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INEFICACIA DEL NEGOCIO JURÍDICO CIVIL

1. INTRODUCCIÓN

Se utiliza la terminología de ineficacia cuando el negocio jurídico se celebra con


el propósito de que produzca los resultados buscados o queridos por las
partes, pero no se llega a alcanzarlos o luego de haberlos adquirido
posteriormente los pierde. Nos referiremos a todos los casos en los que, según
el Código Civil no llegan a nacer las obligaciones propias del contrato o luego
de nacidas las elimina la voluntad de las partes o la ley. Lo que se expondrá
aplicará, salvo disposición legal específica en contrario, tanto al derecho civil
como al mercantil.

Modalidades. La ineficacia negocial puede tener las modalidades siguientes:

A. Por la naturaleza de la causa: La causa de la ineficacia es siempre la ley,


o la voluntad.

a) Por la ley la ineficacia puede producirse por: nulidad absoluta o radical (que
comprende la inexistencia), nulidad relativa o anulabilidad, rescisión judicial,
rescisión fortuita o forzosa, resolución, revocación unilateral, revocación por
fraude a acreedores (acción revocatoria) y revisión.

b) Por la voluntad, la ineficacia puede producirse por rescisión voluntaria o


consensual, rescisión unilateral.

B. Por el momento en que se tipifica: La ineficacia puede ser: inicial (por


causas originarias, congénitas), o posterior (por causas sobrevenidas). A. La
ineficacia inicial o por causas originarias o congénitas comprende: la nulidad
absoluta o radical (por simulación absoluta, falta de alguno de los elementos
esenciales o constitutivos del negocio jurídico, objeto o causa contrarios al
orden público o a leyes prohibitivas expresas); la nulidad relativa o anulabilidad
(por incapacidad relativa de las partes o de una de ellas, vicios del
consentimiento o simulación relativa); b. La ineficacia posterior o por causas
sobrevenidas comprende: la rescisión (voluntaria o consensual, judicial y
fortuita o forzosa); la resolución, la revocación unilateral y la revocación por
fraude a acreedores, también denominada acción revocatoria.
C. Por sus efectos: Puede ser: Temporal o definitiva. a. La ineficacia temporal
se da en los contratos sometidos a condiciones suspensivas (en los que el
contrato está celebrado, pero no tiene efectos mientras no se cumpla el suceso
incierto constitutivo de la condición. Es decir, es ineficaz durante el período
comprendido entre el momento de la celebración y el momento en que se
cumple o configura la condición suspensiva); b. La definitiva en la que se
produce por nulidad absoluta, nulidad relativa, rescisión, resolución, revocación
o revisión.

2. INEXISTENCIA

Es la que se produce cuando le faltan al negocio jurídico uno, algunos o todos


sus elementos esenciales, en cuyo caso es correcto decir que el negocio no
llegó realmente a formarse jurídicamente.

Falta de elementos esenciales o constitutivos: A ello se refiere la parte final del


artículo 1301 del Código Civil al decir que hay nulidad absoluta en un negocio
jurídico “por la ausencia o no concurrencia de los requisitos esenciales para su
existencia”. Si se toma en cuenta que el artículo 1251 del Código Civil indica
que el negocio jurídico requiere para su validez: capacidad legal del sujeto que
declara su voluntad, consentimiento que no adolezca de vicio y objeto lícito, es
obvio entender que la nulidad absoluta la determina la falta de cualquiera de
esos elementos esenciales comunes a todos los contratos, o la falta de otros
elementos o requisitos que en casos especiales señale la ley, o la ausencia de
todos los elementos a la vez, como ocurre en la simulación absoluta. Con base
en esto último es posible afirmar que el negocio jurídico puede ser nulo por
inexistencia.

El contrato inexistente sería aquel que no ha llegado a formarse plenamente y


por lo tanto, no alcanzó entidad jurídica. El Código Civil no admite la
inexistencia como categoría independiente de ineficacia negocial, sino que la
incluye como una de las especies de la nulidad absoluta, específicamente en el
caso de que dicha nulidad inicial o radical se funde en que falte al negocio
jurídico alguno de los elementos o requisitos que la ley califica como esenciales
para su existencia. Si la falta de uno de los elementos o requisitos
indispensables para la existencia del negocio determina su nulidad absoluta por
inexistencia, con mayor razón habrá de determinar la falta de todos esos
elementos y requisitos, como ocurre en la denominada simulación absoluta.

Definición: Varios autores definen la inexistencia, quizá más apropiadamente


podría denominarse “inexistencia por simulación”. Windscheid la define: “la
simulación es la declaración de una voluntad no verdadera, que se hace para
que nazca la apariencia de un negocio jurídico”.

La simulación es causa de nulidad o de anulabilidad del contrato (según sea


absoluta o relativa), pero no es propiamente un vicio del consentimiento sino un
“exceso de consentimiento”, ya que se está conviniendo lo que no está
permitido por la ley, aparentar con el propósito de un engañar a un tercero.

Naturaleza jurídica: Los contratos inexistentes sólo tienen presencia material.


Por ejemplo, de los contratos simulados absolutamente, en los que existen
documentos con todas las formalidades legales, o el de un acuerdo de
voluntades que consta en un papel que las partes no firmaron. En este
segundo caso aunque las manifestaciones de voluntad fueren completas,
claras y ajustadas a la ley, por la falta de firmas lo redactado no llega a
constituir documento válido, y por lo tanto su contenido no figura un contrato.
Art. 177 inciso 4 del Código de Notariado. Leer. Art. 186 C.P.C.yM. Leer. Los
que no estén firmados no pueden tenerse por auténticos.

Doctrina. Dos son los más conocidos puntos de vista doctrinarios acerca de la
naturaleza jurídica de la inexistencia: 1. Considera que en el acto inexistente
no hay voluntad de obligarse. Falta de voluntad real. Es pura apariencia, es un
fantasma, es la nada. 2. Considera el acto inexistente como un acto nulo, en
el que sí existe el consentimiento para provocar el engaño; y, por consiguiente,
la voluntad de fingir es suficiente para que el acto nazca (aunque sea
defectuoso); para que tenga vida (aunque sea clandestinamente).

Posición del Código Civil. Acepta el segundo de los criterios antes referidos,
por una parte, refunde la inexistencia dentro de la nulidad absoluta o radical (al
establecer, en el artículo 1301, que hay nulidad absoluta por “la ausencia o no
concurrencia de los requisitos esenciales para la existencia del contrato”.
Obviamente, en la inexistencia faltan todos los elementos esenciales del
contrato), y por otra, porque regula como modalidad de la nulidad absoluta
(aunque no lo diga expresamente), la simulación absoluta.

Casos específicos de inexistencia. Como se indicó, el Código Civil no


reconoce a la inexistencia como categoría independiente de la ineficacia
contractual, sino la concibe como una especia de la nulidad absoluta. Veamos
tres casos como figura distinta de la nulidad absoluta.

Artículo 1796 del Código Civil. El contrato celebrado con la omisión antes
referida no puede ser cumplido voluntariamente, ni judicialmente ejecutado,
puesto que no hay precio exigible (porque no lo convinieron) y nunca lo abría
(porque tampoco convinieron forma de determinarlo). Su invalidez es rotunda.
La norma no dice que el contrato es nulo, sino tajantemente declara que no hay
compraventa. En otras palabras no hay contrato. Ante la inexistencia del
contrato, su invalidez debe operar de pleno derecho, no tendría sentido acudir
al juez para que declare lo que ya de antemano señala el Código Civil.

Art. 1271 segundo párrafo del C.C. Aunque estén pactadas tales condiciones
no pueden tomarse en cuenta. Sin necesidad de declaración judicial alguna
debe considerarse el contrato como puro y simple, es decir, no sujeto a
condición.

Art. 88 del C.C. Inexistencia del matrimonio. Todo matrimonio que se celebre
infringiendo dicha prohibición, será insubsistente. No existirá.

Necesidad de declaración judicial de nulidad absoluta. Fuera de los casos


mencionados, en los demás es necesario que el juez competente declare la
nulidad absoluta, (por inexistencia), del negocio jurídico. Villagrán Kramer dice
acerca de ello, “El derecho positivo regula la existencia de los actos y negocios
jurídicos, no la inexistencia, puedo como dijo Baudry Lacantinierie “La ley no se
ocupa de eso, pues ella no está para organizar la teoría de la nada”. De allí que
los códigos establezcan los requisitos formales y materiales que deben darse
para reputar que el acto existe, para que produzca efectos legales. …
3. NULIDAD ABSOLUTA, RADICAL O AB-INITIO

Es la que se produce cuando le faltan al negocio jurídico uno, algunos o todos


sus elementos esenciales, en cuyo caso es correcto decir que el negocio no
llegó realmente a formarse jurídicamente; o cuando en su celebración se violó
un mandato o prohibición de la ley, en cuya circunstancia es acertado afirmar
que el negocio sí llegó a formarse, sí llegó a nacer, pero su vida es
completamente inútil porque no va a producir ninguno de los efectos jurídicos
que las partes buscaban.

Causas. La nulidad absoluta proviene de que falte al negocio alguno de sus


elementos esenciales, o porque no obstante tenerlos todos, su objeto sea
contrario al orden público o a una prohibición expresa de la ley.

Falta de elementos esenciales o constitutivos. A ello se refiere la parte final


del artículo 1301 del C.C. Leer. Con base en ello es posible afirmar que el
negocio jurídico puede ser nulo por inexistencia, por tal razón será nulo el
contrato solemne en cuya celebración no se cumpla los requisitos de forma que
la ley exige, el contrato real en el que no haya entrega de la cosa y todo
contrato en el que falte algún elemento que de conformidad con la ley sea
esencial para el mismo (el precio de la compraventa, la renta del
arrendamiento, la prima del seguro, etc.).

Será nulo el contrato absolutamente simulado, es decir, aquel que las partes
aparentaron celebrar sin haber realmente celebrado nada, y aquel en el que las
partes hicieron figurar como contratantes a personas interpuestas para
mantener ocultas a las verdaderamente interesadas. En tales casos faltan
todos los elementos del contrato, por razón de que todo es mentira, fingimiento,
o dicho en el lenguaje de la ley, nada es real. Arts. 1284 inciso 2º y 3º, y 1285
párrafo primero, del C.C.

Nulidad por ley. El contrato tiene todos los elementos esenciales o


constitutivos. No obstante, la ley lo declara nulo. A dicho supuesto alude la
parte primera del artículo 1301 del C.C. al establecer. Leer.

Nulidad por ilicitud de la causa. Hay que agregar que el Código Civil admite
también que el contrato es nulo absolutamente por ilicitud de su causa. Art.
2148 del C.C. Aunque no lo dice de los artículos 2137 al 2144 se refiere a las
loterías, rifas y apuestas lícitas, en tanto del artículo 2145 al 2149 alude a las
loterías, rifas, juegos y apuestas ilícitas, es decir, no aceptados por la ley.

Nulidad por falta de causa. También reconoce nuestro C.C. que el contrato
puede ser absolutamente nulo por falta de causa. Así podría suceder en el
contrato de renta vitalicia si se diere el supuesto previsto en el artículo 2125
referente a que “el contrato es nulo si la persona sobre cuya vida se constituye
a muerto antes de su otorgamiento o dentro del plazo que el contrato señale y
que no podrá bajar de tres meses”.

Normas del Código Civil concernientes a nulidad absoluta:

A. Falta de elementos esenciales o constitutivos

1. Falta de capacidad de las partes: El contrato es nulo si fue celebrado


directamente, es decir, no por medio de su representante legal: a) por el
declarado en estado de interdicción; b ) por el ciego o el sordomudo que no
puedan manifestar de manera indubitable su voluntad; c) por el menor de
catorce años. Arts. 9, 13 y 8 párrafo 3º.

2. Falta de consentimiento:

a. Si se celebra un contrato de partición de la herencia con un heredero falso,


el contrato es nulo por falta de consentimiento del verdadero heredero. Art.
1122.

b. Si uno solo de los cónyuges otorga poder para asuntos relativos a los
bienes comunes o para contratos de los que resulten obligaciones para ambos,
el contrato de mandato es nulo por falta de consentimiento del otro cónyuge.
Art. 1695.

c. Aún estando autorizado para sustituir el mandato o para otorgar poderes, no


puede el mandatario otorgar facultades mayores o distintas de las que a él le
fueron conferidas. Si lo hace el contrato es nulo por falta de consentimiento del
mandante. Art. 1702.
d. Todo lo que el mandatario haga sin tener las facultades necesarias o
excediéndose de las que ha recibido, es nulo por falta de consentimiento del
mandante. Art. 1703.

e. Art. 1707. f. Art. 1710. g. Arts. 1722 y 1723. h. Art. 17737. i. Art. 1760.

j. Art. 1794. k. Art. 1882. l. Art. 1883.

3. Falta de objeto.

a. Si la cosa objeto de la obligación se pierde antes de la entrega, sin culpa


del deudor, el contrato es nulo por falta de objeto. Art. 1331 inciso primero.

b) Si las partes de la compraventa no fijan el precio y tampoco convienen


forma de determinarlo, el contrato de compra es nulo por falta de objeto. Art.
1796.

c) Si al tiempo de celebrarse el acuerdo de voluntades se hubiere perdido


totalmente la cosa objeto del mismo, el contrato es nulo por falta de objeto. Art.
1804.

d) Si la cosa del arrendamiento se destruye o inutiliza antes de la entrega, sin


culpa del arrendador, el contrato es nulo por falta de objeto. Art. 1900.

e) Es nulo por falta de objeto el contrato sobre abono de mejoras de la cosa


arrendada, si no se especifica al menos aproximadamente cuáles deben ser
éstas y el monto máximo que con tal propósito puede gastar el arrendatario.
Art. 1918.

f) Es nulo por falta de objeto el contrato de fianza que recae sobre una
obligación que no es válida. Se exceptúa el caso en que la nulidad proceda de
incapacidad personal del deudor, si el fiador tuvo conocimiento de la
incapacidad al tiempo de obligarse. Art. 2104.

4. Falta de causa.

Es nulo por falta de causa el contrato de renta vitalicia, si la persona sobre cuya
vida se constituye ha muerto antes de su otorgamiento o dentro del plazo que
el contrato señale y que no puede bajar de tres meses. Art. 2124.
5. Inobservancia de forma.

Es nulo el contrato calificado expresamente como solemne, que no hubiere


sido celebrado con las formalidades rigurosas que la ley exige, tal como podría
suceder en los contratos que a continuación se puntualizan:

a) Es nulo por inexistencia de forma el mandato que no se hubiere celebrado


en escritura pública, salvo los casos de excepción establecidos en la ley. Art.
1687.

b) Arts. 1729 y 1730. c) Art. 2122. d) Art. 2169.

B. Por ilicitud del objeto

1. Objeto contrario al orden público.

a) Es nulo por contrario al orden público todo negocio o contrato cuyo objeto
fuere la enajenación, gravamen o limitación de la vida, la integridad personal, la
libertad, el honor o cualquiera otro atributo de la personalidad. La razón de ello
es que se trata de derechos fundamentales de las personas que además de ser
inalienables no pueden tampoco ser restringidos en forma alguna.

b) Es nulo por contrario al orden público todo contrato sobre el derecho de


suceder en los bienes de una persona que no ha fallecido o cuyo fallecimiento
se ignora. Art. 1539. La transgresión al orden público consiste en que se
estaría especulando con la muerte del propietario de los bienes. No puede
admitírsele ni siquiera como contrato sujeto a condición suspensiva porque
ofende la moral pública en el sentido de que los contratantes están deseando la
muerte del titular del patrimonio hereditario. Inclusive se piensa que puede
entrañar peligro para dicha persona, pues la impaciencia y ambición de alguno
de los contratantes puede llevarlo a inducir o causar su muerte.

c) Art. 1|568 párrafo primero. d) Art. 2158. e) Art. 2163.

En los casos arriba referidos se están protegiendo intereses públicos, es decir,


de interés para toda la sociedad. Si bien en casos concretos hay interés de
personas determinadas, lomás importante no es el interés privado si no la
circunstancia de que, al transgredirse cualquiera de las normas citadas, se
atenta contra la seguridad y la certeza jurídica.

2. Objeto contrario a leyes prohibitivas expresas.

a) Son nulas las condiciones contrarias a la ley, la moral o a las buenas


costumbres. Art. 1271, párrafo primero.

b) Art. 1273. c) Art. 1681. d) Art. 1688 párrafo primero. e) Art. 1888 párrafo
segundo. f) Art. 1698. g) Art. 1732. h) Art. 1733. i) Art. 1738. j) Art. 1739.
k) Art. 1743. l) Art. 1759. m) Art. 1785. n) Art. 1792. o) Art. 1791. p) Art.
1793. q) Art. 1841. r) Art. 1794. s) Art. 1905. t) Art. 1959. u) Art. 1999
párrafo segundo. v) Art. 2168.

C. Ilicitud de causa

Es nulo el contrato que se refiera a obligación derivada de juego o apuesta


ilícitos. Art. 2148.

Art. 4 de la LOJ.

Legitimación procesal. La nulidad absoluta es una institución de orden


público, es decir, lejos de importar únicamente a los contratantes o a terceros
interesados, o que hubieren sido perjudicados, o de buscar únicamente la
protección de intereses privados, concierne a toda la sociedad por el valor
público que tiene la seguridad y la certeza de que debe estar revestido todo
contrato legalmente celebrado. La sociedad tiene confianza en la validez y
eficacia de los contratos. Si esa confianza se altera, se afectan todos los
negocios futuros. Por tales razones, la acción para reclamarla, y la posibilidad
de declararla, la confiere la ley a:

1. Los contratantes, excepto desde luego el que dio lugar la nulidad, puesto
que nadie puede ir en contra de sus propios actos.

2. Terceros interesados.

3. La Procuraduría General de la Nación.

4. El juez, de oficio, cuando la nulidad resulte manifiesta.


Efectos jurídicos. El artículo 1301 párrafo segundo, establece: Leer. De
dicha se desprende que:

1) No pueden las partes subsanar por convenio la nulidad absoluta. Es


tal su gravedad, que el consentimiento de las partes es impotente para
disculparla o corregirla. Esto significa que no puede ser revalidado por
confirmación el contrato absolutamente nulo.

2) La acción para demandar la nulidad absoluta no caduca. Aunque el


Código Civil no lo dice de manera expresa, es obvio entender que l paso del
tiempo no puede dar validez a contratos cuyo objeto sea contrario al orden
público o a normas prohibitivas expresas, pues eso significaría aceptar el
peligro que para la sociedad implica la violación del orden público, o tolerar la
transgresión de la ley. Tampoco podrían, por el solo transcurso del tiempo,
adquirir validez contratos a los que les falten elementos esenciales para su
existencia. Es decir, no podrían adquirir validez contratos en los que no haya
capacidad de las partes, o en los que no hubiere consentido alguna de ellas, o
no tenga objeto.

Único caso de incaducabilidad de la acción de nulidad absoluta. Sólo en


el caso específico del contrato simulado absolutamente el artículo 1288 del
Código Civil expresa: Leer. Debió decir que no caduca, pues se está refiriendo
al derecho de demandar, a la acción procesal, no a ninguna obligación.

Una vez firme la sentencia que declara absolutamente nulo el contrato, se


tienen como no ocurridos los efectos que el mismo hubiere producido. Dichos
efectos serán considerados como meras consecuencias de facto, impotentes o
ineptas para alcanzar ningún reconocimiento de derecho. Por eso, como
consecuencia de la sentencia que declara la nulidad absoluta, las cosas
vuelven al estado que guardaban antes de la celebración del contrato. Es
decir, se restituye el statu quo ante.

Obligaciones tributarias. La antes referida restitución, que por su evidente


lógica nadie discute, encuentra una inexplicable excepción en lo concerniente a
obligaciones tributarias. Art. 16 del Código Tributario. Leer.
Efectos de la sentencia de nulidad absoluta en el caso de la novación. La
novación no produce efectos si la antigua obligación era nula o estaba
extinguida. Si solamente la nueva obligación fuere nula, la anterior renacerá
con todas sus condiciones, modalidades, privilegios y garantías. Art. 1487,
primera parte, y 1488 del Código Civil.

4. NULIDAD RELATIVA O ANULABILIDAD

Definición. Puig Peña. “El negocio anulable es eficaz en principio, pero por
haberse celebrado con determinados defectos se encuentra amenazado de
destrucción que, al realizarse, borra retroactivamente los efectos por él
producidos. En consecuencia, es un negocio provisionalmente válido, pero
está pendiente de ser invalidado por el titular del derecho a impugnarlo”.

Efectos jurídicos. A diferencia del negocio nulo, el simplemente anulable sí


produce los efectos jurídicos para los que estaba destinado, pero el efecto
formativo que está presente en su estructura, puede causarle invalidez.

Causas. Las causas que pueden producir la nulidad relativa o anulabilidad del
contrato son las siguientes:

1. La incapacidad relativa de las partes o de una de ellas. Recordemos


que la incapacidad relativa es la ineptitud que, para celebrar actos jurídicos o
contratos distintos a los que la ley expresamente les autoriza, tienen las
personas que cumplieron catorce años pero aun no han cumplido dieciocho.
Art. 8º., párrafo tercero.

Si una persona que ha cumplido catorce años pero aun no ha cumplido


dieciocho, celebra por sí mismo (no por medio de su representante legal) un
contrato para el que la ley no lo autorice expresamente, dicho contrato ser{a
anulable, es decir, estará viciado de nulidad relativa.

2. Vicios del consentimiento. Son el error, dolo, simulación y la violencia. Si


quien los sufre no es el contratante sino su representante legal, el contrato
siempre estará viciado y será susceptible de anulación. Art. 1257 Leer.
5. RESCISIÓN

Definición. “Es la forma de ineficacia de un contrato válidamente celebrado,


pendiente total o parcialmente de cumplimiento, originada de la decisión de uno
de los contratantes a quien la ley faculta expresamente, del acuerdo de los
contratantes, de la declaración de juez competente fundada en un motivo
específico previsto en la ley o de la imposibilidad de ejecución por causas
fortuitas o motivos insuperables no imputables al incumplido”.

Elementos. El Código Civil exige, para que se configure la rescisión, los


elementos siguientes:

1. Existencia de un contrato válido. Esto demuestra que la rescisión no se


produce por causas originarias o congénitas. Estando vigente un contrato
perfectamente celebrado, es decir, sin ningún defecto constitutivo, sobreviene
algo que le lleva perder su validez.

2. Que el contrato no se haya consumado, sino que, esté pendiente total o


parcialmente de su cumplimiento. Si el contrato ya hubiese sido cumplido
totalmente, sería imposible rescindirlo porque ya no existe. Lo que existe es el
resultado del contrato, es decir, lo que creó, modificó o extinguió.

3. Que una de las partes, a quien la ley faculte expresamente para ello, decida
disolverlo, que ambas partes acuerden la rescisión; que lo declare disuelto la
sentencia del juez competente, por cualquiera de los motivos que el Código
Civil establece; o que se disuelva el contrato porque su cumplimiento se haya
tornado imposible por caso fortuito o por causas ajenas a la voluntad del
obligado.

Clases. Las clases de rescisión contenidas en el Código Civil, son las


siguientes: 1. Rescisión voluntaria unilateral; 2. Rescisión contractual (mutuo
disenso); 3. Rescisión judicial; 4. Rescisión fortuita o forzosa.

1. Rescisión voluntaria unilateral. En el Código Civil se norman casos en


los que se permite la rescisión por voluntad de uno solo de los contratantes, sin
necesidad de causa justa o imposibilidad de cumplimiento. Son los siguientes:
a) El arrendatario que por su voluntad pone fin al arrendamiento, con la sola
obligación de dar aviso al arrendador con la anticipación que la ley señala. Art.
1939.

b) El depositario que devuelve la cosa, cuando el contrato de depósito no


tiene plazo. Art. 1992.

c) El socio que por su voluntad sale de la sociedad civil. Art. 1768 inc. 7º.

d) El mandatario que renuncia al mandato, sin necesidad de causa justa,


cuando no hay asuntos pendientes de cuya interrupción puedan provenir daños
o perjuicios al mandante. Art. 1708.

En estos casos, es la voluntad de la parte a quien en el contrato se le ha


conferido o encargado algo quien rescinde el contrato.

2. Rescisión voluntaria o contractual (mutuo disenso). Si partimos de la


consideración de que el negocio o contrato tuvo su nacimiento por la voluntad
coincidente de los contratantes, es decir, por el acuerdo pleno, consciente y
libre de quienes decidieron vincularse contractualmente, se infiere que otra
coincidencia de voluntades de las mismas personas constitutivas de acuerdo o
convenio de desvincularse del contrato, expresado con los mismos requisitos
que la ley exigió para su celebración, bastan para ponerle fin. El Código Civil lo
admite en las normas siguientes:

a) Art. 1579; b) Art. 1118; c) Art. 1584; d) Art. 1578.

Plazo. La ley no fija plazo para la rescisión voluntaria o contractual. Lo que se


exige, es que el contrato válidamente celebrado esté pendiente total o parcial
de cumplimiento. Excepcionalmente, y por razones que es difícil comprender, sí
fija plazo a la rescisión del contrato de compraventa. Art. 1851 CC. Leer.

3. Rescisión judicial. Es la que dicta el juez competente una vez que el


contratante interesado ha probado en juicio alguno de los motivos rescisorios
expresamente previstos en la ley. Se origina de la demanda promovida por el
contratante que ha sufrido el perjuicio económico o la lesión patrimonial (única
persona legitimada para ejercitar la acción). La sustanciación de la litis se
efectúa en proceso sumario (art. 229 inciso 3º., del Código Procesal Civil y M.)
Se configura la rescisión cuando queda sentencia firme que declare disuelto el
negocio o contrato por virtud de dicha acción rescisoria.

4. Rescisión fortuita o forzosa. Ocurre unas veces porque por


circunstancias casuales se tornó imposible el cumplimiento de la obligación, y
otras porque la imposibilidad de cumplimiento proviene de causas ajenas a la
voluntad del obligado. Se dan en los casos siguientes:

a) Muerte de uno de los socios en la sociedad civil. Arts. 1768 inciso 4º., y
1769.

b) Muerte del arrendatario, si sus herederos no desean continuar con el


arrendamiento. Art. 1930 inciso 7º.

c) Art. 1717 inciso 5º.; d) Art. 1381.

Imposibilidad de cumplimiento por causas ajenas a la voluntad del obligado:

a) Cuando el mandatario renuncia al mandato, por causa justa. Arts. 1717


inciso 3º., y 1708.

b) Cuando el contratista no puede terminar la obra por causas independientes


de su voluntad. Art. 2019 párrafo tercero.

c) Art. 2034; d) Art. 1996.

Efectos jurídicos de la rescisión. Artículo 1583 del Código Civil. Artículo 1580
del Código Civil.

6. RESOLUCIÓN

Definición. “Es la extinción del contrato producida por el acaecimiento de la


condición resolutoria a la que el mismo estaba sujeto por convenio delas partes
o por disposición de la ley”.

El Código Civil la admite como medio de extinción de las obligaciones, y la


califica de “efecto de la condición resolutoria a que (el convenio) estaba sujeto”.

Elementos. Necesita la resolución contractual de la concurrencia de los


elementos siguientes:
a) Existencia de un contrato válido sujeto a condición resolutoria.

b) Que el contrato no se haya consumado, es decir, que este total o


parcialmente pendiente de cumplimiento.

c) Acaecimiento de la condición resolutoria, lo que produce como


consecuencia la extinción del negocio o contrato, de pleno derecho si la
condición resolutoria ha sido expresamente pactada, o mediante declaración
judicial en el caso de la condición tácita.

Condición resolutoria. “Es todo suceso futuro e incierto, o pasado siempre


que las partes lo ignoren, latente en el negocio o contrato por acuerdo de las
partes o por disposición de la ley, que al realizarse determina la pérdida de los
derechos ya adquiridos, o lo que es lo mismo: la extinción de los efectos
normales que el contrato venía produciendo”.

Significa la condición resolutoria que el negocio o contrato tiene desde su


celebración los efectos jurídicos que según la ley le son propios, pero su
subsistencia depende de que se realice o no el suceso calificado, por acuerdo
de las partes o por disposición de la ley, como condición resolutoria. Así lo
estatuye el Código Civil en el artículo 1269 que señala: Leer.

Clases. La condición resolutoria puede ser expresa o tácita.

a) Es expresa cuando figura en forma explícita, categórica en el texto del


contrato. Según el artículo 1278 del Código Civil, opera de pleno derecho. Es
decir, resuelve (extingue) el negocio o contrato sin necesidad de declaración
judicial. Art. 1581 Leer.

b) Es tácita o implícita cuando nada dijeron de ella los contratantes, pero hay
alguna norma de la ley que la presume. La presume la ley en los contratos
bilaterales, y está constituida por el incumplimiento de uno de los contratantes
en lo que de la obligación le concierne, en cuya circunstancia el otro (que ya ha
cumplido su parte o garantizando su cumplimiento), puede ejercitar su acción
judicial para que el contrato se extinga, es decir, quede resuelto (fenecido por
efecto de la condición resolutoria a la que estaba sometido).
Legitimación procesal. Puede ejercitar la acción de resolución: el
contratante a cuyo favor operó la condición resolutoria, es decir, quien queda
liberado por la resolución contractual.

Declaración judicial. La condición resolutoria tácita o implícita sólo opera


mediante declaración judicial. Así queda expresamente establecido en las
normas del Código Civil siguientes: Artículos: 1535, 1536, 1582.

Casos de resolución en el Código Civil.

a) Compraventa sobre muestras. El contrato se resuelve si las cosas no


resultaren conforme con las muestras. Art. 1800.

b) Compraventa de cosas expresando su especie y calidad. El contrato se


resuelve si la cosa no resulta de la especie y calidad convenidas. Art. 1801.

c) Art. 1802; d) Art. 1834; e) Art. 2128, f. Art. 1940 inciso 2º.

7. REVOCACIÓN

Existen dos clases de revocación del negocio o contrato.

A. La revocación unilateral que, casi siempre, tiene carácter extrajudicial.

B. La revocación judicial o revocación por fraude a acreedores. (Acción


revocatoria o pauliana).

Revocación unilateral. Es la facultad concedida por la ley a quien tiene un


negocio o contrato ha otorgado, autorizado o entregado algo al otro
contratante, de retirar lo concedido en los casos y con los requisitos y
formalidades que la propia ley establece. Tiene carácter excepcional y se
fundamenta unas veces en la autonomía de la voluntad del revocante, y otras
en alguna actitud desleal del otro contratante.

Casos de revocación unilateral en el Código Civil:

1. Contrato de mandato

a. La ley lo califica como esencialmente revocable.

b. La facultad de revocar es exclusiva y personal del mandante.


c. No se necesita justificación alguna, basta la voluntad del mandante. (En esto
radica, precisamente, su carácter de revocable).

2. Contrato de donación. (Donación entre vivos)

a. La facultad de revocar es un derecho personal e irrenunciable del donante.


Los herederos del donante no pueden iniciarla, pero sí continuar la que aquél
hubiere iniciado en vida.

b. Debe fundarse, de conformidad con los artículos 1866 y 1868 del Código
Civil, en alguna de las causas de ingratitud que expresamente establece la ley.

c. Se realiza en escritura pública, cuyo testimonio debe inscribirse en el


Registro de la Propiedad (o en el que corresponda según la naturaleza del bien
donado), y notificarse judicial o notarialmente al donatario o a sus herederos.
Es, por consiguiente, de naturaleza extrajudicial.

d. El donatario o sus herederos pueden oponerse a la revocación,


contradiciéndola judicialmente.

e. La facultad de revocar dura seis meses, contados a partir de que el donante


tuvo conocimiento del acto que la motiva.

f. No pueden ser revocadas las donaciones remuneratorias (las que se han


otorgado por gratitud del donante hacia el donatario), las onerosas en la parte
que constituya la carga o gravamen, los obsequios dados con motivo de
matrimonio que se efectuó ni los que se acostumbra dar por motivos sociales o
de piedad.

Artículos 1866, 1867, 1868, 1870, 1871, 1872, 1873, 1874 del Código Civil.

Contrato de comodato y contrato de depósito.

Revocación judicial o por fraude a acreedores. (acción revocatoria o


pauliana).

Interés de los acreedores. Todo acreedor cuyo crédito no tiene garantía real
está interesado en que ingresen nuevos bienes al patrimonio de su deudor o, al
menos, que no disminuyan los que lo integraban cuando se contrajo la
obligación. Esto, porque de conformidad con el artículo 1329 del Código Civil.
Leer. De ahí el interés de los acreedores en la acción oblicua o subrogatoria
(la que les permite demandar a los deudores de su deudor) y en la acción
revocatoria o pauliana.

Artículo 1290 párrafo primero del Código Civil. Leer.

Elementos:

1) Existencia de un contrato válido, sin garantía real (prenda o hipoteca) a


favor del acreedor. Art. 1329 del CC.

2) Que dicho contrato esté pendiente de cumplimiento. Que el deudor no


haya satisfecho todavía en su totalidad la prestación a su cargo.

3) Que el deudor celebre posteriormente un contrato con tercera persona,


efectúe pagos fraudulentos o renuncie derechos constituidos a su favor que no
fueren de uso exclusivamente personal. Es decir, que la acción revocatoria se
extiende no sólo a contratos que el deudor ha celebrado con terceros en
perjuicio o fraude del acreedor, sino también a pagos fraudulentos o renuncia
dolosa de derechos que no fueren de uso exclusivamente personal.

4) Que dicho contrato o acto posterior lo celebre el deudor en perjuicio o


fraude a los derechos del acreedor.

5) Que el contrato o acto posterior perjudique al acreedor en el sentido de


dejar insolvente al deudor. Si no lo reduce a estado de insolvencia, no hay
lugar a la acción revocatoria, pues carece de justificación.

6) Que el acreedor, cuyo crédito (acreeduría) es anterior al contrato o acto


que impugna, ejercite la acción revocatoria, en proceso ordinario, ante juez
competente.

Artículos 1290, 1291, 1292, 1293, 1294, 1297 del Código Civil.

Legitimación procesal. Puede ejercitar la acción revocatoria únicamente los


acreedores cuyos créditos fueren anteriores al acto o contrato cuya revocación
se pretende. La revocación sólo será declarada en interés de los acreedores
que la hubiesen pedido y hasta el importe de sus créditos. Artículos 1290
párrafo primero; y 1294 del C.C.

Efectos jurídicos. Una vez firme la sentencia que declara con lugar la acción
revocatoria, se producen los efectos jurídicos siguientes:

1) Los bienes se devolverán por quien los adquirió de mala fe, con todos sus
frutos; o se indemnizará por daños y perjuicios al acreedor, cuando la
restitución de dichos bienes no fuere posible. Art. 1296 del CC.

2) Quedan sin efecto, y consecuentemente deben ser restituidos, con sus


respectivos intereses en caso de mala fe de quien los recibió, los pagos que el
deudor hizo en estado de insolvencia por cuenta de obligaciones a cuyo
cumplimiento no podía ser compelido en el momento en que los efectuó.

3) Queda sin efecto la renuncia que el deudor hizo de derechos constituidos a


su favor y cuyo goce no fuere exclusivamente personal.

Caducidad de la acción revocatoria. De conformidad con el artículo 1300 del


Código Civil, la acción revocatoria prescribe (debió haber dicho caduca) en un
año, contado desde la celebración del negocio o desde la fecha en que se
verificó el pago o se hizo la renuncia de derecho.

Dificultades de la acción revocatoria. Presenta las dificultades siguientes:

1) La exigencia de que el acreedor demandante pruebe la mala fe del deudor


y del tercero adquirente. Esto es a veces sumamente difícil, sobre todo en
canto al tercero, tomando en consideración que de conformidad con el párrafo
primero del artículo 1148 del Código Civil, únicamente perjudicará a tercero lo
que aparezca inscrito o anotado en el registro de la propiedad.

2) El corto tiempo que concede la ley para ejercitar la acción (un año). Si se
toma en cuenta lo que se busca es que se deje sin efecto actos o contratos
dolosos, fraudulentos, del deudor y de terceros, resulta incomprensible por qué
el plazo para demandar es tan corto.
8. REVISIÓN DEL CONTRATO

Doctrinariamente se concibe a esta última forma de ineficacia del contrato


como la posibilidad de que, a petición de parte interesada, el juez someta a
estudio el negocio o contrato válido y vigente, para: 1) Modificarlo en las
cláusulas o pactos que, por razones imprevistas o inevitables, se tornaron
excesivamente onerosas para el deudor; 2) Dejarlo en suspenso en tanto
desaparecen o se atenúan las circunstancias de hecho que originaron el
excesivo gravamen o detrimento económico del deudor. El Código Civil no se
circunscribe a la imprevisión, sino permite la revisión del contrato también por
otros motivos.

Posición del Código Civil.

1) En el contrato de mutuo o préstamo de dinero. Art. 1948 del C.C. Leer.


Para analizar las circunstancias del caso, determinar si la tasa de interés
pactada es desproporcionada en comparación con la tasa de interés corriente
en el mercado, y decidir su reducción, el juez debe revisar el contrato.

2) En el caso del donante que desmejora de fortuna y desea reducir la


donación en la parte necesaria para sus alimentos. Artículo 1876. Es obvio
pensar que, en tal caso, si no llega a un acuerdo con el donatario, tendrá que
pedirle al juez competente que revise el contrato de donación con vistas a
reducir el monto de lo donado.

9. DELITO DE USURA

Leer artículo 276 del Código Penal.

10. DELITO DE NEGOCIACIONES USURARIAS

Leer artículo 277 del Código Penal.

No existe en Guatemala ley que fije una tasa máxima de intereses, por lo que
las partes pueden fijar el que consideren conveniente, y si resultare
evidentemente desproporcionado en relación al interés corriente en el mercado,
el afectado podrá pedir su revisión a efecto de que el juez competente pueda
reducirlo equitativamente tomando en cuenta la tasa de interés legal y las
circunstancias del caso. Artículo 1948 del Código Civil.

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