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minuciosa e histórica de los hechos referidos a una evaluación psicológica, con el objetivo de
trasmitir a un destinatario, los resultados, conclusiones y pronóstico en base a los datos obtenidos
y analizados a la luz de instrumentos técnicos: entrevista, observación, tests, todos consustanciados
en el marco referencial teórico, técnico y científico adoptado por el psicólogo.
El informe psicológico supone entonces ordenar los datos en función de las variables que
propone un marco teórico. Así un informe psicológico puede entenderse, como la traducción a un
juicio de índices producidos a partir de la organización de hechos o datos. El objetivo de estos
informes es aportar información exhaustiva sobre el estado del paciente. En estos informes se
presentan datos fiables que ayudan a comprender el problema o la inestabilidad que padece una
persona y sirven para conocer y justificar, en cierta medida, algunas de sus conductas.
En un artículo publicado en psicología y mente exponen que “Para elaborar este tipo de
documento de tipo clínico hay que seguir una estructura, es por ello que a continuación se expondrá
once pautas para redactar un informe psicológico”. Escribir un informe en el ámbito clínico puede
parecer fácil, pero se ha de tener en cuenta que debe reflejar la totalidad del elemento, persona o
situación a analizar de una manera que resulte comprensible. Las pautas a seguir para realizarlo son
las siguientes:
1. Ten claro el tipo de informe que realizas, para qué y sobre qué/quién lo estás haciendo?
Aunque puede parecer evidente, el primer paso para realizar un informe correctamente es saber
para qué lo estamos llevando a cabo, el tipo de informe y los datos que vamos a reflejar en él. Ello
permitirá estructurar la información de una manera determinada u otra y que se refleje con claridad
los datos más relevantes para el caso.
2. Consentimiento informado
Un paso previo importante para la redacción de un informe, al menos cuando se realiza respecto
a una persona, es el consentimiento de ésta. Debe aparecer reflejado en el informe que la persona
es consciente que se están recogiendo datos de ella con un propósito determinado, siendo necesaria
su firma y/o acuerdo para ello. Dicho consentimiento suele reflejarse en la parte final del informe
psicológico.
Un informe no parte de la nada: es necesario en primer lugar recabar los datos del sujeto o
situación a analizar o describir, prestando atención a la mayor cantidad de detalles posible. Las
informaciones que vayamos anotando nos servirán posteriormente para redactar el informe.
Asimismo, hay que tener clara la estructura que va a seguir el informe, la cual va a variar según el
objetivo que tenga. Los siguientes cuatro pasos van referidos, de hecho, a la estructura en cuestión.
Para redactar un informe necesitaremos como hemos dicho una gran cantidad de datos, que de
manera que sean comprensibles deberemos estructuras en diversas áreas. En un informe
psicológico se tendrán en cuenta en primer lugar los datos demográficos básicos del paciente o
cliente, quien solicita el informe y/o el objetivo de éste, una breve descripción de lo que le ocurre y
que hace que haya acudido a nosotros, los datos del centro y profesional que está atendiendo o
realizando el informe.
Tras los datos más básicos, es necesario entrar en detalle manifestando en primer lugar la
información extraída de la evaluación inicial. Deben constar cada una de las pruebas e
intervenciones que se lleven a cabo, pudiendo añadir una justificación de por qué se han escogido
esas en cuestión. Pasando del proceso de evaluación se reflejarán los resultados obtenidos, esta
información se puede dividir en varios sub apartados (por ejemplo capacidad intelectual,
personalidad, socialización, etc.), pero deben permitir poder formarse una imagen integrada del
caso en cuestión, en la práctica clínica hemos de tener en cuenta no sólo el problema actual a tratar
sino también antecedentes propios o familiares.
Después de la evaluación del caso, debe reflejarse si se ha realizado algún tipo de acción o
intervención. Si estamos ante un informe psicológico es necesario que se reflejen los objetivos que
se plantean alcanzar con una posible intervención, negociados con el paciente o cliente. En otro
apartado se detallará el plan de intervención que se ha seguido durante el caso.
En el informe deben constar las diferentes prácticas y acciones llevadas a cabo por parte de quien
lo emite, así como los resultados de dicha intervención. También se deben registrar posibles
cambios que se hayan tenido que llevar a cabo ella. Es muy importante reflejar la evolución del
sujeto o situación, así como las pruebas y métodos de evaluación psicológica que se pudieran haber
llevado a cabo para valorarla en el caso de aplicarse.
A la hora de redactar un informe, es imprescindible tener en cuenta que se realiza con el fin de
que otras personas o el mismo profesional en diferentes momentos temporales puedan
comprender lo ocurrido y realizado a lo largo del proceso que se esté reflejando. Se debe emplear
un lenguaje claro y conciso, que resulte adecuado y comprensible para el lector objetivo del informe.
9. Sé objetivo
En un informe psicológico deben aparecer datos contrastados, que otra persona pudiera replicar
a través de los mismos procedimientos llevados a cabo. Así, se debe partir de lo reflejado por el
cliente y las pruebas llevadas a cabo y no transcribir opiniones personales o inferencias. Los
resultados del informe deberían ser replicables por otros profesionales de emplear los mismos
métodos.
10. Refleja lo esencial
A la hora de redactar un informe hemos de tener en cuenta que se trata de un texto en el que
vamos a resumir los datos que obtenemos: no se trata de una transcripción completa de cada
interacción llevada a cabo. Hemos de focalizarnos en los aspectos más relevantes, no reflejando
información innecesaria sino únicamente los elementos que sean necesarios para evaluar el caso y
su evolución.
Si bien la redacción del informe puede haber finalizado, es muy importante tener en cuenta no
sólo los datos sino cómo van a ser reflejados o expresados. Es posible que el cliente o paciente no
llegue a solicitar el informe por escrito, pero siempre debería realizarse como mínimo una
devolución oral de éste. Y dicha devolución tiene una gran importancia, puesto que puede producir
un efecto directo en el paciente o cliente.
Referencias.
Psicología y mente, Cómo redactar correctamente un informe psicológico, en 11 pasos, por Oscar
Castillero Mimenza, 2018.
https://psicologiaymente.net/clinica/como-redactar-informe-psicologico
https://comenio.wordpress.com/2007/08/28/el-informe-psicologico/
A. Incapacidad persistente para hablar en situaciones sociales específicas (en las que se espera que
hable, p. ej., en la escuela) a pesar de hacerlo en otras situaciones.
B. La alteración interfiere el rendimiento escolar o laboral o la comunicación social.
C. La duración de la alteración es de por lo menos 1 mes (no limitada al primer mes de escuela).
D. La incapacidad para hablar no se debe a una falta de conocimiento o de fluidez del lenguaje
hablado requerido en la situación social.
(CIE 10)
Trastorno caracterizado por una notable selectividad de origen emocional en el modo de hablar, de
tal forma, que el niño demuestra su capacidad lingüística en algunas circunstancias, pero deja de
hablar en otras circunstancias definidas y previsibles. Lo más frecuente es que el trastorno se
manifieste en la primera infancia. Su incidencia es aproximadamente la misma en ambos sexos y
suele acompañarse de rasgos marcados de ansiedad social, retraimiento, hipersensibilidad o
negativismo. Es típico que el niño hable en casa o con sus amigos íntimos pero permanezca mudo
en la escuela o ante extraños. Pueden presentarse también otras formas (incluso lo contrario a lo
descrito).
Sin embargo, una minoría significativa de niños con mutismo selectivo tiene antecedentes de otro
retraso del lenguaje o presenta problemas de articulación del mismo lo cual no excluye el
diagnóstico, con tal que haya un nivel adecuado de desarrollo del lenguaje para una comunicación
efectiva y una gran disparidad en cómo se utiliza el lenguaje según el contexto social, como por
ejemplo que el niño hable de manera fluida en algunas ocasiones y permanezca mudo o casi mudo
en otras. Además debe estar presente un fracaso para hablar en algunas situaciones sociales
concretas pero no en otras. El diagnóstico requiere que el trastorno del lenguaje sea persistente y
que haya constancia y posibilidad de predecir las situaciones en las que la expresión oral tiene lugar
o no.
A. Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que el individuo está
expuesto al posible examen por parte de otras personas. Algunos ejemplos son las
interacciones sociales (p. ej., mantener una conversación, reunirse con personas extrañas),
ser observado (p. ej.,comiendo o bebiendo) y actuar delante de otras personas (p. ej., dar una
charla).
C. Las situaciones sociales casi siempre provocan miedo o ansiedad. Nota: En los niños, el
miedo o la ansiedad se puede expresar con llanto, rabietas, quedarse paralizados, aferrarse,
encogerse o el fracaso de hablar en situaciones sociales.
I. El miedo, la ansiedad o la evitación no se explica mejor por los síntomas de otro trastorno
mental, como el trastorno de pánico, el trastorno dismórfico corporal o un trastorno del
espectro del autismo.
J. Si existe otra afección médica (p. ej., enfermedad de Parkinson, obesidad, desfiguración
debida a quemaduras o lesiones) el miedo, la ansiedad o la evitación está claramente no
relacionada o es excesiva.
3. demuestra represión en las relaciones íntimas debido al miedo a ser avergonzado o ridiculizado.
4. está preocupado por la posibilidad de ser criticado o rechazado en las situaciones sociales.
Una necesidad general y excesiva de que se ocupen de uno, que ocasiona un comportamiento de
sumisión y adhesión y temores de separación, que empieza al inicio de la edad adulta y se da en
varios contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:
1. tiene dificultades para tomar las decisiones cotidianas si no cuenta con un excesivo
aconsejamiento y reafirmación por parte de los demás.
3. tiene dificultades para expresar el desacuerdo con los demás debido al temor a la pérdida de
apoyo o aprobación. Nota: No se incluyen los temores o la retribución realistas.
4. tiene dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su manera (debido a la falta de
confianza en su propio juicio o en sus capacidades más que a una falta de motivación o de energía).
5. va demasiado lejos llevado por su deseo de lograr protección y apoyo de los demás, hasta el punto
de presentarse voluntario para realizar tareas desagradables.
6. se siente incómodo o desamparado cuando está solo debido a sus temores exagerados a ser
incapaz de cuidar de sí mismo.
7. cuando termina una relación importante, busca urgentemente otra relación que le proporcione
el cuidado y el apoyo que necesita.
8. está preocupado de forma no realista por el miedo a que le abandonen y tenga que cuidar de sí
mismo.