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FORMACIÓN CONTINUADA
a
6 Departamento de Anestesiología y Medicina Perioperativa, Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña ,
7 La Coruña (Galicia), España
b
8 Grupo de Anestesiología y Tratamiento del Dolor, Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (INIBIC),
9 La Coruña (Galicia), España
c
10 Department of Anesthesiology, Bnai Zion Medical Center, Haifa, Israel
d
11 Department of Surgery, Bnai Zion Medical Center, Haifa, Israel
e
12 Q2 Faculty of Medicine, Technion, Institute of Technology, Haifa, Israel
14 PALABRAS CLAVE Resumen La vía aérea difícil constituye un continuo desafío para el anestesiólogo y su tra-
15 Guías; tamiento es una de las tareas de mayor exigencia, al representar un riesgo vital. Las guías y
16 Algoritmos; algoritmos juegan un papel clave en la preservación de la seguridad del paciente al recomen-
17 Vía aérea; dar planes y estrategias específicos para abordar la vía aérea difícil prevista o inesperada. Sin
18 Vía aérea difícil; embargo, no existen actualmente algoritmos «de referencia», ni estándares universalmente
19 Anestesia aceptados. El objetivo de este artículo es presentar una síntesis de las recomendaciones de las
20 principales guías y algoritmos de la vía aérea difícil.
21 © 2017 Sociedad Española de Anestesiologı́a, Reanimación y Terapéutica del Dolor. Publicado
22 por Elsevier España, S.L.U. Todos los derechos reservados.
Cómo citar este artículo: Gómez-Ríos MA, et al. Guías y algoritmos para el manejo de la vía aérea difícil. Rev Esp Anestesiol
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68 o requisitos5 . Las versiones actualizadas de las guías de la intubar, el 5% son difíciles de oxigenar y entre el 0,004 y el 94
69 ASA y la DAS son las más ampliamente adoptadas y han 0,008% no pueden ser intubados ni oxigenados9 . La deter- 95
70 servido de referencia para el desarrollo de otras. Sus reco- minación y comparación de las incidencias de las VAD se 96
71 mendaciones se basan en la evidencia científica, en análisis ven obstaculizadas por la disparidad de las definiciones que 97
73 las guías requieren actualizaciones periódicas, a la luz de Además, el uso de la terminología precisa es clave para 99
74 los avances tecnológicos en curso y de los cambios del cono- cualquier guía y algoritmo, y permite la adecuada progresión 100
76 A pesar de la existencia de estas guías y algoritmos rele- gía estándar, los algoritmos de ASA proponen una serie de 102
78 2011 por el Royal College of Anesthetists y la DAS, reflejó Vía aérea difícil: situación clínica en la que un anteste- 104
79 que el uso de criterios inadecuados, así como una deficiente siólogo experimentado con capacitación convencional tiene 105
80 planificación y capacitación, fueron los principales determi- dificultad para ventilar la vía aérea superior con mascarilla 106
81 nantes de los malos resultados asociados al tratamiento de facial (MF), IET, o ambas. 107
82 la VAD7 . El procesamiento cognitivo y las habilidades moto- Inserción difícil de un dispositivo extraglótico (DEG): la 108
83 ras se deterioran a menudo bajo situaciones de estrés, como colocación de un DEG requiere múltiples intentos, en pre- 109
84 una VAD no prevista8 . Por tanto, en dicho escenario, se hace sencia o ausencia de problemas traqueales. 110
85 necesaria una estrategia preestablecida clara5 . Este artículo Ventilación difícil con MF o DEG: no puede aportarse la 111
86 presenta una síntesis de las guías y algoritmos de la ASA y ventilación adecuada debido a uno o más de los problemas 112
87 DAS, a fin de facilitar la toma de decisiones. Las recomen- siguientes: sellado incorrecto, fuga o resistencia excesivas 113
88 daciones de dichas guías son complementarias, ya que las durante la entrada o salida de gas. Los signos de ventilación 114
89 limitaciones de la una son suplementadas por la otra. La inadecuada incluyen: ausencia de movimiento; movimiento 115
90 tabla 1 presenta las principales limitaciones de estas 2 guías inadecuado del tórax; inadecuación de la auscultación de 116
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Guías y algoritmos para el manejo de la vía aérea difícil 3
118 dilatación gástrica; disminución de la saturación de oxígeno nes de test para incrementar la fiabilidad10 . Sin embargo, 156
119 o saturación inadecuada; ausencia o inadecuación de dió- aun en ausencia de predictores, es necesario un plan prees- 157
120 xido de carbono exhalado; ausencia o insuficiencia de las tablecido para superar las dificultades que pudieran surgir. 158
121 medidas espirométricas del flujo de gas espirado y cambios Otro punto crucial a la hora de planificar el manejo de 159
122 hemodinámicos asociados a hipoxemia e hipercapnia (ej.: la VAD es la evaluación del riesgo de aspiración. La adop- 160
123 hipertensión, taquicardia, arritmias). ción de medidas farmacológicas y el ayuno preoperatorio 161
124 Laringoscopia difícil: invisibilidad total de las cuerdas son importantes para reducir el volumen y elevar el pH del 162
125 vocales, tras intentos múltiples de laringoscopia convencio- contenido gástrico. En pacientes con obstrucción intestinal 163
126 nal. o lento vaciado gástrico deberá insertarse una sonda naso- 164
127 Intubación traqueal difícil: la IET requiere múltiples gástrica para minimizar el volumen gástrico residual13,14 . 165
143 Evaluación preoperatoria de la vía aérea para tratar la vía aérea. El tiempo de apnea sin desatura- 180
ción se limita a 1-2 min en un adulto sano que respira aire 181
144 Tanto las guías ASA como las DAS resaltan la importancia ambiental, mientras que con la preoxigenación correcta este 182
145 de la valoración preoperatoria de la vía aérea, para anti- tiempo se amplía a 8 min15-17 . 183
146 ciparse a los problemas potenciales y preparar estrategias La desnitrogenación puede lograrse con la administración 184
147 para reducir los resultados adversos5 . Por ello, la valoración de oxígeno al 100%, manteniendo una mascarilla bien sellada 185
148 preoperatoria de la vía aérea deberá realizarse de forma contra el rostro del paciente hasta que la fracción de oxí- 186
149 rutinaria, para identificar los factores que pudieran dar lugar geno espirado sea de 0,87-0,9. Otros métodos incluyen la 187
150 a dificultades en la ventilación con MF, la inserción de un «oxigenación apneica», administrando 15 L/min de oxígeno 188
151 DEG, la laringoscopia, la IET y el acceso quirúrgico10 . a través de una cánula nasal y posicionando la cabeza en un 189
152 A pesar de que existen múltiples factores predictivos de ángulo de 25◦ en el paciente obeso, con presión positiva con- 190
153 VAD (tabla 2), ninguno de ellos es totalmente fiable, debido a tinua en la vía aérea, lo que permite prolongar la duración 191
154 la baja sensibilidad, especificidad y valor predictivo positivo de la apnea, sin desaturación3 . 192
Predictores Normal Esta situación se centra en los pacientes que presentan 195
Clasificación de Grado I-II previos de VAD, y se recoge en la guía de ASA. Por el contra- 197
Cuello Elástico y movible La IET con el paciente despierto es la técnica de elección 199
Distancia tiromentoniana >6 cm en la VAD prevista, ya que la preservación del tono muscular 200
Protrusión mandibular Capacidad de mayor ficación de las estructuras anatómicas. Además, se preserva 202
extensión de los incisivos la ventilación espontánea y se impide que la laringe adopte 203
mandibulares que los una posición más anterior con la inducción de la anestesia, 204
Articulación Extensión cervical de 35◦ La selección de la técnica (técnica no invasiva utilizando 206
Distancia >12 cm DEG, frente a una técnica invasiva como la vía aérea qui- 208
Historia de intubación Ausencia de dificultad o intubación retrógrada) depende de la cirugía, de la situa- 210
anestesiólogo. 212
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213 La IET con FOB en un paciente despierto es exitosa inadecuada, sí se tratará de una vía aérea urgente, y el uso 272
214 en el 88-100% de los casos18-20 . Para lograr dichas tasas de una técnica no invasiva (inserción de una DEG) está indi- 273
215 de éxito, este procedimiento deberá incluir información cado; en caso de que esta fallara, requerirá una técnica 274
216 previa acerca de los riesgos y de la técnica, una prepa- quirúrgica invasiva (vía aérea quirúrgica, percutánea o ven- 275
217 ración minuciosa (ej.: fármacos antisialagogos tales como tilación jet). En ambos casos, deberá solicitarse ayuda de 276
218 glicopirrolato, atropina y escopolamina, y vasoconstricto- inmediato, debiendo considerarse la viabilidad de restable- 277
219 res nasales tales como cocaína líquida al 5% y fenilefrina)21 , cer la ventilación espontánea y despertar al paciente. 278
220 oxígeno suplementario durante el procedimiento (ej.: La posibilidad de practicar la ventilación con MF cons- 279
221 cánula nasal, mascarilla endoscópica)22 , sedación cons- tituye una cuestión clave para la toma de decisiones. Por 280
222 ciente segura, mantenimiento de ventilación espontánea tanto, siempre se recomienda la ventilación con MF sin 281
223 con cooperación del paciente21 y anestesia tópica o regio- demora, utilizando un 100% de oxígeno tras la inducción 282
224 nal adecuada, que debe incluir la cavidad oral, orofaringe, de anestesia general. Esto permite también la valoración 283
225 laringe y tráquea21,23 . Todo ello es importante para garanti- de la conveniencia de preservar la ventilación espontánea 284
226 zar la comodidad del paciente y evitar las respuestas reflejas antes de establecer el bloqueo neuromuscular (BNM). La IET 285
227 de la vía aérea, tales como tos o laringoespasmos, o las res- puede logarse exitosamente sin BNM, por lo que constituye 286
228 puestas cardiovasculares mediadas por el sistema nervioso una alternativa a tener en cuenta en caso de sospecharse 287
229 simpático23 . De elegirse anestesia regional, los nervios que VAD. 288
230 hay que bloquear son el trigémino (que inerva la mucosa de Cada intento de laringoscopia e IET constituyen causas 289
231 la vía aérea superior), el nervio glosofaríngeo (la orofaringe) potenciales de traumatismo de la vía aérea y de posterior 290
232 y el nervio neumogástrico (la mucosa traqueal)21 . empeoramiento de la situación. Por tanto, deberán reali- 291
233 La falta de cooperación del paciente, las limitaciones del zarse en condiciones óptimas desde el inicio, limitándose el 292
234 equipo y la falta de habilidad del operador se encuentran número y duración de los intentos, ya que la probabilidad 293
235 entre los factores que pueden determinar el fallo de una de éxito decrece con cada intento. Los intentos repetidos 294
236 técnica dada. En caso de fallo en la intubación del paciente pueden causar edema y sangrado, y reducir la posibilidad 295
237 despierto, deberá seleccionarse una estrategia alternativa. de un rescate efectivo con DEG, al igual que incrementan 296
238 De permitirlo la situación del paciente, debería cancelarse el riesgo de progresión hacia un escenario NINO. Por tanto, 297
239 la cirugía. Dicho proceder es adecuado en aquellos casos DAS recomienda un máximo de 3 intentos de IET; el cuarto 298
240 en que el paciente deba ser más ampliamente asesorado, intento se permite únicamente en caso de anestesiólogos 299
241 cuando la mucosa de la vía aérea presente edema, sangrado experimentados3 . Tras un intento fallido, no deberá repe- 300
242 o traumatismo, o se precise personal o equipo diferentes. tirse la misma técnica y deberá introducirse algún cambio en 301
243 De no poder cancelarse la intervención, es posible proceder cada intento adicional, para mejorar las probabilidades de 302
244 a inducir anestesia general, si la ventilación con MF o DEG éxito. Ello podría incluir cambios en la posición del paciente, 303
245 es adecuada. Otra alternativa es realizar anestesia regio- el dispositivo o la pala, en los adyuvantes como introducto- 304
246 nal (anestesia neuroaxial o troncular, según el caso), si es res y estiletes, en la profundidad del BNM y en la experiencia 305
247 posible. Ninguna de estas alternativas permite asegurar la del personal. Cuando los intentos fracasan, deberá decla- 306
248 vía aérea, por lo que deberá diseñarse un plan para hacer rarse infructuosa la IET, e intentarse el siguiente nivel del 307
249 frente a una IET difícil. El acceso quirúrgico de la vía aérea algoritmo. La ventilación deficiente debería indicar el uso 308
250 puede resultar la mejor opción en pacientes con lesiones precoz de DEG y, de producirse un fallo, el uso de acceso 309
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Guías y algoritmos para el manejo de la vía aérea difícil 5
334 un deterioro sobreañadido de la ventilación. La primera y intubados32 . El algoritmo de DAS considera este paso tras la 396
335 segunda elección del laringoscopio vendrán determinadas determinación de una IET fallida, independientemente de 397
336 por la experiencia y capacitación del anestesiólogo. la viabilidad de la técnica de ventilación con MF, para poder 398
337 Además de la pobre visión de las estructuras laríngeas, disponer de tiempo para considerar y seleccionar la opción 399
338 la dificultad en la IET puede deberse a la imposibilidad de óptima. Tras la inserción, deberá confirmarse la ventilación 400
339Q4 hacer avanzar el TET a través de la glotis. Los TET de menor correcta mediante exploración física y capnografía. 401
340 diámetro son más fáciles de insertar, ya que permiten una Aunque las guías no establecen un orden particular de 402
341 mejor visión de su paso entre las cuerdas vocales y causan selección, deberá determinarse el DEG para rescate con 403
342 menor traumatismo. El avance de los TET puede verse impe- anterioridad a la inducción de anestesia. Los factores que 404
343 dido por los aritenoides, especialmente cuando su progreso hay que considerar son la situación clínica, la disponibilidad 405
344 está guiado por un introductor o FOB. Este problema puede del dispositivo, sus riesgos y beneficios, y la experiencia del 406
345 superarse mediante la rotación del TET en sentido antiho- operador. Las características ideales de un DEG para la vía 407
346 rario, reduciendo la diferencia de calibre entre el FOB o aérea de rescate son: fácil inserción al primer intento, ele- 408
347 el introductor y el TET, y utilizando TET flexibles con un vada presión de sellado orofaríngeo, aislamiento del tracto 409
348 extremo distal de silicona y un orificio central. Un estilete gastrointestinal respecto del respiratorio y compatibilidad 410
349 preconfigurado puede facilitar la IET en los casos de grado de la IET guiada por FOB. Los DEG de segunda generación 411
350 2 o 3 de la escala de Cormack-Lehane. No se recomienda son más efectivos y seguros que los de primera generación, 412
351 la inserción a ciegas en los grados 3 b y 4, debido al ele- ya que aportan un mejor sellado y una mayor protección 413
352 vado riesgo de traumatismo de la vía aérea. El uso de dicho frente a la aspiración. Por tanto, debería disponerse de ellos 414
353 estilete es necesario al utilizar videolaringoscopio con pala en todos los centros3 . 415
354 angulada y sin canal de guía. La compresión cricoidea reduce el espacio hipofaríngeo 416
355 Una vez lograda la IET, deberá comprobarse la colocación y puede impedir la inserción de un DEG. De utilizarse la 417
356 correcta del TET entre las cuerdas vocales mediante con- compresión cricoidea como componente de una inducción 418
357 firmación visual, expansión torácica bilateral y simétrica, de secuencia rápida, esta deberá liberarse durante la inser- 419
358 auscultación y capnografía. La disponibilidad de esta última ción del dispositivo. Es necesario destacar que los DEG no son 420
359 es necesaria, ya que constituye el patrón de referencia para de utilidad en casos de obstruccion glótica o subglótica. En 421
360 confirmar la ventilación pulmonar. También se ha demos- tales casos, el uso de un broncoscopio rígido permite la ven- 422
361 trado la utilidad del ecógrafo29 . tilación, al establecer una vía aérea permeable que supere 423
362 En caso de fracaso de todos los intentos de IET, deberá la obstrucción. 424
363 considerarse: 1) despertar al paciente. Se trata de la opción Cuando está correctamente colocado, el combitubo per- 425
364 más segura en caso de que pueda demorarse la intervención, mite la ventilación con una presión de sellado superior a 426
365 y requiere la reversión completa del BNM. En caso de BNM la mascarilla laríngea clásica, aporta protección frente a la 427
366 mediante rocuronio o vecuronio, la reversión se logra de regurgitación y permite la IET con FOB, mientras el manguito 428
367 manera segura con la administración de sugammadex30,31 . esofágico protege la vía aérea33 . 429
368 La cirugía puede posponerse o realizarse mediante IET con Los intentos repetidos de insertar un DEG incrementan los 430
369 el paciente despierto, o con anestesia regional; 2) inten- riesgos de lesión de la vía aérea, disminuyen la probabilidad 431
370 tar la IET con FOB a través de un DEG. Se trata de una de éxito de la inserción y demoran la decisión de aceptar 432
371 opción cuando la situación clínica es estable, la oxigenación el fracaso y pasar a otra técnica alternativa para mantener 433
372 es posible a través de un DEG y el anestesiólogo cuenta con la oxigenación. DAS recomienda un máximo de 3 intentos 434
373 la debida experiencia. Como principio básico, el número de para insertar el DEG: 2 con el dispositivo de preferencia de 435
374 intervenciones de la vía aérea debería estar limitado; por segunda generación y el tercero con un DEG alternativo. El 436
375 ello, los intentos repetidos son inadecuados. Las técnicas a cambio del tamaño del dispositivo se considera un nuevo 437
382 planteen un riesgo vital inmediato. La ventilación a través o se vuelve inadecuada, deberá realizarse con prontitud 441
383 de estos dispositivos puede deteriorarse debido a la mala un acceso invasivo a la vía aérea (vía aérea quirúrgica, 442
384 colocación, regurgitación, edema de la vía aérea o a facto- percutánea o ventilación jet transtraqueal). El escenario 443
385 res quirúrgicos; 4) garantizar la vía aérea mediante acceso NINO constituye una situación potencialmente mortal que 444
386 quirúrgico (traqueotomía o cricotirotomía) antes de perder requiere una acción inmediata. Su incidencia presenta varia- 445
387 la capacidad de ventilación con MF o DEG. bilidad de contexto e interindividual, dependiendo de la 446
388 El fallo de la IET y la ventilación con MF, sin presentación experiencia del médico. Por ello, desde el 0,002% a nivel 447
389 de hipoxemia con riesgo vital, requerirá la inserción de un intrahospitalario3 , su incidencia se incrementa al 2% en los 448
390 DEG para mantener la oxigenación. La mascarilla laríngea, el servicios de urgencias34 . 449
391 combitubo y el tubo laríngeo han demostrado su efectividad En este escenario, deberán considerarse los riesgos aso- 450
392 para el rescate de una vía aérea urgente en este escenario2 . ciados a una técnica invasiva frente a los riesgos de lesión 451
393 Un estudio observacional encontró que la mascarilla laríngea cerebral hipóxica o muerte. Se han descrito diversos dis- 452
394 aportaba una ventilación de rescate efectiva en el 94,1% de positivos y técnicas, pero la evidencia no confirma la 453
395 los pacientes que no podían ser ventilados con MF ni ser superioridad de uno frente a otro35,36 . En un escenario de 454
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455 urgencia, en el que los procesos cognitivos y la coordinación segura y minuciosa, teniendo en cuenta el tipo de cirugía, 514
456 psicomotora se ven limitados, la técnica de rescate ideal la situación del paciente y las competencias y preferencias 515
457 debería entrañar un procedimiento simple y conocido37 . DAS del médico. El método ideal de extubación es gradual, paso 516
458 recomienda la cricotirotomía con un bisturí como método a paso, y reversible en todo momento. ASA recomienda con- 517
459 de elección3 , ya que es el instrumento más rápido y fia- siderar la extubación con el paciente despierto frente al 518
460 ble para garantizar la vía aérea, y cualquier centro dispone Q5 paciente en estado inconsciente, y valorar la presencia de 519
461 del equipo necesario. La técnica requiere los pasos siguien- factores clínicos que pudieran afectar a la ventilación tras 520
462 tes: extender el cuello, estabilizar la laringe con la mano la extubación (ej.: alteración del estado mental, intercam- 521
463 no dominante, identificar la membrana cricotiroidea con el bio anormal de gas, edema de la vía aérea, imposibilidad 522
464 dedo índice, realizar una incisión con bisturí de hoja del n.◦ de eliminar las secreciones y retorno inadecuado de las fun- 523
465 10 a través de la piel y la membrana cricotiroidea (incisión ciones neuromusculares), tener un plan preestablecido de 524
466 transversal con el borde cortante de la hoja hacia el opera- manejo de la vía aérea en caso de que la ventilación espontá- 525
467 dor y giro de 90◦ hasta situar el filo de la hoja en dirección nea tras la extubación no resultara efectiva (el equipo para 526
468 caudal), insertar suavemente en la tráquea (hasta 10-15 cm) disponibilidad inmediata incluye todo lo necesario para el 527
469 una guía elástica con punta angulada a través de la inci- tratamiento de la VAD) y considerar el uso a corto plazo de 528
470 sión al lado de la hoja de bisturí antes de extraerlo y, sobre un intercambiador de TET o un estilete jet que sirva como 529
471 ella, colocar un tubo traqueal lubricado con manguito de dispositivo de ventilación y guía para una IET. 530
472 tamaño 6 mm en el interior de la tráquea. El procedimiento La vigilancia postoperatoria es esencial para diagnos- 531
473 deberá intentarse únicamente con bloqueo neuromuscular ticar y tratar los posibles efectos adversos, que de otro 532
474 completo y aplicación de oxígeno (100%), a la vía aérea supe- modo podrían pasar inadvertidos. Cualquier instrumentación 533
475 rior mediante DEG, MF bien ajustada o insuflado nasal. En los y manipulación de una VAD puede causar traumatismos y 534
476 casos en los que la membrana cricotiroidea no sea palpable complicaciones tales como edema, hemorragia, perforación 535
477 (ej.: un paciente obeso), se recomienda incisión central cau- esofágica o traqueal, neumotórax o aspiración pulmonar. Se 536
478 docefálica previa de 8 a 10 cm y disección digital del tejido han descrito complicaciones de la vía aérea tras el uso de 537
479 adiposo, hasta identificar las estructuras laríngeas3 . videolaringoscopio, DEG de segunda generación y FOB41-43 . 538
480 La técnica descrita tiene diversas ventajas: protege la Las lesiones faríngeas y esofágicas son las complicaciones 539
481 vía aérea de la aspiración, permite la ventilación minuto más frecuentes tras una IET difícil. Suelen manifiestarse clí- 540
482 normal con baja presión y monitorización de CO2 al final nicamente durante el periodo postoperatorio; sin embargo, 541
483 de la espiración. Sin embargo, muchos anestesiólogos no se son difíciles de diagnosticar. El neumotórax, el neumome- 542
484 creen competentes para realizarla7 . En el caso de una VAD diastino y el enfisema se presentan solo en el 50% de los 543
485 imprevista, puede no disponerse de inmediato de un ciru- casos. La mediastinitis posperforación de la vía aérea tiene 544
486 jano con la debida competencia. Por tanto, el anestesiólogo un elevado riesgo de mortalidad y, por tanto, la vigilancia 545
487 debe aprender a realizar una cricotirotomía con bisturí y debe ser exhaustiva a fin de descartar la tríada clínica del 546
488 debe asistir a cursos formativos periódicos de actualización dolor (dolor cervical profundo, dolor torácico y disfagia), 547
489 para mantener su competencia. fiebre y crepitación. De igual modo, deberá advertirse a los 548
490 La ventilación jet transtraqueal es otra técnica inva- pacientes acerca de los posibles signos y síntomas asociados 549
491 siva relativamente fácil de ejecutar que puede salvar vidas a las complicaciones derivadas del tratamiento de la VAD. 550
492 y aporta el tiempo necesario para lograr una vía aérea De aparecer síntomas tardíos, deberán solicitar atención 551
493 definitiva. Sin embargo, esta técnica tiene limitaciones médica de inmediato44 . 552
494 considerables, ya que es necesario insertar una cánula En el periodo postoperatorio, es esencial documentar 553
495 de pequeño calibre (<4 mm) en la membrana cricotiroi- detalladamente la dificultad encontrada en la ventilación 554
496 dea mediante la técnica de Seldinger (que puede doblar y la IET y, además, describir las técnicas utilizadas indi- 555
497 o desplazar la cánula), y requiere una fuente de oxígeno cando éxito o fracaso45 . Es útil informar al paciente y aplicar 556
498 de alta presión de 20-50 psi. La ventilación jet transtra- las notificaciones, alertas médicas, o registro en la base de 557
499 queal se asocia a una morbilidad significativa y a un alto datos de VAD45 . 558
508 Aproximadamente un tercio de las complicaciones estrategia previamente planificada para incrementar la 567
509 se produce durante la extubación, o en el periodo seguridad, limitar los traumatismos y priorizar la oxige- 568
511 La evidencia actual no aporta base suficiente para técnicas, y la necesidad de desarrollar habilidades y mante- 570
512 evaluar los beneficios de una estrategia de extubación espe- ner la competencia en ellas50 . Además, indican la necesidad 571
513 cífica de VAD. Sin embargo, deberá seguirse una estrategia de que todo el material para la vía aérea tenga fácil acceso 572
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Guías y algoritmos para el manejo de la vía aérea difícil 7
573 y disponibilidad inmediata, esté clasificado con precisión nariamente antes de su uso en una VAD real. Esto garantiza 632
574 y sea transportable, a fin de facilitar la rápida resolución el mejor modo de enfrentarse a los desafíos que plantea la 633
575 de los casos difíciles. La mayoría de los documentos rele- VAD. 634
594 Las principales diferencias entre las guías son los deta- 2. Apfelbaum JL, Hagberg CA, Caplan RA, Blitt CD, Connis RT, Nic- 645
595 lles específicos, tales como la organización del algoritmo, kinovich DG, et al. Practice guidelines for management of the 646
596 el número de intentos de IET propuestos, los dispositivos difficult airway: An updated report by the American Society 647
of Anesthesiologists Task Force on Management of the Difficult 648
597 alternativos y las técnicas de acceso quirúrgico recomenda-
Airway. Anesthesiology. 2013;118:251---70. 649
598 das. Así, a diferencia de ASA y DAS, que se centran en la 3. Frerk C, Mitchell VS, McNarry AF, Mendonca C, Bhagrath R, Patel 650
599 cricotirotomía, las recomendaciones de Alemania y Canadá A, et al. Difficult Airway Society 2015 guidelines for mana- 651
600 adaptaron el abordaje transtraqueal de la vía aérea, y las gement of unanticipated difficult intubation in adults. Br J 652
601 recomendaciones de Francia e Italia adaptaron el enfoque Anaesth. 2015;115:827---48. 653
602 percutáneo, que se guía por la técnica de Seldinger. No 4. Gomez-Rios MA. Can fiberoptic bronchoscopy be replaced by 654
603 obstante, no existe una evidencia clara acerca de la supe- video laryngoscopy in the management of difficult airway? Rev 655
604 rioridad de ninguna técnica. Curiosamente, ASA es la única Esp Anestesiol Reanim. 2016;63:189---91. 656
605 guía que tiene en cuenta la traqueotomía de urgencia, que 5. Artime CA, Hagberg CA. Is there a gold standard for manage- 657
606 es considerada en otros documentos como un procedimiento ment of the difficult airway? Anesthesiol Clin. 2015;33:233---40. 658
6. Crosby ET. An evidence-based approach to airway management: 659
607 prolongado y arriesgado, especialmente en comparación con
Is there a role for clinical practice guidelines? Anaesthesia. 660
608 la cricotirotomía quirúrgica. 2011;66 Suppl 2:112---8. 661
7. Cook TM, Woodall N, Frerk C. Major complications of air- 662
way management in the UK: Results of the Fourth National 663
609 Conclusión Audit Project of the Royal College of Anaesthetists and the 664
Difficult Airway Society. Part 1: Anaesthesia. Br J Anaesth. 665
611 the difficult airway», publicado por la ASA en 1993, junto con 8. Stiegler MP, Neelankavil JP, Canales C, Dhillon A. Cognitive 667
612 las últimas versiones publicadas en 2003 y 2013, constituye errors detected in anaesthesiology: A literature review and pilot 668
613 un antes y un después en el manejo de la vía aérea. Desde study. Br J Anaesth. 2012;108:229---35. 669
9. Gil KSL, Diemunsch PA, Hagberg CA. Fiberoptic and flexible 670
614 entonces, numerosas sociedades de anestesiología han des-
endoscopic-aided techniques. Benumof and Hagberg’s Airway 671
615 arrollado sus propios algoritmos; entre ellos, es de particular Management. Chapter 13. 3 rd ed. Philadelphia: W.B. Saunders;; 672
616 relevancia el documento de DAS, reeditado en 2015. 2013. p. 365---411, e4. 673
617 Todas las guías y algoritmos para el manejo de la VAD 10. Baker P. Assessment before airway management. Anesthesiol 674
618 son importantes en cuanto que han modificado la práctica Clin. 2015;33:257---78. 675
619 clínica al animar a los profesionales a planificar estra- 11. Shiga T, Wajima Z, Inoue T, Sakamoto A. Predicting 676
620 tegias específicas para abordar la VAD. Sin embargo, a difficult intubation in apparently normal patients: A meta- 677
621 falta de un protocolo universalmente aceptado, las guías analysis of bedside screening test performance. Anesthesiology. 678
623 no estándares absolutos de cuidados o requisitos; por 12. Norskov AK, Rosenstock CV, Wetterslev J, Astrup G, Afshari A, 680
Lundstrom LH. Diagnostic accuracy of anaesthesiologists’ pre- 681
624 ello, estas guías no pretenden reemplazar a las políti-
diction of difficult airway management in daily clinical practice: 682
625 cas institucionales locales. Las guías deberán adaptarse A cohort study of 188 064 patients registered in the Danish 683
626 a las competencias específicas y al juicio individual de Anaesthesia Database. Anaesthesia. 2015;70:272---81. 684
627 los anestesiólogos, a la disponibilidad de los dispositi- 13. Green SM, Mason KP, Krauss BS. Pulmonary aspiration during 685
628 vos en cada centro y a las características del paciente. procedural sedation: A comprehensive systematic review. Br J 686
629 Los facultativos deberán desarrollar sus propias estrate- Anaesth. 2017;118:344---54. 687
630 gias individuales, basadas en su conocimiento y experiencia 14. Nason KS. Acute intraoperative pulmonary aspiration. Thorac 688
631 clínica. Las técnicas seleccionadas deberán aplicarse ruti- Surg Clin. 2015;25:301---7. 689
Cómo citar este artículo: Gómez-Ríos MA, et al. Guías y algoritmos para el manejo de la vía aérea difícil. Rev Esp Anestesiol
REDAR 853 1---8
Reanim. 2017. http://dx.doi.org/10.1016/j.redar.2017.07.009
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