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LA NUEVA NATURALEZA . DE LOS MAPAS Ensayos sobre la historia de la cartografia Compilacién de Paul Laxton Introduccién de J. H. Andrews FH 48305 ——usromicas AN-aa0les J.B. HARLEY LA NUEVA NATURALEZA DE LOS MAPAS Ensayos sobre la historia de la cartografia Compilacién PAUL Laxton Introducci6n J. ANDREWS Y a 0 w - ” & Ne. FONDO DE CULTURA ECONOMICA Prélogo Bran Harvey murié en Milwaukee en 1991, a los 59 afios, en el mejor mo- mento de su carrera académica.! Entre los diversos manuscritos y proyec- tos de publicacién que dejé inconclusos o en manos de editores estaba la propuesta de un libro de ensayos ya publicados y otros atin inéditos que se lamaria La nueva naturalesa de los mapas.? Me ha tocado a mi Ilevarlo a la imprenta y esto ha implicado decisiones dificiles: Harley no dejé notas para el importante ensayo introductorio que habia previsto, y tampoco quedaba claro e6mo y hasta qué punto se deberfan editar los articulos de esta coleccién. ¢Habfa tenido la intencién de quitar repeticiones, restituir los cortes editoriales u ofrecer reflexiones sobre los articulos en retrospec- tiva? Dado el especial atractivo que esta obra ofrece a los interesados en Jos textos de Harley (por su amplia importancia metodoldgica o filoséfica) también quedaba la tarea de ofrecer una lista completa y precisa de sus publicaciones.? Este no pretende ser un libro de memorias: la vida de Brian Harley como investigador y como profesor ya esta resefiada tanto en los obitua- rios como en una coleccién de ensayos criticos escritos por sus colegas y presentados en una reuni6n en la Royal Geographical Society de Londres 11 ,” mite PROLOG aqui se incluye wn Fedistro completo gg ve 1992-4 NUN : jr dear eS Jehemos asumir que Tos siete tos de este libro son jog ucla de Hares Se ue ejemplificaban de la mejor manera su filosy. do de los map: » Esta filosofia arias que 120" ‘ea y del signifies Trmental mas alté de fos eontines de La de los mapa rido encusiastas seguidore ideas siguen mo rapt variedad de diseiplinas, un grupo de los cuales ly Mio. akiunos de sus seguidores lo elevan al nivel de forma que a él probablemente le habri storia cartogrf Harley ha © estadioos de ua idolatra.* Por otro personalidad” de una también vergonzosa’ viviran como importantes pronunciamicntos en la igo. alteran todos los campos de investiga. : no contar con curs aunt Estos ensayos sobre picoria de ls maps: sine ay por eso resulta nec actin eritica de los mismos. Decidi que esta evaluacién, a modo jeintroduceién, debia entablar un debate en torno a las ideas de Brian drley, sin resultar claro esté, irrespetuoso, No me eabe duda de que él hubiera sido el primero en estar de acuerdo con esto: Hevaba hasta los huesos un vigoroso diseurso intelectual. John Andrews fue profesor en et Trinity College de Dublin de 1954 a 1990 y se gané la reputacién de maxi- ima autoridad en fo relacionado con mapas irlandeses; fue uno de los pocos edgrafos académicos britinicos de reputacién internacional interesados en la historia de los mapas. El y Harley eran amigos y, a pesar de que com- partieron e intercambiaron ideas durante muchos aos, nunca eolabora- ron de manera formal en ninguna publicaci6n.7 La mayoria de sus inter- ‘cambios fueron previos al establecimiento de Harley en los Estados Unidos y éste dejé de buscar la opinién de aquél a finales de la década de los ochenta, a pesar de que fue consejero editorial de la History of Carto- raphy [Historia de la eartografia). Por lo tanto, John Andrews nos offece una visién objetiva (los lectores ya se dardn cuenta de que “no apasiona- 4a” seria una frase incorrecta en este contexto) de la obra de Harley. Por esta razdn se le invité a redactar una version abreviada del ensayo que habia escrito para el Trinity College en el que plasmaba su critica a k sofia de los mapas de Harley. Se de Andrews resulta riguroso en ocasiones, ciertos aspectos ideoldgicos. A pesar de mba coidn relacionados con ell tana eval la filo- Jmente em pecia que Harley € pROLoGo, consciente de esto, Andrews era el primero de los cinco aeadémicos qu haba nombrado como dictaminadores poteneiales de esta obra.” En este breve prélogo no ¢s apropiado ni necesario hacer ningin comentario acer- ca de lo que John Andrews presenta con admiri |; sin embargo, quiz conviene aconsejar a quienes han adoptado los ensayos tedricas de Harley sin una perspectiva critica, que lean el ensayo de Andrews con la misma apertura con la que el autor se entrega a su tema. Lo més importan- te es que Ia filosofia de los mapas de Brian I: e convierta en una ortodoxia ineuestionable 0, peor atin, en un catecismo.™ Algunos quiz in a Andrews simplemente fuera de tono respecto del tempera mento posmoderno y juzgarn su introduecién como una ineémoda in- trusién. Lo tinieo que yo deseo aclarar aqui es que la yuxtaposieién de su o a los articulos que Brian Tlarley eligié para representar su propia in de la nueva a de los mapas es deliberada: este libro no es tun elogio ni un homenaje a Harley; espero, mas bien, que sea el inicio de én y, quiz4, de un replanteamiento de los temas que él abor- ble clarida ensa nen su forma original, sin ninguna se reprodu do; slo se I. El aparato bibliografico se ha estan 1e ampliaron algunas ilustr alteraci6n editoria hicieron algunas correeciones menor referencias eruzadas per- $, ambas de sumo tinentes. Se proporcionan también dos bibliog: render las i las notas de Harley son en sf mismas pequerios ensa to de citar, cuando los editores lo permitfan, no s6lo las obras en cuestién, sino también el lugar donde las habia encontrado citadas). La bibliografia, que omite las pocas referencias a las publicacio~ nes del mismo Harley, resulta lcrable interés, De las easi 500 obras citadas en Tos si reproducidlos, slo 53 apare~ cen on mais de un artioulo y sélo 10 en tres o mis articulos. Harley siempre s6lo para dar seguridad a ese 1B O06 tes de abordar el £80 LA Obras se gigg ce otra Hs VETS Ta tori 0 PAA PrOPOFCIONAT informa a bs cores hacia TT articular, no para ofrecer una bib sovrea ce agin ATAU Jos comentarios indiscutibles del eae ve de los eoleccionistas de citas. orl tan? «inmorsiin en st viaje intelectual, Hane! ieufoso al reconocer sus deudas sont los muchos estudio. aon tiveiptinas de quienes tomé ideas y referencia se dena varia de disci detps hatte ieatcatedetvened. natural ects STs tambien ama relaeién completa de las pub. sabe i er thew Edney, Esta lista vuelve ca ensiones de Hare Poias facetas de su investigaciGn, asf como la mang. Fae Te fund sus pensamientos ¥ descubrimientos, Para oes aoa Harley recurrid asiduamente a las revistas locales ya Cee popubares entre los coleecionist como a los comen. evnpanatan a as ediciones faesimilares. Aqut hay tuna Teecién para coats Tos sei jia moderna, segsin la cual entre casas eoriaks y vistas existe una jerarguia natural que, independientemen- te del contenido, confiere prestigio a los autores, De hecho, el registro de in primeras pubicaciones de arly se tendria por poco valioso de aeuer do con e! histérico clima de indicadores de desempefio que actualmente invade las universidades. Sin embargo, Brian Harley era curiosamente am- hivalente acerca de los detalles locales: le encantaban ciertos Iugares (lo proche el ensayo de 1987 acerca d favorito, In hoja de 15 conti metros del Servicio Estatal de Cartografia de Newton Abbot, su hogar durante casi 22 aiios), pero se negaba a dedicar mucho tiempo a lo que po- driamos llamar ef “anilisis” de Jos primeros mapas, Aunque era testigo de ocasidn en los casos legales que involueraban evideneia earto- fritica para el extablecimiento de derechos de paso ent los eamtinos (prue- ba de fucto para el verdadero especialista en detalles eartogrificos loos kes), en su trabajo de investigaeidn le gustaba trabajar en equipo ¥ ue otros trataran los detalles locales mientras él se encargaba del panort- ‘ma general? Muchas obras de Harley sobre ciertos rtdgrafos ¥ ciertos aan de mapas, o sobre mapas en particular, fueron bastante a * en eeasiones de no mis de 2000 palabras, aunque con muchas ilustet genvina sar citas tambidn foe met sicismo Si tars que wres de Ha he u PROLOGO, ciones, No obstante, las usaba para transmitir ideas de dencia de lo que sugeria el titulo, La publicacién en perid comerciales tiene sus estimulos, sin embargo Harley tenia la opinién pric- tica de que, ademas de la oportunidad de colocar generosas ilustraciones ‘que requerfan poca extensiGn de texto y poca o ninguna atencién a las notas y eitas, estas publicaciones también le permitian legar « un priblico mas amplio, cuyo conocimiento de los mapas en ocasiones era tan amplio, y seguramente tan valido, como el de los historiadores académicos de mapas. El truco era decir algo igualmente importante con un estilo fluido 41 dominaba— sin mostrarse demasiado condescendiente con el lector. Estos textos no son de ninguna manera vacfos: Brian no toleraba Ia paja. La bibliogratia de Harley también nos muestra un viaje por siete temas principales: la geografia histérica de Inglaterra, los mapas de condado ingleses, los mapas y atlas ingleses més generales, el mapeo de América, is del Servicio Estatal de Cartogratta (a través de su historia como institucién, lo mismo que a través de sus mapas facsimilares), la filosofia de la historia de los mapas (que nacis en Ia década de 1980) y el gran pro- yeeto, concebido con David Woodward, de la History of Cartography [His de la cartografia}, editado por la University of Chieago Press. Es necesario resistirse a la tentacién de ver estos amplios temas como etapas programadas: Harley siguis su instinto (esto significa que fue oportunista, ‘en el mejor sentido de la palabra) y, como muchos aeadémicos (quizd la ‘mayoria), su viaje intelectual fue una combinacién de descubrimiento de cosas que lo fascinaban, planeacién de proyectos especificas y atencisn a sugerencias y peticiones de colegas y editores. Incluso en las iltimas ‘tapas de su vida, en la medida en que fue avanzando en Ia History of Car poco probable que tuviera una agenda intelectual propiamen- \ayor trascen- os 0 revistas tography, es te dicha, Este punto ha de ser importante para quienes desean evalus obra; Harley reaccions ante la historia de los mapas que encontré. Al aprender y tomar prestado de otras diseiptinas, al entablar batallas armado de una ideologia personal y politica que lo mova a escandalizar a los dems, népidamente reeonoeis contra qué lucharia: contrat un pensamicn- to estrecho y torpe, y contra cierta historia de ln eartografia que se negaba A reconocer las realidades politieas y culturales, En resumen, 1os textos Ss PROLo, je arly no son dectaraefones 6 mand ennocides las de piedra, Sino apasionadas q sr asus Hectares: 808 fons cos mis iseu reorho asi eae present Tones, fioos pre jas a inc cocainadas 9 deben considerarse un sustiyes En cierto sem eri gon conetuiria¥ que hubiera llevado por qi trabajo que Harley tra de sus preocupaciones id, ao oe pehent, Dicho texto era una de lag name ae spc de eseritos (en proceso ¥ programados) que tae se gno un mapa en el piso de su estudio en Milwauke = rpitulos de est libro, en tespues ge. Thomp. Sitorde a Johns Hopkins University Press, fueron esertos apy ses apuntes del mapa como ieologia. Hata mucho tempo que tae te queria continuar con la elaboracién de ese libro, cuya priniera ven, fue completada en junio de 1984. Quiz valga la pena contar Ia historia de ese proyecto su elacién con el presente trabajo. De acuerdo eon us horrador de un prlogo fechado en julio de 1984, el proyecto de “El maya como ideologa” (al cual se reliere como ensayo) surdié durante una roe nin del consejo editorial de la History of Cartography que tuvo higar en Chicago en noviembre de 1963. El ge6grafo Paul Wheatley pregunts alguna ver habia habido una interpretacién marxista de la eartografia, Harley, en un prefacio leno de desmentidos euidadosamente adjetivades, Insistiaen que lo que habia eserito no era “un intento de levar a cabo tay radical reinterpretacin de la historia del mapa”, sino que, mas modesta- mente, “pretendia vineular la idea del mapa como un ‘lenguaje’ grafico sivo con cierts aspectos del concepto de ideologfa, clave de la filosofa ‘araista, para ilustrar la posibilidad de eseribir una historia social del ‘mapa y no una historia cuyo enfoque fuera principalmente bibliografi anticuario 0 técnico”, Probablemente jo, estos ens lo gy *C. Todos log son. e esto no era sino una alternativa més realista de la mis- ma “reinterpretacién radical” sugerida por la pregunta de Wheatley. En a eon Harley presents el “argumento principal” de su obra en el 7 phan de Oxford. La discusién que surgi abi y, particularmente, “bro fi Raphael Samuel de publiear sus conferencias como a “EL mapa come fen a0 4 eseribirlo, Bl resultado fue el borrador de “Some ideologfa” que Harley deseribié como un “ensayo [+] # 16 PROLOGO, borrador preliminar de una historia ideol6giea del mapa”. Para 1986, Har= ley habia concebido un bosquejo nuevo y més amplio titulado “Elm como idcologia: conoeimiento y poder en Ia historia de la cartografia"; no ‘estaba seguro de si era mejor, aunque estaba “eontento por haber espera- do” en ver de publicarlo antes."7 Desafortunadamente, luego retomé otras tareas y esperé demasiado; asf pues, sus lectores se tendrén que conformar con los ensayos de este libro en lugar del magnum opus. El método de Brian Harley no carece de eriticas en Ia fraternidad de Jos mapas, para quienes la filosofia y la ideologia, en el mejor de los casos, s6lo se reconocen de manera subconsciente. Barbara Belyea censuré su manejo de fuentes filos6ticas y el historiador eartogrifico John Andrews ha criticado diversos aspectos de su trabajo; los lectores pueden juzgar sus argumentos en el presente libro.'* No obstante, en términos generales, las voces en desacuerdo han permanecido en silencio. La obra de Harley con- tinda provocando un enorme interés entre gedgrafos, histor gran niimero de historiadores culturales y literarios que actualmente exploran Ia relacién entre los mapas, la literatura y las artes visuales. Es dificil saber hasta qué punto las publicaciones de Harley influyen en la investigaci6n y Ia literatura actual, ya que no hay un registro de citas en tesis, monografias y obras colectivas. Sin embargo, a juzgar por el limitado criterio de las referencias bibliogréficas en las revistas, sigue siendo muy leido.1° Por supuesto que Harley no fue el primero en lamar la atencin hacia el evidente hecho de que los mapas pueden mentir, pero abrié un nuevo terreno al tratar esos mensajes ocultos como parte integral de los ‘mapas en tanto que textos, es decir, en tanto experieneias recuperables. Para lograr esto, llev6 los argumentos al extremo y a menudo se acere6 peligrosamente a la presentacién de teorias de conspiracién. La vida in- teleetual de Harley se puede ver como un conflicto constante entre su natural inclinacién a convertirse en una molestia incesante e inquisidora ara las ideas estableci a intelectual que siempre lo hicieron consciente de la necesidad de busear evidencias y ape- lar a la raz6n. El reciente estudio de Jeremy Black sobre emo los atlas hist6ricos han reflcjado, por una parte, el ambiente histérico de su tiempo y han recreado, por otra, la historia a su propia imagen surge, de manera natural, de las ideas de Brian Harley.2° is tradicionalmente y su disci Ww Pro FOL, se eneantabs proves diseusi0Nef, PETO A Mendy a, 2 ener eazones de 1 que & ¥ECES PATECE en sus toyqe MH ete ton Andes "6 debe ASUINIE QUE Lary on NY stos clave que el propio Harley cligig, yo tt amente estén tan abiertos al anlig, AB menos seguro © * obstante. como insist decir lo que dio", era ver, SUpUCS a Pt ox mapas acerca de 10s que él escribe 2 man inte de que habriaesperado que los estudiantes abordaray on™ oe ery una mencalidad viva, ertica y, sobre todo, informadg: a.” ry el uturo de la histori de los mapas serd emocionante, ‘Una dels irons lamentabes de la geografia modema es no s6lo gy Iapradaceién yl estudio de los mapas se haya convertido en una especy. spectos, incluso se hay, 24 hubiera lamentado ex, lidad diferente, sino también que, en diversos separado de la geografia académica. Harley qu ruptura (hizo més que cualquier otro para combatirla al srafia de sus estrechos confines téenicos); sin embargo, a la vez se rehelg, istentes entre las diversas ‘ara la arto. ron todos sus instintos contra las fronteras e: disciplinas. Su trabajo y su legado en la Historia de la cartogratia, proves to que continéa bajo a direecién de David Woodward, serdn considerados Jmportantes para la geografia con la que Brian estuvo intelectual e instity, cionalmente comprometido durante su vida adulta, Como recordé su eo. laborador en la Historia de la cartografia, Harley a menudo se referia ala historia de la eartografia (y no cabe duda de que lo hacia totalmente cons. ciente de que la metifora era adeeuada) como “un campo en el que el vi- jiedo es grande y pocos los trabajadores”.2? Casi nadie ha usado un ‘mento mvs afiado que el de Brian Ha La publieacion de este libro ha sido un proceso prolongado y en ocasiones dite se ha consequido gracias a la eolaboracién de académivos, bibliot- *. A todos ellos ofrezeo mi agradecimiento. En cuanto a las straciones, ha sido esencial la ayuda de Jovanka Ristie, Yolanda Th ene Carcyn Travers y Ronald Grim. Matthew Edney aclaré detallada Paciencig oh tos George Thompson y Randall Jones impulsaron con pool, ieee ae ¥ mantuvieron viva la comunicacién entre Liver mie } y Harrisonburg, Virginia, cuando mi energia venfa a me- *9 a Ellen Goldlust-Gingrich la elaboracién del indice anal 18 co. La eficiente y totalmente comprensiva transcripcién de Celestia Ward inuscrito me ha hecho recuperar la confianza en los editores. Roger ¢ Delano Smith y David Woodward hicieron comentarios igual que John Andrews, cuya aportacién al aceptar Imente a del Kain, Cather sobre el prélogo, escribir la introduccién habla por si misma. Agradezco espe Catherine Delano Smith y a David Woodward por su gufa, apoyo y ayuda prdctica constantes en Ia preparacién de este libro; la relacién de ambos con Brian Harley y con sus ideas va mucho mas allé de lo que puede expre- sar un breve reconocimiento, 9 cake B Ga Introduccién SIGNIFICADO, CONOCIMIENTO Y PODER EN LA FILOSOFIA DE LOS MAPAS DE J. B. HARLEY! J. Axprews En 1980, después de un aprendizaje largo y sumamente productivo como historiador de los mapas, Brian Harley comenz6 a publicar ensayos sueltos sobre lo que se puede llamar filosofia eartogratien.? Su propésito inmediato cera establecer fundamentos tedricos para una historia definitiva de la ear- tograffa, emprendida en colaboracién con David Woodward; sin embargo, contrario a sus expectativas originales, se mantuvo activo en la filosofia mucho después de que el plan de la historia habia sido deeidido y muchos de sus colaboradores informados.* A la fecha de su muerte, en diclembre de 1991, Harley habfa escrito y preparado para su publicacin mis de 20 en- 108 sobre diferentes aspectos de su nuevo interés. Hay pruebas de que medida en que se fueron desarrollando estos ensayos él abandond algunas de sus primeras doctrinas 0, por lo menos, ya no les dio tanta importancia. Es notable, por ejemplo, que poco antes de su muerte, cuan- do planeaba volver a publicar algunos de estos textos, no escogié ninguno ‘que hubiera aparecido antes de 1988.4 No obstante, a pesar de un eambio importante de énfasis y de algunos desacucrdos oeasionales, ninguno de los Gltimos ensayos descalifica de manera explicita los anteriores, y parece Justificable tratar todo el conjunto de manera no hist6riea, como un grupo 21 en _e ee importancia, « ue otros Ia ¢ fentusiasta y ce | A Sus juricios €0n innum. Mle Complete ce , NO que no tiene 5; de los mapas To general no Tistas) te smo, fenomes arxismo ¢ ideoloss ‘escapado ninguns ; cha de conceptos Bia casi técnica quizé no res famiento de otra JO es poco cor J, el mili: mds Hlamativo y eresble gana Ja ronda. No es que Harley realmente hay jiugado este juego; sin embargo, de haberlo hecho seguramente habria were ‘eido a todos sus contendientes. Sus juicios casi nunca resultan totalmente incomprensibles ni evidentemente falsos; sin embargo, a menudo resultam ingeniosos y peculiares. Muchas de sus declaraciones més directas se dan ide dos maneras: fuertes y débiles, lo que corresponde de forma primitiva @ Ia diferencia entre todo y nada, Esto hace que sus ideas sean dificiles de ble —me parece que resumir y atin més dificiles de eriticar; seria acep' incluso benéfico— hacer a un lado las versiones fuertes por deliberada y desafiantemente exageradas y aceptar las débiles como registros de opi nes geniuinas. Sin embargo, la experiencia con otros autores y sus obras ha demostrado que estos criterios son erréneos. En todos los casos, excepto ‘en los extremos, se debe suponer que Harley queria decir lo que dijo. Bl problema de la referencia a si mismo ros de Harley pensaba que la mayoria de los cart6i Jo que pensaban. 28e puede aplicar a é1 el mismo juicio®™ De igual manera ‘que un cartégrafo pagado por el gobierno puede trazar mapas que favoret- ‘ean el statu quo politico, a partir de motivos similares un historiador paga- do por una universidad puede inventar teorias que lo hagan parecer intelir ente y original. Entonees es posible que los estudiosos de los mapas en las instituciones de nivel superior sientan tal presién por innovar que en oca~ ssiones lo hacen no a partir de una convieci6n, sino simplemente para impresionar 4 un grupo de colegas 0 a su jefe. De acuerdo con Harley para los afios sesenta el interés en los mapas y en su historia estaba en decadencia entre sus colegas ge6graios, algunos de los cuales habian Tlega~ doa comparar la historia de la cartografia con la filatelia, por su interés supuestamente no eritico en la diferenciacién y enumeracién de objetos ‘materiales. Para que este tema creciera con el vigor propio de una diseipli- ‘na universitaria se necesitaba una fuerte motivacién intelectual ® (La op ‘nién de Harley sobre el “crecimiento” historiogrético es una doctrina de la evolucién que éste se negaba a ver aplicada al proceso de trazado de menos objet WM, spe dee de avant sobre 1 IIE de pha nel aninde de fa educacton Universi, Trop Horley. No obstante, fag yet tn re qulenes #e Interesahay os My Jw oigaas peo! poca avosida & wont artefact my cone Tos bibtiotecarios, ing Ime jcclonistas, GUICHIS, POT SU Inter, tan en binqucda de Win Historia CUrtografigg pt jerveneién eomno Jurado tmparcta, «yt ddenicin que eo mapas principal vistas, los vendedn aban estado actives & i op podin exigi st Int shi fesse TTY Conve os xe mn artefacts no tenvan razenies para Open se a 8H filosofta; sin mbar {a ee ntceottles universitaios, HAMPOCO tenfan mong 0, adie ara promoverla aang somentaristas, Richard Helgerson y Robert Baldwin, han enfreny, doa taney con argumentosseiersonaes cn euanto ala diseusin an, chee Por alguna razén, quad tétiea mas que inteleetual, ninguno de esa uaques prosper Helgerson se refirié al motivo de la construceién de ng carrera; sin embargo, répidamente agregs el vago comentario de que conducta individual en este campo no se puede disociar de un marcy social (alo que seguramiente se le podria contestar que tanto los grupos so ciales como los individuos pueden practicar los avances personales que ahora se mencionan; en este caso, construyendo profesiones completas y no silo earteras personales).%? Baldwin se dice desalentado por la sola idea de que los oponentes de la deconstruccién (en ese tiempo el tiltimo interés filosfio de Harley) no podian deconstruir a un deconstruceionista sin as abrazar la propia filosofia que deseaban rebatir.1 Este argumento parece excesivamente centrado en si mismo. Si las teorias de un deconstruccio- nista tienen el efecto de deconstruirlo a él, no necesita opositores, silo espectadores. Sin embargo, como tiltimo recurso, estas eriticas ad hom = ae hayan perdido de vista el centro del asunto. No ae rao arts desaricones de un autor acerea de temas, que n0 se analizando su psicologia personal o definiendo su postura socisl erlo menos autoeritico y, por le 8; pero atin se tienen que refutar #s (0, sus ty eats woras pueden ser menos vi orias de la manera tradicional, 4 Fo ernest een Positivisino vartogra Antos de analizar fas idens de Marley debemen identitioar ta actitud ee 6 deseribe ome “punitiviamo”, ¥ que dive pimur al escrutinie criti, Se sper jw que sus opositores afirman que fa cartogratin puede ser, ¥ gonvernlmunte es, objetiva, independiente, neutral (en todas las discusiones, excepto en quella entre Ia verdad y In fatsedlad) y transparente, cuatro termini que en este contexto prohablemente signifiquen lo mismo. Perr otro fade, ba care tofratia es, 0 pucie set, exacta y precisa, Puede progresar, y lo ha hecho a menudo, hacia una precision atin mayor. La precisifm de los mapas consis- reflejar su tema principal. La palabra que Harley utiliza, reflejar, pres senta una dificultad porque no es facil imaginar a alguien que se diga posi- tivista usindola en este sentido: lo que se puede decir es que fa precision depende del grado de semejanza entre dos conjuntos de relaciones espa- tuno dentro del mapa y otro en Ia superficie que se proyeeta en. s estas caracteristicas son suficientes para hacer de Ia eartorgrat una “eiencia” es un asunto que (a pesar del interés de Harley) puede dejar- funcionarios y administradores de la educacién. Tampoco se lada en Ios juicios de Harley sobre la integrid adoptado es et de un historiador de los mapas interesado en euestiones filosoficas, no el de un cart6grafo en la actualidad 0 un mecenas de cartografos. De acuerdo con Harley, la mayoria de los practicantes de la eartografia son positivistas. Quizé algunos leetores descen pruebas que confirmen esta aseveracién. Antes de 1930, los cartégrafos hicieron pocas declaraciones gencrales de cualquier tipo acerca de su oficio; incluso después de esa época es dificil pereibir la estridencia, histeria, fervor ideolégico y recelo que Harley dice encontrar (aunque, lo que resulta poco comin en él, no cita ejemplos) en el rtogréfico.'4 Sin embargo, el positivismo, n cierto sentido, parece ser una doctrina adecuada para los praeticantes de la eartograffa, a pesar de que se limite a un plano puramente filosético, Harley no rechaza del todo el positivismo eartogritico. En cierto mo- pucdan ser ciertos o falsos; pero agrega de inme- 10 mais limitado”.18 Am- te atencién d pondré u moral de la profesién del cartografo."? El punto de iscurso ca u a a INTRO Gy | es una gran CONCESISN, Hay ey wij gr a8 Fe een Hs enrtrafos aeeren dela parg gop tne dese 608 eb, sontene ae €XIsten otro g ch tos para les de clerantes ue él en este sentido, pues no sdiy exe iia sino gue SE niegan a aceptar su cristens, ram el elemento “jen, es que “una epistemologa alterna ha, cen suforma mas en : smo cient fa social mas que en el posit C0, es mas [n ada para la historia de Ta cartogratia” y que “es me 9 partir de Ia premisa de que Ja cartogralia casi nunca [no no siempre] ce 7 in la version mas débil de su opinién, ls doy aque los eart6graios dice! tienen un valor comparable: una complementa a la otr, Su opini thasada en la te0 igualmente] adecu: epistemologi mas que sustituirla. = srevcominologa de distntas variedades de historia suglere una varia cin similar en los niveles de tolerancia intelectual. Bn la historiogratia de iuchas actividades 0 atefaetos es comiin diferenciar los intereses téen. cos o administrativos de una actitud més enfocada a los asuntos sociales. Quizé en la prictica eada uno de estos dos métodos (no necesariamente tos tinicos) tenga sus estudiosos, su literatura y sus lectores propios. No cobstante, los especalistas sociales y profesionales de ninguna manera son ‘enemigos 0 competidores. Sus disciplinas tienen que empalmarse e inter- actuar; sin embargo, en la literatura hist6rica acerca del automévil, por oe tratar de evitar confusiones mediante el uso ras la portada de cualquier libro que trata, principal de autocinemas, control news de mens cores de estacionamientos, mimeros pe ‘asso dere, hoimetros atosbomia, pasos yt dest sin das tees de publ. Er ceasone, Th el cartografia",aparentemente en smo de “vey deja vivir", m4 ley apoya “una historia tere ste espiritu de un multi ane como un tren ‘Otras veces, parece que ve la historia de los hpss como un terreno dentro del ‘fico de ente (ly sus lectores ual se incita a un grupo espe ce Camogie que n “soci implica no ver a er a través del ma adentro 0 hacia atrés ‘el mapa el mundo que éxte describe, si range eno tez6, vhacinafuera o hacia adel ral ha figurado en muchas corsientes de I ils ) 4 que cambien y tomen una direcei se clasifi ; clasifique, la alternativa no positivista de Ilar¥ Jo halt sus estore. ante 26 pernOpveKtOn de los mapas, especialmente en el modelo Hamado de comunicacion,?* como una mente que registra las imprestones del mundo exterior ¥ las. traslada a una forma geéfiea. Harley rechaza esta visidn individualista, incluso (quiz4 especialmente) cuando los individuos en cuestion pueden presentarse como figuras de un mérito o de una influencia especiales.?2 Para él, el eartégrafo pertenece no a una comunidad profesional en particu- Jar, sino a la sociedad en su ‘sentido m4s amplio; incluso define al mapa ‘como “un constructo social”.2% En una amplia perspectiva de la historia intelectual puede verse a Harley como el heredero de una tradicién que se desarrollé a partir de Kant, pas6 por Hegel y Marx, y rechaz6 la premisa del escepticismo proce dente asociada con Ia filosofia de René Descartes. En un escenario carte- siano, Robinson Crusoe podria haber naufragado en la infancia, aleanzado Ja edad de la raz6n sin siquiera conocer Viernes ¢ inventado el arte de la cartografia como una base de datos personal para el conocimiento de su it Ja. A una figura que no es comin en Ja filosofia moderna, Crusoe, se le pue~ de haber permitido una regresién ‘ocasional.24 Los filésofos cartogrificos deben de haberlo recordado cuando lefan que el mapa es una “imagen constituida socialmente”,?s 0 “inherentemente politica”.26 Entonces quiz se den cuenta de que el trazado de los mapas, un ejercicio esencialmente interactivo a los ojos de Harley, es més facil para una comunidad de un solo hombre que, digamos, el hecho de fundar una familia, votar en las cleeciones, fungir como parte de un jurado 0 apostar en un juego de azar. La tarea de Harley, como supondria un historiador eartografico ‘ortodoxo, es determinar de qué manera los roducidos en un ambiente social difieren necesariamente de los de Crusoe. De hecho, Harley nunea plantea el asunto en estos términos, pero probablemente su respuesta distinguirfa varios tipos de significado y conocimiento expresados en un mapa “social” y formas diferentes de poder ejercido por éste. Estos temas son el interés principal de este ensayo. Ww THD de significado Nivele atid de proposito 0 intenctOn, ha sido fy ta del mapa, por lo menos de setenta aitos en que % Idan Ney dose : signiicad, eu 5° Bs gain st on insistié hace m . ees nso unto a a evident de TOS MAPA, A MMos gue Me ser doi que siempre sabemes en cuanto a TA INLENCIGn yo, Sepa. ros mis de as trazaron”.2 Harley abord6 el tema de a ras en un momento en que estaba especiah a tancias de qul ciones de los : ne interesado en los mapas como fuentes para la geografia histéricg nai “ O%a; hv obstante, en estos primeras comentarios ya se percibfa ms de ung ‘cupacidn posmoderna-* Las inteneiones ofrecen el tipo de con Pre. 1o que mas adelante se considerar co del mapa. Al ig texto indispensable para ew, que otros tipos de signitiendo, xe peck adatiro nchazar, ser conscientes 0 ineonscientes, internas oer nas (esta diferencia se expliea mis adelante), inieas 0 miiltiples. Bs mis, no se dchen olvidar las posibilidades filosofieas de su finalidad; se podia por ejemplo, discutir la v: sg probar qu tiempo d cartogeitics quier estudio histor lidez de un n apa trazado con el tinico objetivo de ‘no todos los mapas se trazan con alguna finalidad, No. obstante, puds, la incerpretacién de Harley del significado fue muy di fee res relacionada con la importancia, mas que con la finalidad, elo ha en un marco de Erwin Panofsky2° estructurado Para la historia Los signifcaos de Panoishy son de tres tipo ‘ios aparecen en la cartografia como s ‘camente, como el tipo de mientos, ete. comunes . Los elementos pr ignos convencionales y, mits especi- oe earn ie Para Arboles, montaii } asenita sonnets el enguaje verbal son hs ta sh nonce ee 's de todo, incluyen palabras como cet fn dct tn ants ontoien euro se encuent eruncadnindica entero, en un mapa estos simbolos son parte d& etn kos de ser ancheae SAE ue las afirmciones mentions oe espaciales: un mapa del siglo XV a ado por un pu lguno unto con una doble cruz enci™’ 08 miembros p on bros de ne m0 arzobispos, det °s de la raza humana pueden ser elasifieales larscién que, filo cualquiera que s rstopUce! s6fica, no se puede decir que sea “estrictamente euctidiana”, sino que mas bien podrfa considerarse cierta o falsa. Mis adclante, Harley aplica su doctrina del silencio (sobre la que abun- do mis adelante) a significados primatios: el simbolo de un poblado, dice, cs “silencioso” en la medida en que ignora la individualidad de los pobla- dos particulares.®? El mismo argumento abarea ciertos tipos de eartogra temitica, ya que los mapas de coropletas y de isopletas suprimen las dife rencias numéricas entre dreas o puntos que pertenecen a la misma clase estadistica.. Individualizar el contenido de todas las zonas de un mapa es el equivalente cartogrifico de sustituir todos los sustantivos comunes por propios. Este proceso causarfa estragos en el lenguaje verbal; sin embargo, en cl aspecto de In conmunicacién se puede lograr mediante Ia sustitucion s por fotograffas agreas. En ocasiones Harley pone tanto énfasis en dad de la cartografia que casi parece clogiar esta solucién, pero en otras partes su confianza en los mapas topogrificos (cuando no temti- cos) es absolutamente clara. Gabe mencionar que se equivoca al dar la jn de que el mundo en el mapa deba parecer mas homogéneo que ae impres ‘el mundo del sentido comin. Esto también se puede deeir de los lam dos mapas de referencia general; sin embargo, ln cartografia temiition cubre numer espaciales (por ejemplo, la presién atmosté- rica) que sélo se pueden detectar mediante instrumentos cientificos mis all de los limites de la experiencia sensorial normal. Lo cierto es que la gama de suelos que percibe la mirada no especializada en los terrenos ¥ jardines reales nunca podré igualar el esplendor cromitico de un tipico 8s Variacion mapa de suclos. En cuanto al significado se cidn con M. J. B more) dice: Panofsky se logra al ‘darse cuenta de que una illo representa a San Bartolomé’ o “que un grupo de figuras sentackts ale rededor de wna mesa con una cierta disposicién y en poses determinadas representa Lac tiltima cena’. Respecto de estos referentes de segundo. nivel, Blakemore y Harley proporcionan el ejemplo cartognifico del mar Mediterrineo, Un caso ms seneillo es la aparicin de un solo asentamien= to en un mapa a pequeita escala, La cludad real de Bath en el condade real de Somerset puede ser parte del significado de segundo nivel transmitido io de Panofsky, Harley (en eolabora- te nivel de significado sugerido por figura masculina con un cuel 2 BTR, Fal en eae a omen ane et guna fase en que coos Tos sustantivO® "0 SACS, COMO Muna gj pa relacionada con bollos llas de rucdas”. No tiene gran jm,, “ad ase st eva dferenciacén cabe dentro de lo que Blakengr St einen en mente, 2 que los significados de segundo nivel dagen” ie a papel menor en su tratamiento de Tos mapas, Peay eroer ip de significado del sistema de Panofsky es intrngs tenteofeonogico. Para Harley, esta eategorfa es mucho més interaa stares pigment ls valores, ls kologias y Tos mitos, cone con ls siniicados similares que, segsin considera, transmiten el ary a poesia, misiea y la arquitectura. Quizd éste sea el momento mis nn no para introduc a idea de retrica. Harley deseribe la cartogratie “inherentemente retérica".* Deciro escribir algsin enunciado dec puede tacharse de retrico en cualquiera de las acepeiones de esta pan éigamos en lade pretender convener 0 iniluir; a pesar de ello, eonfen estat de retérco a “Estélloviendo” o a “Hay alguien en la puerta sa poco alo que entiende cualquier persona. También ha ce muchos enunciados comunes se pueden yolv¢ etoric cee cho eri pueden volver ret6ricos si se pronuncian stances adecuadas; un caso comin puede ser el de unt “pe fanta retriea". Sin embargo, para la mayorta de los eseri 7 oo vorfa de los escritores, yen gee una caracteristica distintiva de estilo o dk cabulario. Seguramente Harley estarfa de acu j ie helen Stamens Har erdo con esto, a juzgar por encias alos “recursos eomunes” de los retori fa retri como un “arte antiguo”; no obstante, ni ees pee aikusd pra cilicarla ala del dscurso burner Can eanaea Reape dees nila del dscursohumano en su ttl” lees eral yoo al conienzo natural sera asumir qu be ti Sin erg Sars en sus aspectos retry Aste ean ae SH Harley propone una esis mucho ms Poseen elementos que, después de trasladarks una forma verbal, cualqui | eualquie i Tetris. A continuneign et Pe*80N4 Con sentido comin considerait le, : n se ; Tica cartogrition ‘mencionan algunos posibles ejemplos de ret Pos =jemp! imperio, monarquia,#” autoridad sefiorial, riqueza mercantil, propiedad, et poder de las ciudades; 2) tipos de grupo social, real o irreal: Ia ciudad ideal, Ia comunidad del condado, el estado politico, la nacién (la clase puede ser ubicada en cualquiera de estas categorfas 0 en algtin punto intermedio); 3) ciudades; 4) estados de énimo: patriotismo, “orgullo, actitudes hacia el paisaje y deseubrimiento de la naturaleza”;*t 5) sistemas de ereencias, —ciencia, eosmografias y sistemas religiosos—. Esta lista se estructuré sobre todo para los mapas de la época Tudor de Inglaterra; sin embargo, de acuerdo con el énfasis de Harley en la retérica, todos los mapas de todos los lugares y periodos llevan algin mensaje comparable fuera del émbito de la geografia tradicional. Mas que admitir que un mapa puede carecer de significado en este sentido, Harley aceptaria una categoria de significados *indeterminados” #2 Los escépticos pueden ver en esto una cierta reconei- liacién harleiana-positivista: quiz4 serfa poco serio sugerir que todos los ‘mapas tienen significados “intrinsecos", pero, debido a un desafortunado golpe de suerte, ninguno de esos significados se puede comprobar. La imagen total Admitamos, por el bien del argumento mismo, que por lo menos algunos significados son determinables, pero ¢c6mo los determinamos? En los niveles primero y segundo de Panofsky existen c6digos reconocidos, in- dicados por el cart6grafo (por lo general en la leyenda ubieada en los mér- genes), 0 que se pueden dilucidar de manera induetiva, como Harley y otros aprendicron los utilizados en los primeros mapas del Servicio Estatal de Cartografia.49 Pocos mapas ofrecen una clave para sus significados de tercer nivel y es dificil ver un equivalente iconogrifico de “la tierra”. Dos observadores independientes pueden estar de acuerdo en el significado de primer nivel de un simbolo estudiando la localizacién correlativa en el pai- saje ¢ identificando lo que realmente esté alli; sin embargo, no hay un lugar adonde puedan ir para verificar la presencia de las ideas abstractas 31 Ton, representadas €0 61 MP9, POF Medhy ta observacion sensorial. Lo més guys Ph, convines una analog con otras formas de ate yy 2 i sccomnneatiss.* 10 Gue Pronto Neva ang yt sare ae propicdades cartograficas Y las NO cartograficas doy py ca tan 1) los materiales que conforman et mapa, espe Ly eee con su fuerza y durabilidad fisica;*® 2) sus clementog ao jas inseripoiones en Tos mangenes, en el reverso o on ja, ‘que lo unen al libro 0 atlas:4# 4) las referencias que a él se hacen en reuments,icuidos los grtico, v5) su loealizasiGn, especighen™ ésta es mas o menos permanente.7 Las insripeiones y referencias documentales tienen la ventajs de verbalmeate explicias, pero desafortunadamente casi nunca mene” conceptos como clase o imperio. También comparten una desventaja tas tos otros atibutos no cartografics antes mencionados. Harley nigga ear’ sGeamente que lt decoracién sea sélo un “ejercicio marginal”, e insite, ave “tanto las imagenes decorativas como las geogréficas den mapas, artes unificadas de una imagen total”.#8 Posteriormente deseribe eos “rchabilto” a decoracin marginal al centro del mapa.‘® Resulta extrans aue Harley, kjos de deconstruir Ia cartogratia, revierta el proceso ée deconstruccién levado a cabo por historiadores ortodoxos que habian ia y el ornamento como dos categorfas separables. fs {n este caso no estar de acuerdo con quienes proponen la ortodoxin oe i ¥ omamentales de un mismo mapa a menvdo ay erations indo de modo que el compil- dschadordelatciee e ve sentido tan poca empatia por el cles stance do nt Herat moderno ane el tar nica es dundee Et alta de arma se puede el que ls fans decoratgns eS (1583), de Christopher Saxton. et ciudad manera de dena, (wat 08, una costa y el simbolo dew AGN" (Principio suger erate Contra cualquier tipo de “ult Por una frase como “imagen total”).‘! ae vals no son fundamentales para — imprabat ee momento no floss : lector inocente colocando un com me yeentes Como aque supe so tan conv Prag, te g INTROMLELION divisor a lo largo 0 ancho de un querubin o de una diosa, seguramente habria protestado: “jLos querubines no forman parte del mapa!" Una vez aclarado este punto, estamos en libertad de sefalar que el margen y no el mapa (como ahora podemos insistir en llamarlo) incorpora el significado de tercer nivel, Entonees quiz sea el hecho de que el mapa no ineorpora ificado lo que justifica la adicién de los marginalia. Probablemen- te muchos historiadores eartogrificos sigan viendo en la decoracién de los as un tema comparable con las pelucas y los trajes de los jueces en la istoria de las leyes (ciertamente importantes y negados por autores ante- riores, pero que no valdrfa Ja pena restituir a una posicién central). La decoracién marginal representa un problema mis general, que se puede abordar mediante una comparacién de los mapas y los libros. Consi deremos cualquier obra literaria conocida que se ha reimpreso constante- mente sin alteraciones al texto; luego imaginemos todas sus ediciones en una misma lengua juntas en una habitacién. Qué caraeterfstica comin trasciende a todas sus diferencias de forma, tamafio, color, composicién fi- siea y tipografia? La respuesta: el texto (por lo menos ésa hubiera sido la respuesta antes de que escritores como Harley comenzaran a describir edi- ficios y paisajes como si fueran textos). Las guardas tefidas y los tipos Bas- kerville de 10 puntos no se podrian considerar parte integral del signifi- cado de Un cuento de navidad 0 de Alicia en el pats de las maravillas. Puede un texto cartogrifico compararse en cualquier sentido con las palabras de un autor, independientemente de su forma fisica? Quizé resul- te dificil descartar esta posibilidad en lo que respecta a mapas que conser- an su interés durante un largo periodo, No me refiero a la simple copia, al plagio o a otra actividad parecida. Lo que me interesa es el antiguo mapa tal que se vuelve a trazar con fines leales al estilo de una nueva gene- i6n pero sin cambios de contenido, Un caso similar es la copia y el retoque de mapas antiguos (antes de la llegada de la fotografia) para ilus- trar alguna publicacién de antigiiedades, o la inclusién del plano de una ciudad elaborado en el siglo xvit junto con una representacién vietoriana de la misma con fines comparativos.® En estos casos, todas las personas interesadas en el tema habrian considerado fundamental marcar la dife- rencia entre forma y contenido. Hay que reconocer que la analogia entre mapas y libros puede no ser exacta: existen buenas razones para que un 33 ITRODUCCION + ta minuela del grabado que wn autor 1 paralelismo es 10 sufietentes sas on cunnto al concepto har. s interés e No obstante, ¢! sspertar sospecl ceartégrafo m ‘en a impresion tipogrificn mente cereano como para det Teiano de imagen total. La imagen geogréfica mbolismo carto- e que para thustrar el ta lamentable que para ito en enracterfsticas que tradiclonalmente + habvan considerado secundarias.** Pareeria que dentro del cuerpo de un eee verfa de estos criterios se puede reducir al simple concepto de raat Podemos enumerar estos rasgos de It sigulente mane Importance i rf aapecten, ase) meas BAFOT 8 ese ee re nortnte, Pr To wo, Epa seve favorecit en cl caso ectiatorial de la proyeeeién de Mercator porque su escala lineal os hasan que lade los trdpicos;* ) independientemente de la eseal, los sige an poavenetonales pueden ser grandes 0 pequedios. El ejemplo de Harley tx el apoyo de los eartdgraios a las divisiones de clase y esta Simbolos de diferentes tamafos que representan asentamicntos de distin- qos rangos legates, administrativos 0 eclesistieos, sin tomar en cuenta el fea ocupada por estos asentami '2) Ubicacion respocto del centro. Cualquiera que sea la eseala, el carté- Len el centro del mapa.s7 Harley Por estas razones re grifico Harley se haya ba entos.s° _grafo casi siempre colocard su 1 To considera un signo de etnocentrismo, 3) Color. Las referencias de Harley a este punto son breves pero carac- sticas. Seiiala el “atractivo” y la “emotividad” de los colores y deplora el curocentrismo que implica el uso del eafé para las superficies de tierra, Destaca las vibraciones imperialistas con un tinte rosado y eita a G. K. Ches cos del Imperio britdnico, No repite Ia ‘ima de George Orwell de que cada nacién se colorea con rojo en sus as, quizai por las auiltiples exeepeiones que existen a esta regla.*8 4) Letras. Las inseripeiones pueden ser mas largas 0 més cortas, de mayor © menor altura, con mis o menos color, mas 0 menos marginales} terton respect de los rojos cartogg M mnTRonucaron cen exe sentido, ya han sido abordadas eon anterioridaa, Sin embargo, eon excepolén de los nombres de lugares, ex més probuble que la prominencia forme parte del siguifteado de una palabra a que esté en funelén de au fore ma visible, Un ejemplo obvio es In identificacién explietta de Ins clase sociales favorecidas, asf como los casos en que lus Casifieactones enrtoged: ficas de los axentamierttos reflejan ta diferenela entre nobles y aristéeratas fo entre obispos y arzobixpos, mis que el registro de las poblaclones tot les 0 el mimero de construceiones. El etno slones eseritas en nombres como Nigger Canyon y Squaw Hump 0 Waters loo Bridge y Blenheim Palace (que, aunque menos ofensivos, reflcjan et despreeto de los moralistas radiates). Ineluso sustituctones més refinadas, como Brother Canyon y Sister Hump, por ejemplo, seguirfan revelando la preferencia chauvinista de Ia lengua inglesa.% 5) Otras propiedades cartogrifieas. Dice Harley: entrismo encuentra sus expres Un mapa que enrece de cualquier tipo de decoracién, nf siqutera un etal © explicacién, puede, no obstante, sostenerse como simbolo de nutoridad politica... Lejos de ser Incompatible eon el poder slmbético, tina medicton més precisa lo intensifiea, La precisién se volvl6 un nuevo talisman de Mt ‘autoridad, Por ejemplo, un mapa preciso det eontorno de una nvelon, como ef que Cassint proporcioné para Luly XIV, era una alegorin tan par tridtien como Imprectsa. Y sigue: En fos mapas cienttficos “simples”, la misma eleneta se vuelve metifora La precisién y In austeridad de diseno son ahora talismanes de autorl- dd... La topografia mostenda en Tox mapas, cada vee ms cotatlada pie nimétricamente precisa, se ba convertido en mettfora de una filowofla tie Itaria y su deseo de poder... La preclsiin de tnstrumentos y t6enivas sieve tinicamente para fortaleger Ia imagen, con un recubrimiento de mite, ‘eomo una perspectiva selectiva del mundo. sta es precisamente la carencla de tmportancia visual que eva sigo el significado. Las propiedades que Harley considera simbolteas en 38 INTHODLCCION ‘que diferencian, digamos, una a a tae Inglés de Cartografta ie Ser contin en vest area oats on general ¥ ol. auge de a filosofia utlhtes i a ramen Nees PP Pro ‘i ses atas rnn excala con fa calidad del siglo 518 cl Ara ripe e vebsculo de significado mits 0 iginal y provocati- oe laws va vavfos de un mapa son “declaracones definitivas gyno slo brechas pasivas del fajo de) Veniuaje” o* Agut Harley establece la “opoxicién entre Tos si vos y tos espacios vaefos, Hay que reconocer que ‘estas dos caracteristicas aparentan ser iguale; sin embargo, 1a diferencia Entre ellas parece sobradamente genuina ¥ ‘alentadoramente sujeta de ser von lenguaje diferente al de Harley. Aqui parece haber tres sta, La primera es 4 relucisn son evidenter pica de um m8? condo ina esta thoja de de un mapa de «el progreso de Ia he ria; eamsbin sefial cexpresada e pos de prop iue el espacio se puede describir como, tn vacfo cuando un eartografo Jo usa para registrar si ignorancia. La segunda ex que existe lo que podemos Hamar un espacio Ms -fativo, que pue- eonpresar, por ejemplo: “és no es una eiudad”, “éste no es un fo", Hage ta acabar con el contenido temitico del mapa, Finalmente, Jo gue Harley lama silencio implica un ocultamiento intencional de informacion y su reclamo al positivisme puede val darse si la omisién de x se toma como: ‘que “tiene ciertas propicdades que lv hacen inadecuado para ser incluido ‘en este mapa”, HI silencio también se encuentra en ¢f rubro del tamaito cuando los simbolos mas peyuchos de una serie graduada se conciben reducidos hasta la invisibilidad, por ejemplo, al haver de las ciudades en Jugar de las villas (o de las villas en lugar de las granjas) el nivel mas bajo de una jerarquia de poblados; sin embargo, la mayuria de las veces el silencio forma una eate- goria propia con una enorme importancia ideol6gica. De este modo, los grupos Gtnicos subordinados pueden ser sileneladus af ignorarse sus monw- mentos representativs, ¥ las religiones subordinadas pueden ser borradas mediante la imposicion del simbolismo de una religion sobre otra, como uy sta na cru para representa una menu’ Un tipo de silen- o todavia més importante ocurre cusndo los cartogralus no toman em euenta temas que no wn del agyado de la clare gobernante, eomo ta po- brea, la contamminacién y bon emsbonellamicntos de trénsito. > Las tarjetas % erRonUceION pueden ser tan marcadamente silenctosas como cualquier otra parte del mapa, por ejemplo, cuando no se dibujan miembros de la clase trabajadora cen los mérgenes de aqucllas en los atlas de condado ingleses de la 6poca del rey Jorge. La propuesta cartogrdfica Hasta aqut, las opiniones de Harley en cuanto al significado intrinseeo. Sin apoyar necesariamente la terminologia panofskyana, estamos de acuerdo fen que tales significados existen. Que los mapas de Saxton son expresiones de orgullo territorial, por ejemplo, es una idea por lo menos tan vieja como tf irremediablemente preposmodernista historiador de mapas Edward Lynam, hecho que Harley, con su caracteristica perspicacia y honestidad, percibié y reconocié de inmediato.*T Lo que parece cuestionable es el método mediante el cual se validan las hipdtesis de tercer nivel, y en este rubro existen dos problemas que requieren discusion, Uno es e6mo ide ficar los objetos de significado intrinseco y el otro emo decidir qué se est diciendo acerca de estos objetos. Las identificacfones de Harley son fécilmente debatibles. Por ejemplo, ta comunidad que se ve favorecida por estar ubicada en el centro de un mapa no necesita ser un grupo étnico, Si se compara el centro de un mapa ‘con la gente, éstas son personas relacionadas por su proximidad, no nece- sariamente por su raza o su cultura. Y desde un punto de vista cartesiano, tin mapa se puede eonsiderar no etno, sino egocéntrice, como aquellos en tos que el Servicio Estatal de Cartografia ofrece ubicar el bofar del meoe. has de un mapa en ef centro aungue, a diferencia de los cartografos del argumento de Harley, el Servicio no diga a sus clientes que este arredlo ve dina asignacién divina® De manera similar, una proyeccion ecuatorial de Mereator pareve favorecer a fos norteamericanos del Artico y a los asidti- ‘cos mas que a cualquier europeo, aparte de los lapones, Cualaulera que sea la proveceidn, Marley asocia of mundo de la Husteacién con el *desting veanifieatn de ta conguista ¥ la eblonizacion europea de ultramar”, sia ‘eambargo, este presunto vinculo de inmediato revelaris su debilidad sf ve a7 ambro de alguna nacién de mentali- sentificara al eartgrafo como un mierbye oe el mismo periodo, no dad no imperialists, como Suiza 0 Polonia.‘ Me simates de aa etd clara la razon por la cual Tos seres humanos 0 los eaparien. ae Fare remotos simbotizaban Ia ada icién de territorios de ee se arezas eran igualmente communes antes de la era lamar nami ene medias como puede ransmiine 7 ies imperialista al hacer que os africanos se vean sccentvament uropeos o excesivamente n0 euF0peos ¥ cirse también, a Ju por la doctrina de los silencios de Harley, al omitirlos totalmente?7? ¢En Europa se puede decir realmente que Jos estados, los rfos y las fronteras politicas tipifican Ia eartografia de los Estados-naciGn en contraposicion a los imperios multinacionales?7 gNo es extrafio que en Norteamérica la disponibilidad europea de asentamicntos s¢ sefale mediante pruebas de ‘como caminos y palacios municipales, 0 por largos espacios transi civilizacid de selva vacia??> En la eveala topografica hay problemas similares. Una jerarquia de photos de poblaciones puede decir mas acerca del cardcter fisico de las aenctrueciones que del nivel social de sus ocupantes. Asf, Harley eneuen- tea un favoritismo social al utilizar simbolos mas grandes para los castillos que para los poblados, aun cuando estos Giltimos abarcan un espacio mayor; sin embargo, los castillos se pueden ver e identificar desde mas lejos y la vsiblidad siempre ha sido una cuestiOn préctica importante para legir Jos detalles de los mapas topogrificos.”$ En las ciudades y otras dreas de asentamientos cerrados esta paradoja del espacio que se ocupa pierde funcionalidad; por ejemplo, la decisiGn de un cartdgrafo de no marcar las calles pequefias y Jos callejones” puede deberse més a limitaciones de la ala que a prejuicios sociales, y quiz4 incluso dependa de sus juicios objetivos acerca de la magnitud del flujo de trafic. Entonces, en la diseu- sidn de Harley acerca de los marginalia resulta extraiio que el poder del Estado se simbolice tanto con el uso como con la ausencia de elementos embellecedores. Finalmente, no todas las caracteristicas de un mapa topo- grdlico moderno se pueden relacionar con una filosofia utilitaria; en oca- sa mera eset mas precisos de lo que cualquier neces La doctrina del silencio ha dejado de ‘er clara. Incluso en el primer meTRODLCCION nivel de Panofsky, relativamente poco problematico, Jos espacios vacios y negativos no siempre son facilmente distinguibles del silencio, 0 entre cellos mismos. En el tercer nivel, esta dificultad parece insuperable. Tome- mos como ejemplo el vacfo del Oceidente en los mapas de Norteaméri del siglo xvi. ZAcaso el eart6grafo quiere decir: “Esta es un drea de la cual no sé nada” o “Lo que descalifica a esta 4rea para aparecer en mi mapa es el hecho de que sus habitantes son unos no europeos a quienes mis cote- rrineos estén a punto de despojar"? Obviamente, Harley elige la segunda interpretaciGn, pero no dice por qué la prefiere sobre la primera. Detris de este ejemplo hay una pregunta més amplia: zqué esté callando el ma- pa? En términos generales, s6lo podemos contestar que have caso omiso de todo en ef mundo, excepto de su propio centro de interés; sin embargo, esta respuesta no apoya el argumento de Harley. Tampoco se puede supe- rar la dificultad limitando los silencios en el discurso filoséfico del mapa a fos que el sentido comén puede romper facil y Vigicamente. Por ejemplo, Jas caballerizas de principios del siglo xx se distinguian con claridad en cualquier mapa del Servicio Estatal de Cartografia de gran o mediana exea- a, donde sus caracteristicos limites de terreno las hacia una marea Guil para el viajero; sin embargo, su auseneia no se consideraba prueba de hhipofobia por parte de los altos funcionarios del Servicio Estatal de Carto- {raffa, sobre todo porque lo més probable era que estas personas disfruta- ran las actividades hipieas (tan comunes entre los altos mandos del ejérci- to briténico). No hay duda de que los mapas se pueden considerar seria y censura- blemente mentirosos en su préctica de “economizar la verdad”, Un cart6- frafo inglés que marca nueve de 10 iglesias, por ejemplo, puede ser erica ddo por excluir al 10% faltante. AL mismo tiempo, un mapa topogrétieo puede mostrar la ubieacién de Stonehenge sin prometer de manera impll- rita la cobertura total de las piedras antiguas en efrculo, Se necesita poce waflexign sobre estos temas para confirmar que ia raz6n més obvia de lo {que parcee un sileneto eartogrtico es a falta de espacio, Inciso el mejor Garvografo y el mids académico encontrarian difel satisfacer Ia demanda implcita de Harley en cuanto a que la historia del paisale de alguna ma- neva debe exprimirse en todos los atlas de carreteras.” Cualauier carté- frafo académico que trate de formular principios generales acerea de la 39 INTRODLCCION a ahora, ha reeibido poca wa iden esperar 10s eart6trafos de eto, a su vez, dat lugar a la pregunta ca que, hast cca de quedarse eallado ((8 pra a vrenvidn) tended que pregutarse a P vas, y viceversas ESE aa " le et ale seato que have Harley de los sileneiog de qué esperan realmente. El teat a ireede incluso resultar da. aportacisn a este probl u ao ave ninguna aporsaci tT gntera entre Ia seleatividad y Te impre. fino, ya que oscurece atin m fe enemnos a enfatizar un diferencia eee pren ar ide todas las formas de comun; fundamental pars 3 ar eccidn del comunicador tiene st propia psicolo- eacidn, El proceso de seieeet mda, su propia ctiea; sin embargo, sigue Sm teem Sa vepear aos historiadores de mapas que ningén enrtégravo Puede nunca decir la verdad, quizd ellos mismos abandonen su begets De aqui sélo hay un pequeno paso a la propagaetén activa de Ia falsedad ; fl seundo problema general que plantea la iconografia cartogrifica es, en algunos aspectos, mis inceresante, Una earaeteristiea general del sim- holismo es que esté dominado por conceptos que tienden a la exelusién de propuestas. La tabla de signil icados de la época Tudor de Harley no es ererana en este aspecto, Es similara las entradas de un diccionario de sim- holiemo en el que un arado significa fertilizacién, una botella salvaci6n, tuna eitiefla devocisn filial, ete.*? Aqui radica una diferencia importante entre el tercer nivel de Panofsky y lo que Harley Hama el aspecto euc! no de la comunicacién de los mapas. En la lectura tradi nal de los mapas, latarea del cartégrafo es ofrecer hechos, no conceptos; sus simbo- Jos adquieren una forma propositiva mediante las relaciones de espacio sobre la superficie del mapa. El simbolismo de tercer nivel no cuenta con una red semejante de relaciones establecidas, lo que signifiea que se debe rechazar el elemento estructural del invisible paisaje de ideas de Harley, {neo sf aseptamos I existe de as ides como entidades individ les ces, para continuar con la analogia gramatival, una vez identi ficado el tema de un mapa como, digamos, un imperio, atin tenemos que dar a este sujeto un predicado (tarea dificil cuando el lenguaje de la ieono- Srafia parece estar desprovisto de verbos). En respuesta a este “1 ‘espucsta a este argument se puede establecer que en el tercer 40 108 mwrnon nivel de significado e1 mapa no es enunciado ni propuesta, sino un gesto de celebracién, glorificacién o predileccién, Sobre este tema, tarl dos voces. En un punto, como hemos visto, niega que los mapa ‘en términos de un tercer nivel, ser ciertos © habla con puedan, isos."! Sin embargo, en otra formulaci6n se dice que todos los mapas plantean un argumento acerea del mundo y que son propositivos por naturaleza.S En la s qué propuesta expresa u -gunda hipstesis, mapa que simboliza un imperio? ,Que existe el imperio? £Que la idea de imperio es de cierta forma importante o tiene conseeuencias? {Que el imperialismo, por lo menos un imperio individual, ¢s algo bueno? En la mayoria de los easos que aborda, Harley sin duda ele- gira la Giltima de estas interpretaciones: para él, los mapas llevan implicito un statu quo y se puede hacer que functonen en ambas modalidades,** tanto de actuacién como de declaracién; por lo tanto, evaden 0 posponen el tema de propuesta al de expresién, cuya Importancia algunos relegan s6lo para los estudiantes de lengua y de logic. La debilidad de este enfoque de celebracién, o su equi: puesta, es que parece tener demasiadas excepciones. Consideremos, por ejemplo, el comentario de Harley en cuanto a que el mapa de carreteras de Carolina del Norte “convierte nuestro enamoramiento del automévil en adoracién”.*7 En el plano de un hospital, los diferentes pabellones y departamentos pueden ser, por lo menos, tan importantes como las ca- rreteras en un mapa de carreteras. Entonces los planos de un hospital idealizan nuestro enamoramiento por las heridas y la enfermedad? Un ‘ejemplo medular para la historia de los mapas es la fuerte corriente de car- tografia tematica europea del siglo x1x dedicada, a menudo a costa del Estado, al registro en mapas de la pobreza, la delincuencia, la falta de vie enda, el analiabetismo y la enfermedad.** Quiza un teérico ingenioso con intenci lente de pro- ién de celebrar encontraria alguna manera de presentar estas aceiones tan ostensiblemente autoeriticas como favorables para su statu quo. En realidad, no vale la pena hacer este esfuerzo, ya que Harley se adelant6 al admitir la prineipal excepeién sefalada con anterioridad en este mismo ensayo. Muchos cartograios mostraron a Norteamérica fal- samente vaeia, sefiala, no porque desearan perpetuar el estado contempo- neo de las eosas manteniéndola vacfa, sino més bien como una forma de anticipar con esperanzas la colonizacién europea." La fuerza del ar- a INTRODUCE, del continente que s jumento del star quo depen Por ee roe tra en el mapa. sspresa ya sea aprobacién (para un Estado-nacién eur, ‘Si un mapa e ear bien desaprobacién (para un concinente amerioano si vacio reece ae saber la diferencia? Esta pregunta volverd a surgir a sy q, pees dad geogitiea: por el eontrario, una de las qucja 4, psoas de nieces ‘mapas de Norteamériea es que tratan el pa. a sy mo i fera parte de Europa” Quizd se pueda superar esta difey, fd siendo indulgences ante la “imagen total” e incluso invistiéndola de un stats propositivo que establezea, aungue a primera vista no parezca de ran utilidad, que es adecuado que tal o cual mapa sea acompatiado de tq. les o cuales caracteristicas marginales, Por el bien del argumento, se puede intido, pero cara y ostentosa, como ung gedmo poder aveptar la decoracisn carente de s sefial de aprohacién (de una cosa u otra), aunque incluso esta hipotesis seq poco probable a menos que el ornamento alcance un determinado nivel de ostentacién; pequerias eantidades de embellecimiento convencional pue- den acompafar a un juicio moral negativo, como en la arquitectura de las Prisiones vietorianas. La desaprobacién se puede demostrar de manera electiva desplegando esqueletos, diablos, duendes, botellas de veneno instrumentos de tortura;?! sin embargo, dentro del cuerpo del mapa hay: ‘Pocos tipos de simbolismo geografico que sean en sf moralistas. Antes de la Heguda de la exactitud politica, el gris desvaneciéndose hasta negro en un ‘mapa de coropletas pudo haber sido una combinacién de colores adecuada Para representar los diferentes grados, por ejemplo, de analfabetismo. De Gira suerte el tnicosigno obvio de un estatus de evaluacién es un rojo lla = Eom ie ie color tiene una carga positiva en los ma incia no es evidente; en el Libro de Isa ler moralista ‘mejor exprexindoloen palabras que en man Un elemento mal re ; al representado, carcogralia que obtendeia su aproha, n mensaje muy emotive haria en mapas, en el anilisis de Harley es el tipo de ion. se “i6n Si, por ejemplo, en el siglo x1 42 erRopuccION Megara al poder una coalicién de mineros, niveladores y otros grupos radi cles, équé tipo de mapas fomentarian? :Habrian redueido el énfasis acos- tumbrado de los cartégrafos ingleses en las fronteras del gobierno local, estando asi de acuerdo con Harley en que estas caracteristicas expresan las creencias de los nobles y los aristéeratas? Y zemo habrian hecho Justicia cartogréfica a las viviendas pequeitas aisladas de los pobres rurales sin hacer mas que justicia a Jas grandes habitaciones de los ricos que ocu- pan tanto espacio? Quizd habrian evitado dibujar mapas hasta que todas las casas grandes hubieran sido derribadas 0 quiza habria bastado con es- cribir el equivalente del siglo xvit de una casa de descanso para los futuros trabajadores controlados por el Estado, al lado del simbolo antes usado para las casas y mansiones. El problema cartogritico que plantean los pobres a lo largo de la historia del trazado de mapas es, simplemente, que existen tantos que sus viviendas no se pueden mostrar de manera indiv dual a una escala que resultara titil para los lectores de mapas topogrificos (de cualquier nivel de ingresos). Harley casi nada hace para abordar este problema, Sélo insiste en que un mapa neutral es politicamente imposible. No obstante, si un mapa de este tipo es téenicamente imposible, su afirma- cién pierde gran parte de su inteneién Conocimiento y poder E] uso que hace Harley de la palabra conocimiento requiere relativamente poces comentarios. Su concepto de los mapas como una forma de conoci- miento sélo resulta satisfactoria en el nivel del sentido comiin;?S no obs tante, desde el punto de vista filoséfico, se podria definir mejor el cono- cimiento como una opinién que es verdadera y se puede confirmar (las suposiciones no son conocimiento), y esta opinin requiere de un usuario del mapa, asf como de un mapa.% A algunos lectores quiz les incomode la idea de propuestas éticas que sean ciertas o falsas; sin embargo, desde el punto de vista de Harley, aqui no hay dificultad alguna, Si un mapa alir- ma que el statu quo es bueno, pero en realidad es malo, entonces el mapa ¢s incorrecto en esa medida, y quienes acepten sus juicios morales no son 43 INTROM Ge, sea posar de que aun ast aprendan algo deg Agnorantes. informados si an sentido evcidian? mente més importante la esencia ge, En este sentido, resulta ees hea de Harley del Gltimo penn, sgifica comin Je un Mente de idealism filoscfico 0 fenomenatin, se percibe una comer We av impuls por distaneiarse dela verdag , tina semejants seen ee mediante el uy, protende “romper el supuesto vi ee Ao ei En este punto también es ise ee ‘o en Ia historia del arte, la critica literaria, la argu, ieee ee os textos. Estas cuatro actividades ticney tectura y 1a masica respect de i quever.en to scotia yen grados diferentes, com la ficci6n. A pesard, ju entusiasmo por las relaciones interdisciplinarias, Harley en ocasiones catablece analogias a partir de formas de comunicacion que abiertamente ‘mo pertencoen al campo de la ocién. como la historia directa, la biografs 1y su propio tems dentro dels geotraiia. Entonces, cuando describe de que manera la cartografia disciplina, normaliza o estructura el mundo”; mundo” debe interpretarse aqui en algin sentido figurativo, o debemo supomes que los cartigsaics erean wna realidad no cartogratica al mis tiempo gue ls representan’ Esta dltima interpretacion ubicarta a Harley ex dl grupo supuestamente pequetio de los historiadores de los mapas que coasideran a California waa isa del siglo xv que con el paso del tiempo s janté con el continente. De hecho, su matiz idealista es quizé sélo un secs reirico gat hace pensar en as aplicaciones modema y posmoderns & ls palabra mcencar para entidades como América 0 Shakespeare. Des Pots de wido, ed de acuerdo en que “seria inaceptable que una historis oe Seis stomata la permpectiva de que no hay nada foers toaante, las eomillas DoS be? yeaa sgsen aiee Tee lure tom er meyorado. de Is, be efetere operat nero pedee. Un featmento pico ex are cambia del significado a1 pxrRODECEION tun “poder eartogritico” asf como hablamos del poder de la palabra o del i bro como una fuerza del cambio, En este sentido, existe una “politica de Jos mapas", un poder que se entrevera com el comocimiento es inherent aad: se trata de un poder universal La idea de que todo conocimiento confiere poder es simplemente erré- nea: un hombre que es empujado al fondo de un barranco no obtiene poder del conocimiento de que pronto se estrellaré contra la tierra. Ast como Harley no ha probado que todos los mapas pronuncien juicios mora- les, no se ha probado que todos leven a cabo acciones. Como antes, se debe contemplar cada grupo de casos com base en sus propios méritos. ¥ Harley por lo menos da un paso en la direccién correcta al separar el poder ‘externo del interno. Ahora se define la ubicacién del poder en relacién con la comunidad ‘que traza el mapa; por lo tanto, en términos generales, externo se refiere al poder de los no eartégraios sobre los cartétraios, ¢ interno al poder de los cartéérafos sobre los no cartégrafos. Es innegable la existencia de amhas variedades de poder. No obstante, Harley prefiere borrar su dilerenciacion seitalando, respecto del periodo histérico eleéido por a que en el ejercicio del poder interno los cartégrafos respondian a los dictados dl poder exter- 0.109 En otras palabras, se puede esperar que ambos tipos de poder pro- duzcan los mismos resultados. Este no es un punto que se pueda dess- rrollar més porque, en general, Harley prefiere cambiar su centro de atencién hacia un vinculo posterior en la cadena de causa y efecta, de tal manera que quien ejerce el poder ya no es quien traza el mapa, sino el mapa mismo; tal es la carga de la cita que da inicio al parrafo anterior ¥ también la de la protesta atribuida a un cartééraio cientifico: “Vo silo trazo el mapa. No soy responsable del uso que se le dé 0 de lo que el mapa haga” 1 Para este concepto de “mapas en accion” seré mis conveniente clasificar el poder de manera alternativa como instrumental, psicoligico, moral y metafisico, aunque estas categorias nunca han tenido una virtud especial, fuera del marco de la presente discusiéa. [A primera vista, el poder instrumental presenta pocas dificultades. Se admite universalmente que los mapas ayadan a quienes ejercen el poder —por ejemplo, en la guerra— para subir impuestos, reforzar la ley y el 45 WTHODLCEIG4 tn propiedad de la tierra, En jg pistoriadores de mapas abundn sta discutir ol 6rado de poder, a tierra era ser duefio de eli todos y eada tno de 108 bicnes rafoes g, ian pertenecer @ Ios descendientys Tes Estas Unis Pete erria hacer de Ia cartograia uy de wn topsra. a able con Ia artlleria.1%6 Bn este punto, sin ann dln, comparable oO estado del siglo xx qu asi quererlo, Harley hace pense nciones comerciales avs 6 as de imponer S .a material estratégico antes: eae orduotos claramente distintos resultan estratgg, ay manejar los h mninistrar Ia justi Marley y de ls relaciones: orden, 3 textos de ejemplos de estas Pn Guando Harley dice que “tr ctores querrian inferir que i Ua tenecen O deber ria de silo se nee yr mapas de I extranjero recalcitrante, Pr Gia ins ntes grados: las armas nucleares en un extremo y Jos comesti. bles en el otro, o cerca de él, Mientras que un mapa se puede enrollary a we para lanzar dardos venenosos, no se Te puede ubiear en el mismo nivel de destructividad que un eafidn o una ametralladora. Los mapas, a ital que cualquier vehiculo no armado, ocupan un lugar intermedio en ete rango, En qué medida dentro de esta escala una sustaneia se vuclve hercntemente poltiea, es cuestion de gusto, No se puede activar ningin mado para producir efectos materiales excepto dentro de un so debe incluir a alguien que lea el mapa ya jan marco causal, lo que en este ca alguien que jale el gatillo, Mientras més abajo en esta tabla de destructivi- dad, mis complejo debe ser el elemento agregado causal y menos capa- cidlad de daiio se puede atribuir de manera convincente a cualquiera de sus componentes estratégicos. Si los mapas ejercen un poder instrumental ¢s sélo en un sentido tan peligrosamente laxo que resulta aceptable entre lectores c objeto ladosos. "7 Antes de abandonar el ema del poder instrumental podemos meneio- que las opiniones de Harley sobre este tema pucden complementarse con la opinidn de os historiadores acerea de experi ni .entos de control com los que se investiga la habilidad humana para actuar sin ayuda cartoy cea. El trazado de fronteras es un caso obvio. Como demuestra Harley, i” dudablemente los mapas han sido usados con este fin;1®8 sin embarfos — fronteras se originaron antes de que se pudiera disponer d& ellos. Incluso antes de la Hegada de la ca rtografia de precision a sr" escala, fa delimitacion en muchas ocasiones se saute y terminé co! 46 INTRODUCCION riendo nuevas funciones a las antiguas fronteras. Los mapas tampoco son esenciales para gravar las propiedades, por més improbable que esto parezea a quienes no son historiadores.4® Estas reflexiones dan lugar a la siguiente pregunta: scudles son las clases més complicadas de pensamien- to espacial logrado por individuos o comunidades analfabetas en cartogra- fia? Aqui hay una especie de de mapas parece haber investigado.!" Sin embargo, por lo menos queda claro que los mapas no son més una condicién necesaria de reforzamiento del poder que una condi El término psicolégico puede ser correctamente aplicado al poder de Jos mapas en un sentido no afectivo, denotando, por ejemplo, la eapacidad para mostrar que Italia tiene forma de bota. Quiz esto quieren decir los eseritores tradicionales cuando deseriben los mapas como wna “herra- mienta muy poderosa”.!!2 Sin embargo, en el sistema harleiano la psicolo- #fa es cuestiGn de actitudes y emociones. Por ejemplo, al deshumanizar el paisaje los mapas facilitan que los comandantes militares o los funciona- rios civiles escapen de los golpes de conciencia que pudieran sentir des- pués de un comportamiento de crueldad o sometimiento hacia los habitan- tes de esa drea.1 Harley podria haber agregado que en este contexto todos los simbolos cartograficos son un cufemismo y difieren de los eufe- mismos verbales en que son intraducibles al lenguaje comiin. Un escritor puede elegir entre “sufrir una fatal baja” y “volar en pedazos”, sin embar- fo, un recténgulo de color sobre un plano de batalla no puede representar tan facilmente a un grupo de soldados de carne y hueso. No obstante, esto tampoco es un punto sobre el cual se deba abundar; ningtin historiador cartogrifico positivista negarfa que los mapas pueden ejercer parte del poder psicoldgico acordado de manera undnime para libros, peliculas, obras y programas de televisién, aunque puede ser dificil encontrar un ejem- plo mas determinante que la Biblia 0 el Manifiesto comunista, La Gnica raz6n para ubicar al poder moral como una categoria inde- pendiente es buscar un lugar temporal para el coneepto de “legitimacién” de Harley.!"4 Cualquiera puede pronunciar un juieio moral; sin embargo, ota” a una situacin que anteriormente era imponer el atributo de “corr: incorrecta o neutral, y que en otros aspectos permanece sin cambios, es un poder que constituye materia de estudio més de tedlogos que de fildsofos, a ITWODK r,en los textos de Harley, invari), perar leitimar” © “parecer jo cluorado no es verdaderaiyesy sa eg de cairo Ltn mente Heva consigo el significado he cima’, de mane ee ode a trina, an nose 9 ra 0 ent nds prsuasivoslen este nivel que pom qu otros lector renin inmates eomo las ronterts lees y los nombres J los, res, Aunque a menudo se consideran ju tos, Jos dos casos antes Mencions, dds son obviamente distintos. Las fronteras de las que ahora hablamos 1, son las ereadas por los politicos o los funcionarios, como en los ejemplos de tlarley. Son las determinadas después de que esas autoridades han df. ido una frontera mediante una declaracién verbal o una declaraeién eo, ‘un mapa en pequtaescla que el tosirafo prietico considera demasiad, van para ser traducida en una linea espectica sobre el suelo.!¥5 Eton. frafo entonees se ve forzado a aetuar como su propio intérprete, Si xp dsinsatistaoe alas partes interesadas, el resultado puede eontar com ‘un genuino trazado eartogrifico del mundo, mucho mis euando su fronte- +a ge marca fisicamente en la tierra ae Otro ‘Los letreros los nombres de las ealles son “construcciones” menos convincentes que la fronteras, mientras que la nomenclatura hablada es le menos convincente de todas, ya que los nombres dan la impresin de set “materialzados” slo si son muy eonocidos (aun en este caso, en oca siones no la dan). No obstante, Harley dice de ( res de América que “sus aceiones toponsmie: dos que Colén y de otros explorado Signifieaban que los mun- rozahan nunca sean los mismos”.6 Bs importante el uso de la expresién comparatvamente no vilenta recur. Sugere cambios causal. bor el Propio acto de taza el mapa més que por el proceno de ‘eonquistay eupacion que pudieron seguir; también parece reconocer . ein ue ul locer que gran parte & la sc uacién de nombre hecha por vsjerosyeandgrafoy no tay cee {Os sobre el uso que preferian los indigenas, Roar Adefinitivamente da una impresién diferente a la expresiin mas ‘contundente de quitar ef nombre, 48 etaanncci6 «qe Harley usa en otro momentos, Sin embargo, qutur el nombre presen- ta dificultades propias, ya que ignora la supone que el nombre nuevo de algun Ponibitidad de alias topogriticos y 1 manera debe destruir cualquier otro anterior. En realidad, hay bastante lugar para una coexistencia pact ca.en este campo: Edinbourg en algunos mapas no imide que en otros aparezea como Edinburgh {Fdimburgo} Deutschland { is que Germany [Alemania| y [Memania}.17 Por supuesto que a to largo de esta diseusiin sigue siendo posible que un nombre con matices emotivosinfluya en la aetitud de la persona que lee el mapa; sin embargo liu que en mucho ‘otros casos, el poder es psicoligico mis que metafsico, (Como tema de a ‘el poder tiene mucho en comin con el significa: do panofskyano, En ambos casos el mapa admite interpretaciones alternati- ‘vas pero nada hace, o hace muy poco, para ayudamnos a elegir entre elas, Con el fin de reconsiderar algunas de las categorias de poder antes mene cionadas, si un mapa puede aprobar o desaprohar, también puede invalidar tanto como legitimar, Un eufemismo cartogrifico puede funeionat en am- bos sentidos. Con un juicio lamentablemente chauvinista, Jean-Jacques Rousseau condené a os filsofos europeos, quienes “amarian a los trtaros para evitar amar a su vecino"; en realidad, algunos lectores de mapas (a diferencia de los comandantes militares insensibilizados de Harley) pue- «den sentir mas compasién por el objeto de un simbolismo remoto y andni- ‘mo que por la gente que consideran que ya eonocen demasiado bien per- somalimente.!™* ‘La cartograia puede actuar contra los gobiernos, de la misma manera «que en su favor. Un registro de puntos fuertes es también un registro de objetivos, y en la interpretacién de un mapa politico el enemigo de mi ‘enemigo se vuelve mi amigo. En principio, Harley estarfa de acuerdo. Incluso reconove abiertamente una “eartografia de protesta”, aunque cita ‘algunos mapas que eaben en esta descripeiin desde antes de la dGcada de los ochenta'’® y, como un hecho historico, considera autoritario el mapa, ‘ms que revolucionario."2 Trazar un mapa requeria recursos materiales ue los gobiernos podian tener més fécilmente que los rebeldes. Esta idea puede ser valida para levantamientos precisos de un érea grande, realiza- dos por instrucciones de una maquinaria de Estado posmedieval; sin ‘embargo, a menudo las rebeliones han sido apoyadas por fuerzas externas 49 WTRODLECIOy «erazar mapas. Los mapas de alg08 Poten aly tar ejemplo los indigenas americanos, no hay aeees pe laborada de Estado. Bn Buropa hay pogoe ca ee eaetvox modernos euyos lideres hayan sido tan py, mints ees a cane a a ese ors a 1920 los insurgentes conocicron los mapay Listas en se media pulgada del Servicio Estatal de Cart. wala con lt afimacidn de que los gobiernos a menudo operay nientras que los rebeldes Jo hacen en su propio terreno, per. mnitindo asi que los mapas eontribuyan a inclinar la balanza en favor del poder centralizado, No obstante, nada hay de inherentemente absurdo en Ja idea de un pequefio y compacto Estado soberano amenazado por una Quizé en la préctiea Wy probable; sin embargo, lo importante aqui es pre funtarse si los mapas de los criminals necesariamente ser los de cualquier otra persona, con eapacidad propia Pi Iuchadores por la libertad, por red internacional de eriminales que utilizan mapai no sea un escenario fan distintos de Texto y contexto Entre las caractersticas mas destacadas de los textos de Harley se encuene {ra su predileccién por palabras como todos, cada, no, nunca, inherente, sseneial universal, ubicuidad y rela.t22 Luego entonces, no solo alg. ‘os sino todos los mapas, conticnen simbolos ocultos, ideas e incluso fie. ‘ciones que trascienden lo meramente fisico 0 técnico. Ei de generalidad, estas ideas no solo se relaci lar, sino con el mundo entero y, mo, m otra dimensién ‘ionan con un lugar en particu- en realidad, con todo el nit imi . todo iverso. Asimis- se su € todos lo Peso cdes los mapas son sociales en la medida en que eon. ciernen a la gente en gu eon a x gence frupos mids que como individuos; se supone también cueson ation sent de que son sociales en un nivel en que se s 's instituciones gubernamentales ree, esnera ae is ies reconozean de alguna mane- Salo exp Wit Otra earacteristica universal dela carts ta erm ofits oes pals sms ca ae 8 te también toma partic Politicos, 50 nTRODUCEION en ellos; luego entonees, todos los mapas son también ideoligleos, desplie- gan ideas como si fueran armas en una confrontaeién que surge debido a ausas esencialmente no Inteleetuales. ¥ por supuesto, todos los mapas son ret6ricos, Las leyes de Harley (eabe mene’ lonar que éste es un término que él nunea usa) son propuestas con demasiada frecuencia como para ser deseartadas y calif las como manifestaciones exageradas y descuidadas iniones menos comprensivas. Por el contrario, mas de na ver se ta a esta Iinea de defensa contraponiendo explicitamente sus pro- opiniones universalistas a la postura menos radical de que el eom- promiso politico es una propiedad de algunos mapas, no de todos.129 Un eseéptico puede preguntar de qué manera se justifiea este tipo de generalizaciones si no se revisan todos los mapas producidos y se demues- tra que no se ha pasado por alto ningsin ejemplo, Sin embargo, un aspe: to tranquilizador, aunque problemitico, de la obra de Harley es que en sus momentos més débiles refrena estas critieas limitando sus declaraciones al mayor ntimero de ejemplos posibles, que son quiz4 slo una minoria de los asos.124 El cambio fue desconcertantemente abrupto. En una sola oracién puede haber avanees y retrocesos, como cuando “todos los mapas” apare- ‘cen como portadores de un significado que “en muchos casos” transmite algin valor o fin soctal,!25 aunque con mayor frecuencia las reglas y las ‘excepciones se encuentran a cierta distancia, En una ocasién la generali- dad se colapsa a una particularidad irreducible al sugerir Harley, como una posible respuesta a la critica, que “nuestro mapa de la teorfa se volverfa a trazar para cada acontecimiento eartografico”, declarac tomar el empirismo tan lejos como pueda llegar. 126 El principio que implican estas salvedades y cualidades es que cada mapa debe verse dentro de uno 0 més contextos especificos.127 Entonces se puede encontrar que transmite significados distintos, que confiere poder a intereses contrarios o que ofrece pruebas de teorias histéricas incompatibles.128 Una vez. que se abandona la universalidad (una pérdida mayor), la contextualizaci6n parece contraponerse a muchos de los argu- mentos sefialados en secciones anteriores de este ensayo; sin embargo, su efectividad sigue siendo tema de discusién. Para empezar, el contexto no Puede referirse simplemente a una adyacencia espacial y temporal dentro de un flujo tinico de comunicacién, como el significado literario o lingitis- In que parece Si peTRODUCCION en ese sentido, MADE MO ten. exit tico original de la palabra pareceria eS na composiciin gritica 9 ral bonnie utes ‘superposici6n de eausalidad y poder. El con- a de ges Forma ae aes 0 politicos mis texto de un mapa también forma pare de su significado en la medida en fe Ee ar un maa es (que en lenguaje ordinario una causa puede signficar su efecto tambien arr rons Toque no nee ma i denn eile bs (por ejemplo, cuando se dice “Esas nubes significan luvia”), y vicever- aque lings. se cot . aepbiente histérien mas amplio puede aceprars templacién agradable que sa (por ejemplo: “2Qué significa toda esa rabia?"). La dificultad radica en un oer de CE ene {que casi nunea se puede contar con los vinculos en cuestién para poder que una Ga bes ere sumac analizarlos. No podemos entrar en la cabeza de un cart6grafo muerto; tam- indiente. Algunos de lo o es probable que esta persona haya dejado una opinién tal manifesta- ent Neti para cone ooo es probable due © a persona haya dead pini6n tal manifesta- Harley parecen consider oF ea ateves fortes da y firmada por escrito: “Este mapa esté destinado a promover la opre~ a ons nismo se apropia de la frase nu ‘ién de la clase trabajadora”. La mayoria de las veces, a Gnica manera de um eto de compenson Bm la acompaian.129 En otras par- te : yorta tos veo, la Gnics;maners da {eomo de varias metaforas que la interpretar un mapa es formulando una hipétesis. sere enguaje es ms eect Pocos historiadores de mapas de generaciones anteriores estarfan en rotundo desacuerdo con el pirrafo anterior. Al describir las relaciones externas de los mapas regresamos al terreno del debate. A primera vista, el contexto, segiin se acaba de definir, parecerfa incluir una variedad cast interminable de cireunstancias: por ejemplo, si hay més poblados de los {que un mapa puede acomodar a una determinada eseala, Exactamente, gqué hace que un cartégrafo incluya al poblado A y omita al B? Para un historiador de mapas serfa interesante saber esta respuesta, por mas trivial que le parezea al resto de la gente. Sin embargo, los contextos de Harley resultan ser “universal” o “ubicuamente” politicos." Aunque también es tructuracién es la interaceién reeiproca de cierto que no hace una afirmacién absolutamente descalificadora de la estructuras de la sociedad.” aamalgama resultante form respuesta mental nirafia del periodo corresTo induce la m jo y esceno tal rar que estas pe aharcar sistemdticamente las estructu « los individuos actuaron para pro- de la representaci6n” es un hilo CGuakquier historia respetable debe aso Tos contextos dentro de fos cual ir sus mapas. Esta “contextualizac i a ee 7 tun amplio espectro de investigaci6n histérica. Por Konno la conogrti pretende ubicar la imagen o el texto en Ia matriz sii pemamiento de la sociedad que lo ered; el realism, como lo entien- en los historiadores de la ciencia, supone que existen fuerzas ocultas que influyen en,» son influas por, ls acefones de los individuos; el interés principal de la teorfa de la e agent naturaleza exacta de la politica en cuestiGn, si da la impresin de que en Ia historia de la mayorfa de los mapas no mas de dos grupos de personas Aqui, “matriz del pensamiento” claramente pertenece al conjunto de se enfrentan en una de “las mas grandes batallas que constituyen nuestro formas de ver; sin embargo, palabras como crear, fuerzas, influir, interac mundo”. Pueden ser gobernantes (ya sea de la Iglesia o del Estado) contra cidn y agentes dan un toque mas positivo, sin duda también positivista; gobernados, europeos contra no europeds, colonizadores contra coloniza- sugieren que para entender el logro del cartégrafo éste debe vincularse con. dos, ricos contra pobres o, en términos generales, fuertes contra débiles. los acontecimientos adyacentes mediante relaciones que en el tiltimo and- En todas estas confrontaciones se utilizan los mapas como instrumento de lisis solo pueden ser de causa y efecto, En este punto, la cita anterior harfa poder, por una u otra parte. Entonces, ésta es la hipétesis de Harley. ¢Es de Harley un simpatizante, por lo menos en ese momento, tanto de los te6= “relevante”?, y gla comprob6? Tivos realistas como de los estructuralistas. En otros ensayos define al con- Es necesario reconocer que la brecha entre lo que ha sucedido y lo que texto como un conjunto de fuerzas interactivas (incluso subraya la palabra no forma parte de casi toda la historia del mundo, y la mayor parte de lo inveracicus)y eseibe sobre fuerza casas que Mayen dentro y fuera que dice Harley acerea de los mapas podria aplicarse a las obras de arte en ‘mapa.1°1 Esta interpretacién se mezcla sutilmente con el método gene- general o a la palabra escrita, De hecho, la suma de sus contextos histéri- 52 53 INTRODLG, - deserinesn del predicament? hum: cos es un poco mis ave UT. Noeabe duda de que la mayor fre que conga ta Oe util ps disfr : Hoe historiadores recordar 1° de a pre ur in emDarEO, SE Dove : te mayoria de 108 USUATIOS de map, cent cla mane ho} de papel de mas de ae ae fe owen som demasladd exten ioe erento comno para FORTAr proyectar alguna fuerz, nicaia ra. El esto c00 5 Je ma seleds una tienda de campafa. Las explicaciones = ob aleager an tan afnera Jel mapa que en ocasiones NUNC ‘aleanzan su objetivo. ere mala suerte el feco de gue el momento en que las eon de Harley tooan os fundamentos ide la cartografia, 10s resultados « rerndo no son satisfactorios ¥ en OeBSlONeS resultan incorreetos. Lo que jpodrfamos haber hecho y "0s habria sido util es proponer algdin método Teeral para pantear pregunta, especialmente at Ja dificultad de ded tir tal método a partir de fos nuumerosos ‘ejemplos que él elige. Se pueden ejemplifiear estos problemas de manera esquen ica usando una H para cr dtesis aerea de las reaeiones contextuales ¥ Una P PArA Una pro, puesta de mapa. Supongamos que Hy H son incompatibles y que p, yp, son ciertas. Entonces no podriamos citar ap, Como evidencia de I, sila velacion fogiea de p, con Hy es la misma que la de p, con H,- Aqui lt, podria ser la doctrina de Harley del statu quo, mientras que P2 cubriria el tipo de eartografia autocritica relacionada con los movimientos vietorianos de reforma, De nuevo, una propuesta p puede ser congruente con una hipétesis Hf; sin embargo, no podria hacer mucho para apoyar esa hipdtesis snore tambien congrente con H, que es lo que sucede cuando tanto i ais mol dass de decoracién se toman como prueba de un —————— ado, De man j ra similar (y esto es quizd la falacia mis eradesteah ae ee consigo bencficio alguno el que ser Siterpctr lo soos franes de congruente con H,. Un ejemplo oid saa coaistgn te ames los mapas como signos de supe ual. La debilidad de todos estos casos radiea en la ignorancia de i oon alo mind le las posibilidades desfavorables para la teo- air gora de jun metro Jejanos de st Pro? En consecuenci : jnecueneia, un aspecto dest i aspeeto destacado de las explicaciones de Harley 34 INTRODUCTION ces qué tanto peso tienen sus contextos y qué tan poco (en ovasiones nit jguno) los propios mapas. Para variar la metafora, Harley muestra 2 los toriadores cartograficos exencialmente como importadores de ideas, cast nunca como exportadores. Para volver a variarla, introduce la cartografia tn la corriente intelectual dominante de st época y se encuentra con que Gu esencia se diluye hasta hacerla irreconocible. Algunos de sus colegas han acogido esta tendencia. Por qué alguien se arrepentir de hacerlo? La respuesta inevitablemente parece limitada, poco ‘complaciente e, inclu- so, intolerante, ya que depende de un tipo de marco profesional y acadé- nico que la mayoria de los académicos en sus momentos de mayor clari- dad pretenderia deplorar. Se puede plantear como otra pregunta en una sy de espectalizaciones, zeusntas esferas de juicio histérieo puede dom fnar una persona? La respuesta obvia es que no deberi excluirse a nadie Yel debate de la ret6rica, de la ideologfa, ni de ninguna otra diseiplina por no poseer los titulos universitarios correspondientes.)95 Se podria pedir que los ret6ricos dieran su punto de vista al respect Qué decir acerca de la cartografia? Era la materia de estudio de Harley por derecho propio, una materia por euya definicién y promocién hizo mas que ‘cualquier otro rane tor 2 Para ser lo que podriamos Hamar un practicante residente dela disciplina de la historia de los mapas, y no s6lo un vi necesita conocimiento de materias easi téenicas de las que lo més proba- Hees que fldsofos, soci6logosy eritiens lterarios no hayan recibido infor- macién alguna. Como ejemplos se pueden mencionar Ja geometria, la metrologia, el magnetismo terrestre, la fisiografia, la hidrologia, la geogra- fia histérica, la semiologia (de cierto tipo), Ja caligr el dibujo y la impresi6n. Estudiosos de la geografia como Harley, al cumplir por lo menos algunos de estos requisitos han hecho aportaciones a la historia de Jos mapas, y eabe destacar que muchos de fos estudios con Pass sociales que éI ha elogiado han sido empres en la historia de los mapas iniciadas por académicos cuyo interés principal estaba, evidentemente, en otro lado.}87 Por supuesto que el propio Harley, como ‘estudioso ortodoxo presuntuoso e imper- itante ocasional, Se is aislad: de los mapas, ha cumplido su parte con ereces: tinente quejarse de que en sus siltimos textos ya nO explotaba sus cualida- des cartogrifieas todo lo que podia, y de que en ocasione® incluso les dio la espalda, No obstante, podemos contradecislo cuando pide a los estudiosos 85, INTRODL CE, ral que se “muevan” o que “eambien” en La mis dete mars en nea te To cao por hacer enlist, eae Nae mapas como profesion. 2Deberian disertar todos jg ingenieros acerea de estacionamientos ¥ alcobolimetros cuando alrededoy, de nosotros hay tantos autombviles que me pueden arranear? El hecho es que una interpretacion “debil todavia puede demostrar gue. Jos ensaves de Harley se adelantaron a su Epoca. Sus anteeesores y sus con, temporaneos han sabido periectamente bien que ta eartografia trabaja con antecedentes de capitalismo, elitismo, nacionalismo, imperialismo y prey. aoe relisioson. Pocos de ellos se somprenderian al descubrir que hay intencio. thee victimarias o de privilegio subyacentes en los mapas micronesios traza. {sen madera y en las pinturas rupestres de la prehistoria europea. Ninguno se sorprenderia al descubrir en su lectura que la mayoria de los cart6grafos del siglo x estahan interesados en la religion y que no se sabe de ningiin mapa de condado del siglo xv en el que se haya usado algtin color distin- tivo para las areas representativas de una pobreza que se queria ocultar. Sin embargo, en la medida en que cambia la sociedad, el mundo acerca del cual eseribié Harley sin duda sera cada vez més extraiio y la tendencia de ‘sus ideas comenzara a parecer cada vez menos original. Cuando los nue- vos historiadores de los mapas comiencen a preguntat “2Papi, qué es cla- Jos argumentos de Harley comenzaran a cobrar importancia. Adin no se sabe hasta donde estos argumentos pueden influir sobre la forma de analizar los mapas en el futuro inmediato. En una etapa anterior de su desarrollo iiloséfico, Harley sugirié que “cualquier teorfa de mapas, una vez que haya comprobado que contiene siquiera uno o dos granitos de verdad. puede servir de guia al historiador de la cartograffa en la estructu- raci6n de su investigacién”.19 Seria injusto usar la alarmantemente modesta frase de “uno 0 dos granitos” como un palo para golpear al Harley filos6fico. El tema en cuestién en este momento es la estructuracién de la investigacién en un sentido mas convencional. No obstante, segtin los resultados, hasta ahora la investigacién ha hecho lo posible por separar lt epistemologia positivista de la social. Como aclaran R. A. Skelton y David Woodward,” los historiadores po tas tienen mucho qué hacer frente 4 un mapa que no conoven. Ademis de establecer su fecha y su autor, pUuc- den analizar la forma material, el método de dibujo 0 de reproduccién, ¢! 56 INTRODECION uso de tintas 0 pintura, la proyeccisn, retic da, trabajo de Hea, rango de geneaizacion,cleccioe da ee . elecein de simbolos, afini- Método de agrimensura, influen- pensé: mds gloria para el poder del Estado”, antes 0 oval tes ore os consejos de Skelton y Woodward? Hablando en términos general 7 testo es exaetamente To que han hecho varios escritores en fechas teciens tes.!40 El mismo Harley, como coeditor de una historia monumental de la cartograffa, hace lo mismo."*" A pesar de su muy elogiada habilidad para establecer agendas de investigacién,""? no proporeiona lista alguna de tareas para los histori formacion, cia sobre otros mapas, historia de lores de mapas posmodernos 0 pos-posmodernos y al parecer no hay pruchas de que pensara que era tiempo de hacerlo. Por supuesto que su muerte prematura contribuy6 a debilitar esta eritica. En cuanto a la agenda harleiana completa y la investigacién basada en ella, debemos depender de una generacién posterior. Los textos filos s de Harley merecen ser elogiados como estimulo del pensamiento de lectores que de otra suerte habrian seguido siendo empiri- cos inconscientes de si mismos. Sus alusiones y sus citas ofrecen una guia extraordinariamente amplia para ir de la mano de la literatura especializa- da en diversas disciplinas. Para el historiador cartogrifico mas tradicional, sus abundantes y diversas ilustraciones demuestran la influencia de facto- res sociales y politicos sobre la forma en que se han concebido, producide ¥y usado los mapas. Harley sometié las exigencias “wenderatas” dela carto- grafia moderna a un ataque eritico que a la gente de afuera siempre le ta ver en cualquier grupo profesional firmemente afianzado. También es muy importante que en cada una de estas actividades haya encontrado nuevas formas de disfrutar un mapa. Los textos considerados aqui sobrevt- virdn como muestras de agilidad intelectual y habilidad literaria. Todo esto se puede reconocer con gratitud sin por ello aceptar sus métodos © 38 Sonclusiones, Todavia es posible que alin estudioso de los mapas o alin in- telectual destacado vuelva a tomar algin dia et easo de Harley con rior ¥ precisidn para eonvencer a la mayoriasilenetosa de sus cole sss Este ensa- yo puede leerse como una llamada a voluntarios. 37 Textos y contextos en la interpretacién de los primeros mapas Lox mapas antigu son testigos excurridizos. Sin em- bargo, édGnile estarian los historiadores sin ellos? 3.1L Pansy, 1976 Entre los numerosos tipos de documentos que por lo general utilizan los historiadores, los mapas son muy conocidos; sin embargo, no son tan bien comprendidos. Podrfamos hacer una antologia de afirmaciones que ch no sélo como “escurridizos” (adjetivo empleado por el dis- soriador J. 1, Parry), sino también como “peligrosos” 0 “no ables". Los historiadores tienden a relegar los mapas, junto con cua dros, fotogratias y otras fuentes no verbales, a un tipo de evidencia de menor categoria que In palabra escrita.t Gran parte de la Investigacion y de los textos histéricos se realiza sin recurrir sisteméticamente a los ma- pas contempordneos, Ain mas, incluso euando se admite que los son documentos, se les considera itiles principalmente en poca nes hist6ricas determinadas. Por ejemplo, se reconoce ampliamente que Jos mapas son valiosos para estudiar algunos temas dentro de la historia de los Estados Unidos, como los descubrimicntos, las exploraciones, la con! "as ‘cuestio- * Este capitulo aparceléoriginalmente como “Introduccin: textos y eomtextos en la interpre= tacién de los primeros mapas”, en David ), From Sea Charts ates Inverpreting North American History dhraugh Maps (Chicago, University of Chicago Press), 1990, ‘pp 3-15, Prescinta un grupo de 12 ensayos sobre tipos espeeificos dle mapas norteamertean renp ge T9C108 DELOS PRIMES yay exronveonTa TOs IXIA? : jeion de eiudades. COR MUCHA Menor fy acion o gmiento crucial para él proveso dor toma unl mapa, POF TO general, ivamente limitada acerea 4, i, para aclarar Ia histor, o o lugar especial. ial y la plane que ofrezean 60! jando un histor ‘a alguna pregunta relat soa topogeatia y, eon menor fret ores sociales de algan period? mapas? vase dijo, radica en las actitudes de la, ia historia de los mapas per se ha sido, en os casos, ut interés marginal de Tos principales historiadores von, geuindo fue la tiltima vez que The American Histor, im articulo sobre cartografia? No obstante, parte del fablema también radica en quienes se hacen Hamar historiadores de cartografia [AI deseribir la complejida bibliografica y técnica de los ma. pas. no han logrado comunicar el conoeimiento de su naturaleza social ‘Ma luz de estas tendencias, la respuesta a Ia pregunta ¢qué es un mapa ‘ionamiento fundamental de los mapas como expansi ‘euencia se considera Ia historia social. Cus hace para responder fa ub am cultural o los val lo este desprecio los m puesta, como han reel Parte de la historiadores. Eseribir acerea de k cel mejor de ls podemos pres : cal Reviete public un artic es el antecedente del cues documentos hist glmagen o texto? La pervepcién comin de la naturaleza de los mapas es que son una ima- fen, una representaci6n grifica de alsin aspecto del mundo real. Las de hiclones que e pueden encontrar en dicelonariosy glosarios de eats irman.? El papel del mapa es presentar una manifestacién enn de una realidad geografica dentro de los limites de las téenicas de tom ia, de In habilidad del canégrafo y del eddigo de signos conver i an ves ies catran eseriben acerca del arte lo mismo que de cranes pe az mapas, la eiencla ha ganado la eompetencla ents valoracién de los oper boo cee «que cuando los historiadores hacen une por esta idea dela que sedive yas ae, tivas son determinad dental, por To menus desde la lloaren fos mapas. En nuestra cultura occ ‘4 Hlustracién, se ha definido a la cartogralia oo {TEXTOS ¥ CONTENTOS EN LA INTERPRETACION DE LOS PRIMEHO MAPAS como una ciencia concreta. La premisa es que un mapa debe ofrecer una ventana transparente al mundo. Un buen mapa debe ser preciso. Cuando un mapa no representa la realidad de una manera adecuada sobre una escala conereta, se hace acreedor a una calificacién negativa, Los mapas se clasifican segin su correspondeneia con Ja verdad topografica, Se nos ha dicho que Ia imprecision es un delito eartogritico, Este juicio de valor a menudo se traslada a la manera en que leemos Jos mapas antiguos. Promueve un tipo de interpretacién en Ia que se sub- rayan las manifestaciones de hechos 0 literales que hacen los mapas acer- ea de una realidad empfrica. Ya sea que se describa la ruta costera caribe- fia de un navegador del siglo xix o los vestigios de alguna ciudad fantasma después de la explotacin de una mina en el siglo x1x, se juzga al mapa en términos de la ubicacién de sus coordenadas, la forma de sus lineas o la eonfiabilidad de los accidentes del terreno medidos. Se usa Gnica y exclu- sivamente como un conjunto de hechos en la reconstruccién del pasado. De ninguna mancra estoy degradando la aplicacién histérica de los mapas. Como un indice de la ubicacién de cosas, procesos y hechos del pasado, Jos mapas son la nica forma de documentacién. Ubicar acciones humanas en el espacio sigue siendo el mayor logro intelectual de los mapas como formas de conocimiento. Sin embargo, hay una respuesta alternativa a la pregunta de qué es un mapa, Para los historiadores, una definicién igualmente adecuada de un mapa es!“Una construceién social del mundo expresada a través del medio de la cartografia”| Lejos de fungir como una simple imagen de la naturaleza que puede ser verdadera 0 falsa, los mapas redescriben el mun- do, al igual que cualquier otro documento, en términos de relaciones y practicas de poder, preferencias y prioridades culturales.]Lo que Ieemos en. ‘un mapa esté tan relacionado con un mundo social invisible y con la ideo- Jogia como con los fenémenos vistos y medidos en el paisajg Los mapas siempre muestran més que la suma inalterada de un conjunto de téenicas. La aparente multiplicidad de los mapas, su cualidad de ser “escurridizos”, no es una desviacién idiosinerdsica de un perfecto mapa ilusorio. Mas bien yace en el coraz6n de las representaciones eartograficas. Aqui se encuen- tra una oportunidad hist6rica.'La faseinacién que ejereen los mapas como documentos ereados por el ser humano radica no Gnicamente en la medi- 61 ee gngpn9 C108 DE LOS PRMEROS May og pv A INTERPRE con xT anvve ; " sbign en su ambivalencia inhe, yo tambi nuevos significados, agendas dad para ener ere as linens de ka seat a win de los mapas de Norteamér,. Serdn diseutidas como un Los mapas 80n textos en ; de signos no verbales eo. ne, la televisiOn y la mtisicg 11 objetivos 0 e868 ra habilid siones del mundo ope aera as foranns de interpreta diora interpretaciva distint w imagen de la naturale a ros sistem: da en que sot rente yen nest cocultas ¥ ‘A introducit It ie) ns que como um texto mi entido en el mismo 8 eel sn Tox eualros, fas impresione na ume eee lot nd 9 comarca enol mundo ¥ Ser “sutos de conte cin text hhist6rico”. Los mapas son un 5 sonstruceién de la realidad, “he decodificar. Son tna construce! ad. sje ton anes he or concer gue se pueden est inion cr trp. At ual que 1s Kiros, son también pro, ea tee ingividuales como de Tos valores culturales mis eto tanto de hs mientes in | del libro al exhibie su fa hibliografico, interpret di amplios en sociedades espes nbolos y retdrica Signos, igual que otros textos, Jos mapas usan signos para representar al mun do. Cuando éstos son fijos en un género de mapas, los definimos como nos convencionales. Los mapas no tienen una gramiitiea como el lenguaje ‘eserito, pero igualmente son textos disefiados de manera deliberada y erea- n de principios y téenieas, y desarrollados como siste n la cartogeafia moderna se ha trabajado aarduameente para estandarizar estas reglas de composicién de los mapas Los libros de texto ¥ los modelos nos dicen cual es la “mejor” manera de representar grificamente al mundo en términos de lineas, colores, simbo- los y topogeafia.* En euanto a algunos de los mapas més antiguos, que deseriben més adclante, también existian libros de normas para su cons trucidn y disco, asf como voeabularios o sino diferentes. Tales obras pueden fungir como una gramética 0 un diccio ender a leer a traducir ef texto del mapa en en 02 THXTOS ¥ CONTENTOS RN LA INTERPRETAGION DE LOS PaIMEROS lapan {La dimensién simbética de los mapas también los relaciona con otros textos{Los cartégrafos modernos por lo general consideran que sus mapas taciones escritas coneretas en el lenguaje de las matemstic: no obstante, siempre son metéforas o simbolos del mundo, Mas adelante se discutiré una forma de interpretar estas capas simbdlicas de significado mediante el empleo de principios iconogriticos. Los mapas también son imégenes inherentemente retoricas. Es un lugar comin decir que la cartograiia es un arte de persuasién. Lo que va contra el conocimiento moderno es sugerir que todos los mapas son retd= rieos, Los cartdgrafos actuales distinguen entre los mapas imparciales uw objetivos y otros mapas usados con fines propagandisticos o publicitarios que se vuelven “ret6ricos” en sentido peyorativo, Los cart6grafos también aceptan que emplean recursos retéricos como una forma de embellecer 0 10, sostienen que debajo de esta apariencia cosmética siempre esté la base rigida de una ciencia verdadera, Lo que sugiero es que a ret6riea cubre todas las ea ‘mapa, Como imigenes del mundo, los mapas nunca son neutrales o sin valor, ni siquiera completamente cientifi- cos. Cada mapa es un caso distinto. Los mapas tematieos discutidos por Karrow’y Grim,$ por ejemplo, son especialmente ret6ricos. Son parte de un discurso persuasivo y pretender convencer. La suya no ¢s una realidad adornar; sin em Jos mapas hablan ante un pibli- co especifico y emplean invoeaciones de autoridad, especialmente los pro- ducidos por el gobierno, y apelan 4 los lectores de diferentes maneras. Bl estudio de la historia de la representaci6n eartogrifica, cuando se usa como apoyo para la interpretaciGn de los mapas como documentos histéri- cos, también es una historia del uso de los distintos eédigos retéricos empleados por quienes los trazan.® El contexto del cartégrafo La regla biisica del método histbrico es que sélo se pueden interpretar los documentos en su contexto. Esta norma se aplica igualmente a los mapas, 63 eran ntCO® DELOS PRIMERS, wrexTOs seatosv 00" de rere iro pueden terminar decency” hiner ee xtualizaciones dle mapas en la hig, os libros de expertOs ainda in fe encuentra detras dela devoraiy, vaistas tecnicos en historia de los mapas, tos espe mca va md allée Ta peta yo toa exterior. El eontexto se describe de yn, iecedentes hist6ricos generales”. Es neceser, manera simists cont ™on eonjunto complejo de fuerZas interactivay cats eon el ext, dente del cual resulta fundamental ps a Ia ext, ves interprets Tendemos a relegar al contexto como “alld afuera” yy fox mapas que estudianios como “adentro”. No es sino hasta que logremo, demihar esta barrera, esta falsa dicotomia entre un enfoque exteriorista y tuno interiorista de la interpretacién histérica, que se podré estudiar e| ‘mapa y el contexto en el mismo terreno, Para lograrlo, es necesario dife renciar tes aspeetos del contexto que influyen en Ia Lectura de los mapas ‘como textos.7 Estos aspectos del contexto en mi argumentacién son{ 1) ¢ contexto del cartégrafo, 2) los contextos de otros mapas, y 3) el contexto de la soviedad El comexto del cartégrafo esta representado en las Primeras interpre- fios el historiador J. A. Williamson mach en dogma ico en cuanto a Ja evidencia de los Ir rinuca eames mis oa porto general saamos ace Hedin ee oo los trazaron”.# Esta sim- nl rimordial al por qué, al quién y al eémo de ean {* tn buen punto de partida. No obstante, la rel: i6n entre el cartégrafo y el mapa esta lejos de ser directa. Noes naleoeioead at , cer uns autoria, eomo con Jos libros y | x dosunente tithe minar la intencién del cartégrafo, : ‘Hos documentos, a. de deter Respecto de Is autora, si exeluimos I " los mapas manuseritos que sot rados sin ambigiieda Fador con frecuencia se oR” Una procedencia tonoeidda, el hist que deben levarse pio period 1a seal entrarse de 18 € rf arta alia social aU do rigraia de le pasan por alto ltr preparados como €2 taller para conocer ¢ entender que el eon taciones de los mapas, Ya hace varios iden ve ante u yori lec de iets autora maple. En san mos nde lara ye” de labores, Cando entre _ “Tmanuserito a la de la impresién, lt a :KTOS BN LA INTERPRETACION DE 108 FRIMEROS SAPAS. TexTOSY rte en una divisi6n del trabajo cartogréfico se acentia, el autor se conv figura sombria y la traducei6n de la realidad que se registra en el mapa es mas compleja. Entonces surgen las preguntas: zhasta d6nde un mapa par- ticular fue obra de un topégrafo, un editor, un dibujante o un grabador?, gquién determiné su forma y contenido? Cuando nos acercamos a distin- tos artesanos, la pregunta de Williamson sobre las circunstancias se hace mas dificil \La relacién entre los hechos de la vida de los cart6grafos y lo que aparece en el mapa es igualmente fragmentaria. Dentro del marco de un mapa puede haber varios textos —una intertextualidad— que tienen que ser descubiertos en el proceso interpretativo), Mas que muchos otros textos, 1o8 mapas se ven afectados por una serie de actividades téenicas, cada una realizada por un autor ‘Skelton eseribié alguna vez: “El andlisis técnico de los primeros mapas es al estudio de los mapas lo que la bibliografia a la critica literaria o la diplo- macia a la interpretacién de los documentos medievales”.° Este requisito, la reconstruccién de los contextos técnicos del trazado de los mapas, implica una enorme exigencia de habilidades auxiliares del historiador. El estudiante de los primeros mapas quiza tenga que volverse experto en las historias de distintos tipos de mapas, saber acerca de las técnicas de navegacién y topograifa,}! estar famillarizado con los procesos mediante los cuales se compilaban, dibujaban, grababan, imprimian 0 coloreaban los mapas, y saber algo acerea de las pricticas comerciales de los libros y los mapas.|Cada mapa es producto de varios procesos que involueran a diferentes individuos, técnicas ¢ instrumentos.¥? Para entenderlos, necesi- tamos desplegar un conocimiento especializado de temas tan diversos como Ia bibliografia, la paleograffa, la historia de la geometria y las declina- ciones magnéticas, el desarrollo de las convenciones artisticas, emblemas y heréldica, asi como las propiedades fisicas del papel y los sellos de agua. La literatura correspondiente esta igualmente dispersa en un gran ntimero de disciplinas y lenguas modernas' que forman parte de la historia de la ciencia, de la tecnologfa, las humanidades y las ciencias sociales. Sin embargo fel primer paso en Ia interpretacién es la manera en que el o los autores de un mapa lograron hacerlo desde un punto de vista técnico} Establecer la intencién del cartégrafo es igualmente menos directo de lo que parece a primera vista. Cada mapa codifica mis de una perspectiva 65 INTBRPRETAGION DE LOS PRIMEROS yy, ns EXTOS ¥ CONTENTOS ES Lo song dapresién de una intenci6n, Ia funet6n sigue siengs del mundo. one Saag in embargo, tales propésitos a menu, ly bein fess de ina manera my gee phan ia dieidg amis dle wm tipo de usuario, Mientras podentos aceptar, ea SIEMPIO, QUe Los ma, pas de ls seguros contra incendios tienen un solo Uso, Muchos otro, grupos de mapas estaban disefiados con multiples fines. Estos diverso, thjetivos complican la evaluacidn de los mapas como documentos histér. ‘cos. Los mapas topograficos o de ciudad y los planos se hicieron para satis facer varias necesidades al mismo tiempo. Se diseflaron como registro, administrativos o jurisdiceionales; para defensa, desarrollo econémico o, quiz, como obras generales de refercncia topogrifica. La simple relacign entre funcién y contenido se viene abajo. No es adecuado, por ejemplo, pensar que la finalidad de un levantamiento topografico sea slo producir “un mapa que muestra aspectos detallados del paisaje”. Las series de ‘mapas topogrificos con frecuencia tenfan un origen militar y subrayaban caracteristicas de importaneia estratégica. En los Estados Unidos, incluso después de que el Geological Survey tomé el control de las actividades ‘opograticas nacionales en 1879, atin se esperaba que los mapas eumplie- ran funciones militares logisticas, asi como otras Beoldgicas y guberna- ‘entales.Incluso en Ia actualidad podemos deteotar rasgos de la mentali ba Se gees een ap tte Undo) oe ais Sve (studios Geoligicos de los Es- con ut anes Csficados en relaei6n con la faclidad En muchos mapas topogré- ‘e en el campo, ficos del siglo x1x, con k tate cas nes a Pr en mente, también se enfa- Pete faced gracias detalles or lo tanto, la inte dais astiones 4s ‘ttenci6n no se puede reconstruir totalmente a través tna intencign sim eras individuales. Todavia es posible encontrar ; S manuseritos individuales; ademas, tam- lad humana que dificultan la in- si nunea fue cuestién de capaci instrumentos de un individuo, o del completar un tral n tomar decisiones ac ple en may Momento y Los cartégrafos dicnte, ni estab, ario para casi nunca pod; bajo adecuadamente. ‘an libres de limit: de manera indepen + militares o politicas: ‘ones financiera 66 AS Por encima del ¥y una persona que enearga ¢l mapa y, como consecuencia, el mapa esti imbuido en dimensiones sociales ademas de técnicas. Podemos adaptar a la cartografia las palabras de Mich: dall sobre la pintura italiana del siglo xv. Ese arte jempre era depésito de una relacién social. Por un lado estaba el pintor que cuadro 0, por lo menos, lo supervisaba, Por otro lado estaba alguien que le pedia que lo hicicra, proporcionaba los fondos necesarios y, una vez termi= nado, decidia usarlo de una u otra manera, Ambas partes trabajaban de: tro de instituciones y convenciones (comerciales, religiosas. preceptuales, en el sentido social mas amplio) diferentes a las nuestras, e influfan sobre la formas de lo que habjan hecho juntos." Alo largo de una gran parte de la historia, el cartégrafo fue un titere ves- tido con un lenguaje técnico, cuyos hilos eran mangjados por otras personas. El papel de la accién de mandar hacer mapas varia considerablemente en los mapas de Norteamérica. Con los primeros mapas manuscritos, co- mo los de la época de las exploraciones curopeas, los mapas eran solicita- dos por individuos poderosos, reyes o reinas, principes 0 papas. Sin em- bargo, para el siglo xix los cart6grafos norteamericanos estaban cada vez mas sometidos a las 6rdenes de institueiones mis grandes como la General Land Office y los uscs. Las habilidades personales del trazado de mapas estaban subordinadas no sélo a conjuntos de instrucciones diseiiadas para uniformar clases enteras de mapas, sino también a politicas estatales y federales, Sin perder de vista Ia influencia politiea, debemos tener mucho euidado de no interpretar los levantamientos topograficos oficiales de los Estados Unidos como documentos hist6ricos eomunes. Se ha dicho que “los levantamientos geodésicos y topogriticos realizados por el gobierno federal durante el siglo XIX se convirtieron en subproductos ad hoe de la legislacién del Congreso y la intervenci6n personal de funcionarios pub) cos, y no en el resultado de una politica nacional de cartografia”.t® Tanto el orden gcogrifico en que se realizaron los levantamientos como el conte- nido de los mapas estuvieron influidos por la necesidad de registrar primero freas con depésitos minerales valiosos. Los intereses de la politica, ast como las habilidades de top6grafos individuales, dieron lugar a diversas . o7 ros ¥ OSTEXTOS BX LA ISTERPRETACION DE LOS PRIMER rextos For hag s reservadas en la serie smaigenes del paisaje morteamericane P Nacional g ico. mapas topodraf oe arco ial "AL ealificar fos kimites de la influencia de un cartografo individual, ny fidad personal poco comnin, asi como Ia i iosineras ant bs intersticios dei, pricica inttaional. En fos mapas de as eiudades y Tas sierras “abundapg, Ie puiidades de error. omisiones, tendencias personales e incluso rep, scataciones errineas”!* Incluso en los mapas producidos por méquinas 4, In acuaidad, yen las imégenes aéreas, los historiadores deben estar alerta en ‘cuanto las formas equivoeadas en que Tos téenicos pueden haber inscrig sus tareas de rutina, Esto puede ser todavia mas dificil de detectar detris de a retorica directa de la tecnologfa de las computadoras; sin embargo, de nuevo nos encontramos frente a Ia ausencia de un registro hist6rieo comin Se pueden hacer observaciones similares acerca de los mapas comer. ciales. Esto es una parte importante del registro cartografico histérico de los Estados Unidos;'” no obstante, también se perciben conflictos de inte- reses, El mercado por lo general limita la libertad de los parémetros carto- friieos. Un texto que siempre leemos en estos mapas es la hoja de balance een ieee eae i huellas digitales —se ha sefialado— er ane sce entender ef mecanismo bis: toda la verdad y sélo un restora? ns ae ae aa petite cate ees a los mapas que estén a Prensa cartotrataadquiee una imagen eorporativa, Ahora cten sl cia hs mapas eson pible ne oe corporativa. Ahora quien soli cial, como tos eonsumidres de mapas dee eee oe ene Pe cartografo para influir sobre lo que se a de carreteras, que vgilan a st4 registrando en el mapa. } El contexto de otros mapas Una Pregunta it ta interpreta fiere a su rel tia fundamental acerca de on otros mapa *r08 mapas. Este cuestionam in niento tiene que enfo- cualquier mapa se f° 68 ‘TEXTOS ¥ CONTEXTOS EN LA INTERPRETACION DE-LOS PRIMEROS MAPAS carse de distintas maneras. Por ejemplo, podrfamos preguntar: 1) zoudl es la relaci6n del contenido de un mapa en particular (0 alguna caracteris- tica dentro de él) con otros mapas contempordneos de la misma zona?; 2) geudl es Ia relacién de ese mapa con otros del mismo eartégrafo 0 de la misma compaiiia productora?; 3) zcudl es la relacién con otros mapas del mismo género (de una visién aérea, por ejemplo, con otras visiones aé- reas de Norteamérica)?, y 4) :cudl es la relacién de un mapa con la pro- duccién cartogréfica general de un periodo? Las preguntas varian pero su importancia es universal. Ningtin mapa est4 herméticamente cerrado en si mismo, ni puede responder a todas las preguntas que despierta. Tarde 0 temprano la interpretaciGn de los mapas anteriores se convierte en un ejercicio de cartografia comparativa2} Las earacteristicas cartograticas de toda la familia pueden permitir que se identifiquen mapas an6nimos, se interpreten signos 0 convenciones poco comunes, 0 se hagan deducciones acerea de pardmetros de precisién. Nuestra confianza en un mapa como documento puede aumentar (0 disminuir) cuando muestra las caracteristi- ‘eas conocidas de un grupo més grande. Esta parte del estudio contextual de un corpus de mapas relacionados entre sf se construye en torno a uno solo, Asf como en el andlisis de textos literarios tiene que construirse Ia unidad o identidad de un corpus de tex- tos,2? en la interpretacién de los primeros mapas podemos seguir procedi- mientos definidos. Estos pueden aplicarse a un grupo de mapas del mismo periodo; sin embargo, de Ia misma manera, la deseripeién de una zona 0 de una caracteristica se puede rastrear en una serie de mapas a través del tiempo} A continuacién se mencionardn tres métodos que pueden usarse ara evaluar un solo mapa dentro de un grupo. 1 caracteristicas topograficas lineales en los mapas}(como eostas, redes de rios 0 un sistema de caminos o earreteras) es una técnica bastante probada. Los contornos se redueen @ una escala comin y se comparan visualmente. En los estudios cisicos del siglo aude Jos primeros mapas aparecen ejemplos;? el método puede también adap- digital de caractersticaslineales por computadora.** Ung reciente aplicaciOn del método anciguo es la realizada con los mapas OP" oles y franceses del Golfo de México de los siglos xv y xwu2® Harbus -an cantidad de mapas” fue posi- “fotocoplar, ensamblar y examinar una fr por separado o combinados p: [El estudio comparativo d tarse al anilis 69 nos a TEEREICION DELON PRE er cos TexTOs ES on sas prvcpate arte ticas de las lineas coster, » en las princlPs ; wen se en Ta Pe es del trazado de mapas. A través daly artis vo mapas individuales fueron enon ial ec estudid SU OFIgeN, sus fue lens apas de des ely oe artir de las caracteristicas jea a partis le todo «| ble 2 con bas jdentificar inc eta de exta casino" «a iferemtes & asignados afore ; tes y su confiailidd toposei cconunto. sin em la a identifi a uno tone na ella gente ae el mip Hebe ser muy eautel0so: El estudio de le qu frecer evidencias conclusivas de pro, vachas carencas. R.A. Skelton eseribid que “las impresio. sugieren afinidad 0 desarrollo del contorno en dos mapas n si no tomamos en cuenta las licencias de diera haberse dado el cart6grafo” 2” Por jaciones técnicas que influyen sobre ls gradaciones de latitud o long. | forma de las eontornos de los mapas 0 tud. Los mapas son faeilmente corruptibles en el proceso de copiado, o | pueden surgir de téenicas de levantamiento 0 de navegacién que quizé | evan sido afeetadas en el proceso de compilacion. Antes del siglo xx, | menudo los mapas se alineaban segin el norte magnético y no hacia él | nin eal La declinacién magnética variaba localmente y cambiaba con {i paso del tiempo, de manera que sin una observaci6n sistemdtica Ios car tats no pofan corres este factor. Sigue stendo una fuente important de error en la comparacién de eontornos.?* [Un segundo aspecto del andlisis comparativo de los primeros mapas implica el estudio de los nombres de lugares 0 voponimiapl igual que los contoros, los nombres de lugares ofrecen una forma de construir gened!™ al : Lae ‘ ee para mapas que antes se encontraban dispers® . los dos métodos a menudo se usan en eonjunto, como en ls estudios cksicns de los prineipios de la ea ee de ee cartografia de la costa atléntict ©” ica aman erurada de fos nombres de una set nes del grupo también debe usa — 6 establecimiento de interrela” eee eee 30 En los periodos im” mente escuchaban nombres de es de distintas nacionalidades s°8° de una variedad de lenguas y, ta de hablantes nativos norteamerica™ ¥stambign deben de haber tratado de resis ay ccontornos pued cedenci. Hay’ nes visuales que pueden oeasionar una contus dibujo o de interpretacion que PU tra parte tambien puede Baber ¥ 70 ‘TRXTOS Y CONTENTOS EN LA INTERPRETACION DE LOS PRIMEROS MAFAS Jos de acuerdo con su propio sistema de sonidos, ademas de una ortogeafia ‘etandarizada, Incluso en los casos en que se apicaron heures aepie a ia geograffa norteamerieana el proceso de traducirlos y editarlos estuvo § ciado; resulta entonces que los nombres son producto del deseuid, de vina mala leetura o de un mal entendimiento de gencraciones sucesivas de cart6grafos que no tenfan conocimiento de primera mano de los lugares ns en cuestin, Acerca de los nombres en los mapas de la escue- ‘de cartégrafos del siglo xvi" por ejemplo, se dice que “no hay sn Dieppe que coincidan completamente en el niimero de mientras que la ortografia varia notablemente ¢ i mpre es consistente”? No es una o las Heng la Dieppe dos cartégrafos nombres que registran, cluso la colocacién de los nombres no si los lugares en ocasiones hayan sido usados tamente con fines de comparar mapas.® La préetiea de sonido indlisis s6lo a aquellos nombres: inconfundi- idad considerable de mapas. sorpresa que los nombres de incorrect tiene como objeto limitar el a plemente comunes a una canti Bl tercer método de cartografia comparativa, la cartobibliografia, tiene la mayor cantidad de publicaciones. No s6lo se han ;tido ampliamen- tela definici6n y los detalles del método,™* sino que st préctica también se cneuentra totalmente representada en una serie Je obras fundamentales Jos inicios de la cartograffa norteamericana, 3{ El objetivo le mapas impresos sobre la mis~ que tratan sobre de la cartobibliografia es reunir una serie ds tha guperficiey\Se aplica igualmente a la eorteza de Arbol, las placas de are, la litografia y otros procesos de impresion de man 36 Mediante ‘este método se puede reconstrut ia de cambios geograticos ¥ ‘te otros tipos en mapas relacionados entre sf, Esto a st 708 permite seguir aria de la publicactén de mapas de un Area especie Por otra parte, también permite la ubieactén eronolégica de un mah ¥ © jsereién en la seouencia correspondiente, asi como la deteccién del aleance de una re- vision geogrifica entre estados 0 ediciones ‘de mapas. A menudofos mapas son representaciones tanto de tiempo come de espacio} Como dice Skelton, descubrimos como “mate .s temporales 0 deseu- anatentos intelectuales” se noorpera Sus im demos que ta biisqueda de la fuente principal puede levarnos de regreso través de muchas etapas de revision 0 adaptactoNs derivacién 0 transeripeién, com- 37 La eartobibliogratia, por To cantor & una jr una secuenci Ja ial de distintos horizontes Jigenes. Y apren herramienta funda- pilacién’ 1 eros oOnTEXTOS ES LA DITERPRETAGION DE LOS Puy 08 8M, ssorador de mapas. Yasea como una técnica o ep, Hr ins eanalesy el indice de difusion 0 de conoeinyey la vinculacién de los mapas al contexte qe . indispensable. 7 M0 mental para el medio para med enratico (por Yo tanto, oxida), su conocimiento €5 El contexto de la sociedad El tercer eontexto de la eartogralia es el de ta sociedad, St el cartégrata tun agente individual, entonces la sociedad es la estructura més amplia Ls interpretacifn, la ectura del texto eartogratfieo, implica un didlogo entre aston dos comtextos, El marco de las eireunstancias y Ias condiciones his toricas definidas produce un mapa que es, indiscutiblemente, un docu. mento social y cultural. Todos los mapas estén relacionados con el orden social de un periodo y un lugar especticos.|Todos os mapas son culturale. porque manifestan provesos intelectuaes definidos como artfsticos 0 cien tifleos en fa medida en que trabajan para producir un tipo earactertativo de en vei a fecha causal clara que vaya de In woctdad ee ag a catae am van en aba dreclanes Los ape fae ees ane dll, son clementos constitutivos den- trons yu vn hacia y acl afnal Docea al Alege aa bac fuer de documento dl pon om ted fenton pucden enpentse dow estates dela sociedad en lox mapas de Amérlea. ‘conoeimienio) mapa, fan real lela curtografig 4 prlnsorn entrateg cae wm tratar de id _ : std map tH de Ken ln ean del orden we Mapa Manifientn dow conjunton de regan, 0 0 grate, y hemor vinto eo Hapan, Kl segundo arupa n en ¢l minp, done bh” MF FN Ww en operan en wpa.” TEXTOS ¥ CONTEXTOS EN LA INTERPRETACION DE LOS PRIMEKOS SIAPAS yen sobre las categorfas de conocimiento. El mapa se convierte entonces en un sistema de significados a través del cual “se comunica, reproduce, ex perimenta y explora un orden social”.»° Los mapas no s6lo reproducen una realidad topogritica, sino que también la interpretan, Las reglas del orden social en algunas ocasiones son visibles, e incluso evidentes, dentro de un grupo de mapas. En otras, se encuentran escondi- das dentro del modo de representacién. Entre la categoria de sociedad visi- ble podemos ubicar las visiones aéreas norteamericanas de ciudades, los mapas y los planos de cludades y los mapas de condado y atlas. Todos son textos culturales que toman posesién de la tierra? Todos proclaman un ‘evangelio soeial y sirven para reforzarlo. Las visiones a¢reas de cludades, por ejemplo, “eantan el himno nacional de la paz y la prosperidad, del mo- vimiento y la apertura, de la calma y el orden, de los destinos que se van a aleanzar”.*! El mapa tiene guardado el coraz6n para el momento en que lo necesite y éste cobra vida en el contexto de fa ética de la frontera y el jpatriotismo cuando se deeodifica Ia topografia a partir de un estilo empdti- ‘eamente ret6rico de la imagen, Cuando Ins reglan sociales de la eartograffa no estén a Ia vista se thene que probar una agenda oculta entre las Iineas del mapa, Este mapa es en- gaiioso y na estrategia distinta, En lugar de recoger los mensa- Jes que enfatiza el mapa, dehemos busear a qué le quita énfasis; no tanto lo que muestra el mapa, como lo que omite. {La interpretacion se mnvierte en una bdsqueda de silencios,*? 0 quizd resulte de utilidad “7 leconatrulr” el mapa para revelar e6mo el orden soelal crea conflictos dentro de xu propio contenido.) Entre lox mapas que podrian enderse mejor de ent manera se encuentran algunos del siglo xvi de gran escala, lox levantamlentos topograticas de lox Estados Unidos y fax imiigenes area {Aqut la tecnologia ha suprimido law reluclones soelates, Como paregen ser preclsos y objetivos, exton mapa a menudo se ven como documenton duc probleman, Una imagen aatelital wn map topogréfien he- n método “elentifie no ne plonnar— es iy un documento conereto y directo, Bn la aiclones técnica, of camino de In Ine necesita no presenta eho mediante alg neutral moral y étleamente. medida en que reconogenon las Ht Lerpretaciin we vuelve mx seRur. zntaun wuipontclonen won fbvin, La re por lo men yprosentacién nuned ex neutral ye ch} es LA INTERPRETACION DE LOS PRIMEROs, PROS Many, ppxTos ¥ CONTENTOS ida por el ser humano. Los m, 1apay ‘ejencia sigue siendo una realidad construl de ran escala dela parte este ide Norteamériea de mediados del sigl yy n. A primera vista cumplen los objeri rH etivoy span ejemplo de esta fitacio dela cartogratia de la Th traction, Bstén construidos sobre medidas geodg ssicas; empiezan a mostrar cierto dominio cartogratico sobre los paisajes g, n algunos de fos elementos mds abiertamente imaginay, de los mapas anteriores. Sin embargo, si lo, whos damos cuenta de que también sefalan los im. perativos territories de una agresiva expansioh inglesa en este cont. 44 E] colonialismo se seftala en los mapas desde los margenes. Con Jos ttulos hacen referencia al imperio y a la posesi6n y delini tuelin de territorio; as dedicatorias definen el rango social de los gober. shantes coloniales: y las tarjetas, con todo un desfile de banderas naciona- fe armas coronas dispuestas por encima de los indios 1.45 Sin embar- cesta zona y omiten cos y pietoricos vos, mit vemos més de cere’, neate. frecuene les, eseudos d sirventes, definen las relaciones de poder en la vida colonia edad colonial también pueden ser lefdos entre ' de los mapas. La eartografia se ha convertido principalmente en tare de fs sires colon s. Es un retrato inconsciente de qué tan extosente oe abi ep lucido una sociedad colonial europea en 62S Man ve apes otorgaan seguridad a los conquistadores al repro- Sesrieameaal nombres de los lugares simbélicos del Viejo Mundo. Mans at io a en ue la frontera se movié hacia el occidente, los eee A sip inborn eliminados de la imagen. Muchos carté Enindls hie iM eis los espacios vacios al registro de la gcosrs fan dic las omisiones, las “reglas de ausencia”. zadas a manera de especificaciones téenicas. Sin embargo, argo, incluso cuand. lait Jo eran da cientemente, percibirlas nos ayuda el Por un hecho, © aplicadas incr wuda a cu 40, los contornos de Ia soci tionar los mapas antiguos. El significudo de los mapas Otra est strategia inten ria del pretal ia del arte a los mapas. Se ¢ aplica los métodos ico 1s. Se de 8 iconograficos stor define a la iconogratia noeesbioos eee le mo “esa rama de 4 uxt0s ¥ CONTEXTOS EN LA INTERFRETACION DE LOS FRIMEROS MAPAS ‘cuapko Ll. Paralelismos iconograficos en el arte y la cartosrafia Arte Cartografia a los términos de Panofsky) __(Paralelismo cartogrifico sugerido) (Se L Signos convencionales individuales 2, Identidad topografica en los mapas: 2, Tema secundario o convencionsal el lugar especifico 5 significado 0 contenido intrinseco 3. Significados imbilico en los map: leologias de espacio ee nel tema o el significado de las obras de para la sociedad que lo hizo <7? es de una importancia interpretativa crucial, Los para revelar las caracteristicas filos6ficas, nes se conoce como J Tema primario o natural: motivos artisticos historia del arte que se interesa arte” 47 La pregunta: zqué signifieaba el mapa y lo us6 por primera y mapas se han vuelto una fuente politicas y religiosas de un periodo, oo que en ocasion bl espfritu de In época, Puede usarse und interpretacién iconografica para plementar el método de las reglas de la sociedad. Mientras ave este pas, sus jerar- del conocimiento en los may imina de qué forma se tra- nos de signos, com filtimo revela las tendencias quias, inclusiones yrexclusiones, el primer dujeron las reglas sociales al idioma cartogréfico en térmi textilos y vocabularios expresivos de la cartografia. {lisis iconogrifico es que pret encia del and tende descubrir los dife- nifeados de una iniagen. Panofsky suafene que €n 1 ‘euadro encon- ‘mos: 1) un tema primario o natn 1, que consiste en motivos ar individuales; 2) un tema secundario 0 ‘convencional, definido en terminus de Ia identidad de todo el cuadro como representacion de una alegoria © «in avontecimiento espeertico (da el ciemple ‘de La tiltima cena), ¥ 3) 80 strato simbélico de significado que @ ‘menudo tiene connotaciones ideol6= seas, Esto no ofrece una formula clara nar {a interpretacién de los prime ros mapas; sin emabargo, se puede decir 40° Ios niveles de significado de un mapa son similares a los de un vsundro-* Estos niveles paralelos Je las dos formas de representacién se resumen €% elcuadro t. En primer lugar, en el primer nivel los signos, simbol decorativos individuales de un mapa se ea wan cont los mo Jos o emblemas vos artisti- 15 LA INTERPRETACIO ps ¥ CONTEXTOS EX SDE LOS PRiy ros MEROS yy re agividuales. Mientras que el significado completo de cualquiey particular puede volverse aparent® sélo cuando se Te ve en el mossicey ripe signos en ef maps completo, Par algunos fines interpretativos py oe wrio evaluar el contenido ¥ el signifieado de los signos inj, ;empo que establecen su signifi He cos, Sigg, resultar ms ‘Jaales (por ejemplo, al mist0 G : ieado cul, | vat pvt necesitar saber qué tan confiable es el signo usado para jg ribir una iglesia o una casa en un mapa antiguo, desde un punto de vig, arquitectonico). En segundo lugar, Ia identidad del lugar real representado en un nga} ce supone que sea equivalente al segundo nivel de Panofsky o a un segund, nivel de interpretaci6n. Su percepeién implica el reconocimiento de qu «particular es el de una plantacién en Carolina del Sur, de Boston? fornia. Este es el nivel. el del lugar real, en que los historiadores has usado més los mapas. Es mas, para evaluar los lugares reales de los maps se ha desarrollado la mayorfa de las técnicas interpretativas, enfocadas ya sea ala precision planimétrica, o bien al contenido. Existen numeross cjemplares de este tipo de estudios topograticos.49 -e a paeaieoeas de un mapa es el estrato simbélico. Hass {erro os ales. Ia aporacn de unos euantos historiadors Se at eral xen dimensién herme- Saunt ee lt fia. Recientemente, la interpret Pare eat a aberoar la lectura simbélica e ideol una metifora visual de los See ea representan. Los mapas de Norteamé: importantes de los lugares ae Salores culturaleseimponanen « mérica siempre estan cargados de es domi propia cclimssinestomahee ge un ‘afirmado. Los mapas siempre represen!” “TEXTOS ¥ CONTENTOS EN LA INTERPRETACION DE LOS PRIMEROS MAPAS la tierra, privilegian las demarcaciones de las propiedades y hacen memo- rables las haciendas y los nombres de duefios de propiedades. Por medio de la palabra y de la imagen recurren a la industria y al patriotismo de los nuevos norteamericanos. Y mientras més lejos vemos, la cartografia se yuelve mas simbélica, Luego entonces, un mapa de carreteras de Rand McNally hace del enamoramiento estadunidense del automévil un objeto de adoracién, e incluso los mapas aparentemente terrenales de los uscs son una confirmacién simbélica de las percepciones y las prioridades cam- biantes de Ia sociedad, més que s6lo mapas de objetos del paisaje. Ast es como “los mapas hablan, aunque suavemente, de sutiles juicios de va- Jor’ $* Para leer un mapa de manera adecuada, el historiador siempre debe exeavar debajo de su geografia superficial. Conelusién ‘Alaceptar que los mapas son documentos fundamentales para el estudio del pasado norteamericano, comenzamos a apreciar con qué frecuencia Jos mapas atraviesan los principales procesos hist6rieos. Desde los tratados tervitoriates hasta los plantos de las ciudades, desde las vins de los trenes hasta las coordcnadas rectangulares, subyacen en la construecién de los Estados Unidos modernos.5? Sin embargo, si bien ésta es una inmensa no debemos ignorar la influencia hist6rica de los ma- pes reales kobre los més elusivos mapas cognitivos de generaciones de retadlunidenses desde el siglo xvt. Ademds de considerar all mapa como wna fuente topogrifies, nos estamos dando cuenta del poder cartogrétio inset ton este disourso.*9{Bl poder del mapa, un acto de control de la imageh diel mando, es como el de la imprenta én general Desde 1a €rocs de Co- Tn, Jos mapas han & sntribuido a crear algunos de los estercotipos mas dominantes de nuestro mundo. El ayo que los historiadores dan a un mapa depends tambien de i texte del investigador en cuestin. Las rflexiones que se hagon es 10° r iminadas no sélo por las cualidades intsinsecas de un maby partinla sno también por la investigacion histérica de la que se trate, por sus 0! i . aportacién prictica, 7 RETACION DE LOS PRD [TOs BN LA INTER?! EROS Many {rexTos ¥ CONTE 1 y por todas las prucbas que pucda aportar, stelos de investiga us métodos de investi rteamérica que el nome jnnfinidad de temas de inv ‘euados. No ha sido mi intencién minimizar Jog tepectos tenis de a interpretacion de Tos primeros mapas; sin embargo, ante el hecho de que ya disponen de bastante literatura, me pareci6 im, sr esta oportunidad para trabajar en un marco mas amplig 1s contextos de la cartografia que bles mapas de Nor igual que existen puede consultar, fos mapas pueden ser ade portante toma dentro del eval pueden mostrarse. Los tre ce han sefalado nunea son mutuamente exelusivos, sino que se encuen. tran entretejidos de manera sutil y con frecuencia inseparable, Una ver 1c aprendemos a Ieer mapas, pueden convertirse en textos de una utili. dad indispensable para el historiador, 78 II Mapas, conocimiento y poder*1 Dadme un mapa; entoniees permitaseme ver qué tanto seme ha dejado para conquistar todo el mundo... Aut comencé a marchar hi pasé por Armenia ¥ por el Mar Caspio; despa inia, donde tomé Prisioneros a los turcos y a sus grandes empresas. Después marché hacia Egipto y Arabia, y aquf, no muy lejos de Alejandria, donde se juntan el Mar Tirreno y el Mar Muerto, eon menos de cien Teguas de distancia en- tre ellos, pretendo cortar un canal para que los hom bres puedan Hegar rpidamente a la India. De alli a Nubia, cerea del Iago Boro, y entonces por el Mar de Etiopia, cortando la Iinea del Trépico de Capricorio, lo conquisté todo Megando hasta Zanzibar. Cunistoriee ManLowe, Tumburlaine, segunda parte (V. ih pp. 123-139) Un tibro acerea de las imsgenes geogréfieas que no aborde el mapa seria como Hamlet sin el principe.? No obstante, aunque durante mucho tiempo Jos mapas han sido fundamentales en el diseurso de Ia geografia, casi nunca se leen como “ladrillos” de texto 0 como una forma de conocimiento cons- truida soeialmente. “La interpretacién de los mapas” por lo general implica buscar “accidentes geograficos” sin expresar de qué manera, como forma nto, han ayudado a conformar esos accidentes.* miento geo- cialmente manipulada de conocimi Es cierto que en la geogratia politica y en la historia del pens rifico los mapas se relaefonan cada ver mas con el poder (e * Bate capitulo aparcel6originalmente en De raphy of Landseape: Essteys on the Symbolic Representut ‘Cambridge Studies in Historleal Geography, 9 (Caml 1988), pp. 277-312. on, Desig nid, Cambridge University Press BIBLIOTECA AUAEL GARCIA GRATAB insriTUTe Oe SiAPAS. CONOCIMIESTO ¥ Pope ssin embargo, el papel espectfico de histéricamente espec#ficos, sigue ‘con todo el discurs0, geogrifico del que con frecuencia 1 eo qu bala os us sentido de [0 a8 Cath Sadr se encuentran i ene de los mapas:* De esta SuerTGs 4c6mo pode. re epablar”a os mapas acerea de Tes mundos sociales del pasado ia colonial).* odos de histor imagenes con codigos en fos periodos de Jos mapas. como i sicndo identificado entend mos ha Perspectivus tedricas J discurso de los mapas en el contexto del poder mpliamente iconogrifico. Considero que los ma- arte del familia ms amplia de imigenes cargadas de valor; ‘he renunciado a entender los mapas como registros inertes de painaen morfoigiens 0 como reflexiones pasivas del mundo de fos objeto vis bien los considero invigenes reflejadas que contribuyen a un didlogo en tn mundo construido soealmente. Por lo tanto, alejo la lectura de lox mapas In critica cartogréfica tradicional con su lista de oposiciones pas “eiertas y los falsos”, “precisos ¢ imprecisos”, “obje- tives y subjetivos",*literales y simbilicos”, o los basados en una “integridad Glentitiea” opuesta a la “distorsién ideoldgiea”, Los mapas nunea son inde fetes carentes de valor; excepto en ef sentido euclidiano més estricto, por cierto o falsoy. Tanto en In selvctividad de su contenido y entilos de representacién, Jos mapas son una manera dle conechir, articular y estructurar el mundo humano que se Inelina hacks, ors rary cai sobre grupos partioulares de Fela Shiai ee le pein epee ver mejor Jo suscept- oa ee ch poderoson de In sooledad. Ce a pa el alae is Pau funda: Hae Ca ge ate ens yom pan dl eons para bi aniounnelien La Mes denn er Heel ometaforlea no ex viel conveniente para mn avereamiente orl ig cartogeatien es tambiGn derivado direotamente dy la wemistiet Aqui pretendo explorar e v mi enfoque es a politice pas son una De este modo, de lus ednones de binariay entre fos sf mismos no x0 eon en su sl wo PAS, CONOCIIENTO ¥ PODER See i vestigacién histérica espe de lenguaje se traduce més facilmente a la prict sabia tare) SS ica hist6rica. No sélo nos ayuda a ver los map: igenes reciprocas usadas como mediadoras de diferentes visiones del mundo, sino que también estimula la bisqueda de evidencias de aspectos como los cédigos y el contexto de la cartografia, asf ‘como su contenido en un sentido tradicional. Un lenguaje —quizé seria més ‘adecuado hablar de una “literatura” de mapas— también nos anima a buscar ‘euestiones como el cambio de lectores de los mapas, los niveles de earto- ‘alfabetismo, las condiciones de autorfa, aspectos como seeretos y censura ¥ también la naturaleza de las manifestaciones polticas hechas por los mapas. ‘Ademés, la eritica literaria puede ayudarnos a identificar la forma par- ticular del “discurso” eartogrifico que yace en el corazén de este ensayo. El discurso ha sido definido como lo relacionado con Faquellos aspects ret6- ricos que evalian, miden o convencen de un texto, en contraposicién con Jos que simplemente nombran, ubican y euentan’s} El “simple” hecho de nombrar o ubicar un accidente en un mapa a menudo tiene un signifieado politico; no obstante, se acepta que existe una division similar en los mapas. Son un tipo de imagenes retdricas y estén determinados por reglas que fobiernan sus e6digos y modos de produecién, intercambio y uso social, al itual que cualquier otra forma discursiva, Esto, a su vez, puede llevarnos « tuna mejor aprecineién de los mecanismos mediante los eusales los mapas, como los libros, se convirtieron en una fuerza politica en Ta sociedad. 12 {Un segundo punto de vista tedrico se deriva de la formulnelén de la Jeonografia de Panofsky.%9 Se ha tratado de equiparar los niveles de inter- pretactén de Ia pintura de Panofsky eon niveles similares que se pueden distinguir en Tos mapas.'# La feonogratfa puede wsarse para Klentfiegr no dla ui nivel literal o “superficial” de significado, sino también uno “ants profundo", por lo general asoctado con la dimensi6n simb6llea del acto de arelar orth un menanfe, Un mapa puede (evar ona agg un eimbor llamo axoctado con of dren, el axpecto eogranic, i cluded o el ine we Is A pronudo en este nivel sinbélien el poder politica ‘nta mejor a través de los mapas Jjologin del conoeimiento. iento de los mapas es wn effico que representa. xe reproduce, comunica y experi La tereera perspectiva se obtie Ya ne hn planteado kn propuesta de ave ine de Ia soel el conoeinil 81 MAPAS, COSOEIBIESTO Y po ta mis clara se han dispuesto dos grupos y, er os ejemplos empiriens de este ensay9. El prime, ‘hel Foucault, quien, a pesar de que su ‘rata y los mapas fueron superficiales,!? ofr, conocimiento de los mapas en su dal, y para hacer producto ideas relacionads: gmupo se deriva de nes en el campo de la tun modelo wil para la historia del de la historingraia: La bisqueda del verdad no era una actividad objetiva ¥ neutral, sino que ‘ctahareacionada fotimamente con el “anhelo de poder” de quien buseahy fa verdad Por lo tanto, el conocimiento era una forma de poder, una form, de presentar los valores propios disfrazados de un desinterés eientifico,'s Asimismo, la cartografia puede ser “una forma de conocimiento y de poder". Asi como “el historiador pinta el paisaje del pasado con los colores del presente”, el topografo, de manera consciente 0 no, duplica no sélo el “ambiente” en un sentido abstracto, sino también los imperativos territo- riales de un sistema politico particular. Si se produce un mapa bajo la eti- quecta dela ciencia eartogrfiea (el easo de la mayoria de los mapas oficia- les) 0 sise trata de un ejereicio propagandistico abierto, no puede dejar de involucrarse en el proceso mediante el cual se ostenta el poder. Algunas de las implicaciones practicas de los mapas pueden caer también en la categoria de lo que Foucault ha de como actos de “vigilancia”,?” especialmente los relacionados con la guerra, la propaganda politica, la \efinicion de las fronteras o la preservacién de la ley y el orden. eee os leo que estudia la relacién entre poder y conoci- teas sara a Anthony Giddens, al torizar acerca de e6mo los sis hea lan estado “insertos” en cl tiempo y el espacio (aunque n0 tora te citcamente los mapas), hace referencia a “recursos de au toridad” (los diferencia de los recursos mate eae dh La aeumlacion dg reurios de autora pg e Cid y ef control de informacion y tutoridad implica sobre todo la reten Au el desarrollo deisnw eal enoeimiento, No eabe duda de ave ‘Los mapas cron un ine ieee de la escritura y la anotacién”.?” fon expansion dea ee ont del espacio y fail lar empleada por el poder del Ectato* Ga, Sociales, “una forma de apunt . Como medio de vigilancia, implica 82 CIMIENTO ¥ PODER iapas, 60 tanto “el cotejo de informacién relevante para el control estatal de la con dueta de la poblaciGn sometida”, como la “supervision directa de esa eon ducta".24 En los tiempos modernos, mientras mayor es la compl administrativa del Estado, y mas penetrentes sus ambiciones territo sociales, también es mayor su apetito de mapas. — Lo atil de estas ideas es que nos ayudan a prever imigenes cartogriti- ‘eas en términos de su influencia politics en la sociedad. El simple hecho de que durante siglos se ha visto a los mapas como imégenes “cientificas", y siguen siendo consideradas asf por filésofos y semiticos,2 dificulta esta tarea. Las relaciones dialéeticas entre imagen y poder no pueden ser encontradas con los procedimientos empleados para recuperar el eonoei- miento topogrifico conereto de los mapas y po existe una prucha quimica para evaluar sus tendencias ideoldgicas.¥ Los mapas como forma de *conocimignto que implica poder’ son explorados en este capitulo bajo tres rubros: la universalidad de los contextos politieos en la historia de los ‘mapas, c6mo el ejercicio del poder estructura el contenido de los mapas, cémo la comunicacién cartogritica, en ua nivel simbilico, puede reforzar ese ejercicio a través del conocimiento de los mapas. iales Contexto politico de los mapas ‘Tsan: Hijo mio, gqueé eseribes?, ;qué es esto? Fyoor: Un mapa de Moscovia; nuestro reino real de principio a fin. Yea, padre, aqui esté Mosed. Aqui Novgorod, allé Astrakin. Allé se encuentra el mar, aqui esté el bosque virgen de Perm, ¥ mas alld Si- beria. ‘Tear: ZY qué puede ser esto? Fvopon: Es el Volga i ‘Tsan: jEspléndido! jEl delicioso fruto del aprendizaje! En una sola imagen, como visto desde una nube todo nuestro dominio: sus fronteras, ciudades y rio. “Auexaspen Pusinis, Boris Godunow Estos trazos serpentinos? 83 Saad MAPAS, CONDCIIENTO ¥ po, a Joa través del eontexto 8e pude dy sstudio iconogt En enalquier ¢ als cubrir adecuadamente : , pueden js. Tales eontextos puede nen hicieron y usaron Tos mapa \ tin del aut Tos estudios ing ‘cimplican la reconstruceién de los ambien, tos estudios ling i {isco social de la producetén y el ido, la identid: condujeron a su trarad0, Ins mapas + sus pereepeiones del acto de trazar Y USA UN mapa en yp mando construido socialmente. Estos detalles hablan no sélo de los mor. bo detrds de los acontecimientos cartogrificos, sino también de le la importancia de ly nificado 1 definidos como las ‘Son an‘logos a la situaci6n del cunstancias en gy, vos que hul Jos efectos que los mapas pudieron haber tenido y d informacién que eomunican en términos humanos. Incluso una inspeceiGn superficial de la historia cartogréfica revela en ‘qué medida el poder politico, religioso 0 social produce el contexto de la ear. totratia, lo anterior ha quedado claro, por ejemplo, en un estudio detallado de la cartografia en la Europa mediterrinea prehist6rica, antigua y medieval, Alo largo de este periodo, “el trazado de los mapas fue una de las armas in- telectuales especializadas mediante la cual se podfa obtener, administrar, legitimar y codificar el poder”.2¢ Mas ain, este conocimiento se concentraba en relativamente pocas manos y “se asociaba a los mapas con Ia élite re- ligiosa del Egipto dindstico y de la Europa eristiana medieval; con la élite intelectual de Grecia y Roma y con la élite mercantil de las ciudades-Esta- do del mundo mediterréneo durante la etapa final de la Edad Media” 27 El mundo de la Europa antigua y medieval tampoco fue la excepetén a este respeeto. La cartografia, con cualquier otra importancia cultural que sea as ee una “ciencla de principes”. Se sabe que Tos sultanes dal nos cifs del periodoelésieo de ta geogratia drabe, Greater See eee ry, tes emperadores mongoles de la In cos, eligoss y propagnad ey tos usaron con fines militares, polit waa deta Mndlsticos.26 En la antigua China, los mapas terres dos también se haefan expresamente de ' mien iltares ys ene Cetesmente de aeuerdo con las her iniios deta Europa moderna oe del destino imperial.2? En los Escandinava hasta Pongal en Italia hasta los Paises Bajos, desi? » €n todos lados los monareas absolutos ¥ los hombres de {os mapas para la defensa y !# 84 | y In importancia del objeto de ang, consumo de los mapas, 1os hechos guy | iad de los cart6gratos y os usuatios ye | F Maras, CONOCIMIENTO Y PODER guerra, para la administracién interna relacionada eon el crecimiento del gobierno centralizado y como propaganda territorial en la legitimacién de las identidades nacionales, Escritores como Castiglione, Elyot y Maquiavelo apoyaron el uso de mapas por parte de generales y hombres de Estado. Con los deslindes topogriticos nscionales en Europa a parti del siglo xvi, el papel de Ia cartografia en las transaceiones de las relaciones de poder, por lo general favorecié a las élites sociales. icuidad de estos contextos politicos en un rango con- tinuo de escalas geograficas.)Estas van de la estructura del imperio global, y la conservacién del Estado-naci6n, a la confirmacién local de los de- rechos individuales de propiedad. En cada uno de estos contextos, las dimensiones de la politica y el territorio se fundieron en imagenes que, al igual que los titulos de propiedad, fueron parte del aparato intelectual del poder.| 3¥ Los mapas y el imperio ‘Al igual que las armas de fuego y los bareos de guerra, los mapas han sido armas del imperialismo. En la medida en que los mapas se usaron en la promocién colonial y se adueftaron de las tierras en papel, antes de ocu- parlas efectivamente, los mapas anticiparon el imperio. AI principio, los topégrafos marchaban al lado fe los soldados para trazar mapas con fines de reconocimiento, después como informacién general y, con el paso del tiempo, como una herramienta de pacificacién, eivilizacién y explotacién en las colonias ya definidas. Sin embargo, hay algo més alld del trazado de fronteras para la contencién préctica politica y militar de las poblaciones sometidas. Los mapas se usaron para legitimar la realidad de la conquista y el imperio. Contribuyeron a la creacién de mitos que ayudarfan a conser- var el statu quo militar. Como comunicadores de un mensaje imperial, se han usado como complemento agresivo de la ret .a de los discursos, Periddicos y textos escritos, 0 de las historias y canciones populares que elogian las virtudes del imperio.»* . 85 MAPAS, CONOGIMIENTS y Poon, ie oe gh: =a oS pee a NL r: we y pEbo eae Se Line Flora i, FederaeiGn imperial. Mapamundi que muestra la extensién def Imperio brine en 1880 fue publiculo por primera wes como un suplemento del peri ico Graphic, el 24 de julio de 1886, Se usaro i ‘ liv de 1886, Se usaron la proyeccin de Mercator, tina rosa para el territorio del imperio y epieo ae emblemas decorativos que muestran a Bri tanta sentada en el mundo para articular el mensaje det “Nuevo imperialismo”. Com permiso de la British Library, En estos contextos imperiales, los mapas py o general apoyaban el extos imperiales, los m: anne ales, los mapas por lo general a ‘ Glercicio directo del poder territorial. | rimensores ro agrimensores romanos, puestas en fur ran una expresién de pod clones [...] homogene de tierra rectang, Las cuadriculas dispuestas por los La" conuidttedtemeion nn locale deseuidadamente en todas dre AF de os Estados Uniden 2 igual que el deslinde Inds sentidos que silo el de reper eS te “orden sobre la tierra” €8 siema tolomcicn dee A? Hiseio clésico.»9 El redeseubrimien- tun hecho cartogritieg fio de coordenadas en el siglo xv fut Que estructurs el control teers ee HN OreCIA una “sintaxis euclidiand” “Merial curopeo.M De hecho, la naturale! 86 MAPAS, CONOCHITENTO ¥ PODER sgréfiea del mapa dio a sus usuarios imperiales un poder arbitrario que era fécilmente separable de las responsabilidades sociales y consecuencias d y cons jas de su ejercicio. El mundo pedta ser grabado sobre papel. El papa Alejandro VI demare6 las posesiones espaiiolas y portuguesas en el Nuevo Mundo.'§ En la divisién de Norteamérica, ella misma “parte de un vasto proceso y experimento europeo, un desarrollo actual del imperialismo interna- cional”, las “propias Ifneas del mapa exhibian este poder y proceso impe- rial porque habjan sido impuestos sobre el continente con poca referencia a los pueblos indigenas y en muchos lugares con poca referencia a la pro- pia tierra. Los invasores se reparticron el continente entre ellos eon dise- fios que reflejaban sus complejas rivalidades y su poder relativo".** En el siglo x1x, cuando los mapas se institucionalizaron mas y se vineularon al ‘erccimiento de la geografta como disciplina, los efectos de su poder se manifestaron nuevamente en [a ola continua de imperialismo europeo. La lucha por Africa, en que los poderes europeos fragmentaron Ia identidad de la organizacién territorial indigena, se ha vuelto casi un texto ejem- plar de estos efectos.%7 En nuestro propio siglo, en la divisién briténica de Ja India en 1947, vemos cémo el trazo de una pluma a través de un mapa podia determinar las vidas y las muertes de millones de personas. Hay innumerables contextos en los que los mapas se convirtieron en la moneda de “tratos” politicos, contratos, subuivisiones, ventas y tratados realizados con motivo del territoria colonial y, una vez vueltos permanentes en la Imagen, estos mapas com mucha frecuencia adquirieron fuerza de ley en el paisaje, Los mapas y el Estado-nacién rentea inextricablemente vineulada al sur- oderno. Muchos de los mapas rientes de agua y las fron- ico-econdmicas de la teras politicas que constitu Nitico-ec a seas 7 geografia europea.” Los primeros tedricos politicos eneargahan mans & Tos hombres de Estado, quienes, a su vez, estaban entre los primeros ¢ La historia de los mapas se encu\ imiento del Estado-nacidn en el mundo mo impresos de Europa subrayaban los estados, Ins con 1» las dimensiones pol 87 MAPAS, CONOCIMIENTO y yp, Dy, «40 fn muchos paises, Ia actividad cartograficg esta, i stado4 . mientras el Estado, vota a través del a menudo se insiste en que se trataba q, aaoclmientos que gozaban de privilegios gubernamentales, En Europ, secidenal la historia de los seeretos cartogralicos, aunque a menudo ny, arti efecto, se puede rastrear hasta el siglo xV1 con la politica de sigi, xpanola ¥ portuguesa? Era una préetiea para monopolizar el cong miento, para “usar documentos geogrificos como UN FeCUTSo econémieg, de la misma manera que se guardaban en seereto y se utilizaban los miste. ‘No obstante, actividad, de manera a prerrogativas comerci: os de oficio”.#* en ejemplo importante de la interaceidn entre los mapas y la politica de a de la tecnologia militar. Ante la mi de los militares, los mapas ido de conocimiento y las politicas de seereto y censura abundan tanto en la ac. tualidad, en las esp las” de defensa y de las agencias ccartogeifieas, como en los cuarteles de campaita del pasado.4 En un nivel ctico, los mapas militares son elementos pequefios pero fundamentales ructura téenica del ejéreito en el campo de batalla, Ast como pasaron de ser t4cticas de sitio yor movimiento, especialmente a partir del siglo xv, ¢ wtilizaron para la guerra fueron transformados.S (os contextos avtivos se dieron procesos histért- iento de los mapas fomenta la condueta belies ‘mediante un control remoto, de manera que, consideramos, el acto de ase- sinar se contempla con mayor facilidad.* Los mapas militares no sélo fact titan la conducta técnica de la guerra, sino que también aminoran el sen: tido de culpa que surge a partir de esta conducta, Las Kineas silencio: baisaje de papel fomentan la idea de un espacio socialmente vavlo. ean a a tes ae silenciosos; muchos de ellos a ances pea lite. De lisa forma que extsten desfiles Poemas militares, también, por lo menos a partir del siglo X° en Europ, bido plane ND rors ha habido planes de batalla disedados para conmemorat 10s wdares sugrados de gloria nacional A? Estado se encuentra en la histo jiempre han sido considerados un tipo deli acestrategias de también los m Sin em 608 mis ss MAPAS, CONOCIMIENTO ¥ PODER Los mapas y los derechos de Propiedad [Los mapas catastrales o estatales que muc revelan el papel de los mapas en I ‘tran los derechos de propiedad la historia de las rel ie See los seflores estatales o individuales podian controlar de manera wc cy les cra més efec- on campesina que ocupaba la tierra.4* En la sociedad romana, las précticas codificadas de los agrimensores pueden intern Frvia 11.2, Los mapas estatutes de gran escula y los catastros ‘an se convirticron en unc hernamicnta en el surgimiento del capit Inylaterra a partir del siglo xvt. Bn este fragmenta del mapa de Samuel Walker del estuuto de Garnetts, Bssex (1622), los detulles de propiedad (0s » téerras de 4 3 cin pci kas me Eakourd Naylor, ou = tierras de Richard Lavender), la deinen precisa a (eaeiee Ts derechos de propiedad a dda corrects (en acres, ooAs 0 perches) traluee tinge care ye xpos erin ese una ecu eS om or 1609 mst repontuccisn mie aprasmantament: 16 1.1 Gan de la British Library (Munuscritas Jaicionaes 1848 89 MAPAS, CONOCIMIENTS STO ¥ pop my isidn en Un SeNtido teGrig, no una estructura SO al para regular legalmente las Jos gravsamenes.*? LOS MiSMOS mapas aban diseflados para hacer my, ‘un orden social en el que habia hombres libres y eselave Territorial era a base del estatus.S° Tambign en jg ra dele Europa moderna estaba en funcionamiento algunas de esta fueraas, a pesar de que el conte: J6gico de los mapas era distinto, y grado hasta el cual el mapeo de las zonas Tu locales estaba encerrad, th un proceso de lig no nos deja dua en euanto a su contexto socio faly a su efetvidad como medio para resolver conflictos entre sefioresy tampesinos por derechos de propiedad de la 1 1 Los mapas abi la cultura de la sociedad de las tierras como To habfan hecho jas de la corte y en las maniobras militares de los Estados: fo en Euro s, los mapas se pueden ver insertos en algunos de ructurales a largo pkizo en la transicin del feudalismo al | La economia del mundo y su nueva divisién geogréfica del ta: bajo se producia gon la ayuda de documentos geograficos, entre ellos los taps Los panos preesosy de ran escala eran un medio para explot me ete ans tee para aumentar los costos de renta y part ce aeeae less modificar los documentos de tenencia de @ manera de inventario rife, ci i a sar Secret ete eta tee codifieacién de informacton Cia cd ciara ea a the Weatctinaatiene los dueftos eapitalistas dels cllos.S' Ver era orver en relaciin a 7 todo y tener un mejor conttl er fs mays. a sen a histor nes emg err DIE dk tn demarcacin, del scoala ieee el desarrlo de, nhs Yelena, nana a ont de gues en sem mayor frecuencia al In det so topsigafo enn’ tals de agsiultura st) OMe! seRor para difandir forms & Los mapas difuttaro ‘conuin, Asi eon como manuales téenicos de div we no s6loc urs sino tambien 00 sa epopiadas¥ para call Jados en bronce tala em piedra es permanente para el cual la x10 en tan bien en i ent las diploma nein del Renaein En termi los ‘capitalism eseritas n ‘iron de manet Wo al eae ve In vid contdtana ee Ta gent’ } como simboto sea polit leo de ( ” dela autoridad ONOCIMIENTO Y PODER SAPAS. contralizada, trajo consigo la “disciplina del tiempo” al ritmo de los traba- jadores industriales, $5 Ias lineas de los mapas, dictadoras de una nueva topogeatia agraria, introdujeron una dimensién de “disciplina del espacio”. zn las sociedades campesinas europeas, las antiguas tierras comunes eran subdivididas y asignadas con ayuda de los mapas, y en la “selva” de las an- tiguas tierras indias de Norteamériea las lineas fronterizas del mapa fueron ‘un medio de apropiacién que, quienes desconoefan los métodos topografi- Gos aeométricos, no lograron nunca cuestionar. Los mapas ingresaron en el Sistema legal, se colocaron en Is artillerfa militar, adquirieron una aurcola de cienelay contribuyeron a la creacién de una étiea y una virtud de defi- nicién cada vez mis precisa. El trazado de mapas excluia tanto como lad territorial de acuerdo con los dias de na el meca- incluia, Fijaba miento, accidentes de descubrimiento 0, con mayor frecuencia, nismo del mereado mundial. Contenido de los mapas en las negociaciones de poder *,pregunté Jincey. Ella sefia- colgiba, enrollado durante estaba detréts ae" “aftse es el mismo mapa? 16 el gran mapamundi que el verano, por encima del pizarrén que dle la sedorita Dove, “China todavia es anaran “Es un mapa nuevo —dijo Ia sedorita Dove—. Chins ss morada,” *Preflero el mapa viejo —dijo Jin a elvicjo mundo.” “La cartografia es un a sedorita Dove. ahora coy—. Me gu arte en movimiento”, dijo Fravces GRA PatTOs, Good Morning, ANCES Miss: Dove Jos historiadores cartogrificos ‘contenido de sus mapas y Se “distorsién” 0 “abuso” ha dedicado muy nes politiens de Durante mucho tiempo los eartsgealos Y han estado eonselentes de Tas tendenetas del eon’ refieren a ellas como “inelinacio” Ndesviaein”, de lox sétidos prineipios eartogréficos. Sin embariey 6 poco esputeto en fa Titeratura exetogriien Tas inplsnstones estos términas y a To que ellos representa ys todavia menos, conse- a MAPAS, CONOCIMIEN TS yp, ey sal “inclinactén” o “distorsiin” por To feneral se couencias sociales: que se deriva, a su vez, de un proce, ¢ “objetividad” que s¢ Cerva edimig, com una rel de “oie ¢ distorsionan de manera ue eli. ‘fico, Solo en los mapas aU togrifico. Sélo en Sa fea eon fines, por ejemplo, propaganlsticos 9 Pi blicitarios, se disc, ten las eonscouuneas. 5° LA cartogralia “profesional” del Servicio Estat} de tan get dels, Bartolome o Rand MeNally © Sus antecesores sergy considerados absolutamente libres de estas igenes politicamente conta, srmadas. Que ls mapas pueden producir una imagen verdaderamente cjgn, tifa del mundo, en la que la informaci6n concreta se representa de manerg ohjetiva, es una idea muy arraigada en nuestra cultura mitica. Reconocer {que to la eartografia es una “ficeion intrineada y controlada”®? no nos im. pide conservar una diferencia entre las presentaciones del contenido de, ‘mapa deliberadamente indueidas por el artificio cartogréfico y aquéllas en ia el contenido estructural de la imagen, Tide to car Tas que no se exan Distorsiones deliberadas del contenido del mapa En toda Ia historia de los mapas se pueden encontrar distorsiones delibera- das del contenido de un mapa con fines politicos y el cartégrafo nunca ha sido um artista, dibujante o téenico independiente, Detras del eartégrafo esti un conjunto de relaciones de poder que crean sus propias especifica- ciones. Ya sea impuestas por una persona individual, por la burocraeia del a ice estas norimas pueden ser reconstruidas tanto # dea Naat els mapas com del modo de representaci6n ear inde aa Matec de provecciones indviduales, la manips too de ole matiiencion oe cambio designos ode tipografia, 0 thas ht fone rater dels relactones geopolitics. Bsts pricoiins de guerra cn ea de las estrategias internacional bath as urs relies de la Eup de as ear vido expacaron us ben ae Ae sila y la Guerra ri de * £n los contenidos de los mapas propag™ otros medios.55 disticos tanto como a través de Oy MAPAS, CONOCIMIENTO Y PODER Mapas aparentemente objetivos también se én constante de su contenido. La representaciOn incorrecta y deliberada, caracterizan por la mani- ‘censura cartogrética” implica la disedia i 6n Incorrecta ada para confundir alos sarios potenciales et mapa, quienes, por lo general, eran opositores del seqcu quo territorial. No debemos confundirlo anterior con lx supresiones 0 las adiciones producto de errores téenicos, di oon us icompetencia o forzados por Ia escala o la funci6n. La censura cartogrifica quita de los mapas aspectos que, como otras cosas que permanecen iguales, esperariamos encontrar. Naturalmente, esto es menos notorio que una distorsidn evi- dente. Se justifica en terrenos de “seguridad nacional”, “eficiencia politi- ca” o “necesidad comercial”, y su préctica atin esté considerablemente difundida, La imagen censurada marca los limites del diseurso permisible y las omisiones deliberadas desalientan la “aclaracién de alternativas 50- ciales [...] dificultando que el desposefdo ubique la fuente de st inconfor- midad, ya no se diga la remedie”.®° La justificacién mas comin de la censura cartogritioa quiza siempre haya sido militar. En su forma més generalizada ha implicado 1a prohibi cién de la publicacién de deslindes.M Por otro lado, los detalles de las con- quistas en los mapas del siglo xvit no fueron corregidos por Federico el Grande para engaiiar al enemigo potencial, de la misma manera que se ha deducido que las ciudades de algunos mapas rusos fueron reubicadas deli beradamente en posiciones incorrectas en Ia década de los sesenta para evitar que las {uerzas enemigas tomaran medidas estratégicas.*" Asimis- ‘mo, desde el siglo x1x ha sido una pricti impiat” sistema- ticamente evideneias de instalaciones militares clave de las series oficicles de mapas topogrificos.® Ahora la préectiea se extiende a otras earacteristh eas cuando su inclusién es potencialmente vergonzosa para el gobierno en cuestién; por ejemplo, los tiraderos de desperdicios nucleares se omiten en los mapas topogrificos oficiales de los uscs. La falsifiencién deliberada del contenido de los mapas se ha reltcions do con consideraciones politicas ajenas a las exelush tares. Se han tergiversado las fronteras de los mapas, por une parte, para ee reclamos histrieos de territorio nacional, y por otra, como producto arte de In prediceidn, que consiste en usar los mapas pars PATTY aitin ietones territortales futuras.©* Por ejemplo, las fronte laciona- 93 MAPAS. CONDCIMEN OY Py m mapas y alas oficiales, 0 6n imAgenen mig postales, han sido ineluidas © suprimiday er eit la preferencia politica del momento. Estas Prcticas tam, rare plican dinicamente als fronteras politieas de Tos mapas, Est gy, ar anente dacumentado et hecho de que as geografias de lengua, “rane cettiion han sido reflejadas de acuerdo con las creencias dominantes x disputa, mostradas ef Tos meras como estampillas Fiori 0.3. tnelus fos simples mapas te Saies Propagundisticos. Este mapa de deutsch Jungen (Julius Rele, Jed. 19, ‘maticos pueden cransmitir sutiles me™ atlas escolar, del Geschichtsatlas fir die en Europa - 1935). representa los elementos germunics (x 1m mapa insert eae inserto) del. Tevenda para los ‘calores de los Pauta de distribuciin es Tealista, lag Perl genera eran mucho min sn ence, ce otro lado del océano; sin embargo, no oe {res lumaios de simbolos, Mientras que minorias germanas en los patses euroPe® "las (menos de 4% de la poblacién total) 4 iso a dela British Library (Mapas 30.6.25)- MArsS, CONOCIMIENTO ¥ PODER Hay numerosos casos en que los nombres indigenas de lugares de los gru- pos minoritarios se suprimen en los mapas topograficos en favor de una toponimia esténdar del grupo que tiene el control 67 Distorsiones “inconscientes” del contenido de los mapas Para el estudiante de la iconografia cartogréfica debe resultar interesante también el sutil proceso mediante el cual el contenido de los mapas recibe la influcneia de los valores de la sociedad que produce el mapa. Cualqui historia social de los mapas debe ocuparse de estas reglas ocultas de las imagenes cartogréficas y de sus consecuencias accidentales.* Se aborda- ran tres aspectos de estas estructuras ocultas: él relacionado con la geome- tria de los mapas, con los “silencios” en el contenido y con las tendencias jétarquicas en la representacién cartografica. Geometria subliminal La estructura geométrica de los mapas, su diseiio grifico en relacién con la ubicacién en la que se centran o con la proyeccién que determina su rela- cidn de transformacién respecto de la tierra es un elemento que puede magnificar el impacto politico de una imagen incluso cuando no se preten- da distorsionarla conscientemente. Un aspecto universal de los primeros mapamundis, por ejemplo, es cémo han estado constantemente centrados en “el ombligo del mundo”, segtin ha sido percibido por distintas socie~ dades. Este “sindrome del ombligo”,7° en el que un pueblo piensa que ha sido designado por la divinidad para ser el centro del universo, puede encontrarse en mapas muy lejanos en tiempo y en espacio, como los ee la antigua Mesopotamia, con Babilonia en el centro; los mapas del universo chino eon China en el centro; los griegos centrados en Delfos; Jos smiios centrados en la Meca y los mapamundis cristianos que ubican a ikon es como el “verdadero” centro del mundo.7" El efecto de esta geometris 95 ca i ill anna Oe etait tae MAPAS, CONOCIMESTO Y py, ma, in" sobre la coneiencia social del espa, ria incorrecto sugerit que alBUNAS earacterst ron necesariamente a visiones idéntig, =perfeecionamiento de post ‘es muy difiell de vyalorar ¥ as a8 in aa nce titimo, estos mapas tlenden a enfocgy eo in embar. ues 1 el centro; por lo tanto, promueven el da, dm del que Ios oe rigs hacia el interfor, cada una de aly arrollo de “visiones del mund see aninaitie dé witianastseaet vn un centro de eulto separado, a8e doy Jaderos ereyentes”. ; er ymincnexnoeénctien puede aber sido oeastonada poy slgunas de las proyeeciones formales de mapas del Renacimiento europe, También en ese caso, un mapa estructura Ia geografia que describe de severdo con una serie de ereenelas en ewanto a cope dcberfa ser el mun. dy presenta esta construcelén como verdadera” 74 E2n el conocido elem. plo de la proyeceidn de Mercator no se sabe st Gl mismo, quicn diseis el mapa pensando en los navegadores para mostrar instrucciones reales de brijula, era consciente del grado hasta el cual su mapa Hegaria a proyeetar ‘aya imagen que reforzaea con (unta fuerza Ia visi6n europea de su propia hgemonia del mundo, Ain asi, el simple hecho de que en su proyeceién Europa quede en el centro del mundo, y de que el drea de las masas de te rent tan distorsionsala que dos teroeras partes de la superficle de la ther pavecen estar en uma Tatitud alta, debe de haber eontribuldo notablemente alseutide europea de superloridad, De hecho, en la medida en que los “ee tados colontalistas lanes dow de lo que son, ate " apareeen en ef mapa relativamente més gran nlentras que “lis colonise” habitadas por pueblos de tran “demasiado pequenas”, sugiore mo se puede leer y tender como wna pratecia geopolitien,?8 olor se an EL silencio en low mapas HL coneepta de “allen AFRUMENLACKN et tore Hos" en Jox mapas es funeane Aqui ne aise Wn Ia tnfluenola de sus mensajes politleas ooultos ow mapa, : Mapas, Al Atul que tow efe 1 ols Meraturao dol muna hatte 7 vai hs hemp del cane de Wut Iiflucniota socal tanto a % wntal para cualquier siaras, CONOCIMIENTO ¥ PODER, vés de sus omi yy enfatizan, nes Como por me io de las caracteristicas que deseriben Las corrientes politicas escondidlas bajo estos sil sas que en ocasiones resulta diffcil explicattas dni otros factores histéricos 0 téenicos. En la Irlanda plo, el hecho de que los topégrafos que trabaj ingleses a veces exeluyeran las viviendas de los irlandeses natives de ane mapas que, por demis, eran “precisos”, no es solo cuest de prominencla topografica de las easas, sino de los conflictos religiosos yde las relactones de clase del campo irlandés.% Se puede decir lo mismo de las omisiones de los levantami lo impresos de la Inglaterra del siglo xvii; la exclusidn de las pequefias viviendas rurales puede rose ponder tanto al mundo ideal de los elientes d han los mapas como a los dictados de la escala de los pri ¢ncios son tan podero- mente recurriendo a del siglo xv, por ejem- jaban para los propietarios ntos de conda vitos de tierras que encarga- cartogratiea.?7 En muchos neros mapas de cludades, el cartégrafo puede haber ignorado inconscientemente las calles y los jardines de los pobres para preferir los caminos principales, los edificios piiblicos y las resideneias de la ‘comercial a manera de promoeién conselente de orullo cfvico 6 eon el fin de jnctarse de alin éxito comercial. Este filtro ideoldigico es un proceso universal, En el trazado colonial de los mapas, al igual que en Norteamért= ca en ol siglo xvin, los silencios también se consideran una manifestacion de discriminacién contra los pueblos natives, Un mapa como el de Virgie nin de Fry y Jefferson (1751) sugiere que los europeos habian vivido ahi desde slempre; ln parte en la que se representan las “naciones Indias” se ibuja como sefial de la futura expansién colonial y no gomo un reconoel- miento de wu titegridad étatea.” De esta manera, durante el largo pertodo de lay exploractones, los mapas europeos dieron una visién parcial de low eucuentros Gunleos y apoyaron el derecho divine de aproplactén territorial le los eturopeos, También los atlas europeos, mientras codifiearon wn rane Ao mucho mayor de conoeimlento deografico, promovieron una visién curocdéntrion Impertalista que efeetivamente reflejaba una inelinaetén al expuclo domeéstieo que reforzaba la pereepelén europen de la supertoridad cultural en ¢l sistema del mundo.™Los sllenclos de los mapas, a menudo Parte de estercotipos culturales mas amplios, Hegaton, por to tent a Poner en alto las profectas cumplidas acerca de ta geogratia del poder. o7 MAPAB, CONOLIMIENTY yy " sae taciOn Jerarquias de representae womio forma de proclamacién soctal ew atin may, Thong, cen y por lax formas de Fepreventagtig da pa os sates onvenicionales 0 cartogrAQiCon) que hay i, aie suen rscristoan el paisale (Durante mucho tempo, in a le ow endgrai sko que To s00% para Tay hudadery oon eneritn yo nea mediante Ic0n08 U OUTO8 TECUFNON abtray dosneamde nanera proporcional al range. de fos Iugares en euenie aeenpntonte fa jerarqata visual de Tos signon resultante en Ios primer, mapas miodernon a micndo es ania réplien de los estraton legates, feuday J euenistivos, De hecho, los eart6grafos vontempor’nneos no Ian perin Ul eoncepto de unn sociedad teretorial dispuesta en bileras. Mercator, up tempo, expersba en si atlas de 1595 mostrar “una Cnumerdeidn y asigns cin exacta de lav neds de prinelpes y nobles". Al igual que otros cand, fafos anteriores, disc un conjunte de signos de la colonizaetén que, em In misina fidelidad que las oundriculas ya menclonadas, conforman un ‘ndenalento del expacto representado en el mapa con el solo hecho de hacerlo visible. En otros mapas las cluddes ovupan expacion, inese «cumplicalo con las eonvenciones eartogeaficas, exeesivamente alejados de unbién los signos de los eastillos, ya que tmpliean un range feudal y militar, ocasiones son mas grandes que los correspon: dientes a Jos poblados, a pexar de que ocupan en In ticrra un tamaio menor Low exctlos de armas, simbolo de posesién territorial, se emplea- han para lovalizar ta theza de un seforio, mientra que a los asentamien tow euva tencncia dependia del orden feudal se les asignaban signos infe Frege inperar su publacin oe tanato del dea que ocwpaban, Exe wrticulinmente comin en low mapas del territorio germano que alte: rlonmente se encontrl = ie Sian a aa lla geotrafia del poder deta Iglesia.

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