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La contumacia de Almagro

La democratización se puede impulsar por la vía constitucional y eso es lo que se


busca en el diálogo, para que lo sepan el señor Almagro y sus representantes que
andan en Nicaragua negociando con el Gobierno.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, volvió a colocarse al lado del


dictador Daniel Ortega aún después de que la CIDH reveló que 76 personas
fueron asesinadas desde que comenzaron las protestas estudiantiles pacíficas de
abril.

Almagro participó este lunes en un foro denominado Cómo restaurar la dignidad,


democracia y desarrollo en Nicaragua, efectuado en la Universidad George
Washington de la capital de los Estados Unidos (EE.UU.), durante el cual dijo que
“la democracia en Nicaragua no tiene que ser solo protegida del Gobierno,
también de otros actores”. Según Almagro, “hay actores de la oposición que
definitivamente no tienen respeto por nada (y) tenemos que defender esa
democracia de todos”.

Pero además, ripostando a quienes lo acusan de ser cómplice de la dictadura de


Daniel Ortega, el secretario general de la OEA ironizó: “Soy cómplice por exigir un
proceso electoral transparente y justo; lo que ustedes quieren es que sea un
proceso electoral ni transparente ni justo, lo que ustedes quieren son variables
antidemocráticas también para sacarse de encima a Daniel Ortega; ese no es un
camino que vamos avalar”.

¿A cuál “democracia de todos” se refiere Almagro? ¿A la de Daniel Ortega, que es


en realidad una brutal dictadura que inclusive ha cometido crímenes de lesa
humanidad como lo demuestra el informe de la CIDH?

¿Y a qué actores de la oposición acusa Almagro? ¿A los estudiantes que se


insurreccionaron cívicamente y sin armas, para defenderse de la salvaje represión
policial y paramilitar del 18 de abril y días siguientes? ¿A los centenares de miles
de ciudadanos autoconvocados que se han manifestado en las calles de casi
todas las ciudades del país? ¿A los campesinos que han puesto tranques en las
carreteras para impedir el paso de los convoyes de antimotines represivos?

Los patéticos argumentos del secretario general de la OEA son iguales a los que
expresan los representantes el Gobierno en el diálogo nacional. Es indigno el
papel del señor Luis Almagro, quien poco antes había trivializado la masacre
orteguista de abril al declarar al periodista uruguayo Danilo Arbilla, que muertos
hay en todas partes y que la democratización de Nicaragua no pasa por la
renuncia de Ortega ni por el adelanto de las elecciones.
Los que luchan por elecciones transparentes y justas en Nicaragua son los
ciudadanos nicaragüenses, no es Almagro. Y si es por desconocimiento que dice
insensateces, debemos aclararle que la renuncia del Presidente y Vicepresidente
está prevista en la Constitución (artículo 149 Cn.); que se puede convocar a un
plebiscito para que los ciudadanos voten si quieren que la pareja dictatorial salga
del poder (artículo 2 Cn.) y que las elecciones pueden ser anticipadas por medio
de una reforma a la Ley Orgánica de la Asamblea Nacional, o una reforma
constitucional, como el mismo Ortega lo hizo en 1989.

La democratización se puede impulsar por la vía constitucional y eso es lo que se


busca en el diálogo, para que lo sepan el señor Almagro y sus representantes que
andan en Nicaragua negociando con el Gobierno.

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