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HEGEL COMO INSPIRADOR.

DIALÉCTICA DE LOS
EJERCICIOS DE IGNACIO
DE LOYOLA
Arturo Gaete, S.1.

Un autor inspira a otros que piensan algo muy


distinto de lo suyo. Así Hegel inspira a Marx para concebir la Revolu-
ción Comunista y a Fessard, en el siglo XX, para interpretar los Ejerci-
cios Espirituales de Ignacio de Loyola. Aquí haremos una breve presen-
tación de los Ejercicios y luego expondremos la interpretación de
Fessard.

I. Los Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola

Ignacio es un noble vasco que nació en 1491 y murió en 1556. En


1521, el Duque de N ájera le confía la defensa del Castillo de Pamplona,
sitiado por los franceses. Ahí es herido por una bala de cañón, que le
destroza una pierna. En Loyola es operado de la pierna, sin anestesia y
sin dar ningún grito. En su castillo pasa una larga convalescencia. Cuan-
do se aburre, pide libros de caballería. Pero en el castillo los únicos
libros que tiene son La Vida de Cristo de Ludolfo de Sajonia, y una
Antología de Vidas de los Santos . En su soledad comienza a preguntarse:
¿qué pasaría si yo, en lugar de emular a los héroes guerreros en sus
hazañas, emulara a Santo Domingo y a San Francisco y dedicara mi vida

Arturo Gaete Urzúa , S.1. , Instituto de Filosofía, Pontificia Universidad Católica de


Chile; Departamento de Filosofía. Universidad de Chile.
102 SEMINARIOS DE FILOSOFfA. N°S 12-13. 1999-2000

entera al servicio de Cristo? Inicia una vida de peregrino. Durante un


año vive en Manresa, un pueblo vecino a Barcelona. Ahí tiene una expe-
riencia de Dios muy notable, que después va a llamar Ejercicios Espiri-
tuales. Siguen unos años de tanteo: viaja a Jerusalén, pero le impiden
quedarse; estudia en Salamanca y París, en preparación para el sacerdo-
cio. Desde un comienzo busca compañeros con quienes compartir su
experiencia. En 1540 funda la Compañía de Jesús. Desde su conversión
hasta su muerte ejerce una profunda influencia sobre los hombres de su
tiempo. Escribe más de 7.000 cartas. (En su época es el hombre que más
escribe . Y si escribe tanto es porque muchos hombres importantes le
pidieron consejo.)
Los Ejercicios están en el centro de la vida de Ignacio. Lo inspiran
en la fundación de la Compañía de Jesús y en su polimorfa presencia en
su tiempo y en los cuatro siglos que siguen.

Los Ejercicios Espirituales: un proceso de cuatro etapas

No es propiamente un libro lo que deja por escrito, sino sus notas


para la guía de una experiencia en Dios. Comienzan con veinte Anota-
ciones, que orientan tanto al que da los Ejercicios como al que los reci-
be. El que da los Ejercicios no es el predicador. Podría pasarle un libro
al que los hace. Ahí encontraría material para la oración . Su tarea es
otra: acompañar al ejercitante en lo que este va viviendo. Se trata de una
conversación diaria.
Ignacio divide el proceso de los Ejercicios en algo que llama Se-
manas. Pero se trata simplemente de etapas : una dura ocho días, otra
doce más, otra tres y otra cuatro, más o menos.
En el centro, es decir, entre la Segunda y la Tercera Semana, colo-
ca la pieza clave: la Elección. Esta es la respuesta a la pregunta con que
se inician los Ejercicios: "¿qué quiere ~ios de mí (o de nosotros) aquí y
ahora?" . La Primera y la Segunda Semana son preparación para la elec-
ción. La Tercera y la Cuarta son consecuencia de la elección.
En la Primera Semana el ejercitante hace oración sobre su situa-
ci6n de pecado y sobre Cristo, que lo ha liberado de él. La Segunda
consta de tres meditaciones fundamentales y de contemplaciones sobre
la vida de Cristo. Las meditaciones llevan por título respectivamente:
El Reino de Cristo, las Dos Banderas y las Tres Clases de Hombres. En
la Tercera Semana, el ejercitante hace oración sobre la Pasión y Muerte
de Cristo y sobre lo que eso le dice para su vida. En la Cuarta, la
oración es sobre la Resurrección de Cristo, comienzo de nuestra propia
resurrección.
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11. Interpretación de Gaston Fessard, S.J.

1. En 1956, con ocasión del Cuarto Centenario de la muerte de Igna-


cio, Fessard publicó un libro titulado La Dialectique des Exercises Spiri-
tueles de Saint Ignace de Loyola. Diremos algunas palabras sobre Fes-
sard, que ayudarán a entender el sentido de su obra.
Nacido en Elbeuf en 1897, fue alumno de los jesuitas en el Cole-
gio de Marneffe, colegio en el exilio después de la expulsión de 1904.
En octubre de 1913 entró al Noviciado de la Compañía. Durante sus
estudios hizo el servicio militar en Turquía. En 1919 vuelve a Cantor-
bery para sus estudios literarios, luego de filosofía y teología.
En 1920 comienza un camino filosófico muy personal, que no
interrumpirá más. Discípulo de Henri Gouhier, hace un Diploma de Estu-
dios Superiores sobre Maine de Biran. En 1925-1926 inicia en Alemania
un estudio de la Fenomenología del Espíritu de Hegel. Blondel y Hegel
son los autores que más lo van a marcar en su interpretación de los
Ejercicios.
Fessard tiene un pensamiento sistemático, pero lo desarrolla a pro-
pósito de otros temas. En 1936, a pedido de Gabriel Marcel, aborda en
Pax Nostra los grandes problemas de la política internacional. En 1960
escribe su gran obra De l'Actualité Historique. Es clave en su pensa-
miento la triple dialéctica: Amo-Esclavo, Hombre-Mujer, Pagano-Judío.
Las dos primeras las toma de Hegel y Marx. La tercera la inventa él.
Según Fessard, lo que hizo Ignacio en los Ejercicios fue desplegar
la dialéctica de la libertad. Sabe que Ignacio no tiene una gota de filóso-
fo. Pero diría al ver su libro: "Fessard ha puesto bien en forma teórica lo
que yo hice en forma práctica".

2. Dos definiciones de la libertad

Fessard propone una primera: "La libertad es la posesión de sí


mismo por sí mismo"l (p. 37). Los animales vienen totalmente hechos, o
casi. Una culebra o un gorrión no se ponen ellos, vienen ya puestos. El
hombre, en cambio, viene un mínimum hecho pero con capacidad de un
infinito por hacer. Sobre todo si uno considera no solo la historia perso-
nal, sino la de la especie. Propone también esta otra definición: "la
libertad es el paso del antes al después" (p. 39). Aquí se está refiriendo

Fessard. G. La Dialectique des Exercises Spirituels de Saint Ignace de Layola. p. 37.


104 SEMINARIOS DE FILOSOFfA. N°S 12-13. 1999-2000

a la libertad del libre arbitrio. ¿Por qué distinguir un ANTES y DES-


PUÉS? Porque el hombre, antes de decidir lo que quiere ser y lo que va
queriendo ser a lo largo de su historia, trae una serie de determinismos:
unos son genéticos, otros de la propia infancia, otros de la larga historia
humana. Uno no decide desde cero, sino desde un set de determinaciones
que le son dadas. Pero estas determinaciones son ambivalentes. El hom-
bre puede servirse de ellas de diferentes maneras. Además, la libertad no
termina con la elección . De esta se siguen consecuencias, unas más pre-
visibles, otras menos. La mejor ilustración de esto la constituyen los
hijos. Los padres quieren tener un hijo en tales o cuales condiciones.
Algunas pueden manejarse ; otras se les escapan . Todo esto aparece más
claro en la historia de los pueblos . Y aparecerá también más claro en el
despliegue de las Cuatro Semanas de los Ejercicios. Fessard da un título
a cada una de estas Semanas:

Primera Semana: Posición del No-Ser;


Segunda Semana: Negación de esta posición;
Tercera Semana: Exclusión del No-Ser;
Cuarta Semana: Posición del Ser.

3. Primera Semana

Dicho en el lenguaje de Ignacio, el hombre toma conciencia de su


pecado. Esta Semana termina cuando este se da cuenta de que Cristo lo
ha redimido y lo invita a seguirlo. Digamos lo mismo en un lenguaje
más cercano: el hombre se descubre como un ser que se ha farreado los
dones . Vive en la inautenticidad. En lugar de ser el verdadero 'sí mismo'
a que está destinado por Dios, en lugar de vivir su propia vocación , se la
esconde y la malgasta. " Vocación" viene del latín vacare, llamar. ¿Quién
10 llama? Dios. La ' palabra "pecado", corriente en el lenguaje religioso,
puede ser usada de manera ambigua; puede ser entendida como infrac-
ción de normas, de prohibiciones, etc . Ignacio y Fessard no la entienden
así. Pecado ' significa la abdicación de lo más profundo que hay en uno .
Pero la finalidad de la Primera Semana no es esta mera toma de concien-
cia. Es también la toma de conciencia de que Cristo nos ha salvado y nos
invita a seguirlo. Se trata todavía de una invitación en general. Se va a ir
concretando a 10 largo de la Segunda Semana.
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4. Segunda Semana

Cristo concretiza su invitación por dos vías: el ejemplo de su vida


y el eco que ella suscita en el ejercitante. Los Ejercicios no son solo un
proceso de reflexión; se trata de algo mucho más global. Esta realidad la
designa con el nombre de oración . El hombre se pone en oración, en
comunicación con Cristo. También se ve llamado -despistado sería una
mejor palabra- por Lucifer.
Hasta aquí las Banderas. Ignacio lo invita también a explorar las
formas de su voluntad: ¿quiero yo realmente lo que digo querer, o creo
querer una cosa y en realidad quiero otra? Este es el tema de las Tres
Clases de Hombres.
Habiendo dado una sumaria descripción de lo que dice Ignacio,
paso a la interpretación de Fessard. En la Segunda Semana se viven
simultáneamente dos procesos: el de Cristo que se manifiesta y el del
ejercitante que va descubriendo gradualmente a qué lo llama Cristo. Al
ejercitante Fessard lo designa con el nombre de la "libertad subjetiva" y
a Cristo con el nombre de la "Imagen de la Libertad" o simplemente la
"Libertad". Cuando el ejercitante ha hecho en la oración la experiencia
del extremo del No-Ser ético -este era sentido de la meditación del
Infierno en la Primera Semana-, Cristo se le manifiesta como el Sí mis-
mo que, desde la Cruz, lo libera y lo llama. ¿Y lo llama a qué? A
acompañarlo en la manifestación gradual de la historia de la salvación.
Este era el contenido de la Meditación del Reino.
Pero esta respuesta es total como disposición inicial. El desarrollo
del proceso de los Ejercicios va a mostrar que las cosas son más comple-
jas. El ejercitante alternará en sus meditaciones la contemplación de la
vida de Cristo y de su propia situación. Una de las primeras cosas que va
a experimentar es que siente en su interior no uno sino dos llamados: el
de Cristo y el del demonio o Lucifer (etimológicamente, ' el que lleva la
luz'). Cristo lo llama a renunciar al dominio de los bienes materiales, del
prestigio y de la dominación total. Lucifer lo llama a todo lo contrario: a
tomar posesión del mundo por la riqueza, por el honor y por el poder.
Este es el lenguaje de Ignacio y Fessard lo conserva. Hagamos un esfuer-
zo para traducirlo a un lenguaje más cercano al nuestro. Todas las cosas
creadas por Dios son buenas. Su absolutización es lo malo: la riqueza a
cualquier precio, el prestigio a cualquier precio, el poder a cualquier
precio . Cristo no llama exactamente a desprenderse de todo esto; llama a
estar disponible a desprenderse. Después, en la Elección, se verá si tiene
que desprenderse. Un Presidente de la República que hace Ejercicios no
tiene que renunciar legalmente a la Presidencia para poder elegir. Y para
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saber si Cristo pide o no la renuncia, tendrá que haber señales. No seña-


les milagrosas o parapsicológicas. La hermenéutica de la vida basta. En
muchos ámbitos de la vida aparecen señales: a buscar tal tipo de mujer,
tal profesión, tal tarea política (EE. n. 146: " ... y si su divina majestad
fuere servida y los quisiera elegir ... ") . Por ahora estamos en la disposi-
ción para elegir. Así son las cosas en el ANTES. En el DESPUÉS de la
elección sabrá el ejercitante si Cristo lo llama a este género de vida o a
otro. Churchill podría haber hecho Ejercicios en años anteriores a su
llegada al poder. Pero en el momento en que llegó estaban claras las
cosas: Dios no quería que siguiera disponible, sino que tomara la suce-
sión de Neville Chamberlaine.
La Tercera Meditación antes de elegir, Fessard la formula así: el
hombre de la Primera Clase vive en la "representación" (en sentido hege-
liano). No niega que el ideal es estar disponible. Pero no da los pasos
que separan el ideal de la realidad. El segundo vive también en la "repre-
sentación": da algunos pasos hacia la realización, pero solo algunos . El
tercero quiere efectivamente. Es consciente de su apego natural a los
bienes, etc., y por eso le pide a Dios que lo elija en pobreza actual, etc.
Llegamos al momento central de los Ejercicios: la Elección.

5. La Elección

Ignacio propone seis documentos que pueden ser de gran ayuda


para la elección. Porque sucede que esta se da en distintos contextos
existenciales. De ellos vaya tomar dos: uno titulado "Tres tiempos para
hacer sana y buena elección" (175-177), y otro titulado "Para enmendar
y reformar la propia vida y estado" (189).

"Tres tiempos para hacer sana y buena .elección" ( 175-177)

Todos entendemos lo que es hacer elección. Ignacio lo entiende de


manera mucho más compleja y distingue tres "tiempos":

El primer tiempo es cuando Dios así me mueve ... que, sin dudar... el
alma devota sigue a lo que le es mostrado; así como San Pablo y San
Mateo lo hicieron en seguir a Cristo ...2

2 Fessard, G. Op. cit. , p. 175.


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ARTURO GAETE, S.1.: HEGEL COMO INSPIRADOR. DIALÉCTICA DE LOS... 107

Este tiempo es mucho más frecuente de lo que se piensa. Yo lo


llamaría: un modo intuitivo de hacer elección. A veces, uno se encuentra
con la mujer de su vida y sabe desde el primer momento que esa será su
mujer para siempre. A veces, uno ha tenido claro, desde un cierto mo-
mento, que quiere acompañar a Cristo como sacerdote. Estas elecciones
son más que "tincas pasajeras", son elecciones profundas, bien fundadas
y que duran toda la vida.

El segundo ... cuando se toma bastante claridad y conocimiento por expe-


riencia de consolaciones y desolaciones, y por experiencia de discreción
de varios espíritus 3 .

Este es menos claro; pero no menos real y frecuente en la vida.


Sobre todo en la vida de los grupos humanos y de las sociedades que
eligen. Yo lo llamaría afectivo-cognoscitivo. Pensemos, por ejemplo, en
una psicoterapia, o en el proceso de una sociedad política, como el que
vive Chile en este momento en lo que toca a la reconciliación y a los
detenidos desaparecidos. Ignacio aconseja que este modo afectivo, en
algún momento, sea confirmado por la reflexión. La idea de confirmar la
explicita a propósito del "tiempo" racional de hacer elección; pero vale
de una manera análoga para este segundo tiempo. De hecho, así ocurría
en la vida de Ignacio.

El tercer tiempo es tranquilo .. . Dije tranquilo, cuando el alma no es


agitada de varios espíritus y usa sus potencias naturales libre y tranquila-
mente 4 .

Yo lo llamaría el tiempo racional. Se trata de sopesar las razones.


Pero con una particularidad: hay que evitar la discusión. Normalmente,
uno da razón y otro, o uno mismo, contesta con la contraria. Aquí las cosas
ocurren de manera diferente. Primero uno hace oración sobre las razones a
favor de una determinada opción . Y no considera para nada las razones en
contra. Después habrá otro momento de oración distinto -puede ser a la
tarde o al día siguiente-, y en él se reflexionará solo acerca de las razones
en contra (181). Después echa una mirada de conjunto a los pros y a los
contras y ve adónde la razón más se inclina (182). Por último, va a la
oración a confirmar. .. por la vía afectivo-racional (183) .

Fessard, G. Op . cit. , p. 176.


Fessard , G. Op. cit. , p. 177.
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.. Para enmendar y reformar la propia vida" (189)5

Hay gente que ya ha hecho opciones definitivas: han optado por el


matrimonio o por el sacerdocio. No se trata de elegir de nuevo. Pero se
puede "enmendar y reformar la propia vida y estado". Esto va mucho
más allá de la vida personal. Aquí está en germen lo que en el siglo XIX
se va llamar sentido de la historia. Porque lo que en los Ejercicios se
dice de la persona puede valer también para la sociedad, para la cultura,
para la historia.

El problema que se ha puesto Ignacio es .. . ¿cómo unir cada vez mi


libertad a la voluntad del Eterno? ¿No es evidente que, bajo una forma
humilde y práctica. esta pregunta original contiene en germen la doble
interrogación que debemos a Hegel y a Marx?6.

Para Fessard, los acontecimientos desde la Segunda Guerra Mun-


dial y antes han obligado a pensar, aun a los menos inclinados a la
filosofía.

Es la cuestión del sentido de la Historia, bajo su doble forma teórica : ¿la


Historia tiene un sentido y cómo discernirlo?, y práctica: ¿cómo escoger
en las cuestiones de la vida política y social teniendo la seguridad de no
ir contra el sentido de la Historia? Aunque Hegel no se haya puesto ...
ninguna de estas dos preguntas, que, en su .forma actual, derivan directa-
mente de la extensión del comunismo y de las pretensiones del materia-
lismo histórico y dialéctico, es innegable que la una y la otra tienen su
origen primero en la filosofía de quien creyó, por medio del sistema del
Saber Absoluto, unir definitivamente Lógica e Historia, no habiendo
querido Marx "suprimir el proletariado" más que para "realizar la filoso-
fía" de HegeJ7.

La vida de Ignacio, y después de la Compañía de Jesús, confirman


esta asociación explícita entre fe e historia. En 1974-75 la Compañía de
Jesús celebró su Congregación General XXXII para poner al día sus orien-
taciones generales, a la luz de lo que había significado el Concilio Vatica-
no II .para la Iglesia (1962-1965). El documento más importante que se
aprobó fue el Decreto IV Servicio de la Fe y Promoción de la Justicia.

5 Al comentario de este texto, Fessard, le dedica 15 páginas.


6 Fessard, G. Op. cit., 1 , p. 101.
Fessard, G. Loe. cit.
ARTURO GAETE, S.J.: HEGEL COMO INSPIRADOR. DIALÉCTICA DE LOS... 109

6. Tercera Semana

Elegir un camino en la vida trae consecuencias. Las trajo en la


vida de Cristo y las trae en la vida nuestra. Por eso, es bueno que el
ejercitante haga oración anticipando lo que verosímilmente le espera.
Cristo anunció que por fin llegaba el Reinado de Dios. Hoy diría-
mos: "la conducción explícita de la historia por Dios. Explícita, es decir,
conocida por nosotros". Y esto lo fue poniendo gradualmente en conflic-
to con el establishment de su tiempo: los Sumos Sacerdotes, los escribas
y fariseos. Hacia la mitad de su vida pública, empieza a anunciarle a sus
discípulos lo que le espera a Él y a ellos. Y hacia el final de su vida les
dice:

Tomando consigo a los Doce, Jesús les dijo: 'Ahora subimos a Jerusalén
y ahí se va a cumplir todo lo que los profetas han escrito acerca del Hijo
del Hombre. Porque será entregado a los paganos, sometido a la burla, a
los ultrajes, a los escupos; después de haberlo flagelado lo matarán, y al
tercer día resucitará' s.

Yen Juan es todavía más claro:

Muchos judíos que habían ido a casa de María (después de la resurrec-


ción de Lázaro) creyeron en Jesús al ver lo que había hecho. Pero otros
fueron donde los fariseos y les contaron lo que Jesús había obrado. En-
tonces los jefes de los sacerdotes convocaron el Consejo y preguntaban .. .
Entonces habló Caifás, que era el sumo sacerdote aquel año ... ' Ustedes
no entienden nada. No se dan cuenta que es mejor que muera un solo
hombre por el pueblo y que no perezca toda la nación'9.

Los sufrimientos y la muerte de Jesús no son un accidente. Tampo-


co lo será el sufrimiento en las opciones del cristiano y, en concreto, del
ejercitante.

7. Cuarta Semana

Pero la muerte no es la última palabra en la vida de Cristo. Y


tampoco lo es en la vida del cristiano. La resurrección de Cristo no es un
capricho del Padre en honor de su Hijo. Es parte de un designio global.

Lucas XVIII, 31-33.


Juan XI. 48-50 .
110 SEMINARIOS DE FILOSOFfA, N°S 12-13, 1999-2000

En Corinto se desarrolló una discusión en el sentido de que Cristo había


resucitado; pero ellos no iban a resucitar. Entonces Pablo les escribe: "Si
los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó"10. La resurrección es
total o nula.
. Fessard da por título a la Tercera Semana "Exclusión de todo No-
Ser". Pone de relieve el rol de la Ultima Cena, lo que no se suele hacer en
muchos de los Ejercicios predicados. Y lee lo que viene después de la
Pasíón bajo el título "Crecimiento en la exclusión del No-Ser". Me intere-
sa destacar la reflexión que hace al final: Aplicaciones al acto de la liber-
tad .

Que el Triduum mortis (los tres días antes de la Resurrección), etapa


necesari a de la dialéctica de la representación, deba tener su correspon-
diente en el acto de la libertad, es lo que parecerá evidente si se piensa
que la distinción individuo-sociedad que funda su origen es tan inherente
a cada uno de nuestros actos como la di stinción alma-cuerpoll.

De aquí que los Ejercicios dan no solo para una lectura delante de
Dios, de la vida de las personas, sino también de las sociedades y de las
historias . Este es el aporte que hace Fessard en su interpretación de los
Ejercicios como una Dialéctica de la Libertad.
La Resurrección de Cristo y la resurrección que a nosotros nos
espera son el tema de la oración de la Cuarta Semana. Yo tomo mis
decisiones ahora, pero tengo en cuenta la resurrección que ya está traba-
jando dentro de mí.
Del desarrollo de Fessard retengo solo lo siguiente: el rol de María
después de la resurrección, del cual se habla poco.
El crecimiento en la Posición del Ser.

Si del último período de la vida de !V1aría, los testigos no han retenido


más que "su perseverante oración en medio de los testigos unánimes"
(Hechos 1, 14), ¿la razón no sería justamente que la naturaleza misma de
esta plegaria, y en particular su "perseverancia", la colocaba por encima
de las fluctuaciones y variaciones que habrían podido traicionarla a los
ojos de los demás? Los místicos están de acuerdo para afirmar que los
más altos grados de unión no comportan ya los éxtasis ... y otras manifes-
taciones maravillosas por las cuales se señalan los grados inferiores de la
toma de posesión divina. Lo mismo ocurre con María ... 12 •
10 1 Corintios XV, 18 .
11 Fessard, G. Op. cit., 1 • p. 122.
12 Fessard, G . Op. cit .• 1 • p. 138 .
ARTURO GAETE, S.1. : H EGEL COMO IN SP IRA/JOR. DIALÉCTICA DE LOS... 111

8. Conclusión

¿En qué ha inspirado Hegel a Fessard para su interpretación de los


Ejercicios? ¿Qué luces le ha sugerido que no se encuentran en los que
explican más a la letra? La libertad es algo global y a la vez procesual.
Esta globalidad se despliega en la persona, que vive en sociedad e histo-
ria, y abierta a Dios. En Hegel los procesos tienen tres tiempos (afirma-
ción, negación, negación de la negación). Lo mismo se puede decir en
cuatro (inmediatez simple, negación, negación de la negación , inmedia-
tez devenida). En los Ejercicios hay cuatro semanas. Pero también los
procesos se pueden leer en tres.
Esto da una clave para leer de manera unificada todos los Ejerci-
cios. Pero también cómo Ignacio los vivió en la Compañía de Jesús y en
la historia de su tiempo. Si tantos le escribieron pidiendo consejo, es
porque percibían su capacidad de leer el hecho en un horizonte mucho
más amplio.

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