La mucosa del oído medio, responde a la infección mediante mecanismos
típicos de la inflamación. Por vasodilatación y aumento de la permeabilidad vascular, la mucosa se presenta hiperhemica y edematosa. La actividad glandular y de las células calciformes aumenta, resultando una intensa hipersecreción sero-mucosa. La secreción y la supuración llenan la caja timpánica de moco-pus, este fluido con el paso del tiempo acaba ejerciendo una presión en el interior del oído medio. En la membrana timpánica también ocurre una inflamación-infección. Su capa media fibrosa se deteriora y llegado un momento, fracasa, se rompe y por esta perforación se vierte la supuración hacia el CAE. En la mucosa que tapiza las celdas mastoideas también ocurre inflamación, esta extensión de la infección a las cavidades de la mastoides se conoce como mastoidismo.
Clínica
La OME es una afección que aparece con frecuencia en época invernal y es
más frecuente en los niños. Si su evolución es completa cursa en tres estadios sucesivos: doloroso de comienzo, de perforación timpánica y supuración, y de reparación.
I. Estadio doloroso de comienzo
- La OME suele ser unilateral. Comienza con un dolor de oído progresivo que se va haciendo más intenso, insoportable y pulsátil. Con frecuencia se irradia a la región mastoidea, al área auditiva y a las arcadas dentarias. Según se instaura este cuadro típico, se acrecienta el mal estado general: aparece fiebre, discreta en adultos y elevada en niños. Hay hipoacusia de transmisión originada por repleción de la caja y engrosamiento de la membrana timpánica. La otoscopia muestra una membrana timpánica enrojecida y abombada hacia afuera, con borramiento del relieve del mango del martillo.
II. Estadio de perforación timpánica y supuración
- En el momento en que el oído comienza a supurar, cesa bruscamente el dolor y mejora el estadio general del enfermo. El fluido que sale por el CAE al principio es sanguinolento, después se torna purulento, amarillo o verdoso y a veces fétido. Cuando se va venciendo la infección el exudado se hace mucoso. Este estadio dura alrededor de una semana, y solo va haber supuración e hipoacusia.
III. Estadio de reparación
- Al concluir la semana de supuración, la otorrea comienza a desaparecer. En los siguientes días se cierra la perforación timpánica y mejora la audición, hasta llegar a total normalidad.
Tratamiento
- Se debe iniciar con un tratamiento antibiótico
- Ingesta de fármaco analgésico, antitérmico y antiinflamatorio - Cuando el exudado purulento permanece en el oído medio se puede indicar la maniobra paracentesis o miringotomía.