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El apego es el cariño, la estima y el afecto que un individuo siente por otra persona o por una determinada

cosa que puede ser un objeto, un bien, entre otros y que genera que a esa cosa o persona le dispense un
trato especial de sumo esmero y protección. “Mi abuela está muy apegada a su casa, será difícil
convencerla para que la venda. María siente un fuerte apego a su hijo desde que su marido falleció. Cariño
intenso que se siente por alguien o algo y que genera que se le brinde suma protección y cuidado El apego
implica una relación de cariño y empatía muy importante en intensidad, ya sea entre dos individuos, entre
un individuo y un animal, o entre un individuo con respecto a un bien u objeto determinado, y es normal
que tienda a perdurar a través del tiempo, y asimismo a que la persona se resista a desprenderse de él ya
sea regalándolo o vendiéndolo. El hecho que alguien, un extraño o conocido, intente separarlo de ese
objeto de afecto tan grande, o de esa persona, desencadenará en esa persona resistencia y enojo.
Pensemos en una niña que quiere mucho a su muñeca y su madre no le dice nada y se la regala, cuando lo
descubra esa niña se enojará mucho con su mamá y seguramente llorará mucho la pérdida de su juguete
preferida. Algo símil, pero más trágico, ocurre cuando un malhechor nos quiere arrebatar algo que
apreciamos mucho, por la fuerza. Nos resistiremos y haremos lo posible para conservarlo, pero claro, de
ello puede hasta depender nuestra vida si es que el delincuente nos amenaza con algún arma o con
hacernos daño de alguna manera. Mucha gente fallece en circunstancias de robos por querer resistirse y
resguardar aquello que es objeto de su afecto. El apego es un sentimiento característico e innato de los
seres humanos, porque para las personas el afecto es sustancial en cuanto a su desarrollo en la vida. Está
privadísimo que crecer con la carencia de afecto impactará de modo negativo en la vida de esa persona y
podrá presentar a futuro desajustes en su personalidad que le compliquen la inserción social
especialmente. Manifestaciones típicas del apego Mientras tanto, el apego se manifiesta y demuestra a
través de gestos, caricias, abrazos, palabras, besos, actitud protectora, entre otras. En tanto, el apego,
suele implicar una serie de comportamientos característicos que permiten reconocerlo fácilmente como
ser: denodado esfuerzo por prolongar la cercanía con aquella persona o cosa; resistencia en caso de
mediar la separación, manifestando inmediatamente ansiedad y profunda tristeza; mantenimiento de un
contacto sensorial exagerado; utilización de la imagen de apego como sostén para así avanzar en materia
social y física; refugio en la figura de apego en aquellos momentos de tristeza y miedo, es decir, la
persona abraza y busca ese elemento o persona que es objeto de ese apego para sentirse protegida. Por
otra parte, el apego, presenta diferentes fases como cualquier proceso tradicional, consistiendo
precisamente de cuatro, que van desde el nacimiento del individuo y hasta el año de vida
aproximadamente: predilección por aquellos miembros de la misma especie (hasta los tres meses),
predilección por los lazos familiares, aunque, no se descartan las personas extrañas (3 a 5 meses),
asociación y miedo a los extraños (6 a 12 meses), aparición de la independencia (a partir del año). Cabe
destacar, que, en aquellos casos de un apego sumamente fuerte, la persona que padezca del abandono de
ese objeto o individuo súper apreciado puede caer en una honda depresión que ponga en serio riesgo su
satisfactoria salud física y mental. Hay individuos que no son para nada apegados a nada, es más, se van
desprendiendo de las cosas que suelen acumular en la vida de manera sencilla y sin resistencia, pero hay
otras personas que disponen de una tendencia a apegarse a todo y justamente son estos quienes más
sufren cuando pierden esos elementos o personas que tanto quieren y cuidan.

DEFINICIÓN DEAFECTO
Del latín affectus, el afecto es una de las pasiones del ánimo. Se trata de la inclinación hacia a alguien o
algo, especialmente de amor o cariño. Por ejemplo: “La actitud de Ricardo fue una auténtica demostración
de afecto”, “Todos los niños deben ser tratados con afecto”, “El afecto es imprescindible en las
relaciones humanas, pero no impide que puedan producirse roces y conflictos”.

Es habitual que la noción de afecto se utilice de manera más formal o distante que el concepto de amor.
No es lo mismo sentir afecto por alguien que amarle. Por otra parte, no es frecuente decir que se ama a
un objeto, mientras que tener afecto por una cosa es más común: “No voy a regalar ningún juguete de mi
infancia ya que les tengo mucho afecto a todos”, “Yo sé que debería decirle lo que pienso, pero no quiero
lastimarlo ya que siento afecto por él”.

Para la psicología, la afectividad es la susceptibilidad del ser humano frente a distintas alteraciones del
mundo real o simbólico. Por lo general se produce a través de un proceso interactivo (quien siente afecto
recibe algo de la otra parte): “Lautaro sintió un gran afecto al enterarse de la noticia”.

Algunos de los puntos fundamentales de la afectividad son los siguientes: la preponderancia de la familia
y de las relaciones amorosas; se inhiben las funciones de la consciencia; se plantean metas bien definidas
hacia las cuales se dirigen el querer, las tendencias y el sexo; se produce una oscilación entre lo que
agrada o desagrada y lo que se odia, que representan dos polos de tipo sexual.

Según Antonio Damásio, un reconocido médico neurólogo originario de Portugal, las emociones y todas las
reacciones que de ellas se desprenden tienen una conexión con el cuerpo, pero los sentimientos están
ligados a la mente. A pesar de que nadie haya establecido una serie de diferencias formales entre el
afecto y las emociones, hay autores que definen el primero como un proceso de interacción entre un
mínimo de dos personas, pero consideran que las últimas ocurren en la intimidad de cada individuo.

Por otro lado, existe la postura de Benedicto de Spinoza, un filósofo neerlandés del siglo XVII, opuesta a
la anterior en cuanto a los vínculos entre afecto, emociones, cuerpo y mente. Según sus estudios, existían
diversos afectos, que podemos observar a continuación:

* el deseo: cuando una persona se determina a realizar una acción movido por una afección que proviene
de su propia esencia;

* la alegría: se da al trascender de un grado de perfección a otro mayor;

* la tristeza: el fenómeno inverso a la alegría;

* la admiración: tiene lugar cuando el alma queda perpleja ante una imagen, dado que no puede conectarla
con otras;

* el desprecio: dado el insignificante impacto producido en el alma por una cosa, la primera intenta buscar
todo lo que en esta última no encuentra, en lugar de prestar atención a lo que sí advierte en ella;

* el amor: es la combinación de una alegría con un hecho de origen externo al propio ser;

* el odio: similar al amor, se conjuga una tristeza con una causa externa;

* la propensión: se da cuando la idea de un objeto que accidentalmente provoca alegría, acompaña a una
alegría;
* la adversión: es como la propensión, pero en lugar de alegría se centra en una tristeza;

Por otra parte, se dice que una persona está afectada a algo cuando es destinada a prestar
sus servicios o ejercer funciones en una cierta dependencia: “Los jugadores afectados a la concentración
no pudieron pasear por la ciudad”, “Los vecinos afectados decidieron llevar su protesta a los tribunales”.

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