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1.

Introducción

E l presente artículo forma parte de la investigación sobre Evaluación de las instituciones

públicas en América Latina respaldada por Congreso Visible de la Universidad de los Andes y
por el Instituto de la Investigación y Debate sobre Gobernanza (IRG). El objetivo de la
investigación desarrollada por un equipo de estudiantes de la Universidad de los Andes fue
analizar el tema de la evaluación de las instituciones públicas en Colombia desde una
perspectiva integral que busca identificar y describir cómo los distintos actores (Estado,
sociedad civil y gestores internacionales) desarrollan las evaluaciones, identificar las ventajas
y desventajas de las diferentes maneras de evaluar y establecer de qué depende la
consecución de unos u otros resultados.

Este artículo se enfoca específicamente en la sociedad civil, uno de los actores que evalúa las
instituciones públicas, con el fin de presentar el panorama de las evaluaciones qué esta
realiza y las metodologías que utiliza.

Para los fines de la investigación y para los propósitos de este artículo entenderemos la
evaluación de las instituciones públicas como un proceso de recolección, sistematización,
análisis y calificación de la información sobre el desempeño y gestión de las instituciones
públicas y/o los funcionarios en el cual se utilizan metodologías propias del evaluador.

Fueron investigadas organizaciones de sociedad civil que tienen entre sus actividades la
evaluación de instituciones públicas. En el transcurso de la investigación fueron realizadas y
analizadas entrevistadas con funcionarios de las siguientes organizaciones: Congreso Visible,
Ocasa – Jóvenes contra la corrupción, Transparencia por Colombia, Bogotá Como Vamos,
Funcicar, Misión de Observación Electoral, Instituto de Capacitación Popular, Colombia Líder,
Concejo Visible Barranquilla, Fundación Participar, Corporación Cívica de Caldas, Fundación
Protransparencia Atlántico, Concejo Como Vamos, Cali Visible, Cali Como Vamos, Cartagena
Como Vamos, Veeduría al Plan de Desarrollo de Medellín, Fundación Instituto de Ciencia
Política.

La selección de estas organizaciones se hizo con base en un primer barrido general, en el


cual fueron identificadas veinte experiencias de evaluación de las instituciones públicas. Las
experiencias analizadas fueron seleccionadas con los criterios de representación de los
niveles territoriales (local, regional y nacional) y de los factores que son evaluados, tales
como corrupción transparencia, desempeño institucional/individual o gestión pública y
calidad de vida.

Una primera aproximación a las evaluaciones de las instituciones públicas desde las
organizaciones de la sociedad civil abarca una significativa variedad de experiencias desde el
punto de vista de metodologías, tipo de evaluaciones e interacciones entre las organizaciones
mismas y con los actores del ámbito internacional y estatal. Por lo tanto, en primer lugar nos
centramos en las similitudes que se pudieron detectar en las experiencias de las
organizaciones de sociedad civil, en segundo lugar abordamos las diferencias y en tercer
lugar vamos a responder las preguntas de la investigación: ¿Qué tipo de evaluación a las
instituciones públicas están realizando las organizaciones de la sociedad civil en Colombia?;
¿de que factores dependen los resultados de estas evaluaciones? y ¿cuáles son las
interacciones entre las organizaciones de sociedad civil con los demás actores, es decir las
instituciones públicas y los organismos internacionales? La investigación quiere hacer una
contribución al debate teórico sobre gobernanza. Sin embargo, por ser un trabajo empírico
desarrollado durante un tiempo limitado, somos conciente de las limitaciones para hacerlo.

2. Elementos comunes de las


experiencias de evaluación de las
instituciones públicas
El panorama general de la evaluación de las instituciones públicas desde la sociedad civil que
construimos deja ver varias tendencias comunes entre estas organizaciones y a la vez
muestra rasgos específicos tanto en el enfoque y estrategias perseguidas por las
organizaciones, como en la metodología. Será el objetivo de este subcapítulo abordar las
similitudes y continuidades identificadas en las experiencias de evaluación realizadas por las
organizaciones de la sociedad civil.

La investigación encontró que las iniciativas enfocadas a hacer seguimiento y realizar


evaluaciones de las instituciones públicas empezaron a desarrollarse desde la segunda mitad
de los años noventa, como es el caso de Congreso Visible, Bogotá Como Vamos, Cartagena
Como Vamos o de la Veeduría al Plan de Desarrollo de Medellín, marcando un auge a partir
del año 2000 cuando surgió la mayoría de las experiencias identificadas. En este sentido, a
pesar de que el Instituto Popular de Capacitación fue fundado en el año 1982, la introducción
de veedurías y por lo tanto con la evaluación de las instituciones públicas en sus actividades
en el año 1995 confirma la tendencia general acerca de la delimitación temporal del
surgimiento de las experiencias de evaluación.

Desde el punto de vista de la motivación, el surgimiento de las iniciativas de evaluación de


las instituciones públicas está relacionado con el desprestigio y la mala percepción de éstas
por parte de la ciudadanía. Así lo demuestra Congreso Visible cuyo origen se remota al
escándalo político conocido como Proceso 8000, que según las palabras de Juan Felipe
Cardona, investigador de Congreso Visible, llevó a que el Congreso de la República fuera
percibido como una institución inútil1; el caso de Misión de Observación Electoral, que surgió
en respuesta a la llamada parapolítica2 y al clientelismo armado3 que llevaron a un
desprestigio de las elecciones4 o el caso de Bogotá Como Vamos y Concejo Visible
Barranquilla, que reaccionan a las malas prácticas de la administración municipal que
resultaban en caos.

Si bien la motivación de las iniciativas de Colombia Líder y de la Fundación Participar


corresponde a la tendencia general, estas organizaciones destacan por una aproximación
innovadora en cuanto a la manera con la cual confrontan la situación. La respuesta de
Colombia Líder consiste en la visibilización de buenas prácticas5 de los alcaldes y
gobernadores con el proyecto de Premio al Mejor Alcalde/Gobernador6; mientras que la
Fundación Participar busca fomentar el compromiso de los alcaldes y gobernantes a la buena
gestión a través de los Pactos contra la Corrupción.

Lo anterior demuestra que las iniciativas de evaluación de las instituciones públicas surgen
como reacción a problemas de la institucionalidad democrática en Colombia. En efecto, en
varios territorios se presentó una captura del Estado por actores privados, legales o ilegales,
armados o no armados, y a la ineficiencia de las instituciones públicas, lo cual se ve reflejado
en los objetivos que las respectivas organizaciones persiguen. En la formulación de los
objetivos se pueden distinguir dos tendencias que orientan el trabajo de las organizaciones:
la visibilización de la información y el enfoque que busca fomentar el control social de la
ciudadanía. La primera tendencia está orientada a la visibilización del funcionamiento de las
instituciones y los funcionarios a través de la publicación de la información. Adolfo Doria,
director ejecutivo de Funcicar caracteriza este enfoque diciendo que se trata de “hacer
público lo público”7. Además de Funcicar también Congreso Visible, la Misión de Observación
Electoral, Transparencia por Colombia y Colombia Líder orientan su trabajo en este sentido.
La segunda tendencia busca empoderar a los ciudadanos y fomentar el control social. El
supuesto en el cual se apoya es que a través de la participación para ejercer un control sobre
las instituciones públicas se puede llegar a mejorar su funcionamiento. Como ejemplos
podemos citar Ocasa, el Instituto Popular de Capacitación (IPC) y la Misión de Observación
Electoral. Si bien las actividades orientadas a proporcionar la información acerca de las
instituciones estatales al público y las enfocadas a fomentar el control ciudadano representan
un enfoque distinto, cuya diferencia se basa en el interés de estas organizaciones de
promover directamente la acción ciudadana o solo proporcionarle a la ciudadanía las
herramientas para calificar el desempeño y el funcionamiento de las instituciones estatales,
se trata de dos enfoques complementarios

La investigación reveló que en la evaluación de las instituciones públicas las organizaciones


analizadas utilizan dos tipos de indicadores: cuantitativos y cualitativos. Los indicadores
cualitativos se aplican para la evaluación de la gestión (Ocasa, Bogotá Como Vamos, etc.) o
en la evaluación del cumplimiento con las reglas o planes de desarrollo por parte de las
instituciones públicas (Misión de Observación Electoral, Veeduría al Plan de Desarrollo de
Medellín, Fundación Participar, Congreso Visible).

Las evaluaciones basadas en los indicadores cuantitativos y en la elaboración de un


ranking8 de las instituciones evaluadas son menos frecuentes. En la investigación realizada
identificamos que este tipo de indicadores es manejado sobre todo por Transparencia por
Colombia.

En este aspecto, Ocasa representa un caso particular. Puesto que la organización desarrolla
su actividad con jóvenes y son ellos quienes formulan sus proyectos de seguimiento y
evaluación de las instituciones públicas, se busca que de acuerdo con el proyecto se
establezcan indicadores correspondientes a la naturaleza del proyecto y las capacidades de
los jóvenes de medirlos. Es decir, Ocasa tiene un cuerpo de indicadores variables.
En cuanto al origen de la información, las evaluaciones de las instituciones públicas utilizan
dos fuentes. Todas las experiencias analizadas acuden a las fuentes oficiales, como por
ejemplo las actas de las sesiones, documentos oficiales, gacetas del Congreso, y los
complementan con la información recolectada de acuerdo con la metodología de cada una de
las organizaciones. La información oficial se obtiene a través del derecho de petición 9, como
es el caso de Ocasa o Concejo Visible Barranquilla, o por medio de una cooperación
establecida entre las organizaciones y las instituciones públicas, como lo hace Congreso
Visible. La información complementaria se obtiene por medio de observaciones personales
(Congreso Visible, Funcicar, Ocasa, Misión de Observación Electoral), a través de formularios
respondidos por los funcionarios de las instituciones (Transparencia por Colombia, Colombia
Líder) o por medio de las encuestas de la percepción ciudadana (Instituto Popular de
Capacitación, Bogotá Como Vamos).

De otra parte, las organizaciones consultadas coinciden en que al principio la información


solicitada no existía. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones coincide en que la
accesibilidad y la calidad de la información proporcionada por las instituciones públicas han
mejorado con el transcurso de tiempo. En este sentido varias organizaciones, por ejemplo la
Misión de Observación Electoral o Bogotá Como Vamos, afirman que se ha llegado a
desarrollar una cultura de información en las instituciones públicas.

En cuanto a los efectos o impacto de las actividades desarrolladas por las organizaciones
estudiadas, la mejora de la calidad y de la accesibilidad de la información, así como en el
desempeño institucional e individual y de los funcionarios, y la mayor incidencia de los
ciudadanos en la esfera pública son señalados por todas las organizaciones consultadas como
los resultados de su actividad. En este sentido la coordinadora de Colombia Líder, Karem
Labrador, afirma que el Premio al Mejor Alcalde/Gobernador permitió la apropiación del
espacio de política local y regional por la gente que empieza a reclamar una mejor gestión
por parte de su alcalde o gobernador.10 También Gina Romero, directora de proyectos de
Ocasa, sostiene que si bien se pueden observar ciertos cambios en las instituciones, el más
significativo ocurrió en los mismos jóvenes. 11 Las organizaciones también señalan que su
actividad ha obtenido un reconocimiento tanto por parte de los funcionarios y las
instituciones como por parte de los medios de comunicación para los cuales se convirtieron
en una fuente de información.

Mientras que las organizaciones afirman que hubo un impacto positivo en las instituciones,
en los funcionarios y en la ciudadanía, admiten que no disponen de un sistema de medición
del impacto. Si bien en general reconocen que es difícil medir el impacto de sus actividades,
Funcicar sostiene que tiene información sobre la incidencia de sus actividades en el Concejo
de Cartagena. Esta corresponde al porcentaje de la coincidencia de los intereses definidos
por los pobladores de Cartagena en la agenda política del Concejo 12 y de la asistencia y
permanencia de los concejales en las sesiones. El hecho de que las organizaciones no
dispongan de datos para medir los resultados y el impacto de las evaluaciones, dificulta
establecer los verdaderos alcances de actividades de evaluación de las instituciones públicas
tanto para los observadores externos como para las mismas organizaciones.
En cuanto a las evaluaciones respecto de la interrelación con otros actores, pudimos
identificar que las organizaciones se apoyan entre sí y colaboran con otros actores en el
ámbito local, regional y nacional y colaborando con otros actores. Por ejemplo, Concejo
Visible de Barranquilla, una iniciativa surgida de la convocatoria de Transparencia por
Colombia, para llevar a cabo el trabajo del Observatorio de Concejo reúne varias
organizaciones departamentales - Corporación Corcaribe, Fundación Protransparencia
Atlántico, Fundación Foro Costa Atlántica y la Universidad del Norte.

La interacción entre las instituciones públicas y las organizaciones de sociedad civil va desde
la cooperación mínima, reducida a la provisión de la información, hasta la cooperación en
una amplia gama de actividades, como la colaboración directa de los funcionarios en la
elaboración de las evaluaciones y compartir documentos e informes. Como ejemplo de lo
primero podemos citar la experiencia de Ocasa y la Misión de Observación electoral que
obtienen la información de las respectivas instituciones públicas por medio de derecho de
petición. La cooperación más profunda y extensa con las instituciones públicas la tiene
Congreso Visible que dispone de un acceso bastante abierto a los documentos del Congreso
y cuenta con la colaboración de algunos congresistas que les voluntariamente les entregan
informes de gestión; o la práctica de Transparencia por Colombia que pide la adscripción de
un funcionario de la institución quien estará encargado de recolectar la información sobre la
institución y diligenciar los formularios enviados por Transparencia.

A pesar de que la actitud de las instituciones públicas frente a las evaluaciones inicialmente
no fue positiva, las organizaciones consultadas coinciden en que ésta se ha mejorado y
aunque aun en ocasiones hay reacciones negativas, en general existe un reconocimiento
sobre la necesidad de ser evaluadas. En este sentido Adelfo Doria mencionó la politización de
las evaluaciones que se dio en Cartagena cuando los concejales de Cartagena utilizaron las
buenas calificaciones como arma electoral.13 Sin embargo, como lo apuntan los
representantes de Congreso Visible y de la Fundación Participar, las relaciones dependen de
la voluntad política y de la coyuntura.

Un caso especial de las relaciones entre las organizaciones de sociedad civil y las
instituciones públicas es el de la Fundación Participar que en cooperación con el Programa
Presidencial de Lucha contra la Corrupción está desarrollando los Pactos por Transparencia.
Según la información obtenida en la entrevista con un funcionario de la Fundación Participar,
el Programa Presidencial les proporciona a la Fundación la metodología y la financiación de
manera que la relación entre las dos entidades se puede catalogar en términos de
dependencia. Según su Director Ejecutivo, la Fundación coordina todo el proceso de firma y
seguimiento a los Pactos por la Transparencia envía la información relacionada al Programa
Presidencial para que éste le haga evaluación al cumplimiento de los Pactos.14 Sin embargo,
esto contradice con los datos proporcionados por el Programa Presidencial según los cuales
no se evalúan los Pactos.

En lo que se refiere a las interacciones con los organismos internacionales estas se dan en el
marco de proyectos específicos financiados por éstos. Los gestores internacionales
desempeñan dos papeles: primero, las propias organizaciones internacionales diseñan los
proyectos, cuya ejecución se realiza en cooperación con las organizaciones de la sociedad
civil que participan en el desarrollo del proyecto y son instancias que proporcionan la
información sobre las condiciones en el territorio y/o hacen el análisis de resultados.
Segundo, los gestores internacionales de acuerdo con su interés apoyan el desarrollo de
experiencias de evaluación en cierto campo o en cierto ámbito territorial. Este tipo de
relaciones se puede ejemplificar en el caso de Misión de Observación Electoral que obtuvo
una donación por parte de USAID para desarrollar la observación electoral en municipios y
departamentos determinados por la Agencia; de Congreso Visible que ha obtenido
financiación del National Endowment for Democracy y de la Agencia Canadiense de
Cooperación para la realización de unos proyectos específicos; de Transparencia por
Colombia que desarrolló la evaluación de niveles departamental y municipal con base en el
interés especial de la Agencia Alemana de Cooperación Técnica (GTZ) y el Banco
Interamericano de Desarrollo; de Colombia Líder que desarrolló el cuerpo de los indicadores
para el Premio de los Mejores Alcaldes y Gobernantes y para el Observatorio de Reducción de
la Pobreza y la Desigualdad en colaboración con expertos contratados por la Agencia de
Cooperación Internacional del Japón.

Con base en lo expuesto podemos concluir que los actores de la sociedad civil, del Estado y
de la esfera internacional se relacionan entre sí con diferentes grados de cooperación. Las
relaciones entre las organizaciones de sociedad civil y las instituciones públicas pueden ser
inestables por estar condicionadas por la voluntad política o la coyuntura del momento. Sin
embargo, con base en las opiniones de las organizaciones entrevistadas podemos concluir
que las instituciones públicas han adoptado una actitud más abierta frente a las iniciativas de
evaluación. Por otro lado las interacciones de las organizaciones de la sociedad civil con los
actores internacionales se definen en el marco de desarrollo de proyectos o actividades
específicas, en las cuales el gestor internacional está involucrado como entidad financiadora
que apoya el desarrollo de ciertas experiencias de organizaciones de la sociedad civil o como
coordinador de sus proyectos que ejecuta en colaboración con organizaciones locales.

La organizaciones entrevistadas afirmaron que los organismos financiadores no influyen el


los resultados de la evaluación. Sin embargo, por un lado, faltaría investigar sobre su
influencia en cuanto a la definición de los objetivos y al método de la evaluación y, por otro
lado, hemos notado una cierta influencia de las organizaciones internacionales en la elección
de los temas de evaluación. En efecto, en muchos casos, son los criterios de financiación
impuestos por los organismos internacionales que definen el trabajo futuro de las
organizaciones sociales nacionales. Esto genera una cierta incertidumbre sobre el futuro del
trabajo de las organizaciones sociales en cuanto al tipo de evaluación que se efectuara.

3. Estrategias divergentes en las


evaluaciones de las instituciones
públicas
La investigación acerca de la evaluación de las instituciones públicas por parte de las
organizaciones de la sociedad civil en Colombia mostró que a pesar de que existen
similitudes entre las experiencias, estas a la vez revelan varias diferencias e innovaciones
frente a los métodos y las aproximaciones al tema. En las siguientes líneas vamos a
presentar el panorama de las discontinuidades detectadas.

Los resultados de la investigación muestran que las experiencias de las organizaciones


pueden ser agrupadas en cuatro categorías de acuerdo con el objeto de la evaluación. Las
instituciones públicas son evaluadas con respecto al factor corrupción (Ocasa, Corporación
Cívica de Caldas, Fundación Participar), transparencia (Transparencia por Colombia,
Fundación Protransparencia Atlántico), desempeño institucional/individual o gestión pública
(Congreso Visible, Concejo Visible Barranquilla, Colombia Líder) y la calidad de vida que está
relacionada con la realización de los Planes de Desarrollo (Bogotá Como Vamos, Veeduría al
Plan de Desarrollo Medellín).15

A pesar de que las evaluaciones de las instituciones públicas comparten el objetivo de


mejorar su funcionamiento, hemos podido detectar que las organizaciones adoptan dos
enfoques metodológicos para lograr este fin: uno que está orientado directamente a las
instituciones públicas y por lo tanto desarrolla evaluaciones de estas. Y otro que evalúa las
percepciones ciudadanas y fomenta el control social que, de acuerdo con este enfoque, son
la manera de presionar a las instituciones para buscar mejores resultados. La primera
aproximación la representan por ejemplo Transparencia por Colombia, la Misión de
Observación Electoral y Colombia Líder, mientras que la segunda se puede ver en el caso de
Ocasa, Bogotá Como Vamos y la Veeduría al Plan de Desarrollo de Medellín.

Funcicar puede ser considerada como una excepción, en la medida en que en la observación
que hace al Concejo de Cartagena utiliza los dos enfoques para determinar el desempeño de
la institución y sus funcionarios. De esta manera Funcicar hace la observación directa del
Concejo de Cartagena y analiza los documentos oficiales y los resultados y los contrasta con
la encuesta de percepción ciudadana realizada por Cartagena Como Vamos.

También Ocasa representa una aproximación que se sale de la tendencia descrita porque los
proyectos de seguimiento y evaluación de las instituciones públicas son el resultado de
programas de capacitación, presenciales y virtuales, de los jóvenes. De esta manera Ocasa
articula la capacitación con el control social, lo cual es una práctica particular dentro del
panorama analizado.

Si bien cada uno de los enfoques metodológicos proporciona información importante acerca
de la gestión pública, la metodología de Funcicar muestra que los dos enfoques se pueden
complementar y lleva a preguntarnos si la articulación de estos dos enfoques representa una
aproximación y una visión integral de la situación sobre la gestión pública?

Si bien detectamos una tendencia común en cuanto a que la elaboración de las evaluaciones
se basa en las informaciones oficiales provistas por la institución evaluada y por las
instituciones centrales (como el Departamento Nacional de Planeación, la Contraloría General
de la República, etc.), las organizaciones analizadas representan diferentes aproximaciones
en el caso de encontrar inconsistencias en la información. Frente a esta situación, han
adoptado tres tipos de estrategia. La primera consiste en consultar directamente a las
instituciones involucradas y buscar la concertación de las diferencias, como lo hace Bogotá
Como Vamos, o en compartir con las instituciones evaluadas los informes preliminares para
que éstas complementen la información en el caso de que ésta no estuviera completa, como
es el caso de Transparencia por Colombia. La segunda estrategia puede ser ejemplificada por
Colombia Líder que en el caso de encontrar inconsistencias en la información realiza
consultas en campo con el fin de verificar la situación real por medio de entrevistas con los
pobladores. La tercera modalidad consiste en constatar las diferencias sin tomar ningún tipo
de acción orientada a la aclaración de la diferencias. Las tres estrategias muestran que a
pesar de que mejoró la calidad de la información tal como lo indicamos en la primera parte
del escrito, todavía persisten problemas en este campo.

Con respecto a la financiación, las organizaciones de la sociedad civil involucradas en la


evaluación de instituciones públicas obtienen los recursos principalmente de dos fuentes: de
organismos internacionales y de empresas privadas. Como lo muestran los resultados de la
investigación, los organismos internacionales suelen financiar las iniciativas enfocadas en los
temas de corrupción y transparencia, como es el caso de Transparencia por Colombia,
Congreso Visible, Concejo Visible de Barranquilla o la Misión de Observación Electoral,
mientras que la financiación privada apoya las actividades de evaluación en temas de
desarrollo local/planes de desarrollo y de gestión de las administraciones locales, como es el
caso de Bogotá Como Vamos. La división entre la financiación de proyectos enfocados al
desarrollo local por las fuentes privadas y de proyectos centrados en la transparencia de las
instituciones públicas por los organismos internacionales muestra la tendencia general, aun
cuando hay excepciones. Tal es el caso de Colombia Líder que combina los dos tipos de
fuentes.

El origen y la concentración de las fuentes de financiación en ciertos temas tal como lo


hemos descrito, permiten suponer que no solo son los actores internacionales quienes están
interesados en el mejor desempeño de las instituciones públicas, sino que también las
empresas privadas colombianas que están preocupadas por el funcionamiento de las
instituciones públicas. Esto ocurre en la medida en que la gestión pública afecta las
condiciones de vida de la ciudadanía que a su ve es la fuera de trabajo para las empresas.

4. Conclusiones generales
La primera aproximación al tema de la evaluación de las instituciones públicas por parte de
las organizaciones de sociedad civil en Colombia muestra que existen múltiples iniciativas en
este campo que desarrollan metodologías y formas de evaluación propias.

En cuanto a los factores que influyen en los resultados de la evaluación, la investigación


demostró que el tiempo durante cual se ha desarrollado la experiencia no tiene incidencia en
la calidad y la complejidad de la metodología.

Las organizaciones de la sociedad civil tienden en su mayoría a desarrollar evaluaciones


cualitativas más que cuantitativas y se enfocan en cuatro temas: corrupción, transparencia,
desempeño institucional e individual y calidad de vida/cumplimiento de los planes de
desarrollo.

La investigación demostró que existen múltiples relaciones de cooperación entre las


organizaciones de la sociedad civil, las instituciones del Estado y los actores
internacionales.Sin embargo, queda por profundizar la influyencia de los gestores
internacionales en los objetivos de las experiencias y los objetos de la evaluación. Se pudo
concluir que los espacios compartidos por los tres actores se limitan a la consecusión de
información o a la presentación de los resultados. Por lo tanto no se pueden considerar como
espacios productivos en los cuales se desarrollara un trabajo conjunto.

Esta primera aproximación al tema de evaluación de las instituciones públicas ha probado


que éste es un tema importante en el ámbito nacional colombiano y que está en proceso de
florecimiento. Por las limitaciones de la investigación el panorama presentado no pretende
ser exhaustivo ni completo y deja abiertas varias cuestiones para futuras investigaciones.
Por ejemplo, si bien es cierto que las malas prácticas y el desprestigio de las instituciones
públicas motivaron la creación y desarrollo de las evaluaciones, ¿porqué esto se da a partir
del año 1998 y no antes?; ¿cuál es la relación entre las evaluaciones y el conflicto, o mejor
hay alguna relación entre la ubicación territorial de las experiencias y las zonas de conflicto?
y qué relación hay entre el surgimiento de esas evaluaciones y la aparición de prácticas de
captura del Estado por parte de actores armados ilegales?

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