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¡Contra la partición!
(septiembre de 1947)
Fuente: Publicado originalmente en hebreo en Kol Ham'amad (La voz de la clase), No. 31,
septiembre de 1947, por la Liga Comunista Revolucionaria - Sección Palestina de la Cuarta
Internacional.
Los miembros del comité de la ONU mostraron "comprensión" e "hicieron un gran trabajo
en un tiempo muy corto". Con estas palabras, la representante de la Agencia Judía, Golda
Meir, aprobó la propuesta de partición [de Palestina]. La mayoría de los partidos sionistas
estuvieron de acuerdo con ella, con ciertas reservas en cuanto a la "forma" de la solución.
¿Qué les da a la propuesta de la ONU a los judíos? A primera vista, todo: una cuota de
inmigración de 150.000 personas y más; independencia política; alrededor de dos tercios
de Palestina; tres puertos grandes y casi toda la costa. Eso es más de lo que los optimistas
entre los miembros de la Agencia Judía se atrevieron a pedir.
¿No son esta "comprensión" y "simpatía" un poco sospechosas? ¿Por qué votaron a favor
de esta propuesta los representantes de Canadá, Holanda y Suecia, que tienen estrechos
vínculos con las potencias anglosajonas? ¿Y por qué votaron a favor los representantes de
Guatemala, Perú y Uruguay, cuyas políticas son dictadas desde Washington? Todos los
periódicos sionistas, así como los semi-sionistas (los órganos del Partido Comunista de
Palestina) se negaron a plantear esta cuestión. Y por supuesto, no le dio respuesta.
¿Cuáles son estos cálculos? En nuestra época, la época de las revoluciones sociales y
revueltas de los pueblos esclavizados, el imperialismo gobierna por medio de dos métodos
principales: la represión despiadada y brutal (como en Indonesia, Indochina y Grecia), o
quebrando la lucha de clases mediante conflictos nacionales. La segunda forma es más
barata y más segura, y permite al imperialismo ocultarse detrás de bambalinas.
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El imperialismo ha empleado hasta ahora con éxito el método divide et impera en este
país, mediante el uso de la inmigración sionista como factor de división. De esta manera,
se ha creado la tensión nacional, que, en gran medida, dirigió la ira causada por el
imperialismo entre las masas árabes en Palestina y en el Oriente Próximo contra los
judíos. Pero últimamente este método dejó de producir los resultados deseados. A pesar
de la tensión nacional, una clase obrera árabe fuerte y combativa se ha desarrollado en el
país. Un nuevo capítulo en la historia de Palestina se abrió cuando los trabajadores árabes
y judíos cooperaron en huelgas a gran escala, con el fin de obligar a los explotadores
imperialistas a hacer concesiones. Y el fracaso del último intento de arrastrar a los
habitantes de Palestina a un nuevo torbellino de derramamiento de sangre por medio de
provocaciones, enseñó a los imperialistas una nueva lección. Ahora sacaron sus
conclusiones: ¡si se niegan a luchar entre sí, los colocaremos en una posición económica y
política que les obligará a hacerlo! Ese es el verdadero contenido de la propuesta de
partición.
Un pequeño estado judío en el corazón del Oriente Medio puede ser un excelente
instrumento en manos de los estados imperialistas. Aislado de las masas árabes, este
estado será indefenso y estará completamente a merced de los imperialistas. Y lo van a
utilizar con el fin de fortalecer sus posiciones, mientras que al mismo tiempo sermonean a
los estados árabes sobre el "peligro judío" -es decir, sobre la amenaza representada por
las tendencias expansionistas inevitables del pequeño estado judío. Y un día, cuando la
tensión alcance su pico más alto, los "amigos" imperialistas abandonarán al estado judío a
su suerte.
cuando cerró las puertas de todos los países a ellos. El destino de los refugiados es su
responsabilidad. El imperialismo no es filantrópico. Si envía como un "regalo" a los
refugiados a Palestina, lo hará por una sola razón: utilizarlos para sus propios fines.
¿Qué pasa con el Partido Comunista de Palestina? Al parecer, espera una solución "justa"
de la ONU. En cualquier caso, sigue sembrando ilusiones en cuanto a la ONU, y en ese
sentido ayuda a ocultar e implementar los programas imperialistas.
Contra todo esto, decimos: ¡No caigamos en la trampa! La solución del problema judío, al
igual que la solución de los problemas del país, no vendrá "desde arriba", de la ONU de o
cualquier otra institución imperialista. Ninguna "lucha", "terror", o "presión" moral harán
que el imperialismo abandone sus intereses vitales en la región (¡las acciones de las
empresas aceiteras arrojaron un 60% de dividendos este año!).
Con el fin de resolver el problema judío, con el fin de liberarse de la carga del
imperialismo, sólo hay un camino: el de la lucha de clases común con nuestros hermanos
árabes; una guerra que es un eslabón inseparable de las guerras antiimperialistas de las
masas oprimidas en todo el Oriente árabe y en el mundo entero.