se hace evidente en la aplicación de los test de
inteligencia. También se hace evidente, un enlentecimiento psíquico, determinado
por los factores de tipo fisiológico y por las peculiaridades psíquicas de la vejez. Con
la edad se produce una disminución del caudal de información que el sujeto puede
utilizar en cada momento, en la medida que tiene más dificultades para recoger y
almacenar la información. Esto nos lleva a tener en cuenta la alteración de la
memoria en sus facetas de codificación, almacenaje y recuperación. El déficit de la
memoria no se suele concretar en ninguna de estas tres facetas, sino que afecta en
mayor o menor medida a todas. Se sabe que los viejos suelen presentar
dificultades para evocar los acontecimientos recientes, mientras que, por el
contrario, conservan los remotos.

La capacidad de aprender disminuye con la edad, y las alteraciones de la memoria


se manifiestan con dificultades en el aprendizaje. Por otro lado, la dificultad de
mantener la información se manifiesta también en la resolución de problemas, ya
que el rendimiento disminuye con la edad; sin embargo la perspicacia permanente.

Es difícil decidir claramente sobre la forma y cuantía del deterioro y destrucción de


las funciones psicológicas en la senectud. Pero lo que sí se puede decir que está
pasando es una desintegración de las funciones que fueron apareciendo a todo lo
largo de la evolución psicológica.

Modificaciones afectivas

El deterioro de las facultades mentales no es independiente de la forma en que el


hombre acepta su vejez, y por eso influye su afectividad y emotividad.

Si el deterioro de las funciones intelectuales está lejos de ser aclarado, mucho


menos lo está el deterioro o cambio de afectividad como consecuencia de los
procesos de involución.
En la senectud se va adquiriendo una incapacidad de adaptación emocional al
medio ambiente, con una disminución en el control de las reacciones emotivas,
aunque su sensibilidad sigue siendo extrema.

La personalidad, en la senectud, se vuelve egocéntrica, debido principalmente a la


resistencia al cambio, a su manera de ser conservadora y autoritaria, y a la
necesidad de reafirma su personalidad.

Trastornos psicopatológicos del periodo involutivo

El envejecimiento es un proceso fisiológico normal, que da lugar tarde o temprano


al estado de la senectud, que ya es propiamente patológico.

En el período de la presenectud se manifiestan trastornos del humor y del carácter


de los sujetos, con una actitud agresiva y desconfiada respecto a los demás. Se van
haciendo frecuentes las neurosis y las psicosis (especialmente, las depresiones
involuntarios debidas al climaterio).

En el periodo de la senectud la manifestación psicológica típica es la demencia senil


(pérdida o deterioro irreversible de la inteligencia). Esta se produce con diferente
cronología según los sujetos, y es resultado del envejecimiento que afecta al
cerebro.

La demencia senil se empieza a manifestar por pequeños trastornos de memoria,


por cambios de carácter, y síntomas depresivos acompañados de ideas
hipocondríacas o de vivencias angustiosas. Posteriormente se presentan
alteraciones de orientación en el espacio y en el tiempo, que pueden ser más o
menos intensas. El lenguaje, en la demencia senil, presenta tanto trastornos de
coordinación motriz como perseveraciones, automatismos, y alteraciones de las
funciones simbólicas.
Son frecuentes las ilusiones y los falsos reconocimientos en la percepción La
atención va siendo cada de más débil, perdiendo poco a poco la capacidad de
concentración.

En general, la evolución de la demencia senil se hace progresivamente más


profunda, que junto con el deterioro físico, determina un próximo final.

Aparte de la demencia, se presentan otros tipos de manifestaciones


psicopatológicos, ya que en la senectud se presentan todo tipo de conflictos
psicológicos.

BIOGRAFÍA DE JEAN PIAGET

Piaget, Jean (1896-1980), psicólogo y lógico suizo, conocido por sus trabajos
pioneros sobre el desarrollo de la inteligencia en los niños. Sus estudios tuvieron un
gran impacto en el campo de la psicología infantil y de la educación.

Nacido en 1896, en Neuchâtel (Suiza), Piaget escribió y publicó su primer trabajo


científico cuando tenía sólo diez años. Estudió en la Universidad de Neuchâtel, y
tras doctorarse en biología a los veintidós, comenzó a interesarse en la psicología,
disciplina que estudió y en la que desarrolló sus investigaciones primero en Zurich y
después en la Sorbona, París, donde inició sus estudios sobre el desarrollo de las
capacidades cognitivas. En 1955 fue director del Centro Internacional de
Epistemología en la Universidad de Ginebra, y después codirector de la Oficina
Internacional de la Educación. Murió en 1980.
En sus trabajos, Piaget distinguió cuatro etapas en el desarrollo intelectual del niño.
En el estadio sensoriomotriz -desde el nacimiento a los dos años-, el niño se ocupa
de adquirir control motor y conocer los objetos del mundo físico, pero aún no forma
símbolos de estos objetos. Después, en el periodo preoperacional, de los dos a los
siete años, el niño se ocupa de adquirir habilidades verbales y empieza a elaborar
símbolos de los objetos que ya puede nombrar, pero en sus razonamientos ignora
el rigor de las operaciones lógicas. Será después, en la etapa de las operaciones
concretas, de los siete a los doce años, cuando el niño sea capaz de manejar
conceptos abstractos como los números y de establecer relaciones. El niño
trabajará con eficacia siguiendo las operaciones lógicas, siempre que lo haga con
símbolos referidos a objetos concretos y no abstractos, con los que aún tendrá
dificultades. De los doce a los quince años vive (edades que se pueden adelantar
por la influencia de la escolarización), en la etapa operacional formal, si es que
alcanza esta etapa, porque según Piaget, no toda la población llega a este nivel, y
operará lógica y sistemáticamente con símbolos abstractos, sin una correlación
directa con los objetos del mundo físico.
Entre sus muchos escritos destacan El pensamiento y lenguaje del niño (1926),
Juicio y razonamiento en el niño (1928), El nacimiento de la inteligencia en el niño
(1954), Seis estudios de psicología (1964) y Psicología y pedagogía (1970).

CUÁNDO BUSCAR AYUDA DE UN PROFESIONAL

En muchas ocasiones, se nos hace difícil saber en qué momento es necesario pedir
ayuda o consejo de un profesional. Uno se resiste quizás porque considera que no
le van a decir nada nuevo, o que en caso de hacerlo será cómo poner en entredicho
su capacidad como padre o como adulto incapaz de resolver determinado problema.

Pedir ayuda, no sólo como padre, sino también desde cualquier rol o situación que
la vida nos plantea es una actitud de lo más madura y consciente, propia de alguien
que usa su decisión y los medios a su alcance para afrontar determinada
problemática.

Siempre llega el punto en el que no sabemos si es suficiente o no lo que nos está


ocurriendo, a nosotros o a nuestros hijos, como para consultar a un especialista;
ese punto o límite es algo totalmente individual y subjetivo, que queda marcado de
forma distinta por cada persona. Sin embargo, hay unas situaciones objetivas, que
indican claramente la necesidad de hacerlo:

 Siente que las cosas le superan como padre.

 Su hijo es caprichoso y no sigue las pautas que usted le indica.


 La relación conyugal es pobre y no hay un buen clima afectivo.
 Vd. ha vivido o está viviendo una crisis importante en la familia:
pérdida del trabajo, mudanza de vivienda, cambio de escuela, muerte
de un familiar o alguien allegado, una enfermedad grave, separación
de su pareja,....
 Su hijo tiene problemas en la escuela.
 Su hijo tiene malas relaciones con sus compañeros.
 Vd. castiga a sus hijos física y/o emocionalmente.
 Su hijo le castiga a Vd. física o emocionalmente.
 Su hijo es demasiado activo e inquieto.
 Su hijo está deprimido, ha perdido interés por la vida o ha intentado
suicidarse.
 A Vd. le preocupan demasiado los aspectos de la adopción
 A su hijo le preocupa demasiado el tema de la adopción y Vd. no se
siente capaz de tranquilizarlo.
 La conducta, personalidad y amistades del niño han cambiado de
forma drástica; quizás exista un problema de alcoholismo o drogas.
 Vd. no se siente capaz o con fuerzas para encarar determinado
problema.

El profesional está ahí para ayudarle, no para juzgar sus actitudes y


comportamientos; su función no va a ser recriminatoria pues no se trata de un juez
moral.

Alguien, especializado en el tema, y que puede valorar desde fuera lo que a Vd. y a
su familia le está ocurriendo, será quien le pueda ofrecer más elementos para
afrontar la situación que le preocupa.

¿QUÉ ES UN DIAGNÓSTICO?

El DIAGNÓSTICO es el primer paso imprescindible para conocer lo que le puede


estar ocurriendo al niño.

En una primera entrevista, los padres o tutores del niño exponen ampliamente y
con todo detalle el motivo de consulta y todos los datos relacionados con éste.

Después de esta entrevista, se inicia el primer contacto con el niño. Dos o tres
encuentros, según el caso, son suficientes para conocer al niño y su problemática,
mediante la pasación de pruebas que aportarán información relevante.

Una entrevista final con los padres, les ayuda a desangustiarse y a conocer lo que
le está ocurriendo a su hijo y la mejor forma de ayudarle.

NIÑOS HIPERACTIVOS : Cómo reconocerlos

Comencemos por definir lo que es la hiperactividad o lo que es más exacto de qué


hablamos cuando se diagnostica a un niño de déficit de atención con hiperactividad.
Para que nos entendamos, esto quiere decir que es un niño muy inquieto y al que le
falta la atención de una forma muy llamativa.

La hiperactividad de los niños es considerada como normal, cuando se produce


dentro de una etapa de la vida infantil alrededor de los dos o tres años. El que un
niño sea inquieto no tiene nada que ver con la sintomatología que hoy vamos a
abordar en esta información. La falta de atención y la inquietud constante en el
niño son síntomas que, por lo general, los padres comentan primero al médico de
atención primaria, con frecuencia alertados por los profesores y educadores.

Este trastorno ha recibido muchos nombres en el pasado, daño o disfunción


cerebral mínima, hiperkinesia, hiperactividad y déficit de atención…. Pero en
realidad todo ello engloba una alteración importante de la atención que, muy a
menudo, se da con una extrema actividad en el niño…

El porcentaje de niños con este problema se estima entre el 3 y el 5%, entre los
niños en edad escolar, siendo seis veces más frecuente en los varones.

TRASTORNOS ASOCIADOS
Además, aproximadamente, el 40% de los niños con este trastorno tienen
dificultades en el aprendizaje, lo que motiva, si no es tratado adecuadamente, el
abandono de los estudios en la adolescencia. Y casi el 50% de estos niños tienen
asociada alguna alteración psiquiátrica, sobretodo problemas de ansiedad, con
rabietas y miedos o depresión y baja autoestima, en un 20% de los casos, también
trastorno de oposición en un 25% y todo tipo de trastornos de conducta. La baja
autoestima, está presente al menos en un 25%. Presentan también mayor riesgo
de presentar conductas antisociales en la adolescencia, especialmente si se da en
familias de riesgo ( abuso de drogas, alcoholismo, violencia).

Aunque la sintomatología mejora notablemente con la edad, los síntomas pueden


persistir en la edad adulta, hasta en un 40 a 60% de los casos.

¿CUÁL ES LA CAUSA DE ESTE TRASTORNO?

Existen factores biológicos y genéticos. Entre los no genéticos podemos hablar de


complicaciones prenatales, perinatales y postnatales.

Se sabe que predispone a padecer el trastorno el consumo materno de alcohol y


drogas, incluso de tabaco... también influye el bajo peso al nacer, la anoxia,
lesiones cerebrales, etc... Los factores ambientales pueden contribuir a su
desarrollo aunque no hablaríamos en este caso de etiología pura. Las
psicopatologías paternas, el bajo nivel económico, la marginalidad, el estrés
familiar, en fin, un entorno inestable podría agravar el trastorno.

Por otra parte desde el punto de vista genético, todos los estudios inciden en que la
existencia del mismo trastorno en hermanos es de un 17 a un 41%. En cuanto a
gemelos univitelinos el porcentaje de trastorno común es hasta del 80%. Si el
padre o la madre ha padecido el síndrome sus hijos tienen un riesgo del 44% de
heredarlo.

Parece que existe una disfunción del lóbulo frontal y por otra parte desde el punto
de vista neuroquímico existe una deficiencia en la producción de importantes
neurotransmisores cerebrales. Los neurotransmisores son sustancias químicas que
producen las neuronas, es decir las células nerviosas. Para que se produzca una
buena comunicación entre las neuronas y todo funcione normalmente debe existir
la cantidad adecuada de determinados neurotransmisores que en este caso son la
dopamina y la noradrenalina. En el niño con TDAH existe una producción irregular
en estos dos neurotransmisores y, por ello, la medicación que se les da y de la que
hablaremos más adelante, está orientada a regularizar la producción de esas
sustancias...

Con los adelantos científicos actuales es posible visualizar el funcionamiento del


cerebro como vemos en esta imagen realizada por PET ( tomografía por emisión de
positrones) en la que se ven dos cerebros.

Fig. 2. Tomografía por emisión de positrones (PET)

Uno es el de un niño sin el trastorno y el otro es un niño aquejado de TDAH. La


parte roja, anaranjada y blanca del cerebro del niño sin el trastorno nos indica que
existe mucha más actividad ante una tarea que requiere atención continuada...
Falla por tanto la actividad que es necesaria para focalizar la atenció .

Es por esto básico, y dada la importancia de este trastorno, que sepamos distinguir
perfectamente un niño inquieto, de un niño con trastorno por déficit de atención
con o sin hiperactividad, para poder abordar lo antes posible el tratamiento
adecuado.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS? ¿CÓMO RECONOCERLOS?

¿ Cómo podemos saber si nuestro hijo es simplemente nervioso o presenta un


trastorno de déficit de atención? ¿ Se puede curar?

Empezaremos por ponerle un nombre que es el que se utiliza en la actualidad. Se le


denomina, trastorno por déficit de atención con hiperactividad aunque también
existen tipos de trastornos de atención sin que se evidencie un exceso de actividad.

Antes de enumerar los síntomas, tal y como han sido descritos por la sociedad
americana de psiquiatría, para considerar el trastorno como tal, hablaremos de
cómo son estos niños para sus padres: en principio y como regla general, son niños
cuyas madres siempre suelen estar, como aquella película “ al borde del ataque de
nervios”. Son niños que desde que nacen están dando la lata, no duermen bien o
lloran, o son espabiladísimos y enseguida se levantaban de la cuna… parecen muy
inteligentes porque suelen hablar mucho y con desparpajo, y aparentemente su
desarrollo ha sido normal…. Simplemente es un niño insufrible al que no podemos
llevar a ningún lado, agota a todo el mundo, desquicia a la familia y no para quieto
ni un minuto.

Cuando empieza la etapa escolar comienzan los fracasos. Los maestros se percatan
de que no presta la más mínima atención, hasta el punto de que a veces son
enviados al otorrino para realizar una audiometría porque parece estar “ sordo”.
Pasamos ahora a enumerar los síntomas que deben darse, como mínimo 6 de ellos,
y que están enumerados en el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos
mentales de la sociedad americana de psiquiatría: DSM IV.

Síntomas de desatención

 A menudo no presta atención a los detalles, tiene errores por


descuido y el trabajo escolar suele ser sucio y desordenado.
 Tiene dificultades para mantener la atención, incluso en los juegos.
 A menudo, parece no escuchar cuando se le habla directamente,
parece tener la mente en otro lugar o como si no oyera.
 No finaliza tareas escolares, pasa de una actividad a otra sin terminar
la anterior. No sigue instrucciones ni órdenes.
 Dificultad para organizar tareas y actividades.
 Evitan situaciones que exigen una dedicación personal y
concentración ( por ejemplo, tareas de papel y lápiz)
 A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades ( por
ejemplo, ejercicios escolares, juguetes, lápices, libros, etc.) y suelen
tratarlos sin cuidado.
 Se distraen con facilidad ante estímulos irrelevantes, pueden dejar
las tareas que están haciendo para atender ruidos o hechos triviales
que son ignorados por los demás (una conversación lejana, el ruido
de un coche,...)
 Son olvidadizos en sus tareas cotidianas ( olvidan el bocadillo, los
deberes, la hora del partido, etc.)

Bien hemos visto los criterios que se consideran para tener un grave problema de
atención, veamos ahora los síntomas de la hiperactividad e impulsividad que
coexiste con la falta de atención la mayor parte de las veces.

Síntomas de hiperactividad

 Suele mover en exceso manos y pies y se retuerce en su asiento.


 A menudo abandona su asiento en clase o no es capaz de estar
sentado cuando debe.
 Corre o salta en situaciones en las que resulta inadecuado hacerlo.
 Experimenta dificultades para jugar tranquilamente o dedicarse a
actividades de ocio.
 Parece estar siempre en marcha, como si tuviera un “ motor”.
 A menudo habla excesivamente.
 Dan respuestas precipitadas, antes de que las preguntas se acaben
de formular.
 Puede tener dificultades para aguardar su turno en cualquier
situación.
 También suele entrometerse o entorpecer los asuntos de los demás,
tocan cosas que no deben, hacen payasadas…

Según el DSM IV existen varios subtipos de TDAH, según predomine la


desatención o la hiperactividad:
· Tipo predominantemente COMBINADO: Cumple los criterios de atención y de
hiperactividad.
· Tipo predominantemente HIPERACTIVO: Cumple los criterios de hiperactividad
pero no llega a los necesarios de falta de atención.
· Tipo predominantemente DE ATENCIÓN: Cumple al menos seis de los criterios de
déficit de atención, pero no los de hiperactividad.
El más común es el combinado y, en las niñas, parece predominar el de inatención.

En los tipos combinados, la hiperactividad e impulsividad hacen que, con bastante


frecuencia, sufran accidentes, puesto que no son capaces de calibrar los peligros de
sus acciones. (Cruzar en rojo, patinar en terrenos no adecuados, lanzarse con la
bici por una cuesta muy empinada, etc.)

Esta falta de atención y exceso de actividad suelen producir también problemas


graves en el aprendizaje, aunque su capacidad intelectual sea normal o superior, y
precisamente ese fracaso escolar, suele ser el principal motivo por el que acuden a
consulta.

Veamos ahora algunos de los síntomas que presentan en la evaluación de su


aprendizaje.

Síntomas de dificultades de aprendizaje

 Variabilidad. Son niños que tienen amplias variaciones en sus


respuestas, son los típicos niños de los que se dice “puede hacerlo
porque ayer realizó perfectamente esa tarea, cuando hoy es un
desastre”.
 Retraso psicomotor, que varía desde la simple torpeza motriz
hasta “ dispraxias “ importantes, es decir problemas en las nociones
de su esquema corporal, del tiempo y del espacio. Dificultades que se
agudizan cuando tiene que realizar algo con ritmo.
 Trastorno del lenguaje de tipo expresivo, con vocabulario
limitado y dificultades a la hora de expresarse. Problemas en el área
de lectura. Dislexia.
 Dificultades en la grafía, en la escritura: disgrafía y disortografía,
porque existe una deficiente coordinación entre lo que ve y el
movimiento manual, es decir, suelen presentar incoordinación
visomotriz . Su escritura es torpe, con tachones, desordenada, su
ortografía con múltiples faltas y confusiones...

Es evidente que, con todos estos trastornos, son niños que también presentan
problemas emocionales. No es raro que tengan un comportamiento social
indiscreto, sin freno, y molesto. Este descontrol, casi constante, genera
desconfianza e irritación en padres y maestros, así como rechazo de los hermanos y
compañeros… lo que hace que pueda ser un niño aislado.

Veamos ahora las características personales que presenta y que pueden ayudarnos
a seguir clarificando este síndrome…

Síntomas personales

 Emotividad muy variable, cambian frecuentemente de humor,


pueden pasar de la risa al llanto con cierta facilidad.. son explosivos,
de rabietas constantes.
 Acentuados sentimientos de frustración, baja tolerancia ante los
problemas. Insiste una y otra vez en que se realicen sus peticiones.
 Problemas de relación con los compañeros. Desadaptación social.
 Problemas de ansiedad, agresividad, oposición, disconformidad…
 Algunos de ellos presentan enuresis ( pis nocturno).

Bien, una vez descritas las características que pueden presentar, aunque
evidentemente no todos los niños tienen todas las alteraciones, se puede
comprender perfectamente que sean niños que suelen ser el punto central de las
discusiones familiares, puesto que son niños que “desquician“ fácilmente y no
siempre se sabe como tratarlos, por lo que se producen constantes enfrentamientos
en la familia.

La falta de atención que pone en tareas que requieren un esfuerzo suele


interpretarse como pereza y además en ocasiones podemos encontrarnos con niños
que tienen el trastorno, pero que son capaces de estar sin síntomas en una
situación nueva, cuando existe mucho control, o ante actividades muy interesantes
(como los videojuegos), lo que hace que sus padres piensen que el comportamiento
anómalo es voluntario, “que para lo que le interesa sí que se fija” y esto complica
aún más el problema. Estos padres no saben que existe una importante deficiencia
del autocontrol, que tiene base neurobiológica, como ya hemos visto
anteriormente.

Hay pues que armarse de paciencia y saber que el trastorno, que es acusadísimo en
la primera parte de la infancia, suele ir mejorando con la edad, aunque existen aún
alteraciones en la vida adulta, casi en una tercera parte de los casos.

Como ya hemos dicho, en la población infantil aproximadamente cinco de cada cien


niños presentan este trastorno, aunque desgraciadamente la mayoría no son
diagnosticados, y por ello se les trata como niños torpes, maleducados,
consentidos, o simplemente caracteriales. Se les clasifica como niños con
problemas de conducta, cuando en realidad son niños que necesitan un tratamiento
especial y, sobretodo y principalmente, un diagnóstico adecuado que arroje a
padres y profesores una luz para que estos niños se sientan menos culpables de su
falta de control…

¿Quiénes deben realizar el diagnóstico y cómo tratarlo? En principio, el diagnóstico


y el tratamiento deben ser multidisciplinar. El examen de un psicólogo, y de un
psiquiatra o neurólogo es imprescindible, porque las áreas que estos profesionales
abarcan son básicas para reeducar un síndrome de déficit de atención con
hiperactividad.

TRATAMIENTOS

A) Farmacológico:

El tratamiento pues, puede ser farmacológico, como hemos visto antes y de


orientación psicológica, con la finalidad de conseguir una reducción de la
hiperactividad y un tratamiento adecuado para modificar las conductas impulsivas e
incrementar la atención. El tratamiento farmacológico que debe prescribir un
neurólogo o psiquiatra y que se está utilizando para estos niños es el metilfenidato
( el famoso Rubifén o Ritalín), la dextroanfetamina ( Dexedrina ) y la pemolina
magnésica como (Cylert) pero estos dos últimos no están disponible en España.
Todos estos medicamentos facilitan la acción de la dopamina y de la noradrenalina
( los dos neurotransmisores implicados en el trastorno) y por ello actúan de
inmediato.

Hablaremos pues del metilfenidato: Los efectos del Rubifén, son inmediatos y
empiezan a notarse a los 30 o 60 minutos tras la ingesta y comienza a disminuir
unas 3 a 6 horas después de haber tomado la pastilla. Quiere esto decir que se
requiere la administración continuada del medicamento con las pautas que
establezca su terapeuta. No es aconsejable medicar a un niño menor de seis años,
aunque se han tratado niños de tres años cuya sintomatología era muy grave y el
beneficio de la terapia farmacológica era imprescindible.
Se ha hablado mucho de este tipo de tratamiento y digamos que en España, y más
concretamente en Asturias, siguen existiendo reticencias por parte de muchos
profesionales para recetar los fármacos, que desde luego no son la panacea del
tratamiento pero que nos facilitan la tarea cuando tenemos que seguir una
reeducación y un tratamiento psicológico con estos niños.

Se insiste mucho en los efectos secundarios y la posible adicción a la medicación.


Bien pasemos a describir los que ocasiona el metilfenidato:

 Insomnio, cuando la dosis se da demasiado tarde.


 Puede haber pérdida de apetito.
 En ocasiones puede ocasionar dolores de cabeza.
 Molestias gástricas.

Estos dos últimos más leves.

La medicación se debe dar en pautas de dos o tres veces al día, dependiendo de la


respuesta del niño a la medicación que deberán evaluar en un seguimiento
semanal, los padres, profesores y el terapeuta. Normalmente el esquema de
medicación es de 8 mañana, 11 de la mañana y antes de comer a las 14 o 15. Se
establece la dosis óptima que se mantiene todos los días de colegio en el caso de
que no presente problemas de conducta importantes en casa, y si no también
deben darse los fines de semana, tratando de dar la medicación discontinua,
cesando durante las vacaciones escolares. Por otra parte está demostrado que esta
clase de medicamentos no crean adicción física siguiendo las orientaciones del
médico, como sucede con otras muchos fármacos.

Cerca de un 20% de los niños pueden dejar la medicación al cabo de un año,


puesto que además se supone que se ha trabajado con ellos desde el plano
psicológico.

B) Tratamento psicopedagógico

Tiene tres grandes frentes, que deben conocerse perfectamente para poder trabajar
sobre las diferentes áreas y conductas.

FAMILIA - PROFESOR - TERAPEUTA

Veamos las pautas que un niño con TDHA necesita en la familia.

Pautas FAMILIARES para un niño con TDHA

La familia deberá :

 Tener normas claras y bien definidas.


 Dar órdenes cortas y de una en una.
 Propiciar un ambiente ordenado y muy organizado, sereno y sin
gritos.
 Reconocer el esfuerzo realizado por el niño. Aumentar su autoestima.
 Evitar ser superprotectora y no dejarse manipular por sus caprichos.
 Cumplir siempre los castigos y las recompensas ante sus acciones.
 Darle pequeñas responsabilidades.
 Aceptarle tal y como es.
 Saber que el trabajo es mucho y que se necesita mucha constancia.
 Fomentar sus puntos fuertes, sus facultades.

Pautas ESCOLARES para un niño con TDHA

El profesor deberá :

 Ser un profesor que comprenda y asimile el trastorno del niño, que


se informe sobre él.
 Sentarle en el lugar adecuado, lejos de estímulos, enfrente de él,
entre niños tranquilos.
 Darle órdenes simples y breves. Establecer contacto visual con el
niño.
 Darle encargos una vez que haya realizado el anterior, no dejar que
deje las cosas a medio hacer.
 No se le puede exigir todo a la vez, se debe desmenuzar la conducta
a modificar en pequeños pasos y reforzar cada uno de ellos: si
comienza por acabar las tareas, se le felicita para conseguirlo, luego
que lo intente con buena letra y se valorará, más tarde que el
contenido sea también correcto. Pedirle todo a la vez, le desmotivará
porque no puede realizarlo.
 Alternar el trabajo de pupitre con otras actividades que le permitan
levantarse y moverse un poco.
 Enseñarle y obligarle a mantener el orden en su mesa.
 Hacer concesiones especiales, darle más tiempo en los exámenes,
indicarle cuando se está equivocando por un descuido, o facilitarles
un examen oral de vez en cuando para que descanse de la escritura,
etc.
 Darle ánimos continuamente, una palmada en el hombro, una sonrisa
ante cualquier esfuerzo que presenta, por pequeño que sea. Premiar
las conductas positivas es imprescindible, haber atendido, levantar la
mano en clase, intentar buena letra, o contestar sin equivocarse son
conductas a reforzar en el niño hiperactivo, dicho refuerzo puede ser
con privilegios de clase ( borrar la pizarra, repartir el material, hacer
recados, lo que además le permite moverse que es lo que necesita),
o bien dedicarle una atención especial, reconocimiento o halago
público: comentarios positivos en alto, o en privado a otro profesor
para que lo oiga el niño, notas para casa destacando aspectos
positivos, una felicitación de la clase, un trabajo en el corcho, etc...
 Evitar humillarle o contestarle en los mismos términos. Evitar insistir
siempre sobre todo lo que hace mal.
 Tener entrevistas frecuentes con los padres para seguir su evolución.

Pautas TERAPEÚTICAS para un niño con TDHA

El terapeuta deberá:

 Orientar a los padres acerca del trastorno que padece su hijo.


 Darles pautas de conducta y actuación con su hijo.
 Reeducar las dificultades de aprendizaje asociadas ( dislexias, falta
de memoria, discalculalias, disgrafías, etc)
 Entrenarle en la resolución de problemas..
 Entrenarle en habilidades sociales puesto que suele presentar
problemas con los demás.
 Entrenarle en técnicas de relajación...
En general estos niños solo necesitan que seamos conscientes de sus dificultades,
de sus limitaciones, que sepamos, ya que el déficit de atención con hiperactividad
es una entidad propia, con la sintomatología que acabamos de describir y, sobre la
que aún, se están publicando contínuos estudios, puesto que aún nos queda mucho
por descubrir acerca de sus bases biológicas, la influencia del entorno y las
posibilidades terapéuticas, pero creo que lo fundamental es que se reconozca el
síndrome como tal.

Las familias que suelen estar desorientadas al principio, deben observar sin
alarmismos innecesarios el comportamiento de su hijo, si les preocupa realmente, y
realizar un diagnóstico precoz que facilitará el tratamiento posterior. Para ello,
existe una asociación de reciente creación que puede orientar y poner en contacto a
las distintas familias que de esta forma se sienten más comprendidas y escuchadas
y desde luego, menos solas...

EL HIJO DE PADRES SEPARADOS

Dado el elevado número de separaciones entre parejas que se producen hoy en día,
son muchos los niños afectados por esta situación. Esta situación ha dejado
de ser excepcional para pasar a ser bastante habitual.

Además del shock emocional para los padres que supone una ruptura sentimental,
éstos cargan con el miedo de cómo toda esa situación repercutirá en sus
hijos.

Las consecuencias que sufre el hijo de padres separados estará más relacionado:
- con las desaveniencias familiares previas y asociadas a la separación
- y con el papel que hacen jugar al niño en la separación
más que con la propia separación.
Esto, junto con la edad y la madurez del propio niño condicionarán la forma
cómo esta separación influirá en su desarrollo.

POSIBLES REACCIONES DEL NIÑO

- Reacción de ansiedad, e incluso angustia, durante el conflicto y tras la


separación de los padres. Suelen sentir miedo.

- Lloran a menudo y esto les tranquiliza. Hay que acompañarles en ese momento,
y favorecer esa expresión del dolor que sienten.

- Insisten una y otra vez en el deseo de que los padres vuelvan a estar juntos.
Hasta que no aceptan que esto no es posible, se muestran muy tristes e infelices.
Acabarán aceptando que esto no es más que una fantasía.
- Algunos se acuerdan del otro progenitor, cuando el que está con ellos les regaña;
y desean tanto estar con el otro, que incluso pueden llegar a pensar en escaparse
de casa. Llegan a idealizar más al otro progenitor, al ausente, pues sólo
recuerda los buenos ratos pasados con éste.

- Probablemente, aparezcan trastornos en el sueño y en la alimentación

COMO INFLUYE LA EDAD Y MADUREZ DEL NIÑO

- Cuanto más pequeño es el niño, dispone de menos mecanismos para elaborar


lo que está pasando. En consecuencia ,suelen aparecer manifestaciones de ello a
través del cuerpo: molestias abdominales, vómitos, dolores de cabeza,...

- Cuando el niño es algo mayor puede sentirse la causa de dicha separación y,


por tanto, sentir gran culpabilidad. Suelen aparecer depresiones con fases más
agresivas, repercusiones en el rendimiento escolar, regresiones a edades anteriores
(vuelven a surgir comportamientos anteriores, de más pequeños,...),...

- En niños ya más mayores, suele desarrollarse una hipermadurez en parte


positiva, pero a la vez peligrosa que pretende sustituir al progenitor ausente.

MENSAJES CLAVES PARA RECORDAR AL NIÑO

- La decisión de separarse es exclusivamente de los padres. Ellos han


tomado esta decisión porque creen que es lo mejor para todos los componentes de
la familia. Los hijos no han tenido nada que ver en esta decisión.

- Los padres no se han separado porque el niño se haya portado mal, pues
otras veces lo ha hecho y no ha ocurrido así.

- Resaltar al niño cuántas personas se preocupan por él (abuelos, amigos,


profesores,...) y desean que sea feliz. Por tanto, ha de borrar ese miedo que
siente a ser abandonado, a quedarse sólo. Cuenta con el cariño de más personas.

- Seguirá disponiendo de ambos padres, en todos los aspectos que él precise,


aunque ya no vivan juntos.

- Siempre que le preocupe algo o se sienta mal, podrá hablar con los
padres; ello le hará sentirse mejor.

- Aunque los padres se hayan separado, el niño puede igualmente amar y


ser amado; no tiene por qué repetirse esa situación siempre.
- Los padres demuestran su amor de muy diversas maneras. Pero puedes
sentir que tus padres te siguen queriendo si intentan estar contigo todo el tiempo
que pueden, si te ayudan cuando lo necesitas y si te escuchan.

MENSAJES CLAVES PARA LOS PADRES

- No caer en la sobreprotección del hijo por pena; se le ha de seguir tratando


como a un niño "normal" de su edad. Si no "no le ayudaremos a crecer", acabará
comportándose de forma inmadura y más infantil de lo que le corresponde.

- Todas las personas tienen virtudes y defectos; también los padres. Hablar
con el niño del otro progenitor con argumentos reales, sin caer en la ficción.

- Es preferible que, los días de encuentro, no se llenen excesivamente con


actividades, pues si se ocupa el tiempo en hacer demasiadas cosas, no hay tiempo
para charlar, comunicarse,...

- Los puntos más conflictivos de los padres tras la separación suelen ser: los hijos,
el dinero y las nuevas relaciones. Intente ser objetivo y no intentar poner al hijo de
su parte. Hay que intentar solucionar estas cuestiones, sin involucrar a los
hijos.

- Es preferible para los niños, que vuelva a constituirse una familia


compuesta por hombre y mujer, aunque uno de ellos no sea el verdadero
progenitor; ello reparará los vínculos dañados, aunque requerirá tiempo la
aceptación de esa nueva situación por parte de todos.

TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO

EL NIÑO QUE MEL NIÑO QUE MIENTE

El niño suele mentir como resultado de un sentimiento de frustración.

Hasta los 4 años, el niño suele comportarse con el fin de complacer a los padres;
de ahí, que el realizar algo que se sabe no va a gustar, se omite, no se cuenta.

Es alrededor de los 6-7 años, cuando el niño ya tiene conciencia de haber


mentido y se siente mal por ello, aunque no se le haya descubierto.

Razones por las que un niño suele mentir:

- por imitar a los adultos: El niño se da cuenta que los adultos mienten cuando
les interesa:

- para complacer a alguien

- para no hacerle daño,... Para el niño esto se va a ir convirtiendo en algo


natural, que cree poder utilizar a su conveniencia tal y como ha observado en los
demás.
- por predisposición en su personalidad: encontraremos diferentes reacciones
según el carácter del niño. Si es tímido o si es un niño con muchos miedos, lo que
hará será negar las cosas. El niño exaltado, las exagerará. Precisarán diferente
trabajo terapéutico:

- al niño tímido se le estimulará más, se hablará con él para que al "conocer" esas
cosas que le producen tanto miedo se sienta con más dominio sobre ellas.

- al niño exaltado se le intentará relajar mediante ejercicios de descarga


psicomotriz o mediante alguna actividad deportiva; y se atenderá con detalle a sus
fantasías, haciéndole ver que no son más que eso o que sólo una parte de éstas se
ajustan verdaderamente al mundo real.

- para llamar la atención, pues se siente poco atendido: la mentira más


frecuente suele ser el inventar una dolencia (se trata de algo diferente a los
trastornos psicosomáticos, pues aquí el niño en realidad no sufre enfermedad
alguna). Los padres deberán intentar dar al niño el afecto que reclama y dedicarle
más tiempo.

- para evitar un castigo: la mayoría de las mentiras vienen producidas por este
miedo. Suele responder a unos padres demasiado rígidos y moralizadores, y a un
hijo con miedo de perder el amor de éstos. Es conveniente averiguar qué imagen
tienen estos hijos de los padres, pues a veces es muy distinta de la que creemos.

- por vanidad o "chulería": generalmente se produce porque el niño quiere


agradar a los padres, sabiendo cuánto valoran éstos las apariencias. IENTE EL

- por no tener la capacidad de distinguir entre lo real y lo imaginario: este


caso precisa de psicoterapia, ya que este tipo de niños no tienen conciencia de que
están mintiendo; significa que está anclado en fases anteriores de su desarrollo o
que está perdiendo contacto con la realidad.

De acuerdo a las capacidades evolutivas del niño, es conveniente buscar la manera


de enseñarle sobre la honestidad, a identificar lo real de lo imaginado,... y
sobre todo, intentar ser un buen ejemplo.

Se felicitará siempre la veracidad de lo explicado, y una vez el niño miente , antes


que reñirle, es necesario averiguar los motivos que le han llevado a mentir.

EL NIÑO QUE ROBA


EL NIÑO QUE ROBA

El robo también suele producirse como resultado de un sentimiento de


frustración.

Cuando el niño se inicia en esta conducta, fácilmente la convierte en un


hábito, pasando de pequeños hurtos en casa a robos cada vez mayores.

Algunas de las causas por las que un niño, al que no le falta nada, roba son:

- por impulso, actúa sin reflexionar: desea un objeto y su egocentrismo no le deja


darse cuenta de que deja a otra persona sin ese objeto.
- por culpabilidad (para que le castiguen)

- para tomar protagonismo ante compañeros,...

- para compensar el sentimiento que tiene de carencia afectiva o de abandono

- por agresividad, únicamente para perjudicar al dueño de aquel objeto, aunque


despúes dicho objeto sea destruido o regalado.

En cuanto se observen indicios de esta conducta, los padres deben actuar, no


deben dejar lo sucedido en algo ignorado. No debe culpabilizarse al niño:
"malo" no es el niño, sino la acción de robar que ha realizado. Se hablará
sobre lo sucedido, sobre cómo poder reparar el daño realizado y, si es posible,
pedir disculpas a la persona afectada.

Según la gravedad o la persistencia de esta conducta se hará precisa la


intervención de un psicólogo infantil

EL NIÑO AGRESIVO

Las primeras conductas consideradas realmente como agresivas aparecen


entre el 2º y 3er año de vida cuando se siente frustrado por no ver cumplidos
sus deseos; entonces, el niño araña, muerde, pega,...

Antes de esta edad, lo que muestra el niño es rabia, mediante pataletas y gritos.

Es a partir de los 4 años, cuando esta agresividad pasa a ser expresada


verbalmente.

Esto ocurre en el desarrollo normal de todo niño. Lo que sucede es que algunos
continúan mostrándose agresivos, y esto sí que se convierte en una conducta
problemática. El grado de agresividad, la edad de aparición, así como su
permanencia en el tiempo hará determinar la intervención de un psicólogo
infantil que abarque el problema desde su globalidad.

Generalmente, tras este comportamiento hay una baja autoestima, un ser que
lucha por autoafirmarse y/o la expresión de un exceso de tensión o angustia que
no encuentra otra vía de escape. Para unos, la agresión es una forma de dominar
al grupo y para otros es imitar lo que han visto o vivido en casa,...

Para lograr algún cambio en dicho comportamiento, habrá que incidir


directamente sobre las causas que lo originan, además de educarle en el
control de sí mismo.

Al hablar de agresividad nos referimos tanto a la agresividad física como a la


verbal, y tanto a la autoagresividad como a la agresividad contra los demás. Tanto
el comportamiento autodestructivo como el de agresividad contra los demás
pueden llegar a resultar muy peligrosos; de ahí, que no deben ignorarse, ni se
puede esperar a que se resuelvan por sí solos.

AGRESIVIDAD CONTRA LOS DEMAS

Cuando un niño se muestra una conducta agresiva contra los demás, se le


apartará del grupo, provocando en él una reflexión, sin reñirle ni culparle, y
haciendo que continúe su juego sólo hasta que decida volver a integrarse al
grupo con otra actitud más adecuada.

Encontramos en este grupo también a los niños que:

- juegan continuamente con fuego

- dañan a los animales .

Son casos que requieren una rápida intervención, pues están poniendo en peligro
su propia vida y la de los demás.

AUTOAGRESIVIDAD (Suicidio, Autolesionarse,...)

- El suicidio es algo poco frecuente en niños menores de 10 años; lo es más


en las edades cercanas a la adolescencia.

Signos preocupantes son:

- el mostrarse "especialmente triste"

- perder interés por las cosas que le rodean

- perder el apetito

- alteraciones del sueño (en exceso o en defecto)

- decir cosas negativas sobre sí mismo.

Estos datos deben alertarnos, y hacen necesario buscar las causas


(hablando con el propio niño).

La mayoría de los casos requerirán un trabajo más profundo por parte de


un especialista infantil, e intervenir de forma rápida mediante un
tratamiento.

TRASTORNOS PSICOLOGICOS DEL LENGUAJE


El lenguaje es una acto social, resultado de la intervención de diversos factores:

- los estímulos del medio

- la inteligencia del niño

- la afectividad o mundo emocional del niño (un niño no atendido,


rechazado..., puede abocarle a un mundo cerrado, de incomunicación).

Sabemos que cada niño sigue su propio ritmo; así también lo hace en el lenguaje,
pero hay una serie de signos que será conveniente observar pues nos alertarán
de que algo no marcha bien:

- que un bebé sea silencioso y no balbucee durante los primeros meses.

- que entre los 12 y 24 meses no comprenda órdenes sencillas (señalar con el


dedo algo que se le nombra, negar con la cabeza, decir adios con la mano,...) ni
desarrolle una jerga (un habla) espontánea.

- que, alrededor de los 2 años, no pronuncie palabras parecidas a las del


lenguaje establecido.

- que sobre los 3 años y medio, su habla no pueda ser entendida por personas
que no forman parte de su núcleo familiar.

Si un niño de 2 años y medio no habla es importante discriminar:

- si comprende el lenguaje, lo que se le dice.

- si puede haber alguna lesión neurológica, sensorial ( de la audición, sobre todo)o


motriz (ha de poder "hacer" lo que oye)

DISLALIAS
Es un trastorno o alteración en la articulación de los fonemas o sonidos:
bien sea porque se omiten algunos de ellos o porque se sustituyen por otros.

Tipos:

- Dislalia evolutiva: propia del desarrollo evolutivo del niño. Se considera dentro
de lo normal, pues el niño está en proceso de adquisición del lenguaje y los errores
se irán corrigiendo progresivamente.

- Dislalia funcional: no se encuentra causa física ni orgánica en esas alteraciones


de articulación. Puede cometer diferentes tipos de errores: de sustitución
(sustituir un fonema por otro), de omisión (no pronunciarlo), de inversión
(cambiarlo por el siguiente) y de distorsión.

- Dislalia audiógena: la alteración en la articulación de fonemas se produce por


una deficiencia auditiva.

- Dislalia orgánica: la causa puede estar en los órganos del habla (disglosias) o por
una lesión cerebral (disartrias).

DISFASIAS

No hay mucho acuerdo sobre su definición.

Se aplica a aquellos niños con un trastorno severo del lenguaje, tanto en la


comprensión como en la producción y cuyas causas no se explican por
problemas sensoriales, intelectuales,neurológicos.

Suelen ir asociadas a otros trastornos (atención dispersa, aislamiento,...)

AFASIAS

Trastorno del lenguaje producido por alguna lesión cerebral, despúes de


que el individuo haya adquirido el lenguaje

Hay diferentes tipos según donde se localice la lesión.

DISFEMIA O TARTAMUDEZ

Consiste en la dificultad de mantener la fluidez normal del habla, dando


lugar a la repetición rápida de sonidos y/o sílabas, provocando bloqueos al
intentar pronunciar una palabra.

- Suele acompañarse de otros movimientos corporales (parpadeo, muecas,


balanceo de brazos,...) que pretenden encontrar ayuda para superar el bloqueo
verbal.

- Desaparece espontáneamente en la mayoría de los casos; responde a una


tensión propia de entre los 2 y 5 años (edad en la que suele hacer su aparición).

- No inquietarse con el niño, sino darle confianza e intentar relajar su tensión.


- Los tartamudos no siempre tartamudean; pero una vez se ha iniciado el trastorno,
saben con antelación qué palabra les causa el problema y eso puede provocar aún
más ese rasgo.

- La actitud más correcta estaría en ignorar el tartamudeo temprano del niño,


pues cuanta más conciencia tenga éste de su tartamudez, es más fácil que el
problema empeore. Se le hablará correctamente, con paciencia, sin terminar
las frases que el niño inicie, ni interrumpirle. Y favorecer un clima de
tranquilidad y relajación (sin prisas), cuando se entable conversación con él.

- Si el tartamudeo es grave o no mejora, habrá que buscar la ayuda de


algún especialista infantil.

FARFULLEO

Se trata de una alteración en la fluidez del lenguaje, en la que el individuo


habla a gran velocidad, articulando desordenadamente.

A veces se confunde con la tartamudez.

TRASTORNOS PSICOLOGICOS DEL SUEÑO

Muchos de los trastornos del sueño son secundarios a otros trastornos, pero
pueden acabar agravando el problema principal.

TRASTORNOS DEL SUEÑO EN EL LACTANTE

Aunque estos trastornos son, generalmente, "benignos" no deben ser


subestimados, pues pueden ser inicio de trastornos de mayor amplitud.Hay
variaciones importantes en cuanto al nº de horas de sueño que un bebé necesita:
suele ser alrededor de 17 horas, y al final del año de unas 15 horas.

Durante los 3 primeros meses, las interrupciones nocturnas suelen ser frecuentes
hasta que poco a poco vayan estabilizándose sus ritmos de sueño.

- Se evitará sobreestimular al bebé durante la vigilia, sobre todo, en momentos


cercanos a la hora de dormir.

- Se cuidarán las condiciones externas: luz, ruidos, calor,...


- Y la madre, con sus cuidados "arropará" afectivamente al niño para que éste
pueda abandonarse al sueño sin miedos.

El trastorno, propiamente hablando, más común es aquel en el que el bebé


duerme períodos de corta duración, seguido de despertares frecuentes,
con lloros. Ello altera la vida familiar de forma importante.

Para poder incidir sobre este trastorno, habrá que revisar qué hace el bebé
durante el día pues, generalmente, en la mayoría de estos casos se dan
condiciones poco favorables para que se establezca un adecuado período
de descanso.

PROBLEMAS AL ACOSTARSE

El niño, en cuestión, muestra resistencia a acostarse por diferentes motivos


(miedo a la oscuridad, miedo a no despertarse, por sentir inseguridad cuando está
solo, por preferir la compañía y la atención de los padres,...), siempre recurriendo a
excusas y/o a conductas manipuladoras. Mientras el niño va consiguiendo alargar el
momento, va consiguiendo dosis suplementarias de atención y retrasando la
angustia que le produce la separación.

Es conveniente e idóneo atajar este problema antes de que se produzca, y la


forma de hacerlo es no transigir en el momento de ir a la cama.

Si esto ya se ha convertido en un problema habrá que establecer todo un plan:

- decidir y señalar en qué momento preciso el niño debe acostarse.

- establecer, en los momentos previos al acostarse, rituales que den


seguridad al niño (es decir, hacer cosas que vayamos repitiendo cada día y
que le vayan mentalizando de que se acerca la hora de dormir: leer un
cuento, coger su muñeco preferido,...) pero sabiendo cómo poner punto y
final y no dejar que también se alarguen incansablemente.

- procurar evitar actividades o juegos demasiado excitantes y activos en


los momentos previos de acostarse.

- y, en ocasiones, sería conveniente ofrecer alguna pequeña recompensa al niño


por haber cooperado en el momento de acostarse.
DESPERTAR A MEDIANOCHE

Si se produce de manera ocasional, no constituye ningún problema; sí lo será en


el momento en que se convierta en un hábito.

El bebé que se despierta a medianoche porque está mojado, tiene hambre o le


duele algo no se le puede, en absoluto, ignorar y habrá que proceder como
convenga.

Si el niño es ya mayor deberá observarse el motivo que siempre envuelve a esas


interrupciones del sueño (a quién llama, qué pide, respuestas que obtiene,...), y
con esta información establecer un plan que podrán establecer los propios padres
o con ayuda del especialista infantil.

TERRORES NOCTURNOS

Cuando hablamos de terrores nocturnos no nos referimos a sueños que producen


miedo, sino a etapas del sueño en las que al niño le cuesta pasar del sueño
profundo al superficial.

El niño no los recuerda, y poco se puede hacer para ayudarle durante ese terror; se
esperará a que acabe, abrazándolo y calmándolo hasta que vuelva a la realidad.

En principio, no son algo significativo. Sí sería conveniente acudir al especialista, si


se dieran con mucha frecuencia y/o se convirtieran en algo muy molesto.

PESADILLAS

Se trata de reacciones de miedo ante los sueños desagradables; estas


reacciones pueden llegar a ser aterradoras. Normalmente, responden a
sentimientos de inseguridad, preocupaciones, miedos,...

Lo mejor es despertarle y tranquilizarle. El niño recordará su sueño.

Durante el día, puede hablarse sobre ese sueño, con el fin de ir calmando esos
miedos.

Aparecen con mayor frecuencia en niños inseguros y ansiosos, que se preocupan


mucho por las cosas.
SONAMBULISMO

El niño, sin despertarse, se levanta de la cama y deambula por la casa.


Se trata de una alteración del sueño, donde los mecanismos encargados de la
relajación y la inmovilidad que, normalmente, se produce durante el sueño, son
inmaduros y no actúan.

Suele mejorar espontáneamente, aunque cabe la posibilidad de tratamiento


médico.

INSOMNIO

Es la dificultad de conciliar el sueño o, de que una vez conciliado, el niño se


despierta y no puede volver a dormirse

Habrá que descartar si se está tomando alguna mediación que pueda estar
provocándolo.

A partir de esta eliminación, será conveniente valorar de forma más profunda las
circunstancias individuales que rodean al niño en cuestión, y establecer un
tratamiento.

HIPERSOMNIA

Es la tendencia a dormirse durante todo el día.

Habrá que descartar en primer lugar, si alguna medicación pudiera estar


provocando este trastorno,y consultar por ello al especialista.

TRASTORNOS DE LA ALIMENTACION
COLICOS IDIOPATICOS DEL 1ER TRIMESTRE

Suelen aparecer en el recién nacido poco despúes de volver de la clínica.


Es "un sufrimiento digestivo" que aparece despúes de la toma de alimento
o durante la misma; el niño romperá a llorar de forma brusca, moviéndose
y encogiendo las Suelen aparecer en el recién nacido poco despúes de volver de
la clínica.
Es "un sufrimiento digestivo" que aparece despúes de la toma de alimento
o durante la misma; el niño romperá a llorar de forma brusca, moviéndose
y encogiendo las rodillas sobre su vientre.

Posibles causas:

- por parte del neonato, la tendencia a la hipertonicidad (sus tensiones internas


quedan reflejadas en su cuerpo de este modo) en los músculos de su cuerpo (los
del abdomen son uno de ellos).

- y, por parte, de la madre que se muestra excesiva y angustiosa al interpretar


ese llanto del bebé como hambre, sobrecargando de ese modo su aparato digestivo
y aumentando así las causas de la tensión.

Suele desaparecer al 3er mes, quizás porque el bebé encuentra otras vías de
descarga a sus tensiones.

Puede encontrar alivio con el movimiento de mecerlo o acunarlo, con el


contacto de la madre y con el chupete.

VOMITOS PSICOGENOS

Son aquellos vómitos que acompañan a reacciones emocionales intensas o a alguna


conducta de oposición.

ANOREXIA NERVIOSA DEL 2º TRIMESTRE

Suele aparecer durante el 2º Semestre, frecuentemente entre los 5 y 8 meses.


Puede aparecer bruscamente o de forma progresiva.

El niño muestra rechazo (actitud de oposición) o desinterés por la comida


(deja que su madre "se la embuche").
Puede surgir como algo reactivo al cambio de alimentación, al destete que se
suele iniciar sobre la edad indicada; ello acompañado de una actitud de acoso
por parte de la madre, que se angustia al ver que el niño no come y aún se
obsesiona más con el tema.
Entonces, para el niño, la comida deja de ser la simple ingesta de alimento
para pasar a ser un episodio de angustia de la madre que traspasa al niño,
la cual pierde la disponibilidad para ello y recurre a cualquier técnica (chantaje,
amenaza,...) para lograr introducir en la boca del niño algo de comida.

No forzar el apetito del niño. Hacer una valoración de las actitudes y


circunstancias que rodean a cada acto de comer para poder reorientar la
situación, y tranquilizar a la madre.

introducir en la boca del niño algo de comida.

No forzar el apetito del niño. Hacer una valoración de las actitudes y


circunstancias que rodean a cada acto de comer para poder reorientar la
situación, y tranquilizar a la madre.

ANOREXIA NERVIOSA

Hay una notable alteración de la percepción de la propia imagen corporal,


que lleva al/la paciente a no comer, no por perder el apetito, sino por un
miedo intenso a engordar; a pesar de estar delgadísimas, hablamos en
femenino, pues en su mayoría las pacientes son mujeres, se quejan de "estar
gordas".

Esto les lleva a combinar, en algunos casos, episodios de bulimia (de ingesta
descontrolada de alimentos, con la posterior provocación

Hay una notable alteración de la percepción de la propia imagen

corporal, que lleva al/la paciente a no comer, no por perder el apetito, sino
por un miedo intenso a engordar; a pesar de estar delgadísimas, hablamos en
femenino, pues en su mayoría las pacientes son mujeres, se quejan de "estar
gordas".

Esto les lleva a combinar, en algunos casos, episodios de bulimia (de ingesta
descontrolada de alimentos, con la posterior provocación de vómitos, toma de
laxantes y/o diuréticos,... ya que no han perdido el apetito.

En los casos más graves, este cuadro va acompañado de otros síntomas físicos:
hipotensión, estreñimiento, pérdida de caracteres sexuales secundarios,
alteraciones en la piel,...

Es muy conveniente ponerse en manos de un especialista o de un servicio


hospitalario, pues deberá valorarse la gravedad del cuadro, y el pertinente
ingreso de la paciente según sea su estado de salud. Así como valorar las
implicaciones psicológicas.

BULIMIA NERVIOSA

Consiste en ingerir descontroladamente comida (en cantidad y


rápidamente), con una sensación de falta de control sobre dicha voracidad.

Suele haber una gran preocupación por el peso o la silueta. No es extraño que se
alternen episodios de bulimia con vómitos provocados para compensar el
incremento de peso, así como el uso de diuréticos, laxantes, dietas y ejercicio.
extraño que se alternen episodios de bulimia con vómitos provocados para
compensar el incremento de peso, así como el uso de diuréticos, laxantes, dietas y
ejercicio.

Sugerencias: Las mismas que para la anorexia nerviosa.

PICA

Trastorno raro, consistente en ingerir sustancias que no son propiamente


alimenticias: cabellos, tiza, hojas, insectos,...

Suele observarse en casos de retraso mental, o unido a cuadros de enfermedades


mentales graves (esquizofrenia, autismo,...)

TRASTORNOS PSICOSOMÁTICOS

Estos trastornos afectan al cuerpo, pero la causa es psicológica.

Suelen observarse en aquellos "niños" que tienen un importante sentimiento de


abandono o que lo viven así (niños adoptados, niños que viven muy mal la llegada
de un hermanito,...). Al no poder reclamar directamente ese afecto que tanto
necesitan, lo expresan a través del cuerpo, esperando así "inconscientemente"
obtener dosis suplementarias de atención y afecto.

Siempre se observa un beneficio secundario que comporta el padecer esa


dolencia.

No deberá infravalorarse esa molestia, pues él lo desconoce conscientemente, así


como tampoco inflar esa dolencia. Se intentará dar al niño ese afecto , y no
estaría de más consultar a algún especialista infantil. Este orientará sobre el
significado de ese síntoma psicosomático y el por qué de no ser otro.

El adulto ante un conflicto aumenta su tensión; ésta puede llegar a manifestarse a


nivel corporal mediante la aparición de una enfermedad. En el niño esto se produce
con mucha más fuerza.

Muchos trastornos psicosomáticos tienden a surgir en edades específicas,


ya que se relacionan con la maduración del funcionamiento de
determinados órganos y con el desarrollo psicológico. Suele afectarse el
órgano más débil. Por ej.:- eccema (8-24 meses) , dolores abdominales
(alrededor de los 3-4 años), asma (alrededor de los 5 años), cefalea
(alrededor de los 6-7 años)....
Pueden agruparse según el área del cuerpo afectada:

- referentes al aparato respiratorio ...asma

- referentes a la piel: ...eccema

- referentes a la cabeza: ...cefalea ...migraña ...anginas de repetición ...otitis de


repetición

- otros: ...dolores abdominales.

A continuación veremos algunos de ellos:

ECCEMA

Las manifestaciones cutáneas tienen tanto orígenes fisiológicos como


psicológicos. La piel es la barrera entre el mundo interior

Suele afectar a niños más bien sumisos, sensibles y muy ansiosos. Esa
ansiedad, por una "predisposición congénita" se expresaría mediante el eccema.

MIGRAÑAS INFANTILES

Consiste en la aparición brusca de una intensa cefalea.

Aparece frecuentemente en el niño de edad escolar; también suele encontrarse


en algún otro miembro de su familia.

CEFALEAS

Es difícil distinguirlas de las migrañas.

También aparecen frecuentemente en niños de edad escolar. Tanto su aparición


como su desaparición es repentina.

Suele responder a un mecanismo psicológico que lleva a "no poder pensar", pues le
envuelve alguna situación, para él desagradable, de la que no puede escapar (ej.
separación de los padres,...)

DOLORES ABDOMINALES

Entre los 7 y 9 años los niños se quejan de esta dolencia con mayor frecuencia
que en otras edades.

Se acompaña de vómitos, de "un mal comer".

Es la queja más frecuente dentro del grupo de estos trastornos.

ALOPECIA

En el historial de los niños que sufren alopecia suele encontrarse algún hecho
traumático que les ha supuesto la pérdida, real o simbólica, de algo.
La psicoterapia no suele ser suficiente para que el pelo se vaya repoblando, hace
falta tratamiento médico básico.

PSICOMOTRICIDAD.
TRASTORNOS DEL DESARROLLO PSICOMOTOR.

DEBILIDAD MOTRIZ

Básicamente, estos niños siempre presentan tres características:

- torpeza de movimientos (movimientos pobres y dificultad en su realización).

- paratonía: el niño no puede relajar el tono de sus músculos de forma voluntaria;


incluso en vez de relajarlos, los contrae exageradamente. Este rasgo es el más
característico de este trastorno.

- sincinesias

A veces, también presentan inestabilidad motriz, tics, tartamudeo,...

Este trastorno afecta a diferentes áreas del niño: al afectivo, la sensorial, al


psíquico y al motor,

Será muy importante realizar un buen diagnóstico que discrimine si el niño


sufre una "debilidad motriz" o se trata de otro trastorno psicomotor, para enfocar
correctamente el tratamiento o reeducación.

DEBILIDAD MOTRIZ

Básicamente, estos niños siempre presentan tres características:

- torpeza de movimientos (movimientos pobres y dificultad en su realización).

- paratonía: el niño no puede relajar el tono de sus músculos de forma voluntaria;


incluso en vez de relajarlos, los contrae exageradamente. Este rasgo es el más
característico de este trastorno.

- sincinesias

A veces, también presentan inestabilidad motriz, tics, tartamudeo,...

Este trastorno afecta a diferentes áreas del niño: al afectivo, la sensorial, al


psíquico y al motor,

Será muy importante realizar un buen diagnóstico que discrimine si el niño sufre
una "debilidad motriz" o se trata de otro trastorno psicomotor, para enfocar
correctamente el tratamiento o reeducación.

INESTABILIDAD MOTRIZ

El niño con inestabilidad motriz es incapaz de inhibir sus movimientos, así


como la emotividad que va ligada a éstos.
Es incapaz de mantener un esfuerzo de forma constante; se muestra muy
disperso.

Suele predominar la hiperactividad y las alteraciones en los movimientos de


coordinación motriz. Hay una constante agitación motriz.

Suele tratarse de un niño problemático y mal adaptado escolarmente;


presenta problemas de atención, de memoria y comprensión, así como trastornos
perceptivos y de lenguaje; el propio fracaso escolar aumenta su desinterés por los
aprendizajes. Ya hemos dicho anteriormente que se desencadena toda una
secuencia de alteraciones que recaen a su vez sobre otras.

INHIBICION MOTRIZ

El niño inhibido motrizmente suele mostrarse tenso y pasivo.

Muestra como un temor a la relación con el otro, a la desaprobación, y ello le


hace "no hacer", "inhibir" lo que serían los amplios movimientos
corporales que le harían demasiado "visible".

DISARMONIAS TONICO-MOTORAS

Nos referimos a alteraciones en el tono: hay una mala regularización del mismo.

Puede darse en individuos con un buen nivel motor. Tienen que ver con las
variaciones afectivas, con las emociones.

Algunas de ellas son:

- PARATONIA: el individuo no puede relajarse y el pretenderlo aumenta más su


rigidez.

- SINCINESIAS: son movimientos que se realizan de forma involuntaria, al


contraerse un grupo de músculos, al realizar otro movimiento sobre el que
centramos nuestra atención. Por ej., mientras el niño escribe saca la punta de la
lengua. Tiene que ver con cierta inmadurez sobre el control del tono. Suele ser
algo normal hasta los 10-12 años, edad en la que van desapareciendo. Por sí
mismas no son un trastorno, sino que suelen formar parte de algún otro
problema.

TRASTORNOS DEL ESQUEMA CORPORAL

En estos trastornos se diferencian dos grupos:

- los trastornos referentes al "conocimiento y representación mental del


propio cuerpo"

- los trastornos referidos a la "utilización del cuerpo" (de la orientación en el


propio cuerpo y, desde éste, del espacio exterior; y de una inadecuada utilización
del mismo en su relación con el entorno). Es donde se encuentran la mayoría
de los problemas. Los orígenes de éstos pueden encontrarse en esas primeras
relaciones afectivas del niño con su entorno; ello demuestra, una vez más, la
estrecha relación entre la afectividad y la construcción del esquema
corporal.
Dentro de este grupo de trastornos, encontramos :

- ASOMATOGNOSIA: el sujeto es incapaz de reconocer y nombrar en su cuerpo


alguna de sus partes. Suele esconder alguna lesión neurológica. La Agnosia
digital es la más frecuente en los niños: éste no es capaz de reconocer,
mostrar ni nombrar los distintos dedos de la mano propia o de otra persona.
Suelen haber otras alteraciones motrices acompañando a ésta.

- TRASTORNOS DE LA LATERALIDAD: estos trastornos son, a su vez, causa


de alteraciones en la estructuración espacial y, por tanto, en la
lectoescritura (y, de ahí, al fracaso escolar). Los más frecuentes son:

- Zurdería contrariada, aquellos niños que siendo su lado izquierdo el dominante,


por influencias sociales pasa a encubrirse con una falsa dominancia diestra. La
zurdería en sí no es un trastorno; sí el imponer al niño la lateralidad no dominante
para él.

- Ambidextrismo: el niño utiliza indistintamente los dos lados de su cuerpo para


realizar cosas; también origina serios trastornos espaciales en el niño y en sus
aprendizajes.

- Lateralidad cruzada: también origina problemas de organización corporal.


Cuando el niño no tiene una lateralidad claramente definida, hay que
ayudar a resolverlo en algún sentido.

APRAXIAS INFANTILES

El niño que presenta una apraxia conoce el movimiento que ha de hacer, pero
no es capaz de realizarlo correctamente. Se trata de un trastorno psicomotor
y neurológico.

Existen muchos tipos de apraxias, y reciben nombre en función de la localización


de su incapacidad:

- APRAXIA IDEATORIA: en este caso, para el niño resulta imposible


"conceptualizar" ese movimiento.

- APRAXIA DE REALIZACIONES MOTORAS: al niño le resulta imposible ejecutar


determinado movimiento, previamente elaborado. No hay trastorno del esquema
corporal. Se observan movimientos lentos, falta de coordinación,....

- APRAXIA CONSTRUCTIVA :incapacidad de copiar imágenes o figuras


geométricas. Suele haber una mala lateralidad de fondo.

- APRAXIA ESPECIALIZADA: sólo afecta al movimiento realizado con


determinada parte del cuerpo:

- APRAXIA FACIAL: referente a la musculatura de la cara)

- APRAXIA POSTURAL: referente a la incapacidad de realizar ciertas


coordinaciones motrices)

- APRAXIA VERBAL (el sujeto comprende la orden que se le da, pero motrizmente
es incapaz de realizarla).
- PLANOTOPOCINESIAS Y CINESIAS ESPACIALES: el niño muestra gran
dificultad en imitar gestos, por muy simples que éstos sean, ya que ha perdido los
puntos de referencia fundamentales (de arriba-abajo, derecha-izquierda,...). El
esquema corporal está muy desorganizado.

DISPRAXIAS INFANTILES

Se trata de apraxias leves. Dentro de las dispraxias hay también diversos grados de
afectación.

El niño "dispráxico" tiene una falta de organización del movimiento.

Suele confundirse, a veces, con la "debilidad motriz"; de ello depende un buen


diagnóstico.

No hay lesión neurológica.

Las áreas que sufren más alteraciones son la del esquema corporal y la
orientación témporo-espacial.

Aunque el lenguaje suele no estar afectado, el niño con dispraxia presenta


fracaso escolar, pues la escritura es de las áreas más afectadas.

TICS

Son movimientos repentinos, absurdos e involuntarios que afectan a un


pequeño grupo de músculos y que se repiten a intervalos. Generalmente, no
tienen como causa ninguna lesión de tipo neurológico.

Desaparecen durante el sueño.

Suelen aparecer entre los 6 y los 8 años y muchas veces lo hacen en la


pubertad.

Hay mucha variabilidad. Suelen parecerse a gestos utilizados comúnmente.

Pueden clasificarse según la parte del cuerpo en al que se localiza:

- tics faciales (son los más frecuentes)

- tics de la cabeza y cuello

- tics del tronco y de los miembros

- tics respiratorios (resoplidos, aspiraciones,...)

- tics fonatorios (gruñir,...)

Una persona puede tener un solo tic o varios; en este último caso suelen
realizarse siempre en el mismo orden; también hay quien los hace
simultáneamente.
Aunque pueden ser controlados voluntariamente durante determinado tiempo,
factores como la presencia de otras personas, las situaciones de estrés
emocional,... tienden a desencadenarlo y/o aumentarlo.

El tratamiento aplicado deberá adaptarse a la personalidad del niño; a


partir de ello, el especialista infantil determinará si es conveniente prescribir
medicación, realizar un tratamiento psicomotriz, entrar en psicoterapia, un
tratamiento conductual o una combinación de ellas.

Asimismo se orientará a la familia para que proceda a ayudar al niño de la forma


más conveniente, ya que el medio familiar en el que se desenvuelve un niño con
tics suele ser tenso y lleno de hábitos perfeccionistas. La familia deberá evitar
"estar encima" del niño cada vez que haga el tic y, sobre todo, no
culpabilizarlo ni reprimirlo.

FRACASO ESCOLAR

Se engloban bajo el nombre de "trastornos del aprendizaje" gran variedad de


trastornos, cuyas causas son muy diversas. Habría que restringir la definición a
aquellos trastornos, bajo los que siempre se detecta un nivel de aprendizaje
inferior a lo que se considera "normal" para la edad del niño, siempre y cuando
ello no se deba:

- a retraso mental

- ni a ningún otro trastorno del desarrollo

Para poder abordar de forma adecuada una situación así, el especialista infantil
deberá hacer la valoración del problema desde varias perspectivas:

- desde el nivel madurativo del niño (su lateralidad, su psicomotricidad general,


la organización de su esquema corporal,...)

- desde su estado neurológico (valorar si es preciso realizar algún tipo de


prueba neurológica).

- desde su nivel de inteligencia y los factores que influyen en ésta.

- desde la situación o nivel psicopedagógico (en las diferentes áreas y


habilidades,...)

- desde su personalidad (desde el punto de vista de los padres, así como de los
profesores).
TRASTORNOS ESPECIFICOS DEL DESARROLLO

Dislexia

En los niños con dislexia hay una gran dificultad por distinguir las letras o grupos de
letras, así como su orden y ritmo dentro de una palabra y/o una frase.

Muestran gran dificultad para realizar con éxito el aprendizaje de la lectura,


presentando un nivel de lectura significativamente inferior al esperado por la
edad o el curso escolar.

La dislexia afecta al resto de aprendizajes. Todo el comportamiento del niño


disléxico se verá afectado por su problema de comunicación. Realizar cualquier
tarea, le supone un "derroche de energía". Se mueve con inseguridad, le cuesta
coger un lápiz, situarse frente a un papel en blanco,...

Básicamente, las causas giran alrededor de:

- una mala lateralización

- desorientación espacio-temporal

- problemas de percepción

- alteraciones en su psicomotricidad (esquema corporal, equilibrio,...)

- trastornos de tipo afectivo

y, NO se deberá, a ningún defecto visual, auditivo o neurológico.

La mala lateralización le dificultará emplazar y orientar las letras correctamente;


ello provocará la realización de inversiones, omisiones,... confusiones de éstas que
le impedirán alcanzar el nivel de lectura deseable.
El método elegido para el aprendizaje de la lectura influirá en la aparición de
este trastorno. Lo ideal y más completo será utilizar un método mixto. No hay
métodos buenos ni malos, cualquier método es bueno si se aplica adecuadamente.

Generalmente, va asociado a la disgrafía.

Es muy importante detectar dicho trastorno precozmente (entre la Educación


Infantil y los dos primeros cursos del Ciclo Inicial) e intervenir a través de un
psicólogo infantil, intensificando de forma individual dicho aprendizaje. Lo más
importante será establecer la causa para poder intervenir de la forma más
adecuada y rápida para que no se complique el problema con los siguientes
aprendizajes escolares.

Disgrafía

Es un trastorno específico de la escritura: el niño presenta un nivel de escritura


significativamente inferior al esperado por su edad y curso escolar, y ello influye
negativamente en sus aprendizajes escolares
Los problemas más frecuentes que se suelen obsevar son:

- inversión de sílabas

- omisión de letras

- escribir letras en espejo

- escritura continuada o con separaciones incorrectas

Va íntimamente relacionado con la lectura.

Todo ello, le supone un sobreesfuerzo de atención y muy pocos resultados exitosos.

El tratamiento consistiría en detectar la causa lo antes posible , y realizar una


atención individualizada y específica sobre cada caso en cuestión, por parte de un
especialista en Psicología infantil. Es conveniente intervenir cuanto antes para
que no aumente el rpoblema con los siguientes aprendizajes.

Discalculia

Es un trastorno específico del cálculo aritmético.

Suele aparecer asociado a la dislexia, la disgrafía y a trastornos de la


atención.

Los problemas más frecuentes que se suelen observar son:

- confundir los números

- invertirlos

- escribir los números en espejo

- y los problemas derivados de todo esto.

El tratamiento va enfocado a encontrar la causa, y aplicar lo antes posible una


atención individualizada y específica sobre los conceptos aritméticos, por parte
de un psicólogo infantil. Es conveniente intervenir cuanto antes para que no
aumente el problema con los siguientes aprendizajes.

Retraso Psicomotriz

Un retraso en cualquiera de las áreas psicomotrices puede repercutir


negativamente en el resultado de los aprendizajes escolares. Será necesario
realizar una exploración profunda de cada uno de los aspectos, para saber sobre
qué puntos trabajar.

En la base de todos los aprendizajes está la Psicomotricidad; deficiencias o


alteraciones en ésta influyen indiscutiblemente. Cuanto antes se detecten y
antes se proceda a trabajar sobre ella, mejores serán los resultados.

Dentro del apartado "Trastornos psicomotrices" puede encontrarse más información


al respecto.
TRASTORNOS DEL APRENDIZAJE ESCOLAR

Trastorno por déficit de atención con hiperactividad

Es uno de los trastornos más consultados. Suele ser más frecuente en niños
que en niñas.

Aunque aparezca antes de los 4 años (lo hace en la mayoría de los casos), no se
llega a detectar hasta el inicio de la escolaridad.

El fracaso escolar suele ser una consecuencia, un problema generado por un


trastorno del comportamiento.

Los síntomas que aparecen con claridad son:

- movimientos de manos, pies,...frecuentes, que denotan inquietud.

- dificultad por permanecer sentado, así como por esperar turno.

- dificultad por mantener la atención centrada en actividades, bien sean o no


de juego

- se distrae con facilidad ante cualquier estímulo

- responde precipìtadamente, suele hablar en exceso, interrumpe


actividades de otros, no escucha lo que se le dice.

- muestra dificultad en seguir las instrucciones que se le dan (pero no porque


no las comprenda ni porque no quiera seguirlas)

- cambia con facilidad y frecuencia de actividad, sin acabar ninguna

- suele perder objetos necesarios para la realización de las tareas

- suele realizar actividades físicas peligrosas

- sus trabajos escolares son descuidados y generalmente inacabados, pues


trabaja de forma impulsiva y desorganizada.

Las causas de este trastorno son muy vagas, auqnue se conocen los factores que
predisponen a ello (familias desestructuradas, ....)

El pediatra determinará si se precisa tratamiento farmacológico y de qué tipo.La


medicación sin terapia acaba siendo sólo una ayuda temporal.

Se ha de llevar a cabo de forma paralela , una terapia comportamental de tipo


psicológico, así como proporcionar a padres y maestros asesoramiento sobre
el trastorno que sufre el niño y maneras de afrontarlo. este trabajo conjunto suele
dar muy buenos resultados.
Trastornos psicopedagógicos

Cuando un niño, al finalizar el curso escolar, no tiene asumidos los objetivos


pedagógicos propuestos en su inicio y pasa al curso siguiente se le crearán
problemas de aprendizaje más complejos de los que ya venía sufriendo, sobre
todo en aquellas áreas de mayor continuidad (matemáticas, lenguaje,...).

Requerirá asistencia individual y puntual que le permitan ir recuperando ese déficit.

Otros trastornos

En algún caso, otros trastornos como la depresión infantil pueden estar detrás
de los problemas de aprendizaje. Un niño que hasta ese momento siempre había
salido exitoso en sus aprendizajes, y que de repente se muestra triste,
inhibido,...podría hacernos sospechar de ello.

En estos casos, el trastorno de aprendizaje será tratado desde la raíz, desde


la causa profunda, por un especialista de la Psicología infantil. Los problemas de
aprendizaje serían en estos casos síntomas o consecuencias de un trastorno mayor
y no el eje de dicho trastorno.

PROBLEMAS APTITUDINALES Y DE RENDIMIENTO

Problemas de atención

La atención es un factor muy importante para que la información llegue hasta el


cerebro y, posteriormente, quede retenida.La atención es selectiva, y no se puede
prolongar indefinidamente. Es preferible mantenerla en un plazo corto de tiempo y
volver sobre ella tras un período de descanso.

Para superar las dificultades sobre la atención es conveniente:

- dedicar al sueño un número de horas suficientes, según la edad del niño y sus
necesidades particulares.

- cuidar la respiración: algo que suele pasar desapercibido, pero que es muy
necesario para que el oxígeno llegue a la sangre con facilidad, contribuyendo así a
disminuir el cansancio.

- una alimentación equilibrada y completa: no realizar tareas de estudio despúes


de una comida abundante.

- motivar e interesar al niño para realizar la tarea propuesta.

- dejar, entre tarea y tarea, un tiempo de relajación y/o descarga.

Problemas de memoria

Para que se ponga en marcha el mecanismo de la memoria, la persona se ha de


proponer recordar la información recibida. A partir de aquí, seleccionará de
entre la información, la relacionará con otros datos ya adquiridos y la
integrará.
Un ambiente relajado y tranquilo ayudará a "fijar" la información.

Encontrar la causa de dichos problemas, incidiendo sobre ella, así como


realizando ejercicios específicos que impliquen dicha aptitud serán los pasos a
seguir.

Problemas de razonamiento verbal

Los niños con problemas en este área, ven afectada tanto la comprensión como
la fluidez de su lenguaje.

Se hará conveniente trabajar estos aspectos con un psicólogo infantil, a través de


tareas que impliquen estas aptitudes, así como el ir fomentando el gusto
por la lectura y todo aquello que, de alguna manera, pueda ir mejorando su
capacidad lingüística.

Problemas de razonamiento abstracto

Plantear y resolver problemas ayudará a desarrollar esta aptitud.

Problemas de razonamiento numérico

Los problemas en esta aptitud suelen deberse a una falta de atención y de


concentración, y a dificultades en temas propiamente de cálculo (de automatizar el
mecanismo de las operaciones: suma, resta,...)

Problemas de sobrecarga-sobreexcitación

El descansar poco, permanecer demasiado tiempo seguido frente a una misma


tarea y el realizar un exceso de actividades extraescolares constituyen un círculo
vicioso que acaba repercutiendo negativamente en el éxito escolar del niño.

ENURESIS / ENCOPRESIS (Trastornos de la eliminación)

La maduración nerviosa es condición indispensable para que pueda lograrse


dicho control.

Alrededor de los 18 meses, el niño puede anticipar la sensación de pipí y/o decir
que está mojado.
Sobre los 2 años, se inicia el control: primero de día, y algo más tarde de noche.

Alrededor de los 4 años debe haberse logrado.

No olvidemos que las edades son orientativas, pues todo depende de la


maduración de cada niño.

ENURESIS FUNCIONAL

La Enuresis es la emisión no voluntaria de orina por el día o por la noche, a


una edad en la que se espera que haya control al respecto, es decir, más
allá de los 3-4 años.

La Enuresis puede ser:


- primaria: si el niño nunca ha conseguido controlar su pipí.
- secundaria: si, después de un período de control, no consigue volver a él.

- diurna
- nocturna
- mixta: en ambos momentos del día

Hay una serie de factores que pueden predisponer al niño a padecer este
trastorno:
- algún problema físico: una vejiga pequeña o de musculatura débil. es lo primero
que habría que averiguar.
- iniciar demasiado tarde el hábito del control del pipí; una vez pasada la edad
óptima, alrededor de los 2 años, es más difícil.
- circunstancias críticas emocionalmente (factor psicológico): nacimiento de un
nuevo hermanito,...
- factor hereditario: es frecuente que alguien de la familia haya tenido el mismo
problema; si es así, es conveniente explicárselo al niño para darle seguridad.
- un ciclo del sueño muy profundo que le impide recibir el aviso de "vejiga
llena".
- padecer algún otro trastorno al que la enuresis va asociado.

Aunque suele mejorar espontáneamente con el paso del tiempo, es un tema


que no debe ignorarse. El primer paso será determinar la causa del problema
o el factor que lo ha podido desencadenar.

Nunca se debe ridiculizar ni castigar a un niño por este hecho, ya que ello muy
al contrario de hacerle reaccionar, le puede provocar importantes problemas
emocionales.

En algunos casos, se utiliza tratamiento farmacológico, pero suelen tener bastantes


efectos secundarios, por lo cual no es muy aconsejable. Se aplican, asimismo,
técnicas de aprendizaje al control, aparatos de alarma (pipi-stop),... según el caso.

ENCOPRESIS FUNCIONAL

La Encopresis consiste en que el niño hace sus deposiciones, repetida e


involuntariamente, en lugares que no son adecuados para ello, a una edad
en la que se espera que haya control al respecto, es decir, más allá de los
3-4 años.
La Encopresis puede ser:
- primaria: si nunca se ha logrado el control.
- secundaria: si se produce después de un período de control.

Este trastorno suele estar asociado a:


- unos malos hábitos de aprendizaje: presiones excesivas o rigidez al exigir que
el niño controle a una edad aún temprana para hacerlo.
- al estreñimiento crónico, que provoca una distensión del colon y la
consiguiente pérdida del tono muscular, con lo cual se producen esas pérdidas.
- también puede ser síntoma de depresión infantil u otro trastorno.

Será pues lo más importante identificar la causa que la produce.

El tratamiento también dependerá de si es algo ocasional o más recurrente. Lo


primero será ser visitado por el pediatra, quien determinará cómo proceder y si
es necesaria o no la visita a un especialista.
Según la personalidad del niño, se optará por quitar importancia al tema o por
insistir al niño en que sea más cuidadoso. Eso sí, jamás se le ridiculizará ni
castigará por ello.

TRASTORNOS FOBICOS EN EL NIÑO

El niño "con fobias" siente un miedo irracional y desproporcionado respecto a


un objeto o situación real que se lo provoca; él lo vive como una
"auténtica" amenaza, de ahí la angustia y el pánico que le suscita.

Como resultado de ello, intenta "evitar sistemáticamente" esa situación:


es,en ese momento, cuando la situación de miedo pasa a ser fóbica (esa es su
estrategia, "evitar").

Aunque la persona reconoce que ese miedo que siente es excesivo, no puede
controlar su reacción. El grado de incapacitación que ese miedo provoca en el
sujeto es lo que marcará la gravedad de ese trastorno fóbico.

Hay miedos universales presentes en el desarrollo normal de todo niño, pero que,
al igual que aparecen, también desaparecen espontáneamente, a medida que el
niño va adquiriendo experiencia respecto a ellas. De forma general, se puede
señalar que:
- en los primeros meses de vida, el bebé siente miedo ante los ruidos fuertes e
inesperados.

- alrededor de los 6 meses, siente miedo ante los movimientos repentinos,...

- hacia los 8 meses, miedo a las personas y situaciones extrañas. En estos


primeros meses, sólo la presencia de la madre calmará la angustia desencadenada.

- alrededor de los 4 años, miedo a la oscuridad, a estar solo, a seres imaginarios, a


los animales, a elementos de la naturaleza (truenos,...),...

- hacia los 8 años, miedos más existenciales (a la muerte,...)

La edad nos indicará si su miedo es o no consecuente con ésta y cuánto


tiempo se puede esperar que éste dure. De todas formas, aunque ese miedo
sea propio de la edad, no debe jamás ignorarse ni ridiculizarse. Tampoco
sobreproteger al niño cuando aparezca el miedo, pues ello le llevaría a pensar
que existe un peligro real respecto a lo que él siente.

Lo más conveniente es:

- hablar con el niño

- concretar su miedo

- enseñarle a dar el valor real que éste puede tener

- así como maneras de disminuir su ansiedad cuando esté próxima la situación


desencadenante.

No todos los miedos desaparecen totalmente con la edad. Todos, niños y adultos,
tenemos nuestros propios miedos. Muchos miedos intensos que se tienen de
adultos, provienen de experiencias "sufridas" en la edad infantil.

Hay muchos tipos de fobias. Podemos mencionar algunas de ellas:

- miedo a alejarse sólo de casa

- miedo a los lugares muy concurridos de gente

- miedo a los lugares cerrados (claustrofobia)

- miedo a los espacios abiertos (agorafobia)

- miedo a la visión de la sangre

- miedo a los animales (zoofobia)

- miedo a los insectos

- miedo a las alturas

- miedo al agua (hidrofobia).


Hay quien sufre un tipo de fobia simple, y hay quien presenta una
combinación de ellas. Evidentemente, obtiene mejores y más tempranos
resultados el primero que el segundo.

El tipo de fobia más frecuente en niños es la fobia escolar. El niño suele


reaccionar mediante molestias físicas tales como cefaleas, dolores abdominales,... ,
incluso vómitos, con el fin de evitar la asistencia a la escuela. Suele suplicar a los
padres que no le lleven a la escuela, que acudirá sin falta más tarde o al día
siguiente; pero se repite la misma situación. En el momento de la crisis, el niño no
razona ante nada.

Cabe diferenciar la fobia escolar de la reacción que un niño pequeño tiene al


separarse de la madre cuando entra por primera vez en la guardería; la edad del
niño marcará esta diferencia.

Los trastornos fóbicos suelen aparecer entre los 6 y los 12 años; en muchas
ocasiones, van desapareciendo espontáneamente (por lo menos aparentemente) o
reaparecen con otras formas más adelante.

El tratamiento en niños con fobias suele dar buenos resultados, ya que es


más fácil cambiar el estilo cognitivo que aplica el niño sobre las cosas.

Para poder aplicar un tratamiento adecuado, deberán analizarse:

- los elementos presentes en el momento en el que al niño se le desencadena la


fobia

- los estímulos o situaciones que rodean al momento en el que ésta aparece.

- qué cosas hacen que esta fobia se mantenga (beneficios secundarios,...).

Los padres no deben forzar al niño a enfrentarse al objeto o situación que


causa su temor, pues ello puede hacer aumentar su angustia y su temor. También
deberán cuidar su actitud, pues ésta puede inducir al niño a esos temores. La
reacción de la familia frente a estas situaciones es decisiva, puede agravar o
atenuar la angustia. Suele tratarse de niños muy dependientes del núcleo
familiar. De ahí, que se haga necesario también asesorar y trabajar con la
familia del niño "fóbico".

El niño "con fobias" siente un miedo irracional y desproporcionado respecto a


un objeto o situación real que se lo provoca; él lo vive como una
"auténtica" amenaza, de ahí la angustia y el pánico que le suscita.

Como resultado de ello, intenta "evitar sistemáticamente" esa situación:


es,en ese momento, cuando la situación de miedo pasa a ser fóbica (esa es su
estrategia, "evitar").

Aunque la persona reconoce que ese miedo que siente es excesivo, no puede
controlar su reacción. El grado de incapacitación que ese miedo provoca en el
sujeto es lo que marcará la gravedad de ese trastorno fóbico.

Hay miedos universales presentes en el desarrollo normal de todo niño, pero que,
al igual que aparecen, también desaparecen espontáneamente, a medida que el
niño va adquiriendo experiencia respecto a ellas. De forma general, se puede
señalar que:
- en los primeros meses de vida, el bebé siente miedo ante los ruidos fuertes e
inesperados.

- alrededor de los 6 meses, siente miedo ante los movimientos repentinos,...

- hacia los 8 meses, miedo a las personas y situaciones extrañas. En estos


primeros meses, sólo la presencia de la madre calmará la angustia desencadenada.

- alrededor de los 4 años, miedo a la oscuridad, a estar solo, a seres imaginarios, a


los animales, a elementos de la naturaleza (truenos,...),...

- hacia los 8 años, miedos más existenciales (a la muerte,...)

La edad nos indicará si su miedo es o no consecuente con ésta y cuánto


tiempo se puede esperar que éste dure. De todas formas, aunque ese miedo
sea propio de la edad, no debe jamás ignorarse ni ridiculizarse. Tampoco
sobreproteger al niño cuando aparezca el miedo, pues ello le llevaría a pensar
que existe un peligro real respecto a lo que él siente.

Lo más conveniente es:

- hablar con el niño

- concretar su miedo

- enseñarle a dar el valor real que éste puede tener

- así como maneras de disminuir su ansiedad cuando esté próxima la situación


desencadenante.

No todos los miedos desaparecen totalmente con la edad. Todos, niños y adultos,
tenemos nuestros propios miedos. Muchos miedos intensos que se tienen de
adultos, provienen de experiencias "sufridas" en la edad infantil.

Hay muchos tipos de fobias. Podemos mencionar algunas de ellas:

- miedo a alejarse sólo de casa

- miedo a los lugares muy concurridos de gente

- miedo a los lugares cerrados (claustrofobia)

- miedo a los espacios abiertos (agorafobia)

- miedo a la visión de la sangre

- miedo a los animales (zoofobia)

- miedo a los insectos

- miedo a las alturas

- miedo al agua (hidrofobia)


Hay quien sufre un tipo de fobia simple, y hay quien presenta una
combinación de ellas. Evidentemente, obtiene mejores y más tempranos
resultados el primero que el segundo.

El tipo de fobia más frecuente en niños es la fobia escolar. El niño suele


reaccionar mediante molestias físicas tales como cefaleas, dolores abdominales,... ,
incluso vómitos, con el fin de evitar la asistencia a la escuela. Suele suplicar a los
padres que no le lleven a la escuela, que acudirá sin falta más tarde o al día
siguiente; pero se repite la misma situación. En el momento de la crisis, el niño no
razona ante nada.

Cabe diferenciar la fobia escolar de la reacción que un niño pequeño tiene al


separarse de la madre cuando entra por primera vez en la guardería; la edad del
niño marcará esta diferencia.

Los trastornos fóbicos suelen aparecer entre los 6 y los 12 años; en muchas
ocasiones, van desapareciendo espontáneamente (por lo menos aparentemente) o
reaparecen con otras formas más adelante.

El tratamiento en niños con fobias suele dar buenos resultados, ya que es


más fácil cambiar el estilo cognitivo que aplica el niño sobre las cosas.

Para poder aplicar un tratamiento adecuado, deberán analizarse:

- los elementos presentes en el momento en el que al niño se le desencadena la


fobia

- los estímulos o situaciones que rodean al momento en el que ésta aparece.

- qué cosas hacen que esta fobia se mantenga (beneficios secundarios,...).

Los padres no deben forzar al niño a enfrentarse al objeto o situación que


causa su temor, pues ello puede hacer aumentar su angustia y su temor. También
deberán cuidar su actitud, pues ésta puede inducir al niño a esos temores. La
reacción de la familia frente a estas situaciones es decisiva, puede agravar o
atenuar la angustia. Suele tratarse de niños muy dependientes del núcleo
familiar. De ahí, que se haga necesario también asesorar y trabajar con la
familia del niño "fóbico".

TRASTORNOS OBSESIVO-COMPULSIVOS EN EL NIÑO

Cuando hablamos de "obsesión" nos referimos a cualquier pensamiento o


imagen mental que permanece en la conciencia de la persona, de forma
repetitiva e indeseada.

Y la "compulsión" es la actuación estereotipada de la obsesión que tiene la


persona (Por ej. , si la obsesión está en los gérmenes, la compulsión podría ser
lavarse con mucha frecuencia las manos).

En las obsesiones siempre está presente la necesidad de realizar algún


ritual; este ritual va siempre acompañado de ansiedad. Si este ritual es
interrumpido, desencadena en el niño una crisis de irritabilidad y
agresividad. Suelen desaparecer espontáneamente; en algunos persisten, pues
son tolerados o incluso favorecidos por el medio familiar, quedando como rasgos de
una personalidad obsesiva.
Es poco frecuente observar este trastorno en niños, antes de los 10-12 años.

Es frecuente observar en la familia antecedentes de trastornos obsesivo-


compulsivos o un carácter extremadamente obsesivo.

Las obsesiones y compulsiones en niños no se diferencian de las de los adultos; sí


son distintas en la forma de presentación.

Las obsesiones más frecuentes suelen ser:

- sobre daños o peligros potenciales

- sobre la suciedad, los gérmenes,...

Y las compulsiones más frecuentes:

- lavado de manos

- manipulación de objetos

- rituales al acostarse

Con frecuencia, los niños que sufren este tipo de trastornos

- tienen un CI superior al de la media

- presentan obsesiones y compulsiones juntas

- tienen sentimientos de culpa

- sus síntomas perturban su entorno

Hay toda una variación que va desde algunos rasgos obsesivos propios de una
personalidad obsesiva (poco tolerante, rígida, superordenada,...) en algunos
sujetos hasta llegar a la neurosis obsesiva cuyo trastorno incapacita al sujeto de
forma importante. Esta incapacitación es la que marca la gravedad del
trastorno.

Algunos pacientes con este tipo de trastornos obtienen buenos resultados con
medicación específica. La evolución varía mucho de un individuo a otro. El
éxito del tratamiento estará, una vez más, en un análisis individualizado y
profundo del trastorno que presenta, por parte de un especilaista infantil.

LA DEPRESION INFANTIL

Este trastorno aunque presenta características comunes a los trastornos


depresivos del adulto, también es verdad que tiene sus particularidades según
la edad del niño. Los criterios a seguir para su diagnóstico serán los mismos.

La depresión puede presentarse como algo manifiesto o como un trastorno


enmascarado por otro; será labor de un buen diagnóstico, averiguarlo.
En la depresión aparece, de forma brusca, un cambio importante en el
comportamiento del niño respecto a cómo era hasta ese momento. Se observa en
el niño con depresión, un trastorno en su estado de ánimo.

Si aparece de forma clara, el niño se muestra:

- apático, sin interés por cosas que antes le atraían

- triste sin causa aparente

- su capacidad de disfrute (de encontrar placer) está disminuida

- con ansiedad y agitación

- muy irritable

- con el sueño alterado (insomnio por la noche y, a veces, hipersomnia durante el


día)

- muy fatigado, sin energía (sobre todo, por la mañana)

- se alteran sus hábitos alimenticios (generalmente, hay pérdida del apetito,


pero también se da el caso opuesto)

- con dificultades de concentración, afectándose su rendimiento escolar

- en su pensamiento está muy presente el tema de la muerte

- frases negativas sobre sí mismo .

En la adolescencia, la depresión aparece frecuentemente en forma de conducta


antisocial (agresividad, negativismo,...), deseos de irse de casa y de retraerse
socialmente, sentimientos de ser incomprendido, malhumor, irritabilidad,...

En cuanto al tratamiento aplicable a este tipo de trastornos se encuentra la


medicación antidepresiva que servirá de base para poder trabajar, mediante
psicoterapia, la depresión del niño. Asimismo, el especialista infantil asesorará a
los padres sobre cómo ayudar a su hijo a superar el trastorno.

EL HIJO ADOPTADO

¿Qué es lo más importante en esta situación?

Lo más importante es que,Vds., los padres, acepten y asuman desde el


principio una realidad: que son una familia adoptiva para ese niño, y que
esto, pese a sus buenas intenciones y deseos, no lo van a poder cambiar.
El niño debe ser aceptado por su familia adoptiva tal y como es,
procurando no anteponer para él expectativas propias, para nada reales,
respecto a la realidad de ese niño. Sean realistas en este sentido, pues la educación
que reciba ese niño y el entorno en el que crezca, sólo podrán modificar en él,
aquello para lo que su hijo, esté genéticamente predispuesto, aunque sí supondrán
algo realmente importante en el desarrollo de su personalidad.
La adopción es, para estos niños, parte de lo que son; pensarán en ella, y sin
remedio, durante toda su vida. Será fundamental, para ambas partes, que Vds.
ayuden a su hijo a expresar lo que siente y piensa, a conversar de forma natural
sobre el tema. La comunicación, la expresión, es siempre fundamental para
que el vínculo se fortalezca, y en este caso no es excepción.
Intenten mantener una actitud de escucha y comprensión, para que el niño les
vaya confiando sus emociones sin temor; sea Vd. también sincero con él, de este
modo él aprenderá a serlo con Vd. y los vínculos de afecto se irán fortaleciendo.

Sea cual sea la edad del niño adoptado, es conveniente permitirle que lleve consigo
objetos personales de su pasado, conocidos por él; él necesita ese nexo, ese punto
de partida conocido, para poder iniciar su nuevo camino.

Los padres adoptivos deberán enfrentarse a cuestiones, bastante más complejas,


que las que han de superar los padres biológicos.
Al igual que cualquier otro padre biológico, un día pueden sentirse orgullosos y al
otro "vencidos", pero lo más importante es que si Vds. aceptan sus propias
limitaciones y la de sus hijos, se sentirán "verdaderos padres" de sus
hijos.

¿Qué derecho inexcusable tiene el hijo adoptado ?

Deberán aceptar su derecho a saber todo cuanto sea posible sobre su


adopción, y su historia de vida anterior.
El contarle las circunstancias exactas de su adopción, le ayudarán a disipar sus
fantasías de culpabilidad (el pensar: "fui malo", o "algún problema debía tener o
causar para que mis padres me dieran",...)sobre el tema.
Si intentan ocultárselo, algún día cuando lo descubra ( y tengan la seguridad de
que será así), se sentirá engañado y traicionado, y quizás será mucho más difícil
reparar ese daño que el de las circunstancias que envuelven a una adopción; podrá
quedar, pues, perjudicada la relación.

Es importante contestar a sus preguntas, aunque Vds. mismos pueden también


tener escasa información al respecto; pero lo que sepan, no duden en compartirlo.
Vds. como padres, deben ayudarle a asimilar y a aceptar esa historia,
siempre, claro está, adaptando los detalles a la edad del niño y a su madurez.

- Es conveniente utilizar la palabra "adopción" de forma natural y en un


sentido positivo, para que:
· el niño se vaya acostumbrando a oírla y conocerla
· y Vds., a hablar de ello sin incomodarse.

- Procuren utilizarla cuando se sientan física y, sobre todo,


emocionalmente próximos a su hijo (en el momento del baño, al sostenerle en
brazos,...).Busque el momento "afectivo" adecuado, según la edad del niño.

¿Cómo se desarrolla la adaptación del niño a su nueva familia?

Un niño adoptado pasa por diferentes fases en ese proceso de adaptación, pero
éstas siempre serán las mismas en todos los casos; lo que variará es la
duración de éstas (más breves cuanto más pequeño es el niño) y la facilidad en
la adaptación (mayor también cuanto más pequeño), en función de la edad del
niño.

Estas fases suelen ser:

Una fase inicial de angustia, en la que pueden ser frecuentes los llantos, el
nerviosismo, el mal dormir, e incluso puede resentirse el apetito. En esta fase, el
niño muestra rabia y dolor por el abandono.
Para ayudarle a asimilar todo esto, es conveniente ofrecerle mucho contacto físico
(abrazos y caricias, demostraciones de afecto), que le hagan sentirse seguro y
querido en esa, su nueva casa.

Una fase de adaptación, de conocerse mutuamente. Irá probando los límites de


lo que puede y no hacer, de lo que puede esperar y recibir de las otras personas,...
También habrán largos períodos de llanto, y predominará la ansiedad por ambas
partes.
Sobretodo, no olvide, en ningún momento, que estas conductas no son algo
personal contra Vd., sino consecuencia de su situación anterior.
Con suave firmeza, habrá que irle marcando esos límites, que él tanto necesita,
aunque aparentemente, se le esté contrariando.

En función de la edad en que el niño es adoptado ¿Qué


aspectos hay que tener en cuenta?

Si se trata de un bebé que todavía no habla, los recuerdos de sus experiencias


anteriores al momento de la adopción han quedado grabadas en su cuerpo
sensitivo, en su mundo de sensaciones, y forma ya parte de su historia personal, a
un nivel muy profundo.

Cuando el niño ya se ha iniciado en el lenguaje, ya hay recuerdos en su


memoria.

Entre los 2 y los 5 años, es muy conveniente ir hablando abiertamente sobre la


adopción y sobre la historia de su adopción:
- explicarle que él o ella nacieron y, luego, fueron adoptados, ya que en la fantasía
de algunos niños puede estar el hecho de que al haber sido adoptados, que ellos no
han nacido.
- describirle cómo era cuando le vieron por primera vez: aspecto, rasgos, ropa,
emociones que sintieron al verle/a, al cogerle/a en brazos,... el viaje a casa.
- destacar lo excepcional de su llegada a casa: cómo fue, quiénes les esperaban
para recibirles, cómo era su habitación, sus cosas,...Enseñarle fotos de ese día. No
confundir al niño respecto al día en que fue adoptado y el que es su día de
cumpleaños, se han de mantener diferenciados.

En base a todo ello, irán creando su propia identidad y hay que ayudarles a que lo
hagan.

Entre los 5 y los 11 años, son muchas las experiencias y los recuerdos que han
dejado huella en él. Gran parte de la rabia y el dolor sentido por la/s pérdida/s y
la/s separación/es, irán dirigidas hacia los padres adoptivos.
La adopción de niños de esta edad, sí hace conveniente el apoyo de un profesional
de la psicología durante las primeras fases de adaptación.
En esos primeros años escolares, ellos mismos se sienten distintos a sus
compañeros, aunque quizás aún no entienden muy bien por qué.
En este período, ya escolar, el niño adoptado puede oír comentarios de sus
compañeros que le pueden resultar dolorosos. Escuchen lo que les cuente al
respecto, y sean sincero con él.

La adopción de un adolescente es poco frecuente y hace preciso soporte


profesional, tanto a la familia como al chico/a, por la complejidad que puede
devenir de la nueva situación sumada a la especial etapa de crisis que supone la
adolescencia. Su crisis natural de identidad será más profunda que en un niño no
adoptado.
La adaptación por ambas partes será muy difícil. En esta etapa se juntará el intento
de crear una nueva relación con Vds. y la necesidad, propia del adolescente, de irse
separando para convertirse en un individuo independiente.
Aunque Vds. le hayan demostrado su amor infinitas veces, ellos seguirán
cuestionándose (por su condición) si son dignos de ser queridos por Vds.
El proceso puede ser largo y lento.

¿Qué sentimientos suelen estar muy presentes en el niño


adoptado?

- El miedo a ser nuevamente abandonado por su nueva familia, como


hicieron sus padres biológicos.

- La desconfianza hacia los adultos (que les han abandonado, defraudado,...).


Habrá que volver a ganar su confianza y, sobre todo con mucho amor y paciencia,
pues el niño le pondrá a prueba todo lo que pueda para ver si ustedes realmente le
importan.
Es en esos momentos límite, donde Vds. no le pueden fallar, y deben seguir
mostrándole su amor incondicional; ello no significa aprobar todas sus conductas,
sino ratificar su amor hacia él aún cuando éstas sean inapropiadas.

- El sentimiento de que nada perdura, de inseguridad ante todo, pues no


conocen la estabilidad.

Las situaciones de separación, pérdida y abandono que, indudablemente,


se repetirán en mayor o menor grado, a lo largo de su vida, serán
especialmente mal vividos por el niño adoptado. Se mostrará especialmente
sensible y reacio a iniciar relaciones basadas en la confianza, hasta que sus
experiencias le vayan demostrando lo contrario.

¿Qué implica el adoptar un niño con necesidades especiales?

La situación se hace todavía más compleja. Sepa que necesitará dedicarle más
tiempo y energías.
Estos niños necesitan de forma especial, familias estables y estructuradas, que
sean muy realistas con sus expectativas, y capaces de aceptar las limitaciones
de estos niños.
Procure conocer e informarse al máximo sobre el problema especial que
sufre el niño; así, podrá ayudarle más y mejor, pues podrá entender más su
situación.

Cuando los padres adoptan un niño, no es imprescindible acudir al


psicólogo,
PERO PODRÁ AYUDARLES MUCHO SI NO PUEDEN HACERLO SOLOS,
sobretodo cuanto mayor sea el niño que adopten.
ACUDIR A ASOCIACIONES Y GRUPOS DE APOYO DE PADRES EN LA MISMA
SITUACIÓN, puede también servirles de ayuda.
Diccionario de la Psicología.

Abreacción. Es la descarga o liberación de la tensión emocional asociada a una idea,

conflicto o recuerdo desagradable reprimido, esto se consigue reviviendo nuevamente la

experiencia emocional penosa.

Abstinencia, síndrome de. Conjunto de signos y síntomas que se producen tras existir una

dependencia de carácter físico o/y psíquico hacia una droga y cesar bruscamente su empleo.

Abulia. Apatía y falta de fuerza de voluntad que incluye incapacidad para tomar iniciativas

propias.

Aburrimiento. Estado emocional de insatisfacción dentro de una existencia que, durante

ese período, se percibe como insulsa y sin sentido.

Ácido Desoxirribonucleico (ADN). El ácido desoxirribonucleico (ADN) es una molécula

orgánica cuya estructura tiene la forma de una "doble hélice" o helicoide. Las moléculas de

ADN son las unidades elementales a partir de las cuales se conforman los genes.

Acrofobia. Fobia a los lugares altos.

Actitud. Predisposición de la persona a responder de una manera determinada frente a un

estímulo tras evaluarlo positiva o negativamente.

Adaptación. Estado en el que el sujeto establece una relación de equilibrio y carente de

conflictos con su ambiente social.

Adaptación, síndrome general de. Conjunto de síntomas físicos y psíquicos de carácter

negativo que aparecen cuando el sujeto debe enfrentarse a una novedad.

Adrenalina. Hormona segregada por las glándulas suprarrenales, cuya función es aumentar

la presión arterial y la frecuencia del ritmo cardíaco.

Afasia. Alteración de la comprensión o transmisión de ideas mediante el lenguaje en

cualquiera de sus formas (lectura, escritura o habla), debida a traumatismos o enfermedades

de los centros cerebrales implicados en el lenguaje.

Afectividad. Conjunto de emociones y sentimientos que un individuo puede experimentar a

través de las distintas situaciones que vive.


Afectivo, bloqueo. Incapacidad para expresar afectos o emociones, caracterizada a veces

por un estado de estupor.

Afecto. Patrón de comportamientos observables que es la expresión de sentimientos

(emoción) experimentados subjetivamente. Tristeza, alegría y cólera son ejemplos usuales

de afecto. Es muy variable su expresión entre culturas diferentes así como en cada una de

ellas. Los trastornos del afecto incluyen las siguientes modalidades:

Aplanado. Ausencia o casi ausencia de cualquier signo de expresión afectiva.

Embotado. Reducción significativa de la intensidad de la expresión emocional.

Inapropiado. Discordancia entre la expresión afectiva y el contenido del habla o ideación.

Lábil. Variabilidad anormal en el afecto, con cambios repetidos, rápidos y bruscos de la

expresión afectiva.

Restringido o constreñido. Reducción ligera de la gama y la intensidad de la expresión

emocional.

Afiliación. Mecanismo de defensa en que el individuo acude a los demás en busca de ayuda

o apoyo, lo que significa compartir los problemas sin tratar de atribuirlos a los demás.

Afonía. Incapacidad para producir los sonidos del habla que requieren el uso de la laringe y

que no se debe a una lesión del sistema nervioso central.

Agitación. Estado de inquietud o de actividad continua no enfocada hacia objetivo alguno.

Agitación psicomotora. Excesiva actividad motora asociada a una sensación de tensión

interna. Habitualmente, la actividad no es productiva, tiene carácter repetitivo y consta de

comportamientos como caminar velozmente, moverse nerviosamente, retorcer las manos,

manosear los vestidos e incapacidad para permanecer sentado.

Agorafobia. Fobia a los lugares abiertos o muy concurridos.

Agresividad. Estado emocional que consiste en sentimientos de odio y deseos de dañar a

otra persona, animal u objeto. La agresión es cualquier forma de conducta que pretende

herir física y/o psicológicamente a alguien.

Agresión pasiva. Mecanismo de defensa en que el individuo muestra agresividad hacia los

demás de forma indirecta y no asertiva. Existe una máscara externa de abierta sumisión a
los demás, detrás de la que en realidad se esconde resistencia, resentimiento y hostilidad

encubiertos.

Aislamiento afectivo. Es la separación por parte del individuo de las ideas y los

sentimientos originalmente asociados a ellas. Se aparta del componente afectivo asociado a

una idea determinada (p. ej., acontecimiento traumático), pero se mantiene apegado a sus

elementos cognoscitivos (p. ej., detalles descriptivos).

Alcoholismo. Conjunto de trastornos físicos y psíquicos ocasionados por el consumo

excesivo y continuado de bebidas alcohólicas.

Alfa, ondas. Ondas del cerebro registradas en un electroencefalograma, son altas y lentas,

y aparecen cuando el sujeto está en reposo, con los ojos cerrados pero sin estar dormido.

Alogia. Empobrecimiento del pensamiento que se infiere de la observación del lenguaje y el

comportamiento verbal. Pueden observarse réplicas breves y completas a las preguntas

formuladas, así como restricción de la cantidad del habla espontánea (pobreza del habla). A

veces el habla es adecuada cuantitativamente, pero incluye poca información por ser

excesivamente concreta, demasiado abstracta, repetitiva o estereotipada (pobreza del

contenido).

Altruismo. Actitud específicamente humana en la que el interés primordial se centra en

lograr el bien ajeno antes que el propio satisfaciendo las necesidades de los demás. A

diferencia del autosacrificio, a veces característico de la formación reactiva, el individuo

obtiene una gratificación (p. ej., las repuestas de agradecimiento de los demás con esta

actitud).

Alucinación. Percepción sensorial que tiene el convincente sentido de la realidad de una

percepción real, pero que ocurre sin estimulación extema del órgano sensorial implicado. Las

alucinaciones deben distinguirse de las ilusiones, en las que un estímulo extemo real es

percibido o interpretado erróneamente. El sujeto puede tener conciencia o no tenerla de que

está experimentando una alucinación. Una persona con alucinaciones auditivas puede

reconocer que está teniendo una experiencia sensorial falsa, mientras otra puede estar

convencida de que la causa de la experiencia sensorial cuenta con una realidad física

independiente. He aquí algunos tipos de alucinaciones:

Auditiva. Alucinación que implica la percepción de sonidos, más frecuentemente de voces.

Algunos clínicos e investigadores no incluyen las experiencias que se perciben como

originadas dentro de la cabeza y limitan el concepto de alucinaciones auditivas verdaderas a

los sonidos cuyo origen sea percibido como externo.


Gustativa. Alucinación que implica la percepción de sabores (habitualmente desagradables).

Olfativa. Alucinación que implica la percepción de olores, por ejemplo, de goma quemada o

pescado podrido.

Somática. Alucinación que implica la percepción de una experiencia física localizada en el

cuerpo (tal como una sensación de electricidad). Debe distinguirse una alucinación somática

de ciertas sensaciones físicas nacidas de una enfermedad médica todavía no diagnosticada,

de una preocupación hipocondriaca con sensaciones físicas normales y de una alucinación

táctil.

Táctiles. Alucinación que implica la percepción de ser tocado o de tener algo bajo la propia

piel. Las alucinaciones táctiles más frecuentes son sensaciones de descargas eléctricas y de

hormigueo (la sensación de que algo se mueve o repta bajo la piel).

Visual. Alucinación que implica ver imágenes estructuradas, por ejemplo, unas personas,

imágenes informales, por ejemplo, destellos de luz. Las alucinaciones visuales deben

distinguirse de las ilusiones, que son percepciones erróneas de estímulos externos reales.

Alucinógenos. Son sustancias capaces de provocar trastornos sensoriales, afectando a las

emociones y el pensamiento. Pueden producir ilusiones y alucinaciones (ver o sentir algo que

no existe en la realidad).

Ambiental, Psicología. Parte de la Psicología aplicada que estudia los efectos producidos

por el hombre sobre el ambiente y viceversa.

Ambiente. Espacio vital en el que se desarrolla el sujeto. Conjunto de estímulos que

condicionan al individuo desde el momento mismo de su concepción.

Ambivalencia. Conflicto motivacional, que se produce cuando el sujeto es simultáneamente

atraído y repelido por la misma meta o deseo.

Amnesia. Pérdida parcial o total de la memoria. Puede deberse a causas emocionales u

orgánicas, o a la combinación de ambas. Hay dos tipos de amnesia:

Anterógrada. Pérdida de memoria relativa a hechos que ocurrieron tras la acción del agente

etiológico.

Retrógrada. Pérdida de memoria acerca de hechos que ocurrieron antes de la acción del

agente etiológico.
Amor. Sentimiento afectivo intenso que se experimenta hacia otra persona, que puedes ser

o no del sexo contrario.

Anal, fase. Según Freud, período comprendido entre el segundo y tercer año de edad en el

que el niño centra su interés en el control de los esfínteres.

Análisis factorial. El análisis factorial es un instrumento estadístico destinado a identificar

grupos de ítems correlacionados entre si en las pruebas psicológicas estandarizadas. Cada

uno de estos grupos o conglomerados de ítems conexos se denomina un factor.

Andropausia. Cese o disminución, a veces sólo temporal, de la actividad sexual en el

hombre.

Anfetamina. Derivado químico y potente estimulante del sistema nervioso central.

Disminuye el apetito y provoca un estado de bienestar subjetivo con retraso de la aparición

de la fatiga. En dosis excesivas aparece inquietud, insomnio, irritabilidad y verborrea. Tienen

un gran poder de adicción y crean una alta dependencia.

Angustia. Un estado de gran activación emocional que contiene un sentimiento de miedo o

aprehensión. Clínicamente se define como una reacción de miedo ante un peligro inconcreto

y desconocido. Se emplea también como sinónimo de ansiedad o para referirse a la

expresión más extrema de ésta.

Anorexia nerviosa. Síndrome psiquiátrico que se centra sobre la negativa del enfermo a

comer, conllevando una alarmante pérdida de peso. Suele aparecer en mujeres jóvenes,

solteras en edades entre la pubertad y la adolescencia.

Ansiedad. Miedo anticipado a padecer un daño o desgracia futuros, acompañada de un

sentimiento de temor o de síntomas somáticos de tensión.

Ansiógeno. Factor que genera ansiedad.

Ansiolítico. Fármaco que hace disminuir y desaparecer la ansiedad.

Anticipación. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen

interno o externo experimentando reacciones emocionales antes de que ambos se produzcan

o bien anticipando sus consecuencias, posibles acontecimientos futuros, y considerando de

forma realista respuestas o soluciones alternativas.

Antidepresivo. Fármaco que eleva el tono del ánimo; se usa para combatir la depresión.
Antropomorfismo. Es la tendencia a atribuir características humanas a las plantas,

animales u objetos.

Apatía. Impasibilidad del ánimo. Estado en el que el sujeto permanece indiferente, y

presenta una incapacidad para reaccionar ante situaciones que deberían suscitar emociones

o intereses.

Apatía del espectador. Es un fenómeno del comportamiento social por el cual el

observador de una situación en que una persona se ve en dificultades, muestra poco o

ningún interés por ayudarla.

Aplicada, Psicología. Rama de la Psicología que se centra en el estudio de los conflictos y

problemas de tipo práctico, ocupándose de diversos ámbitos de la actividad, en conexión con

otras ciencias como la pedagogía o la lingüística (psicolingüística).

Aprendizaje. Es un cambio permanente de la conducta de la persona como resultado de la

experiencia. Se refiere al cambio en la conducta o al potencial de la conducta de un sujeto en

una situación dada, como producto de sus repetidas experiencias en dicha situación. Este

cambio conductual no puede explicarse en base a las tendencias de respuesta innatas del

individuo, su maduración, o estados temporales (como la fatiga, la intoxicación alcohólica,

los impulsos, etc.).

Aprendizaje cognitivo. Proceso activo por el que el sujeto modifica su conducta, dándole

un carácter personal a lo aprendido.

Aprendizaje de evitación. Conducta por la que se intenta, mediante una acción

preventiva, que cese un estímulo desagradable o doloroso, anunciado por una señal.

Aprendizaje de huida. Conducta por la que un sujeto intenta, a través de una acción, que

cese un estímulo desagradable o doloroso.

Aprendizaje incidental. El aprendizaje incidental es el que se produce en forma no

deliberada y sin esfuerzo.

Aprendizaje latente. Modificación de la conducta que se produce sin que exista motivo

aparente. No se manifiesta en el acto, sino que se deduce por conductas posteriores.

Aprendizaje por observación. Aquel aprendizaje en el cual un organismo copia o imita la

conducta de otro. También se denomina modelamiento.


Aprendizaje verbal. Es el aprendizaje que se produce cuando el contenido adquirido por el

sujeto consiste en palabras, sílabas sin sentido o conceptos.

Aptitud. La capacidad de aprovechar toda enseñanza, capacitación o experiencia en un

determinado ámbito de desempeño.

Arquetipo. Según la Carl Jung, imagen o impresión innata que todas las personas tienen en

común. Reside en la mentalidad colectiva inconsciente y equivale al concepto de instinto en

los animales.

Asociación. Proceso mental por el que una idea se asocia espontáneamente a otra.

Asociación libre. Técnica empleada en psicoanálisis para explorar la vida psíquica

inconsciente del paciente. Se le dice que hable de todo lo que le venga a la mente durante la

sesión, sin tomar en cuenta su coherencia lógica ni su contenido moral, sexual o agresivo.

Aspiración, nivel de. Meta que el sujeto se establece a sí mismo al realizar una tarea

determinada.

Astenia. Ausencia de energía; debilidad orgánica.

Asténico, tipo. Según E. Kretschmer, tipo constitucional caracterizado por la delgadez, la

altura elevada y la delicadeza. Uno de los biotipos fundamentales.

Ataxia. Pérdida parcial o completa de la coordinación del movimiento muscular voluntario.

Atención. Capacidad para centrarse de manera persistente en un estímulo o actividad

concretos. Un trastorno de la atención puede manifestarse por distraibilidad fácil o por

dificultad para realizar tareas o concentrarse en el trabajo.

Atlético, tipo. Según E. Kretschmer, tipo constitucional robusto.

Atribución. En Psicología social, tendencia a inferir las motivaciones, rasgos, intenciones y

capacidades de otras personas basándonos en la observación de su conducta. Una tendencia

más o menos automática de buscar explicaciones para las acciones ajenas.

Autismo. Trastorno mental que afecta especialmente a los niños. El sujeto se aisla del

entorno, encerrándose en sí mismo y concediéndole una atención cada vez menor a la

realidad que lo rodea.


Autoafirmación. Característica de la conducta que se singulariza por un comportamiento

social positivo, que apunta a defender un derecho a alcanzar una meta.

Automatismo. Disociación entre la conducta y la conciencia. Conjunto de movimientos que

se realizan con carácter inconsciente, fruto del hábito o la asociación refleja.

Autorrealización. Tendencia innata a desarrollar al máximo los propios talentos y

potenciales, que contribuyen a obtener un sentimiento de satisfacción hacia uno mismo por

parte del individuo.

Autosugestión. Proceso generalmente inconsciente, por el que el sujeto se convence a sí

mismo de algo.

Autoobservación. Mecanismo en que el individuo reflexiona sobre sus propios

pensamientos, sentimientos, motivaciones y comportamientos, y actúa de acuerdo con ellos.

Avolición. Incapacidad para iniciar actividades dirigidas a un fin y persistir en ellas. Cuando

es suficientemente grave para ser considerada patológica, la avolición es generalizada e

impide que el sujeto complete distintos tipos de actividades (p. ej., trabajo, tareas

intelectuales, autocuidado).

Balbuceo. Perturbación del lenguaje caracterizada por habla vacilante y confusa.

Barbitúrico. Nombre genérico de los fármacos derivados del ácido barbitúrico, de fuerte

acción hipnótica.

Batería de test. Conjunto de tests que sirven para medir determinados aspectos de la

psicología de un sujeto.

Bella indiferencia. Nombre traducido del francés "Belle indifférence" para designar la

indiferencia o ausencia de reacciones emotivas en pacientes con síntomas de conversión

histérica.

Beneficio primario, secundario. Ventaja o provecho que el sujeto puede sacar de un

estado patológico. El primero consiste en la disminución de una tensión interna o en la

recuperación de la ternura o la atención del otro. El secundario es más completo; una vez

alertado el síntoma, el enfermo no ve el interés que supondría curarse: la curación le

plantearía problemas más angustiosos que su enfermedad.

Biotipo. Tipo biológico caracterizado por la constancia de ciertos caracteres físicos y

psíquicos.
Bulimia. Sensación anormalmente intensa y a veces irrefrenable de ansia de ingerir

alimentos.

Cafeína. Tónico estimulante del sistema nervioso central y del corazón. Intensifica la

actividad cerebral, pero su abuso produce arritmia cardíaca, insomnio y cefaleas.

Capacidades. Son aptitudes mentales hipotéticas que permitirían a la mente humana actuar

y percibir de un modo que trasciende las leyes naturales.

Carácter. Conjunto de características que distinguen a una persona de otra.

Carácter, neurosis de. Exageración de determinados rasgos de la personalidad, que

provocan trastornos de la conducta.

Carácter práctico. La persona de carácter o temperamento práctico es la que se orienta

permanentemente por los hechos reales, adopta actitudes útiles frente a ellos y no se deja

llevar por el sentimentalismo.

Catalepsia. Trastorno neurológico caracterizado por la pérdida completa de la facultad de

modificar voluntariamente el tono muscular, permaneciendo el enfermo en la misma postura

en que se le haya colocado durante un período prolongado de tiempo.

Cataplejía. Episodios de pérdida bilateral súbita del tono muscular que provoca el colapso

del individuo, a menudo en asociación con emociones intensas como risa, cólera, miedo o

sorpresa.

Catarsis. Liberación, a través de la palabra, de las ideas relegadas al inconsciente por un

mecanismo de defensa.

Catatonía. Síndrome psicomotor caracterizado por la pérdida de la iniciativa motriz, tensión

muscular cataléptica, presencia de fenómenos paracinéticos (amaneramiento, estereotipia,

impulsiones) y un estado mental negativista y de estupor.

Catecolamina. Hormona que activa el sistema nervioso central.

Censura. Según Freud, parte de la psique que bloquea o enmascara las pulsiones prohibidas

por el superyó.

Cerebro. Estructura compleja perteneciente al sistema nervioso, situada dentro del cráneo,

sede de los procesos de pensamiento superiores, como la memoria y la razón.


Cerebro, lavado de. Desorganización provocada por el intelecto y las emociones que

conduce a la revelación de secretos y falsas confesiones por parte del sujeto, así como a un

cambio de sus ideales políticos y morales.

Ciclo de respuesta sexual. El ciclo de respuesta sexual es un esquema de activación,

físiológica que se compone de cuatro etapas: 1) excitación; 2) meseta; 3) orgasmo, y 41

resolución.

Ciclotimia. Alternancia periódica de fases de depresión con fases de manía.

Cierre. El cierre (o cerramiento) es un principio organizador innato de la percepción, según

el cual las brechas que separan entre sí las sensaciones se "cierran" automáticamente a fin

de conformar totalidades o configuraciones completas.

Claustrofobia. Fobia a los lugares cerrados.

Cleptomanía. Trastorno en el control de los impulsos, caracterizado por la tendencia

patológica a robar objetos que, posteriormente, no se usan para ningún fin práctico.

Climaterio. Fase del proceso de envejecimiento sexual en la que la mujer pierde su

capacidad reproductora.

Clínica, Psicología. Estudio de las conductas anormales o patológicas.

Cocaína. Estimulante que proviene de la planta de la coca, arbusto perenne de América del

Sur. De ahí sale la pasta de coca o clorhidrato de cocaína, un polvo blanco que actúa como

estimulante del SNC. Provoca una gran euforia y excitación, con sensación de bienestar. No

se siente cansancio físico ni psíquico, por lo que la persona que la ha consumido sobrevalora

sus capacidades.

Cociente de inteligencia (C. I.). Es un número índice resultado de la división entre la edad

medida por diferentes tests y la edad cronológica. Es una cifra indicadora del nivel de

inteligencia que posee un individuo en relación con otros sujetos de su misma edad. El CI

tiende a permanecer relativamente estable a lo largo del tiempo.

Cognición. Procesamiento consciente de pensamiento e imágenes.

Compensación. Mecanismo psicológico inconsciente mediante el cual el sujeto intenta

contrarrestar su inferioridad real o imaginaria.


Complejo de Edipo. Según Freud, el conjunto de relaciones que se establecen entre el niño

y sus padres entre los dos y cinco años, durante la fase fálica. El niño se identifica a sí

mismo como un ser sexual, y dirige sus deseos amorosos hacia el progenitor de sexo

contrario, estableciendo con el otro una conflictiva relación de celos, miedo y sentimientos de

culpa. (Del mito griego de Edipo.)

Complejo de Electra. Según Freud, el equivalente en la niña al complejo de Edipo (del mito

griego de Electra).

Complejo de inferioridad. Complejo por el que un sujeto se siente constantemente inferior

a los demás, aunque no exista causa alguna que justifique este sentimiento continuo.

Compulsión. Repetición innecesaria de actos, derivada de un sentimiento de necesidad no

sometible al control de la voluntad. Se diferencia de las ideas delirantes en que el sujeto que

la padece es consciente de lo absurdo de su conducta.

Conciencia. Estructura de la personalidad en que los fenómenos psíquicos son plenamente

percibidos y comprendidos por la persona.

Condensación. Fusión de dos o más personas o conceptos en una sola imagen.

Condicionamiento clásico. El condicionamiento clásico se produce cuando un estímulo

antes neutro se vuelve capaz de provocar una respuesta aprendida.

Condicionamiento operante. El condicionamiento operante es un tipo de aprendizaje en el

cual la conducta de un organismo tiene consecuencia en su medio inmediato. El organismo

"opera", por así decir, sobre el mundo que lo rodea.

Conducta. Reacción global del sujeto frente a las diferentes situaciones ambientales.

Conducta agresiva. Se produce cuando un organismo ataca con hostilidad, física o

verbalmente, a otro organismo u objeto.

Conducta anormal. Es la que se aparta en grado significativo de una norma cultural o

criterio o patrón grupal. Si la palabra "anormal" se utiliza en un sentido negativo o

peyorativo, alude a un comportamiento inadaptado, una conducta autodestructiva, que

habitualmente es motivo de aflicción para el individuo o para los demás.

Conducta de Tipo A. Es una pauta de conducta en la que predominan la acometividad, la

impaciencia, el egoísmo y la incapacidad para relajarse.


Conducta hiperkinética. Se caracteriza por inquietud y desasosiego. falta de atención y

movimiento muscular excesivo.

Conducta instintiva. Es una conducta innata, considerada algo mas que un reflejo, ya que

abarca un repertorio complejo y depende más de la maduración que del aprendizaje.

Conducta neurótica. Comportamiento inadaptado carente de flexibilidad, que aparece

asociado con uno o más de los siguientes atributos: angustia excesiva, conflictos

emocionales, temores irracionales, afecciones somáticas que carecen de base orgánica y

tendencia a evitar ciertas situaciones provocadas de tensión, en vez de hacerles frente de

manera eficaz.

Conducta social. Cualquier conducta en que exista interacción entre dos o más seres

humanos.

Conflicto. Presencia contemporánea, en la misma persona, de dos motivaciones de carácter

opuesto pero de igual intensidad.

Confusión mental. Disminución de la actividad de la conciencia, desde una leve

obnubilación hasta el estado de estupor.

Constancia del objeto. Es la tendencia de un objeto percibido a conservar su tamaño,

forma, color, brillo u otros atributos con relativa independencia de las variaciones producidas

en la imagen retiniana.

Constitución. Conformación general del cuerpo. Según determinadas corrientes está

relacionada con la personalidad.

Contenido latente. Según el psicoanálisis, el contenido latente de un suena es su

verdadero significado, oculto por el contenido manifiesto o superficial.

Contigüidad. Existe contigüidad entre dos objetos o sucesos cuando se tocan entre si o

están muy próximos en el tiempo y el espacio. Hay una tendencia en las personas a asociar

entre sí tales objetos o sucesos.

Contracondicionamiento. Proceso que combina el condicionamiento con la extinción.

Requiere: 1) la presentación de un estímulo condicionado, capaz de provocar una respuesta

indeseable, y 2) la presentación simultánea de un estímulo capaz de provocar una respuesta

antagónica a la indeseable.

Contratransferencia. Proyección inconsciente de sentimientos del médico hacia el paciente.


Conversión. Transformación de un conflicto inconsciente en manifestaciones somáticas,

sensoriales o motoras. Fenómeno típico de la histeria o neurosis de conversión.

Convulsión. Contracción o espasmo muscular involuntario generalizado.

Correlación. Hay correlación entre dos variables cuando éstas cambian de tal modo que los

valores que toma una de ellas son, hasta cierto punto, predecibles a partir de los que toma

la otra.

Cortisona. Hormona segregada por la corteza de las glándulas suprarrenales.

Creatividad. Proceso intelectual caracterizado por la originalidad, el espíritu de adaptación y

la posibilidad de hacer realizaciones concretas.

Cretinismo. Grave debilidad mental, asociada a un retraso en el desarrollo óseo y debida a

un funcionamiento defectuoso de la glándula tiroidea.

Crisis de angustia. Consiste en la aparición repentina de la ansiedad en su máxima

intensidad. La típica crisis se presenta generalmente de modo repentino, sin síntomas

previos de aviso. Estas crisis se viven por el paciente como una señal de muerte inminente,

la intensidad de sufrimiento es equivalente a la de alguien que nota que lo van a matar. Se

acompaña de síntomas corporales de pánico: taquicardia, palpitaciones, respiración

acelerada, sensación de ahogo o falta de aliento, náuseas o molestias abdominales, mareo,

desmayo o aturdimiento, palidez, manos y pies fríos, sensación de opresión precordial que

en ocasiones llega a ser dolor precordial, sudoración, parestesias (sensación de

entumecimiento u hormigueo), miedo a perder el control o "volverse loco" y miedo a morir.

Cromosoma. Estructura situada en el interior del núcleo celular. Transmite el código

genético, del que dependen los caracteres hereditarios.

Cuestionario. Conjunto de preguntas a las que el sujeto puede responder oralmente o por

escrito, cuyo fin es poner en evidencia determinados aspectos psíquicos.

Culpa, sentimiento de. Experiencia dolorosa que deriva de la sensación más o menos

consciente de haber transgredido las normas éticas personales o sociales.

Curva normal. La curva normal representa una distribución teórica de probabilidades, o sea

que describe la relación entre una variable aleatoria y la frecuencia con que se presentan sus

valores. Tiene forma de campana, y se la conoce también como curva de Gauss.


Delusion. Idea falsa fija, que presenta resistencia a ser modificada aunque datos objetivos

la contraríen.

Dependencia del campo. Característica del estilo cognitivo que tiende a basarse

fundamentalmente en indicadores externos para formular juicios perceptuales.

Desplazamiento de la agresión. Se produce desplazamiento de la agresión cuando una

conducta agresiva, ya sea verbal o física, se traslada de la fuente original de frustración a un

objeto sustitutivo.

Desarrollo cognitivo. Crecimiento que tiene el intelecto en el curso del tiempo, la

maduración de los procesos superiores de pensamiento desde la infancia hasta la adultez.

Desarrollo psicosexual. Combinación de la maduración biológica y aprendizaje que genera

cambios tanto en la conducta sexual como en la personalidad, desde la infancia hasta la edad

adulta y a lo largo de esta última.

Desarrollo psicosocial. Crecimiento de la personalidad de un sujeto en relación con los

demás y en su condición de miembro de una sociedad, desde la infancia y a lo largo de su

vida.

Descarrilamiento (pérdida de asociaciones). Patrón de lenguaje en el que las ideas de

una persona se separan entre sí de modo que no guardan relación mutua alguna o sólo están

relacionadas tangencialmente. Al pasar de una frase o oración a otra, el sujeto cambia

idiosincrásicamente el tema desde un marco de referencia a otro, pudiendo decir las cosas

según una yuxtaposición que carece de relaciones significativas. El trastorno tiene lugar

entre oraciones, a diferencia de la incoherencia, donde el trastorno se produce dentro de las

oraciones. Un cambio ocasional de tema inadvertido o sin conexión obvia no constituye

descarrilamiento.

Desorientación. Confusión acerca de la hora del día, la fecha o la estación (temporal),

acerca de donde se encuentra uno (lugar) o de quién es (persona).

Despersonalización. Alteración de la percepción o experiencia de uno mismo, de modo que

uno se siente separado del propio cuerpo o de los propios procesos mentales, como si se

tratara de un observador exterior (p. ej., sintiéndose como si uno estuviera soñando).

Desplazamiento. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen

interno o externo reconociendo o generalizando un sentimiento o una respuesta a un objeto

hacia otro habitualmente menos importante.


Desrealización. Alteración de la percepción o experiencia del mundo externo de manera

que éste parece extraño e irreal (p. ej., las personas pueden parecer desconocidas o

mecánicas).

Desviación estándar. La desviación estándar es una medida de la dispersión de un

conjunto de puntajes alrededor de la media. Para obtener la desviación estándar se empieza

por restar la media de cada uno de los puntajes, con lo cual se llega a una nueva serie de

valores denominados puntajes de desviación. Luego se elevan al cuadrado estos puntajes de

desviación, se suman los cuadrados y se divide la suma por el número de valores que

integran la serie, con el fin de obtener la desviación cuadrática media o variando. La

desviación estándar es la raíz cuadrada de la desviación cuadrática media o variancia.

Desviación sexual. Anomalía en la elección del estímulo adecuado para la excitación

sexual.

Deterioro mental. Pérdida de algunas de las capacidades intelectuales de la persona.

Devaluación. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen

interno o externo atribuyendo cualidades exageradamente negativas a sí mismo o a los

demás.

Dimensión corporal. William H. Sheldon, médico y psicólogo, propuso tres dimensiones

corporales; la endomorfia, la mesomorfia y la ectomorfía. La endomorfia predispone a!

sujeto a tener un cuerpo blando y fláccido; la mesomorfia lo predispone a tener un cuerpo

compacto y de fuerte musculatura; la ectomorfía lo predispone a tener un cuerpo delgado y

frágil.

Dinámica, Psicología. Corriente de la Psicología que sostiene que cualquier fenómeno

psíquico es puesto en movimiento por fuerzas surgidas desde el interior del individuo.

Disartria. Articulación imperfecta del habla debido a alteraciones del control muscular.

Discinesia. Distorsión de movimientos voluntarios con actividad muscular involuntaria.

Discromatopsia. Nombre genérico que agrupa a todas las enfermedades caracterizadas por

un trastorno de la visión de los colores.

Disforia por la identidad sexual. Disgusto persistente por algunas, o todas, de las

características físicas o papeles sociales que connotan el propio sexo biológico.

Dismenorrea. Dolor en la menstruación.


Disociación. Alteración de las funciones normalmente integradas de conciencia, memoria,

identidad, o percepción del ambiente, ciertos comportamientos o pensamientos pierden la

relación normal con el resto de la personalidad y actúan de una manera autónoma. El

trastorno puede ser repentino o gradual, transitorio o crónico.

Disomnia. Trastornos primarios del sueño o del despenar caracterizados por insomnio o

hipersomnia como principal síntoma actual. Las disomnias son trastornos de la cantidad, la

calidad o la temporalidad del sueño.

Disonancia cognitiva. Cuando existen dos ideas conscientes en el individuo, pero son

antagónicas entre sí.

Disposición mental. La disposición (o actitud mental) es un estado de preparación para

pensar o percibir de una manera determinada. Es una tendencia que gobierna decisivamente

la cognición.

Dispareunia. Coito doloroso.

Dispersión. Véase Descarrilamiento.

Distonía. Alteración del tono muscular.

Distonía vegetativa. Deficiente coordinación de las funciones de las dos grandes vertientes

del sistema nervioso vegetativo: simpático y parasimpático. Provoca alteraciones en el

funcionamiento orgánico como palpitaciones, sudores, etc.

Distraibilidad. Incapacidad para mantener la atención, esto es, el pase de un área o tema a

otro, con una provocación mínima, o fijación excesiva de la atención en estímulos externos

poco importantes o irrelevantes.

Doble ligadura. Es un proceso de comunicación tiene lugar una doble ligadura cuando una

de las personas formula a la otra dos declaraciones o le imparte dos instrucciones que son

contradictorias desde el punto de vista lógico.

Droga. Sustancia sintética o natural que modifica temporalmente el estado de conciencia.

Dualismo. Concepción según la cual, la mente y la materia son dos entidades distintas.

Eclecticismo. Es el punto de vista de que conviene apreciar el valor de los conceptos

derivados de dos o más sistemas de pensamiento o escuelas psicológicas. Un ecléctico no se


apresurará a rechazar en forma arbitraria cualquier hallazgo o principio por el mero hecho de

que no se amolde bien a las premisas establecidas desde mucho tiempo atrás.

Ecolalia. Repetición patológica, propia de un loro y aparentemente sin sentido de una

palabra o frase acabada de emitir por otra persona.

Ecopraxia. Repetición por imitación de los movimientos de otra persona. La acción no es

voluntaria y tiene un carácter semiautomático e incontrolable.

Ectomorfo, tipo. Según W. Sheldon, tipo morfológico alto y delgado.

Edad mental (EM). Nivel de desarrollo intelectual global correspondiente a una

determinada edad.

Efecto de halo. Tendencia de un observador a efectuar una evaluación tendenciosa (ya sea

positiva o negativa) de otra persona basándose en características de ésta que, si bien son

notorias, carecen de pertinencia respecto de lo que debe evaluar.

Efecto, ley del. Principio por el cual se adquieren sólo las respuestas inmediatamente

seguidas de un refuerzo.

Egocentrismo. Exaltación de la propia personalidad, hasta considerarla como centro de la

atención y actividad generales. Es frecuente en los niños y adultos inmaduros.

Egoísmo. Afecto excesivo de alguien para consigo mismo, anteponiendo su propia


conveniencia a la de los demás.

Electroencefalograma. Registro gráfico de las diferencias de potencial producidas


en las células cerebrales.

Ello. Según Freud, zona donde residen los procesos psíquicos más primarios y los
impulsos instintivos.

Emoción. Estado afectivo, una reacción subjetiva al ambiente, acompañada de


cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influida por la
experiencia y que tiene la función adaptativa. Se refieren a estados internos como
el deseo o la necesidad que dirige al organismo. Las categorías básicas de las
emociones son: miedo, sorpresa, aversión, ira, tristeza y alegría.

Empatia. Estado mental en el que un sujeto se identifica con otro grupo o persona,
compartiendo el mismo estado de ánimo.
Empirismo. Doctrina según la cual todas nuestras ideas y conceptos derivan de la
experiencia y ésta, a su vez, se basa exclusivamente en la información que nos
llega a través de los órganos de los sentidos.

Endomorfo, tipo. Según W. Sheldon, es el tipo corpóreo fláccido y de líneas


redondas.

Endorfinas. Son opiáceos naturales producidos en el cerebro y en la glándula


pituitaria. Se las considera una clase de neurotransmisores.

Enfermedad psicosomática. Es la provocada o agravada por factores psicológicos


como el estrés, los cambios en el estilo de vida, las variables de la personalidad y
los conflictos emocionales.

Entrenamiento por biorrealimentación. Método de condicionamiento por el cual


se logra el control voluntario de ciertas respuestas autónomas del organismo, como
el ritmo cardiaco, los esquemas de ondas cerebrales, la circulación en el sistema
cardiovascular y la tensión muscular.

Enuresis. Emisión involuntaria e inconsciente de orina.

Erógena, zona. Parte del cuerpo particularmente sensible a la excitación sexual.

Eros. Dios griego del amor.

Erótico. Relativo a Eros, o sea al amor y el deseo.

Espacio vital. Espacio físico y psíquico que todo ser vivo precisa para su normal
desarrollo.

Esquema corporal. Conciencia global del propio cuerpo.

Esquizofrenia. Grave enfermedad mental, caracterizada por la escisión de la


personalidad y por una ruptura de los mecanismos psíquicos normales, lo que
provoca una conducta incomprensible y una pérdida del contacto con la realidad.

Estado de ánimo. Emoción generalizada y persistente que influye en la percepción


del mundo. Son ejemplos frecuentes de estado de ánimo la depresión, alegría,
cólera y ansiedad. Estos son los tipos de estado de ánimo:
Disfórico. Estado de ánimo desagradable, tal como tristeza, ansiedad o
irritabilidad.

Elevado. Sentimiento exagerado de bienestar, euforia o alegría. Una persona con


estado de ánimo elevado puede decir que se siente «arriba», «en éxtasis», «en la
cima del mundo» o «por las nubes».

Eutímico. Estado de ánimo dentro de la gama «normal», que implica la ausencia


de ánimo deprimido o elevado.

Expansivo. Ausencia de control sobre la expresión de los propios sentimientos, a


menudo con sobre valoración del significado o importancia propios.

Irritable. Fácilmente enojado y susceptible a la cólera.

Estado intersexual. Estado en el que un individuo manifiesta mezcladamente, y


en distintos grados, características de cada sexo, incluyendo formas físicas, órganos
reproductivos y comportamiento sexual.

Estereotipo. En psicología social se llama estereotipo a un conjunto fijo de


atributos que el observador de un grupo determinado adjudica a todos sus
integrantes.

Estimulante. Fármaco que aumenta la actividad motriz y psíquica del individuo.

Estímulo condicionado. Estímulo originalmente neutro, que finalmente suscita


una respuesta incondicionada (innata) sobre el individuo.

Estímulo incondicionado. Cualquier estímulo que suscita de forma regular una


respuesta no aprendida o innata. El individuo no puede controlar la respuesta al
estímulo ya que se produce como un acto reflejo.

Estímulo-respuesta. Teoría que explica los comportamientos de un individuo


como un conjunto de reacciones a estímulos precedentes.

Estrés. Cualquier exigencia que produzca un estado de tensión en el individuo y


que pida un cambio o adaptación por parte del mismo.

Estresante psicosocial. Cualquier acontecimiento o cambio vital que pueda


asociarse temporalmente (y quizá causalmente) al inicio, ocurrencia o exacerbación
de un trastorno mental.
Etología. Ciencia que estudia el comportamiento animal.

Estupor. Estado en el que no se responde a la estimulación y se acompaña de


inmovilidad y mutismo.

Estupor, estado de. Estado particular que se caracteriza por la lentitud


psicomotriz y por un comportamiento inerte que se acompaña de un torpor de la
conciencia.

Euforia. Estado de excitación psíquica que se acompaña de un alto tono afectivo.

Exaltación. Modificación del tono afectivo que se caracteriza por sentimientos de


euforia.

Exhibicionismo. Tendencia patológica a mostrar en público los órganos genitales.

Experimental, Psicología. Rama de la Psicología que emplea los experimentos


controlados y la observación para el estudio del comportamiento.

Éxtasis. Droga alucinógena de síntesis que se fabrica en laboratorios clandestinos.


Son derivados anfetamínicos, capaces de alterar el comportamiento y las funciones
vitales del organismo.

Extinción. Proceso activo durante el cual va disminuyendo gradualmente la


probabilidad de que se produzca una respuesta condicionada. Puede considerárselo
también como el desaprendizaje de un hábito.

Extraversión. Según C. G. Jung, característica del individuo "de naturaleza


conciliadora", aparentemente abierta y disponible, que se adapta fácilmente a
cualquier situación, se relaciona sin problemas y se aventura sin dificultades y con
confianza a situaciones desconocidas.

Eyaculación precoz. En el hombre, incapacidad de controlar la excitación sexual,


produciéndose una expulsión precoz de semen.

Fálica, fase. En esta fase el interés sexual del niño se centra en los órganos genitales. Es

cuando surge el complejo de Edipo.

Familiar, terapia. Método psicoterapéutico para el tratamiento de familias.


Fantasía. Libre actividad del pensamiento por la cual premisas y conclusiones pueden

ignorar la realidad. También mecanismo de defensa por el que las imágenes mentales

inventadas producen satisfacciones sustitutivas irreales.

Fantasía autista. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen

interno o externo mediante fantasías excesivas que sustituyen la búsqueda de relaciones

interpersonales, la acción más eficaz o la resolución de los problemas.

Farmacoterapia psiquiátrica. Tratamiento de las enfermedades y perturbaciones psíquicas

a través de psicofármacos.

Fase residual. La fase de una enfermedad que ocurre tras la remisión de los síntomas

floridos o del síndrome completo.

Fetichismo. Trastorno psicosexual consistente en conseguir la excitación sexual a través de

un objeto.

Fijación. Vinculación de la líbido a determinados objetos propios de uno de sus estados

evolutivos.

Fobia. Miedo persistente e irracional hacia un objeto, situación o actividad específicos (el

estímulo fóbico), que da lugar a un deseo incoercible de evitarlo. Esto suele conducir a evitar

el estímulo fóbico o a afrontarlo con terror.

Formación de conceptos. Es el proceso de aprendizaje por el cual creamos clases mentales

o cognitivas.

Formación reactiva. Mecanismo de defensa por el cual el individuo se enfrenta a conflictos

emocionales y amenazas de origen interno o externo sustituyendo los comportamientos, los

pensamientos o los sentimientos que le resultan inaceptables por otros diametralmente

opuestos (este mecanismo de defensa suele actuar en simultaneidad con la represión).

Frigidez. Incapacidad femenina de lograr el orgasmo.

Frustración. Situación en la que se halla el sujeto cuando encuentra un obstáculo que no le

permite satisfacer un deseo o alcanzar una meta.

Fuga de ideas. Un flujo casi continuo de habla acelerada, con cambios temáticos bruscos,

que habitualmente se basan en asociaciones comprensibles, estímulos que distraen la

atención o juegos de palabras. Cuando es grave, el habla puede ser incoherente y

desorganizada.
Gen. Unidad básica de la herencia.

Generalización. En el aprendizaje, fenómeno por el que se obtiene una respuesta a un

estímulo, también en presencia de estímulos similares.

Generalización del estímulo. Es la tendencia de un estímulo, semejante a otro estímulo

original condicionado, a evocar una respuesta también condicionada, aunque en un grado

algo menor.

Genética de la conducta. Es el estudio de la influencia que tiene la estructura genética

inherente a un organismo en la determinación de sus rasgos, talentos o predisposiciones.

Glándulas suprarrenales. Ver Suprarrenales, glándulas.

Grandeza. Evaluación desmesurada del valor, poder, conocimientos, importancia o identidad

de uno mismo. Cuando es extrema, la grandeza puede alcanzar proporciones delirantes.

Grupo. Conjunto de personas influidas entre sí y que persiguen un fin común: por ejemplo la

familia, un partido político o un equipo de baloncesto.

Grupo de control. Conjunto de sujetos utilizados en un experimento a fin de brindar una

observación que pueda cotejarse con la conducta del grupo experimental, que es el que se

quiere estudiar.

Grupo, terapia de. Tratamiento contemporáneo de numerosos pacientes (de 6 a 12) a

cargo de uno o más psicoterapeutas.

Habla apremiante. Habla que es excesiva en cantidad, acelerada y difícil o imposible de

interrumpir. Usualmente es de excesivo volumen y empalica. Con frecuencia la persona

habla sin ninguna incitación social y puede continuar haciéndolo aún cuando nadie le

escuche.

Habilidad. Capacidad de actuar que se desarrolla gracias al aprendizaje, al ejercicio y a la

experiencia.

Hábito. Tendencia a actuar de una manera mecánica, especialmente cuando el hábito se ha

adquirido por ejercicio o experiencia. Se caracteriza por estar muy arraigado y porque puede

ejecutarse de forma automática.

Hachís. Estupefaciente extraído del cannabis. Provoca euforia y en grandes dosis excitación

y alucinaciones.
Hedonismo. Concepción según la cual el factor motivante primordial de la conducta humana

es la dimensión bipolar placer-dolor.

Heroína. Derivado del opio, concretamente de la planta de la morfina, cuya cápsula se llama

"adormidera", de la que se extrae una resina llamada "pan de opio", que es la sustancia

activa. Actúa como un depresor del sistema nervioso central (SNC).

Heterosexual. Individuo atraído sexualmente por personas del sexo contrario.

Hiperacusia. Sensibilidad dolorosa a los sonidos.

Hipersomnia. Excesiva somnolencia, manifestada por sueño nocturno prolongado, dificultad

para mantener un estado de alerta durante el día o episodios diurnos de sueño no deseados.

Hipersensibilidad, teoría de la. Teoría que sostiene que cualquiera que sea el efecto de

una droga, la abstinencia producirá efectos contrarios. Por ejemplo si es excitante, la

abstinencia producirá depresión.

Hipnosis. Estado de alteración de la conciencia inducido en un sujeto cooperante. Se

caracteriza por un estrechamiento del foco de atención y aumento de la sugestionabilidad.

Hipnótico. Fármaco que produce un sueño similar al natural (somnífero).

Hipocondría. Estado caracterizado por una preocupación desmesurada por la salud o por

una enfermedad.

Hipoglucemia. Es un trastorno orgánico en que aparece un bajo nivel de azúcar en la

sangre. En las personas que padecen de hipoglucemia como afección clínica este estado

tiende a ser crónico, en cuyo caso el organismo se debilita.

Homeostasis. Término que designa la regulación del equilibrio del medio interno y en

general de toda la actividad del organismo.

Homosexual. Sujeto cuya afectividad y deseos eróticos se dirigen hacia individuos de su

propio sexo.

Idea delirante. Falsa creencia basada en una inferencia incorrecta relativa a la realidad

externa que es firmemente sostenida. La creencia no está aceptada ordinariamente por otros

miembros de la subcultura o cultura a la que pertenece el sujeto (p. ej., no es un artículo de

fe religiosa). Cuando una creencia errónea implica un juicio de valor, sólo se considera idea

delirante cuando el juicio es tan extremo que desafía toda credibilidad. Las ideas delirantes
se subdividen de acuerdo con su contenido. Algunos de los tipos más frecuentes son los

siguientes:

Celos delirantes. Idea delirante que tiene el sujeto pensando que es traicionado por su

compañero sexual.

De grandeza. Idea delirante de valor, poder, conocimientos o identidad exagerados, o de

una relación especial con una deidad o una persona famosa.

De referencia. Idea delirante cuya temática consiste en que ciertos hechos, objetos o

personas del ambiente inmediato del sujeto adoptan una significación particular y desusada.

Estas ideas delirantes suelen ser de naturaleza negativa o peyorativa, pero también pueden

ser de grandiosidad. Difieren de las ideas de referencia, donde la falsa creencia no se

sostiene tan firmemente ni está tan organizada como una verdadera creencia.

De ser controlado. Idea delirante en que ciertos sentimientos, impulsos o actos se

experimentan como si estuvieran bajo el control de alguna fuerza externa más que bajo el

de uno mismo.

Difusión del pensamiento. Idea delirante de que los propios pensamientos están siendo

difundidos en alta voz de modo que pueden ser percibidos por otros.

Erotomaníaca. Idea delirante de que otra persona, habitualmente de status superior, está

enamorada del sujeto.

Extraña. Idea delirante que implica un fenómeno que la cultura del sujeto consideraría

totalmente inverosímil.

Inserción del pensamiento. Idea delirante de que ciertos pensamientos propios no son de

uno mismo, sino que más bien son insertados en la propia mente.

Persecutoria. Idea delirante cuyo tema central consiste en que el sujeto (o alguien cercano

a él) está siendo atacado, atormentado, golpeado, perseguido o se conspira contra él.

Somática. Idea delirante cuyo principal contenido pertenece a la apariencia o

funcionamiento del propio cuerpo.

Idea sobrevalorada. Creencia persistente y no razonable que se mantiene con menos

intensidad que la idea delirante (esto es, el sujeto es capaz de aceptar la posibilidad de que

su creencia puede no ser cierta). La creencia no es aceptada habitualmente por otros

miembros de la cultura o subcultura a que pertenece el sujeto.


Ideación paranoide. Ideación que implica sospechas o creencia de estar siendo

atormentado, perseguido o tratado injustamente, pero de proporciones inferiores a las de

una idea delirante.

Idealización. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen

interno o externo atribuyendo cualidades exageradamente positivas a los demás.

Ideas de referencia. Sensación de que ciertos incidentes causales o que determinados

acontecimientos externos tienen un significado particular y desusado que es específico para

cada sujeto. Debe distinguirse de un delirio de referencia, en el que existe una creencia

sostenida con convicción delirante.

Ideas innatas. Ideas presentes en el organismo desde su nacimiento, no necesariamente

en su forma definitiva y madura, pero sí al menos en su forma germinal.

Identificación proyectiva. Mecanismo de defensa en que el individuo atribuye

incorrectamente a los demás sentimientos, impulsos o pensamientos propios que le resultan

inaceptables. A diferencia de la proyección simple, en este caso el individuo no repudia

totalmente lo que proyecta. Al contrario, el individuo es consciente de sus afectos o

impulsos, pero los interpreta incorrectamente al considerarlos reacciones justificables frente

a otras personas. No es raro que el individuo atribuya sus propios sentimientos a otros,

haciendo que sea difícil esclarecer quién hizo algo a quién en primer lugar.

Identidad. Concepto claro y nítido de uno mismo.

Identidad sexual. Convicción interna de una persona acerca de ser varón o mujer.

Identificación. Mecanismo psíquico inconsciente que induce a un sujeto a comportarse,

pensar y sentir como otro que actúa como su modelo.

Idiocia. Grave forma de insuficiencia mental, congénita o adquirida, tras una lesión cerebral

en la primera infancia.

Ilusión. Percepción o interpretación errónea de un estímulo externo real, por ejemplo,

escuchando el rumor de unas hojas o el sonido de unas voces.

Imagen. Representación mental de un objeto, una persona o un acontecimiento.

Imaginación. Facultad de representarse mentalmente objetos, personas, situaciones no

presentes en la realidad.
Imbecilidad. Forma de insuficiencia mental, menos grave que la idiocia, pero que impide

vivir de un modo autónomo. Oligofrenia de grado medio.

Imitación. Adquisición voluntaria de una conducta observada en otras personas. Elemento

fundamental del aprendizaje.

Impotencia. Imposibilidad para conseguir o mantener la erección del pene. Con frecuencia

está motivada por factores psicológicos.

Impresión. Visión u opinión general de un hecho cualquiera de otro sujeto, que surge de

modo inmediato.

Impronta. Es una variedad de aprendizaje a la vez rápido e irreversible, que tiene lugar en

ciertos períodos críticos del desarrollo temprano de algunos organismos.

Impulso. Tendencia a actuar sin una deliberación previa. Fenómeno contrario a un acto de

voluntad.

Impulso afectivo. Es la tendencia innata en virtud de la cual un organismo aspira al

contacto, físico o emocional, con otro organismo.

Impulsos biológicos. Son un conjunto de movilizadores innatos de la conducta, que

reflejan las necesidades de los órganos y los procesos fisiológicos del organismo.

Inadaptación social. Estado en el que el sujeto establece unas relaciones conflictivas con

su entorno social.

Incoherencia. Lenguaje o pensamiento que resulta esencialmente incomprensible a los

demás porque las palabras o las frases se unen sin una conexión lógica o significativa. La

irregularidad ocurre dentro de las oraciones, a diferencia del descarrilamiento o dispersión,

en el que la alteración se produce entre las oraciones. La incoherencia a veces ha sido

denominada "ensalada de palabras" para poner de manifiesto el grado de desorganización

lingüística. No deben considerarse como incoherencia ciertas construcciones escasamente

gramaticales o usos idiomáticos característicos de una cultura o región particulares, una falta

de escolarización o un bajo nivel intelectual. El término no suele aplicarse cuando hay

pruebas de que el trastorno del habla se debe a una afasia.

Inconsciencia. Estado en el que la capacidad de percepción y de actuar conscientemente

están anuladas. El estado más profundo de inconsciencia es el estado de coma.


Inconsciente. Zona "sumergida" de nuestra personalidad, de la que el sujeto no es

directamente consciente. Sus contenidos son de naturaleza pulsional (pulsión) y su

organización está regida por la condensación y el desplazamiento. Sus intentos de acceder a

la conciencia son frenados por la represión y sólo obtienen éxito en la medida en que, a

través de las deformaciones de la censura, se producen formaciones de compromiso

(sueños, actos fallidos, etcétera). Se compone básicamente de material psicológico

procedente de los deseos infantiles.

Inconsciente colectivo. Según Jung, el conjunto de ideas y recuerdos que pertenecen a

toda la humanidad y que son fruto de los recuerdos acumulados tras las experiencias de

innumerables generaciones.

Infantil, Psicología. Rama de la Psicología que estudia los procesos de desarrollo del niño y

su conducta.

Infantilismo. Actitud. Presencia de una conducta infantil en el adulto.

Inhibición. Carencia o disminución de determinados tipos de conducta, especialmente de

los agresivos.

Inhibición reactiva. Cantidad mesurable de fatiga específica que se acumula en un

organismo cada vez que da una cierta respuesta. La consecuencia es la disminución o

desaparición por parte del organismo a producir dicha respuesta frente al estímulo.

Inmadurez. Insuficiente grado de desarrollo afectivo que puede darse en personas

cronológica e intelectualmente adultas.

Insomnio. Quejas subjetivas de dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido o a

causa de la mala calidad del sueño. Estos son los tipos de insomnio:

Insomnio inicial. Dificultad para conciliar el sueño.

Insomnio medio. Despertar a media noche después de haber conciliado el sueño, aunque

con dificultades.

Insomnio terminal. Despertar antes de la hora usual de hacerlo, con incapacidad para

reemprender el sueño.

Instinto de muerte. Tal como lo formulara Freud, el instinto o pulsión de muerte es una

tendencia innata a procurar la destrucción de otros organismos, así como la propia

destrucción.
Inteligencia. En líneas generales, capacidad mental para entender, recordar y emplear de

un modo práctico y constructivo, los conocimientos en situaciones nuevas.

Intelectualización. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen

interno o externo generalizando o implicándose en pensamientos excesivamente abstractos

para controlar o minimizar sentimientos que le causan malestar.

Interferencia retroactiva. Fenómeno del aprendizaje por el cual al aprender un segundo

conjunto o lista de materiales, se inhibe o disminuye la capacidad de recordar una primera

lista o conjunto aprendido con anterioridad.

Intimidad. Según el análisis transaccional, la intimidad es un estado de proximidad

emocional a otra persona, caracterizado por la ausencia de manipulación y la presencia de

una comunicación auténtica.

Introspección. Proceso mental a través del cual el sujeto observa atentamente sus propias

experiencias.

Introversión. Según Jung, característica del sujeto de naturaleza lenta, reflexiva y cerrada,

que evita el contacto con los otros y se pone fácilmente a la defensiva.

Introvisión. Según la psicología de la Gestalt, la introvisión es la percepción súbita del

modo en que las partes se vinculan con la totalidad organizada. En el psicoanálisis, es la

captación precisa que logra el paciente del significado de las ideas, motivos y recuerdos

recobrados desde el plano inconsciente de su personalidad.

Introyección. Mecanismo de defensa por el que se hacen propios rasgos de la personalidad

de un sujeto.

Intuición. Forma de conocimiento directo caracterizada por la inmediatez y la

contemporaneidad.

Labilidad. Estado emotivo caracterizado por una alteración del control consciente de las

reacciones emotivas.

Latencia, fase de. Según Freud, fase del desarrollo del niño en el que la sexualidad

permanece más o menos adormecida. Se extiende desde los siete años hasta la

adolescencia.
Latente, contenido. La parte oculta de un sueño, una fantasía, de los pensamientos y las

emociones. Se expresa de forma enmascarada en el contenido manifiesto.

Lenguaje del cuerpo. Forma de comunicación no verbal efectuada a través de gestos,

movimientos, etc.

Lexitimia: Enfermedad neurológica en que, debido a un traumatismo craneo-encefálico, la

persona no sabe reconocer sus sentimientos.

Ley del efecto. Esta ley establece que si a un organismo su respuesta ante un estímulo le

resulta satisfactoria, la aprenderá y quedara "impresa" en su sistema nervioso.

Libido. Según Freud, forma de la energía vital que dirige y origina las manifestaciones del

instinto sexual.

Logorrea. Locuacidad excesiva.

Logoterapia. Es una clase de psicoterapia destinada a ayudar a la persona con problemas a

redescubrir el sentido de su vida, que ha perdido.

Lentitud psicomotora. Enlentecimiento generalizado visible de los movimientos y del

habla.

Macropsia. Percepción visual de que los objetos son mayores de lo que realmente son.

Manía. Enfermedad del estado de ánimo caracterizada por una hiperactividad psíquica y un

fondo de alegría, de euforia y actividad frenética, que no tienen motivación real alguna.

Maniaco-depresiva, psicosis. Enfermedad mental caracterizada por la alternancia de fases

maniacas y depresivas.

Manifiesto, contenido. Cuanto el sujeto recuerda y/o relata conscientemente de un sueño,

una fantasía o de sus pensamientos y emociones.

Marihuana. Denominación popular del extracto de una parte del cannabis, produce euforia y

sensación de flotación.

Masoquismo. Trastorno psicosexual en el que la excitación sexual se consigue a través del

dolor físico o la humillación infringida y/o solicitada por un miembro de la pareja a otro.

Masturbación. Autoexcitación de las zonas erógenas, hasta el climax.


Mecanismo de defensa. Proceso psicológico automático que protege al individuo de la

ansiedad y de la conciencia de amenazas o peligros externos o internos. Los mecanismos de

defensa mediatizan la reacción del individuo ante los conflictos emocionales y ante las

amenazas externas. Algunos mecanismos de defensa (p. ej., proyección, dicotomización, y

"acting out") son casi siempre desadaptativos. Otros, como la supresión y la negación,

pueden ser desadaptativos o adaptativos en función de su gravedad, inflexibilidad y el

contexto en el que ocurran.

Medicamento agonista. Sustancia química extrínseca a las sustancias producidas

endógenamente, que actúa sobre un receptor y es capaz de producir el efecto máximo que

puede alcanzarse estimulando dicho receptor. Un agonista parcial sólo es capaz de producir

menos del efecto máximo, aunque se administre en concentración suficiente para fijarse a

todos los receptores disponibles.

Medicamento agonista/antagonista. Sustancia química extrínseca a sustancias

producidas endógenamente que actúa sobre una familia de receptores (como los receptores

de los opiáceos), de manera que es un agonista o agonista parcial respecto de un tipo de

receptor y antagonista respecto de otro.

Medicamento antagonista. Sustancia química extrínseca a las sustancias producidas

endógenamente que ocupa un receptor, no produce efectos fisiológicos e impide que factores

químicos endógenos y exógenos produzcan algún efecto en dicho receptor.

Meditación. Proceso mental a través del cual el sujeto alcanza su yo más profundo.

Megalomanía. Sentimiento de potencia y superioridad que no tiene fundamentos reales.

Mellizos idénticos. Son los que derivan de un mismo cigoto y en consecuencia tienen la

misma estructura genéticos.

Memoria. Capacidad mental de conservar y evocar cuanto se ha vivido. Fenómeno psíquico

muy complejo en el que entran en juego el psiquismo elemental (rastros que las sensaciones

dejan en el tejido nervioso), la actividad nerviosa superior (creación de nuevas conexiones

nerviosas por repetición, es decir, reflejos condicionados) y el sistema conceptual o

inteligencia propiamente dicha. Actividad específicamente humana en cuanto comporta el

reconocimiento de la imagen pasada como pasada.

Menarquía. Aparición de la primera menstruación.

Menopausia. Cese de las menstruaciones.


Menstruación. Hemorragia cíclica que se produce en la mujer sexualmente madura.

Mesamorfo. Según W. Sheldon, el tipo corpóreo activo y enérgico.

Mescalina. Alcaloide derivado del cactus peyoti o peyote, capaz de producir trastornos

tóxicos importantes, en especial de tipo alucinatorio.

Método experimental. Es un método para la recolección de datos en el cual se comparan

las mediciones del comportamiento de un grupo de control, como mínimo, con las

mediciones de un grupo experimental, como mínimo.

Micropsia. Percepción visual de que los objetos son menores de lo que realmente son.

Miedo. Reacción emotiva frente a un peligro reconocido como tal en estado de conciencia.

Morfina. Principal alcaloide extraído del opio; tiene propiedades terapéuticas, sobre todo

como analgésico y espasmolítico. Es también una droga.

Motivación. Conjunto de motivos que intervienen en un acto electivo, según su origen los

motivos pueden ser de carácter fisiológico e innatos (hambre, sueño) o sociales; estos

últimos se adquieren durante la socialización, formándose en función de las relaciones

interpersonales, los valores, las normas y las instituciones sociales.

Motivo. Un motivo es un estado interior presupuesto de un organismo, con el fin de explicar

sus elecciones y su conducta orientada hacia metas. Desde el punto de vista subjetivo, es un

deseo o anhelo.

Movimientos estereotipados. Comportamiento motor repetitivo, aparentemente impulsivo

y no funcional (p. ej., sacudir o mover las manos, balancear el cuerpo, golpear la cabeza,

mordisquear objetos, automorderse, pincharse la piel o los orificios corporales, golpear el

propio cuerpo).

Movimientos oculares rápidos (MOR). Son cambios abruptos y espontáneos en la

posición de los globos oculares durante el sueño. Estos desplazamientos se producen tanto

en la dirección vertical como en la horizontal, y semejan lo que de hecho sucede cuando el

individuo contempla un suceso real con los ojos abiertos.

Mutismo. Incapacidad para hablar no provocada por lesiones en las cuerdas bucales.

Narcisismo. Mecanismo de defensa que se caracteriza por una preocupación excesiva hacia

la propia persona.
Narcolepsia. Tendencia irresistible al sueño.

Narcótico. Sustancias químicas que provocan la aparición del sueño.

Necrofilia. Trastorno psicosexual en el que se observa una inclinación sexual hacia los

cadáveres.

Negación. Mecanismo de defensa por el que se rechazan aquellos aspectos de la realidad

que se consideran desagradables. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y

amenazas de origen interno o extemo negándose a reconocer algunos aspectos dolorosos de

la realidad externa o de las experiencias subjetivas que son manifiestos para los demás. El

término negación psicótica se emplea cuando hay una total afectación de la capacidad para

captar la realidad.

Nervio. Un nervio es un haz de axones de neuronas que forma parte del sistema nervioso

periférico. Los nervios pueden ser sensoriales o motores (también los hay mixtos). Los

primeros conducen la información desde el exterior hacia los centros nerviosos, en tanto que

los segundos la transmiten a los órganos efectores.

Nerviosismo. Estado de desequilibrio leve del sistema nervioso, con trastornos psíquicos de

cierta intensidad (irritabilidad, poca atención, etc.) y orgánicos (intranquilidad motora, etc.).

Neurastenia. Conjunto de alteraciones de la excitabilidad del sistema nervioso,

caracterizado por el aumento de la fatigabilidad, con sensación de agotamiento somático y

psíquico.

Neuroléptico. Fármaco psicológico con efectos sedantes, ansiolíticos y antipsicóticos.

Neurología. Disciplina médica que estudia los aspectos patológicos del sistema nervioso

periférico.

Neurona. Es una célula especializada en la comunicación de información. Es la unidad

funcional básica del cerebro y del sistema nervioso.

Neurosis. Conjunto de síntomas psíquicos y emocionales producidos por un conflicto

psicológico que se han hecho crónicos. Se conserva la capacidad para razonar

coherentemente.

Neurotransmisor. Es un "mensajero" químico que permite que una neurona excite o inhiba

la despolarización (o sea, la "descarga") de otra neurona adyacente a ella.


Nido vacío, síndrome del. Sensación de vacío emotivo que experimentan los padres

cuando los hijos se independizan, abandonando el hogar paterno.

Ninfomanía. Trastorno psicosexual femenino caracterizado por la desinhibición absoluta de

los instintos sexuales.

Nistagmo. Movimiento rítmico involuntario de los ojos, que consiste en temblores rápidos

de pequeña amplitud en una dirección y un movimiento recurrente, mayor, más lento, en la

dirección opuesta. El nistagmo puede ser horizontal, vertical o rotatorio.

Nivel de aspiración. Patrón subjetivo de acuerdo con el cual un individuo fija sus metas y

evalúa sus logros.

Obsesión. Irrupción en el pensamiento de una idea, un sentimiento o una tendencia, que

aparece en el enfermo en desacuerdo con su pensamiento consciente, pero que persiste a

pesar de todos los esfuerzos que hace el sujeto por deshacerse de él.

Obsesivo-compulsiva, neurosis. Neurosis en las que las obsesiones y compulsiones se

han hecho crónicas, perturbando la vida normal del sujeto.

Odio. Emoción reactiva frente a una persona o una vivencia que hiere o amenaza.

Oligofrenia. Ver Debilidad mental.

Olvido. Incapacidad del individuo para rememorar un fragmento de información que está

seguro que existe en su memoria.

Omnipotencia. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen

interno o externo pensando o actuando como si dispusiera de poderes o capacidades

especiales y fuera superior a los demás.

Onicofagia. Hábito de morderse las uñas.

Onírico. Relativo al mundo de los sueños.

Opio. Estupefaciente extraído de las cápsulas del Papaverum álbum.

Oral, fase. Período que abarca el primer año de vida. Según Freud, durante esta fase las

necesidades, percepciones y modos de expresión del niño se centran en la boca, a través de

la cual obtiene todas sus gratificaciones inmediatas.

Organismo. Cualquier entidad viviente.


Orgasmo. Acción refleja provocada por la estimulación sexual, es el punto culminante del

placer durante dicha excitación.

Pánico. Episodio agudo de los estados de ansiedad caracterizado por un miedo intenso e

irracional.

Papel o rol sexual. Actitudes, patrones de comportamiento y atributos de personalidad

definidos por la cultura en que el individuo vive como papeles sociales estereotipadamente

"masculinos" o "femeninos".

Paranoia. Delirio interpretativo que evoluciona de forma progresiva, con una lógica

aparentemente perfecta y sin deterioro intelectual. La paranoia es raro que se establezca de

forma pura, por eso es más conveniente hablar de personalidad paranoica, cuyos rasgos

esenciales son una exagerada susceptibilidad, una hipervaloración del yo, desconfianza y una

construcción mental peculiar.

Parasomnia. Comportamiento o hechos fisiológicos anormales que ocurren durante el sueño

o en las transiciones sueño-vigilia.

Pedagogía. Ciencia de la educación.

Pedofilia. Trastorno psicosexual caracterizado por el interés erótico hacia los niños.

Pensamiento. Término genérico que indica un conjunto de actividades mentales tales como

el razonamiento, la abstracción, la generalización, etc. cuyas finalidades son, entre otras, la

resolución de problemas, la adopción de decisiones y la representación de la realidad

externa.

Pensamiento mágico. Creencia errónea de que los propios pensamientos, palabras o actos

causarán o evitarán un hecho concreto de un modo que desafía las leyes de causa y efecto

comúnmente aceptadas. El pensamiento mágico puede formar parte del desarrollo normal

del niño.

Percepción. Función psíquica que permite al organismo, a través de los sentidos, recibir y

elaborar las informaciones provenientes del exterior y convertirlas en totalidades organizadas

y dotadas de significado para el sujeto.

Perfil. Representación gráfica de los resultados de un test o batería de tests.

Perseveración. Repetición persistente y sin objetivo alguno de actividades, palabras o

frases.
Persona. El individuo entendido como ser vivo dotado de conciencia.

Personalidad. Estructura psíquica de cada individuo, la forma como se revela por su modo

de pensar y expresarse, en sus actitudes e intereses y en sus actos. Son patrones duraderos

de percibir, relacionarse y pensar acerca del ambiente y de uno mismo. Los rasgos de

personalidad son aspectos prominentes que se manifiestan en una amplia gama de contextos

sociales y personales importantes. Los rasgos de personalidad sólo constituyen un trastorno

de personalidad cuando son inflexibles y desadaptativos y provocan malestar subjetivo o

déficit funcional significativo.

Personalidad autoritaria. El individuo con personalidad autoritaria presenta habitualmente

los siguientes rasgos: obediencia ciega a la autoridad, cumplimiento estricto de normas

rígidas, expectativa de lealtad incondicional por parte de sus subordinados, hostilidad frente

a los miembros de otros grupos y admiración hacia los poderosos.

Personalidad múltiple. Trastorno mental caracterizado por la aparición alterada en un

sujeto de dos o más personalidades contradictorias entre sí.

Pesadilla. Sueños con carácter terrorífico y angustioso, que carecen de significado

patológico si no son muy intensos o repetitivos.

Pícnico, tipo. Según E. Kretschmer, el tipo constitucional bajo y grueso.

Piromanía. Necesidad no sometible al control de la voluntad de provocar incendios y

presenciarlos.

Placebo. Sustancia farmacológica o tratamiento sin ningún efecto pero que proporciona

alivio al paciente por un fenómeno de persuasión.

Placebo, efecto. Efecto que causa una medicina más por la sugestión que por su real

eficacia farmacológica.

Polarización. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen

interno o externo viéndose a sí mismo o a los demás como completamente buenos o malos,

sin conseguir integrar en imágenes cohesionadas las cualidades positivas o negativas de

cada uno. Al no poder experimentar simultáneamente afectos ambivalentes, el individuo

excluye de su conciencia emocional una visión y unas expectativas equilibradas de sí mismo

y de los demás. A menudo, el individuo idealiza y devalúa alternativamente a la misma

persona o a sí mismo: otorga cualidades exclusivamente amorosas, poderosas, útiles,


nutritivas y bondadosas o exclusivamente malas, odiosas, coléricas, destructivas, repelentes

o inútiles.

Práctica distribuida. Es una situación de aprendizaje que se caracteriza por la inclusión de

períodos de descanso o "recreos" entre los ensayos. Contrasta este concepto con el de

práctica agrupada, situación de aprendizaje en la cual, por el contrario, un ensayo sigue al

otro sin período de descanso alguno.

Práctica negativa. Método utilizado para extinguir hábitos y por el cual se repiten en forma

consciente y deliberada las tendencia erróneas asociadas a dichos hábitos.

Prejuicio. Actitud, creencia u opinión que no se basa en una información o experiencia

suficiente como para alcanzar una conclusión rotunda. Literalmente se define como un "juicio

previo".

Premenstrual, síndrome. Conjunto de síntomas fisiológicos y psíquicos que aparecen unos

días antes de la menstruación.

Principio de Premack. Si suponemos que dos de las acciones que componen el repertorio

de conductas de un organismo presentan distinto grado de probabilidad en cuanto a su

acaecimiento: una de ellas tiene muchas probabilidades de ocurrir, y la otra, pocas

probabilidades. El principio de Premack establece que la acción con alta probabilidad de

ocurrencia puede emplearse para reforzar la de baja probabilidad.

Privación afectiva. Carencia de una relación satisfactoria y duradera con una o más

personas. Es muy negativa para el desarrollo normal emotivo e intelectual del niño.

Proyección. Mecanismo de defensa que el individuo se enfrenta a conflictos emocionales y

amenazas de origen interno o externo atribuyendo incorrectamente a los demás

sentimientos, impulsos o pensamientos propios que le resultan inaceptables. Consiste en

proyectar cualidades, deseos o sentimientos que producen ansiedad fuera de sí mismo,

dirigiéndolos hacia algo o alguien a quien se atribuyen totalmente.

Psicoanálisis. Método psicoterapéutico para el tratamiento de trastornos psíquicos, que

utiliza técnicas de asociación libre y la interpretación de los sueños. Es una teoría de la

personalidad basada en conceptos como la motivación inconsciente, el yo, el ello y el

superyo.

Psicobiología. Es el estudio de la conducta en función de sus fundamentos biológicos.


Psicocirugía. Es la cirugía practicada en el cerebro con el objeto de tratar un trastorno

psíquico.

Psicofármaco. Sustancia química capaz de modificar el psiquismo normal o patológico.

Psicofísica. Es el estudio de la relación funcional entre las magnitudes de los


estímulos físicos y las respuestas sensoriales a ellos.

Psicofisiología. Tendencia de la Psicología experimental que considera las funciones

psíquicas desde el punto de vista fisiológico.

Psicógeno. Referido a manifestaciones en general patológicas, cuyo origen no reside en una

lesión orgánica sino en un trastorno psíquico.

Psicología. Ciencia que estudia la actividad psíquica y el comportamiento de los

organismos.

Psicología comparada. Es el estudio de las similitudes y diferencias que manifiestan en su

comportamiento especies de organismos que contrastan entre sí.

Psicopatía. Nombre genérico de un trastorno mental que se caracteriza por un

comportamiento asocial.

Psicoterapia. Es cualquier proceso de reeducación que tiene por objeto ayudar a una

persona con problemas, recurriendo fundamentalmente a las intervenciones psicológicas, en

contraste con los tratamientos orgánicos, como la administración de drogas.

Psicótico. Este término ha recibido históricamente numerosas definiciones diferentes,

ninguna de las cuales ha conseguido ser aceptada universalmente. La definición más estricta

de psicótico se limita a ideas delirantes o alucinaciones prominentes, en ausencia de

conciencia acerca de su naturaleza patológica. Una definición algo menos restrictiva también

incluiría alucinaciones significativas que el individuo acepta como experiencias alucinatorias.

Todavía es más amplia una definición que incluya asimismo otros síntomas positivos de

esquizofrenia (esto es, habla desorganizada, comportamiento intensamente desorganizado o

catatónico). Finalmente, el término ha sido definido conceptualmente como una pérdida de

los límites del yo o una importante alteración de la verificación de la realidad.

Psique. Conjunto de las funciones sensitivas, afectivas y mentales de un individuo.

Psiquiatría. Rama de la Medicina que estudia las enfermedades de la psique.


Psicosis. Trastorno psíquico grave que afecta de un modo total a la personalidad y conducta

del sujeto, con perturbación del juicio, de la voluntad y de la afectividad.

Psicosomático. Relativo, al mismo tiempo, tanto al componente psíquico o mental de la

personalidad como al orgánico.

Psicoterapeuta. Especialista en Psicoterapia.

Psicoterapia. Conjunto de medios terapéuticos basados en la relación interpersonal; a

través del diálogo, y las intervenciones del terapeuta, se posibilita la superación del conflicto

psíquico.

Pubertad. Etapa de la vida en que se realizan un conjunto de transformaciones morfológicas

y fisiológicas que posibilitan el inicio de las funciones sexuales; marca el paso de la infancia a

la adolescencia.

Pulsión. Tendencia instintiva que empuja a realizar o rehuir ciertos actos.

Racionalización. Mecanismo de defensa por el que se tiende a dar una explicación lógica a

los sentimientos, pensamientos o conductas que de otro modo provocarían ansiedad o

sentimientos de inferioridad o de culpa.

Rapport. Se dice que en una relación entre dos o más personas hay rapport cuando sus

pensamientos o sentimientos armonizan entre sí o cuando presentan una serie de puntos de

vista compartidos.

Rasgo. Elemento característico de la personalidad relativamente estable. El individuo se

enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de origen interno o externo inventando sus

propias explicaciones, tranquilizadoras pero incorrectas, para encubrir las verdaderas

motivaciones que rigen sus pensamientos, acciones o sentimientos.

Reactiva, formación. Mecanismo de defensa por el que todo aquello que no puede ser

satisfecho se sustituye por el contrario: por ejemplo el amor hacia una persona que no nos

corresponde se transforma en odio, etc.

Reconocimiento. Capacidad para identificar un cierto número de elementos de un conjunto

aprendido anteriormente.

Reconstrucción. Fenómeno por el que los recuerdos vuelven a la memoria por estímulos

conectados a acontecimientos del pasado.


Recuerdo. Reproducción de algo vivido o aprendido anteriormente.

Reflejo. Respuesta orgánica espontánea y no aprendida.

Refuerzo. Cualquier estímulo que aumenta la probabilidad de que se produzca una cierta

clase de respuestas.

Regla mnemotécnica. Es una estrategia cognitiva utilizada para apuntalar el

funcionamiento de la memoria.

Regresión. Mecanismo de defensa que consiste en regresar a períodos anteriores del

desarrollo o a comportamientos antiguos, que eran más satisfactorios.

Relación figura-fondo. En la percepción se tiende a aislar uno o más objetos (figuras) del

campo perceptual (fondo). La relación figura-fondo consiste en percibir una figura de forma o

pautas bien definidas, que se distingue del fondo indeterminado y amorfo.

Represión. Mecanismo de defensa que consiste en rechazar fuera de la conciencia todo

aquello que resulta doloroso o inaceptable para el sujeto. El individuo se enfrenta a conflictos

emocionales y amenazas de origen interno o externo expulsando de su conciencia o no

dándose por enterado cognoscitivamente de los deseos, pensamientos o experiencias que le

causan malestar. El componente afectivo puede mantenerse activo en la conciencia,

desprendido de sus ideas asociadas.

Resistencia. Oposición inconsciente o quizá consciente a llevar al nivel de la conciencia

experiencias, ideas, afectos, etc., pasados, que provocarían ansiedad.

Respuesta. Definición una respuesta en el ámbito de la psicología, es cualquier conducta

provocada por un estímulo.

Retraso mental. Desarrollo incompleto o insuficiente del desarrollo intelectual.

Retrospectiva. Recurrencia de un recuerdo, sentimiento o experiencia perceptiva del

pasado.

Ritual. Conjunto de actos realizados de modo repetitivo. Típico de las conductas obsesivas.

Rol. En psicología social se considera que el rol es la personalidad pública de cada individuo,

vale decir, el papel más o menos predecible que asume con el objeto de amoldarse a la

sociedad de la que forma parte.


Sadismo. Trastorno psicosexual en el que el sujeto obtiene placer del acto de inflingir dolor

y humillación a otra persona para satisfacer sus deseos sexuales.

Sedante. Sustancia que atenúa los estados de excitación emotiva o motriz.

Sensación. Proceso por el cual los órganos de los sentidos convierten estímulos del mundo

exterior en los datos elementales o materia prima de la experiencia.

Signo. Manifestación objetiva de un estado que puede ser patológico. Los signos son

observados por el clínico más que descritos por el individuo afectado.

Simbolización. Mecanismo de defensa por el que se usa una imagen mental o un

pensamiento consciente como símbolo para disfrazar un pensamiento inconsciente que nos

produce un estado de ansiedad.

Símbolo. Cualquier estímulo representativo de una idea o un objeto distinto de él.

Sinapsis. Es el punto de conexión funcional entre dos neuronas adyacentes.

Síndrome. Agrupación de signos y síntomas basada en su frecuente coocurrencia, que

puede sugerir una patogenia, una evolución, unos antecedentes familiares o una selección

terapéutica comunes.

Síndrome general de adaptación. Es una pauta de reacción fisiológica provocada por la

tensión crónica, cuya finalidad es suprimir los efectos de ésta y permitir al organismo

conservar sus recursos. La pauta se divide en tres etapas: 1) la reacción de alarma, 2) la

resistencia y 3) el agotamiento.

Sinestesia. Estado en el que una experiencia sensorial estimula otra modalidad de

experiencia sensorial (p. ej., un sonido produce la sensación de un color particular).

Síntoma. Manifestación subjetiva de un estado patológico. Los síntomas son descritos por el

individuo afecto más que observados por el examinador.

Síntoma de conversión. Pérdida o alteración del funcionamiento sensorial o motor

voluntario que sugiere una enfermedad médica o neurológica. Se supone que ciertos factores

psicológicos i están asociados al desarrollo del síntoma, de modo que el síntoma no se

explica por completo por una enfermedad médica o neurológica ni por los efectos directos de

una sustancia. El síntoma no está producido intencionadamente ni es fingido, y no está

sancionado culturalmente.
Síntomas psicóticos congruentes con el estado de ánimo. Ideas delirantes o

alucinaciones cuyo contenido es plenamente coherente con los temas típicos de un estado de

ánimo deprimido o maníaco. Si el ánimo es depresivo, el contenido de las ideas delirantes o

las alucinaciones consistirá en temas de inadecuación personal, culpa, enfermedad, muerte,

nihilismo o castigo merecido. El contenido del delirio puede incluir temas de persecución si

parten de conceptos autodespectivos como un castigo merecido. Si el ánimo es maníaco, el

contenido de los delirios o alucinaciones incluirá temas sobre valor, poder, conocimientos o

identidad exagerados o sobre una relación especial con una deidad o persona famosa. El

contenido del delirio puede incluir temas de persecución si se basan en conceptos como un

valor exagerado o un castigo merecido.

Síntomas psicótícos no congruentes con el estado de ánimo. Ideas delirantes o

alucinaciones cuyo contenido no es coherente con los temas típicos de un ánimo depresivo o

maníaco. En el caso de la depresión los delirios o las alucinaciones no implicarán temas de

inadecuación personal, culpa, enfermedad, muerte, nihilismo o castigo merecido. En el caso

de la manía, los delirios o las alucinaciones no entrañarán temas de valor, poder,

conocimientos o identidad exagerados o de relaciones especiales con una deidad o un

personaje famoso. Son ejemplos de síntomas psicótícos no congruentes con el estado de

ánimo los delirios de persecución (sin contenido autodespectivo o de grandeza), la inserción

del pensamiento, la difusión del pensamiento y las ideas delirantes de ser controlado, cuyo

contenido no guarda relación aparente con ninguno de los temas anteriormente enumerados.

Sistema nervioso autónomo. Ver sistema nervioso vegetativo.

Sistema nervioso central. Parte del sistema nervioso formado por el cerebro y la médula

espinal.

Sistema nervioso parasimpático. Parte del sistema nervioso vegetativo que tiene acción

inhibidora predominante.

Sistema nervioso periférico. Parte del sistema nervioso formado por las raíces que

emergen del sistema nervioso central y que van a formar los nervios. Según la función

pueden ser sensitivos, motores y mixtos.

Sistema nervioso simpático. Parte del sistema nervioso vegetativo que tiene acción

estimulante.

Sistema nervioso vegetativo. Conjunto de las fibras nerviosas no controladas por la

voluntad. Tiene la función de coordinar y guiar la actividad de los órganos internos. Se

subdivide en sistema simpático y parasimpático.


Social, Psicología. Estudio de las relaciones entre individuo y la sociedad.

Socialización. Proceso por el que un individuo desarrolla aquellas cualidades esenciales

para su plena afirmación en la sociedad en la que vive.

Sociobiología. Es el estudio del comportamiento social de los organismos fundado en la

premisa de que dicha conducta tiene su origen en pautas genéticas.

Sociograma. Representación de las relaciones positivas y negativas o de la cantidad de

intercambios entre los miembros de un grupo.

Somatización. Proceso por el cual se transforman o convierten problemas emotivos en

síntomas somáticos.

Soteria. Reacción ante un determinado estímulo, del que se obtiene una sensación de

protección y seguridad absurda e injustificada.

Sotérico, objeto. Objeto que proporciona una sensación de seguridad infundada.

Subconsciente. Los fenómenos englobados bajo el término de subconsciente constituyen un

conjunto de procesos psíquicos o un estrato de la personalidad cuya actividad se mantiene

por debajo de los niveles conscientes. Sus manifestaciones están dotadas a menudo de

mayor carga y tensión que las plenamente conscientes y afloran a este nivel por medio de

complejos mecanismos de desplazamiento, proyección, etc., o en forma de sueños.

Sublimación. Forma de desplazamiento en el que la energía se desvía hacia un objeto que

tiene unos valores ideales. El individuo se enfrenta a conflictos emocionales y amenazas de

origen interno o externo canalizando sentimientos o impulsos potencialmente desadaptativos

en comportamientos socialmente aceptables (p. ej., deportes de contacto para canalizar

impulsos agresivos).

Sueño. Importante experiencia psíquica que se produce mientras dormimos. Interrupción

fisiológica espontánea y periódica de la actividad de la conciencia, acompañada por cambios

funcionales en algunos órganos.

Sueño No-REM. Período del sueño en el que no se aprecian movimientos oculares rápidos.

Sueño REM. Período del sueño en el que se aprecian movimientos oculares rápidos.
Sugestión. Posibilidad de influir en el comportamiento de una persona. Superstición.

Creencia en la existencia y eficacia de algunos fenómenos que no tienen una explicación

racional.

Suicidio. Consiste en quitarse voluntariamente la vida.

Superyó. Según Freud, una de las partes de la personalidad que tiene la función de formar

la conciencia moral, los ideales. Se formaría en una edad temprana asumiendo el modelo de

un personaje importante con el que el niño se identifica.

Supresión. Mecanismo de defensa en que el individuo se enfrenta a conflictos emocionales y

amenazas de origen interno o externo evitando intencionadamente pensar en problemas,

deseos, sentimientos o experiencias que le producen malestar.

Tanatología. Es el estudio de la muerte y del proceso que lleva a ella.

Temperamento. Es la conformación reactiva de un individuo, el aspecto espontáneo de su

personalidad. Procede de la combinación de disposiciones características emanadas de sus

apetitos, emociones y estados de ánimo.

Tendencia central. El concepto estadístico de tendencia central se refiere al agrupamiento

de una serie de puntuaciones en torno de una medida intermedia común.

Tic. Movimiento motor o vocalización involuntarios, súbitos, rápidos, recurrentes, no rítmicos

y estereotipados.

Timidez. Tendencia por parte de la persona a sentirse incómodo, inhibido, torpe y muy

consciente de sí mismo en presencia de otras personas. Esto produce incapacidad para

participar en la vida social, aunque se desee hacerlo y se sepa cómo.

Tono muscular. Estado de tensión de la musculatura y de excitación, más elevado en el

estado de vigilia y reducido durante el sueño.

Toxicomanía. Uso habitual y dañino de tóxicos, drogas o estupefacientes. Se acompaña

generalmente de una dependencia psíquica y a veces también física.

Trance. Estado psíquico particular en el que la conciencia queda limitada y son frecuentes

los estados de amnesia.


Transexualismo. Importante disforia por la identidad sexual asociada a un deseo

persistente de hacerse con las características físicas y los papeles sociales que connotan el

otro sexo biológico.

Transferencia. Proyección por parte del paciente de una serie de afectos y emociones

inconscientes en la figura del médico.

Trastorno de la personalidad. Es un tipo de trastorno conductual que se caracteriza por

provocar considerables problemas para la adaptación social. La persona que padece el

trastorno de personalidad no siempre ni forzosamente se siente perturbada, pero en cambio

los demás a menudo la consideran perturbadora o molesta.

Trastorno fóbico. Es una clase de trastorno mental caracterizado por temores irracionales,

que el propio sujeto reconoce como exagerados e infundados.

Trastorno mental. Estado patológico que se caracteriza por confusión de ideas,

perturbación emocional y conducta inadaptada. Puede tener origen orgánico o funcional.

Trastorno mental orgánico. Es aquel en el cual un estado patológico del cuerpo, en

particular el cerebro y el sistema nervioso, genera una conducta inadaptada.

Trastorno obsesivo-compulsivo. Es un trastorno psíquico que se caracteriza por ideas

irracionales involuntarias y por conductas repetitivas tendientes a reducir la angustia

asociada con esas ideas irracionales.

Trastornos psicóticos. Graves trastornos mentales en que se pierde el contacto con la

realidad y se manifiesta un comportamiento notoriamente inadaptado. Algunos de los

síntomas asociados a los trastornos psicóticos son la desorganización de la personalidad, la

perturbación en el pensamiento, el desequilibrio de los estados de ánimo y la presencia de

delusiones y alucinaciones.

Trauma psíquico. Choque emocional que deja huella en el subconsciente.

Travestismo. Trastorno psicosexual en el que el sujeto experimenta una satisfacción erótica

por vestirse con ropas del sexo opuesto.

Validez. En psicología, el concepto de validez se aplica fundamentalmente a los tests

psicológicos estandarizados. Se dice que un test es válido si mide lo que se supone que debe

de medir.
Vaginismo funcional. Contractura de la musculatura del tercio inferior de la vagina que

impide o perturba sistemáticamente el coito.

Variable. En estadística es cualquier rasgo, atributo, dimensión o propiedad capaz de

adoptar más de un valor o magnitud.

Voluntad. La facultad psíquica que tiene el individuo para elegir entre realizar o no un

determinado acto. Depende directamente del deseo y la intención de realizar un acto en

concreto.

Voluntad de sentido. Según el Viktor Frankl, la voluntad de sentido es el impulso innato a

encontrar un significado y propósito en la propia vida.

Voyerismo. Trastorno psicosexual en el que el sujeto obtiene la excitación y el placer

erótico observando clandestinamente a personas que se desvisten o están desnudas, o a

parejas en actos sexuales.

Xenofobia. Fobia a las personas desconocidas.

Yo (ego). Según Freud, es el "principio de realidad", es consciente y tiene la función de la

comprobación de la realidad, así como la regulación y control de los deseos e impulsos

provinientes del Ello. Su tarea es la autoconservación y utiliza todos los mecanismos

psicológicos de defensa.

Yoga. Disciplina física y mental cuyo objetivo es alcanzar la unión mística del individuo con

la Totalidad, el Universo, el Gran Ser, la Conciencia Cósmica o la Deidad.

Zen.Una variedad del budismo meditativo que procura ayudar al individuo a alcanzar un

estado de iluminación caracterizado por la experiencia directa de la naturaleza genuina de la

realidad, sin la intermediación de abstracciones, palabras, creencias, conceptos o dualismos.

Zoofilia. Desviación de la fuente de atracción sexual, en la que la excitación se obtiene con

animales.

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